Mayo - En sentido figurado
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Mayo - En sentido figurado
CON ESTE NÚMERO BUSCA EL SUPLEMENTO ESPECIAL DE LA PROPUESTA PLÁSTICA DE MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ GARCÍA SOBRE “LOS CANTOS DE MALDOROR”, CON PROLOGO DE MATÍAS ESCALERA CONSEJO EDITORIAL Editores Ana Isabel Alvea Sánchez Juan Barroso Lourdes Bueno Judy García Allende Ángel González González José Gutiérrez-Llama Pedro Herrero Carlos Hidalgo Villalba Elisa Luengo Emilia Oliva Cony Pedraza Enrique Sánchez Sotelo Asistencia Editorial Juan Pablo Varela Víctor Cáceres A. PORTADA Contenido 1.- Especiales 11.- Introducción – José GUTIÉRREZ-LLAMA (5) 12.- Henry Luque Muñoz: El amor es una escuela de sufrimiento y la poesía un fenómeno de seducción – Entrevista al poeta por Fredy YEZZED (7) 13.- Postales sobre un arqueólogo del silencio. Prólogo de La risa del ahorcado. Antología Poética de Henry Luque Muñoz – Fredy YEZZED (15) 14.- Ocho poemas de Henry Luque Muñoz – Fredy YEZZED (23) 15.- Proyecto de escritura del Instituto de Enseñanza Secundaria “Tamujal” – Coordinación de María José Rozas e Ilustraciones de Marien Sauceda (28) 2.- En pocas palabras 5 52 21.- Mis_antropo-Fobvias – José GUTIÉRREZ-LLAMA (52) 3.- Entre cuentos 55 4.- Entre ensayos y tanteos 73 31.- En la falta – Adriana LISNOVSKI (55) 32.- El retrato – Ángela SEBALLOS (58) 33.- La solicitud – Juan José SÁNCHEZ GONZÁLEZ (61) 34.- Macu – María Concepción PEDRAZA (70) . “Sin título” Juan BARROSO EDITADA EN Alemania - Andorra Argentina - España EEUU - Francia México - Puerto Rico 41.- Mitómano – Alberto MARTÍNEZ-MÁRQUEZ (73) 42.- Esa mujer que pasa – José Manuel SOLÁ (76) 43.- Después de tu medianoche – Judy GARCÍA ALLENDE (77) 44.- Soy escritora – Sandra J. KUILAN (81) 45.- Más allá del tiempo – Marcos REYES DÁVILA (83) EN SENTIDO FIGURADO Año 9 Número 4 Mayo/Junio 2016 Es una publicación de: José Gutiérrez-Llama Es una revista literaria de publicación bimestral de difusión vía red de cómputo. Blvd. Adolfo López Mateos 314, Colonia Tlacopac. C.P. 01049 México, D. F. MEXICO. Tel: (52.55) 54.81.55.61. www.ensentidofigurado.com Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04– 2011–082909412300203. ISSN: 2007-0071. Esta publicación se terminó de editar el 5 de junio de 2016. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. El contenido de los textos es responsabilidad del autor. EN SENTIDO FIGURADO los incluye en apoyo a la libertad de expresión y el respeto a la pluralidad. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de EN SENTIDO FIGURADO. Publicación sin fines de lucro que no admite patrocinios y es sufragada con recursos propios. PROHIBIDA SU VENTA. 5.- Palabra en verso 94 51.- Introducción – José GUTIÉRREZ-LLAMA (94) 52.- El niño sirio – Diego AGÚDEZ (95) 53.- Sacrificio – David GONZÁLEZ (97) 54.- Lavando el pelo de mi madre – Denise DUHAMED (99) 55.- Razón de lucha – Vicente MUÑOZ ÁLVAREZ (101) 56.- Rayos X – Carlos SALEM (103) 6.- Entremés 105 7.- Galerías 209 61.- Librería – José GUTIÉRREZ-LLAMA (105) 62.- Cine desde el diván – Carlos HIDALGO VILLALBA (108) 63.- Letras pequeñas - Introducción – Judy GARCÍA ALLENDE (112) - Las flores de mamá – Zoraida RIVERA MORALES (113) - Costuras de la vida – Zoraida RIVERA MORALES (115) 64.- Teatro - Introducción – Lourdes BUENO (117) - Edén 2020 – Virginia CAMPÓN PÉREZ (119) 65.- Reseñas literarias: a.- Madre, de José Cercas – Jesús María GÓMEZ Y FLORES (130) b.- La sombra no siempre es alargada (Hablar en sueños, de Fernando de las Heras) – Emilia OLIVA ((192) c.- Escenas de interior (Aire de familia, de Juan Ramón Santos) – Emilia OLIVA (197) d.- El tacto de lo efímero, de Jesús María Gómez y Flores – Emilia OLIVA (202) 71.- Fotografía – Ángel GONZÁLEZ GONZÁLEZ (209) - Muestra de David ESCUDERO 72.- Artes Plásticas – Juan BARROSO (212) - Muestra pictórica - (Cuando me falta) – poema 73.- Contraportada – Juan BARROSO (215) - Litografía firmada por Robert Llimés en 1980 MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR ESTOS GRACIAS AÑOS POR COMPARTIR ESTOS AÑOS CON NOSOTROS DIRECTORIO Editor Responsable: José Gutiérrez-Llama Suscripciones: [email protected] [email protected] PARA ENVIAR COLABORACIONES Micros: Pedro Herrero [email protected] Teatro: Lourdes Bueno [email protected] Cuentos: Cony Pedraza [email protected] Traducciones: Elisa Luengo [email protected] Ensayos: Judy García Allende [email protected] Fotografía: Ángel González González. [email protected] Poesía: Emilia Oliva y Ángel González. [email protected] Ilustraciones: Ángel González González [email protected] Poesía visual: Emilia Oliva poesí[email protected] Video: José Gutiérrez-Llama [email protected] Letras pequeñas: Judy Garcia Allende [email protected] Artes plásticas/audio: ESF [email protected] FACEBOOK BLOG josé gutiérrez-llama INTRODUCCIÓN El espíritu consiste en tener los órganos bien constituidos en relación con las cosas a las cuales se aplica. Si la cosa es extremadamente particular, se lo llama talento; si tiene que ver con un cierto placer delicado de la gente de mundo, se lo llama gusto… . –Barón de Montesquieu– (Ensayo sobre el gusto, fragmento) Excepcionalmente esta vez abrimos y cerramos la revista con “especiales”. Tres solamente, pero de valor artístico incalculable. Iniciamos con La risa del ahorcado, Antología poética de Henry Luque Muñoz, y un racimo de buenas cosas que se desprenden de ella. El propio compilador, nuestro querido amigo y poeta colombiano avencindado en Argentina, Fredy Yezzed, nos regala además una entrevista que le hiciera al desaparecido poeta bogotano en 2002, el prólogo de la citada antología, y por si fuera poco, una selección de ocho poemas incluidos ahí, es decir, lo selecto de lo selecto. Seguimos con el proyecto de escritura que nos llega desde el Instituto de Enseñanza Secundaria “Tamujal” de Arroyo de San Serván (Badajoz – España), mismo que fue coordinado por María José Rozas, ilustrado por Marien Sauceda y prologado por nuestra amiga Emilia Oliva. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 5 Luego dejamos que la revista corra y recorra por las secciones acostumbradas para cerrar, con un nuevo especial, esta vez en forma de Suplemento: La fantástica y no menos atrevida propuesta plástica sobre Los cantos de Maldoror, que nos regala Miguel Ángel Sánchez García y que se incorpora a esta edición como suplemento. Parece que no hay más que añadir, parece que sobran las palabras. En fin, espero que disfruten este espacio. José Gutiérrez-Llama Editor 6 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 HENRY LUQUE MUÑOZ: EL AMOR ES UNA ESCUELA DEL SUFRIMIENTO Y LA POESÍA UN FENÓMENO DE SEDUCCIÓN* Entrevista de: Fredy YEZZED Colombia, 2002 Henry Luque Muñoz (Bogotá, 1944-2005). Poeta, ensayista, traductor y compilador. Era graduado en sociología. Fue Profesor Titular de la Universidad Externado de Colombia, y Asociado de la Pontificia Universidad Javeriana, en la que obtuvo el magister en literatura. Vivió en Europa y Rusia, donde se centró en la investigación de los escritores rusos. Sus libros de poesía publicados: Sol cuello cortado (Bogotá, 1973), Lo que puede la mirada (Bogotá, 1977), Libro de los caminos (Bogotá, 1991) –distinguido como finalista en el Premio Casa de las Américas de La Habana, Cuba–, Antología desnuda (Revista Golpe de Dados, Julio-Agosto, 1997), Polen de lejanía (Bogotá, 1998), Arqueología del silencio (Bogotá, 2002), póstumo Escrito con la garra del halcón: Del Diario inédito de Alexandr Pushkin (Bogotá, 2006) y su antología bilingüe Polen de depãrtare (Bucarest, 2001). en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 7 En el campo de la crítica literaria se destacan: Domínguez Camargo, la rebelión barroca (Bogotá, 1976), Dos clásicos rusos: Turguénev y Saltikov-Schedrin (Moscú, 1989), Tambor en la sombra. Poesía colombiana del siglo XX (México, 1996), El erotismo del Cielo. Una introducción a la historia social de la literatura rusa moderna (Manizales, 1999), William Shakespeare: una estética de la noche (Bogotá, 2004), Fiódor Dostoievski: apuesta por el alma (Bogotá, 2005). FY.- Para comenzar deseo hacerle unas cuantas preguntas generales acerca de sus gustos. Tan sólo deme nombres y títulos de obras. El poeta que merece más atención crítica en Colombia a su parecer. HLM- José Asunción Silva con todos sus mitos. FY.- El libro más interesante de la poesía colombiana. HLM.- Morada al Sur de Aurelio Arturo. FY.- El mejor poema de amor en Colombia. HLM.- “Esta rosa fue testigo”/ de ése que si amor no fue,/ ninguno otro sería./ Esta rosa fue testigo/ de cuando te diste mía!/ El día, ya no lo sé/—sí lo sé, mas no lo digo—/ Esta rosa fue testigo (…)”. Ritornelo de León de Greiff. FY.- El mejor poema (de uno de sus contemporáneos, vivo, preferiblemente). HLM.- Difícil, bastante difícil, hay muchos… Es de mis afectos La alondra y el alacrán de Giovanni Quessep. 8 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 FY.- En una línea, ¿qué es la poesía? HLM.- La poesía es un fenómeno de seducción. FY.- ¿Qué es hacer poesía? HLM.- Siempre he dicho que no es sólo escribir. Es, también, una manera de comportarse ante el mundo. FY.- ¿Qué reprime a la imaginación? HLM.- Toda institución reprime la imaginación. FY.- ¿Cree en la inspiración? HLM.- Creo que no hay que esperar estados de lucidez. Que cuando llegue la inspiración me encuentre trabajando. FY.- ¿Qué es la literatura? HLM.- Un riesgo definitivamente. FY.- ¿A qué está obligado el poeta? HLM.- A ser la persona culta de su época. FY.- Dos cosas que se necesiten para ser poeta. HLM.- Conciencia artística y vanidad. FY.- ¿Cuál es el principal compromiso que debe adquirir el joven que desee escribir? HLM.- El compromiso con la disciplina. El escritor nunca está hecho definitivamente. Si no se ha leído lo suficiente en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 9 es pobre el trabajo. El poeta se crea, se labra por medio de trabajo constante, día a día. Trabaja hasta cuando no está escribiendo. FY.- El sentimiento en la poesía… HLM.- Usualmente se piensa que el que no está enamorado no sufre, pero para escribir hay que tomar distancia de lo sentimental. Picasso dice que el arte es una mentira que dice la verdad. No tengo la necesidad de suicidarme para poder hablar del dolor. El poeta puede elaborar estados de lucidez negativos o positivos que le generen versos que lleven su condición o intención a la creación de una estética. FY.- Quién es el principal enemigo de la poesía? HLM.- El ser humano satisfecho; el que lo ha tenido todo, el que ha venido al mundo a transitarlo, no a cuestionarlo. La gente feliz no escribe, son los más anti-literarios. Aldo Pellegrini dice: “…aquel que ignora la poesía es un mutilado como el que ignora el amor”. FY.- En el mes de mayo de 2002 apareció su quinto libro de poesía titulado Arqueología del silencio. Es corta su producción poética para treinta años de vida artística, ¿no le parece? HLM.- La cantidad no es calidad. Hay muchos poetas que por ampliar sus escritos, por incrementar “supuestamente” intensidad al texto, escriben más de lo debido, logrando, eso sí, que se atrofie la obra. Lo mío es un homenaje a la síntesis, a la racionalidad en el escrito. El poeta debe ser muy inteligente, escribir hasta donde le convenga. 10 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 FY.- ¿Persigue el éxito cuando escribe? HLM.- Cuando se escribe no hay que buscar la gloria, ni el dinero, ni el reconocimiento; muchas de esas cosas no le pertenecen al autor; pero no hay que negarlo, algunas cosas van llegando a medida que se escribe, y sobre todo, cuando se escribe comprometidamente. FY.- Cuando termina de escribir un texto se lo muestra a alguien para que opine al respecto o así se va directo a la imprenta? HLM.- Por rigor y respeto con la obra y con el lector siempre se lo presento a algún colega para que me colabore con su lectura del texto. Humildad o vanidad, llámalo como quieras. Lo cierto, es que siempre es bienvenido lo que mejore la obra y esa es la valoración de algún poeta. Por ejemplo, en Arqueología del silencio, nos sentamos toda una mañana a corregir el poemario con el poeta Philip Potdevin, quien hizo anotaciones y recomendaciones valiosísimas. Algunos poetas creen que lo mejor es mostrarle el libro a un enemigo, ya que éste te dirá todos sus defectos. FY.- Mencionó hace un momento al lector, ¿piensa en él cuando escribe? HLM.- Definitivamente. Hay que sentir. Hay que sentarse en la silla del lector para experimentar qué es lo que siente, y preguntarse si el escrito logra o no el objetivo, que es sorprender. La verdadera correspondencia del autor es conmover al lector. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 11 FY.- Veo que recrea el mundo medieval en su poesía y en especial el tema de la muerte. HLM.- Sí, sin lugar a dudas. Es uno de los grandes temas de la poesía. Mira, te lo explico de la siguiente manera: para los egipcios la muerte es tránsito, sus dioses no le prometen azufre y dolor, ni desgarramiento. El Libro de los muertos, uno de los tantos libros prologados por Borges, dice que para ellos no existe el fin del mundo; hay muerte pero sin trascendencia; no hay un sistema diabólico; es decir, donde no hay dolor no hay misterio, no hay enigma. En esa forma, el cristianismo resultaría ser dolor y debilidad, una de las invenciones más grandes de la Edad Media, ésta crea al Diablo, nace el terror al infierno, el terror así mismos. La relación de los egipcios con el más allá es confortable; la muerte cristiana tiene dudas. Dime si eso no es atractivo para la poesía? FY.- Es decir que se interesa por el tema del dolor. HLM.- Sin dolor no se puede vivir. El dolor es humano, tan indispensable como la misma respiración o como el amor. FY.- Me ha hablado de la muerte ¿cómo quiere que le llegue la muerte? HLM.- Escribiendo… y en buena compañía. FY.- En su obra se presiente un aliento erótico ¿Qué es el erotismo, para usted? HLM.- El erotismo es el cuerpo que asciende; y tiene presencia en tres dimensiones: lo mágico, lo religioso y lo corporal. Es contemplación del cuerpo. Recuerda esa imagen de Octavio Paz, de los dos hindúes desnudos 12 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 haciendo el amor, sin acariciarse. FY.- La palabra placer. HLM.- Es importante mencionar que el placer es una forma del conocimiento y del descubrimiento; la experimentación es otra forma de ingresar al conocimiento. El placer rejuvenece a quien lo vive. FY.- Alguna vez le escuché en clase decir que el erotismo es anárquico. HLM.- Claro, el erotismo es una forma de la anarquía; el que se dedica al placer no trabaja, no cumple con las tareas, no produce; es anti-capitalista. FY.- Y el secreto para que haya erotismo? HLM.- Si no hay amor, no hay erotismo, dice George Bataille. FY.- Los versos de amor que más le llaman la atención. HLM.- Hay muchos…muchos…; son de mi agrado los versos de Torcuato Tasso “…El tiempo que no entregues al amor/ es tiempo perdido”. O estos otros de William Blake: “Amor es sólo la complacencia de sí mismo/ y atar a otro es su deleite; / se regocija cuando los demás pierden la calma/ y construyen un infierno a despecho de los cielos”. O este otro de Elias Canetti, para terminar: “El amor es donde menos existe la piedad”. FY.- ¿Qué es el amor? HLM.- El amor es una conciencia de la carencia, una en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 13 escuela del sufrimiento; por eso el que busca el goce es el descontento, el insatisfecho. Bogotá, miércoles 6 de noviembre de 2002 *Entrevista previamente publicada en la edición digital de la revista “La otra” en noviembre de 2011. Imagen: Foto de Henry Luque Muñoz 14 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 POSTALES SOBRE UN ARQUEÓLOGO DEL SILENCIO Prólogo de La risa del ahorcado. Antología Poética de Henry Luque Muñoz Compilador:: Fredy YEZZED Colombia 2015 Título: La risa del ahorcado. Antología poética de Henry Luque Muñoz Compilador: Fredy Yezzed Editorial: Pontificia Universidad Javeriana, 2015 Para un gran número de escritores y académicos latinoamericanos, la poesía de Henry Luque Muñoz (Bogotá, 1944-2005) es uno de los eslabones – injustamente– menos visibilizados de aquella generación de poetas nacidos en la década del 40 en Colombia. Diferentes motivos lo hacen un autor casi desconocido y uno de los menos leído por las nuevas generaciones de escritores. Entre estos, podemos enumerar, en primer lugar, la escasa producción de la obra que se reduce a sólo seis libros de poesía; segundo, las limitadas tiradas de sus libros que no superaron los 500 ejemplares y que nunca en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 15 estuvieron al alcance masificado del lector, ni contaron con reediciones; tercero, cierto alejamiento de los círculos literarios y el desdén que Luque Muñoz profesaba por los concursos, festivales y espacios institucionalizados de la poesía. Otro motivo, más de orden circunstancial, fue su temporada de trece años en Rusia; dicha distancia le costó una manifiesta marginalización que no menguó después de su retorno. Y finalmente, su pronta partida en marzo de 2005 cuando delineaba un minucioso estudio doctoral sobre el romanticismo en la Nueva Granada y escribía su poemario, aún inédito, Antología apócrifa, cuyos poemas están titulados con los nombres de sus poetas esenciales. Sin embargo, gracias a su trabajo crítico, podríamos definir a Luque Muñoz como un embajador de la literatura colombiana, pues durante su estadía en Rusia gestionó y forjó trabajos cardinales que abrieron una mirada singular sobre nuestra lírica. Muestra de ello es la antología Poesía colombiana, vertida al ruso para la editorial Judozhestvennaia Literatura y publicada en Moscú en 1991, donde es emotivo ver los versos de José Asunción Silva, Aurelio Arturo y Mario Rivero, entre muchos otros, por primera vez traducidos a la lengua de Tolstoi. A Luque Muñoz también se le agradece la antología más importante y amplia en el extranjero: Tambor en la sombra, antología crítica de la poesía colombiana del Siglo XX, publicada en México por la Editorial Verdehalago en 1996, cuyas notas críticas, escritas con el agudo ojo de su pluma, aún hoy no han sido superadas. Pero, allí no culmina el deseo de compartirnos su experiencia, pues junto a Sara González Hernández tradujo al español Cuentos petersburgueses de Nicolás Gógol (Editorial Norma, 1993), quizás una de las mejores 16 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 traducciones por la calidez y emoción poética de su lenguaje. En una entrevista realizada en 2002, Luque Muñoz definió la poesía como un fenómeno de seducción y la acción de escribirla como una manera de comportarse ante el mundo. Estas ideas desembocan en la inclemente tarea de la poesía de Luque Muñoz por enamorar, atormentar y hacer vivir apasionadamente al lector su palabra. No se conforma con un lector de pulcras descripciones formalmente enumeradas, pues se da la licencia de edificar ficciones donde cada imagen mereciera el privilegio de ser memorizada; de allí que su poesía se compactara en un lenguaje exquisito, no sólo por una palabra inmersa en lo simbólico y congestionada de referencias de todo orden, sino por su capacidad de poner en diálogo síntesis, insinuación e intensidad. En palabras de su maestro y amigo, el poeta Héctor Rojas Herazo, en el prólogo de Polen de Lejanía: “A Luque Muñoz no le interesa una simple, una pasajera comunicación. Le interesa que cada una de las experiencias que han contribuido a la organicidad del poema hurguen en lo más íntimo de cada receptor (su cómplice creativo) en busca de esa llaga que siempre nos justifica y siempre nos devora”. La herramienta más trabajada por Luque Muñoz, aparte de la imagen, la metáfora, el símil y la alegoría, se manifiesta en el manejo hábil, sereno y calculador de los contrastes. Algunos de los contrapuntos más visibles de su poesía son: el dolor y el placer, el bien y el mal, lo divino y lo profano, la luz y la sombra, el tirano y el oprimido, el conquistador y el indígena, lo bello y lo monstruoso, lo moderno y lo clásico. Baste citar su poema Caribes para apreciar, con la ayuda de la ironía, este entramado semántico de doble cara: “Los indios caribes/ vorazmente/ llamados caníbales/ en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 17 por el conquistador,/eran vegetarianos,/ señores caníbales”. Al poeta César Vallejo lo que le importaba en la poesía era el tono, y el de Luque Muñoz, uno de sus devotos lectores, es el de un aire heroico, legendario, solemne, por ejemplo cuando dice: “La noche camina en harapos/ con la corona de un rey destronado”. Hay poemas en los que su tono se curva a lo sensual, lujurioso, sibilino: “El sólo agitar de tu vestido/ bastó para albergar/ una leyenda/ bajo mis párpados”. Mientras que en otros espacios, su tono es quejumbroso, telúrico y oscuro: “Mi soledad se abría paso entre las gallinas/ y los potrancos asustados por el paso de los cometas”. Se aprecia, por lo tanto, que es la muerte fabulada la que gravita con un intenso dramatismo en la obra de Luque Muñoz. Parece que de fondo siempre lo acompañara el eco de aquella línea del poeta surrealista uruguayo Jules Supervielle “¡Oh Muerte, heme aquí de retorno!”. Este mundo onírico –con su aliento libidinoso– respira inquietantemente sobre sus versos. La figura del poeta que recrea Luque Muñoz en su obra es de corte clásico, para él se presenta como el hombre más lúcido de la comarca, el perseguido por el poder, el elegido para salvar y cantar al oprimido, el ave agorera que predice los descalabros venideros, el mensajero de los dioses, el que habla desde la muerte y cuestiona las deidades. Su visión íntima, solitaria y dolorosa la vemos con claridad en el poema Oficio de poeta: “Huérfano de lápiz y papel/ no tuvo más remedio/ que hacerse en la carne una honda herida.// Ahora escribe/ con el dedo índice:/ en letra roja sobre una pared blanca”. 18 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 En un texto sobre su propia estética, El taller del silencio: Una poética de la escritura, Luque Muñoz ampliará con mayor precisión la visión del poeta: “En un mundo pavorosamente disociador, el poeta debe dar cuenta del deterioro. ¿Cómo ha obrado esta noción en mí? El caos son los otros dentro de mí; no yo, encapsulado en mí mismo. Ingresar en la poesía significa renunciar al yo envanecido por su propio reflejo, renunciar al deleznable cuarto de espejos de las apariencias. Al profundizar en mis catástrofes, me encuentro con los vencidos, los vencidos vivos y los vencidos muertos. La poesía emerge como una sala funeraria donde los cadáveres respiran”. La anterior cita nos da cabida para dilucidar al Poder, en todas sus manifestaciones, contextos y sujetos que lo ejercen y sobre los que recae, como el eje y tema fundamental de la obra de Luque Muñoz, quien bien había memorizado aquella cita de Lenin: “Todo es ilusión, menos el poder”. Escondido en el claroscuro de otros subtemas importantes en la obra del bogotano, como el erotismo, la muerte, el amor, el viaje, la orfandad, la poética y el mundo moderno, el poder se devela en acentuados matices. Para lograr esta arqueología del poder, Luque Muñoz, al igual que un experto del medioevo y con el reto de hacerlo desde la poesía, tuvo que recrear una escenografía ideal para que sus anónimos personajes cobraran vida. Es así que por sus versos desfilan reyes, vasallos, zares, húsares, guerreros, ahorcados, verdugos, sabios, cautivos, empalados, hechiceras, doncellas, degollados, alquimistas, hadas y amanuenses. Objetos que tornan a un halo mágico: espadas, alcázares, escudos, armaduras, coronas, imperios, túnicas, laúdes, cálices, castillos, talismanes, cráneos, horcas, esqueletos, cámaras secretas, carruajes dorados, laberintos, calderas y barajas. Animales que en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 19 ascienden a un orden mitológico: dragones, águilas, halcones, escorpiones, camaleones, hormigas, monos, antílopes, palomas, ratas, tigres, cocodrilos, arañas, mamuts, corceles, sierpes y vellocinos de oro. Y finalmente, todo tipo de deidades y personajes míticos: Dios, el Diablo, Eva, Adán, Zeus, Hades, Afrodita, Ulises, Penélope, Helena y La Esfinge, entre otros. De esta forma, dos fuerzas: el cristianismo de la Edad Media, ―con toda la simbología, el rito y el dolor como origen de la palabra―, en fusión con el romanticismo europeo ―en su perspectiva social, política y filosófica―, son el tablero de ajedrez en el que Luque Muñoz parodia, ironiza y devela las penurias de su país y su época. Aunque no en pocos casos las puntas de sus flechas hicieron un flashback para herir al conquistador y desmitificar la época colonial. Los temas del presente toman otro relieve y otra mirada en la obra de Luque Muñoz: “Cólera y hambruna/ son promovidos desde un carruaje dorado./Un hombre se arranca un hueso/ y lo pone de ofrenda en el altar doméstico,/ una mujer se maquilla con lágrimas/ para que su belleza alcance la dignidad de la ceniza”. De los poetas colombianos del siglo XX ―junto con Luis Vidales, la María Mercedes Carranza del Canto de las moscas, Juan Manuel Roca, Mery Yolanda Sánchez y Gabriel Jaime Franco―, Luque Muñoz es de los que poseen una visión más crítica y un contenido más político oculto en la metáfora. Con destreza y sutileza ―lejos del panfleto y la bandera―, cuestiona a los lectores y a los poetas que miran para otro lado mientras nuestros hermanos mueren salpicados de infortunio y las grietas de la inequidad se hacen más hondas. Es incuestionable cómo dentro de las muchas clases de 20 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 poder que devela el poeta, se establece como eje central el amor y el erotismo en la obra de Luque Muñoz, quien solía citar de George Bataille una famosa frase: “Si no hay amor, no hay erotismo”. En su caso, la mujer se dibuja como una especie de Beatrice, quien desde la sombra se presenta y guía al poeta: “El paraíso existe. Está en tu nuca./ Abrazado a tu luminosa oscuridad huyo de mi cárcel rodante”; o una Sophia von Kühn, que salva al poeta y lo redime del dolor causado por las oscuras metafísicas y las codiciosas instituciones: “Ellos treparán inútilmente al paraíso/ mientras tú y yo danzamos invictos/ en torno a la hoguera”; o una versión escandalosa y profana de María Magdalena: “A la tercera madrugada,/ La reina compareció en mi tumba,/ Vendó mis cien heridas/ Y con la magia de sus manos/ Me dio de beber el agua de la vida”. Desde la literatura rusa, salta a la memoria Sonia, la joven prostituta de Crimen y castigo, quien da sosiego a la mente atormentada de Raskolnikov. En este punto la palabra y el cuerpo femenino son los caminos hacia la salvación a través de la experiencia del placer y el dolor, dos formas de acceder al conocimiento, según el mismo Luque Muñoz. El lector encontrará en La risa del ahorcado un recorrido cronológico por las dos etapas de la obra de Luque Muñoz: una primera, de corte experimental e intuitivo, que va desde su primer libro, Sol cuello cortado (1973), de aliento surrealista, pasando por Lo que puede la mirada (1977), de corte prosaico, donde entra con novedad el tema de la ciudad; y el Libro de los caminos (1990), que es un homenaje a la historia y la literatura griega y rusa atravesadas por el exotismo del viaje. Y una segunda etapa, donde despliega y consolida toda su imaginación en un lenguaje simbólico, de contenido irónico, crítico y erótico; allí se ubican Polen de lejanía (1998), Arqueología del silencio (2002) y Escrito con la garra del halcón (2006). en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 21 Por primera vez, se presentan poemas de su libro inédito Antología apócrifa, apasionante recorrido por los poetas que lo formaron durante su vida. Al final, el lector asiste a un banquete de magia, intensidad y deseo. El que bebe de este vodka queda embriagado por un perfume único y misterioso. Buenos Aires, mayo de 2015 Imagen: Foto de la portada 22 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 OCHO POEMAS DE HENRY LUQUE MUÑOZ (La risa del ahorcado) Fredy YEZZED Colombia 2016 GANGES Por el Ganges bajaba una vaca, el espinazo vuelto trizas, en los dulces ojos la esperanza de alcanzar la venia de los dioses. Bajaba muerta con su ternero vivo en las entrañas. Lo vi desde la barca, mortales, vi por el agua bajar ese milagro. