ARDER EN EL INVIERNO

ARDER EN EL INVIERNO
Marcelo Luján
Ediciones Baile del Sol
Apdo. Correos, 133. 38280 Tegueste. Tenerife. ISLAS CANARIAS
http://www.bailedelsol.org - E-Mail: [email protected]
dejará la memoria en donde ardía
Francisco de Quevedo
Introducción
fraHace unos años recibí en mi correo electrónico una nota de un
gm autor que me escribía desde España y me proponía, como
joven
en
presentación,
un texto de su blog. Como tengo el defecto de ser
to
buena corresponsal,
me cuido mucho de iniciar cualquier tipo de
intercambiod de mensajes. Leí el texto, que se llamaba «Anillos», y
e
decidí que me sencontraba frente a un narrador meritorio, con el
que valía la penaóestablecer
comunicación. Había leído el primer
lo
texto de lo que sería, con
le el tiempo, este libro.
Arder en el inviernoces breve pero intenso. Está estructurado
tu un texto por cada letra del alfaen tres partes en las que aparece
ra
beto. En las secciones del libro|se repite la estructura, retomando
w A través de un clima onírico,
los títulos y excavando en los temas.
w se cuenta una desoladora
cargado de melancolía, se cuenta y no
w
.m de nostalgia por el
historia de amor, que es también una historia
ar pasión por la mujer
terruño, que es también poesía, que es también
ce ese delicado
y por el fútbol, por la infancia y por el mate, y contiene
lo
entusiasmo por el fracaso que define la buena literatura:
Marcelo
l
u
Luján sabe, como cualquier escritor de raza, que ninguna
ja historia
n.
humana termina bien.
Hay zonas geográficas en que las fronteras se vuelvencdifusas
om
y uno no puede estar tan seguro de que está en un país y no en el
otro. Así nos sucede a los buenos lectores con ciertos libros a los
que es difícil encasillar en un género determinado. ¿Poesía? ¿Minificción? ¿Prosa poética? ¿Cuento breve? ¿Qué importa, en tanto los
textos sean de alta calidad literaria, en tanto la lectura sea profunda,
gozosa, perturbadora y feliz? Ese es el efecto que propone Marcelo
Luján con Arder en el invierno.
Ana María Shua
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Índice
fra
gm
ARDER EN PRIMERA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
en
to
Anillos
Babeles
Cartografías
Disfraces
Espejos
Fechas
Gérmenes
Hogueras
Ídolos
Jinetes
Kilómetros
Lienzos
Medicinas
Norias
Ñoquis
Ojos
Pirámides
Quijotes
Regalos
Sirenas
Tumbas
Umbrales
Visiones
Whiskys
Xenofobias
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só
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26. Yunques
27. Zonas
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ARDER EN SEGUNDA
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1. ANILLOS
fra
gmQuién me obliga a ver tu nombre grabado dentro de un círculo. A recordar la tarde en que los compramos, a recordar la ilusión
en tarde. A recordar la otra tarde (siempre invierno) en
de aquella
to pusiste y te lo puse y nos los pusimos. Ay ilusión. Ay
que me lo
de qué impuntuales son. Si todo coincidiera como
esperanza. Ay:
só y dedo tenso. Si todo se limitara a esa accoincidieron orificio
lo Quién toma y quién obliga. Cordón meción. Quién me obligó.
tálico que me aprietalelos vicios del anular. Qué fácil fue abrirte
ct me miraras. Qué fácil tus ojos y qué
la manito, qué fácil fue que
ur
fácil tu sí. Qué fácil la noche
aque de verdad ardimos. Qué simple
| wy pasión y horizonte. Qué claro
parece todo cuando hay voluntad
el horizonte con tu nombre grabado
w en el interior de una cinta.
w borrar ilusión esperanza
Después hay que raspar y raspar para
.m Ahora borro y borro
horizonte. Eso sí cuesta. Eso sí cobra. Caro.
ar como si nunca hucomo si nunca hubiera existido aquella tarde,
ce
biera sido lo que alguna vez fue realidad.
lo
lu
ja
n.
co
m
15
2. BABELES
fra
entendí cómo hace la gente para sobrevivir a la derrota.
gNunca
m
O para sobrellevar la victoria: lo insoportable de cualquier victoen esquina está el fracaso: enfrente nomás, la gloria.
ria. En aquella
to me miran con desconfianza. Ven la ausencia y
Gloria y fracaso
d disfrutan. Nunca entendí el lenguaje que utilizan
supongo que la e
para comunicarse.só
Para insultarse pero también para jugar una
partida de ludo sobrelomi espalda. Sé que una fuma tabaco mal
cortado y que la otra seledroga los fines de semana. Y que son
c violeta. Y que a veces intercambiar
felices en su mundito colortu
ra A veces (también) la van de
los roles para confundir al invierno.
| w En el vértice del cuaamigos. Otras de pareja por conveniencia.
drilátero, con la cara hinchada a piñas,
w estoy yo. Y yo no quiero
mirar ninguna esquina, ninguna veredawde. baldosas flojas donde
m que te di cuando
los charcos traicionan al pie de apoyo. Al apoyo
a
ya no supe ubicarme y pegar los codos al pechorcy mirar entre los
ela la cueva del
puños para soltar el brazo y dar en el blanco. Voy
o
que nada entiende: tiro un golpe y pifio. Pero regresolucontento y
anfracaso
con tantas ganas de olvidar que en aquella esquina está jel
.c
hablándole a los gritos a la inocente gloria. Una vez me pareció
om
escuchar que se querían porque en el fondo eran la misma cosa.
16
3. CARTOGRAFÍAS
fra
gmSoy el mapa que no conviene consultar: el que desvía y desorienta y pierde. El mapa de la ciudad que no existe, de la capital
e
que non gusta, del pueblo perdido en medio de la provincia más
t
olvidada.oSoy el croquis de una villa hundida en la mejor miseria.
de que se apaga cuando me mirás. Si no te entiendo,
La Vía Láctea
si no sé leer ensel
ólpapiro chamuscado de tu geografía, tampoco
sabré caminar hastaola entrada del convento donde una vez fuiste
le bolsillo y miro bien el sonido de la cruz:
estrella. Saco la lupa del
ct adonde tengo que ir. Pero me cuesta
ahí está la guarida. Y es ahí
ur
porque me vendieron un GPS
a trucho. Falso. En realidad no me
| wtenía plata y pegué el manotazo
lo vendieron sino que lo robé: no
certero y salí disparado como una w
flecha del negocio de las oportunidades. Es importante la brújulawen
las noches de tormen.
m
ta. Camino erróneo, camino equivocado,acamino descaminado.
rc la luz del candil
Abro el planisferio y lo extiendo sobre la mesa:
es amarilla y me recuerda letra por letra a tuenombre:
también
lo
lufrío. Y yo soy
amarillo y pegajoso. El frío me ciega: el pasado es el
ja cuenta.
el mapa que nadie (en su sano juicio) debería tener en
n.
co
m
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