Dejar estela para un Chile mejor
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Dejar estela para un Chile mejor
Fundación Sailing Antártica Dejar estela para un Chile mejor < REPORTAJE CENTRAL > Expedición “Tesoros de Chile Insular” del yate Antártica UNA EPOPEYA PARA DESCUBRIR OTRO CHILE E n nuestra época escolar en algún momento en las clases de geografía escuchamos acerca del Chile insular y están en el recuerdo los nombres de islas como San Félix, Salas y Gómez, archipiélago de Juan Fernández y Rapa Nui. Pero de ellos, la gran mayoría de los chilenos sabemos poco y nada. Quizás algo de las dos últimas, luego de que Robinson Crusoe fuera noticia mundial por el posible tesoro enterrado en ella, así como se viera afectada por el tsunami del 2010 y la tragedia del avión de la Fach, y Pascua por sus misteriosos moais. Pero estas islas repartidas en la inmensidad del océano Pacífico deparan muchas sorpresas y tienen una gran relevancia para nuestro país al nivel que recientemente han sido valoradas por el resto del mundo. Hace sólo unos meses en esta zona se creó el Parque Marino Nazca-Desventuradas, con una superficie protegida de 297.518 km2. “Es un lugar único en el mundo, que ha sorprendido a los científicos. Tiene el mayor endemismo en peces costeros del planeta, más del 99% de los peces y el 84% de la biomasa registrados corresponden a especies que no están en otras zonas del mundo. Razones de peso para protegerlo”, dice el biólogo Carlos Gaymer, investigador de la U. Católica del Norte. Precisamente en este marco la tripulación del yate Antártica, conformada por su capitán Juan Francisco Novion, Rodrigo Díaz y Cristián Guilquiruca, cumplió una hazaña Una singladura que comenzó en Algarrobo, pasó por las Islas Desventuradas y la isla Salas y Gómez, para terminar en Rapa Nui y posteriormente unir la Isla de Pascua con la Isla de Chiloé. Una insólita travesía de 10.000 kilómetros que permitió apreciar las maravillas desconocidas de nuestro mar y descubrir a compatriotas que viven en condiciones increíbles y hacen patria en zonas absolutamente perdidas de los mapas. Fotos: Rodrigo “GoPro” Díaz desde el océano Pacífico. 10.000 KILÓMETROS EN NUESTRO MAR Isla Salas y Gómez Islas Desventuradas San Félix y San Ambrosio Isla de Pascua Algarrobo Juan Francisco Novion, capitán de Antártica, destacó haber alcanzado la meta a pesar de todas las dificultades previas. El yate Antártica fondeado a 4.000 kilómetros de la costa chilena, frente a la isla Salas y Gómez. Chiloé nunca antes realizada, al unir estos pequeños puntos imperceptibles en el mapa, en un viaje que tomó treinta días para recorrer 5.000 millas náuticas (equivalentes a casi 10.000 kilómetros) desde Algarrobo hasta Chiloé. La expedición “Tesoros de Chile Insular” fue una proeza donde no sólo confirmaron la magnitud de la fauna marina, sino que también tuvieron una experiencia única de vida al conocer a chilenos anónimos que hacen patria en estos desolados parajes, como el “Chito”, el “Tunga” y el “Tapsin” que viven de la captura de la langosta. “Queríamos que ésta fuera una experiencia con sentido, que dejara una ‘estela’ permanente en cada uno de ellos. Con la tripulación vivimos momentos inolvidables que quere- mos transmitir a la gente y que pueden ser apreciados en el canal Sailing Antártica en Youtube o en nuestro Facebook Sailing Antártica. Ha sido un desafío sumamente ambicioso. Hay todo un trabajo de programación, de análisis técnico, mental y motivacional y de coordinación como equipo. Y el desafío empieza desde el momento que te planteas la expedición. Pero lo más relevante, es dar a conocer al mundo los tesoros de estos lugares, ponerlos en el firmamento al ver los videos que hicimos y que se aprecie que estos verdaderos ‘paraísos’ también son una parte