Ljubljana (La ciudad del dragón)
Transcripción
Ljubljana (La ciudad del dragón)
Ljubljana (La ciudad del dragón) También conocido como Antigua Ljubljana, el impresionante casco antiguo de la ciudad se encuentra entre una colina coronada con un castillo y el río Ljubljanica que fluye suavemente. No perderse: El castillo El barrio viejo El mercado central o Trznica Los Puentes La Catedral de San Nicolás La iglesia franciscana Un paseo por el río Los Jardines del Tivoli Los museos de la ciudad: el Museo de la Ciudad, la Galería Nacional y el Museo de la Historia Moderna. Ljubljana, la desconocida y coqueta capital de Eslovenia, fundada en época romana, se encuentra situada entre los Alpes y el mar Mediterráneo y está bañada por dos ríos, el Ljubljanica y el Sava. Es una pequeña ciudad (276.000 hab) de plazas alargadas, donde se vive una vida tranquila, adornada de un cuidado patrimonio monumental –entre el que sobresale su Castillo y sus iglesias medievales-, puentes que en varios tramos enlazan las dos orillas del río, plazas recoletas y, sobre todo, callejones en los que se esconden agradables cafeterías con mesas dispuestas al aire libre, donde comer buenísimos pasteles en las terrazas, cervecerías, numerosos músicos callejeros y cuidadas tiendas donde ir recalando a cada paso. Apenas ha sufrido durante los conflictos bélicos en la zona, preservando una buena oferta monumental, conjugando a la perfección viejos edificios renacentistas y góticos, monumentos barrocos y art - nouveau, junto a la huella de una de sus figuras insignes: el arquitecto Joze Plecnik (1872-1957), un mago de la combinación de estilos que importó a su pequeña ciudad lo mejor de la Viena de los Habsburgo. Plecnick diseño los grandes sectores de la ciudad, los bordes del rió Ljubljanica o la pirámide en el barrio medieval de Trnovo. Gracias a Pelnick y su sentido de patria, el orden impera en esta capital, pero lo que más llama la atención es la limpieza que hay por todas partes. Es impensable encontrar un papel por el suelo y parece que todo se ha construido con sumo cuidado. Es una de esas ciudades por las que da gusto pasear. Es una ciudad muy acogedora llena de plazas perfectamente cuidadas con preciosas fuentes. La gente es hospitalaria, siempre te intenta ayudar. Una de las partes más bonitas de la ciudad es la ribera del río Ljubljanica. Pasa por el centro de Liubliana y posee varios puentes que parecen salidos de un cuento infantil. En la ribera hay multitud de restaurantes y bares que están decorados con un gran estilo y ponen terrazas en cuanto sale el sol. Es recomendable llevar calzado cómodo porque tiene muchas cuestas y apetece caminar, sin prisas, subir por una orilla del río y bajar por la otra. Cruzar un puente, meterse en una callejuela y volver a salir al río. Olvidar el plano pues los nombres son imposibles de memorizar. A pesar de ser una ciudad pequeña, tiene mucho por descubrir: desde grandes plazas y avenidas con monumentales edificios hasta las estrechas callejuelas medievales. La Plaza del Congreso con la Universidad y la Filarmónica, la Plaza de la Revolución Francesa, la Plaza de la República donde se halla el Parlamento. También Museos, Parques, el Zoológico, el Jardín Botánico … El castillo Nos regala unas vistas de Ljubljana impresionantes. Desde allí se divisa la ciudad al completo, con sus 5 puentes, y las montañas que la rodean. Para subir al castillo, se puede llegar andando, por el camino diseñado por Plečnik y que parte de la plaza Gornji, y continua entre cafés, tiendas de ropa, estatuas de dragones, y calles de piedra empinadas, o bien en funicular desde la plaza Krekov. También se puede coger la excursión guiada que hace un tren turístico que sale de la plaza central. Este tren para en la cima del monte donde se encuentra el castillo para que te des una vuelta por él y te vuelve a bajar. Construido y reconstruido en numerosas ocasiones a lo largo de la historia, el castillo fue comprado en el 1905 por la ciudad de Ljubljana. Ese mismo año empezó a funcionar como prisión hasta el 1960 que fue readaptado. Ahora se utiliza para dar conciertos de música. La torre acoge un museo