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 23 AL CONQUISTADOR GONZALO XIMÉNEZ DE QUESADA Antes de rodear la cadera triunfante de Isabel tu padre debió pagar el anticipo de diez mil maravedíes, para que vinieras al nuevo mundo, para que pisaras tierra firme. Tu acierto fue habernos intuido y fracasar como abogado. Sin embargo, olvidaste pedirle a tu abuelo, el tintorero, la fórmula para teñir el Nuevo Reino de Granada de otro color y no de sangre. Nos trajiste como ofrenda armas de fuego, feroces perros adiestrados para olfatear el oro y el indio. Estás en el cielo por haber pacificado, pero no te dejan dormir las almas que sucumbieron bajo tu espada. En el corazón de Bogotá te hemos levantado el monumento –que estorba el tránsito– y una avenida donde el aguacero orina con inundaciones. UNA CARTA DE ALEXANDR PUSHKIN A ANNA KERN DESDE EL MÁS ALLÁ Qué monótona es la eternidad, todo huele A flores marchitas, a incienso y a olvido. Aquí la luz viste de capa, los ángeles son pardos Y su suave rumor afina las alas del sueño. 24 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 Me desvela recordar Los horrores absolutos de mi Rusia. Anna, sólo evocar tus ojos de fuego azul, Tu pelo enredado a mi vida, tus dos manos dementes, Regala a mi ser una caricia sin pena. El emperador y su águila de doble pico Ansiaba arrojar mi cuerpo a los perros. La muerte acechaba mi sombra, interrogaba mi pluma, Mi lengua y mi oído, y yo la alejaba Con el estallido del verso y el redoble de tu paso. Hoy me rodeó una ráfaga que tenía tu forma Y quise entrar en ella y transmutarme y tomar el perfil De mi amada y esquiva Libertad. Sabes bien que los muertos hablan, que la verdad Derrite el mármol y la mirada de un hombre limpio Puede reventar las armas de los dioses depravados. Mas recordaré nuestra cita: Cuando llegaba mi monumento, Tu cuerpo se atravesó en la calle, Anna, tu cuerpo Mil veces dormido entre la caja del tiempo. Sé que tu corazón temblaba Como la más huérfana hoja de otoño. Pero no fuiste tú quien acudió en mi busca. Yo me convertí en piedra para verte pasar. REINAS Dios las hace hermosas y ellas se cambian, dijo Shakespeare. He aquí a la diosa de turno un color de ojos fabricado por el vidrio redondos pectorales de silicona en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 25 las orejas esterilizadas para desoír los reinos de lo invisible. Cuando caiga la noche se quitará la máscara se arrancará el cuerpo a pedazos y mientras la TV proclama las excelencias de su geometría el vuelo de su porte sobrenatural sobre las sábanas no alcanzará a yacer una mujer. EL DORADO PUBIS El dorado pubis De las hembras cautivas, Anuncia El nacimiento del otoño. YA EN LAS ESTEPAS DEL CLOROFORMO Ya en las estepas del cloroformo Un demonio me ordenó sonreír. Desairada la trascendencia Gané su rechazo. ¡Ay!, no tenía yo sonrisa, Ni dientes. 26 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 EL VIAJE ES UN OFICIO INTERIOR El viaje es un oficio interior: Se llega a donde se quiere llegar. A lo desconocido. Si todo hombre es una sombra de sí mismo, El espacio que lo nombra es otra sombra. HENRI MICHAUX Todos somos discapacitados, Todos vivimos en el exilio, Todos somos la noche, Llevamos el misterio en la cara, Todos somos suicidas, Estamos muertos, sin saberlo. Mas, obra del hechizo, empuñamos el respiro: ¡Vida, amante verdadera y única! Imagen: Cartel de la presentación del libro en Buenos Aires. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 27 ESPECIAL PROYECTO DE ESCRITURA Instituto de Enseñanza Secundaria “Tamujal” Coordinación: María José ROZAS Ilustraciones: Marien SAUCEDA INTRODUCCIÓN: Emilia OLIVA España 2016 28 La creación artístico-literaria en las nuevas tecno-logías. Microrrelatos: Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Del Instituto de Enseñanza Secundaria “Tamujal” de Arroyo de San Serván (Badajoz – España) nos llega el resultado de un proyecto de escritura llevado a cabo por alumnos y profesores a través de Facebook. Se trata de un proyecto que ha conseguido propiciar la creación artístico-literaria de los alumnos en una red social creando un grupo privado. La coordinadora del proyecto María José Rozas, profesora de Lengua y Literatura, era la encargada de hacer arrancar la imaginación de los chicos lanzando consignas de creación literaria cada 15 días. Utilizar, por ejemplo, determinadas palabras obligatoriamente, o escribir sobre un tema en concreto, o sobre lo que otro había escrito sin usar ciertos vocablos, todo ello necesariamente enmarcado en el formato que el género exigía: aproximadamente unas 150 palabras. En el grupo de facebook la Resbaladiza no sólo se publicaban las consignas de trabajo sino también los textos elaborados que eran revisados, comentados por los propios colaboradores y votados por los invitados. La selección para el libro que saldrá publicado en breve, se hizo siguiendo dos criterios: los relatos que consiguieron más “Me gusta” y los seleccionados por un jurado de profesores del propio centro. El objetivo final que pretendía mejorar el interés por la lectura, la preocupación por la expresión escrita mejorando ortografía, claridad y precisión se ha logrado con creces. Queremos felicitar desde En Sentido Figurado a María José Rozas por tan hermosa iniciativa, a Marien Sauceda, profesora de Artes en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 Plásticas, por las hermosas ilustraciones que acompañan a los textos y a todo el profesorado del centro que dedicó su esfuerzo para llevarla a cabo, y sobre todo, el haber querido hacernos partícipes de tan fructífera experiencia. Emilia Oliva Editora en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 29 Tema 1. COSAS DE LA EDAD. Es la falsedad del destino. Y su memoria. Irreparablemente. En el fondo somnoliento reposan los recuerdos que el tiempo nos regala. Pero los recuerdos no son cosas que existen. Y una tristeza infinita nos invade como la pena del que llora en un rincón a solas... Quizás el privilegio del otoño sea reconocer el ruido de las rosas que pisamos entonces. Y ahora pienso lo que no entendí antes. Carpe diem. María José Rozas ¿Son cosas de la edad? Bah... ¡Reniego! Odio esta vieja y mohosa residencia, odio a los enfermeros, personal de limpieza, cocineros, les odio... “Padre, aquí te cuidarán bien, vendremos a verte”. ¿A verme? Necesito que E-S-T-É-I-S, no que me veáis. Odio sus visitas (semanales) de compromiso. Odio estas máquinas, las curas diarias, y la morfina... Ni siquiera mi sufrimiento es real, en esta vida alargada a mi pesar. Odio a la muerte, que aún me es esquiva. Y odio a Machado... Odio aquellos versos que antaño fueron mi guía. Hasta hoy, fui feliz haciendo camino. No quiero andar más... Israel Orantos El descansillo de la escalera Casi siempre ella me miraba de soslayo como si yo fuera a herirla con mi roce, cuando nos cruzábamos en la escalera. La veía bajar elegante, etérea y casi flotando” en la atmósfera cerrada del rellano sin apenas tocar el aire. Me imaginaba que era un “ángel” que vivía en el ático y que todas 30 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 las mañanas se descolgaba por las trenzas de las nubes y venía a mi encuentro, en ese breve “paréntesis de peldaños”. Un día dejó de acudir a su cita sin saber por qué;” ya no olía su aroma a fresca lavanda, ni siquiera la brisa tenue que levantaba su falda al rozar los peldaños, ni siquiera, ¡ay!, esos ojos azules como el cielo del alba que todos los días besaban mi mirada”. Ella se fue, no sé a dónde y ya no pude soñar con un “perdona, ¿cómo te llamas?” o quizás “¿en qué piso vives?, yo me llamo..... Se fue mi aurora trémula que amanecía siempre cuando yo iba al colegio y ella subía a darme los “buenos días” en el rellano de la escalera. Fernando Sardiña Son cosas de la edad -Mamá , entonces los Reyes Magos no existen?- mi hija más pequeña me preguntó anoche, mirándome como sólo ella saber hacer, con esos grandes ojos grises. -Tú ¿qué crees?- le dije yo con una sonrisa un poco nerviosa. Diez años acababan de transformarse de golpe en una pila de recuerdos junto con la temida frase de “cuando eras pequeña...” y caían uno sobre otro sobre mí. -O sea que sí...- murmuró bajito- y yo diciendo a los del colegio que no...- Movió su cabecita de un lado para otro como si el mundo ahora lo viera desde otra perspectiva y se le abrieran miles de puertas por las que aún no quería pasar. -Pero... ¿tú quieres que siga igual?- le pregunté esperanzada y apreté su mano. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 31 Ella asintió con energía y de pronto, su carita se iluminó de nuevo. - Y...¿ cómo aparecían todos esos regalos y cómo sonaba la campanita cuando llegaba Papá Noel? -¡¡¡Ahhh, magia¡¡¡ - le contesté riéndome y guiñándole un ojo. -¿Magia de papás?- ¿Tambíén sabes hacer magia? - y en aquella pregunta volvía la niñita fantasiosa y crédula. -¡Claro, eso es secreto profesional¡....- y suspiré aliviada y sobre todo, feliz, porque aún me quedaba mucho por hacer. María José Rozas Son cosas de la edad Cuando el aire oprimía mis pulmones y mi llanto derramaba las ojeras de mis padres en cascada camisa abajo, el consuelo era eco en las calles: "Son los tres primeros meses". El día que acudieron a ver a la maestra por mis inconsolables rabietas que tanto placer proporcionaban a mi hermano, doña Olvido les calmó: "Es normal a los cinco años". Pero fue Lourdes, la orientadora del instituto, quien los citó tiempo después para transmitirles su preocupación por la melancólica desesperación con la que deambulaba por los pasillos, si bien por todos era sabido que a los adolescentes les gusta hacer equilibrio por los abismos. Menos mal que ahora que mis padres no miran ya he aprendido que las lágrimas que bebo son eternamente efímeras. Mercedes Martínez 32 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 “Son cosas de la edad”. Llevaba tanto tiempo escuchando esas palabras, que ya no las cuestionaba. Al principio, debía entenderlo porque la juventud es así, apasionada, impulsiva, impetuosa... Entre los treinta y los cuarenta, debía comprenderlo, porque todo se debía al estrés y a los agobios por culpa del trabajo. Con más de cincuenta es normal que se le agriara el carácter, a quién no le pasa. A partir de los sesenta, uno ya empieza a chochear, debía aceptarlo. Pero, ahora todo llegaba demasiado tarde. El abrazo desesperado y las lágrimas de arrepentimiento llegaban tarde. Aun así, y aunque ahora su cuerpo se desvanecía entre unos brazos ensangrentados, y aunque su aliento se extinguía entre unos labios fríos, ella sabía que una vez más lo perdonaría. Ezequiel Ardila Y fue entonces, cuando el ya viejo Orfeo, nostálgico y frustrado por no haber conseguido traer de vuelta a su bella Euridíce, volvió al Hades en el que le volvieron a imponer las mismas condiciones. Hizo todo el camino de vuelta sosteniendo la arrugada mano de Euridíce, sin mirarla, a sabiendas de que si lo hacía, volvería a perderla allí. Estaban a punto de montar en la barca de Caronte, cuando recordó, que era viernes noche, y que su Madrid-Barça se emitía a la misma hora que el Sálvame Deluxe que veía su amada, y finalmente decidió mirarla. En su casa solo había un televisor. Cosas de la edad. Isabel Leal en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 33 Tema 2. El microrrelato tendrá que tener las palabras: Carta-FraileSilencio Fray “mendrugo” era un fraile de los que ya quedan pocos. “El hábito no hace al monje”, éste era su caso: desaliñado, barbudo, paticorto y un tanto contrahecho hacían pensar de él, un ser siniestro y deleznable, de esos con los que no te quieres encontrar a oscuras en una callejuela vacía en una ciudad solitaria. Pertenecía a la orden de los cartujos, cuya norma fundamental era el silencio más estricto que les acercaba a Dios. 34 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 Aquel día de noviembre llegó a sus manos la “carta misteriosa”, lacrada y sellada en Cataluña. La abrió impaciente y ansioso por leer su contenido. Después de haberla “devorado” con su inquisidora mirada y ávido de inquietud soltó una estruendosa y sonora carcajada en medio del refectorio, causando el asombro y perplejidad de los otros monjes; soltando en medio del silencio sepulcral del convento: ¡ joder, por fin ya soy padre! Fernando Sardiña Lo sabía, sabía que era un error...Había intentado luchar contra ello, pero la tentación era demasiado potente para un alma pecadora como la suya. Le había extrañado no ver a nadie hasta llegar a la salida y la huida había sido extrañamente fácil. Hasta había encontrado ropa para cambiarse... Los dedos le tamborileaban nerviosos sobre la tela de aterciopelado verde. Ahí estaban, mirándolo, brillantes, impertérritos, con ese ruidito tan característico que producían al chocarse uno con otro y que sólo de oírlo, le temblaba hasta el alma...Se hizo un silencio reverencial. Suspiró y cerró los ojos, no podían fallarle. Era todo, o nada. Su última carta en juego. Los agarró con suavidad, sintiendo su pulido tacto, escuchó su tintineo y los dados se deslizaron por el tapete Remangándose las faldas y corriendo desaforado por los pasillos del convento, el fraile fugitivo corría a confesar su falta hasta la próxima partida. Mientras, el padre prior, espiando al prófugo desde la ventana de su celda, entonaba el “mea culpa”. No en vano había encomendado la jugada a Dios, a la Santísima Trinidad y a todos los Santos. Ya tenían nueva campana. María José Rozas en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 35 Tras una angosta travesía de seis días en su trineo de siempre, el viejo y siempre eficiente cartero esquimal encontró a su último destinatario, Alfredo, experto ornitólogo español que aguardaba desde hacía días la llegada de esa carta. Tomaron un té juntos, y Alfredo pudo romper el silencio del último mes, vivido sin más visitas que los graciosos frailecillos. Al quedar de nuevo en soledad, descubrió el contenido del sobre: una foto de su hija de dos años felicitándole el año nuevo. Le dio un beso eterno, lloró una única lágrima y volvió a su trabajo. Israel Orantos Silencio, cállame con un beso Tú, mi super woman que me elevas hasta el cielo Escríbeme una carta cada vez que el corazón grite te quiero. Que aunque nos separen kilómetros, siempre estaré contigo. Que cada vez que me necesites sabes que puedes contar conmigo. Porque somos y seremos algo más que un capricho. Marta Paredes Nadie en la abadía recordaba en qué año había ingresado fray Facundo en la comunidad. La muerte del anterior prior le había convertido en el padre más longevo. Su mutismo (por voto o por 36 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 defecto físico) generaba desconfianza entre el resto de fieles. Sobre todo porque, desde que los muros le recordaban, desempeñaba la labor de abrir y leer las cartas del resto de hermanos y de dejarlas sobre la mesa del abad, si recogían palabras o comentarios de la carne del mundo. En silencio, masticaba la pulpa ácida de las familias, escrutaba y tragaba su soledad. Nunca hubo sobre que llevara su nombre, pero su cuerpo se alimentaba con los matrimonios, los hijos, las infidelidades de nombres ahogados en la garganta. Por eso, cuando murió, se respiró un ligero alivio en un nuevo silencio ignorante. Sólo las palomas del monasterio percibieron el seísmo del grito sordo de su corazón al pararse y volaron en desbandada. Mercedes Martínez en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 37 TEMA 3. El microrrelato debe estar narrado por un “ente no humano” Vida de un superhéroe Soy Solimán, el James Boom de los superhéroes. Soy un hombre Imán, un tipo autentico con capacidad innata, no como esos jóvenes de ahora a los tienen que frotar con magnetita antes de cada misión. Mi misión es actuar en la sombra, siempre de incógnito. El trabajo es fácil y poco arriesgado. Cuando me necesitan me envían sobre el terreno, me infiltro en las organizaciones que hay que mermar y mi campo magnético hace el resto: desconfigura sistemas, borra discos duros y anula redes de comunicación. En una sociedad como la actual soy letal. Luego vuelvo a casa y nadie se explica qué ha pasado. Por ahora disfruto de mi trabajo, pero sé que mi fin laboral no está lejos. La ciencia avanza rápidamente y se crean nuevos materiales inmunes al magnetismo. Cuando eso ocurra me pasarán a la reserva. Concha Giovanetti Amor atávico Todos los días igual. Vienes y me dejas, vienes y me dejas. Nunca vuelves la vista atrás. No, tú, no. Soberbio, no te importa que me quede crepitando de dolor, seca. Semental, me cubres dos veces al día y aún crees que tengo que darte las gracias. No me importa que el cielo me maldiga, que conmigo te apoderes de los bañistas con sus ridículos colores; pero cuento los días para que se deshaga todo el hielo del planeta y me tomes toda al fin. Entera y 38 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 para siempre. Mercedes Martínez "Tenía miedo de mí, tenía miedo de Él..."- pensó. Recordó cómo había sucedido todo, cómo había llegado hasta allí. El paisaje surgía ante él como un espacio nuevo, diferente; y sin embargo, nada había cambiado. Era él y su forma de verlo. Notó el frío. Un reguero de sensaciones desconocidas perturbaron su ánimo. ¿Qué sería aquello que sentía, aquel vacío, aquel retorcerse algo por dentro? Contempló el cielo con su mirada oscura y no pudo ver nada; por vez primera las sombras se ceñían en torno a su figura acompañándolo. Y otra vez sintió el miedo. El miedo por esa soledad estéril y reseca que le crecía dentro, como una raíz muerta. Y el silencio... Y entonces el Ángel Caído habló, y en su voz no se ocultó una mezcla de soberbia y de melancolía: -"Ahora comprendo a lo que me condenas, a Mí, cuyo delito fue sólo querer ser igual que tú"-. No hubo respuesta. María José Rozas Prefiero ir oscura. Los colores me parecen demasiado hipócritas para un mundo tan gris. Prefiero ir oscura y se ríen de mí. Los demás siempre fueron mejores, solo por perderse entre el rebaño. A ellas no las critican por ir todas de blanco. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 39 Hablo de pieles, ropa, sentimientos, hablo pero por ser negra nadie me escucha. Prefiero ir oscura y soy una oveja, soy la oveja negra. Isabel Leal En pocas líneas El cuaderno de lengua andaba muy rayado porque le quedaban pocas líneas de vida y, aunque era de pasta dura, temía que terminaran de tatuarlo con ese tema de gramática. "Sangría y en rojo", dijo la profesora. No quería llorar, pues se correría la tinta. Gerundio y participio de acabar: acabando, acabado. Doloroso punto y final. NOTA: la oración "gerundio y participio de acabar: acabando, acabado" aparece en rojo en el original. Ismael Rivera Sin palabras No quiero perderte y lo digo en serio. Me gusta tu tinta, tu forma en la que escribes sobre otros. No quiero tener que borrar a nadie que no seas tú. No quiero estar en soledad. No quiero decirle a otro lápiz cosas bonitas. 40 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 No quiero que ningún otro material me dé escenas de celos. No quiero borrar a nadie que no seas tú. Rocío Villalobos TEMA 4. LA PAZ. El microrrelato se centrará en este tema sea cual sea el punto de vista Mis paces - Sentarme en verano al atardecer en los escalones de mi patio a observar. Ver como las lagartijas se esconden entre las piedras o a algún gato que se pasea por los tejados y me mira desafiante. Paz. - Entrar en una iglesia vacía y sentarme en un banco en penumbra dejando que el silencio me imbuya. Paz. - Dejarme caer en el sofá de casa al finalizar la jornada. Paz. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 41 La otra, por la que piden las "misses" cuando ganan un concurso de belleza, esa no existe. Concha Giovanetti Quizás en algún momento se nos llene de sombras la mirada y nos perdamos en un bosque de tristezas sin camino de vuelta, y quizás el disfraz del miedo nos ahogue sin dejar apenas un resquicio de aire... Si algún día te pasa, si te domina lo que más rechazas, no temas, no te doblegues...Yo creo que algo hay en ti, HOMBRE, que se levanta cuando menos lo esperas, que se remueve por dentro y que grita tu nombre despojándote del egoísmo y la apatía. Yo lo creo. Porque no basta un momento, ni siquiera una vida, para olvidar la paz que un día sí soñaste y la luz que añoramos para todos. María José Rozas Nobles efemérides Siguiendo el protocolo, pero con aire festivo, los europarlamentarios recorrieron a pie la Rue de la Loi y se internaron en el Jubelpark. Era 28 de enero y los actos conmemorativos estaban organizados con sumo cuidado. Bajo un roble centenario y ante los objetivos de todas las cámaras, el Sr. Presidente de la institución leyó un manifiesto casi revolucionario; un grupo de jóvenes subió al estrado para cantar una canción reivindicativa; la premiada escritora siria Bashîr Asín recitó un emotivo poema; cien niños liberaron de sus manos el mismo número de palomas; acto seguido, una salva de artillería atronó el cielo; y una espesa nieve de plumas blancas cubrió el suelo y (aún un poco más) los corazones. Mercedes Martínez 42 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 Sin Paz en Neverland Lo que no sabía Campanilla es que su amigo Peter salía todas las noches de luna llena a amenazar con su cuchillo a todos los niños que no querían acompañarle al país de nunca jamás. Belén Paredes 24 de enero de 2015. La noche es espesa, de esas de avanzar con cuchillo en mano para abrir paso entre la niebla. Atajo cruzando el cementerio, no quiero otra bronca de mis padres por llegar tarde. Tropiezo con una vieja lápida y caigo al suelo. La linterna de mi móvil alumbra las letras grabadas en la piedra. Me recorre un escalofrío. Leo escrito mi nombre, y dos fechas: el día que nací y, al lado, el 25 de enero de 2015. Desde el pueblo llega el primero de los doce golpes de campana que marcan la medianoche. De repente, siento que soy incapaz de respirar... Israel Orantos en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 43 TEMA 5. El microrrelato tendrá que tener las palabras Noche, Cuchillo y Campana ...Y fue en aquella mágica noche, la primera de miles que vendrían a tu lado, mi dulce campanilla, cuando sentí en mi piel el filo del pequeño cuchillo que abriría la puerta que te traería a mis brazos. Raquel Martín Cuchillos sin hojas. Templanzas caóticas. Desastres ordenados. Cajones cerrados. Campanas mudas. Botones sin blusa. Noches soleadas. Sonrisas a medias. Musas sin influencia. Rotos cosidos. Mentiras enteras. Silencio, y nada más, vacíos llenos y los cristales por limpiar. Isabel Leal Niebla densa, las campanas de la iglesia marcan la medianoche y Jack el destripador comienza su ronda cuchillo en mano… la suerte está echada. Concha Giovanetti Sabía que la oscuridad de la noche sería su mejor aliada y debía aprovecharlo. Bajó de la cama procurando hacer el menor ruido posible, aunque por un momento estuvo a punto de echarlo todo a perder. Solo en el silencio de la noche, se puede percibir el sonido de una sábana que roza la piel, la compresión de un 44 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 colchón bajo un cuerpo que se incorpora, las pisadas de unos pies desnudos… debía ser muy cuidadoso. Se encaminó decidido y sigiloso hacia la cocina. La puerta no debía chirriar al abrirla, y no chirrió. Los cuchillos deberían estar en su lugar, y no se equivocó. Los tocó casi a oscuras y eligió uno de los más afilados para que su corte fuese limpio y rápido. Si dudarlo, se encaminó hacia el lugar en el que yacía su víctima. Encendió su teléfono móvil para crear una iluminación incapaz de despertar a nadie, pero suficiente para facilitar su misión. Justo cuando el cuchillo atravesaba la cálida carne, el nerviosismo le jugó una mala pasada: golpeó con el codo una de las cazuelas que colgaban de la pared y cayó al suelo produciendo un estruendoso repique de campanas. En ese momento, la luz de la cocina se encendió y vio a su mujer en la puerta con una mirada desafiante, mientras él escondía torpemente un pedazo de chorizo. Una vez más, la veladora de su colesterol había ganado la partida. Ezequiel Ardila En la empedrada calle se escuchó el rítmico arrastre de unos pasos heridos, y un estertor grotesco y aterrado atravesó el silencio espeso de la noche. A lo lejos el melancólico tañido de una campana tocaba a muertos. María José Rozas La deuda Aunque sabía que tarde o temprano volvería, su mirada helada se me clavó como un cuchillo. Ni siquiera se molestó en recordarme mi promesa. Sonó la campana, comenzó su noche. María Dolores Chavero en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 45 Monotonie Dehors, un brouillard à couper au couteau, la nuit a rendu l'âme depuis longtemps mais l'obscurité persiste. Dedans, des visages maussades, la grisaille déteint dans leurs yeux embrumés d'ennui et de lassitude. L'apathie règne. Soudain le brouhaha éclate, les yeux pétillent, les mots jaillissent de ces bouches auparavant closes, les rires fusent. La cloche a sonné, la récré a commencé¡ Margarita Romero 46 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 TEMA 6. DISCAPACIDAD. El microrrelato se centrará en este tema sea cual sea el punto de vista En este mundo de maniquíes, de vidas cortadas por el mismo patrón, de agujas que cosen por siempre con el mismo pespunte la esencia del alma de cada ser.... A veces, solo a veces, quiere el sastre torcer la tiza que dibuja la tela con un nuevo boceto donde falta algo....o sobra, q más da. Y entonces......a la originalidad se le pone nombre: "discapacitado", porque no se puede permitir q lo distinto, lo original, pueda llegar en algún momento a ser mejor q la rutina de lo igual. Raquel Martín No sé qué tienes o qué te pasa, me lo pregunto cada vez que fijo mis ojos en tu mirada clara, intentando ahondar en no sé qué aún, sin saber ni qué busco ... Se me derrumba el alma porque no entiendo, porque me siento inútil y torpe al no saber…Casi puedo oír las interferencias que separan mi forma de quererte de la tuya, y cómo van dibujando una coraza que te tapa de los pies a la cabeza, y que equivocadamente me hacen pensar que estás muy lejos de donde yo me hallo... Entonces, doy un pasito más, un poquito más cerca, que apenas se note lo avanzado, para que no me huyas ni te asustes... y de pronto creo vislumbrar una chispa fugaz en tu carita, algo que me dice “sé que eres tú, estás ahí, y me quieres”,y me siento pletórico porque sigues ahí, mirándome, con apenas un atisbo de sonrisa pero que para mí marca la esperanzada diferencia. María José Rozas Dioses de la calle Le dijeron que no podría. