Discurso sobre la política internacional de Quebec ante la AMEC
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Discurso sobre la política internacional de Quebec ante la AMEC
Discurso sobre la política internacional de Quebec ante la AMEC Distinguidos invitados Amigos todos aquí presentes Señoras y señores Es un honor para mí estar hoy en el Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios Canadienses para presentar la Política Internacional del Gobierno de Quebec, hecha pública en 2006. Comenzaré por una breve presentación de Quebec y proseguiré con la historia de sus relaciones internacionales, antes de hablar de su nueva política internacional. Después, voy a hablar sobre los lazos con México y sus estados. El Quebec contemporáneo Quebec representa el (24%) veinticuatro por ciento de la población canadiense con más de 7 millones de habitantes. Los efectos de la curva demográfica son un desafío ahora y para las próximas generaciones. Quebec tiene una tasa de natalidad muy baja que inhibe el incremento natural de la población. De hecho, la situación de Quebec es opuesta a la de México. Aquí, un (60%) sesenta por ciento tiene menos de (30) treinta años mientras que en Quebec un (63%) sesenta y tres por ciento tiene más de (30) treinta años. Hablamos de una pirámide invertida. Quebec forma parte de la federación canadiense, que posee dos lenguas oficiales, el inglés y el francés. Es la única de las 10 provincias que es oficialmente unilingüe francófona. Culturalmente, Quebec no puede contar con el peso del número ni de la proximidad con una potencia francófona. Es el único lugar de América donde la mayoría de los habitantes, (83%) ochenta y tres por ciento, habla francés y donde la proporción de francófonos ya no está en regresión. Es el caso desde hace 20 años, cuando adoptamos una Carta que protege nuestra lengua y nuestra cultura. Quebec se caracteriza también por su componente indígena, que representa el (1%) uno por ciento de su población y que está repartido entre (11) once naciones. Los quebequenses están concentrados en el valle del San Lorenzo, una de las vías navegables más grandes del mundo, donde se encuentran las principales ciudades; la metrópoli Montreal y la capital nacional, la ciudad de Quebec, que celebrará en 2008 su aniversario número 400. Nuestra economía no puede apoyarse en nuestro mercado interior. Exportamos más de la mitad de lo que producimos. Nuestra riqueza depende de ello. Se ha transformado y adaptado en los últimos años a muchos cambios estructurales. Conocido por la cantidad y variedad de sus recursos naturales, Quebec cuenta ahora con un sector de servicios y uno de alta tecnología en constante expansión. Somos los más fervientes partidarios del libre comercio de todo Canadá. Fuimos el principal artífice de la participación canadiense en el libre comercio con Estados Unidos, y más tarde, en el TLCAN. Finalmente, apoyamos el acuerdo de libre comercio firmado entre Chile y Canada. Quebec multiplica los acuerdos y los intercambios con los estados de Nueva Inglaterra y los estados de los Grandes Lagos, nuestros principales socios comerciales. Así pues, Quebec juega plenamente la carta de la integración. Recibe empresas extranjeras en su territorio y ofrece una mano de obra estable y calificada, en un ambiente seguro y multilingüe. El cuarenta (40%) por ciento de la población es bilingüe. El nivel de vida en Quebec es elevado y su sector cultural muy dinámico. El gobierno de Quebec ha tomado varias medidas para proteger y hacer crecer su cultura. En (1961) mil novecientos sesenta y uno, se creó el Ministerio de la Cultura, cuyo presupuesto representa ahora el (1%) uno por ciento del presupuesto total del gobierno. En (1993) mil novecientos noventa y tres, Quebec se dio una política cultural que permite afirmar claramente las metas de la acción del gobierno en los sectores de la cultura, así como en los de las industrias culturales. El gobierno se da también otras políticas públicas sectoriales como la Política de las Artes Escénicas, las Artes Visuales, Lectura y Libro, Museología, Cine y Audiovisual. Historia de las relaciones internacionales de Quebec Además de la necesidad de aceptar los desafíos de la globalización y de promover y proteger su identidad, es fundamental para el Quebec de hoy, poder posicionarse en la escena internacional. Al detentar responsabilidades políticas que le son propias, Quebec es un