artes plásticas en Pereira
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artes plásticas en Pereira
Ciencias Sociales y Humanas Pespectivas históricas de las artes plásticas en Pereira • MARGARITA CALLE GUERRA BEATRIZ AMELIA MEJÍA DE MILLÁN El presente texto aproxima la síntesis final de un ejercicio investigativo articulado en torno a la necesidad de evidenciar las perspectivas históricas dominantes en el desarrollo de las artes plásticas en Pereira para definir sus componentes estéticos y sociales, así como sus escenarios, temáticas y protagonistas. Para ello se asumió como campo de indagación e interpretación el período comprendido entre los años 50 del siglo XX hasta la época actual. En este período empiezan a tomar forma los elementos gestantes de una estética local, que podríamos postular como iniciadora de un tímido movimiento cultural y artístico, todavía en proceso de consolidar diálogos coherentes con los desarrollos del arte nacional. Una posición que nos coloca frente a un doble propósito en la búsqueda trazada, en tanto nos obliga a re-conocer la malla de significados estéticos tendida en esta zona desde la fundación de Pereira, para entender el estado actual de las prácticas artísticas y, además, a sustentar esa “necesidad de mundo”1 y de reflexión en torno a un horizonte propio, donde se hagan visibles las contexturas simbólicas, las memorias y las articulaciones de nuestras temporalidades pasadas, presentes y futuras. Fecha de recepción: Febrero 15 de 2005 Fecha de aceptación: Junio 18 de 2005 • Margarita Calle Guerra. Directora del Departamento de Humanidades e Idiomas de la Universidad Tecnológica de Pereira. Magister en Comunicación Educativa de la misma Universidad. Coordinadora del Grupo de Investigación en Arte y Cultura de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades de la UTP. • Beatriz Amelia Mejía de Millán. Profesora de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad Tecnológica de Pereira. Especialista en Teoría del Arte, Filosofías Orientales e Historia del Arte de las Universidades de Iowa y Florida, USA. Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Resumen 83 Palabras claves: Historia, artes plástica en Pereira, prácticas estéticas, cultura, sociedad, desarrollo. Abstract: The present text approaches the final synthesis of an articulated research task around the necessity to demonstrate the dominant historical perspectives in the development of the plastic arts in Pereira in order to define their aesthetic and social components, as well as their scenes, themes and protagonists, assuming as the field of investigation and interpretation, the period between the 50’s of XX century until the present time. During this period the original elements begin to take form from the aesthetic premises that we could postulate like initiator of a timid cultural and artistic movement, still in process as to consolidate coherent dialogues with the developments of the national Art. Key words: History, plastic arts in Pereira, fine arts, aesthetic practices, culture, society, development. 84 Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Origen de la investigación El proyecto “Perspectivas históricas de las artes plásticas en Pereira, se inscribe dentro de los parámetros trazados por el Plan de Desarrollo de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades, que apuntan a generar elementos para la interacción dialógica entre los saberes estéticos, sociales y humanísticos, partiendo de la creación y el fortalecimiento de iniciativas de investigación en arte y cultura como aporte a la comprensión y contextualización de nuestra realidad desde, perspectivas inter y transdisciplinaria. La propuesta tiene su origen en la Convocatoria 2002 del Centro de Investigaciones y Extensión de la Universidad Tecnológica de Pereira y con ella se formaliza institucionalmente el grupo de investigación en Arte y Cultura, adscrito al Departamento de Humanidades e Idiomas, Facultad de Bellas Artes y Humanidades de la UTP, reconocido por Colciencias en el año 2004. Este trabajo se inscribe dentro de la línea de investigación en Arte Contemporáneo y articula las experiencias recogidas por las autoras a partir del ejercicio docente e investigativo en la Universidad, y por la participación directa en el movimiento cultural de la región2. Así mismo este ejercicio traza su desarrollo desde las necesidades detectadas en el Plan Nacional de Cultura 2001-2010, y en el Documento Lineamientos para la Sostenibilidad del Plan Nacional de Cultura 2001-2010 del CONPES (Consejo Nacional de Política Económica y Social), en los que se convoca a las comunidades académicas y a los grupos sociales organizados a desatar procesos de investigación en torno a la memoria y a la creación, como estrategias para consolidar acciones y animar políticas públicas que contribuyan a visibilizar al sector cultural como un sector generador de valor social, relevante en las mediaciones de desarrollo. En este sentido, el Plan sustenta como: En la actividad creativa, reside