El amor absoluto de JJR por Mamá
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El amor absoluto de JJR por Mamá
www.buzos.com.mx 4 de mayo de 2015 — buzos 45 Escafandra El amor absoluto de JJR por Mamá Ángel trejo RAYGADAS / Periodista - escritor sos, tal vez más tiernos, pero menos sensuales. A fuerza de llamarla Mamá, a fuerza de emplear con ella la familiaridad de un hijo, me había acostumbrado a considerarme tal. Creo que ahí radica la verdadera causa de la escasa urgencia que tuve en poseerla, aunque la quisiera tanto. Recuerdo muy Ilustración: Carlos Mejía Jean Jacques Rousseau (1712-1778) intentó ser músico (compuso varias óperas inéditas y creó un método de escritura musical numérico), botánico, químico, ajedrecista de alto nivel, copista, funcionario público y terminó siendo pedagogo (propuso la creación de la educación pública gratuita), novelista, dramaturgo y teórico de la política de Estado. Con Voltaire, Diderot, D’Alambert, Condillac, Montesquieu, fue instructor ideológico de la revolución burguesa y del sistema político que a la fecha sirve de base legal a la gobernabilidad democrática de la burguesía moderna de Europa y gran parte del orbe. Pero J. J. Rousseau también descolló como hombre de mundo y en su vida estuvo rodeado de varias mujeres de todas las clases sociales –plebeyas, clasemedieras, nobles– que influyeron en su desarrollo intelectual, moral y político. Una de las dos más importantes fue Francoise-Louise de la Tour, mejor conocida como Madame Warens (1699-1762), a quien siempre llamó Mamá porque durante los 14 años que vivió con ella (1728-1742) experimentó todas las sensaciones físicas, emocionales e intelectuales que un hombre puede disfrutar o padecer con una mujer. Rousseau llegó a manos de Madame Warens cuando tenía 16 años de edad –poco después de haber huido de su hogar paterno en Ginebra– y se separó de su protección a los 30, edad en la que emprendió un nuevo camino hacia su desarrollo integral. JJR reconoce a Madame Warens como el amor de su vida, por encima incluso de Thérese Levasseur, su amante y esposa al final de sus días. Madame Warens, de origen social medio pero obligada a casarse a los 14 años de edad con un ricachón de la nobleza menor, fue una generosa empresaria industrial y rural que practicó la filantropía religiosa (católica) a título personal y por encargo estratégico e ideológico del Estado francés, entonces en lucha contra el protestantismo luterano y calvinista. Mamá hoy estaría a cargo de alguna organización no gubernamental o fundación financiada por empresas trasnacionales, quizás interesada en difundir el “pietismo” neoliberal. En Las confesiones (17…) JJR así describe su relación con Madame Warens: “El largo hábito de vivir juntos, y de vivir inocentemente, lejos de debilitar mis sentimientos por ella los había reforzado, pero al mismo tiempo les había dado otro giro que los volvía más afectuo- bien que mis primeros sentimientos, sin ser más vehementes, eran más voluptuosos. En Annecy estaba embriagado, en Chambery ya no lo estaba. Seguía amándola tan apasionadamente como me fue posible, pero la amaba más por ella y menos por mí, o cuando menos buscaba más mi felicidad que mi placer a su lado; para mí era más que una hermana, más que una madre, más que una amiga, más incluso que una amante, y por eso no era una amante. En fin, la amaba demasiado para codiciarla: esto es lo que veo más claro en mis ideas”.