Disciplina Positiva - York Region Children`s Aid Society
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Disciplina Positiva - York Region Children`s Aid Society
Disciplina Positiva Bibliografía Positive Discipline – SPANISH Baumrind D Minn Symposium Child Psychol (Simposio de Psicología Infantil de Minnesota) 1973; 3-46 The development of instrumental competence through socialization. (El desarrollo de la capacidad instrumental a través de la socialización) Davies GR, McMahon RJ, Flessati EW, Tiedemann GL Child Dev (Desarrollo Infantil) 1984; 55 :111290-11298. Verbal rationales and modeling as adjuncts to a parenting technique for child compliance. (Fundamentos verbales y modelos como técnicas de creación adjuntas para la obediencia infantil.) Dix T Psychol Bulletin (Boletín de Psicología) 1991; 110 : 3-35 The affective organization of parenting: adaptive and maladaptive processes. (La organización afectiva en la crianza de niños: procedimientos ajustables y no-ajustables.) Durrant JE, Rose-Krasnor L Spanking: Should I or Shouldn’t I? 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Para obtener copias adicionales de esta publicación, por favor visite nuestro sitio Web: www.peelcas.org McCord, J, Pediatrics (Pediatría) 1996; 98 :832-834. Unintended consequences of punishment. (Consecuencias involuntarias del castigo.) Parke RD, Child Dev (Desarrollo Infantil) 1969; 40 :213-235 Effectiveness of punishment as an interaction of intensity, timing, nurturance and cognitive structure. (Eficacia del castigo como una interacción de la intensidad, del momento, de la educación y de la estructura cognoscitiva.) Power T, Chapieski K, Dev Psychol (Psicología del Desarrollo) 1986; 22 : 271-275. Childrearing and impulse control in toddlers. (Crianza de niños y control del impulso en niños pequeños.) Renard M, Tridon P, Kuhnast M, Renault JM, Dolfus P Paraplegia (Paraplejía) Mayo de 1978; 16(1) : 1304. Three unusual cases of spinal cord injury in children .(Tres casos poco comunes de lesión de la médula espinal en niños.) Peel Children’s Aid 8 Nelson Street West, Suite 204 Brampton, ON L6X 4J2 Teléfono: 905-796-2121 Fax: 905-796-2293 o 101 Queensway West Mississauga, ON L5B 2P7 Teléfono: 905-275-7444 Fax: 905-275-1600 Roberts MW, Powers SW, Behav Ther (Terapia del Comportamiento) 1990; 21 : 257-271 Adjusting time-out enforcement procedures for oppositional children. (Ajuste de los procedimientos de tiempo aparte para niños que ofrecen resistencia) Scarboro ME, Forehand R, J Exp Child Psychol (Psicología Infantil Exp.) 1975; 19 : 252-264 Effects of two types of response-contingent time-out on compliance and opoositional behavior of children. (Efectos de dos tipos de respuesta-contingencia en obediencia y comportamiento de resistencia de los niños.) Stormshak EA, Bierman KL, McMahon RJ, Lengua LJ J Clin Child Psychol (Psicología Clínica Infantil) – Marzo/2000; 29(1) : 17-29 Parenting practices and child disruptive behavior problems in early elementary school. 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Si un niño llega tarde a cenar, se le puede dar la opción de recalentar su cena otra vez o de comerla fría. Si un niño en edad preescolar no quiere ponerse sus mitones, cuando salga se le enfriarán las manos y tendrá que regresar a buscar los mitones. Los padres pueden pedir que el niño compense por lo que ha hecho o solucione el problema que su comportamiento ha causado. Haber coloreado la pared puede traer como consecuencia que el niño deba ayudar a limpiar su “obra de arte”. Haber golpeado a otro niño y hacerlo hecho llorar puede traer como consecuencia que el niño deba traer un juguete y deba compartirlo con el otro niño para hacerlo sentir mejor. También es importante que los padres estén conscientes de sus propios sentimientos. Los padres que están estresados a causa de otros problemas tienen más probabilidad de enfadarse con sus niños y de pegarles. Conclusión Debido al hecho que los niños son vulnerables, nuestra sociedad hace esfuerzos especiales para protegerlos contra daños. Si bien es cierto que los padres pueden utilizar castigos físicos para enseñar y orientar a sus niños, el riesgo de daños – emocionales, de desarrollo y físicos – es significativo y hay otras alternativas más seguras cuya efectividad ha quedado demostrada. ‘Peel Children’s Aid’ tiene una posición clara sobre este asunto. No