Los 7 hábitos del CIO exitoso - Dre
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Los 7 hábitos del CIO exitoso - Dre
Los 7 hábitos del CIO exitoso ¿Cuáles son las habilidades más apreciados por los responsables de la informática gubernamental? A través de entrevistas con CIOs, académicos y analistas, la publicación Federal Computer Week logró descubrir los siete hábitos clave en el éxito de un jefe de informática gubernamental. Los estilos y filosofías pueden diferir, pero estos puntos son comunes a todos. 1. Se enfoca en la misión Al tener las metas institucionales en mente, un responsable de informática efectivo identifica de qué manera la tecnología puede apoyarle para organizar e impactar en sus resultados. Su pensamiento se enfoca en: ¿cómo lograr que la institución cumpla con sus objetivos, usando la tecnología como herramienta? TIP: Es necesario tener metas muy claras y un plan de acción bien definido, para no ser arrastrado por las interminables tareas diarias. Encontrar el balance entre las metas a mediano y largo plazo es crucial. 2. Entiende la organización y el rol que tiene en ella El rol del CIO varía de una institución a otra y para ser efectivo el director de informática debe entender cómo encaja. Esto implica conocer a profundidad los objetivos de la organización, la forma en que opera y cómo se toman las decisiones. Para los CIOs estatales significa entender la agenda del gobernador y alinear la tecnología para cumplir con sus metas. TIP: También debe ser conciente de sus propias fortalezas y debilidades, de la forma en que interactúa con los demás y si tiene la capacidad de liderarlos. Nunca hay que olvidar que “el liderazgo comienza al entenderse uno mismo”. 3. Construye alianzas Las funciones del CIO se extienden por toda la organización y no se limita a la tecnología. Por ello es fundamental crear alianzas con otras áreas. El CIO tiene mucha responsabilidad y poca autoridad directa. Trabajar con los otros directores y colegas en la organización es esencial para implementar iniciativas con éxito. TIP: Tal vez la alianza más importante es la que debe establecer con el responsable de Finanzas. Las decisiones presupuestarias son vitales y una buena relación con aquellos que controlan el dinero puede ayudar a que el CIO se convierta en agente de cambio. 4. Es un comunicador efectivo Aunque ésta podría considerarse más una habilidad que un hábito, es un atributo esencial. Si logra dominar los puntos finos de la comunicación, el responsable de Informática puede convertirse en el traductor más efectivo entre el aspecto técnico y la alta gerencia, así como en el promotor de las necesidades de TI de la organización. La clave es comunicar el mensaje correcto a las personas adecuadas. TIP: Se recomienda utilizar analogías y ejemplos de la vida real de cómo la tecnología aporta beneficios para que los funcionarios entiendan el valor de los proyectos. 5. Escucha, siempre escucha Este hábito acompaña al anterior y tal vez sea uno de los más difíciles de desarrollar. Primero se debe tratar de entender a los demás, para después ser entendido. El CIO debe escuchar, discernir la información importante y entender el problema, en vez de ofrecer soluciones apresuradas. Al reaccionar se deja de escuchar. TIP: Una práctica recomendada es llevar una persona a todas reuniones, cuyo único trabajo sea escuchar. Después de la reunión ambos compararán sus notas y de esta forma –que parece irrisoria– el responsable de informática se asegurará de haber comprendido las necesidades de otras personas. 6. Confía en su equipo Un buen responsable de informática es “tan bueno” como su equipo de trabajo, así que es importante invertir tiempo en motivarlo y demostrar aprecio por los logros conseguidos. Un buen líder valora a su staff primero como personas y después como trabajadores. TIP: Una forma de acercamiento es caminar por las oficinas y hablar con la gente "a nivel de cancha". 7. Es proactivo Es primordial estar al tanto de las nuevas tecnologías e identificar si pueden funcionar, y de qué manera, en la organización en los años venideros. TIP: No es mala idea programar reuniones con los líderes de otras áreas o dependencias –en el caso de un CIO estatal– para revisar sus proyectos y planes y así no esperar a que surja una idea cuando el tiempo apremia.