virtual que hace una presentación 3D de la historia de la ciudad. El casco antiguo El casco antiguo visto desde el Castillo La mejor forma de adentrarse en las calles de Ljubljana es buscando la huella del arquitecto Joze Plecnik, un mago de la combinación de estilos que importó a su pequeña ciudad lo mejor de la Viena imperial. Paseando por el barrio viejo es inevitable comparar la capital eslovena con otras ciudades europeas. Ljubljana recuerda a Praga por su pasado medieval y por las reformas. Se parece a Viena por los edificios construidos durante el imperio austriaco de los Habsburgo. Con Salzburgo, la unen los colores pastel de sus templos católicos, como la rosada Iglesia Franciscana de la Anunciación. La semejanza con Ámsterdam, se tiene que buscar en el continuo tránsito fluvial de embarcaciones recreativas y de mercancías. El mercado central o Trznica Es una de las obras fundamentales de Plecnik. El edificio parece un palacio noble construido expresamente para acoger suntuosas fiestas. Bajo su alargada columnata neoclásica se ofrecen todo tipo de productos. Otro lugar de abastecimiento muy popular es la Plaza Vodnikov, junto al río Ljubljanica. Los Puentes El puente de los zapateros El puente de los Dragones La ciudad se ordena en torno al río y cinco puentes: los Tres Puentes, el puente de los Zapateros y el puente de los Dragones. Eslovenia ni forma parte de la Europa Central, ni se la puede situar en la Europa de los Balcanes. Este pequeño país tiene un carácter propio, cuya fuerza está magníficamente representada por los cuatro dragones que guardan las esquinas del puente Zmajski. La relación del monstruo mitológico con la capital eslovena tiene su origen en una antigua historia: el héroe griego Jasón. El puente Zmajski fue construido en 1901 para conmemorar el cuarenta aniversario de la coronación de Francisco José como emperador austrohúngaro. El Triple Puente, una de las mayores obras maestras de Plečnik, completa el viejo puente de 1842 con dos puentes peatonales laterales. La Catedral de San Nicolás (todos los días 6:00-12:00 y 15:00 a 18:00) Fue construida originalmente en el siglo XIII en honor a San Nicolás, patrono de los pescadores y barqueros. Su estructura barroca actual data de 1701, construida según los planos del arquitecto romano y jesuita Andrea Pozzo y decorada con los frescos ilusionistas de Giulio Quaglio y Langus, un altar de Robba, y un espléndido órgano de tubos. La cúpula fue añadida en 1841 por el arquitecto esloveno Gregor Macek y pintada por Matevž Langus entre los años 1843 y 1844. Entre los vestigios de la iglesia anterior encontramos una dovela gótica con la cabeza de Cristo, a la derecha de la entrada principal, y una Piedad gótica de medianos del siglo XV, ubicada en el nicho de la fachada sur. El escultor esloveno contemporáneo Mirsad Begic esculpió la historia de la diócesis de Liubliana en la puerta lateral de bronce de la catedral en honor de la visita del papa a Liubliana en 1996. La puerta principal hecha de bronce, representa los 1.250 años de cristianismo en el país. Iglesia franciscana de la Anunciación La iglesia que hoy podemos contemplar fue construida entre 1646 y 1660 y es la tercera en importancia de la capital. Fue construida por los agustinos, que vivían en el interior hasta el final del siglo XVIII. Debido a la inestabilidad financiera, la fachada fue terminada en 1700. Hoy el frente nos recuerda el famoso Il Gesu, de Roma. Más tarde, la iglesia pasó a manos de los franciscanos, de los que toma su nombre y color. Ellos fueron cambiando su aspecto hasta el siglo XIX. Un típico interior barroco albergaba una capilla de Loreto de Santa María, pero sólo hasta mediados del siglo XVIII, cuando se oculta por el gran altar de Francesco Robba, el escultor. Los frescos fueron dibujados por Matevz Langus en la mitad del siglo XIX y la bóveda fue pintada en 1936 por Matej Strnen. La iglesia actual sufrió una remodelación posterior al terremoto de 1895. Junto a la iglesia se encuentra el monasterio franciscano, que data del siglo XIII, famoso por su biblioteca, que contiene más de 70.000 libros, muchos de ellos incunables y manuscritos