Alcatraces blancos
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Alcatraces blancos
Alcatraces blancos 1 Alcatraces blancos Con esmero acomodó el bello alcatraz dentro del sencillo florero transparente en forma de copa, con una sonrisa en los labios lo depositó con cuidado sobre la elegante mesa dispuesta para una cena especial. Sin duda ya estaba todo listo y bien cuidado solo faltaba ella Una vez más se dirigió hacia la ventana con la espereza reflejada en su ojos para verla llegar. El sonido del timbre del teléfono la hizo devolver con prisa sus pasos para contestar -: Diga -: Esther soy yo E: Maca ¿Dónde estás? M: ¿Dónde voy estar? (movió la cabeza impaciente como si fuera muy obvia su respuesta) En la oficina ¿Dónde más iba a estar? E: Me prometiste llegar temprano (frunció el rostro con desilusión) Es nuestro aniversario M: Lo sé cariño pero se complicaron las cosas en la agencia y tenemos una reunión a última hora (levantó los hombros con descuido) Ya sabes cómo es esto E: No lo sé Maca (apretó los labios con evidente disgusto) No lo sé M: Esther (se levantó apretando el auricular al escuchar el enfado de su mujer) he tenido un día de perros para no recordarlo en décadas y lo último que me apetece es que tú termines disgustada conmigo E: Pero Maca es que ya habíamos quedado M: Sí Esther ya habíamos quedado. Pero que quieres que haga ¡eh! (levantando la voz) Que deje a todos y todo votado y perdamos miles y miles de Euros por irme a festejar nuestro aniversario de bodas cuando eso lo podemos hacer perfectamente cualquier otro día E: Sí, (con la voz entrecortada a punto de llorar por el enfado y la desilusión) cualquier otro día M: Esther (suspiró fuertemente) Esta campaña publicitaria es muy importante y lo sabes. Llevo meses trabajando en ella Esther se recargó ligeramente en la pared, le temblaba la barbilla y a duras penas podía contener las lágrimas. Por lo cual se creó un pequeño silencio entre ambas que finalmente Maca rompió M: ¡Ya estás llorando! (movió la cabeza con disgusto, sacó aire y le dijo de manera conciliadora poniendo dulzura en la voz) Amor por favor entiéndeme del éxito de esta campaña depende el futuro de nuestra empresa y por lo tanto depende gran parte de nuestro bienestar económico... (suspiró) Lo entiendes ¿verdad? Alcatraces blancos 2 E: ¿A qué hora vas a llegar? (se limpió con brusquedad las lágrimas de sus mejillas) Claro ¿si se puede saber? M: ¡Esther! E: ¿A qué horas Maca? M: No tengo ni idea pero te juro que en cuanto llegue te voy a recompensar (en un susurro sugerente) ¿Qué dices? E: Te dejaré algo en la nevera para que te desayunes M: ¿Y eso? (levantó la ceja) ¿Dónde vas estar tú? E: Mañana Pablito tiene cita con el pediatra y Osman tendrá su castin de modelaje M: Esther pero la cita de Pablito es a las doce del día y el castin de Osman a las tres de la tarde E: Sí, Maca pero te recuerdo que los niños están con mi madre. Y en lo que atravieso casi medio Madrid para ir a recogerlos... Tarde se me hace si espero a que te levantes para darte el desayuno M: Bien. Cuando te desocupes me llamas y nos vamos los cuatro a cenar algo por ahí E: Eso no va poder ser posible Maca M: ¿Por qué no? E: Por que cuando salga del castin de Osman regresaré a la casa de mi madre que tiene su reunión anual con sus amigas y prometí que esta vez iría a ayudarle con los preparativos M: ¿Y por qué no me lo habías dicho? E: Ya te lo había dicho desde la semana pasada pero como siempre estás tan ocupada ni caso me haces M: O sea que no los veré otra vez en todo el día E: No es mi culpa Maca M: Y mía si es. ¿Es eso lo que me quieres decir? E: Maca M: Respóndeme Esther ¿De verdad piensas que es culpa mía? E: Será mejor que aquí cortemos esta conversación M: No te atrevas Esther a colg... (se interrumpió al darse cuenta por el pitido del teléfono que Esther le había cortado la comunicación) Joderrrrrr (enojada y de un fuerte golpe colgó el teléfono) ¿Te das cuenta? (se dirigió hacia la bella chica que le sonreía divertida de ver la escena) ¿Qué se habrá creído? -: Tiene carácter tu mujer (levantó la cejas con burla a la vez que se levantaba de su lugar y se le iba acercando de manera sensual y sugerente) Mira que colgarle el teléfono a la fantástica y bellísima Macarena Wilson en medio de una conversación es cosa de cuidado (pasándole los brazos por el cuello para quedar colgada a ella) Bien que lo sé yo M: Como también sabes otras cositas (le sonrió a la vez que se apoderaba con pasión de su boca) me gustas mucho Karol (la volvió a besar con la misma intensidad y posó sus manos con lujuria y posesión sobre su trasero) Mucho Karol: ¿Lo suficiente como para lograr por fin convencer a tu hermano que soy la modelo ideal para su campaña publicitaria? (le mordía suavemente el lóbulo de la oreja a la vez que con sus manos le acariciaba lentamente el estómago hasta que logró abrirse paso y llegar hasta su centro) ¡Cariño! (susurró y con caricias diestras se perdió en su humedad) ¡¡¡estás más que lista para comerte!!! M: Hummmmmm (protesto cuando sintió que Karol detuvo las caricias) ¿Qué pasa? Karol: ¿Qué te parece si seguimos la reunión de última hora en mi departamento y dejamos previamente establecidas todas las condiciones del trato? Alcatraces blancos 3 Con frustración y decepción más que con enojo Esther contemplaba el teléfono pensando seriamente en tomarlo y llamarla para disculparse. Apunto estaba de descolgar cuando este volvió a sonar y su sonrisa fue inmediata E: Lo siento mucho mi amor (suspiraba con cierto alivio) No debí ponerme así. Tú tan estresada y ocupada con lo de la campaña y yo en lugar de apoyarte me comporto como una verdadera tonta (puso la voz melosa) ¿Me perdonas? -: ¡Estás perdonada! (la voz al otro lado estallo en una sonora carcajada) Jajaja E: ¡Jero! (abrió los ojos y su rostro empezó a enrojecer de pena) Que vergüenza por dios. Pensé que era Maca Jero: Ya me di cuenta Esther y por lo que te escuchó decir deduzco que volviste a discutir con Maca E: Hummmm (sacó aire) Siento haberte confundido Jero: No te preocupes Esther que no pasa nada (reía divertido) y te aguardaré el secreto. Lo que si me preocupa y mucho es que últimamente discuten mucho E: Es mi culpa Jero Jero: ¿Tu culpa? (frunció la boca) No digas tonterías Esther que ambos conocemos a Maca E: Lo que pasa es que la presiono mucho para que pase más tiempo con nosotros Jero: Es normal Esther la familia es primero. Y si sus discusiones son por ese motivo. No cedas, ni le des tregua. Tú, Osman y Pablo deben ser su mayor prioridad. Y hablando de los niños como siguen mis ahijados de la varicela E: Ya se aliviaron (sonrió al acordarse de sus hijos) y ahora dan más lata que antes Jero: Son tremendo los chiquitines (sonreía conmovido) Que rápido pasa el tiempo Esther si bien lo recuerdo Osman tiene cuatro añitos y Pablito cumple los dos en el próximo mes E: Lo recuerdas bastante bien (sonreía complacida) ¿Y dime a que debo el honor de la llamada del chico más guapo de Jerez? Jero: A que quería saludarlas y en especial para decirte que llego el martes a Madrid (recalcó enfáticamente) y necesito una respuesta definitiva a lo que te propuse la semana pasada E: No puedo Jero Jero: ¿Por qué no? E: Porque no soy la persona que necesitas y además dudo mucho que Maca me deje hacer algo así Jero: Ya te dije que no te preocupes por eso. Que yo me encargo de ella E: No Jero de verdad te lo agradezco mucho pero no puedo aceptar tu proposición Jero: Esther E: De verdad no insistas Jero llevo años sin trabajar dedicándome exclusivamente a Maca y los niños que no sabría ya hacer otra cosa (levantó los hombros y hizo un pequeño silencio) además nada tengo que ver con ese medio y disto mucho de ser la modelo que necesitas para tu campana publicitaria Jero: ¡Pero qué dices mujer!... Si eres perfecta para lo que necesito. ¿Tú te has visto últimamente en el espejo? E: ¡Jero! Jero: Esther estás guapísima. El último embarazo te sentó muy bien y embarneció tu cuerpo eso sin contar la hermosa sonrisa que tienes. Te imaginas el éxito que tendríamos cuando todo el mundo esté loco por tener los vinos Wilson en su mesa por Alcatraces blancos 4 su sabor, por su calidad y por la bella sonrisa que aparecerá en sus labios de solo beberlos (levantó las cejas emocionado) seriamos la bomba en vinos de mesa E: Estás loco Jero (reía de buena gana) Y harías cualquier cosa por convencer a cualquiera con tal de vender Jero: Oyeeeeee chica (fingiendo falso enfado) Tú no eres cualquiera eh (rió nuevamente) Pero piénsatelo bien Esther es por el bienestar de la familia E: ¿Y la familia es primero? Jero: Pues sí E: Eres un embaucador nato Jero: Ni tanto (suspiró melancólico) Ya ves tu hermana nunca me peló. Prefirió al gorila feo de Mauro E: Es que el gorila feo (riéndose) era el gorila Jero: Pues a mí nunca me dio chance de mostrárselo eh E: ¡Serás burro! Jero: Ni tanto pero si tengo lo mío (soltó la carcajada) E: Anda tú siempre presumiendo de lo que careces. Si te oyera tu hermana platicando esto conmigo... (aguantándose la risa) tendríamos serios problemas los dos Jero: Pero no oye así que no hay broncón. ¿Entonces en qué quedamos? Sí o si E: A Maca no le va gustar Jero: Por una vez en tu vida haz algo pensando en que te guste a ti y no a Maca. Te veo el martes cuñadita y quiero un SI definitivo como respuesta. Besos a los chicos Entre suspiros y gemidos dos cuerpos disfrutaban del momento cumbre del extasíes que solo produce la satisfacción de la pasión. Aun con la respiración entrecortada, jadeante y aun sin poder lograr recuperarse del todo por el esfuerzo realizado Maca abandonó la cama de su amante de un salto cuando vio de reojo la hora que era en el reloj que estaba sobre la mesa de noche M: Mierda Karol ¡ya pasa de la media noche! (miraba en todas direcciones localizando su ropa dispersada en el suelo) ¡es tardísimo! (levantó su blusa para ponérsela rápidamente mientras seguía localizando con la mirada las demás prendas) Esther debe estar furiosa... Joder ¿Dónde están mis calzones? Karol: Aquí (le sonrió y sacó de entre las sabanas la diminuta prenda, la cual olió profundamente) Hummm me encanta tu olor (se lambió los labios con lujuria a la vez que se acomodó estratégicamente sobre la cama con la piernas a medio abrir dejando al descubierto el brillo de su humedad a la vez que frotaba la prenda en su sexo) y me vuelve loca tu sabor M: ¿Quieres dejar de hacer eso? (le brillaron los ojos presa del naciente deseo) que me pierdes y me tengo que ir Karol: ¿Estás segura? (dio una ligera palmada al lado del colchón invitándola a ocupar el lugar vacío) Anda otro ratito más. Que de cualquier manera Esther ya está furiosa y además le dijiste que tendrías una reunión muy importante y que no tenías ni idea de la hora en la cual terminaría ¿O me equivoco? M: No te pases Karol (la vio con seriedad y la señalo con el dedo) te lo advierto. Y dame mis calzones que ya me tengo que ir Karol: Ven por ellos Maca si realmente los quieres (los volvió a frotar en su sexo) Pero te advierto que no los necesitas a mi me gustas... (sonreía con picardía sugerente) realmente me gustas mas así M: Déjate de juegos y ya dámelos Alcatraces blancos 5 Karol: Ya te lo dije Maca... Ven por ellos si los quieres (le sonreía sutilmente acomodándose nuevamente en la cama esta vez boca abajo apoyándose sobre sus rodillas a la vez que levantaba y movía de manera lujuriosa e insinuante su redondo trasero el cual ya estaba más que dispuesto exponiendo al máximo sus mayores encantos) Total ya no puedes hacer nada por evitarle el disgusto a tu mujer pero en cambio si puedes hacer que por lo menos valga la pena su enfado y te la pases bien (levantó la ceja coqueta) ¿No lo crees? M: ¿Sabes? Eres de lo peor (medio sonrió mordiéndose el labio inferior y acercándose nuevamente a ella) Solo un rato más y me voy ¿vale? Entró con sumo cuidado a su casa procurando hacer el menor ruido posible para no despertarla. Lo que menos le apetecía en esos momentos era tener un enfrentamiento con su mujer y verse en la necesidad de tener que inventar más falsas explicaciones para justificar su llegada a las cuatro de la mañana por lo tanto ya tenía resuelto quedarse a dormir en el sofá de la pequeña estancia que tenían a un lado de la recamara principal para de esa manera evitar que Esther se diera cuenta de la hora en la que realmente había llegado Caminaba a hurtadillas por el salón principal cuando distinguió una tuene luz proveniente del comedor, sin pensárselo dirigió sus pasos hacia aquella estancia y lo que vieron sus ojos la dejaron paralizada sintiendo al instante como un fuerte dolor se instalaba en su pecho y en su vientre M: Dios (entrecerró los ojos) La luz provenía de una perfumada vela de fragancia de Opium a medio terminar que iluminaba fugazmente el humo del resto de tres velas más. Las que a su vez deberían iluminar los dos bellos alcatraces blancos que fungían como único adorno en medio de la elegante mesa dispuesta para una cena romántica para las dos y los cuales tenían impreso con fina tinta azul en el centro de su delicada textura el nombre de sus dos hijos “Pablo y Osman” M: Alcatraces blancos mis preferidos Miles de sensaciones invadieron su cuerpo provocadas por los recuerdos. Sé llevo la mano a la frente, su cuerpo se sacudía violentamente a medida que avanzaba a paso lento hacia la mesa sobre la cual pudo distinguió un pequeño estuche dorado junto a un sobre blanco. Con expectación tomó el estuche lo abrió y su sorpresa fue mayúscula al descubrir el pequeño diamante azul en forma de alcatraz el cual brilló intensamente con la tuene luz que proyectaba la vela M: Oh mi bella flor (las lágrimas brillaron en sus ojos) mi hermosa Esther Con las manos temblorosas y la vista nublada por las lágrimas tomó el sobre blanco sacando dentro del él una hoja azul perfectamente doblada a la mitad. La cual desdobló con un poco de impaciencia para leer su contenido “Maca mi adorada y amada mujer. No puedo esperar hasta el día de mañana para darte mi regalo de aniversario de bodas y decirte lo mucho que te amo y lo feliz que he sido Alcatraces blancos 6 todos estos años a tu lado. Doce años de matrimonio se dice fácil pero tú y yo sabemos que no lo son y a pesar de todo lo vivido y los altibajos que hemos sufrido a lo largo de nuestra convivencia. Nuestro amor sigue tan limpio, fuerte y sólido como el primer día en el que nos conocimos. Aun recuerdo cada detalle de ese maravilloso día en el cual te me acercaste y sin más me obsequiaste tres hermosos alcatraces blancos “Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando contigo toda mi vida” Esas fueron tus primeras palabras al conocernos las cuales siempre he tenido presente y me han hecho seguir soñando a tu lado de por vida... Mi amor, por todo lo que eres, por todo lo que me has dado y me enseñas haces de mí la mujer más especial y feliz sobre el universo Te amo con locura Tu Esther” Como si fueran brasas incandescentes hirviendo entre sus dedos soltó el sobre blanco y la hoja de papel azul los cuales cayeron lentamente hasta sus pies. Tenía el semblante blanco, el cuerpo helado y tembloroso a punto de desfallecer sin poder contenerse se dejó caer llorando desolada sobre una de las sillas El estómago le dolía y el alma se le estremecía presa del dolor y los remordimientos. Lentamente se inclinó recogió el pedazo de papel azul lo volvió a releer una y otra vez mojándolo con sus lágrimas y deformando sus letras. Sintiendo en su alma y en su corazón como un hierro caliente se apoderaba de ella llenándola de pena, de vergüenza, de remordimientos, y de desolación M: ¿Qué te estoy haciendo Esther? E: ¿Maca? Mi amor ¿eres tú? Una temerosa Esther apareció sobre el marco de la puerta de la estancia del comedor apuñando entre sus manos un palo. Maca no tuvo tiempo de contestar solo levantó su rostro bañado en lágrimas y corrió inmediatamente a su lado abrazándose a ella con desesperación E: ¡Maca! (le limpiaba con infinito amor y cuidado la lágrimas) ¿Qué pasa cariño? Me estás asustando M: Perdóname mi amor (entrecerró los ojos con profunda tristeza y le murmuraba débilmente ahogando sus propios gemidos) No te merezco, perdóname E: ¿Por qué me dice eso Maca? ¿Y qué tengo que perdonarte? M: Yo (intentaba tomar fuerzas) Yo no quería E: ¡Llegar tarde! (la interrumpió dulcemente) Lo sé cariño no te preocupes por eso. Ya tendremos tiempo de festejar nuestro aniversario en otra ocasión como dios manda (le acariciaba la mejilla con devoción) ¿Te gusto mi regalo? Maca no le pudo contestar las lágrimas y los sollozos se lo impedían. Solo se limitó a entrelazar su mano a la de ella y apretársela con fuerza Alcatraces blancos 7 E: Ya veo que sí (sonrió alegremente) Si no cambias en nada eres tan transparente cuando te emocionas M: Yo no tengo nada para darte (atino a decir) E: Mi amor me has dado lo mejor que tengo en el mundo (le regalo una bella sonrisa y suspiro) Tu amor y dos bellos hijos (le dio un beso) Te amo M: Esther (la abrazo fuertemente) Tú eres lo que más amo en la vida... Nunca lo olvides mi amor Al escucharla Esther lanzó un fuerte suspiro y se acurrucó en su pecho dejándose abrazar de la mujer que amaba sintiéndose completamente plena y segura entre sus brazos E: Tú también eres lo más importante en mi vida Maca le acariciaba el pelo y se lo acomodaba tiernamente a la vez que le daba repetidos besos en la frente E: ¿Sabes? (levantó el rostro para verla con devoción) Este es el mejor aniversario de bodas que eh tenido M: ¿Y eso por qué? (sorprendiéndose por el comentario) ¿A caso por mi ausencia? E: No cariño (se reía a la vez que le daba un cariñoso palo) Porque ya estás aquí conmigo. Pensé que no iba a poder abrazarte hasta mañana (volvió a suspirar y se acurrucó nuevamente en su pecho) y con lo que me gusta perderme en tus brazos M: ¿De verdad te gusta? E: ¡Claro tontita! (sonrió divertida y haciéndose la ofendida) No puedo creer que lo pongas en duda después de dormir doce años a tu lado M: Pues es que no lo parece Esther E: ¿Cómo? (levantó el rostro buscándole la mirada) M: Que desde el nacimiento de Osman cambiaron las cosas y tus gustos marcando un evidente abandono y descuido hacia mí E: Pero, pero (se le trabaron las palabras por la sorpresa y abrió los ojos con extrañeza) ¿Qué dices mujer? M: Lo que oíste Esther (de pronto la expresión de su rostro cambió tornándose áspero y dolido) Solo te gustaba tener a Osman entre tus brazos y eso sin contar que cuando llegó Pablito fue mucho peor. Todo tu tiempo, tus caricias, tus atenciones, tus mimos fueron y son exclusivamente para ellos. Los consientes y malcrías en todo a más no poder y a mí que me coman los perros E: Maca eres una exagerada (deshizo el abrazo y agrego con seriedad) y me parece increíble que me celes hasta con tus propios hijos M: No son celos Esther E: ¿A no? (mirándola de frente) ¿Entonces como le llamas a eso? M: Desplazamiento (levantó los hombros y le dio la espalda) simplemente me desplazaste por tus hijos haciéndome a un lado E: ¿Mis hijos? M: Sí Esther (y se apresuro en corrigió) Nuestros hijos E: Eso no es cierto Maca. A ti más que a nadie te consiento y te complazco hasta en el más mínimo capricho M: ¿Ah sí? (levantó la ceja irónica a la vez que se giraba hacia ella) ¿Quién lo dice? Alcatraces blancos 8 E: Yo lo digo Maca (la miraba fijamente) Yo que vivo contigo y se lo difícil que es poder llegar a complacer tus imposiciones para tenerte contenta M: ¿Mis imposiciones? (abrió la boca incrédula) ¡Vaya contigo! (dio unos cuantos pasos alejándose un poco) es bueno saber a estas alturas que mi mujer me considera una impositiva E: Es que eres impositiva Maca y además exigente M: Yaaaaaaaa (levantó los brazos) ¡¡Ahora resulta que soy una exigente!! (movió la cabeza disgustada) Tal parece que te pongo una pistola en la cabeza y te obligo hacer las cosas E: ¡Ya ves que eres una exagerada! M: Sí claro (enfatizaba la voz) exagerada YO E: Sí exagerada, enojona, celosa y posesiva que de verdad llega a ser pesado y agobiante M: ¡Lo que me faltaba por oír! (se llevó las manos a la cabeza) Con el concepto tan definido y claro que tienes sobre mí. Por dios que me sorprende que a estas alturas sostengas que me amas E: Amar no quiere decir que este ciega y tonta y no vea tus defectos M: ¡Solo mis defectos Esther! E: También tus virtudes cariño (sonrió acercándose y abrazándola por detrás) Y te aseguro que son muchas más tus virtudes que tus defectos (le una palmadita en el trasero con cariño intentar suavizar el momento) Por eso me tienes loca por ti M: No si ya veo lo loca que estás por mí (levantando una ceja con irónica) Que hasta miedo me das E: Ay cosita hermosa (meciéndola entre sus brazos a la vez que le ponía una mano en su sexo haciéndole algo de presión) ¿Quién la quiere a ella? M: Esther por favor (súbitamente las mejillas se le encendieron llenándose de vergüenza) No hagas eso E: ¿Por qué no? (con mayor insistencia intentando bajarle el cierre del pantalón) Si eres mi mujer M: Que no Esther (apartándose de ella sintiéndose culpable y miserable) que ya tuve bastante hoy además ya no son horas E: ¿Qué has dicho? M: Nada E: ¿Cómo que nada? M: Mira Esther será mejor que nos vayamos a dormir (caminó unos cuantos pasos para irse) Ya seguiremos con esto en otro momento E: No Maca (con desconcierto y evidente preocupación se paró en frente de ella) Tienes más de un mes que no me tocas y lo que me acabas de decir es muy importante para dejarlo a un lado como si no tuviera la mayor importancia M: Esther cariño (levantaba las cejas) de verdad estoy muy cansada que ya ni sé lo que digo tuve un día bastante agotador necesito dormir Con cuidado la hizo a un lado dejándola parada a medio camino. Se metió a toda prisa al cuarto del baño, se dio una ducha con agua fría intentando despejar su mente y ahogar sus remordimientos. Se puso la pijama, se lavó los dientes y al verse en el espejo se quedó perpleja ante el reflejo de su propia imagen su semblante se trasformó presa de la ira que sintió en el momento M: ¡Jodeeeeeeeeeeeer! (maldijo en voz baja) Maldita seas Karol ¡te voy a matar! (dio un manotazo tirando la pasta de dientes) Pero eso solo me pasa a mí por acostarme con Alcatraces blancos 9 putas (apretó las mandíbulas haciendo rechinar sus dientes) ¿Y ahora qué diablos voy hacer? ¡Qué explicación le voy a decir a Esther si me ve este chupetón! Caminaba como una energúmena de un lado a otro pensando cómo salir bien librada de esa. Sin poder permanecer un minuto más en el baño sin levantar sospechas por parte de Esther no tuvo otro remedio que salir pidiéndoles a todos los santos que su mujer no se enterara de nada y ya estuviera acostada y dormida Su suerte no daba para tanto efectivamente Esther ya estaba acostada pero no dormida. Acomodada en medio de la cama con el cubrecama y la sábana por los suelos la estaba esperando completamente desnuda en una posición más que sugerente M: (“Upsss “Válgame Dios” (levantó las cejas) Lo que me faltaba (con nerviosismo se limpio el sudor que empezó a sentir en su frente) ¿Cómo me libro de esta?”) Respaldada por la complicidad de la oscuridad se hizo la disimulada y levantó rápidamente la sabana cubrió a Esther con ella y se acostó dándole la espalda. Esther por un momento se quedó anonadada sin embargo no desistió de su empeño. Inmediatamente se le pegó acoplándosele a su figura metiéndole las manos bajo la pijama acariciándole los senos Maca literalmente temblaba y tuvo que detener el avance de su mujer abruptamente cuando intuyó que iba directo a su cuello M: Es tarde Esther, estoy muy cansada y de verdad necesito dormir un poco antes de irme a la oficina Esther sintió como si un rayo le atravesara el corazón al sentirse rechazada por segunda vez en menos de media hora. Las lágrimas invadieron su rostro sin control presa del desconsuelo y el desamor. Sintiéndose impotente y estúpida se levantó sentándose a un costado de la cama E: ¿Ya no te gusto verdad? (se le quebró la voz) ¿Hay otra en mi lugar, Maca? Maca apretó las mandíbulas incapaz de enfrentarla se levantó de la cama haciéndose la ofendida y antes de salir del cuarto dando un portazo con todo cinismo agregó M: Francamente estás imposible Entró a la zona de estacionamientos del conjunto empresarial a una velocidad más rápida de lo permitido, su desagrado se hizo evidente al ver su reservado ocupado por un lujoso vehículo BMW descapotado. Volteó a ver en todas direcciones buscando un lugar cercano que estuviera disponible para poder estacionarse. Sin éxito alguno exhaló desesperada a la vez que vio la hora en su reloj. Tenía cuarenta y cinco minutos de retraso y por lo menos diez llamadas perdidas de su mejor amigo y confidente desde la adolescencia Alejandro Torres el cual trabaja con ella como asistente y coordinador de publicidad en imagen y diseño en la empresa. Y con el cual debía finalizar los últimos detalles de los panoramas de exteriores de la próxima campaña publicitaria M: ¡Joder lo que me faltaba! Alcatraces blancos 10 Malhumorada por los inconvenientes empezó a tocar el claxon del carro insistentemente hasta que dos jóvenes que fungían como encargados del cuidado y orden del estacionamiento llegaron a toda prisa hasta el lugar M: Juan me quieren decir ¿quién es el imbécil que se estacionó en mi lugar y por qué no has llamado a la grúa? Juan: Lo siento señora (contestaba todo nervioso a la vez que ambos chicos se paraban junto a la ventana del copiloto del auto de Maca) Intentamos hacer todo lo posible por evitar que esto sucediera pero nos fue imposible M: Si saben cuál es su trabajo ¿verdad? -: Lo que sucede señora (se apresuró el otro chico en contestar) es que... Sin hacer caso de las explicaciones de los chicos bajó de su auto con el semblante duro por el enojo y se paró de frente a ellos M: Es que nada (lo interrumpió) están aquí para vigilar el orden y la seguridad del estacionamiento no para que cualquier pelagatos entre sin que se den cuenta y con el mayor descaro se estacione en un lugar que no le pertenece. Por eso dice bien claro ahí zona reservada (señalándoles con el dedo varios letreros pintados sobre el piso y la pared con letras azules) Se usará grúa Juan: Lo sabemos señora (contestó algo contrariado) pero si llamábamos a la grúa nos meteríamos en un problema mayor ya que el auto le pertenece la señorita Karol Toscani M: ¡A Karol! (repitió asombrada cambiando el semblante y la expresión de su rostro) Toma (le dio la llaves de su vehículo) Busca un lugar donde lo puedas estacionarlo Juan: Lo que usted ordene Los dos chicos se miran entre sí. Maca sin decirles nada más bajó su portafolio del auto y se dispuso a marchase. El otro chico ante el asombro de Juan y antes que Maca se fuera murmuro con ironía -: ¿Y llamamos a la grúa señora? M: No (se giró con el ceño fruncido y lo observó con cara de pocos amigos unos instantes) Ya arreglaré esto más tarde para que no vuelva a suceder Marca se dio la vuelta y se marchó. El joven sonreía sarcástico al mismo tiempo que la siguió con la mirada hasta que empezó a subir por unos escalones sin que esta se percatara. Ambos chicos subieron al auto de la empresaria Juan: Antes no te corrió pendejo -: No tenía razón por que hacerlo (levantó los hombros despreocupado a la vez que le señalaba con burla hacia la pared) Ahí dice bien claro se usará grúa Juan: Te pasas Chava Chava: Ni tanto... ¡mira! (le dio un codazo para que volteara a ver) ¡Para lo que sirve tener un buen culo! Juan movió la cabeza con evidente malestar ante el comentario de su compañero y no pudo evitar sentirse afectado e incomodo al ver a lo lejos como Karol salía a toda prisa al encuentro de su Jefa echándose a los brazos y besándola con pasión Alcatraces blancos 11 Juan: Pobre de la señora Esther. Tan guapa y buena persona que es (murmuró entre dientes conmovido) No se merece que le hagan eso Chava: ¿A poco conoces a la esposa? Juan: Sí Chava: Jolines no se corta nada (voltea a ver a Juan) ¡Estas tías lo que tienen de guapas lo tiene de gilipollas Juan: ¡Quieres callarte de una buena vez! Chava: Uy que miedo me das (empezó a reírse) Y te enfadas conmigo como si yo tuviera la culpa de lo que hacen las tías esas Juan: Será mejor que nos vayamos a estacionar el carro Ante el ataque inesperado de su amante Maca dejó caer su portafolio al suelo deshizo el abrazo volteando en todas direcciones. Solo alcanzando a ver a lo lejos como desaparecía su auto. Rápidamente levantó el portafolio tomó a Karol con fuerza del antebrazo y se la llevó directo al ascensor M: ¿Tú eres bruta o que te pasa? ¡Eh! (la arrinconó contra la pared del ascensor) ¡No te das cuenta de que nos pueden ver! Karol: Suéltame Maca que me estás lastimando (levantó las cejas) Además nadie nos vio M: ¿Y si nos hubieran visto? ¡Que! Karol: Pero nadie nos vio ¡carajo! (quitándosela de encima) Haces una tormenta en un vaso de agua. Y en todo caso que alguien nos hubiera visto que tiene de malo ¡eh! (se le encaro) si tarde o temprano se van a enterar de lo nuestro. ¿O no? Maca hizo una mueca de disgusto con los labios justo en el momento que las puertas del ascensor se abrían por lo que Maca sin contestarle salió rápidamente seguida de cerca por Karol Karol: Maca no me has respondido M: Ahora no, Karol Levantó la mano deteniéndose un momento lo que aprovechó su secretaria para acercársele de inmediato -: Buenos días Maca (le extendió un folder con documentación) Alejandro tiene rato esperando en tu despacho M: Lo sé Lore gracias (refiriéndose al folder) ¿Qué es esto? Lore: La copia de la factura del automóvil que vas a adquirir (levantó la ceja) Los hicieron llegar esta mañana de la agencia automotriz y dejaron dicho que te comuniques con ellos para ultimar los detalles de la compra M: ¡Cuál auto! (abrió los ojos sorprendida a la vez que miraba la documentación a medida que leía su rostro se iba poniendo rojo) Pero, pero (volteó a ver a Karol queriéndosela comer con la mirada, sin decir nada para no armar un escándalo se dirigió a su oficina y antes de entrar detuvo a su amante y le dijo entre dientes) Será mejor que vayas inmediatamente a devolver ese automóvil que yo no pienso pagar Karol: Maca si solo es un préstamo (se mordió el labio seductora) a cuenta del contrato que voy a firmar para hacer la campaña de tu hermano M: Karol vete antes de que pierda los estribos Alcatraces blancos 12 Karol hizo el amargo de no irse a lo que Maca se le quedó mirando con seriedad. Por lo cual no tuvo más opción que darse la vuelta para retirarse M: Otra cosa Karol (haciendo que detuviera sus pasos) Que sea la última vez que estacionas cualquier carro en mi reservado Antes que Karol le respondiera algo abrió la puerta de su oficina entrando de inmediato. Alejandro Torres en cuanto la vio entrar se levantó de su asiento con una mirada traviesa le hizo una reverencia de bienvenida Alex: Bienvenida Macarena Wilson (levantó las cejas) Es el tercer día consecutivo en el que llagas tarde (sonreía y con los dedos hacia señales de dinero) Y mi tiempo vale M: No estoy de humor para tus bromas Alex Alex: Y como yo soy el culpable de lo que te pasa ¡Me jodo! M: Lo siento Alex (suspiró tomando su lugar detrás del escritorio) pero llevo tres días de pesadilla Alex: Hummm (fingió pensar) Déjame adivinar (reía divertido y trono los dedos) ¡Se trata de Esther! ¿Verdad? M: Pues sí (levantó las cejas) se trata de ella Alex: ¿Sigue enojada contigo? M: Sí (afirmó categóricamente con un movimiento de cabeza) No me dirige la palabra, me evita lo más que puede, no me levanta por las mañanas y solo me deja sopa maruchan para comer Alex: ¡Vaya! (se reía burlón) sí que está grave la situación M: Yo no sé para que te cuento mis cosas. Si solo te vas a burlar de mí Alex: Dale lo que quiere M: ¿A qué te refieres? Alex: Reserva fuerzas y hazle el amor Maca (se acercó hasta ella le bajó el cuello de la blusa) Ya no te quedan huellas M: Oye (le dio un manotazo) ¡Eres un fresco! Alex: ¡Y tú una tonta! (se puso las manos en la cintura) Solo a ti se te ocurre tener una amante, dejarte marcar y no cumplirle a tu mujer M: Eres un idiota Alex: Te lo digo por experiencia (levantó las cejas) Más vale que cuides tu bicicleta antes de que llegue alguien más y te ayude con el pedal M: No digas tonterías (se levantó como rayo de su asiento sintiéndose molesta) Esther nunca me haría algo así Alex: Hey, hey cuidado muñeca (le apretó un cachete) Que ella piensa exactamente lo mismo que tú (suspiró y le palmeó la espalda para tranquilizarla) Sin embargo para tu vendita suerte y tranquilidad efectivamente Esther no te haría algo así M: Hmmmmm (frunció la boca cambiando de tema) Tienes la información de la locaciones Alex: Sí (le mostró un catálogo) solo falta que des el visto bueno y que Jerónimo determine cuál va ser la modelo de la campaña M: La modelo de la campaña (levantó la ceja) va ser Karol Toscani Alex: No lo creo Maca (negó rotundamente con la cabeza) Antes de que llegaras hablé con Jerónimo para ver si me podía adelantar algo y me dejó muy claro que no sería tu amante Alcatraces blancos 13 Una manifestación de obreros textiles al medio día del viernes exigiendo mejores condiciones laborales y salariales a mitad de la calle en plena Avenida de Aragón hacía que muchos choferes tomaran diversas alternativas haciendo de la circulación vehicular algo casi imposible de sortear Osman: Mamiiii tengo sed (lloriqueaba) Quiero agua Pablo: baba... baba Con Osman y Pablo llorando por el calor y sentados en sus sillas en el asiento de atrás de su camioneta hacían que Esther se sintiera desesperada por lo que sin fijarse del todo dio la vuelta en U en una zona prohibida logrando dar alcance y chocar de lado con un lujoso automóvil E: Por todos los cielos Las reacciones no se hicieron esperar sus dos hijos asustados por el impacto empezaron a llorar con más fuerza ella de inmediato se pasó a la parte trasera del auto para auxiliarlos y cerciorarse que estuvieran bien. Mientras el dueño del vehículo afectado bajaba colérico quejándose de un dolor al lado de la costilla Esther al comprobar que sus hijos solo estaban algo asustados por el impacto bajó de su auto para encontrarse de frente con el conductor del otro vehículo -: ¡Mire lo que ha hecho! (le mostraba la portezuela sumida de su auto) ¿está ciega o qué? Lo acabo de sacar de la agencia joder E: Lo siento (levanto los hombros apenada) de verdad lo siento... No se preocupe me haré cargo de todos los gastos -: Faltaba más (se cruzaba de brazos sin esconder su enfado) No sé ni cómo le dieron el carnet E: No hay necesidad que me insulte (se le encaró poniéndose a la defensiva) ya le dije que lo siento y que voy correr con los gastos (tomó el móvil) Voy a llamar a la aseguradora -: Y yo a mi abogado Esther movió la cabeza con una sonrisa irónica y ambas mujeres se fueron a sus respetivos vehículos, mientras un grupo de curiosos iban formando un círculo Dentro del auto los niños seguían llorando ella intentaba calmarlos a la vez que buscaba la póliza del seguro sin éxito lo que la llevó a recordar que una semana antes Maca se la había pedido para renovarla E: Upppsss (sacó aire) Solo a mi me pasan estas cosas Osman: Mami tengo seedddddd E: Lo sé mi amor (se giró a ver a su hijo con una sonrisa en los labios) Ahorita te compro una botella con agua (marcaba por el móvil) Solo deja que llame a tu madre para que venga a buscarnos. Mientras tanto juega un ratito con tu hermanito para que deje de llorar Alcatraces blancos 14 Ajena a lo que le sucedía a su familia Maca seguía enfrascada en su despacho con Alejandro ultimando los detalles de la presentación de la nueva línea de lentes de sol Cartier cuando su móvil empezó a timbrar miró rápidamente de quien se trataba e ignoró la llamada Alex: ¿No piensas contestar? M: Es Karol Alex: ¿Y...? M: No, no pienso contestarle (suspiro con fatiga) ¡me tiene harta! Alex: Al seguir con ella no creo que mucho M: No sabes tú cuanto (movió la cabeza) Cuando no es una cosa es la otra. Si no fuera porque tiene buena cama... Ya estaría muy lejos Alex: Odio cuando hablas así (la miró frunciendo el ceño) y lo que más odio es lo vil y rastrero que me siento cada vez que veo a Esther. Me duele y me agobia saber todo lo que le haces que hasta pesadillas me dan y lo que más me molesta es no poder hacer nada para que se entere con qué clase de mujer vive (movió la cabeza) Jodido estoy por sentir esta clase de lealtad hacia amigos como tú Maca sorprendida por las palabras de su amigo lo miraba sin parpadear estaba a punto de decirle algo cuando el móvil volvió a sonar M: Joder otra vez (volvió a ignorar la llamada) no se cansa Alex: Hummm (levantó los hombros) sabiendo lo que tienes y le puedes dar nunca se cansará M: ¿Que quieres decir con eso? Alex: Lo que es obvio Macarena (empezó a numerar con los dedos) Departamento, ropa, diversión, viajes (la miró burlón) le sigo... computadora y otros más caprichitos hasta para el hermano (mostrándole una factura) y eso sin contar con su más reciente adquisición un lujoso y carísimo automóvil último modelo que ni la misma Esther tiene M: No pienso pagar ese auto Alex: Ya lo veremos M: ¿Lo dudas? Alex: Ay Macarena si no te conociera... (sin darle mas importancia) Mejor volvamos al trabajo. Toma (le paso varios folders) Son los portafolios fotográficos de algunas de las modelos de la prestigiosa agencia Dreams M: ¿Prestigiosa? (se giro a verlo) No me suena mucho el nombre Alex: Normal porque acaba de abrir sus puertas en España... Antes se llamaba Syrenas y solo se dedicaban a promover modelos para revistas de caballeros. Pero a raíz de la muerte de Octavio Ortiz su hija heredó su emporio y desde entonces renovó la platilla y el concepto de la agencia. Logrando convertirla en tan poco tiempo una de las mejores y más serias agencias en la industria del modelaje M: Si tú lo dices (observando los trabajos fotográficos con admiración) De verdad que son muy buenos Alex: La mujer sabe lo que hace y se han rodeado de un buen equipo de colaboradores. Se podría decir que tiene lo mejor en cada uno de sus ramos de trabajo incluyendo a los mejores buscadores de talento... ¡Son únicos! M: Realmente se nota (miraba las diversas fotografías) Todas estas chicas son bellísimas y espectaculares. Sin duda lucirán a la perfección los lentes de sol Cardiel. Es justo lo que necesitamos para el lanzamiento Alex: Así es Maca (medio sonrió) pero solo necesitamos seleccionar tres de ellas Alcatraces blancos 15 M: Preferiría que fueran cinco (levantó las cejas con picardía) ponte en contacto con la agencia y las citas para la próxima semana (se mordió el labio inferior) hacemos la locación en alguna playa y entre sol, vinito y... hummmmm (entrecerró los ojos con un suspiro) hacemos la mejor selección ¿Qué te parece? Alex: Muy mala idea M: ¿Por qué? Alex: Porque estás loca (se levantó de su lugar y comenzó a recoger las fotografías enfadado) Y yo no sé porque me molesto si ya te conozco M: Porque quieres Alejandrito que bien que terminas disfrutando de lindo Alex: Sabes lo mucho que me disgusta que cuando estamos trabajando y tomando decisiones importantes salgan a reducir tus intenciones y bajas pasiones M: Lo que pasa es que eres un aguafiestas Alex: Y tu una libertina que no tiene respeto por nada ni nadie (se hizo un incomodo silencio donde ambos se quedaron viendo fijamente como retándose en espera de que alguno rompiera el silencio y atacara. Finalmente Alejandro bajó la mirada movió la cabeza y terminó de recoger el resto de las fotografías) M: ¡No exageres! Alex: No te entiendo Maca (levantó la cabeza buscándole la mirada) sinceramente no te entiendo... Tienes en tu casa una buena y hermosa mujer que no le pide nada a ninguna de estas chicas, que te ha dado dos hijos, que se desvive y dedica todo el tiempo completo a ti y a ellos. Y tú en lugar de conservar y cuidar lo que tienes en lo único que piensas es en tirarte a cuanta chica que te gusta y se atraviese en tu camino. Y como si fuera poco tienes una amante fija que lo único que hace es sacarte todo el dinero que puede M: No es lo único que hace ¡eh! Alex: Eres una cínica (dio unos cuantos pasos para marcharse) Como me gustaría que un día de estos Esther se enterara de todo y te mandara a la mierda M: ¡Oye! ya bájale ¿no? (caminó hasta donde estaba parado su amigo) Que el hecho que seas mi amigo no te da derecho a hablarme así (su teléfono móvil volvió a sonar estaba vez se dispuso a apagarlo cuando se percató que la llamada era de Esther) M: ¡Es Esther! (miró a su amigo un tanto sorprendida y se apresuró a contestar) Dime E: Maca necesito... (el llanto desesperado de su hijo se oía a lo lejos perdido entre el ruido del claxon de algunos carros y gritos de gente alegando) necesito que vengas M: ¿Por qué esta llorando Pablito? (se sobresaltó) ¿Qué pasó Esther? E: Maca choque M: ¿Queeeeeee? (sintió un fuerte mareo que la estremeció de pies a cabeza que por poco hace que se desvaneciera. El corazón le empezó a palpitar más rápido del lo normal con el susto y la angustia reflejada en el rostro aferro el teléfono al oído) Pablo está llorando (empezó a temblar) ¿Los niños están bien? ¿Dónde está Osman... (las lágrimas se asomaron a sus ojos presa de la incertidumbre) ¿Tú estás bien? E: Maca tranquila (entrecerró los ojos intentando mostrarse serena) Estamos bien M: ¿No me estás mintiendo? No oigo a Osman E: Osman está bien cariño no te preocupes... Solo que necesito que llames a los de la aseguradora y me traigas la póliza M: ¿La póliza? E: Si amor la póliza del seguro del auto... me la pediste la semana pasada para renovarla M: Ayyyyyyy (suspiró y tomó asiento) No lo hice ¡carajo! Se me olvidó E: ¡Maca! M: No te preocupes cariño (tomó su bolso) dime donde estás que ya salgo para allá y dile al propietario del otro vehículo que se le pagaráa todo. Que no hay problema Alcatraces blancos 16 E: Ya se lo dije Maca pero es una tía y estáa de pesadita M: Humm a mí se me dan bien las tías esas... A ver dile que coja el teléfono. Ya hablo yo con ella E: No creo que sea lo más conveniente M: ¡Esther solo haz lo que te digo! E: ¡Pero Maca! M: Por favor Esther dale el teléfono y atiende a mi hijo que está llorando Esther bajó del auto no muy convencida y se dirigió a donde estaba la mujer de espaldas intentando comunicarse con alguien E: Disculpe (le dio el teléfono) Mi mujer quiere hablar usted Sin decir más Esther le dejó el teléfono y regresó a subirse a su auto para atender a sus hijos M: Buenas tardes señorita -: ¡Maca! (abrió los ojos sorprendida) No me digas que la tonta esa es Esther M: ¡Karol! (de la impresión soltó el teléfono) Joder (murmuró entre dientes a la vez que rápidamente levantaba el aparato. El semblante de su rostro se veía por momentos blanco, amarillo, rojo, azul de todos colores) ¡Te quieres callar! (la vena del cuello se le empezó a resaltar del coraje) ¡Que sea la última vez que te expresas así de mi mujer! ¿Me oíste? Karol: ¡Maca! M: ¿Me oíste Karol? Karol: Sí (de mala gana) si te oí. Y no me grites M: En este mismo momento vas te disculpas con Esther le dices que ya nos arreglamos (le soltó sin más) y te retiras inmediatamente de ahí Karol: ¡Estás loca si piensas por un momento que yo voy hacer semejante cosa! (se giró a ver donde estaba Esther) En todo caso que se disculpe ella conmigo M: Mira no me hagas perder la paciencia. (enfatizaba) Y ve y discúlpate con mi mujer. ¡Ahora! Karol: ¡No lo voy hacer! M: No te lo estoy preguntado ni siquiera te estoy dando una opción (jalo aire) Te estoy diciendo que lo vas hacer Karol: No (negaba rotundamente) M: Ahora mismo ¡carajo! (gritó totalmente fuera de sí haciendo que su amante se sobresaltara) Y antes de que llegue la policía a querer empezar a indagar y se complique más el asunto Karol: Me da igual. (torcía la boca) que llegue quien llegue M: Esther se puede dar cuenta que ese vehículo está a mi nombre (apretaba las mandíbulas intentado controlarse con el afán de hacerla entrar en razón) ¿Qué no te das cuenta? Karol: Me interesa muy poco si tu mujer se entera (se cruzaba de brazos indiferente) Además me dijiste que estabas por dejarla (caminaba de un lado a otro contoneándose) Así que me da exactamente igual lo que pueda pasar M: No juegues conmigo Karol (jalándose los cabellos por la desesperación y el coraje) y más te vale que Esther no se entere de nada o... Karol: ¿O qué Maca? (la interrumpió de manera altanera) M: Si de verdad quieres tener ese auto (jaló aire rascándose la cabeza con impaciencia) haz lo que te estoy diciendo Alcatraces blancos 17 Karol: Pues sí lo quiero (soltó y sonrió triunfante ante el desconcierto de Maca) pero también te quiero a ti ¡eh!... Pero por el momento me conformo con el auto y te espero en la noche en nuestro departamento (recalcó mordiéndose el labio y susurrando sensualmente) Como a ti te gusta cariño Maca sintió que se le revolvían las tripas y pese a su enfado no pudo evitar sentir una oleada de calor invadir su cuerpo que tuvo que apretar el estómago al ser consciente de la recién nacida humedad que empezaba a despertarse entre sus piernas con la simple sugerencia de Karol M: Uyyyyyyyy (sacó aire provocando una risilla en su amante) ¡Como me pones! Joder Karol: Te espero en la noche Maca no le contestó por lo que Karol se acercó hasta el auto donde estaba Esther calmando y acariciando a sus hijos. Muchas veces había oído hablar de ellos pero esa era la primera vez que los veía en persona y los tenía enfrente Sintiéndose un tanto extraña y rara por las circunstancias se chupó los dientes con nerviosismo pero aun así se dio el tiempo del estudiarlos con la mirada y pudo ser testigo del amor y dedicación que Esther le tenía a sus hijos Esther al sentir su presencia se giró y de forma natural le sonrió ampliamente haciendo que Karol se sobresaltara aguantando la respiración a la vez que sentía un ligero vacío que le estrujaba en la boca del estómago Sin poderle decir nada bajó la mirada estiró el brazo para devolvió el teléfono y sin más se dio la media vuelta para subirse rápidamente a su carro y marcharse E: ¡Maca! (salía de su camioneta sin poder comprender la actitud de la mujer) ¡No me lo vas a creer! La mujer se fue sin decirme nada M: No te preocupes (respiro aliviada) al final llegamos a un acuerdo E: ¿Qué acuerdo? M: Llevará el carro a la agencia para que se lo arreglen y después me hará llegar la factura. Y por cierto ¿A dónde te dirigías? E: Al centro comercial hacer las compras M: Supongo que la camioneta no salió bien librada del choque E: Supones bien (se mordió el labio inferior) Se le sumió parte de la defensa, se le quebró el faro izquierdo y se le levanto el cobre M: Hummm (movió la cabeza y saco aire) ¡Ya que se le va hacer!... Bueno ya que andas cerca de la agencia la dejas de una vez para que te la arreglen. Tomas un taxi y te vas hacer las compras yo más tarde te alcanzo ahí y te llevo a casa E: ¿Qué tan tarde? M: En cuanto me desocupe voy por ustedes E: ¿No te vas a tardar mucho? M: Que no Esther Cuatro horas más tarde después del accidente. Maca llegaba al centro comercial donde había quedado encontrarse con Esther. Osman al descubrirla entre la gente se le soltó de la mano a Esther y salió corriendo a toda velocidad su encuentro Alcatraces blancos 18 Osman: Mama... Mama (pegó un salto abrazándose a ella) mi mami chocó y Pabo y yo lloramos M: ¿Cómo está mi príncipe? (lo recibió entre sus brazos estrechándolo con fuerza lo besó y lo revisó minuciosamente) ¿No te duele nada cariño? Osman: No yo soy muy fuerte (hacía fuerza con su mano mostrando su conejito) Como Nacho Libre y no me paso nada M: ¿Nacho Libre? Osman: Sí ma (la vio incrédulo) el de la película. ¿Lo recuerdas? M: Ah sí ¡claro! ¡Nacho Libre! (levantó una ceja sin poder evitar reírse) el de la película. Claro que lo recuerdo corazón Osman: Pues ese E: Hola (le sonrió y se acerco a ella con Pablo entre los brazos) me dijiste que no ibas a tardar mucho M: Lo siento no pude llegar antes Pablo: Maaaaaaa (le estiraba los bracitos) Maaaa M: Mi pequeño principito (bajó a Osman y tomó a Pablo entre sus brazos dándole de besos) Mi cosita bonita... Mi huesitos Esther la miró sorprendida sin entenderle. Maca se rió y levantó al pequeño Pablo hasta la altura de su frente M: ¿Por qué tu eres el huesitos ¿verdad? (miró a Osman divertida) Ya que tu hermano es Nacho libre y tu mami de seguro es la monja Osman: Sí (gritó aplaudiendo emocionada) Mi mami es la monja... ¡la novia de Nacho Libre! Esther movió la cabeza divertida y soltó la risa mientras Osman se enredaba en Maca abrazándose a una de sus piernas M: Nuestros hijos no son nada normales Esther. Lo más común seria que fueran Superman o Spiderman pero... ¡Nacho libre! E: No (sonriendo) No lo son... Son especiales M: Especiales y únicos (se volvió hacia a Esther abrazándola con fuerza) Y tú ¿Cómo estás cariño? E: Bien, ahora muy bien (suspiró recostándose en ella y sintiéndose segura entre sus brazos) y extrañándote M: ¿Mucho? E: ¡Como no te das una idea! M: Mi flakita (los ojos se le humedecieron) Si algo te hubiera pasado a ti o a los niños (se le quebró la voz) ¡me muero! E: Estamos bien Maca (le limpió las lágrimas con suma delicadeza) No llores que los niños se van a poner tristes M: Siento mucho que estés disgustada conmigo E: Ya no lo estoy M: Nos vamos a la casa E: Sí mi amor nos vamos a la casa. Pero primero vamos a comer que por estarte esperando no hemos comido Pablo: Opa, opa M: Uy no más sopa no (le susurró al oído a Esther y le pellizcó discretamente una nalga) al menos que sea de la que me estoy imaginando Alcatraces blancos 19 E: ¡Maca! Después de comer se fueron a dar un paseo por el retiro donde estuvieron jugando con los niños. Entre risas, bromas suspiros e indirectas se fueron por fin a casa. Donde al llegar bañaron a los niños les dieron de merendar y Esther se los llevó a dormir mientras Maca se quedaba en el estudio atendiendo una llamada de Alejandro el cual le confirmó algunas citas con las modelos de Dreams para la próxima semana M: Sí Alex estoy de acuerdo no te preocupes (movía la cabeza) Nada de playa, nada de vino y nada de lo otro. Se hará esta vez como tú lo digas... Pero solo esta vez ¡eh!... Para que no me taches de mala amiga Alex: Hummmmm (cambiándole el tema) ¿Y cómo esta Esther y los niños? M: Están muy bien gracias... (suspiró) Solo fue un pequeño susto pero ya todo está solucionado Alex: Me alegra saberlo (hizo una pausa) ¿Y cómo te fue con...? M: Hummm (lo interrumpió y bajo la voz) ¡Ya sabrás!... ¡Tuve que aceptar comprarle el carro! Alex: Jaaaaaaaa. No sé por qué no me sorprendes para nada (levantó los hombros) A la próxima le pones la empresa a su nombre M: No estés de chistosito... Esto es lo último que le doy y se lo dejé bien claro hace rato que la vi Alex: ¡Cómo! (giró sobre su asiento incrédulo) ¿Es que ya la vistes? M: Sí (suspiró cuidando de que no entrara Esther) Tuve que ir a buscarla al departamento antes de ir por Esther y los niños Alex: ¡Esto es el colmo Macarena! (se levantó de su asiento indignado) ¿Cómo es posible que tuvieras el valor y el cinismo de irla a buscar primero a ella que a tu mujer y a tus hijos? ¡No me lo puedo creer! ¿Qué chingados es lo que tienes en la cabeza y en el corazón? ¡Mierda! Eso es lo que tienes ¡Mierda! M: Alex déjame explicarte ¿Quieres? (guardó silencio unos segundos escuchando la respiración alterada de su amigo) no te pongas así. ¿Vale? Alex: ¿Qué me vas a explicar? ¡Eh! Que me vas explicar según tú ¡si eres una descarada! M: Alex te juro que no me quedó más remedio que irla a buscar. Ella quería que pasáramos la noche juntas y nos fuéramos de fin de semana a Quiroga. Ya tenía preparado todo y hechas las reservaciones. ¡Ya sabes cómo es!... Si no iba hablar con ella es capaz de venir a buscarme a mi casa y armarme un escándalo Alex: ¿Sabes qué Maca? No quiero saber nada (sacó aire) Sinceramente no puedo más contigo. Todo lo que te digo, todo lo que te aconsejo te entra por oído y se te sale por el otro pero ya estuvo bueno ¡eh! (se hizo un corto silencio) Ya estuvo bueno... Al paso que llevas vas a terminar por quedarte completamente sola y no sabes el gusto que me va dar verlo M: ¡Alejandro! Alex: Alejandro nada (con el puño cerrado dio un fuerte golpe sobre el escritorio) De ahora en adelante cuando quieras desaparecer de tu casa algún día o un fin de semana para pasarlo con alguna de tus amantes tendrás que buscar otra tapadera que no sea yo... ¡Se acabó Maca! Y te lo digo muy en serio (jaló aire reuniendo fuerzas) No quiero que me vuelvas a contar nada. ¿Me oíste? nada. Me niego rotundamente a seguir siendo cómplice de tus bajezas y atrocidades. De hoy en adelante solo limítate a dirigirte conmigo de manera estrictamente profesional ¿Estamos? Alcatraces blancos 20 M: Pero Alex Alex: ¿Estamos Macarena? M: Te tengo que dejar (agrego nerviosa) que ya viene Esther bajando por las escaleras. Después te llamo y hablamos más tranquilamente Rápidamente colgó el teléfono y se dirigió hacia el enorme ventanal de cristal ahumado que fungía como pared y daba una vista hermosa de las noches madrileñas. A su paso tomó el pequeño estuche con el diamante azul en forma de alcatraz que Esther le regaló como motivo de su reciente aniversario de bodas. Para ocultar su nerviosismo lo sacó depositándolo en la palma de su mano contemplándolo fijamente M: Es muy hermoso (dijo al sentirla entrar al despacho) Realmente hermoso E: No tanto como tú (musitó cálidamente haciendo que Maca se gira a verla) Ya veo que te gusto M: No tanto como me gustas tú E: Devolviéndonos los halagos (le sonrió ampliamente de una manera seductora lo que hizo que Maca se estremeciera y su corazón empezara acelerarse) M: ¿Ya se durmieron los niños? E: Ya (se mordió el labio) No se despertaran en toda la noche Maca bajo la mirada sin poder decirle nada le dio la espalda y se quedó pensativa mirando fijamente sobre el ventanal mientras una ola de remordimientos la sacudían al recordar la conversación telefónica que había sostenido con su amigo Alejandro hacía apenas unos cuantos minutos y al ver a su mujer tan dispuesta a ella Esther no pudo evitar sentirse algo desilusionada por la actitud de Maca pensó en marcharse y dejarla sola sin embargo quería saber, necesitaba saber de una vez por todas porque su mujer tenía más de un mes evitando tener relaciones con ella E: Cuando te pones así algo te preocupa (se acercó hasta donde estaba su mujer muy pensativa mirando por la ventana y se le puso a un lado) Tú yo hemos pasado por muchas cosas juntas y hemos salido siempre adelante. Sin embargo vengo sintiendo desde hace tiempo que estás fría, ausente, incomoda, molesta. Y no sé qué te está pasando y eso me duele como no te das una idea (entrecerró los ojos tomando valor) No quiero imaginar que soy yo el motivo de tu preocupación (se mordió el labio sintiendo que las lágrimas llenaban sus ojos) Maca ¡Si tienes alguien más solo dímelo! M: ¡Esther! No cariño (volteó a verla sintiéndose profundamente angustiada y nerviosa) No (se apresuró a decir) ¡Cómo se te ocurre! (suspiró y la abrazó de espaldas dejando apoyada la barbilla en su hombro) Son cosas del trabajo nada de importancia E: ¡Si no tienen importancia! ¿Por qué estas así de preocupada y nerviosa? M: No hablemos de eso ahora (oliendo su cuello y apoderándose de sus labios) mejor hablemos de lo mucho que me has extrañado este tiempo. ¿Quieres? La volvió a besar saboreando sus labios, explorando su cavidad jugueteando con su lengua. Profundizando sus besos, pidiendo y dando hasta que empezó a recorrer la base del cuello en pequeños besos a la vez que con su lengua lambía y chupaba suavemente la zona besada. Tomó entre su boca y le chupó el lóbulo de la oreja al sentir que su mujer empezaba a temblar entre sus brazos le susurró cálidamente M: ¡Por que si me has extrañado! ¿Verdad? Alcatraces blancos 21 E: ¡Maca! (olvidándose de todo entrecerró los ojos apasionada y buscó nuevamente su boca, la cual la recibió y encontró gustosa) Mucho te he extrañado mucho (entre suspiros y jadeos intento girarse hacia ella) M: No mi vida (se apoderó de su cuello nuevamente y le seguía susurrando dulcemente con amor) quédate así de espaldas... Quiero amarte así (metió una de sus manos bajo la blusa acariciándole delicadamente el vientre con suaves movimientos oscilatorios) Así mi amor (se balanceaba suavemente sobre el contorno de su cuerpo haciendo que Esther se estremeciera) así (Esther ahogó un suspiro) Me gusta sentir como te vas entregando a mí poco a poco sin prisa sin reservas Sus manos ya habían empezado a desvestirla con habilidad dejando en pocos segundos expuesto su dorso y espalda. Inmediatamente Maca comenzó a lamerla dejándole suaves mordiscos en la espalda logrando con eso que Esther se arqueara y levantara los senos aguantando la respiración. Sin perder tiempo Maca se aprisionó deliberadamente de ellos acariciándolos con soltura y posesión apretándo los pezones y jalándole suavemente las tetillas hasta dejarlas duras Esther se revolvía en su lugar e intentó volver a girarse cosa que Maca nuevamente no le permitió M: Déjate llevar (le mordisqueaba el oído sin dejarla de acariciar sus senos) te va a gustar así E: Oh Maca (jadeaba incesante) Necesito mas M: Lo sé cariño (le bajó de un manotazo el pantalón) Lo sé Comenzó acariciarle los mulos de manera ascendente y descendente en forma de largos círculos ejerciendo un poco de fuerza en la parte interna de ellos. Lo que hacía que Esther se retorciera desesperada e intentaba aprisionarle las manos para llevarlas hasta su centro y entrara en ella E: Maca, Maca (jadeaba entre prolongados y pequeños gemidos) Entra mi amor, mi cuerpo mi alma extrañan sentirte dentro M: Espera un momento cariño (los ojos le brillan) esto apenas empieza. Solo disfrútalo E: No puedo más M: Sí amor, sí vas a poder Enseguida comenzó a besarla desde la base de la nuca y se deslizó lentamente sin prisa por la espalda hasta que llegó al nacimiento de sus sentaderas donde se apoderó con los dientes del resorte de su fino calzón el cual lentamente le fue quitando Una vez que la tuvo completamente desnuda a su merced con prisa se desvistió ella para inmediatamente sin dejar que se volteara pegársele y acoplándose a su cuerpo. Esther al sentir como la humedad de Maca se restregaba y pegaba sobre su sentaderas deslizándose en ellas a través de movimientos ascendentes y descendentes produciendo un conocido sonido amatorio lanzló un grito de placer entre suspiros y gemidos y comenzó a moverse al ritmo de de su mujer E: Aghhhhhhhhhhh Maca Maca entrecerraba y abría los ojos enardecida ante cada movimiento, ante cada sonido amatorio, ante cada alarido y gemido de su mujer que no pudo resistir más y la volteó a toda prisa levantándola en vilo montándola sobre ella a boca jarro para llevársela hacia Alcatraces blancos 22 la pared donde la recargó y la obligó a entrelazar sus piernas en su cadera y la penetró libremente con dos dedos a placer Entraba y salía a voluntad oyendo como enajenada el sonido de sus dedos al choque con la abundante y espesa humedad de su mujer. Sintiendo como Esther temblaba con cada nueva incursión y como su estrecho canal húmedo y caliente se apretaba sobre sus dedos. Los ojos se le iban de lado M: Esther por dios como me gustas (murmuraba agitada y se aprisionó con desesperación de su boca) vamos mi amor dime que te gusta que los estás disfrutando, que me estás sintiendo E: Maca (jadeaba y sudaba copiosamente) Hummm Ma... (no podía habalr) aghhhhh M: Quiero oírlo Esther E: Ayyyyyyy Maca (soltó un grito aferrándose con todas sus fuerzas a ella) me encanta por dios me encanta... me encantas tú Sin dejarla llegar retiró sus dedos la volvió acomodar de tal manera que hizo que sus sexos se encontraran encontrándose a la perfección. Al alcanzar su objetivos empezaron las envestidas una y otra vez hasta que ambas llegaron al mismo tiempo a lo inevitable en forma de cadena eléctrica que les enredaba el cuerpo, las hacía temblar y derrumbarse una en la otra para finalmente terminar consumidas en un beso M: Esther mi amor (le susurraba al oído) Eres mía... No lo olvides. Solo mía E: Sí mi amor, solo tuya Ambas permanecieron un rato recargadas sobre la pared abrazadas intentando recuperarse. Una vez tomadas nuevas fuerzas Maca tomó de la mano a Esther y se la llevó a la recamara donde se volvieron amar una y otra vez hasta que llenaron sus sentidos Los rayos del sol empezaron a filtrarse poco a poco atreves de las gruesas cortinas de las ventanas de recamara matrimonial haciendo que la oscuridad se esfumara por completo. Los clásicos ruidos del amanecer empezaron a inundar los espacios logrando que Maca se despertara primero Una sonrisa apareció de inmediato en sus labios al sentir los brazos y piernas de su mujer que con fuerza aun la aprisionaban. Se giró con mucho cuidado de no despertarla se la acomodó suavemente entre su regazo y sus ojos se le iluminaron al permitirles darse el lujo de llenarse de ella M: Mi Esther (apenas susurró a la vez que con ternura le hacía una leve caricia en la mejilla y le depositaba un ligero beso sobre los labios) ¡Cuánto te quiero! Esther se removió un poco para volverse abrazar fuertemente a ella y meter su cabeza entre su hombro y cuello buscando encontrar una posición cómoda. Maca movió la cabeza divertida al oírla y sentirla respirar pausadamente sobre la base de su cuello y no pudo evitar sentir un nudo calentito y agradable en la boca de su estómago al recordar la más reciente noche de pasión compartida Alcatraces blancos 23 Esther tal parecía ser consciente de los recuerdos de su mujer que a medida que Maca lanzaba pequeños suspiros al aire. Esther sonreía dulcemente de tal manera que hacía que su semblante se viera pleno y radiante proyectando a la vez una seguridad y una paz interior que solo Maca le conocía muy bien y la cual se le manifestaba cada vez que hacían el amor Maca no puedo evitar estremecerse al observarla dormir plácidamente entre sus brazos y no era para menos. Su mujer estaba y se veía realmente hermosa desnuda entre sus brazos que de solo pesar en el hecho de poder llegar a perderla y de imaginar que alguien más pudiera tenerla y disfrutarla de esa manera hacía que los sentidos se le alteraran al tal grado que sintió una fuerte opresión en el pecho que no le permitió respirar durante algunos segundos. Inmediatamente miles de imágenes de sus correrías pasaron por su mente echándole en cara su mal proceder llenándola de angustia, de desesperación, de arrepentimiento haciéndola sentir profundamente miserable y suicida. Tratando de contener las repentinas lágrimas y las enormes ganas de gritar y salir corriendo se mordió el labio con fuerza haciéndose daño justo en el momento que Esther se iba despertando E: Maca cariño (se levantó sobresaltada al verla así) ¡Otra vez llorando! Mira que ya me estás preocupando últimamente estás muy chilloncita... (se hizo un pequeño silencio donde Maca solo entrecerraba los ojos y movía la cabeza) ¿Qué sucede? M: Te amo Esther (se abrazó a ella sintiendo una profunda soledad y una enorme necesidad de acariciarla, de besarla, de decirle que a pesar de todas sus tonterías y errores ella era la única en su corazón y en su alma y que nunca más le iba a fallar) Por eso lloro porque te amo E: ¿Te duele amarme? M: No es eso (suspiro melancólica) Me duele pensar que podría perderte (se le quebró la voz) me duele imaginar que tal vez algún día despierte y tú y mis hijos no estén a mi lado E: Maca (se acomodo entre sus brazos sorprendida) ¿Y qué te hace pensar que puedas llegar a perdernos? M: No lo sé Esther (la miró fijamente) en esta vida suelen suceder muchas cosas inesperadas... Un accidente, un mal entendido, una enfermedad, un tercero en discordia (levanto los hombros) ¡qué sé yo! E: ¡Un tercero en discordia! (levantó las cejas poniéndose seria) Pues no lo sé ¡eh!... ¿Tienes algo que contarme al respecto? Ante su inesperada respuesta el cuerpo de Maca se tensó por el temor de verse descubierta. Frunció el ceño se removió incomoda en su lugar y disimuladamente desvió la mirada mientras empezaba a sentir como un ligero calorcito le invadía las mejillas. Esther al verla mal interpretó las reacciones de su mujer y soltó la risa E: ¡Ay amor! (le acarició la mejilla) Conociéndote como te conozco si debes estar bastante preocupada. Pero en cuanto a lo que respecta a tus hijos y a mí debes estar tranquila (le sonrió dulcemente) Ya que nosotros no tenemos mas ojos que no sean para ti (le dio un beso en los labios) ¡Te adoramos tontita! M: Tampoco es para que te burles E: Si no me burlo Maca (le dio un palmadita en el hombro) Pero esos celos enfermizos que tienes no te dejan dormir en paz M: ¡Cuáles celos! Alcatraces blancos 24 E: Maca, Maca (repetía moviendo la cabeza incrédula) ¿Recuerdas esto? (se señalo una pequeña macha café en su cuello que semejaba un chupetón) me hiciste un pasquín de ensueño el día que me lo vistes por primera vez al grado que tuve que bajarme de tu carro en plena avenida aprovechando un alto M: ¿Y qué querías que hiciera? (empezó a reírse al recordar) Si de verdad parece un chupetón. Y tú no querías soltarme prenda E: Eres de lo que no hay (reía con ella y le dio un pequeño palo en el brazo) ¿Y qué me dices de todos los demás numeritos que acostumbras a montarme a cada rato sin razón alguna? M: ¡No exageres Esther! E: ¡Si no exagero y lo sabes! (le buscó la mirada) Tuve que dejar de lado mi trabajo y otras cositas para evitar las constantes discusiones. Y lo peor es que ni te disculpas ¿Yo no logro entender por qué te aguanto tanto? M: Porque me amas (le robó un beso y la estrechó con fuerza en su regazo.) y no puedes vivir sin mí E: ¡No deberías estar tan segura de eso! M: ¿De qué no puedes vivir sin mí? E: De que te amo Maca la soltó de entre sus brazos su mirada se ensombreció y una ligera lágrima se asomó en sus ojos. Esther movió la cabeza al darse cuenta que su broma hizo sentir a su mujer vulnerable, desprotegida. Intentando trasmitirle nuevamente seguridad la acunó en su regazo y empezó a acariciarle la cabeza E: No seas tonta si sabes perfectamente que todo lo que he dejado y hecho a un lado es por amor a ti M: ¿Te arrepientes? E: No Maca no me arrepiento y no debes ponerte así por amar a tu familia (suspiró) al contrario debes sentirte muy feliz de tener la capacidad de amar, de dar, de recibir, de compartir... (con cariño le levantó el rostro y buscó su mirada para perderse en ella) ¡Mírame Maca! El amor no debe doler... (la besó tiernamente en los labios) Y no tienes de que preocuparte por que yo también te amo. Tus hijos te aman somos una familia unida y feliz y nada nos separara. Te lo prometo Sintiéndose nuevamente segura con las palabras de su mujer Maca respiró calmada entre sus brazos. En esos momentos sentía que nada le faltaba, que el mundo era solo de ellas, que todo les pertenecía pero sin embargo no podía dejar de sentir como los remordimientos le corrompían el cuerpo y le quemaban el alma al mismo tiempo. Haciéndola sentir profundamente cobarde y miserable y más porque era consciente que no tenía ninguna razón válida en su vida de actuar como actuaba pero sobre todo de engañar a la mujer que más amaba en la vida Maca propuso pasar el fin de semana en la sierra cosa que Esther aceptó de maravilla. El fin de semana fue tan especial e inolvidable como muchos otros tantos compartidos donde ambas se olvidaban de todo para dedicarse exclusivamente a ellas y consentir en todo a sus hijos En el camino de regreso a casa pararon un momento a cargar gasolina. Mientras Maca maniobraba con la bomba y cuidaba de sus hijos los cuales ya venían dormidos Esther bajó a comprar agua. Se dirigió a la parte trasera del local tomó tres botellas con el Alcatraces blancos 25 preciado líquido y dos cafés fríos de Starbucks se dirigía a pagar cuando vio a un costado sobre un ventanal un póster que llamó poderosamente su atención El póster era de arte figurativo como un reflejo exacto de sí mismo a la vez que la deformaba entre diversos colores de tonos azules la imagen de una bella mujer a medio vestir envuelta en una túnica blanca con sus dos brazos estirados al cielo sosteniendo dos preciosas lunas llenas en la palma de sus manos E: (“Joder no... (el rostro se le iluminó) No puede ser”) Abrió los ojos gratamente sorprendida, con el pulso acelerado y el corazón bombeándole más rápido de lo normal y un ligero rubor subiéndole por el rostro. Se acercó hasta donde estaba el póster colgado. Lo observó durante algunos breves minutos como si estuviera hipnotizada buscando detenidamente algo. Finalmente lo encontró esbozó una enorme y radiante sonrisa E: (“Lo hiciste... Finalmente lo hiciste”) Llena de felicidad entrecerró los ojos sin poder evitar a la vez sentir algo de melancolía. Emocionada buscó inmediatamente a la cajera a la cual le indicó que quería adquirir el póster E: Hola (le sonreía ampliamente y con su dedo índice señalaba hacia el lugar donde estaba colgado el póster) Me gustaría comprar ese póster -: Lo siento señorita (le sonrió y negó amablemente con la cabeza) pero ese póster en específico no está a la venta E: ¿Cómo? (sin lograr entenderla ya que el póster se encontraba entre otros que estaban a la venta) Pero si está junto con los demás -: Lo sé (la cajera le sonrió nuevamente) y de verdad lo siento (levantó las cejas y empezó a explicarle amablemente) Ese póster es como un imán para atraer a la clientela y ni se imagina usted la cantidad de veces que lo han querido comprar E: Yaaa (con la desilusión reflejada en sus ojos pero con la plena convicción de comprarlo insistió) Estoy dispuesta a pagar muy bien por él -: No lo dudo señorita (levantó los hombros) pero no está a la venta E: Verá... (la miró con al suplica en los ojos) Lo que pasa señorita es que usted no sabe lo importante y lo que significara para mí poder tener ese póster -: Lo siento mucho (negó con la cabeza y a la vez que afirmó rotundamente por tercera ocasión) Pero ¡no está a la venta! E: Es que... -: Son $ 9.40 (la interrumpió sin darle lugar a más. Metió la compra de Esther en una bolsa y se la entregó) Que tenga un buen día Esther tomó la bolsa desilusionada sintiéndose frustrada antes de marcharse una vez más volteo a ver el póster suspiró fuertemente y la cajera sonrió negando con la cabeza. Estaba a punto de salir de la tienda cuando una voz la detuvo -: ¿De verdad lo quiere? E: Sí Alcatraces blancos 26 Esther con una enorme sonrisa en sus labios se volteó ilusionada para encontrarse de lleno con una bella mujer de cabello negro ondulado que le llegaba hasta lo hombros, tez blanca, largas pestañas y dueña de unos grandes y hermosos ojos azules. La cual por un instante le quito el aliento E: Sí, sí... sí claro (volvió a repetir con su enorme sonrisa) Claro que... Que lo quiero La mujer medio sonrió al ver la perturbación de Esther y salió detrás del mostrador caminando con gracia natural y la impactante sensualidad que poseía Sin titubear se encaminaba directamente hacia donde estaba ella. Esther levantó las cejas sin saber muy bien qué decir o hacer. Con evidente nerviosismo y sin dejar de sonreír se rascó disimuladamente la frente E: Hummmm (entrecerraba los ojos evitando verla directamente a la vez que pensaba “Joder deberían de multarla por ser tan hermosa”) La mujer al verla tan nerviosa y sin que Esther pudiera dejarle de sonreír de esa manera no pudo evitar sentir como una descarga eléctrica le recorría el cuerpo y por unos breves segundos se detuvo quedándose sin respiración -: Por Cristo nuestro señor (murmuro entre dientes) ¡Que hermosa sonrisa! Esther al escucharla se sobresaltó y sin saber por qué un ligero calorcito empezó a subirle por las mejillas. Ambas abrieron los ojos sorprendidas al mismo tiempo y sin más echaron a reírse -: Lo siento (le sonría ampliamente buscándole la mirada) ha sido un poco raro esto E: Sí (desviando la mirada) Sí que lo ha sido -: ¿Entonces quiere el póster? E: Ujum (asistió con la cabeza) -: Sabes que se trata de un póster único y exclusivo de... E: Hugo Acosta (la interrumpió) -: Sí (la mujer la miró fijamente reconociendo algo en ella) Así es Sin proponérselo Esther levantó la mirada encontrándose de lleno con su sonrisa y su corazón se aceleró de manera inconsciente al perderse por unos momentos en al mar azul profundo de sus ojos E: Yo ehhhhh No tuvo tiempo de decir nada más puesto que Maca la cual había estado observando la escena entre ambas mujeres desde hacía apenas un minuto entró al lugar con el ceño fruncido M: Esther (la llamó con fuerza reflejando su malestar en el tono de su voz) ¡Pablo está llorando! E: Ya voy cariño Alcatraces blancos 27 Esther se volteó a ver a Maca sonriéndole con dulzura. La mujer levantó ambas cejas y se retiró unos cuantos pasos. Maca llegó hasta el lado de su mujer de mala gana le quitó de la mano la bolsa con la compra y sin ninguna delicadeza la sujetó del antebrazo M: ¡Vámonos! (recalcó enérgicamente) ¡Tu hijo está llorando! La mujer bajó la mirada medio sonrió con ironía ignorando por completo a Maca le ordenó a la cajera -: Lety baja por favor el póster y entrégaselo a la señorita Leticia: Pero (abrió los ojos sorprendida) eso no es posible -: Leticia por favor (enfatizó sin dejar derecho a réplica) ¡Haz lo que te estoy pidiendo! La chica asistió con la cabeza y se fue a toda prisa a cumplir con la orden E: ¿Cuánto va ser? -: Nada (le sonrió y miró de reojo a Maca) Cortesía de la tienda La mujer de los ojos azules sin esperar nada más se retiró de inmediato del lugar logrando apenas alcanzar a oír de los labios de Esther una tímida palabra de agradecimiento E: Gracias M: ¿A cambio de qué? E: Maca (frunció el ceño moletas) No empieces. ¿Quieres? M: Dime Esther (fulminándola con la mirada) ¿A cambio de que esta tía te está regalando algo? E: ¡Genial! (moviendo la cabeza con malestar) ¡Eres increíble! Evidentemente disgustada Esther se le soltó del brazo y se dirigió hasta donde ya venía la cajera con el póster entre sus manos se lo recibió. Le dio las gracias y salió de la tienda dejando a Maca parada a medio camino. Maca salió a toda prisa tras de ella Esther se giró deteniéndola E: ¿Y ahora qué? (la miro de manera cansina) ¿Ahora que sigue Macarena? Maca abrió los ojos le quitó el póster de las manos para verlo. La cara de Maca se fue enrojeciendo de tal manera que parecía que la sangre se le saldría por todos los poros de su rostro de un momento a otro. Hizo un amargo de quererlo romper E: ¡No te atrevas! Dentro de la tienda la mujer de ojos azules no perdía detalle de la escena a punto estuvo de salir cuando vio que Maca le entregó el póster a Esther y subió a su auto dando un puertazo Leticia: ¿Qué fue eso Silvia? Silvia: Dos mujeres discutiendo por cierto una muy bella (levantó los hombros sonriendo) y la otra también pero no tanto Alcatraces blancos 28 Leticia: No te hagas la graciosa conmigo... Sabes a lo que me refiero (mirándola fijamente) Hugo si no se muere del disgusto mínimo nos va a matar Silvia: Hummm no (suspiró con fuerza) No lo creo (le palmeó ligeramente el hombro) Y menos cuando le cuente que su preciado póster fue entregado a su dueña Leticia: ¡Pero!... ¿Qué me estás contando? Silvia: ¡Lo que oyes! Mi querida y estimada amiga Leticia (movía la cabeza afirmando con seguridad mientras una pequeña sonrisa aparecía entre sus labios) La mujer que acabas de ver llevarse el póster... No es otra que la inspiración de la adolescencia de tu queridísimo Hugo (volteo a verla fijamente) Su misteriosa modelo Una vez que Esther aguardó el póster en la cajuela del auto se subió a él. No bien había cerrado la puerta cuando Maca sin disimular su enfado arrancó a toda marcha rechinando las llantas. Sin querer darle mayor importancia al enojo de su mujer Esther puso a tocar el último más reciente cd de La Quinta Estación y empezó a cantar ante el evidente gesto de desaprobación de Maca E: Pero mientras los días pasen por mi ventana (bailaba en su asiento, movía las manos para un lado y otro) Y me siga negando aceptar que perdí. Uy, uy... Seguiré imaginando, el azul de tus ojos mientras bebo mentiras de los labios de otro. Tal vez fue que mis besos te supieron a poco M: ¡Te quieres callar! (le apagó la música y incrementó la velocidad) E: No (sonrió con cierta ironía y volvió a encender el estéreo) No quiero y haz el favor de disminuir la velocidad M: No me da la gana (apretó los dientes) E: Bien (levanto los hombros) entonces para en este mismo momento que mis hijos y yo nos bajamos (volteó a verla) Si quieres matarte por tus absurdos celos... ¡hazlo sola! M: ¿Absurdos? E: Sí absurdos Maca (levantó las cejas enfadada) No pensaba decirte absolutamente nada y iba a dejar todo en el olvido como siempre lo hago desde hace más de doce años pero francamente me superas y ya me tienes harta M: Yo te vi Esther (apretó con fuerza el volante) Yo te vi como coqueteabas con esa estúpida y como ella te sonría con cara de idiota (dio un inesperado giro con el volate lo que provocó que el carro se le jalara y rechinara haciendo que sus hijos se despertaran con la zarandeada) Y luego ese maldito póster E: ¡Para Maca! (la vio con absoluta seriedad) te estoy diciendo que pares ¡carajo! Esther tenía el rostro rojo por la ira, volteo a ver a sus hijos comprobando que estuvieran bien. Maca algo asustada disminuyó la velocidad vio un pequeño paraje y paró. Esther bajó de inmediato del auto y se dirigió a bajar a sus hijos M: ¿Qué haces? E: ¡A caso no lo ves! M: No seas infantil Esther (la sujetó de la mano impidiendo que bajara a los niños) y sube al auto E: ¡Suéltame Maca! Maca la soltó de inmediato. Esther sin desistir de su empeño bajó a sus hijos del carro. Se echó a Pablo en su regazo, tomó de la mano a Osman y empezó a caminar por la orilla de la carretera Alcatraces blancos 29 M: Esther por favor (dándole alcance y poniéndose enfrente para detenerla) regresa al auto E: ¡Quítate de mi camino! M: Esther yo no dudo que te animes y puedas irte caminando hasta la casa pero estamos a media hora de llegar a Madrid, la noche está por caer, hace frío, (Pablo empezó a llorar) los niños están cansados y... (entrecerró los ojos) Yo de verdad siento mucho este numerito... (la miró con la suplica en los ojos) Por favor regresa al auto Osman se abrazó de la pierna de Maca y empezó hacer pucheros. Esther sabía de antemano que Maca tenía razón y no le quedaba de otra que volver al auto E: ¡Odio cuando me haces esto! Maca bajó la mirada apenada y Esther empezó a mecer a Pablo entre sus brazos para que dejara de llorar. Jaló aire con fuerza intentando tranquilizarse un poco finalmente dio la media vuelta y volvió al auto acomodó a sus hijos es sus respetivos asientos y se fue a subirse a su lugar ante la atenta mirada de Maca M: ¿Lista? (le medio sonrió y Esther le volteó la cara) Esther... (le palmeaba la pierna) Cariño de verdad lo siento Esther no le contesto. Le pasó una botella con jugo a Osman y se acomodó en su asiento cerrando los ojos M: Esther (insistió con un hilo de voz débil) Yo de verdad lo sie... E: Estoy cansada Maca (la interrumpió rotundamente con el enfado reflejado en su voz) quiero llegar a casa Maca suspiró y la miró durante algunos segundos. Esther acomodó el asiento para recostarse de lado y darle la espalda. Maca puso el auto en marcha, manejando con cuidado y a una velocidad moderada cuarenta minutos más tarde llegaron a su destino. Sin dirigirse la palabra entre ambas bajaron a los niños y los llevaron a acostar. Maca intentó dos veces iniciar una conversación con su mujer pero lo único que obtenía como respuesta por parte de ella eran secos monosílabos Después de bajar las cosas del auto y comprobar que Esther no estaba en la labor de sostener ningún tipo de conversación con ella se fue a su despacho donde encendió el ordenador para pasar el rato en el msn se encontró con una amiga se puso a chatear con ella contándole sus penas Mientras Maca chateaba en el despacho Esther fue a hasta la cajuela del auto la abrió tomó el póster con cuidado y se fue directa sin preámbulos a colgarlo sobre una de las paredes de la estancia principal. Una vez colgado se paró enfrente de la imagen para contemplarla No pudo evitar soltar una pequeña risita de orgullo y satisfacción e inconscientemente volteó hacia la puerta despacho donde se encontraba su mujer encerrada. Perfectamente sabía que a Maca no le iba a parecer en absoluto que hubiera colgado el póster en la estancia principal de la casa. Vamos en la estancia principal y en ningún otro sitio Alcatraces blancos 30 Esther se mordió el labio y suspiró en espera de que en cualquier momento apareciera su mujer en la estancia descubriera la imagen y montara en cólera iniciando una fuerte discusión con ella por todo lo que representaba el póster pero francamente esta vez le daba igual y no tenía la mínima intención de quitarlo E: (“Te vas a tener que aguantar Maquita”) Como si la hubiera estado llamando con el pensamiento Maca apagó el ordenador se paró de su lugar y salió del despacho se dirigía a tomar las llaves de su carro cuando alcanzó a ver de reojo a Esther parada a mitad de la estancia entretenida observando algo. Con curiosidad antes de irse decidió ir a ver que la tenía tan entretenida. Esther sin inmutarse y consciente de que Maca se acercaba continuó observando con admiración el póster Al sentirla entrar y parársele justo detrás de ella cerró los ojos y aguantó unos segundos la respiración en espera de que le digiera algo y empezaran otra discusión. Sin embargo al contrario de todo lo que esperaba y pesaba solo escuchó la respiración alterada de Maca contemplar durante algunos breves minutos la recién imagen colgada en la pared para poco después oírla que se retiraba, tomaba las llaves de su auto y salir a toda prisa de la casa sin decirle absolutamente nada De todo el tiempo que tenían de matrimonio esa era la primera vez que Maca se salía enojada de la casa sin decirle nada por motivos de celos. La conocía muy bien y por eso se sentía desconcertada y preocupada no era normal la actitud de su mujer al menos que... E: No, no (movió la cabeza negando rotundamente) que no vaya ser lo que estoy pensando Maca... Ni se te ocurra (se dijo con el ceño fruncido a la vez que se acercaba hasta una de las ventanas de la estancia para alcanzar a verla hablando por el móvil mientras se abría la reja del portón principal de la casa y se marchaba veloz sin ni siquiera voltear) Ni se te ocurra Maca... Que una infidelidad no te la voy aguantar y mucho menos pasar Sintiéndose incomoda por sus pensamientos saco aire y se sentó un momento en un sillón de la sala. Con recelo no dejaba de mirar atreves de la ventana hacia la reja por donde salió Maca y aunque era muy cierto que los celos de Maca ya la tenían cansada tan bien era muy cierto que nunca se los había ocultado y siempre los había manifestado de diferentes formas y maneras siendo estos la causa de los problemas más graves de su convivencia y por los cuales ya dos veces habían estado a punto de separarse Sin embargo pese a ello y a las advertencias de algunos de sus amigos y del propio