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Ediciones Cydonia S.L. http://www.edicionescydonia.com/ Apartado de Correos 222 PORRIÑO - Pontevedra © Ediciones Cydonia, 2016 © José Luis Cardero López Primera edición, marzo de 2016 Printed in Spain - Impreso en España I.S.B.N. 978-84-945084-0-0 Depósito Legal: VG 69-2016 Foto de cubierta: Miguel Pedrero Maquetación: JGB Imprime: Reprográficas Malpe Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin el permiso escrito de Ediciones Cydonia S.L. 50 GRANDES ENIGMAS DE LA PREHISTORIA José Luis Cardero López Para Mariló, Margarita y Luis. Somos hijos de la Tierra y del Cielo estrellado. Índice Introducción: Hijos de la Tierra y el Cielo estrellado . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Capítulo 1: Señales y signos en el cielo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 1. Finisterre: el camino de las estrellas 2. Teleno: la danza del Sol 3. Teixido y Ouessant: las fronteras del espacio-tiempo 4. Armórica: dioses, ruedas, torbellinos y huracanes 5. Swastikas y cambios de conciencia Capítulo 2: Los misterios de túmulos y cuevas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 6. Cuevas y túmulos: el acontecer y su representación 7. De la Gran Madre a la Madre Tierra 8. Testimonios del fuego interior: el muro y la roca 9. Tito Bustillo: el poder y la mente 10. Lascaux-Altamira: las revueltas de un camino iniciático Capítulo 3: Pinturas, lenguajes, grabados y petroglifos . . . . . . . . . . . . . . 63 11. Les Trois-Frères: algunos secretos de otro mundo 12. Manos que controlan el umbral 13. Mogor: el laberinto y la palabra 14. El misterioso lenguaje de los signos 15. El testimonio, la revelación y el conocimiento secreto Capítulo 4: Los misterios de las piedras hincadas ................. 16. Piedras fitas, serpientes y demonios sujetos 17. Círculos de piedras y entornos de fuerza 18. Alineamientos y evocaciones 85 19. Los cantos rituales y el pulso de las rocas 20. Rocas enhiestas y Palacios de los espíritus Capítulo 5: Caminos del bosque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 21. El Bosque primordial y la Transformación 22. Arcadia: dioses y licántropos 23. Escocia: testimonios de la Buena Gente 24. Galicia: danzas de la Vida y la Muerte 25. Germania: las Puertas de Externsteine Capítulo 6: Luces en las cumbres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126 26. Antorchas y Serpientes de fuego 27. Ruedas que cabalgan entre cielo y tierra 28. La Fertilidad y la buena fortuna 29. Las Cosechas de lo Extraordinario 30. El Universo de las Hogueras sin tiempo Capítulo 7: Los dioses y los espíritus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 31. Las batallas libradas en los abismos del Cielo 32. El Testimonio de los Dioses Primeros 33. Leyendas sobre la Creación y el Mal 34. El Dios de los Brujos 35. Presencia de los Dioses Oscuros Capítulo 8: Chamanes y mediadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36. Chamán: la Llamada y el Destino 37. Aprendizaje e iniciación: la Muerte y el renacimiento 38. Una Escala Cósmica: los animales-espíritu 171 39. Éxtasis y repetición: el viaje al Más Allá 40. La Prueba final: el rescate de las almas Capítulo 9: El mundo de los muertos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193 41. Canibalismo ritual: los cráneos clavados 42. Los Ancestros: umbrales y Espacios-frontera 43. Compañas y Huestes: los espíritus vagabundos 44. Aquellos muertos que vuelven y rondan 45. Männerbünde: vivos, Muertos y Sociedades secretas Capítulo 10: Los pueblos de la noche . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215 46. El Peine del Viento 47. Residentes y Visitantes de la oscuridad 48. Los espacios rituales nocturnos 49. Un trueno en la Noche 50. El Hombre Negro Epílogo: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241 Introducción Hijos de la Tierra y el Cielo estrellado P y un tanto difuso. Comprende un intervalo de tiempo que, generalmente, se considera abarca desde los primeros albores de la Humanidad hasta la aparición de los primeros testimonios de escritura o, según otras corrientes y autores, hasta el momento en que se establecen las primeras ciudades o se instauran las primeras estructuras sociales y políticas estables, considerándose que a partir de tales acontecimientos comienza propiamente la Historia como tal. El problema es que estos acontecimientos que señalan la frontera entre Prehistoria e Historia no suelen ocurrir en las mismas fechas ni tampoco en un lugar concreto. Por el contrario, ocurrieron en muchos