File - Hermandad de la Consagrada Imagen del Señor

Transcripción

UNGIDA DE LA
CONSAGRADA IMAGEN DEL
SEÑOR SEPULTADO
CARLOS OVALLE
12/04/2011
COMISION DE UNGIDA
SALCAJÁ, QUETZALTENANGO
HERMANDAD DE LA CONSAGRADA IMAGEN SEÑOR SEPULTADO, CRISTO DE LA DIVINA VOLUNTAD
PARROQUIA DE SAN LUÍS SALCAJÁ
QUETZALTENANGO, GUATEMALA
I RITO DE ENTRADA
Antífona: He aquí a mi siervo a quien sostengo, mi elegido en quien me complazco. He puesto mi
Espíritu sobre él: dictará la ley a las naciones. No vociferará ni alzará el tono; no hará oír en la
calle su voz Is 42, 1-2
Traslado de la imagen del Señor en su catafalco, todos de pie.
Canto de Entrada: ¡Oh! Dulce Jesús Mío…
Lector: En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amen.
Lector: Dios mi vio ven en mi auxilio.
Todos: Señor date prisa en socorrerme.
Lector: Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Todos: como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amen.
Lector: Queridos hermanos, el Señor nos ha reunido esta noche para
honrarlo y venerarlo, por medio de la ceremonia de la unción de la
Consagrada Imagen del Señor Sepultado, Cristo de la Divina Voluntad.
Sirva pues esta celebración paralitúrgica, para acercarnos más a Dios y
a nuestra iglesia.
II RITO DE LA UNCIÓN DE LA CONSAGRADA IMAGEN DEL SEÑOR
SEPULTADO, CRISTO DE LA DIVINA VOLUNTAD.
1. DENUDACIÓN DE LA TÚNICA
Lector: ¡Oh! Jesús, amantísimo redentor nuestro, postrados ante tu
presencia, con el dolor de haberte clavado en la cruz con nuestras
propias manos todas las veces que cometimos graves pecados, y de
haberte ofendido con nuestra excesiva ingratitud.
Adorando tu
sacratísima humanidad te suplicamos nos despojes de todo pecado.
Lector: Padre Nuestro. Ave María. Gloria al Padre…
Lector: Por tu dolorosa pasión.
Todos: ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Lector: Nos podemos sentar.
2. DENUDACIÓN DEL ALBA
Lector: ¡Oh! Jesús amantísimo Redentor Nuestro, que entregaste tu vida
por nosotros en la más perfecta obediencia al Padre Eterno, postrados
ante ti contemplando tu cuerpo lacerado, te suplicamos perdones
nuestra indiferencia ante el dolor de los que sufren. Adorando tu
sacratísima humanidad, te suplicamos nos infundas el fuego infinito de
tu caridad.
3. UNCIÓN DEL PIE IZQUIERDO
Lector: te damos gracias por el amor con que fatigaste buscándonos
sendas de la perdición, hasta derramar sangre, punzado por las espinas
y abrojos de nuestros pecados, ofrecemos al Padre Eterno los
sufrimientos y el amor de tu Santísima Humanidad en expiación de
nuestras iniquidades, que detestamos con una contrición profunda y
sincera. Te adoramos sacratísima llaga del pie izquierdo.
Santísima
llaga del pie izquierdo de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús,
veros sufrir aquella pena dolorosa. Os doy gracias, oh Jesús de mi alma,
porque habéis sufrido tan atroces dolores para detenerme en mi carrera
al precipicio, desangrándoos a causa de las punzantes espinas de mis
pecados.
Ofrezco
al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima
Humanidad para resarcir mis pecados, que detesto con sincera
contrición.
4. UNCIÓN DEL PIE DERECHO
Lector. Te damos gracias por el amor que te crucificó, en medio de las
más terribles agonías y efusión de tu sangre. Tu que quisiste con eso
castigar nuestros extravíos y las culpables satisfacciones que hemos
proporcionado a nuestras pasiones desenfrenadas. Ofrecemos al Padre
eterno el dolor y amor de tu Santísima Humanidad, y te suplicamos nos
concedas la gracia de llorar nuestros pecados con ardientes lagrimas, y
de perseverar en el bien comenzado, sin sustraernos jamás a la
obediencia de tus divinos mandamientos. Te adoramos sacratísima
llaga del pie derecho. Santísima llaga del pie derecho de mi Jesús, os
adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena.
