Sermón en el día de Jesús 27 de enero de 2013
Transcripción
Sermón en el día de Jesús 27 de enero de 2013
1.) 2.) 3.) 4.) 5.) 6.) 7.) 8.) Sermón en el día de Jesús 27 de enero de 2013. Título: ME INVOCARÁ Y YO LE RESPONDERÉ Biblia: Salmo 91:1-16 Predicador: Pastor Dong Han David Lee Iglesia Presbiteriana Reformada Esperanza Tte. 1ro. Leónidas Escobar 3913 c/ Av. Japón, Asunción, Paraguay www.evangelio123.org [email protected] (595) 021-301-706 / (595) 0981-815-179 ******************* El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día. Ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. 9.) 10.) 11.) 12.) 13.) 14.) 15.) 16.) Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación. INTRODUCCIÓN A pesar de ser un salmo tan deseable para todos los creyentes, ayer en el estudio bíblico del libro de Salmos, les enseñé por qué las personas no pueden recibir estas hermosas palabras. Porque en realidad, este salmo es un compromiso, un pequeño contrato que Jehová pacta con todos aquellos quienes se deciden a vivir bajo el abrigo del Altísimo y bajo la sombra del Omnipotente. Y para ello, les dije que era necesario que el hombre creyera en el Omnipotente, que confiara en el Omnipotente, el Jehová Dios Omnipotente quien así como nos prometió e hizo el pacto de Jesucristo y nos mostró de qué manera fue cumpliendo a lo largo de toda la biblia, y nos ha alcanzado. Que nosotros también creyendo en el Dios Omnipotente quien todo lo hizo con Abraham por el pacto que tenían, así también nos exige que nosotros; sí: tú y yo confiemos en el Omnipotente y vivas profundamente en tu pacto. Por eso, les dije que nadie, nadie que no viva con todo su esfuerzo y abrace su pacto, quien no se decida y tome decisiones respecto al pacto porque él también tiene esa esperanza viva, y luego soporta todos los embates de los incrédulos del pacto. Y cada día vive como un confiado en Dios; puede recibir los beneficios de este salmo 91. Les dije que el Salmo 91 es una forma de averiguar cuánto y cómo estoy caminando en el Pacto de Abraham, en el Pacto de Moisés y en el Pacto de David. Cuánto he avanzado para que la parte de Dios se manifieste vivamente. Y esta comparación es infalible, porque ustedes pueden mostrarse como una persona muy fiel delante de los hombres, pueden hablar del pacto, pueden argumentar pero este salmo o las condiciones revelan el examen que Dios hace a cada uno, y cómo han cuidado de su familia e hijos. Los temores, las pestes, las enfermedades, las muertes, las actitudes de los hombres revelan INFALIBLEMENTE si un creyente vive bajo el abrigo del Altísimo y bajo la sombra del Omnipotente. DECISIONES Les dije ayer que muchos creyentes creen en los pactos que se mencionan en la biblia, pero no muchos lo creen; y son poquísimos los que viven intensamente respecto al pacto. ¿Saben por qué los creyentes no quieren vivir bajo el pacto de Abraham? Es porque deben abandonar todo el mundo que conocen y adentrarse en un mundo muy diferente. ¿Saben por qué no quieren abrazar el pacto? Porque han invertido muchísimo tiempo, esfuerzo, dinero esperando las bendiciones tan proclamadas desde los púlpitos; que ahora sepa que de nada sirve y que hay que volver a reconstruir es una empresa enorme, ya no tienen fuerzas para mover esta nueva montaña que se llama el pacto, ni quieren caminar algo tan duro y solitario como el desierto del discipulado. Es cierto que de una u otra forma, finalmente Dios hace según su voluntad, y en algunos casos, verán que los creyentes después de bastantes golpes, daños, pérdidas y lastimaduras; viven de alguna forma en el pacto; o Dios por la fuerza los hace adentrar. Pero son casos bastante especiales, y sí debe existir alguien que haya estado intercediendo por su persona, o sea un hijo de algún amado por Jehová. Otros pueden decir: ¿No es suficiente la fe en el pacto? Igual creo que me beneficio del Salmo 91. Entonces, si tengo fe en el pacto: ¿eso no es vivir en el pacto? ¿No se le debería aplicárseles todo el salmo 91? ¿Qué les parece? Es como decir, la iglesia presbiteriana en sus orígenes y aun hoy en unas pocas iglesias, se siguen hablando del pacto, o creen en el pacto, pero igualmente tienen problemas. ¿Saben cuál es el problema? ¿Saben dónde radica el problema para que igual les sobrevengan los males, cuando llueve se inundan, cuando hace calor se sofocan, cuando existe epidemias de plagas igual se