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 47 Agarró firmemente las ruedas de su silla, y la convirtió en el skateboard mejor propulsado de la historia. Isabel Leal Benditos discapacitados Como eran irremediables sus excesos de lectura, de justicia y de corazón, tomó la lanza, el baciyelmo y la palabra y desfizo nuestros entuertos y menguó nuestras miserias. Mercedes Martínez Para gustos, nacieron los colores: El blanco con su pureza eterna. El rojo que viste las pasiones más desenfrenadas. El amarillo que tiñe los celos de los enamorados. El negro que abre la puerta a la escritura de la tiza y los sueños. El verde que muestra la luz al final del túnel con sus ilusiones y esperanzas. ¿Quién dijo entonces q un sólo color debe brillar por encima de los demás? Si sólo con la unión de todos ellos podemos escribir la historia de la humanidad. Raquel Martín 48 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 TEMA 7. EDUCACIÓN ¿Por qué tenía que ir a aquella escuela? Se preguntaba cada mañana mientras que recorría las 8 millas que separaban su aldea del pueblo vecino. Total, si faltaba… ningún niño iba a echarlo de menos....Su arrastrada imagen de miseria y el pasado de su familia eran una brecha insuperable. Y así día tras día, seguía andando....No se daba cuenta de que unos ojos amigos lo observaban cariñosamente a diario al sentarse en su pupitre. Alejandra Gallardo. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 49 ... Orientación , diagnóstico, dictamen de escolarización, currículum, adaptaciones significativas... y ante todo y detrás de todos, estaba ella , la miré, nos miramos, en sus ojos se veía la sombra que deja el miedo y la inseguridad, la necesidad de ser reconocida distinta y a la vez de ser admitida como igual , entonces descubrí que yo quería estar a su lado. Mercedes Martín Rivera TEMA 8. CARTAS DE AMOR Hace semanas que rompió a llover en nuestro cuarto. A las pocas horas ya nos habíamos hecho hábiles en abrazos-pirueta sobre el parqué líquido. Diez días tardó el musgo en crecer entre las páginas de los libros; diecisiente, en que un cardumen de peces se colara bajo las sábanas. En apenas décimas de segundo se empapó el paraguas de calcetines que me zurciste ayer. Desde el jueves las anémonas que han brotado en mis pulmones no me dejan paladear el aire. Serio, el doctor me ha comunicado hoy que el amor, digo el dolor, es inevitable y que, por más que queramos, siempre ha sido inútil intentar retener la espuma de los días. Mercedes Martínez Soñaba que escribía cartas de amor y que nadie leía... Soñaba que escribía cartas de amor y que nadie leía, te amo en verso y prosa, le decía, en este claroscuro del que aún no he salido y repaso tu firma en la dedicatoria de un libro de hace ya veinte años, porque quiero absorber un poco de aquello que tú eras... Soñaba que escribía cartas de amor y que nadie leía, te quiero en un antes y un después, continuaba, 50 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 mi astrolabio se asoma a tu mirada cada noche y contemplo el rumbo de la estrella que me lleva a tu boca persiguiendo la silueta de unos besos. Soñaba que escribía cartas de amor... María José Rozas en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 51 pedro herrero José GUTIÉRREZLLAMA México 2016 MIS_ANTROPO-FOBVIAS Catálogo (fragmento) a Georges Pèrec, Tengo fobia a: A las mujeres que no dejan huella y a las que manchan las camisas. (GUICAFOBIA: f. Temor de las brujas y la brujería). 52 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 A los criminales que huelen el miedo de sus víctimas y a los policías sin olfato. (OSFRESIOFOBIA: f. Miedo de oler y a los olores). Al cálculo mental y al eyaculador precoz. (ATAXIOFOBIA: f. Miedo a la ataxia o descoordinación muscular). A los exámenes de conciencia y de manejo. (TESTOFOBIA: Temor a los tests). A los que hacen promesas de amor eterno y celebran su cumpleaños. (CRONOFOBIA: f. Miedo mórbido al paso del tiempo). A los que mastican las ideas y se cepillan los dientes. (AUTOMISOFOBIA: f. Temor de estar sucio). A las que hablan en lenguaje corporal, en voz baja y sin tetas. (ERTOFOBIA: f. Temor enfermizo a sonrojarse). A los que alimentan a sus mascotas y combaten sus demonios. (DEMONOFOBIA: f. Miedo de los demonios). A los que se dan golpes de pecho sin empuñar una daga. (AIGMOFOBIA: f. Miedo de los objetos puntiagudos). en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 53 A los que construyen castillos en el aire y sin calabozos. (CASTELOFOBIA: f. Temor de los castillos). Referencias. 1.- test: Del inglés. test. m. Prueba destinada a evaluar conocimientos o aptitudes. pl. tests. 2.- Masticar las ideas: expr. Las ideas, como los alimentos, también se pueden hacer puré para facilitar su digestión (entendimiento). Imagen: ©PEREC: PENSAR Y CLASIFICAR, por Adolfo Vásquez Rocca. Técnica Mixta: Emulsión fotográfica, Tinta, Acrílico y Carboncillo (En Artelista). 54 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 cony pedraza EN LA FALTA Adriana LISNOVSKY Argentina Entro en la falta. Quiero asomarme al pedazo de nosotros que se cayó al piso cuando hablábamos sentados en el sillón del living. Quiero ver si ese pedazo se rompió. Ya hubo otras roturas en mi vida, trozos míos y de otro, desparramados en la alfombra y no lo quise ver. Pretendí juntar, pegar, amalgamar. Volverme amnésica, convertirme en idiota. Inconscientemente. Si me hubiese dado cuenta (que imbécil) aquellos restos inservibles hubiesen ido a parar a la basura, al tacho del material que no se recicla. Y ahora, acunada otra vez por el insomnio, trato de encontrar algún saber, yo, justo yo, que nunca supe nada. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 55 Descifrar que amortigua más el golpe de la soledad. Tu abrazo, tu respiración acompasada, el bulto de tu cuerpo en la penumbra, el estirar la mano y sentir que no soy una mitad de lo que una vez fui, porque sigue habiendo un hombre en mi costado. Los dos platos en la mesa, el qué hacemos el sábado, que tarde que viniste, claro yo también te quiero, hagamos otra vez el amor para sentirnos algo, alguien o porque me agarra un ataque repentino y te amo hasta la muerte, como nunca amé a nadie, y me quiero dormir adentro de tus vísceras y que no tengas pasado y que me quieras desde el día que naciste. Quiero saber en qué palabra exacta tuya yo parto, me voy por la otra ruta, hago el camino de Santiago, y vos te vas para Luján caminando y después volvés en micro. Yo no. Me quedo en Santiago tomando vino en las posadas, conociendo peregrinos, sabiendo, permitiéndome saber que no creo en Dios, sencillamente, sin debates ni posturas extremas. No creo porque sé. Ahí aparece un saber mío. De los pocos que tengo. Y vos con tu fe de cabotaje, argumentando colérico las razones de porqué Dios existe, de sus designios, de sus misterios, de sus premios y castigos. Y entonces veo en el reloj que son las cinco de la mañana, me hago otro té y pienso que une y qué desune. ¿Unen los cuerpos y desunen las palabras? ¿O al revés? ¿Qué mitiga más la angustia? Un abrazo. Tu mano masajeándome la espalda, justo en el momento en que mi alma necesita desesperadamente que una mano le roce, y mi alma que es espalda y es piel, que es contacto y aliento. ¿O las palabras? Las que dijiste justo en el momento en que yo caía al abismo y como un paracaídas me elevaron, me elevaron cuando ya veía las trizas de mi carne y de mis 56 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 huesos sobre el asfalto. Y las trágicamente dichas. Esas palabras que nunca debiste decir. Porque ahí el paracaídas fue velo y el velo se cayó, y en lugar de tu cara hermosa, vi una cara vulgar y desagradable. Y me pregunto, pero ahora soy incapaz de contestarme, si puedo vivir con lo que no tendrías que haber dicho o si podría vivir sin tu abrazo. Es evidente que algo está de más o que algo estará de menos. En un momento voy a entrar al cuarto y escucharé tu respiración. En la oscuridad me acostaré, sin hacer ruido y vos, dormido como estás me pasarás tu brazo por la espalda, y yo como otras veces me apretaré en vos y pensaré que es increíble que me abraces dormido. O volveré a escuchar aquellas palabras, aquellos conceptos de la vida que trágicamente dijiste. Tal vez tu abrazo me haga dormir. Pero tal vez aquellas palabras hagan que el primer rayo de sol lastime mis pupilas y que el insomnio continúe, y que ya no pueda soñar, ni aún despierta. Imagen: “Sol naciente”, pintura al óleo de Claude Monet. http://3.bp.blogspot.com/A9B7nQA2p40/TzFH3eBZZ4I/AAAAAAAABaQ/JwKHZFKd9vc/s1600/impresion-solnaciente-l.jpg en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 57 EL RETRATO Ángela SABALLOS Nicaragua Los estás mirando a través de la hendija que deja la puerta entreabierta. Han entrado al cuarto mientras vos los buscabas por la casa. Los has encontrado, al fin, y ellos no te escuchan; se miran el uno al otro ensimismados, no hay nada más que les importe. Vos has dejado de llamarlos. No has visto nada más que esa idílica descripción previa, pero sabés que es el preludio de algo que dura horas y sucede sin tomarte en cuenta. Pero te gustan. Querés oírlos y olerlos porque siempre huelen a mar aunque estén fuera del mismo, aunque no hayan entrado a las aguas, aunque solamente retocen en ese cuarto y salgan luego a acostarse en la arena. Anteayer viste a esa pareja en la playa y la has seguido durante dos días. Le has regalado a ella unas conchitas rosadas y ella te ha regalado su comida. Te ha gustado su sonrisa dorada y su pelo transparente, pero no comprendés como sonríe tanto con los cuentos de ese hombre. Ya aprendiste a leer, por eso escribís en la arena y luego 58 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 borrás, temerosa que alguien conozca tu secreto. Sólo vos sabés que ese hombre va a morir pronto. Lo has soñado una y otra vez, pero es difícil que alguien crea el cuento de una niña como vos. La voz de tu hermano invade la casa, te llama. Presurosa acudís a él y pensás contarle tu dilema, pero preferís enseñarle tu dedo herido; él quiere mostrarte el castillo de arena que por fin logró construir sin que el mar lo derrumbara. En tu sueño, ese hombre y esa mujer son los mismos y ya no son, porque él se muere y porque ella se transforma. Pero vos no podés avisarles. Nunca salen del cuarto. “¡Ya no salieron nunca! ¡Ya me voy! ¡Ahí que se mueran!”, decís y empezás a caminar, con tu hermano, hacia el mar. Estás ausente del juego, y no podés entrar. Es un misterio que te incomoda, porque escuchás sus risas y sus sonidos que son iguales a los que alguna vez oíste de tu madre. Entonces, en esas ocasiones la habías aguardado escondida debajo del escritorio, y esperabas la voz de ella llamándote, la seda de su ropa, su olor a canela. Sabías que iba a buscarte y que siempre te encontraría porque conoce todos tus escondites en la casa y en el jardín. Ahí te metías bajo el palo de limón donde su mano no entraba por la espina de sus ramas, pero tus oídos gozaban porque ella te seguía y eso te hacía existir ante ella. Pero anoche, aún en tu casa, te costó dormirte. Te da miedo la pesadilla del hombre muerto. Tu mama se levantó varias veces para abrazarte y quitarte el susto con un vaso de leche. Hoy fuiste a rezarle a la Virgen. Le pediste que la mujer rubia no muriera, que en todo caso, se muriera él, por feo. Ahora temblás porque lo estás viendo tendido en la playa. Muerto, como lo deseaste y lo soñaste. Muerto. Es el mismo hombre del retrato que tu madre guarda en el desván. Ella y él de perfil iniciando el en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 59 viaje hacia un beso. Imagen: “Niña entrando al mar”, óleo sobre lienzo de lino de Joaquín Sorolla y Bastida. http://www.todocuadros.com.mx/sorolla/nina-entrando-al-mar.htm 60 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 LA SOLICITUD Juan José SÁNCHEZ GONZÁLEZ España Pedro estaba sentado en el borde de la silla, como preparado para salir corriendo de un momento a otro. No había pensado en que iba a tardar tanto, pero así llevaba largos minutos. Pese al molesto entumecimiento de sus piernas, no se atrevía a rectificar su postura. Al otro lado de la mesa, el funcionario estudiaba con detenimiento su solicitud. Los duros rasgos de su rostro permanecían inmóviles, inexpresivos. Solo en sus ojos azules se advertía un ligero movimiento al deslizar su mirada sobre la superficie del papel. Su concentrada actitud tenía un aire solemne que Pedro no se atrevía a interrumpir por tan poca cosa. Al fin, el funcionario levantó su mirada del papel, dirigiéndose a Pedro, sin que sus rasgos se alterasen lo más mínimo. ― ¿Ha traído el certificado de vida? ― El... certificado de vida... ― Sí, es un certificado que acredita que usted está vivo. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 61 Pedro se echó a reír, alterando el tranquilo silencio de la oficina, pensando en que el funcionario le acompañaría en su risa. Sin embargo, el otro mantuvo inalterable su inexpresivo semblante. Pedro se avergonzó de la impertinencia de su propia risa. ― Disculpe, pero pensaba que se trataba de una broma... creo que es evidente que estoy vivo. ― Puede que lo sea para usted, pero el procedimiento exige que el interesado demuestre que está vivo mediante un certificado, de lo contrario el expediente no se tramitará. ― Ya, ya... pero dónde puedo obtener eso. ― Debe ir a la Oficina de Inspección de Vida, Muerte y Putrefacción, en la planta baja. En cuanto lo tenga, vuelva. Sin más ceremonia el funcionario le devolvió la solicitud, dejando de prestarle atención. Pedro se levantó y salió de la oficina. Sus piernas entumecidas hacían vacilantes sus pasos. En el corredor se detuvo, esperando a recuperarse. Después bajó por el ascensor hasta el vestíbulo del edificio y buscó la oficina. Encontró el nombre en un pequeño letrero dorado inserto en una lustrosa puerta de madera. Entró en una estrecha sala de espera con un mostrador al fondo. Tras el mostrador una risueña joven, con una larga melena morena, atendía a un par de personas. Pedro se acercó hasta ella. ― Buenos días, ¿qué desea? -la chica le dirigió una amable sonrisa. ― Un certificado de vida. ― Vaya rellenando esta solicitud. 62 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 La chica recogió un folio de una pila situada en uno de los extremos del mostrador y se lo entregó. ― Si tiene alguna duda, no dude en preguntarme. Pedro se apartó a un lado del mostrador con la solicitud en la mano. Tan solo debía escribir su nombre, número de DNI, dirección y señalar la casilla correspondiente al tipo de certificado que quería, de vida, muerte o putrefacción. Estuvo a punto de echarse de nuevo a reír, pero esta vez logró contenerse. La chica había terminado con las otras personas y se acercó hasta él. ― ¿Todo bien? ― Sí... por favor... respóndame a una pequeña duda... ¿de verdad que alguna vez alguien ha solicitado un certificado de muerte o de putrefacción? ― Oh, por favor, háblame de tú... la verdad es que en los cinco años que llevo aquí nadie ha venido para que le certifiquen que está muerto o podrido... pero si la administración lo cree necesario... ― Entiendo... ¿cuánto tardarán en darme el certificado? ― Oh, eso es muy rápido, en cuanto supere la prueba... ― ¿Prueba, qué prueba? -Fermín, que se había inclinado ligeramente sobre el mostrador mientras rellenaba la solicitud se irguió, asustado. ― No te preocupes, es muy sencilla, solo tienes que demostrar que estás vivo. ― ¿Pero no lo parezco? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 63 ― A mí me parece que sí, pero yo de estas cosas no entiendo... disculpa, yo solo atiendo al público -respondió la chica un tanto azorada, en tono de disculpa. Pedro le entregó la solicitud, que la chica llevó sin pérdida de tiempo a una dependencia a la que daba acceso una puerta localizada tras el mostrador. Un cuarto de hora después, por otra puerta situada en una pared lateral, salió un hombre de unos cincuenta años, alto y delgado, completamente calvo, enfundado en una estrecha bata blanca que, con una voz potente y grave, le llamó por su nombre. Le hizo entrar en una habitación sin ventanas, en la que solo encontró un espejo, una silla y una mesa con una olla, un plato vacío y una cuchara. El hombre le explicó brevemente que la prueba se componía de tres partes: exhalar su aliento en el espejo, dar una vuelta a la habitación saltando a la pata coja y comerse un plato de cocido. Pedro contemplaba perplejo el serio rostro de aquel hombre. Era evidente que no estaba de broma. ― ¿De verdad que hace falta esto para demostrar que estoy vivo? ― Es el procedimiento -respondió el hombre alzándose de hombros. ― ¿Pero quién establece el procedimiento? El hombre volvió a alzarse de hombros, indicándole con un breve gesto de la mano la ubicación del espejo para que no retrasara más el inicio de la prueba. No le llevó mucho tiempo completar satisfactoriamente las dos primeras partes, si bien en la última se retrasó más de lo debido a causa de lo duro que estaban los garbanzos del cocido. Aun así le expidió el certificado, advirtiéndole que, pasados cinco minutos, caducaría. Pedro echó a correr hacia la oficina en la que tenía que entregar su 64 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 solicitud. Prescindió del ascensor, subiendo por las escaleras hasta el tercer piso, llegando tan fatigado que a punto estuvo de vomitar el cocido ante el inexpresivo funcionario de los ojos azules. Este revisó el certificado y lo selló junto con la solicitud. Cuando Pedro se disponía a salir de la oficina, el funcionario le retuvo. ― Disculpe, se me olvidaba indicarle que este procedimiento exige una prueba de fe. ― ¿Una qué? ¿Desde cuándo el estado se ha vuelto confesional? ― Es una prueba de su fe en la administración. ― Venga ya, ahora sí que se trata de una broma. El funcionario encajó sin inmutarse la protesta de Pedro. ― Puede considerarlo como quiera, pero si en un plazo de diez días hábiles no aporta un certificado de prueba de fe, su solicitud será desestimada. Pedro resopló alzándose de hombros, dispuesto de nuevo a someterse a los absurdos requisitos que exigía el procedimiento. ― ¿Dónde puedo obtenerlo? ― En la oficina de Confianza Legítima, se encuentra en este mismo edificio, en el sótano. Esta vez Pedro utilizó el ascensor para bajar. Buscó la oficina indicada recorriendo los angostos y oscuros pasillos del sótano, llenos de gente tan desorientada como él. Al fin dio con ella en el rincón más profundo de aquel vasto edificio. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 65 Llamó a la puerta. Le abrió una mujer rubia, de mediana estatura, de aspecto algo desaliñado, envuelta en una holgada bata blanca que parecía flotar sobre su delgado cuerpo. Debía de tener unos cuarenta años, aunque aparentaba muchos más a causa de las prematuras arrugas que cubrían su rostro. ―Usted dirá. ― Necesito un certificado de prueba de fe. ― Pase. La oficina era una habitación pequeña, sin más mobiliario que una mesa de despacho cubierta de papeles desordenados y una silla. Lo más llamativo y extraño de la estancia era un ancho agujero abierto en su centro, carente de cualquier protección, y que parecía muy profundo. La mujer le señaló el agujero, aunque la mirada de Pedro se clavó en él nada más verlo, explicándole que la prueba de fe consistía en saltar dentro. Si su fe en la administración era sincera, de algún modo se salvaría, si no... el fondo del agujero estaba a cincuenta metros de profundidad. Tampoco la rubia bromeaba. ― Proceda, por favor -la voz de la mujer mostraba más resignación que autoridad. ― ¿Pretende de verdad que me tire a ese pozo? ― Usted ha solicitado... ― Sí, sé lo que he solicitado... lo que no quiero es matarme. ― Si tiene fe en la administración se salvará. ― ¿Alguien se ha salvado alguna vez? 66 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 La mujer desvió la mirada hacia un lado, dando un profundo suspiro. ―En los quince años que llevo aquí no he expedido ningún certificado de prueba de fe. ― ¿Y no le extraña? ¿Es que a nadie le extrañan los requisitos que exige la administración, es que nadie se plantea que son absurdos, inútiles y... hasta peligrosos? ― Señor, nosotros somos profesionales y nos debemos a nuestro trabajo... seguimos las instrucciones que nos dan los organismos superiores, no estamos aquí para cuestionar las razones que tiene la administración a la hora de establecer estos procedimientos. ― ¿Y os da igual a qué tipo de situaciones exponéis a la gente? señaló con sus dedos temblorosos el agujero- Eso es una muerte segura. ― Señor, la administración considera que si un administrado tiene una fe absoluta en ella se salvará. ― ¿Y si no? La mujer se alzó de hombros. ― Es evidente que usted carece de fe en la administración, es absurdo que intente siquiera la prueba. ― Pero necesito ese certificado. ― La única forma de obtenerlo es realizando la prueba. ― Si salto a ese agujero me mataré. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 67 ― Si tiene fe se salvará. Era inútil continuar la discusión con esa mujer que, como los demás funcionarios de aquella administración, nunca parecían cuestionar las delirantes instrucciones que recibían de los órganos superiores. Es más, todos desempeñaban su trabajo con una eficacia y diligencia admirables, estremecedoras, esforzándose inútilmente por hacer eficiente la locura. Pedro no estaba dispuesto a seguir adelante con su solicitud si ello significaba la muerte. Salió de la oficina sin despedirse de la resignada funcionaria. Sin embargo, mientras deambulaba perdido por los corredores del sótano, le asaltó una duda. ¿No se estaría precipitando? Cierto que el procedimiento exigía cosas que carecían de sentido, al menos desde su punto de vista. Pero bien pudiera ser que se equivocara. La seguridad con la que actuaban esos funcionarios, su incuestionada confianza en la validez del procedimiento, la seriedad con la que afrontaban todas las pruebas, incluso las más ridículas, eran indicios que debían hacerle pensar que los procedimientos administrativos estaban fundados en sólidas razones. Además, él no era el único en someterse a ellos. Millones de personas se sometían diariamente a las actuaciones de la administración, confiándole la gestión de sus intereses y derechos, y resultaba que, de todos esos millones de cabezas pensantes, tan solo la suya cuestionaba su validez y legitimidad. Tan generalizada aceptación solo podía significar que la administración poseía legitimidad para actuar. Lo que a su conciencia individual aparecía como absurdo, el consentimiento de la mayoría lo hacía lógico y legítimo. Era un principio básico de la democracia. Rebelarse contra el modo de proceder de la administración era tan absurdo como rebelarse contra la idea comúnmente compartida de que el cielo diurno es azul. Admitiendo que se había equivocado, volvió a llamar a la puerta 68 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 de la Oficina de Confianza Legítima. La funcionaria volvió a recibirle sin hacerle ningún reproche. Quizás estuviera acostumbrada a esa clase de infantiles reacciones. Pedro, concentrado en su recién descubierta fe en la administración, se lanzó sin vacilar al interior del agujero. La funcionaria esperó un par de minutos. No hubo reacción. Después se dirigió a la mesa y en un informe anotó, junto a los datos personales de Pedro, la expresión “fe insuficiente”, lo que implicaba la inmediata desestimación de su solicitud. Imagen: “Noche estrellada”, óleo sobre tela de Vincent van Gogh. http://www.vangoghgallery.com/es/catalogo/pinturas/508/Noche-estrellada.html en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 69 MACU María Concepción PEDRAZA México Tu sobrenombre nació de un autor anónimo, Macu. Te lo puso algún vecino o compañero, ninguno se acuerda. Naciste la noche de luna rota, cuarto menguante. Desde entonces tu vida fue igual, incompleta. Eras solitaria de oficio o más bien por destino, la de cabello rizado que se escondía entre las ramas del olivo. Tus amigas eran las abejas del panal; corazón líquido, rosa invernal… solo a ti se te ocurrió ponerles nombre. Los de tu generación, la de mil novecientos treinta y cinco, aún recuerdan que veías luz de colores en ellos. A Chana la hartaste más de una vez expresándole una y otra vez tus cosas. ―Nana, Efraín, el que dices que está muerto se durmió ayer conmigo porque tuve miedo. ― ¿Cómo?, ¡no te escuché!- respondía haciéndose la sorda. 70 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 Nuestros viejos nunca comprendieron porque su hija estaba, loca. Al bajar del árbol, el día en que ni los gallos cantaron, fragmentaste tus colores con los que según decías respiraba el aire. Lo único que alcanzaste a pronunciar fue: que la señora que vivía en la tercera lápida del panteón, estaba contigo y que te ibas con ella. Tenías apenas dieciséis años. Pero, no fue para siempre. Comenzaste a rondar la casa como alma sin cuerpo. Al apagar la luz se percibía tu presencia, mientras ráfagas de viento helado penetraban por debajo del portón. Una noche, cansado de no dormir, decidí encarar la percepción y apareciste tal como habías sido, pero levitabas sobre la pared. ―Macu, ¡qué quieres! ―Descansar. Irme de este mundo. Necesito ayuda. Libérame. El secreto está en el mausoleo. Tercera tumba. Ya no te vi más y literalmente quedé mudo por la impresión durante varias semanas. Muy a pesar de eso, comencé a indagar en antiguos escritos familiares, guardados en el desván. La sepultura en el panteón era de María Cuca del Moro, nuestra bisabuela. Fue déspota y ambiciosa. Acabó con su hermana para quedarse con toda la herencia de sus padres. Murió al pie del olivo, loca. Tu pecado original Macu, fue cargar con el suyo. Heredaste en tu genética su destrucción. Me enseñé a pedir perdón por tu responsabilidad y también por la responsabilidad mal empleada de ella, nuestra bisabuela. No volviste más. Tu alma se liberó de éste mundo, lo supe porque el día que recé con toda mi devoción en el cielo brillo la luna nueva. