Hamartoma lipomatoso (lipoma) intracraneal de la fosa posterior
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Hamartoma lipomatoso (lipoma) intracraneal de la fosa posterior
VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 Juan Luís Pérez Berenguer Darío E. Sanabria Bellassai Irma Rivera Departamento de Patología Instituto de Ciencias Forenses Correspondencia: Departamento de Patologia Instituto de Ciencias Forenses Call Box 11878, Caparra Hights Station San Juan, Puerto Rico 00922-1878 Telf: +1 787 765 06 15 Fax: +1 787 759 89 08 / 9684 / 7315 E-mail: [email protected] [email protected] http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología Hamartoma lipomatoso (lipoma) intracraneal de la fosa posterior. Reporte de un caso Presentamos un caso de un hombre de 40 años con supuestos antecedentes de padecimiento cardiaco que muere súbitamente. La autopsia revelo una masa tumoral en la porción izquierda de la lamina cuadrigémina del tallo cerebral extendiéndose hacia el pedúnculo ponto-cerebeloso superior izquierdo con compresión de las estructuras adyacentes. Esta lesión ha sido designada por algunos como lipoma y por otros como hamartoma lipomatoso. Nosotros preferimos el último término porque en este caso encontramos además de tejido adiposo maduro presencia de vasos sanguíneos anormales, nidos irregulares de fibras nerviosas y proliferación de tejido fíbroconectivo. La mayoría de estas lesiones son hallazgos incidentales de autopsia, pero pueden ser sintomáticas, manifestándose con convulsiones, cefaleas, trastornos mentales y otros síntomas dependiendo de la localización. En los casos sintomáticos sin embargo son de difícil manejo quirúrgico pero es imperativo tratar médicamente las convulsiones cuando están presentes. Palabras clave: hamartoma lipomatosos; lipoma; intracraneal; fosa posterior; lamina cuadrigémina; muerte súbita; autopsia; neuropatología INTRODUCCIÓN Los acúmulos de tejido adiposo dentro de la cavidad craneana y el canal espinal son referidos frecuentemente como lipomas aunque existen suficientes evidencias y razones para catalogar estas lesiones como procesos hamartomatosos por lo cual compartimos los criterios de Budka y otros autores, y preferimos el término de hamartoma lipomatoso (1-4). Estas lesiones también puede categorizarse como malformaciones congénitas (5,6). PRESENTACIÓN DEL CASO Un hombre de 40 años con supuesto antecedente de enfermedad cardiaca muere súbitamente y es llevado al Instituto de Ciencias Forenses. La autopsia reveló una masa tumoral a nivel de la porción izquierda de la lámina cuadrigémina que se extendía hacia abajo infiltrando la porción posterior izquierda de la protuberancia, pedúnculo cerebeloso superior izquierdo y porción adyacente del cerebelo. Esta masa de 2.5 cm. de diámetro mayor no solo deformaba y comprimía el mesencéfalo, protuberancia y cerebelo, sino también estenosaba en cierto grado el acueducto de Silvio y crecía dentro de la porción superior del 4to. ventrículo. (Figuras 1,2 y 3) En el estudio histológico además del componente predominante de tejido adiposo se observaron vasos sanguíneos anormales con marcado engrosamiento de la pared, así como nidos irregulares de fibras nerviosas formando parte de este tejido, y proliferación de tejido fibroconectivo. Este tejido con características hamartomatosas reemplazaba el tejido normal de la protuberancia y el pedúnculo cerebeloso superior. No se encontró otro hallazgo significativo en la autopsia a excepción de una disminución relativa de las células de Purkinje en el cerebelo (Figuras 4 a 8). El corazón no presentaba alteraciones morfológicas. DISCUSIÓN Por la correlación de hallazgos neurorradiológicos durante la embriogénesis normal se ha llegado a la conclusión que estas lesiones se originan como resultado de la persistencia de la meninx primitiva (7,8). La capacidad de diferenciación mesenquimal de la meninx primitiva explica la presencia de otros elementos además del tejido adiposo en estas lesiones (6-8). Estas lesiones se diagnostican poco frecuentemente en vida y la mayoría son hallazgos incidentales de autop- —1— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología sia puesto que son lesiones de crecimiento muy lento y muchas veces no producen síntomas (7,8). No obstante el avance de las técnicas de neuroimagen ha aumentado la frecuencia con que estas lesiones se diagnostican en vida (5,9). En un estudio realizado por Budka se sugiere una prevalencia de 0.46 % en autopsia, proporción que luego ha sido confirmado por estudio de neurorradiología (1,7,8). Los sitios mas frecuentes son usualmente en la línea media o áreas adyacentes especialmente el cuerpo calloso (50 %) seguido en orden de frecuencia el tuber cinereum y la lámina cuadrigémina, otras localizaciones reportadas incluyen el vermis cerebeloso, el ángulo pontocerebeloso y la cisura de Silvio para las lesiones situadas intracranealmente (4,6,3,10,11). Se ha reportado casos con lipomas intracraneales múltiples (12). La mayoría de las lesiones intraespinales son subpiales en la región toráxica. Una localización en el filum terminale puede estar asociado al síndrome de estiramiento del cordón espinal (7,13). También se ha reportado hamartomas lipomatosos en la región cervical con extensión intracraneal (13,14). La asociación frecuente de los llamados lipomas del cuerpo calloso con agenesia parcial o completa del mismo también asociado en ocasiones