12. La fe y las obras (segunda parte).
Transcripción
12. La fe y las obras (segunda parte).
12. La fe y las obras (Segunda parte) Jacobo tiene mucho más que decir: V. 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan”. 1. “Tú crees que Dios es uno…”. 1) Quien tiene fe pero no tiene obras puede pensar que su fe es aceptable. -- El cree en Dios y piensa que no necesita más. 2. “Bien haces”. 1) Por supuesto está bien creer que Dios es uno. 2) Creer en Dios es básico, Heb 11.6. 3. Jacobo no necesitará más que cuatro palabras para mostrar que aunque creer que Dios es uno está bien, no es suficiente: “También los demonios creen”. 1) ¿Podrá alguien decir que los demonios están bien delante de Dios porque creen que Dios es uno? Por supuesto que no. 2) El que cree que Dios es uno, sin hacer nada más no está mejor que los demonios. 4. “y tiemblan” 1) ¿Por qué tiemblan? Porque saben lo que les espera. -- Y lo saben porque creen en Dios. 2) Ellos no podrían no creer en Dios. -- Los demonios estuvieron cerca de El y se rebelaron contra él. 4) El caso de los demonios, quienes “creen y tiemblan”, es aterrador (1) Creen en Dios y al mismo tiempo tiemblan porque saben que están perdidos. (2) En realidad los demonios tiemblan de terror porque creen en Dios. -- Si no creyeran que Dios existe, no temblarían. 5. En las palabras de este v 19 Jacobo se muestra implacable. En esencia le dice al que tiene fe sin obras: La tuya es una fe intelectual: Crees en la existencia de Dios y no eres politeísta. Eso está bien, pero no es suficiente. Estás igual que los demonios, quienes tienen una fe como la tuya y tiemblan porque saben que están perdidos. 6. De manera que nadie debería conformarse con una fe igual a la de los demonios. -- Si creer en Dios no les sirve de nada a los demonios, tampoco te servirá a ti si tu fe no tiene obras. 7. Esto debe ponernos muy pensativos a nosotros los cristianos. 1) Debemos asegurarnos de que nuestra fe no sea como la de los demonios. 2) Para asegurarnos necesitamos esforzarnos porque nuestra fe se muestre con obediencia. 7. V 20: “¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?”. 1. “hombre vano”. 1) “Vano”, significa hueco, vacío, sin substancia, sin valor”. 2) Al no poder ver algo tan sencillo como el hecho de que una fe que no obra no aprovecha ni puede salvar, pareciera que el hombre no razona, que tiene la cabeza vacía. 2. Uno podría creer que Jacobo está insultando a alguien. 1) No es así. 2) Jacobo sólo está diciendo lo que se le podría contestar a quien dijera “tú tienes fe y yo tengo obras”. 3) Jacobo no está diciendo que alguien está razonando así, sino que alguien podría razonar así. -- Se trataría de alguien a quien no parece que le entren razones. 4) A ese que razonara así se le podría decir “¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?”. 3. Entonces Jacobo no le está diciendo a nadie “hombre vano”, sino que está argumentando en forma fuerte y magistral. 1) El está diciendo a sus lectores: “Si después de todo lo dicho hubiera alguien que afirmara que se puede tener fe que no tenga obras y que pueda esa fe salvar, se trataría de un hombre vano, hueco, sin razonamiento. 4. A ese hombre imaginario, pero que podría tener su gemelo en la realidad, se dirige Jacobo en el v 20: “¿quieres saber que la fe sin obras es muerta?” . 1) ¿quieres saber? O como dice la Hispanoamericana: ¿quieres aprender…? ¿Estás dispuesto a ser enseñado? 2) Jacobo sabe que aun a una persona así él puede mostrarle que la fe sin obras es muerta. -- ¿Cómo? El nos lo hará saber enseguida: Con dos ejemplos de las Escrituras que nadie, mucho menos un judío, podría rechazar. 5. Jacobo da por sentado que su hipotético interlocutor acepta que se le instruya. -- Enseguida Jacobo recurrirá a las Escrituras para probar con dos ejemplos de que la fe aceptable es la que está acompañada de obras que la muestran, vv 21-25 (que leamos). 