medievales. Fundado en 1233, el monasterio estuvo inicialmente situado en la plaza, para trasladarse a la ubicación actual durante las reformas de finales del siglo XVII. Un paseo por el río Las embarcaciones turísticas que zarpan de la Plaza Presernov, en el casco antiguo, ofrecen una perspectiva distinta de la ciudad: su cara fluvial, con los palacios e iglesias reflejándose en las aguas. Los barcos navegan hacia los barrios de Krakovo y Trnovo, separados por el Canal Gradascia. El encanto de Krakovo reside en el aire medieval de sus callejuelas y casas, algunas todavía con un huerto en el jardín. De camino a Trnovo, se encuentra la muralla romana (siglo I aC), hoy reconvertida en un recódromo urbano muy popular. Trnovo posee un conjunto de calles que sorprenden por la mezcla de estilos arquitectónicos. Los Jardines del Tivoli Un lugar ideal para un descanso. Los museos Tiene una nutrida lista de galerías de arte y diferentes museos, algo que sin duda, hará las delicias de los amantes de la cultura. Destacan: El Museo de la Ciudad (M-D 10:00 18:00), se aloja en una antigua mansión de la calle Auersperg. La transformación del edificio y la restauración de sus interiores merecen una visita. La Galería Nacional (M-D 10:00 a 18:00), ubicada en un espantoso edificio de la era soviética, acoge una interesante exposición de los impresionistas eslovenos entre los que se encuentra: Iván Croar e Ivana Koblica. El feísimo edificio color rosa chicle que aloja la colección del Museo de la Historia Moderna (M-D 10:00 a 18:00) desmerece la curiosa exposición del interior que explica la historia de la ciudad durante el siglo XX. El Museo Nacional (Narodni muzej Slovenije), ubicado en un palacio neorenacentista del siglo XIX, exactamente de 1821. Su colección cuenta con obras que representan la historia de los eslovenos así como un conjunto de inscripciones latinas que probablemente se remontan a la época romana e incluso una momia del antiguo Egipto. La pieza mas valorada de este lugar es una flauta del Neandertal que data de aproximadamente unos 47.000 años. Fachada del Museo Nacional de Eslovenia El plano Excursiones En apenas 20.256 km2 (la mitad de Suiza y más pequeña que Sicilia) convergen las crestas orientales de los Alpes y el sistema dinárico, la costa norte del Adriático, el Sistema Montañoso de Krast (Carso) con sus grutas y ríos subterráneos, zonas de colinas cubiertas en parte por viñedos, el bolsón de Ljubljana, los valles de los ríos Soca, Drava, Sava, Mura y otros y la llanura de Panonia. Cumbres rocosas descienden hacia los bosques y campos de pastoreo, el pedregoso Kras con sus típicas borrascas limita con llanuras cuidadosamente cultivadas; en el sur hay aún bosques casi impenetrables y numerosos ríos y arroyos irrigan la tierra. Las excursiones planteadas van a permitir hacerse una buena idea de este país, viajando desde el Adriático hasta Maribor y subiendo a los Alpes Julianos. 1. Cuevas de Postojna y Castillo de Predjama Las cuevas de Postojna http://www.postojnska-jama.si/eng/ En el suroeste de Eslovenia, a 57 km de la capital del país, se halla la ciudad de Postojna, famosa por su cueva. En el subsuelo de esta pequeña localidad se encuentra una caverna con formaciones rocosas de hace 70 millones de años. Son las segundas cuevas más grandes de Europa con 20 km de canales escarpados por el río Pivka. Abierta todo el año, se recorre con guía durante una hora y media. Las galerías tienen una temperatura de 8º C, por lo que es aconsejable llevar una prenda de abrigo. Un tren te lleva a toda velocidad por el interior de las cuevas, recorriendo los primeros 3,5 km y parando a mitad de recorrido en la Gruta Antigua, la primera galería de estalactitas y estalagmitas (antes los visitantes utilizaban calesines). Allí, a los pies del llamado monte Calvario, el tren queda esperando el regreso de los viajeros, para llevarles a la salida. Los pasajeros descienden para continuar a pie, atravesando un puente, llamado Ruso porque fue construido durante la Primera guerra mundial por los prisioneros rusos, y sorprenderse con la galería de Las Bellas Grutas. Tres salas la componen. Las