establecimiento de directrices en accesibilidad aplicables a áreas
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establecimiento de directrices en accesibilidad aplicables a áreas
ESTABLECIMIENTO DE DIRECTRICES EN ACCESIBILIDAD APLICABLES A ÁREAS SILVESTRES PROTEGIDAS DE SUDAMÉRICA. EL CASO PARTICULAR DEL PARQUE NACIONAL DE IGUAZÚ (ARGENTINA). Escobar, N. p; Martínez-Cortijo, F.J. Universidad Politécnica de valencia Abstract A society which defends integration and respect of human rights must be the one that considers everyone’s necessitites in an egalitarian way. Universal Design comes up as the right way to guarantee citizens equal opportunities. Recognizing the importance of tourism as an outstanding economical activity, actions must be undertaken among both the sustainable development area and the integration of disabled persons. The aim of the study is to stablish some general guidelines to create accessible protected wild areas in Southamerica, as a goal to be reached in order to favour the development in disadvantaged areas with an outstanding natural beauty. To accomplish this goal, we took the example of the Iguazu Natural Park in Argentina, which has become a landmark all over the continent being considered one of the most visited accessible destinations. The fieldwork let us identify different itineraries whose accessibility we thoroughtly diagnosed, starting from the current Park in Iguazu and under the current legislation. Some actions to improve the accessibility were carried out, which could be taken as an example for other protected wild areas in Latin America. In the first place, we can conclude that the current legislation has to be modified in order to satisfy the social demand for a better accessibility. The study finally establishes some general guidelines as a guide or manual. It is really important to aim all our efforts at achieving accessible Natural Parks because they will bring us social, economic and ecologic improvements. Resumen Una sociedad que aboga por la inclusión y el respeto a los derechos humanos debe ser aquella que asume las necesidades de todas las personas de forma igualitaria. El Diseño Universal aparece como una vía adecuada para garantizar la igualdad de oportunidades de los ciudadanos. Reconociendo el valor del turismo como actividad económica de relevancia, sus acciones deben enmarcarse tanto en el desarrollo sostenible como en la integración de personas con discapacidad. El objetivo del estudio es llegar a establecer unas directrices generales para crear espacios protegidos accesibles en Sudamérica, como motor de desarrollo en zonas desfavorecidas con gran patrimonio natural. Para ello se partió del ejemplo del Parque Nacional de Iguazú en Argentina, destino de referencia en el continente para personas con capacidades restringidas. El trabajo de campo permitió identificar distintos itinerarios sobre los que realizar un exhaustivo diagnóstico de la accesibilidad, partiendo del proyecto actual y la legislación vigente. Se definieron actuaciones para mejorar el estado de la accesibilidad, extrapolables a áreas silvestres protegidas iberoamericanas. El estudio concluye, en primer lugar, la importancia de adaptar la legislación 141 vigente a las demandas actuales en materia de accesibilidad y establece las líneas básicas de actuación como guía o manual. Es de vital importancia concentrar esfuerzos para lograr Parques Naturales accesibles ya que tiene una triple retribución: social, económica y ecológica. Key words: accessibility, universal design, natural parks, protected areas Palabras clave: accesibilidad, diseño universal, parques naturales, áreas protegidas 1. Introducción La población con discapacidad es uno de los grupos dentro de la diversidad humana más invisibilizados en los foros internacionales, a pesar de que representa, según los datos de Naciones Unidas, el 10% de ella, sin tener en cuenta a personas con capacidades restringidas (ancianos, niños, discapacitados temporales como mujeres embarazadas, personas enyesadas, etc), con lo que se llegaría a un volumen del 40% de la población mundial. A pesar de eso, hay algunas excepciones en que la comunidad ha asumido compromisos con esta población. En el año 1963, en Suiza, se celebró el “Congreso Internacional para la Supresión de Barreras Arquitectónicas” a partir del cual se tomó mayor conciencia sobre el concepto de accesibilidad. Desde entonces, han sido muchas las administraciones y organizaciones internacionales y nacionales que lo han incorporado a su programa con el objetivo de lograr la plena integración de las personas