8. V 21: “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?” 1. “Abraham” Jacobo comienza con el más amado de los patriarcas. 2. “nuestro padre” 1) Abraham era la persona más querida por todo judío, ya que él era el padre de la nación. (1) No había un solo judío que no se congratulara de ser descendiente de Abraham. (2) Los lectores de la carta, como todo judío, estaban totalmente familiarizados con la historia de Abraham que leían en el primer libro de la ley. 2) Así es que aquí Jacobo muestra nuevamente su genialidad: El más querido de los antepasados mostró tener la clase de fe que justifica por sus obras. 2. Leamos los vv 21 al 23. 1) Dije que los lectores originales de la carta estaban muy familiarizados con la historia de Abraham. 2) Pero tal vez nosotros no lo estemos. -- Vamos a Génesis 22.1-19 para que sepamos o recordemos el episodio de la vida de Abraham al que se refiere Jacobo. 3. “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre …? -- Se trata de una pregunta retórica que sólo admite una respuesta: “Sí, sí fue justificado por las obras”. (v 23) 4. “cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?”. 1) Jacobo está probando su punto con una simple pregunta. 2) Ya hemos leído que Abraham fue al monte a ofrecer a Isaac sobre el altar por una sola razón: Dios se lo ordenó. 3) Aquello que ocurrió en el monte fue una obra de obediencia. 4) “cuando” Abraham obedeció la orden divina, dice Jacobo. -- Fue entonces cuando fue justificado por las obras. 5. De manera que en este pasaje (2.14-26), y de acuerdo con todo lo que ha estado diciendo desde el c 1, Jacobo tiene en mente, no las obras de la ley de Moisés ni las obras meritorias, sino las obras del hombre obediente, por ejemplo, Abraham. 9. V 22: “¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?”. 1. “¿No ves…?” Pregunta retórica que equivale a una afirmación: “Sería imposible que no vieras que…”. 2. “la fe actuó juntamente con sus obras” 1) Abraham tenía no solamente fe ni solamente obras. -- Tenía las dos cosas. 2) “juntamente” Esas dos cosas que tenía Abraham actuaron la una unida a la otra. 3) Es decir, ni tenía solamente una de las dos cosas, ni una actuó sin que la otra lo hiciera también. 3. “la fe se perfeccionó por las obras” 1) La palabra “perfeccionó” es muy importante (1) El Léxico NASB dice que el verbo griego “perfeccionar” significa “traer a un fin, completar, perfeccionar”. (2) El verbo griego “perfeccionar” viene de “perfecto”, que quiere decir “completo, que no le falta nada”. (3) Por eso la Nueva Traducción Viviente traduce así: “sus acciones hicieron que su fe fuera completa”. (4) La Jubileo 2000: “la fe fue completa por las obras?”. (5) Busquen 1 Co 13.8. La versión La Palabra traduce “Mas cuando venga lo completo”. 2) Podría añadir mucho más, pero esto es suficiente para que veamos el sentido de la frase “la fe se perfeccionó por las obras” del v 22: (1) Sin las obras, la fe de Abraham –y la de cualquiera– habría sido imperfecta, es decir, incompleta. (2) Al ser incompleta, no habría tenido lo necesario para justificar al gran patriarca. 10. V 23 “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. 1. Cuando Abraham mostró su fe por sus obras al ofrecer a su hijo Isaac pasaron varias cosas: 1) V 22: Su fe se perfeccionó, es decir se hizo completa, como ya vimos. 2) V. 23: Se cumplió la Escritura, esto es, Gen 15.6. -- Fue el acto de obediencia de Abraham en el monte lo que hizo que la Escritura se cumpliera. 3) V. 23: Fue llamado amigo de Dios. -- Consideremos esta expresión del v 23: (1) El pasaje al que se refiere Jacobo fue escrito mucho tiempo después de que Abraham vivió: 2 Crón 20.7. (2) La expresión de Jacobo es hermosa: Abraham fue considerado por el Dios del cielo y de la tierra como su amigo. (3) Pero lo que hace importante el pasaje de Santiago 2.23 es que para que Dios considerara a Abraham su amigo, éste necesitó mostrar su fe por aquella obra de obediencia en el monte. 