formaciones rocosas son de color rojo y blanco, gracias a los minerales que alimentan la tierra. En el paseo, se observan las estalactitas y estalagmitas formadas por la filtración de aguas calizas carbonatadas. Son tan delgadas que, tan sólo con rozarlas con un dedo, se pueden fracturar. Lo especial de estas grutas es que ellas constituyen un ecosistema único en su género donde ha encontrado su hábitat natural el "proteus anguinus" un animal adaptado a la eterna oscuridad subterránea, de 30 cm. de longitud y sin ojos. Carece de pigmentación protectora, algo que en la oscuridad no le serviría de nada, por lo que el color de su piel es muy parecida al de la raza humana blanca. En tiempos, por la luz del río subterráneo que recorre las grutas, fue considerado por los habitantes del lugar como el cachorro de un dragón. Estos animales, expuestos a la iluminación colocada para los turistas, se vuelven más oscuros. Han sido encontrados algunos ejemplares completamente negros y con ojos que funcionan como si a menudo vinieran a la superficie en busca de nutrientes. Este pequeño animal y la presencia también de un escarabajo perfectamente adaptado a la oscura vida subterránea ha dado a luz a una nueva y fascinadora ciencia, la espeleobiologia que ha descubierto luego otras 200 especies de animales típicos de las cuevas carsiche. Al final se encuentra la Sala de Conciertos, un espacio con capacidad para 10 mil personas. Allí se escucha, durante 20 minutos, música clásica mientras se proyectan imágenes de arqueólogos e ingenieros descubriendo la caverna. La concentración de vibración y ruido hacen un espacio único para la música y el canto. Al salir, se bordea un camino pintoresco de 9 km desde la gruta de Postojna hasta el castillo de Predjama, que sigue el recorrido del rio Pivka. Los arqueólogos han descubierto restos humanos de hace 150 mil años y de la edad de piedra. Aseguran que es la cultura mas antigua de Europa del sur. El Castillo de Predjama ( www.postojna.si ) Esta fortaleza medieval es uno de los alicientes de la localidad de Postojna, 50 km al sur de Ljubljana. Se encuentra a 9 kilómetros de las cuevas, construido sobre un acantilado. El castillo, construido en el S XII, se caracteriza por estar incrustado en las rocas de una montaña, dificultando de esta forma los ataques. Es una especie de madriguera construida audazmente en medio de un cavidad de 123 metros de altura, sobre un despeñadero, donde tiene entradas el arroyo Lovke. Obra maestra de ingenio y de astucia medieval para situar un hogar seguro en un entorno peligroso natural. Los nichos y huecos en el techo y en las paredes, modelados por remolinos de agua, muestran que la galería fue formada por una fuerte corriente de agua, ornamentadas con incrustaciones calcáreas. Cuando restauraron el castillo en el año de 1990, encontraron bajo tierra, en el sótano, un tesoro del siglo XVI, que permanece en el museo nacional de Liubliana. Tiene una cárcel, una sala de torturas, una bodega de vino, la caballeriza, varios túneles de escape, áticos en las torres de defensa, una capilla, el cuarto del cura, la cocina con fogón abierto, una sala de justicia, la perrera, el archivo, la sala de caballeros, varios balcones, atalayas y puentes levadizos. 2. Maribor y Ptuj Maribor ( www.visitmaribor.si , www.maribor-pohorje.si ) Desde Ljubljana la distancia a Maribor por carretera es de unos 130 km. Maribor es la segunda ciudad más importante de Eslovenia y capital de la región de la Baja Estiria, y rivaliza con Ljubljana en muchos aspectos. No son ni mucho menos equiparables, ya que son ciudades completamente opuestas pero ambas presentan grandes atractivos y muchas razones para visitarlas. Este año de 2012 es Capital Europea de la Cultura. En este viaje se puede comprobar porque a Eslovenia la llaman el “tesoro verde de Europa” (los bosques representan el 60% de la superficie de este país) ya que a ambos lados de la carretera se vislumbraban grandes extensiones de prados, viñedos y bosques. Hay muchos verdes campos cultivados con lúpulo, ingrediente fundamental de la cerveza (pivo en muchos países del Este) La ciudad universitaria de Maribor