Personal Teresita - Santuario Santa Teresa de Los Andes

Transcripción

26 años
PUBLICACIÓN PASTORAL DEL SANTUARIO TERESA DE LOS ANDES N0 86 - 3/2014 - $1000
Estar unidos más allá de los problemas y errores
Ella no hizo nada...
Sólo era Santa
Su vida en fotos
Ser amigo de Teresita...
Un encuentro
Personal con Teresita
Cecinas Omeñaca
“Tradición de familia, desde 1910”
AVDA. PASCUAL BABURIZZA S/N LOS ANDES - V REGIÓN - CHILE
TELÉFONOS: (56 34) 2465622 – 2373100
FAX: (56 34) 2465812 – 2465667
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UÊvJViV>Ãi>V>°V
Primera empresa chilena en la fabricación de Cecinas
en obtener la certificación ISO 9001200
SaludodelDirector
“EN LA ORACIÓN NUESTRA ALMA LO BUSCA,
CON ANSIAS DE CONOCERLO…” (c 121).
Queridos lectores:
Estamos editando el número 86:
“Un encuentro personal con Teresita”
en el inicio del Quinto Centenario del
Nacimiento de Nuestra Santa Madre
Teresa de Jesús de
Ávila. Un año tremendamente significativo, para el
Carmelo Teresiano.
Teresa de Jesús y Juan
de la Cruz, son los
padres espirituales
de Teresa de Los
Andes. Santos que
nos invitan y nos
enseñan a tener
vida interior a entrar
dentro de nosotros
mismos, a vivir en
íntima
comunión
con Cristo. Con Él
comenzaremos
a
superarnos,
a
realizarnos
plenamente como hombres y mujeres, llegando a ser: “señores de todos los
bienes” (1 M).
Pero como los
maravillosos escritos
de Santa Teresa
y de San Juan, no llegan a todo el
pueblo, el Señor ha tenido la delicadeza
de regalarnos a esta dulce joven y
extraordinaria carmelita chilena: Santa
Teresa de Los Andes. Ella tiene la misión
de continuar el mensaje espiritual de
sus Santos Padres, de ser eco y caja
de resonancia de sus palabras y de su
doctrina.
Nuestra Teresita, -como dijo el Papa
San Juan Pablo II en su canonización- es
un “Faro luminoso”, porque nos conduce
al “Faro”, al que es la Luz: el Camino, la
Verdad y la Vida, CRISTO. Teresita nos
da luces para nuestro camino, nos dice
que en el servicio
y en el amor a Dios
está la grandeza,
el gozo, la libertad
y
la
realización
más plena del ser
humano.
Este es el legado de
Teresita: enseñarnos
a amar apasionadamente a Cristo, a
dejarnos
alcanzar
por su fascinante
persona, ¿para qué?
Para que nos la
juguemos
enteramente por su causa,
y hagamos el bien sin
mirar a quien, como
Cristo, nuestro hermano mayor, nuestro
modelo que ha venido para enseñarnos
a vivir nuestra condición de hijos e
hijas, modelo según
el cual nos soñó el
Padre.
Por esto quiero invitarles a leer esta
edición, para que vayan descubriendo
este legado espiritual del Carmelo, cuyo
ideal es llevarnos a la unión con Dios a
través de la oración, ideal que gracias
a Teresita, se nos ha hecho cercano y
posible.
Revista Teresa de Los Andes
3
SUMARIO
Publicación del
Santuario de Auco,
edición 86, a 26 años
de su inicio.
Juanita de 1 año y 6 meses.
3
4
SALUDO DEL DIRECTOR
5
UN ENCUENTRO PERSONAL
CON NUESTRA SANTA
Juanita, en el día de su Primera Comunión.
8
R.P. Danilo Yáñez Ossandón, ocd.
SUMARIO
Carmelitas Descalzas del Monte Carmelo, Israel.
ELLA NO HIZO NADA… SÓLO ERA SANTA
Alejandro Tejerina O.
10 SER AMIGO DE TERESITA...
0k-RVHȽQD/HFDURV6
12 DEJÓ TODO POR JESÚS
30DUW©Q%HUQDOHV0RUHLUDGH6DQ-RV¥RFG
13 SU VIDA EN FOTOS
Carmelitas Descalzas Monasterio de Auco
18 CUENTO: UNA NIÑA ALEGRE Y GENEROSA
Carmelitas Descalzas Monasterio de Auco
20 ESTAR UNIDOS MÁS ALLÁ
DE LOS PROBLEMAS Y ERRORES
5RVLWD6DQWHOLFHV(
22 MARINO DE LA ESPERANZA
Nancy Oyaneder B.
24 BREVES
Juanita, antes
de ingresar al Carmelo.
26 ¡DIOS ES ALEGRÍA INFINITA!
&DUPHOLWDV'HVFDO]DVGH6DQ-RV¥
28 V CENTENARIO SANTA TERESA DE ÁVILA
Comisión V Centenario
Representante Legal Richard Hughes Montealegre
Asesor René Meza
Consejo de Administración Patricio Osorio
Comité Editorial Ma.-RVH¿QD/HFDURV$OHMDQGUR7HMHULQD2OLYDUHV
Director 53'DQLOR<ixH]2VVDQGyQRFG
4
6DQWXDULRGH$XFR&DVLOOD/RV$QGHV&KLOH
Fono: (34) 2401714 FAX: (34) 2401939
Editora Nancy Oyaneder Bueno Diagramación [email protected]
Impresor RR Donnelley
Teresita
Un encuentro
personal FRQQXHVWUD6$17$
Carmelitas Descalzas
Monasterio del Monte Carmelo
5
Le hemos seguido la pista someramente en el valioso material TXHUHFRJHOD3RVLWLRLQ¥GLWRKDVWDDKRUDTXHUHȾHMDD
“la Juanita”, de primera fuente, porque hablan quienes la conocieron, quienes vivieron con ella... E
n más de 700 páginas se describe
su vida sencilla en la familia y
en su comunidad monástica,
es vista por sus más cercanos.
Se muestra su santidad de vida, tanto
la heroicidad de sus virtudes, como su
disponibilidad a la acción de la gracia
a través del esfuerzo consciente por
limar un carácter fuerte y decidido,
vehemente; incluso en los primeros
años de su vida es definida como de
“mal genio” a causa de sus rabietas.
El testimonio unánime de sus
hermanos y cercanos es que: “supo
vencerse”, que “se dominaba”, llegando
a ser un ejemplo de amabilidad y de
humildad, tanto en el colegio como
en casa, siempre con una sonrisa,
inalterable de ánimo, poniendo paz
y armonía donde estaba. Abnegada
y servicial. Su confesor en el Carmelo
dice que era capaz de dar la vida no
sólo para evitar una falta, sino también
por conquistar una virtud. Vivió
plenamente el ideal apostólico del
Carmelo Teresiano, decía: “recorrería
el mundo a pie por salvar una sola
alma”. Está también el testimonio de su
padre, que le escribe una carta lleno de
emoción agradeciendo las oraciones de
su carmelita que salva almas sin salir de
su celda.
Sus profesoras decían que llamaba la
atención su actitud reflexiva, sin apre-
6
suramientos, tranquila y mesurada,
por eso sus compañeras la preferían y
sin quererlo era la guía de todas. Sus
hermanos la reconocen como la joya de
la casa, amiga y confidente, comprensiva
y conciliadora. Consejera incluso de su
padre.
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que era capaz de dar la vida QRV¯ORSDUDHYLWDUXQDIDOWD
VLQRWDPEL¥QSRUFRQTXLVWDUXQD
virtud.
Un amor que atrae
La Iglesia crece por atracción -afirma
el Papa Francisco- es lo que experimentaban los que se acercaban a
Juanita. Uno de sus hermanos dice que
su personalidad era tan atrayente que
todos la amaban, siempre tenía a su
alrededor personas que querían beber
de su fuente. Había algo de majestuoso
en su persona que irradiaba. Era como
si estuviese siempre ante una Presencia
que la invadía, dicen otros, pero al mismo
tiempo ella ignoraba completamente lo
que provocaba, su única preocupación
siempre fue que todos se enamoraran
de Jesucristo, que le amen, que le bus-
quen presente en el Tabernáculo, que se
alimenten de Él en la Eucaristía…
Un amor que se comunica
Juanita tenía un alma de apóstol, era
una catequista incansable, ya sea en
Santiago como en el campo donde su
familia iba de vacaciones. Así lo atestigua
una sencilla mujer del campo que fue
beneficiada por esta enseñanza, tuvo la
dicha de ser preparada por Juanita para
la Primera Comunión, ella le enseñó con
admirable paciencia las oraciones del
cristiano.