el potencial de cambio de la cultura, su perpetua renovación y los diálogos entre los sectores y las generaciones. La diversidad de medios expresivos de la música, las artes plásticas y escénicas, la literatura, la poesía y la producción mediática conforman espacios de creación cultural y de comunicación que deben ser reconocidos, cualificados y puestos en circulación con miras a la formación de las sensibilidades, a la apreciación crítica de las diversas producciones culturales y al goce creativo de todas las manifestaciones. En la creación cultural reside una inmensa capacidad de invención que debe ser preservada en cuanto es fuente de saberes, de nuevas sensibilidades y productos3. “Perspectivas históricas del desarrollo de las artes plásticas en Pereira“, se plantea como un proyecto de investigación historiográfica que busca fortalecer la configuración de la memoria local y posibilitar el reconocimiento de los procesos artísticos que, en la región han sido relevantes para referir el desarrollo evolutivo de la estética en el marco de la cultura local. La mirada que indaga centra sus esfuerzos en la aproximación históricosocial del desarrollo de las artes plásticas, para definir los parámetros que posibiliten su valoración y comprensión en el ámbito local y nacional, proporcionando, a partir de un enfoque histórico-hermenéutico, la reflexión acerca de las tendencias del arte contemporáneo en la ciudad, y la posibilidad de reconstruir el sentido de su historia, desde nuevas perspectivas y desarrollos. Objetivos Tomando como punto de partida la necesidad detectada en el contexto particular de Pereira de instalar una mirada renovada en torno a los fenómenos de la cultura, a la manera como operan las lógicas de la política que conectan y desconectan al arte de las ideas dominantes de progreso y desarrollo, y finalmente a la comprensión de los procesos y las tensiones que generan los hechos estéticos, dentro o fuera de las corrientes acentuadas por la fuerza de una racionalidad modernista, esta investigación se propuso: Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Descripción del problema de investigación 85 1. Realizar una aproximación histórico-social al proceso de desarrollo de los fenómenos artísticos en Pereira desde los años 50’s, para formular reflexiones que posibiliten la comprensión y valoración de las artes plásticas, como componentes de la memoria cultural de la ciudad y del devenir de su contemporaneidad. 2. Definir el contexto histórico social, de la gestación, consolidación y desarrollo de las artes plásticas en Pereira desde los años 50 hasta la contemporaneidad. 3. Establecer parámetros para aproximar reflexiones de orden crítico en torno a los hechos y fenómenos que configuran el panorama de las artes plásticas en Pereira. 4. Fortalecer el Plan de Desarrollo de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades, creando una línea de investigación en Arte y Cultura Regional, que posibilite, desde la reconstrucción de la historia de las artes plásticas en la ciudad, el entendimiento de las dinámicas estéticas que consolidan el panorama cultural en la local. Precisiones metodológicas 86 Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Las memorias colectivas y las creaciones culturales, configuran grandes acumulados de producción, en los que reside el saber y la sensibilidad de las comunidades socialmente organizadas. A través de su reconstrucción, se posibilita su re-conocimiento, su re-significación y re-inserción, en el sistema de saberes y prácticas que sustentan nuestra contemporaneidad, no sólo como meros registros representativos o anecdóticos, sino ante todo, como “textos“ y “discursos“ potenciados para referir, de manera contextualizada, las dinámicas de un proceso histórico-cultural fecundo en matices, que apenas se empieza a discernir. Atendiendo a estas premisas, el proyecto de investigación “Perspectivas históricas de las artes plásticas en Pereira”, asume como método de investigación el histórico hermenéutico, desde las directrices planteadas por Hans-Georg Gadamer, quien sustenta como “el modo de ser de las cosas se nos revela hablando de ellas“, es decir asumiéndolas como objetos de herménutica, en tanto pertenecen al contexto de “todo aquello que tenemos que comprender“, para legitimarlo desde sus propios referentes. En este sentido, tanto quien interpreta, como su objeto de interpretación, “se median y transitan circularmente, reclamando una universalidad“. Con Gadamer se extiende el punto de vista hermenéutico al lenguaje del arte, en tanto éste subraya el lugar privilegiado de la estética como elemento de la hermenéutica general. De esta forma, las artes plásticas se ubican en el nivel de aquellos textos en los cuales es necesario desplegar un ejercicio de intelección, en tanto configuran un medium para el reconocimiento y la representación cultural, susceptible de ser redimensionado analíticamente, desde referentes históricos, teóricos y socio-culturales, pertinentes a su propia naturaleza y a sus