INNOVACIÓN Y TENDENCIAS

INNOVACIÓN Y TENDENCIAS
Revista Tecnología & Construcción | Diciembre 2011
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HU
Casa Lapostolle:
Lujo y exclusividad en una viña
En el Valle de Colchagua, ubicada a unos 150
kilómetros de Santiago, se encuentra la Viña
Lapostolle. Fundada en el año 1994 por la familia
Marnier-Lapostolle de Francia y por José Rabat de
Chile, comenzó la historia de esta prestigiosa viña. La
filosofía de esta empresa es la creación de vinos de
categoría mundial, usando la experiencia y la
trayectoria francesa y el gran carácter del terroir
chileno.
Su calidad se refleja en muchos ámbitos, pero donde se
encuentra uno de sus puntos más altos, es en su innovadora
y gran bodega, que se aleja de lo tradicional y convencional.
Yace desde la tranquilidad del mismo valle, posándose como
un nido de pájaros entre sus laderas y colinas.
La idea de la bodega Clos Apalta era crear un espacio mágico
y difícil de igualar. En un comienzo, el único límite era la
inversión, puesto que se estipuló que debía ser de US$ 2
millones pero la realidad fue otra, el gasto final fue de US$ 8
millones, logrando el objetivo y reconocimiento internacional
por su diseño.
que entrega la tierra, tratando de no aplicar agentes externos
que le quiten perfección y calidad al vino.
Proceso gravitacional
La construcción de la bodega fue encargada al arquitecto
chileno Roberto Benavente, reconocido en todo el mundo por
sus trabajos especialmente en museos. Sus diseños más
importantes se encuentran en Francia, país en el que vivió
cerca de 25 años y lo que significó que Alexandra Marnier,
dueña de la viña, lo contactará para este proyecto.
En el primer piso de la bodega (de arriba hacia abajo)
se encuentra un mirador y una terraza con vista a la Cruz del
Sur. En el segundo, está el patio de la vendimia, donde se
recibe la uva y se desgrana de manera manual. Las uvas ya
extraídas, bajan al tercer nivel, donde se localizan 21 cubas
de madera, para allí dar inicio al proceso de fermentación.
Cuando vino nuevo está listo, desciende al cuarto piso, donde
se guardará en 400 barricas de roble francés para su segundo
año de guarda.
“Lo fundamental en una construcción es contar una historia.
Alexandra quería crear algo nuevo, que incluyera lujos, pero
en el sentido refinado de la palabra, dándole una importancia
al material y a la construcción, no buscando un retorno de la
inversión a corto plazo. El patrimonio pasa a ser familiar y no
un simple negocio”, comenta Benavente.
“Lo técnico del vino dura entre 15 a 20 días, pero el resto del
tiempo hay que crear una sucesión de maravillas e inventar
algo arquitectónico especial para cada espacio y nivel. Las
sorpresas no deben terminar nunca y jamás dejar de
impresionar a cada uno de los visitantes”, comenta el
arquitecto.
La bodega mide 4.600 m² y está inmersa en medio de la
tierra. La edificación es, en gran parte, con la misma roca
extraída de la Cordillera de los Andes. Con más de 25 metros
de alto y seis pisos en total, su construcción se realizó de
forma elíptica y con una fachada final de 24 vigas de madera
de Raulí, que tiene como significado el proceso de 24 meses
que dura la vinificación.
Llegando al final, en el quinto nivel, se realiza el último
proceso: el ensamblaje y embotellado. Esto se ejecuta cuando
el vino cumple el periodo de 24 meses necesarios para la
perfección característica de la viña. En este piso se puede
hallar una bodega privada de vinos de las mejores cosechas
de la viña y licores de gran calidad de viñedos de amistades
de la familia, los cuales sólo algunos tienen el placer de
degustar.
Esta nueva forma de construir, con un subsuelo de varios
pisos, se basó en una de las exigencias básicas y esenciales al
momento de crear el proyecto. El requisito era lograr una
vinificación 100% gravitacional y de esta manera, integrar el
proceso como un todo al ambiente, aprovechando la humedad
La obra, desde sus comienzos, tuvo la asesoría de Michel
Rolland, un enólogo francés experto en vinos y viñas y que
por ser amigo de la familia, aceptó ser parte de este equipo
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de trabajo, incluyendo en su agenda el tiempo necesario para
ayudar.
Producto final
El vino Premium de la viña Casa Lapostolle tiene un valor
cercano a los $70 mil, siendo así uno de los más caros que
podemos encontrar en el mercado nacional. Esto se debe a su
proceso, calidad y ambientación, que le da una de las
construcciones
más
innovadoras
de
una
viña
en
Latinoamérica. Hoy, Lapostolle posee un total de 370
hectáreas sumando sus tres viñedos distintos. Producen cerca
de 200 mil cajas al año entre Sauvignon Blanc, Chardonnay,
Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Carmenère y sus
productos son distribuidos en más de 60 países.
La creación de su producto más importante, el vino Clos
Apalta, tuvo su recompensa cuando Wine Spectator, una de
las revistas más importante en el rubro vitivinícola, catalogó
este producto como el mejor del mundo el año 2005,
superando a más 19 mil tipos de brebajes distintos. Desde
ese momento, el vino comenzó una constante alza que lo
posiciona como uno de los mejores de Chile y el mundo.
Esto no es todo, puesto que también cuenta con un hotel que
está catalogado dentro de la elite mundial y que es parte del
Relais & Châteaux. Esta es una colección exclusiva de 475
hoteles de máxima excelencia, únicos y con un carácter
insuperable. Esta organización fue creada en Francia en el
año 1954 y tiene como meta difundir la exclusividad y el arte
de vivir, que en Chile la viña Lapostolle ofrece.
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