Un amor que se abaja
Tenía una particular atención con los
pobres, una predilección por la gente
sencilla, los sirvientes e inquilinos a
quienes trataba con exquisita amabilidad, delicadeza y sobre todo con una
sonrisa, haciendo todo por socorrer sus
necesidades, como lo expresa con cariño
su nana.
Un amor que se inmola
Juanita, siguiendo el llamado de su
esposo Jesucristo, entró al Carmelo con
la conciencia viva de ofrecerse como
víctima por los sacerdotes, por los
pecadores, por su familia -no exenta de
problemas-, por todos. Sus hermanas
de comunidad afirman que jamás se
quejó de nada, que soportó con alegría
las incomodidades de un monasterio
extremadamente pobre, sin luz ni agua
corriente en los servicios higiénicos,
ofreciéndose con generosidad para los
trabajos más humildes y todo con un
deseo de no hacerse notar en nada,
de pasar desapercibida. Una hermana
recuerda que Teresita una vez expresó
que el pasaje evangélico que más le
gustaba era el de imaginar a la Virgen
Santísima, entre la gente, sin hacerse
notar… Un reflejo de su vida escondida
con Cristo en Dios.
7
Teresita
(OODQRKL]RQDGDȇ
Sólo
era Santa
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”
(Lc 9, 23).
Diácono Alejandro Tejerina Olivares
N
uestra Teresita de Los Andes
nos demuestra que la invitación de Jesús a seguirlo no
es un llamado que se pierde
en el ruido y la vorágine de un mundo
cada vez más secularizado en que el
hombre va perdiendo su identidad y
su naturaleza para transformarse en
un número estadístico, un agente de
consumo o simplemente un instrumento
productivo. Comprende que el llamado
del Amado es verdadero y es posible,
que el seguimiento de Cristo es lo único
capaz de colmar de alegrías el corazón
del hombre, el de la familia y del mundo;
la invitación de Jesús no está dirigida
solamente a quienes le acompañaban en
ese tiempo, está dirigida en forma actual
y vigente a nosotros, revelándonos
nuestra identidad de discípulos desde la
que podemos aprender a seguir a Cristo
desde lo que nos pide:
i}>ÀÃiÊ >Ê ÃÊ Ã, esto significa
dejar de considerarnos a nosotros
8
mismos como el centro del mundo
hacia el que debe atraerse la atención
y consideración de todos, es asumir una
condición de humildad que no significa
pensar menos ì nosotros mismos si no
pensar menos i nosotros mismos para
abrirnos a una donación permanente
hacia los demás y realizar plenamente
nuestra vida, esto es gastándonos y
desgastándonos por los demás como
hostias vivas (Cfr. Rom 12, 1-13), asimilándonos progresivamente a la imagen
de Jesús.
Para Teresita, esto no debe haber sido
fácil; en su diario de vida nos relata varios
episodios que retratan sus defectos, su
mal genio, su rebeldía, desobediencia,
vanidad y la necesidad de practicar la
humildad: “A mí, desde chica, me decían
que era la más bonita de mis hermanos
y yo no me daba cuenta de ello. Pero
esas mismas palabras me las repetían
cuando más grande, a escondidas de
mi mamá, que no le gustaba. Sólo Dios
sabe lo que me costó desterrar este
orgullo o vanidad que se apoderó de
mi corazón cuando estuve más grande”
(d 2); “Me costaba obedecer porque,
sobre todo cuando me mandaban, por
flojera, me demoraba en ir. Entonces me
dije, que aunque no me mandaran, iría
corriendo primero que los otros” (d 5);
“Para mayor humillación contaré una
rabieta que tuve, que fue tan grande
que parecía que estaba loca” (d 9);
“Mi mamá me dijo que me vistiera. Yo,
taimada, no quise. Me pegó mi mamá
y fue todo inútil. Yo lloraba y era tanta
la rabia que tenía, que quería tirarme al
baño” (d 9); “Me uno a N. Señor pero
no lo imito. Todavía soy muy orgullosa.
Me propondré abatir hasta los últimos
gérmenes del amor propio. No sé sobre
qué se puede basar, pues soy una nada
criminal” (d 27).
Así, con el tiempo, y negándose a sí
misma fue dominando sus rabietas, su
mal genio y su vanidad; reconociéndolo
e incluso pidiendo ayuda a sus amigas:
“Por favor, te ruego que me digas mis
defectos, pues yo me tengo compasión
y no me los echo en cara lo suficiente.
Soy muy orgullosa y quiero ser humilde.
Ayúdame tú” (c 12), pero es en el ejemplo
e imagen de María donde encuentra
la inspiración para lograr la deseada
conversión: “La Virgen me ayudó a
limpiar mi corazón de toda imperfección”
(d 5). “Yo modifiqué mi carácter por completo. Tanto que mi mamá estaba feliz
de verme prepararme tan bien para mi
Primera Comunión” (d 5).
Tomar la cruz de cada día para asemejarse a la Pasión de Jesús, es aceptar
todo lo que nos pasa, especialmente
las cosas malas; porque Jesús lo hizo
primero, dándonos un para qué, un
nuevo sentido, para que a partir de
nuestros propios sufrimientos, podamos dar vida al mundo. Esta es otra
característica de la vida de Teresita y
a partir de ella va desarrollando en su
persona la capacidad de abrirse a los
demás en la práctica de la caridad. En
la calle encuentra a un niño pobre,
mal vestido y hambriento que tiritaba
de frío. Lo acoge en su hogar, le da de
comer, visita la familia del pequeño
Juanito que vivía en los suburbios de
Santiago… Y hasta su entrada en el
Carmelo cuidó personalmente de él, le
daba de comer en su casa, le conseguía
ropa e incluso rifa su reloj para juntar
dinero y comprarle zapatos.
Las desavenencias entre sus padres
no le son ajenas, siendo aún una niña
se da cuenta de ello y en lugar de tomar
partido, lo que hace es convertirse
en instrumento de unidad, orando y
ofreciéndose para que “vuelva la paz
a su hogar”. “Jesús me fue enseñando
cómo debía sufrir y no quejarme... Me
dijo que me quería para Él, que quería
que fuera carmelita... Yo en ese tiempo
no vivía en mí. Era Jesús el que vivía en
mí... Todo lo hacía con Jesús y por Jesús“
(d 7).
Por otra parte su hermano mayor,
Miguel, poeta y bohemio, acostumbraba
a llegar de madrugada y borracho,
por lo que su madre ordena cerrar la
cocina después de la cena, sin embargo
Teresita, lo esperaba amorosamente y le
guardaba a escondidas su postre debajo
de la cama y en silencio rezaba por la
conversión de su hermano.
Todos los problemas que había en
casa de Teresita, el carácter duro de su
madre, las infidelidades de su padre, la
vida disipada de su hermano no fueron
causa de depresión o amargura para
ella, la motivaron para ser servicial, para
ser instrumento de unión, desviviéndose
y sacrificándose por los demás, dándole
un sentido único a la cruz que cargaba
cada día.
Así, enamorada de su Amado, vive el
camino de santidad en seguimiento de
Jesús de una manera natural: primero
reconociendo su necesidad de conversión,
luego negándose a sí misma y cargando
su propia cruz. Ella, la enamorada, no
hizo nada… Sólo era Santa.
9
Teresita
amigo
Teresita a Dios
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de
ȇDPLJRGHPLVDPLJRV
ȇ\OOHYDUORV
M. Josefina Lecaros S.
(VWDQIFLOVHU
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su compañía, su comprensión, su consuelo, su mirada amable, su ternura, VXHMHPSORȇ(OODQRV
muestra con su vida de amistad con Dios TXHOHVHOJUDQ
DPLJRGHOKRPEUH
“Nadie tiene amor PVJUDQGHTXHHO
que da la vida por VXVDPLJRVȂ (Jn 15, 13). 10
7HUHVLWDHVFULEL¯
“La verdadera amistad consiste en perfeccionarse mutuamente y en acercarse más a Dios” (c 82).
E
ntre los primeros
cristianos, la buena
nueva
se
transmitía sin necesidad de medios de
comunicación. Un amigo
la contaba a otro. El padre
al hijo. Una vecina a otra.
El ejemplo contagiaba:
“mirad cómo se aman”
era lo que distinguía a
los cristianos de entre
los paganos, era la luz de
Cristo que iluminaba sus
vidas. Esa es la luz que
hoy muchos esperan. Y
la amistad sincera es el
camino para descubrir a
otros que Jesucristo es
el amigo fiel, compasivo,
misericordioso, que espera y desea nuestra
amistad.
La amistad es un
regalo, un don que nos
permite compartir con
otros lo más valioso que
tenemos: nuestra fe,
nuestra confianza en el
amor de Dios, nuestra
esperanza en el Amigo
que nunca abandona y
que nos ha llamado ya no
esclavos sino hijos.