Os
doy gracias, oh Jesús de mi vida, por aquel amor que sufrió tan
atroces dolores, derramando sangre para castigar mis deseos
pecaminosos y andadas en pos del placer.
Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima
Humanidad, y le pido la gracia de llorar mis transgresiones y de
perseverar en el camino del bien, cumpliendo fidelísimamente los
mandamientos de Dios.
5. UNCIÓN DEL BRAZO IZQUIERDO
Lector: Te damos gracias por habernos colmado de beneficios con tanto
amor, a pesar de haber correspondido tan mal. Ofrecemos al Padre
Eterno el dolor y amor de tu Santísima Humanidad y le suplicamos
cambie nuestros corazones y haga conformes todas nuestras acciones
con su divina voluntad. Te adoramos sacratísima llaga de la mano
izquierda. Santísima llaga de la mano izquierda de mi Jesús, os adoro.
Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh
Jesús de mi vida, porque por vuestro amor me habéis librado a mí de
sufrir la flagelación y la eterna condenación, que he merecido a causa de
mis pecados.
Ofrezco
al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima
Humanidad y le suplico me ayude a hacer buen uso de mis fuerzas y de
mi vida, para producir frutos dignos de la gloria y vida eterna y así
desarmar la justa ira de Dios.
6. UNCIÓN DEL BRAZO DERECHO
Lector: Te damos gracias por habernos suspendido con tanto amor los
castigos y eterna condenación que habían merecido nuestros pecados.
Ofrecemos al Padre Eterno el dolor y el amor de tu Santísima
Humanidad y te pedimos gracia para aprovecharnos del tiempo que nos
queda de vida, para hacer frutos dignos de penitencia y desarmar la
justicia divina irritada contra nosotros. Te adoramos sacratísima llaga
de la mano derecha. Santísima llaga de la mano derecha de mi Jesús,
os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy
gracias, oh Jesús de mi vida, por haberme abrumado de beneficios y
gracias, y eso a pesar de mi obstinación en el pecado.
Ofrezco al Eterno Padre la pena y el amor de vuestra santísima
Humanidad y le suplico me ayude para hacer todo para mayor honra y
gloria de Dios.
7. UNCIÓN DEL COSTADO.
Lector: Te damos gracias por el amor que nos permitiste que tu pecho y
tu corazón fuesen heridos y saliera hasta la última gota de sangre y
agua, para hacer más abundante nuestra redención. Ofrecemos al
Eterno Padre los ultrajes que recibió tu Santa y Amabilísima Humanidad,
para que nuestras almas, dentro de una vez de ese corazón llenos de
amor y tan dispuesto a recibir los más grandes pecadores, no salgan de
ahí jamás. Te adoramos sacratísima llaga del costado de Nuestro
Redentor. Santísima llaga del Sacratísimo costado de mi Jesús, os
adoro. Me duele, Jesús de mi vida, ver como sufristeis tan gran injuria.
Os doy gracias, oh buen Jesús, por el amor que me tenéis, al permitir
que os abrieran el costado, con una lanzada y así derramar la última
gota de sangre, para redimirme.
Ofrezco al Eterno Padre esta afrenta y el amor de vuestra santísima
Humanidad, para que mi alma pueda encontrar en vuestro Corazón
traspasado un seguro refugio. Así sea.
Canto: Perdona a tu pueblo Señor.
8. UNCIÓN DEL ROSTRO
¿Cómo quito de tu Piel Sagrada el beso traidor? ¿el golpe burlón, los
crueles latigazos? ¿la corona que hirió tu Cabeza Sagrada? ¿los salivazos
en tu rostro? ¿los insultos que traspasaron tus rostro he hirieron tu ser?
¿la herida abierta en tu ojo?
