Teoría de la línea de la vista en la paloma de carrera

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Teoría de la línea de la vista en la paloma de carrera
Teoría de la línea de la vista en la paloma de carrera
Escrito por Carlos Bachi
Martes 12 de Octubre de 2010 13:45 - Ultima actualización Martes 12 de Octubre de 2010 13:50
Teoría de la línea de la vista en la paloma de carrera
Buenas tardes.
No quiero ser un escéptico y mucho menos un pesado, dando la lata sobre que las teorías, son
solo simple teorías.
Es increíble que aún en los tiempos en que vivimos, los aficionados a este deporte, se centren
tanto en estos pequeños detalles, que no son más que fijaciones o sellos genéticos, una marca
hereditaria que no puede desaparecer si la paloma proviene de ancestros homocigotos en el
alelo responsable de dicha característica.
Lo que hace a una paloma de gran fondo ser una excelente atleta, no es lo que conlleva la
figura de sus ojos, sino un todo, lo cual no abunda en estos días.
Cuando visito un palomar profesional, que se dedica en exclusiva a los grandes fondos, lo
último que observo de sus atletas, siempre y cuando lo amerite, son los ojos y no para buscar
la extraordinaria, si no para apreciar aún más su estado de salud.
Para calificar o clasificar una paloma de fondo y gran fondo, antes de ver sus ojos, hay que
observar su temperamento, su comportamiento, manipular su esqueleto y palpar su
musculatura, lógicamente, para ello hay que tener algo de experiencia, ya que en esto, no hay
teoría que valga, es puro conocimiento práctico.
Hace algún tiempo, visité el palomar de un
gran colombófilo que destaca en competencias de distancia, al enseñarme sus palomas de
vuelo me percaté inmediatamente que su equipo era extremadamente homogéneo tanto en
forma como en tamaño. La coloración de las plumas variaban ya que, a pesar de destacar los
rodados alí, también habían azules, bronceados y algún que otro rojo.
Al enseñarme alguna de sus atletas a la mano, lo primero que me sorprendió fue la calidad de
su plumaje, unas alas perfectas, un equilibrio notable, la musculatura compacta y larga en lo
que conforma los laterales del esternón, aves con un peso acorde a su tamaño y un todo que
hacía una verdadera máquina devoradora de kilómetros.
El colombófilo, luego de enseñarme varias palomas, me dijo: “Que raro, es la primera vez que
alguien no observa los ojos de mis palomas”. Yo le contesté: “Ya me percaté cómo me
observaban sus palomas, con eso me basta”. El colombófilo se echo a reír, tal vez le dio gracia
mi contestación, o mi “ignorancia”.
Luego de enseñarme algunos reproductores, cosa rara en esos palomares, nos tomamos un
café, la conversación duró casi cinco horas, realmente compartimos muchas opiniones y todas
conllevaban a destacar la perpetuidad de grandes palomas, en el dialogo, los ojos siempre
estuvieron al margen.
Con esto, no quiero decirles que dejen de prestarles importancia, respeto sus inquietudes, pero
destaquen los otros valores de nuestras atletas, aquí entre nosotros hay futuros colombófilos
que deben saber la verdadera historia y no la historia a medias.
Piet de Weerd (nacido en Oude Tonge) (QEPD), más conocido como Pedro el holandés, fue un
Maestro en lo que es la teoría del ojo de la paloma de carrera, se decía, él la practicó con gran
éxito, pero antes de llegar a estudiar el ojo, hacía una selección muy celosa del todo de la
paloma, su esqueleto, su plumaje, su musculatura y sobre todo su garganta. La salud primaba
ante todo.
Esto me lleva a la conclusión: ¿Se basaba Piet de Weerd en los ojos de las palomas, o acaso
le gustaban los ojos bonitos y controvertidos? Lamentablemente no se lo pude preguntar, pero
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Teoría de la línea de la vista en la paloma de carrera
Escrito por Carlos Bachi
Martes 12 de Octubre de 2010 13:45 - Ultima actualización Martes 12 de Octubre de 2010 13:50
conociendo los datos de la “De Oomens” una paloma favorita del holandés, tengo parte de la
respuesta.
Les dejo un fuerte abrazo para todos y disculpen si en algo los incomode, desde mi lugar busco
la superación y lamentablemente esta para mi no está en algo tan sencillo como es la “teoría
del ojo” si fuese así, la colombofilia seria muy sencilla y muchos hubiéramos dejado de
practicarla.
Con respeto colombófilo: Carlos Alfredo Bachi Acosta.
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