LA ESTRUCTURACIÓN DEL CONTRAATAQUE COLECTIVO. Un
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LA ESTRUCTURACIÓN DEL CONTRAATAQUE COLECTIVO. Un
ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS LA ESTRUCTURACIÓN DEL CONTRAATAQUE COLECTIVO. Un paso más. INTRODUCCIÓN Para constatar la mejora del contraataque en los últimos tiempos no hace falta echar mano de exhaustivos análisis estadísticos. Es suficiente con consultar de vez en cuando la videoteca y observar partidos internacionales de hace 10,15 o 20 años. Al igual que le ocurre a muchas películas, el paso del tiempo hace mella en ellos y aunque recordamos con nostalgia algunos de aquellos enfrentamientos a la vez damos fe del avance del juego del Balonmano. La conducta de los jugadores actuales es mucho más rica de forma global, con mayor y mejor preparación física y mayor intencionalidad en todas sus acciones. Pero claro, esta mejora se extiende a todos los elementos que configuran el juego en sí, no solo al contraataque. ¿Se trata de una mejora cualitativa o solo achacable a la evolución, al igual que los demás factores? ¿Es suficiente con que los jugadores sean más activos en defensa, mejor preparados físicamente y con variedad técnico-táctica superior,(que no es poco precisamente)? ¿Basta con dar importancia al contraataque en las sesiones de entrenamiento, indicar cuáles son las "calles" de contraataque y los puestos y practicar una y otra vez dejando a la imaginación de los jugadores el resto? Entonces, ¿qué diferencia hay en el estilo de un entrenador a otro? ¿Seríamos capaces de explicar cuál es nuestro estilo de contraataque? ¿Sabrían nuestros jugadores explicar quién, cuándo, cómo y por qué de nuestro contraataque?¿Hemos dotado a los jugadores de respuesta en equipo a las previsibles complicaciones que ponga el equipo contrario? En una entrevista realizada al profesor Petit (1998),publicada por la Revista Área de balonmano, hace éste mención a las señas históricas de identidad, las claves del equipo nacional, aludiendo a la defensa 6:0,a la rapidez del contraataque, lamentando que éste se perdiera... Desde luego, podemos adivinar por qué no cita el ataque. Y del contraataque, aparte de la velocidad, ¿podríamos definir el estilo? El por qué de que se perdiera, posiblemente lo encontraríamos entre otras razones: Por el apego(excesivo) a la defensa 6:0; por mantener (a toda costa) jugadores de gran envergadura para la 1ª línea pero pobres en creación de juego; por no "sacrificar" a un extremo en el contraataque en la errónea creencia(afortunadamente ya superada) de que se resta velocidad... ¿Es eso todo lo que podemos proponer los entrenadores? Por otro lado: ¿Qué podemos extraer de otros deportes de equipo? ¿Cómo resuelven estas cuestiones? Otro punto de reflexión importante puede ser: ¿Se coarta la libertad de los jugadores estructurando el contraataque como sistema de juego? Hasta dónde habría que estructurar? ¿Se trata de un paso adelante? Todo ello nos lleva a procurar tener una personalidad propia en el contraataque. El intento de crear estilo siguiendo la conducta del balonmano moderno donde se estructura I.A.D .MÁLAGA 2001 1 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS todo: Defensa, ataque, superioridad, inferioridad... nos lleva a plantearnos el contraataque desde el "procedimiento" táctico al sistema de juego, con todas sus implicaciones. Lo expuesto a continuación viene a ser el intento de dar respuesta personal a estas cuestiones, expresando al final una propuesta de contraataque que ni mejor ni peor que cualquier otra, ha sido llevada a cabo durante diez años por varios entrenadores con el suficiente nivel de satisfacción en equipos de club y selecciones de diferentes categorías como para el atrevimiento de exponerla. CONSIDERACIONES Es una verdad universalmente reconocida en nuestro deporte que el contraataque es una de las fases del juego más importantes y llevadas a cabo. Amplia es la literatura sobre formación, táctica individual, desarrollo y ejercicios relacionados con el contraataque. Entre otras razones, la importancia que viene tomando está justificada por: El aumento de la velocidad del juego.