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Publicación: 82X23 Sección: PLEAMAR Página: PLEAMAR4/36 Edición: GRAN CANARIA 4 23/02/2011 18:53h Usuario: vsuarez L I T E R A T U R A P L E A M A R Miércoles 23 de febrero de 2011 publicación PÁGINAS ENCABRITADAS Víctor Claudín publica un nuevo libro en HG Editores Cuentos en el ‘Tren de la noche’ D urante las últimas dos décadas, Víctor Claudín (Madrid, 1954) ha tenido guardados en un cajón un puñado de relatos cortos que ahora ha decidido publicar con una pequeña editorial, HG Editores («son las únicas que en la actualidad se arriesgan y apuestan por los autores menos conocidos», apostilla). ¿Por qué ahora, después de tanto tiempo? «Cuando un libro te convence y está metido en una gaveta, te quema. Existía en mí una clara necesidad de dar a conocer estas historias, de recuperarlas, porque no se deben dejar etapas personales clavadas en el tiempo». Según confiesa, los cuentos reunidos en Tren de la Noche siguen estando muy presentes en su vida y son el fiel reflejo de una etapa muy intensa, cuando estaba al frente de la Sala Elígeme, uno de las grandes referencias de la movida madrileña. «Responden a la vida que yo llevaba entonces, a la actitud con la que la afrontaba, a mi situación personal». Los textos, que llevan títulos como Fue Penalty, Testigo circunstancial, Amor Tripartito, La Dominicana o Vuelta a Casa, abordan asuntos como la marginalidad, la enfermedad, la muerte, la soledad. «En general son relatos ligados por la vida del autor y por lo descarnado del tratamiento». Él mismo destaca, entre todos, el titulado La Máscara, un diálogo que es consecuencia directa, según cuenta, de su encuentro con México, «del choque entre una cultura en decadencia, medio podrida, y una sociedad en construcción, con ilusión, con proyectos». No falta, tratándose de la noche, el sexo. Tan natural y tan salvaje en el ambiente de aquellos tiempos. «Yo viví aquella época muy intensamente. Es verdad que Elígeme era un proyecto cultural, casi humanista, pero no dejaba de ser el sexo lo que mandaba y manda más en la noche, lo que uno busca para romper la soledad. A veces lo buscamos desesperadamente hasta convertirlo en algo extraño o en un mero juego circense, en un ejercicio de exhibicionismo». Si el libro no lleva prestado el título de alguno de los relatos es porque Víctor Claudín prefiere que los encabezamientos de sus libros digan algo, aunque no tengan nada que ver con el contenido. «La noche refleja la dureza de la vida, el borde en el que muchas veces nos situamos y donde se más afrontan y refugian las miserias de las personas. El tren alude a los distintos episodios que reflejan nuestra exis- El escritor Víctor Claudín asegura que no concibe la literatura «como un juego floral», sino como «un contenido». Portada del libro de Víctor Claudín Tren de la noche (HG Editores). Víctor Claudín, periodista, escritor y agitador de la vida cultural durante décadas, publica en estos días el libro de cuentos Tren de la noche. ’ ✒ Por Antonio Rojas que no dicen nada. «La literatura no tencia», abunda quien se refiere a la está separada de la vida, sino todo lo escritura de ficción como a un reflejo contrario; está vinculada a ella y a la directo de su propia personalidad. sociedad en la que se genera». «No concibo la literatura como un juego floral, sino como un contenido. Sería vulgar decir que Un agitador cultural con un mensaje, pero sí Víctor Claudín tiene a Cuando un libro te con una expresión de lo sus espaldas una dilataque yo soy y de las aspida trayectoria como convence y está raciones sociales y viagitador cultural metido en una gaveta, tales que me mueven a –Asociación para la cada instante. Si me te quema. Existía en mí una Música Popular, la ya planteo el futuro y la clara necesidad de citada Sala Elígeme, mejora de la sociedad, el Teatro Alfil...–, como dar a conocer compromiso humano con periodista –director de estas historias la libertad y otras serie de Información al día o Aquí principios, todo ello debe esy ahora, jefe de cultura de tar dentro de la literatura». Liberación y colaborador de El Rechaza lo que llama el vacío de País, Triunfo o El Viejo Topo– y, por ciertas literaturas y algunos autores supuesto, como escritor –ha dado a la Motivos ’ CANARIAS 7 GRAN CANARIA imprenta más de una decena de títulos, entre los que sobresalen El antro de la Buscontra, Escrito en una ola o Mar Cerrado–. En la actualidad, trabaja en la puesta en marcha de un nuevo periódico de izquierdas, de ámbito estatal, que llevará por título La voz de la calle y que está impulsado por Teodulfo Lagunero, un viejo empresario comunista. Su trayectoria política y su compromiso vital están marcados por un apellido, Claudín, vinculado a la militancia antifranquista. Sobrino de Fernando –expulsado en 1964 del PCE junto a Jorge Semprún y otros miembros considerados revisionistas– e hijo de Victoriano –«mi padre era presidente de todas las mesas reivindicativas imaginables», rememora–, dice estar pasando por un momento de tremendo desengaño, de absoluta decepción. «Ya durante la Transición empecé a sufrir algún que otra desilusión importante. Ahora no creo en el PSOE, ni en el Gobierno, pero tampoco veo alternativas en la izquierda. Presiento un futuro sin perspectivas, aunque estoy deseoso de que nazcan, de que florezcan en este tiempo gris y triste que nos ha tocado vivir en este país». Y como si de una proclama se tratara, aunque también se esconde un declarado deseo, asegura que «todo tiene que cambiar para que llegue la transformación social tan necesaria ahora mismo».