endosamos ni apoyamos el castigo físico de los niños, y animamos a los padres a buscar técnicas alternativas para orientar a sus niños a convertirse en adultos responsables. Disciplina Positiva INTRODUCCIÓN Aunque se encuentren separados por la geografía, las creencias religiosas y las tradiciones, los padres de todas las culturas tienen mucho en común. Ellos comparten, entre otras cosas, el deseo universal de velar por la seguridad de sus niños y de ayudarlos a crecer para que se conviertan en unos miembros de la sociedad sanos y colaboradores. En Ontario, esas aspiraciones para nuestros niños han sido consagradas en la Ley de los Servicios para el Niño y la Familia, la cual fomenta todo aquello que sirva para velar por los intereses del niño y que ordena que se los proteja. Teniendo esta Ley como guía, ‘Peel Children’s Aid’ también aboga por los niños en la comunidad de Peel y ha tratado de obtener espuestas a preguntas relacionadas con el objetivo de fijar metas de seguridad y disciplina para los niños. Una pregunta importante que muchos padres se hacen, es si el uso de disciplina física con los niños – a veces llamado castigo corporal – es una estrategia eficaz o conveniente para orientar los niños a convertirse en adultos responsables. Basado en consultas realizadas dentro de la comunidad y en las evidencias presentadas por investigadores y expertos en la materia, ‘Peel Children’s Aid’ no recomienda ni apoya el uso del castigo físico en los niños como una técnica de disciplina. Creemos que el mismo contribuye para una aceptación de la violencia en nuestra sociedad e que representa un factor de riesgo para muchos problemas que los niños pueden llegar a tener a largo-plazo. La Historia de la Disciplina Física El uso del castigo físico como herramienta para disciplinar a los niños y controlar su comportamiento tiene una larga historia en nuestra cultura. Algunos de sus defensores intentan justificar su uso actualmente, basándose solamente en este hecho. No obstante, el uso de la disciplina física en los niños a través de gran parte de nuestra historia, puede compararse con la manera similar en la cual se ha aceptado el uso del castigo físico para disciplinar a las esposas, criados y esclavos. Las leyes que permitían estas formas de castigo han sido derogadas y solamente los niños pueden todavía ser disciplinados de esta manera. Hay quienes apoyan el uso de castigos físicos, tales como zurras, basándose en fundamentos religiosos. Su interpretación de ciertas escrituras, particularmente aquellas que aparecen en el libro de los proverbios del Antiguo Testamento, les hace pensar que estos castigos son un requisito religioso, ordenado por Dios. Otros líderes religiosos interpretan de un modo distinto los mismos versículos de la Biblia y pueden señalar otros versículos que recomiendan encarecidamente que se trate a los niños con delicadeza. Z Z Algunos consejos adicionales de los educadores de padres para ayudar a los padres a disciplinar sin usar el castigo corporal: Z Z Investigación En los últimos años ha habido un cambio entre los padres canadienses en general, con respecto al uso menos frecuente de la disciplina física. Ésta tendencia se debe en parte al resultado de la investigación sobre la materia, que ha demostrado que las zurras y acciones similares pueden convertirse en factores de riesgo que pudieren ocasionar problemas a más largo plazo. Por ejemplo, la ‘U.S. Children, Youth and Families Education Research Network’ (Organización Americana de Investigación para la Educación de los Niños, de la Juventud y de la Familia) descubrió que el 70% de los casos en los cuales los niños fueron maltratados, empezó con una zurra. Proporcionarles la oportunidad de experimentar las consecuencias lógicas de sus acciones – algo que esté ligado al mal comportamiento también es eficaz. Por ejemplo, si el niño monta su bicicleta sin usar el casco se le puede guardar la bicicleta por el resto del día. Si el niño colorea la pared se le pueden guardar los crayones y también se le puede mandar a ayudar a limpiar la pared. (Parke, 1969). Explicarle a un niño porqué su comportamiento no es aceptable y cuáles tipos de comportamientos serían más apropiados, ayuda al niño a entender y mejora la obediencia en general (Parke, 1969). Z Z Z Muchos padres tienen expectativas que no son realistas con relación a sus niños