Biografía de Jusepe de Ribera
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Biografía de Jusepe de Ribera
JUSEPE DE RIBERA (Biografía) Ribera nació en la ciudad valenciana de Játiva, en 1591, y allí se inició en el oficio de pintor teniendo como referencia las obras del valenciano Francisco Ribalta y las de pintores del norte de Italia de finales del siglo XVI pertenecientes a la escuela naturalista y de Caravaggio. Con apenas veinte años decidió marcharse a Italia y las primeras noticias que se tienen de él son del año 1611, cuando firmó la realización de un cuadro de altar para una iglesia de Parma. Se le localiza en Roma hacia 1613, donde permaneció al menos un par de años; y en 1616 se encontraba en Nápoles, capital del virreinato español y ciudad en la que permaneció hasta su muerte, ocurrida en 1652. Además de pintor, fue un magnífico dibujante y un prolífico grabador. JUSEPE DE RIBERA La Piedad, 1633 Óleo sobre lienzo. 157 x 210 cm Museo Thyssen-Bornemisza Ribera se adscribió al naturalismo desde sus primeros años en Italia; pudo conocer las obras de Caravaggio de primera mano y convivió con sus más directos seguidores, además de hacerse eco de la obra de Guido Reni. Desarrolló un estilo tenebrista caracterizado por una paleta muy oscura, pincelada suelta y uso de la luz dirigida con fines efectistas. Los temas en que se ocupó eran fundamentalmente religiosos pero también su fama se debió a la realización de apostolados, series de filósofos de la Antigüedad y series sobre los cinco sentidos; aunque en menor medida, también pintó asuntos mitológicos. En todos ellos, los protagonistas eran gente, pobres y campesinos, encontrados en las calles; de manera que su ideal de belleza se fundaba en la realidad observada, pretendía representar las sensaciones experimentadas y vivía la religión desde el intimismo. En el ecuador de su trayectoria se aprecia un cambio estilístico: hacia 1634 abandonó paulatinamente los acentos más tenebristas a favor de una pintura más clara y una factura más suave que recuerda a los pintores venecianos del siglo XVI. Su paleta se hizo más variada, acusaba menos los contrastes lumínicos y se volvió más luminista. Se considera como punto de inflexión de su pintura el cuadro Ascensión de la Virgen que hizo en 1636 para el virrey de Nápoles, el conde de Monterrey, destinada al altar de la Iglesia de las Agustinas Recoletas de Salamanca. En Nápoles, el encargo más importante que asumió fue la decoración de la nave, coro y sacristía de la iglesia de la Cartuja de San Martino (1636-1652). A partir de 1642 Ribera acusaba los efectos de una grave enfermedad y hasta su muerte alternó períodos de máxima intensidad creadora con otros de mínima actividad artística. JUSEPE DE RIBERA San Jéronimo penitente, 1634 Óleo sobre lienzo. 78 x 126 cm Museo Thyssen-Bornemisza Además de la Iglesia, Ribera contó con una rica y variada clientela de nobles y comerciantes italianos; y también, al ser un pintor apreciado por los distintos virreyes españoles de Nápoles, su obra, en cuanto encargos, llegaba a España con asiduidad destinada a familias aristocráticas y próximas a la corte de Felipe IV.