(Román,1997) La mejora de la táctica individual(Cercel,1980),(Espar,1993),(Laguna,1998)(Argilés,1999) La mejora de la condición física, no solo por la metodología, sino por su integración a los contenidos propios del juego. (Espar,1988),(Antón,94),(Mocsai,97), (Chirosa,1998 ), Aumento de la calidad defensiva, habilidad para combinar los sistemas(Spate,1994-95) Óptimo uso del banquillo (Jiménez,1997) La mal llamada 3ª oleada,"que no es más que el uso colectivo de la estrategia al final del contraataque"(Román,1999). Una OBSERVACIÓN ATENTA, nos hace percibir y deducir, entre otras, algunas reflexiones: Aunque todos los equipos usan en mayor o menor medida el contraataque, los que lo llevan a cabo en mayor nº de ocasiones poseen como consecuencia diferentes motivos: Por tener una mejor defensa y portero(disponen de más oportunidades) Por tener mayor velocidad algunos jugadores (ej: Rápida transición de extremos) Los que tienen peor ataque posicional. Ej: Al carecer de lanzam. exterior o menor corpulencia física deben arriesgar más en el contraataque). Los que aprovechan las normas nuevas como el saque de centro. Los que parten de una defensa abierta o individualizada. Los que intentan aprovechar unas ciertas características o preparación física. Analizando las NOVEDADES DEL JUEGO en los últimos años en cuanto a Campeonatos mundiales y de Europa senior y junior , autores como Román,(1997 y 1998) y Argilés(1999), entresacan algunas conclusiones para hacernos reflexionar: Los ataques son más cortos Hay mayor eficacia defensiva Las conductas son más estructuradas Los jugadores más móviles El central sigue siendo el organizador. Mayores variables en sistemas de juego, tanto en ataque como en defensa, y todo más estructurado I.A.D .MÁLAGA 2001 2 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS EL PROBLEMA DE LA ESTADÍSTICA En lo que corresponde a la incidencia del contraataque en el conjunto del juego, la estadística se mueve entre un 18% y un 25% del ataque total, con tendencia a aumentar, pero con algunas excepciones, si bien hay que recordar que este porcentaje no se ajusta demasiado a la realidad ya que no se contemplan algunos lances que podrían muy bien incluirse dentro de este apartado: No aparece el gol tras saque de centro rápido, ni penalty producido durante el contraataque; las exclusiones tampoco se relacionan con el contraataque en caso de ocasionarse Ni se reflejan las veces en que se intenta pero se renuncia. Por ello diferentes autores, como Román (1998), proponen que se considere en la estadística el concepto de 3ª oleada. Ya de hecho en los seguimientos de partidos internacionales ofrecidos tanto por la E.H.F. como la I.H.F. se hace distinción entre lo que se denomina "fast break" y "break through" que nosotros podríamos diferenciar como contraataque rápido y contraataque apoyado. No obstante, de buen seguro que se pormenizará más en este sentido en ocasiones futuras. Sin ser objeto de estudio del presente trabajo el ANÁLISIS HISTÓRICO de forma rigurosa, sí puede venir al caso recordar algunos de los hechos significativos de carácter general en el desarrollo del contraataque que por su relevancia han trascendido, trasladando antes al lector curioso a trabajos como los de (Czerwinski, 76); o (Román,99) donde se repasan con mayor calado estos asuntos: Salida en 1ª instancia del extremo contrario al lugar de finalización del ataque contrario. Salida en 1ª instancia del oponente directo al contrario que realiza el lanzamiento. Pase al especialista + pase decisivo. Salida de los dos extremos, con pase largo del portero. El ataque de la 2ª oleada. Pases cortos y rápidos para superar a defensas en tránsito. La revolución de la URSS. Un extremo colabora en la "conducción" del contraataque. Se gana velocidad e intencionalidad en el tránsito. Una única fase universal. Aparece la 3ª oleada, que no es más que dotar de intención táctica a la última parte del contraataque. Pero ya Bárcenas (1985), previendo las líneas a seguir propone la eliminación del concepto de contraataque por oleadas. Y