particulares condiciones de existencia espaciotemporal. Mirado así, el artista, “no sólo ejecuta la obra; se ejecuta con ella como supuesto propietario para quedar tejido e implicado. Y dicha ejecución es su mejor declaración… y reclama su justa correspondencia, es decir, que todo supuesto receptor se ponga en ella“4. Desde la perspectiva del proyecto propuesto, el arte como acontecimiento significativo, y sus procesos colaterales, se constituyen en puntos de partida para hacer emerger las múltiples implicaciones y contextualidades que el trabajo plástico gestado y desarrollado desde los años 50, en una ciudad como Pereira, pueda contener. Como una manera de materializar las acciones del proyecto, las estrategias metodológicas empleadas se centraron en la contrastación y complementación permanente de fuentes primarias y fuentes secundarias: entrevistas semiestructuradas a artistas y gestores culturales, revisión bibliográfica y de archivos documentales especializados, análisis de bitácoras de artistas, configuración de portafolios por artistas y por instituciones culturales, y registros visuales de la obra de todos los artistas involucrados en la investigación. A partir de estos referentes se amplió la reflexión crítica en torno al contexto, a las prácticas estético-artísticas y a la evolución alcanzada por sus proyectos en el panorama local, nacional e internacional de la plástica. Resultados obtenidos Atendiendo a la naturaleza misma del objeto abordado, los límites en los que se enmarca el desarrollo de esta investigación no fueron precisos. En ella se abordó un ejercicio conjugado de presupuestos metodológicos y teóricos, asumidos en la perspectiva de poner a dialogar los diversos referentes identificados, en función de la comprensión abierta y crítica del horizonte estético, social y cultural del arte producido en Pereira desde los años 50 hasta la época actual. Un ejercicio de interpretación que, a medida que teje relaciones de contexto y de sentido, permite penetrar la complejidad de las creaciones estético-artísticas para re-conocer el panorama de su actualidad y las condiciones de un estado de desarrollo, que Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 El método histórico-hermenéutico, entonces, “no es un mero procedimiento de lectura, ni una simple técnica, ni una actividad aislada de los seres humanos, sino la estructura fundamental de nuestra experiencia de la vida; la filosofía de toda una vida, definida por la acción (teoría ) del leer“5, que en esta investigación Perspectivas históricas de las artes plásticas en Pereira se desplaza al vaivén de las complejidades históricas y las visiones estéticas, tejidas de manera significativa, para posibilitar el reconocimiento ontológico de los hechos en el seno de la cultura. 87 si se quiere, apenas muestra las primeras nociones de despunte hacia una modernidad estética. Con base en la literatura escrita y en los documentos históricos consultados, se definieron los años 50 como punto de partida para esta investigación, en tanto fue ésta la época en la cual se suscitó un interés directo por el arte y la cultura en la ciudad. Estas primeras motivaciones animaron el surgimiento de entidades de carácter cívico, académico y cultural, las cuales aventuraron proyectos y utopías en torno al arte y a la cultura local. La Sociedad de Mejoras Públicas, los clubes de Leones y Rotarios, la Sociedad de Amigos del Arte, la Universidad Tecnológica de Pereira, el Instituto de Bellas Artes, la Facultad de Bellas Artes y Humanidades, constituyeron un significativo impulso para que a partir de los años 70 se abriera una oferta de salas de exposiciones, galerías y centros culturales, que desde sus acciones han posibilitado la confrontación permanente del público con visiones actualizadas del arte regional, nacional e internacional. 88 Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Históricamente Pereira ha sido una zona marcada por la movilidad y la heterogeneidad de sus pobladores, lo que en suma nos ubica frente a dos realidades significativas al momento de configurar el marco de esta investigación. De un lado, vinculamos la movilidad de la sociedad a la justificación de presupuestos relacionados con la carencia de un proceso y una escuela artística de trascendencia y, de otro, usamos la heterogeneidad para apuntalar el sentido polivalente y abierto de nuestros productos culturales, derivados de la permanente inmigración y emigración de valores artísticos, y que correlativamente se corresponde con el eclecticismo propio de América Latina, que hoy se erige como una de las mayores fortalezas para sumir la expansividad del arte y la fluidez de lo intercultural en la sustentación de sistemas simbólicos y sociales más eficientes. En medio de un panorama de acontecimientos, memorias dispersas y registros incompletos, se trazaron articulaciones capaces de vincular señales que, en tanto resultado de un pensamiento y de una actividad reflexiva, contribuyeran a propiciar una mejor intelección de los fenómenos artísticos, los