importante de nuestro país, donde existen chilenos que viven en condiciones increíbles. Porque si hay compatriotas que están abandona- EPYSA CLUB 82 · 10/15 20 21 dos, son éstos”, cuenta Juan Francisco Novion, capitán de Antártica y gestor de esta expedición. EL PEQUEÑO SABOT Para llegar a este punto fue necesario que pasaran casi 45 años. Desde que Juan Francisco Novion, a los ocho años, recibiera de regalo de navidad un sabot, embarcación escuela de esos años, para aprender a navegar. Ahí comenzó la travesía en esta pasión que compartió con su padre, Germán Novion Aguirre, quien ganó el primer título sudamericano de Lightning para Chile en 1972. Logro que Juan Francisco emuló el ’97, al igual que su hermano Germán el ‘92. A eso se suma el vice campeonato mundial en esta especialidad junto Casi al llegar a Isla de Pascua e Antártica cumplió las 10.000 millas desde que comenzó a navegar. Tras la destrucción del molo del club de yates Higuerillas, sólo una proeza de ingeniería logró poner a Antártica a flotar. al mítico Manuel González y a una prolífera carrera deportiva con innumerables títulos nacionales e internacionales en categorías de monotipo y oceánicas. Pero él sabía que su principal enlace con el mar no estaba en las regatas, sino que en la aventura. “En ese sabot, y con menos de 10 años de edad, nos arrancábamos con mi primo Germán Schacht a navegar en invierno hasta virar los Farellones, una rompiente de rocas, muy alejada, que hay en la bahía de Algarrobo. Íbamos solos, sin avisarle a nadie, así que si llegábamos a tener un problema o darnos vuelta, las cosas se habrían puesto muy difíciles para nosotros, ya que no se iban a enterar. Creo que desde esos tiempos tenía ese espíritu de bus- car grandes y nuevos desafíos en el océano”, recuerda Novion. Antes de emprender la expedición “Tesoros de Chile Insular”, recorrió una parte importante de la costa pacífica. Primero en el Don Germán, una embarcación de 33 pies, llamada así en recuerdo de su padre, quien había fallecido recientemente, y con la que llegó por primera vez a Juan Fernández, vía Antofagasta, para apreciar la sacrificada vida de los pescadores. Luego con el Punta Sur, su primera embarcación preparada para la real y verdadera navegación de altura, un Beneteau de 53 pies, acumuló nada menos que 25.000 millas náuticas. Entre los logros estuvo un periplo que unió Higuerillas y Rapa Nui, posteriormente Higuerillas, Guayaquil, Galápagos, Marquezas, Tahiti, Rapa Nui y de regreso en Higuerillas. Pero particularmente simbólico fue el cruce del trofeo náutico por excelencia, el “Everest” de los navegantes, el mítico Cabo de Hornos, el año 2006. LA ODISEA El 17 de septiembre pasado un nuevo terremoto golpeó nuestro país generando gran destrucción en la zona centro norte, lo que se vio agravado por el tsunami que azotó la costa. Entre las consecuencias estuvo la destrucción del Club de Yates de Higuerillas, base del yate Antártica y donde se trabajaba en el proceso de preparación para la expedición “Tesoros de Chile Insular”. Si bien la embarcación no sufrió daños, el molo quedó inutilizado por lo que no había forma de poner a Antártica en el mar. “Eso también es lo atractivo de estos proyectos. Es como una empresa donde, a pesar de que tratas de manejar todas las variables, surgen imponderables. Algunos bajan los brazos, pero nuestra tripulación, con ese mismo espíritu de lucha que hemos visto en los transportistas, no se dio por vencida jamás, luchamos contra viento y marea y nuestro lema ‘Prohibido rendirse’ más presente que nunca”, enfatiza Juan Francisco Novion. Fue un quebradero de cabeza. Tras un arduo trabajo de ingeniería, la implementación de grúas y aparejos, y luego de una titánica operación, Antártica estaba finalmente reposando en el agua. Pero la