con discapacidad. El “Consejo de la Tierra de las Naciones Unidas” inició el proyecto de incorporar la perspectiva de las personas con discapacidad en los esfuerzos por un desarrollo sostenible. Del mismo modo, en Iberoamérica, en el año de 1999, concretamente en la ciudad de Guatemala, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos promulgó la “Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad”. El documento fue suscrito por veinte países del continente. En él se reitera el compromiso de los estados de asegurar la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad y se enuncia el derecho de acceso a los espacios públicos. El Diseño para Todos o Diseño Universal se define como “la actividad por la que se concibe o proyecta, desde el origen y siempre que ello sea posible, entornos, procesos, bienes, productos, servicios, objetos, instrumentos, dispositivos o herramientas, de tal forma que puedan ser utilizados por todas las personas, en la mayor extensión posible, de diferentes habilidades o en circunstancias distintas, sin ayudas, ni necesidad de elementos auxiliares o modificaciones” (Ley 51/2003 “de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las Personas con Discapacidad”, Gobierno de España). Todas las personas son susceptibles de tener limitaciones o condicionantes en determinados momentos, por ello la idea es pensar para aquellos con mayor necesidad y de esta forma, beneficiar a todos. La valoración contemporánea del tiempo libre nos lleva también a establecer unas pautas de accesibilidad en lo que se conoce como turismo accesible. Es “el conjunto de actividades orientadas al turismo y recreación que posibilitan la plena integración, permitiendo ser turistas con plenos derechos al máximo número de personas al margen de su edad o cualquier otra circunstancia personal que afecte a su capacidad de movilidad o de comunicación” (Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable 2004, Secretaría de Turismo de la Nación, Presidencia de la Nación Argentina). 142 Aun surgiendo como una expresión más del deseo de autonomía e integración de estos colectivos, “el turismo accesible conduce a un objetivo generalizable de uso para toda la población” (Amengual y Grünewald, 2003). Reconociendo el valor del turismo como actividad productiva de relevancia para el desarrollo de economías sustentables, sus acciones deben enmarcarse tanto en el desarrollo sostenible como en acciones que prevean la integración de personas con discapacidad. Más todavía en aquellas regiones con un gran patrimonio natural, en las que el sector turístico es el sustento indiscutible de la economía local, donde resulta necesario incorporar esta temática entre las prioridades, de forma gradual e irreversible. La accesibilidad se presenta pues como motor de desarrollo en zonas desfavorecidas. 2. Objetivos El presente estudio tiene como objetivo prioritario, como se deduce del título, establecer unas directrices a incorporar en los Parques Naturales y áreas silvestres protegidas de Sudamérica (con unas características comunes) que garanticen la mayor accesibilidad posible, como motor de desarrollo y siempre en consonancia con el criterio de conservación del patrimonio natural y de mínimo impacto sobre el paisaje y el ecosistema. Los objetivos del estudio son los siguientes: Evaluar la accesibilidad del Parque Nacional de Iguazú y mejorar el estado de la misma para todo tipo de personas con capacidades restringidas, sin necesidad de obras de envergadura en el proyecto vigente. Introducir el criterio el Diseño Universal en las áreas protegidas sudamericanas, al mismo tiempo que se actúa con la mínima interferencia sobre los ecosistemas y con el mínimo impacto visual sobre el paisaje. Proponer medidas que persigan una triple integración de las personas con discapacidad: física, funcional y social. Promover, además de la accesibilidad, el confort y la seguridad, los tres pilares fundamentales sobre los que se sustenta el Diseño Universal. Establecer unas directrices básicas para crear espacios protegidos globalmente accesibles, con itinerarios autoguiados para todo tipo de discapacidad, en la medida de lo posible. 