Dios nos Habla hoy
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Dios nos Habla hoy
La Buena Noticia Dios nos Habla hoy LECTIO DIVINA 21 de Noviembre del 2010 N. 36 Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/; www.apologeticacatolica.org/ Comentarios y Sugerencias al Email: [email protected] † Lectura del santo Evangelio según San Lucas (23, 35-43) La gente estaba allí mirando; los jefes, por su parte, se burlaban diciendo: «Si salvó a otros, que se salve a sí mismo, ya que es el Mesías de Dios, el Elegido.» También los soldados se burlaban de él. Le ofrecieron vino agridulce diciendo: «Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.» Porque había sobre la cruz un letrero que decía: «Este es el rey de los judíos.» Uno de los malhechores que estaban crucificados con Jesús lo insultaba: «¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a ti mismo y también a nosotros.» Pero el otro lo reprendió diciendo: «¿No temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio? Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho, pero éste no ha hecho nada malo.» Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino.» Jesús le respondió: «En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.» “(TRADUCCION BIBLIA LATINOAMERICANA) 1. LECTURA: ¿Qué dice el texto? PISTAS PARA LA LECTURA Jesús es crucificado entre los criminales. El pueblo mira, es testigo pasivo. Los jefes se burlan de Jesús y del proyecto de Dios, que no es salvarse a sí mismo sino salvar a todos. Los soldados también se burlan . Pero encima de todo, tenemos el letrero con la causa de la condena de Jesús: “este es el rey de los judíos”. De hecho, Jesús es el rey, pero un rey muy diferente, no aquel que quita la vida de los demás para mantener su poder y dominio, sino aquel que da la propia vida para que todos tengan libertad y vida. El es el Mesías-Rey de Is 11,1-9, que traería el reinado de la justicia y de la paz. Sin embargo, parece que este reinado cuesta la sangre de Jesús y de todos los inocentes que luchan por la justicia. Con Jesús fueron colgados dos malhechores, y de los cuales uno de ellos aceptó el reinado de Dios. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra. Publicación Bíblica Semanal. Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/ www.apologeticacatolica.org/ 1 2. MEDITACION ¿Qué me dice el texto? Preguntas para la meditación ¿Soy de los que crucifican a Jesús con mis acciones diarias? ¿Me burlo de Jesús al igual que los soldados? ¿Es Jesús el Rey de mi vida? ¿No existen otros dioses en mi vida que opacan a mi Señor? ¿Con que ojos miro el letrero que le fue colocado a Jesús en la cruz? ¿Se acordara Jesús de mí? ¿Estoy profundamente convencido que existe el paraíso donde me encontraré con mi Señor? 3. ORACION: ¿Qué le digo? Nos dirigimos al Señor con una bella oración de San Juan Eudes, en la que declaramos que Jesús reina en nuestras vidas. “Señor Jesús, que seas todo en la tierra como lo eres todo en el cielo. Que lo seas todo en todas las cosas. Vive y reina en nosotros en forma total y absoluta, para que podamos decir siempre: ¡Jesús es todo en todas las cosas! ¡Queremos Señor Jesús que vivas y reines sobre nosotros! Dios de poder y de misericordia, quebranta en nosotros cuanto a ti se opone. Y con la fuerza de tu brazo toma posesión de nuestros corazones y nuestros cuerpos, para que empieces en ellos el Reino de tu amor. Amén”. 4. CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el mensaje Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje? Para interiorizar el texto evangélico de este día propongo hacerlo con la frase que Jesús le dirigió a uno de los malhechores. Esta frase vamos a repetirla varias veces, muy pausadamente y recodando que el Señor nos la dice a cada uno de nosotros, solamente si lo reconocemos como el Rey de nuestra vida. “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra 2 5. ACCION: ¿A que me comprometo? Propuesta Personal Reconocer a Jesús como mi Señor y salvador, como el único que puede reinar en mi vida. CATEQUESIS DE SAN AGUSTIN AL EVANGELIO Lc 23,35-43: Sólo tenía libres la lengua y el corazón Anuncié rectamente tu justicia en la gran Iglesia (Sal 39,10). Se dirige a sus miembros y les exhorta a hacer lo que él hizo. El anunció, anunciemos nosotros también; sufrió él, suframos nosotros con él; él fue glorificado, también nosotros los seremos con él. Anuncie tu justicia en la gran Iglesia. ¿En qué medida grande? Está presente en todos los pueblos. ¿Por qué está en todos los pueblos? Porque es la descendencia de Abrahán en quien serán benditos todos los pueblos (Gn 22,18). ¿Por qué está en todos los pueblos? Porque su voz se extendió a toda la tierra (Sal 18,5). En la gran Iglesia. He aquí que no lo impediré a mis labios; Señor tú lo sabes. Mis labios hablan, no les prohíbo hacerlo. Mis labios suenan ante los oídos de los hombres, pero tu conoces mi corazón. No se lo impediré a mis labios,- Señor, tú lo sabes. Una cosa oye el hombre y otra conoce Dios. Para que nuestro anuncio no sea sólo de palabra y se diga de nosotros: Haced lo que dicen, pero no hagáis lo que hacen (Mt 23,3), habla con los labios, pero acércate con el corazón. Así no se dirá al pueblo que alaba a Dios con los labios, pero no con el corazón: este pueblo me blo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí (Is 29,13). Con el corazón se cree para la justicia y con la boca se hace la profesión que aporta la salvación (Rom 10,10). Tal fue hallado aquel ladrón que pendía en la cruz con el ladrón y reconoció