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 71 También me liberé yo. Salí del valle misterioso de lo sobrenatural y recuperé la voz. Dejamos de ser la familia de locos. En ocasiones, cuando veo enjambres de abejas en el campo, parece que adivino sus nombres y recuerdo cuando me decías: cógelas, no pican, ¡besan! Imagen: Fotografía Kirlian de concha de Nautilus http://images.fineartamerica.com/images-medium-large/nautilus-shell-kirlianphotograph-boothgarion.jpg 72 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 judy garcía allende MITÓMANO Alberto MARTÍNEZ.MÁRQUEZ Puerto Rico 2016 quisiera enraizarme el polvo de ausencia para con ello dar lustre a mi existencia en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 73 YO En la memoria hay árboles aferrados al polvo Francisco Hernández desde qué puntos cardinales armo el mapa avieso de mi memoria? bastaría con juntar con vehemencia el norte el sur el este y el oeste? edificar una geografía de espejos ruinosos sedientos de voces y de cuerpos? hay murmullos que escapan por el borde invisible de las horas una lluvia de agonías moja las raíces del aquí y del allá del todo y de la nada si el giroscopio se doblega ante el fogonazo de sombras que azota mi mente cómo extraer con éxito la semilla del tiempo me asomo por la ventana de ceniza para abrazar las palabras oscuras que perpetúan mi propia lejanía ceñido al polvo despierto al silencio 74 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 49 hoy son 49 primaveras con sus golpes de espuma al mapa del corazón con un huracán de besos para abrasar el alma hoy son 49 otoños con sus vientos de locura que espantan el espanto con su hiel lúdica que sazona mis angustias hoy son 49 inviernos apalabrados en la luz que habita en mi sombra años abrasados de alegría en la enjundia del deseo hoy son 49 veranos en las playas de mis ojos 49 formas disímiles de llamarme alberto y regresar con al festivo asombro de los días Imagen: “Luna del 29 de agosto 2016”. De Alberto MartínezMárquez en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 75 ESA MUJER QUE PASA* José Manuel SOLÁ Puerto Rico Esa mujer que pasa tiene algo de estrella, el resplandor que deja la lluvia en la amapola, un pétalo en el alma, iluminada y bella. Diría que el planeta se levanta en su huella cuando en la noche alta, por la arena y a solas, va deshilando un canto de azules caracolas. Esa mujer que pasa se me parece a ella... A esa mujer la he visto, no sé dónde ni cuándo, pero sé que la he visto solitaria, cantando, igual que aquella otra que no puedo olvidar... y al mirarme en sus ojos inclina la cabeza como si comprendiese la infinita tristeza que me deja en el alma su mirada de mar... *El poema fue escrito cuando el autor contaba con 14 años de edad. Imagen: www.google.com 76 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 DESPUÉS DE TU MEDIANOCHE Judy GARCÍA ALLENDE Puerto Rico 2016 Esta carta, tanteo de cariño y de sincera admiración; va dirigida a un amigo poeta puertorriqueño, como respuesta inmediata a un correo suyo cuyo asunto leía: Medianoche del viernes, escrito el pasado viernes 28 de mayo de 2016. Por razones no relacionadas con él, no alcancé a leer su correo hasta días después. Ni pude esa noche, ni he podido aún, olvidar sus palabras. Comparto, con su consentimiento, y a petición de otro amigo, mi respuesta y una parte del escrito que la inspiró, con la confianza de sembrar buenas semillas. Quienes me conocen de muchos años saben de dónde vengo, saben que no me dejé derrotar por la pobreza -por la extrema pobreza, debo decir- en medio de la cual nací y fui criado. Muchos pudieron ver los golpes recibidos (y algunos -solo algunos, claro está- tomaron parte del acoso). Aun así viví, o intenté vivir, la vida recta, con valores, en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 77 principios, ideales. Siempre fui solidario. También fui solitario. Pero mi corazón nunca fue solitario, no. Hoy, rayando la curva de los 72 años, siento el cansancio natural de la edad, la frustración de no poderme mover bien debido a mi condición de salud, a que mi mano izquierda no me responda, a que mis pies hinchados me hagan tambalear constantemente y sobre todo, al peso de la soledad. ******* Lo que quería decir con las primeras palabras es que no me quejo. Cuando alguno me pregunta digo que estoy bien. Y procuro hablar con el mejor sentido del humor. ******* Lo que sí quiero dejarles saber es que ya no alimento ilusiones, ni siquiera ideales. ¿La poesía? Eso es algo que se secó… Esto le respondí a mi amigo-poeta, con toda la intención de recordarle que sus palabras no han sido en vano, ni lo serán: No siempre puedo leer mis correos. Es más, hay tantas y tantas veces que no lo hago. Suele ocurrir cuando pasan de 1,200. Me abruman. 78 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 Hoy leí tu correo. Casi lloro. Es la verdad. Hoy quise decirte algunas cosas que ya sabes, pero quizás hayas olvidado. Eres un caballero especial, un hombre de sonrisa amplia, y franca, capaz de alegrar cualquier tarde nublada. La sensibilidad que cargas en tu corazón, esa nobleza constante que transpiran tus palabras, no son cualidades comunes ni corrientes. Aunque la vida te esté golpeando fuerte, aunque haya muchísimas ocasiones en las que quieras claudicar, aunque haya días en los que no quisieras estar presente; debes saber que tu existencia, tus palabras, tus versos, tu dulzura, tu alegría; han sido motivos de inspiración para muchos más. Te conocí por tus palabras. Te conocí por tus versos. Te comencé a llamar amigo cuando tus versos me resultaban no solo familiares sino también cercanos. Me convertí en tu admiradora, por voluntad propia. Y hoy, claro que me duele saber que lo pasas mal. No sé cómo lo haré, ni cuándo. Nunca tengo tiempo para casi nada, pero mi corazón me grita que necesito visitar Caguas, buscar tu casa, con balcón o sin balcón, y con todo el gusto del mundo pasar una tarde leyendo tus poemas. No hay uno solo, ni uno, que no me conmueva. Eres uno de nuestros mejores poetas, y mejor aún, uno noble, dulce y bueno. Tus versos no destilan veneno como otros tantos. Tus versos no promueven la envidia, ni el rencor, ni la venganza, ni la mentira, ni la hipocresía. Tus versos saben a amor, a nostalgias, a sueños perdidos pero latentes. Yo venía naciendo cuando ya tú eras pétalo, cuando ya tú eras tierra amanecida, cuando ya tú eras surco de piel madura y virgen, en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 79 cuando ya en ti latían todos los resplandores; yo venía naciendo y traía la lluvia tierna y recia de mi fuerza de niño de mi primer momento, de aquel abrir los ojos a tu aurora… José Manuel ¡Ay poeta! Si tan solo supieras el bien que has legado con tus versos… Te abrazo desde aquí, recíbelo con gozo, con la promesa de que pronto llegaré hasta tu puerta para abrazarte como quiero. Tu admiradora, Yo Imagen: www.google.com 80 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 SOY ESCRITORA Sandra J. KUILAN Puerto Rico 2016 Crecí leyendo lo mismo que todo el mundo leía en la escuela. Aún recuerdo el asombro de tener en mis manos aquella novela -que entonces no entendía y tanto me aburría-. Más tarde, otras obras lograron conquistarme y con el pasar del tiempo comprendí, que cada libro, como tantas cosas en la vida, tienen su tiempo, su momento. Aprendí que cada etapa venía acompañada de un tipo de lectura diferente. La clave estaba en husmear en los anaqueles hasta dar con ese libro que nos atrapara y nos alejara del tiempo real para embarcarnos en su propio tiempo. Y leer se volvió una necesidad. Entonces, llegó ese otro momento, cuando leer no fue suficiente, dio paso a la escritura. Tímida e insegura, se derramó la tinta formando versos nuevos. La poesía fue más seductora, por ella empecé, y se encargó de desenterrar viejos sentimientos. La voz poética es delatora y cuando una se ve así, desnuda, se asusta y emprende la absurda tarea de cubrir los huecos, los abismos… pero ya es tarde. El susto nos empuja a la prosa en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 81 y allí nos instalamos, en la comodidad de la tercera persona. Con la prosa, se asoma el lenguaje atrevido, resonante, onomatopéyico… Nace una forma única y nos aferramos aún más al mundo de la palabra. Nos obsesionamos con romper reglas, con transgredir las fórmulas trilladas. Cruzamos las fronteras entre la ficción y la experiencia, entre lo real y lo imposible, hasta que se tiene el valor de compartir un manuscrito, someterlo a la crítica. Primero, de los amigos, porque están obligados a emitir un veredicto generoso, pero sincero, justo. Después, de los otros. Cuando se tiene el valor de compartir un pedazo de mundo interior, o lo que soñamos ser, nos da miedo. Miedo, porque después de leer a Corretjer, una no se atreve a nombrarse poeta. Miedo, porque después de leer a Bosch, una no se atreve a llamarse narradora. Miedo, porque después de leer a Martí y a Carpentier, y a otros grandes maestros, una no se atreve a llamarse escritora. Pero cuando la mente se asoma a la página en blanco, se despiertan las palabras nuevas, y alumbran como rayos poderos a la mente inquieta. Entonces, una voz interior me grita: ESCRIBE ESCRITORA. El miedo desaparece, y otra vez me libero en forma de verso y prosa. Imagen: www.google.com 82 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 MÁS ALLÁ DEL TIEMPO Marcos REYES DÁVILA Puerto Rico 2016 Adaptación de la presentación que realizara el catedrático puertorriqueño, Marcos Reyes Dávila, sobre la obra Más allá del tiempo, Julia de Burgos de la investigadora y académica cubana Dra. Yolanda Ricardo Garcell, el pasado 28 de abril de 2016 en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao. Yolanda Ricardo Garcell es muy conocida entre los académicos de Puerto Rico, y en este recinto en particular, porque nos ha hecho el obsequio de numerosas visitas, desde aquella remota mañana –hace 20 años– en la que llegó intempestivamente a leer en nuestro teatro, y hombro con hombro, la misma conferencia que nosotros sobre Hostos y Martí, solo que ella miró el tema como cubana y antillana –y con espejuelos rotos–, y yo, como un puertorriqueño-antillano... sin espejuelos. Desde entonces la hemos recibido en otras ocasiones, entre ellas, para la presentación de su libro sobre “Hostos y la mujer”, y la del en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 83 simposio dedicado a Julia de Burgos celebrado aquí en febrero de 2015. Es profesora titular de la Universidad de La Habana, investigadora y ensayista sobre el pensamiento caribeño en general, y sobre la creación literaria de la mujer en el Caribe en particular. Es doctora en Filosofía y en Ciencias del Arte de la Universidad de Praga; miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y de la Academia de Ciencias de Cuba; Directora del Instituto de Literatura y Lingüística de Cuba, y por si fuera poco, amiga mía. Favor que me hace. Ahora, poco después del simposio de Julia, y a solo dos años del centenario de su natalicio, Yolanda nos trae de regalo este libro sobre nuestra poeta nacional, Julia de Burgos, y coincide otra vez, hombro con hombro, como parto de gemelos, con la publicación en EXÉGESIS de las Actas de nuestro Simposio dedicado a Julia. El libro de Yolanda, publicado por la Editorial Patria, está oloroso todavía a recién nacido de imprenta. Se titula “Más allá del tiempo: Julia de Burgos” –título como de película o novela– y tiene 321 páginas. Tras las dedicatorias, el libro incluye tres largos epígrafes, uno de Virgilio López, de la Academia de Ciencias de Cuba; otro de Vivian Auffant, catedrática del Recinto de Río Piedras, y de Marcos Reyes Dávila, segura errata. El índice demarca 14 partes, que incluyen, tras los agradecimientos, un prólogo de Virgilio López; una introducción de la propia autora; nueve capítulos. Además una bibliografía de 284 entradas; una antología de poemas segregados según varios criterios como, por ejemplo, aquellos de tono lírico y de resistencia, los intensamente líricos, los poemas comprometidos con causas sociales o políticas, los de inspiración cubana. A eso añade una iconografía con 20 fotos, y un índice onomástico –de 84 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 nombres–, temático y toponímico. El arte y diseño de portada es de Alí Francis García, miembro de la Comisión del centenario de Julia. Un libro más abarcador y completo que este es muy difícil de esperar. Los nueve capítulos, conforme a lo que anticipa en su introducción la propia autora, tratan someramente los siguientes temas. El primero, ofrece el germinar de la escritora que fue Julia de Burgos. En el segundo, le sigue los pasos por su estancia en Cuba. En el tercer capítulo analiza su obra poética. El cuarto se ocupa de su producción en los años estadounidenses. El quinto se adentra en ese gran y largo movimiento en favor de la liberación de la mujer, en cuerpo y conciencia. El sexto capítulo se ocupa de su poesía militante. El séptimo, explora sus nexos con la historia literaria de Puerto Rico. El octavo, pretende definir una poética en Julia desde el punto de vista teórico. Y en el noveno, demarca su legado para la cultura puertorriqueña, caribeña y universal. Se trata de un cuerpo de exégesis de alrededor de 165 páginas. Tarea de gigantes. La obra tiene como uno de sus muchos méritos sobresalientes el hecho de que coloca la obra de Julia dentro de un contexto mucho más amplio que el nuestro – es decir, el de la literatura puertorriqueña–, para proyectarse al ámbito caribeño particularmente, hispanoamericano en segundo plano, y por vía de sus recursos de análisis, al ámbito universal. Tamaña amplitud la encontramos muy pocas veces porque requiere de una vasta erudición, que pocos poseen, y de un trabajo muy riguroso y arduo. Entre sus méritos sobresalientes se destaca, en segundo lugar, el bagaje crítico, es decir, el muy diverso y rico uso de recursos críticos que incluyen las perspectivas y enfoques más recientes de la teoría literaria en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 85 del mundo occidental, sin olvidar la crítica y los enfoques canónicos, tradicionales y nuestros, del Caribe. En tercer lugar, Yolanda recoge, hace uso y resume una gran porción de la crítica y los puntos de vista que desde su adolescencia han comentado, analizado y valorado la obra de Julia, incluido el simposio celebrado aquí el pasado año, que, aunque no estaba publicado aun cuando se redactó el libro, se mantuvo en la memoria de quien estuvo presente durante el mismo, y desde luego, tuvo también, la oportunidad de oír muchas de las presentaciones y de conversarlas con sus autores. Por otra parte, cuarto mérito, Yolanda no solo recopila y trabaja con gran parte de la obra crítica existente hasta el momento sobre Julia, sino que también aporta datos nuevos producto de sus investigaciones en los archivos de Cuba, principalmente. Por si todo lo anterior fuera poco, repito, queda aún por señalar el mérito mayor –quinto– de este libro. Me refiero al análisis que hace Yolanda, realizado con lupa y con microscopio, lo mismo que con telescopios, es decir, minucioso y detallado, pieza por pieza, lo mismo que generalizado, deductivo e inductivo, y por raptos, argumentativo. Un análisis que parte de la crítica previa y ajena, la repasa y recuerda en cada paso, para luego matizarla y corregir con nuevos tintes, los puntos de vista, y también los datos. Yolanda hace uso de un discurso –un lenguaje– particularmente riguroso y científico, sólido y denso, aunque se levantan con harta frecuencia las apreciaciones que solo la más franca admiración, y el ojo y la voz de un poeta, puede articular. Es decir, que el cariñito se le escapa travieso a la catedrática. Así como en su novedoso intento de definir una poética de la obra de Julia, dentro del contexto amplio de la literatura caribeña y de la latinoamericana, así en el análisis de los poemas de 86 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 Julia, los versos que toca Yolanda con su palabra, quedan, ante el lector, iluminados, resplandecientes, como palabras de encantamiento. Es imposible comentar cada señalamiento a lo largo del libro, por razones de tiempo nos limitaremos a arar solo unos pocos. Yolanda comenta, al principio y al final, porque es ineludible hacerlo, esa controversia desafortunada que ha girado en torno a Julia, controversia asida a una nota propia de las "chismosas" peruanas. Me refiero a aquellos que ‘desvirtúan el sentido de su vida’ (31) y ‘cuestionan sus rumbos de vida y letras’ (190). Yolanda Ricardo no esconde nombres y apellidos, en ambas ocasiones. Recuerda incluso el equívoco que provocó una pieza teatral de Manuel Méndez Ballester titulada “Julia de Burgos y su amante secreto” (68), puesto que la obra alude como amante al Río Grande Loíza, protagonista de uno de sus más recordados y celebrados poemas, aunque surja en efecto de la controversia suscitada por su relación con Juan Isidro Jimenes Grullón. Indudablemente Julia sufrió en carne propia, con la fatalidad de una heroína de tragedia, su determinación de tener vida propia y de realizarla a la altura de los hombres, y más allá. Fue una joven divorciada, con todo el estigma que ello suponía entonces, que vivió un amor intenso con un hombre casado. Se dio a la bebida y se alcoholizó en algún momento durante su estadía en la ciudad de Nueva York. Pero ni siquiera eso apagó la llama de su creatividad. Más que de las manchas del sol, hablar debemos de la luz, nos enseñó Martí y nos lo recuerda Yolanda. Y añade, que “no es serio mostrar solamente la cara externa de lo acontecido. Un análisis riguroso –y sobre todo humano– requiere hurgar –nos dice– en las motivaciones, en las presiones, en la herencia acumulada de infortunios, desamparos, rivalidades, humillaciones, discriminaciones”. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 87 ¿Es que no sabemos que varios hermanos de Julia murieron en la infancia de desnutrición? En la historia de la literatura, y muy bien lo desentierra de las distancias del olvido Yolanda, las mujeres tuvieron una época de despegue, ardua y sufrida, en sus luchas emancipadoras. Julia pertenece a ese grupo de mujeres que escala cumbres bastante solitarias en el inicio del siglo veinte; de mujeres decididas a quebrar la ‘sexualidad colonizada’. Comienza, y comienzan aun, a escribir una literatura que se resiste a seguir, servilmente, el canon de los hombres. Comienza a escribir desde su propio cuerpo para descubrir su propio rostro, ese que acaso descubriera en las aguas de su río. Ese es uno de los sentidos que articulan su primer libro: “Poema en veinte surcos”. Recordamos que la obra comienza con ese poema de remembranza whitmaniana, “A Julia de Burgos”, y termina con otro de la misma estirpe que atrapa como un magno paréntesis el libro todo. Me refiero a “Yo misma fui mi ruta”. Con esa determinación proclamada, y con esa “tea en la mano”, inicia Julia su vida de poeta. Muchos sugieren que tuvo amoríos con Luis Llorens Torres porque él la proyectó a la cumbre de la ciudad letrada apenas iniciaba su carrera literaria. Otros la vinculan con Juan Antonio Corretjer porque este la acogió en Nueva York incorporándola al grupo editorial del semanario “Pueblos Hispanos” que dirigía él. Otras atribuciones de mujer irresistible se le han hecho, mas no creo que incluya, muy a su pesar, a Josemilio González, el destacadísimo crítico y poeta más o menos de su edad, que quedó prendado de ella con solo verla pasar. Tal parece que, en efecto, Julia era altamente atractiva, quizás por su belleza física, o quizás por su carácter indomable y su espíritu de sueño. Si no asusta o irrita, seduce. Lo que al respecto de 88 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 estos atributos se pasa por alto es que Julia pasó por la vida con una incandescencia que deslumbró a todos. No es Llorens, no es Corretjer, ni ninguno en particular o en específico. Julia fue celebrada de manera casi unánime. Por todos. Aun la “Renacuajo” de sus pesadillas tuvo que reconocer que algunos poemas de Julia estaban destinados a aparecer en todas las antologías. Apenas publica sus primeros textos en diarios y seminarios, ya ofrece discursos de rebeldía desde la tribuna y participa en la directiva de organizaciones patrióticas. Y ya la llaman “la novia del río” o “la novia del nacionalismo”. Allí, a su lado, casi niña aun, estuvo el cerebro mágico de Luis Muñoz Marín: don Vicente Géigel Polanco. Allí, y entonces, inicia sus trabajos en defensa de los presos políticos. No es, pues, solo Llorens el deslumbrado con sus versos. Lo estuvo también Francisco Matos Paoli, también preso nacionalista, aunque no llegó a conocerla, personalmente. Lo estuvo Juan Antonio Corretjer. Lo estuvieron todos. Ellos y ellas. Y lo seguimos estando. En el empeño de su rigor, Yolanda lamenta no haber podido hallar un artículo de José Antonio Dávila, publicado, según Julia, en la revista “América” y en “Alma Latina”. Ignoramos si se publicó o no en “América”, pero sabemos que sí en “Alma Latina”. En la versión que conocemos, incluida en el volumen “Prosa”, edición de la Sociedad de Autores Puertorriqueños de 1971, José Antonio da cuenta de haber escrito en el 1939 un artículo sobre “Canción de la verdad sencilla” de Julia, de ese mismo año, que se extravió en la redacción de uno de nuestros diarios, según dice. En el 1941 lo reconstruye, y gracias a ello podemos conocer la valoración del famoso poeta bayamonés sobre la poesía de Julia. Traemos el caso a propósito porque pone en evidencia ese deslumbramiento en un texto generalmente olvidado por la en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 89 crítica. Bellísimo e iluminador es este texto de José Antonio. Comienza apuntando que el libro de Julia, aunque tiene mucho de verdad, no tiene casi nada de canción y ninguna sencillez, Verdad, canción y sencillez son los elementos que sustentan el título, nos dice. A su juicio, es “uno de los libros más consistentemente abstractos e intuitivos que tiene el verso universal”, cito, “y uno de los más armónicos con la esfera, adelantado a la velocidad con que se mueven nuestros estados mentales”. Añade, ahí mismo, esta curiosa observación: “Se queda uno a veces – dice– un poco rezagado al seguir las imágenes. La velocidad es en ellas, lo que el tiempo es en la primera teoría de la relatividad einsteniana: una cuarta dimensión” (166). Dávila queda asombrado ante lo que llama “el milagro de la imagen”, intentando esclarecer la naturaleza de sus metáforas surrealistas. En “el mundo que se ha creado Julia”, dice José Antonio, “el cuerpo sube al celeste aposento del espíritu”, de modo que –añade luego– “se deriva la sensación de que si Julia se le quedara mirando fijamente a una cebolla de Bermuda, sería muy capaz de transformarla en una rosa de Jericó” (169). Concluye Dávila lo siguiente: “Será ella una de las grandes iluminadas, en la más biológica, la más antigua, y la más respetable de las experiencias humanas” (170). Y que conste que José Antonio, entonces, vivía aislado y agobiado por la tuberculosis. Como se ve, Julia pasó como una estrella por dondequiera que fue mientras vivió dentro del contexto del mundo caribeño. Como ocurrió en Puerto Rico, ocurrió en Cuba. Juan Bosch, ex presidente de la República Dominicana, Juan Marinello, Raúl Roa, Nicolás Guillén. Incluso el Nobel chileno Pablo Neruda, y muchos más. Si se tiene en cuenta que esos libros de Julia fueron escritos por una joven de entre 24 y 27 años de edad, mujer mulata, nacida en un 90 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 hogar rural empobrecido, el asombro camina sobre una cuerda floja. Camina. El asunto de sus amores con Juan Isidro Jimenes Grullón es otro de los aspectos preferidos en los novelones, pues algunos críticos y biógrafos han querido adjudicarle al rompimiento entre ellos el final trágico de Julia de Burgos. Fue Julia quien, por el contrario, rompió con Juan Isidro. Una lectura atenta a los trozos de sus cartas publicadas en el libro de Yvette Jiménez de Báez –“Julia de Burgos. Vida y poesía”, de 1966– debió bastar para despejar desde entonces esas inferencias. La lectura de las “Cartas a Consuelo” confirman sin lugar a duda el aserto. Julia rompió con Juan Isidro, y no al revés. Lo hizo a pesar del amor, movida por la dignidad. Jimenes, tras el divorcio, desprovisto de esa excusa, se negó a formalizar su relación sentimental con Julia... mientras vivieran sus padres. De modo que, tanto por negarse, después del divorcio, a poner a Julia en la posición que le correspondía, como por la pretensión de celar y reducir a la vida doméstica a una mujer rebelde, un ser humano excepcional que ya había aportado, aportaba, y aspiraba a aportar aún más a un destino más justo para la humanidad, la determinación de Julia era final y firme. Así consta en las cartas a Consuelo escritas en el momento mismo de los sucesos. Yolanda aporta el dato de que Julia aparece matriculada nuevamente en la Universidad de La Habana tras el suceso. De modo que es indudable que Julia pretendía continuar su vida. Eso intentó hacer en el ambiento inhóspito, poco hospitalario para una mujer divorciada, mestiza y pobre, de Nueva York. “El mar y tú”, ese libro póstumo que Julia escribe en Cuba, nació enraizado en su amor vivo por Juan Isidro. Pero ya incluía a principios de 1941 un grupo de “poemas en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 91 torturados y trágicos”, le dice Julia a su hermana Consuelo. Esos poemas recogen seguramente la experiencia de las dificultades y tropiezos ya emergentes, en su relación con Juan Isidro. Quizás por los periodos en los que él la dejaba sola para ir a dar conferencias por regiones de Cuba, pero también, muy seguramente, por las crisis ocasionadas por los celos de él, por su empeño de disfrazarla de mujer “puritana”, por su afán de mantener encerrado lo que nació viento, y por la indecisión de un hombre débil, incapaz de resolver con dignidad y valor su situación de pareja con Julia. Pienso, creo, que su decisión de posponer, ¡por más de diez años!, la publicación de “El mar y tú”, para terminar y publicar antes “Campo”, libro de poemas de tema social y proletario que ya nada debe al mar ni al río, obedece, en parte, al despego, quizás herido aun, quizás defraudado, de algo que quería dejar atrás, abandonado. Quizás por eso “El mar y tú” resultó ser a la larga, un libro póstumo. Quizás –nuevamente sea dicho– sea correcta, esencialmente, la interpretación de la exégesis de Ivette López Jiménez, recogida por Yolanda, sobre el tema del silencio en la “Canción de la verdad sencilla”. “En ti me he silenciado”, dice Julia. En efecto, este repetido silencio, este callarse, bien puede obedecer no solo al silencio autoimpuesto o impuesto a la mujer en el mundo de los hombres, sino también a las circunstancias políticas de mordaza, de persecución, tanto de nacionalistas como de comunistas en un país en guerra y de un imperio colonial que aun hoy nos aplasta y amordaza. Sabemos que Julia tenía carpeta en el FBI, y que era vigilada, y que le traducían sus poemas. Pero aun cabría pensar que ese silencio pudiera responder a otros motivos. Quizás, la intención de reducir, no presionar, las circunstancias tirantes de una relación próxima al naufragio. Pero ni una 92 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 ni la otra explicación concuerda, en mi opinión, con el tan señalado carácter rebelde, la irrenunciable dignidad de una mujer que se lanza a la vida con la tea en la mano. “En ti me he silenciado”, dice el verso, con sublime armonía. Con la más sublime entrega. Y es que me seduce otra interpretación plausible. Quizás en varias ocasiones el silencio pudo ser provocado por una situación de éxtasis, esa del amor cuando deviene divino, extasiado, el “quedéme y olvidéme entre las azucenas olvidado” que decía Juan de la Cruz, pero en sentido humano. Quizás, sencillamente, una sensación de plenitud que solo el amor puede producir. ¿Quién no lo sabe? Termino estas palabras citando a Yolanda: “Su obra posee –nos dice– lo que le pertenece por entero, lo realmente imperecedero, la condición de la perennidad en la memoria del arte y del mejoramiento humano de savia puertorriqueña, caribeña y latinoamericana, y también martiana. Entonces es válido decir que, desde este punto de vista, no cuentan los que han cuestionado sus rumbos de vida y letras que –si no han quedado– quedarán en el camino” (190). En el epígrafe del libro, dicho ahora aquí como sentencia final, Yolanda coloca estos versos de Julia: “No vengo del naufragio que es ronda de los débiles: mi conciencia robusta nada en luz de infinito”. Gracias infinitas, Yolanda, por este beso de hermanos. Imagen: Portada de la obra Más allá del tiempo, Julia de Burgos de Yolanda Ricardo Garcell en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 93 emilia oliva ángel gonzález g. ana isabel alvea enrique sánchez sotelo INTRODUCCIÓN Estimados lectores, En esta nueva edición te presentamos una nueva y excelsa selección de poesía: - El niño sirio, de Diego Agúndez Sacrificio, de David González Lavando el pelo a mi madre, de Denise Duhamel Razón de lucha, de Vicente Muñoz Álvarez y Rayos X, de Carlos Salem. Por supuesto y como es costumbre en esta sección, los poemas vienen acompañados de muy bellas y artísticas imágenes, cortesía de Ángel González G. Esperamos disfrutes de este gran encuentro de poética y plástica. José Gutiérrez-Llama 94 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 EL NIÑO SIRIO Diego AGÚNDEZ Tú no te has muerto, Aylan. Puedo escucharte cantando como un pájaro pequeño en mi conciencia. Estás escondido y mirando desde la rendija de la puerta del vestíbulo del alma, haces pompas de jabón con tus pulmones encharcados y levantas castillos con nuestras toneladas de carne conmovida. Estás navegando en tu barca llena de conchas y piratas por el mar, mientras tu padre y tu madre van contándote cuentos y cada uno de nosotros te busca escondido por casa, en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 95 buscándote en el día anterior al de alguien encontrándote en la orilla. Ahora marchas a dormir, chiquillo, en la paz de un gigantesco dormitorio. Pero tú no has muerto aún, tú mi pájaro pequeño, porque incluso mientras duermes puedo escuchar que tu respiración revolotea en mi conciencia. Ilustración: Cortesía de Ángel GONZÁLEZ. España. 