Los chicos crecen!!!
Transcripción
Los chicos crecen!!!
Para la FAO: Los chicos crecen!!! Ing Agr. Juan Chimicz. Coordinador Proyecto de Lechería extra-pampeana INTA – EEA Rafaela Nuevos análisis de la realidad lechera internacional revelan las posibilidades que los pequeños productores ofrecen al crecimiento de la lechería y a su vez la excelente oportunidad que se abre para la pequeña agroindustria familiar. Recientes estudios en el orden internacional reposicionan a la lechería de pequeños productores como una alternativa trascendente para el desarrollo regional, local y fundamentalmente de las familias involucradas. Estamos acostumbrados a recibir y valorar las apreciaciones que, desde los medios, la industria de insumos, la academia, etc., distintos referentes expresan sobre la lechería, sus posibilidades y su futuro. Esos comentarios muchas veces se van transformando en razonamientos dominantes que a menudo aceptamos complacientemente sin mayor análisis. Lamentablemente, aunque tal vez certeras en su origen, cuando algunas de estas opiniones se transforman en generalizaciones resultan ser discutibles, y aún equivocadas si se las analiza en un contexto más amplio. Quién alguna vez no escuchó, y hasta en ocasiones repitió, frases como “la lechería pastoril es cosa del pasado” (en cualquiera de sus múltiples versiones), o aquella otra, “no se puede producir leche sin alfalfa....”, o las más locales, ”vacas de menos de 20 litros no son vacas lecheras...”, o, “tambos de menos de 2000 litros por día no son viables...” etc, etc,. Opiniones que a fuerza de repetirlas, con el tiempo se van instalando en algo así como dogmas tecnológicos. Hace unos pocos años se destruyó aquella creencia, bastante generalizada en el orden nacional, que asumía que en las zonas tropicales no se podía producir leche por lo que seguramente, y como consecuencia lógica, debíamos ser proveedores permanentes de países como Brasil. Tal vez sea innecesario recordar que en la actualidad ese país se convirtió en un importante competidor de nuestra ganadería de carne y leche y que además no es el único ejemplo de crecimiento de ganadería tropical. Poco a poco van cayendo mitos y se destacan publicaciones, algunas no necesariamente nuevas, que marcan avances del conocimiento que cuestionan fuertemente esos antiguos “dogmas tecnológicos”. Un ejemplo de ello es un reciente estudio llevado a cabo por la FAO (Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación) en conjunto con la IFCN (International Farm Comparison Network) que pone en evidencia la importancia y las posibilidades que ofrece la situación internacional para la lechería de pequeños productores y el desarrollo de nuevas zonas productivas. La publicación de la FAO (1) incluye el análisis técnico y económico de un conjunto de sistemas lecheros de países desarrollados y en desarrollo con la contribución de especialistas de más de 60 países cooperantes. La importancia del trabajo radica no sólo en el análisis de la potencialidad y oportunidades que se abren a los pequeños productores lecheros del mundo sino en que, sin proponérselo explícitamente, sus conclusiones ponen en discusión algunas técnicas utilizadas en los sistemas desarrollados y que, a fuerza de generalizaciones, son frecuentemente recomendadas para mejorar los sistemas típicos de las regiones en desarrollo sin considerar sus diferencias sociales, económicas y productivas. Los pequeños son muchos y crecen a buen ritmo... El primer aspecto que rescata este interesante estudio es la importancia cuantitativa de los pequeños productores lecheros y la de su contribución a la producción mundial. Basta mencionar que más de 150 millones de familias están directamente involucradas con la producción de leche, es decir cerca de 750 millones de personas (o un 12-14% de la población total). Durante los años 2002-2007 la producción mundial aumento un 13% y la mayor parte de ese incremento se dio en países en desarrollo (especialmente China, India y Pakistán), caracterizados por sistemas lecheros de pequeña escala. El tamaño promedio del rodeo a nivel mundial es de 2 vacas por productor que producen unos 11 litros por día por familia. Son las regiones en desarrollo las que en este momento están marcando un comportamiento diferencial y su consumo aumenta de forma muy notable. El documento señala que el consumo de leche en estas zonas crece a un ritmo (3,5-4,0%) que duplica el de otros alimentos básicos. No obstante esta situación, pocos países son autosuficientes en leche y el intercambio en el mercado mundial se ha incrementado, en el período 19902004, del 4,4 al 7,1% de la producción total. Se agrega a este proceso el aumento de la formalidad ya que la leche procesada por la industria formal pasó del 14 al 24%. Un nivel de competitividad interesante. El estudio señala que se espera que en los próximos años el consumo se siga incrementando por encima del 1,8% anual, que los precios crezcan significativamente en relación a los años anteriores y que el mercado mundial mantendrá su característica volatilidad. De la misma manera interpreta, en base a estudios de la OECD (The Organisation for Economic Co-operation and Development) y la FAPRI (Food and Agricultural Policy Research Institute), que los precios de los insumos, especialmente del alimento del ganado, se incrementarán sustancialmente. El trabajo utilizó una base de datos confeccionada por expertos que monitorearon técnica y económicamente sistemas productivos de países en desarrollo (Bangladesh, Camerún, China, India, Moroco, Pakistán, Perú, Tailandia, Uganda, y Vietnam) y de países industrializados (Alemania, Estados Unidos y Nueva Zelanda). La situación actual de la producción de leche en los países desarrollados analizados mostró el alto impacto del costo del alimento y del valor de la tierra en sus costos de producción. Los costos de estos sistemas terminan siendo un 56% superiores a los costos de producción de los sistemas “típicos” de los países en desarrollo analizados en el estudio (0,314 versus 