lugares y tiempos diferentes y con intensidades y frecuencias distintas y peculiares. Hablaríamos, por tanto, de una sucesión de diversas “prehistorias” o de “prehistorias” acaecidas en intervalos particulares, que pueden variar tanto en el espacio como en el tiempo, constituyendo un fenómeno oscilante y paradójico, un tanto alejado de la seguridad relativa que conceden las tablas y las clasificaciones hacia otros puntos al uso. Para especialistas como Vere Gordon Childe, el paso de la Prehistoria a la Historia se caracteriza por el fenómeno de la diREHISTORIA ES UN CONCEPTO VAGO 12 JOSÉ LUIS CARDERO LÓPEZ fusión cultural. Es decir, se trata de un acontecimiento que se propaga y que, cuando se produce en un lugar concreto, tiende a difundirse hacia otros puntos. Así se logran, por ejemplo, el desarrollo de las primeras ciudades o la llamada revolución neolítica, con la práctica de la agricultura, el nacimiento de la escritura y, probablemente, el establecimiento de los primeros cultos religiosos. A su vez, André Leroi-Gourhan –en su célebre tratado sobre las religiones de la Prehistoria– insiste en la generalidad y en la escasa precisión de este concepto, cuando afirma que la prehistoria designa –o quizá mejor, describe–, un periodo vago y mal determinado que comprende desde las primeras edades en las que el ser humano se identifica como tal, hasta que comienzan a mostrarse los primeros indicios de escritura, acontecimiento que, para algunos pueblos de los bosques amazónicos, como dicho autor afirma, no tuvo lugar hasta el pasado siglo XX. De tal manera, cuando tratamos de situar un hecho o un acontecimiento en la Prehistoria, nos encontramos con un marco general de espacio-tiempo en el que si bien uno de los términos –el espacio, físico o geográfico– puede mantenerse más o menos constante e identificable, el otro –es decir, el tiempo– puede variar según los casos y los acontecimientos, también según los hechos en sí, propiamente dichos, o respecto a los pueblos en los que dichos hechos ocurren. El llamado comienzo de una civilización o de una cultura concreta puede extenderse así por un ámbito amplio y muchas veces difícil de interpretar o definir mediante intervalos espacio-temporales demasiado rígidos. Tampoco nos sirve eficazmente para ello el sistema cultural tomado como causa o unidad explicativa, puesto que en su conjunto suelen establecerse inevitablemente distinciones y secuencias cronológicas, jerárquicas, estructurales y funcionales que atañen o se refieren a los diversos acontecimientos que integran el sistema propiamente dicho, y que no casan con la vaguedad intrínseca propia de ese paradigma al que conocemos como prehistoria. Porque el comienzo establecido de los hechos o la continuidad del acontecer de los mismos que tan necesarios parecen en la arti- 50 GRANDES ENIGMAS DE LA PREHISTORIA 13 culación que suele exhibirse como imprescindible en la presentación de los conocimientos humanos, no ocurren de una vez y para siempre en alguna hipotética y más que improbable cuna de la civilización o en algún intervalo de tiempo preciso y único. De lo que se deduce que no parece haber lugares, espacios o entornos privilegiados o particularmente dispuestos para ese nacimiento o revelación de la civilización o de la cultura, ni siquiera reduciendo el campo de observación a un pueblo o grupo social concreto, sino que más bien se trata de un fenómeno que se ha repetido en diversas ocasiones y con distinta suerte, avanzando y retrocediendo, propagándose y transmitiéndose por amplias áreas en virtud de su propia naturaleza y condición. En cualquier caso, las noticias que tenemos acerca de ciertos acontecimientos de los que hablaremos en las páginas que siguen, han llegado hasta nosotros precisamente gracias a esta diversidad y, hasta cierto punto, por causa de una sucesión más o menos establecida y pautada en los avatares mismos del acontecer prehistórico y en el paso, siempre conflictivo, difícil, discutido y paradójico, desde dicho acontecer hacia ese otro territorio no menos complejo, extraño, de naturaleza y condición múltiple y plural, al que hemos llamado Historia. Desde el mundo nebuloso evocado por tales incertidumbres en la determinación y clasificación de los periodos en los que transcurre la existencia humana, llegan hasta nosotros los ecos de acontecimientos pasados, muchos de los cuales están en la raíz misma de nuestra manera de ser y de comprender lo que nos rodea. Así nuestro universo, el Cosmos en el que vivimos y con el que participamos en la existencia misma, lleva