3. Metodología Para llegar a estas directrices generales nos basaremos en el ejemplo del Parque Nacional de Iguazú, en Argentina, visitado anualmente por miles de personas con movilidad reducida de todo el mundo. El estudio se inicia con la recogida de información, por lo que se realizó un exhaustivo trabajo de campo desde el 25 de septiembre hasta el 15 de diciembre de 2008. Durante este tiempo se recopiló información básica (normativa, guías y legislación relacionadas) e información detallada sobre la infraestructura de itinerarios, edificaciones, transporte y comunicación del Parque, tanto a partir de fuentes primarias basadas en la observación in situ como de fuentes secundarias de la propia empresa concesionaria. El trabajo de campo permite zonificar el ámbito de estudio, estableciendo diferentes itinerarios sobre los que realizar el posterior diagnóstico de la accesibilidad. Sobre esto, se evalúa el nivel de barreras existente en cada uno, lo que nos lleva a clasificar los distintos itinerarios en función del 143 mismo. A continuación, previo planteamiento de alternativas técnicas viables, se definirán las actuaciones necesarias a llevar a cabo en el Parque Nacional de Iguazú. Para ello se han considerado criterios de factibilidad y compatibilidad de las soluciones propuestas con la diversidad, las normas jurídicas, la autonomía y dignidad de las personas, el Diseño Universal, la seguridad, la economía, el paisaje, la historia, el entorno cultural y geográfico, la protección al medio ambiente, etc. Es fundamental hablar aquí de las dificultades técnicas y sobre todo medioambientales para llegar a una accesibilidad total en áreas silvestres protegidas. Unas veces la orografía, otras la propia sensibilidad ecológica, incluso cuestiones económicas y técnicas, impiden llevar a cabo las actuaciones deseadas para que un Parque sea accesible a todos los usuarios. En todo el proceso de investigación se ha tenido muy en cuenta a los usuarios a los que van dirigidas las mejoras en accesibilidad, por lo que se han realizado encuestas entre los visitantes con movilidad reducida. 4. Resultados El estudio de la accesibilidad del Parque Nacional de Iguazú nos permite enunciar unas directrices generales para el establecimiento de áreas silvestres protegidas accesibles en todo el continente sudamericano. Estas directrices deberán estar siempre supeditadas a la normativa específica de Parques Nacionales del país en cuestión y por supuesto a los reglamentos específicos de cada una de las áreas. 4.1. Accesos accesibles Se deben prever unos buenos accesos, tanto para transporte colectivo como particular, y un servicio de transporte público para aquellos visitantes que no disponen de vehículo propio. Se debe comunicar las rutas de acceso al Parque con las vías de comunicación principales, de tal forma que sean capaces de hacer frente al tráfico rodado en períodos punta. Ha de disponerse un área de estacionamiento accesible con un número de plazas adaptadas (de dimensiones según normativa) no inferior al 2% del total de plazas previstas en el proyecto. Se recomienda para el transporte público de visitantes desde los núcleos poblados más próximos hasta las inmediaciones del área protegida contratar empresas que cuenten con vehículos debidamente adaptados para el transporte de pasajeros con movilidad reducida. 144 ≥ 1,50 ≤ 10% ≤ 10% VADO DE TEXTURA DIFERENCIADA ≤ 10% ≥ 1,50 Figura 1. Plazas adaptadas en batería en zona de estacionamiento accesible (m). Fuente: Ley 51/2003, Gobierno de España. 4.2. Sistemas de transporte interno adecuados y adaptados Resulta conveniente disponer de diversos sistemas de transporte para llegar a puntos interesantes del Parque a los que no se pueda acceder fácilmente, ya sea por la propia dificultad de acceso o la duración excesiva del trayecto. Los sistemas de transporte escogidos deberán ser accesibles a personas con discapacidad, teniendo en cuenta que el grupo para el que más necesidades de adaptación hay que realizar en los vehículos son los visitantes en silla de ruedas. Será también recomendable la instauración de un servicio de préstamo o alquiler de sillas de ruedas, pequeños vehículos motorizados u otras ayudas técnicas. Se deberá informar de las distintas posibilidades de transporte existentes mediante señales, paneles, mapas y folletos. En adición, se deberá disponer de distintos soportes de información sobre horarios, precios, condiciones del viaje, etc, pudiendo utilizar folletos escritos y rótulos con la información esencial en macro caracteres y en Braille. De existir andenes, han de asegurarse unas condiciones de seguridad para todos los usuarios, señalizando el borde junto al pretil con una franja de 50 cm de anchura, de coloración y textura diferenciados, e incorporando señales acústicas y luminosas. VÍAS PRETIL 50 m ANDÉN Figura 2. Señalización del límite del andén y del punto de parada de la cabecera del tren. 145 Cabe decir que los sistemas de transporte escogidos han de ser perfectamente compatibles con los criterios de conservación ambiental, descartando de antemano el tráfico rodado privado por los distintos itinerarios. 