Ley de Murphy estaba sobre sus cabezas. A sólo días de zarpar, los técnicos que realizaron el servicio de 1.000 horas al motor, por falta de capacitación lo inutilizaron, poniendo en serio riesgo una vez más la expedición. Nuevamente afloró el orgullo que estamos acostumbrados a ver en nuestras carreteras tantas veces para lidiar con la adversidad y de una manera increíble se ganó la batalla. DESVENTURADAS El primer tramo de este viaje contemplaba llegar hasta las Islas Desventuradas (islote González, roca Catedral e islas San Ambrosio y San Félix), distante a 603 millas náuticas (1.200 km) lineales que se transforman en bastantes más debido a la parábola u ortodrómica que se debe realizar con el fin de encontrar los mejores vientos. Así se comenzó a utilizar la vela Gennaker, denominada por la tripulación como “Corazón de Chileno”, por tratarse de una bandera chilena y que simboliza el espíritu patriótico que envolvía al grupo, a Antártica y a la misma expedición. Las Desventuradas fueron descubiertas por Magallanes en el siglo XVI, quien le dio su nombre por no existir agua ni alimentos en el lugar. LA ISLA PROHIBIDA Hasta la Navidad de 2014 los pocos pescadores que habitan temporalmente la isla San Ambrosio vivían una celebración especial junto a la dotación naval de la base de la Armada en la isla San Félix, distante sólo 20 millas náuticas (40 km) . Memorables eran, incluso, los partidos de fútbol tras los festejos. Contar con sólo dos tripulantes más el capitán obligó a tener una máxima coordinación y las funciones definidas. Este lugar tiene un valor estratégico y geopolítico para el país y cuenta con una pista de aterrizaje, que Cinco siglos después la situación no ha cambiado mucho. Sobre unos roqueríos de San Ambrosio se levanta un humilde refugio, pero que resulta impresionante de sólo imaginar la proeza que significó llevar los materiales hasta este inhóspito lugar. Aquí 17 pescadores, que dejan a sus familias en Juan Fernández, están de septiembre a mayo laborando en la captura de la langosta. Precisamente con un gran ejemplar de este crustáceo celebraron Manuel “Chito” Chamorro y Héctor “Tunga” Recabarren el arribo de esta expedición, como se puede apreciar en uno de los capítulos de la expedición en el canal Sailing Antártica, en Youtube. Luego, los invitaron a conocer su refugio donde se las arreglan para llevar de la mejor manera la soledad y con los suministros básicos que cada 35 días les deja el barco que va a recoger la carga de langostas. A pocas millas de distancia está la isla San Félix donde se encuentra una base de la Armada, pero esa es otra historia (ver recuadro). en su momento fue construida por la Nasa como alternativa para los transbordadores, ante alguna emergencia al momento de su ingreso a la tierra. Algo similar a lo que se hizo al ampliar la pista de Isla de Pascua. Ésta habría quedado en desuso por parte de la agencia estadounidense mientras no se requiera para el programa espacial. Lo extraño es que, sin razones Esta travesía permitió conocer historias de vida increíbles de los pescadores de langosta, como Manuel “Chito” Chamorro. aparentes, esa regalía festiva de fin de año se terminó para los pescadores y San Félix se transformó en un punto RUMBO ESTE A una semana de partir, comenzó una de las etapas más complejas desde el punto de vista de la navegación, cubrir las 1.362 millas náuticas (2.522 km) que separan a las Desventuradas de Salas y Gómez. “Quizás en otras partes hay mayores distancias que recorrer entre un punto y otro, pero acá estás en la nada misma. No te cruzas con ninguna embarcación, nadie está cerca. Lo que en navegación de al- tura es conocido como un “punto ciego”. Eso hace que el barco se transforme en tu mundo. Hasta el más mínimo detalle pasa a ser relevante en