Introducción - Colegio del Sagrado Corazón

Introducción - Colegio del Sagrado Corazón

COLEGIO DEL SAGRADO CORAZÓN CALLE 74
Características evolutivas en Cuarto grado
Introducción
Educar por su etimología (e-ducere) significa “conducir desde”. El “desde” hace referencia
a lo que el niño es a sus datos genéticos, a sus posibilidades. Significará potenciar todo lo
que en él hay.
“Conducir” indica por un lado acompañamiento y, por el otro,
dirección. “Conducirle desde”, haciendo lo posible por ayudarle a
ser él mismo. Desde la línea de partida, de total dependencia, (al
nacer), del necesitar a los otros para todo, hasta esa meta, (18
años), que no es final sino punto de arranque, de ser capaz de
independencia, de valerse por sí mismo.
Porque educar es eso: hacerle a una persona capaz de ser
independiente, de poderse ir, de valerse por sí mismo, de tomar decisiones, de
proponerse y conseguir metas, de hacer frente a su vida, ayudarle a ser.
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Edad 9 años
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Esta edad es una nueva etapa en la vida del niño. Los cambios que se suscitan de los
nueve a los diez años se dan paulatinamente, presentando ahora una amplitud cada
vez mayor en sus gustos e intereses, lo cual se manifiesta en la relación con los que le
rodean y el crecimiento del propio niño.
La personalidad del niño se caracteriza por ser sincero y responsable, puede aceptar su
culpa. Es capaz de reconocer y razonar los sanciones, privilegios, reglas y procedimientos,
particularmente en su vida escolar y en su grupo de amigos.
El colegio es el entorno donde descubre y desarrolla sus intereses y en el que asume sus
mayores responsabilidades. Los niños a esta edad son muy competitivos y se debe prestar
atención ya que puede ser una fuente de superación para unos, pero también de
frustración para otros.
Está desarrollando un sentido de status individual que necesita la comprensión afectuosa
de sus mayores y sobre todo, de su propia familia.
La relación con sus padres comienza a cambiar, no depende tanto de ellos, exige mucho
menos de su madre y no requiere de la presencia tan activa de su padre, manifestando
un gran respeto por ambos a los que acude en ciertas ocasiones.
Colabora y participa más en las tareas de casa, por lo que es un buen momento para
asignarle tareas que pueda desarrollar sin problema, y que le hagan sentirse útil.
Desarrollo Psicomotor
Necesitan movimiento, acción. Les gusta mucho jugar. A esta edad, los niños afirman su
lateralidad definitiva izquierda-derecha.
El aspecto físico del niño es armónico y alcanza un desarrollo motor que le permite el
control adecuado de su cuerpo en una variedad de actividades.
Debido a la mejoría en el desarrollo motor, niños y niñas pueden participar en un amplio
rango de actividades motoras.
El juego espontáneo ayuda a desarrollar habilidades físicas y sociales. Los juegos de
varones son más físicos y los de las niñas más verbales.
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Desarrollo Social
Tiene un amigo predilecto con quien prefiere trabajar, jugar y compartir confidencias.
Tiende a jugar en grupos con los de su sexo.
Se interesa por lo objetivo, el juego, los deportes de competición y las relaciones sociales.
Se identifica con el grupo; emplea abundantemente el pronombre “nosotros”. Imita a los
adultos para no ser tratado como niño.
Persisten algunas actitudes negativas, como juegos bruscos con las niñas y entre varones,
chistes subidos de tono, vocabulario fuerte.
Aumenta el interés por Dios y la religión, lo que permite trabajar valores espirituales
como la generosidad, la sinceridad y las expresiones afectuosas. Experimentan
sentimientos de culpa por las malas acciones y quisieran repararlas.
Desarrollo Cognitivo
Su desarrollo intelectual continúa afianzando las características del pensamiento
operacional concreto. En esta etapa el niño es capaz de desarrollar un pensamiento
lógico, lo que le ayuda a resolver problemas, pero aún no puede pensar en términos
abstractos.
Constitución de esquemas operativos, reversibilidad, conservación, causalidad.
Valora la utilidad de los conocimientos, tiene interés en aprendizajes determinados y de
acción.
Aprenden conceptos complejos, pueden seguir instrucciones de varias partes, pensar en
el futuro, resolver problemas. Ya pueden pensar en las consecuencias de sus actos.
Reconoce las semejanzas entre diversos objetos, sabe captar y explicar lo absurdo de las
frases, análogos/opuestos, ordenar frases de mayor complejidad.
Tiene una memoria verbal desarrollada. Posee abundante vocabulario y pone interés
en aprender palabras nuevas. Es capaz de decir una misma cosa de varias maneras.
Sabe hacer el resumen coherente de un relato.
Es capaz de concentrarse en la tarea. El aula se comporta más ordenada y cumple sus
tareas con mayor facilidad y rapidez, se impone cierto grado de disciplina, planeando sus
tareas y actividades, realizándolas hasta cumplir su meta.
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Pautas educativas:
Una excesiva dependencia del adulto le restará madurez personal y lo tornará un niño
inestable e inseguro, incapaz de tomar decisiones por sí mismo.
Hay que ofrecerle el refuerzo positivo oportuno para que ni se sobrevalore ni se
infravalore.
Deben aprender a escuchar, es bueno incluirlos en las charlas familiares. El dialogo debe
estar siempre presente en las relaciones con vuestros hijos o alumnos.
El clima de afecto, comprensión y entendimiento mutuo debe ser el marco adecuado
para establecer unas normas claras, sencillas y justas.
Oración:
“Padre Celestial, enséñame a entender a mis hijos, a escuchar con paciencia lo que tienen que decir, y a responder
todas sus preguntas con amabilidad. Concédeme la gracia de jamás herir sus sentimientos. Evita que yo me ría de
sus errores, que los avergüence o los ridiculice para castigarles. Guíame, para que yo siempre pueda demostrar que
todo lo que yo diga o haga con honestidad, produce felicidad. Ayúdame a crecer junto con ellos, a tratarles como
corresponde a su edad, pero no dejes que yo espere que su criterio sea el de los adultos. No dejes que yo los despoje de
la oportunidad de aprender por sí mismos, de pensar, de elegir, y de tomar sus propias decisiones. Concédeme que
sea justo, equitativo, considerado, y buen compañero. Haz que yo sea digno de que mis hijos me amen y me imiten”.
Amén