Jerónimo de que Maca no iba a cambiar. Ella la amaba sobre todas las cosas y había sabido sobrellevarla y mantener a flote su matrimonio durante tanto tiempo... Y en esta ocasión no sería distinto pero una cosa era sopórtale y perdónales las escenas de celos y otra muy distinta que Maca la engañara con otra Esther se levantó de su lugar inquieta y un intenso dolor caluroso se apoderó de su cuerpo haciendo que se sobresaltara puesto que muy pocas veces se había sentido así de Alcatraces blancos 31 celosa. Y no le gustaba en lo más mínimo sentirse así porque ella perfectamente sabía lo incomodo, lo doloroso y lo frustrante que era que te celaran sin razón y sin motivo Y para decir verdad Maca nunca le había dado motivo alguno de sospechar algo así por que pese a sus constantes escenas de celos siempre se había comportado atenta, delicada, amorosa, protectora y detallista cuidando al máximo de tenerla contenta y satisfecha tanto en el terreno sexual como en el emocional y el afectivo Sin embargo esta vez pese a lo que pudiera pensar algo la alarmaba y la hacía sentirse insegura. De pronto al hacer algo de memoria abrió los ojos de manera desmesurada y un intenso calor se empezó a poder de sus mejillas E: Joder... Tiene poco más de dos meses con reuniones inesperadas y se ausenta con mayor frecuencia que antes por diligencias de trabajo y... y el mes que se la pasó evitándome y no me tocaba... Joder (empezó a sudar frío) No (se lo negó rotundamente con un movimiento de cabeza a la vez que sentía que las lágrimas estaban por salírsele) No puede ser... (se pasó las manos con desesperación por su cabeza) Maca no me haría algo así... Ella no podría hacerme algo así Entrecerró los ojos negándose una vez más lo obvio y se limpió dos lágrimas que se le salieron a la vez que se obligo a sonreír E: (“No me voy a comerme la cabeza con tonterías (se dijo así misma dándose ánimos) ni me voy a montar más películas sola. De seguro fue a dar alguna vuelta por la ciudad en lo que se le baja el coraje por lo del póster (levantó los hombros) Y está bien que se controle un poco porque el póster no lo voy a quitar”) Con toda calma y sintiéndose un poco más relajada apagó las luces de la estancia y antes de retirase de allí volteó una vez más y vio nuevamente la imagen de su juventud estampada en aquella fotografía entre tonalidades de colores azules y dos lunas sostenidas al mismo nivel en las palmas de sus manos. Y no pudo evitar que sus recuerdos se trasportaran a aquel verano justo en el momento que Hugo y Jerónimo la convencieran para posar... E: No, no y no Jero Jero: Vamos Esther ¿qué puedes perder? E: Eh dicho que no y no insistas más por favor -: Anda chaparrita di que sí y danos el gusto. Que te cuesta ¡eh! E: ¿Tú también Hugo? Hugo: Esther... Si no te estamos pidiendo que poses desnuda E: Por eso mismo Hugo. No Hugo y Jero: ¿Qué? Los tres chicos se miraron entre si sorprendidos al mismo tiempo que se echaban a reír. Esther movía la cabeza divertida y sin dejar de sonreírles E: ¡Ven lo que hacen conmigo!... Ya ni sé lo que me hacen decir Jero: Síi que lo sabes (sin dejar de reírse) No te hagas Hugo: Oye más respeto para mi novia (sonreía y abrazaba a Esther por la cintura) Pero en serio chaparrita necesitamos una modelo para el proyecto Alcatraces blancos 32 E: Yaaaaaaa (los miró a ambos seria) Pero da la casualidad que yo no soy modelo Hugo: Por eso Esther (levantó las cejas con suplica) por que no eres modelo. ¡Te necesitamos! Jero: Mira Esther (la hizo a un lado) Los dos sabemos y estamos convencidos que precisamente el que no seas modelo es lo que le dará la magia y la gracia natural al proyecto porque no estará sobre modelado. Y con la idea original de este (le dio un codazo a Hugo) tenemos grandes posibilidades de ganar el concurso. Y con ello... (abrió los ojos exageradamente fingiendo y actuando ambición desmedida) ganaremos ¡popularidad!, ¡fama!, ¡prestigio!, ¡dinero!... (se frotó ambas manos) ¡Mucho dinero! Hugo: Ya... (sin aguantarse la risa) ya bájale Jero E: Pero... ¿por qué yo?... (los miraba a ambos) Si tan solo soy una estudiante de fotografía Hugo: Por eso mismo cariño por que eres estudiante de fotografía debes entender y saber que uno siempre busca la mejor oportunidad, el mejor ángulo, lo original, lo bello, lo estético, lo que trasmita y quede inmortalizado para siempre (levantó los hombros y empezó a reírse bromeando) Además como tú lo comprenderás el ser estudiantes del último grado de fotografía no da para mucho y no tenemos liquidez para pagarle a una modelo E: Muy graciosito (haciéndole gestos con la cara de desagrado) Jero: Ya hablando en serio Esther (la miró con suplica dejando las bromas de lado) Porque eres las más indicada la mejor... ¡Mírate! eres guapísima y tienes una sonrisa increíblemente maravillosa Hugo: Anda tú (le dio un palmadita en el hombro a su amigo) ya deja de coquetearle a mi novia en mis narices que me voy a poner celoso (abrazando nuevamente a Esther por la cintura) Sin embargo porque sé que es la verdad y tú andas cacheteando la baqueta por Iliana me haré el sordo y el ciego E: ¡Iliana! (se giró a ver sorprendida a un colorado Jerónimo) ¿Mi hermana? Hugo: Sí cariño (le daba un beso en los labios) tú hermana E: ¿Desde cuándo? Hugo: Desde siempre (levantó las cejas viendo la incomodidad de su amigo) Pero tranquila que Lili no lo pela E: Eso ya lo sé Hugo (se acercó hasta un afligido Jero y le frotó el brazo con cariño) La esperanza muere al último... Y tú eres mucho más guapo y mejor que Mauricio Jero: Yaaaaaa (la miró con tristeza) Solo que Lili no lo sabe E: Pues... Hugo: ¿Entonces qué Esther? (cambiando de improvisto el tema) ¡Contamos contigo! E: ¡Chicos! (negó con la cabeza) Yo no cre... Jero: Anda Esther (la interrumpió) Mira hacemos las pruebas si al final el proyecto no te gusta o no te convence lo desechamos (mirando a Hugo) ¿verdad tú? Hugo: Sí claro E: Está bien acepto (suspirando ante las muestras de júbilo por parte de ellos) Eso si (advirtió) Si no resulta lo que esperan y no me gusta lo que veo lo desechan y asunto olvidado ¿Estamos? Jero y Hugo: ¡Estamos! Quince días después los tres veían el resultado de las pruebas fotográficas y de entre todas las fotografías tomadas por Jero y Hugo eligieron finalmente la capturada por Hugo para participar en el concurso Alcatraces blancos 33 Debido a la repentina muerte del padre de Hugo no participaron dejando el proyecto para el próximo año... Sin embargo en ese año por azares de la vida Esther conoció a Maca en un viaje que realizó por tres meses a Australia becada por la universidad para asistir a un curso de técnicas en fotografía submarina. En esa época Maca empezaba su trayectoria profesional como publicista y estaba a cargo de un proyecto de vida marina para una compañía Japonesa En el último mes de su estancia en Australia Esther asistió a una demostración de fotográfica abstracta sobre flores llamando poderosamente su atención una fotografía con dos alcatraces blancos entrelazados entre sí en un maceta dorada sobre la proa de un barco hundido en el fondo del mar -: Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando contigo toda mi vida Esther se giró sobresaltada al escuchar el suave susurro de su voz en su oído y sintió un escalofrió que le sacudió y estremeció todo su cuerpo al encontrarse de frente con la dulce sonrisa de una misteriosa mujer que a su vez le obsequiaba tres alcatraces blancos y la veía con una seguridad arrogante y una intensa chispa reflejaba en sus penetrantes ojos marrón E: ¿Perdón? Maca se mordió con picardía un labio y ante el desconcierto de Esther sin dejar de sonreír en ningún momento la tomó con suavidad y delicadeza por la cintura y la besó de una manera pausada tierna y le repitió -: Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando contigo toda mi vida A partir de eso momento y sin poder explicarse un por que empezó una relación paralela con Hugo y Maca. Hasta que una semana antes del que diera inicio las convocatorias para el nuevo concurso por casualidad Hugo la descubrió al salir de un hotel de la mano de Maca Hugo a pesar que se sentía morir se fue del lugar sin decirle nada ni armarle un escándalo. Esther bajó la cabeza avergonzada y empezó a llorar. Dos días después Hugo la citó en su estudio le hizo el amor y le mostró los últimos retoques de la fotografía Hugo: Solo una persona fuerte y con carácter es capaz de sostener dos lunas al mismo tiempo (la miró con intensidad y con lágrimas en los ojos) Yo no lo soy y por eso me voy... pero me llevo esto conmigo (abrazó la fotografía) el día que esté preparado para olvidar y perdonar regresaré y la mostraré al mundo E: Hugo yo (se abrazó a él y empezó a llorar) No sé lo que me pasó... Yo no quise hacerte daño. Yo... Hugo: Shiisss (la calló poniéndole con ternura un dedo sobre los labios) No digas nada lo sé (limpiándole las lágrimas) Ante el poder del amor no se puede hacer nada y tú Alcatraces blancos 34 tienes un brillo en tus ojos que nunca lo tuviste conmigo estás enamora se te nota por todos los poros de tu cuerpo. Solo muéstrame que vale la pena (le mostró la fotografía y Esther lloraba copiosamente) Escúchame Esther esta imagen representa la fuerza y la capacidad de sostener dos mundos paralelos tan especiales importantes y únicos pero a la vez tan distintos el uno con el otro... Mírame Esther (le imploró) lo difícil no es sostenerlos. Lo difícil Esther es decidirse por una de las dos lunas (las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas) Y yo ya decidí por la mía (le volvía a limpiar las lágrimas) Se feliz, haz todo lo que sientas y quieras hacer, no te detengas nunca por nada ni por nadie (le sonrió) demuéstrame que el mundo se equivoca El sonido insistente del claxon de un carro que pasaba por ese momento por la calle la despertó de su mundo de recuerdos trayéndola a la realidad y haciendo que suspirara con melancolía. Se abrazó con ambas manos y se permitió por primera vez observar de manera diferente el póster descubriendo en él una magia de la que no había sido consiente antes y que hizo que algo se le removiera de manera muy profunda y con fuerza por dentro dándole renovadas fuerzas a su espíritu E: Sea lo que sea que esté pasando Maca en tu luna o en la mía... Todo va a ser muy diferente Y estaba resuelta hacerlo... sabía que sería diferente, lo presentía, lo sentía y en esa casa, en ese matrimonio con esa relación iban a cambiar las cosas y por mucho que amara y adorara a Maca tenía que ponerle freno y este freno empezaría por dejar de hacer siempre lo que su mujer quería... Aceptaría la propuesta de Jerónimo así se le viniera el mundo encima y después retomaría su carrera fotográfica E: Te lo debo Hugo (le dijo al póster colgado sobre la pared) Te lo debo Eran más de la media noche y Maca no regresaba. Preocupada y enfadada por la ausencia de su mujer Esther se levantó de la cama cansada de estar dando vueltas sin poder encontrar una posición cómoda que le permitiera descansar un poco E: Te estás pasando Maca (murmuró con enojo) Te estás pasando Ganó más su preocupación que su orgullo y quince minutos después tomó su teléfono móvil de mala manera y la llamó. Esperó con paciencia que le contestara sin embargo el tono de la llamada sonó una, dos, tres , cuatro veces y a la quinta se activó el correo de voz. Desatando más la furia de Esther E: Joderrrr Maca contigo (estrelló el teléfono móvil en la pared) Esta vez me vas a oír... Ya estuvo bueno Con la ira y la preocupación reflejada en el rostro bajó a la cocina a tomar un poco de agua se sentó a la mesa durante algunos minutos intentando calmarse un poco. Finalmente sin conseguirlo de todo regresó a la habitación donde con una mueca de malhumor recogió lo que le quedaba de móvil A punto estaba de volverse acostar cuando diversas luces de colores penetraron por la ventana iluminando la habitación. Extrañada se quedó un momento parada al pie de la Alcatraces blancos 35 cama tratando de adivinar que eran esas pequeñas luces de colores que formaban a la vez diversas figuras alrededor del techo Con curiosidad se acercó a indagar atreves de la puerta de vidrio ahumado que daba a la pequeña terraza de la habitación y sus ojos se abrieron a más no poder llenándola de asombro al descubrir que las luces provenían de debajo de su terraza. No era otra cosa que un espectacular dispositivo audio visual montado en el jardín de su casa E: Pero... Pero (levándose una de sus manos a la frente sin dar crédito a lo que veían sus ojos) ¿Qué es esto? Sin poder contener su expectación un segundo más salió por la terraza inmediatamente al salir la pantalla se encendió junto con el equipo de sonido los cuales a su vez empezaron a proyectar y reproducir un video con la canción de su grupo preferido La quinta estación Esther no atinaba que hacer el corazón parecía que se le iba a salir del pecho su preocupación y enfado pasó a segundo término para dar paso a una enorme sonrisa y felicidad. No se lo esperaba, no se lo podía creer y mucho menos imaginar pero era cierto... Ahí estaba Maca... Su Maca subiendo por una escalera previamente montada para eso Con una sonrisa divertida y una bolsa colgando en su cintura llegó hasta donde estaba una incrédula y sonriente Esther esperándola. De entre la bolsa sacó una fotografía con la imagen que daba pena del gato con botas de la película Sherk la cual era del tamaño de su cara y Maca se la puso en el rostro a modo de mascara a la vez que sacaba un ramo con tres bellos Alcatraces blancos, y un letrero grande que se colgó al cuello con la palabra en mayúsculas ¡PERDONAME! Esther no hizo otra cosa que echarse a reír y abrasase con emoción e ilusión a ella E: ¿Cómo se te ocurre? Alcatraces blancos 36 M: La verdad es que no soy nada original cariño (no dejaba de sonreír) me pasaron la idea por internet E: Te quiero, te quiero (le daba repetidos besos en los labios) ¡Cuánto te quiero! M: Y yo a ti (abrazándola por la cintura y dándole un beso más largo y profundo) ¿Me perdonas? E: Estás loca ¿lo sabes? M: Solo por ti Esther (le besaba el cuello) Solo por ti No hubo necesidad de más y dejando de lado sus diferencias y enfados ambas buscaron sus bocas. Con necesidad absoluta comenzaron a acariciarse intensamente llenando de inmediato sus cuerpos con un fuego salvaje que las envolvía y les recorría las venas. Y así entre caricias y besos se adentraron a la habitación para dar rienda suelta a su pasión desenfrenada entregándose por completo el cuerpo y el alma La siete menos diez la alarma del despertador empezó a sonar con insistencia Maca se removió incomoda sobre la cama soltándose de los brazos de Esther y de un manotazo apagó el despertador para volverse a echar sobre los brazos de su mujer y acurrucarse en su cuerpo. Esther se terminó de despertar al sentir sobre ella todo el peso de Maca E: Maca cariño (empezó a reírse y moverla con suavidad) ¿No tuviste suficiente anoche? M: Humm (se volvía acomodar y entre sueños balbuceaba) estoy muy cansada E: Lo sé amor (le acariciaba la frente con ternura) después de lo de anoche es normal M: Esther (entrecerraba los ojos) tengo mucho sueño E: No lo dudo corazón (levantó las cejas sin dejar de sonreír) Pero ya es tarde y tienes que ir a trabajar M: Hoy no iré E: Humm y yo me lo creo M: Jummm... Solo un ratito más E: Ni que ratito ni que ocho cuartos (le dio un ligero beso en los labios y se levantó dirigiéndose al baño) Anda levántate que los niños no tardan en despertar y te toca bañarlos y arreglarlos M: ¿A mí? (levantándose de golpe sobre la cama) E: Sí a ti M: Pero Esther yo tengo que... E: Me da igual lo que tengas que hacer (la interrumpió con una sonrisa en los labios) te toca bañarlos esta semana y esta vez no te vas a escapar como acostumbras hacerlo siempre M: ¡Te cambio la semana! E: ¡Otra vez! (se cruzó de brazos riendo) No tienes vergüenza Maca me la cambiaste la semana pasada... Así que no M: Esther cariño (levantándose y poniéndose al lado haciéndole ojitos) Plis Ayúdame E: No señorita (apretándole el cachete) De esta no te salvas (le dio otro beso en los labios) te tocan y será mejor que te des prisa porque te recuerdo que no tengo vehículo y antes de que te vayas al trabajo me tienes que llevar a dejar a Pablo con mi madre M: ¡Con tu madre! (abriendo los ojos) No Esther (moviéndole un dedo) Ni lo sueñes E: ¡Maca! M: No (negó con la cabeza rotundamente) Y te lo digo en serio Esther. No te voy a llevar con tu madre Alcatraces blancos 37 E: Pero... ¿Por qué? M: De sobra lo sabes E: Mi madre nunca te dice y ni te hace nada M: No hay necesidad que me lo diga o haga nada Esther... Con su actitud y presuposición tengo suficiente E: Lo que pasa es que le tienes mala fe M: Después de doce años no lo creo amor (metiéndose al cuarto del baño) Tu madre de plano no me traga Esther y lo sabes E: No es así M: Mira Esther no voy a discutir por algo que es más que obvio (metiéndose a la ducha con ella) Además ahora que me acuerdo ¿Por qué tienes que llevar a Pablo con ella? E: ¡Porque es su abuela! (le sonrió traviesa) ¿Te parece poco? M: No te hagas la graciosa Esther E: A ver Maca... (suspiró intentando poner orden a sus ideas) la camioneta la están arreglando en la agencia, Osman tiene audición a las once y desplazarme con dos niños a la vez se me pone más difícil además de que Pablo se aburre mucho en las audiciones y da mucha guerra M: Para, para Esther ¿Como que Osman tiene otra audición? E: Sí Maca M: Me habías dicho que la del viernes sería la última E: Lo sé Maca (la miraba con suplica en los ojos) pero a los de la compañía les gustó mucho lo que tu hijo hizo que lo invitaron a participar de nuevo. Pero esta vez no era solo a nivel local sino nacional y bajo una nueva agencia de modelaje que tiene buenas ideas y mayor proyección M: No Esther (la interrumpió con seriedad, saliendo de la ducha) Sabes muy bien lo que pienso de ese mundo y como juego para que el niño se divirtiera y pasara el rato ya estuvo bueno E: ¿Y a ti quien te dijo que es un juego? M: Esther... (levantó las cejas) Mi hijo no necesita de nada de eso y cuando llegue el momento y tenga la edad adecuada ya veremos E: Te equivocas Maca (cerró las llaves del grifo de agua y salió de la ducha) Osman está muy ilusionado con participar y no seré yo quien se lo impida (cruzándose de brazos) Así que ni pienses por algún momento que voy a dejar de llevarlo a la audición M: ¿Estás tu muy resulta? (levantó las cejas con aplomo) E: Sí M: ¿Y de verdad lo hizo muy bien? (sonriéndole con orgullo) E: Bastante bien (devolviéndole la sonrisa) M: Si mi niño tiene muy bien a quien salir (le dio un beso y le apretó un cachete) Como me gusta hacerte enojar... Tontita E: Te pasas M: Un poco si cariño (la volvió a besar esta vez de manera más profunda) Pero te encanta E: Hummm (le devolvió el beso y le pellizcó con suavidad una nalga) Que rico M: Pues sí para que negarlo (tomándola de la cintura) Sin embargo vamos a tener que dejarlo para más tarde porque yo llegaré tarde a la oficina y tu hijo a la audición. Y no queremos que pase eso ¿Verdad? E: No (le sonrió contenta) Claro que no M: Eso sí Esther (la miro fijamente) aunque se aburra y te de mucha guerra te llevas contigo a Pablo E: Pero Maca sin la camioneta se me pone muy difícil Alcatraces blancos 38 M: Me llevas al trabajo y te quedas con mi coche E: Está bien Estaban por terminar de desayunar cuando el teléfono de casa empezó a sonar Maca se levanto a contestar M: Diga -:... M: Hola... -:... E: Si no te contestan cuelga Maca M: Con lo que me disgustan los mudos (colgó y extrañada miró el identificador de llamadas) y de pilón es un numero restringido (se quedó pensando un momento) Esther... ¿revisaste ayer la contestadora automática? E: No... ¿Por? M: Hay quince llamadas E: ¿De quién? M: Ni idea (recibió pacientemente una por una de las llamadas) ¡Todas son de Jerónimo! Jerónimo les avisaba en cada una de las llamadas que llegaba el martes por la mañana y quería verlas a las dos sin falta antes de presentarse en la empresa y tomar decisiones... Ambas se vieron entre si cada cual tenía sus motivos propios para pensar en la futura llegada de Jero M: Insistente sí que está (frunció el ceño con malestar) Y no me causa nada de gracia que sea tan obstinado E: ¿Le habrá pasado algo? M: ¡Qué le va a pasar Esther! (se reía incrédula y movía la cabeza) y a estas alturas me parece increíble (levantando los dedos para hacer comillas) “que siendo tan amigos” ustedes dos aun no le conozcas del todo. Y no te des cuenta a lo que viene E: ¡Bueno Maca! (abrió los ojo sorprendida) ¿Qué quieres que te diga?... Para llamar tantas veces el mismo día da para pensar ¿No? M: Ay Esther de verdad me extraña viniendo de ti... (levantó los hombros) Jero a lo único que viene es a joderme la vida E: ¡Maca! M: Sí cariño y no me mires así ¡eh! Que lo conocemos... Pero que ni crea que voy a caer en su juego (Esther la seguía viendo sin entender a lo que Maca se refería) No sé que se trae Jerónimo entre manos (abrazando a Esther) Pero ha estado muy pesadito y misterioso últimamente al grado que ha retrasado dos veces los preparativos para la campaña de publicidad que quiere lanzar de los vinos de mesa E: ¿Y eso por qué? M: No acepta a la modelo que elegimos inicialmente para el proyecto (Esther se puso un tanto rígida) Dice que ya tiene una candidata mejor y será toda una sorpresa... Vamos según él la revelación del año E: ¿Eso dice? (sonrió gustosa a punto de confesarle la proporción de su cuñado pero antes se le ocurrió preguntarle) ¿Y tú qué piensas de eso? M: ¡Qué quieres que piense Esther si anda todo misterioso! (la soltó de sus brazos y camino unos pasos) y nunca había rechazado a ninguna modelo asignada previamente para la campaña... Dice que ya está tratando con la mejor modelo y solo es cuestión de Alcatraces blancos 39 horas en lo que acepta hacer el proyecto (y sin más soltó) De seguro es una de sus amantes Esther abría y cerraba la boca sorprendida quedándose fría y muda al instante ante el comentario de su mujer que tuvo que obligarse a reaccionar rápido para no levantar sospechas E: ¿Cómo se te ocurre pensar eso Maca?... Tu hermano no es así M: Por eso mismo Esther. Porque no es así me preocupa que una zorra trepadora le este comiendo el... el (sin poder encontrar la palabra adecuada para darle un calificativo... (finalmente agregó) el coco. (a medida que su mujer seguía exponiendo sus pensamientos. Esther más abría los ojos consternada sin poder dar crédito a sus palabras) Pero ya estoy deseosa que llegue el dichoso martes (asiendo nuevamente comillas con los dedos) y me presente a su gran revelación que de seguro no le sirve para otra cosa que no sea (con una mímica grotesca cerrando los puños de las manos y jalando lo brazos con fuerza hacia los costados) para follarsela... Pero deja que me la presente y le voy a meter un palo por el fund... E: ¡Basta Maca! (la interrumpió enfadada) y deja de decir tanta babosada junta... (la aseguro rotundamente) No es verdad nada de lo que dices M: ¿Qué vas a sabes tú? E: Precisamente porque lo sé te lo digo (Maca se quedó de una pieza y buscó la mirada de su mujer) M: ¿Me estás tratando de decir que tú sabes quién es la mujer que Jerónimo pretende y quiere de modelo para su campana publicitara? E: Eso mismo te estoy diciendo Maca (se cruzó de brazos molesta) y para tu información (recalcó con énfasis) No la pretende y mucho menos es su amante M: ¿Y quién es?... Si se puede saber E: Soy Yo (se giró quedando de frente a ella clavándole la mirada en sus ojos con seguridad y aplomo le reafirmo) La modelo soy YO M: ¡Queee! Maca abrió los ojos a más no poder tal parecía que se le saldrían en cualquier momento de su lugar, dubitativa dio un paso hacia atrás tropezando ligeramente con sus mismos pies. Los colores se le venían al rostro y un intenso calor le impacto de llenó el cuerpo haciéndola que se sacudiera. Inconscientemente buscó con la mirada algo en que apoyarse Esther que no la perdía de vista al percatarse de los apuros de Maca por no caer de bruces al suelo con agilidad se acerco hasta ella y la sostuvo E: ¿Estás bien? M: Es una broma (intentando reponerse de la impresión) ¿verdad? E: No Maca... No es ninguna broma Maca hizo acopio de todas sus fuerzas para reponerse. Liberó el poco aire que le quedaba en los pulmones, con algo de brusquedad se apartó de su lado y su rostro se empezó a trasformar con diversas muecas de berrinche E: Jero me ha estado llamando constantemente por teléfono desde hace poco más de un mes para ofrecerme hacer la campaña. Al principio yo me negué, después le dije que lo Alcatraces blancos 40 platicaría contigo pero entre una cosa y la otra y tus repentinos viajes de trabajo se me ha pasado el tiempo y mañana martes quiere una respuesta definitiva M: Ah sí... (con ironía marcada) mira tú qué casualidad y que oportuno mi hermanito... ¿No te perece?.. E: ¡Maca! M: Lo más increíble es que ninguno del los dos tuviera la gentileza de decirme nada (se acercó hasta ella retándola con la mirada y levantando la voz) Claro... Como me lo iban a decir algo así si es mucho más fácil y cómodo tramar y conspirar a mis espaldas E: Nadie está tramando ni mucho menos conspirando nada a tus espaldas Maca. Simplemente no se había dado la oportunidad y yo no había encontrado la mejor manera de decírtelo precisamente para evitar este bochorno M: ¿Después de poco más de un mes Esther? (levantaba los brazos y los dejar caer su rostro se ponía cada vez más colorado y la vena del cuello poco a poco se le resaltaba más a causa del enfado que sentía) Por favor no me hagas reír y deja de estar haciéndole al tonto E: Maca baja la voz que los niños nos están viendo y se están poniendo nerviosos (le advirtió mirándola severamente) Y gritando lo único que vas a conseguir es hacerme perder los estribos Maca frunció el ceño voltea rápidamente a ver a sus hijos los cuales habían dejado de comerse su cereal y las miraban a la expectativa empezando hacer pucheros; Maca entrecerró los ojos apretó los puños de sus manos con fuerza durante alguno segundos después se fue directo hacia Pablo que había empezado a llorar lo levantó en brazos para calmarlo M: No mi amor (le sonreía y le daba de besos en la cabecita) no llores mi chiquitín que mami va terminar de darte de desayunar Osman: ¿Y a mí también? M: Sí mi vida (le sonrió con dulzura) a ti también te voy a dar de desayunar y después los voy a llevar un rato con su abuelita Encarna (miro severamente a Esther y afirmó categóricamente) Que su madre y yo tenemos que hablar Pablo: ¡Abe! M: Si mi amor con tu abe Entre miradas retadoras y ganas de seguir con lo que dejaron a medias por los niños ambas terminaron de darles de desayunar. Sin disimular el malestar y la tención del momento hicieron el trayecto del recorrido hasta la casa de Encarna en absoluto silencio solo se limitaban a verse de reojo de vez en cuando La madre de Esther ya las esperaba en la puerta de su casa nada más llegar Esther bajó rápidamente a los niños se los entregó le comento algo y se despidió de ella para regresar al auto. Antes que se marcharan Encarna le echó una mirada fulmínate a Mace la cual apretó los dientes con rabia M: ¡Lo que me faltaba! (masculló entre dientes sin que Esther lograra escuchara) Joder con mi querida suegrita A tres cuadras de la casa de Encarna el teléfono móvil de Maca empezó a sonar con insistencia dentro de su bolso como esta iba conduciendo Esther con la mayor Alcatraces blancos 41 naturalidad del mundo tomó el bolso para sacarlo y dárselo. Pero en lugar de dárselo extrañada volteo a ver a Maca fijamente E: ¿Desde cuándo usas tu dos móviles? M: ¿Perdón? E: ¿Que desde cuando usas tú dos teléfonos móviles? El teléfono dejó de sonar Maca hizo alto en un semáforo en rojo y desvió un segundo la mirada para ver los dos móviles que Esther traía en las manos y ya se disponía a revisar. Maca empezó a sudar frío y de un rápido movimiento le detuvo la mano impidiéndoselo M: No Esther este no es mío (le contesto rápidamente con los nervios reflejados en su tono de voz) Es de Alejando mi amigo que lo dejó olvidado el viernes en el carro y como desde entonces no le he visto no se lo eh podido entregar E: ¿Y por eso te pones tan nerviosa? M: Yo no estoy nerviosa E: ¿Qué ocultas Maca? M: Yo no oculto nada (quitándole el teléfono y estacionándose una cuadra más adelante enfrente de una cafetería) En todo caso la que acostumbra a ocultar las cosas es otra. ¿No? Esther entrecerró los ojos suspiró con fuerza movió la cabeza y en lugar de bajar del auto para ir a la cafetería se acomodóo en su lugar y medio sonrió intentando conservar la calma E: Maca ya te dije que no había encontrado el momento adecuado para hablarlo contigo (le decía pacientemente intentando que lograra comprenderla) Cariño... (suplicó tomadora suavemente por las manos) No es que te lo quisiera ocultar Maca retiró con brusquedad sus manos y sintiendo que su enfado volvía a su cuerpo la miró de una manera desaprobatoria y severa E: Maca no es par que te pongas así por lo de Jero M: Ahhhhh no... (cruzándose de brazos y retándola con la mirada) y según tú... ¿cómo debo ponerme después de escuchar semejantes disparates?... (Esther soltó aire) No si ya sabía yo que Jerónimo no tramaba nada bueno y su insistencia por visitarnos no iba a traerme más que problemas E: Tú dirás lo que quieras Maca pero yo no le veo problema alguno en que Jerónimo me haya ofrecido hacer su campaña publicitaria... Es más hasta me agrada bastante la idea y me hace ilusión de volver al mundo laboral M: No Esther (afirmó categóricamente sin dejar de mirarla) y te lo dijo desde ahora mismo ¡Tú no vas hacer algo así! E: ¿Por qué no? M: Por qué los niños aun están muy chicos necesitan de atención y cuidado y no me apetece que los vayas a descuidar por cumplirle un caprichito tonto a mi hermano E: No es ningún capricho Maca y además ya he hablado al respecto con mi madre y ella está más que dispuesta en ayudarme con los niños mientras yo trabajo M: Sí claro... ¡Mi suegra! ¿Cuando no tenía que ser ella? (se dio un zape en al frente) Encarna constantemente tan dispuesta apoyarte en todo siempre y cuando se trate de Alcatraces blancos 42 darme en la madre a mí... ¡Caray!... (mirando con ironía marcada a Esther) ¿Cómo se me pudo olvidar?... Pero ni así Esther E: ¿Pero por qué no Maca?... (sintiendo que la sangre le empezaba a subir por la cabeza, aun así intento mantener la calma y no explotar) Dame tan solo una razón coherente para rechazar el proyecto M: Porque tú no eres modelo y lo que necesitamos es una verdadera profesional... Alguien que realice muy bien su trabajo y no tengamos que perder el tiempo diciéndole lo que tiene que hacer. Además que la modelo para el proyecto ya está seleccionada y asignada a la campaña desde hace poco más de dos meses E: A mi Jero no me dijo nada de eso M: Ni te lo va decir Esther... Y más te vale irte olvidando de todas las locuras que te propuso mi hermano (la tomó con suavidad de la barbilla) Tú te debes a tu casa, a tus hijos y a mí... Cariño E: Voy aceptar la proposición de Jero M: Tú no vas aceptar nada (la tomó con fuerza del brazo) ¿Me oyes? E: ¿Solo por qué tú lo dices? (se le soltó con brusquedad y la retó con la mirada) M: Sí porque yo lo digo (levantó la voz y le recalcó) porque eres mi mujer, la madre de mis hijos y por qué no lo necesitas E: ¿Y tú que sabes que es lo que necesito? (la encaró con el malestar reflejado en su rostro) Estás tan acostumbra hacer siempre tu santa voluntad a placer que no ves y no escuchas (la miró fijamente) pero esta vez no Maca M: No juegues conmigo Esther y si he dicho que no. Es no y punto E: Estás mal Maca (movía la cabeza con decepción) Muy mal... Pero mañana en cuanto llegue Jerónimo a la casa vamos a poner en claro todos los puntos sobre la mesa M: ¿Qué quieres decir? E: Que voy hacerlo Maca (la miró fijamente sosteniéndole la mirada y retándola) Así arda Troya y se me venga el mundo encima voy aceptar ser la modelo para la campaña publicitaria de Jero y una vez terminada esta retomaré mi carrera fotográfica justo en el punto donde la deje cuando me casé contigo M: Sobre mi cadáver (la volvió a tomar con fuerza del brazo) ¿Me escuchas?... Sobre mi cadáver Esther E: Será muy lamentable (se le soltó y bajándose del auto) Pero si te tengo que enterrar... ¡Te enterraré! Esther cerró fuertemente la puerta de auto y ante una atónica e incrédula Maca empezó a caminar con determinación rumbo a la casa de su madre M: Joder... joder... joderrrrrrrrrrr Maca respiró hondo dio un manotazo sobre el volante mientras veía a una segura Esther desaparecer de su campo de visión tras el espejo retrovisor de su auto... Enojada entre lo de los dos teléfonos móviles que tenía a la vista tomó el suyo buscó entre sus contactos y marcó el número telefónico privado de Jerónimo. Esperó con impaciencia que le contestara al quinto tono le contesto Jero: Si diga M: ¿Me quieres decir que rayos pretendes con mi mujer? Jero: Ja. ja, ja Te he engañado... Por el momento no estoy disponible pero si me dejas tu nombre y tu número me comunico contigo en cuanto me sea posible (los ojos de Alcatraces blancos 43 Maca se abrieron a lo máximo desconcertada sin poder dar crédito al mensaje grabado por Jerónimo en su correo de voz) M: ¡Maldito seas Jerónimo Wilson!... Mil veces maldito Colgó su móvil maldiciéndolo a su hermano por la broma al momento que el otro móvil empezó a timbrar M: ¡Lo que me faltaba! (lo tomó de mala gana y contestó) Karol ¿Con que fin dejaste a propósito olvidado tu móvil en mi bolso? Karol: Yo no dejé olvidado nada... Tú lo tomaste prestado el viernes que viniste al departamento por que el tuyo ya no tenía batería y lo necesitabas para hablar a la agencia y ver lo de mi carro que muy amablemente tu mujercita me chocó M: Jummmm ¿Y ahora que quieres? Karol: ¿No te entiendo? M: ¿Que para que me llamaste? ¡Coño! Karol: Uyyyyyyyy... Ya oigo que nos levantamos con el pie izquierdo... Por lo menos buenos días amor ¿Cómo estás? ¿Me extrañaste mucho durante el fin de semana? ¿Me tienes calientita y lista la camita? M: Déjate de tonterías Karol que no estoy para tus ironías y dime de una buena vez que es lo que quieres Karol: ¡Qué crees tú que es lo que quiero! ¡Eh!... (ignorando olímpicamente el enfado de Maca) Verte estar contigo... te extraño Maca... (se sentó cómodamente en un sillón cruzó las piernas sugestivamente como si Maca pudiera verla y le susurró de manera apasionada) La cama es muy grande sin ti... Hummmmmmm (se mordió el labio) Quiero sentirte dentro de mí, que me toques, que me ames Maca... (con voz sexual pero a modo de reproche) Tengo todo el fin de semana sin saber de ti M: ¿Y qué querías? (sin dejarse intimidar por sus palabras e insinuaciones y sin cambiar el tono duro áspero y enfadado de su voz) Sabías muy bien que saldría fuera con mi familia Karol: Sí Maca lo sabía perfectamente (cambió su actitud inicial y empezando a mostrar enfado) pero ya habíamos quedado desde antes que vendrías el día de ayer a pasar la noche conmigo M: Sé en lo que quedamos Karol (desesperándose) pero no me fue posible Karol: Claro siempre... (elevo la voz enojada) Por Esther y tus hijos ¿No? M: Sí Karol (le recalcó enfatizándole y levantándole también al voz) Siempre estarán primero Esther y mis hijos Karol: Pero ni una llamada Maca, ni siquiera un mísero correo electrónico donde tuvieras la mínima cortesía y gentileza de avisarme que no ibas a llegar para no estarte esperando M: No tengo por qué hacerlo Karol: ¿Cómo? M: Lo que oíste perfectamente Karol (perdiendo la paciencia) no tengo por qué avisarte nada y mucho menos darte alguna explicación de lo que haga o deje de hacer Karol: ¡Maca! M: Escúchame muy bien Karol porque esta es la última vez que te lo digo... Me cuesta un ojo de la cara mantenerte y lidiar contigo para que encima vengas y quieras hacerte la digna conmigo... El que seas mi amante no te da derecho alguno a cuestionarme o pedirme cuentas de nada... La pasamos muy bien así, tenemos buena cama pero hasta ahí Karol... No hay ni va haber nada más ¿Lo entiendes? Alcatraces blancos 44 Karol: No Maca... (mosqueada y sumamente enfadada) Pues fíjate que no lo entiendo y mucho menos lo comprendo... No hace ni dos semanas me dijiste que ibas a dejar a Esther M: ¡Estás Loca! Karol: Tú me dijiste que... M: Nada (la corto rápidamente) Yo no te he dicho nunca semejante estupidez y métete muy bien esto en la cabeza Karol... Nunca me oyes... nunca voy a dejar a la madre de mis hijos ni por ti ni por nadie... (contuvo con fuerza el poco aire que le quedaba) Las cosas son así ¿las tomas o las dejas? Karol: No Maca y ni creas que me voy a conformar ya tan solo con eso M: Pues mucho peor para ti Karol. Y te vuelvo a repetir que las cosas son así... Más te vale las asimiles y las dejes así como están (sacó lentamente el aire contenido) si es que quieres seguir gozando de los privilegios económicos que te doy por lamberte y picarte el coño Karol: ¡Eres una idiota! (le grito fuera de sus cabales) M: ¡Y tú una estúpida! (le contestó de igual manera) por creer y montarte películas que no son... Y mira vamos a dejar esta maldita conversación aquí que lo único que estás logrando con ella es enfadarme más. Paso a buscarte al departamento en la tarde Karol: Ni te molestes M: Pues entonces no lo haré Karol: Me iré con el primero o la primera que me levante en el camino M: Peor para ti Karol: Buscaré a Esther y le diré que ¡somos amantes! M: Mira Karol (jaló aire el rostro se le deformó en una expresión más de miedo que de enfado, obligándose a ocultar su flaqueza ante Karol exhaló el aire y le dijo secamente) Me tienen sin cuidado tus amenazas haz lo que te venga en gana que a mí no me vas a asustas con eso... Total a estas alturas para lo que me importa que Esther se entere o no. Es más viéndolo bien hasta me haces un gran favor... Eso sí Karol independientemente de lo hagas o dejes de hacer vete olvidando de todas tus comodidades y privilegios porque lo que había entre las dos en este mismo momento se acabó Karol: ¿Así de fácil? M: Sí (afirmó con categóricamente sin lugar a dudas) ¡Así de fácil! Karol: No estés tú tan segura que me vas a dejar así porque sí Maca... Me escuchas esto no se acaba hasta que yo lo diga M: Si tú lo dices (le contestó con marcada ironía) ¡Ya sabes! Karol: ¡No te burles de mí! M: Si no me burlo Karol: Te voy hacer la vida imposible a ti y a Esther M: Haz lo que te venga en gana Karol... Total para lo que me interesa que hagas o dejes de hacer Karol: Te vas enterar tú y tu familia de quién soy yo M: Mira como tiemblo Karol: Te vas arrepentir Maca (soltó con desprecio completamente fuera de sí con) te juro que te vas a repetir hasta de haber nacido Macarena Wilson M: Si, sí... Si lo que tú digas Karol El fuerte sonido del teléfono al colgarle Karol retumbó en sus oídos lastimándola. Aun con el enfado a flor de piel contempló el moderno y costoso móvil que era de Karol durante algunos minutos, finalmente abrió la ventanilla de su coche y lo tiró a media calle entre el tránsito vehicular Alcatraces blancos 45 M: Al fin y al cabo es a mí a quien le costó y le cuesta Por tercera vez intento comunicarse con Jerónimo sin lograr éxito alguno desistió de su empeño encendió el carro lo puso en marcha y veinte minutos después de que Esther se le bajara del coche aparcó este frente a la casa de su suegra. Aun con el enfado reflejado en su rostro se bajó del auto y se fue directa a tocar insistentemente el timbre de la puerta de la casa de su suegra -: Ya voy (se escuchó la desesperación reflejada en la voz de la mujer del otro lado de la puerta) ¿Qué insistencia? ¡Dios mío! Tal parece que se murió alguien... (abrió la puerta a toda prisa y la cara de desilusión y disgusto que puso la mujer fue tal que hizo que Maca se sobresaltara) Aghhhhhh pero si eres tú (se puso las manos sobre la cintura en actitud retadora) ¿Cuándo no tenías que ser tú? M: Siento mucho desilusionara Encarna (la miró y la retó con ironía) pero el príncipe azul para su hija me cedió su lugar hace mucho tiempo En: Insolente M: Yo también la quiero mucho señora En: Mal educada E: ¿Quien es mama? (abrió los ojos sorprendida al descubrir a Maca) ¿Qué haces tú aquí? (le sonrió y miro el reloj levanto las cejas) ¿No deberías estar ya trabajando? M: Sí pero ya habíamos dicho que te dejaría el carro para que puedas moverte más fácil con los dos niños y llevaras a Osman a lo de la audición En: Uy que considerada (miró a Maca con una risita burlona y después de reojo a Esther) ¡Acepta hija! No siempre esta mujer es tan amable y condecente contigo E: ¡Mama por favor! Esther miró a su madre y con la mirada le pidió se retirara. Encarna movió la cabeza no muy convencida y finalmente se alejó hacia la estancia donde estaban los niños. Esther suspiró medio sonrió y se acercó hasta donde estaba su mujer E: No le hagas caso (le frotó el brazo con cariño) ya sabes como es M: Por que la conozco y es tu madre no le suelto unas cuantas (levantó las cejas tranquilizándose un poco al sentir el contacto de Esther) Anda ve por los niños para que me lleves al trabajo que se me está haciendo muy tarde E: Gracias Maca pero no va ser necesario que me dejes tu carro (le sonrió) llamaré un taxi. Así que no te preocupes cariño M: ¿Cómo? E: Mira mi madre cuidará de Pablo mientras yo llevo a Osman a la audición y de esa manera nos complicamos menos M: No Esther (levantó la ceja seria y le dijo entre dientes cuidando que Encarna no se enterara) Quedamos que te llevarías también a Pablo contigo E: Maca no empieces otra vez M: Esther... Cariño ya lo habíamos hablado E: Sí Maca ya sé que lo habíamos hablado (de manera conciliadora evitando al máximo llamar la atención de su madre la cual fingía estar jugando con los niños) Pero si ya estamos aquí con mi madre no le veo caso cargar con Pablo cuando ella lo puede cuidar muy bien de él. Además Pablo lo único que hará si me lo llevo conmigo es inquietarse y ponerse a llorar por el aburrimiento M: Me da igual Esther... ¡Te llevas a Pablo también! Así que ve por los niños Alcatraces blancos 46 En: ¡Corre hija! (explotó sin poder evitar fingir más tronándole los dedos a Esther se acercó hasta donde estaban ellas dejando a los niños en la estancia) apresúrate que no ves que tú vives exclusivamente solo para cumplir sus deseos y ordenes E: ¡Mama! M: Usted no se meta Encarna que esto no es su asunto En: Ese es el problema Maca... (la llamó por primera vez en el día por su nombre encarándola directamente a la vez que hacía a un lado a una en anonadada Esther) exactamente ese es el problema porque pensaba que no era mi asunto no me metía ni ponía límites... Pero has llegado al colmo de tu desfachatez M: Esther (ignorando olímpicamente el comentario de su suegra le ordeno) ¡Ve inmediatamente por los niños que se me hace más tarde! En: No Maca (la retó parándosele enfrente) Los niños no salen de aquí M: ¿Por qué usted lo dice? (evitando a su suegra se abrió paso hacia la estancia donde estaban los niños tomó a Pablo entre sus brazos y de paso cogió el bolso de Esther y se dirigió a ella) Osman corrió al baño ve por él y me alcanzan en el auto que ya voy tarde E: No Maca (la agarró del brazo para detenerla le quitó a Pablo de lo brazos junto con el bolso y las llaves del auto) No me vas a volver hacer esto nunca más M: ¡Pero! (boca abierta por la reacción de su mujer) En: ¡Así se habla hija! (parándose a un lado de Esther) ¡Ya era hora de abrieras los ojos y pusieras a esta pija en su lugar E: ¡Basta las dos! (bajó a Pablo de sus brazos y le habló con dulzura al niño) Pablito cariño ve al baño a buscar a tu hermanito Pablo ignorando lo que pasaba se fue corriendo divertido a buscar a su hermano. Esther se cruzó de brazos sin disimular su gran enfado miraba a una y después a la otra E: ¿Que se han creído las dos? Que pueden mangonearme como les da la gana cada vez que se les antoja (levantó el dedo indicándoles) Pues fíjense que no... Llevo doce años aguantando sus discusiones a la menor provocación solamente porque no se llevan bien y ni siquiera hacen un intento por disimularlo... pero esto fue el colmo (miró a su madre) Yo te quiero mucho madre y agradezco profundamente todo lo que hace por mí pero debe entender que Maca es mi mujer y que nosotras tenemos problemas como cualquier otra pareja en el mundo y la ropa sucia la lavamos en casa sin ayuda de nadie. Así que de hoy en adelante te voy agradecer mucho que aguardes tus comentarios respecto a Maca por favor (mirando fijamente a Maca sin perderle detalle alguno) Y en cuanto a ti Maca ni creas por algún momento que por el hecho de que te estoy dando tu lugar delante de mi madre vas a hacer y deshacer conmigo lo que te da la gana y mucho menos vas a darme ordenes imponiendo tu santa voluntad a placer... De hoy en adelante cuando quieras algo me lo vas a tener que pedir de favor si quieres que te haga caso M: ¡Ve por los niños! (entrecerró los ojos y dijo con rotunda claridad) ¡Por favor Esther! E: Claro Se giró y fue por sus hijos ante la atenta mirada de las dos mujeres las cuales se limitaron a ignorarse y no decirse nada mientras esperaban que Esther regresara con los niños. Una vez que Esther volvió con sus hijos se despidió de su madre Le pasó a Pablo a Maca para que le ayudara a cárgalo. Salió de la casa de su madre llevando a Osman de su mano. Seguida de cerca por Maca atravesó la calle para llegar hasta donde esta había dejado estacionado el auto. Con toda calma lo abrió y acomodó a Alcatraces blancos 47 sus hijos dentro del carro en sus respetivos asientos ante la atenta mirada de su mujer la cual la observaba disimulando paciencia su malestar por la tardanza excesiva de Esther. Finalmente cuando Esther terminó se acomodar a los niños Maca se le acercó M: ¿Me puedes dar las llaves por favor? E: Fíjate que no (la miró intensamente ante el asombro de esta) ¿No querías que usara tu auto? (subiéndose y tomando el lugar del piloto) Pues ya está (prendió el carro) Tú te vas en taxi que yo no tengo tiempo de llevarte a ningún lado porque ya voy tarde M: ¡Esther! Esther sin esperar más dio el arrancón dejándola parada casi a mitad de la calle sí que Maca pudiera del todo reaccionar ante eso Del otro lado de la calle Encarna que había estado observando toda la escena desde que salieron de su casa se recargó en el marco de su puerta sin poder creer lo que vio riendo a carcajadas. Maca al escucharla se giró sobre sus talones furibunda con la clara intención de ir a reclamarle a Encarna su proceder. Con los ojos que echaban chispa se dirigía con determinación hacia ella. Entre más se acercaba Encarna se reía con mayor fuerza cuando Maca estaba a punto de llegar hasta ella. Su suegra se metió a su casa y le cerró la puerta en las narices M: Joderrrrrrrrrrrrr Enfrascada en medio de un embotellamiento vehicular a duras penas a vuelta de rueda lograba avanzar unos cuantos metros. Con cierta impaciente miró la hora en el reloj del panel del carro. Las once treinta y cinco de seguir así lo más seguro es que no llegaría a tiempo a la audición que tenía programada Osman a las doce en punto E: Ayyyyyyyyy (se quejó con cansancio y pesadez) Solo a mí se me pudo haber ocurrido cortar camino y venirme por aquí. ¿Y ahora qué hago? Osman: Mami tengo sed (se quejaba el también) Quiero agua El calor empezaba hacerse áspero y sofócate y para colmo de sus males Pablo comenzaba a mostrar síntomas de inquietud y cansancio poniéndola de los nervios E: ¡Cuando no tenías que tener sed tú, Osman! (movió la cabeza resignada) Anda toma una botella de la mochila que tienes a un lado Osman: Ya no hay mami E: Toma tantito leche de Pablo Osman: Guacatelas mami... (asiendo gestos de asco) yo no quiero la leche de Pavis E: Entonces tómate el jugo de manzana que está ahí Osman: No mami... (aventó la mochila con enfado) Yo no quiero jugo E: ¡Osman! (fruncía el ceño mientras lo miraba por el espejo retrovisor) Levanta inmediatamente esa mochila Osman: No quiero E: No te lo voy a decir dos veces Osman: Sabes que no me gusta el jugo de manzana (gritaba mientras levantaba la mochila y empezaba hacer pucheros) ¡Y tengo sed! E: No vayas empezar a llorar (le advertía con las cejas levantadas) ¡Por favor! Alcatraces blancos 48 Osman: Mamiiiii (protesto con el rostro rojo por el berrinche) E: Dime Osman (entrecerró los ojos armándose de paciencia) Osman: Es que tengo mucho calor E: Lo sé cariño, lo sé (medio sonreía a la vez que intentaba prender el aire acondiciona pero esto no funcionó) ¡Carajo!... ¡lo que me faltaba! a buenas horas esta cosa se vino a descomponer Osman: ¡Mamiii! ... (a punto de soltar el llanto) ¡Tengo mucha sed! E: Ya lo sé Osman (lo volvió a mirar por el espejo retrovisor y le habló con dulzura para tranquilizarlo un poco) Enseguida te compro algo para que bebas ¿sí? Osman: Mamiiiiiiiiiiiiii (grito empezando a llorar y haciendo a la vez llorar también a Pablo) ¡tengo sed! E: Osman ya te oí (suspiró con fuerza intentado conservar la calma) Y ya te dije que enseguida te compro algo así que por favor deja de llorar ¿Quieres? Pablo: Ero abaaaaaa abaaaaaaaaa E: Bueno no hay a cuál de los dos irle... (les habló con dureza y enfadó en la voz) Son iguales de tercos y latosos que su madre Los dos niños lejos de calmarse al escucharla soltaron con más fuerza el llanto. Esther volteaba desesperada en todas direcciones buscando un lugar para estacionarse E: Ya decía yo que a mí en nada se parecen... (refutaba con malestar entre dientes solo para ella) ¡Claro cómo se van aparecer a mí!... Si los dos salieron de los óvulos de Maca. Yo solo los encube (abrió los ojos sorprendida ante sus propias reflexiones y sin más empezó a reírse logrando con eso tranquilizarse un poco. Miró a sus dos hijos con mucha ternura y amor) Eso si canijos (manifestó en voz alta) A mí me dolieron y sobre todo tu Pablo por cabezón El sonido del claxon de un carro le hizo volver de sus reflexiones haciéndola ver que el tráfico empezaba a ser más fluido. Pasando por alto el llanto de sus dos hijos avanzó lo más rápido que le fue posible entre los carros hasta que nuevamente el embotellamiento la atrapó a dos cuadras de llegar a su destino. De reojo miró la hora las doce menos diez... Con decisión y sin perder más tiempo estacionó rápidamente el auto dos metros más adelante aprovechando la oportunidad que otro auto dejó su aparcamiento para internarse en el pesado tráfico vehicular. Esther suspiró se bajó del auto con una mochila colgada en la espalda, con Pablo llorando a grito abierto entre sus brazos y con Osman al pie de ella agarradora del pantalón Osman: Mami tengo sed (le volvió a insistir con los ojos llorosos) por favor cómprame agua E: Sí mi amor (le acarició el pequeño rostro con amor a la vez que le secaba las lágrimas y le hablaba con dulzura) Ahorita que lleguemos a las oficinas te la voy a comprar. Pero ya no llores Osman: No Mami (suspiró sollozando y se abrazó a la pierna de ella) Ya no estás enojada conmigo E: No mi vida yo no estoy enojada contigo (le acariciaba con ternura el pelo de la cabecita) pero tenemos que darnos prisa que llegamos tarde a tu audición. Y tú no quieres eso ¿verdad? Osman: No (sonrió de oreja a oreja ilusionado) ¡Voy a ser el mejor! ¿Verdad mami? E: Sí mi amor (le sonrió) Vas hacer el mejor Alcatraces blancos 49 Sin hacer mucho caso del llanto del Pablo. Tomó a Osman de la mano y se echaron andar lo más rápido que podían las dos cuadras que les faltaban para llegar. Nada más llegar al recinto miró su reloj las doce y cinco a toda prisa subieron los tres escalones que los separaban de la puerta principal la cual se abrió automáticamente y entraron corriendo hasta la recepción de las lujosas oficinas E: Señorita, señorita (respiraba con dificultad por el esfuerzo de la carrera a la vez que llamaba la atención de la recepcionista y buscaba algo en su bolso) Me podría indicar por favor como llegar a el estudio donde se llevara a cabo la audiciones. Mi hijo tiene una cita a las doce y... Joder (masculló entre dientes) se me olvido el pase La chica la recorrió de arriba abajo con la mirada a la vez que le sonreía de manera divertida cosa que incomodo e irritó un poco a Esther poniéndola a la defensiva E: ¿Qué pasa? (la miró con cara de pocos amigos) me va a decir cómo llegar o prefiere que investigue por otro lado -: Lo siento mucho (tragó saliva y murmuro apenada bajando ligeramente la cabeza) Su pase por favor E: Me acaba de escuchar decir hace un momento que lo olvide -: Lo que pase señora es que llega usted tarde y los lugares ya fueron asignados además que la audición está al empezar y si no trae consigo su pase me temo mucho que no puedo hacer nada por ayudarla E: Pero debe haber una lista con los participante ¿No? -: Efectivamente así es E: Porque no la revisa, ahí debe aparecer el nombre de mi hijo -: ¿Cómo se llama su hijo? E: Osman Wilson García -: No (la miró con seriedad) lo siento mucho pero no lo tengo registrado E: Eso no puede ser posible señorita. Si hace menos de dos horas me llamaron de aquí para confirmar la participación del niño -: Lo siento pero si no aparece en esta lista menos puede usted pasar E: ¡Caray! ¡Es que esto no me lo esperaba! -: Al menos que el pase de la señorita sea de color morado Carmen La voz llegó de atrás de su espalda de manera sensual, armoniosa fuerte y clara Esther sintió una ligera perturbación al sentir creer reconocerla y en ese mismo momento el cuerpo se le paralizo unos instantes y un pequeño escalofrió le empezó a recorrer lentamente la espalda dejándole la piel chinita. Con el corazón palpitante se giró para encontrase de frente con la dueña de la sensual voz y de los ojos azules más bellos y perturbadores que ella jamás haya visto -: Hola (le sonreía a la vez que le levantó la cejas en actitud segura y dominante) El otro día no me dio tiempo de presentarme (le extendió la mano cordialmente) Soy Silvia Ortiz y tal parece que estoy predestinada a rescatarla de las cajeras y las recepcionistas E: Ahhhh (sin poder disimular su sorpresa) Ho... hola (tartamudeó sin poder esconder un ligero rubor en su rostro) Eso parece... (se le escapó una ligera sonrisa que hizo que Silvia se perturbara) Soy Esther García Silvia: Mucho gusto Esther Alcatraces blancos 50 Al estrecharse las manos ambas sintieron como una fuerte corriente invisible las dejaba paralizaba sin poder respirar. Esther abrió los ojos sintiéndose confundida y quiso decir algo pero no logró articular palabra alguna. Con evidente disimulo le soltó la mano y se retiró un poco. Por su parte Silvia no dejaba de sonreírle a la vez que buscaba encontrarse de lleno con su mirada Silvia: ¡Esta es la segunda vez que nos pasa algo similar! Y no sabemos muy bien cómo reaccionar Esther le esquivó la mirada sacó aire, se acomodó a Pablo en su cintura para disimular un poco su nerviosismo. Después le sonrió con cierto aire de inocencia y timidez a la vez que decía cambiándole drásticamente la conversación E: ¡Silvia Ortiz! (levantó las cejas) ¡La dueña de la agencia Dreams! Silvia le sonrió ampliamente y la miró a la expectativa a le vez que sentía como una descarga eléctrica le zarandeaba el cuerpo con tan solo mirarla Silvia: Podríamos dejarlo solo en una fiel colaboradora de la empresa (le guiñó coquetamente el ojo) porque eso de que me llamen la dueña impone y no es mi intención (mirando de reojo a la recepcionista) Y bien Carmen ¿Qué tenemos aquí? Carmen: La señora trae a su hijo a la audición pero llegó tarde, además que no trae su pase y el niño no aparece en la lista de los participantes Osman: Mami tengo sed Silvia: No te preocupes Carmen ya me encargo yo (le sonrió amablemente a la recepcionista) El niño García no figura en la lista de participante porque él es uno de los cinco niños elegidos directamente a la final por recomendación expresa de los agentes. Así que mientras se hacen las demás selecciones encárgate de darle agua y llévalo con sus otros cuatro compañeros para que se vaya integrando (miró a Esther de reojo) y de paso avisa a la producción que el niño Osman García está listo para participar E: Muchas gracias (sonrió alegre) No sé como agradecértelo Silvia: Aceptándome una invitación para salir a cenar E: ¿Perdón? (dejó de sonreír por la impresión y la miró de arriba abajo incrédula) ¿Escuché bien? Silvia: Sí... (suspiró sin dejar de mirarla directamente a los ojos) Esther ¿Aceptas salir a cenar conmigo? E: Lo siento pero no puedo aceptar tu invitación Silvia: Pero... (abrió los ojos sorprendida) ¿Por qué no? E: Porque no está bien (negó moviendo ligeramente la cabeza) y además apenas te conozco Silvia: Por eso mismo Esther acepta cenar conmigo... (le sonrió segura) Así me iras conociendo más E: Lo siento pero no puedo Silvia: ¿Tú crees en el destino? E: La verdad (entrecerró los ojos) No Silvia: Pues yo sí creo (sus ojos se le iluminaron) Mira... (se mordió el labio y dio una pequeña pauta) Dirás que estoy loca y no lo voy a refutar pero desde que te vi entrar por primera vez en la gasolinera supe que nos volveríamos encontrar, que estamos predestinadas y que tú y yo podríamos llegar a ten... E: Voy con mi hijo (la corto de improvisto) y muchas gracias por todo Alcatraces blancos 51 Silvia: Esther (la detuvo suavemente del un brazo) por favor... Solo será una pequeña cena informal para celebrar que nuestros destinos se volvieron a cruzar por casualidad (le sonrió con la ilusión reflejada en su mirada) Y no tiene por qué ser precisamente hoy E: Silvia... (entrecerró los ojos) ¡Estoy casada y amo a mi mujer! (levantó las cejas) Tengo doce años casada con la mujer que me viste ayer en la gasolinera y (sacó aire) lo siento mucho pero no puedo aceptar salir a cenar contigo hoy, ni mañana ni algún otro día Silvia: ¿Eres feliz? E: ¿Perdón? Silvia: Contéstame Esther... ¿Eres feliz? E: ¿A qué viene esta pregunta? Silvia: Solo contéstamela... ¿Eres feliz? E: Sí (suspiró levemente y entrecerró los ojos) Sí lo soy Silvia: Bien (sonrió levemente disimulando su tristeza) me alegra saberlo E: Gracia Silvia Silvia: Sin embargo quiero que sepas que de cualquier manera que la invitación sigue en pie para cuando tú quieras aceptarla (la miró fijamente haciendo que Esther se estremeciera) Voy a ser muy franca contigo Esther... Nunca me había pasado esto por nadie pero desde ayer que te vi... No he podido dejar de pensar en ti E: Silvia yo... Silvia: Tranquila no pasa nada (la cortó a la vez que le palmeaba ligeramente el hombro) Sé esperar E: Será mejor que me vaya a ver (buscó a Osman con la mirada) como está mi hijo Silvia: El está bien (le medio sonrió) Por que mejor no me acompañas a ver de cerca la audición para las eliminatorias (se mordió el labio) Yo también llegué tarde (levantó los hombros) con tantas obras en las calles de Madrid el tráfico esta insoportable y es un verdadero milagro llegar a tiempo a cualquier lado. ¿Qué dices? ¿Me acompañas? E: Pero tengo que estar con Osman y atender a la vez a Pablo Silvia: No hay problema lo harás todo desde la primera fila. ¿Qué te parece? E: ¿Y si mi Pablo empieza a llorar? Silvia: ¡Entonces le tendríamos que empezar a conseguir un comercial de comida para bebe! E: No te rindes. ¿Verdad? Silvia: Nunca (le guiño el ojo) Nunca lo olvides Dos horas después Osman caminaba con soltura sobre la tarima de la pasarela proyectando una sonrisa y gracia natural destacando de inmediato entre todos sus demás compañeritos adueñándose del lugar y llamando la atención principal de Octavio Montes el mayor organizador del evento y dueño de la prestigiada y reconocida marca de ropa infantil “Ilusión” Octavio: Julio ¿quién es ese niño? Julio: ¿A cuál te refieres? Octavio: Al que tiene el número veinte Julio: Déjame ver (tomó la lista y miró los datos de los finalistas) Es Osman García y está por cumplir los cinco años Octavio: Perfecto (sonrió levantándose de su lugar) ya encontramos lo que buscábamos Julio: Pero aun faltan las pruebas de fotografía Octavio: Que se las hagan ya. ¿Qué agencia lo representa? Julio: Ninguna Alcatraces blancos 52 Octavio: ¿Cómo? Julio: Hasta donde sé es agente libre y vine con la madre Octavio: ¿Y qué esperas para ir hablar con ella? Julio: Pues tú dirás... (señaló discretamente a Esther la cual miraba con ilusión y emoción a su hijo sentada en primera fila a un lado de Silvia) Lo más seguro es que ya esté tratando con Silva Octavio: Entonces ponte en contacto con Silvia a ver si por medio de ella logramos contratarlo Silvia observaba atentamente cada uno de los movimientos de Osman y de vez en cuando miraba de reojo a Esther y no podía dejar de sentirse emocionada al verla tan sonríete e ilusionada con su hijo Silvia: Tu hijo es muy bueno en esto Esther. Tiene soltura, clase elegancia y presencia escénica que muchos no logran ni con los pasos del los años. Creo que tiene bastantes posibilidades de ser elegido por una buena empresa E: ¿Tú lo crees? Silvia: Sin duda (la miró fijamente) ¿Has pensado en buscarle un representante? E: De hecho no Silvia: ¿Y eso? (su teléfono móvil empezó a sonarle con insistencia) Permíteme un momento por favor Silvia: Sí diga -: Hola Silvia soy Julio Montes Silvia: Ah... Hola Julio ¿Cómo estás? Julio: No también acompañado como tú (disimulo una risita burlona) pero se hace lo que se puede Silvia: Jummm Julio: Silvia te llame por qué Octavio está interesado en el hijo de tu (recalcó insinuando algo) acompañante y quiere saber si por medio tuyo podemos llegar a un acuerdo Silvia: No lo creo Julio (movió la cabeza) el niño no pertenece a mi agencia... Es independiente y si Octavio le interesa contratarlo tendrá que tratar directamente con la madre Julio: Hay muchos beneficios de por medio Silvia... Y al parecer todo indica que tú te entiendes muy bien con la madre ¿No? Silvia: ¡No! (le contestó con enfado y vio disimuladamente a Esther) y aunque así fuera eso no te incumbe a ti y a nadie ¿Me entiendes? Y te repito si Octavio está interesado en contratar los servicios de Osman García tendrá que entenderse directamente con la madre Julio: Siento mucho haberte incomodado Silvia Silvia: Pues más lo siento yo Silvia colgó con malestar su móvil y Esther que había escuchado gran parte de la conversación la miraba de manera interrogativa E: Disculpa mi atrevimiento pero alcance escuchar que mencionaste a mi hijo Silvia: Sí... así es Esther... (la miró y suspiró) Era el hermano y representante de Octavio Montes el dueño de Ilusión y el cual parece ser estar muy interesado en contratar los servicios de tu hijo E: ¡El dueño de Ilusión! Alcatraces blancos 53 Silvia: ¡Sí Esther! (sonrió contenta) El dueño de Ilusión ni más ni menos E: ¡No lo pudo creer! Silvia: Pues créelo porque es verdad... Lo único malo de esto es que pensaron que atreves de mi persona podrían llegar a tener un acuerdo contigo E: Normal (levantó os hombros) Siendo quien eres y viéndome junto a ti. Es normal que piensen que tu agencia es la que representa a mi hijo Silvia: Cierto... Pero tranquila que ya les dejé en claro que yo no soy la representante de Osman y en caso de que quieran contrátalo tendrán que tratar contigo E: No creo que eso sea lo más conveniente... (la miró con seriedad) Mira yo no tengo nada de experiencia en este tipo de negociaciones y mi hijo necesita de alguien que lo represente bien y comprenda sus necesidades. Y quien mejor que tu agencia para hacerlo Silvia: ¿No quieres consultarlo primero con tu esposa? E: No Silvia... (hizo una pequeña pausa) Maca de seguro me dirá que no y yo no pienso dejar pasar esta oportunidad para Osman Silvia: ¿Estás segura? E: ¡Desde luego! Silvia: Pues muchas gracias Esther por confiar en Dreams y poner a Osman en nuestras manos (la ilusión que le dio por la posibilidad de poder seguir tratándola hizo que los ojos se le iluminaran y el brillaran con intensidad)¡No te voy a defraudar! y de antemano te digo que será un verdadero placer trabajar para ti Tras el berrinche que hizo después de que su suegra le cerrara la puerta en las narices tomó un taxi para que la llevara a la oficina. El recorrido lo hizo en más tiempo de lo normal debido al pesado tráfico vehicular por las diversas obras que se realizaban en diferentes puntos de la ciudad. Lo que hizo que aumentara su malestar y enfado Con un agudo y fuerte dolor de cabeza salió del elevador y caminó por el pasillo sin voltear a ver ni saludar a nadie e inclusive ignoró a su secretearía cuando esta al verla se levantó rápidamente e hizo el intento de decirle algo M: Después Lore (negaba con un ligero movimiento de cabeza) Ahora solo consígueme un par de aspirinas por favor... (se llevó las manos a la cien para sobarse) ¡Siento que en cualquier momento me va estallar la cabeza! Su secretaria asistió con un movimiento de cabeza, Maca sin decirle más se dirigió a su oficina al entrar casi se le salen los ojos de la impresión al descubrir a Karol del otro lado de su escritorio hurgando entre sus cajones M: ¿Qué haces tú aquí? (les habló con marcada rudeza e ira en su voz a la vez que avanzaba con demasiada agilidad hacia ella) ¿Quién te dejó entrar? ¿Y que estás buscando entre mis cosas? Karol: Vine a... a... a buscarte M: ¿Para qué? Karol dio un brinco hacia atrás debido al susto de ser descubierta inmediatamente el rostro se le desfiguró y se le torno pálido. Sobresaltada soltó de entre sus manos varios folders de colores que cayeron sobre el escrito desparramando algunos documentos. Alcatraces blancos 54 Maca rápidamente tomó los documentos los revisó y su rostro se trasformó al comprender de lo que se trataba M: Lorena (su secretaria al escuchar el grito furioso de Maca entró rápidamente a la oficina toda nerviosa) ¿Por qué la dejaste entrar? Lorena: Yo... (sacó aire para ordenar sus ideas) Eso era lo que le quise decir hace un momento en cuanto llegó pero usted no me lo permitió... Lo siento mucho señora (veía a Maca con la pena reflejada en sus ojos) pero por más que le dije a la señorita que no podía pasar a esperarla aquí. Ella se metió y yo no pude hacer nada más por detenerla M: No te preocupes Lorena... (entrecerró los ojos y vio furiosa a Karol) No pasa nada... De hecho la señorita ya se va Karol hizo una evidente mueca de disgusto y con altanería y arrogancia se sentó sobre el escritorio de Maca retándola con la mirada. Lorena al comprobar la evidente negativa de Karol por marcharse se dirigió a Maca con seriedad Lorena: ¿Quiere que llame a los de seguridad? M: No Lorena no será necesario... (le sostuvo la mirada a Karol) y déjanos solas por favor y asegúrate que nadie nos moleste (esperó pacientemente que la mujer saliera de la oficina para pararse justo en frente de Karol y mostrarle los documentos en la cara) ¿Para que querías tu esto? Karol:.. M: ¡Te estoy hablando! (la tomó con fuerza del antebrazo jalándola haciendo que bajara del escritorio) ¡Contéstame! ¿Qué pretendes con esto? Karol: Nada M: ¡Nada! (la miró con la furia reflejada en sus ojos y la sacudir con rudeza) ¿Y yo te lo voy a creer? Karol: Suéltame Maca que me estás lastimando M: Noooooo (levantó la voz sin soltarla y sin dejar de manifestar su enfado) hasta que me contestes ¿Qué querías con esta documentación? Karol: Comprobar si es verdad lo que me acaba de decir tú hermano hace apenas algunos minutos (soltándosele del brazo con brusquedad) ¡Que ya tienen a la modelo para su campaña de vinos! M: ¡Jerónimo! Karol: Sí Jerónimo (cruzándose de brazos) ¿Cuál más? M: ¡Jero! (la miro extrañada) ¿Está aquí? Karol: Sí está aquí M: ¡Como sea Karol! (la volvió a tomar de antebrazo) ¡Eso no te da el derecho a entrar a mi oficina como Pedro por su casa y mucho menos hurgar entre mis cosas! Karol: Tuve que hacerlo (soltándose nuevamente y sobándose el brazo) ya que tú no tienes la gentileza de dejarme nada en claro M: Bien (hizo comillas con los dedos y le recalcó) Pues si ya otro tuvo la gentileza de aclarártelo... ¡Ahora te puedes marchar! Karol: No Maca (la miró con decisión) No te será tan fácil librarte de mí... Tú me prometiste que yo sería la modelo de esa campaña y ahora me vas a cumplir M: Yo nunca te he prometido nada de nada Karol Karol: Que fácil para ti olvidarte de todo cuando no te conviene ¿No? ... No hace ni cinco días gemías bajo mis sabanas y me asegurabas que era la modelo ideal para la campaña... ¿Qué fue lo que cambio? M: ¡Será mejor que te vayas Karol! Alcatraces blancos 55 Karol: ¡No Maca! (la barbilla le empezó a temblar) Tú y yo tenemos una relac... M: Nada (la cortó abruptamente levantando nuevamente la voz) no tenemos nada Karol... Pensé que te había quedado claro esta mañana cuando hablamos por teléfono Karol: No me puedes dejar así Maca (se le abrazó sorpresivamente y empezó a llorar en su cuello) Yo te amo M: No Karol (se apartó de ella) tú no me amas... Tú lo único que amas es lo que te puedo dar (la miró de arriba abajo) Mira Karol no nos compliquemos la existencia y dejemos las cosas como están. Quédate con las joyas, con el departamento, los muebles con todo lo que está ahí adentro... Es más hasta te voy a pagar el carro pero no me molestes más y olvídate de que existo Karol: ¡Maca! M: No Karol Karol: ¡Y la campaña! (se limpió con coraje las lágrimas) ¿qué va a pasar con eso? M: Olvídate de ella Karol: ¿Así de fácil? M: ¡Karol! Karol: ¡Necesito trabajar Maca! (le gritó desesperada) ¿De crees que voy a vivir? M: Te aseguro que no te faltará trabajo (levantó los hombros) ¡Ya te las arreglarás! Karol: ¿Y mientras tanto qué? ¡Eh! M: Karol... Karol (movió la cabeza y saco aire) Te voy a pasar una mensualidad en lo que te acomodas ¿Te parece? Karol: No Maca (la miró con el ceño fruncido) ¡No me parece! M: ¡Pues lo siento mucho Karol!... Pero es lo que hay (dirigiéndose a la puerta) No puedo hacer más por ti. Ahora vete inmediatamente (abrió la puerta) antes de que me obligues a llamar a los de la seguridad Karol: ¡No serías capaz! M: ¿Quieres verlo? (levantó las cejas y llamó con firmeza su secretaria) Lorena Karol: No es necesario. ¡Ya me voy! (con coraje tomó su bolso furiosa pasó por un lado de Maca dándole un fuerte pisotón) Te vas acordar de mí... ¡Lo juro! M: Ayyyyyyyy (hizo un gesto de dolor y corrió a sentarse para sobarse el pie) Brutaaaaa Karol sin mirar hacia atrás literalmente arrolló en su camino a Lorena la cual al escuchar a Maca llamarla se fue a toda prisa en su busca. Antes de llegar al ascensor se topó de frente con Jerónimo y Alejandro Torres los cuales al verla tan alterada se miraron entre sí Karol ignorándolos pasó con rudeza por en medio de los dos. Subió al ascensor ellos se giraron sorprendidos a verla y Karol les levantó el dedo desatando la inmediata carcajada de ambos Jero: Jajaja ¿Viste lo que yo vi? jajaja Alex: Jajaja Mucho me temo que sí... ¿Qué mosca le habrá picado? Jero: ¡Mosca no lo creo! (seguía riendo divertido mientras señalaba hacia la oficina de su hermana) Moscón que digo Moscón... más bien diría culebrón Alex: Ay Jero Dentro del ascensor libre y sola de todas las miradas Karol se levantó la blusa sacó un folder con documentación y una pequeña cámara digital de video que tenía escondida Alcatraces blancos 56 atrás de su espalda. Abrió la carpeta revisó los documentos miró la cámara levantó las cejas y una sonrisa malévola se instaló en sus labios Karol: De mi nadie se burla y menos una vieja estúpida como tú. ¿Qué te pensabas Maca?... ¡Qué me usarías y me botarías sin problema alguno como lo has hecho con las otras!... ¡Qué equivocada estás!... (apretó la cámara con fuerza sobre su pecho a la vez que se repetía con contundencia) Que equivocada estás Maca si pensabas que me iba a marchar con las manos vacías por ti... (suspiró con fuerza y rabia) Tú así lo has querido... (guardó el folder y la cámara rápidamente en su bolso antes de que el ascensor se abriera) No dirás que no te lo advertí. Mi hermano sabrá muy bien cómo usar esto mientras tú Macarena Wilson (respiró aire profundamente y con marcado desprecio escupió despechada las palabras) ¡Acabas de firmar tu sentencia de muerte! En la oficina de Maca. Lorena le revisaba con cuidado el pie el cual ya se mostraba hinchado y el dedo gordo, el largo y el de en medio se le empezaban aponer morados y le palpitaban dolorosamente M: Joder es una bruta Lorena: ¿Quieres que le llame al médico de la compañía o prefiere que le avise a su esposa para que venga por usted y la lleve ella? M: Ninguna de las dos cosas Lorena Lorena: No creo que pueda trabajar mucho tiempo en esa condiciones (le levantó las cejas) La uña del dedo gordo casi está desprendida. ¡De verdad la pisó con ganas de lastimarla y que la recordara mucho por algún tiempo! M: Joder Lorena (empezó a reírse a pesar de su dolor) No me da muchos ánimos que digamos Lorena: Los siento (empezó a ponerse colorada) Pero esto no se ve bien y creo que necesita que alguien la atienda M: Lo sé Lore (suspiró haciendo gestos de dolor) Pero no quiero que nadie se entere de esto (levantó las cejas y con una mirada de suplica) Lo entiende ¿verdad? Lorena: Lo entiendo perfectamente señora y no preocupe (entrecerró los ojos) ¡Como siempre!... Yo no vi, ni oí absolutamente nada... M: Muchas gracias Lorena (le palmeó con suavidad el hombro) Sé que puedo confiar en usted Lorena: ¿Quiere que la acompañe algún lugar donde la puedan atender del pie? M: No Lore (disimulando su dolor) Se lo agradezco pero no es necesario... Ya verá que enseguida se me pasa. Solo consígame algo más fuerte que unas aspirinas por favor Lorena: Por supuesto (se levantó para ir por su encargo) enseguida regreso M: ¡Lore! (la llamó deteniéndola y la mujer se giro a verla) Si Jerónimo pregunta por mi dígale que no he llegado Jero: Demasiado tarde Macarena (entró a su oficina seguido de Alejandro y al verle el pie) ¿Qué te pasó? M: Nada que te interese (vio a su secretaria y se dirigió a ella) Puede retirarse Lorena. ¡Y que nadie nos moleste! La mujer asistió con la cabeza y se retiró cerrando la puerta tras ella. Maca aspiró aire y apoyó el pie en el suelo haciendo una enorme mueca de dolor Alcatraces blancos 57 Alex: Uyyyyy eso a de doler mucho (vio a Jerónimo de reojo) Y mucho me temo que algo tiene que ver una modelo que acabamos de ver marcharse muy enojada de aquí por el ascensor M: Mientras no te duela a ti Alejandro (lo miró con el semblante endurecido) haz el favor de mantenerte al margen y dejar tus estúpidas conclusiones en otro lado Alex: Uy perdón Jero: ¡Estamos de malas! M: Sí Jerónimo (se levantándose de su lugar con furia ignorando su dolor) ¿Tú de que vas? Jero: ¿A qué te refieres? M: Lo sabes perfectamente (masculló entre dientes y su rostro cada vez se le ponía más tenso y rojo por los efectos de la ira que sentía) ¿Tú qué te has creído para llamar y meterte en mi casa cuando yo no estoy y proponerle estupideces y media (enfatizó con rudeza) a mi mujer? Jero: Ahhh veo que ya lo sabes (levantó los hombros con toda calma y caminó hasta el escritorio de Maca donde se recargó cómodamente) En primer lugar déjame dejarte en claro Maca que yo no me meto, ni llamo a ningún lugar a escondidas de nadie. En segundo lugar el proponerle a Esther que sea la modelo para mi campaña publicitaria (recalcó sin lugar a dudas) No es ninguna estupidez (dejó su cómodo lugar para acercarse lentamente hasta donde estaba su hermana sin dejar de mirarla directamente a los ojos) Al contrario pienso que es una magnífica oportunidad para que Esther retorne al mundo productivo M: Me tiene sin cuidado lo que tú pienses Jerónimo (bufó y apretó las mandíbulas) y de una vez te digo que Esther no necesita de tu magnífica oportunidad para retornar a nada... (abrió los ojos a la vez que contenía la respiración) Así que hazme el gran favor de déjala en paz y no te metas en nuestra vida (recalcó enérgicamente) que nadie te llamó solicitando tu ayuda... Y a ver cómo le vas haciendo para disculparte y retirarle tu (hizo comillas con los dedos) magnífica oferta a Esther que aparte de que no la necesita, no la va aceptar. ¿Está claro? Jero: Maca, Maca no cambias ni siquiera un poco y mucho menos te permites la oportunidad de ver a tu alrededor y darte cuenta que no tienes las facultades de manejar y dar órdenes a tu antojo a todo el mundo para que se haga lo que tu dispones y quieres... Que tristeza me das hermana y que pena informarte que no voy a retirarle mi oferta a Esther (entrecerró los ojos con toda calma movió la cabeza y el acentúo) No lo voy hacer y para tu información Esther ya aceptó M: ¿Qué me estás diciendo? (el rostro de le desencajó y se le tornó blanco sin pensarlo se abalanzó un poco hacia él y se tuvo que detener por el fuerte y agudo dolor que sintió en su piel) Ayyyy... Joder Jero: Tranquila Maca (le dijo con toda serenidad tomándola de un brazo) que tal parece que te va dar un infarto M: Suéltame Jero: Mira Maca (soltándola con cuidado) Hace más de un par de horas que Esther se comunicó conmigo para informarme que aceptaba mi oferta (sonrió gustoso ante el estupor y rabia de su hermana) De hecho al confirmármelo me vine directamente a la oficina para preparar el contrato para que lo firme mañana y poder empezar lo más pronto posible lo de la campaña que ya tenemos dos semanas de retraso M: Ni lo pienses (empezó a respiraba con dificultad por el enfado y se cruzó de brazos) ¡Esther no va a firmar nada! Jero: Lo siento Maca pero Esther va a firmar el contrato así te opongas tú (la miró con cierta pena) Esther está decidida y me aseguró plenamente que lo va hacer Alcatraces blancos 58 M: Te he soportado muchas cosas por la amistad que tienes desde la juventud con Esther (sus ojos de le abrían al máximo) Pero esto no lo voy a tolerar ni a ti, ni a ella. (aspiró aire con fuerza liberándolo de inmediato) Te lo voy a repetir una vez más para que te quede muy claro Jerónimo... Deja en paz a mi mujer, deja de meterle ideas en la cabeza y deja de meterte en mi matrimonio y en nuestras vidas... ¡Busca otra modelo para tu campaña publicitaria! Tienes muchas opciones para escoger y modelos son lo que sobran en el mundo Jero: ¿Cómo tu amante Karol Toscani? Jerónimo le soltó con toda calma a la vez que buscaba encontrarse con su mirada. Maca desconcertada dio un paso hacia atrás y su rostro se empalidecía súbitamente a la vez que abría y cerraba la boca perturbada Jero: ¿Pensabas que nunca me enteraría? (la miró con rudeza a la vez que elevó la voz sin poder contener más su rabia) Pues ya ves que no es así Macarena... Lo sé y no lo comprendo (el semblante de su rostro se torno áspero y duro) Por Dios que no lo comprendo... (mascullaba entre dientes con dureza las palabras) Esther es una excelente mujer en toda la extensión de la palabra y tú no tiene disculpa alguna de hacerle lo que le estás haciendo M: ¡Tú que sabes! Jero: ¿Qué yo no sé qué? (abrió los ojos desmedradamente sin podérselo creer) ¡Eres increíblemente cínica! M: Mira Jero tú no eres nadie para venir a reclamarme absolutamente nada y mucho menos tienes el derecho de venir a meterte en mi vida Jero: ¡Esther es mi amiga! Y me duele mucho ver como la estas engañando M: No Jerónimo a ti lo que te duele ver es que Esther es mi mujer y no la tuya. (Jerónimo abrió y cerró la boca atónito) ¡Siempre has estado enamorado de ella! Buscas cualquier pretexto para acercártele y estar a su lado aprovechando mis ausencias. ¿A poco pensabas que no me había dado cuenta? (súbitamente a Jerónimo el rostro de se le empezó a poner colorado del coraje) Pudiste engañar mucho tiempo a Hugo... Pero no a mí Jero: ¡Estás loca Maca!... Completamente loca y por mi puede pensar lo que te venga en gana. De cualquier manera no vas a ganar nada. Yo sé que eres capaz de hacer y decir cualquier cosa con tal de lograr que Esther no sea la modelo para mi campaña... Pero esta vez estás muy equivocada Maca y sin embargo si te voy a dejar bien claro que no quiero a ninguna de tus amantes en ninguna de mis campañas publicitarias (la miró fijamente sin inmutarse) Si en mis manos está evitarle un dolor y una vergüenza mayor a Esther cuando se entere ten por seguro que lo voy hacer (le pidió la carpeta que Alejandro traía en una de su mano y se la extendió con firmeza y seguridad a Maca) Este es el contrato para Esther, asegúrate que lo firme M: Estás pendejo (aventó el folder sobre su escritorio) Si piensas por algún momento que yo voy hacer eso Jero: Como tú quieras Macarena (levantó los hombros mostrando despreocupación) así como sobran modelos en el mundo también sobran agencias de publicidad que quieran manejar mis cuentas M: No me asustas Jero (respiró agitadamente) y antes prefiero mil veces irme primero a la ruina que permitir que a Esther le meta mano medio mundo cuando ande por ahí exhibiéndose enseñándoles el culo para lograr la mejor pose o la mejor toma Alex: ¡Maca! M: Tú no te metas en esto Alejandro esto es solo entre Jerónimo y yo Alcatraces blancos 59 Jero: Déjala Alejandro que siga diciendo y tragando mierda... (movió la cabeza incrédulo y decepcionado de escucharla) ¡Que mal estás Macarena! (sacó aire con fuerza) El León cree que todos son de su condición. Necesitas urgentemente ayuda. ¡Estás enferma Maca! M: Sí... Lo que tú digas (burlándose de él) Pero Esther no va a aceptar ni firmar ningún contrato Jero: Bien (entrecerró los ojos y le sentenció sin dejarle lugar a dudas) ¡No me interesa ninguna de tus modelos!... Si no consigues a Esther me llevo mis cuentas y todo mi capital de esta empresa a otra agencia publicitaria que esté interesada en invertir y entienda de negocios, que no sean estúpidos y desde luego no tenga reparo alguno en dar con Esther y contratarla para complacer a su client. (volteó a ver a Alejandro el cual solo movía la cabeza desesperado) Tengo entendido que la agencia “Syrenas” a raíz de la muerte de Octavio Ortiz cambio su nombre a Dreams y su hija Silvia Ortiz tomó las riendas de la misma cambiándole la imagen y el concepto dándole con esto mayor proyección y prestigio y además de dedicarse exclusivamente al modelaje profesional ahora próximamente ofrecerá también servicios publicitarios. ¿Es cierto eso Alejandro? Alex: Sí Jerónimo es muy cierto la agencia Dreams entró pisando fuerte en España y está arrasando en el mundo del modelaje (bajó la mirada para no ver directamente a los ojos a Maca) De hecho el viernes pasado concreté una cita con Silvia para contratar directamente de su agencia a la próxima modelo de la campaña de los lentes de sol Cardiel Jero: ¡Cardiel! (sonrió levemente complacido) ¿Estás hablando de Alfonso Ruiz Cardiel?... ¡El de la Champagne Cardiel y con el cual tengo tratos comerciales en Francia! Alex: Así es Jero (levantó la cejas observando las caras que Maca le ponía de disgusto) El mismo Jero: Bien gracias Alex (le palmeó ligeramente el hombro complacido y se giró a ver a su hermana con cierta ironía) ¿Entonces qué Maca?... ¡Te encargas porque te encargas de que Esther firme el contrato! M: Vete a la mierda Jerónimo Wilson (lo miró con el ceño fruncido y lo retó con firmeza) No te necesito... Mi empresa no necesita de ti, ni de Cardiel para nada. Tengo mucho más cuentas que representar (lo señaló con el dedo) y te advierto de una buena vez que haré valer mis derechos en todas nuestras