lenguajes construidos por los artistas y la manera como instituciones culturales y académicas, los gestores y los medios de comunicación, han participado de las transformaciones y los cambios coyunturales que dan cuenta del devenir de la ciudad. Desarrollo de la investigación El arte y todas sus manifestaciones, constituyen formas tangibles de la memoria y la cultura. Su historia se articula alrededor de una amalgama de acontecimientos y rupturas (“innovación ontológica”6 ), en la que como fractales, brotan las metáforas, los lenguajes y las contextualidades que han hecho posible la coexistencia del arte en conexión con las demás formas de interacción hombre-mundo. En el sentido de Gadamer7, la pregunta por el pasado del arte, entraña siempre un juego de temporalidades y demanda la tarea de tender redes de cohesión que posibiliten el acercamiento de dos polos opuestos en el tiempo: el de la apariencia histórica y el de la apariencia progresista. El tiempo del arte llama a una consideración particular sobre el «acontecer» de las obras, en tanto éstas disponen reflexiones temporales en las que lo pasado y lo presente se manifiestan de manera simultánea. En este sentido, tanto las identidades visibles como las difusas, configuran un mapa de interrelaciones, en el que acontecen o se presienten aquellos sucesos que han dejado una huella en la matriz cultural, con sus regulaciones, sus protagonistas y microrrelatos, articulados desde miradas y metodologías cuyo fin es aventurar claves de acceso para descifrar sentidos, disponer horizontes y anticipar el devenir de nuevos tiempos. Estructura del proyecto A manera de sinopsis, presentamos los principales resultados y las conclusiones del proyecto, teniendo en cuenta la manera como fueron estructurados en el informe completo de la investigación: I En este primer capítulo se asume como dispositivo de análisis y reflexión la mirada simultánea y fragmentaria, propia de los hechos artísticos, de la historia y de la hermenéutica como disciplina de la interpretación. Aquí necesariamente se apela al re-conocimiento de un marco de sucesos, de carácter nacional y regional, en torno a los cuales se cohesionó la memoria social de Pereira: sus orígenes étnicos y socio-culturales ligados a las determinantes de nuestra condición actual. Una reflexión preliminar y de contexto, que deviene argumentaciones e hipótesis para explicar las dinámicas alcanzadas por la cultura estética local, así como las afinidades e influencias reconocibles, en las que se hace necesario evidenciar dos re- Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Los presupuestos fundamentales sobre los que se configura esta investigación están ligados básicamente a factores de orden contextual, conectados con el desarrollo socio-político y cultural del país y al proceso que le posibilitó a Pereira consolidarse como un centro urbano dinámico, ávido de novedades modernizantes. En ésta, como en otras ciudades diferentes a Bogotá, Cali y Medellín, el desarrollo de las artes ha estado mediado por el trabajo de pequeños colectivos sin vínculo político, académico o institucional definido. Por eso al intentar una convergencia de acontecimientos, difícilmente se pudieron omitir estas fisuras y, antes por el contrario, fue necesario enfatizar en ellas para acceder a un primer momento en la comprensión de los procesos ligados a las prácticas estéticas locales. 89 ferentes orientadores: la interculturalidad de los grupos que participaron en la fundación de Pereira y las continuidades migratorias desprendidas de este proceso, donde sobresale Antioquia por ser una de los contextos que más ha irradiado nuestros imaginarios culturales y estéticos. 90 Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 II En un segundo momento se estructura un marco general de antecedentes socio-históricos para mostrar cómo la ciudad surge y se inserta, en sentido progresista, a la dinámica del país, con un horizonte todavía ajeno a los intereses culturales y artísticos, pero que, no obstante, permite leer matices, nombrar procesos y significar desarrollos. Allí reconocemos cómo fue necesario sumar a la creación de la Universidad Tecnológica de Pereira (1958), la oficialización de disciplinas como la plástica y la música, para gestar un primer diálogo compartido en torno al arte, la estética y el pensamiento humanístico. Este proceso se había iniciado con la Sociedad de Amigos del Arte y posteriormente con el Instituto de Bellas Artes, en los cuales la ciudad había identificado unos interlocutores válidos para sostener la dinámica de su proyección cultural. Sin embargo, sólo hasta cuando es creada la Facultad de Bellas Artes y Humanidades de la Universidad Tecnológica (1981), las disciplinas artísticas empezarían a ser reconocidas, aunque no dimensionadas, en su rol. En estos tránsitos surgen los primeros referentes del arte local, la mayoría de ellos formados en escuelas ya consolidadas de Cali y Bogotá, como es el caso de los hermanos Hernando 1924-1998 y Lucy Tejada 1920, Dioscórides Pérez 