Mirando el ejemplo de
Teresita, es posible examinar si somos realmente
amigos de nuestros amigos y si a través de la
amistad transmitimos la
alegría de la fe.
¿Soy discreto y leal con
mis amigos? Les ayudo
cuanto puedo...
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sobre los que se DSR\DODDPLVWDG
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La amistad hay que
cultivarla. Con los
avances de las comunicaciones virtuales, podemos
convertir la amistad en
mensajes de textos, saludos por email o un
emoticon por whatsApp.
La agitada vida del
hombre y de la mujer
de hoy puede ser un
obstáculo para el cultivo
de la amistad.
¿Comprendo que la amistad se funda en los tiempos compartidos que permiten que surja la confianza y la confidencia de
amigo a amigo? ¿Doy mi
tiempo a los demás? ¿Sé
acompañar sin prisas?
2
->LiÀÊiÃVÕV>ÀÊ
Puedo preguntarme si realmente
me intereso por
la vida de mis amigos,
si compartimos juntos
alegrías, preocupaciones
y anhelos… O si soy
siempre yo quien habla
y poco escucha, quien
recibe y poco da.
¿Soy una persona en
quien se puede confiar?
3
«ÀiìÀ
de querer ser más fiel y de
darlo a conocer a otros?
¿Comprendo que para
ello debe haber primero confianza y cariño?
Es acompañar al
otro, sin juzgar. Lo
que exige salir de sí
mismo, para mirar al otro,
para quererlo tal como es.
A Teresita le decían
“lengua santa”. ¿Tú hablas mal, sabes disculpar,
respetar al otro?
4
VÃi>À
A través de sus
cartas, Teresita aconsejaba y guiaba
a sus amigos y familiares…
y esa correspondencia obtuvo frutos, pues a través
de ellas los acercaba a
Dios.
¿Con mi alegría y confianza en Dios voy dejando
una huella en los demás?
¿Contagio a los demás
mi esperanza en Dios? Y
cuando debo aconsejar,
¿pido ayuda al Espíritu
Santo, para que guíe a mi
amigo?
5
,i}>>ÀÊÊ
iÀÊìÊÃ
Entre los amigos nos
hacemos regalos,
señal de cariño mutuo.
No hay que olvidar que
lo más valioso que podemos dar a los amigos
es ayudarles a tener una
vida de amistad con Dios:
Teresita deseaba que “las
almas busquen a Dios”.
¿De qué hablo con mis
amigos? ¿Comparto con
mis amigos mi deseo de
conocer más a Jesucristo,
El Santo Padre
Francisco inició su
pontificado en la
fiesta de San José, y
habló de la vocación
a custodiar.
…Es preocuparse
uno del otro en la
familia: los cónyuges
se guardan recíprocamente y luego, como
padres, cuidan de
los hijos, y con el
tiempo, también los
hijos se convertirán
en cuidadores de sus
padres. Es vivir con
sinceridad las amistades, que es un recíproco protegerse en
la confianza, en el
respeto y en el bien.
11
Teresita
Dejó todo por Jesús
“Jesús no quiso que naciese como Él, pobre. Y nací en medio de las riquezas, regalona de todos” (d 2).
P. Martín Bernales Moreira de San José, ocd.
Q
ué significativo
es para nosotros
detenernos
a
meditar en la
invitación que
Jesús nos hace a cada
uno, para que junto a Él
recorramos el camino que
nos conduce al Padre.
Ésta es una invitación
que no ha dejado de
resonar en el corazón
de tantos hermanos y
hermanas, que a lo largo
de la historia se han
dejado seducir por la voz
del amado, llevándoles
a recorrer con audacia y
valentía, el sendero de la
santidad.
Nuestra hermana Teresa supo desde muy pequeña reconocer el paso
de Dios por su historia
y, contemplar en ella
el designio que sobre
su vida, Él tenía escrito
desde la eternidad. Su
existencia
no
estuvo
exenta de circunstancias
que le llevaron, en más
de una ocasión, a luchar
férreamente por seguir
lo que Jesús pedía a su
corazón: “Dios lo quiere
y, aún cuando fuera
necesario atravesar el
fuego, no retrocedería”
12
(c 81). Y como buen pedagogo, el Señor se encargó de rodearla de
gozos humanos, los que
en diversos momentos
de su vida fueron claves
para que ella madurara el
camino de la fe y, lograse
reconocer a Dios como su
único Todo.
Teresa logra experimentar lo que significa
seguir a Jesús, no sólo
de palabra, sino dando
claro testimonio de que
el cristiano debe ser
otro Cristo, un hombre
y una mujer que no
sólo expresen su fe de
manera ritual, sino fundamentalmente que practiquen aquello que dicen.
En ella resuena el diálogo
de Jesús con el joven
rico, al que el Señor le
dice: “«Una cosa te falta
todavía: vende todo lo
que tienes y distribúyelo
entre los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo.
Después ven y sígueme»”
(Lc 18, 22). La coherencia
en el camino que Jesús
nos invita a recorrer se
vuelve una práctica de
vida esencial a la hora
de abandonarnos en
los brazos del Maestro
Bueno. Si no somos capaces de dejar todo por
Jesús, nunca podremos
ser verdaderamente discípulos del Resucitado. Y
Teresa supo que para ser
Santa, debía purificar el
corazón de todo lo que
le apartaba de su ideal
primero, acogiendo la
invitación de Jesús para
seguirlo, renunciando a
comodidades y gustos
mundanos y, abriéndose
al horizonte infinito de
la plenitud en el amor de
Cristo: “Jesús no quiere
que exista nadie entre Él
y yo, y, manifestándose a
mi alma, la ha enamorado
en tal forma que sólo en Él
puedo encontrar reposo”
(c 140).
Juanita, la enamorada
de Jesús, supo saciar
su hambre de Dios en
los brazos de su “Todo
adorado”, de aquél que
la sedujo para que fuese
posesión exclusiva de su
creador. Nada fue más
importante que ser “Toda
de Jesús”, y su vida es
el fiel reflejo de que en
Jesús “…Los horizontes
son infinitos” (c 73).
6X
Vida
Fotos
en Carmelitas Descalzas
Monasterio de Auco
Su ciudad natal
Nuestra Teresita nació el 13 de Julio de 1900 en la ciudad
de Santiago.
Para resumir su vida, podemos tomar las líneas que escribió
a la Madre Julia Ríos, religiosa del Sagrado Corazón quien
fuera su orientadora espiritual: “Jesucristo la quiso especialmente y la colmó de beneficios y de gracias” (d 1).
Juanita desde pequeña pudo contemplar la bondad,
fidelidad, misericordia de Dios para con ella y fue eso lo
que le dio impulso a su vida, a su entrega diaria; todo
esto fue afinando su oído y su mirada sobre las cosas y los
acontecimientos llegando a decir: “Todo lo que veo me
lleva a Dios”(c 20).
Sus padres
Doña Lucía Solar Armstrong y Don Miguel Fernández
Jaraquemada.
Juanita fue la quinta de los 7 hijos que tuvo este matrimonio.
En 1899 tuvieron una hija que le pusieron el nombre de
Juana, quien falleció a las pocas horas de nacer. Entonces
Juanita al año siguiente vino a alegrar la casa y ser la segunda
niñita de la familia.
Su madre deseaba ponerle el nombre de Juana en memoria
de su madre fallecida hace 3 años, y su padre deseaba
ponerle Enriqueta como su madre. Por lo que llegaron
a la conclusión de ponerle Juana Enriqueta Josefina de
los Sagrados Corazones. Juana por su abuela materna,
Enriqueta como su abuela paterna, Josefina por la devoción
especial que tenía doña Lucía a San José, “Guardián de las
Vírgenes”. Y de los Sagrados Corazones, por el amor que
profesaba al Corazón de Jesús: centro de infinita bondad,
unido al Corazón Inmaculado de María.
La sólida formación religiosa que le dieron sus padres
además de las religiosas del Sagrado Corazón -donde Juanita
estudió- fue la base de su camino hacia Dios.
Pila Bautismal
De la Parroquia Santa Ana, donde Juanita fue bautizada el
15 de Julio de 1900, siendo sus padrinos: Salvador Ruiz Tagle
y Rosa Fernández de Ruiz Tagle.
En este día bendito es cuando nace nuestra Juanita a la
Vida de la Gracia, y como todo bautizado es ya consagrada
a Dios. Esto se verá culminado con su entrega a Dios en los
últimos días de su vida, cuando profesa en artículo mortis
como monja carmelita consagrándose definitivamente a
Dios: “Su Divino Esposo”.