empresas Jero: Lo que tú digas Maca (le contestó devolviéndole su anterior burla) Pero ya lo sabes... (levantó las cejas sonriéndole) La quiero a ella M: Ya sé que la quieres a ella (su mirada le brillo profundamente por la furiosa y le dijo casi escupiéndole la cara) Si no soy estúpida... Siempre la has deseado (le repitió nuevamente) ¡Siempre has estado enamorada de ella! Y esta es la manera más baja que tienes para volvértela a follar ¿No es así Jero? La mano de Jerónimo se elevó en el aire y se posó con decisión y fuerza en la mejilla de su hermana haciendo que esta diera un paso para atrás cayendo al suelo del impacto. Alejandro se paró de inmediato de su lugar deteniendo a Jero cuando vio que este claramente iba sobre su hermana. Maca levantó la cara llena de indignación y lo miró llorosa con brusquedad se limpió la sangre que ya le empezaba a salía de la boca Jero: No voy a permitir que por tus absurdos celos me levantes un falso de esa magnitud y mucho menos te voy a permitir que me faltes al respeto a mí y sobre todo se lo faltes a Esther que lo único que ha hecho durante todo este tiempo es cuidarte, amarte y respetarte sobre todas las cosas (hizo a Alejandro a un lado y apuñaba con fuerza los Alcatraces blancos 60 puños de su mano para contenerse) No mereces a la mujer que tienes como esposa y te ha dado dos hijos M: No claro (se levantó con furia desatada dispuesta a echársele encima) Esa la mereces tú ¿No? Jero: No eres más pendeja por qué no puedes M: Cobarde (le golpeó el pecho dos veces hasta que Jerónimo la sujetó de ambos brazos impidiéndoselo) ¡Eres un maldito cobarde! Jero: Nunca pensé decirte esto a nadie y mucho menos a mi propia hermana (los ojos se le llenaron de lágrimas y la miró con profunda tristeza) Eres una persona patética y sumamente despreciable Jerónimo liberó poco a poco Maca sin dejar de verla un segundo. Sintiéndose agobiado y decepcionado por la actitud de su hermana con pesar se limpió las lágrimas que ya se asomaban en sus ojos y sin decirle más se dirigió a la puerta para marcharse y antes de que saliera. Maca apretando los dientes musito M: No te olvides que también son mis empresas y tú no puedes decir y disponer solo de ella Jero: Y yo te recuerdo (se giró abrumado y con calma hacia ella) que lo único que te queda (enfatizándole severamente) de tus empresas es el prestigio y algunas acciones además de tu puesto de trabajo en esta empresa. Todo lo demás Macarena... Todo le pertenece a Esther, a los niños y a mí. Así lo estipularon nuestros padres en su último testamento cansados de tus malos manejos y derroche excesivo de dinero M: Esther me dio poder absoluto sobre las acciones de ella y de los niños Jero: Esther no sabe que la has estado engañando con Karol y sabrá Dios con cuantas más M: ¿Y tú se lo vas a decir? Jero: Si no me queda más alternativa ten por seguro que así lo haré M: Traga mierda Jero: Yo también te quiero (le aventó un beso abrió la puerta y le guiñó un ojo antes de marcharse) ¡Tienes dos días para entregarme el contrato firmado por Esther! M: ¡Púdrete! Jero: ¡Dos días! (le gritó levantó la mano diciéndole adiós) ¡Me llamas en cuanto lo tengas! En cuanto Jerónimo se marchó Maca se dirigió a su escritorio con cierta dificultad a causa del dolor que sentía en el pie por el fuerte pisotón que Karol le había dado. Tomó con brusquedad el folder con el contrato de Esther y se dispuso a rómpelo. Alejandro al darse cuenta de las intenciones de Maca con agilidad y rapidez se lo impidió quitándoselo de la manos Alex: No Maca (negaba con la cabeza) no lo hagas M: ¿Por qué no? Alex: Porque no te conviene (la miró con cierta aflicción reflejada en su mirada) De verdad Maca te lo digo como amigo... Yo que tú me lo pensaría dos veces M: No tengo nada que pesar Alejandro (le ordenó de manera tajante) ¡Dámelo! Alex: Como quieras (se lo extendió levantando los hombros) Pero toma en cuenta que si Jero se lleva sus cuentas y retira su capital de esta empresa (le recalcó categóricamente) vas a tener muy serios problemas financieros por no decirte que en menos de seis meses prácticamente te quedarías sin nada Alcatraces blancos 61 M: Nosotros somos muy buenos en lo que hacemos Alejandro (levantó las cejas con seguridad)! Somos los mejores ¡Los premios que hemos ganando lo avalan y lo certifican ¿No?... Hay más clientes en los mundos tan buenos y mejores que Jerónimo y Cardiel... Alex: No lo dudo Maca pero mientras consigues las nuevas cuentas los gastos no esperan (se sentó cómodamente frente a ella) la crisis no perdona a nadie además de que tendrías que devolver una fuerte cantidad de dinero a algunos de nuestros otros clientes que dependen de las publicidades de Jerónimo M: Hablaré con ellos para trabajar de manera independiente y que esperen por los resultados Alex: ¿Y si no quieren esperar? M: No me quedará más que devolverles su dinero Alex: No es tan simple como lo dices Maca (suspiró y se rascó en la frente con preocupación) Mira entre los gastos que tienes normalmente para sostener tu casa y proveer a tu familia están los gastos excesivos que has tenido los últimos tres meses cumpliendo todos los caprichos que se le antojaban a Karol y al vividor de su hermano y eso sin contar que aún tienes que pagar el lujoso automóvil que trae M: ¿Qué quieres decir con eso exactamente? Alex: Que te has gastado gran parte de los ingresos que tan han dado por adelantado (la miró sin especulación) En pocas palabras Maca no tienes el capital suficiente para devolver nada y Jero lo sabe perfectamente y está jugando sus cartas M: No me jodas Alex Alex: Lo siento Maca pero te lo advertí que podría surgir cualquier improvisto y te podías descapitalizar. Pero tú ni caso M: Joder (movía la cabeza empezándose a sentir impotente) ¿Y ahora qué voy hacer? Alex: Permitir que Esther sea la modelo de la campaña M: No (lo miró con seriedad) Eso nunca Alex: Pues como tú quieras Maca (levantándose de su lugar para irse) M: Alejandro (deteniéndolo súbitamente ante su llamado) ¿Cómo fue que Jerónimo se enteró de todo incluyendo mi relación con Karol? Alex: Por casualidad... Al parecer en una reunión conoció al hermano de Karol y este a punta de borrachera le pidió dinero para guardar el secreto y no contarle nada a Esther de que su hermana la modelo Karol Toscani era la flamante amante de Macarena Wilson. Así que a Jerónimo no le quedó otra que darle lo que pedía e indagó un poco descubriendo que le tienes departamento, carro y otros lujosos privilegios. Una cosa llevó a la otra y Jero decidió que para frenar tus excesos lo mejor era trae a Esther a trabajar como modelo a tu lado M: ¿Desde cuándo sabes todo esto? Alex: Desde esta mañana cuando Jero nada más al llegar me lo contó (suspiró sin dejar de ver a Maca) ¿Qué piensas hacer? M: No lo sé Alejandro (abrió el folder y revisó el contrato) pero algo se me tiene que ocurrir para convencer a Esther de que desista hacer la campaña Al término de la audición Esther fue a recoger a su hijo a la parte trasera del estudio mientras Silvia se ofreció a quedarse un momento al cuidando de Pablo en lo que ella iba por Osman Silvia aprovechó para ponerse en contacto con Julio Montes y concretar una cita para ultimar detalles y hablar sobre las cláusulas del contrato de Osman como la próxima Alcatraces blancos 62 imagen de la ropa infantil Ilusión cuando Pablo por voluntad propia se quedó sentado jugando frente a ella con un muñeco que le había dado Esther antes de ir por su hijo Silvia: Muy bien Julio en eso quedamos (sonrió y se mordió un labio con discreción al ver de reojo que Esther venía de regreso con Osman tomado de la mano) mañana mismo te tengo una respuesta y de cualquier manera te haré llegar el portafolio con el estudio fotográfico del niño Julio: Que no pase de mañana Silvia es muy importante que la madre esté de acuerdo en todo Silvia: Ya te comenté que hablaré con ella y que mañana sin falta tendrás una respuesta. Te veo mañana Julio Silvia cerró y aguardó su teléfono móvil y casi se queda sin aliento al girarse de lleno y contemplar como Esther sin ser consciente del efecto que causaba en la gente a su paso se dirigía hacia ella con una enorme y radiante sonrisa que contagiaba a los demás a le vez que su andar era de manera lenta, firme, segura y proyectaba un ligero y suave movimiento que invitaba a conocer y disfrutar de la sensualidad Silvia no pudo evitar que de sus adentros se le escapara un hondo y largo suspiro el cual provocó que Esther impetuosamente detuviera sus pasos y se encontrara súbitamente con el azul profundo de sus ojos en los cuales se perdió durante algunos segundos logrando que se le erizara la piel. Esther sin poder sostenerle la mirada rápidamente la desvío a la vez que sintió como sus mejillas se llenaban de color de manera improvista haciendo con eso que se sintiera incomoda y un tanto tonta por su reacción Silvia: Lo siento (desvió la mirada sintiéndose también afectada por la reacción de Esther) No quise incomodarte E: ¡No es tu culpa Silvia! (reconoció con una mueca de medio sonrisa en los labios) Yo que soy una tonta y no sé controlarme (exhaló a la vez que sus mejillas le ardían cada vez más) La verdad es que no sé explicar que me sucede contigo... Esta es la tercera vez que estamos en una situación similar Silvia: Yaaaaaa (la miró con cierta pena y desilusión a la vez que le hablaba con seguridad) ¡Sin embargo yo sí sé que nos está pasando Esther! Esther sintió un nuevo impacto en el cuerpo el cual se le volvió a estremecer de manera involuntaria e intempestiva ante la firmeza y seguridad del comentario del Silvia la cual al percatarse de la perturbación de Esther solo se limitó a sonreírle y acariciarle el pelo a Osman el cual sin lograr entender nada no perdía detalle alguno de la conversación entre las dos mujeres E: Silvia yo estoy cas... Silvia: Casada (completó la frase levantando a Pablo de su asiento) Y amas a tu mujer con la cual tienes dos maravillosos hijos y eres muy feliz (le entregaba a Pablo) No te preocupes Esther lo sé y estoy perfectamente consciente de ello. Así que tranquilízate mujer que aparte de la virtud que tengo de saber esperar también se respetar. Y te aseguro que nunca va a pasar nada que tú no quieras que pase E: ¡Silvia! (miraba con cierto aire de preocupación a Osman) Yo te agradecería que delante de ellos no habláramos de esto... (entrecerró los ojos con cierta pena) Y pienso que lo mejor sería que mantuviéramos nuestras distancias Silvia: Tranquila Esther... Alcatraces blancos 63 Silvia le palmeó ligeramente el hombro a la vez que sentía como una especie de miedo se iba instalando en su cuerpo de tan solo pensar en la posibilidad de poder perder su recién nacida amistad Silvia: Tienes mi palabra de que no volveré a insinuarte, ni a decirte nunca más nada respecto a esto y te prometo que pondré todo lo que este de mi parte para mantenerme al margen y evitar que se repita una vez más una situación como esta entre las dos. (levantó las cejas y la miró solemnemente) Aprecio y valoro mucho tu amistad, tu honestidad y confianza. Y créeme que lo que menos me gustaría en estos momentos es tener que renunciar a nuestra recién nacida relación laboral E: A mí tampoco me gustaría renunciar a ella Silvia: Pues si ya estamos de acuerdo en ello (le sonrió ampliamente estirándole la mano para que se la estrechara) Empecemos de nuevo. ¿Te parece? (Esther asistió con un movimiento de cabeza) Silvia Ortiz E: Esther García (estrechándole con firmeza la mano y devolviéndole la sonrisa) Osman: De Wilson (afirmó mirando a ambas mujeres con absoluta seriedad lo que provocó que ambas se vieran levantando las cejas entre sí) ¡No se te olvide mami! E: No corazón (le acarició dulcemente el rostro y le guiñó un ojo con complicidad) No se me olvida Silvia: Bien señora de Wilson (levantando las cejas divertida) permítame informarle que hace algunos minutos me comuniqué con el señor Julio Montes el representante legal de “Ilusión” y el cual muestra realmente un profundo interés en contratar los servicios profesionales de su hijo (mirando con una leve sonrisa a Osman) El caballerito Osman Wilson como la imagen exclusiva de su prestigiada y reconocida marca de ropa infantil por los próximos tres años Osman: Ji,ji,ji, (tapándose la boca y sintiéndose alagado ante el comentario de Silva) E: ¡Tres años! (abrió los ojos sorprendida y movió la cabeza negando firmemente a la vez que se daba una pequeña pausa para poner en claro sus ideas) Créeme Silvia que me hace mucha ilusión que este empresario muestre considerable interese en contratar los servicios de mi hijo pero de verdad pienso que es demasiado tiempo para que un niño de cinco años esté parado sobre una pasarela de moda cargando con esa responsabilidad... Eso sería prácticamente robarle gran parte de su niñez e inocencia Silvia: No te voy a negar que tengas razón Esther pero en el mundo de la moda los negocios se plantean así. Y créeme cuando te digo que muchos padres firmarían sin pensarlo y con los ojos cerrados un contrato con la marca Ilusión E: Tu misma lo acabas de decir muchos padres sin embargo te aseguro que tanto yo como Maca no entramos en ese círculo (la miró de manera reflexiva) Y para serte sincera nunca me imaginé que el contrato que le pudieran ofrecer a Osman sería por tres años. A lo mucho yo calculaba que máximo seria por tres meses Silvia: Pues no es así Esther... El tipo de contrato al que tú te refieres solo se maneja a nivel amateur y yo te estoy hablando de un contrato a nivel profesional donde prácticamente tendrías que cederle a la empresa Ilusión todos los derechos sobre tu hijo por los próximos tres años a cambio de una suma millonaria de dinero E: Lo siento mucho Silvia pero de ser así no me interesa y lamento mucho haberte hecho perder el tiempo (levantó los hombros con resignación) Pero ante todo está la integridad y felicidad de mi hijo... Ahora comprendo perfectamente a lo que Maca se refería esta mañana cuando me decía que como diversión para el niño ya era suficiente y francamente estoy de acuerdo con ella Alcatraces blancos 64 Silvia: Como mujer de negocios y empresaria exitosa sé que debería insistir hasta el cansancio para convencerte de lo contrario y que aceptes esta magnífica oportunidad para Osman (sonrió levemente complicidad y le susurro al oído) Y negaré firmemente ante quien sea que yo alguna vez te comenté esto: Lo mejor que has podido hacer en tu vida es rechazar la oferta... No hay mejor negocio en la vida que conservar y velar por la felicidad de los tuyos... (hizo una leve pausa en lo que intentaba alejar de su mente algunos recuerdos de su niñez) Con sinceridad y de corazón Esther me alegra mucho que tanto tú como tu mujer piensen de esa manera y dejen a un lado todos los beneficios económicos que pudieran tener con el pequeño con tal de velar por la seguridad, la integridad y el bienestar de él (de repente sus ojos se le llenaron de lágrimas y la mirada se le entristeció logrando que su voz se proyectara con dureza y amargura) Yo nunca podré lograr entender la postura y la ambición desmedida que tienen algunos padres para arrogan a sus hijos al matadero por unos cuanto momentos de gloria, fama y dinero E: Silvia (se acercó inesperadamente hasta ella) Te has puesto triste Esther inconscientemente sin pensarlo levantó su mano le acomodó un ligero mechón de pelo que le caía sobre la frente y le acarició de manera delicada y tierna la mejilla. Silvia instintivamente se hizo hacia atrás al sentir como una descarga magnética le recorría el cuerpo dejándola paralizada al instante a la vez que le robaba el aliento y la hacía vibrar súbitamente ante la inesperada caricia de Esther Silvia: Esther (abrió los ojos sorprendida y con el corazón acelerado apenas pudo murmuro suavemente) Yo no... No me esperaba tu caricia E: Lo siento (rápidamente retiró su mano y entrecerró los ojos sintiéndose afectada) Yo no debí hacer eso Silvia: No pasa nada Esther (intentando recuperarse a la vez que le sonreía cálidamente dejándose hechizar por ella.) Después de todo somos amigas ¿No? Y las amigas se dan apoyo mutuo Esther no fue capaz de articular palabra alguna solo se limitó a perderse en la calidez de su sonrisa durante un breve espacio de tiempo donde sintió que su mundo se trasformaba hasta dejarla mareada y su alma empezaba a sucumbirse desatando una revolución interna de emociones contradictorias que lejos de ponerle un límite la llenaban de zozobra, confusión y miedo E: Es mejor que me vaya (logró decir con cierta angustia y presura en la voz) Es tarde los niños deben estar cansados y Maca no a de tardar en llegar a casa y yo tengo muchas co... Silvia: Esther (la interrumpió con una mueca de desilusión en su rostro) no es necesario que me expliques nada, (la miró fijamente alejándose un poco de ella para darle su espacio) Ni tienes por qué huir de mi (medio sonrió con pesar y levantó las cejas con evidente pesar) Te aseguro que yo no soy el enemigo E: No es eso Silvia (negó ligeramente con un movimiento de cabeza) lo que pasa es que... (hizo una pequeña pausa sin saber si era prudente sacar lo que estaba sintiendo finalmente suspiró afligida y buscó sus ojos) Lo que pasa es que nunca me había pasado algo similar que me hiciera sentir tan confundida y afectada (entrecerrando los ojos) Y francamente me está empezando a dar miedo Silvia: No tienes por qué tenerlo (se le acercó un poco) Y escúchame muy bien Esther... Yo jamás haría algo que pudiera dañarte o destruir a tu familia Alcatraces blancos 65 E: Lo sé Silvia (suspiro calmadamente) Lo sé y te pido perdón por actuar de manera tan tonta contigo Silvia: En fin... (tomó algo de aire ordenando sus ideas) Esther independientemente de que hayas rechazado el contrato de Ilusión. Antes de que te marches ¿Me gustaría saber si sigo siendo la representante de Osman? E: ¿Tú quieres serlo? Silvia: A eso me dedico Esther (levantó los hombros) Pero entiendo perfectamente si no quieres que lo sea (tomó su bolso) Es más si gustas bien te puedo recomendar a alguien E: No es necesario Silvia yo confió plenamente en ti (se le acercó con cuidado) Pero de antemano te digo que solo me interesan los proyectos cortos y que no se requieran de mucho tiempo Silvia: Excelente (respiró sintiéndose un tanto tranquila) porque tengo otra oferta interesante para Osman (la miró con seriedad) Se trata de dos comerciales de televisión para la marca de pasta dental Colgate. Esto no llevaría mucho tiempo a lo sumo dos semanas y la posibilidad abierta de hacer fututos comerciales E: Gracias Silvia Silvia: No tienes porque darlas es mi trabajo y me gusta mucho hacer lo que hago (levantó los hombros) Entonces ¿Aceptas? Esther abrió los ojos y no pudo evitar sentirse triste al escuchar la dureza en sus palabras E: Sí Silvia: Bien (de su bolso saco una tarjeta de presentación y se la extendió) Los representantes de Colgate quieren tener un portafolio fotográfico del niño a mas tardar en tres días. Así que tendrás que llevar a Osman a esta dirección para que se lo hagan. Yo te acompañaría pero tengo una reunión importante de trabajo fuera de Madrid que no puedo cancelar ni posponer. ¿Crees que podrías tener algún problema en llevarlo? E: No ninguno (tomó la tarjeta, checó la dirección y le sonrió) De echo queda cerca de mi casa Silvia: Me parece perfecto (le devolvió la sonrisa) Una vez que me hagan llegar el portafolio yo concreto una cita el viernes con los de Colgate para firmar el contrato. ¿Te parece? E: Sí claro Silvia: ¿Entonces te veo el viernes? E: Por supuesto (se le acercó rápidamente y le dio dos besos en ambas mejillas haciendo que Silvia sonriera ampliamente sintiéndose feliz) Ya sé que es tu trabajo y te gusta hacerlo pero me da igual (se acomodó en su regazo a Pablo que ya dormía y tomó a Osman de la mano para marcharse) Gracias Silvia... Muchas gracias Silvia: ¡Te acompaño hasta tu carro y sirve que te ayudo con los niños! Al terminar de darles de cenar a Osman y a Pablo Esther los llevó a lavarse los dientes tomó la pasta dental y al ver la marca comercial se sobresalto porque su primer pensamiento fue hacia ella. Cosa que la inquietó y la hizo derramar la pasta dental sobre los dos pequeños cepillos de dientes de sus hijos E: (“¡Silvia! (sorprendiéndose así misma se vio en el espejo entrecerró los ojos y negó firmemente con la cabeza) No puede ser”) Osman: ¡Mami! (le gritó mirándola con extrañeza) estás tirando la pasta Alcatraces blancos 66 E: Lo siento cariño (dejó la pasta y los cepillos dentales a un lado y se agachó rápidamente a limpiar la pasta que cayó al piso) no me fijé Osman: Hace un rato tampoco lo hiciste. A Pavis le distes mi leche (frunció el ceño) y a mí su jugo Esther dejó de hacer lo que estaba haciendo y se quedó sumamente sorprendía contemplando fijamente un momento a su hijo E: Lo que pasa hijo (le acarició la mejilla) es que tu mami ha estado muy distraída el día de hoy Osman: ¿Por qué mi mama está enojada con nosotros? E: ¿Quién te dijo a ti que tu mama está enojada? Osman: Es que no nos ha llamado en todo el día y no vino a comer ni a cenar (de pronto el semblante de su pequeño rostro se le lleno de angustia y su mirada se le entristeció) Mami... ¿Mi mama ya no nos quiere? E: ¡Osman mi vida! (lo levantó en brazos y lo acurrucó en su pecho) No pienses eso amor (le acariciaba con delicadeza su pequeña y castaña cabellera) Tu madre no está enojada y nos quiere mucho. Y si no ha podido venir a comer, ni a cenar con nosotros es porque tiene mucho trabajo mi amor Osman: ¿Entonces por qué no nos ha llamado por teléfono como siempre lo hace? E: Porque de seguro el móvil se le quedó sin batería. Pero te aseguro que tu mama nos adora y no ha de tardar en llegar. Ya verás que en cuanto llegue subirá y vendrá a darles de besos a ti y a tu hermanito como todos los días Osman: ¿Y a ti mami? E: Sí cariño (lo besaba repetidamente en los cachetes) también me los dará a mi Osman: ¿Y si ya estamos dormidos? E: ¡De todas maneras nos los dará! (lo bajó de sus brazos y le sonrió con inmenso amor y ternura) Ahora vamos a terminar de lavarte los dientes a ti y a tu hermano para... (buscaba extrañada algo con la mirada) ¿Y la pasta dental y los cepillos de dientes? (abrió los ojos sorprendida a ver que la puerta del baño se movía ligeramente) ¡Pablo que haces! Pablo: Oh no (gritó al verse descubierto a la vez que aventaba los cepillos y el tubo dental) Mi ega Detrás de la puerta del baño salió corriendo a todo lo que daban sus cortas piernecitas un pequeño hombrecito rubio con destellos azules, verdes y blancos por todo su cabello. Esther salió de inmediato atrás de él y con tan mala pata que al salir pisó el tubo dental desparramando la pasta lo que la hizo resbalar y caer de culo a medio baño Osman: ¡Mami! jijiji E: ¡Si tu mami pega! (endureció su semblante al escuchar la risa de Osman) y te dará un par de nalgadas por travieso en cuanto te pille Esther se levantó rápidamente miró a Osman el cual se tapó la boca divertido al verla molesta y sin más Esther salió en busca de Pablo el cual estaba ya escondido debajo de su camita riéndose Pablo: Ji,ji,ji E: Ji, ji, ji (le arremedaba a la vez que se agachaba a sacarlo) Ya verás chamaco Alcatraces blancos 67 Debajo de la cama Pablo se revolcaba y gritaba riéndose divertido sin dejar atraparse. Finalmente Esther atrapó a Pablo y este a su vez le embarraba de pasta dental el cabello y el rostro M: Esther (entró a la recamara de improvisto al oír las risas divertidas de sus hijos) ¿Pero qué haces mujer? E: ¡Jugar a las escondidillas con tu hijo! (levantándose con Pablo entre su brazos el cual de inmediato se le abrazó al cuello y empezó a darle de besos en la cara lo que la hizo cambiar la expresión y sonreírle) Mira nomas como te has puesto pilluelo y como me has dejado a mí. ¡Ahora tendremos que bañarnos! M: ¿Y ahora que te hizo este pillín? Maca a medida que se les iba acercando empezaba a reírse de verlos con los pelos todos revueltos y la cara embarrada. Acarició dulcemente a Pablo en la mejilla y le dio un beso en su cabecita para inmediatamente después besar a Esther en los labios M: Hola (la volvió a besar en los labios) ¿Me extrañaste? E: Mucho mi amor (ahora fue ella quien buscó sus labios) ¡Como todos los días! M: Te quiero (sonrió y le dio un beso en la nariz) ¡Sabes a pasta dental cariño! E: Solo un poco (sonrió levantó las cejas) Como puedes ver Maca. A Pablo se le ocurrió que es muy divertido peinarse y de paso maquillarme con pasta dental M: Es que mi hijo a su corta edad ya es todo un innovador de las nuevas técnicas estelitas del futuro E: Sí (empezó a reírse) ¿Desde cuándo las travesuras de tus hijos se llaman técnicas? M: Desde siempre (la volvió a besar y dio con dificultad un paso) mis niños son únicos. ¿Y Osman? E: Maca (la miró extrañada y le acarició con cuidado el labio) ¿Qué te pasó? ¿Por qué cojeas y tienes el labio hinchado? Osman: Mama (salió corriendo del baño al escucharla y de un brinco se le montó en brazos y le daba de besos) Te quiero mucho M: Yo también te quiero mi amor (le daba también de besos y evitó ver de frente a Esther) ¿Cómo te portaste hoy? Osman: Bien (la miró con ilusión) ¡voy a salir en la tele! (volteó a ver a Esther) ¡Cuéntale tu mami! M: ¿En la televisión? (volteo extrañada a ver a Esther) ¿Y eso? E: Hoy después de la audición le ofrecieron hacer dos comerciales de televisión para una marca de pasta dental M: ¿Ah sí? (frunció el ceño) ¿Con permiso de quien? El brillo de emoción que tenía Osman en sus ojos desapareció de inmediato al escuchar a su madre y empezó hacer pucheros. Esther abrió los ojos sorprendía movió con disgusto la cabeza y comenzó a camino hacia el baño sintiendo fija en su espalda la mirada clavada de su mujer. Maca bajó a Osman de sus brazos y a paso firme sin esconder el dolor que sentía en de su pie fue tras ella M: ¡Esther! (la tomó con suavidad del brazo) ¿Qué marca? E: Maca por favor... Se giró hacia ella con los ojos humedecidos por las lágrimas y empezó hacerle diversas señas avisándole que Osman estaba atrás de ellas triste y muy atento al desarrollo de la Alcatraces blancos 68 conversación. Esther aspiró aire ajuntándose las ganas de gritar y llorar y con los dientes apretados le murmuro sin que el niño alcanzara a oírla E: No quiero empezar a discutir y menos delante de los niños M: ¿Y quién te dijo a ti que quiero discutir? E: ¡Colgate! (entrecerró los ojos murmurando el eslogan más famoso de las pastas dentales) “La sonrisa que todos quieren” M: ¿De verdad? (levantó las cejas) ¡Verdad! E: Sí (se mordió ligeramente el labio con nerviosismo esperando una rotunda negativa) ¿Qué te parece? M: Excelente (sonrió ampliamente) Por dios que buena noticia mi amor Maca le plantó un beso a Esther en la boca dejándola descolocada puesto que ni remotamente se esperaba esa reacción de su esposa. Después se giró, levantó a Osman en brazos y le empezó a darle de besos Osman: ¿Me vas a dar permiso de salir en al tele? M: Claro amor (lo besó nuevamente y se giró a ver a Esther) Cariño nuestro niño hermoso (se mostraba feliz y orgullosa) ¡Va salir en la tele! Esther se les fue acercando sonriendo feliz con Pablo entre sus brazos y Maca abrió sus brazos para abrazarlos M: Te quiero (le susurro al oído) mucho... mucho... mucho E: Maca mi amor (le acaricio la mejilla) Ahora también tendrás que bañarte te hemos embarrado de pasta Entre juegos y bromas ambas bañaron a sus hijos, les pusieron la pijamas, los acostaron y Maca se quedó con ellos contándoles un cuento mientras Esther iba a la cocina a prepararle algo ligero para cenar De espalda a la puerta de la cocina Esther terminaba de rebanar un pedazo de pan cuando sorpresivamente sintió que unas manos se apoyaban en su cintura para después abrazarla por detrás de manera segura y posesiva M: Humm que rico hueles (le susurró al oído) ¿Qué haces chiquilla? E: Rebano un poco de pan para tu cena M: Gracias mi amor (le dio un beso en el cachete y comenzó a mecer con suavidad su cuerpo sobre ella) Tú siempre tan atenta y pendiente de tu familia. Eso me gusta mucho y me hace muy feliz Esther sonrió de inmediato soltando el cuchillo y enseguida llevó sus manos hasta la de su mujer para acariciárselas y jugar con sus dedos a la vez que se le recargaba balaceándose a su ritmo E: ¿Ya se durmieron los niños? M: Sí amor (sonreía complicidad) Aunque he de contarte que me costó lo mío conseguir que Pablo lo hiciera Alcatraces blancos 69 E: Es que Pablo es un pillín de cuidado (movió la cabeza con ternura) y no puedo descuidarme un momento porque de vedad no sé cómo se las ingenia para hacer una nueva travesura M: Es que el chico tiene mi audacia cariño E: Tu audacia, (se giró hacia ella acariciándole las mejillas) tus gestos, tu carácter... Todo... ¡Ni como negar que es hijo tuyo! M: No (levantó las cejas pegando su frente a la de ella) Y mucho me temo que dentro de algunos añitos no va a sacar las canas verdes E: Azules, rosas y de todos colores Maca. ¡Eso ni lo dudes! Mira que peinarse con pasta dental M: Jajaja E: Anda (le palmeó el trasero) tú riele el chiste M: Es que tenía pasta dental por todos lados y se veía graciosísimo pelando sus ojitos y dientes divertido por su travesura y después se le ocurrió agarrarte a besos para contentarte E: Sí (movió la cabeza sonriente y suspiró divertida al recordar a su pequeño hijo) ¡Solo a él se le ocurren esas cosas! M: ¿Solo a él (le guiñó el ojo coqueteando con ella) Esther? E: Y a ti cariño (sonrió suspirando y le dio un beso) Y hablando de ti... M: ¿Yo qué? E: ¿Me vas a contar por fin que te pasó en el pie? M: ¿Mi pie? E: Sí no te hagas (levantó las cejas con seriedad) Que he visto como cojeas disimuladamente aguantándote el dolor (levantó su mano y le tocó el labio) Además tienes hinchado el labio. ¿Qué fue lo que te pasó Maca? M: Hummmm Esther (sonrió para ocultar su nerviosismo y rápidamente pensó en algo para salir del paso) Digamos que una loquita adorable esta mañana paso la llanta de mi carro sobre mi pie cuando arrancó enojada olvidándose de mí a media calle y dejarme a merced de las burlas indiscriminadas de mi adorable suegrita E: ¡Maca! (frunció la cara alarmada) Cariño... ¿me lo estás diciendo en serio? M: Sí (hizo una mueca de pena y dolor) muy en serio E: Lo siento amor (le acarició la cabeza) Pero te juro que no me di cuenta M: Menos mal (le apretó un cachete a la vez que le sonreía) Porque hasta llegué a pensar que lo hiciste a propósito E: ¡Pero como se te ocurre! (abrió los ojos sorprendida) ¿Y ya fuiste con el médico? M: No (levantó las cejas y antes de que Esther protestara agregó) por que no es necesario solo fue un ligero rozón en el dedo gordo, en el largo y en el de en medio E: ¡Solo fue un rozón! (movió la cabeza pasmada y se agacho rápidamente a verle el pie) A ver déjame verte M: Cariño No (negó ligeramente con la cabeza a la vez que se lo impedía) Y no te preocupes que ya se me pasará E: Maca deja que te vea el pie (se levantó preocupada y Maca volvió a negar con la cabeza) Por favor amor solo así me quedaré más tranquila M: Está bien Esther (suspiró y le ofreció la mano) Pero vamos a la estancia por qué no pretenderás que me quite el zapato aquí en la cocina y suba el pie a la mesa ¿verdad? E: No Esther sonrió y tomó la mano Maca la cual cojeando ligeramente se dirigió a la estancia apoyada a la vez en Esther. Antes de tomar asiento contempló un momento el póster de Esther colgado sobre la pared Alcatraces blancos 70 M: ¿Sabes amor? (le acarició con delicadeza la mejilla a la vez que le acomodaba el cabello) ¡En ese póster te ves hermosa! E: Pensé que nunca me lo ibas a decir (suspiró sonriéndole contenta a la vez que sus ojos se le llenaban de emoción) y me llena de felicidad que me lo hayas dicho M: Pues esa la verdad cariño (se mordió el labio) Pero déjame decirte que en vivo eres mucho más hermosa E: Humm (levantó las cejas sin dejar de sonreírle) ¿Algo quieres Maca? M: ¡Por supuesto cariño (se le abrazó por sorpresa a la vez que le susurró al oído) que algo quiero! (besándole el lóbulo de la oreja) ¡Quiero hacerte el amor! Esther sintió de súbito un fuerte estremecimiento recorrerle el cuerpo haciendo que su centro palpitara con un espasmo sin pedirle permiso M: Esta tarde en la oficina al recordar tu imagen en el póster (suspiró a la vez que le deslizaba suavemente las manos por su cuerpo de manera sensual moldeándole la figura) me dieron unas ganas inmensas de hacerte el amor aquí mismo... (miró el póster) frente a este póster E: Cuando quieres (entrecerró los ojos suspirando) Te portas divinamente y eres muy agradable M: Corazón (le besó el cuello con sutileza) Yo siempre soy muy agradable E: Hummm mentirosilla (empezó a reírse y le dio una palmadita en el trasero) Anda será mejor que te sientes y me muestres tu pie M: ¿Y si te enseño mejor otra cosita? E: Jajaja Maca M: Te lo digo en serio corazón Maca enarco las cejas sonriendo traviesa a la vez que sin demora de manera insinuante se desabrochaba los botones de su blusa y se quitó el sostén dejando al descubierto sus bien formados senos. A Esther le brillaron los ojos e inconscientemente se mordió el labio E: ¿Se te va a enfriar la cena cariño? M: ¿Y la cena esa está tan rica como tú? E: No mi amor (se fue directo a ella sonriéndole ampliamente) Algo tan bueno como yo nunca lo vas a encontrar M: ¡Ni que me lo digas! Maca se lambió los labios y con la punta de su lengua comenzó a delinearle lentamente el contorno de su boca para inmediatamente después apoderarse de ella explorándola con pasión saboreándole la húmeda y cálida cabida bucal a la vez que exigía una respuesta rápida de su mujer E: ¡Mmmm Maca! Esther arqueó su cuerpo hacia atrás lanzando un hondo suspiro. Lo que le permitió a Maca sentir y ver como los pezones de su mujer se endurecían y se elevaban sobresaliendo notoriamente debajo de su camiseta. La respiración de Maca se entrecortó haciéndola temblar de emoción y como una enajenada le rozó a propósito los pechos con el contorno de su mano Alcatraces blancos 71 M: Mi pequeña (le susurraba entre suspiros ahogados apoderándose de sus senos) ¡Mira como me tienes temblando de deseo por ti! Con la excitación desmedida reflejada en el brillo de sus ojos Maca le besó el cuello y sin esperar permiso alguno audazmente le deslizó los pantalones y metió la mano dentro de la pequeña pantaleta de su mujer acariciando y apretando deliberadamente su centro E: Aghhhhh Esther abrió los ojos sorprendía y en un momento quiso echarse hacia atrás pero Maca se lo impidió dándole un rápido giro recostándola sobre el cómodo sillón de la estancia y antes de que Esther pudiera hacer o decir algo Maca con marcada agilidad le quitó la camiseta y el sujetador dejando también expuestos sus perfectos, redondos y endurecidos senos M: Te amo (entrecerraba los ojos apasionada) y te necesito tanto mi amor Con marcado delirio se apoderó de ellos saboreándolos, besándolos, mamándolos, mordisqueándolos, oliéndolos al mismo tiempo que su mano experta no dejaba de acariciarle y apretarle con ganas desesperadas su cálido centro M: ¡Que hermosa eres! (la besó en la boca con pasión desmedida en el momento que sintió como la cálida humedad de su mujer empezaba a fluir de su cuerpo como un torrente llenándole la mano a la vez que le mojaba la pierna) No tienes ni idea de lo deseable y deliciosa que te pones cuando te pongo así de calientita E: Maca (entrecerró los ojos delirantes) Mi amor Esther logró apenas murmurar empezando a sentir como su evidente excitación comenzaba hacerse más fuerte y le pedía más agitando sus sentidos mientras un nudo encandecerte se instalaba dolorosamente en la boca de su estómago pidiendo a gritos ser extinguido M: ¡Como me gustas! (la voz se le enronquecía) ¡Como te deseo! (se le restregaba en el cuerpo) Mi niña hermosa E: Por favor Maca M: Sí mi amor... (rápidamente le quitó las pantaletas) Sé lo que necesitas y quieres ahora Con presura Maca terminó de desvestirse para enseguida abrirle las piernas dejando totalmente a horcajadas expuesta la belleza interna de su mujer la cual le palpitaba frenéticamente sin control dejando salir su abundante y olorosa humedad y de la cual sobresalía un endurecido, delicado y rosado botoncito. Maca respiró profundamente su olor a la vez que cerraba los ojos extasiada M: Me encantas y me vuelves loca (con la mano le palpó la parte interna del muslo masajeándolo en círculos hasta terminar acariciándole la zona más intimida de la misma manera) Como me pones y me gusta tu aroma (le lambía el cuello) y como disfruto de tu sabor Alcatraces blancos 72 Esther respingó al sentir un fuerte espasmo en su bajo veinte que la hizo arquear el cuerpo de manera violenta. Maca no dejó de acariciarla ni de decirle cosas intimas y con el dedo pulgar de la mano suavemente le hizo presión hacia dentro logrando abrirla aun más para inmediatamente introducirle de manera profunda los dedos en su interior E: Mmmm... Hummm Esther empezó a moverse sin control levantando ligeramente su cuerpo hacia adelante buscando un mayor contacto a la vez que sentía como un fuerte espasmo hacía que las piernas le temblaran y la respiración se le entrecortara agitadamente empezando a faltarle el aire E: Mi amor... Estás muy dentro de mí M: ¿Y te gusta? E: Me encanta (apretaba los labios con delirio y sudaba copiosamente sin dejar de mover su cadera) me encanta sentirte así muy dentro de mi... (inesperadamente Maca hundió su cara dentro de ella haciendo que Esther lanzara un fuerte grito de placer pronunciando su nombre y echando su cuerpo hacia atrás dándole más libertad en su camino) Aghhhhhhhhh Maca... Macaaaaa Maca comenzó a lamberla y sorberla con maestría al mismo tiempo que le sacaba y le metía los dedos en su interior haciéndola estremecer y gemir fuertemente logrando con eso que Maca más se excitara y empezara a jadear copiosamente a la vez que el cuerpo se le movía de manera involuntaria hasta que logró finalmente que Esther se convulsionara ferozmente con las sensaciones de su estallido E: ¡Oh vida mía! (se abrazaba a ella palpitante) ¡ha sido maravilloso! M: Te amo Esther Esther la besó rebosada e hizo que Maca se recostara para colocarse sobre ella mientras le acariciaba y besaba el rostro con ternura E: Y yo a ti también mi amor Con suavidad Esther le metió los dedos acariciando su interior, y lentamente los deslizaba en su clítoris haciendo que Maca se retorciera y abriera sus piernas permitiéndole llegar más adentro M: Hummm (se retorció mordiéndose el labio) ya estoy lista cariño Esther sonrió y bajó hasta ella para pasarle la lengua delicadamente por toda su abertura posteriormente empezó a besarle la parte superior de sus muslos para después con la punta de la lengua ir a buscarle nuevamente sus pliegues abrírselos y penetrarla de lleno con la lengua endurecida haciéndole movimientos giratorios de manera precisa, decidida y con fuerza M: Aghhhhh por todos los cielos Esther Alcatraces blancos 73 Esther utilizaba su lengua magistralmente provocando en Maca a cada movimiento una larga cadena de sensaciones abrumadoras que la hacían embriagarse de placer y éxtasis. El cuerpo de su mujer empezó a sacudirse y convulsionar de manera salvaje y violenta Sin embargo las dos querían más y en un destello sin perder tiempo alguno Maca se giró colocándose encima de Esther arremetiéndose con fuerza y rapidez a la vez que ambas se asían con delirio y mayor fuerza a sus cuerpos gritando a lo unísono con cada embestida sus nombres De pronto un torbellino de sensaciones las atrapó sucumbiéndolas ante un destello de luz cegador y arrasador el cual por un instante pareció adueñarse de sus almas haciéndolas perder los sentidos dejando en ellas sentir súbitamente una agradable rigidez en sus piernas, en sus nalgas, en sus espaldas, en sus vientres, en sus pechos, en sus hombros, en sus cuellos En cada rincón de sus cuerpos el orgasmo alcanzado las estrujó de una manera brutal arrancándoles el aliento a la vez que de sus cuerpos se desprendía un profundo calor con aroma sexual que les brindaba a su paso una tranquilidad absoluta de posesión y amor Esther salía del baño recién bañando envuelta en una toalla y no pudo evitar sonreír ampliamente al ver a Maca parada muy seria esperándola desnuda con las manos en la cintura al pie de la cama E: ¿Qué haces desnuda parada ahí? (levantó las cajas) No piensas ponerte algo encima M: No (se cruzó de brazos) Estoy enojada contigo porque no me despertaste para bañarme contigo E: ¿Solo por eso? (le dio un ligero beso en la nariz) ¡Que poco aguantas cariño! M: Te recuerdo que ayer mientras gemías no decías eso (se le acercó provocativamente quitándole la toalla) Humm (la tomó por la cintura y le dio un beso en los hombros) que rico hueles... Hueles a rosas E: Me acabo de bañar Maca y ayer (se modio el labio al recodar la pasión compartida) eras otra persona corazón (empezó a reírse) ¡Tal parecía que estabas en celo!... Además ¿No crees qué es temprano para empezar a provocarme? (se colocaba la toalla) ¿No tuviste suficiente anoche? M: No (la abrazó con firmeza y posesión) nunca tengo suficiente y sabes que me encantan hacerte el amor por las mañanas E: Humm Maca (negó sonriendo con la cabeza) a ti te encanta hacérmelo a toda hora M: ¡Y a ti te disgusta mucho! ¿Verdad? (se reía y levantó las cejas quitándole nuevamente la toalla) Aprovechemos que aun seguimos desnudas ¿no? E: Eres una payasa de lo peor (le dio con cariño un ligero manotazo a la vez que le estiraba la mano) Anda dame la toalla que se no va hacer tarde y después ni quien te aguante M: ¡Anoche bien que me aguantaste! E: Es que anoche estabas irresistible M: Sí... (empezó a reírse) ¿Cómo no? (suspiró divertida) Ya en serio Esther ¿por qué no me despertaste para bañarnos juntas? E: Porque tus hijos despertaron muy temprano con hambre así que me tuve que levantar a darles algo de comer y cuando regresé seguías profundamente dormida y quise dejarte dormir un rato más Alcatraces blancos 74 M: ¿Qué considerada eres conmigo? (la beso en la boca) E: Yo siempre (devolviéndole el beso y le guiñaba el ojo coqueteándole) además sabes que me gusta cuidar lo mío (le dio una palmadita en el trasero) Anda cariño métete a bañar o ponte algo que tus hijos no tardan en entrar por esa puerta y asomar las narices por aquí y te pueden pillar desnuda M: ¡Eres una aguafiestas! ¿Lo sabías? (le dio otro beso en los labios y le sonrió con picardía) Por cierto Esther ya que estamos hablando de las travesuras de los hijos ¿No crees que ya es tiempo de que empecemos a buscar a la niña? E: ¿Qué has dicho? (Esther se le soltó de los brazos dando un paso hacia atrás a la vez que la veía de manera sorprendida. Maca sin perder tiempo la volvió a tomar por la cintura jalándola con cuidado hacia ella para abrazarla) M: No te pongas así amor (le acariciaba tiernamente el cabello) ¡Que no te he dicho nada malo! E: No Maca no me has dicho nada malo pero tener un hijo no es cualquier cosa (negaba con la cabeza) Además hace poco más de tres meses yo te lo sugerí y no quisiste porque Pablo aun no cumplía los dos años M: ¡Pero el próximo mes lo cumple Esther! E: De cualquier manera Maca (volvió a negar con la cabeza) no creo que sea el mejor momento de que me embarace M: ¿Entonces ya no quieres que tengamos más hijos? E: No es eso Maca (se le volvió a soltar de los brazos y camino hacia el baño) Tú mejor que nadie sabe la ilusión que me da tener otro hijo ya que siempre soy yo la que insiste en tenerlos M: Pues ya ves Esther (yendo tras ella) ahora soy yo la que insiste en tenerlo E: ¿Y tú te vas ha embarazar? M: Esther sabes de sobra que no puedo E: ¿Entonces como quieres que lo tengamos? M: De la misma forma en la que tuvimos a Osman y a Pablo E: Maca no (volvió a negar con la cabeza) No es el momento adecuado de traer un niño al mundo M: Esther (la abrazó por detrás) dame gusto amor anda que te cuesta (sonrió y le dio un beso en la mejilla) ¿A poco no te gustaría volver a oír el llanto de un bebe en casa? E: ¡Oigo todos los días el llanto de tus dos hijos! M: Sí amor pero esos ya son bebesotes y es muy diferente E: Maca en serio no M: ¿Por qué Esther? E: Pues porque (se giró hacia ella viéndola con seriedad) tú realmente no deseas tener otro hijo Maca M: ¡Si no lo deseara no te lo pediría Esther! E: Mira Maca (suspiró con fuerza) Lo que realmente tú quieres es ilusionarme con el embarazo a sabiendas que hasta hace muy poco yo quiera volver a ser madre y con eso desista de hacer la campaña de vinos para Jerónimo M: ¡Eso no es cierto Esther! (Maca frunció el ceño deshaciendo el abrazo, hizo una mueca de ironía movió ligeramente la cabeza negando con tristeza y salió del baño mostrándose profundamente dolida. Esther se fue traes ella) E: ¡Maca! M: ¡Ni siquiera se me había ocurrido algo así Esther! (se volvió hacia ella negando firmemente con la cabeza) El que yo quiera tener otro hijo contigo no tiene nada que ver con que hagas la campaña publicidad de Jerónimo (molesta se dirigió al armario tomó ropa y comenzó a vestirse con rapidez) Simplemente ayer ante las travesuras de Pablo y Alcatraces blancos 75 los logros de Osman se instaló en mi la ilusión de tener pronto otro chiquitín en casa haciendo de las suyas y cuando hacíamos el amor no me quedó la menor duda que deseo reafirmar una vez más el inmenso amor que te tengo (levantó los hombros) ¡Pero no te preocupes ya me quedó claro lo tonta e ilusa soy! Debí suponer que ibas a pensar eso. (terminó de vestirse ante la atenta mirada de Esther) ¡Y como no lo vas a pensar! (la miró fijamente y le dijo con amargura) Si ayer mismo en cuanto me largaste tirada a mitad de la calle se te hacía tarde para salir corriendo a buscarlo y confirmarle tu participación tanto como a él también se le hizo tarde para ir a la oficina a restregármelo en al cara E: ¡Yo ya te había dicho que iba aceptar Maca! M: ¡Y yo te había dicho que no estabas de acuerdo! E: Pues créeme que siento mucho que no lo estés (la miró fijamente a los ojos) Porque pese a lo que digas o hagas lo voy hacer (le empezó a temblar la barbilla) Date cuenta que no soy una marioneta que puedes manejar a tu antojo. ¡Tengo vida propia Maca! M: ¿Ya no me amas? E: Te amo... Y te amo demasiado que ese ha sido mi mayor problema. Amarte sin límites ni reservas (se cruzó de brazos sintiéndose agobiada) Así que no me salgas con eso Maca que por ahí no van los tiros (entrecerró los ojos intentando conservar la calma, dulcificó la voz para hacerla entrar en razón) Entiéndeme por favor cariño que si necesito espacio no es por falta de amor (suspiró hondo se le acercó y le acarició el rostro) Te prometo que al terminar la campaña me someto a la inseminación para quedarnos embarazadas y buscar a la niña que tanto quieres. ¿Qué te parece? M: ¡Haz lo que quieras! (se apartó de ella con cierta brusquedad y se dirigió hacia la puerta) ¡Ya veo que lo que yo diga, quiera o piense te tiene sin cuidado! (levantó los hombros con indiferencia) ¡Así que de hoy en adelante por mi puedes hacer lo que te venga en gana y olvídate que yo te apoye en algo! E: ¿Así van estar las cosas? (la miró con seriedad sintiéndose herida. Maca en respuesta apretó con fuerza los labio) Bien (entrecerró los ojos moleta) Voy a llevar a Pablo con mi madre para después llevar a Osman a que le hagan su portafolio fotográfico M: ¡A mí no me digas nada! (le contestó de manera brusca y áspera) Ya te dije... Haz lo que te venga en gana E: ¡Como quieras Maca! (elevó la voz respondiéndole en el mismo tono de voz que ella) Voy a necesitar usar tu auto M: Pues fíjate que no (levantó las cejas irónica) Llama a un taxi o mucho mejor llama a tu gran amigo Jerónimo para que venga por ti y te lleve con tu madre a dejarle a cuidar los niños para que ustedes dos pueden andar libremente sin problemas ni compromisos de por medio (saliendo de la recamara) ¡Te espero por la tarde en la oficina para que firmes el contrato! Maca salió de la recamara matrimonial cerrando rápidamente la puerta detrás de ellas sin darle oportunidad a Esther de decirle algo. Cuando Esther logró reaccionar y salir a buscarla solo oyó el fuerte impacto de la puerta de la entrada principal de la casa cerrarse bruscamente para enseguida escuchar como Maca encendía su auto y de un fuerte arrancón lo ponía en marcha haciendo rechinar las llantas Dos horas más tarde Esther llegaba a la casa de su madre en taxi. Encarna al escuchar el claxon de carro avisándole de su llegada salió rápidamente ayudarla con los niños En: Buenos días hija (le daba dos besos) A ver dame a este chiquitín Alcatraces blancos Pablo: Aita (le estiraba los bracitos sonriente) E: ¿Mama Segura que no tienes nada que hacer? En: Ya te dije que no hija... Tú no te preocupes y lleva a Osman a donde lo tengas que llevar y cuando te desocupes me lo traes para que te vayas a firmar tu contrato (tomó a Pablo entre sus brazo y le dio un beso) ¿Me vas a contar que fue lo que hiciste para convencer a Maca que te dejara hacerla? E: Después te cuento mama (miró el reloj) Ahora tengo prisa. En veinte minutos me esperan en el estudio fotográfico con Osman En: Bien hija (se inclinó un poco para ver a Osman por la ventanilla del taxi) ¿Como está mi pequeño guapo? Osman: Bien abuelita (sonrió ampliamente y le decía emocionado) Mi mama me dio permiso de salir en la tele y mi mami va a llevar a un lugar donde me van a sacar muchas fotos que necesito para poder hacer mi comercial En: Lo sé mi amor (le acarició con dulzura la mejilla) Y como tú eres un niño muy guapo e inteligente te vas a portar muy bien y le vas a obedecer a tu mami en todo Osman: Siempre lo hago abue aunque no lo quiera (levantó los hombros sintiéndose resignado) Si no... Mi mami me da de nalgadas E: ¡Osman (empezó a reírse) pero que mentiroso eres! En: ¡Con semejante ejemplo en casa! (frunció el ceno con seriedad) ¿Qué esperabas? E: ¡Mama por favor (la miro de manera recriminatoria y negó con la cabeza) no empieces! En: Ay hija mía no cabe duda lo tonta que te tiene esa mujer (suspiró y le dio una palmada en el hombro) Solo le pido a Dios te abra los ojos y endereces tu camino Osman: ¿Por que le dices eso a mi mami abuelita? En: Por qué la quiero mucho mi vida y... E: Nos vamos (la interrumpió con seriedad y le dio un beso a Pablo) al rato te traigo a Osman Osman corría incansable de un lado a otro jugando por los pasillos mientras Esther pacientemente esperaba sentada en la recepción del estudio a que llegara el fotógrafo asignado para Osman. Sintiéndose un poco enfadada y cansada de ver salir y entrar gente del estudio sin que a ella la llamaran se levantó de su lugar y fue directamente hacia la persona que fungía como recepcionista E: Señorita (llamando la atención de la recepcionista que estaba en el teléfono) ¿Me podría decir que pasa? tengo poco más de veinte minutos esperando a que llegue el fotógrafo que me asignaron -: Lamento mucho el inconveniente señora (colgó el teléfono se levantó de su lugar y fue hacia ella) Justo en este momento me acaban de avisar que el señor Olmos tuvo un contratiempo y no podrá llegar por lo cual le asignaremos a otro fotógrafo E: ¿Y eso sería para mañana? -: No. La sesión fotográfica se realizará hoy mismo. De hecho en estos momentos ya mandaron llamar a otro fotógrafo y están preparándolo todo para en cuanto llegue hacerla pasar E: Bien (movió la cabeza con resignación) ¿Y supongo que mientras debo seguir esperando? La recepcionista esbozó una tímida sonrisa a manera de disculpa Esther suspiró y armándose de paciencia se dispuso a irse a sentase hasta que llegara el fotógrafo. 76 Alcatraces blancos 77 Cuarenta cinco minutos más tarde la recepcionista se levantó de su lugar y se dirigió hacia ella -: Señora García... ¡Ya llego el fotógrafo! E: ¡Vaya! ¡Ya era hora! (miró con disgusto su reloj) tengo más de una hora y media esperando -: Lo sé y sentimos mucho el inconveniente (volvió a sonreírle) ¿Sería usted tan amable de seguirme? ¡La voy a llevar hasta al estudio indicado! E: Bien (Esther se levantó de su lugar llamó a Osman lo tomó de la mano y siguió de cerca a la recepcionista hasta donde esta le indicó) -: Aquí es (abrió una puerta permitiéndoles el paso) Por favor pase usted E: Gracias El sonido de la puerta al abrirse y las voces que escuchó hizo que la persona que estaba entretenida acomodando un par de luces en el set dejara de hacerlo y volteara a verlas sorprendido -: ¡Esther! (murmuró suavemente) E: ¡Hugo! La sorpresa del momento hizo que ambos abrieran los ojos quedándose estáticos en su lugar durante algunos segundos sin saber qué hacer. Sintiendo como el corazón le empezaba palpitar fuertemente Hugo entrecerró los ojos para después volver abrirlos y mirarla con profunda melancolía de arriba abajo teniendo la delicadeza de no ser ofensivo e incomodo E: ¿Pero qué haces tú aquí Hugo? Hugo: ¡Aquí trabajo! (sin poder dejar de verla) E: Ahhh -: ¿Ustedes ya se conocen? Hugo: Sí (entrecerró los ojos afirmando pausadamente) ¡Desde hace mucho, mucho tiempo! -: ¡Entonces ya no hay necesidad que los presente! E: No (movió la cabeza con evidente nostalgia) No hay necesidad de que nos presente. Gracias -: Me retiro (miró a Hugo con una sonrisa divertida en los labios) Si se te ofrece algo ya sabes cómo avisarme Hugo: Sí gracias (asistió con un movimiento de cabeza y espero que la recepcionista se marchara para poder reaccionar) Pero por favor Esther pasa y toma lugar E: Te veo un poco más flaco Hugo: Sin embargo yo a ti (trago saliva a la vez que esbozó un ligera sonrisa y sus ojos le brillaban de manera inmensa proyectando una chispa entre la esperanza y la ilusión) ¡Te veo más bella que nunca! E: Hugo (bajó el rostro apenada y le desvió la mirada) ¡Tanto tiempo! Osman: Mami (jalándola del pantalón con disgusto en su rostro) ¿Quién es este señor y porque te ve así? Hugo: ¡Poco más de doce años! (entrecerró los ojos y disimulo un suspiro) ¿Él es tu hijo? E: Sí (sonrió ampliamente e ignorando la molestia de Osman) Es Osman mi hijo mayor Alcatraces blancos 78 Hugo: Es precioso (se le hizo un nudo en la garganta a la vez que la voz se le enronquecía) ¿Sabes? (trago saliva conteniendo su emoción) Yo siempre soñé que... que tú serías la madre de mis hijos. Y nunca... (hizo una pausa manifestando nostalgia) nunca esperé conocer una extensión tuya que no fuera mía y mucho menos tener que ser yo el encargado de hacerle un portafolio fotográfico E: Yaaaa Esther sintió como un ligero vacío se instalaba en su estómago y sus ojos se le humedecieron gradualmente aun así se obligó ha hacer una pequeña mueca a manera de sonrisa a la vez que suspiró con evidente tristeza al malinterpretar las palabras de Hugo como rechazo a su hijo E: No te preocupes Hugo no te haré pasar por eso (con firmeza y decisión tomó a Osman de la mano) regresaré otro día cuando hayan asignado otro fotógrafo para mi hijo Hugo: Espera Esther (la tomó con delicadeza por la muñeca para detenerla) No malinterpretes mis palabras y mis emociones como señales de rechazo por que no es así Esther (movió afligido la cabeza) Es solo que no... No esperaba volver a verte. (entrecerró los ojos haciendo una pequeña pausa) ¡Yo nunca he podido olvidarte! E: ¡Tengo que irme! Hugo: Quédate ¿Sí? (la miró con suplica en los ojos) Bueno si te quiere ir estás en tu derecho... Pero ya estás aquí y a mí me encantaría poder hacer el portafolio para tu hijo y hablar contigo un rato... Cuéntame ¿Cuántos hijos tienes y como te va en tu matrimonio con Maca? E: Tengo dos hijos y me va muy bien (sonrió sintiéndose algo incomoda y nerviosa) Pero no quiero hablar de eso contigo Hugo... Francamente no después de todo lo que pasó Hugo: No pasó nada Esther (medio sonrió para tranquilizarla y trasmitirle algo de confianza) Simplemente quizás yo no era el hombre ideal para ti. Y tú al final tomaste la decisión y escogiste la luna que te hizo más feliz E: Sí... sí pero, de todas maneras (hizo una pausa para intentar aclararse) Mira Hugo de todas maneras yo quiero que sepas que yo no quise hacerte daño y que significas mucho para mí... (se mordió un labio con cierta pena) Y que lamentó profundamente pero profundamente haberte hecho tanto daño Hugo: Sobreviví ¿No? (suspiró muy hondo a la vez que le sonrió ampliamente) Y lo más importante es que tú eres muy feliz (volteó a ver a Osman el cual ya estaba entretenido jugando con una de sus cámaras) Y tienes un hijo precioso al cual le haré el mejor portafolio que haya hecho en mi vida ¿Me acompañas? E: Por supuesto Hugo: Osman (el niño volteó al escucharlo) ¿Quieres que empecemos a jugar a tomarte fotos? Osman: No Osman dejo la cámara que traía en sus manos y corrió hacia su madre abrazándosele por la cintura. Esther sorprendida por la reacción de su hijo le acarició la cabeza y se puso a su altura para hablar con él E: ¿Qué sucede cariño? (le acariciaba con delicadeza el rostro) ¿Por qué no quieres jugar con él? Alcatraces blancos 79 Osman: ¡Porque no me gusta (le decía atufado cruzando los brazos y sin dejar de ver a Hugo) ese señor! E: ¿Por qué no te gusta? Osman: Porque... Osman de pronto se quedó callado, volteo a ver Hugo el cual los observaba divertido a pocos pasos de distancia en espera de su respuesta. Osman apretó la boca y frunció el ceño enfadado. Con firmeza tomó la mano de su madre y la jaló con determinación Osman: Ven Esther levantó las cejas y movía la cabeza sorprendida mientras se dejaba guiar por su hijo hasta el otro extremo del estudio E: ¿Qué pasa Osman? Osman: Es que... (la hizo que se agachara a su altura y le susurró al oído de su madre) No me gusta cómo te ve E: Ah (abrió los ojos con sorpresa a la vez que sonreía) ¿Y cómo es que me ve? Osman: Así (dulcificó la expresión de rostro e hizo que su mirada se iluminara con un brillo entre ilusión, esperanza, ternura y devoción) ¿Ves como? (vio a su madre a los ojos la cual no podía dejar de sonreírle divertida) Te ve igual que te veía Silvia y eso no me gusta. ¡Solo mi mama te puede ver así! Esther soltó de improvisto una fuerte carcajada provocando aun más el enfado de su hijo el cual de inmediato se cruzó de brazos sintiéndose ofendido Osman: ¡Mala! E: ¡Lo que me faltaba! (poniéndose seria) Eres igual de celoso y posesivo que tu madre y eso no me gusta Osman: Vas a ver (soltó el llanto) ¡Le voy a decir a mi mama! Hugo: ¿Pasa algo Esther? E: No Hugo (miró a su hijo con disgusto) es solo que acá al caballerito le van a empezar a salir sapos de la boca por andar de grosero gritándole a su madre Hugo: ¿Quieres que dejemos la sesión para más tarde? E: Va ser que sí Hugo (tomó a Osman de la mano) porque esto no tarda en llenarse de sapos Osman: No mami (decía llorando mientras se tapaba la boca) No voy a dejar que se salgan. Ya no te voy a volver a gritar. ¿Me perdonas? E: Ummm Osman (se puso a su altura y lo abrazó) ya no llores que te vas a poner feo y Hugo no te va a poder sacar las fotos (le limpiaba con ternura las lágrimas) ¿Por qué tú quieres que Hugo te saquen las fotos verdad? Osman: Sí (se abrazó más a ella) sí quiero E: Entonces ya deja de llorar Osman: ¿Me perdonas mami? E: Claro mi amor (lo levantó en brazos y empezó a dar vueltas con él en el aire. Osman empezó a reírse divertido) Si yo quiero mucho a mi niño pero mi niño no tiene que ser celoso ni portarse grosero Osman: No mami Hugo: ¡Que hermosa te ves en tu papel de madre Esther! (sonrió con añoranza y deje de tristeza) Ahora más que nunca... ¡Qué envidia le tengo a Maca! Alcatraces blancos 80 E: ¡Hugo! Hugo: Hummm (suspiró con fuerza y se dirigió a Osman el cual seguía en brazos de su madre) Veo que ya estás listo Osman (levantó las cejas) ¿Ahora si quieres que te saque muchas fotos bonitas? Osman: Sí (sonrió ampliamente gustoso) ¿Y me vas a dar una para regalársela a mi mama? Hugo: Claro Hugo se obligó a instalar una sonrisa continua en sus labios para disimular la tristeza que sentía y lo mucho que le afectaba emocionalmente volverse a ver con su gran amor. Durante dos horas se dedicó de manera estrictamente profesional a dar lo mejor de sí para sacar y motivar la dinámica de Osman y captar sus mejores poses Hugo: Muy bien chaval (reía complacido) Eres muy bueno en esto (le decía emocionado a Esther) Te felicito Esther tu hijo tiene talento natural y con el tiempo llegará a ser uno de los mejores modelos del mundo ¡Eso te lo aseguro! Osman: Ya terminamos Hugo: Ya casi... Solo falta la última fotografía para cerrar tu portafolio con broche de oro. La que le vas a regalar a tu mama Maca (volteó a ver decidido a Esther) Esther ¿Me harías el honor de posar al lado de tu hijo? E: ¿Qué? (lo miró con sorpresa y de inmediato negó) No Hugo... Yo no podría Hugo: Esther no te puedes negar es el regalo de Osman para Maca Osman: Sí mami (gritó emocionado) Que te saquen una foto conmigo para dársela a mi mama Hugo: ¡Vez hasta tu hijo te aclama! E: ¡Estás Loco! Hugo: Esther por favor E: Hugo no (volvió a negar con la cabeza y le murmuro) Si Maca se entera que me has vuelto hacer posar para tu lente ¡Me mata! Hugo: ¡No será para tanto! (y sin que Esther se lo esperaba se puso de rodillas a sus pies suplicándole) Te prometo que solo será una y si no te gusta la tiramos Osman: Sí mami (hincándose al pie al igual que Hugo) por fis E: Ayyy (suspiro con fuerza) Está bien Osman se paró gritando contento y se abrazó a su madre. Hugo sonrió gratamente complacido y emocionado se dispuso rápidamente a preparar los detalles para captar el gran momento Poco después Esther y Osman vestían completamente de blanco estaban descalzos con el pelo mojado y ligeramente alborotado. De fondo tenían la pantalla verde que más adelante se trasformaría con un colorido paisaje de un amanecer en las montanas Hugo hizo que Esther sentara sobre sus piernas a su hijo y que este a su vez colocara sobre su pecho una de sus mano con dependencia y la otra la llevara hasta tocar su mejilla de manera pausada y tierna sonriéndole amorosamente. Esther al ver a su hijo de esa manera tan entregado no pudo evitar sentirse profundamente emocionada y esbozó una enorme sonrisa a la vez que sus ojos se le iluminaron proyectando un cálido brillo entre ternura, devoción y amor a su hijo Alcatraces blancos 81 Hugo: Las tengo (suspirando al momento que captó la imagen y murmuró con fuerza) ¡Sonrisas en el cielo! Ni la palidez en su rostro lograba disimular un poco la incomodidad y el mal humor que traía. En sus manos llevaba varios folders con documentación y contratos importantes de las empresas familiares que los abogados le habían entregado esa mañana Con cierta impaciencia Maca vio la hora en su reloj a la vez que esperaba que las puertas del asesor se abrieran. Nada más al abrir salió de ahí caminando por el pasillo a paso lento pero a la vez firme hasta llegar al escritorio de su secretaria. Lorena al verla llegar de inmediato se paró con algunas fólderes en su mano Lorena: Buenas tardes señora (observándola con preocupación) ¿Se encuentra usted bien? M: Buenas tardes Lorena (entrecerró los ojos sintiéndose agobiada) De hecho no (la vio de manera seria y con el tono de voz áspero le ordeno) ¡Comunícate de inmediato con Jerónimo y dile que Esther García firmará su dichoso contrato esta misma tarde! Lorena: ¡Entonces es verdad! (la mujer sonrió gratamente complicidad sin poder evitar disimular el gusto que sentía) La señora Esther será la nueva modelo para la campaña de los vinos de mesa Wilson M: Lorena (le echó una mirada que tal parecía la quería fulminar con ella exasperada apretó los dientes y frunció el ceño a la vez que manifestó de manera seca y tajante) ¡Comunícate con Jerónimo pero ya! Lorena: Sí... si enseguida lo hago (bajó la mirada sintiéndose nerviosa) El señor Alejandro Torres la está esperando desde hace un poco más de media hora en el departamento de diseño e imagen M: ¿Para qué? Lorena: Hoy están citadas las cinco modelos que harán las pruebas para la campana de lentes de sol Cardiel M: ¡Joder! (sacó aire y se llevó una mano con frustración a la frente) ¿Cómo se me pudo olvidar las pruebas? Lorena: Esta mañana traté de comunicarme con usted para recordárselo pero nunca me tomó la llamada M: ¡Tengo el móvil apagado! (suspiró moviendo la cabeza) ¿Alguna otra novedad? Lorena: Sí (extendiéndole los folders) hace un momento el contador trajo esto para usted (Maca tomó los folders) Dejó dicho que es urgente que los revise. Al parecer no concuerdan las cantidades y las fechas de las últimas inversiones que realizó usted en la bolsa de valores con el último balance M: ¿Cuáles inversiones? (le hecho una rápida mirada a la documentación y frunció el ceño) Hummm debe tratarse de un error. Después de que te comuniques con Jerónimo busca y tráeme todos los reportes de los movimientos bursátiles de los últimos tres meses especialmente los realizados por Gustavo Toscani Lorena: ¿El hermano de Karol? M: Sí Lorena el hermano de Karol (entrecerró los ojos con impaciencia) ¿Algo más que quieras saber? Lorena: Lo siento (nuevamente bajó la mirada) en cuanto los tenga listos se los llevo a su oficina M: ¿Tienes algo más para mí? Lorena: Su esposa la ha llamado dos veces Alcatraces blancos 82 M: ¿Y qué quería? Lorena: Se quedó sin efectivo y no pudo pagar una cuenta con sus tarjetas ya que estas al parecer están congeladas desde esta mañana y quería saber donde estaba usted para pregúntale si sabía algo al respeto (el teléfono empezó a sonar) además quería saber si usted ya había pasado a recoger su camioneta a la agencia M: Bien comunícame con los del banco (levantó los hombros sin darle importancia y se dirigió a su oficina) y de paso también comunícate con Alejandro y dile que vaya empezando las pruebas con las modelos que yo en algunos minutos más estoy por ahí con él La secretaria asistió con un ligero movimiento de cabeza a la vez que tomaba el teléfono para contestar Lorena: Wilson y asociados E: Hola Lorena nuevamente soy yo (con una sonrisa en los labios) ¿Ya habrá llegado Maca? Lorena: ¡Señora Esther! (esbozó una enorme sonrisa a la vez que elevaba la voz para llamar la atención de Maca la cual se detuvo al escucharla y se giró de inmediato hacia ella) Sí... sí claro en seguida se la comu... M: ¡Dile que no estoy! Maca la interrumpió de manera firme y rotunda. Lorena abrió enormemente los ojos por la sorpresa al mismo tiempo que hacía el intento de tapar el auricular del teléfono tratando de evitar que Esther escuchara Lorena: ¡Pero! M: Pero nada (la vio como haciéndole una advertencia) Dile que no estoy (reafirmó nuevamente) Y también dile que si quiere su camioneta que vaya a recogerla ella y que le pida dinero a Jero para pagar la cuenta Las palabras contundentes de Maca hicieron que a Lorena se le congelara al instante la sonrisa y que un ligero rubor se apoderara de su rostro haciéndola sentir incomoda y apenada con la situación. Maca sin inmutarse por el hecho prosiguió su camino hacia la oficina Lorena: Lo siento señora Esther (entrecerraba los ojos con pena a la vez que murmuraba con nerviosismo) Pero me confundí y la señora Maca aun no llegado E: No hay necesidad que me mientas y mucho menos que la disculpes conmigo (tragó saliva sintiendo como un súbito calor empezaba a correrle por la venas) ¡La escuché perfectamente! Lorena: Yo... (con la pena reflejada en su voz) En verdad siento mucho lo ocurrido señora E: No se preocupe Lorena Esther apretó los dientes para disimular su coraje a la vez que se obligaba a dulcificar el tono de su voz para no hacer sentir más incomoda a la apenada mujer E: Usted no tiene la culpa de que mi mujer sea una impresentable (sacó aire para liberar la tensión) De cualquier manera la veo por ahí más tarde cuando vaya a firmar mi contrato Alcatraces blancos 83 La afligida mujer colgó el teléfono y sin entender absolutamente en nada la actitud de Maca con Esther se quedó con el ceño fruncido contemplando la puerta del la oficina de su Jefa Como una autónoma Lorena hizo todo lo que su Jefa le ordenó y una hora más tarde Alejandro llegó hasta su escritorio en compañía de una mujer. Le pasó la mano por enfrente dos veces para llamar su atención y finalmente le tronó los dedos divertido Alex: ¡Despierta Lorena! Lorena: ¡Oh perdón! (dio un pequeño salto en su lugar y se obligó a medio sonreírles) ¿Se les ofrece algo? Alex: Pues va ser que sí Lore (sonrió algo extrañado por la actitud de la mujer) ¿Y Maca? Lorena: Está en su oficina Alex: Bien (caminó con seguridad hacia la oficina) como ya nos cansamos de esperarla vamos a pasar hablar con ella Lorena: Señor Alejandro (deteniéndolo de improvisto) solo que (levantó la cejas sintiéndose incomoda con la presencia de la mujer que lo acompañaba) no está de buen humor Alex: Ja (soltó irónico provocando una leve sonrisa en su acompañante) Que novedad Lorena pero si te sirve de algo ¡Yo tampoco lo estoy! Sin tomarle más importancia al comentario de Lorena abrió con determinación la puerta para hacer pasar a su acompañante primero. Maca estaba junto a un archivero entretenida buscando algo por lo cual les daba la espalda M: ¡Tan impertinente como siempre! (sin girarse a verlo) ¿Cuál de las cinco modelos es la más buena? Alex: Y tú tan exquisita como siempre (tosió disimuladamente para hacerla voltear) además que para bruta y tonta nadie te gana M: Juro por Dios que si no fuera por el delicioso olor a madera y rosas de tu fragancia te agarraba de los cojones y te tiraba ahora mismo por... Por Con lentitud se giró hacia Alejandro quedándose muda unos instantes al descubrir a su lado a la bella mujer que lo acompañaba. Sorprendida levantó las cejas y con disimuló la recorrió con la mirada de arriba abajo M: Por la ventana... Lo siento (atinó a decir a la vez que se mordió un labio con cierta incomodidad ante las sonrisas burlonas de su amigo) No sabía que Alejandro estaba bellamente acompañado Alex: ¡Eso te pasa por insolente! (soltó riéndose en su cara) Y tu galantería déjalas para después que ya nos has hecho perder suficiente tiempo y venimos hablar de negocios Alejandro levantó los hombros burlándose abiertamente en su cara Maca frunció el ceño a la vez que movió la cabeza con cierto malestar mientras la mujer que lo acompañaba disimuladamente volteó la cara para disimular una leve sonrisa que aparecía en sus labio M: No te pases Alejandro (le indicó moviendo el dedo) ¡Te lo advierto! Alex: ¿Ya podrás atendernos? Alcatraces blancos 84 Maca sacó aire y buscó encontrarse con los ojos de la mujer y no pudo evitar sentir una extraña inquietud de desasosiego al chocar con su mirada. La mujer al percatarse de la inquietud de Maca sonrió con amabilidad a la vez que le esquivó cordialmente la mirada. Maca inconscientemente levantó las cejas algo pensativa M: ¡Yo a ti te eh visto antes! (se dirigió a la mujer con seguridad a la vez que ignoraba los comentarios de Alejandro) Pero no logro recordar donde Alex: Seguramente en algún evento (intervino su amigo) o quizás en alguna revista M: Puede ser (le mostró su mejor sonrisa) ¿A que eres modelo? -: Lo fui (sonrió ligeramente) en mi niñez. Yo fui la imagen por muchos años de Splahs Mundo Acuático M: Lo sabia (sonrió divertida y trono los dedos empezando a coquetear abiertamente con ella) Tu cara, tu pelo, el color de tus ojos me recordaba algo... (se giró a ver a su amigo con doble intención) Me gusta... (levantó las cejas sonriendo con picardía) Y me gusta mucho. Es la modelo perfecta para la campaña de Cardiel... ¡No busques más y ponte de inmediato en contacto con los representantes de Dreams para contratarla! Alex: Espera Maca (abrió los ojos sorprendido y empezó a reírse) que estás muy equivocada M: ¿Por qué? Alex: Maca es que ella es Silvia Ortiz (levantó las cejas ante el estupor de Maca) La dueña y representante de Dreams M: Por Dios (sus ojos se abrieron al máximo ante la sonrisa divertida de Silvia) Lo siento yo pensé que... (sonrió a manera de disculpa) de verdad lo siento Silvia: No pasa nada (le extendió la mano) y mucho gusto M: El gusto es mío (esbozó una sonrisa de oreja a oreja y de manera natural le guiñó un ojo coqueteándole descaradamente) He oído hablar mucho de ti y de tu agencia estos últimos días. ¡Que ya me moría de ganas por conocerte! Silvia: ¡Ah sí! (ignorando sus coqueteos y recordando a Esther) ¿Y qué te dicen? M: Que eres muy buena en lo que haces, que siempre estás rodeada de los mejores profesionales para realizar tu trabajo. Que cuentas con las mejores modelos del momento y que básicamente tu éxito se debe a que no te da miedo arriesgar y apostar por nuevos talentos con ideas dinámicas e innovadoras que están revolucionando el mundo de la moda Silvia: Puede ser Macarena (entrecerró los ojos) en este negocio si no refrescas no creces y básicamente parte del éxito consiste en confiar en tu gente y tomar la mejor decisión para ellos con el corazón y no por el beneficio económico que te puedan dejar. (levantó los hombros) El dinero va y viene pero las grandezas se sus almas y de sus corazones se quedan siempre con uno. Y eso al final es lo que más vale M: ¡Ahora entiendo el por qué de tu éxito! (le sonrió sin dejar de coquetearle y con picardía manifestó) ¡Y lo interesante y gratificante que ha de ser descubrir y trabajar con tanta mujer bella a tu lado! Silvia: No te lo niego trabajo rodeada de autenticas bellezas (levantó las cejas y suspiró) pero lo más interesante de trabajar con ellas no radica en descubrir su belleza exterior si no en descubrir su calidad humana y eso es lo que hace que te sientas gratamente motivada a continuar con tu labor (le sonrió con gentileza) ¡Por eso me gusta mucho mi trabajo! M: No lo dudo (la vio fijamente a los ojos) La inteligencia y la belleza es una virtud que no siempre van de la mano en una mujer (a modo de halago) Y tú perfectamente tienes esas virtudes (suspiró levemente) Aparte de bella eres sumamente inteligente y con todo Alcatraces blancos 85 lo que me acabas de decir me estás dando entender que siempre buscas el bienestar, la integridad y la seguridad de tus modelos Silvia: Efectivamente Macarena y con todo el debido respeto (le sostuvo la mirada) que no te quede la menor duda que todos los modelos que represento no son promovidos ni promocionados para prostituirlos M: ¿Cómo? (abría y cerraba los ojos intentando de comprender el significado de sus palabras y su respiración empezó agitarse al sentirse deliberadamente atacada) ¡Yo no he dicho eso! Silvia: Es cierto no lo has dicho (sin bajarle la vista) sin embargo por tus anteriores comentarios es el concepto que tienes del mundo del modelaje M: No me vas a negar (levantando los hombros) que en ese mundo hay mucha promiscuidad Silvia: En ese mundo y en otros más (sonrió levemente ante su comentario) El ser humano por lo general siempre tiene la tendencia de encontrar lo que anda buscando Maca la miró con seriedad un momento después levantó las cejas sintiendo algo incomoda y esbozó levemente una sonrisa con un deje de ironía. Y camino hasta donde se encontraba Alejandro observándolas sorprendido sin perderles detalle alguno M: ¿Ya tienes seleccionada a la modelo para la campana de Cardiel? Alex: Sí (murmuró medio sonriente y su teléfono móvil empezó a sonar) Solo falta que tú des la aprobación final. ¿Me disculpas un momento? Alejandro atendió la llamada y a medida que se enfrascaba en la conversación telefonía observaba de reojo a Maca finalmente colgó y se dirigió hacia ella Alex: Maca tengo que bajar a imagen y diseño ¿Podrías hacerte cargo de la contratación? M: Sí (movió la cabeza afirmando) ya lo hago yo Alejandro se disculpó con Silva y salió del la oficina de Maca no sin antes decirle disimuladamente sin que Silvia lo viera Alex: “Pórtate bien y no lo eches a perder” Maca se rió y caminó unos pasos hasta quedar recargada en su escritorio M: Bien (buscando el rostro de Silvia) ¿Cuáles son las condiciones del contrato? Silvia: ¿Vas a contratarla sin verla antes? M: No hay necesidad (levantó las cejas con picardía y seguridad a la vez que manifestó galante y con excesiva coquetería) Sin duda la chica en cuestión es tan bella e inteligente como su representante Silvia movió ligeramente la cabeza y la miró algunos momentos con seriedad y lejos de sentirse alagada con los coqueteos de Maca se sintió incomoda porque ella sabía perfectamente quien era ella. Aun así sacó de su portafolio los documentos del contrato y se los extendió Alcatraces blancos 86 M: ¿No tienes hambre? (los recibió y sin mirar siquiera el contrato) ¿Qué te parece si me acompañas a comer y de paso revisamos y discutimos punto por punto cada cláusula del contrato Silvia: Lo siento (miró su reloj) pero tengo otro compromiso M: ¿Tu marido? Silvia: No (medio suspiró y entrecerró los ojos) No soy casada, ni tengo compromiso alguno por el momento M: ¿Pero hay alguien? Silvia: De echo sí (la miró fijamente) lamentablemente la persona que me interesa ama profundamente a su mujer y ante eso yo no puedo hacer nada excepto saber esperar M: Y mientras esperas (se le acercó deliberadamente y manifestó de manera sugerente) ¿Qué te parece si tú y yo esperamos juntitas mientras ese susodicho espabila un poquito? Silvia: En primera no se trata de un hombre M: Ah (sonrió con descaro al comprender lo que le decía) Mucho mejor ¿No? Silvia: En segunda (movió la cabeza empezando a sentirse enfadada por la desfachatez de Maca) ¡Se perfectamente quien eres! M: ¿Qué quieres decir con eso? Silvia: Mira Maca (empezó a caminar por toda la oficina moviendo la cabeza con evidente disgusto) ¡Conozco a Esther! Maca abría y cerraba los ojos acongojada a la vez que se sentó abruptamente sobre el escritorio y tragaba saliva. El rostro súbitamente fue perdiendo color hasta tonársele blanco M: ¿Qué has dicho? Silvia: Que conozco a tu mujer y que se me hace muy cínico y descarado de tu parte que intentes deliberadamente coquetear conmigo cuando Esther es mi amiga M: ¿Desde cuándo tienes tratos con ella? (recuperándose rápidamente de la impresión y viéndola fijamente) ¿Desde cuándo se conocen? Silvia: En realidad desde hace poco (levantó las cejas) Muy poco y de hecho ayer estuve en el castín de tu hijo y Esther me pidió ser su representante M: ¡Ah sí! (su respiración se empezó a entrecortar y su rostro empezó a tonarse ligeramente colorado a la vez que sintió como un ola de calor le invadía el cuerpo) ¡Qué bien! Silvia: ¡Pensé que los sabías! M: Pues ya ves que no (apretó los dientes con fuerza) Últimamente desconozco todo lo que hace mi mujer (y manifestó con doble intención) ¡Ahora entiendo el por qué de su rebeldía! ¿Te divierte bien? El rostro de Silvia se trasformó con una dura expresión de enfado y volteó a ver furiosa a Maca retándola. Maca le sostuvo la mirada algunos segundos finalmente rápidamente reviso rápidamente el contrato que Silvia le había dado momentos antes lo firmó y se lo entregó M: Bien (sin inmutarse en verla) esta será la última vez que contrate alguna de tus modelos y creo que está de mas pedirte discreción con todo este asunto Silvia: No te preocupes (hizo una mueca y manifestó secamente) por mi nunca nadie se enterará Alcatraces blancos 87 Silvia tomó el contrato con rapidez lo guardó en el portafolio y se dispuso a marcharse. Maca ni siquiera se inmutó en levantar la cabeza para verla como si nada tomó unos papeles e hizo como si los estuviera revisando y antes de que Silvia saliera de le oficina M: Silvia (siguió enfrascada en los papeles) mucho te voy agradecer que al terminar mi hijo sus comerciales tú renuncies a seguir representándolo y me hagas el favor de alegarte de mi mujer Silvia: Referente a la representación de Osman (se dio la vuelta para enfrentarla pero Maca ni se inmutó) no tengo problema pero en cuanto a que me aleje Esther (levantó las cejas con seguridad) ¡Que sea ella quien me lo pida! Silvia sin esperar más abrió la puerta y se marcho dejando a Maca furiosa sentada en su escritorio. Inmediatamente que Silvia salió Maca cerró con fuerza las palmas de sus manos y con ellas apuñadas dio varios golpes con coraje sobre el escritorio M: ¡Mierda! (tiró las pila de papeles que tenía en el escritorio) ¡Pinche vieja!... Que ni piense que se va a acostar con mi mujer Con paso firme Silvia caminó hasta el ascensor y su sorpresa fue mayúscula cuando este se abrió y dio paso a Esther Silvia: ¡Esther! E: ¡Silvia! (le sonrió gratamente) ¿Qué haces tú por aquí? Silvia: ¡Lo mismo debería preguntarte yo! (le devolvió la sonrisa) pero esta mañana me enteré que (señalando hacia la oficina de Maca) Macarena Wilson es tu esposa E: ¡Pensé que lo sabías! Silvia: No (sonreía divertida y movía la cabeza negándolo) Y debí relacionarlo por el apellido de tu hijo pero no (levantó las cejas) No fue hasta esta mañana cuando revisaba los contratos de mis modelos que me di cuenta que la dueña de Wilson y asociados no era otra que tu mujer. Macarena Wilson E: ¿Entonces ya se conocían? Silvia: No Esther (volvió a negar moviendo la cabeza) de hecho esta es la primera vez que yo vengo por aquí E: ¿Y ya la conociste? Silvia: Hace un momento (levantó las cejas) E: ¿Y qué te pareció? Silvia: Que es una mujer con bastante suerte por tenerte (sacó aire y se puso seria) Esther tengo que decirte algo (la miró disculpándose con la mirada) Hace uno momento le comenté que ayer estuve contigo en la audición de Osman y que me pediste ser su represéntate. Y ella se sorprendí mucho al saberlo E: ¡Y no le sentó nada bien! Silvia: No E: ¿Te dijo algo o te molesto en algo? Silvia: No, no para anda Esther E: Ufffs menos mal (suspiró sintiéndose aliviada) Es que Maca es muy celosa Silvia: ¡Ya me pude dar cuenta! (entrecerró los ojos sintiéndose apenada) Pero de cualquier manera lo siento mucho... ¡Yo no tenía ni idea de que no le hubieras contado nada! Y yo supuse que ustedes tenían muy buena comunicación y que... Alcatraces blancos 88 E: Tranquila Silvia (la interrumpió y la tomó del brazo) No pasa nada (suspiró sintiéndose triste) De hecho no estamos pasando un buen momento y si no se lo comuniqué es porque no me dio la oportunidad de hacerlo Silvia: Bien (suspiró y tomó un momento para poner en orden sus ideas) Esther quiero también que sepas que me llamó Hugo... (entrecerró nuevamente los ojos) te juro que tampoco sabía que ustedes dos en el pasado habían tenido algo. De haberlo sabido esta mañana cuando me llamaron de los estudios para asignar otro fotógrafo para tu hijo no lo hubiera mandado a él E: No te preocupes (volvió a suspirar) las cosas pasan por algo y créeme el volver a reencontrarme y saber de él me hizo mucho bien Silvia: Tendrás que decírselo a Maca antes que se entere por otro lado. Y resulte peor el asunto E: Lo sé (caminó un poco) y ahora mismo lo voy hacer Silvia: ¿Quieres que te acompañe? E: Será mejor que no (se rió disimulando su nerviosismo y le aseguro) ¡puedo con ella! Silvia: ¡Si tú lo dices! (riéndose con ella) Bueno me tengo que ir que me están esperando en los estudios (le dio rápidamente dos besos) ¿Te llamo después y me cuentas? E: ¡Vale! Esther se dirigió al escritorio de Lorena y esta al verla se levantó de inmediato y la abrazó dándole de besos Lorena: ¡Señora Esther!... Que gusto verla por aquí E: Gracias Lorena (mirando hacia la puerta de la oficina de Maca) ¿Está la neurótica impresentable