96 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 SACRIFICIO David GONZÁLEZ me llamo david, y me esfuerzo, me esfuerzo, dios sabe que me esfuerzo, dios sabe lo mucho que me esfuerzo, y aunque no sea quién para decirlo, no solo lo digo, lo escribo: en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 97 no creo haber obrado del todo mal, pero nada, no hay nada que hacer: el suelo que labro no me quiere dar sus frutos, el suelo que labro no me quiere dar sus frutos, como a caín, pero yo me llamo david, ya te lo he dicho, y ni siquiera tengo un hermano al que matar. Imagen: Cortesía de Ángel GONZÁLEZ. España 98 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 LAVANDO EL PELO A MI MADRE Denise DUHAMEL No se puede duchar a causa del cable del gotero, los puntos de la mano. Todo su cuerpo le duele, los hematomas en forma de riñón en uno de sus costados – inflamaciones del color de las ciruelas-, el agarrotamiento de brazos y piernas. Inclina su cabeza sobre la pila, compruebo la temperatura del agua y la rocío con la misma sustancia con la que aclaro los platos. Su pelo se oscurece, del blanco al gris. Me mojo la camiseta sin querer, por accidente. Le enjabono con fuerza porque sé que es la única manera de hacerle sentirse bien. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 99 Hubo un tiempo en que yo era lo suficientemente pequeña como para bañarme en esta pila de la cocina, como es natural ya no soy la misma, nuestras células, las que más resisten, sólo viven diez años. Recuerdo un anillo de boda junto a la jabonera y la forma en que me arropaba con la toalla. Ahora su anillo está aplastado debido al siniestro y ya no se puede decir que sea un círculo precisamente. Hace unos días estaba revolviendo en el cesto, buscando sus llaves, seguro de que se encontraban allí enterradas, salpicándose con el agua que le di para beber de esta misma pila, buscando el engañoso extremo de la cama, ardiendo de fiebre por los estafilococos. Le seco con rapidez dado que su espalda empieza a sufrir calambres. Le hago sentarse y le froto la cabeza hasta dejarla lo más seca posible. El peine hace rayas donde yo solía practicar el alfabeto. Ilustración: Cortesía de Ángel GONZÁLEZ. España. 100 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 RAZÓN DE LUCHA Vicente MUÑOZ ÁLVAREZ 44 años la cabeza rota el corazón reseco la salud quebrada y aquí estoy domingo por la mañana frente al ordenador mientras mi compañera - 25 duerme plácidamente en el cuarto de al lado la contemplo desnuda unos segundos al ir al servicio su ilusión su fe en la vida en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 101 su confianza en mí motivos suficientes para seguir luchando Ilustración: Cortesía de Ángel GONZÁLEZ. España. 102 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 RAYOS X Carlos SALEM Esta es la historia de un niño gilipollas que soñaba con tener una visión de Rayos X para ver las bragas de las niñas, y se pasaba horas frente a una cómoda, mirando fijamente los cajones cerrados. Se creía a medias los cómics de súper héroes. No soñaba con volar, le importaba un carajo ser invulnerable, la visión de calor le parecía un truco barato, y lo de la súper fuerza le sonaba a impotencia de soldado. Él quería ver bajo los vestidos, frenar a tiempo para no enredarse en esqueletos, y conocer los tesoros que ocultaba su padre en los cajones de la cómoda que cerraba con llave. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 103 El niño pelotudo fue creciendo, con los ojos entornados. Usa gafas desde hace más de veinte años, ya sabe que lo de supermán era propaganda americana, un traje con los colores de una bandera ajena, como todas. Procura no mirar fijamente y de cintura para abajo cuando se acerca a una muchacha. Y algunas veces lo consigue. Pero cuando nadie lo ve, se sienta frente a una cómoda con los cajones cerrados e intenta atravesarlos con la visión de Rayos X que tenía cuando sólo era un nene boludito que empezaba a escalar por la pendiente de las dudas, en busca de varias certezas y una miopía. Como no lo consigue, se emborracha con licor de kriptonita, rompe las viejas fotos de Lois y queda en el bar de siempre con la Mujer Maravilla, que le hace creer que acierta cuando él adivina el color de sus bragas. Luego se van sin pagar, volando juntos. Ilustración: Cortesía de Ángel GONZÁLEZ. España. 104 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 josé gutiérrez-llama espacio diseñado para la exposición de libros que no tiene fin comercial ni de lucro 1.- Historias de vida Montserrat Tomás Createspace 2.- Muñeca Rusa Ángel González González Planeta Clandestino 3.- De canibalismo y otras filias José Antonio Durand UNAM. Estudios Superiores Zaragoza 4.- Hallarme yo en el mundo Ana Isabel Alvea Sánchez Ediciones en Huída en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 105 106 5.- De la nostalgia y otros vampiros Mara Romero Editorial Tintanueva 6.- La vida por delante Ana Alvea Sánchez y Jorge Díaz Martínez Ediciones en Huída 7.- La hora del lobo Javier Magano Ediciones Vitruvio 8.- Sol (antología poética de Michel Seuphor) Elisa Luengo Albuquerque Universidad de Extremadura 9.- Cuentos del sótano V Varios Ediciones ENdORA 10.-Bajo tus pies la ciudad Antonio María Flores Luna de poniente en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 11.- Hermanos de nadie Iván Onia Karima Editora 12.- La piel acerba Felipe Cuevas Ruiz JUS 13.- Pontevedra Modesto Bará Álvarez Editorial Discursiva 14.- Aura de luz y agua Francisco Vélez Nieto Guadalturia Ediciones 15.- Ebelina Mabel Bellante Textos intrusos 16.-PER VERSUM Juan Kam http://juanjosecamison.com/ en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 107 carlos hidalgo Villalba LA JUVENTUD (Youth) Carlos HIDALGO VILLALBA España. 2016 Me pregunto muchas veces qué le pasa a nuestra memoria con el paso del tiempo. Soy incapaz de recordar a mi familia. No me acuerdo de sus caras, ni de su forma de hablar. Anoche, observaba a Lina, mientras se dormía. Y pensaba en todo ese montón de cosas que he hecho por ella como padre. Y las hice a propósito para que las recordara de mayor. 108 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 Pero al final, ella, con el paso del tiempo, no se acordará de nada. Demasiado esfuerzo, sabes, un esfuerzo tremendo Mick, con un pobre resultado. Esta es la segunda película en habla inglesa, séptima en su trayectoria, del director italiano Paolo Sorrentino, quien alcanzara el cenit de su carrera con la obra maestra: “La gran belleza” (premio Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2013). Dos amigos (que además son consuegros) de 80 años de edad, están pasando unas vacaciones en un lujoso balneario en Suiza, al pie de los Alpes. Por un lado Fred Ballinger (Michael Caine), afamado compositor y director de orquesta ya retirado y por otro, Mick Boyle (Harvey Keitel), director de cine que desea poder terminar su nueva película. Mientras descansan se centran en rememorar sus vidas pasadas y en hablar del poco tiempo que les queda, realizando un retrato de sus vidas lleno de añoranza desde la madurez tanto vital como creativa. Una de las conversaciones que tienen los dos amigos mientras pasean, concluye con el monólogo de Fred con el que comenzamos este análisis. A lo largo de la cinta vemos como Fred realiza un esfuerzo denodado para evitar que una de sus populares canciones sea interpretada por otra cantante que no sea su esposa. Tal tozudez le hace enfrentarse a la mismísima Isabel II, reina de Inglaterra. La explicación a esta cerril decisión se en sentido figurado. revista literaria. Año 9 num. 4 may/jun. 2016 109 esclarece hacia el final de la cinta cuando el director decide viajar a Venecia. Paralelamente, Mick está centrado por completo en poder terminar su última película, sabiendo que ésta va a ser un testamento más que un film. Y mientras luchan en estas dos batallas, se enfrentan a sus fantasmas pasados, a nivel profesional como personal, observando a los demás personajes que pueblan el balneario: un actor famoso (Paul Dano), que está preparando su siguiente personaje; un viejo, obeso y decrépito Diego Armando Maradona; Miss America, que va a pasar unos días como parte del premio por haber ganado el certamen… Lo cierto es que con el envejecimiento se van eliminando muchos vínculos afectivos. Las personas mayores sufren duelos, ya sea por fallecimiento de su pareja, de otros seres queridos o de amigos, que les conducen a una progresiva situación de aislamiento afectivo, que hay que sumar al propio dolor de la muerte de la persona cercana. Y cada fallecimiento les recuerda que pronto les va a tocar a ellos. Además, los vínculos con los hijos se suelen debilitar con la edad, pues cada vez se ven con menos frecuencia y, en ocasiones, cuando conviven con ellos se sienten como si fueran una carga. Y, como resultado de este tipo de factores, suelen darse situaciones donde predominan las vivencias de desarraigo y abandono, de falta de expectativas de cara al futuro, de soledad, de aburrimiento y frustración. En más de una 110 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 ocasión, esta situación de desesperanza ha conducido al suicidio como única vía de salida al sufrimiento. Porque no es fácil lidiar con un cuerpo cada vez más cargado de dolencias, con un notable descenso del poder adquisitivo y con una pérdida progresiva de prestigio personal. Ante ello, muchas personas mayores tienden a refugiarse en su pasado, en lo vivido, ya que es lo único que les queda, pues el presente es sombrío y el futuro desesperanzador. Pero, a pesar de todo, la senectud puede ser una época tan feliz como otra. Depende ciertamente del proyecto de vida que se haya desarrollado con anterioridad. “La juventud”, en definitiva, es una reflexión sobre los estragos del tiempo y los sinsabores de la senectud, con un discurso, tan feroz y crudo, como bello. Una cinta que con frecuencia alcanza momentos sublimes conjuntando sabias reflexiones, con una estupenda fotografía y una música adecuada para cada momento. Imagen: www.google.com en sentido figurado. revista literaria. Año 9 num. 4 may/jun. 2016 111 judy garcía allende INTRODUCCIÓN Querido lector, En esta edición nos acompañan los versos de nuestra queridísima amiga Zoraida Rivera Morales. - Las flores de mamá y - Costuras de la vida. Espero que disfrutes de esta sección. Judy García Allende Editora 112 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 LAS FLORES DE MAMÁ Zoraida RIVERA MORALES Puerto Rico, 2016 Le pregunté a mamá sobre su flor favorita. Sonrío. Solo miró la foto en la pared. Allí estaban ella y papá. Él muy guapote de negro. Ella tan bella, de blanco y en sus manos cargaba rosas, rosas casi sonrojadas y casi anaranjadas. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 113 Ni una palabra, un abrazo y dos sonrisas. Imagen: www.google.com 114 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 COSTURAS DE LA VIDA Zoraida RIVERA MORALES Puerto Rico, 2016 Algunos cosen frisas calientes como el sol con patrones de rencor e hilos de dolor. Otros cosen sábanas frías como el Polo Norte en cuadrados de hielo, indiferentes… a la brisa y al tiempo. Y hay quienes extraen sus tijeras, alfileres, y botones, en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 115 juntan sus retazos dispuestos a crear. Y con poco emprenden la aventura. Esos calientan frías sábanas para albergar almas ajenas, recortan, reúsan. Crean exclusivos diseños con sus vidas. Evito los primeros. Los últimos son un regalo preciado en el telar de mi vida. Imagen: www.google.com 116 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 lourdes bueno INTRODUCCIÓN Queridos lectores: En este número queremos presentarles a una mujer de Teatro con mayúscula. Virginia Campón ha ejercido, en distintos momentos de su vida, las profesiones de dramaturga, actriz, directora, profesora y monitora de teatro, bailarina y coreógrafa, técnico de luces y sonido y regidora; además de actuar como reportera y presentadora en el programa televisivo La luna de Cáceres. Esta artista polifacética se licenció en Humanidades por la Universidad de Extremadura (2013), es diplomada en Locución y Doblaje por el Instituto del Cine de Madrid (2012-2014) y en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 117 ha recibido Estudios de Interpretación en la Escuela de Teatro y Danza de Extremadura. Esta sólida promesa del panorama teatral español contemporáneo ha impartido, desde 2007 hasta el presente, más de una veintena de cursos, talleres y seminarios sobre el hecho teatral y, en la actualidad, colabora con el grupo Zumo Animaciones desarrollando proyectos culturales, educativos y de animación. Como dramaturga, ha recibido nominaciones y premios por obras como Gris, La noche de las mariposas, Sueños de luna, La habitación o La muerte de los peces. Edén 2020, la pieza que publicamos a continuación, parte de una situación trágica (la repentina y devastadora aparición de un tsunami) que propicia (o impone, según se mire) el encuentro de dos personajes que, obligados por las dramáticas circunstancias, tratan de sobrevivir dentro de un supermercado abandonado. La aparición de un “tercero en discordia” provocará dudas e inseguridades que harán que emerjan secretos y sentimientos ocultos. En un excelente tour de force los personajes van delineando, a través de las palabras, sus motivaciones últimas; y la trama, en continuo suspense, termina con un golpe de efecto inesperado que, más que resolver cuestiones, nos plantea una profunda reflexión sobre la capacidad de supervivencia del ser humano. Lourdes Bueno Editora 118 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 EDÉN 2020 Virginia CAMPÓN PÉREZ Foto: Pedro Jiménez PERSONAJES: EVA: Mujer de unos 30 años. AMARU: Mujer, 30 años. HOMBRE: Varón de unos 35 años. (El escenario es la reproducción de un supermercado lleno de estantes y comida. En el frontal, un gran letrero en el que se leerá: “Supermercados EDÉN 2020”. A la derecha, la puerta de entrada desde la calle.) (Los personajes aparecerán en el patio de butacas. Mientras, la escena se mantendrá a oscuras.) Eva: (En el patio. Simulando que todo se mueve a su alrededor.) ¡Dios santo! ¿Qué es lo que pasa? ¡Socorro! ¿Alguien puede ayudarme? (Se agarra a las personas del público como si fueran viandantes que sufren su misma tragedia, entre ellos a Amaru, que está en el patio de en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 119 butacas.) ¡Señora! ¿Sabe algo? ¿Dónde tengo que ir? ¿Alguien puede decirme qué está pasando? ¡No se queden parados! ¡Márchense de aquí! ¡Hay que ponerse a salvo! ¡Corran hacia algún lugar! (Desesperada.) ¡Que alguien me ayude, por favor! Amaru: (En el patio, a algún espectador.) ¡Suélteme! No, sé nada... Si quieren sobrevivir... ¡corran! (El escenario se ilumina dejándose ver el cartel luminoso de la entrada con el letrero. De repente, todo se empezará a mover. Los estantes caerán al suelo, desparramando la comida por el espacio y una luz intermitente acompañada de un gran estruendo nos informará de que está produciéndose un gran terremoto. Los personajes se encuentran en la sala, mirando el espacio aterradas, se tambalean. El escenario permanecerá con su intermitente parpadeo.) Eva: (Encontrándose con Amaru.) Por favor, ¿puedes ayudarme...? Amaru: ¡Déjame en paz! Eva: No sé dónde ir... Amaru: ¡No es problema mío! Eva: ¿Qué está pasando? ¿Es un terremoto? Amaru: ¡Un tsunami! Eva: ¿Cómo? Amaru: ¡Yo que tú correría a un lugar elevado! Esto se va a poner feo... 120 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: (Agarrándola.) ¡Ayúdame, por favor! (Amaru está intentando llamar por el móvil. En el forcejeo se cae al suelo.) Amaru: (Empujándola. Intentando encontrar el aparato.) ¡Suelta! No queda tiempo. (Las dos miran al fondo del patio de butacas visualizando la gran ola que se acerca hacia ellas.) Eva: ¡Dios Santo! ¿Qué es eso? Amaru: ¡Corre! Eva: ¿Y tu móvil? Amaru: ¿Eres imbécil? ¡Corre! Eva: (Muerta de miedo.) ¿Dónde? Amaru: ¡Arriba! (Huyen y llegan al escenario, que permanece con su luz intermitente. En el patio de butacas la proyección de un tsunami envolverá al público, que se convertirá en víctima inocente de esta catástrofe. Cuando Eva entra en el supermercado se queda inmóvil, mirando el desastre.) Eva: ¡Dios santo! Se lleva a las personas, los coches... ¡Vamos a morir! (Gritando.) ¡Corran hacia aquí! Amaru: (Intentando apartarla de la puerta.) ¿Eres imbécil? ¡Vamos! Revisa si hay ventanas en alguna parte. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 121 Eva: ¿Ventanas? ¡Hay que ayudarles! Amaru: Si las hay, moriremos ahogadas. Eva: (Después de ver el espacio.) No hay ninguna. Amaru: Así tal vez nos salvemos. ¡Ayúdame con esto! (Eva no reacciona.) (Empujándola.) ¡Vamos! ¿Eres gilipollas? Eva: ¡No puedes cerrar! ¡No podrán entrar! ¡Morirán ahogados! Amaru: Ya no tienen ninguna posibilidad. Quizás nosotras sí. ¡Ayúdame! Eva: (Sin reaccionar.) No funcionará. Amaru: Espero que sí. Este sitio es como un búnker. ¡Vamos! Eva: (Llorando.) ¡No puedo! Amaru: (Agresiva.) No he llegado hasta aquí para morir por culpa de una niñata llorona. (Empujándola.) ¡Hazlo o moriremos! (Cogen alguna estantería y la ponen en la puerta entre las dos. Se escucha un estruendo. Las chicas gritan. Se oye algún sollozo de Eva. Golpes. La luz se apaga definitivamente.) (Poco a poco la proyección de la sala cubrirá todo el espacio, como si el agua hubiera anegado el patio de butacas a su paso. Todo está inundado menos el escenario. Se escucha un gran silencio.) 122 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: (Llorando.) ¡Los hemos dejado morir! Podían haber sobrevivido. Pero hemos cerrado la puerta... Amaru: No habrían llegado. Eva: ¡No lo sabemos! No esperamos. ¡Cerramos la maldita puerta de entrada! Amaru: Por eso nos hemos salvado. (La luz de unos camping-gas alumbrarán la escena. Las mujeres deambularán por el espacio, llevarán comida. En uno de sus viajes dejarán una radio en escena. Se apagará la luz. Se volverá a encender y veremos cómo descorren la estantería para desbloquear la entrada sin éxito. Se vuelve a apagar la luz. La escena estará sonorizada con sirenas que chillan a lo lejos.) (A oscuras. Se ilumina la radio. Una locución radiofónica de una voz en off.) Voz en off: La cifra de muertos después del terremoto y el tsunami era de 20.891 personas hasta el domingo. 5.344 personas permanecen en paradero desconocido. 11.991 hogares han sido destruidos. La cifra puede seguir aumentando en los próximos días. Y es que cada año los desastres naturales afectan a unos 250 millones de personas... (Se termina la locución y se apaga la luz de la radio.) (Con luz.) Amaru: ¿Has vuelto a escuchar las sirenas? Eva: Hace dos días que no oigo nada. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 123 Amaru: Nos han dado por muertas. Eva: ¿Has puesto la radio? Amaru: No funciona. Intentaré arreglarla. Eva: Déjame intentarlo a mí. Amaru: (Violenta.) ¡No! Eva: Venga, no seas tonta. Más no se puede estropear. Amaru: (Empujándola.) ¡He dicho que no la toques! Eva: ¿Se puede saber qué te pasa? Amaru: (Cambiando.) entretenida con algo. Me viene bien mantenerme Eva: Está bien. Me voy a dormir al almacén. Hace menos frío. Amaru: Me quedaré aquí. (Amaru se queda sola en el escenario. Apaga el camping-gas. Se ilumina la radio.) Voz en off: Según la Organización Mundial de la Salud, después de una catástrofe como la ocurrida el pasado 13 de julio, los mayores problemas provienen de la pérdida de infraestructuras mínimas tanto civiles como sanitarias: la incapacidad sanitaria para atender a las víctimas. Las infecciones, la falta de agua potable... (A oscuras, en el escenario.) 124 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: ¿Nos queda agua? Amaru: Un par de botellas. Eva: ¡No aguantaremos mucho sin beber! Amaru: Si consigues abrir la puerta tienes toda la del mundo. Eva: ¡Qué graciosa! Amaru: Puedes apartar los cadáveres y los escombros.... Agua tienes para aburrir... Curioso que vayamos a morir de sed cuando hemos estado a punto de morir ahogadas. El destino no tiene punto medio. Y Dios parece ser cruel al respecto. Eva: ¡Cállate! Dios no tiene que ver en esto. Amaru: Tu Dios es el de “aprieta pero no ahoga”, pero el dicho no dice nada de morir deshidratadas... Eva: ¡Te quieres callar y dejar de decir tonterías! Amaru: Vivo a oscuras en un supermercado desde hace cuánto... (Pensando.) ¿Una semana? ¿Diez días? ¡He perdido la cuenta! Sin posibilidad de salir, rodeada de lodo y muertos, a punto de morir de sed o de frío, con un par de horas de luz al día... ¿Y no tengo derecho a decir tonterías? ¡Creo que me he ganado ese privilegio! Eva: Si eso te ayuda a sentirte mejor... ¡Haz lo que quieras! Amaru: (Cambiando de tema.) ¿Podemos encender ya las lámparas? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 125 Eva: (Seca.) Aún es pronto. Gastaremos todo el gas que nos queda. Amaru: Sin agua aguantaremos pocos días, por lo menos que podamos ver el final de nuestra existencia. (Se enciende la luz de las lámparas camping-gas.) Eva: Tienes un curioso sentido del humor... Amaru: Del que tú careces absolutamente. Eva: Ya ves, creo que lo he perdido. Amaru: ¡Pues no vuelvas a buscarlo porque morirás ahogada! Eva: ¿Quieres callarte? Amaru: ¡No, no quiero! Eva: ¡Llevo días oyendo tus quejas! Amaru: ¡Habló la mojigata! (Imitándola.) “¡No sé dónde ir! ¿Alguien puede ayudarme?”. Eva: ¡Estaba asustada! Amaru: Como todos. ¡Si no llega a ser por mí, habrías muerto! Eva: Quizás tengas razón. ¡Pero eso no te da derecho a estar todo el día quejándote! Amaru: ¿No me da derecho? ¡Te salvé de ser uno de los 126 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 miles de muertos de ahí fuera! Eva: (Sincera.) ¡Y yo te lo agradezco! Pero hay que ser positiva. Amaru: ¿Positiva? Eva: Seguro que salimos de esta. Amaru: ¿Cuántos supervivientes conoces de tsunamis? ¡Solo se cuentan los muertos! Eva: Nosotros estamos vivas. Amaru: Aún. Eva: Y seguro que hay más supervivientes. ¡Nos estarán buscando! Amaru: Sí, yo dejé una nota en casa: “Si no me encuentran estaré en el supermercado”. Eva: Sigue con tu ironía, pero no sirve de nada. No podemos salir, estamos encerradas hasta que vengan a por nosotras. Al menos estamos a salvo y tenemos comida... Amaru: ¿Comida? La mayoría de ella se está pudriendo o está infecta. (Irónica.) Pero tenemos latas, lejía y lavavajillas para aburrir... Y dos botellas de agua. ¡Estamos en el Paraíso! ¡Bienvenidas al Edén! Eva: Podríamos estar peor... Amaru: ¿Peor? ¡Estás de broma! Igual no te has dado cuenta de la situación, pero vamos a morir aquí dentro. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 127 ¿Qué sentido tiene sobrevivir a una catástrofe para morir después de hambre o de sed? ¡No es justo! (Rompiendo. Se levanta y deambula por la estancia.) ¡No puedo! Todo esto me está volviendo loca. La sensación de estar aquí encerrada. El saber que en cualquier momento todo se va a acabar... ¡Tú me pones enferma! Eva: (Tranquilizándola.) Amaru, no vamos a morir. Amaru: ¿Ah no? Eva: Mandarán a alguien. Amaru: ¿A un supermercado en medio de ningún lugar cubierto de lodo y agua? Eva: Seguro que vendrán. Amaru: A limpiar la mierda y los cadáveres. Entonces nos encontrarán. Eva: Por favor, no digas eso. Amaru: ¿Sabes cuánto aguanta una persona sin beber agua? Tres, cuatro días... Eva: Pero aún tenemos algunos alimentos. Amaru: (Irónica.) ¿Latas? No hay fruta o está podrida. Tengo calambres, náuseas, mi cuerpo y mi cabeza no responden igual. ¿Cuánto llevamos aquí? Eva: 15 días. Me he molestado en ir apuntándolo en esa pared. 128 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Amaru: ¿Para nosotras o para ellos? Eva: ¿Para quiénes? Amaru: Si nos vienen a buscar sabrán cuánto tiempo esperamos. Eva: Resistimos, Amaru. No esperamos. Amaru: Sobrevivimos. Eva: (Reconfortándola.) Vivimos, tú lo has dicho. Amaru: Esto no es vida. Es una lenta agonía mientras nos secamos por dentro. ¡Nos estamos muriendo! ¿Lo notas? ¿Tienes temblores? Pues eso es que te estás comiendo tus propias entrañas. Eva: Por favor, no hables de esa manera. Me entran ganas de vomitar. Amaru: Tus náuseas no son culpa mía, bonita. (Se dirige hacia la puerta. Empujándola.) ¿Y aún no se puede salir? Eva: Está atascada. Debe haber algo al otro lado. Amaru: (Se sienta detrás de la puerta. Hundida.) Puede ser cualquier cosa. Vi coches en los tejados de las casas. Las paredes de los edificios se desplomaban al paso del agua. Todo era una gran masa de escombros... Eva: ¡Basta ya! Vamos a comer algo. Amaru: (Irónica.) Sí, el recuerdo me ha abierto el apetito. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 129 Eva: Por favor. Amaru: ¿Qué hay de menú? Eva: Albóndigas y judías cocidas. Amaru: ¡Yuju! Latas sin cocinar. Este debía ser el peor supermercado del mundo. Bueno, como el Edén en el que solo había un puto árbol de manzanas. Eva: (Paciente.) Siéntate. Amaru: ¿De verdad crees que vendrán a por nosotras? Eva: Estoy segura. Tú no dejes de utilizar la radio. Por cierto, ¿dónde está? Amaru: (Señalando el viejo aparato de radio.) Ahí al lado. Eva: ¿No te ha contestado nadie? Amaru: No funciona, ya te lo he dicho. Además, aunque funcionara, el Tsunami se debió de llevar por delante todas las comunicaciones. ¡No vendrán! Eva: Vendrán. (Abren las latas y empiezan a comer en una escena cotidiana un tanto dantesca.) Amaru: ¿Qué hacías cuando comenzó esto? Eva: Estaba en casa. Amaru: ¿Y ya está? 130 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: Escuché las alarmas, pero no sabía qué pasaba. Un policía con un megáfono gritaba que evacuáramos, pero no daba ninguna información más. ¡No sabía qué tenía que hacer! Hacia dónde tenía que dirigirme. Amaru: Supongo que no lo sabía ni él. Estamos preparados para casi todo, pero pensamos que los desastres naturales nunca nos van a tocar a nosotros. Y pasan una y otra vez. Eva: Nadie está preparado para lo que no puede controlar. Amaru: Hay gente que almacena comida durante años para estos casos. Eva: Supongo que por mucho que guardes, si después tienes que salir corriendo... Amaru: ¡Unos se mueren de hambre mientras los ricos almacenan comida que ahora flota en un mar de muertos! Eva: Seguro que los cuerpos de salvamento pueden recuperar parte. Amaru: ¡Qué ironía! (Después de un silencio.) ¿Dónde estabas? Eva: En mi sofá... Supongo que veía algo en la tele, pero ahora no recuerdo qué. Es curioso, ¿verdad? Amaru: ¿Estabas sola? Eva: Sí. Salí con mi perro de casa. Amaru: ¿Con tu perro? ¿Te estaban evacuando y saliste con un chucho? ¡Lo tuyo es de manual! (Burlándose.) “Si estás en en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 131 una catástrofe ¿qué salvarías primero? Tu ropa, tus joyas, tu perro...”. (Como si contestara Eva. Levantando la mano infantil.) “A mi perro, señor, está claro”. ¡Eres imbécil! ¿De dónde te han sacado? ¿De un concurso? Eva: Siempre pensé que si pasaba una emergencia lo salvaría a él. Amaru: Pues qué bien, ya me quedo más tranquila. Si hay una réplica, ¿salvarás unas cuantas latas del “frigo”? Eva: Era mi compañero. Amaru: ¿Y qué le pasó? Porque está claro que no se salvó contigo. ¿Te abandonó en el camino por una perrita de su raza? Eva: Estábamos en la calle cuando sentimos el primer temblor. Los árboles se caían, las cornisas de las casas chocaban contra el suelo... Lo solté. Amaru: Cada vez me voy sintiendo más protegida a tu lado. ¿Soltaste a lo que más querías? Eva: Había una niña en el suelo... Amaru: ¿La salvaste? Eva: No llegué a tiempo. ¡Había mucha gente corriendo! ¡Corrían en todas las direcciones! ¡Gritos! La gente estaba como loca. Desorientada. Yo también. La pisaron... Amaru: (Muy seca.) O sea, que al final no sirvió para nada. ¡Los dejaste morir a los dos! ¡Eres un regalo! 