pequeños. A veces esperan que un niño de edad preescolar pueda, por ejemplo, limpiar su cuarto sin ayuda. También pueden sentirse enfadados o irritados cuando al niño se le olvida una regla o una instrucción que se le ha dado. Puede resultar de gran ayuda aprender sobre el desarrollo infantil y entender que los niños necesitan repetición constante para aprender. Los padres pueden crear un ambiente dentro de casa que haga que el buen comportamiento sea más fácil para el niño. Poner objetos frágiles fuera del alcance de un niño pequeño es un paso simple que puede ayudar. Ayudar a los niños a que duerman suficientes horas y a que coman cuando tengan hambre reduce las rabietas y el comportamiento poco colaborador. Si un niño tiene dificultades en alistarse para la escuela en la mañana, tal vez sea mejor preparar todo la noche anterior y así eliminar las luchas matinales. Habitualmente, decir que “sí” es mejor que decir que “no”. Este método es más eficaz - especialmente con los niños pequeños – decirles “puedes correr afuera” en vez de decirles “no corras en la sala de estar”. Los padres pueden mostrarle al niño cómo acariciar al perrito suavemente, en lugar de decirle “no seas tan brusco”. Siempre que sea posible, los padres pueden ofrecerle opciones a los niños. Con niños en edad de aprender a andar y con niños pequeños, los padres pueden transmitir su mensaje de una forma más clara, interviniendo físicamente. Aprendiendo a Educar sin usar Disciplina Cuando los padres han estado utilizando castigos físicos para controlar a sus niños, el aprender nuevos enfoques puede constituir un desafío para ellos. Los trabajadores de “Peel Children’s Aid” pueden aconsejar las familias cuando tienen preocupaciones, pueden referirlas a programas que existen en la comunidad o que están vinculados con la agencia, o pueden ofrecerles técnicas e ideas. La investigación (Dix 1991) enfatiza la importancia de que exista una relación cálida y amorosa entre padres y niños, como base para el uso de toda la disciplina. Identificar y apoyar el comportamiento positivo de los niños también es importante, y parte de esto consiste en que los padres sirvan de modelo mostrando ellos mismos un comportamiento apropiado (Kohlberg, 1964). A través de la investigación, también se han evaluado estrategias relacionadas con el comportamiento inadecuado. Las estrategias que más a menudo han demostrado ser eficaces incluyen: Z Z Z Z La técnica del “tiempo aparte”, cuando se saca al niño de la habitación y por lo tanto se le priva de atención y de tener interacción con sus padres y con otras personas por un período de tiempo apropiado para la edad, es una técnica muy estudiada. En algunos casos, puede sentarse al niño en una silla o hacer que se quede en otro lugar definido. Estudios realizados han comprobado que esto mejora considerablemente la docilidad con la que los niños se amoldan a las expectativas de los padres (Scarboro, Forehand, 1975). La técnica del “tiempo aparte” es menos eficaz si los padres reprenden verbalmente al niño al mismo tiempo (Roberts, Powers, 1990). La técnica del “tiempo aparte” puede no cambiar el comportamiento inmediatamente, pero se considera tremendamente eficaz como estrategia a largo plazo (Wilson, Lyman, 1982). Se ha demostrado que cuando se trata de niños mayores, retirarles ciertos privilegios o restringirles su participación en actividades que les gustan, pueden ser técnicas muy eficaces para modificar el comportamiento. Algunos ejemplos pueden ser: nada de televisión o de juegos de computadora por una noche; no poder salir para jugar con los amigos por un período de tiempo, etc. (Davies, McMahon, Flessati, Tiedemann, 1984). Un estudio realizado en 1995 por la Universidad McMaster en Hamilton, demostró que los adultos que habían sido azotados cuando eran niños tenían más probabilidades de sufrir depresión, adicción y otros problemas de salud mental. Los adultos que habían sido abusados cuando eran niños no fueron incluidos en el análisis estadístico. Una investigación realizada por un cierto número de personas (incluyendo a Straus, 1997 y Baumrind & Ownes, 2001) sugiere que los niños que son azotados tienen más probabilidades de comportarse de una manera agresiva con los otros niños de su edad. Otros estudios (Universidad de New Hampshire, 1991), comprobaron que los niños que habían sido azotados, al ser