4.3. Itinerarios accesibles para todos El diseño de caminos y senderos accesibles en un área protegida es fundamental. Se podrán alcanzar diferentes niveles de accesibilidad dependiendo de la orografía de la zona, pero en cualquier caso deberán diseñarse las diferentes rutas para que sean accesibles al mayor número de personas, con problemas de movilidad o no. El dimensionado de los itinerarios tendrá en cuenta las medidas necesarias para las diferentes operaciones de maniobra sobre todo de usuarios de silla de ruedas. Deberá mantenerse en cualquier punto lo que denominamos “túnel accesible” o “túnel virtual de desplazamiento”. Figura 3. Parámetros de referencia para distintas personas con movilidad reducida (m). Fuente: Real Patronato sobre Discapacidad de España. 146 Todos los pavimentos utilizados deberán ser duros, compactos, antideslizantes en seco y en mojado, sin resaltes, además de integrarse paisajísticamente y ser resistentes a las condiciones climáticas extremas que se puedan dar en cada caso. Materiales con estas características son por ejemplo: hormigón, traviesas de madera, baldosas hidráulicas, tierra compactada, zahorra compactada, etc; en general materiales compactados. Se tratará de evitar cambios de cota o de nivel proporcionando una superficie plana y continúa siempre que la orografía lo permita. En el caso de no ser factible, se utilizarán elementos como rebajes, rampas y escaleras que deberán estar correctamente diseñados (de acuerdo con la legislación específica del país o región) para que no supongan una barrera arquitectónica añadida. Se deberá prestar especial atención en la correcta disposición de los elementos de seguridad necesarios para circulaciones verticales como son zócalos y pasamanos laterales que cumplan con la normativa. Independientemente, se recomienda señalar los bordes de los escalones con unas pequeñas bandas antideslizantes, en toda su longitud y empotradas en la huella, de textura y color diferentes para permitir a las personas con restos visuales identificar los límites del escalón. Se utilizarán pavimentos que varíen la textura y el color para proporcionar información a las personas ciegas o con deficiencias visuales, aunque esto se deberá compaginar con colores no muy llamativos para minimizar el impacto visual. Lo ideal sería establecer todos los itinerarios autoguiados mediante la instalación de franjas-guía paralelas al sentido de la marcha, de textura y color diferenciados del resto del pavimento. Los elementos singulares a lo largo del recorrido (fuentes, papeleras, cartelas, paneles informativos, zonas de descanso, etc) se identificarán gracias a la presencia de franjas señalizadores perpendiculares a la franja-guía, de textura y color igualmente diferenciados. La intersección de más de una franja-guía ha de quedar reflejada en el pavimento para no desorientar a los visitantes. Se deberá situar zonas de descanso como máximo cada 40-60 m, nunca en pendiente y a poder ser en puntos atractivos. “Lo deseable es que exista un espacio suficiente para que las personas en silla de ruedas puedan inscribir un círculo de 1,50 m de diámetro” (Hernández Galán y Borau Jordán, 2003), debiendo disponer debidamente el mobiliario urbano para que no resulte un obstáculo. Papelera adaptada Banco adaptado Espacio lateral para silla de ruedas Bordillo de hormigón de 10 cm Franja indicadora de pavimento táctil Figura 4. Zona de descanso accesible. “En el caso de espacios libres ya existentes en los que sea difícil y/o excesivamente costosa su total adecuación, es preferible adaptar una zona del mismo y garantizar su adecuado mantenimiento que adaptar grandes espacios y no realizar un mantenimiento correcto” (Blanco Sanz et al., 2003). El itinerario adaptado se diseñará con una estructura sencilla y clara que facilite la orientación a través de espacios ordenados y claramente delimitados (entrada, salida y estructura interna). 4.4. Elección y correcta disposición de los elementos de mobiliario Se estudiará convenientemente no sólo el diseño sino también la ubicación de todos los elementos del mobiliario urbano a instalar, sin que invadan el “túnel accesible”: alineados en el sentido longitudinal del itinerario peatonal, en parterres o en zonas de descanso como ensanchamiento del itinerario peatonal. En su ubicación en zonas estanciales y de descanso, se respetará un espacio libre de obstáculos de 1,50 m para permitir el giro de una silla de ruedas. En general, “todos los elementos del mobiliario han de poder utilizarse de forma cómoda y segura” (Aldomar et al., 2004) dentro del alcance manual y visual para personas en silla de ruedas, y han de poder ser detectados por el bastón de los invidentes en toda la proyección horizontal de su sección. 