enferman? ¿Por qué si creen en el pacto? En realidad aquí está la primera causa que todo lo cambia: “LAS DECISIONES QUE REALIZA EL CREYENTE”. Entre un creyente quien cree en el pacto simplemente como un “conocimiento” y que en líneas generales busca el pacto, con aquel quien ha abrazado el pacto, respira el pacto y lo vive intensamente bajo la sombra del Omnipotente; existe una diferencia fundamental: LA DECISIÓN OPORTUNA. O sea, solamente existe un pequeño período de tiempo en donde el creyente “cree”, y porque “vive” intensamente el pacto toma la decisión y sigue el camino que le muestra el Omnipotente; y esa decisión tiene el carácter de: “ESPERANZA MÍA Y CASTILLO MÍO, MI DIOS EN QUIEN CONFÍO. Es la decisión, y esta decisión oportuna lo define todo. Define si realmente tú estás morando bajo la sombra del Omnipotente y te pones al abrigo del Altísimo, o vives como los hombres del mundo y recién cuando la calamidad se ve a los ojos de la carne, se ponen a orar y buscan el abrigo del Altísimo que para ese entonces ya no existe. Por eso, estas decisiones oportunas son tan difíciles, porque tienes que tomarlas sin siquiera tener algún argumento visible o palpable, alguna base dentro de la lógica humana o de lo conocido, ni se tienen señales de que los tendrás, de que así sucederán, o que sea verdad. Es una toma de decisión netamente en la fe, con muchos años de adelanto; y tú YA LO VIVES porque crees y estás bajo la sombra del Omnipotente. Y para que sea esperanza que pones y confianza en el Omnipotente, tienen que ser decisiones oportunas; un tiempo después, una consulta con otros creyentes, una segunda opinión, o cuando dices luego que sucedan los hechos, simplemente eres un observador del mundo, pero no eres un predicador del Omnipotente. Esta es la razón de por qué siempre tienen que estar orando, y cuando el Señor dice: “Velad para no seáis tentados”, es por eso. Porque si tú no sigues a la par de Dios, si no sigues en la misma velocidad de los pasos de tu pacto y ves constantemente a Dios y su Omnipotencia; es imposible que sepas “cuándo tienes que tomar la decisión oportuna”. Llorar sobre la leche derramada, venir a la iglesia después del incendio, clamar y ayunar luego que se ha cerrado el cielo no es creer en el pacto, ni a Jehová el Altísimo, y menos el Jehová Dios Omnipotente no le responderá. Hoy, muchos creyentes creen en el pacto como hacen los creyentes que aparecen en los salmos de la decena del ochenta, quienes reclaman a Dios para que se acuerde de su pacto con el pueblo de Israel, o diciendo que son hijos de Abraham o de David. Y suelen reclamar: “¿Dónde están tus antiguas misericordias a David?” El siguiente motivo de por qué la DECISIÓN OPORTUNA es tan importante es esto: SOLAMENTE CUANDO TÚ TOMAS LAS DECISIONES AL NIVEL QUE SEA UNA ESPERANZA PORQUE CREES EN LAS PROMESAS DE TU PACTO, puedes conocer y aprender de JEHOVÁ DIOS OMNIPOTENTE. O sea, fuera de ese tiempo, es imposible ver al Omnipotente. Tratar de descubrir al Omnipotente durante el incendio, durante la enfermedad, durante el quebrantamiento, en medio de la tormenta e inundación… ahí no aparece jamás el Dios Omnipotente. En esos momentos al único Dios que pueden recurrir es a la misericordia. Entonces, cuando tú tomas decisiones con mucho tiempo de antelación porque Dios te lo ha mostrado, o de lo ha dicho, hace que tú estés bajo su sombra y puedas ver al Dios Omnipotente quien hace todas las cosas para que se tenga cumplimiento. Incluso hasta el último momento antes que suceda te embarga la ansiedad, debes soportar muchas críticas porque tu actitud de confianza en el Omnipotente hace que te confrontes con los demás creyentes. Y una y otra vez tienes que confesar tu esperanza, tu fe en el pacto, mostrar cuánta confianza tienes en el Omnipotente. Cuando finalmente se cumplen las promesas, cuando se resuelven una parte del pacto; ves cuán acertado estuvo todas las Palabras que de hizo vivir Jehová Dios Omnipotente. Entonces cuando se están cayendo miles, cuando diez mil caen a tu derecha, tú vives intensamente en el Omnipotente, ves los caminos tomados, las decisiones que te condujeron, y hoy estás sobre la Roca que es más alta que toda tormenta. Es un momento muy íntimo con el Omnipotente. Y cuando una y otra vez estas cosas tienen cumplimiento, aprendes la manera de actuar que tiene el Omnipotente contigo. Tomar decisiones oportunas en el