1950 y Ramón Vanegas 1950, y se empieza a configurar un primer circuito artístico, que aunque localizado en la ciudad, se caracterizó por la heterogeneidad de sus integrantes: artistas nacidos en Pereira con formación empírica, artistas nacidos en Pereira pero formados en escuelas nacionales e internacionales y artistas provenientes de Antioquia, quienes completan su formación en el Instituto de Artes local. Aquí se reconocen los trabajos de Martín Abad 1939, Carlos Sierra, 1940; Jaime Mejía, 1950-2000; Nelson Sánchez, 1950; Carlos Enrique Hoyos, 1951; Gloria Inés Salazar, 1950; Guillermo Constaín, 1952; Jesús Calle, 1956, César Piedrahíta, 1954; y los hermanos Fabio 1938 y Mario Bustamante 1940. Es este marcado carácter intercultural y heterogéneo de los artistas que representaron ese primer intento de aproximación a la plástica en Pereira, el que nos permite entender cómo en el arte las afinidades no están dadas exclusivamente por la correspondencia en el origen natural de sus protagonistas. En cierta medida, la riqueza de lenguajes y la renovación de repertorios estéticos a través de la historia, ha sido producto de tránsitos y mutaciones que señalan cómo “la nacionalidad política es una circunstancia poco importante cuando se trata de un mundo sin fronteras cual es el del arte”8. La movilidad constituye una ley esencial9 , cuya potencia rige las prácticas y los procesos de la sociedad. Ella dibuja el escenario de lo transterritorial, el paisaje donde lo diverso y lo foráneo se asientan y reconocen como parte de la dinámica que alimenta y reconfigura los pasajes de la cultura. En la evolución cultural de la Pereira, estos tránsitos y movilidades han determinado, en parte, su idiosincrasia. De acuerdo con el escritor Rigoberto Gil Montoya, desde los primeros años de su fundación Pereira manifestó su disposición para “recibir lo de fuera, en materia cultural…la llamada Ciudad Prodigio empezó a fabricar una especie de ambiente cosmopolita”10, propicio para que se intensificaran las prácticas y transformaciones que, a partir de entonces, acentuaron el carácter plural y ecléctico del territorio. En su mayoría este primer grupo de artistas se caracteriza por mantener un vínculo estrecho con el devenir de la Pereira, por la diversidad de abordajes, métodos e intereses estéticos, así como por una constante movilidad e interacción con la actualidad del arte a nivel nacional e internacional. Con ellos la ciudad conquista nuevas territorialidades y se abre al complejo mundo de la contemporaneidad estética. III En la tercera parte el interés de esta investigación se centra en la comprensión de los momentos que le fueron aportando valor artístico a la fotografía como práctica y como propuesta de ruptura del campo restringido de las artes, no sólo por las posibilidades técnicas y plásticas derivadas de la industrialización y la reproducción serial de la imagen, sino porque significó una nuevo modo en la relación del sujeto-mundo, por mediación de un tercero: la máquina: “un dispositivo técnico específicamente moderno, porque realiza a su modo el tiempo de la modernidad aislando sus instantes, representándolos espacialmente”14 . En Pereira, como en todas las ciudades de Colombia, la fotografía adquiere sentido estético y funcionalidad en el espacio exterior, particularmente Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 La década del 50 constituyó para Colombia el encuentro y la confrontación con un «sistema de cultura abierta»11, en el que los intercambios de información, derivados del desarrollo de los medios masivos, penetraron todos los espacios de la cultura, sin excluir el circuito de las artes plásticas. Esta situación contribuyó a que en un contexto marcado por el formalismo, el realismo social y la falta de audacia artística en el abordaje de propuestas vanguardistas, se comenzaran a incorporar, tardíamente, estilos y tendencias que, salvo algunas excepciones, no lograron plantear renovaciones significativas para el arte nacional. En su contexto, interpreta la crítica, lo que se desencadena es un prematuro afán por la novedad, por “explorar lo nuevo más que de experimentarlo” unido a la “ausencia de drama íntimo y el afán de halagar los sentidos“12, posiciones que permearon las prácticas estético-artísticas en todo el territorio nacional13. 91 en la plaza pública, a partir del registro recurrente de narraciones personales y correlatos socio-políticos. Tal vez la mayoría de fotógrafos de las primeras décadas del siglo XX, ignoraban que más allá del registro de imágenes desprevenidas y de tomas por encargo, se imponía una nueva forma de percibir y relatar, en donde la fusión sujeto-entorno alcanzaría una nueva espacialidad y temporalidad comunicativa. Fotógrafos como Benigno A. Gutiérrez, Carlos Velásquez V., Emilio Gutiérrez O., Donato García y Manuel García, definieron lo que podría denominarse, un contexto experimental para que la fotografía despuntara hacia su autonomía argumentativa y hacia la postulación de una estética propia, con intereses más artísticos que documentales, coherente con el desarrollo del oficio en otras ciudades. No obstante su trabajo, el reconocimiento a estos fotógrafos, tanto en Pereira como en el resto del país, sigue siendo marginal y poco significativo para la actualización de los referentes históricos de este contexto. Sólo en las dos últimas décadas nombres como los de Javier García, 1950; Fernando Henao, 1950 y Rodrigo Grajales, 1960, empiezan a ser incorporados al inventario artístico de la ciudad, como validadores de un campo que, a nivel local, apenas empieza a ser explorado en todas sus posibilidades estéticas. 