13
1 año y 6 meses
Resaltaban en ella sus intensos ojos jacintos, las pestañas oscuras,
el pelo claro y una simpática sonrisa. Ya antes de cumplir dos
años, el Señor le regala una hermanita, Rebeca quien será su
compañera inseparable hasta su entrada en el Carmelo.
Ella nos dice en su diario: “Jesús no quiso que naciera como Él,
pobre. Y nací en medio de las riquezas, regalona de todos”. Esto
no fue impedimento en su amistad con Jesús al contrario desde
pequeñita supo dar incondicionalmente.
La Madre Gabriela quien fuera su enfermera nos dice en el “Lirio
del Carmelo” (1ª biografía de Teresita): Desde muy temprano se
notó en Juanita un corazón bondadoso y delicado. Un día, cuando
todavía no sabía hablar, un mendigo llegó a pedir limosna. Ella
empezó a gesticular y hacer esfuerzos para poder acercarse a él.
Entonces la persona que le llevaba la limosna viendo el afán y los
gestos de la niña, lo puso en sus manos para que ella lo entregara
al mendigo. Juanita, con grandes demostraciones de alegría,
se inclinó para dárselo, quedando en seguida completamente
tranquila. Estas pequeñas actitudes serán el comienzo de toda la
generosidad que desbordará más adelante.
A los 9 años
Los familiares de Juanita siempre le repetían que era la más linda
de sus hermanas y de las primas. En secreto se encargaban de
reiterárselo, incluso Ofelia, su nana que la cuidaba desde los
nueve meses. Doña Lucía no aceptaba que se lo dijeran pues
podía volverse vanidosa. A Juanita comenzaron a gustarle estos
halagos. Ella misma confiesa en su diario íntimo que: “Sólo Dios
sabe lo que me costó desterrar este orgullo o vanidad que se
apoderó de mi corazón cuando estuve más grande” (d 2).
Además desde los 6 años deseó ardientemente recibir a Jesús
sacramentado. Ya que diariamente asistía a Misa con su mamá y
su tía Juanita. Pedía diariamente permiso para hacer su Primera
Comunión. Se preparó un año. Durante ese tiempo nos cuenta
en su diario que la Virgen la ayudó a limpiar su corazón de toda
imperfección.
Su Primera Comunión
El día tan esperado llegó el 11 de Septiembre de 1910, fue el día
sin nubes de Juanita.
“El sol despedía sus rayos que llenaban mi alma de felicidad y
acción de gracias al Creador” (d 6).
Juanita una semana antes hizo un retiro en el colegio, prolongándolo por las tardes en la casa con la autorización de su mamá.
Se recogía en su dormitorio para meditar y orar. Allí comía sola
privándose de lo que más le gustaba.
“Llegó por fin el momento… Nos acercamos al altar mientras,
cantaban ese hermoso canto ‘Alma Feliz’ que jamás se me olvidará.
No es para describir lo que pasó por mi alma con Jesús. Le pedí
mil veces que me llevara, y sentía su voz querida por primera vez“
(d 6). Desde ese momento ella entregó su corazón… y su alma se
convirtió en Templo de Dios.
14
Lucía, Juanita y Rebeca
(Disfrazadas de religiosas en el oratorio de los Fernández Solar).
Sus amigas y compañeras la describían como una joven que buscaba alegrar a los demás.
Ella toma como resolución mostrarse alegre a pesar de las contrariedades, de sufrir con alegría.
En los juegos se destacaba entre sus hermanos y primos con muy
buenas ocurrencias. Jugaban a “celebrar Misas”. Juanita oficiaba
y les impartía la comunión.
Obedecían lo que ella les mandaba, porque era tal la seriedad de
su actuación que les parecía que la ceremonia era tal cual como la
oficiaba el capellán en el oratorio.
Junto a un grupo de amigos
Algarrobo fue el lugar de encuentro de Juanita con sus amigos.
Salían a caminar, hacían cabalgatas, nadaban o jugaban tenis.
Francisco Lyon, hermano de las amigas de Juanita dijo de ella:
“Era el alma de esas correrías por las playas y quebradas, notable
y diestra jineta, y osada nadadora”.
Además gozaba de la belleza del paisaje lo que la hacía preguntarse: “¿Qué será el cielo -me pregunto muchas veces- cuando
es para gozar?” (c 19).
Su vida en Algarrobo no se centró sólo en paseos, deportes y
diversiones. Asistía temprano a Misa en la capilla de la Candelaria.
Salía a recorrer el balneario junto a Gabriela Lyon, buscando niños
para enseñarles el catecismo preparándolos con abnegación,
dedicación y sacrificio.
Juanita, Rebeca y Lucha Huneeus
(Hermana de Chiro, cuñado de Juanita).
Nuestra Teresita vivió la amistad en profundidad ya que tenía
un corazón grande buscando que todos se enamoraran de Jesús,
experta en captar amigos para Él.
Cuando encontraba personas que pensaban igual a ella su amistad
descansaba, gozaba con ellas. Para sus amigas ella era una guía
espiritual y para sus hermanos y familiares Juanita terminaba
siendo una amiga íntima.
Como día a día su amistad con Cristo crecía, necesitaba desbordar
el cariño y la verdadera amistad que encontró en Él, por esto fue
capaz de tener grandes amigas e incluso después de entrar al
Monasterio pudo seguir ayudándolas con sus buenos consejos a
través de sus cartas. Y esto fue una excepción ya que su maestra,
Madre Angélica Teresa viendo el bien que hacía no dudó en
facilitarle la posibilidad de ayudar a sus amigas y familiares.
Juanita y Rebeca
Eran muy distintas pero desde pequeñas no podían andar
separadas. Juanita con su buen ejemplo siempre la inducía a comportarse bien, ya que Rebeca era rebelde y voluntariosa pero
poco a poco fue siguiendo los consejos de su hermana.
Juanita el 15 de abril de 1916, aprovechó el cumpleaños de
Rebeca para declararle su decisión de consagrarse al Señor:
“Voy a ser Carmelita, ¿qué te parece? No quisiera tener en mi
alma ningún repliegue escondido para ti” (d 16). Lo hacía por
cariño y por apostolado; pero no sabía en ese entonces que muy
lentamente iba preparando el corazón de la futura Carmelita
que heredaría su nombre y su puesto en el Carmelo de Los Andes
sólo seis meses después de su muerte; y asimismo que Rebeca,
convertida en Teresa del Divino Corazón, iba a ser el instrumento
del que el Señor se serviría para darnos a conocer la gran cantidad
de autógrafos, documentos, cartas, fotos que la misma Rebeca
nos proporcionaría para que la Santidad de su hermana fuera
difundida.
15
Antes de entrar al Carmelo
(Esta es una de las últimas fotos. La llamada foto de Seglar, ha
sido una de las más difundidas).
Estaba preocupada de todo lo que tenía que llevar para su entrada
en el Monasterio, la madre priora le aconsejó a Doña Lucía que
fuera al convento del Carmen Alto de Santiago para conseguir un
hábito de carmelita y con este retratar a su hija. Le prestaron uno
que pertenecía a la Madre Carmen de San Francisco Javier, casi
tan alta como Juanita. Salió a fotografiarse con un vestido verde
nilo y con su larga cabellera tomada.
Doña Lucía le pidió esta foto ya que contaba con pocas fotos
de ella. Juanita evitaba tomarse fotografías ya que su deseo de
ocultarse era grande, no le gustaba aparecer.
Cuando le llegaron las fotos Juanita decía de sí misma: “parezco
mona con estos crespos”.
Al contemplar esta bella fotografía se refleja no sólo la belleza
física de Juanita, sino más la espiritual. Además su madurez, sus
ideales altos, es sorprende la serenidad que se refleja en ella a
pesar de que el día de la separación de los seres que más amaba
(su familia) era cercana. Su anhelo de hacerse pronto: “Prisionera
de Dios”, la inundaba de dicha (Cf. c 92).
Con hábito de Carmelita
Cuando fue retratada con el hábito prestado; su emoción era tan
grande que no la podía contener. Llevaba un crucifijo del Carmen
Alto y con el posó, se impresionó por el peso del sayal, el velo
negro y la capa blanca. Pesaban alrededor de ocho o nueve kilos.
Lo debía usar invierno y verano. Mayor gloria le daría al Señor con
este sacrificio. Y cuando tuvo estas fotos con hábito que eran 2
además de la seglar decía de sí misma: “aparezco bien aquí, Dios
quiera que sea religiosa”.
Su familia y amigas alabaron mucho esta foto. El velo negro
impresionó a su hermana, Juanita le explicó que primero debía
usar como postulante el velo de lienzo blanco, luego como novicia
debían ponerle otro velo blanco distinto y por último el negro
cuando profesara como carmelita definitivamente.