aunque en el momento presente se ha venido a denominar esta nueva fase la tercera oleada, ya decimos que no es más que un mayor aprovechamiento de la fase final; pero en sí el contraataque se contempla como un todo global, sin tanta separación entre fases. Todos los jugadores deben intervenir, crear peligro desde al principio al final, y sus acciones deben estar siempre dotadas de sentido táctico. He aquí la principal mejora. EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD En principio siempre que se habla de “combinación” o “estructura”, puede llevar a ejercer juicios apriorísticos de forma injustificada, tachándose de rigidez, inmovilismo, previsibilidad, encasillamiento, falta de libertad... Curiosamente esto no se aplica a sistemas defensivos, que por añejos que resulten, se tildan como “referente”,”tradicional”. Ahí sí que existe conducta inerte. Intentemos establecer una semejanza. Aunque el equipo contrario conozca de antemano el sistema defensivo que vamos a usar, no por ello solemos cambiarlo. De hecho consideramos que nuestro dominio del mismo, gracias al trabajo dedicado, suele dar confianza a los jugadores, que conocen dicho sistema, y se encuentran en disposición de dar respuesta a las variantes que el equipo contrario pueda presentar. Incluso pueden (y deben) permitirse algunas licencias en cuanto a disuasión, interceptación, nivel de profundidad... I.A.D .MÁLAGA 2001 3 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS Trasladándolo al contraataque, debemos buscar un sistema en el que el equipo se encuentre cómodo, que todos los jugadores conozcan previamente las situaciones, y que permita su uso, independientemente de los jugadores que estén en juego o del sistema defensivo usado, y que tenga previsto alternativas a las complicaciones que por competencia el contrario esté dispuesto a presentar. Este sistema podría usarse o no, atendiendo a las diferentes circunstancias, por ello no debe entenderse como encasillamiento del juego, sino todo lo contrario. Es lícito pensar que si un equipo posee una gran eficacia en cuanto pases directos del portero a los extremos, por ejemplo, qué necesidad tiene de preparar un sistema más estructurado. Y en cierto modo tendría razón.(Pero hecho seguro que poseen alguna combinación cerrada para la superioridad, aunque no habría necesidad, siendo uno más...). Por ello sería arrogante aseverar que es totalmente necesario el poseer un sistema estructurado. Lo único que podemos testificar mediante la experiencia es que hace intervenir de forma más eficaz y con mayor sentido colectivo a los jugadores que menos suelen intervenir o muestran peores resultados y que en algunos casos vienen a coincidir con jugadores que realizan cambios ataque-defensa, etc. LA APORTACIÓN DE OTROS DEPORTES DE EQUIPO Resulta interesante ver cómo resuelven estas cuestiones, ya que puede ayudarnos haciendo una traslación al propio deporte, ya sea por activa, tomando ideas, o por pasiva, descartando acciones. En el Water polo el tránsito de la defensa al ataque es lógicamente más lento que en otras disciplinas, pero no es extraño ver cómo algunos jugadores se cruzan en la zona central, ya sea para crear incertidumbre como para alcanzar los puestos de ataque. No debe asustarnos pues que un jugador cruce el campo en diagonal, aunque en balonmano estamos acostumbrados a ver circular a un extremo tras llegar a su puesto y no antes. Una de las peculiaridades del voleibol consiste en que se prepara el tipo de contraataque a realizar antes de tener el balón. Resulta curioso ver cómo ante el saque del equipo contrario, uno de los jugadores en la red suele señalar el tipo de contraataque con las manos en la espalda; además, cuentan con diversos tipos de contraataque dependiendo de la calidad de la recepción. Javier Clemente, antes de su etapa como seleccionador nacional de fútbol, siendo ya gran aficionado a defensas pobladas, escasos jugadores en la media y solo uno o dos jugadores en punta, y en una época donde estaba de moda acumular jugadores en la media, intentaba solucionar el problema no atravesando las líneas con el balón, sino