observados cuatro años más tarde, tenían más tendencia a golpear a otros, desafiar a sus padres, ignorar las reglas y a ser poco colaboradores, y Durrant (1994) comprobó que los castigos físicos están correlacionados con delincuencia, violencia y crimen más tarde en la vida. En 1986, Power y Chapieski comprobaron que los niños de uno a dos años y medio de edad que fueron golpeados mostraron menos progreso en el desarrollo de sus habilidades durante los siete meses siguientes, que los niños que no fueron golpeados. Una investigación reciente (1998) hecha por Strauss, probó que los niños golpeados, en promedio, obtienen puntuaciones más bajas en las pruebas para medir su C.I (coeficiente intelectual). Su teoría es que los padres que deciden no golpear a sus niños dedican más tiempo para hablarles y para discutir con ellos las formas de buen comportamiento, y este hecho conlleva a la obtención de puntuaciones más altas en las mediciones de C.I. Sin embargo, también es posible que las hormonas del stress producidas cuando los niños están asustados o heridos debido a los golpes que han recibido, disminuyan su capacidad de aprendizaje. Algunos estudios probaron que los efectos negativos ocasionados por el castigo físico a los niños disminuyen cuando los padres emplean también otras técnicas de enseñanza. Sin embargo, ningún estudio ha probado que el golpear a los niños tenga ventajas en general, cuando se compara este método con otros métodos empleados por padres que no utilizan castigos físicos. Además, cuando se golpea a los niños o cuando se utilizan castigos similares, ellos pueden recibir mensajes no intencionados. Los niños pueden llegar a creer que es aceptable golpear a la gente que se ama y que el empleo de la fuerza es una manera admisible de alcanzar sus metas. Ellos pueden comenzar a concentrarse más en la manera de evitar castigos – por ejemplo, que nos los agarren – que en las razones verdaderas por las cuales el mal comportamiento no es deseable. Esto hace que ellos tengan más dificultad para aprender a auto dominarse. Aspectos Legales Suecia fue, en 1979, el primer país que declaró ilegal el castigo físico de niños. La ley vino acompañada de una campaña educativa muy intensa para ayudar a los padres a entender los efectos dañinos de las zurras y a enseñarles nuevas maneras de criar a sus hijos. Desde entonces, otros diez países también han aprobado leyes que consideran que las zurras son ilegales. Ninguno de estos países prescribe penas criminales para las zurras u otros castigos. En el año 2000, fue presentado un recurso de apelación ante la Corte Suprema de Canadá, para revocar el Artículo 43 del Código Penal, que permite que los padres hagan uso de “fuerza razonable” para disciplinar a sus niños. Actualmente, este artículo está redactado así: “Está justificado el uso de la fuerza por todo maestro(a) de escuela, padre/ madre o persona haciendo las veces del padre o de la madre para corregir a un alumno o niño que esté bajo sus cuidados, conforme sea el caso, si la fuerza no excede lo que se considera razonable, dadas las circunstancias”. Este artículo ha sido utilizado con éxito para defender a los padres que han golpeado a sus niños con correas, cinturones y palos causando contusiones, verdugones y otras lesiones. que golpear o dar una palmada en el área de la cabeza, de la cara o del cuello es una acción grave y es motivo de gran preocupación, sin importar cuánta fuerza fue utilizada, debido al potencial que existe de causar daño físico. Además, si el niño queda con una marca o lesión visible o interna, no importa cuán superficial sea la misma, dicha situación debe ser denunciada. iii) Frecuencia La preocupación por el bienestar del niño aumenta cuando se observa un patrón de uso de disciplina física frecuente y continua, debido a que se incrementa la posibilidad de causar al niño lesiones y problemas psicológicos a largo plazo. iv) Edad La posibilidad de que el uso de disciplina física pueda causar lesiones a los niños pequeños, es particularmente alta. Bebés, niños pequeños, o niños de edad preescolar son especialmente vulnerables. Existen pruebas medicas claras que demuestran que, por ejemplo, sacudir, arrastrar o lanzar un bebé al aire puede ocasionar una lesión interna grave e incluso la muerte. v) Contexto Si existen otros factores de riesgo o indicadores de malos tratos, entonces el