de mi mujer? Lorena: Sí (empezó a reírse) sí está E: Voy con ella Maca al escuchar que abrían la puerta de su oficina y que alguien entraba levantó la vista y se levantó de inmediato de su lugar. Esther movió la cabeza con sorpresa al ver todo los papeles espaciados por dondequiera M: ¿Qué haces aquí? E: Vine a firmar el contrato M: ¿Cuál de todos? E: Maca (entrecerró los ojos preparándose para la envestida) por favor M: ¿Por qué contrataste una representante para Osman sin tomarme en cuenta? E: Porque últimamente te empeñas más en discutir que en hablar además eso fue ayer y francamente no tuve oportunidad de comentártelo M: ¡Que cómodo para ti! (se cruzó de brazos) ¿No? E: No Maca (movió la cabeza y levantó las cejas con tristeza) no me resulta nada cómodo venir a tu oficina y encontrarte así y de la nada comenzar una discusión M: ¡Sí, de la nada! (se rió con irónica) Bien Esther... ¡Ahora te doy la oportunidad de hacerlo! ¿Tienes algo más que comentarme? E: Sí (entrelazó las manos con nerviosismo) esta mañana llevé a Osman a que le hicieran su portafolio fotográfico y... Esther se quedó callada Maca volteó a verla veía con atención Esther sacó aire y Maca levantó las cejas esperando a que continuara Alcatraces blancos 89 M: Y que Esther E: Y (pasó saliva) el fotógrafo era Hugo Acosta Maca súbitamente empalideció del rostro y sintió como si un balde de agua fría le recorriera el cuerpo congelándoselo al instante M: ¿Qué has dicho? E: Te juro que yo no lo sabía que él era el fotógrafo hasta esta mañana que lo vi M: ¿Y permitiste que le hiera el portafolio a Osman? E: Sí Maca (bajó la mirada) Y también le permití que me tomara una fotografía junto a Osman Maca dio dos pasos hacia atrás y empezó a sentir un fuerte calor en el estómago el cual hizo que las tripas le empezaran a chillar mientras el semblante de su rostro cambiaba de todos colores E: ¡Maca! M: No me toques (escupió apretando los dientes y apuñando las manos) ¡Será mejor que te vayas! E: ¡Dame el contrato para firmarlo! M: Sí claro el dichoso contrato Maca la vio con coraje de arriba abajo a la vez que caminaba hacia su escritorio abrió un cajón y sacó unas llaves y dos folder los cuales aventó sobre el escritorio de mala gana M: Son las llaves para que vayas a la agencia a recoger tu camioneta. El folder rojo es el contrato que Jerónimo te redactó y el cual debes firmar y el azul (respiró hondo) Es la demanda del divorcio E: ¿Qué has dicho? M: ¡Que me voy a divorciar de ti! E: ¿Pero por qué? M: Por qué no puedo con esto Esther (el semblante de su rostro se enrojeció presa de los celos) Mira si quieres exponerte y que todos te metan mano ¡Hazlo! pero no pretendas que yo lo vea y mucho menos te apoye. Esta mañana cuando salí de casa fui con los abogados y si acaso todavía me quedaba alguna duda en tomar la decisión con la reaparición de Hugo se me ha aclarado E: Maca (la detuvo del brazo impidiendo que saliera de la oficina) ¡No es para que te pongas en ese plan! M: ¡Nunca debí haberme casado contigo Esther! E: ¿Por qué me dices eso? (entrecerró los ojos a la vez que estos se le llenaban de lágrimas) ¿Por qué Maca? M: Porque es más que evidente que cualquiera incluyendo mi hermano es mucho mejor partido que yo. Además de que tú y Jero siempre se han entendido muy bien todos estos años a mis espaldas E: Maca (entrecerró los ojos dolida) ¿Cómo puedes decirme eso? (la lágrimas empezaron fluir) Durante años he soportado tus celos enfermizos con quien se me acerque o me hable (movió la cabeza con suma tristeza) Pero que me celes e insinúes Alcatraces blancos 90 que tengo algo que ver con tu hermano se me hace demasiado cruel e infame. ¿Por qué clase de mujer me has tomado? M: Niégame que te acostabas con Hugo al mismo tiempo que lo hacías conmigo Esther. (la tomó por lo hombros de sorpresa a la vez que la sacudía presa de los celos) Niégamelo E: Eso ya lo habíamos hablado (se limpió con frustración y coraje las lágrimas) y bien sabes cómo se dieron las cosas. Cuando yo te conocí Hugo era mi novio... ¡Y yo le engañé contigo! M: ¡Dijiste que lo ibas a dejar! E: ¡Y lo dejé Maca! Lo dejé (la miró retándola furiosa) A los dos días de que me acosté contigo por primera vez lo dejé M: Sí... ¡Claro! (cruzándose de brazos) por eso fue que te embarazó después ¿verdad? o a caso ya no te acuerdas que fui yo que pese a todo me quedé a tu lado cuidándote cuando perdiste al bebe E: No... No se me olvida (se llevó con dolor la mano a la frente) Y te lo he agradecido todo este tiempo (las lágrimas volvieron a fluir incontrolables rodando por su rostro) Por eso es que te he aguantado tanto... (llorando desconsolada) Pero ya no M: Sí... ya no (se acercó con rabia hasta ella y sin que Esther se lo esperara la tomó por los cabellos y completamente fuera de si de un fuerte jalón se la llevó hasta el escritorio) Anda firma el maldito contrato para que te sueltes el pelo por completo E: Suéltame Maca (gimoteó forcejeando con ella) Me estás lastimando M: ¡Te estoy lastimando! Maca levantó la mano e hizo el intento de darle una cachetada pero Esther se lo impidió aprisionándole la mano E: Anda pégame... ¿Qué esperas? (la miró furiosa retándola) Para cerrar con broche de oro a todas tus bajezas y canalladas M: ¡Firma maldita zorra! (la agarró por el cuello apretándoselo) Total si Jero no te quita las ganas bien te las quitará Huguito Esther se la quitó de encima de un fuerte empujón a la vez que su mano se elevó con coraje y furia por el aire hasta que la estampó con firmeza y fuerza en su cara una... dos... tres veces sin dejar opción a que Maca pudiera racionar y defenderse E: Esta es la última vez que permito que me faltes al respeto y me sigas tratando como una puta (respiró con dificultada y levantó su cabeza con dolor y orgullo) ¡Es lo último que te soporto Macarena! (apretó los dientes aguantándose las lágrimas) ¡Una vez más has ganado! (se volvió a limpiar con coraje las lágrimas que amenazaban ya con salir y la miró con profunda decepción a la vez que le aventaba el folder rojo a la cara) ¡No voy hacer la campaña para Jerónimo! Y no porque tenga algo más que una amistad sincera y desinteresada con él. Sino porque me daría mucha vergüenza verle a la cara después de saber todo lo que dices, haces y piensas (tomó con desprecio el folder azul lo abrió y firmó sin dudarlo) Sin embargo acepto gustosa tu demanda de divorcio Esther soltó el lapicero e inmediatamente después salió corriendo de la oficina de Maca bañada en lágrimas. Maca veía la demandada de divorcio firmada por Esther y de repente dándose cuenta de todo se dejó caer sobre el sillón y apoyó sus manos en el escritorio sobre el cual se recargó y comenzó a llorar sintiéndose profundamente miserable y derrumbada Alcatraces blancos 91 M: ¡Esther! La madrugada la sorprendió echa bolita en el sillón de la estancia de su casa con evidente desconsuelo seguía llorando su pena. Más que las acciones de su mujer le dolía cada una de sus hirientes palabras las cuales sin piedad le martillaban en su cabeza llenando sus sentidos de infinita decepción y tristeza M: El folder rojo es el contrato que Jerónimo te redacto y el cual debes firmar y el azul (respiro hondo) es la demanda del divorcio E: ¿Qué has dicho? M: ¡Que me voy a divorciar de ti! E: ¿Pero por qué? M: Por qué si quieres exponerte a que todos te metan mano (el semblante de su rostro se enrojeció presa de los celos) ¡Hazlo! mas no pretendas que yo lo vea y mucho menos te apoye... ¡Nunca debí haberme casado contigo! E: ¿Por qué me dices eso? (entrecerró los ojos a la vez que estos se le llenaban de lágrimas) ¿Por qué Maca? M: ¡Porque cualquiera es mucho mejor partido que yo!... ¡Incluyendo a mi hermano! E: ¿Cómo puedes decirme eso? (la lágrimas empezaron fluir) Durante años he soportado tus celos enfermizos con quien se me acerque o me hable... Pero que me celes con tu hermano se me hace cruel e infame. ¿Por qué clase de mujer me has tomado? M: Niégame que te acostabas con Hugo al mismo tiempo que lo hacías conmigo Esther (la tomó por lo hombros de sorpresa a la vez que la sacudía presa de los celos) ¡Niégamelo!!! E: Cuando yo te conocí Hugo era mi novio... ¡Y yo le engañé contigo! M: ¡Dijiste que lo ibas a dejar! E: ¡Y lo dejé Maca! Lo dejé (la miró retándola furiosa) A los dos días de que me acosté contigo por primera vez lo dejé M: Sí... ¡Claro! (cruzándose de brazos) ¡por eso fue que te embarazó!... O ya no te acuerdas que pese a todo me quedé a tu lado cuidándote cuando perdiste al bebe E: No... No se me olvida (las lágrimas volvieron a fluir incontrolables rodando por su rostro) Por eso te he aguantado tanto... ¡Pero ya no! M: ¡Ya no! (se acercó con rabia hasta ella y la tomó por los cabellos y de un fuerte jalón se la llevó hasta el escritorio) ¡Firma el maldito contrato! E: ¡Me estás lastimando! M: ¡Te estoy lastimando! (levantó la mano e hizo el intento de darle una cachetada) E: Anda pégame (la miró furiosa retándola) ¿Qué esperas? Cierra con broche de oro a todas tus bajezas y canalladas M: ¡Firma maldita zorra! (la agarró por el cuello apretándoselo) Total si Jero no te quita las ganas bien te las quitará Huguito Sus recuerdos eran tan nítidos y sentidos como si los estuviera viviendo de nuevo justo en ese mismo momento, haciéndola sentir miserable y vulnerable... En un acto de desesperación se levantó de su lugar y sin importarle el frío de la madrugada salió corriendo hasta el jardín de la entrada principal de su casa Alcatraces blancos 92 Tenía la respiración entrecortada y su rostro reflejaba el dolor y la frustración que la invadían. Sintiéndose derrotada se dejó caer de rodillas sobre el césped y se llevó las manos hasta el cuello justo en el lugar donde Maca la había aprisionado con fuerza intentando hacerle daño Sin poder contenerse su rostro se bañó de lágrimas y la madrugada se llenó con sus sollozos. En el fondo de su corazón Esther deseaba que todo fuera un mal sueño del cual podría despertar en cualquier momento y que nada hubiera pasado. Sin embargo por mucho que deseara y le doliera no pudiera pretender ser tan ilusa y escaparse de su realidad Esa realidad que le gritaba en su cara sin piedad y sin escrúpulos que todo había terminado... Maca una vez más hacía algunas horas presa de los celos la había injuriado e insultado pero esta vez no conforme con eso se había atrevido a llegar mucho más lejos... Intentó golpearla y de paso le pidió el divorcio. Y ella... Ella misma presa de la desilusión, el coraje y el desencanto sin pensárselo siquiera le había firmado con seguridad y decisión la demanda de divorcio E: ¿Por qué Maca? (sollozó llevándose nuevamente sus manos a su rostro) Porque si yo te amo tanto Seguridad y decisión que ahora le faltaba y la hacían sentirse débil, triste, derrumbada y sin fuerzas las cuales la hacían llorar llenándose de infinito dolor. Sin duda le dolía en el cuerpo, en la vida, en el alma... Le dolía una mujer... Macarena Wilson su mujer Maca dejó estacionado el auto fuera de su casa. Tenía más de diez minutos recargada sobre la barda de la reja del jardín y aun no se atrevía entrar. Con la tristeza reflejada en su rostro y las lágrimas asomando por sus ojos solo se limitaba a observar a Esther desde atrás de la reja sin que esta se percatara de su presencia Esther salió corriendo y de dejo caer de rodillas llorando derrumbada sobre el césped del jardín de su casa y grito al cielo su desesperanza y consuelo E: ¿Por qué Maca? (sollozo llevándose nuevamente sus manos a su rostro) Porque si yo te amo tanto Maca en ese momento se sintió morir y tuvo la necesidad de recargar todo el peso de su cuerpo en la pequeña barda para no caer. Con el corazón estrujado y sintiendo aun más miserable de lo que ya se sentía apretó con fuerza sobre su pecho el bello ramo de Alcatraces blancos que llevaba entre sus manos a la vez que la respiración le empezaba a faltar haciendo sentir una asfixia y una angustia súbita la cual le invadió el cuerpo quemándola desde el fondo de sus entrañas Reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban olió profundamente el ramo de alcatraces blancos que llevaba a la vez que entrecerraba los ojos. Sin poder evitarlo sus lágrimas empezaron a derramarse sobre las hermosas flores blancas y su mente sin pedirle permiso la hizo viajar al pasado Alcatraces blancos 93 Entre la bruma de sus recuerdos de pronto se vio parada en medio de una enorme estancia rodeada de gente escandalosa la cual caminaba de un lado a otro sin prestar atención a sus alrededores. Una tenue luz iluminaba cada una de las fotografías abstractas ahí expuestas haciéndolas resaltar a la vista. Pero especialmente había una que llamó poderosamente su atención y la llenó de asombro M: (“Por Dios es hermosa (sus labios hicieron una pequeña mueca de sonrisa) ¡Tiene que ser mía!... (suspiró con profundidad) ¡Solo mía!”) La fotografía era de dos alcatraces blancos entrelazados entre sí en un maceta dorada sobre la proa de un barco hundido en el fondo del mar. Pero en si no era la fotografía quien había captado poderosamente su interés y atención. Sino la bella mujer que sonreía ampliamente parada junto a la fotografía y la cual la observaba detenidamente llenándose de su arte M: (“Upfff... Madre mía (entrecerró los ojos) Tiene la sonrisa más bella que he visto jamás... ¡A mí esa mujer me tiene que sonreír igual de hermoso que le sonríe a esa fotografía!”) La mujer sin saber que era observada volteó ligeramente la cabeza y Maca pudo encontrar sus ojos. La mujer sin darse cuenta volvió a sonreír al mismo tiempo que volvía el rostro prestando nuevamente toda su atención a la fotografía Maca al verla de nuevo sonreír el corazón le empezó a latir más fuerte de lo normal, los ojos se le llenaron de un brillo especial a la vez que una súbita y desconocida emoción empezaba apoderarse de su cuerpo M: (“Joder (levantó las cejas asombrada llevándose la mano a su pecho) me ha hechizado”) Abriéndose paso entre la gente caminó con decisión hacia donde se encontraba la bella mujer. En su camino vio un ramo de flores con tres alcatraces blancos sin detenerse a pensárselo los tomó a la vez que esbozaba una traviesa sonrisa y se mordía el labio inferior M: (“Es la fuerza del destino... ¡Nuestro destino!”) Maca llegó sin problemas hasta donde estaba la mujer y sin que esta se percatara de su presencia se paró justo detrás de ella. Con la misma astucia y decisión con la que se había acercado hasta ella se agachó de manera deliberada y con mucha sutileza le susurró con suavidad al oído M: “Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo eh soñando contigo toda mi vida” La mujer se giró sobresaltada al escuchar el suave susurro de su voz en su oído y sintió un escalofrió que le sacudió y estremeció todo su cuerpo al encontrarse de frente con la dulce sonrisa de una misteriosa mujer que a su vez le obsequiaba tres alcatraces blancos y la veía con una seguridad arrogante y una intensa chispa reflejaba en sus penetrantes ojos marrón Alcatraces blancos 94 E: ¿Perdón? Maca nuevamente se mordió con picardía el labio y ante el desconcierto de la mujer sin dejar de sonreírle en ningún momento la tomó con suavidad y delicadeza por la cintura y la besó de una manera pausada tierna y le repitió M: “Soñar con flores es una expresión de amor de alegría y felicidad y yo he soñando contigo toda mi vida” E: ¡Pues yo no! Sobresaltada, asustada y sorprendida se llevó la mano a los labios y se dio la media vuelta echando a correr entre la gente. Maca sin impórtale lo que pensaran o digieran los presentes no perdió tiempo y fue tras ella logrando darle alcance a los pocos metros de distancia M: Espera un momento (la tomó con suavidad del antebrazo) ¡por favor! E: No (respiraba copiosamente) no puedo M: ¡Solo un momento! E: ¡De verdad no puedo! M: Sí puedes. ¡Todo el mundo puede soñar! (entrecerró los ojos sintiendo segura) Desde el momento que te vi supe que voy a necesitar verte toda mi vida sonreír E: ¡Si me disculpas me tengo que ir! M: No (movió con seguridad la cabeza y sin que Esther se lo espera le tomó una mano y se la llevó al corazón) Siente como vibra mi corazón (Esther la veía incrédula) Late muy fuerte y me dice que no te deje ir E: ¡Estás loca! M: ¿Por decir lo que pienso y siento? E: No (levantó las cejas) ¡Por pretender lo que quieres! M: ¿Y tú no lo quieres? E: ¡Tengo novio! M: No lo dudo (con una media sonrisa en sus labios levantó su mano y le acarició suavemente la mejilla. Esther se estremeció pero no se quitó) Y no me importa que lo tengas. Eres muy hermosa que sería una tontería de mi parte pensar que no estás con nadie. Sin embargo te repito no me importa que alguien más esté en tu vida ya que mi corazón me dice que es algo pasajero y que tú solo serás para mí E: ¡No me gustan las mujeres! M: ¡Da igual! (levantó las cejas y sonrió ampliamente) Conozco mucha gente que jura y perjura lo mismo y cuando te descuidas corren a inundar los foros o las salas de chats de lesbianas para satisfacer su curiosidad y buscar amistad E: ¡Tú tienes mucho morro! M: Y tú... (le sonrió y con dulzura le susurró) todo lo que soñé Sin poder evitarlo los labios de Esther esbozaron una radiante sonrisa cosa que estremeció y caló más profundamente a Maca. La cual le quitó con delicadeza de la mano un alcatraz y con esmero lo colocó sobre el oído de Esther adornando su rostro con él. Sin perder más tiempo y ante el estupor y asombro de Esther. Maca la tomó con suma delicadeza por la cintura, la miró profundamente y la volvió a besar Alcatraces blancos 95 A partir de ese momento y sin poder explicarse un por que empezaron una relación amorosa. Y Maca desde entonces empezó a sentir una adoración desmedida por los alcatraces haciendo de esa flor algo significativa y reverente en su relación Al mes y medio de haberla iniciado y sin que esta llagara a consolidarse del todo más por las negativas de Esther y sin que esto representara problema en entre ellas todo era hermoso e iba muy bien entre ellas hasta que después de salir de un concierto de La quinta estación Maca dio su primera muestra de celos en su relación M: ¿Te gustó? E: Me encantó (se abrazaba emocionada a ella) Y Natalia se veía hermosa... Tiene una voz de ensueño M: Uy si Natalia... hablas de ella como si la conocieras E: ¡Y la conozco! (sonrió) Todos los que venimos al concierto ya la conocemos M: ¡Ya! (frunció el ceño no muy convencida) Bueno, bueno (la tomó posesiva de la mano) dejemos a un lado a tu adorada Natalia y vámonos a cenar E: Maca cariño (la detuvo ligeramente) no podemos ir a cenar hoy (la miró con cara de pena) Le prometí a mi madre que regresaría a la casa en cuanto terminara el concierto M: ¿Y eso por qué? E: Porque se sentía un poco mal del estómago Maca M: ¡Ya habíamos quedado Esther! (protesto) ¡Tengo toda la semana esperando este momento para que me salgas ahora con esto! E: Lo sé cariño... Pero mi madre está un poco enferma. ¿Lo entiendes verdad? M: Y la semana pasada lo mismo... ¡Siempre tu madre! (sin molestarse en ocultar su reciente enfado caminó hacia su auto dejándola ligeramente atrás y desconcertada por su actitud) ¡Ya me empiezo a preguntar si será verdad! E: ¿Qué quieres decir exactamente con eso Maca? M: Nada (volteo a verla) sube al auto que tu madre te debe estas esperando Durante el trayecto Esther se sentía triste e incómoda al notar la molestia de Maca. Y sin detenerse a pensar y queriendo suavizar el momento la tomó de la mano y se la empezó acariciar. Maca respiró profundamente, se estacionó un momento y la tomó delicadamente de la barbilla haciéndola voltear hacia ella M: Te amo Esther (sus ojos reflejaban evidente tristeza) y cada momento que pasa se me hace más difícil separarme de ti E: Yo también te amo Maca pero debes entender que hay circunstancias que yo no puedo controlar y que tengo una responsabilidad a con mi madre M: Lo sé cariño (volvió a suspirar y comenzó a acariciarle la pierna empezando a sentirse un tanto apasionada) lo sé... Pero yo contaba con pasar más tiempo contigo antes de irme de viaje y por fin poder hacerte el... E: Lo sé amor (la interrumpió) y lo siento mucho pero... Repentinamente abrió los ojos al sentir como la mano de Maca subió hasta sus senos y empezaba acariciárselos con intensidad y atrevimiento sobre la ropa al mismo tiempo que sus labios se apoderaban de su boca en un beso apasionado exigiéndole respuesta y demandándole pasión. La respiración de Esther empezó agitarse haciéndola lanzar de manera improvista un gemido cosa que desató aun más el apasionamiento de Maca la cual quería y necesitaba llegar a sentir más de Esther Alcatraces blancos 96 E: No (súbitamente le detuvo las manos frenando deliberadamente su avance y le suplicaba con la mirada) ¡Aun no por favor! M: ¿Por qué no Esther? (tenía la respiración entrecortada y la volvió a besar) Si nos amamos y casi tenemos ya dos meses de relación además de que ambas lo estamos deseando E: Sí Maca pero... M: ¿Pero qué Esther? E: ¡Todavía no hablé con Hugo! M: ¡Sí claro Hugo! (de inmediato la mirada llena de pasión se le trasformó por una llena de rencor y dolor) Y como la madre acaba de fallecer supongo que tú no le puedes dar ese dolor E: ¡Voy a terminar con él Maca! M: ¿Cuándo? E: Ahora que regresó de su congreso M: Sí... Como no (con ironía marcada) ¡Y yo te creo! Sumamente disgustada Maca volteó la cara y rápidamente puso nuevamente en marcha el auto. Apretaba con tal fuerza el volante del carro que los nudillos de sus dedos a los pocos segundos se le pusieron blancos por falta de la circulación de la sangre E: ¡Maca yo solo te amo a ti!... Por favor tienes que creerme (le acarició con suavidad la mejilla) Voy a terminar con él ¡Te lo prometo!... ¡Solo necesito que me des un poco más de tiempo! Esther la miró con suplica a la vez que elevó ligeramente su cuello dejando al descubierto una pequeña macha café en su cuello que semejaba un chupetón M: ¿Para que sigas libremente acostándote con él? Esther bajó la mirada y Maca con la mano apuñada soltó un fuerte golpe en el centro del volante haciendo que este pitara y que el automóvil zigzagueara ligeramente. M: ¡Joder! E: No Maca (abrió los ojos sorprendida e incrédula de su reacción) yo no me estoy acostando con Hugo M: ¡Ah no! (soltó el volante y le puso un dedo con rudeza en el cuello justo en la mancha café) ¿Y esto te lo hizo un gato o que? E: ¡Maca! Los ojos de Esther se le llenaron de lágrimas presa de la sorpresa y el coraje inicial por la reacción de Maca. Bajó del auto aprovechando que la luz del semáforo justo en ese momento cambiaba a rojo y Maca paró haciendo el alto respetivo M: ¿Pero qué haces tía? (estiró la mano intentando detenerla) ¡Esther sube inmediatamente al auto! Esther ignorándola levantó con orgullo y dignidad la cabeza a la vez que la miraba a la cara furiosa retándola Alcatraces blancos 97 E: ¿Sabes que Maca? ¡Eres una idiota!... Cuando te digo que te amo no es para que te lances a mi cuello y me hagas daño sino para que me cuides y confíen en mí... Pero veo con tristeza que tú de amar y confiar no sabes absolutamente nada (cerró con marcada fuerza la puerta del vehículo) Por mi puedes pensar y decir lo que quieras... Y esto (señalándose la macha en su cuello) Es un lunar... ¡Mensa! Esther se fue corriendo en sentido contrario perdiéndose entre las calles evitando así que Maca pudiera seguirla y darle alcance. Para Esther esa fue la primera vez de muchas noches que no durmió llorando a causa de los celos enfermizos de Maca El sonido de un nuevo sollozo de Esther la hizo volver bruscamente de la realidad con decisión se limpió las lágrimas de su rostro apretó el ramo de alcatraces tomó aire y decidida fue hacia ella Esther seguía sollozando y el rostro lo tenía cubierto con su manos. Maca se acercó con cuidado y con suma delicadeza empezó acariciarle el cabello a la vez que le daba el hermoso ramo de alcatraces M: Lo siento (le murmuró con la voz entrecortada y apagada) lo siento mucho Esther al sentir la caricia de Maca de inmediato hecho la cabeza para atrás, se levantó limpiándose las lágrimas. La respiración se le empezó alterar y la inmensa la tristeza que sentía se le trasformo en furia E: No quiero nada de ti (de un manotazo hizo a un lado el ramo de flores rechazándoselas) ¡Llévate tus flores! Maca entrecerró los ojos dándose cuenta que esta vez no la tendría nada fácil. Y que tenía que hacer algo más que llevarle flores y pedirle perdón a su mujer para conseguir que le diera otra oportunidad M: Esther yo... E: ¿Qué haces aquí? M: ¡Aquí vivo Esther! (levantó las cejas) ¡Esta es mi casa! E: ¡Claro que tonta soy! (rió irónica con la furia desatada) Que hasta se me olvidó que esta es tu casa (dio la media vuelta e hizo el intento de marcharse) ¡Voy a recoger mis cosas para marcharme! M: ¡Esther por favor! (sujetándola de brazo) No ay necesidad de eso E: ¡Suéltame Maca! (se jaló rabiosa zafando su brazo y buscó encontrarse con su mirada) y no te atrevas a volver a ponerme un dedo en cima en lo que te queda de vida M: Esther estás sacando las cosas de quicio E: ¿Yo estoy sacando las cosas de quicio? (movió la cabeza con ironía y empezó a reí incrédula) ¡Yo que pedí el divorcio por capricho! M: ¡Cariño por favor! E: No me llames cariño (la barbilla le tembló y con evidente esfuerzo retuvo sus lágrimas) ¡No tienes ya ningún derecho de llamarme así! M: Esther (la voz se le entrecortó) Yo lo siento mucho y estoy muy arrepentida de haberte hablado y tratado como lo hice en la oficina (sin poder contener sus lágrimas y dejándole al descubierto su tristeza y su arrepentimiento sollozo) Perdóname... Yo no quería llegar a esto... Yo solo quería asustarte un poco para que no firmaras el contrato Alcatraces blancos 98 de Jero y después sin darme cuenta todo se me fue de las manos. Yo te amo Esther y no quiero perderte E: Demasiado tarde Macarena (con rapidez dio la media vuelta marchándose) ¡Voy por mis cosas! M: Esther (corrió tras ella logrando interponerse en su paso antes de que entrara a la casa y sin que Esther se lo esperaba se le arrodillo abrazándola de las piernas) Perdóname E: Levántate Maca (lejos de sentirse conmovida apretó los dientes sintiéndose más furiosa que antes) y deja de hacer el ridículo que no vas a conseguir nada con eso M: Por favor Esther no me dejes (la tristeza que proyectaba su voz hizo que Esther se le quedara viendo un momento) Yo no puedo vivir sin ti E: ¡Levántate Maca! M: No (sollozaba con desconsuelo y arrepentimiento) No hasta que me perdones E: No hagas enojar más de lo que ya estoy Maca M: Esther por favor (le temblaba todo el cuerpo) Dame una última oportunidad E: ¿Para qué eh? (con decisión la levantó del brazo y la retó) ¡Para que me sigas tratando toda la vida como una puta! M: Esther los siento... Lo siento (con desesperación se llevó las manos a la cabeza) Lo siento mucho mi amor... Déjame arreglarlo te juro por mis hijos que son lo más sagrado que tengo en esta vida que todo va a cambiar (la tristeza y arrepentimientos que sentía se podían palpar en el aire) Todo va ser diferente... Te lo juro E: ¡Estás enferma Maca! (Esther no pudo contener mas sus lágrimas y con marcada desesperación y angustia murmuró) ¡Muy enferma! M: ¡Sí lo estoy! (reconoció y sus ojos reflejaron un profundo vacío con sumo dolor tragó saliva) Necesita ayuda y te necesito a ti Esther se quedó callada sin embargo su cabeza, cuerpo, su corazón y su alma eran un torbellino de sensaciones encontradas las cuales se debatían entre sí por salir victoriosas Maca al darse cuenta de las dudas de Esther con desconsuelo y sintiéndose sumamente perdida se recargó en el marco de la puerta y poco a poco fue resbalando su cuerpo hasta que este quedó abatido sentando en el suelo De todo el tiempo que tenían conociéndose esta era la segunda vez que Esther veía a Maca en esas condiciones. Tan vulnerable, tan dependiente, tan necesitada. Sin tener una visión clara para tomar una decisión definitiva sus recuerdos se abrieron frente a ella El verano cerraba sus puertas para dar paso al otoño Esther se encontraba sentada sobre un viejo tronco de madera de un roble mirando al vacío. Absorta y perdida en la inmensidad de sus pensamientos no se percató que Maca se acercaba llegándole por detrás M: Hola cariño (una sonrisa apareció en sus labios y le susurró al oído a la vez que le daba un alcatraz) ¿A qué piensas en mí? E: Sí (musitó con evidente desánimo tomando el alcatraz) sí estoy pensando en ti M: ¡Vaya mujer! (un escalofrió le recorrió el cuerpo haciendo que se sobresaltara) Lo dices de tal manera que me haces pensar que ya no te gustan los alcatraces E: Maca (le acarició la mejilla) Te esperaba hasta mañana Alcatraces blancos 99 M: No lo dudo (mirándola con extrañeza y preocupación) Después de la alegría que te dio verme no lo dudo Maca se sentó a su lado tomó su mano y hizo el intento de alcanzar su boca sutilmente Esther se giró evitando que la besara M: ¿Qué pasa? (Esther no le respondió lo que desconcertó aun más a Maca) Si estás enojada conmigo tendrás que decirme el motivo por que hasta donde recuerdo tú y yo no hemos discutido últimamente E: No (la miró con profunda tristeza) no estoy enojada M: ¿Entonces? E: Maca (se le hizo un nudo en la garganta y aguantándose las ganas de llorar) ¡Tenemos que dejar lo nuestro! M: ¿Por qué? (abrió los ojos sorprendida esperando una respuesta que no llegó) No estás hablando en serio... ¿Es una broma verdad? E: No... No es ningún broma (se le quebró la voz) yo no puedo seguir contigo Maca M: Pero Esther ¿Por qué? (se levantó alarmada sin entender nada) ¿Qué pasa cariño? E: ¡Nada! M: ¡No se termina una relación por la nada Esther! Maca se agachó en cuclillas poniéndose a su altura Esther no pudo más y se soltó llorando desconsolada E: ¡Es lo mejor Maca! Maca empezó a sentir como una pesada angustia se apoderaba de ella. El corazón le empezó a palpitar con fuerza y las tripas le lloraron si parar M: ¡Me estás asustando Esther! (la abrazó con fuerza intentando trasmitirle seguridad y confianza) Sea lo que sea lo podemos solucionarlo juntas mi amor E: ¡Esto no Maca! M: Esther por favor no me tengas así y dime de una vez lo que te pasa Esther entrecerró los ojos con dificultad pasó saliva a la vez que movía la cabeza afligida y apenada E: Estoy (la respiración se le entrecortó y el llanto volvió a ella con más fuerza) ¡Estoy embarazada! M: Que has dicho (la desilusión que se le reflejó en el rostro fue abrumadora y devastadora) No es cierto (negaba con vehemencia) ¡Dime que no es cierto Esther! E: Lo siento Maca (los sollozos apenas la dejaban hablar) Lo siento mucho M: No (gritó llevándose las manos a la cabeza) ¿Cómo pudiste hacerme esto? E: ¡Maca tú sabías que yo tenía novio! M: ¡Y tú me jurabas que no te acostabas con él! Esther bajó la cabeza avergonzada ante el reclamo. Maca no dijo más se dio la media vuelta y empezó a caminar alejándose de ella. Esther vio como si fuera una cámara lenta como poco a poco Maca se iba de su vida y el corazón se le detuvo un segundo haciendo que todo se le tornara negro Alcatraces blancos 100 Con el rostro tenso, triste y desencajado por la desilusión Maca se dirigía a su carro a medida que daba un paso más para alejarse de Esther se formaba en un vacío en su estómago y una gruesa bruma se apoderaba de su alma a la vez que el corazón se le estrujaba de tal forma que parecía que en cualquier momento se haría añicos abrigándola con un intenso frío que la calaba hasta los huesos arrancándole la vida El sollozo de Esther la hizo girarse y se encontró de lleno con su triste mirada sin pensárselo y sin importarle que sus pies parecieran hechos de plomo corrió con todas sus fuerza por ella. La estrechó con infinita fuerza entre sus brazos y con un nudo en la garganta le susurró con suavidad M: Te amo (tragó saliva con dificultad) y te necesito tanto... No me dejes ir nunca E: Maca (se mordió el labio ahogando su propio llanto) nunca lo haré M: Esther (musitó levemente llamando su atención y haciéndola volver al presente) ¿Me dejarás ver a los niños? Maca podría llegar a ser muchas cosas para salirse con la suya pero nunca se mostraría como lo estaba haciendo para conseguir sus objetivos. El amor que sentía por Maca era muy grande sin embargo se sentía muy dolida y herida en su dignidad y amor propio y verla como la estaba viendo que la hacía dudar fuertemente en dejarla o perdonarla y proporciónale la ayuda que le pedía E: Sí (tragó saliva) Siempre que quieras M: Bien (se levantó y se limpió las lágrimas) ¿Puedo pasar a darles un beso? E: ¡Esta es tu casa Maca! M: ¿Me vas a dar otra oportunidad? E: Sí M: Esther mi amor no te voy a defraudar (corrió emocionada a levantar el ramo de alcatraces y se lo dio) Son para ti E: Lo sé (recibiéndoselas a la vez que sentía un extraño estremecimiento recorrerle el cuerpo) están preciosas gracias M: No mas que tú (se le acercó e intentando darle un beso) E: ¡Ahora no Maca! Esther negó con la cabeza frenándola en seco. Sin embargo pese a ello; el rostro pálido y triste de Maca se trasformó como por arte de magia y pese a la seriedad de Esther. Ella no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa de satisfacción y felicidad Esther se dirigió cabizbaja y pensativa a su recamara mientras tanto Maca como ya era su costumbre aunque sus hijos durmieran fue a darles un beso de buenas noches Al poco rato Maca salía de la habitación de sus hijos e inmediatamente se dirigió a la suya con una sonrisa de oreja a oreja. Esther al escuchar que Maca estaba por entrar rápidamente se acomodo en la cama, se echó la cobija encima y cerró los ojos para fingir dormir M: ¡Son preciosos y duermen como unos angelitos! Alcatraces blancos 101 Al no recibir respuesta por parte de Esther. Maca se acercó con cuidado hasta la cama y al verla sonrió levemente M: Esther (con suavidad la movió un poco) Esther cariño E: Hummm M: ¡Estás en mi lugar de la cama! E: Jum (fingía pesadez) umm M: Está bien (medio sonreía divertida) Yo dormiré del otro lado En cuanto Maca se giró para irse al baño. Esther abrió los ojos percatándose que debido a las carreras por fingir que dormía efectivamente se había acostado en el lugar de ella Conocía a su mujer y sabía perfectamente que en cuanto se acostara la buscaría para hacerle el amor cosa que a ella le encantaba porque después de las desavenencias tenidas ambas se entregaban por completo a la esperanza, a la ilusión, a las caricias, a la pasión poniendo así de manifiesto en esos momentos su gran amor y de esa manera dar por hecho la reconciliación Sin embargo esta vez era muy diferente y Esther lo presentía. Su cuerpo de alguna manera también se lo hacía saber al ponérsele rígido y al hacer latir más fuerte su corazón alterándole los sentidos y llevándose su líbido Esther no se podía explicar lo que en esos momentos le sucedía sin embargo era consciente que algo se removía de manera violenta en su interior provocándole una aborigen de sensaciones a destiempo que la intranquilizaban e inquietaban al mismo tiempo que le provocaban dolor, vergüenza, tristeza, desilusión y la hacían sentir profundamente vacía Maca salió del baño y se acostó a su lado. Esther aprovechando la complicidad de la poca luz natural que quedaba de la madrugada cerró nuevamente los ojos para seguir fingiendo dormir Con cuidado Maca se le acercó y le colocó la mano sobre el estómago empezando a acariciarla hasta llegar a sus senos mientras sutilmente le lamía el cuello hasta que se apoderó del lóbulo del oído M: Esther cariño (le susurró con pasión al oído) Ya estoy aquí mi amor Esther le dio la espalda haciéndose la dormida sin embargo Maca no desistió y empezó a ser más atrevidas e intimas con sus caricias. Inmediatamente le metió la mano bajo el pijama y la llevó directa a acariciarle el sexo sin dejar de lamberle y chuparle el lóbulo del oído M: Sé que no duermes (la voz se le enronquecía por la agitación) Anda cariño déjame demostrarte lo mucho que te amo E: Si sabes que no duermo (deteniendo bruscamente su avance y girándose hacia ella) ¿Por qué insistes Maca? M: Porque te amo Esther (sus ojos dejaron ver un brillo de tristeza y congoja a la vez que la voz se le entrecortó) y te necesito Alcatraces blancos 102 E: Estoy aquí contigo ¿no? (se medio incorporó en la cama) ¿Acaso no fue eso lo que me pediste?... Que no te dejara ir (levantó los hombros con desgana) bueno pues no te voy a dejar ir... Me quedo contigo ¡Pero no me molestes! M: Esther (entrecerró los ojos a punto de llorar) Yo (tragó saliva) Yo solo quería demostrarte cuanto te amo E: Lo sé Maca pero no es el momento (suspiró profundamente) Yo estoy muy lastimada necesito tiempo... Dame tiempo Maca... Deja que se me pase esto M: ¡Esther! E: Maca yo también te amo (musitó con cierta frustración) pero entiéndeme... En estos momentos no puedo Maca (trago saliva) ¡No quiero estar contigo! M: Y si... E: ¡No insistas Maca! (la interrumpió moviendo ligeramente la cabeza) Por favor no insistas M: ¡Yo lo... lo (tartamudeo con desesperanza) lo siento mucho! Maca bajó la mirada con profundo dolor y pena a la vez que en su estómago se le formaba un grueso nudo que tal parecía que le aprisionaba la entrañas. Lentamente se retiró buscando acomodarse en su lugar mientras tanto Esther se giraba dándole nuevamente la espalda Maca abrazó la almohada aferrándose a ella y hundió su triste rostro intentando sofocar sus lágrimas, su desconsuelo y su desesperanza Esther la escuchaba llorar a pesar de los esfuerzos de Maca por ocultarlo. Dos veces estuvo a punto de girarse y entregarse a ella... Quería abrazarla, consolarla decirle que todo pasaría, que todo estaba bien, que todo era un mal momento como muchos que habían pasado y todo se arreglaría entre ellas... Pero simplemente no podía hacerlo porque esta vez ni ella misma lo sabía La tristeza y la desilusión que la embargaban a Esther en esos momentos la hacían sentirse sucia, indigna, poca cosa. Y ya estaba muy cansada de la misma situación... Sucumbir ante el amor y la adoración que sentía por su mujer que terminaba siempre por disculparla y perdonarle todo. Y eso le producía una rabia infinita con ella misma por ser tan débil, cobarde y sumisa y no tener la capacidad de tomar una decisión definitiva y dejarla Esther se despertó esa mañana sobresaltada sintiendo un agudo dolor de cabeza y la garganta seca de inmediato se giró en la cama para buscar a Maca al descubrir que esta ya no estaba la buscó con la mirada por algún lugar de la recama sin éxito Un tanto desconcertada se dispuso a levantarse al girarse de nuevo lo primero que vio en su mesita de noche fue un tarjeta dejada cuidadosamente sobre un alcatraz blanco. Con sumo cuidado abrió la tarjeta para encontrar en su interior unos labios pintados en forma de beso y un mensaje “No hay nada imposible, porque los sueños de ayer son la esperanza de hoy... Y tú sigues siendo mis sueños. Te amo Esther y solo te pido que me dejes amarte otra vez... Maca” Alcatraces blancos 103 Justo en el momento que Esther terminaba de leer la tarjeta la puerta de la recamara se abrió para dar paso a una sonriente Maca la cual traía en su manos una bandeja con bastante comida para el desayuno y detrás de ella escondiditos intentando no hacer mucho ruido venían sus dos hijos riendo divertidos y los cuales sin poder contener más la incertidumbre que le daba el momento salieron de detrás de la espalda de su mama y gritaron al mismo tiempo emocionados Osman y Pablo: Sorpresa mami... Sorpresa A Maca casi le tiran la charola de las manos cuando los dos se echaron a correr a los brazos de Esther. La cual no cabía en su sombro E: ¿Y esto? M: Te traje el desayuno a la cama cariño y nos venimos a desayunar contigo (le sonrió) todos juntitos como siempre tiene que ser E: ¡Maca! Osman: Mami ¿Te gusto la sorpresa? Pablo: Mami (le sonrió divertido arremedando a su hermano) ¿Uto chopesa? E: Mucho mis amores (les sonrió conmovida y los abrazo dándole un beso) Pero no me han dicho a que se debe la sorpresa Osman: Que te lo diga Pavis E: ¿Y por qué no me lo dices tú? Osman: Porque después mi hermanito solo repite lo que digo y eso no me gusta Pablo: No uta (movió la cabeza y soltó la carcajada) M: ¡Eres un pillo! Osman: ¡Ves mami (se cruzó de brazos molesto) siempre repito lo que digo! E: A ver Osman. Pablo no es que repita lo que tú dices para molestarte cariño es solo que el está pequeño y al ser tu su hermano mayor él quiere ser como tú Osman: ¿De verdad? E: ¡De verdad cariño! Osman: Bueno si es así (levantó los hombros gustoso) ya no me va a molestar cuando repita lo que digo E: ¿Entonces ahora si me dirás a que se debe la sorpresa? Osman: Fue idea de mi mama (soltó como si nada) ¡Por que eres la mamita más buena y hermosa del mundo! Pablo: Ena y mocha E: Vaya pues sí me han sorprendido M: Me alegra mucho saberlo Osman: Mama También a ti te podemos sorprender (dirigiéndose a Maca y viendo de reojo a Esther) ¿Verdad mami? M: ¿En serio? Osman: Sí (sonrió ilusionado) Ya verás lo que te tenemos mi mami y yo M: ¡A sí! (levantó las cejas y vio de reojo a Esther la cual no entendía nada) ¿Y que es eso que me tienen prepara tu mami y tú? Osman: Ahorita vengo Ante el asombro de las dos mujeres Osman salió corriendo del cuarto mientras Esther lo veía irse sin seguir comprendiendo a que se refería su hijo mientras Maca se quedó a la espesativa con una media sonrisa en los labios esperando a que Osman regresara y le mostrara su sorpresa Alcatraces blancos 104 Cuando Osman regreso a la habitación de sus madres traía un sobre azul escondido atrás de su espalda. Esther al vérselo de inmediato se dio cuenta de que se trataba e inconscientemente el cuerpo se le tensó y el semblante de su rostro empalideció. Como a manera de autoprotección con suma agilidad y rapidez se levantó de la cama y se alejó un poco de ellos dejando a Maca totalmente desconcertada por su reacción Sin darse cuenta de la situación en la que estaba su madre Osman con toda la ilusión reflejada en su rostro y una sonrisa de expectación por la reacción que pudiera tener Maca le dio el sobre emocionado Osman: Toma mama (levantó las cejas) Nos la regalo Hugo para ti M: Gracias Maca tomó el sobre y volteó a ver a Esther la cual seguía con el rostro pálido en espera de lo que fuera pasar. Un tanto dubitativa por toda la expectación desatada Maca abrió con cuidado el sobre sacando un par de fotografías donde se podía ver un hermoso amanecer sobre las montanas con Esther y Osman vestidos de blancos, con los pies descalzos, el pelo alborotado y mojado mirándose con devoción y amor a la vez que ambos proyectaban una hermosa sonrisa que bien podría estremecer a cualquiera como en esos momentos la estremecía a ella Osman: Mama ¿te gustó? Por unos cuantos segundos Maca fue incapaz de articular palabra alguna, su mente, su cuerpo, sus sentimientos inmediatamente empezaron a librar una batalla desesperada y despiadada por ganarle la batalla al monstruo de los celos. El rostro se le enrojeció a la vez que la respiración empezaba alterársele fuertemente Volteo a ver a Esther a la cual los ojos le brillaban de angustia, las manos le sudaban y su cuerpo involuntariamente le empezó a temblar producto de repentino miedo que empezaba a sentir La reacción que Maca vio en su mujer no le gustó nada y se sintió desfallecer los ojos se le llenaron de lágrimas, con fuerza apretó los puños de las manos hasta que se hizo daño. Esther entrecerró los ojos esperando lo peor Osman: Mama, mama (la jalaba de la blusa para llamar su atención, Maca lo miró) ¿Qué si te gusto? M: Me encantó (dijo con sinceridad absoluta a punto de llorar) Son muy hermosas (su hijo sonrió y se abrazó a su piernas emocionado) Los dos salieron muy bien Osman: Que bueno que te gustaron M: ¿Sabes que vamos hacer? (se inclinó poniéndose a la altura de su hijo) Después de que terminemos de desayunar vamos ir a buscar a Hugo a su estudio y le damos las gracias Maca estaba resuelta a ganarle la batalla a los celos así que haciendo acopio de todas sus fuerzas se obligó a sonreír, volteó a ver a Esther y se dirigió expresamente a ella Alcatraces blancos 105 M: Y le vamos a pedir que nos haga una ampliación y nos la enmarque. Después regresaremos a casa y la vamos a colgar en la pared principal del despacho. ¿Qué te parece? Esther abrió y cerró la boca anonadada para decir verdad ella esperaba cualquier cosa por parte de Maca menos una proposición de esa. Así que sin poderse creer lo que escuchaba y sin lograr entender su actitud se quedó como estática mirándola sin poder reaccionar. El rostro de Maca se mostraba más relajado y no dejaba tampoco de verla esperando una respuesta M: ¿Esther? E: Me... me encanta la idea M: No te oigo muy convencida E: Maca es que no sé (levantaba las cejas sintiendo un poco más relajada) No me lo esperaba. Me has tomado por sorpresa M: ¡A sí! (medio sonrió mostrándose incrédula) ¿Y eso? E: Porque tú no eres así Maca M: Pues ya ves se puede intentar cambiar ¿no? E: Humm M: ¡No me crees! (acomodando la charola para disponerse a desayunar y la miró directamente a los ojos) Ya verás tú como sí se puede lograr cambiar E: Se te va hacer tarde para irte a trabajar M: Me tomaré la mañana libre (levantó los hombros como si nada dejando a Esther a un más asombra) Quiero pasarla con ustedes tranquilamente E: Ahhhhh Desayunaron sin prisa en un ambiente lleno de armonía, logrando hacer de ese desayuno en la cama un momento único placentero y divertido. Como Maca les había dicho fueron después a buscar a Hugo pero no lo encontraron por lo que lo dejaron para después. El resto de la mañana Maca se mostró sonriente, alegre complaciente y divertida. Se la pasó pendiente de hasta el más mínimo detalle de lo que querían o desearan sus hijos y Esther. Y a esta no dejaba de sorprenderla con tantas atenciones y no era que no las tuviera antes con ella. Era simplemente que Maca estaba muy desmedida y desbordada mostrándose sin tapujos tal como era ella. Sin miedos, sin reservas ante el fantasma voraz y despiadado de los celos Estaban los cuatro entretenidos en la estancia de principal de la casa armando un rompecabezas cuando Esther fue consciente de la hora E: Maca (llamando su atención) ¿ya viste las horas que es? M: No (negó con la cabeza y miró al reloj) Por dios se me paso al mañana volando (se llevó la mano a la frente) ¡Es tardísimo! E: Sí (sonrió afirmando) un poco M: Me tengo que ir pero ya E: ¡Estoy de acuerdo! M: Pero no puedo marcharme si antes no te doy algo E: ¿Un beso? M: No (sonrió sintiéndose gustosa por el beso pedido) El beso es un hecho (enseguida se acercó y la beso) Ven acompáñame al despacho (la tomó del la mano llevándosela) ¡Es una sorpresa! Alcatraces blancos 106 E: ¡Otra! M: Sí es otra sorpresa (se mordió el labio) De las muchas más que de hoy en adelante vas a tener Sin hacerla esperar mucho se dirigió al escritorio abrió un cajón y sacó un folder amarillo. Esther la miraba a la expectativa M: ¡Esto es tuyo! (se lo extendió) pero antes de que lo abras y veas su contenido quiero decirte que te amo. Y sea cual sea tu decisión yo la respetaré y te apoyaré Esther tomó el folder lo abrió y sus ojos se abrieron al máximo al ver el contrato de la campaña de vinos de Jerónimo E: ¿Y esto? M: Es para que lo firmes (la miró fijamente) ¡Si tú quieres claro! E: Maca después de todo lo que pasó y me dijiste a raíz de este contrato francamente creo que... M: Piénsatelo Esther (la interrumpió con toda calma tomándola de la mano) piénsatelo. (tragó saliva haciendo un esfuerzo por controlar su egoísmo) Independientemente de todo lo que pienso respecto al mundo del modelaje y de lo mal que me he comportado contigo (le sonrió) Sinceramente creo que nadie lo hará mejor que tú... Eres muy hermosa y tienes todo para hacerlo E: ¡Maca! M: Te lo estoy diciendo en serio (tragó saliva) Y no sabes el esfuerzo que estoy haciendo por no salir corriendo de aquí E: ¡Estás loca! M: Mucho. Pero solo por ti (murmuró y le acarició la mejilla) Tu eres lo más importante en este mundo para mí y espero que no haya sido demasiado tarde haberme dado cuenta que si tú eres feliz yo también lo seré E: Me estás sorprendiendo tanto. ¡Que no sé ni qué decirte! M: Que lo vas a pensar y que harás lo que realmente quieres hacer E: Bien (suspiró levemente) ¡Me lo pensaré! M: Otra cosa Esther por que sé que de alguna manera te vas a llagar a enterar y no quiero malos entendidos por el contrato E: ¿Qué pasa con el contrato? M: Discutí fuertemente con Jero porque yo no estaba de acuerdo en que tú lo firmaras. (hizo una pausa meditando) No quería que tú lo firmaras por lo que Jero me amenazó con llevarse todas sus cuentas de la empresa y retirar su capital si tú no eras la modelo para su campaña. Yo me violenté y lo ofendí diciéndole muchas cosas que a Jero no le quedó más opción que abofetearme y aun así él se mantuvo en su postura (tragó saliva y volteó a mirarla fijamente sin darle opción a reaccionar) pero quiero que sepas y entiendas que mi decisión a que firmes el contrato no tiene nada que ver con las amenazas de Jero me hizo ya que yo hasta el último momento estaba dispuesta a irme a la ruina antes de que tú lo firmaras Se hizo un pesado silencio donde ambas se veían a los ojos. Maca con la angustia reflejada en ellos y Esther con la zozobra del momento su rostro estaba blanco de la impresión y su mente trabajara rápidamente tratando de comprender y asimilar lo que su mujer le acaba de decir Alcatraces blancos 107 E: Lo sé porque te conozco (finalmente suspiró profundamente moviendo la cabeza) que no me sorprende que estuvieras dispuesta a irte a la ruina... Lo que realmente me sorprende es que te atrevas a confesarme lo sucedido con Jero. ¿Qué va a pasar si no firmó? M: Nada (levantó los hombros) Ya buscaré otro empleo... Tal vez sea el momento de dedicarme al mundo de los vinos E: ¿Dejarías la publicidad por mí? M: Tú dejaste la fotografía (le sonrió) No veo el por qué yo no pueda sobrevir sin la publicidad E: ¿Por qué hasta ahora haces todo esto? M: Porque te amo y no quiero perderte Esther... Ayer cuando firmaste el contrato de divorcio sentí que el mundo se me venía encima y me di cuentas de muchas cosas (los ojos se le llenaron de lágrimas) Entre ellas que estaba siendo muy injusta, egoísta y cruel contigo sin que te lo merezcas (bajó la mirada) Yo no tengo realmente una justificación valida de compórtame de la manera en que lo hago y mucho menos de tratarte como lo hago escudada por los celos (las lágrimas empezaron a rodarle libremente por las mejillas) Yo sinceramente lo siento mucho y de ahora en adelante estoy dispuesta a demostrarte que tú y nuestros hijos son lo más importante y valioso que tengo en esta vida... Sin ustedes no soy nada E: ¡Maca! (se abrazó a ella emocionada y conmovida) Te amo tanto M: Yo también Esther (abrazándola con fuerza) que solo le pido a la vida la oportunidad de demostrarte que puedo cambiar y a ti que me dejes amarte una vez más Dos semanas después entre gente corriendo de un lado a otro, luces y reflectores colocados magistralmente y ante el asombro e incredulidad de todos la que la conocían Maca levantó frente a la cámara una doble plancha de madera negra y acrílico blanco provista de una bisagra con varios datos. Con una pequeña sonrisa en los labios cerró la claqueta dando así inicio a las primeras tomas del comercial para la campana publicitaria de los vinos de mesa Wilson Jero: Lo veo y aun no me lo puedo creer (los ojos le brillaban de emoción) pellízcame Alejandro Alex: Jero no seas exagerado Jero: ¿Exagerado has dicho? (levantó las cejas con asombro) Si estas dos últimas semanas tú has visto lo mismo que yo. ¡Maca está irreconocible! Alex: Sí Jero (sonreía divertido) Y ya era hora ¿No? Esther no merecía todo lo que sucedía Jero: Lo sé Alex (suspiró profundamente) lo único que espero es que este cambio en mi hermana sea real y que esta vez no lo eche a perder Alex: ¡Ya verás que no! (lo miró con seriedad) Maca ha aprendido la lección y para decir verdad a mi también me tiene muy sorprendido su cambio Jero: Quien no lo iba a decir Alex (levantó las cejas incrédulo) que sería la misma Maca en persona la encargada de traer a Esther al plató y dar el pizzarrazo inicial a mi campaña publicitaria cuando se oponía rotundamente y juraba que primero muerta que aceptar que Esther fuera la modelo Alex: Déjate de eso Jero (mordiéndose el labio y mirando discretamente a Maca) Si dos semanas antes alguien me hubiera dicho que la misma Maca estuvo dando ideas y haciendo aportaciones para el portafolio fotográfico de Esther... Me da el infarto y me muero dos veces en el mismo lugar Alcatraces blancos 108 Jero: Humm (riéndose abiertamente) ¿Y tu eres el que dice que yo soy un exagerado? ¡Ya te vale! -: Vaya par están hechos los dos... (levantó las cejas) para comadres no les gana nadie ¡eh! (riéndose) Pero ya que estamos poniéndonos al día... (acercándose a ellos y murmurando en secreto) Infarto fue el que me dio a mi cuando tu hermanita se presentó en mi estudio y me pidió amablemente que fuera yo el encargado de hacerle el portafolio fotográfico a Esther Jero: ¿En serio Hugo? (tenía la boca abierta. Hugo asistió con la cabeza) Y yo que pensé que tu aportación a mi campaña era solo porque Silvia es la representante oficial de Esther y al ser tú el fotógrafo exclusivo de sus proyectos no le quedó otra a Maca que aceptar que metieras tus narices (río llamando la atención de algunos presentes) perdón tu cámara en mi campaña Hugo: Ya te digo Jero (levantó los hombros sin dejar de reír) ¿Y a que no sabes quién le recomendó a Silvia? Jero: ¡Tu! Hugo: Umjum Alex: No tan de prisa Hugo (le palmeó el hombro) El que Silvia se convirtiera en representante de Esther también fue iniciativa de Maca (los miró a los dos dando más énfasis a sus palabras) Cuando Maca fue a verte a tu estudio ella ya había hablado con Silvia y sabía que tú eras su fotógrafo y como no quería que te negaras fue ella misma a pedirte el favor Hugo: ¿En serio? Alex: Te lo digo de buena fuente y de primera mano (se rió por el desconcierto de Hugo) ¡Ya que yo la acompañé hablar con Silvia! Hugo: ¡Pobre Maca! (movió la cabeza pensativo y miro disimuladamente a Maca) ¡Las que debió pasar! Alex: Uyyyyyyyy (levantó las cejas divertido) ¡Si te contara! Jero y Hugo: ¡Cuenta! (los tres hombres se vieron entre ellos si poder aguantar la risa por el asombro) ¡cuenta! Alex: Verás (miró con disimulo a Maca) cuando llegamos a hablar con Silvia su angustia era evidente las tripas le chillaban fuertemente y todo el camino iba rete y rete decía que Silvia era muy guapa y que lo que menos le apetecía era darle tentaciones a Esther dos veces se regreso al carro diciendo barbaridad y media antes de animarse a ir hablar con ella (miró divertido a Hugo) Pero cuando llegamos a tu estudio fue lo mejor Hugo: ¡No inventes! Alex: Allá tú si no crees Jero: Déjese de tonterías y sigue contando Alex Alex: ¿Quién te viera Jero? Hugo: ¡Ya sigue contando! Alex: Hummm (levanó la cabeza con disimulo para asegurarse que nadie más los oyera) Maca me decía... ¡Alejandro no puedo... No puedo! ¡Es como si la pusiera a ese tío en charola de oro a mi mujer! Finalmente se tranquilizó un poco y fue hablar contigo... Solo tú sabes lo que pasó en esa conversación lo único que yo puedo atestiguar fue que Maca salió disparada y subió al carro echa una furia no pudo más con sus nervios y explotó se abrazó a mi hundiendo su rostro en mi pecho para ahogar sus gritos y evitar la escucharan lloran... ¡Se jalaba los pelos! ¡Sudaba copiosamente y hasta le temblaba el cuerpo! (viéndolos fijamente) La verdad es que nunca la había visto de esa manera y algo muy fuerte debió pasar entre ellas para que Maca reaccionara y empezara a cambiar su actitud Alcatraces blancos 109 -: No lo puedo creer (movía la cabeza incrédula) ¿Y luego dicen que las mujeres somos las chismosas? Jero: ¡Bueno Silvia! (levantó las hombros, el rostro se le enrojeció por la pena) ¿Qué quieres que hagamos? No todos los días se sabe algo como esto Silvia: ¡Ya les vale a los tres! Jero: Silvia (mirándola con picardía) ¿Y tú no sabes nada? Silvia: ¡Perdón! Hugo: Lo que quiere decir Jero es que si Esther no te ha contado nada Silvia: ¿Y por que tenía que contarme algo a mi Esther? Alex: Por que últimamente (sonrió con complicidad) ustedes dos pasan mucho tiempo juntas Silvia: Eso es verdad Alex (los miró con seriedad) pero Maca siempre está cerca y nunca nos deja solas Jero: ¿Entonces no te ha contado nada? Silvia: No Jero Esther no me ha contado nada (señalándolos con el dedo advirtiéndoles) Y en el caso que así fuera ya mero se los iba a contar a ustedes Hugo: ¿Qué poco aguantas Silvia? Silvia: Deja de decir tonterías Hugo (sonriendo divertida) y ponte a trabajar. Porque si no te has dado cuenta ya terminó la filmación y Esther espera para la sección de fotos. (volteando ver a Jero y Alex) Y ustedes dos vayan a seguir chismeando en otro lado que Maca ya mira mucho hacia acá y los puede pillar Tres semanas después que Maca había dado el pizzarro inicial para la filmación de la campaña publicitaria de los vinos de mesa Wilson esta llegó a su feliz término Toda la gente que participó en la realización de dicha campaña se mostraba contenta y satisfecha con los resultados los cuales no se hicieron esperar. Desde el primer día que salió al aire uno de los primeros comerciales mucha gente empezó a preguntar por el vino y por la modelo M: Cariño el teléfono no para de sonar. De cada tres llamadas que recibe la agencia una es para preguntar por el vino y las otras dos por ti E: ¿De verdad? (sus ojos se abrieron ligeramente por la sorpresa y sus labios esbozaron una dulce sonrisa de satisfacción) ¿Y la agencia que les dice? M: Que los vinos los pueden adquirir en alguna de las bodegas Wilson que se pongan en contacto con ellos (sonrió levemente) que nosotros solo vendemos publicidad y no vinos E: Ahhh (se mordió el labio con picardía) ¿Y de mi Maca? ¿Qué les dicen de mí? M: ¡Eso es más sencillo! (se acercó hasta ella y la tomó con posesión por la cintura) Se les dice que eres solamente mía y que no tienen nada que hacer al respeto E: ¿Eso les dicen? M: Cuando pillo yo la llamada (asistió con la cabeza) ¡Eso les digo! (levantó los hombros sin dejarla de verla) ¡Cuando no!... Se les dice que se pongan en contacto con tu representante E: ¡Con Silvia! M: ¡Claro! ¿Quién más? (la miró dubitativa) Hasta donde sé te sigue representando a ti y a Osman ¿No? E: Sí (sonrió ampliamente) Y ya que hablamos de Silvia fíjate que me llamó esta mañana y tiene una muy buena oferta de trabajo para mí Alcatraces blancos 110 M: ¡Ah sí! Maca sintió que le habían echado un balde de agua fría en pleno rostro. El cuerpo se le tenso, las manos le temblaron y tuvo que hacer realmente un verdadero esfuerzo por obligarse a medio sonreír M: ¿Y de que se trata la oferta? E: Se trata de una serie de fotografías para una revista de lencería fina M: ¿Qué? (la media sonrisa que tenía en el acto se le congeló y los ojos se le abrieron al máximo que tal parecía que en cualquier momento se le salían de sus órbitas) ¡Esther no! Maca la soltó de inmediato bajo la mirada y se fue a recargar ligeramente sobre su escritorio para retirarse de ella. El pulso se aceleraba y podía sentir claramente como se le crispaban los bellos del cuerpo mientras las venas del cuello y la frente se le resaltaban. Esther dio dos pasos hacia atrás sin dejar de observar la reacción de su esposa Maca tenía el rostro tenso y rojo. A simple vista se podía apreciar que luchaba con todas sus fuerzas y por todos los medios mantener la compostura y la calma para ganarle la batalla a los celos hasta que llegó el momento que no pudo más y se echó a llorar como desesperada E: Maca (se le acercó asustada de verla en esas condiciones) cariño por favor M: Vete Esther (murmuraba entre sollozos) Después te busco y hablamos E: No Maca (la abrazó con fuerza) No te voy a dejar así (le acarició la mejilla) Mira ve y enciérrate en el baño grita y patalea hasta que te desahogues M: ¿Qué has dicho? (la miró un tanto incrédula) E: ¿Pensabas que no lo sabía? M: Por favor Esther vete ahora que estamos a tiempo (se limpió las lágrimas con rabia) ¿Que no ves que ya no puedo más? E: ¡Cariño! (la abrazó con mayor fuerza) No es verdad lo de la revista... Yo solo quería saber hasta dónde eras capaz de llegar por dominar tus celos M: ¡Vete Esther! (se separó con firmeza de ella sintiéndose herida y más molesta) ¡Yo no soy el ratón de laboratorio de nadie (la miró fijamente y le repitió categóricamente) de nadie ¿Me oyes? E: Maca escúchame por favor M: No Esther ¡Vete ya! (se dirigió a la puerta y se la abrió) no quiero verte ni escucharte en estos momentos ¿Lo puedes entender? E: Lo siento mucho Maca (los ojos se le humedecieron) No fue mi intención hacerte sentir así M: ¿Ah no? E: No Maca no (la miró con suplica en los ojos) Solo quise gastarte una pequeña broma (bajó la mirada y murmuró con profunda tristeza) Pero ya ves me salió mal. Y lo único que puedo hacer al respecto es pedirte que me perdones Maca cerró con fuerza la puerta apretó las mandíbulas, entrecerró los ojos, sacó aire y con aparente calma se dirigió a su escritorio sentándose sobre él Alcatraces blancos 111 M: Tú no tienes ni la puta idea de todo lo que he tenido que hacer y pasar por darte gusto en todo, por complacerte (moviendo con pesadez la cabeza) por demostrarte que puedo cambiar y que nuestra vida matrimonial puede ser mucho mejor. ¡No tienes idea de nada Esther! E: ¡Sí la tengo Maca! (buscándole la mirada suspiró con fuerza y sin que sonara a reproche) por años yo hice lo mismo por mantener a flote esta relación. Esperé pacientemente un cambio, soporté imposiciones y hasta humillaciones. Y todo porque te amaba (pasó saliva con dificultad) porque te sigo amando Maca M: Esther (se levantó de su lugar y corrió abrazarla) Perdóname tu a mi cariño yo no he sido la mejor esposa del mundo pero intento cambiar E: Lo sé Maca (abrazándose a ella y dándole un beso) y valoro mucho tu esfuerzo y aunque lo de la revista de lencería no sea cierto, (la miró detenidamente) la propuesta de trabajo que me hizo Silvia esta mañana sí lo es M: Era de esperarse (dijo con mayor tranquilidad) después del revuelo que has armado con la publicidad de la campaña de los vinos ¿Qué querías? (le sonrió orgullosa) La gente se muere por saber de ti y comprar lo que puedas anunciar E: ¿Y a ti eso te da mucho gusto? M: La verdad es que sí (la besó repetidas veces) aunque he de confesarte que tanta admiración masculina me descoloca E: ¿Solo masculina? M: Ummm (levantó las cejas y le mostró su mano temblorosa) prefiero no hablar de eso que francamente me pongo de los nervios E: ¡A mí me encanta verte toda nerviosa! M: Mira que eres mala E: Un poco sí que lo soy (le acarició la mejilla y la mió con profundo amor) pero no tienen nada de qué preocuparte ¡eh! (le sonrió con toda dulzura) porque tú tienes toda la razón cuando te llaman preguntando por mi y les dices que soy solo para ti y no tienen nada que hacer al respeto M: De eso (levantó las cejas gustosa) estoy segura E: Además Maca (se mordió el labio inferior) rechace la oferta que me hizo Silvia M: ¿Y eso por qué? E: Porque tendría que viajar a México (levantó las cejas) y yo no estoy dispuesta a separarme ni dos kilómetros de distancia de mi familia por muy jugoso que sea el contrato... Así que le dije que cuando tuviera una oferta de acuerdo a mis intereses familiares se comunicara conmigo M: ¿De verdad? E: De verdad cariño (le acarició la mejilla) Tú y mis hijos son mi prioridad en esta vida y por nada del mundo lo voy a cambiar M: Mi amor (sintió un profundo aliento en la boca del estómago) te amo tanto Esther Maca se le acercó y la empezó a besar lentamente quería demostrarle sin prisa, sin tapujos a través de ese beso lo feliz que se sentía y la seguridad que su alma empezaba a experimentar sin reservas E: Maca (suspiraba de manera involuntaria) también quiero decirte que si te parece bien y estás de acuerdo me gustaría que empezáramos a buscar a la niña M: ¿Qué? (abrió los ojos y esbozó una enorme sonrisa) ¿Estás segura? E: Sí (sonriéndole feliz) sí lo estoy M: Esther (la levantó en vilo y empezó a dar de vueltas con ella entre sus brazos) me haces mucho pero mucho muy feliz mi amor Alcatraces blancos 112 E: Maca me vas a tirar Esther se aferraba a sus hombros Maca paró un momento sin bajarla el corazón les empezó a palpitar fuertemente, los ojos les brillaban con intensidad y sus rostros no podía ocultar la ilusión que tenían en esos momentos E: ¡Sabes que estás loca! M: Por ti (le susurró tiernamente al oído) solo por ti mi amor Ambas se quedaron mirándose a los ojos en silencio y el tiempo parecía haber detenido su marcha para hacerlas consientes que en esos momentos solo existían ellas dos E: Maca (murmuró débilmente rompiendo el silencio) Te quiero M: Esther (suspiró profundamente le tomó la mano y se la llevó a su corazón para que se lo sintiera) Solo late así por ti E: Hummm (entrecerrando los ojos) ¡cierra la puerta! Maca sonrió levemente y sin perder tiempo se dirigió con ella en brazos a poner el seguro a la puerta de su oficina después se fue hasta el cómodo sofá de piel y con mucha delicadeza la recostó sobre él para inmediatamente recostarse encima de Esther Amabas no dejaban ni por un momento de mirarse y lentamente buscaron sus bocas para fundirse en una caricia tierna delicada sin prisa deseosa de sentirse y probarse. El beso a cada segundo crecía de intensidad y con él las ganas de tocarse. Mutuamente entre besos y pequeños suspiros se fueron desvistiendo hasta que quedaron completamente desnudas M: Te he echado mucho de menos todas estas semanas (tenía la voz ronca y la respiración se le empezaba a entrecortar) Mi cuerpo mi alma mi corazón necesita sentirse dentro de ti El cuerpo le temblaba por la pasión contenida y entrecerraba los ojos desbordada a la vez que intentando calmar sus profundas ganas para no apresurarse y tirarse a devorarla M: Cada noche que pasaba sentía morir sin poder tocarte y poder probarte (pasó con dificultada saliva) Llegué a pensar que nunca más me permitirías dejarte hacer el amor E: Siento haberte hecho esperar tanto mi amor (la besaba sin reserva dejándole saber la pasión que también su cuerpo emanaba) para mí tampoco fue fácil esperar también necesitaba y deseaba sentirte dentro de mi (hizo una pequeña pausa y la miró fijamente) Es solo que yo no podía (suspiró con fuerza y sus ojos se le humedecieron) No me sentía lista quería estar segura que tu cambio era real y no tan solo un destello M: Mi amor (la abrazó con fuerza) te deseo tanto que ya no puedo esperar un segundo más me muero por sentirte y volver a tener tus mieles entre mis labios E: Maca (involuntariamente el cuerpo se le arqueó) y yo me muero por volver a ser tuya... Solamente tuya Maca no se hizo esperar e inmediatamente se apoderó de sus labios y su lengua empezó a recorrer con frenesí cada rincón de su boca mientras sus manos se deslizaban por todo el cuerpo de su amada con movimientos firmes y circulares hasta que se posó en sus sentaderas y la jaló con fuerza hacia ella logrando unir sus centros Alcatraces blancos 113 E: Aghhhhh (gimió con fuerza sentirla) Maca A Maca le brillaron los ojos de deseo y se detuvo un momento a sentir la calidez de la humedad que empezaba a emerger de su mujer y se mezclaba con la suya. Esther empezó a removerse dejándole en claro lo que quería empezar a sentir M: Te quiero (con la voz entrecortada por pasión y el delirio) te quiero Esther llevó de inmediato sus manos hasta los senos de Maca y se los empezó a moldear acariciándoselos, apretándoselos a la vez que le jalaba con delicadeza las tetillas de los pezones mientras su boca buscaba con ansias desesperadas besarle el cuello E: Maca, Maca (repetía una y otra vez llena de pasión) Te amo M: Sí mi amor sí Maca entrecerró los ojos y gimió con fuerza al sentir como Esther con pasión absoluta se apoderaba de uno de sus senos con la boca y se lo mordisqueaba y chupaba con fuerza a la vez Con los ojos brillosos por el inmenso deseo que la invadía Maca no pudo esperarse más y con firmeza adentró sus dedos hasta lo más profundo de la estrecha cavidad humedad y caliente de su mujer la cual al sentirla abrió más las piernas facilitándole la labor a la vez que arqueaba su cuerpo removiéndose con desesperación mientras Maca empezaba a salir y entrar vigorosamente en su interior a un ritmo frenético Los gemidos y las palpitaciones de ambas empezaron a ser más fuertes e intensas el cuerpo les sudaba mientras los músculos buscaban relajarse. Esther elevó sus caderas buscando llegar a su satisfacción pero Maca no la dejó y salió con dulzura de ella E: No pares Maca (la venas le resaltaban en el cuello) no pares por favor M: No pienso para cariño Maca le sonrió y rápidamente hizo que Esther se girara en si para acomodarla y abrirla de tal forma que le permitía con facilidad disgustar y mamar con fuerza y rapidez su clítoris hinchado a la vez que su lengua entraba y salía de ella con movimientos rígidos, circulares y profundos que llagaban a llenarla por completo Esther lanzó un grito y se aferró al sillón cuando Maca usando su propio líquido que emergía de su interior le humedeció el ano y con precisión la penetro con dos dedos sincronizando a la perfección el ritmo de su lengua y sus dedos Entraba y salía de las dos cavidades de Esther al mismo tiempo con un ritmo fuerte y vertiginoso que el orgasmo de su mujer no se hizo esperar más. Y explotó con fuerza con Maca adentro Maca pudo sentir perfectamente como los músculos de su mujer se tensaban y palpitaban con fuerza apretándole la lengua y los dedos para inmediatamente dejarla sentir como Esther la bañaba expulsando una cantidad variable y abundante de fluido lechoso durante el orgasmo Alcatraces blancos 114 E: Maca (los ojos literalmente se le volteaban y el cuerpo le temblaba) Oh Maca Maca con cuidado se retiró para alcanzar a recrearse con la primera eyaculación de su mujer M: Por Dios Esther (murmuraba con la voz llena de excitación) eres fantástica... Te quiero mi amor te quiero Esther era presa de diversas e intensas sensaciones que se levantó y empezó a dar pequeños saltitos en un mismo lugar dejando totalmente expuesto su aun hinchado sexo cosa que a Maca lo sobre excitó y sin perder tiempo la tomó por la cintura la inclinó un poco y se pegó a ella intentando acoplar sus sexos E: Humm Maca (sudaba copiosamente) Me vas a matar Esther se quiso retirar y Maca la sujetó con mayor fuerza a la vez que la jalaba hacia ella logrando por fin encajársele a la perfeción Esther volvió a lanzar un fuerte gemido y Maca empezó a mover rápidamente la cintura hacia arriba y abajo resbalando frenéticamente en ella y haciéndola tener otro orgasmo A Esther se le nubló la vista y un fuerte espasmo la sacudió. Las piernas le temblaban y la sangre se le galopaba en su interior. Aun así se dio la vuelta y reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban se agachó y empezó a mamar el interior de su mujer La chupaba y lambía al mismo tiempo que introducía sus dedos con movimientos accedentes y descendentes cuando se dio cuenta que Maca estaba a punto de llegar la penetró con mayor fuerza y se quedó un momento ahí mientras Maca se removía con fuerza liberando sus emociones Los ojos les brillaban, el cuerpo le temblaban y el corazón no dejaba de palpítales. Aun con las sensaciones desatadas ambas se fundieron en un largo abrazo a la vez que unían sus bocas besándose con calma disfrutando del momento dado y compartido haciéndolas sentir llenas y que su amor era fuerte e indestructible El tiempo seguía su curso y con él la vida también. A medida que los meses iban pasando el cambio de Maca era más que notorio y evidente que hasta la misma Esther no dejaba de sorprenderse por la actitud y la disposición que Maca mostraba en todo. Cosa que Esther valoraba sobremanera y por ello día a día la alentaba con amor y paciencia a que siguiera con sus terapias Por fin después de casi cuatro meses de constantes sesiones Maca se sentía liberada y segura de poder dominar y controlar por completo todas sus inseguridades pasadas y podía hablar y participar tranquilamente del trabajo de su mujer Sin embargo pese a todo lo logrado con las terapias había algo que no la dejaba dormir por completo y hacía que muchas noches despertara angustiada sudando presa de los Alcatraces blancos 115 remordimientos. Los cuales no era otros que el terrible miedo que sentía de que Esther de alguna manera descubierta o llegara a enterarse de sus correrías pasadas Y ese miedo se acrecentó aun más especialmente cuando por casualidad al llegar a su oficina en compañía de Esther escuchó de pasada comentar entre sus empleados que la semana pasada había visto en el aeropuerto a Karol Toscanni del brazo su nuevo amante arribar de un vuelo procedente de Chile donde había estado viviendo los últimos meses Maca al escucharlos comentar de inmediato sintió como el cuerpo se le tensaba haciéndola que ligeramente detuviera su marcha a la vez que sentía como toda la sangre se le venía a la cabeza por el miedo a que comentaran algo que la pudiera comprometer o delatar delante de Esther y antes de que esta se percatara de su perturbación logró reaccionar con rapidez alterando sus sentidos y con disimulo se obligó a continuar a paso firme su camino hasta llegar a su despacho E: ¡Maca tus empleados (entrando con ella a su oficina) son muy cotillas! M: ¡A sí! (le sonrió haciéndose la sorprendida) ¿Por qué lo dices? E: Porque de seguro están destrozando a base de chismes la vida de esa pobre mujer M: ¿Cuál mujer? E: La que mencionaron Maca (levantó las cejas) ¿No los oíste? M: Pues no (se dirigió a su escritorio y para disimular su nerviosismo tomó una de las revista que le había dejado su secretaria esa mañana) no los oí E: Menos mal porque pobre mujer la están poniendo como palo de gallinero... ¡Mira que atreverse a decir que arribó del brazo con su nuevo amante como si le conocieran toda su vida! M: Esther tú misma lo dijiste (buscando entre las revistas) ¡Solo son chismes! E: Sí Maca pero chismes que destrozan sin piedad la vida de las personas implicados en ellos (levantó los hombros como si nada) A ver Maca ¿Qué pasaría si un día llegas tranquilamente a trabajar y escuchas que inventan algo semejante de mí? M: A estas alturas Esther ten por seguro que ni pasaría nada cariño (sin atreverse a encontrarse directamente con su mirada) con la pasta que he gastado en las terapias para controlar y dominar mis celos ¡Paso de cotilleos! Esther sonrió divertida y Maca aprovechó ese momento para sonreír también y intentar relajarse un poco. Sin embargo sintiendo intrigada por la pregunta de Esther decidió a indagar al respecto M: Esther ¿Y qué pasaría si lo inventaran de mí? E: Nada Maca (le sonrió ampliamente) porque solo sería un chisme mal intencionado y además yo confió plenamente en ti M: Pero (buscando su mirada) ¿Y si alguien te asegura que es cierto? E: Bueno es un comentario muy fuerte pero sin embargo (mostrándose segura de lo que decía) Yo como santo Tomás (se cruzó de brazos y se apoyo ligeramente sobre el escritorio) Hasta no ver creer M: ¿Y si te lo comprobaran? Esther se incorporó un poco a la vez que sentía como la sangre se le helaba y el corazón se le estrujaba de repente amenazándola con dejar de latirle de solo imaginar que Maca pudiera llegar a serle infiel. Así que sin pensarlo se giró de inmediato hacia ella Alcatraces blancos 116 buscando su mirada, tenía el ceño fruncido y la seriedad se reflejada en su rostro y le contestó E: ¡Te mandaba inmediatamente a la mierda! Maca entrecerró los ojos sobresaltándose a la vez que sentía que un torbellino la sacudía fuertemente de pies a cabeza para azotarla sin piedad contra el suelo dejándole sin gota de sangre en el cuerpo Esther buscaba directamente su mirada y Maca para no delatarse no tuvo más opción que obligarse a levantar la cabeza y sostenérsela a lo que Esther agregó E: No sé a que vino todo esto pero si te voy a dejar algo muy claro (caminando hacia ella) ¡Ni se te ocurra Maca! (suspiró con fuerza para tomar aire) Ni se te ocurra Maca sin poder articular palabra lentamente bajó la mirada y buscó inconscientemente algo en que entretenerse. Mientras tanto Esther no dejaba de obsérvala. Se hizo un pequeño silencio donde Maca se quedó profundamente pensativa hasta que Esther se dio cuenta que esta ni parpadeaba E: Maca (le pasaba varias veces la mano por enfrente para llamar su atención) Maca cariño (logrando finalmente que Maca le prestara algo de atención) ¿Qué pasa? M: Jummm (por auto reflejo tomó una de las revista y empezó a hojearla rápidamente) E: ¿Maca estás bien? M: Ehhh (levantándose de su lugar con la revista en la mano) Sí claro ¿Por qué lo preguntas? E: Porque te quedaste callada y ni caso me haces M: Lo que pasa es que (veía con atención la revista que traía en las manos y de pronto una amplia sonrisa se dibujaba en sus labios y aprovechó para dar un cambio completo a la conversación y a la situación) ¡Te vez preciosa en esta portada! E: ¿Te gusta? M: Mucho E: Gracias Maca (acercándose a ella y dándole un ligero beso en los labios) Y es que oírlo de tu boca me hace sentirme entre nubes M: No es que te sientas entre nubes Esther Maca levantó las cejas divertida a la vez que le mostraba la portada de una revista de aerostática donde Esther aparecía posando dentro en un globo aerostático M: ¡Es que andas entre las nubes últimamente! E: ¿Y cómo no voy andar entre nubes cariño? (le sonrió dulcemente) Si a tu lado mi felicidad es total M: ¿De verdad (la rodeó con sus brazos) eres feliz? E: Mucho (le acarició la mejilla) Mucho Maca... Que a veces me da hasta miedo M: Bueno se supone que en estos momentos yo debería abrazarte muy fuerte y decirte que no hay nada que temer (levantó los hombros y suspiro con un dejo de tristeza) Pero con mis antecedentes dudo que me lo creas E: ¡Maca! (movió ligeramente la cabeza e hizo una pequeña pausa a la vez que la veía fijamente) ¡Inténtalo! M: ¿Cómo? Alcatraces blancos 117 E: ¡Que lo intentes cariño! (entrecerró los ojos) me gustaría tanto oírtelo decir M: Esther (la abrazó con fuerza) te juro que no tienes nada en que temer y que cada día que pase yo te daré a ti y a mis hijos todo lo mejor de mí E: Y yo te creo Maca (se apretó aun mas a su abrazo) porque en ello me va la vida M: Mi Esther El corazón les empezó a latir de manera fuerte y rápida y el tiempo tal parecía que detenía su marcha para que en esos momentos sin necesidad de más palabras sus almas se buscaran y se encontrara con la misma intensidad que lo hicieron sus miradas hasta que sus labios lentamente se juntaron en un suave y tierno beso que parecía no tener fin a la vez que sus manos empezaban a tocarse con deseo hasta que sin previo aviso la puerta de la oficina se abrió interrumpiéndolas haciendo que ambas se giraran al mismo tiempo sintiéndose incomodas por lo candente de la situación M y E: ¡Jero! Jero: Upssss perdón (los olores se le vinieron al rostro y rápidamente se tapó la cara con varios folders que llevaba en la mano) Lo siento no sabía que... (hizo una pausa y sacó aire apenado) ¡De verdad lo siento! M: Todo el que entra aquí Jerónimo toca primero antes de entrar (frunció el ceño a la vez que se acomodaba rápidamente la ropa) ¡Pero ya veo que a ti nunca te enseñaron a tocar a la puerta! E: Maca (abrochándose también a toda prisa la blusa) Tranquila... ¡No pasa nada cariño! M: ¿Cómo que no pasa nada Esther? (lanzándole una mirada furiosa a Jero) Un poco más este imprudente nos pilla haciendo el amor E: ¡Maca! (le dijo entre dientes) por favor no hagas que me apene más M: Joder Jero: Maca de verdad lo siento mucho M: Ya déjalo ¿Quieres? (dándole la espalda) ¿Y a que has venido? Jerónimo no le contesto en su lugar sacó aire miró de reojo a Esther y apretó con fuerza los folders que llevaba en las manos M: ¡No me vas a contestar! Maca se giró hacia él aun con el disgusto marcado en su rostro lo que hizo que Jerónimo frunciera también el ceño disgustado y buscara con rudeza su mirada La tensión en el ambiente se empezó a sentir lo que hizo que Esther discretamente se pusiera en medio de los dos Jero: No hay necesidad que hagas eso Esther (sin dejar de ver a su hermana) que por mucho que muerda... ¡No le tengo miedo! M: ¡Serás cabrón! (haciendo con cuidado a Esther a un lado) Después de que entras sin avisar todavía te haces el ofendido Jero: Te aseguro Maca que si no fuera tan im... De pronto Jerónimo calló miró de reojo a Esther se dio la media vuelta e hizo el intento de marcharse cosa que Maca no le permitió interponiéndosele a su paso Alcatraces blancos 118 M: ¡A no! (levantando las cejas) Ahora me dices a que has venido Jero: Maca (viendo disimuladamente a Esther y cuidándose de que esta no lo escuchara le murmuró entre dientes a su hermana) ¡Será mejor que no me hagas hablar delante de ella! E: ¿Qué pasa? M: Nada Esther (suspiró preocupada a ver a Jerónimo tan serio) es solo que se me pasó la mano con Jero y nece... E: Necesitas disculparte con él (la interrumpió sonriéndole ampliamente a Jero) y como todo esto es nuevo para ti (le sobaba el brazo con cariño a Maca) ¡Te sentirás mejor si lo haces a solas!... ¿Es eso Maca? M: Sí mi amor (se apresuró a decir sintiéndose un tanto aliviada) es eso E: No te preocupes (miró su reloj de mano) De cualquier manera yo ya me voy (le dio un rápido beso en los labios a Maca para despedirse) Tengo una cita con Silvia a las cinco y si no me doy prisa no llego M: ¿Con Silvia? E: Sí amor (le acomodó con cariño un mechón de pelo atrás del oído) recuerdas que anoche te comente que tenía una oferta para Osman y para nosotras de la revista Madres e hijos M: ¡Para nosotras! E: Ay amor (le apretó un cachete con cariño a la vez que le sonreía con complicidad) ¡Luego dices que soy yo quien se la pasa en las nubes! M: ¡Esther cariño! (se mordió un labio) que el contrato no dure más de un mes por qué recuerda que quedamos en... E: Sí mi amor recuerdo perfectamente lo que te prometí (la interrumpió con un beso en los labios a la vez que le sonreía gustosa y con la ilusión reflejada en sus ojos) Y no te preocupes que solo se trata de una portada para su próxima emisión (dirigiéndose a Jero) ¿Cómo la ves Jero? Jero: Es un oportunidad magnífica E: Me refiero a la disposición de tu hermana Jero: ¡Ah! Jerónimo sonrió levemente y Maca movió la cabeza sintiéndose un tanto incomoda. Esther le dio otro beso en la boca a su mujer y después con dos besos se despidió de su cuñado E: ¡Aunque no lo creas Jero! (levantaba las cejas) ¡Tu hrmana está irreconocible! Jero: ¡Eso veo Esther! E: En fin... ¡Me voy que no llego! (les sonreía divertida y dirigiéndose a ambos) ¡Y no se vayan a sacar los ojos!... ¡Por favor! Esther salió de la oficina ante la atenta mirada de ambos. Una vez al verse solos Jero se dirigió a la puerta y le puso el seguro para inmediatamente girarse e ir directo hacia Maca la cual ya estaba sentada detrás de su escritorio M: ¿Qué pasa Jero? Jero: Lo mismo quiero saber yo Maca (sin rodeos le entregó los