147 4.5. Edificios públicos accesibles Todos “los edificios de uso público han de perseguir el máximo nivel de accesibilidad” (De Benito Fernández et al., 2007). Deberán cumplir todos los requerimientos dimensionales en lo que a circulaciones horizontales se refiere (puertas, pasillos, etc), garantizando en cualquier punto y en todo momento, incluso en los de máxima ocupación, la posibilidad de giro de una silla de ruedas. También las circulaciones verticales se proyectarán según lo que dicte la legislación en lo que concierne a escaleras, rampas y ascensores. Figura 5. Dimensiones de las escaleras según la Ley Argentina 24.314. Fuente: Ley 34.314/94, Presidencia de la Nación Argentina. En el caso que no pueda realizarse el acceso a la misma cota, será necesaria la utilización de escaleras o rampas correctamente diseñadas. Será obligatoria la aparición de ambos elementos para dar opción de elegir a cada visitante, ya que la predilección por uno u otro elemento depende del problema de movilidad de cada persona. Todos los pavimentos utilizados serán antideslizantes tanto es seco como en mojado, además de duros y sin resaltes. Se recomienda utilizar materiales no pulidos en exceso para evitar deslumbramientos, así como también se recomienda que haya un contraste cromático entre el suelo y la pared para facilitar la percepción del espacio a personas con baja visión. Todos los mostradores y mesas no deben constituir por sí mismos elementos salientes en voladizo, debiendo presentar una altura máxima tal que permita el alcance no sólo visual sino también manual para discapacitados sedentes, garantizando además el suficiente espacio libre debajo para la aproximación frontal. En cuanto a los aseos públicos, lo ideal sería que todos los cuartos sanitarios fueran accesibles a todos los usuarios. En el caso de existir limitaciones espaciales, se deberá disponer al menos un cuarto accesible en cada uno de los núcleos masculinos y femeninos y, en el caso más desfavorable, se aceptará una única cabina unisex adaptada. Entre los edificios debe haber obligatoriamente un Centro de Interpretación Ambiental accesible para todos, donde se ofrezcan informaciones básicas acerca de la flora, la fauna, así como de los servicios con que cuenta la región y el Parque. La información no ha de ofrecerse sólo en formato visual. Se empleará un lenguaje lo más sencillo posible que evite terminología científica o estructuras gramaticales complejas. 4.6. Información y señalización 148 Las personas con capacidades restringidas necesitan saber de antemano información adicional. Debe elaborarse una página web accesible según los estándares del “Consorcio World Wide Web” (W3C) que contenga todas las informaciones que puedan condicionar su visita. Una vez en el Parque Natural, toda la información relevante se ofrecerá en diferentes formatos sensoriales para que pueda ser percibida por todos los usuarios. Toda la señalización visual será a base de símbolos o caracteres gráficos, debiendo utilizar símbolos estándar internacionales (o fácilmente interpretables) combinados con contrastes entre figura y fondo para facilitar su comprensión. Será positiva la utilización del blancocrema en lugar de blanco puro para evitar deslumbramientos. La información táctil podrá colocarse sobre el pavimento, barandillas, rodapiés o paneles informativos, pudiendo ser ofrecida mediante cambios texturales o mediante caracteres y símbolos en relieve según el caso. Se recomienda complementar la información de los paneles con simbología en lenguaje Braille. La información acústica se adecuará a una gama audible y no molesta de frecuencias e intensidades, teniendo en cuenta las personas que utilizan audífono. Con anterioridad al mensaje se emitirá una señal de aviso. Se deberá señalizar de forma frecuente, reiterada y clara, con grandes indicadores de colores llamativos y visibles en los hitos significativos para que los discapacitados psíquicos recuerden su ubicación y puedan orientarse. Se debe facilitar suficiente información sobre los caminos, de modo que los visitantes con discapacidad conozcan antes de iniciar un recorrido las características del itinerario y las dificultades con las que se pueden encontrar. También se debe informar reiteradamente a lo largo del recorrido sobre la distancia hasta puntos de interés intermedios (por ejemplo, miradores), la presencia de áreas