esta empresa que has emprendido y donde debes lograr que no le pase nada a tu tripulación, liderar y motivar permanentemente, que cada uno cumpla sus funciones y se alcance el objetivo final que es llegar a buen puerto”, comenta Juan Francisco Novion. Para sobrevivir en el mar, salvo los placeres que éste te puede en- inexpugnable al que sólo se permitiría el acceso en caso de una emergencia extrema y bajo autorización expresa del jefe de inteligencia de la Armada de Chile que está a cargo de la base. “Antártica, dentro de su plan de navegación, contemplaba recalar brevemente en esta isla como uno de los tantos hitos que fueron planteados al iniciar el viaje, pero personal de la Armada nos prohibió acercarnos a menos de cinco millas náuticas, lo que me extrañó mucho, por el historial que tenían los pescadores para acceder al lugar y porque en teoría, como embarcación con bandera chilena tenemos el derecho a poder recalar en el territorio nacional”, recuerda Juan Francisco Novion, capitán de Antártica. Incluso durante el proceso, la embarcación fue contactada, por radio, por un avión de la Armada que La isla San Félix donde se encuentra la base de la Armada pasó a ser un misterio absoluto. sobrevolaba el cuadrante para confirmar las razones de su paso por la zona. EPYSA CLUB 82 · 10/15 22 23 neran fuertes tormentas que obligan a bajar rápidamente las velas. Pese a ello, el viento igual hace escorar la embarcación por la sola fuerza sobre el mástil y el casco. Son rachas de más de 40 nudos que no duran ni diez minutos, pero que se hacen eternas. Luego de siete días la tripulación llegó hasta esta isla, también conocida como Motu Motiro Hiva, que no entrega más que la visión de un peñón volcánico de sólo 770 metros de largo donde anidan algunas aves, entre ellas el mítico Manutara. Pero bajo el agua se aprecia otro mundo. Es más, es una de las zonas del mundo que más concentran tiburones, lo que fue apreciado in situ por la cámara de Rodrigo Díaz (ver código QR). Detalles, como la comida, no pueden quedar al azar. Debe llevarse una dieta equilibrada, que no caduque y que optimice el uso del espacio en el barco. A sólo Rodrigo “GoPro” Díaz. tregar con la pesca de una vidriola, un atún o un dorado, hay que realizar un trabajo logístico que comienza meses antes de zarpar. “Tuvimos que preocuparnos de preparar una dieta con una nutricionista, elegir los alimentos que cumplieran lo dispuesto por ella y con las limitantes de espacio para que alcance los treinta días de navegación. Lo mismo para cubrir las necesidades médicas que pudiésemos enfrentar y los requerimientos de combustible y respaldo técnico para el adecuado funcionamiento del barco”, detalla Rodrigo Díaz. Claro, porque una vez en ruta, Antártica no se detiene y los tripulantes deben hacer turnos de noche para garantizar que la singladura se cum- Cristián “Guilqui” Guilquiruca. pla con seguridad. “Te puedes encontrar con un container que cayó de un carguero o, incluso, una ballena. Éstas duermen en la superficie y si la chocas te puedes hundir. Además, si tiene una cría, te ven como una amenaza y puede embestirte varias veces. Son muchos los casos de embarcaciones que han naufragado por eso”, cuenta el capitán de Antártica. Otro problema lo presentan los repentinos cambios del tiempo y los vientos, agravados por la inestabilidad que presenta en esta época el Fenómeno del Niño. Precisamente camino a Salas y Gómez, enfrentaron la aparición de lo que llamaron “Godzillas”, cúmulos nimbos que tocan la superficie y ge- TE PITO O TE HENUA Desde Salas y Gómez continuó la travesía con 208 millas náuticas (400 kilómetros) hasta Isla de Pascua, donde la recepción fue muy efusiva. “El pascuense es muy reacio a la gente que viene de afuera, pero hay que recordar que para ellos el mar