saltándolas; es decir, bombeando balones hacia el lugar donde presumiblemente se desplazarían el o los jugadores en punta. Sáquense consecuencias sobre la necesidad de atravesar la zona central del repliegue del equipo contrario acumulando 2 jugadores junto al área contraria pero en la zona central, y haciendo hincapié en los pases en profundidad, incluso en "línea de pase". No asuste la idea de perder anchura. Se gana en velocidad y ángulo para el lanzamiento y además estos jugadores son el apoyo natural de los "conductores" del contraataque. Un deporte mucho más cercano al nuestro, el baloncesto posee también un contraataque muy estructurado. Según la disposición del equipo en la recuperación(o saque tras canasta), el base suele "cantar" el tipo de contraataque a realizar. Y tienen una cuestión muy clara hace tiempo. Solo los jugadores hábiles colaboran en el tránsito del balón, nunca los "trailers". El final del contraataque puede ser diferente, cambiando los objetivos desde ganar la superioridad a buscar a un a un lanzador especialista en una zona eficaz. I.A.D .MÁLAGA 2001 4 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS UNA PROPUESTA DE CONTRAATAQUE ESTRUCTURADO. UN PASO MÁS. Colectivizar el contraataque significa dar pistas de actuación, medios para desarrollar el juego, prevenir qué se puede hacer en cada instante en el propio beneficio y en de los compañeros. “No es solo correr, sino transportar el balón con velocidad e intención”(Laguna,1998).Por supuesto que hay que trabajar sobre las bases técnico-tácticas de la intervención, seguir las normas de los procedimientos tácticos. Para ello se remite a Antón(98). De acuerdo también en que no se puede dejar de aplicar la táctica individual, antes y después del procedimiento colectivo, pero esto es extensible a cualquier sistema tanto en ataque como en defensa. Puede haber discusión en cuanto a la edad de inicio del uso de procedimientos tácticos complejos en un equipo, pero en nuestra opinión, no depende tanto de la categoría o edad del jugador sino de su nivel de habilidad motriz y madurez táctica así como de la capacidad de asumir los sistemas. Tras varios años formando jugadores en el club desde las categorías de base al primer equipo, observamos diversas cuestiones: Poseemos jugadores ricos en creación de juego y transporte de balón, pero no tanto en lanzamiento a distancia. Por más que intente mejorar la capacidad t.táctica individual, hay jugadores mejor dotados para el transporte de balón y otros para la conclusión. Aún no siendo lo más recomendable, hemos de contar con jugadores especialistas en defensa. Por ello y contando con estas premisas, debemos buscar un sistema donde cada jugador haga lo que mejor sabe, desde donde es eficaz y cuando deba, pero coordinado con los demás. Es tan importante que sepa escoger la mejor opción como que crea en el sistema elegido. I.A.D .MÁLAGA 2001 5 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS DESARROLLO Solución táctica final (3ª oleada) Qué tipo de repliegue Tipo de defensa ab./cerrada Riqueza táctica individual Distribución (calle,pasillos) Cambios at./def. propios y del contrario Contr:¿Rápido o apoyado? Fast break/break through Normativas 1º,2º pase Consideraciones que deben ser: previstas, pormenorizadas e interiorizadas. Como se ha señalado anteriormente, es a finales de los 80 cuando el equipo de la URSS de la mano de S.Mironovich, manifiesta en su juego de contraataque un salto cualitativo espectacular. Basado como es lógico en una firme defensa, desarrolla una manera de contraatacar que causa admiración. Es entonces cuando se dice de éste que es “as fast as basketball”. Ya decimos que no solo introduce la figura del conductor del contraataque, sino que renuncia a la anchura final apoyándose en un extremo como segundo o primer conductor. Y el hecho de defender con dos pivotes les hace replantearse las calles o pasillos de contraataque. Basados en estos antecedentes, adaptamos una configuración de sistema a nuestro equipo, con un desarrollo y final propios, que ha sido retocado a lo largo de los años, según las inexactitudes