a disrafia frontal así como la asociación a otras disrafias y mielomeningocele soporta la naturaleza hamartomatosa de esta lesión (7,15). Otros hallazgos que también contribuyen a este criterio es la asociación con displasia cortical, quiste epidérmico y quistes coloides. Las lesiones del filum terminale también puede asociarse a mielodisplasia lumbosacra (7,16). Aunque la mayoría de estas lesiones son silentes desde el punto de vista clínico, se plantea que pueden estar asociadas a ataques epilépticos (17). Otras manifestaciones clínicas frecuentes son cefalea y trastornos mentales (18). También pueden producir hidrocefalia obstructiva o parálisis, o afectación de pares craneales por compresión. Las lesiones intraespinales pueden asociarse a debilidad y parálisis (15). En nuestro caso el tallo cerebral se encontraba comprimido y deformado y aunque desconocemos la circunstancia de la muerte no se encontró otra lesión anatómica que pudiera explicar el fallecimiento por lo que se atribuyó al hamartoma lipomatoso. sas incluidos dentro de la tumoración puede representar una pesadilla para el neurocirujano, por la dificultad para la resección de la lesión que conlleva una alta incidencia de déficit de pares craneales post quirúrgicos (7,13). Por esto en ocasiones la cirugía esta contraindicada. Es muy importante sin embargo el manejo clínico de la epilepsia cuando esta presente (17). Desde el punto de vista radiológico la tomografía computarizada demuestra masas con una baja densidad similar al del tejido adiposo asociados o no a calcificaciones curvilíneas que no aumenta de intensidad con sustancia de contraste. La resonancia magnética muestra las mismas características que las grasa, imágenes brillantes en T1 y oscuras en T2 que no se observan usando técnicas de supresión para tejido adiposo (17). Y que no aumenta de intensidad con la aplicación de gadolinium (7,19). Desde el punto de vista microscópico además de las células adiposas se puede observar tejido colágeno distribuido irregularmente, vasos sanguíneos anormales de paredes gruesas y presencia de fibras nerviosas, en ocasiones de disposición irregular así como gliosis de tipo reactivo. Todos estos elementos estaban presentes en el caso que aquí reportamos. Se ha reportado también la presencia de músculo estriado y liso y tejido fibrooseo (7,20). En ocasiones cuando los componentes predominantes son tejido adiposo y vasos sanguíneos anormales estas lesiones han sido denominadas angiolipomas (7). CONCLUSIÓN Se presenta el caso de un hombre de 40 años que fallece súbitamente cuyo único hallazgo de autopsia significativo fue la presencia de un hamartoma lipomatoso intracraneal de la lamina cuadrigémina que se extendía hasta el pedúnculo cerebeloso superior izquierdo. El mecanismo de la muerte pudiera estar asociado ha compresión del tallo cerebral o un ataque epiléptico. REFERENCIAS En los casos sintomáticos la presencia de fibras nervio—2— 1. Budka H. Intracranial lipomatous hamartomas (intracranial "lipomas"). A study of 13 cases including combinations with medulloblastoma, colloid and epidermoid cysts, angiomatosis and other malformations. Acta Neuropathol (Berl). 1974; 28(3):205-22. 2. Reid CB, Fagan PA, Turner J. Cerebellopontine angle lipomatous hamartoma of nerve: case report. Am J Otol. 1991 Sep; 12(5):374-7. VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología 3. 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Figura 1.— Vista panorámica de la base del cerebro observándose la porción superior del hamartoma lipomatoso (HL) comprimiendo la porción izquierda de la lamina cuadrigemina. Figura 2.— Corte trasversal del cerebro medio donde se observa la lesión comprimiendo la porción postero lateral izquierda del mesencefalo y el cerebelo. —3— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología ICONOGRAFÍA Figura 3.- La lesión se encuentra en el pedúnculo ponto-cerebeloso superior izquierdo e infiltra la porción posterior izquierda de la protuberancia y comprime el cerebelo adyacente. Figura 4.- Vista panorámica del HL donde se aprecia el tejido adiposo, haces de fibras nerviosa irregulares entremezcladas con bandas irregulares de tejido colágeno. HE x40 —4— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología Figura 5a.- Otra imagen de la lesión donde se aprecia el aspecto heterogéneo del mismo. HE x40 Figura 5b.- Acercamiento de la vista anterior. HE x100 —5— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología Figura 6a.- Vista panorámica de otro aspecto de la lesión contigua al Locus Ceruleus en la protuberancia (neuronas pigmentadas) y la pared del 4to ventrículo. HE x40 Figura 6b.- Detalle de la imagen anterior donde se aprecia el tejido adiposo penetrando las estructuras normales de la protuberancia. HE x100 —6— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología Figura 7a.- Otra vista de la lesión donde se aprecia una lengüeta de fibras nerviosas y bandas irregulares de colágeno dentro de un tejido adiposo maduro. HE x40 Figura 7b.- Detalle a mayor aumento de vasos sanguíneos de pared gruesa en la lesión. HE x100 —7— VIII Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica — Octubre de 2006 http://conganat.cs.urjc.es Seminario de casos: Neuropatología Figura 7c.- Detalle a mayor aumento del componente de fibras nerviosas de la lesión. HE x100. Figura 8.- Interfase del hamartoma lipomatoso y el cerebelo comprimido por la lesión. HE x40 —8—