Esta foto es la más querida por todos su devotos. Su mirada es tan
viva que da la impresión que nos mira a nosotros, nos penetra,
nos impulsa a dar una mirada a Dios, al infinito. Remueve nuestras
fibras cristianas, despierta nuestras semillas de fe, podemos
decir que parece ser la mirada de las almas bienaventuradas
que siempre se encuentran adorando a Dios. Nos refleja su alma
contemplativa, con certeza se puede afirmar que nuestra Teresita
ya era Carmelita desde mucho antes que usara el hábito. Nació
para ser Carmelita, como le dijo su Madre Priora Angélica Teresa.
Teresa de novicia en recreo comunitario
(Esta fotografía fue tomada por la hermana Gabriela del Niño
Jesús).
Durante las recreaciones, las hermanas conversaban alegremente
no dejando nunca sus trabajos manuales; jamás estaban ociosas
es por lo que vemos a nuestra Teresita zurciendo. Hacían además
escapularios del Carmen que eran repartidos a los fieles, hacían
ornamentos, bordaban, zurcían, cosían, ayudaban en la cocina;
mantenían la huerta, los colmenares y las flores. Por medio del
trabajo debían obtener el sustento diario. El trabajo ayudaba
a fomentar la unión y a mantener el espíritu libre para unirse
al Señor. “La pobreza de la carmelita es muy grande. No puede
poseer nada, lo que hace que toda la capacidad de poseer sea
llenada por Dios solo” (c 73).
16
Capilla ardiente
Al empezar la Cuaresma de 1920 nuestra Teresita
entró con Jesús en el desierto, apurando el paso
a medida que se acercaba el término de la breve
jornada de su vida; sentía la necesidad de dar a
Dios cada vez un sacrificio más completo.
A principio de marzo le comunicó al Padre
Avertano, ocd, que moriría un mes después y
que iba a sufrir mucho, le suplicó le permitiera
pedir al Señor toda clase de sufrimientos para
ofrecerlos por los pecadores. El padre le contestó
que se pusiera en manos de Dios y con respecto
al anuncio de su muerte no le dió importancia.
El Viernes Santo su Maestra se da cuenta del
estado grave en que se encontraba. El miércoles
7 de abril, los médicos declararon que era un
tifus avanzado. La Hna. Gabriela declaró: “que
en estos días de su enfermedad fue cuando
pudimos apreciar la santidad de nuestra hermana...”.
Voló a los brazos de su Amado Esposo el 12 de
abril de 1920 a las 19:15 Hrs.
A pesar de la pena sus hermanas de comunidad
y su familia tenían el consuelo de verla partir
adornada con tan singulares virtudes, dejando
su Monasterio con el aroma de su santidad y con
la edificación de sus virtudes.
El miércoles 14 de abril fueron sus funerales
asistiendo sus padres, familiares y amigos además de decenas de personas quienes llevaban
objetos religiosos que pasaban por el cuerpo de
la difunta carmelita.
Pasos de Santidad
Esto fue una señal de lo alto: el pueblo acudía
a pedirle favores y gracias a la hermana recién
fallecida. Lo sorprendente fue que ella en vida
deseó esconderse en Cristo y evitó ser reconocida.
Una carmelita de 19 años que estuvo sólo 11
meses en el monasterio, es ahora el centro. Sería
con el correr del tiempo, camino de santidad,
modelo de vida, móvil de peregrinaciones,
orgullo de los chilenos... Llegó a ser venerada
más allá de las fronteras de su patria.
Demos gracias a Dios con todo nuestro corazón
por el don inmenso que nos ha dado nuestra
querida Teresita.
17
Cuento
niña
alegre\JHQHURVD
Una
UDVHXQDYH]HQODUHJL¯QPRQWDRVDde
un lejano país, una niña llamada Pascualita.
A
sus 6 años de edad, cuando se preparaba para hacer
la Primera Comunión, oyó
en la catequesis una frase
que quedaría impresa para
siempre en su corazón: “Hay
más alegría en dar que en
recibir” (Hech. 20,35).
Tanto le impresionó que decidió escribirla con grandes letras de colores en su
cuaderno, pues ya casi sabía escribir: “ay
masalegria en dar quenresivir”.
Al pasar de los años Pascualita iba
haciendo vida esta frase sin darse
cuenta, lo que la hacía ser una niña muy
alegre y cuando ya tenía 9, el Señor le
dio la bendición de una hermanita.
“Antonita le pondremos” le comentaba Pascualita a su mamá, a lo que ella le
respondía: ”Sí, se llamará Antonia, hija
querida”. Y reían...
La llegada de Antonita le cambió la
vida no sólo a ella sino a toda su familia,
pues todo giraba en torno a la niña.
Pascualita le ayudaba a su mamá en
el cuidado de su hermanita, llegando
incluso a sus cortos años a trabajar y
estudiar, para ayudar a su sustento.
Así, el Señor le fue dando la gracia de
salir adelante y poder además estudiar
una carrera.
Ya en su juventud, la vida le sonreía,
pues con su trabajo no sólo podía
ayudar a su familia sino también a las
personas que Dios ponía en su camino.
Pero llevaba en el fondo de su corazón
una pena: la de verse tantas veces
rodeada de personas que no miraban la
vida como ella, personas que ambicio-
18
Monasterio de Auco
naban el poder en todo y por ello eran
capaces de todo.
Un día al llegar de su trabajo, encontró sobre el escritorio de su habitación un cuaderno viejo, al abrirlo se
encontró con que, entre dibujos de
gatos, flores y estrellas, se hallaba una
frase escrita con el corazón, pero con
faltas de ortografía... Pascualita al leerla
volvió a sonreír y entre lágrimas se dijo,
esta es la verdad y cansada por el peso
del día se durmió.
Fue entonces, cuando sin saber si
estaba despierta o dormida, escuchó
una dulce voz que le decía: “¡Pascualita,
hermanita mía!”. A lo que ella respondió: “¿Teresita?”, y vio delante de
ella una Carmelita toda reluciente de
quien emanaba un perfume delicioso.
-“Sí, soy Teresa de Los Andes, tu
hermana y vengo a visitarte de parte
de Jesús”, le respondía.
Entonces Pascualita, quiso levantarse
para abrazar a Teresita, pero su cuerpo
no le respondía y lentamente la figura
de Santa Teresita se fue desvaneciendo
hasta desaparecer.
-“¿Habrá sido un sueño? Pero su presencia era tan real”, se decía Pascualita.
El paso de los días no borraba del
corazón de Pascualita el encuentro con
“su Teresita”, al contrario, aumentaba
en ella el deseo de volver a verla.
Además Pascualita, desde hace tiempo
estaba sufriendo un gran dolor en el
pecho, y por temor de que fuera algo
grave, lo ocultaba a su familia.
-“Tal vez el Señor ha enviado a
Teresita para sanarme”, pensaba.
Un día cuando ya no podía más de
dolor, se encerró en su habitación y
le vino el sueño. Entonces de nuevo
irrumpió la dulce voz: ”¡Pascualita, mi
hermanita tan querida!”.
-“Teresita, ¿Eres tú?”, le respondió
con emoción.
-“Sí, soy yo”, decía Santa Teresita.
-“Teresita, amiga mía, quiero contarte mi secreto, que tal vez ya lo sabes. Desde
pequeña he soñado con ser Carmelita,
ser como tú, Esposa de Jesús, pero por
mi situación familiar no he sido capaz de
seguir la voz del Señor y ahora, que las
cosas están mejor, presiento que no me
queda mucho de vida. Amiga mía, ¡Dile a
mi Padre Dios que me sane, por favor!”, le
pedía Pascualita a Santa Teresita.
-“Ah, mi Pascualita, yo se lo diré. Pero
tú, abandona toda tu vida en los brazos
de tu Buen Padre”, diciendo esto Santa
Teresita desapareció.
Entonces, a Pascualita nuevamente se
le llenó el alma de esperanza y decidió
ofrecer todos sus dolores a Jesús, para
que Él reinara en el mundo. Pero había
veces en que su fe se debilitaba y no
entendía nada, mientras que a su alrededor nadie notaba todo lo que padecía.
Estando un día en su trabajo, le vino el
sueño. Escuchó de nuevo la conocida voz
del cielo: “¡Pascualita, hermanita mía!”.
-“¡Teresita, mi amiga! ¿Qué te dijo
Jesús?”, preguntó Pascualita sin más.
Santa Teresa de Los Andes la miró
con la más profunda mirada de ternura
que ella nunca antes había recibido de
alguien, pero calló.
-“Teresita, ¿Jesús no te dijo nada?”,
preguntó de nuevo Pascualita.
Santa Teresita la abrazó, volvió a
hacer silencio largamente, hasta que
por fin, le susurró al oído: ”Pascualita,
Jesús me manda decirte: “¡Sígueme!”.