estado federado cuyos poderes están determinados esencialmente por el marco constitucional canadiense. Ejerce competencias entre las cuales se cuentan algunas que le son exclusivas, como la educación, la cultura, la salud, los recursos naturales y el derecho privado; mientras que otras se comparten con el gobierno federal, como los transportes, la agricultura y la inmigración. Quebec maneja su sistema fiscal y recauda sus contribuciones e impuestos, administra los tribunales y lo esencial de los servicios de seguridad pública, y es responsable de la selección de los inmigrantes a su territorio. Si la Constitución canadiense no se pronuncia sobre la conducción de las relaciones internacionales, los tribunales a su vez reconocieron a las provincias, en 1937, el poder de poner práctica los tratados internacionales que dependen de sus campos de competencia, exclusivos o compartidos. Treinta años más tarde, el vice Primer Ministro quebequense, Paul Gérin-Lajoie, enunciaba lo que, en lo sucesivo, se convertiría en la «doctrina Gérin-Lajoie», según la cual las competencias internas se prolongan al exterior de la provincia. De acuerdo con este principio, la conclusión misma de un compromiso internacional debe corresponderle a la entidad que dispone de los poderes necesarios para su aplicación. El Primer Ministro de Quebec, el señor Jean Charest, no podía explicarlo con mayor claridad al decir: «Lo que es de la competencia quebequense en casa es de la competencia quebequense en todas partes del mundo.» Desde 1967, Quebec se dotaba de una entidad administrativa responsable de las relaciones exteriores, que hoy es el Ministerio de Relaciones Internacionales. Quebec decidió entonces participar activamente en la escena internacional. El Ministerio de Relaciones Internacionales tiene por funciones promover y defender los intereses de Quebec en la escena internacional, planificar y dirigir la acción gubernamental en el extranjero, así como la de sus ministerios y organismos, negociar y velar por la puesta en práctica de los compromisos internacionales y finalmente, manejar su red, compuesta de delegaciones y oficinas en diversos países. Cada año, el gobierno quebequense consagra más de 350 millones de dólares canadienses a la conducción de sus relaciones internacionales. Cuenta con cerca de (30) treinta representaciones en el mundo; entre ellas hay (7) siete delegaciones generales que pueden actuar en todos los sectores de su competencia. Tal es el caso de la Delegación General de Quebec en México, con más de (25) veinticinco años de existencia, cuyo papel es comparable a los de las delegaciones de París, Nueva York, Londres, Bruselas, Tokio y Munich. La política Internacional de Quebec La política Internacional de Quebec toma en cuenta el carácter cambiante del contexto internacional desde el fin de la Guerra Fría. Diversas apuestas se dirigen al mundo de hoy y entre ellas, muchas de las que conciernen directamente a los estados federados se debaten en los foros internacionales: el nacimiento de nuevos polos económicos, la valorización del saber y de la investigación, la seguridad, la salud, el desarrollo sustentable y el medio ambiente, la cultura, la identidad y el desequilibrio en la repartición de la riqueza mundial. En este contexto, Quebec como nación se enfrenta a numerosos desafíos. Con el fin de participar plenamente en la vida internacional, debe apoyar la productividad de sus empresas, asegurarse de la disponibilidad de trabajadores calificados y de la competitividad de sus ciudades y regiones. Debe atraer a inmigrantes, estudiantes e investigadores extranjeros, apoyar a sus colegios y universidades en sus intercambios internacionales, proteger y estimular la expansión de su lengua y de su cultura. Habida cuenta de todos estos elementos, Quebec se ha fijado cinco objetivos: 1. Primero, reforzar su capacidad de acción al extranjero; 2. Segundo, favorecer su crecimiento y su prosperidad; 3. Tercero, contribuir a su seguridad y a la del continente norteamericano; 4. En cuarto lugar, contribuir al esfuerzo de solidaridad internacional, 5. y finalmente, promover su identidad y su cultura. A cada uno de estos le corresponden ciertas prioridades que orientan la acción del gobierno. 