tiene un simbolismo increíble. Su leyenda cuenta que Hotu Matu’a, el primer rey Rapa Nui, llegó navegando. Por tanto, que tú llegues en una embarcación, te da una cercanía distinta con la gente que te trata muy bien. Nuestra experiencia fue maravillosa. He tenido el gusto de recalar dos veces en Anaquena, una de amanecida, en mi embarcación Punta Sur el 2004, y ahora al atardecer y son experiencias únicas”, detalla Juan Francisco Novion. Una de las particularidades es que la expedición logró la autorización de la Conaf para poder realizar tomas aéreas de la isla con su drone, algo no menor dado que es una zona arqueológica protegida y con fuertes restricciones. Así quedó registro de una perspectiva única del “ombligo del mundo” que se puede apreciar en el canal Sailing Antrártica. (Ver QR). Llegó el momento de comenzar la última etapa, unir a Rapa Nui con Chiloé, quizás las islas de nuestro país que más renombre nos han dado a nivel mundial. No era menor el desafío, doce días para cubrir las 2.073 millas náuticas (4.100 km) que las sepa- El arribo a Rapanui al atardecer marcó la mitad de la travesía de 10.000 kilómetros en un mes. La majestuosidad del humedal dentro del volcán Rano Kau, se revela en pleno gracias al primer vuelo de un drone en isla de Pascua. Rodrigo Díaz, tripulante de Antártica, tuvo que conseguir un permiso especial de Conaf. Un simple faro es el único símbolo de soberanía chilena en la isla Salas y Gómez. ran en línea recta. La ventaja es que en esta ruta ya es usual encontrarse con más embarcaciones y no es extraño realizar el recorrido, pero en el otro sentido. Desde el punto de vista de navegación hacerlo desde Pascua hacia el sur es sumamente complejo por las corrientes y la disposición de los vientos. “Fueron días bastante parejos, la mitad despejado y la otra con mal tiempo y un par de tormentas entre medio que nos sacudieron bastan- te. Pero nos sentimos muy a gusto trabajando como equipo, porque ya veníamos muy afiatados”, apunta Cristián Guilquiruca. Incluso el ingreso al Canal de Chacao, les deparaba una de las últimas sorpresas del viaje, se sumó la subida de la marea con una fuerte marejada, y por ende la corriente de ingreso de agua generó enormes olas. Antártica a esas alturas había presentado problemas en el sistema manual del timón y tuvieron que hacer gran parte del trayecto con el piloto automático, con el riesgo que implica no tener un control absoluto de la situación en un momento como el que les tocó vivir. “Al bajarnos finalmente en Puerto Montt, luego de haber realizado una travesía que a nadie más se le había siquiera pasado por la cabeza; ver las maravillas de nuestro Chile insular; conocer a gente espectacular, de esfuerzo y con un espíritu envidiable; y sentir que cumpliste ese objetivo que casi un año atrás habías trazado en el papel como una idea loca, es impagable. Te das cuenta que eres un mejor equipo humano y tripulación desde que zarpaste, eres un mejor marinero y una persona que ha crecido en muchos aspectos. Es aplicable a cualquier desafío en la vida y como decía mi querido y recordado amigo Felipe Cubillos: ‘Persíguelo apasionadamente y si no lo consigues, no importa. Por sólo recorrer ese camino habrá valido la pena vivir. Ojala el sueño, sea tu sueño im- posible’. Sin duda ha sido esa la experiencia que queremos transmitir”, enfatiza Juan Francisco Novion. Por lo pronto Antártica este 2016, quiere cumplir con el anhelo que le dio su nombre, llegar al continente blanco junto con recorrer el chile insular austral para conocer las vivencias de los chilenos que hacen patria en el fin del mundo. Un capítulo que su tripulación pretende escribir muy pronto. Mediante el código QR acceda al canal Sailing Antártica en Youtube y disfrute todos los videos de esta expedición