De nuevo se hizo un silencio. Pascualita soltó a Santa Teresita y miró fijamente
a sus ojos color Jacinto y le dijo: “¡Pero
yo quiero ser Carmelita!”.
Santa Teresita le dijo: “¡Pero tú ya lo
eres!”.
Pascualita sintió tan fuerte el deseo
de apartarse de Santa Teresita, pero fue
incapaz de hacerlo quedándose inmóvil.
Pasó por su cabeza en un segundo toda su
vida, llena de alegría por haberla vivido
de la mano de Jesús y de María. Pero,
ese llamado de Jesús era tan categórico:
“¡Sígueme!”. Resurgieron, otra vez con
intensidad, las palabras escritas en su
viejo cuaderno, y consideró que ahora
era el momento de dar, el momento de
darse enteramente a Aquel de quien
todo había recibido.
Entonces extendió su mano, Santa
Teresita la cogió y sin palabras comenzaron a caminar. Avanzaron juntas por
las más verdes praderas que jamás se
hayan visto, a respirar ese aire tan puro
lleno de paz. Fijos los ojos en un Sol
más brillante que todos los soles juntos.
Hacia el encuentro con Aquel Jesús que
dio su vida por ellas y por todos, vida
que entregó a su Padre Eterno, desde
Belén hasta el Calvario, dándole su
máxima plenitud a aquella frase: “Hay
más alegría en dar que en recibir”.
FIN
19
Familia
unidos más allá
(VWDU de los SUREOHPDV\HUURUHVKXPDQRV
Rosita Santelices E.
Psicóloga Clínica PUC
(VWGHPRVWUDGRTXHFXDQGRXQDIDPLOLDSRU
HODPRUTXHVHWLHQHQGLDORJDVHVREUHSRQH
DODVGLȽFXOWDGHV\OOHJDQDVHUIHOLFHVPVDOO
GHWRGRVORVSUREOHPDV\HUURUHVKXPDQRV
S
anta Teresa de Los Andes
fue acogida, querida y protegida por su familia. Por eso
ella respetaba, valoraba y
cuidaba a cada uno de sus miembros
con predilección. En la familia se
aprende a ser persona, porque en ella
recibimos el impulso hacia la vida. Es
muy importante la visión de los padres,
ellos son los primeros responsables
del desarrollo y bienestar de los hijos.
Es maravilloso conocer las etapas del
ciclo de la vida y darnos cuenta que el
niño o niña, ya están prácticamente
marcados con aquellas cualidades que
le permitirán enfrentar felizmente la
vida que le toque vivir.
Los responsables de desarrollar
en ellos las cualidades necesarias
para que sean personas adaptadas y
vitales, son los padres y aquellos que
viven e interactúan con los niños. Con
delicadeza y mucho respeto se les
debe inculcar: confianza, autonomía,
iniciativa, competencia, capacidad de
20
interactuar con sus pares o grupo de
iguales, ayudarles en la formación de su
capacidad afectiva de dar y recibir amor,
como también en el desarrollo sano de
su sexualidad.
Hay que resaltar siempre que son los
padres los que dan a conocer a sus hijos
el Amor de Dios y de su Hijo Jesucristo,
nuestro Salvador. El cuidado y sabiduría
de los padres y de su entorno es esencial
en la historia de una persona. El trato
que se les da a los hijos, debe ser reflejo
del Amor grande y misericordioso del
Dios Padre que no sólo mira nuestro
desarrollo humano, sino también el
desarrollo de nuestro espíritu. Hay que
apoyarse mutuamente como lo hizo la
familia de Nazareth. Jesús aprendió de
María y José, por eso ronda en nuestros
hogares y nos hace tanto sentido lo que
Él dijo: “En verdad os digo que cuando
hiciste a uno de estos hermanos míos
más pequeños, a mí me lo hiciste” (Mt
25, 40).
Los niños miran, por eso
aprenden del ejemplo. Se dan
cuenta cuando un adulto es
“buena persona” y busca el
bien de ellos. También se dan
cuenta cuando hay falta de
amor y cuando el resentimiento
y la ira están presentes entre sus
familiares. Los niños asimilan
el ambiente emocional de sus
hogares y se afectan si perciben
cualquier tipo de violencia.
Cuando esto sucede se puede
aminorar el efecto negativo,
pidiendo perdón. Se puede
revertir la situación traumática
en la medida en que las personas
se reconcilien. Esto también es
un gran ejemplo para los niños,
porque ellos también pueden
caer en la tentación de herir a
otros mediante burlas, abusos y
faltas de respeto...
Teresita, fue un ejemplo de
reconciliación en medio de su
familia. Ella siempre buscó el
diálogo y el entendimiento,
porque muchas veces no se
comprendían entre ellos. Se
adelantaba a las necesidades
de los demás, estaba presente hasta
para aliviar el trabajo de su nana, para
conversar, escuchar y demostrar con
obras su amor hacia ellos. No dudaba
en hablarles sobre la importancia de la
fe y de la esperanza en Nuestro Señor
Jesucristo y la Virgen. Ella fue una
misionera en medio de su familia, no
dejaba pasar oportunidad, donde podía
expresaba el amor que nuestro Dios
tiene a sus hijos.
Pidámosle a nuestra Santa que interceda por nosotros, que nos ayude a
entender el valor de la familia, que nos
enseñe a amar a nuestra familia como
ella lo hizo. Con su ayuda y la del Espíritu
Santo, lograremos ser buenos padres,
hijos y hermanos…
/RVQLRVPLUDQSRUHVR
DSUHQGHQGHOHMHPSOR6HGDQ
cuenta cuando un adulto es “buena persona” y busca el bien de ellos. Revista Teresa de Los Andes
21
Testimonio
)UD\/LEHUWRFRPROH
OODPDEDQKDYRODGR
OLEUHKDFLDODHWHUQLGDG
6HJXUDPHQWHIXHOD9LUJHQ
con Teresita quienes lo llevaron de la mano a -HV¶V\DKRUDMXQWRV
contemplan al Buen Dios. /HDJUDGHFHPRVVXYLGD
ejemplar y las descaradas “bendiciones” que derramó durante su vida ministerial. 4XLHQHVWXYLPRVHOSULYLOHJLR
de conocerlo nos quedamos FRQVXUHFXHUGRJUDEDGR
en el corazón, con su sonrisa y su incomparable testimonio GHVDFHUGRWHEXHQRȽHO\
VHUYLFLDOȇ
Marino GHOD(VSHUDQ]D
Nancy Oyaneder Bueno
F
ue el Vicepostulador de la Causa
de Beatificación y Canonización
de Teresita de Los Andes.
¡Trabajó incansablemente por
llevarla a los altares! Por más de 15
años fue sólo un sacerdote más en el
Santuario. Su único afán era trabajar por
el Reino de Dios, ser útil. El darse a los
demás fue su sello. Mientras esperaba a
los peregrinos para la confesión, escribió
en sencillo 12 libros y 11 folletos, la
gran mayoría sobre Teresita. Hoy estos
escritos -con mayor fuerza- seguirán
dando esperanza y luz a sus lectores.
22
Por su extensa y maravillosa labor fue
condecorado como hijo ilustre de nuestra nación.
Ý«ÀiÃiÃÊìÊ
V>À\
* Antes teníamos sólo a
nuestra Santa, ahora se
nos suma el Padre Marino
para interceder por nosotros... ¡Será además un
gran intercesor por las
necesidades de la Iglesia!
ÊV>Ì>L>ÊiÊ«iÌ>ÊìÊ"ÀÕi>\
“Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano
madrugó la madrugada”: Así, feroz e imprevista llega la noticia: “El P. Marino Purroy Remón, falleció a
los 96 años, en Pamplona, el 10 de octubre 2014, a las
6,15 AM”.
* Desde que se fue al cielo
camina junto a mí y tengo
paz y tranquilidad.
* ¡Cuántos buenos recuerdos de un hombre tan
sencillo y de Dios!
* Triste pero reconfortante
partida del Padre Marino
a quien tanto aprendimos
a apreciar. Su partida a la
Casa del Padre va a producir vida en el Santuario.
* ¡Se fue un grande! Un ser
humano ejemplar, sacerdote fiel, humilde, estudioso y gran propulsor de
grandes causas. Quiero
agradecer a quienes lo
cuidaron y desde este
rinconcito del mundo
decir que lo quisimos y
admiramos. Doy gracias al
Señor por haberlo conocido, compartido y escuchado sus enseñanzas…
* Desde el cielo, junto
con Teresita, nos va a
remecer. Preparémonos
para ello con oración,
con confianza, con paz…
Con la valentía de ser
Cristianos, con el testimonio de nuestras vidas.