132 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: (Agresiva.) ¿Se puede saber qué te pasa? Amaru: ¿A mí? Nada. Si consigues salir de esta no podrás olvidarlo. Eva: Supongo que como todos. Amaru: Casi mejor estar muerta que sentirse culpable el resto de la vida. (Se bebe el agua de la botella de un trago. Brindando.) ¡Por el síndrome del superviviente! Eva: (Le quita la botella vacía de las manos.) ¿Estás loca? Solo nos queda una. Amaru: Menos sufrimiento. Eva: Era para compartir. Amaru: Míralo como yo lo veo. Te estoy haciendo un favor. Yo muero antes, así no tendrás que preocuparte de mí y si tienes que salvar a alguien, quizás esta vez puedas hacerlo. Pero no lo intentes conmigo. ¡Eres patética! (Burlándose.) “Salvo a mi perro, pero ahora veo una niña. ¿Qué es más importante? Todos corren... ¡Tengo miedo! ¡Me salvo yo!”. ¡Maldita niña mimada! ¡Si sabías que no podías hacerlo no haber dado esperanzas! Eva: ¡Vete a la mierda! Amaru: No puedo estar más dentro. Eva: En eso tienes razón. Amaru: ¿Sabes dónde estaba yo? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 133 Eva: No me interesa, me he cansado de tus tonterías por hoy. Tengo sueño. Intenta lo de la radio. Amaru: Si no me hubieras tirado el móvil... Eva: Fue un accidente. Amaru: Otra de tus cagadas en la huida. Eva: ¡Arregla el maldito aparato! O mañana lo intentaré yo. Voy a dormirme. (Se marcha.) Amaru: ¡La radio! Como si esto fuera una película... ¡No va a servir de nada malgastar fuerzas en hablar por la radio! Tampoco hubiera servido de nada el móvil. Quizás sea mejor así. Ahora solo dan cifras de muertos y desaparecidos. Quejándose de lo que pudo haberse evitado y no se hizo. ¡Mejor morir aquí que estar toda la vida siendo la superviviente de la tragedia! Recordando la cara de los muertos, de los que dejamos atrás. Si es que alguien puede recordar algo realmente... Ahora para todos somos cifras. (Jugando.) Me pido el número 10.955. Señores, aquí Amaru, la víctima 10.955. (Apaga la luz del camping-gas. A oscuras, se ilumina la radio.) (Suena la voz en off.) Voz en off: Una proporción demasiado elevada de la ayuda es escasa, tardía, de calidad mediocre y sin centrarse en las necesidades concretas de los afectados. El sistema internacional de respuesta humanitaria será incapaz de hacer frente a las sucesivas crisis causadas por catástrofes naturales a menos que se inviertan en él 25.000 millones de dólares anuales. 134 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 (Encendiendo la lámpara.) Eva: Amaru ¿Has oído algo? Amaru: (Sobresaltada.) A ti gritar. Eva: ¿Encendiste la radio? Amaru: Ya te he dicho que está estropeada. ¡No funciona! Eva: Te juro que he escuchado ruido. Amaru: Serán las voces de tu conciencia. La niña gritando o tu pobre perro ladrando... ¡Guau! ¡Guau! Eva: ¡Zorra! ¡Dame la radio! Amaru: (Se lo impide agresiva.) Y yo te juro que esto no funciona. Eva: (Intentando arrebatársela.) ¡Déjame intentarlo! Amaru: Vete a la cama. Quizás necesitemos esas fuerzas mañana. Eva: ¿Me estás ocultando algo? Amaru: ¿Yo? (Suenan unos golpes leves en la puerta.) Eva: ¡Calla! ¿Has oído eso? Amaru: No oigo nada. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 135 (Se vuelven a escuchar. Rítmicos, al otro lado.) Eva: ¡Creo que vienen a por nosotras! Amaru: Puede ser el viento. Eva: Es un sonido rítmico. ¿Lo escuchas? (Gritando y empujando con todas sus fuerzas.) ¡Ayuda! ¡Estamos aquí! Amaru: ¡Deja de gritar! Nadie va a escucharte. Eva: ¡Están al otro lado! Amaru: Algo golpea contra la puerta. ¡Puede ser cualquier cosa! Eva: Alguien. Amaru: ¿Ha parado? Ya no se oye. (Iniciando el mutis.) Vamos a dormir. Eva: (Se dirige hacia la puerta.) ¡Estamos aquí! ¡Socorro! (Se escucha la contestación con golpes en el exterior.) Amaru: (La aparta de la puerta.) ¿Estás tonta? ¡Cállate! Eva: ¡Nos están buscando! ¡Vienen a rescatarnos! Amaru: (Irónica.) Sí, sabían que estábamos aquí. Lo que pasa es que nos han dejado quince días de vacaciones en el Paraíso. ¡Puede ser cualquiera! Eva: Pero vienen a por nosotras. Igual es un equipo de rescate que está buscando supervivientes. 136 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Amaru: Igual sí o igual no. No sabemos ni quién es, ni qué quiere. Así que cállate. ¡Mejor que no sepan que estamos aquí! (Se vuelven a escuchar ruidos.) Eva: (Susurrando.) Vuelve a golpear. Amaru: Ya lo oigo. Ahora no hace falta que susurres, está claro que te han oído. Eva: ¿Qué vamos a hacer? Amaru: Defendernos. (Se va y aparece con una escopeta.) Eva: ¿De dónde has sacado eso? Amaru: Estaba detrás del mostrador. La encontré cuando estuvimos revisando todo. Eva: ¿Y si vienen a ayudarnos? Amaru: Lo más seguro es que vengan a por comida. No sabemos qué es lo que ha pasado en estos quince días. Así que deja de esperar a que venga tu caballero con su corcel blanco. Eva: No vas a hacerles daño, ¿verdad? Amaru: Reza porque no nos lo hagan a nosotras. Eva: Amaru, para. En estos casos, la ayuda tarda bastante. Amaru: ¿Cuánto hace que no escuchas una sirena? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 137 Eva: Desde hace diez días... Más o menos. Amaru: La ayuda ya se ha ido. Los que están ahí fuera vienen a por comida. Y no sabemos de qué tipo. Eva: ¿A qué te refieres? Amaru: Que vienen a por víveres y se van a encontrar un regalo: Dos mujeres solas. Eva: ¿Crees que nos harán daño? Amaru: No, si podemos evitarlo. Cuando los veamos entrar, apaga el camping-gas. Ellos no verán nada porque vienen desde la luz, pero yo tendré tiempo de disparar. Eva: Yo no estoy segura de esto. Amaru: ¿Quieres sobrevivir? ¡Pues hazme caso! Eva: ¿Y si les golpeamos y salimos corriendo? Amaru: ¿Dónde irías, lista? Sin documentos, papeles o algo que te identifique. Eva: Seguro que hay algún refugio. (Los golpes se oyen más nítidos indicando que se acercan.) Amaru: Cada vez suena más cerca. Los desgraciados van rápido. Eva: Amaru. No les dispares, por favor. No podríamos vivir sabiendo que hemos matado a alguien. 138 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Amaru: Habla por ti. ¿Preparada? Eva: Tengo miedo. Amaru: ¡Vaya novedad! Uno, dos. Espera. Espera, aún no. Eva: Cuando tú me digas. Amaru: ¡Mierda esto está atascado! Eva: ¿Qué vamos a hacer? Amaru: ¡Joder! No lo sé. Eva: ¡Están aquí! Amaru: ¡No funciona! Eva: Amaru, ¡la puerta! Amaru: Tres. (Eva apaga el camping-gas y Amaru golpea en la oscuridad al desconocido. Un Hombre solo. Se vuelve a encender la luz.) Amaru: ¡Será mamón! Eva: ¿Viene solo? Amaru: ¡Este es un salteador! Un carroñero. Te dije que no iba a salvarnos. Salvamento nunca deja a uno solo. Lo hacen por equipos para que todo el mundo esté protegido. Eva: ¿Cómo sabes tanto? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 139 Amaru: No hay que ser muy listo para saber que es peligroso moverse solo. Eva: Le has dado un buen viaje. Amaru: Busca algo para atarle. Eva: ¿No nos vamos a la ciudad? Amaru: ¿Estás loca? Si este ha venido a por comida solo, la cosa en la ciudad tiene que estar fatal. Puede ser peor bajar. Por ahora nos quedamos aquí. Eva: ¿Y el agua? Amaru: Racionaremos esa botella. Eva: Hace un momento íbamos a morir de sed. ¡No podemos quedarnos! Amaru: ¡No vamos a irnos! ¡Aquí podemos sobrevivir! Eva: ¿Cuánto tiempo? Amaru: ¡No lo sé! ¡Déjame pensar en algo! Por ahora, ayúdame a poner la estantería. ¡No queremos que vengan más! No tengo muchas fuerzas. De uno aún podemos protegernos, pero no podemos arriesgarnos. Estamos muy débiles y ellos siempre son más fuertes... (Eva lleva rato sin escucharla. Permanece inmóvil con la puerta del supermercado abierta.) (En el patio de butacas se proyectan los efectos desbastadores del tsunami que lo ha arrasado todo.) 140 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: ¡Dios Santo! ¿Qué hemos hecho? Amaru. ¡Cierra la puerta! Puede haber más escondidos. (Colocan de nuevo la estantería bloqueando la salida.) ¡Vamos! Eva: ¡Amaru! Está todo destruido. Estábamos cubiertas de lodo. Por eso no nos encontraron. Amaru: No nos encontraron porque no buscaron. Eva: En estos casos se tiran meses. Amaru: Eso era antes, ahora no hay dinero. Hacen un poco el paripé y recuentan muertos. Yo soy el 10.955. Eva: ¿Qué es ese número? ¿Quién te lo ha puesto? Amaru: Yo misma. Tú puedes ser el 10.956. Eva: ¿De qué coño estás hablando? Amaru: Puedes ser otro si prefieres. Eva: ¿Te has numerado a ti misma como víctima? Amaru: Ya lo hicieron otros cuando dejaron de buscarme. Cuando importaba más seguir con su vida que rescatar a los que lo habíamos perdido todo. Cuando se olvidaron que detrás del número había una persona. Eva: Igual no se olvidaron de nosotras. Amaru: Ahora sí estamos abandonadas. En algún lugar alguien estará donando dinero para la causa, sin ser en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 141 consciente de que su gobierno es el que tiene que ayudar. No necesito caridad sino justicia. He decidido que él será la víctima 11.000. Eva: Pero si no está muerto. Porque ¿no está muerto? (Le toma el pulso.) Amaru: Aún no. Número 10.956 ayuda a 10.955 a atar a 11.000. Eva: No hables así. No me gusta. Amaru: ¿Tú crees que podría haber elegido un número mayor? Viendo lo que hay ahí fuera, creo que sí. Eva: (Derrumbándose.) ¿Te estás escuchando? Esto no puede ser verdad... ¡Hemos atacado a un hombre! ¡Nos estamos volviendo locas! Amaru: Tranquila. Saldremos de esta. Al menos nosotras dos. Eva: ¿Piensas matarle? Igual podemos identificarle. (Le rebusca los bolsillos sin éxito.) Amaru: Había pensado en preguntárselo a la policía, pero es que la radio no funciona. Eva: (Estallando.) ¡Estoy harta de tus ironías! Amaru: ¡Yo no tengo la culpa de esto! Eva: Solo piensas en ti. Amaru: Sobrevivo, como todos. Solo que yo no voy de lo 142 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 que no soy. Eva: Los dejaste morir. Nos encerraste aquí. Amaru: Solo evité que muriéramos. Eva: Lástima que los de fuera no puedan decir lo mismo. Amaru: ¡Me cansan tus insinuaciones! Yo no vi que te quedaras a ayudar. Y cuando estabas, fuiste más bien un estorbo. Eva: ¡Lo intenté! Amaru: ¡Intentaste salvar a tu perro! Eva: Era lo único que tenía. Al menos traté de salvar a mi compañero. Amaru: Tú puede que seas una niña de papá. Pero en mi mundo no todos son buenos. Hay guerras, muere gente. Matamos gente. Para sobrevivir hay que elegir y eso es lo que yo hago. Eva: ¿Dejándolos morir? Amaru: Mientras que tú te paseabas con tu chucho, yo huía. Eva: ¿De qué estás hablando? Amaru: De nada. Eva: (Fuera de sí.) ¡¿Y tú, a cuánta gente has salvado tú?! Amaru: (Seca.) Te salvé a ti. Uno a cero, tú aún no has en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 143 salvado a nadie. Eva: (Dolida.) Lo intenté. Amaru: Si no quieres ver lo que va a pasar, quédate al margen o abre la puerta y vete. Pero ahí fuera nadie va a venir a salvarte. No le importamos a nadie. Somos dos números, sin cara, sin nombre, sin vida... Eva: No puedes estar hablando en serio. ¿De verdad piensas eso? ¿Qué ha pasado en tu vida? Amaru: (Agresiva.) ¡Márchate! (La intenta sacar del supermercado. Eva al verse en peligro cambia a una actitud más cordial y dialogante.) Eva: Al menos espera a que se despierte y le interrogamos. Amaru: Le tenía que haber pegado un tiro cuando entró. Eva: ¡Espera! ¡Piensa! Él viene de fuera, sabrá lo que ha pasado. Le preguntaremos y así averiguaremos si venía solo, si podemos bajar a la ciudad. Sus motivos. Y si es de ayuda... Amaru: ¡No es de ayuda! ¡Nunca vienen solos! ¡Ya te lo he dicho! ¡Lo sé! Eva: Pero no me has dicho por qué lo sabes. Amaru: Seguro que es lo primero que dice para intentar convencernos, pero en cuanto le desatemos, nos robará la comida y nos hará daño. ¡Son todos iguales! Eva: ¿De qué hablas? No le desataremos hasta haberlo 144 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 juzgado. Lo prometo. Amaru: ¿Diga lo que diga? Eva: Diga lo que diga. Pero tampoco le haremos daño hasta estar seguras de que miente. ¿De acuerdo? Amaru: Está bien. Eva: Mira, creo que está despertando. Amaru: ¡Déjame hablar a mí! ¡No abras la boca! Mejor escóndete hasta que yo te diga. Eva: ¿Esconderme? ¿Por qué? Amaru: Si se piensa que estoy yo sola, quizás intente algo y así veremos sus verdaderas intenciones. Eva: ¿Estás segura? Amaru: ¡Vamos! Hemos dicho que lo haríamos a mi manera. ¡Márchate! (Eva se marcha. El Hombre se está despertando.) Hombre: (Aturdido por el golpe.) ¿Qué ha pasado? Amaru: ¿Nombre? Hombre: ¿Qué? Amaru: ¿Por qué estás aquí? Hombre: Perdona, no te entiendo. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 145 Amaru: ¿A qué has venido? Hombre: No sabíamos que había gente. Llevamos días de rastreo, intentando encontrar personas bajo los escombros... ¡Tenemos que salir de aquí! Amaru: ¿Nos estabais buscando? Hombre: A decir verdad... La búsqueda está menos activa. Ya no se esperaba encontrar supervivientes, ahora solo recogemos enseres y víveres... Y recontamos cadáveres... Amaru: ¿A eso has venido? Hombre: Es un supermercado. Amaru: Entonces no eres de salvamento... Hombre: Soy policía. Amaru: (Violenta.) ¿Policía? Hombre: Hay miles de desaparecidos, casi es un milagro que estéis vivas. Amaru: (Cambiando.) ¿Estemos? Hombre: Había otra chica contigo. La vi antes de que me golpearas. Amaru: No hay nadie más. Hombre: No era tu voz la que escuché fuera. Eva: (Entrando.) ¿Me escuchaste? 146 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Amaru: (Enfadada.) ¡Te dije que te quedaras escondida! Eva: Está claro que es policía. ¡Ha venido a rescatarnos! Yo tenía razón. Amaru: ¿Estás tonta? ¡Es una excusa! ¡No es policía! ¿Tú lo has visto? Eva: ¿Cómo estás tan segura? Amaru: ¡Lo estoy! Hombre: ¿Me vais a desatar? ¡Tenemos que bajar a la ciudad! Allí os atenderán... ¡No podemos quedarnos, esto no es seguro! Amaru: ¡No nos moveremos de aquí! Hombre: Tenemos que bajar todas las provisiones. Amaru: ¡Ni hablar! Eva: ¡Amaru! ¡Podemos salvar vidas! Amaru: (Cogiendo a Eva del brazo.) ¡No vamos a bajar! Eva: ¿Por qué? Amaru: ¡No me fio de él! Hombre: Por favor, ¿podéis soltarme? No nos queda mucho tiempo. Para entrar tuve que quitar una gran capa de escombros y lodo. ¡Esto es inestable! La estructura ha soportado más peso del que debía y en cualquier momento se nos puede venir encima. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 147 Amaru: (A Eva.) Ni se te ocurra, está mintiendo. Eva: (Al Hombre. Sin convencimiento.) No nos fiamos de que seas policía. Hombre: ¿Y por qué estáis tan seguras de que no lo soy? Amaru: Los conozco bien. Eva: ¿Ah, sí? Amaru: Mi marido era policía. Eva: ¿Marido? Hombre: Igual no soy yo el que oculta información. Amaru: ¡Cállate! Eva: ¿Estás casada? Amaru: Lo estaba. Hombre: Soy policía. Pero ahora mismo no tengo manera de identificarme. Amaru: Entonces, no eres policía. Hombre: Dejé mi documentación en la ciudad. No pensé que iba a necesitarla. Tal vez si bajáis conmigo... Amaru: ¿Por qué has venido solo? Hombre: Ya os he dicho que llevamos días ahí fuera, explorando las posibilidades... Debéis creerme, corremos 148 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 peligro. Eva: ¿Y solo estabas tú? Amaru: ¡Miente! Hombre: Es verdad que deberíamos ser más, pero ya sabéis, cada vez hay menos gente dispuesta a ayudar, menos voluntarios, menos dinero... Amaru: ¡Estás mintiendo! Hombre: ¡Os juro que os digo la verdad! Amaru: Mi veredicto: es culpable. Hombre: ¿Esto es un juicio? Eva: Creemos que quieres hacernos daño. Hombre: Si quisiera haceros daño habría venido acompañado. No puedo obligaros a bajar. Entiendo que si lleváis aquí desde la catástrofe estéis un poco desorientadas... Tenéis que hidrataros y comer para que vuestro cuerpo funcione bien... No pensáis con claridad, necesitáis un médico. Amaru: Pienso estupendamente. Hombre: Tenéis que aceptar ayuda. Amaru: Aquí el único que va a necesitar ayuda eres tú. Eva: (A Amaru.) Tiene razón. Quizás estemos mejor en la ciudad. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 149 Amaru: ¡No voy a bajar! Eva: ¿Por qué? Hombre: Quizás porque tiene algo que ocultar. Amaru: ¡Cállate! (Va a atacarle pero es detenida por Eva.) Eva: No vas a hacerle nada. ¡Márchate! Amaru: ¡No acepto tus órdenes! Eva: ¡He dicho que te largues! Lo hemos hecho a tu manera. Ahora seré yo la que haga las preguntas. Amaru: ¡No me iré a ningún lado! Eva: (Al Hombre.) ¿Si te suelto me la quitarás de encima y me llevarás a la ciudad? Amaru: ¡Eres una zorra! Hombre: No puedo hacer lo que me pides. No puedo obligar a nadie a hacer lo que no quiere. Eva: ¿Si te suelto me llevarías contigo? Hombre: Por supuesto. Amaru: ¡Te está engañando! Eva: Está bien. Pero tendrás que matarla. Si me lo prometes, te dejaré marchar. 150 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 (Amaru se va a por ella.) Amaru: ¿Vas a dejar que me mate? ¡Ya sabía yo que no eras de fiar! Hombre: No soy capaz de prometerte eso... Eva: (A Amaru. Parándola.) Es policía. No te haría daño. ¡Ya lo has visto! Amaru: Solo te dice lo que quieres escuchar. Eva: Mi veredicto: es inocente. Amaru: ¡No lo sueltes! Eva: Le dejaremos marchar. Hombre: ¡Basta! No me desatéis si no queréis, pero bajad a la ciudad y decidle al jefe de policía que estoy aquí. ¡Vendrán a por mí! Eva: ¿Lo ves? Amaru: ¡Tú lo has dicho! No te vamos a liberar. (A Eva.) ¡Si lo intentas siquiera os mato a los dos! Eva: ¡Está bien! ¿Y qué vamos a hacer? Amaru: ¡Déjame pensarlo! ¿Por qué no te vas a descansar un rato? Tendremos que vigilarle. Mejor ir durmiendo por turnos. Eva: No me fío de ti. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 151 Amaru: No voy a hacerle nada. Lo he prometido. Hombre: No hace falta que me vigiléis. Amaru: ¡Cállate! (A Eva.) Nos vendrá bien pensar a las dos, estamos muy débiles. Quizás así podamos ser más justas con nuestro veredicto. Eva: Solo un rato. (Se marcha dejando a los dos personajes en escena.) Hombre: Veo que tienes montada una especie de tiranía. Amaru: ¡Cállate! Hombre: Si vamos a estar aquí sería bueno que hablásemos. Solo quiero mostrarte mis buenas intenciones. Amaru: ¿Buenas intenciones? Hombre: He venido a ayudar. ¿Me crees? Amaru: Un poco tarde ¿no? Hombre: No sabíamos que estabais aquí. Amaru: No nos buscasteis lo suficiente. Hombre: No me has dicho tu nombre. Amaru: No te interesa. Hombre: ¿Eres de por aquí? 152 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Amaru: Tampoco te interesa. Hombre: Me suenas. Amaru: Te confundes. Hombre: Antes dijiste que tu marido es policía. Amaru: Quizás mentí. Hombre: ¿Lo conozco? Amaru: ¡Déjame en paz! Mantén la boca cerrada. Hombre: ¿Por qué creo que ocultas algo? Amaru: Se cree el ladrón que todos son de su condición. Hombre: ¿Es lo que te pasa a ti? Amaru: ¡Cierra el pico o voy a incumplir mi juramento! Hombre: ¿Puedes darme un poco de agua? Amaru: Solo nos queda esa botella. Hombre: ¿No hay más? Amaru: ¡Este es el peor supermercado del mundo! ¿No lo sabías? Hombre: Hay muchas cosas que pueden ser útiles. Amaru: No voy a dejar que te lleves nada. Seas policía o no. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 153 Hombre: Hay niños enfermos, heridos graves... ¡Necesitan todo esto! Amaru: No me vengas con el rollo de las necesidades. Llevo 15 días aquí, necesitando de todo y nadie vino a ayudarme. ¿Dónde estabais? ¿Dónde están mis ayudas? ¿Mi comida? ¿Mi casa? Hombre: (Enfadado.) Quizás si vieras lo que hay ahí fuera dejarías de preocuparte tanto por ti. Amaru: ¿Preocuparme por mí? Hombre: La gente se está muriendo de hambre, de heridas causadas por los golpes. Aquí tenéis cosas que ni siquiera utilizáis. Y solo sois dos. Amaru: ¡No me des lecciones de humanidad! ¿Les importó a alguno de los de ahí fuera? ¡Hemos sobrevivido solas! ¡Que hubieran subido aquí! Hombre: Eres injusta. Amaru: He estado quince días sin saber si iba morir, sin luz, planteándome a cada momento si el agua nos daría para sobrevivir. Si esa puerta se podría abrir en algún momento... Al principio esperé paciente. Escuchaba las sirenas, comía mis judías en silencio... ¡No tienes derecho a decirme que soy injusta! Hombre: Sin vuestra ayuda mucha gente morirá. Amaru: ¡Sin su ayuda yo he conseguido salvarme! Hombre: Yo he venido a rescataros. 154 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Amaru: ¿Pero no te das cuenta de que no te necesitamos? (Irónica.) ¡Esto es el Paraíso! ¡Bienvenido al Edén! Hombre: ¡Precisamos todo el material posible y los víveres! Amaru: Te los llevarás por encima de mi cadáver. Hombre: Cuando bajéis a la ciudad ya no los necesitaréis. Amaru: Seas culpable o no, no iré a la ciudad. Hombre: (Levantándose.) ¿Qué ocultas? Amaru: ¡Déjame! Hombre: Hay algo que no cuentas. Amaru: ¡Siéntate! Hombre: ¿Habéis cometido algún delito? ¿Por eso no queréis bajar? Amaru: Te sientas o te pego un tiro. Hombre: (Le coge la escopeta.) ¿Tienes la sangre fría de hacerlo? Amaru: ¡Suelta! Hombre: Quizás lo hagas porque ya lo has hecho antes. Lo puedo ver en tus ojos. Amaru: ¡Cuenta atrás! ¡Tres! Hombre: ¿Es eso? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 155 Amaru: ¡Dos! Hombre: Aquí estás a salvo pero abajo... Amaru: ¡Uno! (Cuando Eva entra, se encuentra a Amaru apuntando al Hombre con la escopeta, este sujeta el arma por el cañón.) Eva: (Poniéndose en medio.) ¿Qué coño haces? Amaru: Me estaba amenazando. Solo me defendía. Eva: Has dicho que no ibas a hacerle nada. Amaru: No me voy a quedar parada mientras me atacan. Eva: (Al Hombre.) ¡Tú siéntate si no quieres que el tiro te lo pegue yo! (El Hombre se sienta. Amaru baja el arma ante la rendición de su enemigo.) Eva: Será mejor que sea yo la que haga la primera guardia. Amaru: No te voy a dejar a solas con él. Eva: No tienes opción. (Le quita el arma.) Este es el nuevo trato. Haces lo que te digo o la que te disparo soy yo. Amaru: ¿Estás loca? Eva: Aprendo deprisa. Amaru: (Midiéndose.) No serías capaz. 156 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: (Retándola.) No me pongas a prueba. Amaru: ¡Suelta eso! Ambas sabemos que aún sufres por un perro. No puedes hacerlo. Eva: (Se acerca y le pone el cañón en la frente.) He aprendido de ti. Tanto tiempo para lamerme las heridas han hecho que dejen de sangrar... ¡Largo! Amaru: Está bien. Eva: Vete a descansar, a pensar o a lo que quieras. Pero apártate de él. Por la mañana decidiremos qué hacer. Hombre: Puede que por la mañana sea tarde. Es peligroso estar aquí. Ya os he dicho... Eva: ¡Cállate! Amaru: No dejes que te convenza. Eva: No voy a dejar que lo hagas tú tampoco. ¡Márchate ya! (Amaru se va y se quedan solos los personajes.) Hombre: Gracias. Eva: No tienes por qué darlas. Hombre: ¿Os conocéis desde hace mucho? Eva: Desde el día del tsunami. No es mala persona. Me salvó la vida. Hombre: Quizás sea así, pero no estoy tan seguro de lo que en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 157 dices. Eva: ¿Qué pasó? Hombre: Ya lo sabes, primero el terremoto y después el tsunami. Eva: Me refiero a qué pasó ahí fuera. Hombre: Creo que no podría explicarlo aunque quisiera. Eva: Nosotras estábamos aquí. Pero nadie vino durante días. ¡Perdimos la esperanza! Hombre: Tenéis suerte. Aún hay miles de desaparecidos. Eva: Una siempre piensa que no le puede pasar nada de esto... Hombre: Cuando sufres una guerra, no esperas que vaya a pasar. No estás en casa sentado, aguardando al ataque. Te cogen en la calle, con tus hijos, en mitad de cualquier lugar. Por eso muere gente. Con esto es igual... Aunque uno esté preparado, nunca se lo espera. No se avisa... Eva: ¿Y dónde estabais los que nos teníais que proteger? Hombre: Tan asustados como los demás. Somos personas. Salvamos gente, pero no somos dioses. Eva: Escuché las alarmas. En mi calle había un policía con un megáfono. Vi a la gente correr... Hombre: Se han salvado muchas vidas. 158 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: ¿Y las que no? Hombre: Se necesitan más personas, más dinero. Comida. Lo que vosotras tenéis aquí. Eva: Aquí hay poca comida... Hombre: Pero hay cuerdas, desinfectantes, trapos, bolsas de basura. No toda la ayuda es comida. Ahí abajo hay enfermos y los médicos ni siquiera pueden lavarse las manos... Aquí hay jabón y lavavajillas, lejía... Con todo esto podemos hacer muchas cosas... Eva: ¿Crees que el dolor pasará algún día? Hombre: Uno no tiene la culpa de sobrevivir. Eva: ¿Sabes? Vi a una niña. Hombre: ¿Qué pasó? Eva: Yo corría. Llevaba a mi perro en brazos. Temblaba por el ruido. Se me orinó encima... No sabía dónde ir... Observaba a la gente mientras saltaba obstáculos en la carretera. Y de repente la vi... Era pequeñita. Lloraba. Yo tenía ganas de llorar. Solté al perro y salí corriendo para ayudarla. Lo dejé allí, tres segundos. Oía ruido. De repente, llegó una avalancha de gente que empezó a pisarnos. Yo me eché encima de la niña para protegerla. Sentí un golpe. ¡Mi brazo! Una patada en la cabeza. Me levanté pensando que estaba sangrando... Y la solté. Cuando volví a mirar, la niña estaba en el suelo, pisoteada por la multitud... Yo también eché a correr. No vi en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 159 ni siquiera si seguía con vida. Solo hui. Hombre: Fue un accidente. Eva: Que jamás olvidaré. Hombre: ¿Estás herida? Eva: Golpes y algún que otro rasguño. El cuerpo nos duele de no comer. Hombre: Entonces, ¿es eso lo que ocultáis? Eva: ¿De qué hablas? Hombre: Tú y tu amiga. Eva: (A la defensiva.) Yo no oculto nada. Te lo he contado porque... Hombre: Sé que encubrís algún delito. Pero aún no he descubierto qué es. Eva: ¿De qué estás hablando? Hombre: No queréis bajar a la ciudad porque teméis ser descubiertas. Eva: ¡No hemos hecho nada! Hombre: ¿Estás segura? Eva: Cuando nos encontramos, entramos aquí. Y si cerramos la puerta fue porque no queríamos morir ahogadas. 160 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Hombre: Estoy seguro de que algo hay. Eva: (Agresiva.) ¡No tienes ni idea! Hombre: (Inquisidor.) ¿Me lo vas a contar? Eva: Cerramos la puerta porque el agua nos hubiera ahogado. ¿Qué querías que hiciéramos? Hombre: ¿Y si no la hubierais cerrado? Eva: ¡No había nadie que pudiera salvarse! Hombre: ¿Entonces? Eva: Hicimos lo que teníamos que hacer para sobrevivir. Hombre: ¿Y ya está? Eva: Sí. Hombre: ¿No habéis hecho nada más? Eva: ¿Quién coño te ha dicho que hemos cometido un delito? ¿Me estás juzgando? ¡No tienes ningún derecho! Bastante tengo en mi conciencia para que vengas aquí a escupirme a la cara lo que hicimos para sobrevivir. Quizás Amaru tenga razón, no sé quién eres, pero no me fío de ti. Hombre: Lo siento. Estaba seguro de que no queríais bajar por algo que habíais hecho durante vuestro encierro. Eva: ¿No queríamos bajar? ¿Por qué hablas en plural? Hombre: Pensé que estabais de acuerdo. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 161 Eva: Yo quiero salir de aquí. Y estoy segura de que ella también. Es solo que pensábamos que eras peligroso. Hombre: ¿Pensabais o pensaba? Eva: (Amable.) Confiaba en que nos ayudarías. Hombre: Pero entonces, ¿tú quieres marcharte? Eva: Sí. Sé que va a ser duro, pero estoy dispuesta a empezar y sobre todo a echar una mano a otros. Hombre: Hay algo que sigo sin entender. Entonces... ¿es ella la que no quiere irse? Eva: Es bastante desconfiada. Y creo que después de lo que hemos pasado tiene sus motivos. Hombre: Creo que es más que eso. Eva: ¿A qué te refieres? Hombre: No quiere ir a la ciudad por miedo a ser reconocida. Soy policía, sé de esto. Me apuntó con el arma y estoy seguro de que me hubiera matado. Creo que ya lo ha hecho antes. Por eso ha perdido el miedo. Eva: Esta situación nos ha cambiado a todos. Hombre: Lo vi en sus ojos. Puedo reconocerlo. Eva: Amaru es dura, pero me salvó la vida. Hombre: ¿Amaru? 