así como de las anteriores. EPYSA CLUB 82 · 10/15 24 25 Fundación Sailing Antártica (FSA) UNA ESTELA QUE MARCARÁ LA VIDA DE MUCHOS Conocer la compleja realidad que viven valientes chilenos en estas islas, completamente abandonados, motivó a Juan Francisco Novion, líder de la FSA, a crear esta institución que busca canalizar iniciativas que mejoren su calidad de vida y premien su sacrificio Pescadores han construido con mucho esfuerzo un pequeño y básico refugio en la isla San Ambrosio, pero carente de la más mínima comodidad. Parte del grupo de pescadores que vive en un refugio con lo básico para subsistir durante la temporada de langostas. E EL DESAFÍO ELÉCTRICO El primer proyecto de la fundación Sailing Antártica busca dotar con electricidad, a través del uso de paneles solares fotovoltaicos, a la veintena de familias que viven de la captura de langosta en la isla Alexandro Selkirk. En abril próximo se firmará en el lugar el protocolo para dar inicio a la iniciativa. ra una idea que navegaba por su cabeza hace tiempo y que encontró buen puerto luego de terminar este largo viaje de la expedición “Tesoros de Chile Insular”. Esta travesía, junto a lo visto en oportunidades anteriores, lo decidió a embarcarse en una empresa de mayor envergadura, la creación de la fundación Sailing Antártica. “Cada vez que salimos a navegar hemos conocido a gente maravillosa que habita lugares remotos, muchas veces sin una fuente de agua potable, sin luz, sin alcantarillado, sin autoridad policial o marítima. Son personas de esfuerzo que han logrado mucho, pero a las que también pequeños detalles les pueden cambiar la vida. Lo que pretendemos con esta fundación es transformarnos en un vehículo para mostrar esa realidad y también canalizar esas necesidades. Este es un primer paso porque con el tiempo queremos ir incorporando más gente con pasión por el mar y con un gran “Corazón de Chileno”, explica Juan Francisco Novion. Y este proyecto no se queda en las intenciones. Los resultados han sido inmediatos. Entre las islas que han visitado previamente está Alexandro Selkirk, también conocida como Más Afuera, y, por ende, la más alejada del archipiélago de Juan Fernández, a casi 100 millas náuticas (200 km) de Robinson Crusoe que concentra la mayor actividad y recursos. Aquí se instalan de septiembre a mayo unas veinte familias con sus niños, que trabajan en la captura de la langosta, pero en el lugar, entre muchas carencias, no tienen electricidad. Por ello Juan Francisco Novion, a la cabeza de la fundación Sailing Antártica, se acercó a Rame Energy, empresa con prestigio mundial en la instalación de sistemas de paneles fotovoltaicos y generadores eólicos de gran envergadura. “Vamos a zarpar, integrando a nuestra tripulación al Presidente mundial de Rame Energy, desde Puerto Montt, donde se encuentra fondeado Antártica y tras este viaje simbólico, recalar el 18 de abril en Selkirk y ahí mismo firmar junto a las autoridades locales del archipiélago y regionales, el protocolo que dé inicio al estudio técnico que permita instalar a la brevedad paneles solares en las viviendas de estas familias que con tanto sacrificio hacen patria. Imaginen las implicancias que tendrá para ellos contar con luz y especialmente lo que significa que sea con un sistema sustentable y que no tiene impacto ambiental en uno de los lugares más bellos del mundo”, enfatiza Novion. A esta ceremonia van a estar invitados los pescadores que laboran en la isla, junto a sus familias y que se verán beneficiados con esta iniciativa. PRIMER PASO La idea es proyectar este tipo de acciones en más islas del país, donde se vive literalmente el concepto de estar aislado y muchas veces sin los suministros básicos. “Lo que vimos recientemente con los pescadores que están en San Ambrosio, motiva