1. A la luz de esto, ¿cómo puede alguien atreverse a decir que las obras acompañando a la fe no tienen ninguna relación con la justificación? 2. No la tendrá para él pero quien cree a la Palabra de Dios, claro que la tiene. (4) Uno que tenga fe sin obras no podría soñar siquiera que Dios llegue a considerarlo su amigo. (5) El Señor Jesús lo dijo con toda claridad en Jn 15.14: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”. 11. V 24. “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe” 1. Tal es la conclusión inescapable a la que llega Jacobo extraída de lo dicho desde el v 14, que ha rematado magistralmente con el ejemplo de la obediencia de Abraham. 2. La lógica es perfecta. Claro, es la lógica de un escritor inspirado por el E. S. 3. Es por eso que nos asombra ver que un hombre generalmente brillante como Martín Lutero haya sido cegado por su prejuicio hasta el punto de que por causa de este v 24, haya querido excluir del canon la maravillosa Carta de Santiago 12. V 25: “Asi mismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?” 1. Ahora Jacobo recurre a otro ejemplo, el de Rahab, cuya historia se encuentra en Josué c 2. 2. Cualquiera nota que Jacobo usa un ejemplo a todas luces diferente: El de una mujer, no hebrea, con una ocupación inmoral como es la prostitución: 1) Ella había llegado a creer en Dios, por lo que había llegado a escuchar de la historia de los israelitas que habían salido de Egipto 2) Las andanzas de los israelitas en el desierto cercano por cuarenta años siempre bendecidos milagrosamente por Jehová deben haber sido objeto de conversación entre los canaanitas. 3) Particularmente, el caso de este pueblo nómada y su Dios había impresionado tanto a Rahab, que había llegado a creer en Jehová. -- Y ahora dos israelitas habían llegado hasta su misma casa. 4) La presencia de los dos aunada a lo que ella ya sabía del pueblo de Israel y su Dios y a lo que ellos deben haberle contado de la razón de su llegada a Jericó, le hicieron entender que su nación, su ciudad, su familia y ella misma estaban destinados a la destrucción. 5) Ella hizo lo que en su caso pudo para salvar a los suyos: (1) Escondió a los espías, (2) engañó a los que llegaron a su casa por los espías, (3) sacó a los espías de la ciudad enviándoles por camino seguro y (4) les hizo jurar que ni a ella ni a su familia les harían daño cuando los israelitas destruyeran Jericó. 3) Esas obras causadas por su fe, la justificaron, salvándola a ella y a los suyos de la muerte. 4) Rahab es puesta en la lista de los héroes de la fe en Hebreos 11.31. 5) Interesantemente, esta misma Rahab, ya salvada y convertida a la fe de Israel, se casó con Salmón el padre de Booz, bisabuelo del rey David y por lo tanto Rahab fue antepasada de Jesús. 13. V 26: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” 1. Con estas palabras Jacobo concluye el tema que lo colocó en un lugar único entre los autores del Nuevo Testamento. 2. El símil es impactante. Uno se imagina a un cuerpo inerte, horizontal, inmóvil, incapaz de hacer cualquier cosa. -- Claro: Es un cuerpo sin espíritu; está muerto. 3. “así también la fe sin obras está muerta”. 1) Está muerta, está sin obras y esa fe, cual un cadáver incapaz de hacer algo, no puede justificar a su poseedor. 2) Nada importa que Martín Lutero se haya rebelado en contra de Jacobo por haber escrito este pasaje que concluyó de esta manera. 3. Afortunadamente Lutero mismo, muy al final de su vida, expresó tímidamente que ya no se atrevía a llamar a la carta una “de paja”. 4. Desafortunadamente nunca se ha llegado a consensuar el concepto de que en realidad Jacobo y Pablo se complementan mutuamente cuando hablan de la fe, uno diciendo que la fe sin obras de obediencia está muerta y el otro diciendo que la fe genuina obra por el amor y que justifica al creyente sin las obras de la ley de Moisés.