folders que llevaba en la mano) ¿Quieres explicaren qué diablos significa esto? Maca tomó los fólderes con aparente calma y a medida que los iba revisando sus sentidos se alteraban y un escalofrió le recorría el cuerpo Alcatraces blancos 119 M: ¿Es una broma verdad? Jero: A caso me ves cara de estar bromando Maca (la vio directamente encarándola) ¿Qué jodidos estabas pensando Maca cuando invertiste casi todo tu capital en empresas de dudosa procedencia? M: Es que yo no he invertido en nada de esto Jero Jero: ¡Ah No!... ¿Entonces explícame porque mis abogados me despertaron esta mañana para informarme que tus cuentas y mis cuentas están congeladas por que estás bajo investigación por lavado de dinero? M: ¿Qué dices? Jero: Lo que oyes Maca (apretando la mandíbulas) Lo que oyes estamos sin liquidez alguna y con las empresas hipotecadas por tus estúpidas inversiones De la impresión Maca soltó los documentos los cuales cayeron al suelo desparramándose casi a los pies de su hermano. Jero la veía con enfado y frialdad lo que hizo que el rostro de Maca se tensara y se tornara blanco a la vez que el cuerpo le temblaba y la respiración le empezara a faltar producto del desconcierto. Con angustia Maca buscaba alguna reacción de parte de su hermano que le indicara que lo que la había dicho no era verdad M: No puede ser posible Jero Jero: Lo mismo decía yo (soltó un fuerte golpe sobre el escritorio) Pero esos documentos son verídicos y lo certifican todo M: No (se apresuró a levantar los documentos y los revisó una vez más) Esto no es verdad Jero (lo miró con la angustia reflejada en los ojos) Te juro por Esther y mis hijos que son lo que más sagrado que tengo que yo no hecho ninguna de las inversiones que certifican estos documentos Jero: No jures en vano Maca (le quitó los documentos de las manos) ¡todo es legal! (restregándoselos con furia en la cara) ¿Cómo pudiste hacernos esto? ¿Por qué Maca? M: ¡Que yo no h ehecho nada! (afirmó rotundamente a la vez que le hizo a un lado la mano y le buscaba con ansiedad su mirada) Yo no sé que esté pasando y de que se trate todo esto pero te aseguro que se trata de un lamentable error y te lo voy a demostrar Jero: Pues más te vale Maca porque de no ser así (tragó con dificultad saliva) estaremos en la ruina y tú irremediablemente iras a la cárcel y yo... (sacó aire y su voz reflejo pena absoluta) no podré hacer nada para ayudarte M: Jero (entrecerró lo ojos con angustia y tristeza) ¿De verdad me crees capaz de hacer algo así?... ¿De poner en riesgo el bienestar y la fortuna familiar? ¿De invertir en empresas que ni conozco y que ni sabía que existían? Jero: ¡Es que no existen Maca! M: ¿Qué? Maca sintió que el mundo se le venía encima todo de pronto le dio vueltas a su alrededor que tuvo la necesidad de sostenerse del escritorio para no caer. Jerónimo al darse cuenta de su reacción levantó la cabeza, suspiró con fuerza sintiéndose incapaz de contestarle nada. Maca se llevó las manos al rostro con evidente desolación y frustración M: No (intentando reponerse un poco pasó saliva a la vez que los ojos se le llenaban con lágrimas) no puede ser posible... Jero yo nunca le haría algo así a ti o a mi familia... ¡Tienes que creerme hermano! Alcatraces blancos 120 Jero: ¡Y que me gano con creerte Maca! (levantó los hombros con profundo pesar) si lo que certifican estos documentos es otra cosa M: Pero ponte a pensar Jero (tomando nuevamente su lugar detrás de su escritorio) ¡Estas inversiones no tienen sentido ni lógica alguna! Jero: ¿Entonces Maca? M: Alguna explicación debe de haber Jero: La única explicación clara hasta el momento es que estamos sin liquidez y que nuestras cuentas están congeladas. Y mientras no se aclare todo este asunto (sentándose frente a ella) Estamos en la ruina total y tú bajo investigación judicial y a punto de ser detenida en cualquier momento M: No... Eso no va a pasar (movió la cabeza rotundamente) por que todo esto es un error (tomó rápidamente el teléfono) ¡Voy a llamar a los abogados! Jero: Ya lo hice Maca (se levantó de su lugar y su hermana se giró a verle) y no hay mucho que se pueda hacer (suspiró levemente y empezó a caminar de un lado a otro sintiéndose un tanto afligido y sin dejar de mostrar su profunda preocupación) Excepto si podemos demostrar que todos nuestros ingresos son legales M: ¡Y claro que lo son Jero! (le afirmó rotundamente a la vez que elevaba las cejas y se levantaba de su lugar) ¡Y lo vamos a comprobar! Jero: ¿Cómo Maca? (movía la cabeza un tanto escéptico y se volvió a sentar) Si la mayoría de las inversiones hechas en esos documentos son a empresas fantasmas (hizo una pequeña pausa sacando aire) ¡No existen Maca!... Y las únicas dos empresas que están legalmente constituidas y certificadas por hacienda y la cámara de comercio están ubicadas en Chile y son precisamente sus representantes légales los que promovieron la investigación a nuestras empresas por enriquecimiento ilícito M: ¿Has dicho Chile? Jero: Sí (mirándola un tanto asombrado) ¿Te recuerda algo? M: Jero (el corazón le empezó a latir fuertemente y se levanto rápidamente de su lugar) ¿Quiénes son las personas que me acusan? Jero: Darío Guiangino y Gustavo Giuseppe los representantes legales de la corporación “Aires Imagen“ M: No (abrió desmesuradamente los ojos a la vez que se dejaba caer en un sillón y se llevaba alarmada la mano a la boca) No puede ser Jero: ¡Los conoces Maca! M: Sí (logró pronuncian mientras veía fijamente a su hermano con la incertidumbre reflejada en su rostro) Uno de ellos era... (suspiró levemente e hizo un pausa mientras pasaba con dificultad la saliva) era mi asesor financiero el encargado directo de hacer todos mi movimientos bursátiles en la bolsa de valores pero siempre bajo mi aprobación y mi autorización De pronto Maca al recordar algo se quedó callada y el cuerpo se le acalambraba mientras un sudor frío empezaba a destilársele por cada poro de su cuerpo. Sin perder tiempo se levantó y corrió hacia uno de los libreros que tenía enfrente hizo a un lado con desesperación varios libros dejando al descubierto un pequeñito hueco en forma de cuadro donde tenía en un estuche negro y dentro de el aguardada una llave dorada la cual toma para enseguida dirigirse a toda prisa hacia uno de los cajones de su escritorio Jero seguía atentamente sin decir nada cada uno de los movimientos que hacía su hermana. Mientras esta con cierta presura y angustia abría el cajón en el cual tenía varios folders con sobres de diferentes tamaños y colores Alcatraces blancos 121 Con mucho cuidado y a la vez con desesperación revisaba los documentos de cada uno de los sobres sin lograr encontrar lo que buscaba. El terror y la angustia empezaba a apoderarse de ella a medida que cada segundo que pasaba. Finalmente después de haber revisado varias veces los documentos lanzó un grito alarmando a un más a un desesperado e intranquilo Jeronimo M: No joder... (con el puño cerrado dio violentamente y con fuerza un golpe sobre el escritorio) No puede ser... (se llevó las manos a la cabeza) ¡Maldita zorra! Jero: ¿Qué pasa Maca? M: Jero (tragó saliva y empezó a respirar con evidente dificultad) me han tendido una trampa... (Jero se quedó inmóvil en su lugar) Gustavo Giuseppe es el... (hizo una pequeña pausa) es el hermano de... de Jero: ¿De quién Maca? (la apresuro) M: De Karol (logró murmurar apretando los dientes) De Karol Toscanni Jero: ¡Tu ex amante! Maca bajó la mirada sintiéndose profundamente avergonzada y Jerónimo se levantó como resorte de su lugar Jero: ¡Por Dios Maca! (se pasó la mano por la cabeza) Debí suponerlo... Claro Gustavo Guiseppe Toscanni el mismo infeliz malnacido que me chantajeó hace tiempo con dinero para no decirle a Esther que su hermana era tu amante M: ¡Lo siento Jero! Jero: ¿Lo sientes? M: ¡Jero! Jero: ¿Y quien es el otro tipo? M: No tengo ni idea (movió la cabeza) Tal vez sea su nuevo amante Jero: ¿Tal vez? M: No lo sé... (se tronóo los dedos de las manos con evidente nerviosismo) Lo oí por casualidad hace un rato de boca de uno de los empleados... Decía que la semana pasada vio a Karol Toscanni del brazo de su nuevo amante en turno el aeropuerto descender de un vuelo procedente de Chile Jero: Joder Maca... en la que te has metido (volteó a verla) ¡En la que nos has metido! M: ¡Solo son chismes Jero! Jero: Aunque lo sean... El hecho es (tomando los documentos de las inversiones) ¡Que esto no lo es! M: Lo voy arreglar Jero: ¿Cómo? M: ¡Voy a buscar a Karol y hablaré con ella! Jero: ¿Y qué vas a ganar con eso? M: ¡Saber que pretende exactamente! Jero: Por dios Maca (movió la cabeza incrédulo) Entérate de una vez... ¡Estamos en la ruina! M: ¡Jero lo voy a solucionar! (seguía tronándose los dedos con nerviosismo) Estoy segura que todo esto es obra de Karol (lo miró fijamente) Está despechada porque... (se mordió un labio) Por que la dejé y... (Jero levantó las cejas alentándola a seguir) Porque tú no la quisiste como la modelo de tu campaña publicitaria y ahora que sabe del éxito de Esther (entrecerró los ojos) ¡No quiero ni pensar! Jero: ¡Joder Maca! Alcatraces blancos 122 M: No sabes la vergüenza que me da decirte todo esto (los ojos se le llenaron de lágrimas) la última vez que la vi terminé con ella y me dijo que me iba arrepentir... (levantó los hombros) como no era la primera vez que me lo decía no le di mucha importancia... Pero ahora sé que no mentía (hizo una pequeña pausa) Jero (liberó algo de aire) Karol sabía donde aguardaba los documentos importantes y de alguna manera se apoderó de de una carta poder que Esther me había dado Jero: Maca (sacó aire y se dejó caer sobre el respaldo de la silla) Te das cuenta que tenemos que poner sobre aviso a Esther M: No Jero (entrecerró los ojos) ¡Por favor no! Jero: ¡No te das cuenta que por hacerte más daño puede involucrarla a ella también! M: No lo hará (trago saliva) No se lo permitiré Jero: ¿Y cómo se lo vas impedir? M: No lo sé Jero (lo miró con seriedad absoluta) Pero te juro que si la involucra... ¡La mato! Jero: Tenemos que avisar a Esther M: No (gritó) Jero: ¿Por qué no Maca? M: ¡Esther me dejaría! (la mirada se le entristeció profundamente) me dejaría Jero... Y yo podría sobrevivir a la cárcel si es preciso pero no al abandono de Esther. ¿A caso no te das cuenta? Jero: De cualquier manera Esther se va enterar y será mucho peor si se entera por alguien más (movió la cabeza al ver la profunda desolación reflejada en los ojos de su hermana) No es algo que puedas seguir ocultando Maca M: ¡Tengo miedo Jero! (las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas sin control y sintiéndose perdida se dejo caer derrumbada en la silla de su escritorio) ¡Mucho miedo de perder a mi familia! Jero: Pase lo que pase hermana (la estrechó fuertemente de la mano) ¡No estás sola y vamos a salir de esta!... Te juro por Dios que no nos daremos por vencidos y haremos frente a tus enemigos... Vamos a limpiar nuestra imagen y nuestro buen nombre... Te lo prometo Maca se levantó llorando de su lugar y se abrazó con fuerza y desesperación a su hermano. Jero la estrechó en sus brazos dándole refugio, fuerza y protección Jero: ¡Vamos a estar bien... Juntos nadie podrá hacernos nada! M: Eres un gran hombre Jero: Y tú una gran mujer M: No he sido una buena hija, no he sido una buena hermana, no he sido una buena esposa... He cometido muchos errores Jero: Como todo el mundo Maca y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra (la besó en la frente con inmenso cariño) que no te quede la menor duda que a pesar de todo... ¡Eres una gran mujer! M: Gracias Jero... Te quiero (lloraba desconsolada sobre su pecho) te quiero mucho hermano Jero: ¿Y tú crees que yo no? (con lágrimas en los ojos también) Mi rebelde sin causa Silvia y Hugo estaban en una cafetería enfrascados en una larga plática sobre las ventajas de irse una temporada a vivir a México donde recientemente les habían hecho una muy buena oportunidad de trabajo Alcatraces blancos 123 Silvia: Sí Hugo yo sé que tú tienes toda la razón y que México es una excelente plataforma para expender y proyectar la imagen de mis modelos. Y que muchas agencias ni lo pensarían... (de pronto hizo un silencio y un deje de tristeza se asomó en sus bellos ojos) pero yo sí Hugo Hugo: No pierdes las esperanzas con Esther (apoyó con dulzura su mano sobre la de ella en señal de apoyo) ¿Verdad? Silvia: No (movió la cabeza ligeramente) francamente no... Y es que yo sé que no le soy indiferente que puedo tener una oportunidad real con ella. Solo es cuestión de saber esperar y darle su espacio y libertad Hugo: Silvia pon los pies sobre la tierra (suspiró conmovido) Esther no está por la labor y que yo sepa nunca te ha dado esperanza alguna Silvia: ¡Si vieras como me mira Hugo (su voz proyectó mucha ilusión) y la manera que me sonríe cuando estamos juntas! Hugo: Ya... (movió la cabeza como indicándole que de sobra lo sabía) Pero no te engañes más amiga mía porque eso no indica absolutamente nada (levantó los hombros) ¡Mira si lo sabré yo! Silvia: ¡Hugo no me digas eso por favor! Hugo: Silvia a pesar de todo (levantando las cejas) Esther adora a Maca y tal parece que nació exclusivamente para vivir por ella (suspiró levemente un tanto nostálgico) Es difícil de entender pero entre ellas hay una extraña conexión que muy poca veces se da en la vida Silvia cerró los ojos afligida por la angustia que le causaban las palabras de su amigo y a pesar del esfuerzo de ocultar su creciente desazón su cuerpo la traicionó al temblarle notoriamente Silvia: ¡La vida suele ser tan injusta! Hugo: Lo sé de sobra (levantó ligeramente la mano en ademán para acallar su protesta) y a pesar de que Maca ha hecho verdaderos esfuerzos por cambiar su vida ¡No se la merece!... Y todos los que las conocemos lo sabemos. Sin embargo Esther no piensa lo mismo y ante el poder del amor nada se puede hacer Silvia: Yo estoy muy enamorada Hugo (los ojos se le llenaron de lágrimas) Nunca me había pasado algo similar con nadie hasta que ella llegó a mi vida esa tarde en la gasolinera y tan solo bastó que me sonriera para que hechizara mi corazón y mi alma... Silvia levantó su rostro el cual reflejaba sin piedad el desencantado que sentía y abrumaba su alma. Buscó encontrarse con la mirada de su amigo al cual el corazón se le encogió al verla en esas condiciones. Él mejor que nadie la comprendía y sabía lo que era sufrir por la intensidad de un amor sin futuro y sin esperanzana Silvia no pudo contener un segundo más sus sentimientos y emociones. Y sus bellos y penetrantes ojos azules se ensombrecieron al tal grado que alcanzaron una intensa tonalidad oscura y estos sin pedirle permiso dejaron fluir sin control sus lágrimas Hugo: Silvia (murmuró con infinita ternura y la voz entrecortada) ¡No te pongas así cariño! Silvia: La quiero Hugo (rápidamente limpiaba sus lágrimas) La quiero mucho y digan lo que me digan (lanzó un fuerte y doloroso suspiro) de cualquier manera la voy a esperar Alcatraces blancos 124 E: ¡A quien vas esperar Silvia! De inmediato Silvia reconoció la voz de Esther a sus espaldas. De la cual ninguno de los dos se había percatado de su llegada por estar tan absortos en su conversación Silvia: A ti (su sonrisa se hizo evidente e iluminó su rostro olvidándose por completo de todas sus penas) ¡A quien más! (se levantó para saludarla efusivamente) Lo que pasa es que Hugo tiene un compromiso importante y ya se iba Hugo: Ah (abrió los ojos sorprendido mientras Silvia con los ojos le suplicaba que no la delatara y se fuera) Sí... sí (atinaba apenas a decir) Ya me están esperando en el estudio E: Pero no se supone (los miró con cierto asombro y puso especial atención en Silvia) que los dos querían hablar algo importante conmigo Hugo: Sí Esther (parándose rápidamente para saludarla) pero me surgió algo imprevisto (levantó las cejas) Y me tengo que ir E: Humm (volviendo su atención a Silvia) ¿Estabas llorando? (su preocupación fue evidente y sin pensarlo en un acto natural le acarició con ternura la mejilla) ¿Te pasa algo? Hugo: No le pasa nada (intervino para llamar la atención de Esther) Lo que pasa es que está muy emocionada por que le han ofrecido un magnífica oportunidad en México E: ¿De verdad? (sus ojos se iluminaron) Silvia: Sí (echándole una mirada fulminante a Hugo) es verdad E: Era lo que estabas esperando de hace tiempo (la abrazó con profunda emoción) ¡me alegro tanto por ti! Silvia: ¡Aun no la he aceptado! E: ¿Por qué? Silvia: Porque (buscó perderse en su mirada buscando en ella alguna esperanza) tendría que dejar todo aquí e irme a vivir a México E: ¡Ah! (bajó su mirada y algo se le removió por dentro haciéndola sentir de pronto triste) ¡México! De pronto se hizo un largo y pesado silencio donde los tres se miraban con ciertas reservas entre sí. Esther se obligaba a sonreírles y Silvia sentía que el corazón se le iba encogiendo poco a poco mientras Hugo empezó a sentirse un poco incomodo y fuera de lugar Hugo: Me tengo que ir (rompiendo el silencio a la vez que le daba una discreta palmadita en el hombro a Silvia en señal de apoyo y se despedía rápidamente de las dos) ¡las llamo después! E: Sí (le sonrió amablemente) cuídate Hugo: Lo haré (le guiño el ojo) Gracias Ambas mujeres vieron con atención como Hugo poco a poco se iba de la cafetería a la vez que ambas tomaban asiento y buscaban encontrar sus miradas las cuales al unirse hizo que el cuerpo se les estremeciera pero esta vez a diferencias de otras tanta no se mostraron sorprendidas ni alteradas en su lugar y sin saber r por qué la tensión empezó a ponderarse de ella Silvia: Esto es absurdo (se obligó a sonreírle levemente a la vez que movía la cabeza) Y por más que lo analizo (la miró fijamente) siempre llego a la misma conclusión E: ¿Cuál? Alcatraces blancos 125 Silvia: Que aunque pretendamos ignóralo (levantó las cejas con seguridad y aplomo) existe una conexión especial entre las dos E: Silvia (bajó disimuladamente la mirada) Yo no... Silvia: No digas nada Esther (la interrumpió sin embargo su voz detonaba tristeza) lo sé... (suspiró con fuerza y dio otro rumbo a la conversación) ¿Harán la portada para revista Madres e hijos? E: Sí (sonrió sintiéndose más tranquila) Maca me confirmó su participación hace unas horas eso sí Silvia, esta promoción no debe pasar de este mes Silvia: Cuenta con ello (se mordió el labio) ¡Oye Esther! ¿Y si ellos quieren más portadas para sus revistas con las dos? E: No (movió la cabeza con seguridad) eso no podría ser Silvia: ¿Maca no aceptaría? E: ¡No es eso! Silvia: Entonces... ¿Puedo preguntar por qué? E: ¡Claro Silvia! (esbozó una enorme sonrisa) Lo que pasa es que no podríamos ni ella ni yo hacer nada para ninguna revista... Al menos en los próximos dos años Silvia: ¿Qué has dicho? Silvia para nada se esperaba esa respuesta por lo cual el cuerpo se le tensó de inmediato a la vez que sus ojos se abrieron enormemente por la sorpresa y su rostro se tornaba serio y duro Silvia: ¿Y eso por qué Esther? E: Porque apenas lo decidimos ayer (la miró sintiéndose un tanto dubitativa por su reacción) ¡por eso es que no te había contado nada! Silvia de repente sintió una profunda desazón en el pecho advirtiéndole que algo no iba estar bien haciéndola sentir un helado escalofrió en el cuerpo Silvia: ¿Y qué es lo que me tienes que contar? Pese a la incertidumbre que sentía Silvia se obligó a esbozar una leve sonrisa a la vez que levantaba las cejas alentándola a seguir mientras Esther sin percatarse de la perturbación de Silvia le sonrió ampliamente a la vez que los ojos se le iluminaban enormemente por la ilusión E: ¡Vamos a buscar tener una niña! (levantó las cejas) En los próximo días iremos a la clínica de inseminación asistida... (se mordió el labio gustosa buscando su mirada) ¡Nos vamos a embarazar! A Silvia de inmediato se le congeló todo cuerpo la sonrisa desapareció de sus labios y sus ojos brillaron intensamente con profunda tristeza y desolación Aguantándose valientemente las ganas de salir corriendo y echarse a llorar se asió fuertemente de la mesa y le sostuvo con dignidad y aplomo la mirada Silvia: Me alegro mucho por ustedes (logró apenas murmurar) ¡En hora buena! E: Muchas gracias (se levantó muy sonriente en su espera) No me vas a dar un abrazo Silvia: Sí... Claro (suspiró lentamente intentando darse valor para levantarse y abrazarla) ¡Que todo les salga bien! Alcatraces blancos 126 Silvia lentamente se levantó de su lugar abriendo sus brazos para estrecharla con fuerza hacia ella. Esther se sintió profundamente emocionada entre los brazos de su amiga Silvia la abrazaba con tal fuerza y determinación que Esther claramente pudo sentir los fuertes latidos del corazón entristecido de su amiga. Silvia empezó a respirar con cierta dificultad y aun así el tenerla tan cerca por primera vez desde que la conocía le dio las fuerzas necesarias para a no caer derrumbada a sus pies y se permitió disfrutar de la tierna calidez y del suave aroma que el cuerpo de Esther emanaba alterando fuertemente sus sentidos las cuales no pudieron evitar que su garganta lanzara un sentido suspiro a la vez que una lágrima se le escapada de sus ojos sin permiso y lentamente fue a caer sobre la mejilla de Esther Esther al sentir como la lágrima se deslizaba mojando su rostro se estremeció y su corazón le empezó a palpitar fuertemente y fue entonces que tomó conciencia del dolor que Silvia su amiga estaba sintiendo E: ¡Silvia! (la miró con profunda ternura) ¡No llores por favor! Silvia no le contestó solo se limitó a verla y sin ser consciente de sus actos lentamente ante la mirada confundida de Esther buscó sus labios y los probó por primera vez. La besó con tal ternura, con tal esperanza que Esther no pudo en ese momento echarse para atrás Silvia: Los siento no pude evitarlo (murmuró levemente) y tenía que hacerlo E: No (se tocó los labios y la miró con cierto aire de frialdad) no tenías por que hacerlo Silvia: ¡Esther! E: ¡No Silvia! (se retiró con premura de ella) ¡No me digas más! Silvia: No pensaba hacerlo (se sentó lentamente tomando su lugar en la mesa y suspiró con tristeza) ¡Me iré a vivir a México! (levantó la cabeza para verla) ¡Aceptaré la oferta de trabajo! E: ¡Te deseo lo mejor! (permanecía de pie y no mostraba indicios de querer sentarse) ¡Me tengo que ir! Silvia: Lo sé (miró hacia otro lado obligándose a no llorar) ¡que te vaya muy bien! E: ¡Te busco después! Silvia: No Esther (negó con la cabeza y la vio fijamente) será mejor que no E: Silvia Silvia: Mira Esther yo te quiero y no puedo con esto... (tragó con dificultad saliva) ¡Yo te estaré esperando! E: Yo no puedo prometer nada Silvia: Yo sí (entrecerró los ojos y suspiro con fuerza) Esther si tú algún día por algún motivo me buscas es porque estarás dispuesta a ser mi mujer E:... Silvia: Bien (con determinación se levantó de su lugar) ¡Soy yo la que me voy! E: ¡No te vayas así! (se le interpuso en su paso para detenerla) ¡Por favor! A Silvia los ojos se le ensombrecieron a la vez que la barbilla le empezaba a temblar ligeramente Silvia: ¡Lo siento! (hizo el intento de seguir su camino) Alcatraces blancos 127 E: Silvia (la tomó suavemente del brazo) ¿Ya no somos amigas? Silvia ni se molestó siquiera en voltear a verla. Ella ya había tomado una decisión en cuanto a la relación que quería tener con Esther así que no tenía caso hacerse más daño pretendiendo ser la mejor amiga del mundo cuando sus sentimientos eran otros Con suma delicadeza Silvia se le soltó del brazo y sin esperar más se fue de la cafetería a paso firme bajo la atenta mirada de Esther la cual se quedó inmóvil parada a mitad del lugar sin saber muy bien que hacer mientras veía con tristeza como su amiga se iba para siempre de su vida... A medida que se alejaba Silvia sintió como un nudo se le formaba en la garganta y de pronto sin más se echó a correr perdiéndose entre la multitud de la gente y el ruido de la ciudad A tres semanas de que Silvia se marchara sin voltear a verla siquiera Esther no lograba entender o más bien no quería entender lo que sucedía y le dolía profundamente recordar los ojos tristes y fríos de su amiga pero más le dolía su ausencia M: Esther (intentando llamar su atención) ¿estás bien cariño? E: Sí (levanta las cejas sorprendida de sus propios pensamientos) ¿Por qué lo preguntas M: Por que (la veía un poco dubitativa y se sentó a su lado) últimamente te noto distante, distraída, desganada. ¡Me preocupas Esther! E: Te aseguro que no tienes nada de qué preocuparte Maca (medio sonrió y le acarició la mejilla) deben ser las hormonas que estoy tomando para la inseminación M: ¿Estás segura? (levantó las cejas) no es la primera vez que te sometes a un tratamiento así... ¡Tenemos ya dos hijos cariño! E: Maca M: Esther no soy tonta (la vio con seriedad) Y tú estás así desde que dejaste de trabajar con Silvia E: Antes no trabajaba (levantó las cejas) ¡Son las hormonas Maca no te preocupes! (volteándole la conversación) ¡Mejor cuéntame que te pasa a ti! M: ¿A mí? (haciéndose la sorprendida) E: Sí a ti Maca (acariciándole la mano) andas muy misteriosa, comes mal, duermes poco y pasa mucho tiempo encerrada en el despacho hablando con Jero por teléfono y eso sin contar las veces que de improvisto te tienes que ir de viaje por motivos de trabajo M: Solo es cansancio acumulado y stress (se obligó a sonreír para no levantar sospechas y rápidamente le cambio la conversación) ¿Y cuando llega tu hermana? E: Pasado mañana M: ¿Y como está? E: Bien... Muy bien (sonrió alegremente al recordar a su hermana) feliz de regresar a vivir a España después de trece años de ausencia M: A pesar de... E: Sí a pesar de su divorcio con Mauricio está feliz M: ¡Me alegro mucho por ella! E: Yo también (levantó las cejas emocionada) Pero también me alegro mucho por Jero M: ¿Por Jero? Alcatraces blancos 128 E: ¡Sí Maca sí! (se mordió el labio con picardía) Desde que le conté que Iliana regresaba a España me llama tres o cuatro veces todos los días para saludarme M: ¿Y eso que tiene de raro Esther... Jero siempre te llama? E: Sí (empezó a reírse) pero no tantas veces y ni todos los días M: ¿Y? E: Y que a pesar de todo (suspiró con fuerza) sigue enamorado de Iliana M: ¡No inventes Esther! (levantó las cejas) ¿Jero nunca ha estado enamorado de ella? E: Mira Maca la única que no se dio por enterada fuiste tú M: Hummm (le medio sonrió) pues viéndolo bien tampoco tu hermana se dio por enterada ya que se caso con otro E: ¡Por tu culpa! M: ¿Cómo que por mi culpa? (estaba boca abierta) ¡No digas tonterías Esther! E: No son tonterías Maca (se levantó de su lugar y dio unos pasos) para ti era más fácil creer que Jero estaba enamorado de mi por fastidiarme la vida y no tenías reparo alguno en gritármelo cada vez que podías que Iliana terminó por creérselo M: Ya... (bajó la cabeza avergonzada) E: Lo siento Maca (se sentó nuevamente a su lado) no quise hacerte sentir mal M: Lo sé Esther (suspiró con fuerza) solo que no puedo evitar sentirme así al saber que por mi egoísmo y mis celos hice mucho daño a la gente que amo y quiero E: Pero ya pasó Maca (la abrazó con fuerza) y lo importante es que lo has ido superando M: Oye Esther (volteó a verla ilusionada) ¿Tú crees que...? E: ¡No lo sé Maca! (le dio un pequeño palo) Pero todo podría ser Los días siguieron pasando y Esther para evitar pensar en Silvia se desbordó por completo a su casa, a sus hijos y a Maca. La cual hacía verdaderos esfuerzos por dedicarle tiempo a su familia y ocultar la gravedad de su situación financiera y legal Con la defensa legal adecuada por parte de sus abogados, el apoyo incondicional y la asesoría financiera de su amigo Alejandro Torres. Maca y Jerónimo se habían dado a la ardua tarea de reunir todas las pruebas que tenían a la mano para poder demostrar la transparencia de sus ingresos en todas sus negociaciones y esa mañana en especial después de casi dos meses de tensiones un pequeña luz de esperanza entre tanta oscuridad se encendió al ganar una de las ponencias y lograr liberar una de las cuentas congeladas de Jerónimo lo que les permitió tener de momento un alivio monetario Alex: Jero esta es la cantidad en efectivo con la que dispones por el momento (levantó las cejas y le extendió un documento) ¡Y tendrás que estirarla a lo máximo! Jero: Hummm (movió la cabeza con pesadez al ver el estado financiero) Al menos con ese dinero podremos liquidar algunas de nuestras cuentas pendientes y sobrevivir otro mes (se talló los ojos y se frotó la nuca con muestras de inmenso cansancio) ¡Al fin gracias a Dios tenemos un respiro entre tantos problemas! M: ¡Si al fin! (afirmó con evidente tristeza moviendo ligeramente la cabeza) Sin embargo ese dinero no es suficiente y seguimos exactamente en el mismo punto de donde partimos (se recargó con desgana sobre su escritorio) ¡Lo estamos perdiendo todo y en cualquier momento me podrían detener! Jero: Lo sé Maca (suspiró levantándose desesperado de su lugar) y lo que más me preocupa es que el tiempo se nos viene encima y no logramos reunir todas las pruebas necesarias para las ponencias y... Alcatraces blancos 129 Alex: Nada (lo interrumpió tronando repetidas veces los dedos llamando la atención de los dos hermanos) No se me desanimen y menos en estos momentos que tenemos que estar enteros para hacer frente a lo que venga (levantó los hombros) ¡Ánimo chicos! M: ¡Pero es tan complicado todo Alex! Alex: Pues para eso hemos estado trabajado muy duro las últimas dos semanas Maca (mirándola fijamente a los ojos) ¡para descomplicarlo y hacerle frente al enemigo! Jero: ¡Alex tiene toda razón hermana! (palmeándole el hombro) ¡No debemos desanimarnos! Alex: ¡Y tienen que poner ya al tanto a Esther! M:.. Alex: No es que quiera presionarte Maca... pero es necesario que Esther esté informada de la situación en cualquier momento se harán públicas las demandas y va ser peor para ti Jero: ¡Lo mismo pienso yo Maca! M: No Alex: ¡Maca! M: No puedo (suspiró profundamente y los ojos se le humedecieron por las lágrimas) ¡La voy a perder! (la voz se le quebró) ¡Sé que la voy a perder! Jero: Maca (la abrazó con fuerza para consolarla) Sé que no la tienes nada fácil pero las cosas no tiene por qué ser así (con suavidad le limpió las lágrimas) Esther es una mujer comprensiva te adora y te va a p... M: No Jero (lo interrumpió lanzando un profundo sollozo y apartándose de él) la conozco Esther no me perdonaría algo así... ¡Y sé que me lo merezco por gilipollas! (llorando con más intensidad) Pero no la quiero perder Jero... Y tampoco quiero que tú pierdas todo por mi culpa Jero: ¡Maca (se le volvió acercar y le pasó el brazo por el hombro) lo hecho... hecho está y no ganas nada con culparte! Alex: Así es Maca, Jero tiene razón (movió la cabeza) ¡No ganas nada con culparte!... Además les tengo una sorpresa (volteando a ver a sus amigos con una sonrisa de oreja a oreja y documentos en mano) Con ayuda de una muy buena amiga que trabaja en Chile para Darío Guiangino conseguí las copias fotostáticas de estos documentos los cuales certifican la existencia de una muy cuantiosa cuenta bancaria en Suiza a nombre de Marina Ferro Jero: ¿Y esa quién es? Alex: ¡La madre del padre de Darío Guiangino! (levantó las cejas con seguridad y aplomo) En pocas palabras la abuela paterna del actual amante de Karol Toscanni Jero: ¿Y eso en que nos beneficia Alex? Alex: En mucho Jero (le dio los documentos) Hasta donde yo sé Darío Guiangino no conoce a Maca y la única razón para querer perjudicarla es darle un gusto a Karol M: ¡Pero eso ya lo sabemos de antemano Alex! (movió la cabeza con ironía ¡Karol es la que está detrás de todo esto! Alex: Sí Maca pero Darío desconoce la verdadera razón de su venganza M: ¿Y tú crees que a un hombre con a él le vaya interesar en lo más mínimo los amantes que Karol haya tenido en el pasado? Alex: ¡Para nada Maca! (sonrió gustoso) pero si le va interesar saber que ya estamos al tanto de la fortuna oculta de su abuela M: ¿Y que ganamos con eso? Jero: ¡Maca te lo voy a explico yo! (se mordió el labio y levantó los hombros con seguridad) ¡Si él te está acusando de lavado de dinero por unas dudosas inversiones Alcatraces blancos 130 hechas en tu nombre a raíz de los documentos que Karol se robo de tu oficina (levantó las cejas) bien podríamos hacer nosotros lo mismo con su familia! ¿No lo crees? Alex: Así es Jero (palmeó con suavidad el hombro de su amigo) ¡Ojo por ojo, diente por diente! Jero: ¡Llamemos a los abogados! M: No Jero y Alex: ¿Qué dices? M: A ver (levantó las cejas y saco aire) meternos con la familia de ese hombre sería muy peligroso Jero: ¡Él se metió primero con nosotros sin conocernos Maca por darle gusto a una zorra! (levantó los hombros) ¡Que se atenga a las consecuencias! M: Sí Jero pero... Jero: Nada Maca (frunció el ceño) si a él no le importa jugar sucio manchando nuestro buen nombre. No veo el por qué nosotros tengamos que tenerle consideración alguna a su familia (dirigiéndose a Alejandro) ¡Vamos a buscar a los abogados! M: ¡Jero (interponiéndose en su camino) por favor! Jero: Bueno (cruzándose de brazos incrédulo) ¿Tú de parte de quien estás Macarena? (Maca bajó la cabeza) ¿A qué es a lo que le tienes miedo? M: A que se desate un escándalo sin precedentes y... (tragó saliva con dificultada) y se ventile toda mi vida y Esther... Jero: Se entere (la interrumpió con seriedad) de la lista de amantes que has tenido M: ¡Jero! (murmuró apenada) Yo... Jero: Los siento Maca (la interrumpió) y pese a lo que pueda suceder no me voy a quedar de brazos cruzados M: ¡Déjame hablar con Karol! Jero: ¡Dejarte hablar con Karol!... ¿Te estás oyendo Maca? M: ¡Ella es la única que puede terminar con todo esto! Jero: Maca (movió la cabeza desesperado) ¿No te das cuenta? (se hizo un silencio donde ambos se veían si parpadear) Karol te tiene exactamente en el punto donde te quería tenerte Maca. Y el que vayas hablar con ella no va a solucionar absolutamente nada M: ¡Solo dame la oportunidad de intentarlo Jero! Jero: ¿Y cómo Maca? (levantó los hombros con pesar) ¡Si ni siquiera sabes dónde encontrarla¡ M: Sí lo sé (suspiró con fuerza) está mañana me llamó desde un hotel en Tenerife (entrecerró los ojos) y quiere que vaya a verla hoy Jero: ¿A Tenerife? M: Sí Jero: ¿Y por qué no me habías dicho nada? M: Porque ni siquiera considere el hecho de ir... (dio unos cuantos pasos) pero ahora sabiendo lo que sabemos de su amante las circunstancias cambian mucho a nuestro favor y tal vez todo se pueda solucionar de la mejor manera posible y (recalcó enérgicamente) sin escándalos Jero: ¡No creo que sea tan fácil Maca! M: Y no lo es Jero... (lo miró con la suplica reflejada en los ojos) pero tengo que jugarme hasta la última carta que tenga antes de que pongamos la contrademanda y estalle todo y Esther... (suspiró con fuerza) Oh Dios... (entrecerró los ojos dolida) Esther se dé cuenta Jero: Bien (levantó las cejas no muy convencido) pero yo te voy acompañar Alcatraces blancos 131 M: Gracias Jero (sin aguantar sus impulsos se abrazó al él) Voy a casa y le diré a Esther que tengo que ir a una urgente convección de negocios contigo (miró el reloj) Nos vemos en el aeropuerto en dos horas Jero: Y yo tendré que decirle lo misma a Iliana (se puso las manos en la cintura) ¿Verdad? M: Jero Jero: Ay Maca... Maca... Maca... Maca El tiempo se le venía encima y era tiempo lo que justamente no tenía si no se daba prisa sería imposible viajar a Tenerife ese mismo día y el asunto que iban a tratar con Karol no podía esperar más y ella francamente ya no sabía qué hacer para mantenerse al margen de tantas especulaciones que a cada segundo que pasaba se hacían más fuertes y la amenazaban con salir en cualquier momento a la luz pública exponiendo de golpe todos su problemas y su vida íntima. Cosa que la tenía con los nervios destrozados y los bellos de punta Al llegar a su casa Maca no encontró a Esther un tanto extrañada por su ausencia la llamó al móvil tres veces sin obtener respuesta cosa que la inquietó aun más puesto que Esther no la había dicho nada de que fuera a salir algún lado Maca decidió esperarla mientras terminaba de hacer su maleta y en caso de que no llegara le dejaría una nota explicándole que la llamaría mas tarde del aeropuerto Esa era la sexta vez en menos de tres semanas que Maca sin tener un motivo realmente firme se ausentaba de su casa por cuestiones de trabajo. Estaba por cerrar la maleta cuando escuchó que Esther entraba a la casa E: Maca cariño (le llamó desde la estancia buscándola) ¿estás en casa? M: Si amor (terminando de cerrar la maleta) ¡estoy en la habitación! E: Ayyy ¡Que sorpresa! ¡Tú aquí a estas horas en casa! (entró rápidamente a la habitación y nada más al verla se lanzó a sus labios besándola repetidas veces a la vez que de reojo reparó en la maleta) No... No puede ser (Maca se le separó y tomó un estuche con cremas del tocador para meterlo a la maleta) Maca ¿Y esa maleta? M: Me tengo que ir cariño (sin atreverse a verla a la cara) a una convención de negocios E: ¡Otra vez Maca! (su desilusión inmediata fue total) ¡Pero no habíamos quedado que íbamos ir a cenar esta noche a la casa de mi hermana M: Lo siento amor (la vio con la disculpa marcada en los ojos) pero no va poder ser... Me salió de improvisto esta convención de negocios y... E: Y como siempre (la interrumpió con severidad) antepones todo en beneficio de tus intereses sin consultarme primero nada ¿verdad? M: ¡Esther no te pongas así! E: ¿Y cómo quieres que me ponga Maca? (frunció el ceño) Si en menos de tres semanas te has ido seis veces a convenciones que ni tú misma te crees M: ¿A qué viene eso Esther? (la miró un tanto extrañada) ¿A caso no me crees? E: ¿Y esta vez por cuento tiempo te vas Maca? M: ¡No me vas a contestar! E: ¿Por cuánto tiempo Maca? M: ¡Solo será un par de días! Alcatraces blancos 132 Esther aventó su bolso con disgusto sobre el tocador y sin molestarse a ocultar su enfado se sentó sobre la cama con los brazos cruzados. Lo que hizo que Maca se estremeciera M: ¡Esther! E: Y supongo que como siempre no me puedes llevar ¿verdad? M: No es eso Esther y lo sabes (suspiró lentamente buscando su mirada) Cariño entiende al irte conmigo tendríamos que llevarnos a los niños y tú no podrías salir ni siquiera del hotel cuidándolos E: ¡Podría dejárselos a mi madre Maca o bien a mi hermana! M: ¡Sabes que no me gusta molestar a tu madre ni a tu hermana Esther! E: Ya... (le volteó la cara con tristeza) Lo que pasa es que a ti ya no te gusta estar conmigo M: ¿Cómo puedes decir eso Esther? (se sentó a su lado preocupada) ¿Qué pasa cariño? E: ¿Qué pasa? (repitió más con angustia que con enfado) Pasa que siento que me rehuyes Maca... (la miró directamente a los ojos) que me rechazas, que algo me estás escondiendo y eso me tiene alterada Maca sintió como un frío escalofrió le recorría el cuerpo y sin saber muy bien que decirle solo se limitó a abrazarla con fuerza M: ¿Cómo puedes pensar todo eso cariño?... Si yo te adoro y sin ti no puedo vivir E: ¡Es que parece que no es así Maca!... Últimamente te ausentas demasiado se te ve preocupada, triste y luego... (hizo una pequeña pausa) desde que no pude quedarme embarazada te noto como desilusionada (se limpió rápidamente una lágrima) y yo me siento muy mal Maca... necesito estar contigo pero tal parece que no te importa o simplemente no te quieres dar cuenta! M: ¡Cariño! Maca la abrazó con mayor fuerza e inmenso amor y Esther se echó a llorar desesperada en sus brazos E: ¡Llévame contigo Maca! Esther era un cúmulo de sensaciones y emociones contradictorias que la invadían a raíz de los últimos acontecimientos en su vida y el enterarse de que no pudo quedarse embarazada como ellas querían y deseaban fue un duro golpe a sus ilusiones. Y eso sin contar que venía de verse con Hugo en una cafetería, el cual le había llamado esa mañana para citarla y contarle que su amiga Silvia se iba a vivir definitivamente a México la próxima semana y que esta se encontraba muy triste y afectada por su rechazo pero sin embargo no preguntaba por ella ni daba muestras de un acercamiento para retomar la amistad En su lugar se había echado novia noticia que hizo que a Esther los sentimientos se removieran y se le desbordaran en un mar de inquietudes, dudas e inseguridades Por su lado Maca al verla afectada de esa manera e imposibilitada para llevarla con ella debido a lo que iba a tratar y a quien iba ver. Sintió que el corazón se le partía en pedazos y que todo su pasado se le veía en la cara culpándola sin piedad de sus errores Alcatraces blancos 133 M: No puedo llevarte Esther (la besó en la frente con lágrimas en los ojos) porque solo voy acompañar a Jero (pasó con dificultad saliva) pero te prometo que ahora que regrese de la convención nos vamos a ir los cuatro (le sonrió con ternura) a un crucero (Esther la miró con ilusión reflejada en sus ojos) ¿Qué te parece? E: Ay gracias mi amor (la besó en la boca con amor y se abrazó a ella sintiéndose esperanzada) Gracias lo necesitamos (suspiró un tanto aliviada) tenemos que cuidar nuestro amor ¿Sí? M: ¡Sí! (suspiró aliviada) ¡tenemos que cuidarlo! E: ¡Te amo! (besándola nuevamente) ¿Lo sabes? M: Sí... (correspondiéndole el beso) Yo también te amo Esther (una lágrima resbalo por su mejilla) pase lo que pase no lo olvides nunca mi amor Maca se abrazaba a ella con desesperación en el fondo presentía que venían tiempos muy difíciles para todos quien la amaban y la querían Antes de la media noche Maca y Jero llegaron al hotel donde Karol estaba hospedada. Nada más llegar preguntaron en la recepción por ella y ahí amablemente les informaron que en esos momentos la señorita Toscanni se encontraba en compañía de un amigo cenando en el restaurant del hotel Jero: ¡Señorita! (se rió de manera descarada y burlona) ¿Cómo la ves? ¡Si solo falta que nos digan que a la pobre le robaron la inocencia! M: Jero (medio rió incrédula al escucharlo y sin deseos de querer esperar más aseguro) ¡Voy a buscarla de inmediato! Jero: ¡Voy contigo! M: ¡Será mejor que no Jero! (negó firmemente con la cabeza) La conozco bien y si te ve acompañándome (levantó los hombros) Se negará a hablar conmigo. Y yo necesito hablar con ella y terminar con todo esto lo más pronto posible Jero: ¡Pero no escuchaste que está acompañada (haciendo comillas con los dedos) de un amigo! M: Eso da igual de cualquier manera tengo que hablar con ella Jero: ¿Y que si su acompañante es el tal Darío Guiangino? M: Mucho mejor (levantó las cejas) así mato a dos pájaros con el mismo tiro Jero: ¡O te matan a ti! M: No te preocupes Jero (negó con la cabeza y le palmeó el hombro) que de verdad dudo mucho que su acompañante sea su amante en turno. No la creas tan tonta para llamarme y pedirme que viniera a verla si él estuviera aquí con ella Jero: Supongamos que no sea el su acompañante Maca (la miró con la preocupación con los ojos) ¿Pero qué tal si es el hermano? M: Imposible Jero (levanto los hombros) ya que a Gustavo no le conviene asomar las narices por aquí Jero: Pues yo no me confiaría mucho Maca (la tomó con firmeza del brazo) por lo tanto voy contigo M: ¡Te digo que no Jero! (soltándosele del brazo) ¡si lo haces se cerrará en banda y se negará hablar conmigo!... ¡Yo sé lo que te digo hermano! Jero: Pero Maca... M: ¡Por favor Jero! Jero: Está bien Maca (suspiró medio resignado) De cualquier manera andaré por aquí rondando cerca por si necesitas algo Alcatraces blancos 134 M: Gracias Jero A pesar de la seguridad y aplomo que mostraba en todo momento con su hermano en el fondo Maca estaba muy inquieta y expectante y lo que menos quería era tener que entrar al restaurant y buscar a Karol Sin embargo era consciente que era la última oportunidad que tenía para intentar detenerla y terminar todo. Y ya que las circunstancias y la suerte estaban a su favor al descubrir lo de la inesperada cuenta bancaria en Suiza de la abuela del amante de Karol la iba a aprovechar Entró al restaurant buscando con la mirada a su ex amante sintiendo en su alma la incertidumbre de lo que ahí pudiera pasar con Karol y el giro que podría tomar su vida. El lugar estaba casi en su totalidad vacío por lo que su inquietud no duró mucho al localizarla fácilmente hasta el fondo en la zona exclusiva y reservada para la gente VIP Maca sin perder tiempo se dirigió hacia allá sin embargo antes de pudiera llegar a su objetivo un mesero se lo impidió -: Lo siento señora (sonriéndole amablemente) esta es una zona reservada y si usted no tiene invitación no podrá pasar M: ¡Le seguro que no la necesito! -: Me temo que sí señora porque la señorita Toscanni no tiene más invitados que el joven que la acompaña M: ¡Me da igual! Sin más siguió su camino dejando parado y asombrado al mesero quien no pudo hacer más nada para detenerla. Karol estaba de espaldas a ella hablando muy animadamente con un atractivo joven. El cual a percatarse de la presencia de Maca y que esta avanzaba con seguridad sin detenerse hasta la mesa donde ellos se encontraban sin quitarles la vista de encima. Enarcó una ceja y le murmuro algo al oído a Karol Karol sin dejar de sonreírle al joven se giró de manera discreta en su silla para encontrarse de lleno con la mirada dura de una Maca hermética fría y hostil que hizo que Karol inconscientemente se removiera temerosa en su lugar. Sin embargo pese al temor que sintió en el momento no se dejó inmutar por Maca y la reacción a su sorpresa inicial no se hizo esperar Karol: ¡Vaya pero qué agradable sorpresa! -: Lo siento señorita (el mesero llegó a toda prisa) ¡llamaré a los de seguridad Karol: ¡No será necesario! (le afirmó al mesero con seguridad) la señora aquí presente (recorrió a Maca con la mirada de arriba debajo de manera insinuante) es una muy buena y vieja conocida mía Maca frunció el entrecejo con disgusto y el semblante de su rostro se torno áspero lo que provocó que Karol soltara una risita burlona y sintiéndose segura del dominio de la situación se levantó de su lugar haciéndole una exagerada reverencia de bienvenida Alcatraces blancos 135 Karol: ¡Mira nomas Mike! ¿A quién tenemos aquí? ¡Ni nada más ni nada menos que a Macarena Wilson en persona! (retándola con la mirada y sin importarle que el joven la escuchara) ¡Mi querida y adorada ex amante! El muchacho al escucharla abrió los ojos sin podérselo creer y casi escupe su bebida encima de ellas de la impresión. Maca apretó las mandíbulas con tal fuerza que las venas del cuello y la frente se le resaltaron de inmediato M: ¡La verdad (movía la cabeza de manera reprobatorio) que cínica eres! Karol: ¡Lo aprendí de ti cariño! (dijo como si nada pasara y sin que Maca se lo esperase se le acercó plantándole un beso en los labios mientras seguía burlándose en su cara) ¿O ya no recuerdas la cantidad de veces que te has metido en mi cama para revolcarte conmigo a dos metros de distancia de tu queridísima mujercita mientras esta abnegadamente te lavaba la ropa? A Maca el piso se le movió haciéndola sentir en esos momentos como la sangre se le venía violentamente al rostro que tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para controlar su furia y no echársele encima para abofetearla. En su lugar apretó los puños de las manos con tal fuerza que en pocos segundos se le tornaron blancos mientras el cuello y la cabeza se le endurecían obligándola a temblar Karol al ver los esfuerzos que hacía Maca por controlarse soltó una sonora carcajada llamando la atención de alguno que otro comensal mientras su joven acompañante sin saber muy bien de que iba la cosa solo se limitó a seguir con marcado asombro e interés su conversación M: ¡Patética, (le dijo entre dientes) soez, irreverente! Karol: Mí querida Maca (sin dejar de reírse de ella) ¡Ya veo que me has extrañado mucho! M: ¡Sinvergüenza! Karol: ¡Lo que tú quieras! (levantó las cejas sin dejase de reír) Sin embargo yo ya estoy más que mojadita para ti cariño... ¿A caso no era así como te gustaba encontrarme siempre que vienes a verme? M: ¡No sabes cuánto me repugnas Karol! (le soltó con marcado desprecio en su voz) ¡No sabes cuánto! Karol: ¡Ese es tu problema querida! (recalco con retintín a la vez que se sentaba aparentemente con toda calma en su silla) ¿A qué has venido? M: No juegues conmigo Karol (poniéndosele en frente intentando controlar sus impulsos por golpearla) Tú me llamaste esta mañana pidiendo que viniera a verte Karol: Y si mal no recuerdo tú te negaste rotundamente (se mordió el labio y la miró expectante) ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión Maca? M: La posibilidad de llegar a un acuerdo contigo Karol: ¡Vaya, (levantó las cejas con asombro) eso si no me lo esperaba! M: ¿Por qué no? Karol: Por que digamos que yo no puedo hacer nada (le sonrió con cinismo y le recalcó enérgicamente) absolutamente nada por querer llegar a un acuerdo contigo. A menos que... M: ¿Qué? Karol: ¡Que te humilles delante de mí! (se levantó de la mesa y señaló al suelo) ¡pídemelo de rodillas! Alcatraces blancos 136 M: Te repito Karol no juegues conmigo porque no te conviene Karol: Jajaja (soltó sin más la carcajada) ¿Te estás oyendo? (movió la cabeza incrédula) Por si no lo sabes Maca no estás en condiciones de pedir nada y mucho menos amenazar M: ¿Y tú como lo sabes? (levantó una ceja con seguridad y se rió abiertamente por primera vez dejándola pasmada) para tu información Karol todos tenemos un talón de Aquiles y yo sé perfectamente cuál es el tuyo Karol: ¿Ah sí? (sentándose de nuevo) ¿Y según tú cual es? M: ¿Por dónde quieres que empiece (la vio fijamente con desprecio) cariño?... (se agachó hasta ella irónica y sin poder contener más tiempo su furia le soltó) ¡Por lo puta o por lo imbécil! Karol sintió como la sangre se le agolpo inmediatamente en el cuerpo haciendo que se levantara como un resorte de su lugar a la vez que levantaba la mano con la clara intención de cruzarle el rostro sin embargo los reflejos de Maca fueron más rápido y en el aire se la detuvo tomándosela con fuerza antes de que llegara a su objetivo M: ¡Ni se te ocurra zorra! Karol: ¡No te voy a permitir que me insultes! (temblaba presa del coraje) ¡Imbécil! M: ¡Y yo no te voy a permitir que destroces mi vida! (jalándola con fuerza hacia ella) ¡Estúpida! El joven que las acompañaba las miraba incrédulo e hizo un intento de querer intervenir para separarlas pero ambas lo fulminaron al mismo tiempo con la mirada y el optó mejor por irse. Mientras un par de meseros cerraban la zona a toda prisa al escuchar el escándalo M: ¡Será mejor que te sientes! (la empujo con fuerza hacia la silla) ¡Y más te vale me escuches con atención! Karol: ¿Y si yo no quiero? Sin dejar ambas de verse con desprecio. Karol se levantó e hizo el intento de querer marcharse Maca rápidamente la sujetó del brazo y de un brusco empujón la volvía a sentar M: ¡Que te sientes te digo! (suspiró con fuerza sentándose frente a ella) Karol: ¿Qué quieres? M: ¡Que termines todo esto de una vez! Karol: ¿Y si no quiero? M: ¡Te aseguro que vas a querer! Karol: ¿De verdad? (levantando las cejas irónica) Ja... ¡No me hagas reír! M: ¡Mira Karol! (inhaló aire con fuerza) Las circunstancias de los hechos han cambiando y te afirmo que no tendrás mas opción para reír Karol: ¿Ah sí? Maca segura de que en cualquier momento podía voltear la sartén del fuego a su favor para salir bien librada de todo ese embrollo asintió firmemente con la cabeza dejándola descolocada Alcatraces blancos 137 M: ¡Sí! (sin más rodeos le entregó un sobre que sacó de su bolsa) Son copias de la pruebas que tengo de las deudas de juego de tu querido hermanito y copias de un cuenta bancaria millonaria en Suiza de dudosa procedencia de Marina Ferro la abuela de tu flamante amante Karol: ¿Estás celosa? M: Déjate de tonterías Karol: Bueno (levantó los hombros como si nada) ¿Y en todo caso a mí que me importa esas dichosas copias? Maca estaba dispuesta a jugarse su última carta y haría lo que fuera por ganarle la partida así que ya le daba igual lo que sucediera a raíz de eso M: ¡Desde luego que a ti no querida... Pero a tu hermano y a Darío Guiangino si les va interesar... Y mucho querida (la miró con burla ahora ella segura de tener controlada la situación) ¡Imagínate por un momento lo que le podría pasar a Gustavo si sus deudores dan con su paradero en Chile y eso sin contarte la cara que pondría tu queridísimo Darío al enterarse por la prensa chilena e italiana que su querida familia paterna está bajo investigación por enriquecimiento ilícito a raíz de querer cumplirle un caprichito a la despechada de su amante Karol: ¡No te atreverías Maca! M: Pues fíjate que sí Karol Karol: No (se levantó de la mesa con brusquedad) ¡Eso es jugar sucio! M: ¡Ja... Jugar sucio!... ¡Si ustedes están haciendo exactamente lo mismo conmigo y mi familia! (se levantó ella también con la furia desatada en sus ojos y encarándola dio un fuerte puñetazo sobre la mesa) De verdad debes de tener mierda en el cerebro para atreverte a decirme semejante estupidez... ¿Quiénes son los que están jugando sucio? Karol: ¡Baja la voz que nos pueden escuchar y llegar a oídos de Darío! M: ¡Me importa un comino a oídos de quien llegue! Karol: ¡No te conviene Maca! M: ¿Y por qué no Karol? (elevaba la voz a la vez que se acomodaba plácidamente en la silla demostrándole con eso tranquilidad) ¿De cualquier manera que más podría perder yo? (la miro fijamente a los ojos sin inmutarse) Y sin embargo con el escándalo que se haría tanto tú como tu hermanito no saldrían muy bien librados de esto Karol: ¡Estás paranoica! M: ¿Tú lo crees? (se rió con fuerza burlándose en su cara) Pues yo no lo sé eh... (levantaba las cejas irónica) ¡Y tal vez el día menos pensado tú y Gustavo bien podrían llegar a desaparecer del planeta! Karol: ¡No me digas Maca! (se rió abiertamente) ¿Y tú te vas a encargar de que eso ocurra cariño? M: No querida (mostrándole sonriente los documentos) te aseguro que será necesario... ¡Para eso está tu flamante amante o bien su querida familia! (la miró con seriedad sin dejar lugar a dudas) Serían tantos tus enemigos Karol que ni cuanta te podrás darás de por dónde te llegaran los tiros (levantó las cejas a la vez que recalcaba enfáticamente) ¡Yo que tú mejor me lo pensaras! ¿No lo crees? Karol: ¡Cállate! M: ¡Tú eres la única que puedes parar todo esto Karol! Karol: No (la vio con marcado desprecio) ni lo sueñes M: ¡Entonces (levantándose y quitándole el sobre con los documentos de las manos) nos veremos muy pronto en el infierno! Karol: Maca (la detuvo del brazo) ¿Qué es lo que quieres que haga? Alcatraces blancos 138 M: Sencillo Karol (le medio sonrió) si aprecias tu vida más te vale convencer a tu amante de que se olvide de nosotros y nos deje en paz Karol: ¡De cualquier manera la investigación en tu contra seguiría su curso! M: ¡No! (afirmó categóricamente) porque si me entregas los documentos que me robaste de mi oficina yo tendría la manera legal de defenderme y terminar con todo sin mayor consecuencia alguna Karol: ¿Y yo que garantía tengo de que no harás nada después en mi contra? M: Mi palabra Karol: ¡Tu palabra no me vale! M: Ese es tu problema Karol: Bien (suspiró con fuerza) ¡Te los voy a entregar con una condición! M: ¿Cuál? Karol: ¡Que dejes a Esther y que regreses conmigo! M: ¡Estás locas! (se le soltó del brazo incrédula) ¡Rematadamente loca! Karol: ¡Entonces olvídalo! M: ¡Karol! Karol: ¡Si cambias de opinión mi cama te estará esperando en la habitación 512 y si no... me da igual lo que pase! Sin esperar más se dio la media vuelta y se marchó ante la mirada incrédula de Maca Karol salió del restaurante hecha una furia y sin importarle nada aventaba a un lado todo lo que se encontraba enfrente de ella... Nadie se atrevió a detenerla o decirle algo. El semblante del rostro lo tenía duro, áspero, serio y al descubrir y ver a Jerónimo cerca de los elevadores platicando animadamente con una chica su furia se incremento aun más y sin pensarlo siquiera se dirigió hacia él Sin medir palabra alguna y sin que Jerónimo se percatara de su llegada Karol lo empujó fuertemente por la espalda haciendo que este se estampara directamente de bruces contra la pared sin ni siquiera darle la menor oportunidad de meter las manos Karol: ¡Quítate de mi camino!... ¡Infeliz! Jero: ¡Auchss joder! (atinó a decir todo aturdido a la vez que se sobaba la cabeza y se limpiaba la sangre de la boca sin comprender nada) ¿Pero qué diablos te pasa? Karol: ¡Vete a la mierda! Sin detener sus pasos entró inmediatamente al elevador sin darle opción a mas y desde adentro ante el asombro y desconcierto de la gente que empezaba acercarse a auxiliar a Jero Karol elevó la mano y con un conocida ademán le rayó la madre y no conforme con eso antes de que las puertas del elevador se cerraran le levantó el dedo Jero: Jajaja Jerónimo empezó a riese sin control por la reacción de Karol y con la mirada buscaba a Maca. La cual no tardó en llegar hasta él M: ¿Estás bien Jero? Jero: Sí... Jajaja creo que sí (miraba a Maca sin dejar de reírse) ¡Esa mujer es la bomba! ¿Pues qué le hiciste? M: Hummm Alcatraces blancos 139 Jero: No resultó ¿verdad? M: No (suspiró con fuerza y movió la cabeza) Quiere que regrese con ella para devolverme los documentos que se robó Jero: ¿Y qué piensas hacer? M: Demandar (levantó las cejas) Vamos a tener que demandar... Pero antes necesito hablar con Esther Jero: Sí Maca (afirmó con la cabeza y le dio su móvil) y entre más pronto mejor M: Pero así no Jero (le devolvió el móvil y sacó aire) Esther no merece que se lo diga así por teléfono... (entrecerró los ojos evitando que las lágrimas se le salieran) Mínimo tengo que darle la cara Jero: ¡Tienes toda la razón! (la abrazó con fuerza brindándole todo su apoyo) y recuerda que no estás sola Maca se refugió en sus brazos y con inmenso pesar apoyó la cabeza en el hombro de su hermano mientras miles de pensamientos la invadían deseando con todas sus fuerzas que todo fuera una pesadilla de la cual iba a despertar en cualquier momento y que la sonrisa de su mujer le pertenecía y se iba a quedar con ella para siempre Como enajenada Karol caminaba de un lado a otro de la habitación intentando calmar sus nervios y su creciente ansiedad En el fondo esperaba y deseaba que Maca llegara para quedarse con ella pero a medida que los minutos pasaban convirtiéndose en horas sus esperanzas se le iban diluyendo y sus ilusiones poco a poco se le desmoronaban de las manos haciéndola sentirse vulnerable y traicionada. Finalmente sin poder esperar un segundo más a que Maca llegara se dirigió a su bolso y sacó su teléfono móvil Karol: ¡Maldita seas Macarena Wilson! (buscando entre sus contactos) Pero ni creas que te vas a salir con la tuya Tres veces marcó al mismo contacto y el tono de marcación tal parecía ser eterno haciendo más evidente su impaciencia y desesperación Karol: ¡Joder contigo Gustavo! Gustavo: ¡Mas te vale que sea importante lo que me tengas que decir para despertarme a estas horas Karol! Karol: ¡Eres un idiota Gustavo! (soltó colérica) ¿Cómo es que Macarena Wilson sabe de tus deudas de juego? Gustavo: ¿Qué deudas? Karol: ¡No te hagas el tonto! (gritándole por el articular) Me habías dicho que habías dejado el juego hace mucho tiempo Gustavo: Y así es Karol... (levantándose de la cama) Lo dejé Karol: ¡Mientes! (el corazón le palpitaba agitado mientras caminaba sin parar de un lado a otro) ¡Y lo sabes! Gustavo: ¡Te juro que no se dé que me hablas! Karol: De los malditos pagarés que Macarena Wilson tiene en su poder de tus acreedores Gustavo: ¡Eso no puede ser posible! Alcatraces blancos 140 Karol: Pues lo es (gritó sin reparo) ¡Estúpido!... Y está dispuesta a usarlos en tu contra si no le devuelvo las inversiones que hemos hecho y convenzo a Darío de que la deje en paz Gustavo: ¿Qué has dicho? Karol: Lo que oyes (sacó aire intentando liberar su furia y hizo una pausa para ordenar sus ideas) pero eso no es lo peor Gustavo Gustavo: ¿Es que hay más? Karol: Sí (apretaba con fuerza los dientes) Tiene copias de las cuentas bancarias en suiza de Marina Fierro. ¿Te das cuenta? Gustavo: No (su semblante empalideció y tuvo que sentarse sobre la cama) ¿Pero cómo las consiguió? Karol: No tengo ni la menor idea Gustavo (respiraba alterada) ¿Y ahora que vamos hacer? Gustavo: ¡Lo que te pide! Karol: Eso no (tragó con dificultad saliva) no pienso dejar que se salga con la suya Gustavo: ¿Te estás oyendo Karol? (casi suelta el teléfono de la impresión) No seas estúpida... Que no te das cuenta que si Darío se entera de lo que hemos hecho... ¡Nos mata! Karol: ¡Fue tu idea Gustavo! Gustavo: Secundado por ti hermanita... Recuérdalo... (se hizo un pesado silencio) Mira el hecho es que no podemos permitir que Maca intente hacer algo con las copias de esos documentos porque sino todo se nos descubriría y nos iría muy mal Karol... Muy mal Karol: ¡No fue mi idea Gustavo (le volvió a repetirá enfáticamente) que contrataras a una persona para que suplantara a la abuela de Darío y así poder sacar dinero de la empresa y depositarlo en Suiza! Gustavo: ¿Y conociendo a Darío crees que la va importar de quien fue la idea hermanita? Karol: No debí nunca confiar en ti... ¡Eres un estúpido! Gustavo: Y tú una pinche vieja despechada que no ve más allá de sus narices... Y todo por vengarte de una estúpida ramera Karol: ¿Qué vamos hacer? Gustavo: ¡Ya te lo dije! (fruncía el ceño deseando tenerla enfrente) Dale lo que pide y habla con Darío para que pare todo Karol: ¿Cómo si fuera tan fácil? Gustavo: Fácil no es... pero si eres inteligente y aprecias tu vida y la mía no te quedará de otra Karol: ¿Y qué Maca se salga con la suya después de todo lo que me usó, se burló y se rió de mí? Gustavo: ¡Karol! Karol: ¡Pues no (levantó las cejas) fíjate que no! Gustavo: Entonces tú verás Karol... Haz lo que quieras pero eso sí, de una vez te lo digo yo voy a desaparecer para siempre sin importarme tu suerte... No voy a esperar a caer en manos de Darío Karol: ¿Serías capaz? Gustavo: Aquí la única que no aprecia su vida eres tu Karol Karol: Pero es que no me entiendes Gustavo (empezó a llorar sintiéndose perdida) Maca me hizo mucho daño Gustavo: ¡Si te entiendo Karol (suspiró con fuerza y cambio su tono de voz) pero bien te lo advertí muchas veces que esa mujer solo te haría daño! y también te dije que había maneras menos peligrosas de vengarte Alcatraces blancos 141 Karol: ¿Cómo cuales Gustavo? Gustavo: Tú haz lo que te pide Maca y yo me encargo de lo demás Karol: Está bien (suspiró con fuerza) Iré hablar con ella ahora mismo Una vez que terminó de hablar con su hermano Karol se dirigió a recepción para investigar en cual habitación se hospedaba Maca. La recepcionista le hizo saber que los Wilson no estaban hospedados ahí pero que uno de sus taxis los había llevado a un hotel cercano Sin perder más tiempo Karol se dirigió al hotel que le indicaron iban a dar la cinco de la mañana cuando Maca escuchó que alguien llamaba con impaciencia a su puerta. En lo primero que pensó era que se trataba de Jerónimo por lo que se levantó rápidamente y sin molestarse a ver de quien se trataba abrió la puerta. La cara que puso de asombro y desconcierto al ver a Karol lo dijo todo M: ¿Tú? Karol: Sí yo (levantó las cejas) ¿Puedo pasar? M: No (dijo con sequedad rotunda) No puedes pasar Karol: Vengo en son de paz Maca M: Aun así (enfatizó con rudeza) No puedes pasar Karol: ¡Maca! M: ¿A qué has venido Karol? Karol: A hablar contigo M: A noche dejaste en claro lo que querías. ¿No? (levantó los hombros) Así que te puedes ir por donde viniste (hizo el intento de cerrarle la puerta pero Karol se lo impidió) ¡No me interesan ni acepto tus condiciones! Karol: ¡Eh venido a decirte que acepto tu trato! M: ¿Perdón? (levantó las cejas sin poder dar crédito a lo que escuchaba) eso quiere decir que... Karol: Yo te regreso tus inversiones (le aseguró enfáticamente sin dejarle lugar a dudas) y hablo con Darío a cambio de que tú me entregas las copias de los documentos que tienes M: ¿Así de sencillo? Karol: Sí (suspiró profundo y apretando los dientes) Así de sencillo M: Bueno (sin poder esconder una sonrisa de triunfo en sus labios) Me parece justo el convenio ¿Y donde están las inversiones? Karol: ¡Te llegaran a más tardar mañana a tu oficina! M: Hummm (la miró fijamente empezando a desconfiar) bien entonces en cuanto las tenga en mi poder y tu querido Darío retire sus acusaciones te haré llegar tus documentos. ¿Te parece? Karol: ¿Tengo otra opción? M: No (se rió gustosa al saberse victoriosa) No la tienes querida Karol hizo una mueca de disgusto y apretó los puños con fuerza. Maca en cambio al verla se burlo de ella riéndose con mayor fuerza en su cara. Karol al saberse perdida y no poder hacer nada en ese momento por desquitarse se dio la media vuelta para marcharse. Llegó a toda prisa al asesor y antes de subir la llamo Karol: ¡Maca! M: Dime Karol (levantaba la ceja irónica) Alcatraces blancos 142 Karol: El que ríe al último ríe mejor... ¡No se te olvide! El sol empezaba a despertarse por el horizonte iluminando gradualmente las calles traficadas de Madrid. Era un día normal para cualquiera sin embargo el destino no pensaba lo mismo y poco a poco iba entrelazando sus redes A las primeras horas del día Maca y Jerónimo arribaban al aeropuerto de Tenerife y a pesar del cansancio reflejado en sus rostros por los acontecimientos de las últimas horas. Ellos se sentían optimistas y felices con los resultados obtenidos de su diligencia en esa ciudad. Tenían la seguridad que en pocos días todo volvería a la normalidad y al fin podrían recuperar su tranquilidad y armonía junto con la totalidad de sus cuentas y el manejo de sus empresas Y mientras ellos se preparaban para subir en el próximo vuelo con destino a Madrid el timbre de la puerta de la casa de Maca sonaba repetidas veces. Esther aun sin terminarse de despertar del todo se levantó de la cama al oír el insistente sonido del timbre E: Ya voy (buscaba con la mirada por toda la habitación algo que ponerse para bajar abrir) Un momento por favor Finalmente se puso la bata que estaba sobre un reposte, la cual se fue atándola a su cintura a medida que bajaba por las escaleras un tanto apresurada por llegar abrir Al abrir la puerta los ojos le brillaban llenos de emoción y una enorme sonrisa se dibujo en sus labios al encontrar delante de ella un hermoso ramo de Alcatraces blancos cuidadamente dejados en el piso E: Hummm cariño (la imagen de la sonrisa de su mujer se le vino a la mente haciéndola suspirar con fuerza) Maca mi amor El corazón le empezó a palpitar fuertemente que tal parecía se le podía a salir del pecho en cualquier momento. Sintiéndose muy enamorada y sin dejar de sonreír con cuidado levanto del piso el ramo de Alcatraces blancos y lanzó otro suspiro al leer la tarjeta perfumada que sobresalía entre las flores “Tu sonrisa me abrió la puerta de lo eterno y el secreto de la vida lo aprendí en el momento que besé tu boca... Te amo” Le fue inevitable detener las lágrimas de felicidad que se asomaron en sus ojos. Una y otra vez releía emocionada la frase en la tarjeta sin dejar de sentirse profundamente amada y deseada por su mujer. Llena de amor y ternura olió los alcatraces y los apretó contra su pecho a la vez que con la ilusión reflejada en sus ojos la buscarla por todo el jardín E: ¿Dónde estás cariño? Después de buscarla por un rato y no recibir respuesta decidió entrar a la casa con la plena seguridad de que Maca no tardaría en aparecer con alguna otra sorpresa Alcatraces blancos 143 E: Te conozco Maca (gritaba sonriente a la vez que dejaba las flores dentro de un florero) y sé que andas tramando algo por ahí El timbre sonó nuevamente y esta vez sin perder tiempo Esther corrió abrir la puerta para poder lograr pillarla antes de que se le volviera a esconder. Sin embargo su asombro fue evidente al ver que el que llamaba a la puerta era un sonriente joven con una pequeña caja entre sus manos -: Hola (saludó alegremente) ¿Es usted Esther García? E: Sí (levantó las cejas sonrientes) ¡Soy yo! -: Esto es para usted (le entregó el paquete y le extendió una hoja) Firme aquí por favor E: Claro (firmó rápidamente) Gracias El muchacho inmediatamente se fue y Esther entró a su casa revisando con curiosidad la pequeña caja E: Agencia de publicidad Wilson (detuvo sus pasos un momento sin dejar de prestarle atención a la caja) ¡Qué raro! (murmuró un tanto extrañada) ¿Por qué me iban a mandar de la agencia de Maca algo dirigido a mi? Esther abrió la caja sintiendo al instante como una fuerte punzada se le clavaba en el estómago llenándola de inquietud. Con cuidado sacó de la caja un elegante estuche azul aterciopelado que a su vez contenía un disco de video. En el momento que tomó el disco entre sus manos una extraña y desconocida sensación de vértigo le cubrió el cuerpo E: Dios (se llevó una mano al estómago) ¿Por qué será que siento esto? Guiada por la curiosidad y el desasosiego que sentía se dirigió hasta el estudio con disco en mano. Con cierta impaciencia encendió la computadora y antes de que lograra insertar el disco, el teléfono empezó a sonar con insistencia distrayéndola y obligándola a contestar E: Hola -: ¿Cómo está mi modelo favorita? E: Hugo (al reconocer la voz de su parlante sonrió dulcemente a la vez que aguardaba el disco en su estuche) ¿Cómo estás? Hugo: Bien (se sentó en su escritorio) ¿Y tú? E: Feliz de la vida (se mordió el labio) ¡cómo no te lo puedes imaginar! Hugo: Tal vez no (sonrió melancólico) Pero el escucharte me da una ligera idea E: ¡Tú siempre con tus cosas! Ambos reían divertidos cuando de pronto la puerta del estudio de Hugo se abrió para dar paso a dos mujeres que a su vez platicaban y reían entre sí -: ¡Huguito! (corrió una de ellas abrazarlo mientras la otra lo veía sonriente y intrigada) ¿Cómo estás? -: ¿Con quién hablas Hugo? Esther sintió un pequeño sobresalto en su cuerpo a la vez que un ligero rubor le cubría la cara al reconocer la voz de una de las visitantes al otro lado del teléfono Alcatraces blancos 144 E: ¡Oye Hugo! (hizo una pausa intentando tomar valor para hacer la pregunta) ¿Silvia llegó con su novia? Hugo: Sí Esther (entrecerró los ojos) ¿Quieres hablar con ella? Al escuchar Silvia de que era Esther la que estaba al teléfono hablando con Hugo la sangre del cuerpo se le congelo y rápidamente tomo a su novia de la mano para dirigirse a la salida a la vez que nerviosa y tensa le decía a Hugo Silvia: ¡Regreso después Hugo! (le aventó un beso) ¡Cuídate y dale mis saludos a Esther! E: No te molestes Hugo (lanzó un suspiro con nostalgia) ya la escuché decir la frase tonta de la semana, pero no importa (frunció el ceño) dale las gracias por mi cuenta y dile que no esperaba menos de su parte Hugo: Esther mejor cuéntame ¿Cómo te fue con Maca? (cambiándole por completo la conversación) ¿Qué te dijo de hacer las fotos? E: Emmm No a Maca (pensándolo un momento y regresando nuevamente su atención al estuche que tenía entre sus manos) a Maca finalmente no le he podido decir nada... Es que se... (hizo una leve pausa medio suspirando intentando disculparse) se tuvo que ir a una convención Hugo: ¿A una convención de negocios? E: Sí (levantó las cejas extrañada al sentirse cuestionada) Si me imagino que es porque están cerrando una campaña (levantó los hombros sin querer darle importancia) Entonces debe ser por eso ¿No? Hugo: Bueno (soltó un leve suspiro a la vez que fruncía la boca incrédulo) No tenía conocimiento que la empresa estuviera en este momento (hizo una leve pausa pensando muy bien en lo que diría) cerrando alguna campaña E: Hugo por dios (movió la cabeza a la vez que se cambiaba el teléfono de mano) ¿Y tú como sabes eso (empezando a sentirse incomoda con la conversación) ¿tú trabajas allá o qué? Hugo: Pues sí Esther (soltó apretando los labios) Y de tiempo completo... Soy el fotógrafo oficial de todas las campañas (suspiró sin podérselo creer) Que... ¿A caso Maca no te lo dijo? E: Humm No (levantó las cejas molesta y el sonido de su voz se tornó rudo) No me lo dijo Hugo: Ahhh... (movió la cabeza de manera reprobatoria) No sé el por qué me debe extraña de ella (suspiró hondo antes de soltar con ironía) ¡Y me imagino que como siempre tendrá una explicación muy válida para lo de la convención de negocios! ¿Verdad? E: Te agradezco tanto tu llamada (cortándolo de inmediato) te la agradezco muchísimo de verdad... Pero en estos momentos estoy como ocupada. ¡Si quieres nos llamamos después! ¿Te parece? Hugo: ¿Te has enojado? E: No (suspiró fuertemente) solo que no me parece bien que te metas en algo que no te interesa Hugo: ¡Esther! E: De verdad Hugo hablamos en otra ocasión Hugo: Bien... Como tú quieras E: Adiós Alcatraces blancos 145 Sintiéndose profundamente molesta por la actitud tomada por su amigo colgó el teléfono y se dirigió hasta su habitación llevándose el disco entre sus manos. El cual dejó con descuido y de mala gana sobre el tocador justo al lado de una fotografía de ellas que les habían tomado un día antes de que se casaran No era la primera vez que alguien le insinuaba que Maca la engañaba y ella nunca le había dado importancia a ese hecho ya que sabía perfectamente que alrededor de su relación había muchas envidias y más de tres las querían verlas separadas. Por eso era que no hacía caso de las habladurías de la gente además que ella confiaba plenamente en el amor y la fidelidad de su mujer Sin embargo oír ese tipo de insinuaciones por parte de Hugo la desconcertaban y la preocupaban ya que Hugo no era de esa clase de hombre que hablara por hablar. Sin querer darle más importancia al asunto se dirigió al baño y se lavó la cara con agua fría pero ni así logró quitarse el mal sabor de boca que sentía De pronto recordó el bello ramo de Alcatraces blancos que Maca le había hecho llegar esa mañana y una enorme sonrisa se instaló en sus labios. Dispuesta a olvidarse de la conversación sostenida con Hugo y de la frialdad de su amiga Silvia salió del baño y como si de un presagio se tratara sus ojos repararon en el estuche con el disco haciéndola sentir nuevamente esa extraña sensación de vértigo instalándosele en el cuerpo E: Humm (se mordió los labios y tomó una vez más el estuche entre sus manos) ¿Qué será lo que contiene este disco? (se quedó un momento pensativa contemplando el estuche) ¿Y si son los videos del el último disco de la Quinta estación? (los ojos le brillaron llenos de ilusión a la vez que sonreía alegrete olvidándose de su vértigo y desechando al vacío todos sus malos pensamientos) Maca... Mi Maca,... ¡Como te quiero! Mi grupo preferido y con todo lo que me gusta Natalia (daba saltitos de alegría) Hay mi Maca Te quiero... Te quiero... Te quiero Con la ilusión y la emoción a flor de piel por ver la sorpresa que creía que Maca le tenía reservada en ese disco bajó a la cocina hizo palomitas y cogió una soda para beber Sin poder esperar un segundo más subió lo más rápido que pudo a su recamara y con marcada impaciencia metió el disco al reproductor de video para inmediatamente ir a acomodarse plácidamente sobre la cama dispuesta a disfrutar del espectáculo Las primeras imágenes proyectadas en la televisión no se hicieron esperar y estas eran una inmensa gama de luces de colores alternativos que estallaba sin parar en el cielo teniendo como sonido de fondo la canción “Tus labios por mis piernas”. Lo que hizo que Esther aplaudiera emocionada y sin poder dejar de sonreír empezó a cantar las estrofas de la canción E: Cortas la distancia que hay entre mis ojos y mi alma Muchas las excusas para aceptar que me haces falta Y es que hay veces que no llego y otras que me paso de frenada Nunca sigo el plan de vuelo y aterrizo fuera de tu cama Alcatraces blancos 146 Y te marchas y me dejas otro beso que se estrella contra mi canción que me recuerda un beso en tu escalera mi mano en tus caderas tu sangre por mis venas, mis labios por tus p... No logró terminar la frase ya que la letra de la canción se le atragantó en el pecho al mismo instante que la sonrisa se le congelaba en los labios dejándole la boca seca y la respiración entrecortada El pulso se le aceleró y el semblante de su rostro empalideció súbitamente unos segundos dejándola completamente consternada sin poder reaccionar y dar crédito a lo que veían sus ojos E: Maca Maca... Su Maca gradualmente aparecía poco a poco a medio vestir en medio de esas luces que cada vez se hacían menos nítidas dejando ver con mayor claridad a medida que cambian de color el rostro de una mujer diferente y a las cuales Maca desvestía con maestría entre caricias atrevidas y besos apasionados E: ¡Dios No! Sin poder entender lo que sucedía y sin querer dar crédito a lo que veía Esther se levantó de su lugar pausando rápidamente las imágenes en el televisor a la vez que se llevaba las manos a la boca para ahogar un grito desesperado y sintiendo dificultades al respirar. Se sobó el pecho y apretó con fuerza el estómago al sentir como se le empezaba a revolver por las nauseas Caminaba en el mismo lugar sin saber que hacer a la vez que no podía dejar de ver la imagen congelada en la pantalla. A punto de echarse a llorar se llevó una mano a la frente intentando desesperadamente jalar aire Se pellizcó un brazo para ver si con eso podría despertarse de esa cruel pesadilla. Finalmente las mandíbulas se le tensaron mostrando su profunda y absoluta decepción. Sintiéndose desbastada entrecerró los ojos a la vez que apretaba los labios con marcada furia aceptando y comprendiendo lo que sus ojos se negaban a ver Esther sentía que el mundo se le venía encima y que no iba a poder resistir semejante dolor sin embargo pese a ello quería saber hasta dónde había sido Maca capaz de llegar con sus mentiras y engaños y lo estúpida que ella había sido todo ese tiempo a lado de la mujer que le juraba amor eterno sobre todas las cosas. Así que se obligo a quitarle la pausa a la imagen y sin poder contener más su llanto se sentó frente al televisor tapándose la boca con el puño cerrado Las imágenes eran crueles, devastadoras Esther pudo reconocer en el video a tres de las mujeres que se revolcaban con su mujer y lo peor vino a presentársele cuando en el cinta apareció la fecha de su más reciente aniversario de bodas mostrando a una Maca apasionada revolcándose en su oficina con la mujer que reconoció del choque Alcatraces blancos 147 -: ¿A dónde me vas a llevar eh? (se colgaba de su cuello besándola apasionadamente) ¿A dónde Maca? M: A donde a ti te gusta (con agilidad le metía la mano bajo el pantalón alcanzando su sexo) Me tienes loca chiquilla -: ¿Quién te lo hace mejor yo o tu mujer? E: No (movía desconsolada la cabeza sin dejar de ver las imágenes) no Maca -: Dime que me amas Maca E: No Maca (las lágrimas ya resbalaban como torrentes por sus mejillas) No lo hagas M: Te amo (susurró con la voz entrecortada) y tú lo haces mejor Esther no pudo más y apagó el televisor. Sumamente afligida bajo la cabeza apretando los labios sin fuerzas. El corazón le empezó a palpitaba débilmente que tal parecía que en cualquier momento a falta de lágrimas la vida se le escapaba Durante algunos minutos se quedó como ida mirando hacia la nada. El alma le sangraba haciéndola sentir un infinito dolor y una profunda tristeza en todo su ser. El cual le creaba un enorme vacío que no lograba llenar con nada El silencio parecía haberse hecho eterno en esa habitación hasta que los sentidos sollozo de una mujer desconsolada y destrozada lo violó. Esther se levantó con cierta violenta de la cama limpiándose las lágrimas con profunda rabia y dolor de pronto sus ojos repararon en la argolla matrimonial que llevaba puesta. Sin pensárselo llena de desprecio y odio se la quitó y con todas sus fuerzas lo estrelló sobre el centro del espejo del tocador el cual al recibir el impacto se rompió haciéndose añicos tal como ella se sentía y estaba en esos momentos, echa añicos En el aeropuerto de Madrid ajena a todo lo que sucedía en su casa Maca terminaba de hablar por teléfono con sus abogados mientras Jerónimo por su parte terminaba de recoger el equipaje Jero: ¿Qué te dijeron? M: Que nos esperan en la oficina dentro de una hora Jero: Eso ya lo sabíamos ¿No? M: Sí Jero pero (suspiró y movió la cabeza) la verdad es que yo tenía pensado irme directamente a casa y darle la sorpresa a Esther Jero: ¿Y piensas contarle lo sucedido? M: No Jero (levantó las cejas) No tiene sentido lastimarla si ya se solucionó todo Jero: Pues Maca (levantó los hombros) tú sabrás lo que haces con tu relación más sin embargo si yo fuera tú vería la manera de sincerarme de una vez por todas con ella M: Jero será mejor que nos demos prisa para llegar a la oficina (tomando su maleta y caminando hacia la puerta de salida cambiándole de lleno el tema de la conversación) ¿Y cómo vas con Iliana? Jero: Bien (se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja) muy bien (con la ilusión reflejada en sus ojos) Es más ahora que solucionemos los problemas que tenemos con las empresas pienso pedirle se case conmigo Alcatraces blancos 148 M: ¿De verdad? Jero: Sí Maca (suspiró enamorado) de verdad (levantó las cejas) Aunque tu suegra no me ve con buenos ojos M: Huumm era de esperarse (le palmeó el hombro) No te preocupes por ella Jero (medio sonrió) Mira Encarna podrá ser una suegra de cuidado pero adora y desea ver felices a sus hijas y terminará por aceptarte y más si le dan nietos pronto Jero: ¿Lo dices por experiencia? M: ¡Algo hay de eso! Jero: ¿Te imaginas Maca? (se mordió el labio gustoso) ¿un hijo mío? M: Sí Jero (sonrió emocionada) sí me lo imagino Jero: ¿Y Ustedes lo van a volver a intentar? M: Sí, Esther quiere que... De pronto Maca sintió como un fuerte escalofrió le recorría el cuerpo a la misma vez que una dolorosa punzada se le clavó en el corazón haciendo que se doblara llevándose las manos al pecho Jero: Maca ¿estás bien? M: Sí (desconcertada por las sensaciones entrecerró los ojos) Sí Jero. Lo que pasa es que... (movía la cabeza y abrió los ojos intentando encontrar una definición a lo que sintió) De pronto tuve una extraña sensación de vacío... No sé Jero... No sé cómo explicarte lo que estoy sintiendo Jero: ¡Será mejor que nos demos prisa y hacer lo que tenemos que hacer para que te puedas ir a descansar a tu casa! M: Sí (sacó aire intentando reponerse) es lo mejor Sin más complicaciones llegaron hasta los estacionamientos de la empresa desde que bajaron del carro y salieron del elevador Maca empezó a notar cierto recelo entre sus empleados los cuales la veían a lo lejos con pena y cuchichiaban disimuladamente entre ellos M: Jero (deteniéndose un momento) ¿No notas como algo raro en el ambiente Jero: No (la miró extrañada) todo está igual Sin querer darle más importancia siguieron su camino. Maca no pudo evitar sentir una nueva punzada en su corazón cuando Alejandro su amigo al verlos llegar se levantó rápidamente y corrió a su encuentro Alex: ¿Qué pasa? (dirigiéndose alterado a los dos) ¿Por qué diablos no contestan el maldito móvil? Jero: Yo me quedé sin batería y esta ha estado hablando con los abogados M: ¿Qué pasó? Alex: ¿Qué pasó?... ¡Que toda la empresa amaneció inundada de fotografías tuyas y de tu amante! M: ¿Qué? Alex: ¡Que toda la empresa amaneció inundada de fotografías tuyas y de tu amante! ¡Como esta! (dándole una fotografía) ¡Mira! M: No (se llevó la mano a la boca) No