1. Con respecto al primer objetivo, decide aumentar su presencia y su acción ante las organizaciones internacionales apoyándose en una alianza renovada y reforzada con el gobierno federal canadiense. Así, Quebec tiene la intención de seguir los trabajos de la Organización de Estados Americanos, la OEA y del Banco Mundial. Además, en virtud de un acuerdo firmado en mayo de 2006, entre el gobierno de Canadá y el gobierno de Quebec, este último dispone de un representante en el seno de la Delegación permanente de Canadá en la UNESCO. Participa directamente en todos los trabajos, reuniones y conferencias de la UNESCO y puede intervenir para hacer valer la voz de Quebec. Dicho acuerdo tiene un carácter histórico en cuanto que reconoce «que la especificidad de Quebec lo lleva a desempeñar un papel particular a nivel internacional» y que establece, por primera vez, un papel formal para Quebec en el seno de una organización de las Naciones Unidas. Quebec es igualmente uno de los 53 (cincuenta y tres) estados y gobiernos miembros, de pleno derecho, de la Organización Internacional de la Francofonía, la O I F. Al apoyar sus esfuerzos y los de sus integrantes, Quebec privilegia las apuestas que, según él, son más cruciales: la vocación universal del francés, el derecho de las culturas a la existencia, la afirmación de los principios de la democracia y de los derechos de la persona, así como el dominio de la modernidad. En varios de esos terrenos, Quebec detenta una pericia que pone al servicio de toda la comunidad francófona. Cabe mencionar que, el administrador general, que asiste directamente al secretario general, es un quebequense. Además, el gobierno desea intensificar sus relaciones con los que toman las decisiones políticas y económicas de los países, estados federados o regiones con las cuales comparte intereses. Por lo tanto, tiene la intención de participar activamente en la puesta en práctica de iniciativas en el marco de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte que reúne, como ustedes saben, a México, Estados Unidos y Canadá. Tanto Québec como el gobierno canadiense, asocia claramente a México con América del Norte en su política internacional. Las relaciones México-Quebec son pues centrales para el gobierno quebequense. 2. Al segundo punto, se dará prioridad primero a la consolidación y al incremento de los intercambios económicos con Estados Unidos y Europa y a su diversificación hacia un número de mercados en expansión, en países como Japón, China, India y Brasil, y de los cuales México es el más importante. Quebec se dedicará igualmente a inscribir el saber, la innovación y la educación en el centro de su acción internacional al igual que a atraer más inmigrantes calificados y a facilitar su integración a la vida quebequense. 3. Con el fin de lograr su tercer objetivo, el gobierno pretende asegurar un acceso rápido y confiable a la información estratégica y participar más en los trabajos de las instancias regionales e internacionales sobre las cuestiones de seguridad no militar. Prioriza igualmente una circulación fluida y segura de las personas y las mercancías en la frontera y un refuerzo de la seguridad de las infraestructuras de Quebec. 4. En materia de ayuda internacional, Quebec tiene la intención de orientar su acción hacia la formación de los recursos humanos, el desarrollo de las capacidades de gobernanza y contribuir con su pericia. 5. En cuanto a la promoción de la identidad y la cultura quebequenses, el apoyo a la valorización y la difusión de la lengua francesa, en el mundo, se vuelve una prioridad. La política reafirma igualmente la importancia del desarrollo de las competencias y de los instrumentos que permiten una mejor planificación y organización de la implementación de las manifestaciones y productos culturales. Si hay algo que caracteriza a Quebec en América del Norte es su cultura, que tiene raíces amerindias, francesas e inglesas. Tratamos de seguir siendo nosotros mismos, de conservar nuestra personalidad propia, al tiempo que seguimos fomentando nuestra relación con los vecinos. Se dice que somos ejemplo de que la integración económica puede realizarse reforzando a la vez lo que nos distingue y lo que nos une. Nunca, en el pasado, nuestros universitarios se habían visitado tanto, habían leído tanto, ni habían podido realizar tantos cursos y prácticas. Nunca habían sido tan dinámicos los convenios entre nuestras instituciones ni las actuaciones de nuestros artistas en el extranjero, tan numerosas. ¿Por qué? Porque nunca antes nos habíamos enfrentado a un cambio tan importante como éste de la