0,202 US$/kg). No obstante estas diferencias en los costos, los precios de mercado tuvieron una diferencia menor, siendo que fueron un 30% más altos en el mercado de los países desarrollados, por lo que la rentabilidad de los sistemas de los países en desarrollo resultó más alta, una de las razones de su aumento relativo en la producción mundial. Abonando a lo anterior, se señala que los sistemas “típicos” en los países en desarrollo se comportan de manera más estable ante los cambios de precios ocurridos y por ocurrir. Las ventajas y oportunidades Llamativamente para muchos, dentro de las ventajas que se señalan que tienen los pequeños productores de leche del mundo en este momento, aparece su manera de producir. Más alejados de tecnología sustentada en el uso de insumos comprados fuera de la explotación, con bajo costo de alimentación basada en gran medida en residuos de cosecha y la utilización de forrajes locales producidos en la propia chacra. A pesar de la gran diferencia de costos de la mano de obra entre ambas realidades (0,45 versus 16,30 US$/hora), la misma no resultó trascendente en el cálculo de costo final, fundamentalmente debido a que, el bajo costo de la mano de obra en países en desarrollo, estaba asociado a una baja eficiencia productiva. Es importante destacar que en ambos casos esa retribución al trabajo en el tambo resultó superior, entre un 45 y un 22%, al promedio de la retribución en el mercado de trabajo local. Mas allá de estas singularidades, que pone en tela de juicio ciertas opiniones dogmáticas, se señala el gran margen de oportunidades para el pequeño productor. El estudio fortalece el reconocimiento de la importancia de la producción lechera en la lucha contra la pobreza rural, creando una gran cantidad de empleos en la cadena local, reforzando la seguridad alimentaria de las familias y las comunidades en las que se desarrollan y recalca la viabilidad de estos sistemas familiares dentro del contexto mundial actual. Para no repetir errores. Seguramente existen factores que pueden jugar en contra de un crecimiento sostenido de este importante grupo de familias productoras. Algunos de los mencionados tienen que ver con los subsidios a sus productores de las tradicionales políticas de los gobiernos de países desarrollados, con el aumento de los requisitos de seguridad de alimentos, etc, pero los más importantes podrían ser internos: - capacidad de mantener una retribución competitiva a la mano de obra (sea familiar o externa), - la capacidad para organizar las cadenas locales. - la posibilidad (o peligro) de implementar políticas de desarrollo equivocadas. Aquí es importante subrayar la experiencia que nos aporta el mundo y que en parte rescata este trabajo de la FAO; que el desarrollo difícilmente se logre copiando lo que se hace en las zonas centrales, sino implementando caminos propios, sustentado en el desarrollo de capacidades, conocimientos y experiencias con recursos humanos y productivos locales. También una oportunidad para nuestras lecherías regionales. Podrían pensar que Bangladesh o China, están muy lejos de nuestra realidad y tal vez tengan razón. Pero, más allá de las diferencias, los resultados de este estudio son aplicables también a nuestro ambiente. Las condiciones de la lechería nacional, con un interesante contexto económico para el desarrollo de la actividad, jaqueada por el proceso de agriculturización de la región central pampeana y en el marco de mercado un mundial positivo, ofrece una atrayente oportunidad a otras regiones potencialmente productoras. Desde siempre existen en el país zonas con producción local de leche que además de afrontar sus propias realidades, sufrieron los vaivenes de la producción lechera de la zona central pampeana, especialmente a través de sus consecuencias comerciales que afectaron sus mercados locales. Hay una gran cantidad de productores lecheros (varios miles) que no son reconocidos por los censos ni por las estadísticas del sector, pero que existen, producen, elaboran y venden en los mercados regionales. Varios gobiernos provinciales se interesan en las posibilidades que ofrece este sector, reconociendo su capacidad para generar trabajo local y mover positivamente las economías regionales. Ya hay resultados de ese accionar en diferentes zonas del país, aumento de producción, nuevos actores en la elaboración y comercialización local, mesas lecheras provinciales trabajando en zonas extra-pampeanas, equipos técnicos interinstitucionales avanzando en acciones conjuntas. A nivel de gobierno central se reconoció el tema y se le dio nueva jerarquía con apoyo del Ministerio de Agricultura y del INTA, que en conjunto con organizaciones locales, provinciales y regionales conformaron un proyecto específico de apoyo al desarrollo de las lecherías regionales extrapampeanas. Se abren muy buenas posibilidades a la lechería regional, una nueva oportunidad en el ámbito nacional y mundial para integrar positivamente a la empresa familiar y utilizar a la lechería como poderosa herramienta de apoyo al desarrollo local. (1) FAO 2010 - Status and Prospects for smallholder milk production. A Global perspective (“Estado y posibilidades de la producción láctea a pequeña escala, Una perspectiva global” ) Fig 1 Según un informe de la FAO, producen leche en el mundo cerca de 150 millones de familias. En la argentina varios miles de pequeños productores aportan a las lecherías regionales, aunque no son registrados en las estadísticas. Fig 2 -3. El aprovechamiento de los recursos locales y los producidos en la misma chacra son la base de la actual ventaja de los sistemas lecheros familiares en el mundo. Fig 4 La lechería se ha mostrado como una actividad generadora de mano de obra y agregado de valor, su desafío es mantenerse competitiva en la retribución al trabajo familiar. Fig.5 Las lecherías regionales extra-pampeanas se están organizando, aprovechando una nueva oportunidad del contexto nacional e internacional. Cuidar y velar por su crecimiento y desarrollo es de interés nacional.