que era el Señor, precisamente en la cruz. Algunos no lo reconocieron cuando hacía milagros, y él lo reconoció cuando estaba en la cruz. Tenía clavados todos sus miembros: las manos estaban sujetadas con clavos, los pies habían sido taladrados, todo el cuerpo estaba adherido al madero; no quedaba miembro libre: sólo la lengua y el corazón: en su corazón creyó, con la lengua hizo la profesión de fe. Le dijo: Acuérdate de mí, Señor, cuando estés en tu reino. Esperaba su salvación para el futuro y estaba contento de recibirla tras un largo plazo de tiempo. La esperaba para largo, pero el día no se hizo esperar. El dijo: Acuérdate de mí, cuando llegues a tu reino, a lo que el Señor respondió: En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Hoy -dijoestarás conmigo en el paraíso (Lc 23,42-43). El paraíso tiene árboles de felicidad: hoy estás conmigo en el madero de la cruz, hoy estarás conmigo en el árbol de la salvación. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra 3 La Familia: Meditando el Evangelio (Lc 23,35-43) “Jesús quiere reinar en nuestras familias” Llegamos al final del tiempo litúrgico ciclo C con la Solemnidad de Cristo Rey. Presento un extracto del comentario del Padre Eliécer Sálesman al texto evangélico, el cual considero de mucho provecho. “Jesús fue proclamado como rey hasta en el titulo que le pusieron sobre la cruz para declarar por qué lo mataban: INRI: “Jesús Nazareno REY de los judíos”. Hasta uno de los malhechores allí crucificados reconoció que Jesús llegaba ahora a su reino. La tradición dice que este ladrón arrepentido se llamaba Dimas. Y la leyenda cuenta que cuando la Sagrada Familia huía a Egipto para librarse de la persecución de Herodes se refugiaron en una cueva y allí estaban escondidos unos bandidos, los cuales dispusieron matar a estos tres santos viajeros, pero que el hijo del jefe de la cuadrilla los defendió y que al ver al niño tan hermoso le dijo: “Si alguna vez te llega la ocasión de ser misericordioso conmigo, te ruego te acuerdes de esta ocasión en que defendí tu vida”: El caso del malhechor salvado nos recuerda que mientras vivamos en esta tierra, nunca es demasiado tarde para volver a Cristo y obtener su perdón. El Evangelio de este día nos presenta a Cristo en su sede real que es la cruz. El ladrón si descubrió que Jesús es un Rey y que por lo tanto tiene un reino, pero no como el mundo lo quiere, es un reino donde no existe el odio, el rencor, el egoísmo, la violencia, es un reino que se implantó con su venida y que quiere ahora reinar en nuestros corazones. Jesús no le promete al malhechor bajarlo de la cruz, sino llevarlo a su Reino. Así hace con nosotros, no nos libra de la cruz de los sufrimientos, pero nos consigue un puesto en su reino. Existen muchas razones para que Jesús sea nuestro Rey: Jesús tiene todas las cualidades que se necesitan para ser el mejor de todos los reyes. Tiene poder para vencer nuestros enemigos por muy poderosos que sean. Jesús es un rey enviado por el mismo Dios, el cual lo proveyó de todas las cualidades que necesitaba para tan alto puesto. Es rey y quiere reinar. ¿Dónde? En nuestras palabras, en nuestras acciones , en nuestros pensamientos, pero sobre todo en nuestras familias, para hacer un mundo donde se amen todos y donde vivamos en comunión con Dios. Tiene poder y bondad para darnos mucho más de lo que nos atrevemos a pedir o a desear. No conviene estar contra Él, pues quien choca contra esta piedra angular se despedaza”. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra. 4 VOCABULARIO BIBLICO Vinagre: gr. oxos, lat. posca. No coincide con lo que hoy se llama vinagre, sino que es un vino agrio mezclado con agua, bebida popular que se daba a los obreros y a los soldados, les estaba prohibida a los nazireos. Esta bebida, muy ácida, era poco apreciada. Reino, Rey, Reinado: gr. basileus que traducen al hb. mèlèk. La diferencia entre reino y reinado no es fácil de delimitar. En los Evangelios, no debería traducirse por “reinado” más que cuando el contexto impone un sentido espacial (Mt 5,20;7,21). Mateo en vez de reino de Dios emplea la expresión rabínica “reino de los cielos”, en la que “cielos” es un giro equivalente de “Dios” (Mt 3,2;Mc 1,15). En Roma al primer magistrado lo consideraban los pueblos de Oriente como el rey en sentido helenístico, persona que había recibido de Dios (Rm 3,1) su poder para establecer la justicia en su reino. En Israel, desde siempre, la realeza pertenece solamente a Dios, los reyes de la tierra no son más que sus lugartenientes. En tiempos de Jesús ya no existen ni rey ni reinado, tales como los había conocido Israel desde los orígenes de su existencia política. Jesús proclama que el reino de Dios está muy cerca, tal es la Buena Noticia (Mt 3,2). Más aún, Jesús dice a sus detractores “el reino de Dios ha llegado a vosotros” (Mt 12,28), está ahí actuando. Pero no se hace presente de una manera manifiesta, al estilo como lo anunciaba Juan, sino misteriosa, como una semilla, de poder irresistible, sembrada por Dios en el corazón del hombre (Mt 13,24-30). Paraiso: gr. paradeios (derivado del persa, ver hb. pardés “parque”) traducido el hb. gân: “jardín”. En consonancia con los que se imaginaban la existencia de los dioses al estilo de la vida feliz de las personas de aquí abajo, el Edén caracteriza el paraíso original, el paraíso de las delicias (Gn 3,23ss), el paraíso de Dios (Ez 28,13), el lugar donde uno espera vivir con Dios “en lo más alto de los cielos”. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra. 5