integración económica, de la globalización. Estos fenómenos se apoyan en normas de derecho internacional que favorecen los intercambios económicos y pueden tener como consecuencia la restricción de la capacidad de los estados para adoptar políticas que limitan la circulación de los bienes y los servicios. Hay que cuidarse de amplificar los temores que suscita la globalización, pero estaríamos equivocados si los ignoráramos. En el terreno cultural se manifiesta una inquietud, ya que las reglas del comercio internacional se oponen, por definición, al proteccionismo. Tales evoluciones podrían amenazar la preservación de la diversidad cultural y la capacidad de los estados para dotarse de políticas propias, para valorizar, proteger y preservar sus culturas. Quebec es una de las naciones más pequeñas de América, y representa menos del uno por ciento de su población. En Quebec, lo hemos dicho, la mayoría de la población habla francés - la lengua menos hablada del hemisferio - y la proximidad con Estados Unidos es, también para nosotros, determinante. Somos conscientes del valor de nuestra identidad. Tenemos un vecino que es la mayor potencia económica y cultural del mundo, la mayoría de nuestros amigos canadienses – fuera de Quebec – hablan inglés y ustedes tienen, con el español, en cierto modo, la seguridad que les confiere el peso del número. Quebec se niega a comprometerse con la liberalización del comercio y de la inversión que pueda tener una incidencia negativa sobre su capacidad de mantener su cultura. Quebec ha apoyado, desde el inicio, la idea de la adopción de una convención internacional sobre la diversidad cultural, acuerdo que consagraría el derecho de estados y gobiernos a conservar, desarrollar e implementar las medidas necesarias para sostener sus culturas. Sin esta convención, los gobiernos no podrían darse las medidas, para apoyar a sus propias culturas, sin contravenir los acuerdos de comercio que firmaron. Los esfuerzos conjuntos han dado frutos y en octubre de 2005 la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales era adoptada por la UNESCO. Dicha Convención entrará en vigor el 18 de marzo de 2007, ahora que 45 (cuarenta y cinco) estados la han ratificado. El Director General de la UNESCO, el Señor Matsuura mencionaba últimamente que «Ninguna convención de la UNESCO, en el terreno de la cultura, ha sido ratificada por tantos Estados». Quebec es consciente de que no tiene la ventaja del número y que la única manera de alcanzar sus metas, en lo internacional, es asociarse con interlocutores que forjen, con él, alianzas sobre asuntos de interés común como el de la diversidad cultural. En este reto, vemos en México a un aliado natural y esencial. Los gobiernos de México, Canadá y Quebec han reconocido la diversidad cultural como factor de desarrollo sostenible y su ratificación de la convención da un enfoque global de la protección del patrimonio cultural en todas sus formas. México es un «líder» en este terreno, pues fue el tercer país en ratificarla después de Canadá y la República de Mauricio. Historia de las relaciones México-Quebec Las relaciones México-Quebec se inscriben perfectamente en la nueva Política Internacional. Desde fines del siglo (19) diecinueve, empresarios de México y Quebec han organizado misiones comerciales. Podemos decir que nuestra historia en común no empieza hoy. Pero, es en el transcurso del siglo 20, con la apertura del Consulado General de México en Montreal en 1931 y la de la Delegación General de Quebec en México, en 1980, que nuestros gobiernos intensificaron sus intercambios en diversos campos y apoyaron más los proyectos de nuestras poblaciones respectivas. La Delegación General de Quebec ha podido promover sus intereses en todos los sectores de actividades que son de la competencia constitucional de nuestro gobierno. A través de este cuarto de siglo, muchos programas y proyectos de cooperación han visto la luz del día y muchos lo han hecho con el apoyo del Grupo de Trabajo QuebecMéxico, el GTQM. Creado en 1982 como una variante de las comisiones mixtas que mantiene México con algunos países, el GTQM ha sido reconocido por su pragmatismo, su alta tasa de realización y citado como modelo. El próximo encuentro de trabajo tendrá lugar a mediados de marzo en la ciudad de Quebec, donde celebraremos el 25 aniversario de la existencia del Grupo de Trabajo Quebec-México. Las relaciones Québec-México hoy