162 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: Yo me llamo Eva. Hombre: (Sin darle mayor importancia a la presentación.) Me suena su nombre. Eva: ¿De qué? Hombre: Sé que la conozco. Y estoy seguro de que esconde algún secreto. ¿Qué más sabes? Eva: Poco más. Hombre: ¿Nunca te ha hablado de ella en 15 días de encierro? Eva: No. Hombre: ¿Y no te parece un poco extraño? Eva: Supuse que era reservada. Somos dos desconocidas. Hombre: En los momentos de crisis la gente suele intimar, aún sin conocerse. Como tú has hecho al contarme lo de la niña. Lo hacemos para desahogarnos. Eva: Ella habla poco. Pero ¿por qué te interesa tanto? Hombre: Tú me crees, ¿verdad? Sabes que soy sincero. Eva: Creo que sí. Pero aún tengo mis dudas. Hombre: ¿Cómo podría demostrártelo? Eva: No lo sé. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 163 Hombre: Cuando me propusiste hacerle daño, me negué. Eva: Podría ser una estrategia. Hombre: Vine hasta aquí. Creo que eso os debería dar una pista. Eva: Viniste a por comida. Ni siquiera sabías que estábamos encerradas. Hombre: ¿Por qué no me crees? Eva: Porque ahora intentas convencerme. Y es lo que ella dijo que harías. Hombre: Creo que estás en peligro. En realidad, estoy empezando a pensar que ambos lo estamos. Eva: Tengo un arma. Hombre: Sé que tú no la utilizarías. Lo siento. Eva: Hace un momento la amenacé encañonándola. Hombre: Y te temblaron las manos. No eres ese tipo de persona. De tu amiga dudo. Creo que ella sí lo habría hecho. ¿Hay alguna manera de hacerte entrar en razón? Eva: Mañana lo juzgaremos. Hombre: No confío en que si nos quedamos en este edificio estemos a salvo. Tal vez si pudiera ponerme en contacto con la ciudad... ¿Tenéis un teléfono? Eva: (Irónica.) Sí, lo que pasa es que solo hablamos con la 164 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 familia. Hombre: Lo siento. Eva: Además, las conexiones tienen que estar estropeadas. Llevamos días intentado utilizar una radio y no funciona. Hombre: ¿Una radio? Eva: Tiene conexión de emergencia. Pero está estropeada. Además, después del tsunami... Hombre: Hace días que se habilitaron varios canales de emergencia. Eva: Aun así no funciona. Hombre: ¿Puedo intentarlo? Eva: (Sacando la radio.) No creo que hagas mal a nadie... (Eva le muestra la radio. El Hombre la observa un instante.) Hombre: ¿Por qué no me desatas? Eva: Porque no soy estúpida. Puedes hacerlo perfectamente. Hombre: ¿La enciendes? Eva: No funciona. Hombre: Prueba a ver. (Eva le da al botón de encendido y suena una locución radiofónica para su sorpresa.) en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 165 Voz en off: (Sonido de búsqueda de emisora.) ...millares de muertos y desaparecidos. La ayuda humanitaria empieza a hacer efecto en el devastado territorio... (Bajando la emisora.) (Incrédula cambia varios diales.) Locución en off 1: Una de las habitantes de la zona afectada, dijo que estaba en la parte de arriba de su casa cuando golpeó el terremoto y la tiró al suelo. Pasado el temblor, encendió la radio y escuchó la alerta del maremoto, pero no le prestó atención por la frecuencia de las falsas alarmas... Locución en off 2: La pequeña de cuatro meses encontrada con vida después de tres días de intensa búsqueda no tiene ni un rasguño... Locución en off 3: Entre el pánico y los escombros sobresalen las historias de quienes plantaron cara al desastre. Quienes ayudaron a otros, salvaron vidas o simplemente se quedaron para intentarlo. Eva: ¡Pero si estaba rota! Hombre: ¿Entonces? Eva: Amaru dijo que no había radio. Hombre: ¿Crees ahora mi teoría? Eva: (Sentándose.) Déjame un momento. Hombre: Te ha engañado. Eva: (Deshecha.) ¡Cállate! ¡Necesito pensar! 166 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Hombre: Podíais haber pedido ayuda. Eva: (Apuntándole con el arma.) ¡He dicho que te calles! (Eva se sienta en el suelo. Visiblemente afectada.) Eva: Me ha mentido... Hombre: Sabía que funcionaba. Eva: ¿Cuántos días hace que se restablecieron las comunicaciones? Hombre: Se trabajó muy duro para recuperarlas lo antes posible. Eva: (Violenta.) ¿Cuántos? Hombre: La radio emitía cuatro días después. Eva: Hace 11 días que podíamos habernos comunicado... Hombre: Posiblemente. Eva: ¿Por qué? Hombre: No lo sé. Es lo que trato de averiguar. Eva: 11 días encerradas esperando nuestra muerte... Hombre: Debe haber algún motivo... Eva: Perdiendo la esperanza en el ser humano... Hombre: Debemos preguntarle. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 167 Eva: … en mí como parte de esa humanidad. Hombre: Al final lo conseguiste igual. No te martirices. Eva: (Fuera de sí.) ¡No me compadezcas! Perdí la fe, el amor, la esperanza... ¡Cuando podía utilizar la maldita radio! (Se quedan un instante callados. Eva deambula por la habitación con el arma en la mano.) Hombre: Lo siento. Eva: Ya todo da lo mismo. Hombre: ¿Qué vas a hacer? Eva: Aún no lo sé. Hombre: Me estás poniendo un poco nervioso. Eva: No sería capaz de matar a nadie. Tú lo has dicho. Hombre: Ahora no estoy tan seguro. Aunque no tenemos mucho tiempo... Eva: Aún estoy pensando qué hacer. Hombre: Ya sabes que no miento. ¿Puedes desatarme? Eva: Llama a la policía. Hombre: ¿Estás bien? Eva: No me fío de nadie. 168 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Hombre: (Utilizando la radio.) Salvamento 4-3-4 a jefe de policía. (Suena una locución con una voz masculina.) Jefe de policía: Aquí jefe de policía. Dime 4-3-4. Hombre: (A Eva.) Pregunta lo que quieras. Eva: Solo es un número. Podría ser cualquiera. Soy el 10.956. Hombre: (Incrédulo.) ¿También eres agente? Eva: No. Es mi número de víctima. Gracias a Dios tú aún no te has convertido en tu número. Hombre: Podríamos salir de aquí. Eva: ¿Y ella? Hombre: Si volvemos a tapiar la puerta por fuera no podrá salir. Cuando estés a salvo, vendré con algún compañero. Eva: ¿Y qué pasará? Hombre: Tendrá que enfrentarse a lo que sea que haya hecho. Eva: ¿Y si no ha hecho nada? Hombre: Pues podrá irse a donde quiera. Eva: Pero has dicho que el supermercado ya no es seguro. Hombre: Para desbloquear la puerta quité mucho lodo. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 169 Puede que los cimientos del edificio estén dañados. Al mover el lodo hay corrimientos de tierra, aún está muy húmeda por la cantidad de agua. Eva: Si quiere quedarse aquí... Hombre: Apuntalaremos la estructura para que no le pase nada. Eva: Le dejaremos la mitad de todos los víveres. Hombre: Hay mucha gente abajo... Eva: Ese es mi trato. Hombre: Está bien. (Eva deja el arma apoyada y desata al Hombre. En ese momento aparece Amaru que coge el arma abandonada.) Amaru: (Violenta.) ¿Qué pasa aquí? Eva: (Tranquilizándola.) Hemos llegado a un acuerdo. Si te quieres quedar, te dejaremos la mitad de todo. Amaru: Eso ya lo he oído. Eva: ¿Nos espiabas? Amaru: ¿Me traicionabas? Hombre: ¿Por qué te escondes? Amaru: Tú cállate y vuelve a sentarte. Aquí nadie va a ir a ningún sitio. 170 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: ¿Sabías que la radio funcionaba? Amaru: La escuchaba cada noche. Eva: ¿Y por qué no pediste ayuda? Amaru: Porque no la necesitábamos. Eva: Hubiéramos muerto de sed, de hambre, de cualquier cosa. ¡Nos habrías matado! ¿Qué coño te pasa? Hombre: ¿Qué hiciste? Amaru: ¡Cállate o te pego un tiro! Eva: ¡Déjalo! Nos marcharemos y podrás quedarte aquí. Amaru: Ahora eso no vale. Este policía lo ha estropeado. Hombre: La mitad de todo lo que hay aquí es tuyo. ¿No es lo que querías? Amaru: Esto también se desmorona. Es cuestión de tiempo. El edificio no aguantará mucho más, ¿verdad? Hombre: Sería bueno que saliéramos de aquí. Amaru: Pero hay un problema. Porque nadie va a irse. Eva: ¡Vamos Amaru! Él no dirá nada. Tenemos un trato. Amaru: Volver a por mí cuando estés a salvo. Eva: Lo cambiamos. No volveremos. Si te quieres quedar, puedes hacerlo. No regresaremos. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 171 Amaru: De todas maneras moriré bajo los escombros del Edén. Eva: Nosotros nos iremos y tú podrás hacer lo que quieras. Puedes huir a otro lugar. Amaru: Un policía nunca me dejará marchar, ¿verdad? Eva: ¿Qué es lo que hiciste? Amaru: Salvarte la vida. Eva: Y te lo agradeceré siempre. Pero por favor, déjanos ir. Amaru: Estábamos bien. Era nuestro Paraíso ¿recuerdas? Edén 2020. Eva: No vas a hacernos daño... Amaru: No voy a regresar. Hombre: ¿Qué pasó? (La agarra del brazo, inquisidor.) Amaru: (Violenta.) ¡Suéltame, cerdo! Eva: ¿Qué te pasa, Amaru? Amaru: Tú cierra el pico. Esto no va contigo. Hombre: ¿Qué coño estás diciendo? Amaru: ¿Qué estarías dispuesto a hacer para cumplir tu objetivo? Hombre: ¡Nada! ¡Estás loca! 172 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: ¡Déjala! Está cansada. Es la falta de alimento y agua. Hombre: (Cogiéndola violento.) ¡Ven aquí! ¡Vendrás con nosotros, sí o sí! Eva: ¡Suéltala! Ese no era el trato Amaru: (Se ha trasladado a otro momento de violencia pasada.) ¡Suéltame ahora mismo! Hombre: ¡No te pongas tonta! ¡Ya he esperado demasiado! Amaru: (Fuera de sí.) ¡He dicho que te calles! ¡Tú tienes la culpa de todo! ¡Sois todos iguales! (Se prepara para disparar pero Eva se pone en medio.) Eva: Amaru, no, por favor. Amaru: Puedes irte con él. Pero no os llevaréis nada. Eva: Está bien. Hombre: (A Eva.) Necesitamos cosas para salvar vidas. Eva: Pues las buscaremos en otro lugar. Amaru: ¿Y no volveréis a por mí? Me daréis por desaparecida. Eva: De acuerdo. Hombre: (A Eva.) Si ha hecho algo contra la ley no puedo dejarla marchar. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 173 Eva: ¡Hemos llegado a un acuerdo! Hombre: (Aceptando.) Nos marcharemos. Amaru: Está bien. ¡Marchaos! (Eva va a salir, pero cuando va a abrir la puerta, el Hombre tumba a Amaru por detrás y le quita el arma. Apuntándola.) Hombre: Vas a venirte a la ciudad con nosotros. Eva: (Dándose cuenta de lo que ocurre.) ¡No! Hemos hecho un trato. ¡Lo prometiste! Amaru: Pero no podía cumplirlo. Eva: (Intentando que deponga su actitud.) ¡Déjala! Da lo mismo lo que hizo. Después de esto vamos a empezar de nuevo. Hombre: No puedo permitirlo. Eva: Todos hemos sido víctimas y verdugos. Amaru: (Irónica.) Realmente eres policía. Eva: (Gritando desesperada.) ¡Me has engañado! ¡Has roto nuestro pacto! Hombre: (A Amaru.) ¡Vamos! Amaru: Solo dime una cosa, ¿esto es por mí o por la comida? Hombre: Por ambas. 174 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Amaru: Ya te dije que sacarías las cosas por encima de mi cadáver. Eva: (En medio.) Amaru, déjalo. Vente con nosotros. Amaru: No puedo. Eva: (Al Hombre.) Por favor, baja el arma. Hombre: No voy a dejar que nos haga daño. Amaru: (Acercándose provocadora.) Yo nunca había hecho daño a nadie. Eva: ¿En qué estás pensando? (Al Hombre.) ¡No le apuntes con el arma! Amaru: Pero no tuve más remedio. Eva: ¿De qué estás hablando? ¡Vamos a tranquilizarnos! Hombre: (A la defensiva.) ¡Da un paso atrás! Amaru: (Agarrando el cañón.) Ahora estamos como al principio de la historia pero al revés. ¿Serás capaz de dispararme? Eva: (Golpeando al Hombre.) No le hagas daño. Amaru: ¡Déjalo, Eva! Hombre: (Defendiéndose sin perder su objetivo.) ¿Qué haces? Eva: ¡Nos mentiste! en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 175 Amaru: ¡Tiene razón! No puede dejarme marchar... Hombre: ¡Basta! Amaru: (Forcejeando con el Hombre.) ¡Déjala! Hombre: ¡No voy a haceros daño! (En el forcejeo. El arma se dispara hiriendo mortalmente a Amaru que cae al suelo desplomada.) Eva: ¡Amaru! Hombre: (Que va a socorrerla.) ¿Qué has hecho? Amaru: ¡Mierda! Eva: ¿Qué coño has hecho? Amaru: ¡Tiene cojones la cosa! Ese arma no funcionaba. Estaba atascada. Cuando quise dispararte, no pude... ¡Curioso destino! Hombre: No quería herirte. Amaru: Ha sido un accidente. Yo sabía que no funcionaba... Nunca os hubiera hecho daño. Solo quería quedarme. Pensé que nunca apretarías el gatillo. Y que si lo hacías, finalmente el arma no dispararía... Eva: Hay que bajar a la ciudad a que te curen. Hombre: Eva... Amaru: Lo que quiere decir con eso, es que esto no tiene 176 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 cura. Hombre: Podemos ir con cuidado. Amaru: No hace falta que mientas. Mi marido era policía... Eva: ¿Y eso qué quiere decir? Amaru: Sé que ha visto heridas como esta y sabe que no llegaría ni a la puerta. Eva: Aquí tenemos de todo... ¡Tú lo dijiste! Hombre: Pero yo no soy médico... Amaru: ¡Déjalo, Eva! Habría muerto igual. Esto no es estable. Es cuestión de tiempo. Y no tenéis mucho. Así que salid de aquí. Eva: No voy a abandonarte. Amaru: Ahora no tienes otra salida. Eva: ¡No, vas a ponerte bien! Hombre: Eva... Amaru: La víctima 10.955. Eva: ¡No digas tonterías! Amaru: Eres una buena persona... Podría haberte salvado. Eva: Lo hiciste. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 177 Amaru: Siento no haber utilizado la radio. Eva: ¿Por qué no la encendiste? Amaru: Temía que si me ponía en contacto con ellos, pudieran encontrarnos y... Supongo que ya da lo mismo... No podía volver a la ciudad. Hombre: ¿Qué hiciste? Amaru: Disparé a mi marido. Eva: (Asombrada.) ¿Por qué? Amaru: No todos tenemos una buena vida, por desgracia. Eva: ¿Era policía? Amaru: ¡Qué más da! Hombre: Ya sé quién eres. Tu marido era Vega. Amaru: Era cuestión de tiempo que lo descubrieras. No deberías haber entrado. Hombre: Estuve una vez en tu casa... Eva: ¿Erais compañeros? Hombre: No. Ella nos llamó por un caso de violencia de género. Amaru: Ya ves. Gente así hay en todas partes. Hombre: Por ser policía no tienes que ser una buena 178 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 persona. Por eso no te fiabas de mí. Amaru: No dudaba de que fueras policía, pero sí de tus intenciones. Hombre: Siento haberme puesto violento. Pensé que era la única manera... Amaru: Nunca es la única manera. Hombre: Ya. Supongo que eso te cambia para siempre. Eva: Pero lo denunciaste. Amaru: Lo había aguantado tanto tiempo que se había vuelto una costumbre. Pero un día alguien me contó que podía denunciarle, que podían ayudarme... Que mi vida sería mejor. Gracias a esa ayuda comencé a salir del hoyo, dejé de compadecerme y luché. Sé que habría funcionado. Pero no contaba con que el destino me tenía preparada una sorpresa. Eva: Cuando pasó el tsunami, ¿estabas con él? Amaru: Iba a dejarlo esa misma mañana. Hombre: ¿Qué ocurrió? Amaru: Se iba a trabajar y yo estaba esperando para marcharme a una casa de acogida. Lo tenía todo preparado. Le vi salir y montarse en el coche. Cogí mis cosas... Pero entonces empezó todo. Hombre: ¿Sabía lo de la emergencia? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 179 Amaru: En ese caso dudo que hubiera vuelto. Supongo que sospechaba algo de mi huida. Se quedó cerca y me vio. Vino encelado como una bestia. Me gritó y me pegó. Al primer golpe yo caí al suelo y noté el primer movimiento. Pensé que me había golpeado demasiado fuerte y estaba mareada. Pero en aquel momento la casa se empezó a mover. Estaba asustada. El techo parecía caerse sobre nosotros, todo se movía. Cayó al suelo y su arma me quedó cerca. La cogí y le apunté. Se levantó e intentó golpearme, pero volvió a caer por la fuerza de la sacudida. Me agarró la pierna. Disparé y eché a correr. Eva: Puede que aún esté vivo. Amaru: Espero que no. Eva: Igual solo le heriste. Amaru: Lo sé. Por eso no quería volver. Hombre: (A Eva.) Ella sospecha que él está vivo. Amaru: (Irónica.) Tenía la esperanza de no haber fallado. Hombre: Amaru, Vega está entre los supervivientes. Amaru: Entonces me alegro de que me hayas disparado. Eva: ¿Estás seguro? Hombre: He revisado mil veces las listas... Eva: ¿Qué buscabas? 180 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Hombre: A mi familia. Sé que mis padres estaban en casa con mi hermano. Había llamado poco antes para saber cómo se encontraban después del terremoto... Aún tengo el wasap de mi hermano en el móvil. Decía que quería que volviera a casa, que estaba asustado. Yo estaba socorriendo a otra gente en la otra punta de la ciudad. ¡Podía haberles ayudado! Llevarlos a un lugar seguro. Eva: ¿Sabes si están bien? Hombre: Aún sigo buscando. He visitado los refugios, pero muchos de los heridos están aún sin identificar. Necesitaremos tiempo... Amaru: Estoy segura que estarán entre los vivos. Hombre: Vosotras me habéis devuelto la esperanza. Eva: Si sospechabas que no estaba muerto. ¿Por qué no empezaste de nuevo? Amaru: No estaba segura. Pero empecé de nuevo. Encontré el Edén. Ahora no tengo miedo. Nunca más dejaré que nadie me ponga la mano encima. Eva: ¿Por eso lo de él? No te fiabas... Amaru: Nunca vuelve a ser lo mismo. Desconfías de todos, de todo... Hombre: No se librará de cumplir su pena. Amaru: Gracias. Eva: ¿Por qué no me lo contaste? en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 181 Amaru: Porque no sabía quién eras. Ahora lo sé. Eva: Te conté lo que sentía. Amaru: Pero tú no lo has vivido. Eva: ¿Podría haberte ayudado? Amaru: Para aceptar la ayuda tenía que saber que la necesitaba. Hazme un favor. Eva: Dime. Amaru: No dejes que me convierta en un número. Eva: De acuerdo. Amaru: (Al Hombre. Con ironía.) Ahora ya podrás llevarte tus cosas. Te dije que por encima de mi cadáver. Hombre: No vas a morir. Amaru: No mientas. No se te da bien. Espero que los encuentres. Eva: Cuanto más busquemos, más posibilidades tendremos. (El Hombre comenzará a recoger los víveres.) Amaru: ¿Me puedes abrazar? Tengo frío. Eva: Claro. Deja que te arrope. Amaru: Al final lo conseguiste. 182 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Eva: ¿Qué? Amaru: Tenías razón. Vino. (Sonriendo.) Apareció solo, no en corcel y un poco más tarde de lo esperado... pero vino. Eva: (Sonríe.) Casi había perdido la esperanza... Amaru: Eso es lo único que salvará al mundo. Eva: ¿La esperanza? Es romántico, pero no creo yo... Amaru: La humanidad. Tú estabas segura, confiaste, luchaste y sé que seguirás luchando. Eva: Tú has luchado también por las dos. Te debo mi vida. Amaru: Perdí la fe en el hombre. Pero sé que todo irá bien. ¡No te rindas! Yo tampoco lo haré. No está mal el balance. He salvado dos vidas. ¿Pones la radio? Eva: Por supuesto. (Enciende la radio y suena la voz del locutor en off mientras que Eva mece a Amaru.) Voz en off: "¡Sal de ahí, ahora mismo!” Ese fue el grito aterrador que Ana escuchó de su esposo, que estaba fuera de la casa, mientras ella y sus dos hijos pequeños, de entre 2 y 6 años, jugaban en el cuarto. Salió corriendo a encontrarse con su esposo, montó a sus hijos en el coche y se marcharon a toda velocidad hacia una montaña, donde su familia tiene una casa. "Mi familia, mis hijos, tenemos suerte de estar vivos", dice a su regreso a casa. "Me doy cuenta de lo que en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 183 verdaderamente es importante en la vida". Amaru: Solo una cosa más. Hombre: Dime. Amaru: No dejes el pañuelo rojo para que me localicen y me encuentren. Hombre: Yo mismo volveré a por ti. Amaru: Abre la puerta. Es un nuevo día. Mi día 16. (Amaru se va quedando dormida en los brazos de Eva.) Eva: Gracias. (Le da un beso fraternal a Amaru.) Hombre: ¿Estás bien? Eva: (Mirando a su alrededor.) ¿Crees que lo superaremos algún día? Hombre: Cuando consigamos evitar la siguiente catástrofe, sea de la magnitud que sea. ¿Vamos? Eva: Espera un momento. (Entra y borra con la mano los números de la pared.) Hombre: ¿Qué has hecho? Eva: Borrar los números. 184 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num.4. may/jun, 2016 Hombre: ¿Por qué? Eva: Porque no esperamos. Vivimos. TELÓN Imagen: Foto de Virginia Campón Pérez en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 185 judy garcía allende MADRE, de José Cercas. Jesús María GÓMEZ Y FLORES 2016 Título: Madre Autor: José Cercas Editorial: La Isla de Siltolá, Sevilla 2015. Colección “Tierra” Este último trabajo publicado del poeta natural de Santa Ana (Cáceres), José Cercas, de amplia y fecunda trayectoria, tiene como punto de inflexión el crucial momento vivido a raíz del 186 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 fallecimiento de su madre, y aunque inicialmente el autor pretendiera incluir también en el título la referencia al mes en que se produjo el óbito, “Madre y otros diciembres”, la arrebatadora fuerza del sustantivo “Madre”, terminó imponiéndose para dar por sí solo cobertura a una colección de poemas en los que la presencia de esa figura tan fuertemente ligada al poeta aparece como constante temática de toda la obra, aunque no la única, pues sin perder el tono elegíaco que late en estos versos, la ocurrencia del acontecimiento luctuoso que enardeció la lumbre de la inspiración le servirá para contemplarse a sí mismo como hombre, para efectuar una nueva lectura del mundo y de la vida. “Madre” es un libro en el que no será difícil reconocer el estilo y la técnica poética presente en otros anteriores trabajos de Cercas, pero que sin embargo sorprenderá gratamente a los lectores desde su comienzo, por la exploración que en él se hace de nuevos registros, la utilización de elementos discursivos y la necesidad de consolidar el mensaje que pretende transmitir en cada poema mediante frecuentes versos de cierre que a menudo constituyen auténticas sentencias poéticas que otorgan una fuerte intensidad a los textos, pretendiendo dejar su impronta en el lector. La emoción como artificio literario, la anécdota que sirve para enfatizar el dolor o inducir a la reflexión. Hay un hecho que no tiene vuelta atrás: Ella ya no volverá, el mundo ha cambiado, no es el mismo desde aquel impío diciembre. Lo primero es el desconcierto, “La vida sigue”, reza el poema con el que se abre el libro. Los días se suceden, las aguas continúan fluyendo, se sigue escuchando el trino de los pájaros. Pero algo ha pervertido el equilibrio de los astros, la noche es más noche, la ausencia duele más en la soledad de la madrugada. Esa noche a la que el poeta identifica con los rasgos de quien acaba de abandonarle para siempre: “Eres ya la noche de las profundidades, de la lejanía, la noche material de los sin nombre”. Un reflexivo y certero Cercas se mira al espejo para contemplar en sí mismo en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 187 cómo el tiempo ha dinamitado sin piedad su universo más próximo, cómo con descaro le replica “-tu familia soy yo-“, verso con el que finaliza el espléndido poema “La familia”, uno de aquellos en los que sin renunciar a sus habituales toques líricos, el autor introduce elementos constructivos que sugieren reminiscencias del peruano César Vallejo. El poemario se vertebra esencialmente en torno a dos puntales: la irremediable pérdida, el vacío que alimenta el zarpazo del silencio y la impotencia; y el desafío que supone una vida regida por la impostura y la impenitente caricia de la caducidad. La desaparición de la figura materna quiebra y sacude todos los esquemas posibles, socava los cimientos de la naturaleza a la que el poeta, como todos los demás humanos, se encuentra unido precisamente por obra de aquel ser que es encarnación de la fecundidad, portadora del germen de la existencia. A ello se refiere el poeta: la madre como dadora de vida, y la invoca en el poema “A la primera mujer”, haciendo suya esa concepción esencialmente maternal de la naturaleza, capaz de sobreponerse a todo, de doblegar a los elementos. Fiel al espíritu que guía este abanico de versos, se dirige a su madre, convertida ya en recuerdo tatuado en lo más hondo de su espíritu, ése que alimenta su pluma y entrelaza las palabras. Otras veces, consciente del abismo que ya le separa de ella, deliberadamente la atrae hacia él, la busca para hacerla partícipe de sus confidencias. Ejemplo de ello son los poemas “Si pudiera decirte”, “Estoy contigo”, “Mi madre y su reloj”. De nuevo el tiempo como referente, ese tiempo que supuran las agujas de un reloj que poco a poco parece ir marcando el ritmo de la memoria, el que se interpone entre los seres queridos y les priva de seguir compartiendo el tránsito de las estaciones: “Espera, no te vayas”, dice el poeta mientras tras el otoño, las flores de su jardín “van buscando la voz de la primavera”. ¡Qué desolación la de quien ya no puede detener la insobornable marea del frío y de la niebla, la 188 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 del que grita por mantenerse junto a quien ya late desde la otra orilla! Sinestesias y metáforas de fuerte carga visual recogen la emoción del poeta: “rugen los alguaciles y las palomas blancas de la noche tiñen sus alas de sangre”. A ello sucede el llanto, de nuevo la impotencia. Si antes mencionábamos a César Vallejo, advertimos igualmente en los poemas de “Madre” una fuerte presencia lorquiana. No solo por la reiterada utilización de la anáfora, habitual en la poética de Cercas, como en “Te escribo”, “Sabed del frío” o “Después de la batalla”, sino también en cuanto a la estructura, el sentido dramático de ciertos poemas o el especial guiño que también se hace a la lírica popular. A este respecto, el espíritu de las canciones de Lorca parece adivinarse en los versos de “Villancico impopular a la madre dormida”, mientras las urgencias, el dramatismo de los escenarios, presentes entre otros, en “Llanto del poeta”: “Un poeta llora desde sus sílabas, ¡Grita!, ¡Vienen por ella!, ¡Quietos, no abráis, vienen a llevársela!, recuerdan al Federico de “Niña ahogada en el pozo”: “¡Ya vienen por las rampas!, ¡Levántate del agua!....El pueblo corría por las almenas rompiendo las cañas de los pescadores, ¡Pronto!, ¡Los bordes!, ¡De prisa!. Para Cercas, esa urgencia que fluye de la desesperación se concentra en la figura de la madre, el temor a la definitiva pérdida, a esa “agua que no desemboca”, que diría Lorca. Continúa el veintisiete impregnando la estética de una poesía que incrementa su fuerza a medida que avanzan las páginas, intensidad existencial, conciencia del certero galope de la vida. El único poema sin título del libro, identificado en el índice por su primer verso, “en el principio de los tiempos el hombre no era hombre”, lleva una cita del Nobel Vicente Aleixandre y sorprende por su contenido, próximo a la cosmogonía y a la metafísica. Cuestiona el poeta la esencia misma del hombre, un hombre preso del yugo de la nada, de una existencia cuya materia “no sabía del mar”, según sus palabras. en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 189 Y es que junto a la madre, -ya lo decíamos-, el tiempo es otro de los protagonistas del libro. Pero, ¿qué es el tiempo? Un vaivén de abanico entre los dedos, la danza interminable de la luna… Entonces, el sueño ocupa el lugar de los ausentes, mientras la vida continúa sin detenerse, vida que no es sino anticipo de la intuida muerte que el poeta ha sentido tan cercana. En “La vida de la que hablo”, las iguala a ambas, las dos son caras de la misma moneda, en una suerte de manriqueña evocación: “nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir”. Para Cercas, la vida “canta, llora y muere a diario”. Es cuando más se aferra al consuelo de escribir, porque la palabra aproxima los rostros que el olvido trata de hacer suyos con su cenicienta caricia: “Escribo porque pienso en ti”. Es esto lo que da sentido al oficio del poeta: la resistencia, la capacidad de alzarse con su voz, libre del yugo de los meteoros, darse cuenta de que la vida es mucho más que arrancar hojas al calendario. Qué decir de poemas como “Tenía”. Leyendo estos versos es la música la que rescata la voz fresca y mediterránea de Joan Manuel Serrat y su tema “Mi niñez”, el sueño del niño que en la madre tenía su apoyo y que ahora viste su ausencia de recuerdos. En palabras del cantautor barcelonés: “tenía una casa sombría, que madre vistió de ternura”. Para Cercas, “tenía un lecho de ubres y palomas y unas calles donde danzaban los pájaros del viento”, sin que falten la tabla de multiplicar y aquel viejo caballo de cartón que quizá sobreviva deslucido en el doblado de su casa de Santa Ana. Porque allí, en su pueblo, allí quedará para siempre ella, con su memoria, “por todos los rincones”. No acepta el poeta otra salida, solo la tibia proximidad de su cuerpo, hecha abrazo, y la tierra, aquella “donde duerme”. El pueblo como universo y albergue donde ella, con los ojos cerrados, persigue el itinerario azul de las mariposas, ese camino que es “Principio y final”, que encierra el aliento de la esperanza y la continuidad de las cosas: La tierra en 190 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 fin, como abrigo y destino, útero donde se encarna el cosquilleo de los besos, malecón donde rompen las olas del cansancio. Proclama el poeta: “Así, de ese modo: somos vida”. 