Adiós Don Pedro, le recordaremos siempre. El profesor Pedro
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Adiós Don Pedro, le recordaremos siempre. El profesor Pedro
Adiós Don Pedro, le recordaremos siempre. El profesor Pedro Ortega Sandoval nos deja para ir a la Casa del Padre a seguir impartiendo sus conocimientos y continuar con su vocación de maestro la que entregó por cuarenta y un años en el Colegio San Marcos. Su partida nos causa mucha tristeza y nos invita a una profunda reflexión. Son muchas las generaciones de estudiantes que recibieron sus enseñanzas y, por sobre todo, el afecto y la cordialidad con que Don Pedro se relacionaba con sus alumnos. Sus colegas y los más cercanos que tuvimos el privilegio de trabajar con él, sentimos que se nos va uno de los pilares que hicieron historia en el Colegio San Marcos, ya no le veremos por los patios y aulas del Colegio con su andar reposado y su saludo cariñoso, Dios le ha llamado a su lado, pero nos ha dejado su legado de compromiso con la educación. ¡Hasta siempre Don Pedro! Ernesto Rocha G. Extensión y Comunicación. A continuación publicamos la última entrevista que nos diera Don Pedro Ortega el año pasado con motivo del 60° Aniversario del Colegio San Marcos. ENTREVISTA AL PROFESOR PEDRO ORTEGA SANDOVAL El profesor Pedro Ortega ha cumplido 40 años de funciones docentes en el San Marcos. Le pedimos que nos contara su experiencia como el profesor con la mayor antigüedad en el Colegio y cómo ve él estos sesenta años de la comunidad educativa. Don Pedro ¿Qué le parece este nuevo Aniversario? “Sesenta años,,, bastante tiempo dedicado al servicio de Dios y la comunidad. Formando jóvenes intelectuales y personas de bien dando a conocer la Buena Nueva junto a la comunidad educativa”. Cuéntenos ¿cuándo se incorporó Ud. al San Marcos? “Ingresé como profesor de Castellano cuando el Colegio cumplía 20 años; era el año 1973. A partir de entonces comienza nuestro crecimiento juntos. La Institución crece bajo el impulso que le han dado todos sus rectores, desde el fundador Monseñor Eladio Vicuña A. (Q.E.P.D.), hasta el Profesor Julio Espinosa Maturana, actual rector”. ¿Cómo ha sido su desempeño en el Colegio? “Como profesor comienzo a crecer profesionalmente y también como persona. En mi enseñanza sigo las orientaciones del Colegio en la formación integral de los jóvenes, empiezo a mostrar y a manifestar valores y principios presentes en el Evangelio de Jesús, que son propios de un Colegio de Iglesia. Lo realizo no sólo a través de las clases, la fe no se intelectualiza, sino como vivencias testimoniales y personales, características también presentes en nuestra orientación cristiana y como Colegio de Iglesia. Así comenzó a apropiarse de mí el espíritu de pertenencia”. ¿Cómo ha sido su relación con la Institución? “Como profesor de asignatura, más aún, como profesor jefe durante toda mi trayectoria en la Institución, he recibido en forma irrestricta e incondicional el apoyo de los estamentos de nuestra comunidad educativa en la formación que le entregamos a nuestros muchachos (as). Los papás también participaban del sentido de pertenencia de nuestro Colegio”. ¿Cuál cree Ud. que es el centro de la acción educativa del San Marcos? “La razón de ser de nuestro Colegio San Marcos son las alumnas y alumnos, a ellos nos debemos, y por eso los hemos ido formando en conocimientos, pero tan importante como lo señalado pienso que son los valores y principios los que darán forma al hombre íntegro, capaz de mejorar una sociedad enferma”. ¿Cómo definiría Ud. Su relación con los alumnos y alumnas del San Marcos? “Desde un comienzo mi vocación me ha llamado a ser un educador, un pedagogo, un formador un ejemplo para aquellos que todos los días me miran y observan a ver si soy consecuente con lo que digo y con lo que hago. Siempre me ha gustado acoger a los jóvenes, dialogar con ellos, escuchar sus pequeños grandes problemas. He querido inspirar en ellos confianza y credibilidad a través de la justicia, flexibilidad, el respeto, cercanía con ellos y su familia y fundamentalmente con el amor. He querido, y por eso me he esforzado, orientar bien a los alumnos y alumnas, motivarlos con afecto para que ellos puedan entregarnos todas sus potencialidades y capacidades que tienen; y con ello lograr las metas y objetivos que los padres, profesores y los propios alumnos se han propuesto. Muchas otras cosas me han permitido realizar mi misión en forma adecuada: puntualidad, preparación, creatividad, cercanía. Dios me siga dando fuerzas para colaborar mucho más en la formación de nuestros (as) alumnos(as).” Muchas gracias por sus palabras y por responder nuestras preguntas, Don Pedro, que Dios le dé fuerzas para continuar con su vocación en la labor educativa. (Anuario 2013 Colegio San Marcos)