92 Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 IV El último contexto se anticipa lo que, podríamos denominar, uno de los períodos de mayor dinamismo en el movimiento estético de Pereira -años 80 hacia adelante-. Estas décadas se caracterizan, por una constante movilidad cultural, protagonizada por artistas con formación disciplinar y con intereses más definidos dentro de las tendencias modernistas y posmodernistas de las artes visuales. Algunos alcanzaron su profesionalización en la Facultad de Artes de la Universidad Tecnológica de Pereira, mientras que otros emigraron para estudiar en distintas ciudades del país o en el exterior, y regresaron luego a Pereira con la expectativa de desarrollar su obra y ampliar los limitados espacios de interacción del arte local. En esta generación sobresalen artistas como Hernando Hoyos, Ciliana Villegas, Viviana Ángel y Adriana Arenas, y desde finales de los años 90 el Taller Trilítico, Mario Méndez, Ángela Calle, Juan Carlos Ríos, Alexánder Rendón, Nancy Barbosa, entre otros. Una generación que ha entendido que el arte actual no se construye de manera aleatoria sino que es resultado del equilibrio y la coherencia entre el conocimiento de los medios, la capacidad de experimentación, la mirada crítica y la reflexión analítica, como horizontes para abordar el espacio estético y aclarar permentemente las fronteras entre lo plástico, lo verdadero, lo ancestral, lo universal y, desde luego, lo social en la contemporaneidad. El horizonte dispuesto A manera de conclusión Un paisaje en el que no se proyecta una pedagogía de re-conocimiento del otro, del artista, como agente de transformación, como narrador, como potenciador de los cambios posibles en nuestra percepción de los entornos locales y de la realidad en general. Situación agravada, en buena medida, por la ausencia de una opinión pública calificada, capacitada para abordar los asuntos de la cultura, generar crítica y animar consenso social. Aquí es necesario cuestionar el papel de los medios y la manera como ejercen su función informativa y social. Los públicos tienen derecho a «leer» el arte y los fenómenos de la cultura por fuera de las páginas sociales o de la instucionalidad, y esto exige conocimiento y preparación: Es necesario que los medios de comunicación se abran al debate cultural y ayuden a orientar al público en la comprensión del arte actual, para que se les preste más atención a los artistas y al compromiso que ellos han adquirido de jugar un papel de análisis. Las artes plásticas del país se configuran con la eficacia de un buen engranaje, pero hay que mirar las obras. Finalmente, ellas encierran los signos de nuestro proceso cultural16. A falta de una plataforma política incluyente, que sea capaz de comprender y valorar los excendentes de sentido que genera el arte, y de usarlos como parte de la estructura que proyecta el desarrollo de las regiones, los artistas se repliegan, de manera solitaria a su oficio, aventurando poco, replicando modelos o activando tendencias fútiles y transitorias, sin trascendencia cultural, sin efecto social. Esto hace que la mayoría pierda el horizonte de su trabajo, se vuelvan vulnerables ante el poder o fácilmente se dispersen Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Antes que cerrar un ciclo en la investigación de la actividad artística y estética de Pereira, los contextos abordados en este ejercicio de re-conocimiento y comprensión del desarrollo del arte, nos señalan compuertas de acceso al entendimiento de nuestra frágil condición socio-cultural y política, originada por dos fenómenos particulares. El primero tiene que ver con la carencia de políticas de cultura en el país, que partan de consensos colectivos respecto al lugar del arte como valor de cambio social, como mediación cotidiana y como generador de conocimiento. En Colombia, como lo señala Carolina Ponce de León, “el arte es considerado una producción accesoria para una sociedad con prioridades sociales más apremiantes, antes que como un sistema de conocimiento”15 . Los gobiernos subsanan la desarticulación de sus programas de cultura y su incapacidad para asumir posiciones políticas frente a los problemas del arte, con convocatorias masivas en las que se distrae a los públicos con embelecos folcloristas y débiles acercamientos a lo social. 