tiempo correcto, y en la intensidad de la convicción ya es parte inherente de tu vida. También aprendes a soportar y a entender las voces contrarias, los críticos: cuando tú has tomado una decisión porque crees en el Pacto, en tu tierra, en que Jehová te hará una gran nación, que serás su bendito; y para ti fue una decisión difícil pero es considerada por Dios como que has puesto tu esperanza en él. Inmediatamente vienen los ataques, las incomprensiones de los hombres, y todas las señales que el mundo da diciendo que tú estás equivocado. Que no sucederá como tú dices, ni según tus decisiones. Dirán que tu esperanza es vana. Y esta es toda la dificultad, son las burlas, inclusive te ves avergonzado porque las cosas que ellos dicen suceden durante un corto período de tiempo. Ya tomaste la decisión y pusiste tu esperanza; has visto al Omnipotente. Mas durante el temporal que significan las persecuciones y las burlas, tienes que escudarte, tienes que esconderte en el castillo de Dios, donde están sus palabras, que te alimentan, que te fortalecen, tienes que ser paciente, perseverar. También en este punto es donde se ve toda tu fe, se prueba cuán convencido estás de tu pacto, cuánto realmente deseas y anhelas las cosas de Dios. Ahora, durante este tiempo estás al abrigo del Altísimo. Es el tiempo donde tienes que ser un ávido lector de la biblia, tienes que refugiarte en lo profundo de Dios, trabajar intensamente en los ministerios o encargos de Dios. APRENDIENDO A CONFIAR EN EL DIOS OMNIPOTENTE Realmente es una respuesta muy difícil, tomar las decisiones correctas y te adentras en un desierto largo, ancho y solitario. Por un lado es conocer a Dios Omnipotente por medio de la Palabra. Y para ello, justamente vemos cómo nos enseña el Salmo 90: “Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios”. Por eso tienes que ser quebrantado hasta que te conviertas. Porque mientras el hombre no entienda cuán inútil es el mundo y las fuerzas del mundo, y para ello es el quebrantamiento, para que te conviertes al Omnipotente. También cuando ves cómo las primeras decisiones que has tomado comienza a tomar cuerpo, sus frutos que aparecen, hacen que tú aprendas del Omnipotente. Ves que tus obras, las decisiones que has tomado tiene forma, tiene frutos. Cuando las obras de tus manos se confirman en nosotros. Y verán que siempre que tú te sostienes dentro del castillo, bajo el abrigo del Altísimo, eso genera una fuerza cada vez mayor. ¡Claro que existen tiempos de silencio, o tu carne se rebela intensamente! Pero hay que aguantar simplemente durante unos días y todo vuelve a la normalidad, y se encauza nuevamente en el pacto. Ves cómo las recompensas de los impíos se muestran delante de tus ojos, y tu ves el fruto. Y porque has puesto tu amor en el Señor, te promete: “yo te pondré en alto”. TE PONDRÁ EN ALTO En el versículo 14 dice: “por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre”. Así dice Jehová a David: “y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio.” (2 Samuel 7:910) Hoy este Salmo 91 es mal utilizado al extremo. Simplemente piensan que con su fe podrán lograr que Jehová el Altísimo les cuide de las enfermedades, o que mande a sus ángeles para que sus pies no tropiecen en piedra, o que sean puesto por alto: “porque ellos aman a Dios”. Lo que no saben la mayoría de los creyentes, es que este salmo consta de cuatro partes. Lo que les dije al comienzo en realidad corresponden a las dos primeras. Los versículos 1-2 es la parte uno: el conocimiento Jehová y aprender a vivir bajo la sombra del Omnipotente. Cuando esas cosas han sido realizadas en tiempos oportunos, cuando has depositado toda tu esperanza, has confiado en el pacto y te has resguardado en su castillo contra toda crítica y temporal, viene un tiempo donde se ven los cumplimientos y el pago que Dios hace a los demás hombres que no creyeron en el Omnipotente. Que son los contenidos de los versículos 3-8. En el versículo 8 dice: “Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos”. Estos impíos del versículo 8 en realidad no son los impíos del mundo, los no elegidos de Dios, sino aquellos quienes siendo creyentes no han querido creer ni vivir en el Pacto, quienes no se han refugiado bajo la sombra del Omnipotente en el momento oportuno. Y porque no han creído en el Altísimo, son impíos. Y todos los males de los versículos 3-7 les vendrá, y tú los