Geográficamente no necesariamente se debía pasar por Samaria
Transcripción
Geográficamente no necesariamente se debía pasar por Samaria
Enero 30/2016 ADORADORES EN ESPÍRITU Y EN VERDAD - JUAN 4:1-42 - NICOLÁS OSORIO R. Geográficamente no necesariamente se debía pasar por Samaria para ir de Judea a Galilea, pero claro era la ruta más fácil. El Señor tenía un propósito claro en su paso por Samaria. El texto nos habla principalmente acerca de la búsqueda del Padre en adoradores en espíritu y en verdad. La adoración importa porque es importante para Dios. Es como una pasión que tiene Dios, como cuando alguien tiene pasión por el fútbol y todo lo que hace lo realiza en torno al fútbol. La adoración es lo que Dios quiere, es su gloria y es sumamente importante. La adoración es una necesidad más fundamental que la comida. Dios no necesita ser adorado, Él merece adoración. Para nosotros es importante adorar a Dios, es una necesidad. Jesús no habla de comida física aquí, sino que significa que cuando adoramos verdaderamente a Dios somos realizados en todo. Si no adoramos a Dios nunca estaremos satisfechos completamente. Nunca se nos pasa por nuestra mente que el alimento de adorar a Dios sea más importante que comer. Ahora esto no significa que no tengamos necesidad de comer alimentos físicos. Esto se trata de comprobar su voluntad, que es bueno y es perfecto para nosotros. Fuimos creados para adorar a Dios, y cuando adoramos a Dios, es allí cuando el ser humano es más feliz y satisfecho. Si hablamos de adoración verdadera también debemos hablar de una adoración falsa. Sería terrible dedicar toda una vida adorando a Dios y llegar ante su presencia y ser descalificados por no haber tenido una verdadera adoración. La adoración es la plenitud y satisfacción de nuestra alma. Juan 4:34 nos habla de la adoración en espíritu y en verdad. Pero ¿qué significa adorar al Padre en espíritu y en verdad? Para un Samaritano el lugar de adoración era el monte Gerisim, en cambio para los judíos era en Jerusalén; discutían entre ellos, los Samaritanos aceptaban una parte del Antiguo Testamento, los judíos tenían toda la ley. Pero Jesús argumenta con los siguientes postulados: - No importa el lugar. - Lo que importa es conocer lo que adoramos. Enero 30/2016 “Pero llegará un momento en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad”. Conocer a Dios es fundamental para poder adorarlo. Es una cuestión espiritual, de nuestro ser. Si nosotros no estamos en sincronía con Dios no estamos adorando. Hay formas de adoración falsa. Se basa en rituales, memorizar pasajes, etc. Podemos llorar cantando, sentir muchas cosas, asistir todos los domingos y entre semana a la iglesia, saber de principio a fin la Biblia, pero aun así no adorar a Dios porque realmente no lo conocemos. Podemos adorar a Dios en todo lo que hacemos. Hay afectos que podemos tener cuando vemos un hermoso paisaje natural, o sentir un afecto real cuando leemos un pasaje o un libro. Al trabajar podemos adorar a Dios porque estamos basados en una verdad primero que todo. Cuando disfrutamos un delicioso plato que nos satisface completamente nuestra hambre, sabemos que Dios creó aquellos ingredientes que componen ese delicioso plato. Jesús trata de llevar a la mujer samaritana a la adoración verdadera, pero ella tiene bastantes obstáculos, llena de prejuicios y discriminación (racismo entre judíos y samaritanos). Necesitamos entender la adoración que Dios le gusta, porque Él busca adoradores. La adoración implica quitar el racismo, sin importar la denominación, el estrato, la cultura, etc. Feministas, machistas, racistas, etc., son obstáculos para la verdadera adoración. Otro obstáculo es la ignorancia de Dios. Aquella mujer no entendía con quién hablaba: el Creador del universo hecho hombre y Mesías. Para nosotros, no conocer a Dios nos conduce a una adoración falsa. La ceguera espiritual también es un factor que obstruye que lleguemos a la adoración verdadera. Jesús le dice que le dará un agua que quita la sed verdaderamente, pero ella le dice: dame un pozo para sacarla. Ella no entiende lo qué Jesús está hablando. El pecado es otro obstáculo. La mujer habla de agua física, así que Jesús le habla acerca del pecado para tocar sus fibras más sensibles. El pecado es adoración en sí misma, sino que es una adoración distorsionada, en vez de adorar al Creador, hemos adorado lo creado. El tradicionalismo es un obstáculo. Ellos hablan de la adoración en un monte, en formas físicas, terrenales, pero Jesús enseña acerca de la adoración verdadera. Algunos de nosotros hemos sido formados en un ambiente bautista, presbiteriano, católico o evangélico guardando hasta costumbres de hombres. Pero lo que hemos visto hoy en este pasaje es que la adoración se enfoca en el corazón no en ritos ni costumbres que a la larga se convierten en una religiosidad. Enero 30/2016 Pero ¿cómo formar un verdadero adorador con tantos obstáculos? La única manera es conocer verdaderamente a Dios, es decir, la revelación de Jesucristo. El evangelio crea adoradores verdaderos porque Cristo: - Vino para quitar el obstáculo de las tradiciones y legalismos: lugares, posiciones, vestimenta, etc. - Vino a quitar el obstáculo del pecado. - Vino a quitar el obstáculo de la ceguera espiritual. - Vino a quitar el obstáculo de la ignorancia de Dios. - Vino a quitar el obstáculo de la discriminación, porque no todas las ovejas están en el mismo redil. - Vino a hacer posible un nuevo nacimiento: el despertar a una vida espiritual. Tres Aplicaciones Para Nuestra Vida Cristiana 1- Necesitamos entender la dinámica de la adoración. 2- Necesitamos todos los días del evangelio para crecer en adoración. 3- Necesitamos adoradores que impacten a otros.