93 en las engañosas redes del mercado. Este es el otro aspecto que nos resta posibilidades de articular circuitos sólidos a nivel estético, espacios abiertos a la comunicación y al diálogo intercultural17, a la creación de estadios renovados para la percepción visual, en los que se arriesgan posturas y se transgreden las corrientes hegemónicas en las que se asienta el poder cultural. Si bien reconocemos la validez y la relevancia de los artistas locales en la configuración de una historia que arroja señales significativas para nuestro futuro próximo, somos conscientes de la necesidad de una mayor consciencia estética, que les permita a sus protagonistas asumir riesgos y aventurar nuevas metáforas en sus búsquedas. Hoy, como lo señala Anna María Guasch18, se requiere un artista, que habiendo superado los asuntos económicos, se interese por los lugares y las identidades locales, y particularmente por la narratividad, en detrimento de lo estético-formal. Este artista, necesariamente, tendrá que penetrar campos de trabajo interdisciplinarios, no sólo a nivel de prácticas, sino también en la manera de intervenir estéticamente la realidad, argumentar sus contenidos y «conmocionar» la mirada de los públicos. 94 Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Es indudable que los artistas, antes de involucrarse en la reinterpretación plástica de un universo particular, deben iniciar un proceso de autoconcientización, que les permita, desde la perspectiva de las discontinuidades sociales y de las contradicciones culturales, introducirse en los procesos creativos propios del ejercicio estético. Sólo en esta medida será posible una asimilación de la evolución del arte, en la que de manera coherente, lo regional dialogue críticamente con las tendencias estéticas contemporáneas y universales, pues antes que un hacedor de objetos, el artista de hoy es un mediador de significados. Se impone entonces, la necesidad de abrir espacios alternativos de interacción y continua actualización, en la que tenga cabida la reflexión crítica y contextual frente al estado del arte y sus horizontes de evolución. Esta sería una buena estrategia para encarar la avalancha de tendencias estéticas, originadas por la difusa y en ocasiones errónea comprensión del arte contemporáneo, que ha desencadenando en los artistas una experimentalidad ausente de técnica o marcada por la sujeción a la moda, al facilismo y a la carencia de liderazgo en el campo artístico. Pereira ha sido escenario de proyectos culturales, la mayoría de carácter privado, que han arrojado señales bastante positivas para la configuración de la estética local. Sin embargo, la mayoría de estos proyectos han sucumbido, agotados en el mutismo y la falta de verdaderos circuitos de interacción y construcción crítica que los fortalezcan como proyecto y los potencialicen como parte de la cultura. Ahí la política tiene que anticipar reacciones y re-conocer horizontes; y esto es precisamente lo que no se ha logrado materializar en Pereira, como lo apunta el cronista cultural Alberto Verón cuando argumenta: La ciudad ha tenido que adaptarse a las actuales demandas del mercado mundial pero el proceso de reflexión que esto implica y que se vuelve explícito en la academia, en la arquitectura, en la plástica o la literatura resulta mínimo en comparación con las fuerzas que transforman la ciudad, que despiertan dinámicas oscilantes entre la pretensión de controlar y ordenar la ciudad o de movimientos que la desbordan19. Cuando la ciudad se reconozca viva, cuando sus actores encuentren o creen intersticios para animar las utopías de la comunicación y el diálogo intercultural, cuando se construyan pedagogías para fortalecer la evolución cultural de las comunidades, entonces se podrán subvertir los códigos que alimentan esa falsa idea de progreso sobre la cual se desliza hoy el futuro de Pereira. El imperativo de este ejercicio está en la retroalimentación continua con la cultura, como vía para contextualizar saberes y fortalecer procesos que animen una mirada equilibrada de nuestra condición regional. En este sentido el propósito es mantener avivado ese diálogo local entre pertinencia y permanencia, como estrategia para resignificar los discursos con los que tradicionalmente hemos asumido nuestra cultura, más allá de los límites que los discursos mismos han ido bordeando en su devenir. Ya lo señalaba Gadamer cuando argumentaba acerca de la necesidad de recabar en la memoria para re-conocernos y proyectarnos en el tiempo “…pues toda mirada hacia atrás, hacia la profundidad histórica de nuestro presente, profundiza la conciencia del horizonte conceptual dispuesto hoy en nosotros”20. He aquí entonces el trasfondo de este acercamiento al pasado artístico de Pereira y al legado de sus protagonistas. El paso siguiente tiene que trascender a lo regional para interrogarnos sobre las posibilidades de articular un proyecto en el que quepan la diversidad de formas con las que miramos y pensamos colectivamente la cultura: ¿Existe una mirada regional?, ¿Por qué aunque somos centro económico desde las primeras décadas del siglo XX nuestro arte es periférico, sucedáneo