Fray Marino fue un sacerdote que vivió su vocación
con santidad: “Nunca escaso del bien de dicha
ajena”, atento a las necesidades del prójimo, era
impresionante su capacidad de comprometer a
los demás cuando se trataba de ayudar a algún
necesitado... No era extraño ver su figura menuda
caminando rápido, casi corriendo, por los pasillos
del Santuario, pidiendo hojas de papel que se
desechaban para escribir los borradores de lo que
después serían sus libritos. Siempre dispuesto a
“prestar la oreja y el hombro”, pasaba horas en el
confesionario, donde los peregrinos encontraban
una respuesta acogedora y misericordiosa, los
peregrinos buscaban a: “ese padre que lo perdona
todo”. Nos deja sus libritos (que daba de penitencia).
Cuántos han encontrado consuelo leyendo: “Como
Superar el Dolor”, respuestas en “Nos Cambian la
Religión” o en “Dios Buen Pagador”…
23
Breves
Ecos GHOD(GLFL¯Q
ȁ5HFRUUHORVWHVRURVDUW©VWLFRVGHO6DQWXDULRȂ
¡Qué riqueza espiritual tenemos!
1. Un cariñoso abrazo de
esta carmelita seglar.
Inés Germain.
EN ESTE MOMENTO estoy operada de un pie y no puedo
caminar por un mes... Por esto he podido admirar en
profundidad cada pintura, creerán que no me había
detenido a contemplarlas una por una... ¡Qué riqueza
espiritual tenemos! y muchas veces no nos damos
cuenta -para gozar de sus beneficios- porque corremos
todo el día y como dicen por ahí: “de la carrera sólo
queda cansancio. Sólo a veces satisfacción”. Qué el
Buen Dios bendiga a todos los que colaboran en esta
publicación y nos dé la salud para seguir sirviendo a la
OCD, como Él nos va indicando...
Agradable a la vista
2. Hno. Fredy Peña,
Librería San Pablo.
LA EDICIÓN del último número de la revista está limpia
y con bastantes matices en cuanto a las imágenes
y el colorido. Eso hace que sea agradable a la vista.
¡Felicitaciones!
Comunidad laical de Huintil Norte
3. R.P. Mario A. Cofré, IVE,
Parroquia N. Señor
Jesucristo Crucificado,
Illapel.
24
CON GRAN ALEGRÍA RECIBO LA REVISTA TERESA
DE LOS ANDES, la cual no sólo acompaña a nuestra
Comunidad Religiosa sino también a la Comunidad
Parroquial, pues la dejamos en la pequeña Biblioteca
que tenemos, para uso libre de nuestros fieles. Una
de nuestras capillas lleva su nombre y los fieles de
ese sector rural la festejan todos los años con gran
devoción, incluso existe allí un Baile Religioso que lleva
su nombre. Y la Comunidad laical de Huintil Norte
-junto a su Baile Religioso- la festejan año tras año con
dos procesiones y Misa muy concurridos.
Cerros de Valparaíso
4. Se quemó todo a su
alrededor, sin embargo
esta gruta con la Virgen
quedó intacta.
Con motivo de la Fiesta de Teresita, un grupo
del Santuario visitó los Cerros Mariposa, Cañas y
Concepción de Valparaíso, afectados por el incendio
en febrero de este año.
Fue emocionante compartir con aquellas personas
que lo habían perdido todo. Esperaban con tanta
alegría a Teresita. Mientras pasábamos se escuchaba
por alto parlante: “Vecinos salgan a ver a Teresita de
Los Andes, que hoy nos viene a visitar y que quiere
hacerse presente en nuestras vidas, por todo el dolor
que hemos vivido al perder nuestras casas”.
Estremecía de emoción y alegraba el corazón el sentir
que ellos se sentían privilegiados, nos esperaron
con un pequeño altar y allí rezamos su oración
junto a la reliquia de nuestra Santa que con tanto
cariño habían preparado las Carmelitas Descalzas.
Visitamos casas, dimos la bendición, y entramos a
ver enfermos postrados... Todos querían acercarse y
orar junto a Teresita. Presentaron sus vidas, para que
ella intercediera ante Dios, y también pidieron por el
descanso eterno de aquellas personas que murieron
en este incendio.
Nos visitó el carretonero del Norte
3. Salió a recorrer Chile el
1 de agosto de 2006 y
en noviembre del 2014
concluyó su aventura.
Don Lionel Salas, está cumpliendo el sueño de su
señora que era conocer Chile. Ella no lo logró porque
enfermó de cáncer y él, después de cuidarla hasta
su fallecimiento, emprendió viaje como se lo había
prometido en sus últimos días de vida. Le dijo: “Yo
cumpliré tu sueño con mi carro y mi bandera chilena,
recorreré cada rincón de nuestro país y será en tu
nombre”. Sus 4 hijos, lo apoyaron y ahora están felices
y orgullosos de él. Y así fue como
también vino a nuestro Santuario
a presentarle a Teresita el fruto
de su sacrificio, porque vivir: “a
la buena de Dios” por 8 años no
debe haber sido nada fácil…
¿Y ahora qué? le pregunté. Su
respuesta fue inmediata: “seguiré
siendo lo que he sido siempre,
pescador”. Le señalé, continúe
entonces con su oficio, que como
San Pedro está llamado a ser: “un
gran pescador de hombres”.
25
Diario (d) y Cartas (c)
¡Dios es $OHJU©DLQȽQLWD
Monasterio de San José
E
lla que en su oración ha
contemplado muchas veces las
perfecciones o atributos de
Dios, cuando mira a Jesús en la
gruta de Belén dice que “el llanto del
Niño en los
brazos de su
pobre madre
son los gemidos
del que es la
Alegría infinita” (c 136).
¡Dios es Alegría
Infinita! ¿Cómo llega a esta
a f i r m a c i ó n?
Muy probablemente después de contemplarlo y
experimentarlo como Dios Amor, y así
no cesa de decirnos que: “Sólo en Jesús
encuentro ese amor constante, amor sin
límite, amor infinito (d 41), porque “en
Dios ese amor es infinito. Él es eterno, y
su amor eterno es” (c 40).
Dios es Alegría infinita porque es
Amor infinito. El Amor es todo plenitud
y gozo. Por eso Dios que es Amor y sólo
Amor es, en sí mismo, en su relación de
Padre con el Hijo en el Espíritu Santo,
alegría perfecta e infinita. Y como el
amor tiende a salir, a comunicarse, Dios
ha querido donarse a nosotros para
26
compartirnos su Vida, y así nos dice Jesús:
“Os he dicho esto (que nos ama como el
Padre lo ama a Él y que permanezcamos
en su amor) para que mi alegría esté en
vosotros y vuestra alegría sea completa”
(Jn 15, 11).
Teresita sabe bien que sólo el amor
hace feliz y por eso toma una resolución
y escribe en su diario: “Me esmeraré en
labrar la felicidad de los demás” (d 20).
Y lo hará cada día, en cada situación
en que se encuentre. Por eso era feliz
y hacía feliz a los demás. Pero con una
alegría que no siempre era todo risa,
muchas veces comportaba también
sacrificios y renuncias, imitando al amor
del Señor que lo llevó a hacerse hombre
y dar la vida por nosotros. San Juan de
la Cruz lo expresa bellamente en su
poema Romances: “…Pero Dios en el
pesebre allí lloraba y gemía, que eran
joyas que la esposa al desposorio traía.
Y la Madre estaba en pasmo de que tal
trueque veía: el llanto del hombre en
Dios, y en el hombre la alegría, lo cual
del uno y del otro tan ajeno ser solía”.
Pidámosle a Teresita que nos ayude
a abrir nuestro corazón al Amor de Dios
para que su Espíritu nos comunique su
alegría (Gal 5,22) y así busquemos, como
ella, la de los demás.
A ti te digo: ¿Estás llamado por vocación a la Familia del Carmelo Teresiano?
CONTACTOS:
Carmelitas Descalzas: [email protected]
Carmelitas Descalzos: [email protected]
Carmelitas Misioneras Teresianas: [email protected]
Carmelo Descalzo Seglar: [email protected]
INFORMACIONES:
www.carmelitasdescalzas.cl (Asociación de los Carmelos chilenos)
Santuario Teresa de Los Andes: Fonos (34) 2401900 ó 2401901
www.santuarioteresadelosandes.cl
7HUHVLWDHQP¶VLFD
(Q/LEUHU©DGHO6DQWuario y bazar del Monasterio de Auco.
27
Centenario
V
del Nacimiento de nuestra )XQGDGRUD6DQWDTeresa de Jesús de Ávila
“Vuestra soy, Señor, para Vos nací.
¿Qué mandáis hacer de mí?”
