Cien años, ¡ni uno menos!
Transcripción
Cien años, ¡ni uno menos!
Cien años, ¡ni uno menos! Un testimonio afectuoso al comenzar el segundo centenario de nuestra revista. Pr. Esteban P.Elias (IEB Pico Truncado) Un largo vínculo Cuando me pidieron escribir un artículo para la edición especial con motivo de los cien años de nuestro órgano denominacional, pensando en qué escribiría me pregunté: ¿Desde cuándo he estado, de alguna manera, vinculado con la revista? Y haciendo memoria me sorprendió recordar que desde hace nada menos que 84 años casi ininterrumpidamente. Efectivamente, el vínculo comenzó a poco de haber nacido, como lo atestigua la siguiente noticia enviada por la 1° Iglesia Bautista en Rosario y publicada en la edición de julio de 1923, año XVI, !M° 14, página 16, que dice textualmente; Nacimiento: "El hogar dei Postor Enrique Elias ba sido bendecido por Dios con el nacimiento de un nuevo heredero, quien llevará el nombre de Esteban. Que el Señor bendigo a este niño y quiera usarlo para su servicio". ¿Profecía? Paralelamente podemos destacar una coincidencia que podría ser profética, ya que en la misma página citada puede leerse la noticia que la Iglesia Bautista en Vélez Sársfield, Capital Federal, inauguraba su templo, y el niño cuyo nacimiento era noticia, en el año 1955 llegó a la Iglesia en Vélez Sársfield para ser su pastor, tocándole durante su ministerio hacer la ampliación del templo inaugurado cuando él recién nacía. La crónica expresaba el deseo de que aquel niño fuera bendecido y usado por Dios para su servicio, y hoy testificamos que así ocurrió. Niño y lector Puedo fácilmente recordar cómo, siendo muy niño, esperaba la llegada de la revista a mi hogar, lo que posiblemente hoy resulte extraño, pero la explicación es simple y significativa. Por ese tiempo, nuestro El Expositor Bautista incluía una sección fija dedicada a los niños que justamente se titulaba "Para los niños", la que estaba a cargo del pastor Dr. Carlos De La Torre, y que era esperada y leida con interés y provecho por muchos niños en todo el país. Buscar en La Biblia las respuestas a las preguntas planteadas, y enviarlas a Buenos Aires era un ejercicio trabajoso pero provechoso, seguido de la espera expectante del siguiente número anhelando ver nuestro nombre publicado cuando las respuestas habían sido correctas. Solo como una muestra de la eficacia de esa sección, mencionamos algunos apellidos que figuran como habiendo respondido correctamente en el número de octubre de 1933, quienes son: Zorzoli, Klink, Visbeek, Cornaglia, Broda, Daglio, Cariota, De La Torre... además del que escribe. Sin duda el consejo de "Instruye al niño en su camino..." fue realizado, y en muchos la promesa se cumplió. Sería largo mencionar todas las formas en que el vínculo se mantuvo en el tiempo, ya que los muchos años de ministerio, con diversas responsabilidades en la CEBA, incluido un período como responsable de la continuidad de la revista fue reiterado, por todo lo que damos gloria al Señor. Una larga lucha Seguramente que concretar cada edición a lo largo de cien años no ha sido tarea fácil, siendo inevitable enfrentar y vencer las más diversas dificultades; no obstante, siempre el Señor ayudó y hubo éxito de modo de cumplir su misión fielmente. Cuando el tamaño de la obra era pequeño pero en expansión constante, cuando las comunicaciones no tenían las facilidades de hoy, cuando estar en el interior del país era estar bastante aislado, la revista llegaba a ser elemento vital de comunicación, ayudando a afirmar rasgos distintivos que consolidaban con firmeza a los creyentes y a las iglesias en temas de doctrina y práctica, ya que eran tiempos de fuertes controversias doctrinales, especialmente con el catolicismo, hostil sin tregua en todos los terrenos. En resumen, por El Expositor Bautista se sabía qué estaba pasando en cada lugar, lo que siempre era de inspiración y hasta de desafío. De lo dicho puede concluirse fácilmente cuál era la importancia de las noticias (Ecos Rioplatenses, se llamaba). Sin duda era más fácil publicarlas cuando las iglesias todavía no eran numerosas, pero debemos coincidir en que hay noticias que no debieran dejar de publicarse. Muchos somos todavía hoy, quienes al recibir nuestro ejemplar comenzarnos la lectura por las últimas páginas, las de las noticias, en las que siempre se encuentra no solo información, sino también inspiración y motivos de oración, tal como Pablo decía a los Filipenses al anunciarles que enviaba a Timoteo "para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado". Futuro Ahora comienza el segundo centenario y, con seguridad, como ocurrió siempre, será inevitable que no se pueda hacer una revista al gusto de todos, pero allí estará cada mes siguiendo fielmente en el esfuerzo de cumplir con su misión. Nos atrevemos a pensar qué debiera caracterizarla en el tiempo futuro lo que seguramente no será muy diferente a lo que ha sido hasta ahora. Seguramente que la doctrina es un terna inevitable, ya que los problemas que debían enfrentar en el siglo I, siguen siendo nuestros y lo serán de las generaciones futuras, ya que siempre habrá "...todo viento de doctrina..." (Efesios 4:14). Confirmarlas con sentido didáctico y esclareciéndolas frente a los errores que abundan, será tarea inevitable permanentemente. En otro orden, los jóvenes y la familia tienen su espacio, mientras que los niños no, pero podrían tenerlo (no temas sobre ellos sino para ellos).Ya nos hemos referido a la experiencia positiva del pasado al respecto. La interpretación a la luz de Las Escrituras de los problemas del presente (sida, sexualidad, divorcio, hogar, matrimonio, etc.) deben tener su lugar con equilibrio sobre el contenido total. Información sobre la Obra Misionera, en lo posible escrita por los mismos misioneros contando sus experiencias, sus avances, sus dificultades y las condiciones no siempre favorables en las que hacen su trabajo, será indudablemente de inspiración. No pretendemos abarcarlo todo, siendo lo expuesto solo una síntesis. Conclusión Para concluir nos hacemos y planteamos una pregunta: ¿Ha crecido la tirada de la revista en proporción a cómo ha crecido la membresía? En caso negativo, y pensamos que así es, nos repreguntamos, ¿por qué? Una sincera respuesta a esta última ayudaría, seguramente, a encontrar el perfil requerido para el futuro, lo que podría complementarse con una encuesta entre los lectores. EB