riesgo de que el castigo físico ocasione lesiones es mayor, y la situación reviste mayor gravedad. La Disciplina Física y los Niños en Centros de Protección de Menores Cuando los niños comienzan a vivir con una una familia de acogida o en un centro de protección de menores, “Children’s Aid Society” asume el papel de los padres de esos niños. Nosotros somos responsables de ocuparnos de que a los niños a nuestro cargo se les enseñe cómo comportarse adecuadamente, pero cuando se trata de castigo físico tomamos una postura coherente. Los padres de acogida y el personal del centro de proteccion de menores no tienen permiso de pegarle a los niños o de usar otros castigos corporales con los niños que están a su cargo. Creemos que todos los profesionales que trabajan con los niños y las familias tienen la responsabilidad de discutir el tema de la disciplina con los padres que utilizan castigos físicos, con la finalidad de motivarlos a utilizar los servicios disponibles que pudieran ayudarlos a aprender cómo usar métodos más eficaces de disciplina infantil. Consideramos que la práctica de métodos inadecuados en la crianza de los niños es un problema de toda la comunidad y la sociedad de ayuda para los niños no debe ser la única responsable de solventar dicho problema. Este Artículo, al igual que todos los artículos del Código Penal, tiene como propósito establecer los lineamientos para el enjuiciamiento de crímenes que han sido cometidos. No tiene que ver con los riesgos que se corren o con lo que más le conviene al niño. La Ley de los Servicios para el Niño y la Familia reemplaza al Código Penal, y a otras leyes, porque su intención es la de proteger a los niños, incluyendo aquellos que corren el riesgo de sufrir daños o lesiones. Para determinar si el uso de la disciplina física es altamente inadecuado, un(a) asistente social toma en consideración varios componentes de la situación. Cuando los padres utilizan disciplina física altamente inadecuada, hay razones suficientes para sospechar que el niño necesita protección y que debe crearse un plan de intervención. Z Los factores que hay que tener en cuenta para determinar dicha intervención, incluyen: Cuando el Artículo 43 fue desafiado, el Juez McCombs, observó que las pruebas de expertos de ambos lados – aquellos que apoyaban el castigo corporal de los niños y los que se oponían al mismo – coincidían en varios puntos comunes: Z Z Z i) Método Ningún padre, madre o persona que cuida de un niño debe golpearlo con una arma en ninguna parte de su cuerpo. Las correas, varas, cables, cepillos, cucharas de madera u otros utensilios, son ejemplos de lo que se considera “armas”. El riesgo de herir gravemente a un niño aumenta de forma significativa cuando se usan estos objetos, porque es más difícil que los padres sepan con cuánta fuerza le están pegando al niño. De manera similar, es motivo de gran preocupación cuando un adulto da puñetazos, patadas, bofetadas fuertes y repetidas a un niño, o cuando sacude a un bebé. ii) Gravedad La gravedad de la situación puede ser determinada por la fuerza que fue usada por la persona a cargo del niño, cuando lo golpeó y por y la parte del cuerpo del niño que fue golpeada. La disciplina física puede ser considerada grave y altamente inadecuada en algunas situaciones, incluso cuando la fuerza aplicada haya sido mínima. Por ejemplo, se considera Z Z Z Z El castigo corporal a niños menores de dos años de edad es injusto y perjudicial. El castigo corporal a los adolescentes no sirve de nada y es potencialmente perjudicial. El uso de objetos tales como correas, reglas, etc., es potencialmente peligroso y no debe ser tolerado. Una palmada o un golpe en la cabeza es peligroso y no debe ocurrir jamás. No hay evidencia de que el azote sea más beneficioso que el uso de otros métodos de disciplina. Ningún experto recomienda o propugna el empleo del azote en lugar de otras formas de disciplina. El método del “tiempo aparte” es aprobado universalmente como una alternativa eficaz. Azotar – definido como la administración de una o dos palmadas de intensidad suave a moderada, con la mano abierta en las nalgas o en las extremidades, que no ocasiona daño físico – no es considerado abuso de un niño. ‘Peel Children’s Aid’ no tiene ningún mandato o responsabilidad legal de intervenir en una familia donde los niños son castigados de vez en cuando con un