Muere la actriz Àngels Poch a los 66 años
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Muere la actriz Àngels Poch a los 66 años
EL PAÍS, miércoles 18 de marzo de 2015 4 CATALUÑA Muere la actriz Àngels Poch a los 66 años Enriqueció muchos repartos y se hizo muy popular con ‘Estació d'enllaç’ J. ANTÓN Barcelona La actriz Àngels Poch falleció ayer a los 66 años a causa de un cáncer. Natural de Terrassa, donde nació en 1948, se hizo especialmente popular por su papel en la serie de televisión Estació d'enllaç, donde era la mujer de Josep Maria Pou, y los dos formaban el matrimonio que regentaba el bar de la estación. Era una reconocida actriz secundaria, en la mejor y más noble de las acepciones, que trabajó sobre todo en el teatro, pero también hizo papeles en la pequeña pantalla, como la serie citada o La memòria dels cargols, Temps de silenci, Porca misèria, y la más reciente Gran Nord. En teatro, interpretó papeles en obras clásicas como Oncle Vània, de Chejov (2004), y Hedda Gabler, de Henrik Ibsen (2007), o contemporáneas, como Lleons, de Pau Miró (2009). La última vez que subió al escenario fue con la obra No parlis amb estranys (fragments de memòria), estrenada en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) en abril de 2013. El director Sergi Belbel, que trabajó a menudo con Àngels Poch y de la que era buen amigo, recordó ayer a este diario su figura. “Perdemos a otra actriz de raza”, dijo, sumando su desapari- ción a las de Anna Lizaran y Rosa Novell. Belbel estaba especialmente unido a Àngels Poch. “Yo también soy de Terrassa y la conocía desde pequeño cuando a los 14 y 15 años iba a verla actuar en el Globus con la gente que fueron el embrión del Centre Dramàtic del Vallès, Pau Monterde, Feliu Formosa, en espectáculos como La boda del petits burguesos. Ella ha sido un referente toda mi vida teatral”. Belbel recordó que cuando montó Desig, de Josep Maria Benet i Jornet, “buscaba una actriz madura y le di el papel, que fue lo que en buena medida le abrió las puertas del teatro en Barcelona”. Entre los grandes momentos de Àngels Poch estuvo sin duda —ella misma lo resaltaba— su actuación en La corona d’espines, de Josep Maria de Sagarra, que dirigió Ariel García Valdés, y en la que interpretaba, con un gran monólogo, a Marta, una madre que hacía de criada y de la que todo el mundo ignoraba que el amo de la casa era su hijo. “Hizo un papel extraordinario. Àngels era una actriz muy profesional, una todoterreno espléndida, lo que algunos dirían hoy una secundaria de lujo, pese a que ella había hecho muchos primeros papeles, muchos papeles protagonistas”. Poch fue la actriz que actuó en más obras en el Teatre Nacio- La actriz Àngels Poch. / teresa miró nal de Catalunya (TNC), apuntó Belbel, que destacó que la intérprete estuvo dos años en el proyecto T-6 del centro trabajando con los autores jóvenes. “Era una actriz muy sobria pero a la vez emocional, una combinación muy buena. Era una perso- “Era muy sobria y a la vez muy emocional”, recalca Sergi Belbel na de un gran nivel humano, comprometida con los proyectos y también con la sociedad. La dirigí en el TNC en Dissabte, diumenge i dilluns, de Eduardo de Filipo, donde hacía de una de las vecinas. A ella le gustaba ese género, el teatro popular, no en balde se había amamantado con Bertolt Brecht vía Feliu Formosa”. Belbel ha destacado los muchísimos trabajos de Àngels Poch con diversas generaciones de directores, Joan Ollé, Calixto Bieito, Oriol Broggi. “Siempre que tenías una madre o una tía en el reparto si conseguías a Àngels tenías la excelencia asegurada, era siempre inapelable en sus papeles”. Para Josep Maria Pou, con Àngels Poch se marcha desgraciadamente “una más” de las grandes actrices catalanas. “Aunque no hubiéramos trabajado últimamente, Àngels fue una figura fundamental en mis primeros años al desembarcar yo en el teatro catalán procedente de Madrid. Juntos hicimos La corona d’espines, entre otras obras, y al mismo tiempo, en el 94 empezamos la serie Estació d’enllaç; no sabíamos que iba a ser una