Política El desarrollo de nuestra relación se refleja, naturalmente, en la relación política que se traduce, entre otras cosas, en un aumento significativo de las misiones ministeriales en nuestros respectivos territorios. Por ejemplo, el presidente de México, Felipe Calderón se reunió con un pequeño grupo de personalidades incluído el Primer Ministro quebequense, Jean Charest, a fines del mes pasado en el marco del Foro Económico de Davos. Economía Desde un punto de vista económico, un paso importante en la última década fue la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que nos une desde (1994) mil novecientos noventa y cuatro. La entrada en vigor del TLC permitió incrementar considerablemente el volumen de nuestros intercambios comerciales. De hecho, podemos afirmar que el valor de éstos se ha más que duplicado desde entonces. En 2006, éstos rebasaron los 3 mil millones de dólares canadienses, y la parte de las exportaciones quebequenses, según este cálculo, deberá duplicarse para llegar a los 700 millones de dólares, una clara progresión con respecto a las cifras de los últimos 6 años. Hoy, México es el primer cliente de Quebec al sur de Estados Unidos, mientras que un tercio de nuestras exportaciones en esta región le están destinadas y el gobierno quebequense desea reforzar aún más sus intercambios comerciales con México. Inmigración Un aspecto sin duda capital para el desarrollo del conocimiento mutuo es la voluntad de algunos compatriotas de emigrar e instalarse en México o en Quebec. Para dar un ejemplo, bastaría con decir que, de 2001 (dos mil uno) a la fecha, los certificados de selección emitidos por nuestro servicio han aumentando en un 156% (ciento cincuenta y seis por ciento). Muchos de esos compatriotas, que han decidido emigrar, son embajadores que favorecen, cada día, el acercamiento entre nuestras naciones. Turismo Los quebequenses están muy interesados en México y lo visitan desde hace mucho tiempo. Ahora, México es el cuarto destino turístico para ellos en el mundo después de Estados Unidos, Francia e Inglaterra. El desafío ahora es insertar, en los circuitos turísticos que eligen, ciertas ciudades del país. Las playas mexicanas son magníficas, ciertamente, pero a los quebequenses les convendría visitar otros destinos de este extraordinario país de riquezas que, con frecuencia, aún no se conocen. A los jóvenes quebequenses en particular les gusta México para estudiar, trabajar y para visitar. Es el segundo lugar, en las Américas, entre los destinos más populares para ellos. Por otra parte, para Quebec, el turismo mexicano es de primera importancia. En los últimos (5) cinco años, ha tenido un aumento del (8%) ocho por ciento, lo cual justificó el incremento de vuelos diarios entre las ciudades de México y Montreal. El Ministerio de Turismo de Quebec ha identificado a México como país prioritario para su acción en el extranjero. Buen o mal año, 65000 (sesenta y cinco mil) turistas mexicanos van a descubrir Quebec. Educación En el sector de la educación, la expansión de los programas de becas y los intercambios, así como el gran número de acuerdos de cooperación entre las universidades mexicanas y quebequenses, testimonian igualmente una vitalidad real. No hay progreso sin cultura, sin instrucción, sin libros, sin historia, instrumentos todos que nos permiten romper con la ignorancia. El conocimiento, y el reconocimiento del otro, son las claves de la riqueza de las relaciones entre las comunidades, las instituciones y las naciones. La educación es primordial para el desarrollo social y económico y, junto con la cultura, nutre, enriquece, cuestiona, sacude y reinventa nuestras vidas. La educación es un campo de competencia exclusivo de las provincias en Canadá. En este terreno, el gobierno de Quebec desempeña plenamente su rol de catalizador de la acción. Favorece la creación de plataformas de reflexión y de intercambios intelectuales, trata de anticipar las tendencias emergentes y las necesidades, trata de elaborar iniciativas y formula políticas en la materia. Un ejemplo de la importancia de las relaciones México-Quebec, en el sector académico, es la creación de dos cátedras universitarias: la primera sobre el México actual en la Universidad de Montreal en 2005 y, la segunda, sobre el Quebec actual en la Universidad Autónoma de Nuevo León en diciembre de 2006. Para facilitar los intercambios estudiantiles, los gobiernos de México