es una localidad fácil de recorrer a pie. Su centro histórico lo forman la Plaza de la Libertad y la Plaza Mayor, donde se concentran la mayoría de monumentos más importantes de la ciudad. En la Plaza de la Libertad está la iglesia franciscana, la bodega Vinag (la más antigua de Maribor y la quinta más grande de Europa) y el Monumento Conmemorativo NOB, punto de encuentro de los habitantes de Maribor que lo llaman cariñosamente Kojak porque les recuerda a la cabeza del afamado detective que interpretara en la pequeña pantalla el gran Telly Savalas. Desde la Plaza de la Libertad, desde la cual se divisa el imponente Castillo renacentista del siglo XV (Mariborski Grad) que acoge en la actualidad el museo regional (Pokrajinski muzeum), se accede directamente a la Plaza Mayor donde está el Ayuntamiento de la ciudad y se alza la Columna de la Peste. Éste es un buen punto de partida para recorrer las calles de Maribor y dirigirse a Lent, barrio histórico de la urbe eslovena que está ubicado a orillas del río Drava y que acoge el famoso y multicultural Festival de Lent, que hace vibrar a la ciudad en verano con ritmos de todo el mundo. Antes de llegar a la orilla del Drava, visitar la Catedral de Maribor, ubicada en el barrio austro-húngaro concretamente en la Plaza Slomšek y, si tienen la oportunidad, subir hasta el campanario porque las vistas que se tienen de la ciudad son impagables. En esta plaza también se encuentra la Universidad de Maribor, creada en el año 1972. Una vez en la orilla del río Drava, hay que visitar Stara trta, el verdadero símbolo de la ciudad. Se trata de la vid más antigua del mundo (tiene aproximadamente unos 400 años de antigüedad) y es, sin duda, uno de los lugares más visitados y fotografiados de Maribor. Esta viña ha sobrevivido a lo largo de los años no sólo a las enfermedades propias de esta planta sino a innumerables hechos históricos que pusieron en peligro su existencia. Por este motivo, los habitantes de Maribor le construyeron una casa (Hisa Stare trte) y ubicaron en la misma un museo. Aquí sería un buen momento para hacer un alto en el camino y sentarse en una de las muchas terrazas que hay a lo largo del río Drava mientras se saborea un excelente vino blanco esloveno. También se puede hacer un crucero fluvial a lo largo del Drava para admirar el barrio judío de Maribor y las torres defensivas de la ciudad desde otra perspectiva. Como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta que en Maribor está la vid más antigua del mundo, en esta ciudad eslovena la cultura del vino está presente en muchos lugares. Las laderas de la sierra de Pohorje, que abraza a esta localidad, están llenas de vides, de cuyos frutos se extrae el mosto con el que elabora un inigualable vino blanco. Pueden visitarse algunas de las bodegas de Maribor como Vinag, que les sorprenderá por sus dimensiones, o la histórica Meranovo que fue creada en el siglo XIX por el patrón viticultor de Estiria, el Archiduque Johann de Estiria, que compró una finca en la cima del monte Prinčev donde plantó viñedos y estableció la primera escuela de viticultura. El vino esloveno se saborea mejor con la gastronomía local. Probar los embutidos de Stajerska, el pan casero, la sopa de gallina, entrante en la mayoría de comidas, y la tortilla pohorska omleta. Además del vino blanco, es muy recomendable degustar el zumo de manzana natural que se sirve en la mayoría de restaurantes de la localidad. Maribor es conocida como ciudad del deporte y por haber acogido un gran número de eventos deportivos internacionales. Acoge cada año la Copa del Mundo de esquí femenino que tiene lugar desde hace más de cuatro décadas en la sierra de Pohorje. En este sentido, Maribor está rodeada de zonas verdes y espacios naturales que se pueden disfrutar en cualquier época del año. En las laderas de la mencionada Pohorje se pueden practicar todo tipo de deportes al aire libre además de gozar de una intensa jornada de sensaciones extremas en su Parque de Adrenalina o en el Bike Park. Ptuj, tesoro del milenio Ptuj, la población más antigua de Eslovenia, es una ciudad con solera y cuenta con un patrimonio arqueológico