verás. Ahora, cuando veas estas cosas, cuando veas la recompensa de los impíos que tanto te criticaron, te aplacaron, cuando veas la recompensa que les sobreviene sobre cada uno de tus ofensores (Y TÚ LOS VERÁS PORQUE JEHOVÁ TE LO MOSTRARÁ), entonces pasas a la tercera etapa: Es la etapa que corresponde a los versículos 913. Es como una “sobre-bendición”, o sea un “plus”. Porque mientras los versículos 1-8 tratan de hechos “terrenales, humanos” y que suceden dentro de los aspectos visibles de la carne; ahora en esta tercera etapa te adentras en la parte “espiritual”. Ya no ejerces dominio sobre las cosas de este mundo, de lo visible, de lo sensible; sino que aprendes a utilizar y a ejercer tu poder y dominio sobre el mundo espiritual. Nuevamente es un largo camino, es una nueva dimensión de vivir bajo el abrigo del Altísimo y a morar bajo la sombra del Omnipotente. Porque tienes que aprender y sentir cómo Dios está enviando a sus ángeles, cómo se te está guiando para que tus pies no tropiecen en piedra. Y lo más difícil, pisar al león y el áspid, hollar al cachorro del león y al dragón. Es un relacionamiento mucho más directo e íntimo con Dios, pues el Señor dirá dónde, cuándo y contra qué o quién. En esta parte de las obras a que se dedica el fiel, tiene mucha relación con los ejemplos de obras como el profeta Elías, o los profetas Isaías y Jeremías. También es como la obra de David, quien vuelve a establecer un reino donde Jehová gobierna y es rey sobre su pueblo. Como recompensa a todo esto, les cité las palabras de Jehová a David que coinciden con estos versículos: “Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia, lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación”. En este punto, las idas y vueltas, la conversación que se tiene con Dios es muy fluido; por eso dice: me invocará y yo le responderé. Las responsabilidades, las obras que se realizan a este nivel son de carácter personal para Dios. Es un grado muy cercano, y mucha autoridad se le concede al fiel. Porque Dios pone sus palabras en tu boca, y tú actúas como si fuera el Señor en persona. Por eso le dice a Jeremías: “Tú lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo; sabes que por amor de ti sufro afrenta. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. No me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía; me senté solo, porque me llenaste de indignación. ¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió curación? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables? Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.” (Jeremías 15:15-21) CONCLUSIÓN Siempre en cada tiempo, existen hombres de Dios que el Señor prepara, que es conducido por medio de un fiel, que marcará y guiará a mucho pueblo y realizará una gran obra. Noé lo fue en su tiempo, Abraham lo fue en lo suyo, José de la hambruna, Moisés en rescatar al pueblo de Israel de Faraón, David en el restablecimiento del reinado de Jehová, los grandes profetas que llamaron y guiaron al pueblo como Elías, como Isaías, como Jeremías, como Ezequiel. También los apóstoles después de Jesús. Y este salmo 91 es un pacto especial para estos fieles, quienes se han esforzado valientemente a morar bajo la sombra del Omnipotente Dios. Sé que si cada creyente viviera bajo la sombra del Omnipotente en la plenitud de su pacto, las cosas serían más fáciles, los tiempos serían largos y para siempre; mas cuando los hombres van acumulando rebeldía e incredulidad; siempre de tiempo en tiempo deberá aparecer los grandes jueces en la tierra. Muchos podrán decir que seguir a los grandes jueces es más fácil y cómodo; pero deben saber que estos jueces no aparecen en todas las generaciones. ¡Ese es el problema! Y cuando aparezca, los impíos pueden estar tan alejados y sumergidos en tantas tinieblas que no querrá la luz, porque destruirá todo lo que ama y lo que ha construido. Lo más seguro es que cada generación, cada hombre aprenda a vivir temerosamente bajo el abrigo del Altísimo, y more bajo la sombre del Omnipotente. Si necesitas que aparezcan siempre los jueces para resolver tu vida ante Dios, estás en medio de grandes problemas. Por tanto, verifica en qué etapa de las cuatro partes del Salmo 91 estás viviendo, y esfuérzate. Hay que ser valiente para tomar las decisiones oportunas y que Jehová Dios considere que estás morando bajo su abrigo y su sombra. Que Dios te bendiga.