30 de abril de 2016 Imagen: Portada del libro en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 191 LA SOMBRA NO SIEMPRE ES ALARGADA (Hablar en sueños, de Fernando de las Heras) Emilia OLIVA 2016 La escritura de Fernando de las Heras en hablar en sueños funciona como la sombra de los objetos o los seres sobre una superficie en blanco. Dos realidades paralelas se vislumbran que convergen en un punto de intersección. Él lo denomina “hablar en sueños” para descubrir eso otro siniestro, amenazante que nos acompaña, eso otro extraordinario y aleatorio inexplicable sobre lo que nos sostenemos. Lo expresa a modo de poética en algunas partes del libro, lo explicita rotundo en “Dejemos algunas cosas claras” Te pongas como te pongas mientras estas palabras prefieran inventarse la verdad a buscarla, hablar en sueños será la mejor forma de sentirse muy vivo Esta travesía por la vida, tan llena de absurdos y contradicciones, requiere de una gran fortaleza para no sucumbir. De ahí, “Guarda 192 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 tus fuerzas” Guarda tus fuerzas para atravesar el día de la misma manera que los últimos supervivientes en una incansable guerra custodian entre sus manos unas pocas imágenes necesarias Sorprende la agudeza, el ingenio, la penetración de la mirada en un escritor tan joven, apenas 30 años. O quizá es que la duplicación de sus años en quien realiza esta lectura dan a la lectura de sus versos una dimensión que va más allá de su mirada, la mía, más profunda, más siniestra, más dolorida. Pero no, sus versos dicen lo que dicen y hieren la carne con su textura de pluma. Nunca escribiremos lo suficiente pero elijo estas palabras para que la hija menor de la felicidad regrese a casa por costumbre con las pocas o muchas imágenes que hemos olvidado. No estamos en el sueño de la razón produce monstruos de Goya, sino en el escalpelo que abre lo real para desvelarnos el frágil suelo que pisamos, el goce como don inmerecido y el tiempo omnipresente: el futuro está en todas partes menos en sí mismo. Avanza el poema creando su propia lógica y desvelando un universo a la vez extraño y familiar, como en los sueños. No hay grandes cataclismos ni pesadillas a los que enfrentarse, sino un cierto desamparo, una extraña comezón, un gran desasosiego. Explícito, palpable en alguno de los poemas como en “A veces en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 193 cree”; sutil, entrelazado al desarrollo del poema en la inmensa mayoría. A veces cree que nadie la va a enterrar ¿Por falta de amor, de piedras o de tierra, de luz suficiente para el camino por el que irá la muerte que dejaría en las horas muertas de sus tristes herederos? Hay seres que nacen con el don de la profecía, de la anticipación a la catástrofe. Los perros, dicen, sienten los pasos de la muerte cuando se acerca. Fernando de las Heras goza del don de la penetración. Dice en “No estaba escrito” Me basta con saber que en este mismo lugar nuestros antepasados redoblaron la ternura como quien añade pan a la mesa. O en “No hay salvavidas para quien vive” Pertenezco a ese grado elemental donde la belleza se desintegra de a poco y contra todo pronóstico tú sucedes sin orillas. (…) No dejo escapar un solo golpe de aire inspirado porque en el lugar que habito no hay salvavidas para quien vive. 194 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 En “Por increíble que parezca” Fernando de las Heras nos advierte ya desde el comienzo del libro que aunque se aventura por la senda de Casandra lo va a hacer con la misma limpieza, delicadeza y extrañamiento que podemos encontrar en la película Melancolía de Lars von Trier: Un día de estos (…) en cada frontera sellada se presentará un niño con las rodillas manchadas de una hierba fluorescente. (…) El día menos pensado, vendrá la vida a llevarse a la vida por delante. En ese ir y venir de lo real a sus sombras, el libro condensa un enorme tejido referencial de canciones, poesía, cómics que forman parte del universo particular del autor y llegan al libro aportando “Traed madera, más madera” como en la secuencia de Viaje en tren de los hermanos Marx. Como en la película, la ironía, el humor no está fuera del poemario: Han empezado a llover dioses infectados por el aburrimiento (…) Yo, mientras tanto, saldré a buscarte de nuevo antes de que por Tutatis el cielo caiga sobre nuestras cabezas. A trechos, esa forma de buscarle el reverso a lo real e imaginar un mundo otro nos trae a la memoria la forma de hacer poética de Roberto Juarroz. Con una lógica aplastante se desarrolla “Otra forma de lucha”. Comienza y termina el poema con dos imágenes: un ciego y los pájaros. Entremedias, todo un mundo ha tenido lugar. La sencillez, aparente, de las palabras es la red en la que se teje la enorme complejidad de ser y estar en el mundo. Así, ya en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 195 desde el título, “Una casa”, el poema anuncia casi un ejercicio de descripción escolar. Y como en esa infancia de desbocada imaginación en la que todo era posible comienza el poema: Mi casa se hizo en el aire y le dejé crecer raíces. En medio de ese despliegue, como el estallido de un rayo en medio de la noche, estos versos: En ella caben exactas las vidas / que un hombre y una mujer pueden llorar. De fondo, el eco de Jorge Luis Borges cuya lectura sin duda compartimos y recorre de cabo a rabo el poemario: No sé si volveremos (…) pero sé que (…) noche a noche me deja en un lugar el mundo. Milagro y extrañeza de la existencia, de la muerte diaria que es el sueño y del seguir amaneciendo cada día, que no es poco. Imagen: Portada del libro 196 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 ESCENAS DE INTERIOR (Aire de familia, de Juan Ramón Santos) Emilia OLIVA 2016 La belleza captada nos hiere y deja una herida abierta que no cicatriza nunca. Quien ha sido alcanzado por su zarpa, sería más certero decir por su rayo, ya no tiene sosiego ni descanso. Algo en el mundo se revela de repente inasible y el único sentido a la existencia es buscarlo. Juan Ramón Santos, escritor, ha sido tocado por su rayo como lo fue el pintor holandés Johannes Vermeer. Juanes los dos. Creadores de santos, de imágenes los dos. Reveladores los dos del milagro que es la existencia, atrapadores de los instantes sagrados de lo cotidiano los dos. Aire de familia bebe de esa tradición pictórica de los cuadros de interiores de Vermeer, no sé si de manera consciente. Como Vermeer, con esa misma delicadeza del pintor, Juan Ramón Santos atrapa el flujo de la existencia y nos muestra el destello sutil, la belleza pura del instante detenido. Bajo la aparente crónica o memoria de la propia vida – de un periodo preciso de esa vidase cuela el sustrato pictórico y el libro es entonces dos libros. Los hechos reales, biográficos, que lo atraviesan constituyen otros tantos instantes recobrados de lo cotidiano con el extraño fulgor en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 197 que los eleva por encima del suelo a lo sagrado. La referencia pictórica y la sagrada están expresamente referidas en el libro al devanar el tema central del libro: la concepción del primer hijo. Si quieres evocar este momento no pienses en tizianos ni frangélicos, pues tu buena noticia nos llega con modestia y sin dorados, sin ángeles, columnas o laureles ni lejanos paisajes del jardín del Edén, nada de eso. Y, sin embargo… todo el libro nos sumerge en la maravilla de lo inexplicable de la existencia con palabras que no pueden ser sino sagradas “Y entonces fue el principio…” como en la Biblia. Parecería que ya nada había que decir sobre la concepción de un hijo y su vertiginoso crecimiento. Que todo estaba dicho desde todos los campos: desde la antropología, la psicología o la medicina. Que literariamente el tema no daba de sí sin caer en el sentimentalismo fácil o la ñoñería. Juan Ramón Santos descubre una fisura en el túnel del tiempo y halla que desde la Biblia no ha habido poeta que haya abordado el tema, que en los temas de interior que los poetas han recorrido han pasado de puntillas por el hecho mismo de la concepción, y estaba Johannes Vermeer, el multiplicador de escenas de interior, atrapando el fulgor del instante, en el milagro de la luz y la vida que guía sus pasos. En los agradecimientos dedica Juan Ramón Santos el libro, “a Álvaro Valverde y Gonzalo Hidalgo Bayal, que me dieron la seguridad de haber escrito algo parecido a un libro de poesía”. El poeta no sé si estaba ya presente en los múltiples relatos que ha escrito o en la Biblia apócrifa de Aracia, su primera novela, (aún no los he leído) pero el poeta está presente y mucho en El tesoro de la 198 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 isla, su novela más reciente. La poesía está en las imágenes, en el ritmo que da a la construcción de las frases y que inciden en la lectura gozosa de una novela donde queda de manifiesto que Juan Ramón Santos, además de estar hecho de carne y hueso –lo podemos tocar, pellizcar, abrazar- es un animal de palabras porque ha devorado el mundo a través de los libros. Ya desde el comienzo, rotundo, sortea una frase larga de difícil construcción y la remata con la más hermosa de las imágenes: “con la frágil textura de una tela de araña” “Rubén, el más ágil e intrépido de todos, trepó con decisión por la reja de la ventana y al llegar arriba, sujetándose en los hierros con los pies, se dejó caer hacia atrás, se aferró al borde del balcón y, tras un par de segundos colgando a unos cuatro metros del suelo, se levantó a pulso con la agilidad de un mono, saltó por encima de la barandilla y se coló en el edificio por la puerta entreabierta apartando un visillo blancuzco y raído, con la frágil textura de una tela de araña” (El tesoro de la isla, Mérida, De la luna libros, 2015) Sostenía el profesor Maurice Toussaint en sus clases de Literatura Francesa en la Facultad de Filosofía de Cáceres que toda la novela se encuentra en el inicio, y nos enseñó a descubrirlo a través del análisis minucioso de las palabras del primer párrafo de La caída de Albert Camus. En El tesoro de la isla ¿qué sabemos de entrada? Los personajes: adolescentes. La intrepidez y la agilidad se pierden después. El marco: un caserón o palacio (ventana con rejas, balcón a cuatro metros del suelo). Lo que va a pasar: aventuras (colarse en un edificio y violar lo privado tendrá consecuencias). Viaje en el tiempo: encuentro con fantasmas (el visillo raído y la puerta del balcón entreabierta nos indican el abandono, ¿allí no vive nadie?). Y ahora ya puestos en sed, el lector no tiene más remedio que leer. ¿Por qué traigo a colación la novela El tesoro e la isla si de lo que en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 199 se trata es de hablar un libro de poemas? Porque el mismo truco de la novela está aplicado en este pequeño libro de poesía, todos los poemas están ya en la introducción. La estructura es narrativa, es cierto. Nos cuenta una historia, íntima, familiar: las peripecias de una pareja novicia en la concepción, nacimiento y crianza de su primer hijo. Si se hubiera quedado ahí, hubiera sido un libro fallido y, de haber sido publicado como libro de poesía, un fraude para el lector. Pero Aire de familia nos sumerge en la atmósfera y es ahí donde radica el valor del intento y el acierto logrado. Como Juan Ramón Santos, ya lo han descubierto, es un escritor juguetón, nos trae y nos lleva por donde quiere ya desde el propio título: “Aire de familia”. El libro vuelve a ser dos libros, se multiplica su sentido. Por un lado, lo que significa literalmente la expresión en el diccionario. Por el otro, la tradición pictórica. Si en la novela, El tesoro de la isla, el recorrido propuesto es autobiográfico en tanto en cuanto la acción sucede en Plasencia y el escritor se cuela en uno de los personajes adolescentes, es también un recorrido literario ya que el tesoro oculto es el de las lecturas del protagonista. Veamos cuál es el doble juego al que nos somete el autor en Aire de familia. ¿Qué significa el título? Según la RAE, parecido, semejanza, especialmente de las personas. ¿A qué aire se está refiriendo realmente el autor? A la pintura y lo que la pintura ha recogido de la peripecia vital antes referida. En el título el aire al que se refiere el autor es la atmósfera atrapada en un cuadro. Se atribuye a Dalí la anécdota sobre el aire de Las Meninas de Velázquez. Ignoro si son palabras atribuibles al pintor surrealista o son creación de Els Joglars cuando para presentar su obra Daaalí, simulan una entrevista a Dalí y nos cuelan la referencia de la que les hablo: “P: Maestro, ¿qué se hubiera llevado del Museo del Prado, en caso de incendio? 200 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 D: Evidentemente, Dalí se llevaría nada menos que el aire, y específicamente el aire contenido en “Las Meninas” de Velázquez, que es el aire de mejor calidad que existe.” El libro precedido de una introducción y un epílogo, que sirven de marco a la escena, está estructurado en tres partes porque “Éramos dos y ahora somos tres”. PREPARACIÓN AL PARTO, 11 poemas escanciados en su sucesión de un modo preciso: 2 poemas largos y uno corto denominado “haikugrafía” Estas haikugrafías hacen un total de tres señales de alarma, preludio del INTERLUDIO que constituye la segunda parte del libro y está formado por un único poema largo que narra la tensa espera antes del parto en la sala del hospital. La tercera parte, ALBUM DE FOTOS, estable en su estructura, lo constituyen 11 poemas de 11 versos endecasílabos, de 11 sílabas. La espera ha terminado, ahora le toca el turno a la vida, lo cotidiano, así, sin más. En medio de la narración de lo cotidiano, como en los cuadros de Vermeer, la multiplicación de la luz en los objetos revela de pronto algo que trasciende más allá de la escena visible, así en Aire de familia, hemos de transitar por el cuadro de la narración para hallar el fulgor que nos sobrecoge. Desvelar el fulgor sólo es posible creando el marco, el entorno, la secuencia: una mujer que limpia eternamente una vidriera de una casa holandesa inundada por la tenue luz exterior o vierte leche interminablemente en un cuenco que nunca se llena o la perla que pende e ilumina la belleza de una joven. Eso que descubrió Johannes Vermeer en la pintura de escenas domésticas e interiores, nos lo revela Juan Ramón Santos en esta pequeña joyita de la vida cotidiana de una pareja novicia en la procreación de una criatura. La belleza que nos deslumbra cala muy hondo y duele. La herida es indeleble. Y como en la experiencia mística, el dolor va unido al gozo. Por esos caminos nos trae y nos lleva Juan Ramón Santos, el poeta. Imagen: Portada del libro en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 201 EL TACTO DE LO EFÍMERO, DE JESÚS MARÍA GÓMEZ Y FLORES Emilia OLIVA 2016 Hablar de Jesús Mª Gómez y Flores, presentarlo, es hablar desde el desconocimiento de la persona, desde el cruce de caminos que el azar provoca, de la admiración por la tenacidad de las empresas culturales que pone en marcha y alimenta (Norbanova, asociación filatélica), para acabar –entretejido en las líneas que escribe- al hombre de acendrada sensibilidad, al doctor en Derecho y Magistrado del que una no imagina una aplicación implacable de la ley. Desde el rastreo un poco fantasmal que he hecho por Internet, de Jesús Mª Gómez podemos decir que es un hombre generoso de tiempo, de amigos, de afectos, de palabras. Que le gusta tejer, entretejer vidas y proyectos, poner en relación a gentes que de entrada no hubieran confluido. Es en esa larga sombra de generosidad y afectos donde proyecta su figura, donde hemos de buscarle si queremos encontrar al hombre, que no está lejos del poeta. Pero, sobre todo, donde encontraremos al hombre es en la sed inagotable de lectura. Los libros y la vida se fusionan como las dos caras de una moneda en la trayectoria vital de Jesús Mª Gómez. Esto que podría ser aplicado casi de manera genérica a casi todo escritor, porque sin lectura no hay escritura 202 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 posible, constituye la columna vertebral de su escritura. Ya que si algo caracteriza la escritura de Jesús Mª Gómez es su forma de entretejer los hechos de su vida personal en las líneas de cada verso: El otro yo, El último viaje, A contracorriente, Arcanos mayores o Escenarios. El inquieto personaje que le habita no deja de asombrarse del mundo que le rodea y del asombro nace la necesidad de perpetuarlo. Los viajes constituyen otros tantos textos exploratorios de lo vivido que se escapa y de los que ha de dar cuenta. Los viajes, entendidos no sólo como desplazamientos espaciales, visitas de otros países y ciudades, sino también como inmersiones en el tiempo. La afición filatélica, el interés por los documentos históricos, las tarjetas postales caducas o las viejas ediciones constituyen otros tantos viajes en el tiempo por los que se prodiga en su blog Escenarios. No es raro pues que en su declarada poética en Tacto de lo efímero nos indique “Todo es susceptible de ser materia del poema. Dar testimonio, proyectar la dimensión del asombro” (p. 22) con la esperanza de que ese hacer de palabras permita “eludir la sinrazón de lo caduco”. Voy a dejar a Jesús Mª Gómez, al hombre y al poeta, con sus dos máscaras, verso y reverso, y voy a adentrarme en la jungla de las palabras que componen Tacto de lo efímero. Leer Tacto de lo efímero es dejarse reptar de cabo a rabo, de uña a pelo, de labio a dedos por una serpiente de imágenes que nos recorre a flor de piel, nos envuelve, nos abraza y nos hace sentir hasta la médula la absoluta desnudez en la que estamos. No hay sosiego al descubrimiento del frío mortal que nos acecha, que nos tiene entre sus fauces. De vez en cuando, como una bocanada de aire, un respiro, el breve fulgor de la vida y sus promesas, el calor del abrazo o la compenetración del beso alientan como la sola compensación al ser y ser solo, inevitablemente, en despedida constante de todo, de todos. El libro se nos presenta con una en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 203 hipótesis de partida: palpar, tocar, gustar, oler, ver, oír constituyen los elementos que hacen el conocimiento o la búsqueda posible. No hay más allá. El cuerpo es el único territorio habitable. De ahí que cuerpo y tierra estén permanentemente asociados, intercambiados, desplazados, sustituidos el uno por el otro o el uno junto al otro. El viaje –por ese cuerpo habitado- que se nos propone es un viaje interior. De la piel a los huesos, y su sonido de caña en el viento final o su silencio: “el silencio se enquistaba en los huesos”. Lo efímero constituye la única brújula para orientarse. El libro, dividido en seis partes con una coda final, nos va a llevar de La conciencia, al Estado de sitio, al insomnio de Para no conciliar el sueño, habitará de Fantasmas la trayectoria para recalar, en la última parte, en Secuencias de lo efímero. Y como nunca hay vuelta atrás, acabado el recorrido, la coda Lo que de verdad importa. Ética y estética se entrelazan para abrirnos a un universo rico en imágenes, de pausado caminar y de relectura inevitable. Apenas encontramos narración a la que aferrarnos, aunque vayamos transitando hechos concretos de la vida del poeta de cuyo detalle el propio poeta nos da pistas en el Diario de Bitácora, agradecimientos y otros débitos, que cierra el libro. No voy a insistir en ellos. Está claramente indicado el objeto del libro: “La conciencia y la revelación de lo efímero, la necesidad de aferrarse a las personas, a los sentimientos que verdaderamente justifican el recorrido de la vida y que nos redimen del yugo de la incertidumbre”. Si el poeta se hubiera quedado ahí, no hubiera traspasado la línea que hace de un montón de palabras, poesía. ¿Qué es pues lo que, en el libro, trasciende a esa modesta intención del hombre y 204 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 convierte al hombre en poeta? El manejo de la materia con la que construye su universo de referencias. El decir, el nombrar, el precisar. El desplazamiento permanente del campo de referencia. El ritmo y el vuelo de la palabra hacia imágenes y sinestesias que abren el mundo y transforman lo cotidiano personal en experiencia de conocimiento, de penetración de arcanos inefables. Dicho en palabras del poeta en el libro: “Dar forma a las palabras / Ponerles ojos, manos, cinturas que poder asir” (p. 34) Podríamos analizar cómo lo consigue fijándonos en muchos aspectos. El que predomina o el que ha llamado más poderosamente mi atención y ha convocado poderosamente a mi imaginación ha sido una estructura gramatical que, de puro sencilla, es de alto riesgo para errar el tiro. Jesús Mª Gómez, maestro de la palabra, por lo que de precisa ha de ser la palabra de la ley –sin duda- sortea con éxito la empresa. Artículo + sustantivo + adjetivo + preposición de + artículo + sustantivo Artículo + adjetivo + sustantivo + preposición de + artículo + sustantivo El abrigo blanco de la maestra / el blanco abrigo de la maestra, por poner un ejemplo para que puedan seguirme. Evidentemente, el poeta somete al lenguaje a un juego de desplazamientos y a un uso desafiante de los adjetivos. Y ya es ser atrevido después de lo dicho por el maestro Alejo Carpentier en “El adjetivo y sus arrugas”1: “Los adjetivos son las arrugas del estilo. Cuando se inscriben en la poesía, en la prosa, de modo natural, sin acudir al llamado de una costumbre, regresan a su universal depósito sin haber dejado mayores huellas en una página. Pero cuando se les hace volver a en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 205 menudo, cuando se les confiere una importancia particular, cuando se les otorga dignidades y categorías, se hacen arrugas, arrugas que se ahondan cada vez más, hasta hacerse surcos anunciadores de decrepitud, para el estilo que los carga. Porque las ideas nunca envejecen, cuando son ideas verdaderas. Tampoco los sustantivos. Cuando el Dios del Génesis luego de poner luminarias en la haz del abismo, procede a la división de las aguas, este acto de dividir las aguas se hace imagen grandiosa mediante palabras concretas, que conservan todo su potencial poético desde que fueran pronunciadas por vez primera. Cuando Jeremías dice que ni puede el etíope mudar de piel, ni perder sus manchas el leopardo, acuña una de esas expresiones poéticoproverbiales destinadas a viajar a través del tiempo, conservando la elocuencia de una idea concreta, servida por palabras concretas. Así el refrán, frase que expone una esencia de sabiduría popular de experiencia colectiva, elimina casi siempre el adjetivo de sus cláusulas: "Dime con quién andas...", "Tanto va el cántaro a la fuente...", " El muerto al hoyo...", etc. Y es que, por instinto, quienes elaboran una materia verbal destinada a perdurar, desconfían del adjetivo, porque cada época tiene sus adjetivos perecederos, como tiene sus modas, sus faldas largas o cortas, sus chistes o leontinas.” Y sin embargo, contra el maestro Carpentier, eleva Jesús Mª Gómez un universo impecable: la ojerosa serenidad de los anaqueles (p.15) una mancha cautiva del cansancio (p. 15) el veneno placentario de los folios (p. 15) la meliflua carcasa del coraje (p. 16) el pertinaz hollín de la diáspora (p. 19) la desbocada invención del amor (p. 20) la ingrata taxidermia de los días (p. 26) la insultante frialdad de los hospitales (p.38) la dócil carne de los álamos (p. 43) 206 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 la luciérnaga esquiva de su voz (p. 48) ingratas criaturas de amaranto (p. 48) sanguinolenta ortografía de los crucifijos (p. 48) las machaconas consignas de los escaparates (p. 55) los fugaces contubernios de los mortales (p. 60) la ingenua mixtura de los sentimientos (p. 60) el dulce piano del insomnio (p. 60) esta larga égloga de celuloide (p. 61) la estética impertinente de lo inservible (p.63) las ventanas abiertas de su pecho (p. 64) la caduca certidumbre de los objetos (p. 75) las instancias inéditas del tiempo (p. 76) la vejez anticipada de las cosas (p. 76) los reductos de la lengua menguante (p. 76) la amenaza de las salamandras (p. 77) las movedizas bisagras de una torre de naipes (p. 80) los brazos incontrolados del tiempo (p. 89) el aire intocado del poema (p. 89) la intimidad furtiva de los veladores (p. 90) las trincheras de un poema de ida y vuelta (p. 90) la maltrecha anatomía de las mareas (p. 95) A veces simplifica, reduce la estructura, sin abandonar el deslizamiento del referente la proa de la rutina (p. 59) el éxodo de los alacranes (p. 59) los remiendos de la edad (p. 62) la humedad de los muelles (p. 64) el fragor de los suburbios (p. 64) las larvas de la fiebre (p. 64) el pulso de las nubes (p. 78) el páramo de las sábanas (p. 78) el desafío de sus labios (p. 91) en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 207 Y así, acabamos como una estampida de indómitos borrachos (p. 64) trozos de barro en un mismo alfar (p.95) Referencia. 1.- URL http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/carpen.htm Imagen: Portada del libro 208 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4 may/jun. 2016 ángel gonzález gonzález GALERIA FOTOGRAFÍA Muestra fotográfica de: DAVID ESCUDERO ©Derechos Reservados 1.- Sin título 2.- Sin título 3.- Sin título 4.- Sin título en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 209 210 5.- Sin título 6.- Sin título 7.- Sin título 8.- Sin título 9.- Sin título 10. Sin título en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 David Escudero en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 211 en sentido figurado ARTES PLÁSTICAS 212 MUESTRA Y POESÍA DE: Juan BARROSO ©Derechos Reservados 1.- Sin título 2.- Caminantes 3.- Composición UNO 4.- Composición DOS en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 5.- Composición TRES 6.- Composición CUATRO 7.- Composición CINCO 8.- Composición SEIS 9.- Eleva 10.- Contraportada en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 213 CUANDO ME FALTA el vino que los necios niegan el mundo es tan gris que niego la poesía Y me acuerdo de ti, siendo sombra del llano, dejado del amor, ajeno a tus pies fríos que pisan los racimos de mis torpes versos. Cuando la tarde cae en el día vacío sin tu boca los alejandrinos versos son espinos que no tienen silabarios ni saliva ni manos ni caderas complacientes Y me acuerdo de ti siendo un ser plano indiferente de la geometría del verso que te escribo. El mundo es tan gris si tú no estás conmigo que solo el dulce vino me endulza la boca y los ojos se cierran como si estuviera dormido latiendo el corazón como cuando estamos juntos. Contigo sabiendo que no he sido lo que los necios niegan. Juan Barroso 214 en sentido figurado. revista literaria. año 9 num. 4. may/jun. 2016 contraportada: juan barroso