que se producían o el cambio de jugadores. Debe estar prevista cualquier contrariedad que pudiera restar eficacia al sistema. I.A.D .MÁLAGA 2001 6 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS DESARROLLO GRÁFICO El extremo dcho. sale en cuanto el contrario lanza (incluso antes).Su compañero contiguo asegurará el rebote. Sale también el pivote buscando los 6 metros del área contraria. Éste se coloca ante el poste derecho y el extremo busca en trayectoria diagonal el poste izquierdo. Cierto es que se cruza, pero es improbable que su oponente le siga. Se crean pasillos de contraataque. Los laterales buscan la máxima anchura en el centro del campo debiendo servir de apoyo acompañando 2 o 3 m. por delante del extmo. izqdo. y central que ocupan el centro (a la misma altura al principio y a diferente profundidad cuando el sistema se domina),buscando éstos el pase del portero. Es la fase más interesante por cuanto un pase en profundidad desde esta zona suele ser decisivo. La situación al pasar medio campo es de tres líneas, claramente formando un hexágono. Pivote y extremo pueden recibir en trayectoria hacia bandas en cualquier momento. Los laterales siguen acompañando a los creadores del juego asegurando un apoyo ante posible presión, y éstos asumen las decisiones en cuanto a asegurar la posesión, penetración o pase decisivo. Todo ello con velocidad, no siendo ésta la premisa más importante, sino la de conocer de antemano las respuestas y trayectorias de los compañeros. El final es similar a un ataque en 2:4. Los dos “pivotes” actuarán en “parabrisas”(misma trayectoria, al mismo tiempo) en 6 m. Los laterales deciden lanzamiento si no hay oponente o cambio dirección a fijar al impar cambiando el sentido. Los laterales ocasionales pueden penetrar, pasar o sacar al extremo contrario en circulación. Todo ello con una práctica masiva y numerosas variables. I.A.D .MÁLAGA 2001 7 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS ALTERNATIVAS En el caso de que un jugador presionara a uno de nuestros conductores en el balance, éste permutaría el sitio por uno de los laterales, y el portero pasaría en mayor profundidad a este jugador. Lo mismo ocurre con presión de dos jugadores. Éstos permutan por los “carrileros” y al recibir vuelven a tomar el centro y la responsabilidad. Si la recuperación de balón (como suele ocurrir) sucede a cargo de un jugador no conductor del contraataque, debe pasar a éste rápidamente una vez descartado el contraataque directo. No hay ningún inconveniente (previo entrenamiento) en el cambio defensa- ataque de un jugador durante el contraataque. Si hay dos pivotes defendiendo (también situación habitual) o dos especialistas en defensa, podemos hacer que sean éstos los que salgan en primer término, pasando el extremo derecho a actuar de “carrilero”. Asimismo, obviamente se pueden alternar en las salidas en primera oleada a los dos extremos, según necesidades derivadas del juego o por cuestión de frescura física. METODOLOGÍA La metodología no va a diferir mucho de la necesaria para el aprendizaje de cualquier otro tipo de sistema colectivo. Ir de lo sencillo a lo complejo, parcelar las tareas, aumentar la dificultad, alternar tareas globales con analíticas, etc., sirviendo de muestra algunos de los ejercicios a realizar (anexo se relacionan). Pero cada entrenador hace hincapié en la forma de realización, corrige algunos problemas más que otros, posee latiguillos en su léxico, que van dando pistas al jugador sobre la tarea requerida. Y en el caso que nos ocupa, se encaminan a las siguientes capacidades: Desplazamientos diagonales (El oponente suele replegarse con trayectorias rectas). Servir de apoyo continuo por delante o lateralmente al jugador con balón. El pase más útil es el que va fuera del campo de visión del oponente. Dirección de la vista de los profundo a lo cercano. Del riesgo a la seguridad. Dominio de pases tanto tensos como bombeados. El jugador que entra al campo se encarga de redistribuir las tareas. Capacidad de engaño o de solapar la intención. Capacidad de lanzamiento desde puesto no dominante. Uso del