azote, según la definición antes mencionada. En vista de las responsabilidades que ‘Peel Children’s Aid’ tiene, nuestro mandato es intervenir en situaciones de empleo de disciplina en las cuales se ha utilizado la fuerza excesiva, los niños han sido golpeados con objetos, o han sufrido lesiones, por ejemplo. Sin embargo, animamos a las familias a que aprendan a usar formas alternativas de disciplina que no impliquen azotar a los niños, ya que hay considerable evidencia acerca de los riesgos que se corren al emplear este tipo de castigo. La mayoría de los padres reconoce este hecho. En un estudio realizado en 1966 (Graciano, Hamblen, Platte), se demostró que el 85% de los padres que azotaron a sus niños dijeron que preferían no hacerlo, si podían encontrar una buena alternativa. La disciplina no es sinónimo de castigo. Intervención de ‘CAS’ La palabra disciplina deriva de la palabra discípulo, que significa aquél que sigue o aprende de, y esto incluye todas las cosas que los padres hacen para enseñar o para orientar a sus niños. Un padre o una madre que proporciona un buen ejemplo está disciplinando a sus niños, tal como es el padre o la madre que le ofrece opciones al niño y le permite experimentar las consecuencias de su comportamiento. Una manera de examinar el castigo es viéndolo como una estructura continua (‘continuum’). En un extremo estarían los padres que no utilizan para nada el castigo físico en la crianza de sus niños; en el otro extremo estarían los padres que maltratan físicamente a sus niños y les causan lesiones serias en nombre de la disciplina. Situaciones que no justifican la intervención de ‘CAS’: 1. 2. 3. Cuando no se utiliza disciplina alguna. Cuando se utilizan métodos de disciplina tales como, quitarle ciertos privilegios al niño, “tiempo aparte”, no dejarle salir y otros métodos que no implican hacerle daño al niño. Cuando se usa con poca frecuencia disciplina física que no sea excesiva, tal como darle al niño uno o dos manotazos en las nalgas, con la mano abierta, cuando el niño está vestido. El objetivo de este tipo de disciplina es servir como símbolo de desaprobación, y no se usa para hacerle daño, causarle dolor o dejar lesiones en el niño. Situaciones que justifican la intervención de ‘CAS’: 1. Cuando la disciplina es excesiva o inadecuada 2. Cuando la disciplina utilizada es inadecuada y ocasiona lesiones al niño. Un ejemplo de disciplina física que no se considera excesiva, podría ser una situación en la que un niño pequeño comienza a cruzar una calle de mucho tráfico y el padre o la madre lo hala hacia atrás y dale unas nalgadas. Esto es una reacción común en muchos padres, y la intervención de CAS no sería apropiada. Sin embargo, a los padres les puede interesar saber que las investigaciones han comprobado que es MÁS probable que los niños pequeños y los niños en edad preescolar que reciben un azote por correr hacia la calle lo vuelvan a hacer, comparados con los niños pequeños que en lugar de ser azotados fueron llevados a un lugar seguro y a los cuales se les enseñó como jugar evitando el peligro (McCord, 1996; Embry, 1997). La preocupación aumenta, cuando los padres traspasan el nivel en el cual usan la disciplina física de manera esporádica y moderada. El uso frecuente de ciertos métodos de disciplina (p.ej. azotes, palmadas, sacudir por el brazo, etc.) puede ser que no cause daño físico, pero los profesionales del bienestar del niño lo consideran inadecuado. La investigación (Straus, 1996; McCord, 1996) demuestra que mientras más se golpea a los niños, es más probable que cuando lleguen a ser adultos se enfaden más fácilmente, golpeen a sus cónyuges y tengan conflictos en sus relaciones. Los padres que pegan a los niños con más frecuencia, corren un riesgo mayor de llegar a utilizar otras formas de castigo corporal más perjudiciales (tales como usar una correa u otro objeto) y de hacer comentarios verbales ofensivos (McCord, 1996). McCord también descubrió que, los padres que frecuentemente pegan a los niños tienden a aumentar la intensidad del castigo, en vez de cambiar de estrategia, cuando el comportamiento del niño no mejora. Otro estudio (Wilson Lyman, 1982) descubrió que las otras estrategias, tales como el método del “tiempo aparte”, la reafirmación positiva, o quitarle ciertos privilegios, son menos eficaces cuando los padres también le pegan a los niños.