puede ser Alcatraces blancos 149 De inmediato comprendió la razón del por qué sus empleados al llegar la miraban con recelo y pena cuchicheando entre ellos. Sintiendo que la sangre le hervía por dentro devolvió sus pasos hasta el área laboral. Sus empleados al verla venir de inmediato dejaron de prestarle atención y se ocuparon en hacer algo M: ¿De qué se ríen eh? (volvió a repetirles a la vez que recogía una de las fotografías pegadas en una puerta) ¿De qué se ríen? ¿Qué pasa? ¿Qué miran? (gritó furiosa nuevamente) ¿Qué miran? Ninguno de sus empleados se atrevía levantar la cabeza ni decir nada en su lugar siguieron haciendo como que trabajaban sin haberla escuchado M: ¡Y para que se enteren están todos despedidos! Jero: Maca contrólate (llegando hasta ella) ¡Que estas no son la maneras de afrontar una situación así! (le palmeó el hombro) ¡Ya me arreglo yo con ellos! Maca abrió los ojos a más no poder, la respiración se le empezó alterar sin querer permanecer más tiempo bajo las miradas de sus empleados corrió como despavorida a encerrarse a su oficina y ahí sobre su escritorio encontró más de las fotografías tamaño póster que habían aparecido pegadas esa mañana por toda la empresa y donde ella y Karol aparecían semidesnudas haciendo el amor M: No (gritó con todas sus fuerzas a la vez que empezaba a romperlas) No puede ser De pronto al recordar algo se dirigió hasta uno de los estantes de su armario como desesperaba empezó a buscar entre las cosas. Al no encontrarla y ver que Alejandro entraba a la oficina se fue contra él M: ¿Qué hiciste imbécil? (agarrándolo con fuerza de la solapa de la camisa) ¿Qué hiciste eh? Alex: Hey, hey (levantó una mano) ¡Suéltame! (sujetándole a la vez la mano para librarse) ¡Suéltame! ¡Yo no tuve nada que ver con eso! M: ¿Ah no? (soltándolo y dirigiéndose al armario furiosa) ¿Ah no? ¿Y quién se llevo mi cámara si eras tú el único que sabía donde la escondía? Alex: ¿Tú crees que yo lo hice? (la miró y elevó la voz) ¿Tú crees que yo lo hice eh?.. Se miraron si parpadear un momento con la furia reflejada en sus ojos y la respiración alterada Alex: ¡No fui yo! M: ¿Entonces quien? Alex: Karol... Así como se llevó los documentos bien pudo llevarse la cámara de video M: ¡A ella menos que nadie en estos momentos le conviene exponerse de esta manera! Alex: ¡Pues yo no fui! (jaló con fuerza aire intentando controlarse) ¡Piensa Maquita! (le tronó los dedos) Piensa... ¿Cual más de tus amantes está interesada en hacerte daño? (se hizo un breve silencio) ¿Y quién es capaz de hacer un trabajo de fotografía así? Alejandro le escupió las palabras con coraje sin dejarle la menor duda de lo que le afirmaba y preguntaba. Maca se quedó un momento contemplándolo a Alejandro Alcatraces blancos 150 pensativa mientras a su mente se le veía miles de posibilidades finalmente pareció encontrar una respuesta a sus dudas M: ¡Lo voy a matar! Sin esperar fue hasta su escritorio tomó los restos de las fotografías y dejando a su amigo parado a medio camino salió a toda prisa de su oficina. Los ojos le brillaban intensamente, la respiración se le oía muy alterada, y el rostro lo tenía rojo y deformado por la furia que sentía. No le llevó mucho tiempo llegar hasta donde estaba Hugo trabajando. El cual al verla de inmediato supo que algo andaba mal M: ¿Qué es lo que quieres eh? (lo encaró directamente dándole de lleno y con todas sus fuerzas una bofetada) ¡No soportas que me haya quedado con Esther! (le aventó las pedazos de fotografías a la cara) ¿Es eso? Hugo: ¿Qué es lo que te pasa infeliz? (furioso la encaró el también) ¡Quien merece las cachetadas eres tú! M: ¿Ah sí? (se acerco hasta él y lo empujó con ambas manos) ¡Ven hazlo! (le gritó en la cara) ¡pégame!... (lo volvía a empujar) ¡Pégame! ¿Si eres tan macho pégame? Hugo: Por lo menos no soy tan patético como tú (la hizo con facilidad a un lado) Que mientras tu matrimonio se está destruyendo vienes aquí a reclamarme y buscarme como gallito de pelea. ¡Eh! M: ¿Y tú que sabes de mi matrimonio? Hugo: Pues lo sé todo de ti (le gritó y se giró furioso encontrando su mirada) y lo peor es que Esther también lo sabe ¡Imbécil! Maca dio un ligero paso hacia atrás con la boca abierta, el semblante de su rostro se le tenso poniéndosele blanco de la impresión. Claramente empezó a sentir como la boca se le resecaba a la vez que el pecho le brincaba súbitamente mientras ambos no dejaban de mirarse a los ojos con rabia y desprecio Ante la mirada atónica de los que estaban ahí y sin decirle más nada Maca dio la media vuelta y salió corriendo rumbo a los estacionamientos. Una vez ahí subió a toda prisa a su auto y lo puso en marcha y arrancó a toda velocidad con rumbo a su casa Al entrar a su casa lo primero que vio fue el ramo de alcatraces blancos esparcido por todo el suelo y que ella le había hecho llegar esa mañana. El corazón se le estrujó y empezó a palpitarle fuertemente a la vez que un frío sudor le bañó el rostro al descubrir que en la estancia principal faltaba el póster de la fotografía de Esther M: ¡Esther! (miraba a su alrededor y gritaba desesperada) ¡Esther! Maca sintió que la respiración le empezaba a faltar y aun viendo lo que sus ojos veía ella se negaba a aceptar lo que sucedía. Sin perder tiempo subió corriendo por las escaleras sin dejar de llamarla con la esperanza de encontrarla en la recamara. Con la angustia reflejada en sus ojos por lo que pudiera encontrar ahí abrió lentamente la puerta. Casi se cae de la impresión al ver la argolla matrimonial de Esther tirada en el suelo junto algunos restos de espejo y fotografías de ella Alcatraces blancos 151 De plano las piernas le empezaron a temblar al darse cuenta que la ropa de Esther ya no estaba en el closet y que una hoja de papel estaba a media cama M: No (tomó con miedo la hoja de papel y las lágrimas corrían sin control a medida que la leía) “Hola Maca Cuando leas esta carta seguramente yo ya estaré muy lejos de aquí... Me voy a un lugar desconocido, quiero iniciar una nueva vida. Una nueva vida limpia sin engaños, sin mentiras. ¡Real! Nada de lo que está muy lejos de parecerse al infierno que viví a tu lado. Vas a poder ver a los niños cuantas veces quieras. Ellos no se merecen la clase de madre que tienen pero en fin, tienen derecho a estar contigo... En cuanto a mí Maca, nunca vas a volver a verme. Porque si hay un Dios en el cielo él jamás va a permitir que me vuelvas a mirar” M: Esther por favor no Maca apretó la hoja con sus manos sintiéndose desolada y devastada. El ruido de la camioneta de Esther al ponerse en marcha la hizo racionar y salió corriendo solo para alcanzar a ver como se cerraba la puerta de la cochera. Sintiendo que el mundo se le venía encima y que ella ya estaba perdida se dejó caer de rodillas al suelo llorando su tristeza y su desconsuelo mientras miraba hacia el cielo gritando desesperada con todas las fuerzas de su alma el nombre de su mujer M: ¡Esther! Impotente e incapaz de controlar su devastación empezó a golpear con fuerza el piso de cemento donde estaba hincada sin importarle en absoluto hacerse daño. Los ojos se le veían crispados y las lágrimas le brotaban si cesar bañando su rostro y su pecho Ni el dolor ni la sangre que brotaban de sus puños cerrados hicieron que detuviera sus arrebatos. Desesperaba levantaba su rostro desfigurado por el dolor al cielo lanzando a su vez desgarradores gritos llenos de súplicas una y otra vez M: ¡Esther perdóname Esther! ¡Esther perdóname mi amor! Maca sentía que a cada segundo que pasaba la vida se le escapaba lentamente y sin piedad por cada poro de su piel. De repente su mente y su cuerpo se quedaron estáticos como idos y un fuerte mareo la sacudió oscureciendo de inmediato su horizonte. Y ya no fue consciente del dolor que la consumía, ni del tiempo que pasó dejando todo en aquella casa y a su alrededor en el más profundo de los silencios La tarde la sorprendió así: acurrucada en sus rodillas en el mismo lugar donde vio partir la camioneta de Esther. Y como si fuera poco una corriente de viento frío empezó a soplar con fuerza trayendo de inmediato a su paso un batallón de nubes grises y negras que invadieron los cielos de Madrid. Como si se tratara de un nuevo presagio un fuerte estallido rugió de entre las nubes al chocar abriendo al instante el cielo que a su vez iluminó su silueta con tonos blancos y anaranjados mientras gruesas gotas de agua de lluvia empezaron a caer Alcatraces blancos 152 Maca apretó con mayor fuerza sus rodillas y comenzó de nuevo a llorar con la misma intensidad que en ese momento lloraban los cielos en Madrid Empapada hasta más no poder continuaba abrazadas a sus rodillas sin moverse ni cambiar de posición. Tal parecía que nada existía a su alrededor ya que ni el viento, ni el frío, ni la lluvia la podrían hacer reaccionar. Ella seguía perdida consumiéndose en su mundo lleno de dolor Jerónimo llegó todo apresurado a la casa de Maca su rostro proyectaba angustia, seriedad y preocupación pero esas expresiones cambiaron de inmediato por unas expresiones llenas de dolor y tristeza al ver las condiciones en las que se encontraba su hermana Jero: ¡Por todos los cielos! (se quedó un momento estático contemplando a Maca desde su automóvil) ¡Dios mío dame fuerzas para ayudarla! Jero sabía que el momento no iba ser nada bueno después de lo ocurrido esa mañana en la empresa pero sinceramente no estaba, ni iba preparado para ver lo que sus ojos veían Logrando reponerse de su primera impresión bajó de su automóvil y sin importarle la lluvia ni el frío rápidamente se despojó se su gabardina y corrió hasta el lado de su hermana la cual seguía en la misma posición con la vista perdida hacia el vacío Sin perder más tiempo Jerónimo la cubrió con su gabardina y no fue hasta que la abrazó que logró hacerla reaccionar. Maca de pronto como que fue consciente de todo lo que sucedía y rompió nuevamente en un llanto desgarrador a la vez que con desesperación y las pocas fuerzas que le quedaban se aferraba al abrazo de su hermano buscando el consuelo y la pauta que necesitaba en ese momento su vida M: ¡Me dejó, Jero! (murmuraba llorando en su pecho) ¡Esther me dejó! Maca tenía el cuerpo helado y los dientes empezaron a castañearle de manera incontrolable. Jero la apretaba intentando hacerla entrar en calor Jero: ¡Maca cariño! (la voz le temblaba y hacía un enorme esfuerzo por contener sus lágrimas) Esther va a regresar a ti M: No Jero no (movía la cabeza desconsolada) esta vez la he perdido para siempre Jero: No Maca no (la levantó en sus brazo y la metió a la casa) ¡Yo sé que es muy fuerte lo que ha pasado y no es fácil de sobrellevarlo (le levantó la cara por la barbilla para que lo viera) Pero Esther te quiere demasiado tan solo vive para ti. Ya verás que terminará perdonándote y regresará a ti M: No lo sé Jero no lo sé... (sus ojos demostraban profunda tristeza) Yo... Yo no soy una persona perfecta, hay muchas cosas que deseo nunca haber hecho (movió la cabeza y llevó su mano a su frente con evidente desolación) ¡No sabes cómo me avergüenza mi pasado! Jero: Maca no te derrumbes. Aprende de tus errores M: Esther me dejó (sus lágrimas fluían sin parar) Y yo siento haberla herido tanto Jero: Ella va a volver a ti Maca Alcatraces blancos 153 M: Tú no la conoces Jero (con profundo dolor entrecerró los ojos) cuando ella toma una decisión de esta magnitud no hay nada que la quebrante Jero: El amor Maca... El amor lo puedo todo. Y si algo tengo en claro en todo este tiempo que he convivido y he visto madurar su relación es el inmenso y profundo amor que ambas se tienen M: ¿Tú lo crees así? Jero: Definitivamente Maca. Claro que lo creo M: ¡Entonces (los ojos se le llenaron de esperanza) tengo que ir a buscarla! Jero: Maca (le acarició con delicadeza la barbilla) Claro que tienes que ir a buscarla pero no ahora. No es el momento M: Pero es que yo no puedo vivir sin ella Jero: Lo sé Maca, lo sé... pero no es nada fácil lo que ha pasado y Esther necesita tiempo M: Pero yo necesito que me escuche, que me perdone, que me dé una oportunidad de cambiar Jero: Lo entiendo Maca pero entiende tú también que ahora mismo no es el momento... Tú también necesitas tiempo (Maca buscó su mirada intentando comprender lo que le decía) Tiempo para luchar por ella, para reconquistarla, para recuperar su confianza. Tiempo Maca, tiempo para demostrarle que has encontrado una razón para cambiar lo que solías ser. Tiempo para empezar de nuevo y demostrarle que solo por amor a ella tu vida tiene una razón de ser M: ¡Soy una hija de puta! Jero: ¡No te lo voy a negar que lo eres! (levantó la ceja y le medio sonrió intentando darle ánimos) Pero por muy hija de puta que seas mereces una oportunidad y yo sé que Esther te la va dar por que ambas se mueren de amor solo que tendrás que currártelo. Y cuando digo cúrratelo me refiero a esforzarte día a día, minuto tras minuto, segundo por segundo para no dejarte caer. ¡Tienes que ser fuerte Maca! M: ¡No será nada fácil! Jero: Y que esperabas mujer... (le dio un cariñoso palo en el brazo) Esther será la mujer más dócil, entregada y bella del mundo por las buenas... Pero no hay que desconocer que es una fiera cuando esta herida y tú... M: Y yo la herí (terminó por él la frase) demasiado Jero: Y profundamente Maca (movió la cabeza a la vez que levantaba un ceja) No te la pondrá nada fácil y tú tienes que ser fuerte, muy fuerte para sobrellevar todo lo que venga. Así que hazte la mejor amiga de la paciencia, soborna a la prudencia y cásate con la inteligencia M: ¡Yo no sé qué voy hacer sin ella Jero! (suspiró tristemente y nuevamente empezó a llorar) ¡La casa está echa un desastre... y mi vida también! Jero: Maca (la abrazó nuevamente intentando darle consuelo y protección) Ya está chiquilla. Ya está Hacía horas que Esther manejaba en círculos por todo el alrededor de la ciudad sin atreverse a llegar a un punto en concreto. Tenía los ojos hinchados y el rostro rojo de tanto llorar. Durante su largo recorrido dos veces estuvo a punto de chocar y otras tantas veces sin inmutarse dejó atrás los gritos y los insultos de algunos conductores furiosos que hábilmente lograron esquivar su vehículo sin consecuencia alguna En Madrid seguía lloviendo a cantaros lo que dificultaba manejar con seguridad. Las pruebas eran claras y contundentes y por más duro, cruel e infame que fueran los Alcatraces blancos 154 hechos. Ella de cualquier manera inconscientemente en el fondo de su corazón y de su alma buscaba desesperadamente encontrar una justificación para el comportamiento de Maca Tenía poco más de dos minutos que el semáforo cambio a verde los claxon de los conductores que querían seguir avanzando no se hicieron esperar pero ni eso lograba sacar a Esther de su limbo personal. Así que sin fijarse en lo que hacía avanzó su vehículo cuando la luz del semáforo cambio a rojo. El rechinido de las llantas y los gritos de algunos presentes retumbaron en sus oídos E: Nooooooooo (lanzó un gritó desesperado) ¡Osman, Pablito! El fuerte sonido de un claxon la hizo reaccionar metiendo a fondo el freno de su camioneta lo que hizo que esta diera un giro completamente sobre su propio eje y terminara derrapándose apenas a unos cuantos centímetros de chocar de frente a un tráiler E: ¡Todo por tu culpa (golpeó con fuerza el volante de su vehículo) por tu maldita culpa! El conductor del tráiler consciente del daño que pudo haber pasado bajó rápidamente de su vehículo para auxiliarla. La cara de susto que tenía se trasformó en incredulidad al ver la reacción colérica de Esther E: Joder Esther (sus lágrimas resbalan sin control por sus mejillas) deja de buscar excusas donde no las hay. Acepta tu maldita realidad... Esa mendiga vieja arrabalera te engañó. Doce malditos años de tu vida te vio la cara de pendeja... ¡Que no lo puedes entender! -: No lo puedo creer (se puso la mano en al frente pasmado ante lo que veía) esta tía está loca Esther respiraba aceleradamente tenía lo ojos cerrados y de su boca salían furiosas bocanadas de aire. Aun así el hombre se le acercó preocupado por su estado -: Señorita ¿Está usted bien? E:... (apretó los labios con fuerza) -: ¿Está usted bien señorita? (le insistió con reserva) ¿Quiere que llame alguien que venga por usted? E: No (contestó finalmente de manera seca a la vez que sacaba aire por la boca) no se preocupe estoy bien. Gracias (volteo a verlo enarcándole la ceja) Lo siento... De verdad lo siento. Yo... -: No se apure (la interrumpió sonriéndole gentilmente) Lo importante es que está usted bien y no pasó nada E: Gracias (le medio devolvió la sonrisa) Muchas gracias de verdad se lo agradezco -: ¿Qué le sucedió? (le soltó de improvisto) ¿Está consiente del accidente que estuvo a punto de provocar? E: No (dijo rotundamente) hasta hace un segundo no lo era (sacó aire y apretó ligeramente los labios) Yo no estoy pasando por un buen momento sentimental pero esa no es ninguna disculpa por lo ocurrido Alcatraces blancos 155 -: Ya... (levantó las cejas) ¿Quiere que llame alguien que venga a buscarla o prefiere que la lleve algún lugar? E: Se lo agradezco pero no es necesario -: Insisto señorita (la vio fijamente con seriedad) Aunque no haya pasado nada ¡Usted no está en condiciones de manejar! E: Lo sé -: ¿Entonces? (sin lograr entender su actitud) E: Voy a dejar la camioneta estacionada ahí (le indicó con el dedo el lugar) Después llamaré a un taxi -: ¿Está usted segura? E: Sí -: Bien (levantó los hombros y sonrió) hágalo con mucho cuidado y que tenga usted suerte E: Gracias señor -: De nada El hombre se marchó y Esther estacionó la camioneta donde le dijo al hombre que lo haría solo que no llamó al taxi. Se quedó ahí un rato esperando lograr tranquilizar su desasosiego pero la verdad es que no podía conseguirlo y a medida que los minutos pasaban las imágenes vistas en el video esa mañana se le revelaban en su mente haciéndola gritar de dolor y coraje El aspecto de su semblante más que mostrar el cansancio de las horas manejadas dejaba de manifiesto ver su evidente sufrimiento y tristeza. Su alma no lograba mitigar ni un poco su desesperanza, su desolación, su rabia y su decepción. La cual creció aun más cuando por azares del destino y la vida una camioneta pasaba lentamente ante sus ojos cargada de Alcatraces Blancos E: ¡Joder! (lanzó un furioso alarido) ¡Por Dios que me voy a volver loca! Con fuerza y ambos puños cerrados golpeó el volante al sentir que la impotencia y la frustración la dominaba por completo. Sin pensarlo más arrancó el vehículo y lo puso nuevamente en marcha. Esta vez su mente tenía un punto fijo a donde ir a parar Manejaba con atención y cuidado pero sin embargo empleaba una velocidad más rápida de lo permitida y de lo que ella acostumbraba a correr. Empezaba a oscurecer cuando llegó a su destino una vez que se estacionó tomó su bolso y bajó rápidamente del vehículo. No pudo reprimir un quejido al ver que la luz principal de la casa a la que había llegado se encendía E: ¡Maldita sea hija de puta! (de sus ojos destilaban chipas de rabia) ¡Mil veces maldita! (con decisión se dirigió hasta aquella casa) ¡Te voy a dar en lo que más te duele Macarena Wilson! Apenas tardó unos cuantos escasos minutos en atravesar la calle para llegar hasta su objetivo, a medida que avanzaba el corazón le palpitaba con mayor fuerza y brusquedad. La respiración la tenía muy alterada, el semblante del rostro era totalmente incapaz de mostrar todas las gamas de sensaciones que sentía en ese momento Alcatraces blancos 156 Esther consciente de que no podía presentarse en esas condiciones ante ella porque inmediatamente perdería la batalla antes de empezarla. Se quedó unos segundos contemplando aquella puerta que tenía delante de sus ojos, apretaba y cerraba los puños de las manos con cierta desesperación e incertidumbre a la vez que se obligaba a jalar aire con fuerza intentando con eso controlar sus reacciones y emociones Finalmente cuando sintió que se había controlado un momento y estaba lista para todo se acomodó el cabello con las manos, se alisó la ropa, se frotó con suavidad los ojos quitando todo rastro de lágrimas, se dio unas pequeñas cachetaditas en la cara, soltó todo el aire que momentos antes había jalado y se exigió sonreír El insistente sonido del timbre de la puerta retumbó por toda la casa sorprendiéndolas a mitad de la ducha. Extrañada y molesta por la actitud impertinente de esa persona al tocar hizo que dejara de bañarse y saliera refunfuñando de la tina de baño a la vez que tomaba una toalla a su paso y a toda prisa se medio envolvió en ella para ir abrir. De muy mala gana y con cara de pocos amigos abrió la puerta con demasiada brusquedad -: Joder que diab... No pudo lograr terminar la frase ya que las palabras se le atragantaron en la boca y los ojos se le abrían enormemente a la vez que por instinto propio dio un ligero paso hacia atrás. Tenía el rostro trasformado y la tez se le tornó blanca de la impresión dejándole así de manifiesto su más que evidente turbación por su visita ya que para ser franca sinceramente no la espera para nada -: ¡Esther! E: ¡Hola! (con el tono de voz dulce) ¿Cómo estás? La mujer enarcó una ceja y de pronto sintió como el cuerpo se le tensaba y estremecía al mismo tiempo al toparse de lleno con la mirada cándida penétrate y la radiante sonrisa de Esther -: Ehhhhhhhh E: ¿Qué cómo estás? -: Ahhhhhh La mujer no lograba responderle nada congruente era tan grande la sorpresa y la turbación que sentía en esos momentos que no tenía ni idea de cómo poder controlar el poderoso efecto que la sonrisa de Esther causaba en ella. Tal pareció ser que en esos mismos instantes el tiempo se había detenido solo para ella. Sin lograr ocultar su desconcierto y nerviosismo el cuerpo le empezó a temblar copiosamente E: ¿Estás bien? (la miraba con extrañeza y al no recibir respuesta le repitió con preocupación) Silvia ¿Estás bien? Silvia: Pero... pero... (atinaba a medio decir) Pero... ¿Qué haces aquí? E: ¡Vine a buscarte! Silvia: ¿A mí? E: A quien más (movió la cabeza empezando a sentirse divertida por la situación) ¡Que yo sepa solo tú vives aquí! ¿No? Alcatraces blancos 157 Silvia: Sí (se apresuro a decir) ¡Solo yo vivo aquí! E: ¿Qué pasa? (le causaba gracia ver el nerviosismo de Silvia) ¡Cualquiera diría que estás viendo una aparición! (con seguridad levantó los hombros) ¿Puedo pasar? Silvia: No (sus bellos ojos azules se abrieron al máximo y al instante corrigió) Si E: ¿Entonces en qué quedamos? (sonriéndole abiertamente divertida y sintiéndose ya segura del dominio de la situación) ¡No o sí! Silvia: Esther (intentando controlar su nerviosismo) ¿Qué haces aquí? E: Ya te lo dije Silvia (levantó la ceja coqueteando con ella descaradamente) ¡Viene a buscarte! Silvia: ¿Para qué? (sin poder salir de su asombro) E: ¿Cómo que para que Silvia? (se le acercó con demasiada sutileza) Vine para verte... (deslizo su mano con suavidad sobre su hombro desnudo haciendo que a Silvia se le erizara la piel) Para saber de ti... (consiente del efecto que causaba en la bella mujer la tomó con seguridad por la cintura) Para... Ya no terminó la frase sin que Silvia se lo esperara Esther levantó una de sus manos y con suma suavidad empezó acariciarle la mejilla a la vez que le depositaba un ligero beso en los labios. Silvia no lograba reaccionar e involuntariamente se hizo un poco para atrás sintiendo como su traicionero cuerpo se paralizaba abruptamente a punto de colapsarse ante el contacto inesperado de Esther Silvia: Esther yo... E: Shissss (le puso un dedo en los labios) No digas nada Sin darle tiempo a decir nada. Esther nuevamente la abordó apoderándose de su boca pero esta vez de una manera profunda, decidida y atrevida sin dejarle lugar a dudas de cuales eras sus intenciones Silvia: Hummm Silvia respingó involuntariamente soltando un pequeño gemido de placer por un momento creyó estar soñando pero las atrevidas e insistentes caricias que Esther le comenzaba a hacer le indicaron lo contrario. Aun así no podía dar crédito a lo que estaba pasando. En su interior sabía que algo no andaba muy bien con Esther ya que esta no era así... Definitivamente su Esther no era así Silvia: Esther (apenas lograba murmurar con dificulta entre su boca) Espera por fav... Esther no estaba dispuesta a escuchar razones ni mucho menos a esperar nada. Así que no la dejó ni terminar la frase y con mayor entereza se apoderó otra vez de sus labios de manera salvaje exigiéndole una respuesta ¿Y cómo poder rechazarla? Cuando Esther de manera desbordada y audaz la acariciaba y besaba sin darle lugar a tregua con destreza, con atrevimiento y con demanda logrando en tan pocos segundos hacer que Silvia sintiera como la sangre le rugía y le hervía por dentro Silvia tenía el alma desbocada y el corazón a punto de estallarle en mil pedazos de la emoción. Así que no quiso buscar una razón, ni cuestionarse un porqué del comportamiento indecoroso de su amiga y empezó a corresponderle a sus caricias y sus Alcatraces blancos 158 besos con todo el amor que ella era capaz de sentir y dar por esa mujer, con la misma intensidad y aborigen que Esther le dada al fin y al cabo amarla era su pecado y quien sería capaz de culparla y juzgarla para condenarla por eso: Por amarla como la amaba, por soñarla como la soñaba, por desearla como la deseaba, y por añorarla como la añoraba... ¿Quién? Y Silvia se dejó hacer y se dejó llevar por el torrente de emociones que la desbordaban por completo, que le aturdían los sentidos y que le nublaban la razón... Quería tenerla, quería disfrutarla, quería deleitarla, quería amarla, quería sentirla en su piel, en su corazón, en su alma sin culpa, sin límite, sin reserva -: ¡Silvia cariño! La inesperada y sensual voz se escuchó a lo lejos llegando hasta ellas apenas en un débil susurro pero lo suficientemente claro para obligarlas a romper los besos y suspender las atrevidas caricias de inmediato -: ¿Amor... Quién tocaba a la puerta con tanta insistencia? Esta vez la voz se escuchó más cerca con mayor potencia y nitidez. Ambas mujeres dieron un paso hacia atrás sobresaltadas, el corazón les palpitaba fuertemente y el semblante de su rostro se les torno inconexo Esther respiraba agitadamente y al darse cuenta de lo que sucedía todo lo anteriormente vivido con Maca se le vino de boca jarro a la mente golpeándola en el alma. El semblante del rostro se le tornó rojo y los ojos le brillaron súbitamente presa del coraje. Silvia al encontrarse de lleno con su mirada inquisitiva súbitamente palideció y el cuerpo se le congelo E: ¡Mentirosa! (le soltó entre dientes a la vez que apretaba con fuerza los puños de la mano) ¡Eres una mentirosa! Silvia: Pero... pero E: ¡Tú también Silvia! (le acusaba si dejarla reaccionar) ¡Tú también eres una mentirosa! Silvia: Esther (logro decirle) No te permi... E: ¡Me dijiste que me ibas a esperar! Silvia sintió como si le echaran un balde de agua fría en pleno rostro, hizo un intento por acercársele pero Esther rotundamente levantó ambas manos deteniéndola en seco Silvia: Esther yo... (se puso la mano en la frente y apretó con fuerza su toalla al cuerpo) debí decirte que... E: ¡Cállate! (le ordenó tajantemente) Una bella mujer de ojos verdes y piel apiñonada envuelta en una toalla salió toda apresurada de la habitación al escuchar las voces alteradas -: ¿Qué está pasando aquí? Alcatraces blancos 159 Miraba como a la expectativa a las dos mujeres sin lograr entender lo que ahí sucedía. Hasta que sus bellos ojos verdes se detuvieron fijamente en los labios ligeramente abultados y enrojecidos de su novia y la ropa desacomodada de Esther -: ¡Silvia! (los ojos se le llenaron de lágrimas y apenas con un hilo de voz) ¿Qué significa esto? Silvia: Alethia yo... E: ¡No significa absolutamente nada! Alethia: ¿Cómo que no significa nada? (se le dejó ir a Esther al grado que Silvia tuvo que interponérsele en el camino para detenerla) ¿Acaso piensas que soy ciega o qué? Silvia: ¡Alethia! Alethia: Alethia nada (intentando con todas sus fuerzas hacerla a un lado) ¡Suéltame! Esther por un momento se puso en los zapatos de aquella desconcertada y furiosa mujer. Y toda la rabia que sentía hacía tan solo unos minutos al descubrirla en la casa de Silvia se trasformó en tristeza y vergüenza. No pudo evitar se le escaparan un profundo suspiro de frustración. Ella mejor que nadie conocía en carne propia la humillación y el dolor que provocaba una traición Alethia: ¡Que me sueltes te digo! E: Déjala Silvia Silvia: No Alethia: ¿De qué van eh? (pataleando) ¿De qué jodidos van? Silvia: ¿Quieres calmarte por favor? Alethia: ¡Calmarme! (su respiración se alteraba cada vez mas) ¿Has dicho que me calme tía? E: No pasó nada Alethia: ¡No que va!...(escupía fuera de si) ¡Si ahí estaban... Las dos metiéndose mano... Burlándose a mis espaldas! E: ¡Lo siento! (atinó a decir toda apenada mientras daba la media vuelta para marcharse) ¡Yo no debí venir! Alethia: ¿Qué fácil no? (logrando zafársele a Silvia) ¡Que fácil para ti! Silvia: ¡Basta Alethia! (abrazándosele por la espalda con fuerza para lograr detenerla) ¡Basta ya! E: ¡De verdad lo siento! (volvió a repartir apenada) Lo siento mucho Alethia: ¡Si cómo no! (gritó furiosa a la vez que se volvía a liberar de Silvia. Los ojos los tenía chicos, rojos y brillosos por la ira) Primero vienes como una loca a timbrar la puerta, después te fajas con mi novia en mi narices y ahora te vas diciendo simplemente... ¡Lo siento! ... Eres increíble tía... Que digo increíble. ¡Eres es una maldita cualquiera!... ¡Eso es lo que eres! Esther al escucharla detuvo sus pasos en seco a la vez que sentía como los pelos se le ponían de punta y las orejas le ardían a punto de explotar... Muchas veces en su vida Maca la había insultado insinuándole lo mismo sin tener ningún motivo y razón. Y ella siempre de alguna manera la disculpaba y la perdonaba por amor... Pero esta vez era muy diferente y no estaba dispuesta a permitirle a nadie nunca más tal insulto. Llena de indignación y coraje se dio nuevamente la media vuelta regresando con determinación sus pasos y con toda la fuerzas y la rabia que tenía y sentía en su cuerpo y su alma estampó su mano abierta en pleno rostro de la chica Alcatraces blancos 160 E: ¡No te voy a permitir que me insultes! (la mujer de la fuerza del impacto se hizo para atrás) Tú no me conoces, ni sabes quién soy para juzgarme a la ligera pero ya que lo hiciste te vas a tener a las consecuencias Alethia no salía de su aturdimiento la cara le palpitaba y le ardía. Al darse cuenta que Esther se le iba acercando instintivamente se escondió atrás de Silvia consciente de la ira desmedida que había desatado en aquella mujer Silvia tenía la boca seca y los ojos abiertos a más no poder. Esther respiraba acaloradamente a la vez apretaba con fuerza los puños de su manos y buscaba encontrarse con la inquieta mirada azul de Silvia E: ¡Dile que se vaya! Silvia: ¿Qué has dicho? E: Me oíste perfectamente (se cruzó de brazos delante de ella) ¡Dile que se vaya! Silvia: ¡Pero Esther! E: No lo voy a volver a repetir Silvia Y dicho esto le pasó la mano por la nuca a Silvia y la atrajo para apoderarse de manera ardiente de su boca ante el letargo e incredibilidad de Alethia E: Dile a tu noviecita que se vaya para siempre de tu vida porque ahora estoy yo No hubo necesidad de decir más. El silencio se hizo presente en aquel recinto. Alethia al darse cuenta que Silvia solo bajaba la mirada corrió hacia la habitación despavorida a buscar su ropa mientras tanto Esther con toda calma tomó una de las revistas de moda que estaba sobre la mesa de centro y sin inmutarse de nada cómodamente se sentó en un sillón a esperar que Alethia se marchara Todo fue tan rápido y confuso que en el momento que Alethia se fue de casa de Silvia sin decir palabra alguna. Esther también se fue dejando a una anonadada, desconcertada y confundida Silvia parada a media estancia sin saber qué decir o hacer Unos segundos después de que Esther se marchara el timbre volvió a sonar con demasiada insistencia haciendo reaccionar a Silvia la cual sacó una bocanada de aire caliente y presurosa se dirigió abrir la puerta E: ¡Hola Silvia! Silvia: ¡Esther! (movió la cabeza incrédula) ¿Qué haces aquí? E: ¡Vine a buscarte! Silvia: ¿A mí? (fingiendo sorpresa) E: A quien más (le sonrió ampliamente) Que yo sepa solo tú vives aquí ¿No? Silvia: Hummm E: ¿Puedo pasar? Silvia: ¿Qué intentas Esther? E: ¿Puedo o no? Silvia: ¡Claro que puedes! (haciéndose a un lado para dejarla pasar) ¿Ahora si me dirás que es lo que pretendes? E: Es más que evidente ¿No? (levantó una ceja insinuándosele) ¡Estar contigo! Alcatraces blancos 161 Silvia: ¡No juegues conmigo Esther! E: No lo hago (sin perder más tiempo se le acercó sutilmente y le pasó los brazos por el cuello) ¿A caso ya no recuerdas que me prometiste que me ibas esperar? (Silvia entrecerró los ojos y Esther aprovechó para susurrarle cálidamente al oído) La última vez que nos vimos me dijiste que tú me podías prometer de todo (astutamente se apoderó del el lóbulo de la oreja y se lo chupó) Si mal no recuerdo textualmente me dijiste: ¡Esther si tú algún día por algún motivo me buscas es porque estarás dispuesta a ser mi mujer! ¿Ya no lo recuerdas Silvia? Silvia: ¡No! E: ¿Cómo? (extrañada se apartó ligeramente de ella y buscó su mirada) ¿Cómo que no?... ¿A caso ya no me deseas Silvia? Silvia: No Esther (sacó aire) No es eso (atinó a decir a la vez que con nerviosismo se apretaba la toalla a su cuerpo) Recuerdo exactamente todo lo que te dije en aquella ocasión E: ¿Entonces? (levantó los hombros y se mordió con picardía un labio a la vez que se pegaba a ella) ¿Cuál es el problema? Silvia: El problema es que tú no me amas de la manera que yo pretendo lo hagas (con ternura le acomodó el cabello) Tú no me deseas Esther E: Sí te deseo y mucho (son seguridad puso su mano en su sexo) Yo quiero y necesito estar contigo Silvia Silvia: Esther (pasó con dificulta saliva al sentir su cercanía) ¡Por favor detente ahora que aun me puedo contener! E: ¿Y si no quiero? Silvia: Esther Silvia suspiró fuertemente a la vez que negaba con la cabeza. Durante unos breves segundos solo se limitó a verla directamente a los ojos sin decirle nada. A leguas se le notaba la inquietud y la desesperación que sentía por intentar comprender un poco de que o a que venía toda aquella locura Esther aprovechando su desconcierto de un arrebato le quitó la toalla. Silvia se ruborizó de inmediato al verse completamente desnuda ante la mirada lasciva de Esther Silvia: Esther (lanzó un grito incomodo y furioso a la vez que ágilmente recuperaba la toalla y le soltó) ¿Qué diablos te pasa? Esther no le respondió de pronto se quedó estática y toda la seguridad y el atrevimiento que sentía se le vino abajo al contemplarla desnuda y enojada. Sin duda Silvia era bella, muy bella pero eso no le quitaba que estuviera enojada Esther a pesar de su juego de seducción no logró controlar los colores que de improvisto se le vinieron al rostro y en ese preciso momento tomó conciencia de que no era consciente de lo que intentaba provocar E: ¡Lo siento! (murmuró apenada) Yo... Silvia: No lo sientas (cambió el tono de voz y la expresión de su rostro) ¡Solo que... (levantó la ceja y le acarició tiernamente la mejilla haciéndola estremecer) no me esperaba todo esto! Alcatraces blancos 162 E: ¡Eso es más que evidente Silvia! (agregó con timidez a la vez que le sonría sabiendo el efecto que causaba en ella) ¡No te quiero hacer daño Silvia! (la barbilla le tembló ligeramente) No a ti Silvia: ¿Qué te pasa Esther? (la acunó entre sus brazos sabiendo que era lo que ella necesitaba en esos momento) ¿Qué es lo que te tiene así? E: Maca (susurró débilmente rompiendo en llanto) ¡Me engañó! (se abrazó con desesperación absoluta a su amiga buscando un alivio a su dolor) Esta mañana llegó a mis manos un video con escenas de ella donde aparece con diversas mujeres teniendo relaciones sexuales (su llanto se hizo más abrumador y desgarrador) Doce años de mi vida, me engañó con cuanta mujer se le cruzaba en el camino... Doce años Silvia (a pesar de sus lágrimas sus ojos no lograban ocultar su desazón, su desasosiego su desamor) Y yo a pesar de todo siento que me muero de amor por ella Silvia: Mi niña bonita (sus ojos se le llenaron de lágrimas y un fuerte dolor le dio en el pecho) ¿Qué te han hecho mi niña? E: Hazme el amor (le soltó de súbito con la mirada llena de dolor y de súplica a la vez) Hazme el amor Silvia... (con un nudo en la garganta) ¡Por favor hazme olvidarla! Silvia no pudo contener la aborigen de sentimientos que se le vino encima sin piedad y abrazó a Esther con más angustia, con más fuerzas sintiendo profundamente como compartía su dolor y su tristeza a la vez que ella también sentía como su corazón se desgarraba por dentro y se le moría lentamente de amor por ella Exactamente un mes después de lo ocurrido Maca se presentó a su agencia a trabajar. Su cuerpo mostraba una considerable pérdida de peso, sus ojos denotaban su profunda soledad y tristeza y su rostro demacrado no dejaba lugar a dudas del dolor que estaba viviendo Algunos de sus empleados al verla llegar y caminar por los diversos departamentos de la empresa a lado de su amigo y confidente Alejandro Torres se mostraron sorprendidos, inquietos, recelos, inquisidores y evitaban a toda costa cruzarse directamente con ella a la vez que se lanzaba miradas indiscretas entre ellos lo que hizo que Maca se empezara a desesperar y alterar M: ¡Esto es la leche! Alex: ¿A qué te refieres? M: ¡A que voy a tener que cambiar de personal Alejandro! (deteniendo sus pasos en seco) ¡O en su defecto tendré que vender la agencia si se salva de la quiebra! Alex: ¡No es para tanto Maca! M: ¡Que no! (movió la cabeza incrédula) Solo observa a tu alrededor. No hay ningún empleado que no me mire con lástima o este predispuesto a Juzgarme. En cuanto me doy la vuelta les falta tiempo para empezar a cuchichear a mis espaldas Alex: Entiéndelos un poco Maca (levantó las cejas conciliador) Lo que ha sucedió en el último mes con la empresa no es para menos... Los tiene al borde de los nervios y el colapso además... (hizo una mueca con la boca y algo de silencio) También está lo sucedido con Esther... Para todos ellos ha sido un golpe muy fuerte Maca M: ¿Y qué con eso? Alex: ¿Cómo que y qué Maca? (movió la cabeza un tanto exasperado) ¡Los empleados quieren saber que sucede con la empresa y que está pasando con Esther! Alcatraces blancos 163 M: ¡Joder! (Levanto las manos al aire incomoda y molesta) ¡Es mi vida coño! ¡No tienen derecho a meterse en ella! Alex: Y no lo hacen Maca (intentando buscar las palabras adecuadas para calmarla un poco) Solo que están preocupados, desconcertados, temerosos (la miró fijamente) Toma en cuenta que sus familias dependen de esta empresa además de que todos conocen y estiman a Esther M: ¿Y ya por eso tengo que contarles mi vida? Alex: Claro que no Maca... pero estarían más tranquilos si al menos les dices algo al respeto M: ¡A la mierda con todo! (levantó la voz llamando la atención de los presentes) Me escucharon bien... ¡A la mierda! Con decisión y aplomo encaminó sus pasos hasta un punto claro donde casi todos la pudieran ver directamente sin dar más motivo a especulaciones M: Bien ¿Lo quieren saber? (elevó la voz lo suficientemente clara y fuerte para que la escucharan) Pues se van enterar de una buena vez... (respiró con fuerza) La agencia se está yendo al pique. Los abogados no han podido hacer mucho al respeto pese a tener en sus manos las pruebas necesarias que nos inculpan de los cargos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero ya que al tratarse de delitos mayores se persigue de oficio y no se soluciona simplemente con retirar las demandas. Requiere tiempo y mientras no se aclaren lo hechos y se desliguen responsabilidades la agencia seguirá bajo investigación judicial. Por lo tanto el capital con el que dispone la agencia está congelado y me siguen embargando lo poco que queda. No tengo contratos nuevos, y los existentes están parados por falta de garantías lo que quiere decir que dentro de poco no podré pagarles sus servicios ni mucho menos asegurarles su puesto de trabajo. (suspiró con fuerza) A partir de hoy quedan libres de toda responsabilidad conmigo y con la empresa y el que quiera puede pasar a personal y pedir su liquidación si es que aun hay algo. El que no ya sabe tendrá que esperar hasta que esto se resuelve -: ¿Y de cuánto tiempo hablamos? M: No lo sé (levanto los hombros) Tal vez un par de semanas o bien un par de meses... No lo sé -: ¿Y...? Maca sacó aire con fuerza por la boca al darse cuenta de por dónde iba encaminado ese ¿Y...?. El rostro se le tensó y se le empezó a poner rojo de la vergüenza que sentía y dudó un momento en si contestar o no a lo que evidentemente querían saber alguno... Finalmente pasó saliva con dificultada, levantó el rostro y los enfrentó M: ¿Y...? (levantó los hombros) en cuanto a Esther no tengo nada que decirles... (recalcando) Es mi vida personal y no tengo por qué darles ninguna clase de explicaciones al respeto. Y el que se quede a trabajar en la empresa solo tienen que limitarse hacer su trabajo y resolver su propia vida. Ya me encargaré yo de resolver la mía. Muchas gracias Maca ya no les dio tiempo a más y se fue de ahí rumbo a su oficina a toda prisa seguida de muy cerca por Alejandro M: ¿Qué? (girándose a verlo) Alex: ¡Nada! (cerrando la puerta) Alcatraces blancos 164 M: ¿Entonces que me sigues? Alex: Uy que genio amiga (levantó las cejas inquisidor) ¿Maca? M: ¿Los empleados o tú? Alex: ¡Vale! (tomando lugar frente a ella) lo has pillado también yo M: Ya escuchaste bien lo que les dije (mirando la pila de documentos que tenía sobre su escritorio) ¡Es mi vida personal no tengo por qué dar explicaciones! Alex: ¡Que nos conocemos Maca! (levantándole con suavidad la barbilla) ¡Mira como estás! M: Hummm Alex: ¿Me lo quieres contar? M: Esther ya sabe el por qué y en qué situación está la empresa (sacó un poco de aire liberando la tensión) la semana pasada amenazó a Jero con demandarme por abuso de confianza Alex: ¿Qué me estás contando? (se dejó caer asombrado en la silla) No creo que lo haga Maca M: Me da igual si lo hace o no (suspiró levemente) después de todo me merezco todo lo que está pasando ¿No? Alex: ¿Ya sabes donde está? M: Está en la casa de su madre, (entrecerró los ojos y giró sobre su silla) se niega a verme y hablar conmigo (los ojos se le llenaron de lágrimas y la voz le tembló notablemente) Ayer me hizo llegar atreves de sus abogados la demanda de divorcio. No quiere nada de mí, ni nada que tenga que ver con los Wilson. Solo exige le firme un permiso para llevarse del país a los niños por tiempo indefinido Alex: ¿Y tú qué piensas? M:.. Alex: ¿Maca? M: Que importa lo que yo piense Alejandro (las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas) Ella ya tomó su decisión... ¡Se va del país y se lleva para siempre a mis hijos! Alex: ¿Y vas a renunciar a ellos así por nomás? M: No me queda de otra (levantó los hombros) El juicio con la empresa no va por buen camino las inversiones que hizo Gustavo con los documentos que Karol me robó desencadenaron un fraude y mientras no se aclare que pasó realmente yo estoy bajo la mira judicial... El abogado ya me advirtió que es muy probable me detengas en cualquier momento... Alex: ¿Y eso que Maca (la miró fijamente) estamos hablando de tus hijos de tu mujer? M: Por eso mismo (la quijada el temblaba notablemente a causa de su llanto) Yo no quiero que mis hijos vivan algo así y que Esther tenga que lidiar también con esto. Así que tal vez es mejor que se los lleve para siempre. Ella y mis hijos merecen otra vida Alex: ¿Te estás oyendo? (se paró molesto por la actitud de su amiga) ¡No digas tonterías Maca! M: No son tonterías (su vista se perdió en la nada) La semana pasada la vi... (apretó los dientes intentando no desfallecer) La vi salir de un lujoso y conocido hotel de la mano de Silvia Ortiz (con frustración y desprecio se limpio las lágrimas) Me enfurecí al verlas no quise dejar pasar la oportunidad y me acerqué a reclamarle... (entrecerró los ojos con profundo dolor) Cuando Esther me vio... sus ojos me miraron con odio, con rencor, con coraje y desprecio (medio suspiró conteniendo un sollozo) A mí la vista se me nubló y el cuerpo se me heló masacrándome con un sinfín de sentimientos encontrados... (tragó saliva) Esther se abrazó a Silvia y escondió su cara en su cuello Alex: ¿Y qué hiciste? Alcatraces blancos 165 M: Con una furia que no sabía era capaz de sentir me quité el diamante azul en forma de Alcatraz que ella me regaló en nuestro aniversario y se lo arrojé al piso Alex: ¿Por qué hiciste eso? M: Está con otra (se levantó de su lugar impulsada como un resorte) Se entregó a otra... Ya sé que yo no tengo derecho a reclamarle nada que soy la única culpable de todo lo que está pasando (se giró a verlo) ¿Pero qué quieres que haga? Si ya no me importa nada y a cada segundo que pasa siento que me quemo y me muero por dentro Alex: ¡Maca! M: Ahhhggg la he perdido (lanzó un grito desesperado mientras comenzó a caminar de un lado a otro dejando ver como el dolor la consumía) ¡Que se vaya Alejandro! (empezó a llorar con mayor intensidad) ¡Que se vaya de mi vida para siempre! Su orgullo estaba masacrado los ojos casi se le salían de su órbita y con todas sus fuerzas pateaba todo lo que tenía a su paso. Alejandro estaba desconcertado y no sabía qué hacer ante el ataque inesperado de celos que tenia Maca M: ¡Otra vez me lo hizo! (estaba como desquiciada tenía la cara desencajada el cuerpo mal trecho y el alma desgarrada) Aghhhhhhh (volvió a gritar) No le bastó quedarse embarazada de Hugo si no que ahora va y se acuesta con esta Alex: ¡Maca tú estás mal! (movía la cabeza con incredulidad y absoluta tristeza) Muy mal M: Se entregó a otra... (se dejó caer al suelo y apenas con un ligero sonido de voz murmuro) ¡A otra!... Y yo soy una auténtica gilipollas El tráfico era verdaderamente imposible a esas horas del día. Esther miraba con impaciencia una y otra vez su reloj tenía que hacer pensar en hacer algo rápido si no quería llegar tarde a la audiencia final del divorcio y Maca se marchara sin firmar nada E: Joder Silvia el tráfico está imposible (bufó mirando nuevamente su reloj) y el tiempo que no detiene su marcha Silvia: Tranquila Esther (le contestó con toda calma) ¡ya casi llegamos! E: Es que mira la hora que es (le mostró el reloj y sacó aire por la boca intentado calmarse un poco) y si no llegamos a tiempo la audiencia se suspenderá y yo francamente ya quiero terminar con esto Silvia: ¡Ten seguro que Maca también! E: Yo no estoy tan segura (lévanó los hombros) ¡ya ves la semana pasada no quiso firmar nada! (movió la cabeza) Alegó que todo era demasiado impersonal y que mínimo yo tenía que estar presente en la audiencia para determinar los acuerdos y firmar Silvia: Hasta cierto punto es lógico Esther (levantó las cejas) Ella quiere verte e intenta hablar contigo E: ¿Para qué? (su semblante se endureció y su mirada se tornó fría) ¡Para hacerme más daño del que ya me hizo! Silvia: ¡Ay Esther! E: Pues yo no quiero verla ni hablarle (miró atreves de la ventanilla del auto y se cruzó de brazos) si no fuera porque necesito que firme ya el permiso para llevarme a los niños del país... Te juro que no vendría dejaría todo en manos del los abogados y que firme el maldito divorcio cuando le dé su chingada gana Alcatraces blancos 166 Silvia: Esther date cuenta que Maca está desesperada (movió la cabeza pensando muy bien lo que iba a decir) No solo se trata de disolver el matrimonio si no que también le estás exigiendo que prácticamente que renuncie a sus hijos E: Yo no le estoy exigiendo nada Silvia (se giró hacia ella molesta) Solo le estoy pidiendo permiso para llevármelos. Todo está claramente estipulado en las cláusulas del divorcio ella podrá verlos cuando quiera Silvia: E ir a México dos veces por semana ¿no? E: Bueno ¿Tú de parte de quien estás? Silvia: No (levantó la mano negando) Por ahí no sigas Esther porque sabes perfectamente que no llevas la razón y todo este asunto de los niños y hacerle creer que estás conmigo lo haces simplemente para vengarte de ella E: ¿Pero qué me estás diciendo? Silvia: ¡La verdad Esther! Esther echó para atrás la cabeza claramente sorprendía y Silvia aprovechó que el semáforo cambió su luz a rojo para voltear a verla sus bellos ojos azules brillaron intensamente a causa del dolor que sentía en esos momentos Silvia: Te estoy diciendo la verdad (medio suspiró con fuerza) Conoces perfectamente a Maca y sabes de qué pie cojea. Me di cuenta el día que nos vio salir de la mano del hotel donde asistimos a la conferencia de modelaje alternativo y le diste a entender que tú y yo acabamos de tener movida provocando y haciendo estallar sus enfermizos celos E: ¿Eso piensas? Silvia: Sí (bufó fijando nuevamente su atención al volante) eso pienso E: Mira Silvia si quisiera vengarme de Maca la metería ahora mismo a la cárcel ¿Sabes?... No conforme con los cuernos que me metía y de cómo me trataba abuso de mi confianza y dispuso de mi dinero y del patrimonio de mis hijos por andar calentando nidos ajenos. Mis hijos no merecen esa clase de madre Silvia: ¿Y por eso se los vas a quitar? E: Ya te lo dije yo no se los voy a quitar nada (se cruzó de brazos) podrá verlos cuando quiera... Así como tenía tiempo y audacia para engañarme así mismo que tenga tiempo para ir a ver a sus hijos en donde quiera que estén cuando quiera Silvia: Es de por más tratar de intentar meterte en razón (poniendo en marcha el vehículo al cambio de luz) y lo que más me duele con tu actitud es que no solo le estás haciendo daño a Maca y a tus hijos... Te lo estás haciendo tú misma y de paso me lo estás haciendo a mí E: ¿Perdona? Silvia: Sí Esther... Siento que me estás utilizando para tratar de conseguir tu venganza E: Pero... pero (abría y cerraba la boca) lamento que lo sientas y lo pienses de esa manera (buscaba encontrarse con su mirada) Por que esa no es mi intención (señaló hacia un espacio vacío y miró su reloj) Ahora si no te importa podrías parar ahí Silvia: No dramatices por favor E: Prefiero continuar sola Silvia: No lo dudo (levantó una ceja) pero te prometí que estaría contigo en todo momento. Y eso es lo que pienso hacer E: No es necesario Silvia (hizo el intento de abrir la puerta con el carro en marcha) No quiero dañarte más Silvia: ¡Basta Esther! (deteniendo rápidamente su acción) ¿Estás loca o que te pasa? Esther bajó la cabeza sintiéndose avergonzada y Silvia pasó con dificultad saliva Alcatraces blancos 167 Silvia: Yo te amo Esther tú bien lo sabes pero tú no me amas a mí y así yo no puedo (suspiró con fuerza) No entiendo el amor enfermizo y destructivo que se tienen ambas pero no te engañes Esther hagas lo que hagas nadie que no sea Maca llenara el vacío que ahora mismo tú sientes E: ¡No lo puedo creer! (movió la cabeza y los ojos se le llenaron de lágrimas) ¿Me estás diciendo que olvide y perdone todo lo que me hizo y vuelva con ella? Silvia: No... ¡No te engañes! (negó tranquilamente con la cabeza) te estoy diciendo que nadie es perfecto y que hagas lo que hagas no lo hagas motivada tan solo por la venganza... Date un tiempo para que te tranquilices y sosiegues es coraje que tienes E: Lo único que quiero ya en estos momentos es que esta pesadilla termine de una vez por todas (sacó el aire con fuerza y volteó la cabeza hacia la ventanilla para evitar que Silvia viera correr sus lágrimas) Quiero irme lejos de aquí... Quiero y necesito empezar una nueva vida Silvia: No te preocupes (le palmeó suavemente la pierna tranquilizándola) hoy sin falta se resolverá todo E: Pues mientras no se suspenda nuevamente la audiencia y Maca no salga con otra de sus tonterías Silvia: ¡Esther nada de eso va a pasar te lo aseguro! E: Sinceramente eso espero Silvia: Mira ayer hable con Maca E: ¿Cómo? Silvia: Que ayer hable con Maca E: ¿Y por qué hiciste tú eso? Silvia: Porque me pareció conveniente hacerlo Esther (volteo a verla) me dijo que no te preocuparas que iba a firmar todo lo que pedías y exigías E: Yo no me confío de su palabra (miró su reloj) Tenemos diez minutos de retraso Silvia: ¡Tranquila (estacionando el auto) ya hemos llegado! Sin decir más ambas mujeres bajaron del auto y encaminaron sus pasos hacia la sala donde se llevaría a cabo la audiencia final para el divorcio y las esperaban los abogados. Esther a pesar del coraje que sentía hacia Maca no lograba dejar de sentirse alterada, nerviosa y dolida Al llegar a la sala indicada Esther antes de abrir la puerta del recinto respiró hondo y se tronó los dedos para inmediatamente después entrar a paso firme con la frente levantada. Seguida de cerca por Silvia Jerónimo al percatarse de su presencia de inmediato se puso de pie en su lugar esperando a que llegaran. El juez que llevaría a cabo la audiencia observaba con cautela a amabas mujeres. Esther inconscientemente buscaba en el recito a Maca con la mirada. Extrañada al no verla por ningún lado hizo una mueca desagradable y se acercó hasta un pensativo y pasmado Jerónimo E: ¿Y tu hermana? Jero: ¡No va venir! E: ¿Cómo? (medio levantó la voz enfadada llamando la atención de algunos presentes y susurrándole secamente al oído a Jero) ¿Pero será cabrona tu hermana? ¿Y ahora que pretende? Alcatraces blancos 168 Jero: Tranquila no te alteres (entrecerró los ojos y su tono de voz denotaba profunda tristeza) Todo está arreglado Esther levantó las cejas asombrada sin lograr entender lo que Jero le decía a la vez que buscaba encontrarse con su mirada Jero: Ya firmó todo lo que le pedías (no pudo sostenerla la mirada) Solo falta que el juez te lo haga oficial -: ¿Esther García? E: Soy yo Sin más preámbulos el juez dio inicio a la audiencia de divorcio y en vista de que ya no había nada que deliberar o arreglar entre ellas debido a los documentos firmados por Maca y entregados por Jerónimo en nombre y representación de su hermana. El juez dio por concluida la sesión disolviendo de esa manera la unión de doce años de matrimonio entre Macarena Wilson y Esther García Esther al tener en su poder los documentos entregados por el juez no pudo evitar sentir un fuerte estremecimiento en su cuerpo pese a que se había preparado durante toda la semana para ese momento el vacío que sentía en su corazón y su alma era demasiado fuerte Silvia estuvo a su lado en todo momento no había necesidad de decirle nada. Ella sabía perfectamente y sentía en carne propia el dolor, las dudas y el coraje que sentía Esther Jero: Toma (le extendió un sobre) son los documentos con los permisos que necesitas para llevarte a los niños E: ¿Por qué no vino Maca? Jero: No pudo E: Que patética es... ¡Pero que se puede esperar de alguien como ella la verdad! (abriendo el sobre y revisando la documentación) No vaya ser que sea una más de sus trampas... Y me pida que vaya ante otro Juez y no se presente... Cobarde rastrea que no fuera Jero: Ya vale Esther (la miró enfado de arriba abajo) ya tienes lo que querías ¿no?. No hay necesidad que te sigas ensañando con ella E: Claro ya te salió tu vena Wilson (lo retó con la mirada) y la defiendes a toda costa disculpando y tapando como siempre todos sus errores Silvia: Ya Esther vale (la tomó del brazo con delicadeza) que Jero no tiene la culpa de lo que pasó entre tú y Maca Jero: Déjala Silvia (medio sonrió con tristeza) Si así se siente mejor que me diga lo que quiera E: ¿Dónde se metió tu hermana que no vino a darme la cara? Jero: ¿De verdad lo quieres saber? E: No (negó con la cabeza y levantó una mano) de seguro está con una de sus amantes aprovechando el tiempo (se dio la media vuelta y tomó a Silvia de la mano) Vámonos Silvia no hay nada más que hacer aquí Jero: A Maca la detuvieron esta mañana... (le gritó a sus espaldas) Está en la cárcel por eso no pudo venir... ¡Alégrese señora García! Alcatraces blancos 169 Las palabras de Jerónimo retumbaron secamente una y otra vez en sus oídos dejándolo paralizada al momento. Su corazón palpitó fuertemente con violencia haciéndole sentir un agudo dolor en el pecho al grado que la hizo llevarse la mano al corazón y doblarse ligeramente, tenía la boca seca, el cuerpo helado y sus ojos súbitamente se llenaron de lágrimas. Era más que evidente que esperaba oír cualquier cosa en relación a Maca menos eso Silvia instintivamente la sostuvo en su peso haciendo que recargara en ella para no dejarla caer. Jerónimo tenía las mandíbulas apretadas y su rostro se tornaba serio y rígido mientras la observaba receloso en espera de cualquier reacción de Esther Esther intentó jalar un poco de aire para tratar de reponerse un poco de la impresión de la noticia y la afirmación de Jero. Con aflicción apuñó los puños de sus manos a la vez que se giraba lentamente hacia su cuñado buscando encontrarse de lleno con su mirada. Jerónimo aun con el enfado reflejado en sus ojos se la sostuvo de manera altiva y desafiante dispuesto a defender y dar la cara por su hermana en todo momento Jero: ¡Ahora que ya lo sabes y tienes lo que querías! (la miró de arriba abajo) Ve a darle la estocada final... Haz efectiva tus amenazas de demanda y regocíjate de su desgracia... ¡Anda ve! ¡Aprovecha el momento para terminar de destruirla! E: ¿Tú de verdad piensas que quiero destruirla y me alegra enterarme de eso? (la barbilla le empezó a temblar debido al intento que hacía por no llorar y contener la rabia que las afirmaciones de Jero le producían) ¿Qué clase de persona crees que soy para sentir felicidad por que la madre de mis hijos está en la cárcel? Jero:... E: ¡Contéstame Jero! Silvia: Esther tranquilízate E: No Silvia (alzó las voz y buscándola afanosamente) ¡Como quieres que me tranquilice al saber lo que acabo de saber! ¿Eh? (señalando con la mano a Jerónimo) Mi mejor amigo conociéndome como me conoce se atreve a afirmar lo que siento y quiero y me juzga sin más Jero: Yo no te juzgo Esther (levantó los hombros) simplemente digo lo que me parece obvio E: ¿Lo que te parece obvio? (movió la cabeza y levantó los brazo incrédula) Pues así como te parece obvio que me voy aprovechar y me alegro por la situación de Maca así también debió parecerte obvio decirme que tu hermana se acostaba con cuanta escoba con patas se le cruzaba en el camino ¿No? Jero: ¡No me correspondía a mí! E: ¡No te correspondía a ti! (repitió con demasiada ironía mientras parecía que los ojos casi se le salían de las orbitas) ¿Pero tú de qué vas tío? Si eras mi amigo joder... Mi mejor amigo Silvia: Esther por favor Jero no está pasando por un buen momento E: Y yo sí ¿eh? (levantando los brazos con desesperación) Yo sí lo estoy pasando ¿verdad? Silvia: Tampoco Esther pero no está de ahí y desde hacer rato estás desquitando tu rabia y frustración con Jero cuando la única responsable de todo no está presente E: ¡Joder contigo Silvia! Silvia: ¡Estás muy enojada y alterada y eso no nos llevara a nada bueno! E: ¡Claro que lo estoy! (reconoció categóricamente) ¿Cómo no lo voy a estar? (miró de frente a Jerónimo quien la observaba callado con el ceño fruncido y los labios Alcatraces blancos 170 apretados) Se suponía que era mi mejor amigo y nunca me dijiste nada de lo que hacía Maca a mis espaldas y bien que le sabías todo Jero: Te equivocas Esther yo no lo sabía todo (saco aire con cansancio) y aunque así hubiera sido te repito no me correspondía a mi decírtelo (bajó la cabeza con tribulación y tristeza) Maca es mi hermana y tú mi mejor amiga estaba entre la espada y la pared aun así muchas veces intenté que vieras algo más allá que tus narices te sugerí que te reintegraras a la vida productiva, que recuperaras tu independencia, que no te dejaras subyugar a sus antojos y caprichos pero tú no lo hacías (suspiró pausadamente) Todo le permitías, todo se lo disculpabas, todo le aguantabas y en todo caso Esther quien debió darse cuenta de lo que hacía Maca eras tú... Al fin y al cabo quien dormía con ella eras Tú Esther sintió como si Jerónimo le echara súbitamente un balde de agua fría en pleno rostro, su respiración se detuvo un momento, fijo su vista en él sin atreverse a rebatirlo. Aun así su subconsciente se negaba aceptar del todo la verdad que su cuerpo, su corazón y su alma le gritaban desde hace semanas antes de que Jerónimo se lo echara en cara E: Pero... pero (logró apenas murmurar a sabiendas de antemano la respuesta) ¿Qué has dicho? Jero: Que es muy fácil encontrar culpables cuando algo nos duele y no somos capaces de reconocer y aceptar nuestras propias culpas y errores Ambos se quedaron viéndose fijamente a los ojos durante algunos segundos, en sus miradas ya no había coraje, ni reproches solo se apreciaba su confusión y tristeza. No hubo necesidad de decir más y sus cuerpos se buscaron para fundirse en un largo y fuerte abrazo fraternal. Tan sentido y tan necesitado E: Yo... (pasó saliva y dejó que sus lágrimas fluyeran) Yo siento tanto haberte tratado así Jero: Shissss No digas más (la abrazó con mayor fuerza) Para eso estamos los mejores amigos ¿No? E: Y los cuñados Jero: Por partida doble Silvia medio sonrió enternecida por el momento y no queriendo interrumpir el momento discretamente se retiró a sabiendas que ambos amigos y cuñados necesitaban seguir hablando de sus cosas y de lo que harían para ayudar a liberar a Maca E: ¿Qué dicen los abogados? Jero: Que es cuestión de tiempo para que se aclare y se resuelva todo E: Tiempo (levantó las cejas) ¿Pero de qué tiempo estamos hablando? Jero: De tres a cinco meses más o menos E: No (empezó a caminaba nerviosa de un lado a otro) No Jero (negó rotundamente con la cabeza) Maca no puede estar tanto tiempo recluida en una cárcel... Vamos es más no puede estar ni un minuto más ahí. ¡Tiene que haber otra alternativa que esperar a que se aclare todo! Jero: Sí la hay Esther (suspiró con fuerza ante el asombro total de Esther) Tengo que pagar la fianza que fijaron E: ¿Y entonces a que estás esperando? Alcatraces blancos 171 Jero: No tengo dinero (tragó saliva) con lo poco que tenía he cubierto a duras penas los honorarios de los abogados para seguir el caso. Las cuentas bancarias siguen congeladas y los bienes están embargados... No tengo dinero para cubrir la fianza E: Yo tengo algo ahorrado... ¿De cuánto es la fianza? Jero: De ochocientos mil euros E: ¡Que!... Joder (frustrada se paso la mano por la frente y busco un lugar donde sentarse) No tengo ni la décima parte. ¿Y ahora que vamos hacer? Jero: ¡Esperar! E: No esa no es una alternativa (lo miró fijamente) ¡Voy a conseguir ese dinero Jero! Jero: ¿Pero con quien Esther? (se puso en cuclillas para quedar a su altura) Yo ya lo intenté con nuestros conocidos y todos me han dado la espalda E: Con Silvia (entrecerró levemente los ojos) ¡Se lo voy a pedir a Silvia! Jero: ¿Y crees que ella querrá prestarte esa cantidad? E: No lo sé (levantó las cejas a la vez que se levantaba de su lugar dispuesta a marcharse) pero si no le pregunto menos lo sabré Jero: ¿A dónde vas? E: A buscar a Silvia para conseguir ese dinero (le palmeó ligeramente la espalda) y tú vete hablar con los abogados que vayan preparando todo para cubrir la fianza y liberar a Maca Jero: Gracias Esther E: Dáselas a tus sobrinos... Independientemente de todo lo que me ha hecho Maca y del coraje y rencor que siento hacia ella. Mis hijos nunca me perdonarían si no hago nada por sacarla de ahí Jero: ¿Y tú crees que con el tiempo tú y ella logre...? E: No (lo interrumpió abruptamente) Y díselo también a ella no vaya ser que después piense que todo está olvidado y perdonado y me busque. Déjale claro que todo lo que hubo entre nosotras se acabó y no hay vuelta atrás que le deseo lo mejor y que rehaga su vida como yo haré la mía y que si ella bien lo quiere puede tener a los niños durante las vacaciones Jero suspiró y asistió resignado con un ligero movimiento de cabeza para inmediatamente después salir a toda marcha en busca de los abogados. Esther por su parte fue a tomar un poco de agua y se sentó un rato tratando de poner un poco de orden a sus pensamientos y sentimientos para después salir con toda determinación en busca de Silvia Silvia que ya había visto salir a Jero a toda prisa dudo un momento en si ir o no a buscar a Esther. Finalmente decidió darle su tiempo y espacio y se dispuso a esperarla pacientemente mientras entablaba una amena conversación con una bella chica pelirroja que estaba a su lado y la cual ya tenía rato lanzándole miradas indiscretas Silvia: Yo a ti te conozco (le dijo para romper el hilo) Sí que te conozco -: ¿Ah sí? (levantó la ceja con marcada gracia y coquetería logrando robarle una bella sonrisa a Silvia) ¿Y se puede saber de dónde? Silvia: Humm (suspiró levemente mientras la bella mujer le clavaba fijamente su hermosa mirada verde en sus bellos ojos azules) Te he visto en alguna revista... ¡Eres modelo! -: Ja,ja,ja (soltó de improvisto la carcajada dejando a Silvia muy sorprendida y logrando que súbitamente los colores se le subieran al rostro y se sintiera avergonzado) perdona, perdona (decía sin dejar de reír) No era mi intención avergonzarte... Pero no (levantó Alcatraces blancos 172 nuevamente las cejas) No soy modelo y no me has visto en ninguna revista porque nunca he salido en una... Sin embargo yo sí se quién eres tú (le sonrió ampliamente segura de lo que decía) Silvia Ortiz... Tú sí que sales en las revistas y no solo de moda... ¡Los cotilleos están a la orden del día! Silvia: Ahhh (abrió los ojos gratamente sorprendía) ¡Me has pillado! ¿Y tú te dedicas a...? -: Soy abogada (le guiñó el ojo) Y de las buenas Silvia: Se nota (francamente divertida siguiéndole el juego) ¡Y tú no te cortas nada! -: No (sonrió y se mordió el labio) y menos cuando algo me gusta Silvia: Aghh (empezó a reírse sintiéndose alagada) ¿Y se supone que yo te gusto? -: Humm puede ser Esther salió a buscarla justo en ese momento y no tardó mucho en localizarla. Silvia estaba de espaldas a ella riendo amenamente y al parecer muy entretenida platicando con una bella y desconocida chica. Esther se sintió algo extraña y sorprendida cuando sintió en su estómago un leve pinchazo que hizo se le removiera algo por dentro. Sin detenerse a pensar en lo que sentía con seguridad se acercó hasta ellas y le susurró suavemente al oído a Silvia E: ¡Hola! Silvia: Hola (le contestó algo sobresaltada a la vez que los colores se le volvían a subir a rostro) No te vi venir E: Ya me di cuenta (con cariño le frotó ligeramente el brazo y levantó las cejas viendo disimuladamente a su acompañante) No nos presentas Silvia: Por supuesto ella es (de pronto se dio cuenta que no sabía cómo se llamaba la chica) es... -: Maribel Jiménez (intervino rescatándola con una sonrisa divertida) abogada E: Mucho gusto (le dio dos besos a modo de saludo) Yo soy Esther García la amiga de Silvia Maribel: El gusto es mío Esther (sonrió y sacó una tarjeta personal y se la extendió a Silvia) tengo que irme (señaló hacia una sala) el trabajo me llama (miró a Silvia sin rodeos) espero tu llamada Silvia: Eh (abrió los ojos y miró de reojo a una seria Esther) Sí... si yo te llamo en estos días La pelirroja no esperó más y rápidamente se despidió de ellas no sin antes darle un ligero beso a Silvia en la mejilla casi en la comisura de sus labios. Silvia no pudo evitar volver a sonrojarse y Esther frunció el ceño ante su reacción y no perdió de vista a la mujer E: ¿Y eso? (refiriéndose a la actitud de la mujer) ¿De qué va? Silvia: No tengo idea E: ¿Ah no? (se cruzó de brazos sintiéndose francamente molesta) si a eso no se le llama coquetear con descaro contigo... No sé yo como se le llame ahora Silvia: Esther cualquiera diría que estás celosa (levantó los hombros y sin proponérselo sonrió gustosa por la idea) si no supiera lo que sientes por Maca te lo crearía todito E: ¡Tú que sabes lo que siento por ella! Silvia: No juegues conmigo Esther que por mucho que te quiera no te lo voy a permitir E: ¿Y quién te dijo a ti que yo estoy jugando? Alcatraces blancos 173 Silvia: Esther (negó con la cabeza sonriendo con cierta ironía) hace un momento le dijiste a Maribel que solo éramos amigas E: Sí ¿Y qué? Silvia: ¡Como y que Esther! E: Le dije que éramos amigas porque es la verdad (suspiró levemente) Tú no quieres empezar nada conmigo pero que tal con ella ¡Eh!... ¿La vas a llamar? Silvia: No lo sé E: ¡No lo sabes! (abrió la boca a más no poder) Silvia: Esther déjalo ¿quieres? (levantó las cejas) mejor dime ¿Todo bien con Jero? E: ¿Por qué te saliste? Silvia: Porque creí que necesitaban hablar a solas y aclarar muchas cosas. Y por la expresión de tu cara supongo que no fue nada fácil E: No, (negó con un movimiento de cabeza) no lo fue... Silvia: ¿Y? E: ¡Que Maca está detenida por lavado de dinero y hasta que no se demuestre plenamente su inocencia no podrá salir de la cárcel a menos que se pague la fianza impuesta por el Juez! (a pesar que intentaba ocultarlo su tono de voz apagado denotaba su profunda tristeza) Y Jero no tiene dinero para cubrirla y yo no cuento ni con la décima parte del monto Silvia: ¿Y de cuánto es la fianza? E: ¡De ochocientos mil euros! (suspiró afligida) Silvia: ¡Joder! (exclamó sin pensarlo) ¿Pues a quien mató? E: Lo sé ¡Es mucho dinero! (la miró con suplica y pena en los ojos) aun así yo haría cualquier cosa por conseguirlo Silvia: ¿Tanto cómo qué Esther? E: ¡Casarme contigo (le soltó sin más) amarte y respetarte por el resto de mi vida! Silvia: ¡Tú estás locas! (empezó a reírse divertida pensando que era una broma) ¡Rematadamente loca! (Esther bajó la mirada y Silvia se sobresaltó) ¿Estás de coña? ¿No? E: Te lo estoy proponiendo en serio (la miró fijamente con la seriedad reflejada en sus ojos sin dejar lugar a dudas que no era una broma) Tú eres la única persona que conozco que puede prestarme esa cantidad de dinero. Yo sé que tú me amas y harías cualquier cosa por mí y sería justo que yo te pagara de alguna forma tu ayuda Silvia respiró hondo, súbitamente sintiendo a la vez como la sangre se le helaba en el cuerpo y dejaba de circularle a medida que su sorpresa inicial cambia de golpe por un creciente malestar y enfado. Los ojos se le crisparon tomando un profundo tono azul, no podía dar crédito a lo escuchado de boca de Esther. Era verdad que la amaba y que haría cualquier cosa por ella pero no estaba dispuesta hacer de su títere, mucho menos a comprar su amor Silvia: Como tu harías cualquier cosa por ella... ¡Hasta venderte! ¿Verdad? E: No es eso Silvia: ¿Ah no? (la encaró directamente con la mirada fría) ¿Entonces cómo le llamas a eso?... Joder (decía fuera de sí) ¡Que tonta soy! Debí darme cuenta que el pequeño numerito de celos que me hiciste hace rato no era más que una treta de tu parte para traerme hasta este punto y alisar el terreno (los ojos se le llenaron de lágrimas producto de la desilusión) Y yo que pensé que... E: No (murmuró con la voz quebrada ante su enfado) no es así... Yo no (no pudo contener más sus las lágrimas) Silvia yo no quise hacerte daño ni plantearlo de esta Alcatraces blancos 174 manera (bajó la mirada avergonzada) siento mucho lo que te propuse... Olvídalo por favor Silvia se le quedó viendo un momento Esther no pudo sostenerla la mirada y ante el estupor de Silvia. Esther echó a correr llorando. Silvia no tardó nada en reaccionar y salió tras de ella dándole alcance a los pocos metros sujetándola del brazo E: Quiero irme a mi casa por favor Silvia: Lo sé (le levantó con cuidado la cara para que la viera) Te voy a prestar el dinero que necesitas E: ¡Te lo devolveré con intereses! Silvia: ¿Casándote conmigo? (levantó las cejas claramente bromando con ella) ¡Ahora eres libre te acaban de dar el divorcio! E: Si tú así lo quieres Silvia: No (le medio sonrió) así no quiero nada (suspiró y la miró fijamente) Pero ahí estaré esperando el tiempo que sea necesario para que realmente te enamores de mí E: Gracias Silvia (se abrazó con fuerza a ella) gracias por ser tan bella No fue nada fácil reunir tal cantidad de dinero de un día a otro. Silvia tuvo que hacer gestiones y alguna que otra promesa con tal de liberar sus cuentas y disponer de semejante cantidad de dinero. Finalmente una semana después Silvia pudo poner en las manos de Esther el cheque que avalaba dicha cantidad y posteriormente ella lo pondría en manos de Jerónimo Era su noveno día en aquella celda fría y humedad, sin embargo pese a la angustia, la desesperación y miedo que sentía de estar en un lugar así. Maca mantenía la esperanza que Jerónimo consiguiera el dinero para la fianza como ya le había dicho en días pasados M: Yo sé que no me vas a fallar. (Entrecerró los ojos y repitió para ella) Tú no me vas a fallar Solo que su hermano no le contó que realmente la que estaba consiguiendo el dinero era Esther. No quería que su hermanan se cerrara en banda y no aceptara su ayuda ya que desde el día que fue la audiencia final del divorcio Maca se negó rotundamente hablar del asunto y en si en hablar de todo en lo que a cuanto Esther se refería Sus días y sus noches en esa celda eran terriblemente agotadores y abrumadores y por más que intentaba matar el tiempo con algo de lectura esta no era suficiente para ahogar sus remordimientos y acallar su conciencia. Su memoria le jugaba malas pasadas trayendo a su mente imágenes y recuerdos nítidos de Esther. Lo que hacía aun más duro su estancia en esas cuatro paredes Un ligero reflejo del luz solar al filtrarse por su celda iluminó su rostro tenía los ojos sumidos, las tez demacrada, los labios resecos y los manos le temblaban sin control debido al cansancio, la falta de alimento y las noches interminables en vela M: Que pesado este silencio y que terrible es mi soledad (los ojos se le llenaron repentinamente de lágrimas al venírsele de pronto a sus recuerdos las imágenes de Alcatraces blancos 175 Esther saliendo de un hotel primero de la mano de Hugo después de la mano de Silvia) ¿Por qué Esther? (pasó con dificultad saliva y su barbilla empezó a temblarle) ¿Por qué me has fallado? Para ser verdad Maca se sentía profundamente herida y traicionada por la que fuese su mujer y a raíz del último ataque de celos que tuvo en presencia de su amigo Alejandro se propuso determinadamente a que nunca más volvería a permitirse tener esa clase de celos y pese a que amaba a Esther con todas las fuerzas de su alma por salud mental y por el bien de amabas le daría su libertad e intentaría sacarla para siempre de su vida... Tal como debió haberla sacado desde un principio aquella tarde cuando le confesó que estaba embarazada de Hugo M: Tengo que olvidar (se limpió las lágrimas y frotó con sus dedos las sienes) Tengo que olvidarte Esos nueve días encerrada en la soledad de sus recuerdos y pensamientos le fueron bastante para reprocharse, recriminarse e intentar exonerar de alguna manera sus culpas... Ella sabía y era consciente de todo el daño que había hecho con sus acciones pero no podía pasarse la vida llorando y lamentándose por eso. Lo hecho, hecho estaba y lo único que deseaba ya ahora era que Esther fuera feliz y que al lado de Silvia encontrara la paz y la tranquilidad que a su lado no tuvo Ahora se daba cuenta todo el daño que se había hecho y le había hecho a Esther al hacer como que no había pasado nada con Hugo y pretender haberla perdonado y superado su desliz... Muchas veces se había repetido y tratado de convencerse que el amor lo podía todo pero a quien quería engañar si desde un principio su amor no fue suficiente para confiar plenamente en ella y le hizo la vida prácticamente imposible por sus celos, enfermizos, por su egoísmo, y por su constante miedo a perderla M: Ojala algún día tú si logres perdonarme de verdad (lanzó un triste sollozo) Te amo Esther... te amo Sus meditaciones y reflexiones fueron interrumpías abruptamente al abrirse de pronto su celda. Maca abrió los ojos y se encontró de lleno con la radiante sonrisa de Jero el cual corrió de inmediato a su lado la levantó en vilo en brazos y comenzó a dar de giros con ella Jero: Estás libre Maca M: ¿Cómo? Jero: ¡Que estás libre hermanita! (le dio un sonoro beso en la mejilla) ¡Estás libre!. Y he venido por ti para llevarte a casa conmigo M: ¿A tu casa? Jero: ¡Claro! ¿A dónde más? M: No Jero yo no podría irme contigo a tu casa Jero: Maca no empieces ambos sabemos que por el momento no puedes volver a tu casa M: Lo sé (dijo con un deje de tristeza) ni siquiera mi casa se pudo salvar del embargo Jero: No pienses más en eso ya verás que muy pronto recuperaremos todo lo que nos pertenece. Los abogados dicen que solo es cuestión de dos o tres semanas más para las deliberaciones finales (pasó su brazo por el hombro de su hermana) Ahora lo importante Alcatraces blancos 176 es que tú estás en libertad y que juntos trabajaremos muy duro para salir lo más pronto posible de esta M: Aun así Jero no quiero irme a tu casa Jero: ¿Pero por qué no Maca? (la miró fijamente) ¿Es por Iliana? ¡Te ha dicho o hecho algo! M: No, no Jero (se apresuró a decir) como crees... no es nada de eso Jero: ¿Entonces? M: Es solo que... (dudó un momento si decirlo o no finalmente agregó) No deja de ser hermana de... Bueno tú ya sabes que su familia nunca me ha visto con buenos ojos y francamente no quiero incomodar a nadie además que ustedes tienen poco de estar juntos y yo no quiero llegar interrumpir su tranquilidad ni ser una carga para nadie Jero: Maca no digas tonterías ¿quieres? Es más te lo voy a decir para que te tranquilices y no veas cosas donde no las hay. Iliana y yo hemos platicado mucho de todo esto que ha pasado. Ella lo entiende muy bien y ha sido un gran apoyo para mi durante toda esta pesadilla además de que tenemos un pacto muy sólido entre nosotros (levantó con gracia las cejas) Pase lo que pase entre tú y Esther no nos afectará en nuestra relación como pareja M: Y hacen bien Jero: Y no me lo tomes a mal pero este lugar apesta y no me gusta (la tomó por los hombros para hacer que caminara rápido) Así que ya vamos de aquí que tus hijos te están esperando en casa M: ¡Mis hijos! (detuvo sus pasos en seco y se giró alarmada a ver a su hermano) No Jero. No Jero: ¿Qué pasa Maca? (la miró extrañado) ¿Acaso no te hace ilusión ver a tus hijos? M: No es eso Jero (sus ojos denotaron profunda tristeza y preocupación) yo me muero por verlos, por tenerlos, entre mis brazos, por decirles todo lo que les amo y me han hecho falta todo este tiempo... (su mirada se clavó unos segundos en sus manos delgadas y temblorosas. Y sin poderse contener sus lágrimas empezaron a resbalar pausadamente por sus mejillas) Mis hijos no me pueden ver en este estado. No así Jero (levantó su rostro hacia él y a pesar de sus lágrimas su ojos reflejaban su pena, su dolor y su suplica) Mírame Jero... En estos momentos soy una mujer abatida, derrumbada y fracasada (soltó un agudo sollozo) Y esta no es la imagen que quiero que mis hijos tengan de mí. ¿Lo entiendes? ¿Verdad hermano? Jero: Sí lo entiendo Jero sin poderse contener sus impulsos la estrechó con fuerza entre sus brazos y le acarició con ternura la cabeza. Maca se aferraba con todas su fuerzas hacia él y Jero sentía como crecía más el nudo que tenía en la garganta y como su alma se partía en pedazos de verla así Jero: Claro que te entiendo Maca (suspiraba con fuerza) pero déjame decirte que no eres nada de lo que has dicho antes. Es cierto que estás pasando por un muy mal momento y que nada será fácil pero no te puedes dejar derrumbar. Vamos a salir de esta Maca... ¿Me escuchas? ¡Vamos a salir! El olor a café recién hecho llegó hasta ella despertándola y llenando sus sentidos. A dos semanas de haber salido de la cárcel y después de haber arreglado varios asuntos importantes de su empresa por fin logró recuperar algunos bienes incluida su casa y sus Alcatraces blancos 177 pesadillas se habían ido casi por completo por lo que Maca pudo pasar muy buena noche y dormir más de ocho horas de un tirón Llena de nuevos bríos se bañó, se arregló y se perfumó. Bien podría ser una mañana como cualquier otra pero no para ella. Esa mañana en particular era muy especial e importante ya que después de poco más de tres meses sin ver a sus hijos al fin podría estar con ellos unas cuantas horas ¿Y por qué no? De paso ver a Esther aunque fuera tan solo un momento en lo que le entregara a los niños y esa sola idea la hacía sentirse muy optimista e ilusionada y la frescura que irradiaban sus ojos y su rostro esa mañana así lo demostraba Impaciente por tenerlos ya entre sus brazos no esperó que Iliana su cuñada le llamara por teléfono para avisarle a qué hora podía ir a la casa de su suegra a recogerlos. Así que sin esperar a más se fue y se estacionó en la acera de enfrente a unos cuantos metros de distancia de la casa de Encarna en espera de verlos llegar y no perder más tiempo Tenía más de media hora pacientemente montando guardia cuando vio que la camioneta de Esther se estacionaba justo enfrente de la puerta de la casa tapándole toda la visibilidad. El corazón le empezó a palpitar fuertemente, la boca se le resecó, las manos le sudaban y le temblaban debido a los nervios y la ansiedad por verlos M: Ya están aquí (murmuró contenta para sí) Por fin llegaron Trascurrieron unos cuantos segundos que a ella le parecieron ser eternos cuando por fin la vio descender del vehículo. Y Maca no pudo evitar sentir mariposas revoloteando en su estómago y mucho menos pudo disimular su enorme felicidad al verla. Esther estaba tan bella, tan radiante, tan jovial y tenía en sus labios esa bella sonrisa tan suya que tenía el poder de hipnotizar a cualquiera. Y ella no era la excepción. El tiempo de pronto pareció que detenía su marcha para que Maca pudiera llena nuevamente sus sentidos de ella M: Ay Dios (suspiró levemente) ¡Que hermosa está! De improvisto Esther sintió a sus espaldas el peso de una penetrante mirada conocida. Súbitamente se giró encontrándose de lleno con el inmenso brillo se sus ojos marrones y una mueca de media sonrisa en los labios Esther involuntariamente se sobresaltó al verla el corazón le palpitó agitadamente y la sonrisa se le congeló en sus labios. Maca estaba mucho más delgada de lo que la recordaba, el color de su piel era pálido y su rostro a pesar de esa media sonrisa se le veía demacrado. Sin duda su aspecto en general mostraba las huelas del dolor que estaba viviendo Esther de hecho no la esperaba mucho menos imaginaba siquiera que ya pudiera estar ahí esperando. De haberlo sabido no hubiera ido ella a llevar a los niños tan solo los hubiera mandado con Silvia Maca sintió que se le acalambraba el cuerpo al percatares de la reacción de Esther aun así se apresuró a atravesar la calle para llegar hasta ella. Esther frunció el ceño, levantó Alcatraces blancos 178 la mano haciéndole un ademán indicándole que parara e inmediatamente le dio la espalda M: Hola Esther E:... Esther rápidamente tomó a Pablo entre sus brazos. El niño al verla lanzó un grito emocionado y se remolinaba en el cuerpo de Esther a la vez que le estiraba sus bracitos para que lo tomara. Esther se lo dio Pablo: Ma... Ma (con ilusión abrió sus grandes ojos, se abrazó con fuerza a su cuello y le daba de besos en la cara) Ma te quero, te quero mucho... mucho M: ¿Esther? E:... Osman: Mama (se unió a la alegría y los