y Quebec firmaron un acuerdo que concede unas 70 (setenta) becas que liberan a estudiantes mexicanos del pago suplementario en las universidades quebequenses. Tres acuerdos entre tres asociaciones universitarias de México y la Conferencia de Rectores de Quebec, la CREPUQ, enmarcan la realización de los proyectos escolares. Además, un acuerdo en el terreno de la formación universitaria, firmado en 1994, permite otorgar becas que facilitan la movilidad de estudiantes y también de profesores. Cultura En el campo de la cultura, nuestros artistas son embajadores de primer orden. En su acción cultural, la Delegación ha podido mantener un equilibrio entre sus mandatos de difusión, cooperación y desarrollo de mercados. Hace que se conozca y se aprecien nuestras culturas a través del mundo. Nuestra participación en diferentes redes y foros ha permitido establecer una estrecha colaboración en materia cultural. México y Quebec comparten el proyecto de hacerse conocer por su modernidad y su creatividad. Esta convergencia cultural ciertamente no es ajena a la firma, en 1999, de un acuerdo entre el Consejo de las Artes y las Letras de Québec, el CALQ, y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el FONCA, que facilita los intercambios de artistas y de talleres-residencia desde hace ya más de 7 años. Pocas naciones tienen el privilegio de mantener una relación cultural tan estrecha entre sí. En 2003, Quebec fue el invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y unos 400 quebequenses – editores, autores, artistas, investigadores – formaron parte de la delegación y del programa de actividades ofrecido al público mexicano. Los Eduardo Lizalde, Jaime Sabines, Alí ChumaSSero son tan leídos en Quebec como los Claude Beausoleil, Bernard Pozier y Nicole Brossard en México. El Fórum Universal de las Culturas de Monterrey, organizado bajo la égida de la UNESCO en 2007, será uno de los eventos culturales más importantes de este año y una nueva ocasión de difusión de nuestras culturas respectivas. Quebec asegurará en él una fuerte presencia. Varias de las actuaciones de los artistas ya están confirmadas, a 7 meses del evento. Entre ellas, mencionaremos la presencia de un amigo de México y recipiendario de la Orden del Águila Azteca, el escultor y pintor René Derouin. Además, tendremos la actuación del Cirque Eloïse y de las compañías de teatro Les Deux Mondes y Le Carrousel. En fin, numerosos conferencistas eméritos participarán en los Diálogos. Acuerdos con estados mexicanos Además de los acuerdos de cooperación en terrenos específicos, Quebec ha firmado acuerdos de cooperación generales multisectoriales con algunos estados mexicanos, lo que contribuye igualmente al acercamiento entre ambas naciones. Podemos aquí mencionar el acuerdo firmado, en mayo de 2006, con el Estado de Nuevo León, que ha permitido ya, en el terreno de la educación, la creación de una Cátedra de Estudios e Investigaciones sobre el Quebec Actual y que prevé una mayor movilidad estudiantil y profesoral entre los dos estados al igual que el desarrollo de la cooperación en materia lingüística. En el terreno cultural, el acuerdo prevé, además de la participación de artistas e instituciones quebequenses en el Fórum de las Culturas de Monterrey, el desarrollo de colaboraciones en las artes de la escena, las artes visuales, el multimedia, el patrimonio, la museología y la edición, y una acción común con vistas a favorecer la promoción y la protección de la diversidad cultural. En su aspecto económico, el acuerdo permite la apertura de dos centros de negocios, uno en Monterrey y otro en Montreal, con el fin de estimular y desarrollar las relaciones comerciales entre ambas regiones. Los sectores, a los que están dirigidos, son los de las tecnologías de la información, la aeronáutica, el transporte, el medio ambiente, la energía, la construcción y la salud. Finalmente, dicho acuerdo contribuye al acercamiento de los jóvenes de ambos estados, por medio del Instituto Estatal de la Juventud de Nuevo León y de la Oficina Quebec-Américas para la Juventud, la OQAJ. Conclusión: los puntos comunes entre Quebec y México La nueva política Internacional de Quebec reafirma la prioridad que se da a la relación México-Quebec y la inscribe en el contexto de América del Norte. El desarrollo de los intercambios económicos con México se identifica claramente como una prioridad de la política. La importancia otorgada