y arquitectónico muy rico (por algo dicen de Ptuj que es una ciudad-museo). Te encuentras con numerosos monumentos, iglesias y monasterios que las civilizaciones que en ella vivieron fueron dejando como legado. Tuvo en la época romana su periodo más próspero. La llamada Colonia Ulpia Trajana Poetovio, en honor al emperador Trajano quien le concedió status de ciudad, fue uno de los enclaves más importantes del Imperio Romano. De hecho, Vespasiano fue elegido emperador en Ptuj allá por el siglo I. Pero con el ocaso de Roma, Ptuj cayó en manos de los hunos y no volvió a levantar cabeza hasta el siglo X que recupera su estatus de ciudad. Aunque la influencia romana se puede palpar por los innumerables restos arqueológicos que quedan (cabe recordar que durante esa época Ptuj contaba con más de 40.000 habitantes), el aspecto que tiene en la actualidad se gestó durante la Edad Media. El monumento mas representativo de esta época es el Orfeo, una piedra lapidaria del siglo II. Ptuj, la Pettau alemana, tiene su más típica y bella estampa en su castillo que domina impasible la ciudad bañada por el río Drava. Allí es el momento adecuado para coger fuerzas y subir al Castillo de Ptuj, cuya visita se aconseja porque cuenta con colecciones de arte gótico y barroco muy interesantes. A mí me gustó especialmente la colección de vestidos y objetos dedicados al Carnaval de Kurent. Merece la pena, además, la vista que desde el Castillo de tiene de toda la ciudad. El castillo es el que más merece la pena visitar de todos los que hay en Eslovenia. Es muy grande, hay muchas exposiciones diferentes: de instrumentos de música, etnográfica, etc. También hay muchas salas decoradas con muebles de época, pinturas, y esculturas. Patio del castillo Ptuj es pequeño. Se tarda unas tres horas en ver todo el centro histórico. Desde el Orfeo, custodiado por la Torre de la Ciudad, el Teatro y la Casa Rotovz, donde se ubicaba el antiguo Ayuntamiento, se puede bajar por la calle Murkova hasta llegar a la plaza Mestni, donde está el Ayuntamiento, ubicado en un bello edificio neogótico. Frente al Ayuntamiento está la columna de San Florian, santo muy popular en los países centroeuropeos. Desde la plaza Mestni se puede tomar la calle Krempljeva que nos lleva a la Plaza Minoritski, donde se encuentra un monasterio minorita del siglo XIII. Desde el monasterio es muy fácil llegar al río Drava desde donde se tienen las mejores vistas del castillo de Ptuj. Volviendo sobre los pasos, se retorna por la calle Jadranska hasta el Orfeo, punto de inicio del recorrido. Desde el Orfeo y por la calle Prešernova, donde tenía lugar el mercado durante la época medieval, pueden verse varios monumentos como el llamado “Pequeño Castillo” o el Monasterio de los Dominicos, cuya fachada de color rosa es totalmente característica. 3. Bled, Bohing y Triglav Bled (www.bled.si) A 62 km al norte de la capital se halla Bled, un pueblo de tradición balnearia, enclavado en la orilla de un lago. Su mayor atracción es el lago, que, sin duda, es uno de los lugares más bellos de Eslovenia. Ubicada en una isla, en el centro del lago está la iglesia de la Asunción. Isla del lago de Bled y, al fondo, el castillo Tito fué un enamorado de Bled y de Eslovenia en general (el mariscal falleció en Ljubljana en el año 1980). Tuvo una de sus más bellas residencias a orillas del lago. Hoy es el Hotel Villa Bled. En su terraza exterior, hoy reconvertida en un restaurante, se tienen unas magníficas vistas de la pequeña isla que se encuentra en medio del lago. La gran sala de cine (Tito era un gran amante del séptimo arte) se ha reconvertido en un inmenso comedor. El lago está rodeado de mansiones que la mayoría ahora son hoteles de lujo. Es una población de poco más de 5.000 habitantes, pero que se multiplica por muchos más en verano, ya que el lago se utiliza para bañarse, alquilar barquitas o de base para hacer muchas excursiones por la zona. A la isla de Bled se accede mediante unas barcas conducidas por remeros. Este oficio pasa de generación en generación por lo que ser el portador de una barca en el lago de Bled es un privilegio que tan sólo tienen unos pocos