gritos eufóricos de su hermano a la vez que de un salto salía de la camioneta y se abraza también a ella) Mamita por fin regresaste por nosotros... Mamita, mamita te quiero mucho M: Mis dos pequeños amores (las lágrimas se asomaron a su ojos y la voz se le quebraba de la emoción) ¡Cuanta falta me han hecho! Osman: ¡Mira mamita! (señaló hacia la camioneta un ramo de Alcatraces blancos) ¡Son para ti! M: ¡Para mí! Pablo: Sí Osman: ¡Mi mami dice que son tus flores preferidas! Maca abrió los ojos con evidente sorpresa e ilusión. Y su corazón dio un fuerte sobresalto de la emoción. Y le fue imposible no hacerse ilusiones, ni abrigar una esperanza hacia lo que ella pensaba que ese acto representaba M: Sí... Son nuestras preferidas (logró apenas musitar) Son muy hermosas gracias. (pasó con dificulta saliva y dirigiéndose hacia ella) Muchas gracias Esther E:... Osman: ¿Ya no estás malita? (la miraba fijamente) ¿Ya no te vas a ir? Maca se agachó hasta quedar a la altura de su hijo y le dio un beso a la vez que le acariciaba con infinita ternura y devoción su cabecita M: ¡No mi amor ya no estoy malita! Osman: ¿Y ya podemos volver a casa? Pablo: Siiii (lanzo una carcajada) Casha volver. Sí M: Mi amor Maca pasó con dificultad saliva y le dio otro beso. Lanzó un hondo suspiro y se levantó buscando la mirada de Esther pero solo se encontró con su rechazo cuando esta le volteó la cara. Lo que le provocó un pinchazo en su alma M: Te quiero mucho mi amor... Nunca lo olvides Osman: Yo también te quiero (se abrazó con fuerza a ella) mucho... mucho mami Pablo: Mía (reñía con su hermano para que se quitara) mía Alcatraces blancos 179 Maca soltó una carcajada y los tranquilizo dándoles de besos. Esther sacó de la camioneta el ramo de Alcatraces y los puso sobre el techo del vehículo e inmediatamente la cerró y se dispuso a marcharse. Maca sin medir sus impulsos rápidamente la detuvo sujetándola con suavidad de un brazo. Al contacto ambas sintieron como una fuerte corriente eléctrica les atravesaba el cuerpo, haciéndolas estremecerse M: ¡Esther! E:... Esther con fuerza apretó los labios y liberó su brazo de inmediato... Odiaba sentir lo que sentía, y le daba rabia infinita que pese a lo vivido a su lado su corazón palpitara como desbocado, y su cuerpo y su alma reaccionara de tal manera solo con ella. Maca al percatarse de ello su alma se abrió de nuevo a la esperanza y dejando a un lado todas sus promesas de olvidarla se animó y decidió ir de frente a por ella M: ¿Esther? E:... Esther empezó a respirar con cierta dificultad, tenía el semblante del rostro duro, áspero y su mirada proyectaba el enfado y el desconcierto que le causó sentir su contacto M: ¡Por favor Esther! E:... M: Esther (volvió a insistir) Déjame hablar un momento contigo. Yo sé que me equivoqué, que te he hecho mucho daño, que no te merecía, que soy la única culpable y responsable de lo que nos tienen así. Pero te amo y sé que tú también me amas (Esther le dio la espalda) Siempre te he amado ahora sé y siento que es de otra manera que tengo la madurez para afrontar todo lo que venga... Dame la oportunidad de arreglarlo de demostrarte todo lo que hay en mí y tengo para... (calló súbitamente al darse cuenta que Esther no le hacía ni el menor caso) Solo quiero que sepas que te amo y que pase lo que pase te voy a esperar Esther abrió la boca y a punto estuvo de girarse para decirle algo cuando Encarna salió a su encuentro. Miró de arriba abajo a Maca y con cara de pocos amigos lanzó un gruñido dejándole de manifiesto lo indeseable que le parecía su presencia En: ¡Ya está aquí! (dirigiéndose a su hija) ¿Te está molestando? E: ¡Mama por favor!... (entrecerró los ojos con cansancio y finalmente agregó) ¡Hazte cargo de ella! Maca hizo el intento de volverla a sujetar del brazo para detenerla pero Encarna se lo impidió metiéndose en su camino En: ¡Déjala en paz! (la retaba con la mirada) ¿Aun no tienes suficiente con todo el daño que le has hecho? Maca ignoró olímpicamente a su suegra y como pudo la esquivó dándole a los niños mientras veía con desesperación como Esther se marchaba Alcatraces blancos 180 M: Esther espera (murmuró casi en un suspiro ahogado) Por favor mi amor espera Instintivamente Esther se detuvo un momento. Lo que Maca aprovechó para acercarse nuevamente a ella M: Te quiero Esther por un instante sintió que sus fuerzas empezaban a flaquear pero solo bastó que entrecerrar levemente los ojos para que las imágenes vistas en el video le cachetearan el alma. Se llevó la mano a la boca para ahogar un sollozo y como pudo se echó a correr metiéndose en su casa. Mientras Maca le gritaba M: No voy a renunciar a ti y si tengo que esperar toda una vida te esperaré (jaló aire con todas sus fuerzas y le volvió a gritar) A tantos sueños compartidos no renunciaré La noche caía en Madrid envolviéndola poco a poco en su suave manto negro. Y mientras Maca trataba de aprovechar al máximo cada segundo que pasaba al lado de sus hijos en aquel parque de diversiones a donde los había llevado. En la casa de su suegra una impaciente Esther caminaba de un lado a otro de salón sin poder ocultar su nerviosismo y su preocupación En: Esther ve a tomarte un té de tila y de paso invítale algo a Silvita que la tienes muy olvidada el día de hoy Esther frunció el ceño y volteó a ver a su madre con algo de molestia sin embargo Encarna ni se inmutó y siguió tranquilamente tejiendo en su lugar. Mientras Silvia intentaba concentrarse en un programa de televisión sin querer prestar demasiada atención a la intranquilidad de Esther que lo único que estaba logrando con su actitud era ponerla también nerviosa. Y al percatarse de la tensión que empezaba a nacer entre madre e hija decidió intervenir para intentar suavizarla un poquito Silvia: Yo se lo agradezco mucho Encarna pero yo estoy muy bien así ¡eh! (volteó a ver a Esther y el guiñó el ojo) Por mí no te preocupes En: Pues deberías Esther (sentenció su madre como si nada y sin levantar la vista de su tejido) Todo cansa y por mucho que esta niña te pueda a aguantar si no la cuidas terminarás perdiéndola... Así que deja de hacerle al tonto y atiende lo tuyo que Silvita no tiene que pagar por culpa de Maca tu descortesía E: ¡Mama por favor! Esta vez Esther volteó a ver a su madre con mayor enfado y Silvia medio suspiró llevándose disimuladamente una mano a su nariz para disimular su sorpresa En: ¿Qué? E: ¡No entiendes nada! (se cruzó de brazos) Nada En: ¿Según tú que debo entender? E: ¡Olvídalo! En: Claro (medios sonrió irónica) ¡Es mucho más sencillo salirse por la tangente! ¿No? Alcatraces blancos 181 E: Aghhh (negó con la cabeza) ¿Ya vistes la hora que es? (se detuvo un momento al lado de la mecedora de su madre y le mostró el reloj) ¿Estás segura que le dijiste que a las ocho los querías de regreso? En: A las nueve Esther (dejó de tejer un momento para voltear a ver a su hija) le dije que a las nueve los quería aquí. ¡Y todavía falta media hora! E: ¡Pero si te dije que a las ocho mama! En: Esther esa mujer no conoce horarios ni respeta reglas (levantó los hombros de manera cansina) Así que lo mismo daba la hora que le digiera. Total los va a traer cuando le dé la gana (queriendo restarle importancia al tema palmeó el sillón indicándole que se sentara) Anda mejor siéntate un momento al lado de Silvita y deja de hacer zanja en la sala E: ¡No puedo contigo mama! (levantó las manos desesperada y dejando ya claramente su enfado por todo aquel asunto le soltó) ¡Y si te digo que a las ocho es a las ocho! En: Pues mira Esther para la otra te arreglas tú con ella... ¡Y ya está eh! Sin darle más opción a Esther y dejando también mostrar su enfado Encarna se levantó de su cómoda mecedora recogió su tejido y salió del salón dejándola boca abierta y sin reacción En: ¡Eso me pasa por meterme a donde no me llaman! E: Ves lo que me hizo Silvia (se puso las manos en la cintura) ¡Ten madre para esto! Silvia: Tú te lo has ganado con creces (dejó el control remoto del televisor a un lado y levantó las cejas) tienes toda la tarde dándole la lata con lo mismo... Que si le dijiste esto... Que si le dijiste lo otro... Enfadas cariño enfadas E: ¿Ah sí? (cruzándose de brazos sintiéndose francamente agredida) ¡Si tanto te enfado yo no sé qué esperas de mi! ¿La verdad? Silvia: ¡A no Esther! (se levantó de su lugar empezándose a sentir muy molesta) conmigo no la tomes que yo no te he hecho nada E: ¡Será mejor que me esperes en casa! Silvia: ¡Como tú quieras! (de mala gana tomó su bolso) Al final tu madre va tener razón... ¡Y es Maca la que te tiene así! E: ¿Y cómo quieres que esté eh? (se interpuso en su camino parándose en enfrente de ella para evitar que se marchara) ¿Cómo quieres que esté? (tragó saliva con dificultad, su barbilla empezó a temblar ligeramente y en sus ojos se veía la angustia, la inseguridad y la opresión que sentía) ¡Si aun no llega con los niños! ¡Y qué tal si no vuelve y se los lleva lejos! ¿Qué voy hacer? Silvia pacientemente la escuchó, y medida que lo hacía empezó a entender la angustia y desesperación de Esther por lo que olvidándose de su enfadó la abrazo para reconfortarla Silvia: ¡No sea paranoica Esther y dale un voto de confianza! (le dijo dulcemente) ¿O ya no recuerdas que tú misma me contaste que te gritó que no renunciaría a ti? E: Y así es... eso me gritó Silvia: ¿Entonces? (con cuidado le levantó el rostro para que la viera) ¿Qué pasa? E: No confió en ella... Y me da mucho miedo que pueda secuestra a mis hijos que se los lleve y que yo nunca más los pueda volver a ver Silvia: Más bien no confías en ti (le puso el dedo sobre los labios para que la dejara terminar) En lo que sientes por ella a pesar de todo. Y tienes miedo... Mucho miedo de Alcatraces blancos 182 lo que tu orgullo y tu mente te dicen es lo correcto y lo que tienes que hacer mientras tu corazón y tu alma realmente se debaten por perdonarla y darle otra oportunidad E: No Silvia eso no es cierto (entrecerró los ojos) Es más ni siquiera me puedo plantear tal barbaridad Silvia: ¡Como tú quieras! (le medio sonrió dejando en evidencia su incredulidad) Pero en cuanto a lo referente a que pueda secuestrar a tus hijos... ¡Nada de eso pasará Esther! (levantó las cejas) ¡Tú me has dicho muchas veces que Maca podrá ser como es... Pero siempre ha sido muy buena madre! E: La verdad que en ese aspecto no me puedo quejar adora a sus hijos Silvia: Pues ahí está Esther. Tú solita tienes la respuesta Maca no haría algo que los perjudicara y lo dañara. Ella sabe que los niños están mejor contigo por eso aceptó y te firmó el permiso para que te los puedas llevar E: Gracias Silvia (medio suspiró aliviada) yo no sé cómo le haces pero siempre tienes la manera de tranquilizarme y hacerme ver mis errores Silvia: Es que a pesar de lo dolida y resentida y que estás (le acarició con ternura la mejilla) tu alma es limpia, tu corazón es noble y amas demasiado E: Sabes que te quiero ¿verdad? Silvia: No de la manera como yo quisiera (le sonrió dulcemente) pero lo sé y sobreviviré Ambas se fundieron en un fuerte abrazo al mismo tiempo que el sonido del timbre de la puerta sonó. Esther inconscientemente miró hacia el reloj y este marcaba exactamente las nueve de la noche E: ¡Ahí están! Esther lanzó un grito emocionada a la vez que se separaba de Silvia para disponerse a ir abrir la puerta. Sin embargo Encarna que estaba atenta y más cerca se le adelantó dejando a Esther en segundo plano observando a la distancia y lejos de la vista de Maca Maca con un brazo sujetado a Pablo el cual dormía plácidamente recargado en su regazo, atravesada a su cuello traía la bolsa que Encarna le había entregado con los artículos personales de sus hijos y con su otro brazo sujetaba tres osos de peluches mientras Osman estaba a su lado abrazado de su pierna con el rostro lloroso Osman: Mamita (sollozaba escondiendo su carita en su pierna) Yo me quiero ir contigo M: Buenas noches Encarna no le devolvió el saludo, en su lugar la miró de arriba abajo, apretando con cierto agravio los labios a la vez que rápidamente le quitó a Pablo de los brazos y llamaba a Silvia ante el estupor de Maca En: Silvia (con una media sonrisa maliciosa miraba de reojo la reacciones de Maca) Silvita hijita ¿Podrías venir a echarme una mano por favor con los niños? Maca al escucharla no cabía en su estupor y abrió sus ojos sorprendida, el corazón se le revolucionó e inmediatamente el rostro se enrojeció y las venas del cuello se le resaltaron a causa del tormento y el enfado que sintió. Esther súbitamente se quedó congelada en su lugar sin poder reaccionar ante tal osadía y desfachatez de su madre. Alcatraces blancos 183 Por su parte Silvia abrió la boca a más no poder y su rostro ganó color a la vez que se le ponía rígido y tenso debido a la pena y la incomodidad de la petición Silvia: Pero (murmuró para sí y negó con la cabeza) Esto no me puede estar pasando a mí Al ver que Esther tenía el cutis del rostro sumamente pálido y no lograba reaccionar y los llamados de Encarna no cesaban. Jaló aire con fuerza y por educación se obligó a desplazarse hacia donde Encarna la llamaba No pudo evitar sentir un fuerte escalofriado recorrerle el cuerpo al momento que sus ojos se toparon con la mirada dura, fría que Maca le lanzaba M: ¿No está Esther? Silvia: Sí (hizo una mueca incomoda de sonrisa) ¡Enseguida la llamo! En: No es necesario Silvia (intervino de inmediato a la vez que ponía a Pablo entre sus brazos) Por favor llévalo a la habitación. ¡Osman ven! Maca respingó lanzando un chasquido con los dientes. Silvia se quedó un momento pasmada pero al final al no quedarle de otra se fue con el niño en brazos. Maca a duras penas lograba contenerse y apretaba los dientes mientras contemplaba con frustración como Silvia se llevaba a su hijo M: Joder (finalmente hizo el intento por seguirla pero Encarna le tapó el paso) En: ¿A dónde crees que vas? M: ¡Por mi hijo! En: ¡Ni se te ocurra! M: ¿Qué hace esta mujer aquí? En: ¿De verdad tengo que explicártelo? Encarna levantó las cejas con marcada burla. Maca respiró con dificulta los ojos se le crisparon pero no pudo evitar que se le llenaran de lágrimas y pese al dolor que sentía levantó desafiante su rostro descubriendo a la distancia a una pasmada Esther M: ¡Quiero hablar contigo! En: Pero ella no quiere hacerlo (ignorándola por completo) ¡Osman cariño ven con tu abuela! Osman: No (se abrazó con más fuerza a la pierna de su madre) Yo me quiero ir con mi mamita En: Cariño por favor (le hablaba dulcemente) No me lo pongas difícil Maca tragaba saliva con dificultad a la vez que a la distancia buscaba afanosamente encontrase con la mirada de Esther. Justo en ese momento Silvia se acercó hasta Esther y le comentó algo al oído. Esther asistió levemente con un movimiento de cabeza y Maca bajó la mirada sintiéndose perdida, vacía y derrotada En: ¡Vamos Osman que hace frío! Osman: No Alcatraces blancos 184 Maca comprendiendo que tenía que hacer algo para que su hijo obedeciera, se inclinó a su altura le acarició con infinito amor la cabeza y le dijo con la voz partida M: Obedece a tu abuelita Osman: Yo quiero irme contigo a casa M: Lo sé cariño (suspiraba lentamente intentando contener sus emociones) pero ahora no es posible Osman: ¿Por qué Mamita si ya no estás malita? M: Porque (sin poderse aguantar lo estrechó entre sus brazos con fuerza) aunque ya no esté malita tengo que ir a buscar algo que por tonta perdí Osman: Yo te ayudo a buscarlo mami M: No mi amor no puedes (ahogó un sollozo) pero te prometo que en cuanto lo encuentre y lo recupere. Todos vamos a volver a casa Osman: ¿De verdad mami? M: ¡De verdad mi amor! (sin poder soportarlo más dejó correr libremente sus lágrimas) Ahora ve a tu habitación y cuida de tu hermanito Osman: Sí mami (se abrazó a su cuello y le dio un beso) Te quiero mucho M: Yo también mi amor. (le acarició su carita) Se bueno pórtate bien y obedece a la abuela, a tu madre y a... (tragó saliva con dificultad) a Silvia Osman: Te lo prometo (le sonrió ilusionado) me portaré muy bien para que encuentres rápido lo que se te perdió M: Te quiero mucho Osman... pase lo que pase nunca lo olvides hijo... ¡Pablo y tú son los más bello e importante que me ha pasado en la vida! Osman sonrió le dio otro beso para después entrar corriendo a la casa. Sin decir más y en total y absoluto silencio Maca le entregó las cosas de los niños a la que fuera su suegra mientras de reojo y con profunda tristeza observaba como Esther abrazaba a Osman y como este finalmente se iba rumbo hacia su habitación de la mano de Silvia En: Es una buena mujer (refiriéndose a Silvia) M: Hummm (sonrió irónica) En: No sé para que te digo nada (levantó los hombros con descuido) Total si ya es sabido que tú de sentimientos y agradecimientos nomás no sabes nada de nada A pesar de la provocación y la constante agresión de su segura Maca terminó de entregarle las cosas de sus hijos con una media sonrisa en sus labios. Se sentía cansada, agotada sin fuerzas y no tenía ni la menor intención de enfrascar una batalla verbal con aquella mujer que hiciera lo que hiciera para sus ojos siempre de cualquier manera estaría mal hecho. Así que optando por retirarse lo más pronto posible se despidió M: Muchas gracias por todo señora En: Las gracias deberías dárselas a Esther o mejor dicho a Silvita... Y no a mí M: Claro por quedarse con mi mujer y mis hijos (sonrió incrédula para sí y no pudo evitar murmurar con ironía y desprecio) y con mi queridísima suegra En: No (sintiéndose francamente agredida y ofendida soltó con rencor) porque después de cómo te portaste y trataste a mi hija todo este tiempo. Silvia tuvo la generosidad de prestarle el dinero a Esther para tu fianza y pudiera Jerónimo sacarte de la cárcel... M: ¡Que! (se paró en seco sintiendo como si alguien la hubiera estrellado mil veces contra el pavimento) ¡Que ha dicho señora! Alcatraces blancos 185 Esther que se venía acercando para hablar con Maca tal como le había aconsejado Silvia apenas hacía unos momentos por el bien de los niños. Sintió que el aire de pronto empezaba asfixiarla y gritó desesperada E: ¡Mama! M: No... No es verdad (se giró abruptamente hacia ellas con la cara desfigurada por la incertidumbre) No es verdad (llegó hasta donde estaba Esther) ¡Dime que no es verdad! E: ¡Maca! M: No joder (gritó fuera de sí) ¿Por qué? (se jalaba con fuerza de los pelos) ¿Por qué ella? E: Porque era la única que nos podía prestar el dinero Maca se tapó la cara con sus dos manos y de pronto toda esa rabia que sintió se trasformó en humillación, frustración, decepción, desilusión, hastió, desesperación. El brillo de sus ojos se opacaron hasta hacerlos chiquitos, involuntariamente Esther se estremeció cuando Maca se giró y salió corriendo hacia su auto se subió a él y sin fijarse lo puso en marcha E: Noooo (gritó con todas sus fuerzas) Maca no El impacto del golpe fue seco. El vehículo de Maca salió disparado dando dos volteretas completas mientras el otro auto se estampaba contra otro vehículo estacionado. El tráfico se detuvo, la gente empezó a correr en dirección de los autos para auxiliar a sus ocupantes. Cuando Esther por fin logró llegar hasta el auto de Maca y la vio se desvaneció enseguida Maca tenía el rostro bañado de sangre y su cabeza reposaba sobre el volante y en una de sus manos sujetaba tres alcatraces blancos teñidos de rojo Una herida de siete puntadas en al frente, una pierna y una clavícula rota, además de varias contusiones y cortaduras por todo su cuerpo. Fue el saldo del accidente Catorce horas después del accidente y cuatro de haberla intervenido quirúrgicamente para reacomodarle la clavícula y la pierna los médicos declararon su condición como delicada pero estable. Esther que en todo momento estuvo ahí al pendiente de ella sintió con la noticia que le volvía la vida al cuerpo E: Gracias a Dios ya pasó lo peor (le acariciaba la mejilla) ¡Que susto me has dado! Justo en ese momento Maca se removió un poco y Esther comprendió que estaba apunto de despertar por lo que se sintió nerviosa y de pronto se plateó que le iba a decir Maca lentamente abrió los ojos y la vio Esther le medio sonrió y Maca solo se le quedó viendo inmediatamente vinieron a ella los recuerdos y empezó a sentirse angustiada E: ¿Cómo te sientes? M:... E: Los doctores dicen que en un par de meses ya vas estar bien Alcatraces blancos 186 Maca entrecerró los ojos y lanzó un leve suspiro E: ¿Quieres algo? M: Ya... (intentaba articular palabra por lo que Esther le ponía mucha atención) ya entendí E: ¿Que Maca? M: Que todo terminó Entre suspiros entrecortados, respiraciones agitadas y gemidos agudos dos bellos cuerpos desnudos entrelazados entre sí en la posición de la tijera. Se movían a la par con ritmo frenético a la mitad de la noche entregándose libremente al arte de amar El estallido de su pasión les llegó de manera salvaje casi al unísono dejándolas temblorosas, sudorosas y cansadas una en brazos de la otra mientras intensos espasmos se iban apoderando lentamente de sus cuerpos El amor y la pasión era intenso y desmedido al menos por parte de una de ellas, la cual no desaprovechaba la mínima oportunidad para tenerla y poseerla. Tenían poco más de tres años de vivir juntas y uno de compartir la cama -: Te amo -: Humm -: Te amo... te amo (se apoderaba de su boca con loco frenesí) ¡Cuánto te amo! Con cada beso le demostraba sin reservas lo mucho que la necesitaba y la amaba. Se lo repetía una y otra vez con la firme esperanza de oírle decir de su boca lo mismo tan solo una vez. Pero ese te amo no llegaba y poco a poco ella sentía como su esperanza se iba debilitaba sin embargo no desistió de su empeño e incremento más la pasión en sus besos -: Te amo -: Cariño (le devolvía los besos) Humm -: Me gustas mucho (se giró sobre ella reacomodándose y encajando a la perfección sus ya húmedos y pegajosos sexos paa empezar nuevamente una danza de amor frenética) Como me gusta tenerte así; en mis brazos, entre mis piernas y hacerte mía una y otra vez mientras disfruto de tu calor y siento como me cubres con tu sedosa humedad... Humm Esther como te amo hasta el punto que me vuelves loca E: ¡Oh Silvia! Silvia la estrechó entre sus brazos con mayor fuerza y Esther entrecerró los ojos al sentir otra vez más como sus cuerpos se volvía a convulsionaban violentamente llenándolas de un exquisito éxtasis E: Ufff (intentando de normalizar su respiración) Un día de estos me vas a matar Silvia: Eso es para que no te quede la menor duda de lo mucho que te amo y te deseo Dicho esto con sus manos atacó sus senos apretándolos y masajeándolos para inmediatamente después empezarlos a besar y mordisquear Alcatraces blancos 187 Silvia: Humm que ricas estás E: ¡Para Silvia que de verdad me vas a matar! (le dijo entre risas a la vez que la tomaba de la cara con ambas manos y la obligaba a mirarla) ¿Es que no has tenido suficiente? Silvia: ¡Nunca voy a tener suficiente! E: ¡Ya! Silvia: Es verdad (le guiñó el ojos) Y es que no termino nunca de llenarme de ti E: ¿Y eso me lo dices a mi? (le sonreía dulcemente a la vez que depositaba un pequeño beso en la punta de su nariz) Si hay veces que me haces el amor hasta tres a cuatro veces al día Silvia: ¿Y eso te disgusta mucho? E: La verdad es que no (le acomodó el cabello) ¡Y sabes que lo disfruto mucho! Silvia: ¡Pero no tanto como yo! E: ¡Silvia! Silvia: No (le puso la mano en la boca para acallar su protesta) si no te lo digo a modo de reproche E: Pues suena como tal (la miró fijamente y se estremeció al percatase de pronto de la tristeza de sus ojos) ¡Yo nunca he querido hacerte daño! Silvia: No te preocupes Esther... (desviando la mirada) Yo siempre he sabido lo que hay (se medio incorporó en la cama sintiendo como sus ojos azules se llenaban de lágrimas a la vez que un nudo se le empezaba a instalar en la garganta) y así lo acepté hace un año que empezamos esta relación y decidí asumir los riesgo E: Silvia yo te quiero mucho Silvia: ¡Ya! (medio sonrió irónica) Solo que hay un enorme mundo de diferencia en lo que es querer y amar E: Silvia Silvia: No (negó con la cabeza) no digas nada E: Pero... Silvia: No Esther (seria se levantó de la cama) no quiero discutir y menos después de haber compartido este momento... Dejémoslo así ¿quieres? E: No (levantándose también ella de la cama) No quiero. Al menos que me digas que es lo que te pasa Silvia: No me pasa nada E: Silvia que te conozco Silvia: Si me conoces deberías saberlo ¿no? E: No juegues conmigo Silvia: ¿Ahora soy yo la que juego Esther? E: ¿A dónde quieres llegar? Silvia:.. E: ¿Silvia? Silvia: A ningún lado Esther (levantó los hombros con cansancio) ya no quiero llegar a ningún lado E: ¿Cómo me puedes decirme eso cariño? (se llevó las manos al vientre) Después de... Silvia: Porque lo siento cada vez que te hago el amor Esther (la interrumpió bruscamente sin dejarla terminar. Entrecerró los ojos y un par de lágrimas resbalaron por su mejillas) Y a pesar de que llevas a nuestro hijo en tu vientre... ¡Yo solo logro poseer tu cuerpo una y otra vez mientras yo me entrego a ti en cuerpo y alma! E: Eso no es cierto Silvia (quiso abrazarla sin embargo Silvia se lo impidió al caminar hacia el armario) Yo me entrego a ti por completo Alcatraces blancos 188 Silvia: Lo que más me duele es que aun intentes mentirme (buscó entre los cajones del armario algo que ponerse) ¡Ya sé porque estás conmigo! (se giró a verla) No pensaba decirte nada y callármelo pero francamente ya no puedo E: No te entiendo (fue tras ella) te juro que no te entiendo... ¿Qué pasa Silvia? ¿Por qué estás así? Silvia: Me pasa Esther que mientras yo soy capaz de dártelo todo (la miró fijamente) Tú no fuiste capaz hace un año de decirme y hablarme claramente con la verdad E: ¿A qué te refieres Silvia? Silvia: A que me mentiste Esther (pasó su mano por su frente con evidente cansancio y tristeza) Me mentiste con respeto a Maca E: ¿Pero de que me estás hablando? Silvia: De que hace un año te enteraste que la novia de Maca estaba embarazada y fue a raíz de eso que te decidiste y me buscaste como mujer... Solo por eso Esther por que finalmente perdiste la esperanza de que ella viniera a buscarte y no porque yo me había ganado tu amor y respeto durante estos tres años como me lo hiciste creer Al despertarse como todas las mañana de hacía casi tres años, se levantó de la cama teniendo cuidado de no lastimarse y se dirigió hacia el enorme ventanal que había en su habitación arrastrando ligeramente la pierna. Como ya era su costumbre descorrió las cortinas y sus ojos, su cuerpo y su alma se llenaron de paz y tranquilidad al contemplar el bello paisaje Los cándidos rayos de sol lentamente fueron iluminando, las imponentes montañas doradas entre el azul-anaranjado del horizonte, hasta perderse entre el arco iris de la agua azul cristalina del pequeño lago rodeado de olorosos pinos, diversa variedad de vegetación y espectaculares flores de colores. El cantar de los pájaros, el aleteo de las mariposas, el croar de las ranas, el humo que salía de las chimeneas de aquel bloque de pequeñas cabañas, mezclado entre el olor a café y pan recién horneado hacían de su despertar algo realmente maravilloso y mágico. Tan bello y radiante como todo lo que la rodeaba en ese lugar el cual por hoy se había convertido en su hogar Lentamente sus pulmones se llenaron de aire fresco agudizando sus sentidos y cerró los ojos un par de minutos para permitirse disfrutar a plenitud de la armonía de la naturaleza Armonía que fue interrumpida por una pequeña carcajada. Maca suspiró y se fue directamente a la cuna que estaba a un lado de su cama. Sus ojos brillaron llenándola de ternura e ilusión a la vez que una radiante sonrisa se apoderaba de sus labios al contemplar enajenada los graciosos movimientos de su pequeña bebe M: Hola mi pequeña princesa (le hablaba con dulzura) ¡Hoy tendremos un buen día! La niña agitaba sus pies al aire mientras con los dedos de la mano intentaba atrapar los de los pies M: Eres un adorable bichito (le acarició su pelito dorado y le tocó la pequeña naricita) Ya verás... ¡Como les vas a encantaras a tus dos hermanitos! Alcatraces blancos 189 La bebe como si le entendiera abrió más sus enormes ojos color miel y manoteaba graciosamente a la vez que lanzando un gritito agudo balbuceando feliz seguido de una sonora carcajada M: Ven mi niña (la levantó con delicadeza y se la acomodó entre los brazos) ven con mama a la cama un ratito Una joven hermosa, de pelo rubio, ojos grandes color miel, piel bronceada, labios carnosos y un cuerpo espectacular. Entró de repente a la habitación ataviada con una elegante sexi bata y biberón en mano -: Maca... Al ver la escena de inmediato corrió al pie de Maca, dejó el biberón a un lado e intento quitarle a la bebe de los brazos -: Haber déjame ayudarte M: No (movió la cabeza y suspiro) No Tashiw La joven mujer por un momento se quedó estática ante la contundencia de la negación de Maca. La cual se medio giró para evitar le quitara a la bebe y debido al esfuerzo, dobló de más al rodilla y no pudo reprimir una mueca de dolor Tashiw: ¿Pero qué haces mujer? (le quitó rápidamente a la niña de los brazos) M: ¿Qué crees que hago Tashiw? (levantó las cejas con seriedad) ¡Estaba cargando a mi hija! (suspiró con fuerza) ¡Pero por lo visto ya ni eso puedo! Tashiw: No empieces Maca (dejó a la niña en la cuna y le dio el biberón) De antemano sabes que no puedes hacer esfuerzo. El médico dijo que... M: Estoy harta del maldito médico Maca la interrumpió con brusquedad y arrastrando el pie con algo de dificultad. Fue se sentó sobre la cama. Tashiw siguió con atención sus movimientos M: ¡Estoy harta de tanto cuidado! (enfatizó enérgicamente mostrando su malestar) Joder si solo fue una pequeña operación para reacomodar el hueso del pie y poder dejar ese maldito bastón Tashiw: Por lo mismo Maca no puedes hacer este tipo de esfuerzos. Y tienes que cuidarte M: ¡Ni que la niña pesara tanto! Tashiw: Cuando te pones en ese plan no hay quien te gane M: Joder Tashiw. Tan solo estoy en convalecencia (levantó los brazos al cielo) ¡No estoy inválida! Tashiw: Nadie ha dicho que lo estés M: Pues me cuidas y me tratas como si lo estuviera Tashiw: Te cuido porque te quiero y lo necesitas (se cruzó de brazos sintiéndose molesta) Pero tal parece que tú no lo puedes entender M: No es que no lo entienda (se giró hacia ella) es que me haces sentir como una inútil. ¡Y no me gusta! Tashiw: Te juro que no es esa mi intención (se acercó hasta ella y con cariño le acomodó un mecho de pelo tras la oreja) De verdad lo siento... (la voz le tembló y sus Alcatraces blancos 190 bellos ojos se le llenaron de lágrimas) Pero es que tú y Isthar son lo único que tengo y lo que más quiero en la vida M: Lo sé (la acunó entre sus brazos) Lo sé Tashiw pero no puedes andar por la vida siendo tan posesiva Tashiw: Tú también lo eras (le medio sonrió) Tú me has contado que eras posesiva y celosa M: Sí, así es (levantó las cejas) Y por experiencia propia te digo que no es nada bueno. (suspiró melancólica) A mi me trajo muchos problemas y a raíz de eso perdí muchas cosas Tashiw: Y también a ella ¿No? M: ¿No te he dicho que no te pongas ese tipo de batas tan cortitas? (le acomodaba la bata para cubrirla) ¡Te vas a resfriar un día de estos! Tashiw: ¡Y yo te he dicho que busques otra excusa mejor para cambiarme de repente el tema cuando no te conviene! M: Tú estás mal ¡Eh! (le sonrió) muy mal Tashiw: Y tú peor (le guiñó el ojo) ¿No me vas a contestar? M: No (negó rotundamente con la cabeza) esta vez no quiero hablar de ella Tashiw: Ni esta, ni ninguna (caminó hacia el ventanal admirando el paisaje) Siempre te niegas Maca... A pesar del dolor que te provoca su recuerdo te niegas a sacar todo lo que llevas dentro M: Eres muy joven para entender Tashiw Tashiw: ¡No lo suficiente para ser madre! M: No es fácil Tashiw (pasó saliva y sus ojos se opacaron por la tristeza) No es fácil reconocer y aceptar que eres la única culpable de destrozar lo más bello y puro que te puede dar la vida Tashiw sin lograr entender del todo, lo que Maca le decía se giró buscando su mirada. Maca le medio sonrió y la miró fijamente M: El amor Tashiw... El verdadero amor yo lo destruí Tashiw: ¿Renunciando a él? M: ¡Tuve que...! (se levantó de la cama y tuvo la necesidad de ir hacia la cuna de su hija) Tuve que renunciar a él para poder entender que el amor y el egoísmo no se llevan aunque caminen juntos de la mano. Tuve querenunciar para crecer, para madurar, para valorar, para encontrarme, para poder perdonar paro sobre toda para perdonarme a mí misma Tashiw: ¿Por eso te viniste a vivir aquí? M: En realidad fue circunstancial Tashiw: ¿Por? M: Originalmente solo vendría por un mes de vacaciones (acarició la carita de su bebe la cual ya dormía) Yo estaba muy destrozada física, anímica y moralmente por todo lo sucedido con mi mujer y la empresa. Y mi mundo se terminó de venir abajo en un abrir y cerrar de ojos la noche que mi tonto orgullo terminó por desatarse al sentirse herido y humillado e imprudentemente casi pierdo la vida (con dolor entrecerró los ojos trayendo a ella los recuerdos) Aun en mis sueños veo las caritas de mis hijos llorando asustados, y la veo a ella... (gruesas lágrimas empezaron a rodar pesadamente por su mejillas, hizo una leve pausa y se obligó a continuar con al voz entrecortada) gritándome desesperada y con el miedo reflejado en su rostro Maca no... Oigo nítidamente el rechinado de llantas y el impactó de los carros al chocar, percibo el calor de la sangre derramándose sobre mi rostro y el olor en el aire de un ramo de Alcatraces blancos. Y al despertar la Alcatraces blancos 191 veo sentada junto a mi cama, son su rostro afligido, triste, cansado y preocupado. (suspiró profundamente sintiendo en su alma el dolor de la melancolía) A pesar de todo estaba a mi lado cuidándome y de habérselo pedido seguiría conmigo porque me amaba... Porque nos amábamos... Pero yo ya no me podía seguir permitiendo ser tan egoísta así que opté por darle su completa libertad para que encontrara su felicidad mientras yo encontraba la paz interior y el perdón del alma (hizo una pequeña pausa) Así que en lo que logré articular palabra le dije “Ya entendí...” (entrecerró los ojos) que todo terminó y le pedí que se marchara y no volviera Tashiw: ¿Y se marchó? M: No (se llevó la mano a la frente) Yo me puse mal, entré en parada los médicos entraron a sus gritos, alguien se la llevó cuando lograron estabilizarme y después yo pedí que no volvieran a dejarla entrar. Dos semanas después del accidente ella finalmente dejó de ir a buscarme Tashiw: ¿Y qué pasó después? M: Ella se fue a vivir a México. Yo no lograba recuperarme de mi perdida y de mi desolación así que mi amigo Alejandro vio en una revista un artículo donde te explicaban algunos pasos a seguir para sanar el alma y ni tarde ni perezoso me convenció de venir a pasar una vacaciones al Tibet Tashiw: ¿Y? (levantó las cejas con gracia haciendo reír a Maca) M: Chismosa Tashiw: ¡Anda suelta! M: Pues eso... (riendo contenta) Vine fui al monasterio a visitar a los monjes. Alguien me propuso hacer oración al principio me burlaba pero terminé haciéndola, me enseñaron hacer ejercicios canalizando mis energías (levantó los hombros) no sé, me sentí mejor... Mucho mejor. Y cuando venía de regreso a España de pronto lo tuve claro y supe lo que tenía que hacer... Maca de pronto sintió un ligero temblor recorrerle el cuerpo y guardó silencio mientras sus ojos súbitamente se le llenaron de lágrimas ante los recuerdos. Tashiw se sobresaltó y se acercó a ella con evidente preocupación Tashiw: ¿Qué pasa Maca? Maca pasó saliva y con profundo amor y ternura empezó acariciar la cabecita de Isthar su pequeña bebe Tashiw: ¡Maca! M: Estoy bien Tashiw (movió lentamente la cabeza sin voltear a verla) No te preocupes Tashiw: ¡Son los recuerdos! ¿Verdad? (la bella jovencita la observaba con expectativa y al verla llorar se le comprimió el corazón) ¿Aun te duelen? M: Sí (reconoció con un tono de voz triste y débil) Son los recuerdos que aun duelen Tashiw: ¡Si quieres no me cuentes nada más! Maca evidentemente afectada entrecerró los ojos a la vez que suspiraba lentamente y el silencio se volvió hacer presente en aquel lugar. Con toda calma le dio un beso en la frente a su pequeña bebe y con dificultad caminó hacia el enorme ventanal parándose enfrente a contemplar el paisaje Alcatraces blancos 192 M: Hay etapas en la vida de uno que aunque logremos superarlas y canalizarlas siempre van a doler (en sus labios se dibujó una triste mueca en forma de medio sonrisa) Por todo lo que sucedió y lo que representó Nuevamente Maca se quedó en silencio viendo hacia el horizonte. Tashiw que en ningún momento la perdió de vista esperaba atenta que siguiera con su relato M: Hacía poco más de dos meses que Esther y su amante se habían ido a vivir a México llevándose a mis hijos con ellas. De hecho yo sabía que algo así podría ocurrir desde el mismo momento que firmé aquel permiso para que ella pudiera sacarlos del país. (levantó las cejas y la voz se le enronqueció por el dolor) Sin embargo en el fondo abrigaba la loca esperanza de que nunca lo hiciera. Pero no ocurrió simplemente se los llevó dejándome a un lado tal como yo lo hice cuando le dije que no volviera nunca más... Maca hizo una pequeña pausa mientras con los dedos de las manos se limpiaba las lágrimas que ya brotaban de sus ojos. Tashiw se acercó hasta ella posando su mano sobre su hombro en señal de apoyo M: Al regresar de mis vacaciones en el Tibet tenía bastante claro lo que tenía que hacer. (se giró hacia ella) No podía dejar seguir consumiéndome en vida. Castigándome por mis errores y lamentándome por lo que estúpidamente perdí (volvió a mirar hacia el ventanal) Necesitaba un cambio (hizo una mueca de sonrisa y levantó las cejas) Un cambio completo y radical... Donde pudiera tener un punto de partida en el cual poder empezar. Y para lograrlo lo primero que tenía que hacer era irme de Madrid (esta vez se giró y caminó hasta que llegó a la cama y se sentó) Necesitaba alejarme de todo lo que me hacía daño y me la recordaba. Y todo ese entorno en aquel lugar estaba lleno de recuerdos de ella (entrelazó con cierta calma y nerviosismo sus dedos) Lo hablé con Jerónimo, mi hermano, que como siempre me apoyó y lo comprendió. Vendí la empresa, la casa... Vendí todo... (levantó el rostro y su mirada no podía esconder el dolor que producían los recuerdos) Todo lo que me pudiera detener en Madrid Tashiw: ¿Y fue entonces que decidiste venirte a vivir al Tibet? M: No (se levantó de la cama y nuevamente caminó hacia el ventanal) De hecho mi primera opción fue pretender instalarme en Guatemala con la excusa barata de poder estar más cerca de mis hijos, (se rió amargamente con ironía) ¿Pero a quién quería engañar? (suspiró con fuerza) Un mes me bastó para darme cuenta que iba exactamente al mismo punto del cual quería huir y olvidar... Así que nuevamente hice las maletas pero esta vez absolutamente convencida del paso que iba a dar Tashiw: ¿Y qué hiciste? M: Lo que tuve que haber hecho desde que liquidó todo en Madrid. Arreglado con los abogados le hicieran llegar la mitad de lo que le correspondía a Esther y después me fui a México Tashiw: ¿A buscarla? M: No (frunció la boca con melancolía) a ella no... Fui a buscar a Silvia y a despedirme de mis hijos Tashiw: ¿Y a ella para qué? M: Para pagarle el dinero que ocho meses antes había prestado para la fianza, darle las gracias y... (hizo una pequeña pausa bajando su mirada adolorida) y pedirle que cuidara de mis hijos y la hiciera feliz Tashiw: ¿Y ella que te dijo? Alcatraces blancos 193 M: Ella es una gran señora (medio suspiró) Primero no aceptó el dinero que le pagaba de mas por concepto de interés, segundo me prometió que mis hijos estarían bien y tercero me dejó en claro que entre ella y Esther no había nada mas que no fuera una amistad Tashiw: ¡No inventes Maca! (abrió los ojos sorprendida y se paró a su lado) ¿Entonces si ellas no tenían nada porque renunciaste a Esther? ¿Por qué sabiendo lo que sabías no la buscaste para arreglar las cosas? M: Porqué no podía Tashiw (los ojos se le llenaron de lágrimas) Porque de haberlo hecho no funcionaría. A pesar del amor que nos teníamos las heridas eras demasiado graves y ambas estábamos muy resentidas y dolidas. Necesitábamos tiempo... Sobre todo yo lo necesitaba para curar y sanar mi alma y poder perdonarme todo el daño que le había hecho. Y mientras no lo hiciera no podía ir a buscarla para pedirle su perdón Tashiw: ¿Y por qué no lo has hecho ahora que ya estás bien Maca? M: Por qué no es tan fácil como parece... (se giró a verla) Ella ya rehizo su vida, y por lo que se les escapa a los niños cada vez que vienen de vacaciones sé que le va muy bien y es muy feliz con Silvia Tashiw: ¿Y eso a ti te duele mucho? M: No (levantó las cejas) por supuesto que no... De hecho aunque parezca lo contrario me da mucho gusto saber que ella está bien y es feliz Tashiw: ¿Entonces no entiendo porque no la has buscado para pedirle perdón? M: Ya te lo dije (suspiró con fuerza) Tiene su vida echa y... Tashiw: ¿Y eso qué? (la interrumpió y levantó los hombros despreocupada) tú de alguna manera también ya rehiciste tu vida, ya lograste perdonarte y sin embargo percibo el dolor y al tristeza que te causa no tener su perdón M: ¡Puede ser! Tashiw: ¿Puede ser? (la miró fijamente a los ojos) Maca los círculos se tienen que cerrar para poder iniciar otras etapas y mucho me temo que pese a esta tranquilidad y paz que has adquirido en estos años no logras del todo cerrarlos. ¿Por qué Maca? M: Porque la sigo amando (su corazón palpitó fuertemente) por que aunque yo sé que está mal, que tiene su vida, que es feliz yo la sigo amando y si la busco para pedirle perdón y cerrar ese círculo al cual te refieres... Se me va ir la vida porque entonces si tendré que aceptar que la perdí para siempre Tashiw: ¿O sea que nunca has perdido la esperanza de recuperarla a pesar de que esta con otra? M:... Tashiw: ¿Maca? M: ¿Tú alguna vez perdiste la esperanza de ver nacer a Isthar a pesar de saber que todo estaba en su contra? Tashiw: No (rápidamente corrió hasta la cuna de su hija y la acarició amorosamente) Nunca (se giró a ver a Maca) Y mucho menos cuando apareciste en nuestras vidas y te hiciste cargo M: Pues yo tampoco la he perdido Tashiw aunque en mi vida no ha parecido nadie para aligerarme la espera y allanar mi camino Tashiw: ¿Ah no? (refiriéndose a ella y la niña que dormía en la cuna) ¿Y nosotras qué? M: Tienes razón (le acarició la mejilla y le sonrió) ustedes dos le han dado otro nuevo sentido a mi vida. Pero... Tashiw: No llenamos completamente tus vacíos M: No es eso Tashiw Tashiw: ¿Entonces? Alcatraces blancos 194 M: El amor es muy complejo (la tomó con suavidad de la barbilla) Y muy difícil de entender Tashiw: Yo la verdad no lo encuentro tan complicado (levantó las cejas) es más lo veo tan claro limpio y cristalino como el agua M: ¿En serio? Tashiw: Aja (asistió moviendo la cabeza) La clave está en saberlo distinguir M: Ahhhh Tashiw: ¿No me crees? (le sonrió ampliamente y Maca levantó las cejas) Mira es fácil... Todos tenemos la capacidad para amar solo que amamos de diferente manera e intensidad. Por ejemplo tú amas a tus hijos, los adoras, lo idolatras, Amas a tu hermano Jerónimo, amas a tus sobrinos, me amas a mí (la miró fijamente) pero sobre todo amas a Esther. (Maca abrió los ojos sorprendida.) Lo que te quiero decir es que el amor es intenso pero se siente de manera muy diferente. No es lo mismo el amor de hijo, al amor de hermano como no es lo mismo el amor de amiga al amor de mujer. ¿Me explico? M: Bastante bien Tashiw: ¿Sabes?... (se abrazó a ella buscando refugio) Yo no sé que hubiera sido de mí si aquella tarde en la estación del tren donde esperabas a que llegaran tus dos hijos no me hubiera acercado a ti para pedirte algo que comer M: Y yo no sé que hubiera sido de mi si no lo hubieras hecho (la estrechó con fuerza en su regazo) Tal vez la vida nos dio a las dos la oportunidad para encontrarnos y ayudarnos Tashiw: ¿Por qué crees que nos dio la oportunidad? M: Quizás porque inconscientemente la estábamos buscando Tashiw: Sé que te lo he preguntado muchas veces y siempre me dices que por que soy muy inteligente, audaz, madura, tierna, noble, bella y lo necesitaba (medio sonrió) pero siempre he sabido que había otra razón y sé que hoy me la dirás... (Maca la miró fijamente) ¿Por qué sin conocerme de nada esa tarde me tomaste entre tus brazos y me trajiste a tu casa? M: Por que yo en ti vi reflejada mi propia tristeza y dolor... (le tomó con cuidado la cara con ambas manos) Tus ojos tenían el mismo brillo opaco y triste que los míos, tu corazón temblaba de miedo por seguir viviendo al igual que temblaba el mío. En tu alma se palpaba el cansancio, el vacío y en mi alma se sentía la bruma y la angustia del hastío. Y cuando vi que casi en mis narices te desvanecías te sostuve en mis brazos y por inercia toqué tu vientre (le sonrió con la emoción y las lágrimas en los ojos) y entonces tan solo con dos meses de gestación Isthar se movió. Tus ojos me miraron suplicantes pidiéndome ayuda en silencio y mi mente voló a quince años de distancia y de recuerdos (la voz se le entrecortó) Esther tenía casi tu misma edad cuando quedó embarazada por primera vez... Y yo a pesar de haberme quedado a su lado (empezó a llorar con profunda tristeza y amargura) no la apoyé como debía y perdió al bebe... (jaló aire con fuerza) Esta vez no... No iba a permitir que perdieras al bebe (le acomodó con suavidad el pelo) A mi bebe Tashiw: ¡Maca! M: ¿Qué? Tashiw: ¡Búscala! M: ¡Está con alguien más! Tashiw: ¡Tú solo búscala! Esther caminaba como mecanizada por la cocina preparando el desayuno, no había pasado una buena noche. A decir verdad tenía varias noches que no lograba dormir bien Alcatraces blancos 195 y si a su insomnio se sumaba la tensión y las constantes discusiones sin lugar y sentido que tenía desde hace dos semanas con Silvia. No era nada difícil saber el por qué sus nervios estuvieran crispados y a punto de estallar En el fondo ella sabía lo que tenía y se desesperaba terriblemente por que por más que lo intentara y se esforzara no lograba darle a Silvia lo que le exigía con tanta demencia y eso la ofuscaba, la entristecía pero sobre todo le dolía ver el sufrimiento de esa mujer que tanto la quería. Tan absorta estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que Osman entraba de prisa a la cocina Osman: Mami (le gritó a la vez que se sentaba en la mesa) buenos días E: Joder (de la impresión soltó la jarra con leche que traía en al manos y la cual irremediablemente cayó al suelo estrellándose en mil pedazos) ¿Ves lo que haces? (se giró de inmediato a ver a su hijo) ¡Pero no te he dicho que no entres así a la cocina! Osman: Lo siento mami (bajó la cabeza asuntado y sintiéndose apenado) no pensé que te fueras a espantar Esther ya no le contestó nada y fue por los artículos de limpieza que necesitaba para limpiar aquel desastre mientras Osman la observaba desde la mesa sintiéndose triste´ Osman: ¿Estás bien Mami? E: Sí, no te preocupes (suspiró levemente y le guiñó el ojo para tranquilizarlo) ¿Dónde está tu hermanito? Osman: Está con Chivis (levantó los hombros como si nada) lo está terminando de peinar... Con eso que lo tienen tan chiqueado que ni peinarse sabe E: Sí muy chiqueado lo hemos de tener que seguramente por eso no sabe peinarse (le sonrió divertida y le dio un beso en la mejilla) por eso tú también con tus casi siete añitos todavía te tenemos que abrochar los zapatos Osman: Por eso te he dicho mami que me los compres sin agujetas E: Mira que inteligente me saliste Osman: Igual que mi mamita (contentó esbozando una amplia sonrisa) ¿A qué sí? Osman al no ser por las largas pestañas y los grandes ojos marrones físicamente se parecía más bien poco a Maca, tenía más rasgos físicos de Jerónimo. La sonrisa, el tono de piel, el color de cabello e incluso el porte distinguido eran de su cuñado. Pero en cuanto a carácter era explosivo, audaz, directo, determinante y celoso. El vivo retrato de su madre. Cosa contraria a Pablo el cual parecía una calca física de Maca y en cuanto a carácter este era muy similar al de Jero. Tranquilo, ecuánime, justo comprensivo. Sin duda eran unos Wilson en toda la extensión de la palabra, Y aunque ella intentara olvidarse de Maca le era imposible si la veía todos los días a través de sus hijos Osman: ¿Verdad que sí Mami? (insistió ilusionado) ¡Soy igual que mi mamita! Esther sintió que algo se removía dentro de ella haciendo que se llenara de inquietud. Para nada se esperaba el comentario de su hijo. Puesto que en esos más de tres años de separación Osman en contadas ocasiones la había llegado a mencionar al menos en su presencia E: Sí hijo (se obligó a sonreírle a la vez que le acarició el rostro sintiéndose de pronto muy nostálgica) igual que tu madre Alcatraces blancos 196 Osman: ¡Oye mami! (abrió los ojos emocionado y de pronto aguardó silencio negando con la cabeza) No nada E: ¿Qué me ibas a decir Osman? Osman: Pues (levantó las cejas sin saber muy bien si seguir o no) es que no sé si te vas a enojar E: Vamos hijo (lo alentó a seguir) Dime lo que me querías decir que no me enojo Osman: ¿Tú no sabes si ya nació mi hermanita? E: ¿Qué? A Esther sorpresivamente le dio un pinchazo en el corazón y como ida le repitió de manera desanimada a la vez que la inquietud se hizo presente en sus ojos E: ¿Tu hermanita? Osman: Sí (afirmó categóricamente) La otra vez cuando regresamos de las vacaciones con mi mamita en el Tibet. Yo oí en el aeropuerto cuando Pablo te pedía que le compraras una muñeca para la bebe de mi mamita que Tashiw tenía en la panza E: ¡Pues yo no oí nada! Osman: Sí oíste mami (afirmaba rotundamente con la seriedad reflejada en sus ojos a la vez que movía la cabeza y aseveraba acusándola con el dedo) ¡Tú le dijiste enojada que sí se la comprarías pero que ya se callara! Esther abrió y cerró la boca sin saber muy bien que decir a la vez que de inmediato se le subieron los colores al rostro haciéndola sentir muy incómoda y apenada con su hijo. Aun así una idea cruzó por su mente E: Osman (lo miró con interés) ¿Tú de casualidad le contaste a Silvia que la novia de tu mamita iba a tener un bebe? Osman: Sí (sonrió ampliamente) la semana pasada que veníamos del parque Chivis nos pregunto a Pablo y a mí: ¿Qué si queríamos tener otro hermanito? Y el tonto de Pablo le dijo que sí E: ¿Y tú que le dijiste? Osman: Que no (levantó con seriedad las cejas y Esther pudo descubrió en el brillo de la mirada de su hijo algo que identificó como celos) Porque la novia de mi mamita ya iba a tener una hermanita para nosotros y tú no podrías cuidar de tantos niños Esther nuevamente abrió y cerró la boca quedándose fría y tuvo la necesidad de retroceder dos pasos hacia atrás. Por su cabeza nunca pasó lo que su hijo pudiera pensar de tener más familia y mucho menos pensó que se hijo pudiera sentirse tan celoso respecto a ella E: ¿Osman por qué piensas eso cariño? Osman: ¡Porque ya seriamos muchos! E: ¿Y por que tu mamita si puede tener más hijos y yo no? Osman: Porque mi mamita está sola y tú no (levantó su carita y con la determinación que lo caracterizaba buscó la mirada de su madre) Además mi mamita cuando por fin encuentre lo que perdió (los ojos se le llenaron de tristeza y dolor) va a venir a buscarte y nos iremos a vivir con ella E: Mi niño Alcatraces blancos 197 Esther conmovida lo abrazo fuertemente en su regazo y por primera vez en todos esos años fue consciente de la angustia, el dolor y la ilusión callada que sufrían sus hijos. Reponiéndose un poco del impacto de las revelaciones de Osman Esther le revolvió el cabello despeinándolo Osman: ¡Que me despeinas mami! Y a mí no me gusta que Chivis me peine E: No reniegues y toma (sirviéndole el desayuno) quiero que te termines todo porque te están saliendo manchas blancas en la cara y no quiero que la próxima semana que te toca ir de vacaciones con tu mamita vaya a decir que no les doy bien de comer Osman: Mi mamita no dice eso E: ¿A no? Osman: No (negó con seguridad moviendo la cabeza) Porque mi mamita tampoco nunca habla de ti Osman levantó los hombros como sin nada ante aquella afirmación mientras a Esther se le sacudió el alma con la fuerza de la verdad y la desilusión y pese a su pesar no pudo dejar de sentirse decepcionada Osman: Mami (Esther volteó a verlo) ¿Ya nacería mi hermanita? E: Sí Osman (los ojos súbitamente se le llenaron de lágrimas y suspiró levemente sintiéndose demasiadamente afligida y triste) Si todo salió bien supongo que ya nació Silvia que enteraba en ese momento a la cocina llevando de la mano a Pablo alcanzó a oír lo último de la conversación. Y al ver las tristes lágrimas en los ojos de Esther se sintió furiosa y traicionada a la vez que una fuerte opresión se le instalaba en el pecho sin dejarla respirar Silvia: ¿Quién nació Esther? (buscaba afanosamente su mirada) ¿Quién? E:... Silvia: ¡Te estoy hablando Esther! Osman: Isthar (gritó emocionado) Isthar Pablo: Isthar ya nació (se soltó de la mano de Silva y corrió abrazar a su hermano) Ya nació mi nueva hermanita Silvia entrecerró los ojos dolida por la actitud de Esther. Y sin esperar nada más se salió de la cocina. Esther que ya había logrado reaccionar corrió a darle alcance E: ¡Silvia! A duras penas la alcanzó antes de que lograra subirse al auto. Silvia intentaba por todos los medios no llorar. El corazón le palpitaba de manera desmedida a la vez que el rostro se empezó a tonársele blanco por la falta de oxigeno E: Silvia (la tomó de la mano) ¿Estás bien? Silvia: Déjame (murmuró levemente y levantó la mano para evitar la tocara) Era verdad sí lo sabías. Lo has sabido todo este tiempo y yo tan ilusa y tonta te lo creí todo E: Silvia no es lo que estás pensando Silvia: ¡Será mejor que me vaya! E: ¡Silvia por favor! Silvia: Isthar (empezó a reírse con dolor y tristeza) Isthar. ¿Sabes lo que significa? Alcatraces blancos 198 E: ¡Silvia! Silvia: Esther significa Esther (limpiándose furiosa la lágrimas de los ojos a la vez que se subía a su auto) Esther es un nombre femenino de origen hebreo deriva de Isthar nombre de una diosa de los babilonios y que significa aquello que brilla como una estrella E: Yo no lo sabía (entrecerró los ojos sintiéndose contrariada) No sé qué decirte respeto a eso Silvia: Respeto a eso y a nada Esther E: No me trates así Silvia (empezó a llorar apenada) Yo no tengo la culpa que la haya llamado así Silvia: Hazte por favor a un lado que tengo que irme y no me esperes para comer E: Silvia (le suplicó con la angustia en la voz) por favor no te vayas así enojada conmigo Silvia la ignoró en su lugar le lanzó una fría y dura mirada que hizo que Esther bajara la vista y se quitara para darle paso al auto. El vacío que Esther sentía a medida que el carro de Silvia se alejaba perdiéndose de su vista era inmenso. Silvia por su lado ya no podía aguantar más con aquel dolor, con aquel amor a medias y mal correspondido que le quemaba el alma unas cuadras más adelante estacionó el carro y se echó sobre el volante a llorar desconsolada Los dos siguientes días para ambas trascurrió de una manera lenta y tediosa. El dolor las iba consumiendo lentamente y de diferentes maneras intentaban canalizarlo evitando confrontarse a la vez que evocaban su amor al hijo que ambas esperaban con ilusión Y mientras una sufría por la mujer que amaba profundamente y no le correspondía como ella quisiera, la otra sufría por ver como pasaban las horas, los días, y no podía entregarle por completo el amor que merecía su mujer en ese entonces. Y así cada una sumida en sus propios pensamientos y reflexiones sufría su pena sin embargo de alguna manera se negaban aceptar lo que ya se deslumbraba como el principio del final Esa noche nuevamente el insomnio cruelmente se apoderaba tediosamente de sus horas de sueño y por más que intentara conciliarlo simplemente no podía hacerlo. Con cuidado de no despertar a su compañera Esther se removía inquieta e intranquila sobre su lugar en la cama intentando encontrar la posición adecuada que le permitiera descansar E: Joder (murmuró de mala gana) ¡Esta maldita almohada es demasiado blanda! Silvia: ¡No es la almohada! (murmuro con cierto enfado en la voz) ¡Eres tú! E: Lo siento (dijo con un tono de voz apenada) ¡Pensé que dormías! Silvia: Pues ya ves que no Esther (se medio incorporo en la cama) ¡Dime tú! ¿Quién puede dormir con tanto revuelo? ¡Si tal parece que tienes un remolino incrustado dentro de tu cuerpo! E: Ya te dije que lo siento Silvia Silvia: ¡Sí... Ya! Esther en la oscuridad de la noche buscó sus ojos y al encontrarse con la severidad de su mirada se inquietó y no pudo dejar de sentirse incomodidad y enfadada al descubrir en los ojos de su pareja la molestia, la incomodidad, el agobio y el enfado Alcatraces blancos 199 E: ¡Sí... Ya! (repitió enfadada frunciendo el ceño y un acto de arrebato por la actitud de Silvia agregó sin pensar) Y si no te parece y tanto te molesto ¡Ya lo sabes! Silvia: Sí... Lo sé (se levantándose precipitadamente de la cama) Mi sitio nunca ha sido aquí en tu cama mucho menos en tu corazón E: ¡Silvia no empieces por favor! Silvia: No, claro que no... (levantó las cejas sintiéndose francamente muy enojada) Tú tranquilita que no pienso empezar (se giró a verla) pienso terminar de una vez por todas con esta pantomima Sin dejarle oportunidad a Esther de hacer o decir algo Silvia tomó su ropa y salió rápidamente de la habitación cerrando con demasiada violencia y fuerza la puerta. Esther se quedó blanca de la impresión y para cuando logró reaccionar su desconcierto y tristeza fue tal que no pudo hacer otra cosa que abrazarse a la almohada y echarse a llorar Esther no supo a hora se quedó dormida llorando abrazada a la almohada pero cuando pasada las cuatro de la mañana se despertó a causa de un agudo dolor en su bajo vientre se alarmó y de inmediato se medio incorporó sobre la cama. Sus ojos se llenaron de angustia y terror al descubrir que la sabana estaba ligeramente manchada de sangre E: Silvia (gritó con todas sus fuerzas y desesperación) Silvia por favor ven El grito desgarrador de Esther llegó hasta los oídos de Silvia la cual se levantó del sillón donde se había ido acostar y sin perder tiempo subió corriendo por las escaleras y entró a toda prisa a la habitación donde estaba Esther Silvia: ¿Qué sucede Esther? (tenía la respiración entrecortada y el corazón le bombeaba más rápido de lo normal debido al susto y el esfuerzo realizada) ¿Por qué gritas así? E: ¡Estoy sangrando Silvia! (los ojos se le llenaron de lágrimas y la voz se le entrecortó) ¡Voy a perder al bebe! Silvia: No cariño. No vas a perderlo (negó con la cabeza) ¡No te muevas por favor! (le ordenó llegando hasta su lado) ¡Voy a llamar al doctor! E: No Silvia no hay tiempo (tenía los ojos llorosos) llévame de inmediato al hospital Silvia: ¡Vale! Pero no te asustes más ¿quieres? (le dio un beso en la frente) ya verás que todo va estar bien E: Sí, tiene que salir bien (le tomó la mano y se la apretó) ¡Yo no lo quiero perderlo! Silvia: Lo sé mi amor (le acarició con ternura la cabeza) lo sé Con suma rapidez y demasiado cuidado Silvia la trasladó al hospital más cercano donde de inmediato le dieron la atención medica. Silvia caminaba nerviosa y angustiada de un lado otro por los pasillos de la sala de espera del hospital al pendiente de cualquier noticia que le pudieran dar. Finalmente dos horas después de haberla ingresado el médico que la atendió salía hablar con ella -: Parientes de Esther García Silvia: Yo (fue a toda prisa a su encuentro) ¿Cómo están? -: Los dos están bien. Afortunadamente llegó a tiempo al hospital y logramos estabilizarla y controlarle el sangrado Alcatraces blancos 200 Silvia: ¡Que alivio! (respiró con tranquilidad sintiendo que la vida le volvía al cuerpo) ¿Qué fue lo que le sucedió? -: La evaluación que se le realizó no indica que tenga problemas físicos para retener al producto sin embargo (la miró fijamente) emocionalmente no se ve bien ¿Usted no sabe si tenga problemas con el marido? Silvia: Es mi mujer -: Ah entiendo (disimuladamente desvió la mirada) Sin embargo aunque los dos estén bien en estos momentos la amenaza de aborto persiste. Su mujer necesitara de cuidados constantes pero sobre todo necesita tener tranquilidad que nada la perturbe y la afecte emocionalmente por lo menos hasta que cumpla los tres meses de gestación y el feto esté más maduro y fuerte Silvia: Bien (bajó la cabeza sintiéndose triste) ¿Puedo pasar a verla? -: Por supuesto... En un momento más la subirán a piso Silvia: Gracias Al pie de la cama Silvia la observaba amorosa y con cariño le acomodaba el cabello mientras esperaba pacientemente a que Esther se despertara Silvia: Hola (le sonrió tiernamente) ¿Cómo te sientes? E: Hola (suspiró y de inmediato se llevó las manos al vientre) ¿Y mi bebe? Silvia: Tranquila todo está bien E: ¿No lo perdí? Silvia: No mi amor (se agachó hasta ella y le acarició el vientre) no lo perdiste pero necesitarás de muchos amor, mimos y cariñitos para que los dos estén bien E: ¿Y tú me los vas a dar? Silvia: Sabes que sí (le dio un beso en la nariz) te amo E: Silvia yo Silvia: Shisss (le dio un ligero beso en los labios) No digas nada todo va estar bien. Te lo prometo Silvia se quiso incorporar pero Esther no la dejó en su lugar levantó la mano y se la deslizó con mucha suavidad por detrás de su cabeza hasta que la sujetó por la nuca y la jaló atrayéndola a su boca lo cual tomó de manera tierna, pausada y profunda E: Te quiero mucho Silvia mucho Silvia: ¿Sabes? (la miró ilusionada) He estado penando que la próxima semana cuando se vayan los chicos con Maca sería bueno que nosotras también nos tomemos ese mes de vacaciones ¿Qué te parece? E: Sería genial (levantó las cejas con picardía) ¿Y a donde piensas llevarme? Silvia: A España (le sonrió ampliamente) Yo tengo más de un años sin ir y tú ni se diga. Desde que nos vinimos a vivir a México no has querido volver ni por qué a tu madre la hospitalizaron de un coma diabético E: Sabes de sobra cual es la situación con mi madre Silvia Silvia: Sí (asistió con la cabeza) Pero ya va siendo tiempo que limen sus asperezas ¿no? E: La verdad es que me hace mucha ilusión volver (sonrió ampliamente) por fin voy a poder tener entre mis brazos al pequeño Jeremías Silvia: Yo no entiendo cómo pudieron llamar a tu sobrino así (levantó las cejas) ¿En qué estarían pensando Jero y Iliana cuando eligieron nombre? E: ¡Así se llamaba el abuelo de Jero! Alcatraces blancos 201 Silvia: ¿Y qué culpa tenía el pobre niño? E: Si el nombre no es feo Silvia Silvia: Pues a mí no me gusta E: Humm pero a ellos sí (Se rió divertida acariciándose nuevamente el vientre) ¿Y tú como piensas llamar a nuestro pequeñín? Silvia: Si es varón se llamará como los abuelos Luís Octavio y si es niña se llamará Esther como tú. ¿Qué dices? E: Lo que tú digas Silvia: Si es lo que yo digo (haciendo un juego de cejas) ¿Nos vamos a España? E: Sí cariño (le dio un beso en los labios) Nos vamos a España de vacaciones En plena madrugada la risa de la pequeña Isthar la hizo despertarse un tanto confusa se levantó de la cama para ir hasta la cuna de su hija y ver el motivo por el cual reía sonoramente La niña jugaba con un escurridizo globo rojo en forma de martillo que Maca le había comprado esa mañana y cada vez que intentaba apresarlo este escapaba de sus diminutas manos y caía suavemente sobre su cara provocando las risas de la niña Tashiw no pudo evitar reír con ella y una vez que comprobó que su hija estaba bien, le retiró el globo la cobijo y le dio la mamila para que se durmiera Tashiw: ¡A tus cinco meses estás echa toda una pilluela! (le dio un beso en la frente) No me extraña nada que tengas loca a Maca si eres un amor Estaba por volverse a la cama a dormir cuando sintió un poco de sed y fue entonces que decidió ir a la cocina por agua. Bajaba por las escaleras cuando distinguió una tenue luz que salía por debajo de la puerta del despacho lo que le indicó que Maca aun no se iba a dormir. Sin poder dejar sentirse preocupada por ella Tashiw se dirigió al despecho Tashiw: Hola M: Hola (le contestó sin levantar la vista de los papeles que estaba leyendo) ¿Qué te trae por aquí? Tashiw: ¡Tú! (le dijo sin rodeos a la vez que levantó las cejas) ¿Ya vistes la horas que son? M: Sí (levantó los hombros como si nada) ¿y por lo mismo te pregunto qué haces levantada a estas horas? Tashiw: Eso debería preguntártelo yo a ti que llevas casi tres días sin dormir M: Sí duermo Tashiw Tashiw: No como deberías (se acercó hasta ella) ¿Qué pasa Maca? ¿Qué es lo que te preocupa tanto? M: En realidad estoy nerviosa (suspiró y a la vez se sorprendió de reconocerlo abiertamente) muy nerviosa Tashiw: Por lo del viaje M: Sí (reconoció francamente levantándose de su escritorio y caminando hasta la chimenea) No sé si fue buena idea decirle a Jero que iríamos a España a recoger a mis hijos y que no había necesidad que me los mandara solos en el avión como cada año después de visitar a Encarna Alcatraces blancos 202 Tashiw: Ah es eso (murmuró con desilusión en la voz tas sus espaldas) Pensé que te hacía ilusión ir a conocer a tu sobrino y que de paso tu familia y tus hijos conocieran de una buena vez a Isthar M: ¡No si ilusión si me hace! Tashiw: ¿Entonces? M: No sé Tashiw (se giró a verla) tengo un extrañado presentimiento que no me deja estar tranquila Tashiw: Pues si es eso lo que te tiene así (levantó los hombros) llámale para que cambie los planes, aun estás a tiempo de cancelar todo M: No es tan fácil Tashiw: ¿Por qué no? M: Porque tú también estás ilusionada con ese viaje. Quieres conocer otro país, otras costumbres otras cosas. Lo vi en el brillo de tus ojos el día que te dije que podíamos hacerlo Tashiw: Sí (suspiró con fuerza) Pero por mí no te preocupes. A mí lo que realmente me da ilusión es verte tranquila y en paz M: Y lo estoy (se pasó la mano por la cabeza) Solo que no sé... Algo me dice que ese viaje a España va ser muy duro Tashiw: ¿Crees que me... nos van a rechazar? M: No como crees eso (levantó las cejas incrédula) Tashiw si mis hijos ya te conocen y se mostraron muy contentos con la idea de tener una hermanita Tashiw: No me refiero a ellos Maca (movió la cabeza a la vez que la incertidumbre y el miedo se apoderaban de sus ojos) Me refiero a tu hermano y su esposa M: ¿Por qué piensas eso? Tashiw: Porque tú me has contado que Jerónimo y Esther son muy buenos amigos y además pues la esposa de tu hermano es la hermana de Esther M: ¿Y eso qué Tashiw? Tashiw: Pues no lo sé (suspiró con tristeza) ya ves lo que era mi vida antes de conocerte. Supongo que yo no soy lo que esperan... No les voy a agradar M: No tienes nada que temer (la estrechó con fuerza entre sus brazos) ere una chica maravillosa y ellos son unas personas estupendas. Nada que ver con lo que tu loca cabecita piensa Tashiw: ¿Maca? M: ¡Dime! Tashiw: Ya ves que todos por aquí dicen que eres una pervertida sexual y que soy tu amante M: A mi no me importa lo que pienses los demás (la miró fijamente a los ojos) tú y yo sabemos la verdad Tashiw: Lo sé Maca (le medio sonrió) y a mí tampoco me importa lo que piensen de nosotras pero... M: ¿Pero qué? Tashiw: ¿Cómo me vas a presentar ante tu hermano y su esposa? M: Como lo que eres cariño (levantó las cejas sorprendida) La madre de mi hija Tashiw: Maca (movió la cabeza) ¡Sabes exactamente a lo que me refiero! M: Tranquila (le dio un palo cariñoso en el brazo) Que no pienso arruinarte la vida. (sonrió ampliamente) De hecho Jerónimo en seguida se dará cuenta que tú podrías ser mi hija y la chiquilla que está arriba mi nieta Tashiw: Jajaja (le dio una palmadita en la mejilla) te pasa... Pero tus hijos dicen otra cosa Alcatraces blancos 203 M: Son pequeños no saben nada aun de la vida (levantó las cejas) Y si no los saqué del error cuando pensaron que eras mi novia fue porque... Tashiw: Por que le irían con el chisme a Esther (la interrumpió antes de que terminara) y con eso posiblemente ella se p... M: Hummmm (sintiéndose apenada le tapó la boca con la mano) Ni lo digas. Esto es solo un secreto entre tú y yo Tashiw: Jajaja. No tienes remedio (la tomó de la mano) Vamos a dormir que necesitas descansar si no pasado mañana perderemos el vuelo El tráfico de gente era imposible en el aeropuerto Benito Juárez de la ciudad de México y mientras Silvia en compañía de Osman entregaba el equipaje. Pablo a cada dos por tres se le soltaba de la mano a Esther y echaba a correr por los pasillos desatando la desesperación y enfado de Esther E: Pablo no te voy a volver hablar (sujetándolo nuevamente de la mano) si no te aplacas te voy a dar un par de nalgadas de campeonato delante de toda esta gente Pablo: Uy mami (negó con la cabeza resignado) a veces te pones muy fea E: Fea o no te voy a dar de nalgadas para que se te quite lo grosero Silvia: ¿Qué pasa cariño? (tomándola por la cintura) ¿por qué discutes con el niño? E: Pasa que le permitiste tomar mucha soda y así no hay ni quien lo aguante y francamente ya me tiene de los nervios Silvia: ¡Ya! (mirándola incrédula) ¿Pablo o el vuelo? E: Los dos (reconoció con una media sonrisa en los labios) Es que no puedo con tanta tensión (mirando a Pablo el cual se le volvió a soltar y se fue directamente a pelear con Osman) Míralo ya está ahora peleado con Osman (movió la cabeza impaciente y se dispuso a ir por él) Si te digo no puede estar un segundo en paz. Pablo (le habló molesta y apretando los diente) Ven para acá de inmediato Silvia: Ya tranquilízate que no es para tanto. Recuerda que no puedes alterarte por tonterías E: ¿Es que no lo estás viendo? Silvia: Sí los veo Esther pero es que los niños están tensos y nerviosos (levantó las cejas) tenemos casi cinco horas de retraso. Los críos están también desesperados e impacientes ya por irse E: Y yo también Silvia pero no puedo con Pablo (suspiró hondamente) es tan imperativo, caprichudo y berrinchudo que me altera y me saca de quicio rápidamente Silvia: Ay cariño (le sonrió y le acarició la mejilla) El niño está chipil (le acarició el vientre) y no es para menos si aquí traemos a su hermanito (le dio un rápido beso en los labios) Te propongo algo... Tú te encargas de cuidar a Osman que yo me encargo de cuidar a Pablo ¿Qué te parece? E: Por mi está bien (le sonrió y le dio un beso) Por cierto ya pudiste localizar a Jero para avisarle de lo del retraso Silvia: Sí Esther ya (le jaló con cariño el cachete) tú no te preocupes por nada que todo ya está todo listo para cuando lleguemos a España E: ¡Silvia! (se giró a verla sorprendida) No le abras dicho que también nosotras vamos Silvia: No Esther no le he dicho nada (sonriente levantó la cejas) será toda una sorpresa cuando vean llegar a los niños con nosotras. ¡Tal como tú lo querías! E: Gracias Silvia (se abrazó a ella emocionada) la verdad es que me hace mucha ilusión este viaje Silvia: Lo sé mi amor (oliendo su cuello) Humm que rico hueles Alcatraces blancos 204 E: Silvia que te conozco Silvia: ¿Y? (levantó las cejas divertida) ¡Que hay de malo en que le diga a mi mujer que huele rico! E: Dicho así... nada (le sonrió coquetamente y le dio un beso en los labios) sabes que te quiero ¿verdad? Silvia: Sí (suspiró sintiéndose muy feliz) mi tonto corazón también lo sabe Ambas mujer se perdieron un momento en los ojos de la otra hasta que Pablo llegó corriendo abrazársele a las piernas a Esther casi tirándola Silvia: ¡Pero Pablo! (empezó a reírse) ¿Qué haces? E: Ves (frunciendo el ceño) no se aguanta Osman: Mami (jalaba de la blusa a Esther) ¿Falta mucho para irnos? Silvia: No mucho Osman (le sonrió y le acarició el pelo) de echo están anunciando nuestro vuelo Pablo: Yupi (saltando a los brazos de Silvia) ¡Ya nos vamos! Osman: A España con el tío Jero (levantó los brazos gustoso) y de ahí al Tibet con mi mamita Once horas después en el aeropuerto Barajas de la ciudad de Madrid el automóvil de Jerónimo entraba a toda prisa a los estacionamientos del aeropuerto en compañía de Maca, Tashiw y su pequeña hija Isthar M: Vale Jero (mirándolo de reojo) Ya estamos aquí no hay necesidad de que corras tanto Jero: Los niños vienen solos Maca y llevamos cinco minutos de retraso y si no me ven cuando salgan el guardián a entregarlos se van a poner nerviosos M: No te preocupes Jero el avión en estos momentos debe estar aterrizando vamos a llegara a tiempo a la sala de espera Jero: Pues si no le metemos prisa (bajándose del coche) en verdad no llegamos Tashiw: No te preocupes Jero que Maca tiene razón (sonriéndole a Maca) estamos a tiempo Jero: Nadie pidió tu opinión (la miró con cara de pocos amigos) ¡Debiste quedarte en casa jugando a las muñecas con la hija de la vecina! Tashiw: Lo siento (bajó la cabeza incomoda) no fue mi intención molestarte Jero: ¡Vamos Maca! (le metió prisa) ¡Que los niños están solos! M: Aghh Maca le guiñó el ojo a Tashiw dejando pasar de largo los comentarios de su hermano y lanzó un fuerte suspiro a la vez que bajaba del auto y tomaba entre sus brazos a su pequeña Isthar M: Creo que Jero está más nervioso que yo (empezó a reírse) y eso que son mi hijos y tengo casi ocho meses que no les veo Tashiw: La sorpresa que se van a llevar los chicos (levantaba las cejas emocionada) cuando vean que has venido a España por ellos M: ¡Me muero de ganas de verlos! Jero: ¿Quién no? (ayudando a Tashiw a bajar del auto) ¡Vamos niña apresúrate un poco! Alcatraces blancos 205 M: ¡Jero! (una vez más levantó las cejas sorprendida por la actitud de Jero hacia Tashiw) ¡No te pases! Tashiw: No te preocupes Maca ya sé que a tu hermano no le caigo muy bien que digamos (cruzándose de brazos) pero no importa su actitud es más me tiene sin cuidado (retando a Jero con la mirada) Y no voy a permitir que me afecta en lo mas mínimo Jero: Mira niña (señalándola con el dedo) No digas cosas que no son ¡Eh! (levantó los hombros) ¡Que por eso se hacen los chismes! Tashiw: ¡Solo digo lo que veo! M: Hey, hey basta los dos (los miró a ambos con actitud reprobatoria) que no es el momento ni hora para discutir Tashiw: Tienes razón (quitándole a Isthar de los brazos a Maca) ¡Vamos por tus hijos! Tashiw con la niña en brazos y sintiéndose molesta por la discusión con Jero se giró con determinación y empezó a camino decidida hacia la entrada de los andenes del aeropuerto mientras Jero y Maca se veían un momento entre sí M: ¡Tiene carácter! Jero: ¿Te parece? (levantó las cejas irónico) Más bien parece una rabieta de las que suele ser tu hijo Pablo M: ¡Vamos Jero no seas así! (le medio sonrió) Date una oportunidad de tratarla es muy buena chica Jero: ¿En qué aspecto hermanita? M: Jero no seas grosero Jero: ¡Mira no me digas nada! (le advirtió frunciendo el ceño) Que de verdad ella tiene razón y no la soportó M: ¡Pues no entiendo por qué! Jero: ¡Vamos Maca! (levantó las cejas con seriedad) No voy a decir más... Simplemente no me parece bien que esté contigo por muy madre que sea de tu hija (levantó las manos para evitar que Maca digiera algo) ¡Mírala por Dios Maca que es una niña! (con fuerza suspiró resignado) Pero supongo que no debo de meterme en tu vida M: No (negó con la cabeza sintiéndose de pronto triste) no debes Jero Jero: Bien (asistió con un leve movimiento de cabeza) ¿Tus hijos ya deben estar esperándonos M: Sí, supongo que sí Cuando entraron a la sala de espera se enteraron que el avión demoraría mucho más de lo que Silvia le había dicho originalmente la última vez que se comunicó con Jero. Tashiw se disculpó un momento con ellos y se fue al baño a cambiarle el pañal a Isthar M: Es muy responsable con su hija Jero: Porque piensa que está jugando a las muñecas M: Eres imposible Jero (se giró a verlo) Tengo apenas dos días de haber llegado a España con al espereza de estar unas semanas en paz... Tranquila disfrutando de estar en familia... Y desde el mismo momento que te presenté a Tashiw y a mi hija estás como enajenado con lo mismo tema. Que si Tashiw esto, que si Tashiw lo otro, que si Tashiw aquello y la pobre no te hace absolutamente nada. ¡Ya déjala tranquila hermano por favor! Jero: Ay Maca (negó con la cabeza) La verdad no entiendo porque después de haber encontrado tu estabilidad emocional vas y te enredas con esta niñita (se cruzó de brazos) Alcatraces blancos 206 ¡A ver dime! ¿Cuántos años tiene? Doce, catorce, dieciséis... ¿Cuántos Maca? ¿Cuántos? M: Dentro de seis meses cumplirá los dieciocho Jero: Joder diecisiete años (se levantó de su silla) Esa mocosa tiene diecisiete años (poniéndose las manos en la cintura) No cabe duda que tú sola te complicaste la vida M: Jero no sabes realmente lo que hay Jero: No claro (negó con la cabeza disgustado) con una hija de cinco meses en los brazos no sé lo que hay M: ¡Déjame explicarte! Jero: ¡No quiero saberlo! (la miró fijamente a los ojos) Pero te voy a decir algo que debí decírtelo hace mucho tiempo pero me sentía tan cabreado y molesto contigo cuando Osman al regresar del Tibet las vacaciones pasadas me dio la noticia del embarazo (levantó los dedos haciendo comillas) de tu nueva novia que francamente pensé que ya no tenía ni caso M: ¿A qué te refieres Jero? Jero: A Esther M: ¿Qué? (levantó las cejas sorprendida y buscó la mirada de su hermano) ¿Qué tiene que ver Esther con todo esto? Jero: Mucho (jaló aire y se sentó a su lado) Después de que Esther se fuera a vivir a México con Silvia entre ellas no hubo nada M: Lo sé (entrecerró los ojos con tristeza al recordar) por que la misma Silvia me lo dijo el día que fui a pagarle lo de la fianza Jero: Bueno (levantó los hombros) pues después de que le pagaste tampoco hubo nada entre ellas. Hasta hace más o menos un año que tus hijos volvieron de vacaciones con semejante noticia M: ¿Qué me estás queriendo decir Jero? Jero: Que Esther en realidad pese a todo lo sucedido entre ustedes dos te estuvo esperando todo este tiempo (levantó las cejas) Y cuando se enteró del embarazo de tu nueva novia le dolió tanto que fue entonces cuando decidió pasar página y rehacer su vida liándose con Silvia M: No (empezó a reír nerviosa) No es cierto Jero. Esther ya estaba con Silvia desde mucho antes que Tashiw llegara a mi vida Pablo: ¿Quién va a saber más? ¿Tú que te alejaste de todos o yo que vivo con su hermana? M: Pero Pablo me contaba que ellas eran novias y que se iban a casar muy pronto Jero: Pablo siempre decía lo mismo de ti a todos... Que tenías novia nueva y te ibas a casar pronto... Pero el año pasado no dijo nada de eso excepto que tu novia tenía un bebe en la panza y le diría a su mami que le comprara una muñeca para su nueva hermanita M: ¡Esto es irreal! (se llevó las manos con nerviosismo a la cabeza) Tashiw nunca ha sido mi novia, mucho menos mi mujer (miró fijamente a Jero) Solo es mi protegida Jero cuando la conocí ya estaba embarazada y andaba hambrienta divagando por la estación del tren yo me encontraba ahí porque estaba esperando que los niños llegaran. Cuando ella se me acercó pidiéndome algo que comer en ese momento se desvaneció en mis brazos involuntariamente le toqué el vientre y me di cuenta que estaba embarazada (los ojos se le llenaron de lágrimas) Sus rostro demacrado y pálido, el opaco brillo de sus ojos marrones me suplicaban llenos de tristeza que le ayudara (suspiró llena de dolor) Es tan joven que no podía negarme me recordó tanto a Esther que no pude negarme Jero: Maca no metas a Esther en esto. ¿Quieres? M: Esther era muy joven cuando quedó embarazada la primera vez de Hugo Alcatraces blancos 207 Jero: ¿Qué? (se levantó de su asiento como impulsado por un resorte sin dar crédito a lo que oía) Pensé que habías cambiado Maca (empezó a respirar con fuerza intentando jalar todo el aire que más le fuera posible) ¿Cómo es posible que te atrevas a levantarle semejante calumnia a Esther. A la madre de tus dos hijos para disculparte de tus actos? M: No me estoy disculpando (se levantó de su lugar también sintiéndose herida) y mucho menos invento nada (se limpió con rabia las lágrimas) a estas alturas ¿Tú crees que yo no tenga la necesidad de inventarme algo? Bastante he sufrido y perdido en la vida por mis actos para seguir haciendo ¿No lo crees? (lo miró con la ira reflejada en su mirada) Esther estando conmigo se quedó embarazada de Hugo y a pesar de haberme quedado a su lado. En su momento no la supe apoyar como debí hacerlo y perdió al bebe (empezó a llorar nuevamente sintiéndose muy abatida) Por mi manera tan equivocada de amar perdió al bebe Jero: Lo siento Maca (la abrazó con fuerza) Yo no lo sabía M: Ahora entiendes por que Tashiw está conmigo Jero: Sí Maca pero ella no es Esther M: Ni quiero que lo sea (se sentó nuevamente) En mi vida no hay lugar para ninguna otra mujer que no sea Esther ¿Lo entiendes? ¿Verdad? Jero: Ay hermana (movió la cabeza) que irónica y dolorosa es la vida. Ahora Esther... M: Está con otra, es feliz (lo miró con el dolor reflejado en su mirada) Pero aun así yo la voy a esperar Jero: ¡Maca! M: Humm Se hizo un breve silencio entre ambos, finalmente Jerónimo se agachó de puntitas a su lado y la tomó de la mano. Maca dejó caer libremente sus lágrimas Jero con ternura se la secó Jero: Maca hermanita (suspiró con fuerza intentando poner un orden a sus ideas) debes saber también que Esther... Esther está embarazada Maca medio sonrió y empezó a reír al mismo tiempo que gruesas lágrimas volvía a resbalar por sus mejillas y sintiendo en ese momento la necesidad de irse de ahí. Se levantó de su lugar e hizo el intento de echarse a correr pero unos gritos llenos de ilusión y felicidad la detuvieron Osman y Pablo: Mamita (soltándose de las manos de Esther corrieron hacia ella) Mamita Maca volteó hacia ellos abriendo sus brazos para recibirlos y al ver a Esther parada de frente a unos cuantos metros de distancia a ella sintió que todo su mundo se le paralizaba Esther involuntariamente abrió la boca y en un acto de auto-reflejo dio un paso a hacia atrás chocando levemente con Silvia. Esther tenía la cara desencajada por la impresión, el estómago le dolía, el corazón le palpitaba de manera exagerada haciéndole difícil el respirar. A cada segundo que pasaba la palidez de su rostro iba en aumento y de pronto sintió que todo empezaba a dar vuelta a su alrededor Silvia: ¡Esther cariño! (la sostuvo fuertemente por la cintura logrando evitar que cayera al suelo) ¡Estás temblando! Alcatraces blancos 208 E: No me sueltes Silvia: Por favor cariño reacciona (le daba suaves palmadas en el rostro) Mírame Esther no pasa nada. Yo estoy aquí contigo y no voy a permitir te haga daño ¡Vale! E: Lo siento Silvia (se giró rápidamente hacia ella abrazándose a su cuello) Yo no me esperaba esto Silvia: Lo sé (levantó la vista topándose a la distancia con la mirada de Maca) Tú tranquila (la abrazó con firmeza y inmensa ternura) no pasa nada cariño Maca aun sin poder lograr reponerse de la impresión a cámara lenta veía como sucedía todo a su alrededor. Sus hijos brincaban jubilosos alrededor de ella exigiendo su atención Osman: Mamita (se abrazaba a su cintura) viniste por nosotros Pablo: Ma (abrazándose con fuerza a sus rodillas) ya estás aquí Jero: Maca (la miraba preocupado) ¿Estás bien? M: ¡Eh! Maca