de descanso y la distancia entre ellas o la presencia de posibles barreras puntuales. Para la elaboración de folletos, guías y demás publicaciones se deberá elegir adecuadamente el tipo de letra empleado, su color y el contraste con el fondo según lo comentado con anterioridad, para que los usuarios con resto visual puedan percibir con claridad los textos. Es muy positivo que en los folletos aparezcan personas con capacidades restringidas disfrutando de las instalaciones del Parque Natural. El sistema Braille es muy útil para textos no muy extensos, se recomienda su uso en paneles interpretativos de reducida dimensión y folletos cortos. Todos los servicios, instalaciones, itinerarios y edificios accesibles deberán quedar identificados con el símbolo internacional de accesibilidad, “para indicar la reserva y prioridad de acceso por parte de la población con discapacidad” (Olivera Roulet et al., 2008). 4.7. Formación del personal empleado Todo el personal empleado deberá conocer perfectamente todas las adaptaciones especiales que se han dispuesto en el Parque para personas con discapacidad y poder así informar convenientemente. El personal de atención al público deberá recibir formación especializada sobre las necesidades funcionales y sociales de las personas con capacidades restringidas. 149 Se recomienda “capacitar como mínimo una persona en comunicación aumentativa, “sin ayuda” como las técnicas de lectura labial o “con ayuda” de mapas o folletos, y otra en lenguaje de signos” (Sanjuanbenito Aguirre et al., 2000). El personal de limpieza y mantenimiento deberá recibir formación sobre las necesidades de las personas con capacidades restringidas y más específicamente de las necesidades dimensionales de este colectivo, para evitar que en su labor diaria dificulten todavía más su desplazamiento o uso de los distintos espacios. La Dirección, a través del departamento de Recursos Humanos, deberá otorgar al personal capacitado certificados o títulos acreditativos de las habilidades proporcionadas, así como mantener un registro de los cursos realizados. 4.8. Plan de mantenimiento de las condiciones iniciales Para que un espacio de uso público como lo es un área protegida pueda ser considerado accesible, es necesario, no sólo que se diseñe y construya como tal, sino que todos los espacios estén convenientemente mantenidos, mediante las operaciones de mantenimiento preventivo y correctivo necesarias y con una periodicidad adecuada. En actuaciones posteriores a la creación de un Parque Natural debe respetarse o incluso mejorarse su accesibilidad con la puesta en marcha de un plan de mantenimiento, con la mínima interferencia a los procesos que en él tienen lugar. Las operaciones de mantenimiento se limitarán a asegurar el buen estado de los itinerarios peatonales (a través del mantenimiento de los pavimentos y de la poda de ramas y raíces invasoras), de los elementos de mobiliario, de las zonas de césped artificial que pueda haber (según las necesidades climáticas de la zona) y, finalmente, se encargará de programar las operaciones de limpieza. 5. Conclusiones Como conclusiones inmediatas al estudio, se obtienen unas específicas para el Parque Nacional de Iguazú, hoy en día considerado un referente internacional en materia de accesibilidad en el ámbito sudamericano. No es así, sin embargo, en todo el contexto iberoamericano, donde es Costa Rica el país pionero en lo que se refiere a legislar por la integración de los discapacitados y al desarrollo de estudios y proyectos para la consecución de áreas silvestres protegidas accesibles. En Argentina es la Ley 24.314, sancionada en 1994, la que regula la accesibilidad de los espacios físicos, lo cual incluye también a las áreas silvestres protegidas del país. El proyecto de Iguazú trata básicamente de que la configuración elemental de los itinerarios sea accesible para personas en silla de ruedas, posibilitando circulaciones horizontales y verticales libres de obstáculos a través de un buen diseño en lo que a pavimentos, pendientes, rampas y edificios públicos se refiere. No obstante, como se ha comentado, no siempre se respetan estas circulaciones libres de obstáculos a causa de un inadecuado mantenimiento y la indebida colocación de los elementos de mobiliario. La Ley 24.314 no se cumple estrictamente, pero en más bien relacionados con la seguridad. Concepto que, si bien está íntimamente relacionado con la accesibilidad, no llega a suponer barreras en el acceso al medio físico por parte de personas con capacidades restringidas. Esto nos lleva a detectar el incumplimiento de la Ley en lo que se refiere