a la consolidación del espacio norteamericano y, la incorporación clara de México a este espacio confirman la pertinencia de los lazos establecidos con la República así como con algunos de sus estados. A este respecto, la política insiste en el papel importante de los estados federados y su plan de acción refleja la voluntad de instituir de nuevo alianzas con los estados mexicanos, a los que está dirigida. El acuerdo entre Nuevo León y Quebec ilustra claramente la importancia de los estados federados. Como dijeron el gobernador Natividad González Parás y el Primer Ministro Charest «nuestros gobiernos reconocen la importancia del papel que pueden desempeñar los gobiernos regionales en los campos de la educación, de la cultura, de la economía, del medio ambiente, de la seguridad y del derecho.». ¡Similitudes no faltan entre México y Quebec! Las relaciones entre ellos se caracterizan por varios elementos que tenemos en común y que, seguramente, ayudaron, y ayudan, al intercambio que existe entre nuestras naciones. Vivimos en un mismo espacio geopolítico, América del Norte, y económico, el TLC. Compartimos juntos estos espacios con un vecino que es un gigante económico. Hablamos una lengua latina que tiene las mismas raíces y una misma religión, además que nuestras dos naciones están marcadas por una «herencia» indígena. De cierta manera, compartimos igualmente un mismo espacio histórico. Podríamos hablar de historias parecidas: nuestros pueblos emergen de un pasado colonial. También, somos los dos elementos latinos de América del Norte. Para finalizar, diría que tenemos en común un espacio de oportunidades: la competencia, a escala mundial, favorece el desarrollo de relaciones claves y planificadas, para ventaja de ambas partes, al aceptar los desafíos que nos plantea el creciente poderío tanto de China como de India. El sector de la aeronáutica es un buen ejemplo de los esfuerzos que debemos hacer juntos para que nuestras empresas y nuestras economías respectivas sigan en igualdad de condiciones. El ejemplo de Bombardier en Querétaro es muy convincente, como lo explicaba el Ministro de Desarrollo Económico, Innovación y Exportación, el señor Bachand tras una estancia en India, dijo que «el 100% made in Quebec no es competitivo. Si no buscamos compartir las ventajas con otras economías, ¡nos morimos!» «Tenemos que concentrarnos en los sectores en los que somos líderes y aprovechar lo que los demás tienen para sobrevivir en un mercado global.» Quebec, como México, es parte de un mercado de (430 000 000) cuatrocientos treinta millones de consumidores, y podemos gozar de la proximidad:5 horas en avión como máximo, 2 enlaces al día y casi sin diferencia de horario. Además, el Primer Ministro Charest se pronunció por la necesidad de avanzar en la construcción de una América del Norte más integrada, por la participación activa de las regiones, estados y ciudades y en favor de lo que nos permita llevar la relación económica y comercial a otro nivel e integrarle consideraciones sociales. Los Estados federados están llamados a desempeñar un papel cada vez más activo en el desarrollo de nuestra realidad continental. El reciente anuncio de nuestra política internacional toma nota de la riqueza de la relación con México e invita a diversas colaboraciones. Considero esto un avance dentro del capítulo de las oportunidades. Claramente, esta política elige una reducción del número de prioridades que adquieren mayor coherencia y precisión. México es un interlocutor clave en el logro de estos objetivos. Con raíces en América del Norte, México y Quebec comparten muchos retos. Más que los discursos y la buena voluntad, es importante reconocer que existe, en la base misma de nuestras relaciones y de nuestra historia común, una cercanía y una complicidad. La fórmula de la solidaridad entre “Latinos del Norte” y “Latinos del Sur”, oculta a veces el hecho de que más allá existen intereses entre ambas sociedades modernas y democráticas que buscan abrirse paso en un mundo cada día más cambiante. Necesitamos identificar con claridad el rol que queremos desempeñar juntos, necesitamos pensar qué naciones queremos ser y qué papel nos toca desempeñar en el plano nacional y en el plano global del siglo XXI. Nuestras raíces son diferentes y compartimos un pasado común. Pero, más que nada, nuestro porvenir es lo que nos une. Mesdames et messieurs, je vous remercie. Muchas gracias a todos.