por más esfuerzos que hacía simplemente no podía salir de su aturdimiento su cuerpo estaba estático y su alma eran un cúmulo de emociones entrecortadas que no sabía qué hacer con ellas. Por un lado quería llorar, gritar, reír, salir corriendo y por el otro lado solo quería contemplarla eternamente, ir a su encuentro... no quería perderla de vista ni un solo instante. El corazón le brincaba desbordado, el cuerpo poco a poco le iba devolviendo el movimiento, sus manos temblaban y sus ojos la buscaban sin cansancio sin importarle en absoluto que Silvia estuviera con ella Jero: Maca (se paró frente a ella tapándole su campo de visión) ¡Deja de mirarlas de esa manera! Esther seguía abrazada a Silvia y esta no hacía más que intentar de tranquilizarla mientras de reojo observaba a Maca. La cual por todos los medios intentaba esquivar el cuerpo de Jerónimo Silvia: (“Joder (murmuro para sus adentros empezando a sentirse molesta) ¡La lleva clara!”) E: ¡Vamos de aquí! Silvia: Necesitamos recoger el equipaje y entregarles el de los niños E: ¡Hazlo tú! (dándoles la espalda y señalando hacia otra estancia) ¡Yo te espero en aquella sala! Silvia: Como quieras mi amor (le dio un rápido beso en los labios a la vez que le acariciaba el vientre) Ya me encargo yo M: ¿Por qué no me dijiste que venían? Jero: ¡Por qué no lo sabía! (levantó los hombros) de haberlo sabido ni loco permito que vengas Osman: Mi mami quería que fuera una sorpresa para el tío (le sonrió feliz abrazado de su madre) por eso no dijimos nada Jero: ¡Y la sorpresa desde luego se la han llevado otras! M: ¡Desde luego Jero! (tomando a sus dos hijos de la mano) ¡Vamos chicos! (en los labios se dibujo una pequeña sonrisa) ¡Vamos a saludar a su madre y a Silvia Pablo: Si (gritó jubiloso) vamos Alcatraces blancos 209 Jero: Maca no (alarmado la detuvo ligeramente de un brazo) No creo que sea conveniente... ¡Deja que ellas se acerquen! Maca movió la cabeza a la vez que suspiraba con fuerza y sin detenerse a pensar en lo que Jerónimo le decía lo hizo a un lado y con decisión fue hacia ellas Silvia: ¡Viene para acá! (tomó con fuerza a Esther de la mano) ¡sonríe no le demuestres que le tienes miedo! E: ¡Miedo! Esther repitió para sus adentros abriendo sus ojos sorprendida al ser consciente de que Silvia pensaba que estaba así porque le tenía miedo a Maca. No queriendo hacerle daño se obligo a sonreír. Lo que Silvia aprovechó para besarla y abrazarla acariciándole el vientre Maca se detuvo en seco sintiéndose estúpida al verlas besarse. De pronto todo le empezó a dar vueltas a su alrededor inconscientemente sus ojos se llenaron de lágrimas al contemplar ante ella su realidad... Su triste realidad, Esther estaba en brazos de su mujer y estaban esperando un hijo juntas Osman al sentir que su madre se detenía la jaló del brazo obligándola a continuar Osman: ¡Vamos mamita a que saludes a mi mami! Silvia: ¿Qué tal Maca como estás? M: Bien (contestó con la voz apagada) muy bien gracias y ustedes E: ¡Divinamente! Esther levantó las cejas sonriente a la vez que recargaba su cuerpo en el de Silvia la cual de inmediato lanzó un profundo suspiro y la rodeó entre sus brazos. Maca hizo una mueca de media sonrisa y bajó la vista mientras sentía que su corazón se partía en mil pedazos y que en cualquier momento se le detendría -: Perdonen señoras (intervino un joven moreno llamando su atención) Los equipajes ya están en las bandas Silvia: Gracias (viendo hacia las bandas) ¡Enseguida vamos! Jero: ¡Yo te ayudo a traerlos Silvia! Silvia: Sí, sí claro, Jero Silvia miró un momento a Esther levantó las cejas y Silvia le susurró algo al oído. Esther sonrió ampliamente guiñándole un ojo a la vez que le daba un beso en los labios E: Anda ve por los equipajes para irnos que estoy muy cansada del viaje (le dio una palmadita en el culo) además Maca querrá ya llevarse a sus hijos M: Así es (sintiéndose sumamente triste y fuera de lugar desvió la mirada) Todos estamos cansados Jero y Silvia se marcharon por los equipajes mientras Pablo se fue abrazar a Esther y Osman tomaba las manos de sus madres al mismo tiempo. El silencio se hizo presente Maca evitaba a toda costa mirar a Esther y esta movía la cabeza incomoda. Alcatraces blancos 210 Sorpresivamente el estómago de Maca rugió al chillarle la tripas y Pablo empezó a reírse Pablo: ¡A mi mamita le chillan la tripas como a mí cuando tengo hambre! (mirando a Esther sonriente) ¿Verdad que sí mami? E: Cuando tienes hambre (medio sonrió observando a Maca de reojo) o estás muy nervioso M: ¡Vale! (suspiró desganada reconociendo) ¡Estoy muy nerviosa! E: Lo sé (pasó saliva y se medio giró para verla) ¡Tanto tiempo! M: Sí (desviando nuevamente la mirada de ella) Poco más de tres años E: ¿Cómo has estado? M: ¡No tan bien como tú! (intentando con todas su fuerzas que su voz no delatara que estaba a punto de llorar) Pero ahí la llevo E: Vi que cojeabas un poco M: Sí algo (aguantando la respiración levantó los hombros tratando de restarle importancia) ¡Pero ya no duele! E: Lo siento Maca (soltó de pronto y no pudo evitar que la voz se le cortara) mi madre nunca debió decirte nada. No le correspondía M: No te preocupes todo está olvidado (rápidamente sin que Esther se diera cuenta se limpió las lágrimas) las heridas han sanado... Sé que no le hablas y sigues enfadada con ella por esto (tragó saliva y buscó su mirada) ¡No vale la pena Esther ¡Encarna siempre solo intento protegerte de mí E: ¡Casi te mata! M: No (suspiró con fuerza) No fue ella... En realidad siempre fui yo con mi actitud quien provocó todo lo sucedido... ¡Siempre fui yo Esther! E: ¡Maca! M: ¡Tú podrás llegar a perdonarme alguna vez! E: ¡Hace mucho que lo hice! M: Gracias (entrecerró los ojos a la vez que la voz se le entrecortó y fue inevitable que llorara) Muchas gracias E: No llores Maca Esther inesperadamente levantó la mano y sin detenerse a pensarlo le limpió las lágrimas. Maca le tomó la mano y se la besó M: Siempre Esther (la miraba llorando a los ojos) siempre has sido el amor de mi vida E:... Esther se quedó callada y con mucha suavidad retiró su mano y disimuladamente agachó la cabeza desviándola la mirada para que Maca no pudiera ver las lágrimas que amenazaban con salir M: ¡Eres feliz! E: ¿Por qué me preguntas eso ahora? M: Porque solo así (las lágrimas empezaron a fluir nuevamente sin control de sus ojos) comprenderé que estés esperando un hijo de ella E: ¡Maca! M: ¿La quieres? E: Mucho Alcatraces blancos 211 M: ¡Vale! (con infinito dolor se limpió las lágrimas) Voy esperar a Jero en el auto (le dio la espalda) Niños despídanse de su madre que nos vamos Los chicos le dieron un abrazo y un beso a Esther y después se fueron corrieron al lado de Maca la cual los tomó de la mano y antes de emprender la marcha se giro hacia ella sonriéndole M: ¡Esther! E: ¡Sí! M: ¡Siempre te has visto muy hermosa embarazada! E: Gracias M: ¿Sabes? Nunca imaginé encontrarte aquí (suspiró con fuerza) Me dio mucho gusto verte E: A mí también Maca (se llevó la mano a la boca para evitar un sollozo) ¡Cuídate! M: ¡Lo haré! (afirmó con un movimiento de cabeza) Tú también lo harás ¿verdad? E: ¡Te lo prometo! Esther no dijo más y como si de una cámara lenta se tratara vio como Maca sin voltear atrás se llevaba a sus hijos tomados de la mano y lentamente se marchaba perdiendo entre la gente hasta que llegó a lado de una bella joven mujer la cual estaba sentada con un bebe en brazos y tal parecía haber estado esperándola a la distancia todo ese tiempo El corazón de Esther casi se sale del pecho a causa del dolor que sintió cuando vio a esa chica levantarse de su lugar y entregarle en los brazos a Maca a la bebe para después abrazarse a su cuello llorando con ella En las penumbras de la habitación de su despacho. Maca estaba sentada de frente a la chimenea envuelta en una manta de su pequeña hija Isthar. A su lado sobre una pequeña mesita de roble tallado tenía una copa de Coñac medio vacía. Y en su mano derecha sostenía con fuerza un Alcatraz blanco junto a una fotografía de Esther. Sus ojos brillaban de manera intensa y sus lágrimas amenazaban por rodar por sus mejillas mientras veía al fondo de la chimenea las llamas arder -: Maca (suspiró inquietad) ¡Otra vez tomando cariño! Con mucho cuidado de no alterarla Tashiw se acercó hasta ella y sin decirle nada más. Simplemente la abrazó; de inmediato Maca hundió el rostro en su plano vientre a la vez que con angustia y desesperación se aferraba a su cintura rompiendo a llorar Tashiw: Ya Maca (la acariciaba con ternura su cabello) ya pasó M: No puedo Tashiw (entre suspiros entrecortados hipaba por el llanto) Por más que lo intento ¡No puedo olvidarla! Tashiw: ¡Y tomando no es la mejor forma de que lo hagas! M: Tampoco es que tome mucho Tashiw: Tres a cuatro copas diarias de coñac desde hace tres meses que la volviste a ver en el aeropuerto (con cuidado la tomó de la barbilla obligando a verla) son demasiado Maca. ¿Tú de verdad crees que a Esther le gustaría saber cómo te encuentras desde que la viste la última vez? Alcatraces blancos 212 M: No (murmuro en un suspiro) Ya no volveré a tomar... (entrecerró con tristeza los ojos) ¡Te lo prometo! Tashiw: Tampoco prometas lo que no vas a cumplir Maca (levantó las cejas medio sonriéndole) Lo mismo me dijiste hace tiempo cuando te dio por comprar Alcatraces blancos todos los días ¡Y mira los sigues comprando! M: Es la única forma que la puedo sentir y tener cerca de mí Tashiw: Pero los tienes en tus manos hasta que los marchitas Maca M: ¡Es que es nuestra flor! Tashiw: Entonces porque es su flor... (la miró fijamente a los ojos) ¡Renace como ella de entre las cenizas! Tashiw con sumo cuidado le quitó el alcatraz que traía en la mano y ante la atenta mirada de Maca cambio el agua del florero deposito el Alcatraz dentro y fue a colocarlo encima de la chimenea Tashiw: ¡Mira Maca! (regresando hasta su lado. Le señaló hacia la flor) ¡Ves como revive con el agua nueva!... Así mismo cariño. Tú tienes que revivir de entre tus cenizas M: ¿Olvidándola? Tashiw: No Maca (movió la cabeza) eso es imposible. ¡Viviendo con ilusiones nuevas! (le acarició la mejilla con ternura) ¡Viviendo para ella! M: ¡Ella ya me olvidó! (los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas) ¡Es muy feliz en su nueva vida! Tashiw: ¡Yo no lo creo! (suspiró con fuerza) la mirada que Esther me lanzó llena de impotencia y dolor cuando puse a Isthar entre tus brazos y me abracé a ti llorando aquel día en el aeropuerto lo decía todo... ¡Para mi Esther no es feliz como te lo hizo creer! M: ¡Está con ella! ¡Van a tener un hijo juntas! Tashiw: ¡Yo estoy contigo! (levantó las cejas) ¡Tenemos una hija! (se mordió el labio) ¡Y las cosas no son como parecen! M: Tashiw Tashiw: ¡Maca! ¿Esther sabe en qué condiciones estoy contigo y tuvimos a nuestra hija? M: No lo creo (levantó los hombros) Ni Jerónimo lo sabía. ¡Pero eso no cambia nada! Tashiw: Te equivocas Maca cambiaría y mucho M: ¿Qué quieres decir exactamente Tashiw? Tashiw: ¡Que vayas a México a buscarla y le aclares todo! M: No tiene caso (se levantó de su lugar colocándose la fotografía de Esther sobre su pecho) Tú mejor que nadie sabe que después de que la vi en el aeropuerto la busqué tres veces y no quiso verme mucho menos hablar conmigo Tashiw: ¡Debes entender que no era nada fácil para ella estando ahí su actual pareja! M: ¿Y crees que si voy a México la tendré más fácil? Tashiw: No. Por supuesto que no (le sonrió con cierta malicia) Pero al menos le sembrarás la semillita con la inquietud de la tentación M: Oye (le dio una palmadita en el hombro) ¡No te creía tan perversa!... ¡Que está embaraza y... Tashiw: Nada Maca (la interrumpió poniéndole un dedo sobre los labios) En la guerra y el amor todo se vale M: Pero esas no son las formas y Silvia la verdad no merece que actué tras sus espaldas Tashiw: Ya te dije... ¡En la guerra y en el amor todo se vale! Alcatraces blancos 213 Se hizo un silencio entre las dos mientras Maca incrédula movía la cabeza sorprendida tratando de asimilar las palabras que Tashiw le decía El sonido del tiemble del teléfono interrumpió en la habitación detrayéndolas un momento del rumbo de la conversación Tashiw: ¿Quién podrá ser a estas horas de la madrugada? M: No lo sé (dirigiéndose hacia el aparato) Y si no contestamos menos lo sabremos. (levantó el auricular) ¡Diga! -: ¡Maca! La voz del otro lado del articular sonó apresurada y angustiada. Maca inmediatamente sintió como un extraño escalofrió empezaba a recorrerle el cuerpo haciendo que la piel se le pusiera chinita y los vellos se le levantaran de punta M: Jero (le contestó alarmada llamando la atención de Tashiw) ¿Qué pasa? ¿Por qué me llamas a esta hora? Jero: Maca (se hizo un pequeño silencio) Hubo un accidente (con dolor entrecerró los ojos) ¡Tienes que ir de inmediato a la ciudad de México! M: ¿Qué pasó? (abrió lo ojos sintiendo como el miedo se empezaba apoderaba de ella) ¿Mis hijos están bien? ¿Esther está bien? ¿Qué sucede Jero? Jero: Una camioneta envistió el carro de Silvia cuando esta llevaba a los chicos al colegio y... M: ¿Y qué? (gritó alarmada a punto de soltar el llanto) ¿Cómo están mis hijos? Jero: Ellos están fuera de peligro. Pero (la voz súbitamente se le entrecortó) Silvia está muerta M: Por Dios (su rostro se puso blanco de la impresión) ¿Y Esther? Jero:... M: ¡Jero! (apretó con todas su fuerzas el auricular para evitar se le soltara de las manos y le gritó llorando) ¿Y Esther? ¿Cómo está ella? Jero: Ella no iba en el auto pero debido a la impresión del accidente se le adelantó el parto y en plena labor le dio un paro cardiaco... (rompió a llorar desconsolado) No te voy engañar Maca... Esther en estos momentos se encuentra muy grave en estado de coma M: No (soltó un grito desgarrador) No puede ser verdad... No El rostro de Maca se desfiguró por completo a causa del dolor, todo le empezó a dar vueltas a su alrededor, el cuerpo le temblaba y sintió que las fuerzas le empezaban a faltar M: No (repetía llorando) Esther no Jero: Lo siento Maca pero Esther se está debatiéndose entre la vida y la muerte M: ¿Y su hijo? (logro apenas articular palabra) ¿En qué condiciones está el niño? Jero: La pequeñita a pesar de lo prematuro y lo delicado de su nacimiento sigue luchando segundo a segundo por la vida (suspiró limpiándose las lágrimas) ¡La niña se aferra con todas sus fuerzas por quedarse entre nosotros! El saber que esa pequeñita luchaba con todas sus fuerzas por permanecer viva hizo que Maca entrecerrara los ojos a la vez que sentía que una luz se encendía en medio de tanta oscuridad Alcatraces blancos 214 M: ¡Y se va a quedar entre nosotros Jero! Con decisión se limpió las lágrimas, respiró con fuerza logrando con eso que un fuerte torbellino de sensaciones la sacudieron por dentro regresándole las ilusiones al alma a la vez que el cuerpo se le llenaba de optimismo y esperanza M: ¡Yo sé que las dos se van a quedar! Los días que vinieron no fueron nada fácil para nadie. Maca prácticamente desde que llegó a México se hizo cargo de todo contando desde luego con el apoyo y la ayuda incondicional de Jero y Iliana. Tashiw tampoco no se quedó atrás y a los pocos días la alcanzó en México para hacerse cargo de la casa y de los niños Y mientras Jero y Maca hacían todo lo relacionado con las cuestiones legales de los negocios de Silvia. Iliana junto a Tashiw y Maca se turnaban en el hospital para cuidar de Esther la cual aun permanecía en estado de coma y de la pequeñita que cada día se mostraba más fuerte, más viva llenando a todos de alegría y esperanza Atrás del el cristal de la zona de incubadoras una ansiosa Maca esperaba con impaciencia y nerviosismo que el pediatra terminara de retirar todos los cables y sondas que dependían de los brazos, de las piernas y de la boca de la pequeñita valiente. Como ella le decía todos los días que permanecía por horas a su lado cuidándola y hablándole con devoción y cariño Por fin el médico retiró la última sonda de la boca de la niña y a los pocos segundos levantó el dedo pulgar indicándole que la pequeñita después de casi un mes y medio de estar en la incubadora podía respirar por sí sola Maca no pudo contener su emoción y las lágrimas llenas de felicidad brotaron sin control de sus ojos. Sintiéndose llena de esperanza y de ilusión pidió permiso para entrar y poder abrazar por primera vez a la niña sin ningún tipo de protección M: Mi niña (lloraba emocionada y con sumo cuidado la tomó entre sus brazos) Mi pequeñita valiente (decía con la voz entrecortada) estás con nosotros... Mi vida Maca le acariciaba con inmenso amor su cabecita y poco a poco con profunda suavidad fue delineando con la punta de su dedo todo el contorno de las facciones dedicadas de su pequeño rostro cálido y rosado M: ¡Que bella que eres mi niña! (le beso la frente) ¡Te pareces toda a tu madre! Aquel pedacito de carne tierno y suave pareció que se removía entre sus brazos al reconocer la voz que le susurraba con ternura y amor. Y a Maca le pareció ver que la niña le sonreía M: ¡Me ha sonreído doctor! (miró emocionada al pediatra) Me a sonriendo mi niña -: ¡Parece que sí! (le sonrió conmovido al verla tan emocionada) ¡Por lo visto va tener una sonrisa muy linda y cautivadora! Alcatraces blancos 215 M: Igualita a la sonrisa de su madre (la estrechó con mucho cuidado en su pecho) ¡Cuánto te quiero mi pequeña valiente! -: ¡Valiente y sana! (el médico afirmó categóricamente) Esta pequeñita pese a las catorce semanas de gestación que le faltaron al nacer está más fuerte y sana que un roble (miró a Maca con gusto) Y si los últimos resultados de las frecuencias cardiacas salen bien... Es seguro que mañana a mas tardar se la pueda llevar a casa M: ¿De verdad? (miró a la niña con expectación y emoción) ¿Así de pequeñita como está? -: Sí (sonrió gentilmente) ¡Así de pequeñita y sana como está, podrá llevarse sin ningún problema a esta ricura a su casa! Maca iba decir algo más pero Iliana su cuñada entró en ese momento corriendo a la zona de cunas. Maca al verla se estremeció y Iliana con el rostro bañado en lágrimas le gritó emocionada desde atrás del cristal Iliana: ¡Maca! (se recargó con todo el peso de su cuerpo sobre el amplio ventanal de los cuneros) ¡Esther despertó! Maca en ese momento sintió que su mundo giraba dándole de vueltas a su alrededor y en su interior todo se le removió mientras la palabras de su cuñada resonaban fuerte en su cabeza al grado de hacerla casi perder el sentido Iliana: Maca (repetía emocionada) ¡Mi hermana ya despertó! Maca abrió los ojos a más no poder, después de casi un mes y medio de desvelos, dolor y desasosiegos por fin a su alma llegaba un respiro. Con mucho cuidado le entregó la bebe a la enfermera que tenía a su lado y sin esperar nada más salió corriendo lo más rápido que pudo de ahí para irse rumbo a la habitación de Esther Llegó hasta la puerta de la habitación de Esther desbocada, respirando fuertemente agitada debido al esfuerzo de la carrera, Sentía que el corazón en cualquier momento se le iba a salir del pecho, el cuerpo le temblaba y las manos le sudaban. Con absoluta seguridad tomó el picaporte de la puerta lo giró abriéndola y lo primero que vieron sus ojos dentro de esa habitación fue el rostro confuso de ella M: ¡Esther! Su cuerpo ya no dio más. Debido a la inmensa felicidad que le embargaba todo le dio vueltas a su alrededor tornándosele oscuro. Irremediablemente para la sorpresa de todos los que estaban ahí presente Maca se desplomó cayendo desmayada al suelo Y si alguno pudiera dudar en ese momento que tal efecto de felicidad existiera en el cuerpo de una persona solo bastaba voltear a ver a Maca un momento al suelo ya que pese a estar desmayada en sus labios se dibujaba una sonrisa llena de paz y tranquilidad Para cuando volvió de su desmayo Maca se removió un tanto inquieta y sorprendió mucho de estar a medio oscuras en esa habitación de hospital recostada en la cama y que de su brazo dependiera un vía con suero. Sentada a un lado de su cama Tashiw leía una revista a la vez que cuidaba de ella Alcatraces blancos 216 Tashiw: Hola (le sonrió dejando la revista a un lado cuando la sintió moverse) ¿Cómo estás? M: ¿Y Esther? (hizo el intento de levantarse) ¡Quiero verla! Tashiw: Lo sé Maca... ¡Todo el hospital lo sabe! (levantó las cejas en son de broma) ¡La mujer que se desmaya por amor! M: Deja de bromas y mejor ayúdame a quitarme esto Tashiw: Un momento señorita (deteniendo la mano) No te puedes quietar el suero hasta que el médico lo diga M: ¿Suero? Tashiw: Sí (asintió divertida con un movimiento de cabeza) Lo necesitabas M: ¿Cuánto tiempo tengo así? Tashiw: Unas seis horas M: Joder (se incorporó en la cama asustada) ¿Tanto puede uno estar desmayado? Tashiw: No (levanta las cejas) Lo que pasa es que tu tensión estaba por las nubes por no comer bien ni dormir lo suficientes estos últimos días que tuvieron que inyectarte un tranquilizante para obligarte a dormir y descansar un poco M: ¿Y cómo está Esther? Tashiw: Un poco débil pero se encuentra bastante bien (le acomodó con ternura el pelo) ¡Y a preguntado por ti! M: ¿De verdad? (sus ojos se llenaron de ilusión y se removió inquieta) ¡Quiero verla! Tashiw: Y ella a ti (se mordió el labio) Solo que (hizo una pequeña pausa pensando como se lo iba a decir) M: ¿Qué pasa Tashiw? Tashiw: No esperes mucho (se sentó un momento a su lado) anímicamente no está bien. Está muy triste Maca por lo de... lo de... M: ¡Su mujer! (movió la cabeza y los ojos se le llenaron de lágrimas) Puedes decirlo sin miedo Tashiw que sería tonto a estas alturas enfadarme o encelarme por eso (entrecerró los ojos) Silvia era su mujer y es muy normal que a Esther le duela su muerte Tashiw: Pues sí (levantó los hombros suspirando) Esther está inconsolable por su perdida M: ¿Y ha preguntado por su hija? Tashiw: Por ella y por los otros dos (medio sonrió) es más hasta me preguntó por Isthar M: ¿A ti? Tashiw: Sí Maca yo acababa de llegar para relevar a Iliana cuando despertó M: ¿Y cómo se lo tomó? Tashiw: Pues (levantó las cejas) Al principio no entendía nada ni siquiera sabía quién era yo. Pero en lo que el médico la revisaba y Iliana corría avisarte me reconoció y me dijo categóricamente... ¡Eres la chica del aeropuerto. La mujer de Maca! M: ¿Y tú qué le dijiste? Tashiw: Nada (se sentó un momento a su lado) porque en eso entraste tú y te desmayaste M: Joder (movió la cabeza) Por lo visto yo nada más la paso cangándola Tashiw: Pues sí (soltó la carcajada) Esther se intranquilizó por ti pero el médico le aseguró que te pondrías bien que lo único que necesitabas era dormir y comer bien. (levantó los hombros) Y una vez que nos aseguramos que tú estuvieras bien Iliana se fue a casa con los niños y yo me quedé cuidando de Esther M: ¿Y? (levantó las cejas mostrándose interesada) ¿Qué pasó? Tashiw: No mucho Maca (suspiró) pidió conocer a su hija pero el médico le dijo que más tarde así que se hizo la dormida hasta que se cansó y cuando decidió dirigirme la Alcatraces blancos 217 palabra solo me dio las gracias por estará ahí cuidando de ella sin que yo tuviera la necesidad de hacerlo y sin más me pregunto por Isthar y por ti... A mí me hubiera gustado mucho poder aclararle la situación entre nosotras Maca pero la única indicada para hacerlo eres tú M: Lo sé Tashiw Maca se levantó de la cama se quitó con seguridad la vía del suero de su brazo tomó su ropa de un pequeño armario y se cambió lo más rápido que pudo para después ir hasta donde estaba Tashiw parada esperándola al pie de la puerta M: ¡Voy a buscar a Esther! (pasándole el brazo por el hombro) ¿Te vienes? Tashiw: No (negó con la cabeza sonriéndole) yo te espero por ahí Con la vía del medicamento colgado del tripie y dependiendo de su brazo Esther caminaba a paso lento por los pasillos del hospital. Sintiéndose un poco cansada decidió recargarse un momento sobre la pared para así poder descansa y tomar nuevas fuerzas para ir a buscar a los cuneros a su hija. Un leve dolor de cabeza la hizo entrecerrar los ojos y justo en ese momento Maca daba la vuelta quedando de frente a ella A Maca de inmediato corazón le brincó de la emoción y al recordar el desmayo sucedido anteriormente en al habitación de Esther una enorme sonrisa se dibujó en sus labios logrando controlarse M: No tan rápido señorita (la sostuvo con delicadeza tomándola por la cintura) ¿A dónde crees que vas sola? E: ¡Maca! Esther no pudo evitar lanzar un profundo suspiro lleno de dolor, inquietud y tristeza al mismo tiempo que abría los ojos con sorpresa y estos dejaban caer sin control sus lágrimas. Sintiendo una fuerte opresión en el pecho el corazón le dolió, el cuerpo le temblaba y las pocas fuerzas que tenía le empezaron hacer falta. Inocentemente buscó un refugio recargando ligeramente su cuerpo sobre el de Maca E: ¡Maca! M: ¡Mi Esther! (la abrazó sosteniéndola con fuerza entre sus brazos) ¿Cómo estás? E: Se murió Silvia (musitó con profundo dolor llorando entre sus brazos) ¡Se me murió Silvia! (buscó sus ojos con desesperación) Se me murió mi amiga, mi compañera, mi amante y yo (entrecerró con remordimientos sus ojos) ¡Yo nunca puede amarla como ella se lo merecía! Maca la abrazó con desesperación y con mayor fuerza sintiendo en su cuerpo el profundo dolor que Esther sentía. Y su corazón y su alma empezaron a llorar a la par de la que por quince años había sido su mujer y la cual por hoy lloraba desconsolada entre sus brazos la perdida de la mujer que le entregó los últimos cuatro años de su vida de manera limpia y desinteresada su apoyo, su amistad pero sobre todo le entregó sin reserva su amor, su corazón y su alma... M: Esther (le susurraba con la voz entrecortada y con infinita ternura le levantó el rostro y le limpiaba las lágrimas) Ya está cariño... Ya está Alcatraces blancos 218 Esther sintiéndose inconsolable y con las pocas fuerzas que le sobraban se volvió aferrar al cuerpo de Maca donde permaneció un buen rato llorando entre sus brazos hasta que poco a poco el llanto fue cesando dando paso a la calma y los suspiros entrecortados M: ¡Ya está mi niña! (le deslizaba suavemente la mano por la espalda intentando reconfortarla) ¿Te sientes un poco mejor? E: No (negó con un ligero movimiento de cabeza) ¡Me duele mucho la cabeza y me estoy mareando! M: Joder (preocupada por su condición la sostuvo del brazo a la vez que buscaba con la mirada a una enfermera que le ayudara) Ven vamos a la habitación para que te recuestes E: No Maca (suspiró con debilidad) no quiero regresar a la habitación M: ¿Cómo que no Esther? (levantó las cejas sorprendida) Si estás mareada y no te encuentras en condiciones de... (de pronto se quedó callada y volteó a verla con seriedad) ¿Por qué andas sola caminando por los pasillos? E: Maca por favor (entrecerró los ojos y se recargo sobre ella) no me pelees. ¿Quieres? M: ¡Esther! E: ¡Hoy no Maca! M: Pero es que... E: Solo quiero ir a conocer a mi hija (la interrumpió con la voz quebrada y a punto de volver a llorar suplicó) ¡Por favor Maca llévame a conocer a mi hija! La manera en que se lo pidió hizo que a Maca se le hiciera un nudo en la garganta y que el corazón se le sobresaltara. Esther a pesar de las lágrimas que amenazaban por salírsele la miraba suplicante con la ilusión reflejada en los ojos Se hizo un pequeño silencio donde ambas se quedaron mirándose un momento a los ojos. El semblante de Esther se veía cansado, triste y pálido pero a la vez proyectaba la esperanza de poder al fin ir a conocer a su hija E: Maca (le volvió a insistir de manera suplicante sin dejarla de verla directamente a los ojos) por favor solo será un momento M: ¡Está bien Esther! (suspiró con fuerza a la vez que le acariciaba la mejilla y sin detenerse a pensar en lo que iba a decir le soltó de improvisto) ¡Te voy a llevar a la zona de cuneros para que conozcas a nuestra pequeñita! Esther al escucharla decir nuestra pequeñita se sintió más mareada y el corazón se le estremeció. La sangre le empezó a correr vertiginosamente por cada rincón de su cuerpo. Incapaz de pronunciar palabra alguna solo se limitó abrir y cerrar la boca sintiéndose conmocionada Maca al recordar a la pequeñita y sin ser consciente de lo que dijo. El rostro se le trasformó de inmediato llenándosele de ternura e ilusión a la vez que con ambas manos hacía diferentes figuras en el aire formando el cuerpo de un pequeñito bebe. Esther no pudo evitar lanzar un profundo suspiro al sentirse contagiada de la ilusión y emoción de Maca E: ¿Y está muy chiquita? M: Sí (sonreía ampliamente enternecida y volvía indicar con las manos el tamaño de la criatura) Así de chiquitita (se mordía el labio inferior a la vez que levantaba los Alcatraces blancos 219 hombros y cerraba los ojos) ¿Sabes? ¡Se parece a ti! (levantó las cejas sintiéndose profundamente orgullosa) ¡Tiene la forma de tus ojos y tú misma sonrisa... Aysss es tan hermosa la chiquitina (suspiró con fuerza) que me pasaría toda la vida a su lado viéndola E: ¡Ya quiero conocerla! M: Sí... Pero antes tienes que prometerme que lo tomarás con calma E: Yo te prometo todo lo que tú quieras Maca M: ¡Lo que yo quiera! (sonrió de manera maliciosa intentando bromear con ella un poco) ¡Ya dijiste eh! (le guiñó el ojo) Después no me vayas a salir con que a Chuchita la bolsearon y te me quieras echar para atrás Lo dijo con tal gracia que Esther sonrió ampliamente divertida a la vez que movía la cabeza incrédula al creer entender por donde iba la broma de Maca E: ¡Yo! (siguiéndole la broma y haciéndose la ofendida) ¿Me crearías capaz de echarme para atrás? M: Sí... Maca levantó con gracia las cejas y aprovechando que Esther le estaba dando pie con la broma la tomó por sorpresa posando sus manos de una manera atrevida en su cintura a la vez que lentamente bajaba sus labios hasta casi rozar los de ella. Esther involuntariamente en un acto de auto-reflejo echó la cabeza hacia atrás apartándose de ella M: Definitivamente sí (sonrió sintiéndose un tanto decepcionada) Sí te creo capaz de no cumplirme El semblante del rostro de Esther de pronto se tornó serio y tratando de reponerse de la impresión levantó las cejas a la vez que le medio sonrió moviendo la cabeza E: ¡Has de querer que tu joven y bella mujer me cuelgue del palo más alto de este hospital! ¿Verdad? Maca se sorprendió de la respuesta de Esther y buscó afanosamente encontrarse con su mirada M: ¿Por qué crees que Tashiw haría eso? E: Por joven e inexperta (levantó las cejas con ironía) porque en lugar de una mujer te buscaste una hija que te diera una nieta M: ¿A qué viene eso? E: ¿Por qué Maca? (le dijo con toda calma de la que era capaz) ¿Era acaso juventud lo que buscabas en todas tus amantes? M: ¡Esther! E: Contéstame Maca (entrecerró los ojos dolida) solo contéstame para poder entenderlo M:... E: ¿Maca? M: No Esther (movió la cabeza) No hay nada que yo te pueda contestar al respeto... (los ojos se le llenaron de lágrimas) porque ni yo no sé que buscaba en ellas ni por qué te hacía lo que te hacía E: ¡No me vengas con esto a estas alturas! Alcatraces blancos 220 M: ¡Yo nunca he dejado de amarte! E: ¿Me estás tonado el pelo? M: No (la tomó con suavidad del brazo) No lo estoy haciendo (la miró de manera suplicante a los ojos) Yo sé que no es el mejor momento para decírtelo pero en ningún momento he dejado de amarte... Esther déjame volver contigo E:... (se le quedó viendo y finalmente solo sacó aire) M: ¡Yo sé por qué estabas con Silvia! E: Maca por favor (movió incrédula la cabeza) no sigas M: ¿Por qué no? (nuevamente se le acercó haciendo el intento de besarla) E: Porque yo no quiero Maca (con firmeza detuvo su avance) Por Dios Silvia acaba de morir y yo le debo respeto M: ¿Tú me sigues amando? E:... M: ¡Contéstame Esther! E: ¡No quiero hacerlo! M: ¿Tan difícil te es aceptar que a pesar de todo me sigues amando? E: Ay Maca (movió la cabeza con seriedad y soltándosele del brazo) ¡Tú no cambias! ¿Verdad? M: Solo dame la oportunidad de demostrarte lo contrario E: No M: ¿Por qué no? E: Porque me has hecho mucho daño y por qué no estoy preparada para aceptarte de regreso en mi vida M: ¡Yo te voy esperar todo el tiempo que necesites! E: Por todos los cielos esto no va a llevarnos a nada (movió la cabeza incrédula y el dio la espalda molesta) ¡Si te oye tu mujer! ¡Vamos a tener problemas! M: ¿Pero cuál mujer? E: Ay Maca M: Esther (la volvió a tomar del brazo y con cuidado la giro hacia ella) Tashiw no es mi mujer... ¡Y nunca lo ha sido! E: ¿Qué has dicho? M: ¡Que estás muy mal informada! ¡Qué Pablo es un peliculero! (le sonrió ampliamente y le dijo sin rodeos) a Tashiw la conocí embarazada y hambrienta una tarde en la estación del tren cuando esperaba que llegaran los niños de España para pasar sus vacaciones conmigo (levantó los hombros y sus ojos se le llenaron de tristeza) Su juventud y su embarazo me recordaron mucho aquella dolorosa época de nuestras vidas. (entrecerró los ojos con dolor) ¡Si a ti no te pude ayudar en su momento!... ¡No podía permitir que a ella le pasara nada! ¿Me entiendes verdad Esther? E: ¡No fue tu culpa Maca! (le acarició con ternura la majilla) ¡Que yo perdiera al bebe no fue tu culpa! M: Yo pude haber hecho mucho más por ti y por él (bajó la cabeza y empezó a llorar) ¡Si no hubiera sido tan egoísta! ¡Si me hubiera portado a la altura! E: Maca (con suma delicadeza le levantó el rostro) el bebe se formó fuera del útero ni tú ni nadie podía evitar lo inevitable. ¡No fue tu culpa Maca! M: ¡Yo le quería! E: Lo sé (buscando su abrazo se recargó ligeramente en ella) Siempre lo supe M: ¡Ahora que ya sabes la verdad sobre Tashiw y mi hija! (estrechándola con fuerza en sus brazos) ¿Me darás la oportunidad de quedarme a tu lado? E: ¡Solo como amiga Maca! (abrazada a Maca lanzó un leve suspiro sobre su pecho) No pudo ofrecerte más Alcatraces blancos 221 M: ¡Vale! (murmuró con profunda tristeza y pesar) ¡Yo aceptaré todo lo que tú quieras! (no pudo evitar que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas) ¡Solo déjame estar a tu lado! E: ¡Me llevas a por mi hija! M: Sí (musitó con una mueca de medio sonrisa en lo labios) ¡Lo que tú quieras! Entre pequeñas bromas y risas cómplices a paso lento pero firme caminaron los dos pasillos que las separaban de la zona de cuneros. Esther evidentemente emocionada y sin querer esperar un segundo más se le adelantó a Maca y se acercó hasta el gran ventanal de cristal desde donde se podía apreciar al fondo tres incubadoras vacías y cinco cuneros de los cuales solo tres estaban ocupados por bebes Impaciente recorrió con la mirada cada uno de los tres cuneros intentando reconocer dentro de ellos a su pequeña bebe. El corazón le palpitaba de emoción y sosiego y por más que intentaba dar con su pequeña no podía E: ¡Aquí no está! (se giró preocupada a ver a Maca) ¡Mi niña no está! M: ¿Y tú como los sabes? (abrió los ojos sorprendida) ¡Si nunca la has visto! E: Porque eso se sabe Maca (levantó las cejas) Yo reconocería a cualquiera de mis hijos en cualquier lugar del mundo y mi niña no está aquí M: Es verdad Esther (mirando hacia todos lados intentando no preocuparse) ¡La niña no está aquí! E: Maca (se recargó en ella sintiendo que las fuerzas le empezaban a faltar) ¿Segura que mi niña está bien? M: Sí Esther de hecho el pediatra me dijo que si las últimas pruebas cardiacas salían bien nos la podíamos llevar a casa (la sostuvo sintiéndose un poco alarmada) Tú tranquila Esther que de seguro han de estar chequeándola y por eso no está aquí E: ¡Pero debieron avisarnos antes de llevarla a ningún lado! M: De seguro lo hicieron pero... No terminó la frase porque justo ese momento la puerta de la sala de cuneros se abrió dando paso a una enfermera con un pequeño bebe en brazos. Maca se le acercó de inmediato a la enfermera y esta a reconocerlas les sonrió ampliamente Enfermera: Hola (entregándole el bebe a Maca y mirando a Esther) esta pequeñita fue hasta su habitación a conocer a su madre pero un bello pajarito adolescente me contó que hacía un momento había visto a la mami de esta cosita venir hacia acá en compañía de la mujer que celosamente ha estado cuidando de las dos de noche y de día durante todo este tiempo M: Gracias Sonia Maca agradecida por las palabras de Sonia y la oportuna intervención de Tashiw le sonrió ampliamente a la enfermera. Esther al ver a Maca sonreírle de esa manera involuntariamente sintió que el estómago se le revolvía y frunció el ceño alarmada al darse cuenta que se sentía celosa por la enfermera E: Joder (murmuró molesta para sí) ¡No me puede estar pasando esto! Alcatraces blancos 222 M: Esther (con la niña en brazos y una enorme sonrisa en los labios se acercó a ella) Mira (le decía llena de ilusión a la vez que le mostraba por primera vez a su pequeña) te presento a la pequeña Silvia E: ¡Silvia! Debido a la inesperada sorpresa del nombre de su hija a Esther se le abrieron enormemente los ojos a la vez que estos se le llenaban de lágrimas. Maca al percatarse del desconcierto por efecto que le causó a Esther saber el nombre de la bebe se sintió incomoda y un poco temerosa E: ¿Le han puesto Silvia? M: Sí E: ¿Quién le escogió el nombre? M: Yo Esther (nerviosa buscó con impaciencia su mirada) yo se lo escogí E: ¿Tú? M: Sí (levantaba las cejas temerosa) Tú no despertaba y... Yo pensé que a ti te gustaría que se llamara así y... (entrecerró los ojos sintiéndose muy impotente) Y si no te gusta puedo hacer que se lo cambien E: No Maca (abrazó emocionada por primera vez a su hija) ¡Lo has elegido bien! (con infinito amor y ternura besaba la carita de su pequeña criaturita y sintiendo como un nudo se le empezaba a formar en la garganta musitó a punto de llorar) Silvia quería que la llamáramos Esther... Pero yo siempre quise que se llamara como ella (levantó la vista buscando la mirada de Maca) ¡Se lo debía!... Gracias Maca Esther apresurada caminaba de un lado a otro de la cocina preparando la comida y la tercera mamila del día para su pequeña bebe a la vez que con cierta inquietud chequeaba la hora en el reloj. Le quedaba exactamente cuarenta minutos para tener todo preparado antes de que llagara Tashiw hacerse cargo de los niños y la casa E: (“Joder Esther apúrate que ya es tarde y aun te falta bañar y cambiar a Silvia (se decía para sus adentros mientras ponía el spaguetti en el horno) si llego tarde a la cita Maca me va a matar”) La puerta de la cocina se abrió de improvisto dando paso a una sonriente y alegre Tashiw con la pañalera al hombro y su pequeña Isthar en brazos Tashiw: Hola Esther (sonreía ampliamente) ¡buenos días! E: Hola Tashiw buenos días (se giró un tanto extrañada hacia ella) ¿Quién te abrió la puerta? Tashiw: Ahh lo siento (sacando un juego de llaves de la bolsa de su chaqueta y se las mostró) Maca me prestó las llaves que le diste el día que trajo al plomero para que arreglara la fuga del baño de los niños porque pensó que tú estarías muy ocupada esta mañana para abrirme ¿No te molesta verdad? E: No Tashiw para nada me molesta (le sonrió para tranquilizarla) y me alegra que te las haya dado por que con todo lo que tengo que hacer hubiera tardado mucho en ir abrirte Tashiw: ¿Y ya estás lista? Alcatraces blancos 223 E: Ya casi (levantando las cejas sonriente) Aysss pero que ricura traes por aquí (terminó de cerrar el horno y rápido fue a quitarle a Isthar de los brazos) ¿Cómo amaneció hoy mi princesita? Le daba de besos en la carita y la acurrucaba cariñosamente entre sus brazos. La pequeña Istahr gritaba y reía divertida entre sus brazos cuando Esther le hacía pedorretas en el cuello Tashiw: ¡Dando bastante guerra! E: No será para tanto (entregándole a la niña) Oye Tashiw Muchas gracias por venir hoy a cuidar de mis hijos Tashiw: ¡Uy Esther si no cocinaras tan rico la verdad es que no vendría! (soltó una risa divertida a la vez que se sentaba a la mesa de manera despreocupada provocando las risas de Esther) humm que rico huele (levantaba las cejas chupándose los labios) ¡Tendrás que pasarme la receta para que un día de estos cocinarle así de rico a Sahid E: ¡Ese novio tuyo es un tragón! (movió la cabeza divertida) ¿Y por cierto? ¡Hoy donde lo dejaste! Tashiw: Te está esperando afuera con el carro encendido para llevarte a tu primer cita de trabajo en México (miró en su reloj de muñeca) Y si no te das prisa llegarás tarde y no creo que a Maca le haga mucha gracia que su representada sea una impuntual E: ¡Pues que se aguante! (poniendo las manos en la cintura en actitud chulesca) ¡Estas carnes lo valen! ¿O no? Tashiw: No lo dudo Esther (movió la cabeza francamente divertida) Pero aun así no creo que le haga gracia E: Uyy (mirando hacia el reloj) la verdad es que ya es tarde y aun tengo que bañar y cambiar a Silvia Tashiw: No te preocupes por eso Esther (levantándose de la mesa) Yo lo hago E: ¡Tú ya tiene bastante con Istahr! (negó con la cabeza) ¡Además ya es suficiente con que hayas venido a cuidar de los chicos! Tashiw: Tú déjamelo a mí Esther que ya tengo experiencia con esto (levantó los hombros de manera descuidada y saliendo de la cocina) ¡Anda mejor ya vete que a Sahid no le gusta estar esperando y a Maca mucho menos! E: Gracias Tashiw (le apretó con cariño el hombro) La verdad que eres un sol y Maca se sacó la lotería contigo Tashiw: ¡El sol eres tú! (sonrió de manera audaz y divertida a la vez que se dirigía escalera arriba en busca de Silvia) ¡Y Maca todos los días sigue haciendo largas colas para comprar tu boleto! E: ¡Serás ocurrente! (soltó una sonora carcajada a la vez que tomaba su bolso y le gritaba) los chicos llegaran a la una del colegio Treinta y cinco minutos más tarde Esther llegaba literalmente derrapando a las oficinas de la revista fotográfica arte digital donde una preocupada Maca caminaba con discreción hacia el ventanal y veía hacia todos lados con la esperanza de verla aparecer M: Esther (salió rápidamente a su encuentro con una enorme sonrisa en los labios al verla aparecer) ¿Pero qué guapa estás mujer? Alcatraces blancos 224 Maca gratamente complacida la recorrió de arriba abajo con una mirada calidad llena de admiración y respeto logrando provocarle a Esther un ligero rubor en el rostro a la vez que la hacía sentir un intenso y agradable calorcito nacerle en las entrañas E: Gracias (le contesto risueña sintiéndose a la vez felizmente complacida) ¡Tú también vienes muy guapa! M: Y no es para menos (murmuró gustosa) Hoy es tu prueba de fuego como futura fotógrafa de esta revista E: Maca que aun no sabemos si me van a dar el empleo M: ¡Te lo van a dar Esther! (le levantó con suavidad la barbilla para que la viera directamente a los ojos) ¡No tienen mejor opción! (le aseguró viendo a su alrededor al grupo de siete fotógrafos que estaban también esperando por su prueba) ¡Tú eres la mejor entre toda esta gente! Una agradable bella mujer de piel apiñonada, ojos negros y personalidad fuerte salió sonriente de una de las oficinas con carpeta en mano preguntando por ella -: ¿Esther García? M: Aquí estamos (levantó con seguridad la mano y se giró a ver a la sonriente mujer) ¡Es ella! -: Por aquí por favor (le indicó con un movimiento de mano) ¡Es su turno! M: Suerte (le susurró al oído a la vez que con cariño le apretaba su mano) Recuerda... Tú eres la mejor Dos horas después Maca con aparente calma veía sentada desde su lugar como cada uno de los otros aspirantes fue entrando y saliendo de su entrevista y Esther sin embargo no salía. Por fin media hora más tarde una contenta Esther salía de su entrevista con una enorme sonrisa en los labios y nada más fue ver que Maca se levantó de su lugar para ir a su encuentro Esther se le dejó ir corriendo a sus brazos y de un saltó le cayó encima abrazándola feliz E: Me dieron el trabajo Maca (emocionada se abrazaba a su cuello y con las piernas se aferraba con fuerza a su cintura) ¡Me lo han dado! M: Lo sabía Esther (le soltó sin pensar susurrándole feliz al oído) ¡Mi amor estoy tan orgullosa de ti! Esther al escucharla decirle mi amor se le quedó viendo. Maca sin dejar de sonreírle daba de vueltas en el aire con ella aferrada a su cintura M: ¡Esto tenemos que celebrarlo! E: Sí (con la ilusión reflejada en los ojos) Empiezo el próximo lunes pero... (bajándose de sus brazos) por cuestiones de trabajo tendré que viajar mucho y no sé... Tengo que ver cómo me las voy arreglar con los niños M: Por los niños ni te preocupes Esther. Mientras tengas que viajar a cumplir con tu trabajo yo me encargo de ellos que también para eso son mis hijos E: ¿Y Silvita? M: Esther (levantó las cejas extrañada por esa pregunta y con seriedad le dijo) Tú sabes que a Silvia la considero mi hija y lo mucho que la quiero E: Maca pero es tan pequeñita Alcatraces blancos 225 M: Nada Esther (le puso el dedo en la boca para asilenciar su protesta) ¡Al menos que a ti eso te parezca mal y no quieras que sea yo quien la cuide! E: No (negó rápidamente con un movimiento de cabeza) No es eso Maca... Lo que pasa es que apenas va a cumplir los cinco meses y además tarde o temprano tú tendrás que regresaras a vivir a tu casa en el Tibet y... M: ¡Me los llevo! (le sonrió de manera conciliadora) Si ese es el caso me los llevo conmigo en lo que tú te desocupas (levantó las cejas de manera graciosa) además por el momento yo no tengo planes de regresar a vivir más al Tibet E: ¿De verdad? M: De verdad Esther (suspiro con fuerza sintiéndose muy ilusionada) Y de paso te confieso que ya estoy en tratos con la inmobiliaria para comprar la casa que estoy rentando ¿Qué te parece? E: ¿Estás segura Maca? M: Sí Esther, sí que lo estoy (se mordió el labio) Mira aquí en México reencontré lo que quería y eso sin contar que Tashiw ya se echó novio E: ¿Cómo que ya se lo echó? M: Esther (soltó la carcajada) ¡Qué mal pensada eres! Jajaja E: Jajaja ¡Estos mexicanos son muy lanzados y calientes Maca (levantó con burla y pircada las cejas) y con eso que Tashiw ya piensa en cómo hacerle rico de comer... Yo francamente no sé ¡eh! M: ¡Joder Esther (negó moviendo la cabeza) si apenas tienen un mes de conocerse! E: ¿Y qué? (la veía con burla en la mirada) ¿A caso por eso piensas que no pueden gozar un poco de la vida? M: ¿Lo dices por experiencia propia cariño? E: Jajaja (dándole un pequeño palo en el brazo) ¡Algo hay de eso! ¿O no? M: Por supuesto (riéndose con ella y siguiéndole la broma) Tú a la hora de haberme conocido en aquella exposición de fotografía abstracta en Australia ya te estabas acostando conmigo E: ¡Fueron los tres alcatraces blancos que me regalaste! M: Sí (con marcada ironía) Los alcatraces blancos ¿Cómo no? (sonriéndole con picardía se mordió el labio) ¿Y si te regalo otros tres alcatraces tú y yo podríamos humm? E: No (movió divertida la cabeza) ¡Ni lo pienses! M: ¡Eres una aguafiestas! E: No te digo Maca contigo no se puede (se puso las manos en la cintura fingiendo sentir falso enojo repentino) ¡Eres una exagerada!... Jummmm (se dio la vuelta frunciéndole la boca) y no mientas más Maca que para tu información fue exactamente a las dos horas de haberte conocido M: Jajaja Esther (se doblaba de la risa llamando la atención de la gente que quedaba en la recepción) Al caso da lo mismo E: No, no da lo mismo ¡eh! (sin dejar de reírse le palmeó el hombro) Anda mejor vamos de aquí que con el escándalo que haces capaz que se lo piensan dos veces y me rescinden el contrato. Y Tashiw está con Sahid sola en casa cuidando de los niños M: ¿Cómo que Sahid está con ella? (abrió la boca sorprendida) pero si me dijo que él tenía que trabajar hoy hasta muy tarde E: No (se mordió el labio divertida y le dijo con la voz cantarina) te mintió jajaja M: Joder pero se la hemos dejado a huevo E: Ay Maca jajaja por más que lo intentas tu vena celosa no te deja del todo (levantó las cejas entrelazando sus brazos para empezar a caminar hacia los estacionamientos) No me quiero ni imaginar cuando nuestras hijas se echen novio M: ¿Qué has dicho Esther? Alcatraces blancos 226 Al escucharla Maca se detuvo en seco debido a la sorpresa su cara era toda una belleza y con las lágrimas en sus ojos se giró buscando ilusionada su mirada M: ¿Qué has dicho Esther? E: ¡Que no quiero imaginar cuando... (abrió los ojos sorprendida al ser consciente de sus propias palabras) cuando nuestras hijas se echen novio! (rápidamente agregó) Porque el que tú y yo seamos amigas no quiere decir que Isthar no sea mi hija también M: Esther (la abrazó evidentemente emocionada) Cuanto te quiero Esa noche para festejar el nuevo empleo de Esther. Maca la llevó a las afueras de la ciudad hasta una exclusiva y elegante cabaña rústica la cual fungía como restaurante a mitad de una reverdeciente colina rodeada de enormes pinos y un pequeño manantial de agua. Y desde donde se podía apreciar a la perfección la luces de la ciudad E: Que bonito lugar Maca M: ¡Y eso es que aun no lo has visto todo! (le dio la mano para que se la tomara) ¡Ven te va encantar! Tomadas de la mano Maca la condujo con seguridad por restaurante hasta que llegaron a una mesa elegantemente decorada con tres alcatraces blancos en el centro y al instante todas las luces del recinto se apagaron para volverse a encenderse solo una tenue luz azul alrededor de ellas dando una atmósfera romántica y mística al lugar E: ¡Qué bello Maca! M: ¡Y aun falta lo mejor de todo! E: De verdad M: Sí (la miraba sonriente y con emoción reflejada en sus ojos le indicó) Esther mira hacia allá (de inmediato se encendió una fuente de luces blancas iluminando una tarima de espectáculos) al fondo Esther se giró con suavidad hacia donde Maca le indicaba y sus ojos se abrieron al máximo cuando varias luces de neón se encendieron sobre la tarima y la música empezó a sonar al ritmo de la vocalista de la Quinta estación Te quiero y creo que este mundo es muy pequeño no cabe en él todo lo que yo siento te quiero y pienso que el tiempo no ha borrado nuestros sueños que cada día es más grande y más perfecto no miento si te vuelvo a recordar que te quiero E: No me lo puedo creer es... es Alcatraces blancos 227 Debido a la sorpresa Esther no pudo terminar de decir la frase. Y sus ojos se iluminaron de felicidad a la vez que el corazón le saltaba lleno de alegría y emoción. Maca sonría claramente gustosa de verla tan ilusionada y contenta Es grande y muy cierto te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro nunca, nunca te me vayas a escapar y te quiero es grande y muy cierto te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro nunca, nunca te me vayas a escapar M: Sí Esther es Natalia Jiménez (la vocalista sonriéndoles les levantó la mano a la distancia en señal de saludo) ¡Tu sueño hecho realidad! ¿y a qué no sabes que cariño? (levantó con gracia las cejas) ¡Es mi nueva vecina! Te quiero y espero que tu amor sea sincero pues yo sin tu calor me desespero, te quiero y no puedo imaginar mi vida sin tus besos tus caricias, tus abrazos, tus excesos no miento si te vuelvo a recordar E: ¡No! M: Sí E: ¡Maca! M: ¿Esther? que te quiero es grande y muy cierto te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro nunca, nunca te me vayas a escapar y te quiero es grande y muy cierto te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro nunca, nunca te me vayas a escapar E y M: Jajaja y te quiero es grande y muy cierto te adoro eres mi risa mi llanto y mi tesoro nunca, nunca te me vayas a escapar uuuuuuuuuuuu La noche trascurrió rápidamente entre las canciones de la Quinta estación, las sonrisas cómplices y miles de miradas llenas de ilusión y de deseo que ambas sutilmente se Alcatraces blancos 228 lanzaban tal vez por efecto del romanticismo místico de ese bello lugar y la cantidad de copas ingeridas E: ¡No quisiera que esta noche jamás terminara Maca! M: ¿Y tú crees que yo sí? Maca pagó la cuenta y aprovechando que la vocalista de la Quinta estación se retiraba de su mesa despidiéndose de ellas Maca audazmente entrelazó la mano de Esther y con la experiencia que le dio haber sido su amante durante más de doce años que compartieron la cama juntas. Maca sutilmente de manera delicada con la otra mano le rozó la parte interna de la pierna en una caricia certera y atrevida haciendo al instante que Esther se levantara sobresaltara de la mesa E: ¡Maca! A Esther los colores se le vinieron al rostro a la vez que sintió como un intenso aborigen de deseo le cubría el cuerpo y una conocida humedad le empezaba a emerger desde su interior de una manera urgente y dolorosa E: ¡Creo que he bebido demasiado! Maca aprovechando el desconcierto de Esther se levantó de la mesa con la absoluta seguridad de haber desatado su deseo y con delicadeza la tomó del brazo para dirigirla con rapidez y urgencia hasta la parte trasera del su auto y una vez ahí se recostó sobre ella empezando a besarla frenéticamente en la boca sin encontrar a su paso mucha resistencia por parte de Esther M: Esther (susurraba apasionada sobre sus labios) mi Esther E: Maca (entrecerraba los ojos susurrando con éxtasis su nombre) Maca M: Te amo. (Le acariciaba suavemente su mejilla) te amo Esther A Esther le brillaron los ojos y lentamente giró su cara para encontrarse de lleno con las caricias en su mejilla de los dedos de Maca. Esther se los lamió de manera sexual y audazmente apresó dos de ellos en su boca Maca sonrió y lentamente empezó a deslizarlos hacia dentro y hacia fuera de su cavidad bucal mientras Esther no dejaba de succionarlos y lamerlos M: Mi vida no sabes las ganas que te tengo (con el aliento cálido le susurraba al oído) Todo lo que te he extrañado y todo lo que te necesito Con dos de sus dedos aprisionados en la boca de Esther. Maca fue dejándole un reguero de cálidos y húmedos besos por todo su cuello y con desesperación con su otra mano le acariciaba el cuerpo a la vez que iba dejando al descubierto sus bien delineados y redondos senos M: Oh Esther (admiró con lujuria y deseo sus senos) la maternidad de Silvita te ha hecho más hermosa de lo que yo te recordaba Alcatraces blancos 229 Ansiosa por sentirlos y beber de sus senos se apoderó de ellos con loco frenesí arrancando de los labios de Esther un ahogado gemido y haciendo que se removiera ansiosa y delirante abriendo sus piernas E: Hummmm Maca (susurraba con la respiración entrecortada) cariño te deseo Maca rápidamente se bajó los pantalones y sin quitarse las pantaletas se reacomodó sobre ella encajando sus sexos. Con fuerza y lujuria empezó a moverse sobre Esther dejándole en claro su enorme urgencia por tenerla. Y de esa manera rápidamente Maca llegó a un orgasmo tan largamente añorado y deseado por ella M: Lo siento Esther (bajó la cabeza sintiéndose muy avergonzada por haberla dejado a medias) Lo siento E: No pasa nada Maca (le acarició la mejilla y aun con el deseo en su ojos) Pero no pensarás dejarme así ¿verdad? M: No (la besó con necesitada urgencia en la boca) ¡Cómo crees que yo podría hacerte eso! E: ¿Entonces? (levantó las cejas con picardía) ¡A que esperas! M: Humm Esther Maca empezó de nuevo a frotarle y masajearle con fuerza los senos al mismo tiempo que se los chupaba y se los mordisqueaba. Sintiendo que nuevamente la desesperación empezaba a renacer en su cuerpo por el deseo largamente esperado para volver a poseerla la estrechó con fuerza entre sus brazos y restregó su sexo en el de ella E: Amor (la besaba en los labios) necesitas tranquilízate un poco (le sonrió con amor) Que yo no me voy a ningún lado M: No puedo Esther (le besaba y lamía el cuello) son tantas mis ganas de ti. ¡Que no puedo esperar cariño! Sin previo aviso Maca le hizo la pantaleta un lado y le metió la mano buscando ansiosa encontrar y sentir la humedad y la calidez de su sexo E: Aghhh (entrecerró los ojos al sentir como entraba en ella) Maca M: Ay Esther (murmuró poniendo los ojos en blanco al deslizarle los dedos en su interior y volver sentir la fuerte intensidad de su calor perderse entre sus dedos) Necesitas tanto como yo de tener siempre a tu lado a una mujer E: Por dios Maca (se mordía con pasión los labios a la vez que levantaba y apretaba con fuerza las caderas para intentar profundizar más el contacto de Maca) ¡Yo también he echado mucho de menos tus caricias todo este tiempo! M: Esther... Esther Susurraba con la respiración entrecortada mientras buscaba deseosa robarle el primer orgasmo de la noche M: ¡Solo eres mía Esther! (sin dejar de moverse dentro de ella la besaba con pasión en la boca) ¡Dime que solo has sido mía! E: Sí Maca hummm sí (gritó en un suspiro ahogado al sentir que el primer orgasmo de la noche estaba por llegarle) ¡Siempre he sido solamente tuya! M: Te amo Esther... Te amo Alcatraces blancos 230 Los ojos de Maca brillaron con intensidad en la oscuridad de ese auto y con la pasión desbordaba en su cuerpo y entre los fuertes gemidos ahogados de Esther. Maca se movía con rapidez y maestría dentro de ella logrando poseerla por completo por primera vez durante esa noche E: Maca (gritó al sentir como su cuerpo se convulsionaba violentamente liberando sus olorosos jugos entre las piernas de su amada) te amo M: Oh mi amor La mañana las sorprendió desnudas abrazadas en un cuarto de hotel al cual habían llegado después de los primeros momentos de pasión compartida en el auto. La primera en despertar fue Maca y su cara se iluminó de felicidad al contemplar el dulce despertar de Esther M: Hola dormilona (le dio un ligero beso en los labios al ver que se despertaba) ¿Cómo amaneciste? E: Hola Maca (suspiró medio incorporándose en la cama) ¿Qué horas son? M: ¡Van a dar las doce! E: ¿Las doce? (levantándose rápidamente) Joder Maca... ¿Y los niños? M: Están bien Esther (la jalo para se volviera a recostar a su lado) Tashiw se está haciendo cargo de todo (robándole otro beso) No tienes nada de qué preocuparte ¿Vale? E: ¡Vale! (intentando levantarse nuevamente de la cama) Pero aun así ya es muy tarde y tenemos que irnos. M: Sí (le sonrió y se levantaba con ella) Oye Esther estaba pensando que sería bueno que te vinieras con los niños a vivir a mi casa mientras buscamos otra que nos guste a las dos E: ¿Qué? (se giró sorprendida a verla) No Maca (negó rotundamente con la cabeza) ¡Yo no pienso moverme de mi casa! M: ¿Por qué? E: ¡Por mi trabajo! M: ¿Por tu trabajo? E: Si Maca (se entrelazó con nerviosismo los dedos de las manos) Mi casa está más cerca de donde voy a empezar a trabajar. Y por eso es mucho más práctico y cómodo no moverme de ahí M: ¿Entonces (levantó los hombros desconcertada por su respuesta) prefieres que yo me mude con Thasiw y Isthar a la tuya? E: ¡Tampoco Maca! (dio unos cuantos paso sacando aire y finalmente llenándose de valor se giró hacia ella) Mira Maca ayer yo estaba muy tomada y lo que pasó anoche fue muy hermoso pero... (levanta las cejas hizo una pequeña pausa y como que pensó lo que le diría) ¡Tú y yo solo podemos seguir siendo amigas! M: ¿Pero qué es lo que dices? Maca se sentó sobre la cama de la impresión y los ojos se abrieron a lo máximo la quijada se desfiguró y el semblante del rostro se le puso blanco a la vez que sentía como un frío escalofrío le recorría el cuerpo Alcatraces blancos 231 M: No lo entiendo Esther después de todo lo que hemos vivido de lo que sucedió a noche yo... (en un susurro negó con un movimiento de cabeza y con las lagrimas en los ojos) simplemente no me lo puedo creer E: Maca M: Pero si nos amamos Esther (se levantó y rápidamente se le acercó) ¿O a caso tú no me amas? E:... M: Contéstame Esther (la miró con absoluta dependencia) ¿Tú me amas? E: Maca (susurró débilmente y el dio la espalda) No se trata si te amo o no M: ¿Entonces de que demonios se trata? (la tomó del brazo y con cuidado la hizo que se girara a verla) Explícamelo porque yo no lo entiendo E: ¡Tengo miedo Maca! (se llevó la mano a la boca y a punto de llorar) Me da mucho miedo volverte amar M: ¡Y por tus miedos según tú! (la miraba incrédula a los ojos) ¿Solo podemos ser amigas? E: ¡Es lo mejor para todos nosotros Maca! M: Ahhhh (se quedó con la boca abierta y sintiendo como las lágrimas le empezaban a resbalar por sus mejillas logró musitar) ¿Con derechos o sin... E: Sin derechos (la interrumpió negando rotundamente con la cabeza a la que levantaba su ropa regada por toda la habitación y se dirigió hacia el cuarto de baño) ¡Esto no volverá a pasar Maca! M: ¿Qué? E: ¡Que me voy a bañar! M: Pero... Maca sin podérselo creer aun vio como Esther desaparecía ante sus ojos cerrando y poniéndole seguro a la puerta de baño M: Joder... ¡Esto no me lo esperaba! (con el dolor y la impotencia reflejado en sus ojos se dejó cae sobre la cama abrumada y triste) ¿Y ahora qué? Media hora más tarde salieron de la habitación del hotel en completo silencio. Bajaron por el elevador hasta la recepción para entregar las llaves del cuarto. Maca iba triste pensativa con el ceño fruncido caminando cabizbaja a su lado mientras tanto Esther aparentando una calma absoluta sonreía ampliamente a toda la gente que pasaba cerca de su lado M: Muy feliz estás tú ¿No? E: Sí (levantando las cejas y toda sonriente le guiñó el ojo a la recepcionista del hotel a la vez que le entregaba la llave del cuarto) ¡Eso es lo que te da conseguir un trabajo que te gusta mucho! M: Ah (le suspiró con fuerza al oído y de manera descarada y atrevida le toqueteó el culo delante de la recepcionista) ¡Y yo pensando que tu felicidad era por otra cosa! E: ¡Joder Maca! (enfadada se giró rápidamente hacia ella) ¿Qué es lo que te pasa? M: ¿Nos vamos? Maca haciéndose la disimulada sonrió con picardía a la vez que con delicadeza la sujetó por el brazo e hizo que sutilmente empezara a caminara a su lado hasta llegar al estacionamiento donde tenían el auto Alcatraces blancos 232 E: ¡No te hagas la disimulada! M: ¡Vamos Esther! (levantó las cejas de manera chulesca) ¡Si no paso nada! E: ¡Esto no está bien Maca! (mostrándose seria se subió al carro negando con un movimiento de cabeza) ¡Tú y yo solo somos amigas! M: Humm (empezando a sentirse muy incomoda y molesta encendió el carro y de mala gana lo puso rápidamente en marcha) ¡Lo que tú digas! E: ¡Maca! M: ¿Qué Esther? (frenando bruscamente el vehículo) ¿Qué? E: ¡Nada! (levantó los hombros intentando conservar la calma) ¿Me puedes llevar a casa por favor? M: ¡Claro! (reprimiendo un grito de frustración dio un manotazo en el volante y con completa ironía) ¡A mi amiga lo que quiera! Seis meses después en un salón de fiestas infantiles Maca con la ayuda de Tashiw y su novio Sahid preparaba con ilusión la primera fiesta de cumpleaños de la pequeña Silvia. Mientras ellos inflaban globos y decoraban el lugar Osman y Pablo corrían divertidos jugando de un lado a otro tirando a su paso los adornos que los novios iban colgando Maca con Isthar abrazada a su pierna le cambiaba el pañal a Silvia mientras veía con frustración como sus inquietos hijos corrían por todos los rincones del salón tirándolo todo M: Joder ¡Osman! (con las niñas en sus brazos les gritó colérica) ¡Pablo! Al grito de Maca las niñas se asuntaron y empezaron a llorar en sus brazos. Maca desesperada se acercó hasta donde estaba Tashiw y su novio y se las entregó para enseguida ir a alcanzar a los otros dos pilluelos lo cuales al verla correr tras de ellos persiguiéndolos empezaron a gritaban frenéticamente como locos escabulléndose entre las mesas Osman: No mamita no (pelaba sus bellos ojos mientras veía desesperado como Maca le daba alcance) Por favor mamita no me hagas nada M: ¡Canijo escuincle! (lo tomó de la oreja) ¡Ya verás si no! Pablo al ver que Maca atrapaba a su hermano detuvo su carrera moviendo la cabeza a la vez que se le quedaba viendo con enfado a Osman y se rascaba la cabeza. Maca levantó las cejas y Pablo con eso tuvo suficiente para acercase él solo jalándose de la oreja hasta donde estaba su madre con su hermano. Maca al verlo abrió los ojos y hizo acopio de todas sus fuerzas por no soltar la carcajada Pablo: Ay Osman (sin dejarse de jalar la oreja y mirándolo furioso) ¡Eres un tortuga! M: ¡Y tú eres un descarado! Pablo: ¡Mi mami dice que me parezco todo a ti! Osman: ¡Será en lo bruto! M: ¡Osman! Le gritó y como pudo se aguantó la risa a la vez que tomaba también a Pablo de una oreja y se los llevaba a sentar hasta un rincón del salón Alcatraces blancos 233 M: Ay de ustedes jovencitos si se me mueven de ahí Pablo: Humm Osman: ¿A qué hora va llegar mi mami? M: ¡En un rato más voy ir a recogerla al aeropuerto! Pablo: ¿Y esta noche después de la fiesta nos tenemos que ir dormir a tu casa? M: Si no quieren no (levantó las cejas) ¡Tu madre no saldrá de viaje hasta el próximo mes! Pablo: Vale (se cruzó de brazos sin mirar a Maca) ¡Yo me voy a ir a dormir a la casa con mi mami! Osman: ¡Pues (apretando los labios) Yo también! M: Como lo prefieran chicos (sin dejarse chantajear por ellos) pero de aquí no se me mueven hasta que yo se los diga. ¿Estamos? Osman y Pablo: Hummm Como les había dicho a sus dos hijos una hora más tarde Maca iba rumbo al aeropuerto de la ciudad de México para recoger a Esther y llevarla a la fiesta de cumpleaños de Silvia. Durante su recorrido se paró en una florería y llena de ilusión pidió que le hicieran un ramo de flores con siete alcatraces blancos El tráfico se complicó un poco y llegó al aeropuerto con cinco minutos de retraso sin querer entretenerse más dejó el ramo de flores sobre el sillón trasero del carro y se echó a correr a la sala de espera de la aerolínea en la que llegaría Esther proveniente del Brasil. Entró a la sala agitada y sudorosa por la carrera y con la emoción en el cuerpo por verla después de casi tres semanas de ausencia la buscaba entre la gente que salía por los pasillos del abordaje. Una enorme sonrisa se pintó en sus labios cuando la vio a lo lejos levantar una de sus maletas de equipaje pero al instante se le congeló cuando vio que una bella mujer se le acercó y con toda confianza le pasó la mano sobre la espalda en una caricia sugerente a la vez que le susurraba algo al oído arrancándole una carcajada Esther sin dejar de reír le quitó de la cara un mecho de cabello negro y con toda la calma se lo acomodó detrás de la oreja. La mujer le volvió a decir algo al oído y Esther soltó de inmediato otra carcajada a la vez que giró la cabeza hacia un lado y fue ahí cuando sus ojos se encontraron con los de Maca. Maca apretó los labios con fuerza y desvió la mirada. Las manos y el cuerpo le empezaron a temblar a la vez que siento como una sensación de vacío y dolor se le formaba en la boca del estómago E: Joder (murmuró asustada a la vez que dio un paso hacia atrás) Maca La bella mujer que la acompañaba mira extrañada a Esther y se giró a ver hacia el lugar que esta veía encontrándose con la mirada dura y fría de Maca -: ¿Es ella la mujer de tu vida? E: Sí Battaglia (suspiró consternada) Es ella pero ya te conté como están la situación y que solo somos amigas Battaglia: ¿Con cuatro hijos? E: Sí (entrecerraba los ojos viendo como Maca sumamente seria se acercaba hasta ellas) con cuatro hijos Battaglia: ¡Pues vaya! (con picardía levantaba una ceja) ustedes dos sí que no perdían para nada el tiempo Alcatraces blancos 234 M: Hola Esther E: Hola Maca (mirando a la sonriente mujer que tenía a su lado) Mira te presento a Battaglia la coordinadora fotográfica de la revista y mi jefe directo M: Mucho gusto Battaglia: El gusto es mío La mujer le extendió la mano a manera de saludo Maca deliberadamente con fuerza excesiva se la estrechó y olímpicamente la ignoró girando su cabeza Battaglia: Auchss Battadlia se quejó y rápidamente retiró su mano para sobársela. Esther abría y cerraba la boca sin saber que decir o hacer mientras tanto Maca sin inmutarse frunció la boca y miró a Esther con demasiada frialdad M: Supongo que aun no has tenido el tiempo suficiente para despedirte de tuuuu... Battaglia: Amiga M: ¡Eso! E: ¡Maca! M: ¡Te espero en el auto! (afirmó de manera seca a la vez que tomó una de las dos molestas del equipaje de Esther) ¡Está donde siempre! Maca sin decir más y conteniendo la rabia junto con las enormes ganas de llorar y grita se dio la media vuelta y se fue a toda prisa de ahí para evitar echársele encima a la mujer. Esther sin despedirse de Battaglia tomó apresurada su otra maleta y salió disparada tras de ella E: Maca espera por favor (le gritaba desesperada intentando que se detuviera) ¿Y deja que te explique? M: No tienes nada que explicarme (se detuvo en seco girando sobre sus talones) ¡Está todo más que claro! E: Por favor Maca M: ¡Solamente somos amigas! ¿No? (Esther asistió con leve movimiento de cabeza) ¡Pues ahí está! (siguió su camino llegando hasta el carro) ¡No tiene nada que explicarme! E: ¡De igual manera quiero hacerlo! (llegando hasta el carro y poniendo la maleta en la cajuela) Entre Battaglia y yo... M: No quiero saberlo Esther E: Déjame decirte lo que hay M: ¿Te gusta? E: Sí (suspiro con fuerza sin quererle mentir) sí me gusta pero... Maca movió las manos indicándole que se callara y sintiéndose profundamente dolida se subió al auto azotando con fuerza la puerta M: ¡Sube! (ordenó tajantemente) ¡Que nos esperan en la fiesta de Silvia para partir el pastel! E: ¡Maca! M: Sube Esther o te juro que voy a olvidar que eres mi amiga... La madre de mis hijos y te dejo botada aquí Alcatraces blancos 235 Esther subió al auto y descubrió el bello ramo de flores con los siete alcatraces en la parte trasera del auto y sintiendo como se le formaba un nudo en la garganta murmuro E: ¿Son para mí? M: No (contestó de manera seca y si voltear siquiera a verla) son para la mujer que me llegue a querer y me respete tal como soy Acto seguido Maca se giró hasta el ramo de flores y con dolor infinito sacó uno de los siete alcatraces blancos lo dobló y con tristeza y fuerza lo apuñó en su mano para enseguida bajar el vidrio de la ventana del carro E: No lo hagas Maca Maca entrecerró los ojos e ignorando la petición de Esther lo arrojó al suelo. Esther comprendiendo el significado de esa acción bajó la cabeza sintiendo que en su interior se empezaba a formar un enorme vacío y de pronto el corazón se le oprimió doliéndole produciéndole y la invadieron unas enormes ganas de llorar Maca tenía fuertemente apretadas las mandíbulas y su rostro a cada segundo que pasaba se le tornaba más rojo, áspero y frío. En el más completo de los silencios se internaron en el tráfico de la ciudad. Maca con disimulo se limpiaba las lágrimas que se le escapaban a pesar suyo y Esther por su parte hacía lo mismo. Incapaz de soportar un segundo más ese aplastante silencio que se formó entre las dos Esther le comento rompiéndolo E: El próximo mes la revista me mandara hacer unas fotografías al Japón por dos meses M: Qué bien E: Solo eso (levantó las cejas desconcertada) Maca intento ponerte al tanto de mis próximas actividades y solo me dice que bien M: No tengo nada más que decirte E: ¡Por Dios Maca! M: Joder Esther que quieres que te diga que no hay problema y que los niños estarán bien cuidados... Pues eso Esther no te preocupes vete dos tres, cinco o diez meses a donde tengas que ir que los chicos estarán muy bien conmigo E: Gracias Maca M: De nada Esther Se hizo nuevamente el silencio entre las dos. Esther se sentía incomoda intranquila en el fondo ella esperaba que Maca explotara de celos y al no hacerlo se desconcertó M: Mierda (gritó frenando bruscamente el auto cuando un muchacho sin fijarse se cruzó la calle) ¡Haz de trae placas en el culo cabrón! Esther se tapó la boca para no soltar la carcajada y metro más adelante Maca hizo alto en un semáforo y desvió la mirada M: Supongo que ira ella contigo ¿Verdad? E: Sí es mi jefa directa y... Alcatraces blancos 236 M: Perfecto (sin dejarla terminar piso el acelerador a fondo dando el arrancón) ¿Cuánto hace que la conoces? E: Cinco meses M: ¡Cinco meses! (entrecerró los ojos un momento) ¿Y hasta cuando pensabas decírmelo? E: Maca yo no (con nerviosismo se puso las manos en la frente) Yo no quiero hacerte daño M: ¿Te estás acostando con ella? E: ¡Maca! M: ¡Contéstame Esther! (de improvisto se hizo a un lado y sin importarle nada estacionó el auto sobre la acera) ¿Desde cuándo te estás acostando con ella? E: ¡No tengo por qué contestarte! M: ¿Por qué no? E: Porque no tienes ningún derecho de preguntarme eso M: Oh sí Esther (levantó las cejas furiosa y ya a punto de perder la calma) ¡Claro que tengo todo el derecho del mundo en preguntártelo!... Primero porque eres la madre de mis hijos. Segundo porque según tú aunque solamente seamos amigas y vivamos en distintas casas (recalcándole enfáticamente) ¡Tú te sigues acostando conmigo! E: El que tengamos unos buenos polvos de vez en cuando no te da derecho a nada (se bajó del carro furiosa y con el profundo deseo de lastimarla) Es mi vida Maca y yo hago con ella lo que se me venga en gana. ¿A caso tú no hacías lo mismo durante todo el tiempo en el que estuvimos casadas? M: Muy bien señora García ya lo capté (bajándose también del auto y sintiendo que la vida se le escapaba en un instante la encaró) Y tienes toda la razón del mundo... ¡Es tu vida y puedes hacer con ella lo que te venga en gana! (buscando encontrar su mirada) Por mi parte yo te juro que no me vuelvo a molestar y mucho menos me vuelvo a meter en tu vida ni en tu cama (con la tristeza y la decepción reflejada en su rostro) Ahora por favor sube al auto que ya deben estar preocupados porque no llegamos a partir el pastel Durante la fiesta abiertamente se evitaron y solo llegaron a dirigirse la palabra para ponerse de acuerdo sobre cómo se turnarían para cuidar de los niños durante el mes que Esther estaría en México El mes pasaba de manera vertiginosa y rápida para Esther entre los días que le tocaba cuidar de los niños el ir y venir al trabajo y por supuesto preparar su próximo viaje al Japón hacía que terminara exhausta y agotada Y había muchos momentos como ese que después de darse un baño y acostarse empezaba a sentirse muy sola vacía y hasta enfadada por todo. Se culpaba por dedicarle menos tiempo a sus hijos relegando cada vez más de su cuidado a Maca y se sentía furiosa porque a la vez Maca deliberadamente la evitaba a toda costa E: Maca (suspiró al recodarla y se estremeció al sentir como una vieja conocida sensación nacía en la boca de su estómago) te extraño mi amor (con las lágrimas en los ojos volvió a suspirar y se recostó en la cama llevándose la mano a su sexo) Si al menos no me diera tanto miedo volverte amarte todo sería más fácil Maca... Pero quien me dice a mí que puedo volver a confiar en ti Alcatraces blancos 237 Por su parte Maca después de la fiesta dejó de ir a la casa de Esther y valiéndose de la ayuda de Tashiw evitó verla y tener que hablar con ella. Cosa que tenía de los nervios a Esther quien en más de una ocasión disimuladamente intentó saber de ella interrogando sutilmente a Tashiw E: ¿Todo bien por tu casa? Tashiw: Sí Esther todo bien gracias (le sonrió levantando las cejas) ¿Qué haces? E: Estoy escogiendo algunas fotos para la próxima publicación de la revista Tashiw: ¿Te gusta mucho lo que haces? E: Sí mucho (levantó la cabeza para verla) Solo que el viajar y tener que alejarme de los niños me empieza a cansar Tashiw: Pues yo no me cansaría de tener un trabajo así (viendo las fotografías que tenía Esther en la mano) es más ya le dije a Maca que cuando termine la preparatoria quiero estudiar un curso de fotografía acuática E: ¡Vaya! (sonriéndole sorprendida) Muy interesante Tashiw: ¿Crees que a mí también me puedan mandar al Japón algún día? E: No lo sé Tashiw para eso primero tendrías que ser fotógrafa profesional y tener y empleo como el mío Tashiw: Pues sí verdad E: ¡Y Pecas! ¿Cómo está? Tashiw: ¡Cada días más juguetón y travieso! E: Me sorprende que Maca les haya permitido tenerlo (tomó la cámara que tenía sobre la mesa) Con eso que no le gustaban para nada las mascotas Tashiw: Sigue sin gustarle pero el poder de cinco es muy fuerte (sonrió de manera ilusionada caminando por el cuarto viendo la fotografías que Esther acababa de revelar y tenía colgadas en la pared) y las recomendaciones de Mireya de que nos haría muy feliz tener al perrito terminaron por convencerla E: ¿Mireya? Tashiw: Sí Mireya (levantó los hombros como si nada) La veterinaria que nos regaló a Pecas E: Ahhh (ocultando su nerviosismo y haciéndose la disimulada le sacó una fotografía) Es que me gusto la imagen tan tierna que proyectabas mirando las fotos en la pared... ¡Y bien! ¿Dónde conocieron ustedes a la veterinaria? Tashiw: La conoció Maca hace un par de semanas en un antro E: ¿Qué? (sintiendo que la sangre se le venía al rostro se sentó un momento para intentar asimilar la información) ¿Y desde cuándo Maca sale de antros? Tashiw: Desde un días después del cumple de Silvita E: Ahhh (sin molestarse en ocultar su reciente enfado) ¿Y sale con muchas? Tashiw: No solo con Mire... (de pronto se quedó callada y volteó a verla un tanto desconcertada) ¿Es mi impresión o me estás intentando interrogar para saber de Maca? E: No lo es (ignorándola olímpicamente y viéndola con seriedad a los ojos) ¿Están juntas? Tashiw: No lo sé Esther (levantó las cejas) ¡Voy por los niños que Maca los está esperando para llevarlos al circo! E: ¿Cómo que no lo sabes Tashiw? (la detuvo tomándola con delicadeza de un brazo) ¡Eso se sabe! Tashiw: Pues yo no lo sé (le dijo con sinceridad y dirigiéndose hacia la puerta) Y si quieres saber algo más de Maca pregúntaselo directamente a ella E: ¡Tashiw! Alcatraces blancos 238 Tashiw: Mira Esther lo único que te puedo decir es que Maca se ve muy ilusionada con ella E: Joder (musitó y en un arranque le dijo) espera Tashiw yo le llevo a los niños Tashiw: Pero... E: Pero nada (agregó rotundamente) ¿En dónde los está esperando? Esther llegó veinte minutos antes de lo acordado a la plaza comercial donde Maca quedo con Tashiw para recoger a los niños. Se sentía inquieta y nerviosa puesto que sabía que lo más lógico era que a estas alturas Tashiw ya le hubiera informado a Maca que quien le llevaría a los niños era ella y el encuentro que Maca había evitado tener desde la última vez que discutieron hacía casi ya un mes era inevitable Maca por su parte sin saber nada de lo que la esperaba adentro con toda calma instaló en una de las bancas de la entrada a la sonriente y bella anciana que la acompañaba orgullosa felizmente colgada de su brazo -: Mira Maca (le señaló hacia una esquina donde un hombre estaba parado vendiendo pequeños ramos de flores) Creo que trae ramos con alcatraces M: Sí eso parece -: Son hermosos M: ¿Quieres uno Mireya? Mireya: No, no hija (le sonrió con amabilidad) Solo que recordé que me habías contado que era tu flor preferida M: Así es Mireya era mi flor preferida pero ahora ya no (suspiró con tristeza y nostalgia) Ahora ya es de otra Mireya: Ay muchacha (la palmeó de mano con cariño) ¡Que ganas de complicarte la vida! M: ¿Tú lo crees? Mireya: Sí M: Ella misma me lo dijo Mireya y yo lo vi en el aeropuerto (levantó los hombros) Y bueno yo ya comprendí que soñar con flores ya no basta Mireya: Si yo fuera tú y por todo lo que me has contado que ha pasado en sus vidas yo no se la dejaría tan fácil M: ¿Y qué se supone que harías? Mireya: Dejarle de una vez por todas en claro el sitio que ocupa en mi vida M: Ahhh (abrió los ojos sorprendida) ¿Sí? Mireya: Sí Maca pero no seré yo quien te diga lo que tienes que hacer (con seriedad) eso ya deberías de saberlo tú M: Ay Mireya (empezó a reírse) ¡Tienes un peligro que da miedo! ¿Entonces me esperas aquí sentada mientras subo y voy a recoger a mis hijos? Mireya: Sí Maca (le sonrió intentando encontrar una posición cómoda) anda sube por ellos que ya deben estar desesperados por que llegues Maca corrió hacia las escaleras eléctricas que la llevarían a la segunda planta donde Tashiw y sus hijos deberían ya estar esperándola. El primero que la vio llegar fue Pablo y salió disparado a su encuentro Pablo: Mamita Alcatraces blancos 239 A su grito Isthar y Silvia gritaron emocionadas y abandonaron la cama de pelotas para salir también corriendo hacia ella Pablo: ¿Y Mireya? Esther estaba agachada abrochándole las agujetas de los zapatos a Osman y al escuchar a Pablo el cuerpo se le tensó y un ligero sudor frío le cubrió su frente. Maca aun sin percatarse de su presencia levantó a su hijo en brazos mientras veía sonriente como Isthar y Silvia corrían también a su encuentro a la vez que buscaba a Tashiw y Osman con la mirada M: ¿Y Tashiw y Osman? Pablo: Tashiw no vino y a Osman mi mami le esta abrochando las agujetas M: ¿Tu mami? Pablo: Sí ella no trajo (Maca sorprendida abrió los ojos y al descubrir a Esther agachada con su hijo sintió que el corazón se le iba a salir del pecho tomó a las niñas de la mano y se acercó lo más rápido que pudo. Esther lentamente se incorporaba y no pude evitar sentirse un tanto insegura M: Hola Esther E: Hola Osman: ¿Mamita y Mireya? M: Nos está esperando abajo A Esther los ojos se le llenaron de lágrimas y sintiendo que el corazón se le partía en dos se giró sin atreverse a mirarla directamente a la cara E: Por mí no se entretengan M: Osman, Pablo (mirando a sus hijos) ¿Podrían acompañar un rato a tus hermanitas a jugar en la cama de pelotas? Los niños asistieron y salieron disparados rumbo al juego. Mientras Maca y Esther sonrientes lo veían irse M: Son buenos chicos E: Sí que lo son M: ¿Por qué estás aquí Esther? E: Realmente ya no lo sé (la voz le tembló ligeramente y con tristeza levantó los hombros) Será mejor que me vaya Esther hizo el intento de marcharse y Maca rápidamente la sujetó del brazo M: ¿Por qué? E: Por que salgo sobrando (sin poder evitar que sus lágrimas resbalaran por sus mejillas) porque te están esperando y yo... Yo siento que me muero M: Vale (suspiró con lágrimas en los ojos) te lo voy a preguntar de nuevo. ¿Por qué estás aquí Esther? E: Porque te amo Maca y a pesar del miedo que tengo no te quiero perder M: ¡Tú estás con alguien más Esther! Alcatraces blancos 240 E: No (negó rotundamente con un movimiento de cabeza) desde que murió Silvia en mi vida y en mi cama no habido más mujer que tú M: Mi Esther Maca no pudo evitar que su cuerpo y su alma se estremecieran al escucharla y en sus labios apareció una pequeña sonrisa de felicidad y sin importarle nada más la besó con ternura y amor M: Yo también te amo (le murmuró sobre los labios a la vez que la abrazaba con fuerza) Y en mi vida, en mi corazón y en mi alma no hay mas mujer que tú E: ¡Dime que puedo confiar en ti Maca! (los ojos le brillaron llenos de esperanza) ¡Solo dime que puedo volver a confiar en ti! M: Con toda el alma E: Mi Maca (se abrazó a ella) M: Y yo Esther (la miró a los ojos con devoción y amor) ¿Yo puedo confiar en ti? E: Siempre mi amor No hubo necesidad de más palabras sus bocas se buscaban con calma y amor a la vez que sus cuerpos se fundieron en un fuerte y sentido abrazo Sus hijos entrelazados de las manos las observaban a la distancia y cuando las vieron fundirse en el abrazo corrieron a unirse a ellas llenos de esperanza, de ilusión y con la firme certeza de que sus madres por fin habían encontrado su luna E: ¿Y qué vas hacer con la mujer que te está esperando abajo? M: Presentártela por que hoy cumple ochenta años E: ¿Qué? (mirándola a los ojos) pero si Tashiw me dijo que la conociste en un antro y te veías muy ilusionada M: ¿Y de seguro también te dijo que me había comprado un convertible azul? E: ¡Me compraste un convertible azul! M: ¡Que descaro el tuyo! M y E: Jajaja FIN