Sí, limpiaré tus heridas, lo haré: Limpiaré tus heridas en el Huerto de los
Olivos, siendo leal. Las limpiaré amándote por los que no te aman,
rindiéndote honores y adoración por los que no lo hacen, siguiendo y
cumpliendo tu Santa Voluntad aunque ésta se vuelva difícil.
Quitaré el beso traidor, los golpes burlones y los crueles latigazos,
siendo fiel a tu Amor, respondiendo fielmente a tu llamada, evitando
herir a los demás.
Sacaré la Corona de espinas que hiere tu Cabeza Sagrada, alejando los
malos pensamientos, los rencores, las envidias, el odio, el orgullo…
Perdóname, Señor, por las veces en las que no he sido amor y he
contribuido en ser para Ti: escupitazo, corona de espinas, beso traidor,
palabra hiriente…
Sí, sí, Señor, yo sanaré tus heridas…
9. UNCIÓN DE LA ESPALDA
Lector: Señor Jesús, puesto que eres la verdadera luz, la unción, la
palabra y toda virtud, ilumina nuestro entendimiento, cura nuestros
afectos, dirige nuestra lengua y fórmanos para el ministerio. Que tu
gracia viniendo a nosotros, pase a nuestra inteligencia, a nuestra
voluntad, de nuestra voluntad a nuestro corazón, de nuestro corazón a
nuestros labios, de nuestros labios a nuestras obras y crezca siempre en
nosotros. Te adoramos Humanidad Sacratísima de Nuestro Redentor.
Jesucristo, mansísimo Cordero de Dios. Yo, pobre pecador, saludo y
reverencio tu Santísima Llaga, honda tres dedos, que padeciste en la
espalda llevando tu pesada Cruz, y, «que debido a los tres huesos que
en ella sobresalen, te produjo mayor pena y dolor que todas las otras
juntas de tu pasión.»
Te adoro, dolorido Señor mío; te reverencio, te glorifico en lo íntimo de
mi corazón, y te doy gracias por aquella Santísima, muy profunda y
dolorosa Llaga de tu espalda. Te suplico humildemente, por aquel duro
peso de tu Cruz, que tengas misericordia de mí y me perdones todos
mis pecados, tanto veniales como mortales, y me acompañes en el
camino de la Cruz, por las sangrientas pisadas tuyas, a la
bienaventuranza eterna; en compañía de mis familiares, por los siglos
de los siglos. Amén.
Alabada sea la Santísima llaga de la espalda de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
10.
VESTIMENTA DEL ALBA
Lector: ¡Oh! Jesús amantísimo Redentor Nuestro, que entregaste tu vida
por nosotros en la más perfecta obediencia al Padre Eterno, postrados
ante ti contemplando tu cuerpo lacerado, te suplicamos perdones
nuestra indiferencia ante el dolor de los que sufren. Adorando tu
sacratísima humanidad, te suplicamos nos infundas el fuego infinito de
tu caridad.
11.
VESTIMENTA DE LA TÚNICA
Lector: ¡Oh! Jesús, amantísimo redentor nuestro, postrados ante tu
presencia, con el dolor de haberte clavado en la cruz con nuestras
propias manos todas las veces que cometimos graves pecados, y de
haberte ofendido con nuestra excesiva ingratitud.
Adorando tu
sacratísima humanidad te suplicamos nos despojes de todo pecado.
Lector: Nos podemos sentar.
12 Besada del Señor
Cantos del Coro de Viernes Santo.
III RITO DE CONCLUSIÓN
Lector: Habiendo llegado al fin de esta jornada que Dios nos ha
concedido, llenos de esperanza en el Dios que nos Salva, supliquemos al
Dios Padre todopoderoso nos libre de todo mal diciendo.
ORACIÓN
Señor Dios todopoderoso, que para gloria tuya y salvación de los
hombres constituiste a Cristo sumo sacerdote, concede al pueblo
cristiano, adquirido para ti por la sangre preciosa de tu Hijo, recibir en la
eucaristía, memorial del Señor, el fruto de la pasión y resurrección de
Cristo. Que vive y reina contigo. Amen.
Canto de Salida: Coro Viernes Santo.
Acompañarnos a la procesión al contorno del Parque.

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