grabadas de manera indeleble esas huellas primordiales: la relación con la Tierra Madre que todavía hoy se entiende en ese sentido de dependencia materno-filial, la semejanza y vinculación de nuestro desarrollo vital con el curso de vida y muerte que impregna la naturaleza entera, la influencia de acontecimientos ocurridos en el ámbito de lo misterioso y ajeno que todavía nos envuelve, el asombro ante lo paradójico y extraño que nos rodea pero que también vive en nosotros. Todo ello y mucho más forma parte de nuestro ser 14 JOSÉ LUIS CARDERO LÓPEZ en una medida mayor y más importante de lo que, a veces, reconocemos. Es así como habremos de tomar los acontecimientos de los que hablaremos en las páginas que siguen. Son retazos de misterios que, todavía hoy, no han terminado de esclarecerse y continúan ensombrecidos, no por falta de empeño de los investigadores sino más bien en razón de su propia naturaleza y condición. Algunos se hallan vinculados con nuestros propios orígenes. Otros lo están con el desenvolvimiento del mundo en el que vivimos o con el universo que nos alberga. Los clasificamos en un intervalo de tiempo vago y poco definido y ellos permanecen allí envueltos en la bruma de su descripción, muchas veces expresada mediante lugares comunes o con términos no del todo apropiados que aumentan todavía más su extrañeza originaria. Evocarlos, tal como aquí haremos, servirá por una parte para recuperarlos desde ese limbo perdido y, por otra, para tratar de entender y de hacer nuestro algo de lo que tales sucesos, acontecimientos o hechos encierran en sí. Seguramente no han surgido por azar y su contenido nos enseñará cuando menos a entablar relaciones con aquello que, además de no ser inmediato y próximo a nosotros, nos acompaña con su presencia y con su misterio desde el principio de los tiempos. Lo extraño y ajeno no solo están y permanecen a nuestro lado, sino que, pese a todo, forman parte de nuestro mismo ser. Al fin y al cabo, como los órficos decían, somos hijos de la Tierra y del Cielo estrellado. Capítulo 1 Señales y signos en el cielo S I PUDIÉSEMOS DESPLAZARNOS EN EL ESPACIO-TIEMPO hacia las edades en las que nuestro mundo, todavía no asentado completamente de las convulsiones geológicas que determinaron su formación, comenzaba ya a ser recorrido por los individuos de la especie humana, veríamos probablemente a nuestros ancestros vagar por las grandes extensiones desiertas, por las florestas y bosques que cubrían una buena parte del terreno recién liberado de los hielos de las glaciaciones, contemplando con una cierta nostalgia, no exenta de temor y reverencia, las blancas cadenas de montañas que cerraban el horizonte. El océano se extendía también, tal vez, con sus aguas cambiantes de color y de forma, ante los ojos de aquellos exploradores, poblando el aire quieto con el rumor de sus rompientes. El cielo y el mar, el desierto y las montañas, el espectáculo de las aguas desencadenadas de los ríos, la oscuridad de los grandes bosques, comenzaron a configurar la mente de los observadores. Y en medida no menor lo hizo también la visión del cielo nocturno con sus estrellas agrupadas en figuras que, a buen seguro, muy pronto cobraron vida, trasladando hasta las profundidades del Universo las representaciones nacidas en la imaginación de aquellos seres. Libro Solidario E STE LIBRO TIENE UN VALOR AÑADIDO. Ediciones Cydonia ha asumido el compromiso de destinar un porcentaje de cada uno de sus títulos a un proyecto benéfico, sin que se refleje en aumento del precio de portada. Por su parte, el autor de esta obra ha querido sumarse a esta iniciativa y cede sus derechos de autor a una iniciativa benéfica. Con esta actitud, la editorial y el autor pretenden aportar un grano de arena a las miles de iniciativas solidarias que se desarrollan en todo el mundo en beneficio de las personas y los colectivos más desfavorecidos. Los proyectos que se apoyan desde cada título no serán un acto de caridad, sino una mano que se tiende para que los beneficiarios puedan superar un escollo y salir adelante por sus propios medios. Siguiendo aquel viejo adagio, se apoyarán proyectos que enseñen a pescar, no los que regalan el pescado. Si Vd. ha comprado este libro, le agradecemos su interés. Puede ver dónde y cómo se ha destinado ese porcentaje del dinero que ha pagado por este ejemplar a través de nuestra página en internet (www.edicionescydonia.com), o si lo prefiere puede escribirnos a nuestra dirección postal. Gustosamente le mantendremos informado de todo. Los editores 18 JOSÉ LUIS CARDERO LÓPEZ