a pensar en implementar algún sistema para que ellos puedan mejorar de manera sustancial sus sistemas de comunicaciones, reduciendo el aislamiento o casi confinamiento en que se encuentran. Así vamos a ir tratando de aportar con un granito de arena que premie el sa- crificio de esta gente. Son muchas la iniciativas que se nos pueden ir ocurriendo. Lo importante es que todos trabajemos y pongamos la pasión necesaria para lograrlo”, detalla Novion. Otra de las labores de la fundación Sailing Antártica será iniciar un programa de comunicación y difusión vía encuentros o conferencias, para dar a conocer, sus aventuras, anécdotas y expediciones. En ese sentido, se irán preparando charlas motivacionales para colegios e instituciones. “Imagina que un niño que no tiene idea dónde están estos lugares, que también son parte de nuestra patria, vea esos ejemplos de entrega y la lucha por salir adelante y conseguir los objetivos que te propones pese a toda la adversidad. Porque también es importante comprender que esa gente eligió tener esa forma de vida, porque sienten en el corazón lo que hacen. Es algo que uno quizás no puede entender, pero te debe llenar de orgullo como país ver que hasta en esos lugares remotos en el mapa se hace patria. Es una experiencia que la puedes aplicar a cualquier empresa o sueño de vida que uno quiera emprender. Implica sacrificio, programación, orden, trabajo en equipo, enfrentar momentos difíciles, superar la adversidad y cumplir el objetivo trazado. Es una experiencia de vida que hay que dar a conocer”, concluye Juan Francisco Novion. EPYSA CLUB 82 · 10/15 26 27 < REPORTAJEGRÁFICO > Postales de 10.000k en el Océano Pacifico La travesía de 10.000 kilómetros durante los 30 días de la expedición “Tesoros de Chile Insular”, además de la experiencia de lo vivido por los tripulantes del yate Antártica, dejó un registro de momentos inolvidables. Lugares y gente que también forman parte de nuestro país y que muy pocos conocen realmente. Fotos: Rodrigo “GoPro” Díaz desde el océano Pacífico. Con su vela gennaker “Corazón de Chileno” desplegada, Antártica aproxima a la isla San Ambrosio, en el archipiélago de las Desventuradas. Los artesanos pascuenses han creado un sendero con intervenciones en roca en Hanga Roa. La seguridad es fundamental y regularmente hay que subir hasta el tope del mástil a revisar las “jarcias”. El mítico manutara ha transformado a Salas y Gómez en su hogar gracias a la soledad absoluta de la isla. El cementerio de Rapa Nui, un ejemplo palpable de la conservación de las tradiciones en Pascua. EPYSA CLUB 82 · 12/15 28 29 Arribando al motu ubicado frente a Orongo, lugar donde tradicionalmente los rapanui buscaban el huevo del manutara para elegir al rey. La asombrosa transparencia de las aguas dejó perplejos a los navegantes. Los pescadores de San Ambrosio recibieron a la tripulación de Antártica con un impactante regalo. EPYSA CLUB 82 · 12/15 30 31 La tripulación de Antártica departe con pescadores de San Ambrosio mientras recogen las jaulas con langostas. Panorámica del Ahu Tongariki captada por el drone de Antártica, un registro privilegiado que contó con el apoyo de la Conaf. El buceo deparó una inquietante compañía. Salas y Gómez cuenta con una de las mayores concentraciones de tiburones en el mundo. EPYSA CLUB 82 · 12/15 32 33 Después de 31 días de navegación, con más de 10.000 kilómetros recorridos, el yate Antártica descansa en las costas de la isla de Chiloé, con el orgullo de la misión cumplida. La travesía también deparó agradables sorpresas como la pesca de vidriolas, dorados o el atún que aparece en la imagen. El refugio de los pescadores de San Ambrosio enclavado en la roca. Toda una proeza llegar con estos materiales a una isla perdida en el mar. 35 34 EPYSA CLUB 82 · 10/15