Comisión Nacional, V Centenario
E
n la profundidad del conocimiento de nosotros mismos,
podemos navegar e introducirnos en el “hondón interior”
de nuestras vidas (IV Moradas 2, 6). Como
cual hortelanos diligentes, debemos ser
capaces de regar con el agua viva que
es Cristo, el jardín de nuestras vidas,
comunidades y entornos eclesiales con
los cuales nos toca vivir diariamente.
La búsqueda de Dios que de manera
incesante nos inculca Santa Teresa de
Jesús, nos hace valorar el regalo y don de
la oración como “Amistad Divina”, que
nos ayuda a madurar en la vida teologal
(fe, esperanza y caridad) con una
“determinación” muy clara que, es ser
verdaderamente hallados en Jesucristo
(Flp. 1, 21). Esto significa que nuestra vida
debe gastarse generosamente en este
dinamismo, y no quedarnos estancados
en nuestras vidas. Pues el retroceder
significa ante todo, el no saber trabajar
en nosotros la gracia que Dios nuestro
Padre nos regala cada día.
La frase tan característica: “Juntos
andemos Señor” (CV 26, 6) no debe
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ser pronunciada sin sentido, todo lo
contrario, en el camino debemos dejarnos encontrar por Dios para así descubrir
al Dios de la infinita misericordia, que
nos propone un camino de madurez
espiritual y humana, de muy alta
envergadura.
Como familia del Carmelo Teresiano,
extendido por todo el mundo, no
queremos que este Quinto Centenario
sólo quede en el plano celebrativo; más
bien, queremos que el fruto de esta
celebración sea el volver a lo más esencial
de nuestro patrimonio carismático. La
expresión “Que tales habremos de ser”
CV 4, 1, resuena ampliamente desde el
Definitorio de Ariccia de 2011 hasta este
momento, porque es una invitación a
descubrir, ¿Qué clase de personas queremos ser? (Relación Padre Saverio
Cannistrá (2014), pág. 13).
Este Quinto Centenario del Nacimiento de nuestra querida Fundadora Santa Teresa de Jesús de Ávila, nos enmarca en un tiempo de YHUGDGHURJR]R
renovado, pues el volver a releer con profundidad sus escritos, han producido los frutos que sólo el Espíritu Santo sabe otorgar, como Madre que LQFXOFDDVXVKLMRV
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de la radicalidad (YDQJ¥OLFDQRV
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vivencia carismática de nuestra propia YRFDFL¯Q(VGHFLU
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lo más esencial de nuestro ser de Carmelitas, al servicio de la Iglesia y de los Hombres.
Por lo que podemos percatarnos, el desafío es
de una amplitud y una búsqueda muy concreta
en el espacio eclesial, comunitario, y de Familia
Carmelitana. La preocupación que Dios tiene
por el hombre, es lo que Santa Teresa de Jesús,
quiere inculcar en cada Comunidad Teresiana
(CV 4, 4), un valor por los demás, siempre nuevo, que
nos invita a la frescura del Evangelio, donde Jesús
llamando a la puerta nos deja en plena libertad
interior para responder en generosidad (Ap. 3, 20).
El Itinerario Espiritual que nuestra Madre nos
propone, contiene la pedagogía que nos hace
saborear y gustar los caminos de vida oracional que
nos llevan a la plena transformación con Jesucristo
Señor de la vida y de la historia. Que junto a María
Madre y Mujer que resumen el ideal para todo
Carmelita, nos conduce a dejarnos abrazar por el
misterio de Dios revelado en la Palabra hecha Carne,
que trae vida al mundo. Vida por lo demás infinita,
pues de esta vertiente está sedienta nuestra alma.
Los invitamos a celebrar este Quinto Centenario
del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, con alegre
disposición para poder recibir todas las gracias
que Jesucristo y nuestra Madre del Carmelo, nos
quieren otorgar a cada uno de sus hijos, quienes
conformamos esta gran Familia Carmelitana.
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30 TERESA DE LOS ANDES
Eventos de alto nivel
Fono/fax: 34-2401731
www.restaurantcampanario.cl
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ACTIVIDADES DEL SANTUARIO
MISAS
Diarias: 8.00 y 12.00 horas
Sábados: 8.00, 10.30, 12.00 y 17.00 horas (verano) y 16.00 horas (invierno).
Domingos y festivos: 8.00, 9.30, 11.00, 12.30 y 17.00 horas (verano) y 16.00 horas (invierno).
NOTA: La Misa de 8.00 horas es siempre en el Monasterio de las Madres Carmelitas. La Misa de 9.30 horas es transmitida todos los domingos por Radio Encuentro FM (105.7).
La Misa de 8.00 horas sábado en el monaste-
rio se transmite por Radio María.
SANTO ROSARIO
Lunes a viernes: 16.30 horas
Sábados, domingos y festivos: Invierno 15.30 horas, Verano 16.30 horas
BENDICIONES DE VEHÍCULOS
Sábados después de la Misa de 12.00 horas y Misa vespertina. Domingos después de la Misa de 12.30 horas y de la Misa vespertina.
DOMINGOS
Misa para la familia: Con bendición de niños a las 12.30 horas
NOTA: En caso que grupos numerosos concurran al Santuario, se ruega avisar con antelación a los teléfonos: (34) 2401714
2401940-2401901–2401900
Fax: (34) 2401939.
E-mail: [email protected]
[email protected]
AUDIOVISUALES
CONFESIONES
Lunes a viernes: 10.30 a 12.00 horas
16.00 a 17.00 horas
Sábados, domingos y festivos: 09.30 a 13.00 horas
15.30 a 18.00 horas
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Teresa de Los Andes: Domingos y festivos. También a petición de los grupos que lo soliciten. Lugar, sala de proyecciones.
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Tradición típica criolla
RESTAURANT LA RUCA
COMIDA TÍPICA CHILENA
SALÓN DE EVENTOS ATENDIDO POR SUS DUEÑOS Avda. 11 de Septiembre 2250 P.16
Providencia - Santiago
Telefonos: 22321827 / 22515789
Estacionamiento
www.giratorio.cl
EL RINCÓN S/N CURIMÓN
A 4 KM DEL SANTUARIO FONO: (34) 2531033 FAX: (34) 2530522 CASILLA 15 CURIMÓN
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Teresa de Jesús de Los Andes,
Juanita Fernández Solar,
nació en Santiago el 13 de
julio de 1900. Estudió en el
colegio Sagrado Corazón, destacándose como Hija de María,
alumna y compañera ejemplar. A
los 14 años sintió el llamado al Carmelo. Se esmeró
en labrar la felicidad de los demás, sobre todo
la de sus familiares y de los niños necesitados.
Se santificó en su vida diaria haciendo todo por
amor a Nuestro Señor con alegría, sencillez y
generosidad, buscando siempre su Voluntad.
A los 15 años hizo voto de castidad y prometió
vivir sólo para Jesús hasta el último minuto de
su vida. Colaboró activamente en las misiones,
catequizando a los niños y a través del apostolado
y la oración.
Su carisma fue manifestar a los hombres la
alegría inmensa que significa conocer y amar a
Dios, llegando incluso a ofrecer su propia vida
por la conversión de los pecadores.
En mayo de 1919 ingresó al Monasterio del
Espíritu Santo de Los Andes. Caminó mucho
espiritualmente en poco tiempo. Tras una corta
y penosa enfermedad que sobrellevó con heroísmo, murió el 12 de abril de 1920.
Fue beatificada por el Papa San Juan Pablo II
en Santiago el 3 de abril de 1987, y canonizada
en Roma el 21 de marzo de 1993.
Su fiesta se celebra el 13 de julio.
Preciosas obras de arte religioso, talladas en madera de cedro y pintadas a mano que generan un llamado
a la FE y a la unión con Cristo.
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Trabajos personalizados de Niño Dios, Cristo, Virgen, Arcángeles, Ángeles, Nacimientos, Santos, Ambo-
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Oración Teresa de Los Andes,
que de la mano de María te convertiste
en una joven enamorada de Jesucristo,
eres modelo de santidad
y camino de perfección para la Iglesia.
Tú supiste reír, amar, jugar y servir.
Tú fuiste fuerte para asumir el dolor
y generosa para amar.
Tú supiste contemplar a Dios
en las cosas sencillas de la vida.
Muéstranos el amor del Padre
para vivir la amistad con alegría
y con ternura en la familia.
Ayuda a los débiles y a los tristes
para que el Espíritu los anime en la esperanza.
Intercede por nosotros
y pide para Chile el amor y la paz.
Teresa de Los Andes,
hija predilecta de la Iglesia chilena,
religiosa del Carmelo, amiga de los jóvenes,
servidora de los pobres,
ruega por nosotros cada día.
Amén.

Personal Teresita - Santuario Santa Teresa de Los Andes

Transcripción

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