principalmente a solados de prevención, zócalos, prolongación de pasamanos, alcorques, etc. 150 Con todo esto, se llega a la conclusión de que el Parque Nacional de Iguazú, si bien no cumple todos los requisitos que lo hagan plenamente accesible para discapacitados motrices, sí es perfectamente visitable en la mayor parte de su extensión por personas pertenecientes a este colectivo. Es actualmente inaccesible para discapacitados visuales. Cabe decir que gran parte de las carencias observadas derivan del hecho de que se está tratando de adaptar un área natural y además protegida, con todas las dificultades que ello conlleva al estar sujeta a fuertes restricciones. Como conclusiones generales al estudio obtenemos lo siguiente: En primer lugar, conviene revisar la legislación de los distintos países donde se quiera instaurar áreas silvestres accesibles, tratando de que sean concisas para evitar incurrir en errores al llevarlas a la práctica. Un punto básico en este sentido es definir de forma exacta los conceptos de “accesibilidad” y “practicabilidad” aceptados internacionalmente. Las diferentes leyes de accesibilidad y eliminación de barreras en el medio físico deben evitar la segregación y tender a una universalización de estos criterios. Más todavía al tratarse de áreas silvestres protegidas, que son visitadas por personas de muy variada procedencia y persiguen el objetivo de llegar a ser un destino lo más internacional posible. La tendencia a una unificación de criterios beneficia especialmente a los invidentes, que dependen exclusivamente de la información brindada por el propio entorno físico. En el diseño de un área silvestre protegida debe imperar el criterio de preservación ambiental, dimensionando los espacios en función del volumen de visitas esperado en períodos punta pero siempre causando la mínima interferencia en el ecosistema. Han de diseñarse correctamente los accesos al Parque y se debe prever el tráfico rodado y el flujo de visitantes en períodos punta. Resulta indispensable la presencia de un Centro de Interpretación ambiental que colabore en la integración del visitante con capacidades restringidas en el entorno en el que se encuentra, así como en su ubicación espacial a lo largo de los itinerarios. Tan importante es la accesibilidad al medio físico como la infoaccesibilidad, que hace referencia no sólo a la correcta señalización e información, sino también al diseño de una página web accesible según los estándares internacionales. Una vez en el Parque, tan importante es señalizar los itinerarios accesibles como los no accesibles, teniendo en cuenta que determinados itinerarios o elementos inaccesibles para personas con un mismo tipo de discapacidad pueden ser perfectamente accesibles para personas con otra discapacidad diferente. Se debe perseguir en todo momento una armonía y total complementariedad entre el diseño del proyecto, la ejecución de la obra y la posterior gestión y mantenimiento, tratando de conservar intactas, incluso de incrementar, las condiciones de accesibilidad originales. Referencias Aldomar, C. et al., “Manual de Parques Accesibles de la Comunidad Valenciana”, Conselleria de Benestar Social de la Generalitat Valenciana, Valencia, 2004. Amengual, C. y Grünewald, L., “Turismo Accesible: Sistema Integral de Información para implementar un Turismo para Todos”, Fundación Turismo para Todos, Buenos Aires, 2003. Blanco Sanz, R. et al., “Accesibilidad para Personas con Ceguera y Deficiencia Visual”, Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), Madrid, 2003. 151 De Benito Fernández, J. et al., “Manual para un Entorno Accesible”, Real Patronato sobre Discapacidad, Madrid, 2007. Hernández Galán J. y Borau Jordán, J., “Guía Técnica de Accesibilidad a los Parques Nacionales Españoles para Personas con Movilidad Reducida”, Organismo Autónomo Parques Nacionales, Madrid, 2003. Olivera Roulet, G. et al., “Directrices de Accesibilidad en Alojamientos Turísticos”, Servicio Nacional de Rehabilitación (SNR) y Secretaría de Turismo de la Nación (SECTUR), Buenos Aires, 2008. Sanjuanbenito Aguirre, R. et al., “Manual de Pautas de Calidad de Atención para Personas con Capacidades Restringidas”, Fundación Turismo para Todos, Buenos Aires, 2000. Correspondencia Francisco Javier Martínez Cortijo Neus Escobar Lanzuela Unidad Docente de Proyectos y Ordenación del Territorio Departamento de Ingeniería Rural Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA Camino de Vera s/n Valencia – 46022 – ESPAÑA Telf: 0034- 963879541 Móvil: 0034-645778128 FAX: 0034-963877549 E-mail: [email protected]; [email protected] 152