cambio de dirección antes, durante y después de la posesión del balón. Exposición de problemas; búsqueda de variantes. Análisis de la situación. Pero además no se debe olvidar que hay que seguir trabajando la táctica individual para dinamizar el aprendizaje, y por último una cuestión fundamental: La racionalización de la tarea. El trabajo del contraataque debe tener un sentido dentro del micro ciclo. Queremos decir que este trabajo debe estar integrado con las necesidades de preparación física que hayan sido programadas. Se proyectarán tareas sin perder de vista el tipo de trabajo de resistencia o velocidad, por ejemplo, que hayan sido planificadas, como viene siendo costumbre generalizada entre los entrenadores hace ya algunos años, y también como se insiste en los cursos nacionales y en abundante bibliografía. I.A.D .MÁLAGA 2001 8 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS CONCLUSIONES Indicar que una de las señas de identidad del juego español ha sido el contraataque, sería simplificar un poco dicho manifiesto. Habría que relativizar esta aseveración, ya que el contraataque “ampliado” o “de equipo” no parece haber tenido mucha relevancia como signo de referencia en el balonmano de selección. En el contraataque español, hasta muy recientemente ha primado más la voluntariedad y el conocimiento de que había que arriesgar en esa fase del juego debido a la menor eficacia en el ataque posicional, que a un estilo personalizado y asumido por los jugadores. Parece que la eficacia depende más de los jugadores que se hallen en el campo que de un sistema desarrollado por el entrenador Siendo cierto que en los últimos años se ha ganado en intencionalidad, este hecho viene de por un lado, la mejora en calidad de los jugadores, y por otro del hecho fundamental de encargar la dirección del contraataque a los jugadores “hábiles”, lo cual, siendo una mejora significativa, se nos antoja aún poco elaborada o si nos permiten, manifiestamente mejorable. Al menos, hay que destacar que no cuesta tanto cambiar de sistema defensivo, lo cual permite, en cierto modo, asegurar la presencia de jugadores importantes para el tránsito. Proliferan en la actualidad las publicaciones sobre el contraataque, pero se refieren más a términos estadísticos, observación y análisis de otras selecciones, exposición de términos generales, intentos de definición y clasificación, que al hecho de proponer una metodología y un desarrollo de contraataque propios con sello personal. El hecho de contemplar el contraataque como sistema o combinación colectiva, no debe suponer en absoluto la apriorística idea de falta de libertad de los jugadores, sino una disciplina a la que recurrir si es necesario. El aumento de alternativas no coarta la libertad sino que la aumenta. No significa tampoco que el carecer de dicho sistema elaborado reste eficacia al equipo o denote pobreza táctica; pero en cualquier caso, lo que sí evidencia mejora con un sistema es la aportación de los jugadores menos hábiles en el contraataque, lo que repercute sin duda en el resultado final. Las futuras mejoras en el contraataque no pasan por dar realce a la 3ª oleada, aunque este extremo debe ser mejorado en nuestros equipos y selecciones, sino por una mayor organización global, sobretodo en las fases que se producen en el propio campo. Si entendemos que en esta fase del juego no está todo dicho, aún reconociendo lo profuso de las publicaciones, qué diremos de su fase antagonista, el repliegue o balance defensivo. Debería tener un tratamiento directamente proporcional al desarrollo del contraataque. La mejora en la eficacia de éste en los últimos tiempos demanda un mayor estudio de su opositor.”Correr hacia atrás mirando”, por más rápido o alegre que se haga, aunque parezca suficiente en algunos casos, requiere de un mayor desarrollo en la época que corre . I.A.D .MÁLAGA 2001 9 ESTRUCTURAR EL CONTRAATAQUE DE EQUIPO JORGE JIMÉNEZ SALAS BIBLIOGRAFÍA Antón,J.L.: (1994).Balonmano y alto rendimiento, Concepto de sistema Págs.190-192 .Edit. Paidotribo de juego. Antón, J. 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