de las modas, o simplemente se atrofia detrás de falacias y entelequias teóricas para hablar de conceptualismo, estéticas expandidas o arte popular? Estos y muchos otros interrogantes cierran Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 El arte actual es producto de mutaciones y constantes experimentaciones y, a su vez, es resultado de una actividad cognitiva profunda y reflexiva, que obliga a la revisión constante de su evolución. El hecho de detener la mirada para articular e interpretar el estado de desarrollo del arte en Pereira, debe leerse como un signo positivo de los enfoques que hoy pueden ocupar las reflexiones sobre la historia local y las posibilidades que arroja arriesgar posiciones para entender los desenvolvimientos de la cultura, a través de sus imaginarios simbólicos. 95 estas reflexiones que también son iniciales en las indagaciones locales, pues el horizonte del arte y su conexión con la vida está abierto para seguir profundizando en sus elaboraciones y sentidos. 96 Revista de Ciencias Humanas • UTP • No. 35 • Enero-Junio 2005 Notas bibliográficas 1. ZEMELMAN, Hugo. Necesidad de conciencia. España: Anthropos, 2001, p. 76. 2. Anteceden a este trabajo los libros Arte colombiano del siglo XX, publicado por la Universidad Tecnológica de Pereira (1988); Arquetipos del arte occidental, volumen 9 de la Colección de Escritores de Risaralda (1991), de Beatriz Amelia Mejía, y Metáforas urbanas: El artista y la ciudad, volumen 20 de la Colección de Escritores Pereiranos (2003), de Margarita Calle. 3. Ministerio de Cultura. Plan Nacional de Cultura, Colombia 2001-2010, 4. GADAMER, Hans-Georg. Estética y hermenéutica. España: Ed. Tecnos, 2001, p. 32. 5. Ibíd., p. 35. 6. PAREYSON, L. Conversaciones de estética. Madrid: Visor, 1998, p. 36. 7. GADAMER, Hans Georg. La actualidad de lo bello. España: Paidós, p. 111. 8. GIL TOVAR, Francisco. El arte Colombiano. Bogotá: Plaza & Janes, 1985, p. 113. 9. SIMMEL, Georg. Citado por MAFFESOLI, Michel. El nomadismo. México: Fondo de Cultura Económica, 2004, pp. 80, 86. 10. GIL MONTOYA, Rigoberto. “Nido de cóndores”: aspectos de la vida cotidiana de Pereira en los años veinte. Bogotá: Ministerio de Cultura, 2002, p. 97. 11. GIL TOVAR, Francisco. Op. Cit., p. 117. 12. Ibíd, pp. 118-119. 13. Artistas como Alejandro Obregón, Enrique Grau, Eduardo Ramírez Villamizar, Guillermo Wiedeman, Umberto Giangrandi, Fernando Botero, Armando Villegas, Hernando y Lucy Tejada, se salen de este paradigma al incorporar, dentro de un estilo personal y seguro, variaciones significativas, que en la divergencia de los formalismos tradicionales, se conectan directamente con los códigos del lenguaje común trazados por las vanguardias europeas. 14. JIMÉNEZ, Carlos. La fotografía, imagen del instante y documento de la mirada. En: La imagen de la ciudad en las artes y en los medios. Compiladora Beatriz García Moreno. Bogotá: Fac. de Artes, Universidad Nacional de Colombia, 2000, p. 445. 15. PONCE DE LEÓN, Carolina. «Los creadores de la memoria». En: El efecto mariposa. Ensayos sobre arte en Colombia 1985-2000. Bogotá: Instituto Distrital de Cultura y Turismo, 2004, p.83. 16. PONCE DE LEÓN, Carolina. Gato por liebre. Op. Cit., p. 92 17. En su libro Arte y globalización, la crítica de arte Ana María Guasch sustenta la validez de la mirada intercultural frente a la multicultural en tanto esto supone una nueva apropiación de lo nacional y renovados contactos críticos con lo internacional, a su vez, lo intercultural tiene mayor cercanía con lo transcultural y supera la dicotomía identidad/diferencia en pos de la construcción de los nuevos paisajes étnicos del mundo contemporáneo, envueltos en la construcción de lo local en tanto estructura de sentimientos y como respuesta a la erosión, la dispersión y la implosión de la homogeneización global. GUASCH, Anna María. Arte y globalización. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2004, p. 27-28. 18. Ibíd., p.25. 19. VERÓN, Alberto. Una década de plástica en una ciudad. Catálogo exposición “Maestros a fin de siglo”, Museo de Arte de Pereira, oct.-nov., 2004, p. 27. 20. GADAMER, Hans Georg. Op. Cit., 2001, p. 34. ACEVEDO T., Álvaro; GIL MONTOYA, Rigoberto; PRADO, Pablo. Universidad Tecnológica de Pereira 40 años. Una mirada a sus orígenes. Bogotá: Panamericana Libros e Impresos, 2001. ANGEL JARAMILLO, Hugo. Pereira: proceso histórico de un grupo étnico colombiano. 2 tomos. Pereira: Gráficas Olímpica, 1983. ___________. Pereira, espíritu de libertad. Pereira: Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Risaralda, 1995. ___________. La gesta cívica de Pereira -S.M.P.- Pereira: Editorial Papiro, 1994. ARANGO RESTREPO, Sofía; GUTIÉRREZ GÓMEZ, Alba. Estética de la modernidad y artes plásticas en Antioquia. Medellín Editorial Universidad de Antioquia, 2002. BARNEY-CABRERA, Eugenio. El arte en Colombia. Temas de ayer y de hoy. Bogotá: Ediciones Fondo Cultural Cafetero, 1980. CALLE, Margarita. Metáforas urbanas. El artista y la ciudad. 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