relación tan larga, cuatro años, un largo matrimonio”. Evoca Pou a la compañera, tan distinta de carácter y físico: “Era más bien menuda y yo en cambio… pero sentíamos una gran afinidad. Era además muy tímida”. Pou recuerda a Àngels Poch como una actriz a la que no le obsesionaba destacar. “Yo le decía ‘el día que te lances serás una trágica fantástica’, pero ella no sentía la necesidad de resaltar sus muchísimas cualidades, tampoco era partidaria de las alharacas de la profesión, era mujer de familia, feliz en el escenario y en casa. Le faltó quizá ese punto de ambición personal que da mayor proyección y que hubiera permitido visualizarla como una de las grandes actrices del país, que es lo que era”. 76 obras de arte románico, a la venta en Barcelona Las obras que subasta La Suite son de un solo coleccionista JOSÉ Á. MONTAÑÉS, Barcelona Barcelona vivirá mañana una gran jornada de arte medieval: la sala de subastas La Suite pone a la venta al mejor postor un importante conjunto de 76 obras de arte medieval provenientes de un mismo coleccionista —anónimo, como todos los que deciden vender en subasta—, que las ha reunido pacientemente a lo largo de más de cuatro décadas, según explican desde la galería. “Es casi su colección completa. Solo se ha reservado cuatro o cinco piezas para él. Es una ocasión única y está generando una gran expectación. Estamos recibiendo un gran número de visitas desde que el día 7 abrimos al público la sala para mostrar estas obras de Alta Época. También hay interés de pujar por teléfono”, asegura Beatriz du Breuil, la directora de la sala de la calle Conde de Salvatierra. El conjunto en venta está formado por piezas de técnicas heterogéneas. Desde morteros y claves de bóveda de piedra, escultu- ras de madera, pinturas al temple y un largo etcétera. “El 90% de las piezas son catalanas, como una de las piezas más destacadas, el Tríptico de la Pasión de Cristo, pintado por el autor barcelonés Rafael Vergós, una pintura al temple sobre tabla con fondo de oro”, explica Du Breuil. Castellana es la Virgen en Majestad en madera tallada y policromada, datada a finales del siglo XII. Una tercera obra a la venta destacada es Dios Padre y el Tetramoforos, atribuida al archiconocido Pere García de Benabarre, el mejor pintor tardogótico en tierras de Lleida y la Franja. Sus obras están documentadas en Zaragoza, Benabarre, Barcelona, Lleida y Barbastro, por lo que cada vez que sale una de sus pinturas a la venta acaba en pleito entre las dos comunidades limítrofes. En este caso, según explica Alberto Velasco, el mayor especialista en el pintor, que se cita en la bibliografía de la pieza, se trata de una obra de juventud creada en Aragón entre el 1445 y 1450, por lo que su origen podría ser para alguna iglesia de la capital o localidad cercana. “Su estado de conservación es excepcional”, comenta Du Breuil. También se podrá adquirir El Nacimiento de la Virgen, una pintura al temple sobre tabla con fondo de oro atribuido a la escuela catalana del círculo de Jaume Huguet, hacia 1420-1430, y otras obras como una pieza en cobre con esmalte champlevé de diversas tonalidades de azul, incluyendo lapislázuli, uno de los pigmentos más caros de la antigüedad, producido en Limoges, Francia, del siglo XIII. También un in- La obra de Pere García de Benabarre y la virgen del siglo XII, a la izquierda. censario de plata gótico y un capitel de claustro en piedra calcárea esculpida en altorrelieve representando cuatro animales fantásticos datado hacia el año 1100 y adscrito al románico catalán. En cuanto a los precios de salida, oscilan de los 500 euros de un mortero de piedra gótico del siglo XIV hasta la virgen románica, 15.000 euros, la tabla de Pere Gar- cía de Benabarre que sale por 20.000 euros y el retablo de Bergós, la pieza más cara, que parte con 80.000 euros de salida. “Son precios muy ajustados, aunque la Alta Época se mantiene porque la clientela es más universal que, por ejemplo la pintura catalana del siglo XIX o comienzos del XX, que atrae a un público más local”, remacha Du Breuil.