afortunados. Ubicado a los pies del Parque Nacional de Triglav, el único parque nacional de Eslovenia, Bled es un lugar increíble del que se puede disfrutar tanto en invierno como en verano. Desde su castillo (en esloveno Grad), del siglo XI, el más antiguo del país, se tienen unas de las vistas más increíbles que jamás haya visto. No vale la pena la visita del castillo porque no queda casi nada y lo único que hay son muchas tiendas de recuerdos, de vinos, o un restaurante. Hay muchas parejas que eligen este lugar de ensueño para casarse. Bohing y Triglav Bled es su lago más famoso, pero Bohinj desprende muchísimo más encanto. Es un lago que está a unos 26 km de Bled y que está mucho menos masificado porque tiene menos infraestructuras. Bohinj está en el Parque Nacional Triglav ( www.tnp.si )-con una extensión de 84.805 hectáreas- en el que se puede subir al monte que le da nombre (2.864 metros) objetivo de montañeros, o visitar sus cascadas. Dentro de sus límites nacen los ríos Soca y Sava. Desde Bohing sale un teleférico que va al monte Vogel, un mirador excelente. Sale cada media hora y cuesta 10 € por persona. Hay varios restaurantes en la cima del monte. A 4 km de allí está la Vintgar Gorge. Se visita más de 1,5 km de garganta. El paseíto es agradable y al final está la cascada de Savica de 60 metros de altura, la cascada más famosa y visitada en Eslovenia. Hay un camino que en algunos tramos puede ser resbaladizo, con lo que es mejor ir bien calzado. De los numerosos afluentes del lago de Bohinj el más importante es el Savica. Sus aguas salen a la superficie desde los lagos del Triglav en la pared del Komarča, deslizándose a través de un declive inclinado de 38 m de largo y luego cae casi en forma vertical a una profundidad de 51 m. En un punto emerge una cascada más pequeña que cae 25 metros a un pozo de agua. Las dos cascadas crean un salto doble en forma de letra A. 4. Piran (www.piran.si) Se halla 117 km al suroeste de la capital y es uno de los enclaves más encantadores de la costa del mar Adriático, declarado Ciudad Monumental Protegida. Es una ciudad costera que se extiende a lo largo de la Península de Piran. El pueblo es realmente bonito, reconstruido conservando el trazado y edificios de la época en que perteneció a Venecia. Es una joya de la arquitectura gótica veneciana, con callejones llenos de encanto. Aún tiene bastantes trozos de la murallas medievales, formadas por dos muros paralelos construidos entre los siglos VII y XVI, en pie y lo puedes visitar caminando un trecho por encima de ellas. Entre sus casas adosadas y sus calles estrechas aparecen numerosas obras de arte. La más visible y famosa es la iglesia de San Jorge (Cerkev Sv. Jurija), el patrón de Piran, con su alto campanario construido por G. di Nodari y B. Torra en el siglo XVII. Entre los monumentos y otros curiosidades destacan también la Casa Veneciana (Benečanka), la de Tartini (Tartinijeva hiša), el Palacio de Justicia (Sodna palača), el Ayuntamiento (Občinska palača), el Museo Marítimo de Sergej Mašera (Pomorski muzej Sergej Mašera), el de Salinas (Muzej solinarstva) y la Galería de Piran (Mestna galerija Piran). En el centro de la plaza principal o de Tartini se levanta una estatua de bronce del violinista y compositor Giuseppe Tartini, que nació en Piran. Es aconsejable pasear por el barrio marinero, lleno de restaurantes. No hay playas en el sentido que nosotros las conocemos, con arena, etc, sino que hay unas plataformas de cemento y la gente pone encima las toallas. Para entrar al agua van con unas zapatillas especiales porque no es que haya piedras sino pedruscos.
Documentos relacionados
Nati Fernández Sainz Oficina de Relaciones
Registro, recepción y bienvenida de los participantes. Visita guiada de la ciudad de Maribor (Capital Europea de Cultura 2012), situada al noeste de Eslovenia, a orillas del río Drava, cerca de la ...
Más detallesville d`expériences hautes en couleur ciudad de
Marche » apparaît dans diverses sources historiques dès le XIIe siècle. Des privilèges de ville lui sont accordés en 1254. Une histoire mouvementée et de nombreuses catastrophes ont marqué la ville...
Más detalles