DISCURSO Pleno de Investidura IBON ARESO 28 de marzo de

DISCURSO Pleno de Investidura IBON ARESO 28 de marzo de

DISCURSO Pleno de Investidura IBON ARESO
28 de marzo de 2014
Lehenengo eta behin, ongi etorria emon gura deutsat udal korporaziño honetara
Eider Jauregiri. Ziur nago, ilusioagaz batera, udalbatza honetako kideei jagokazan
balioakaz helduko deutsozula zure zeregin barriari: eredugarritasuna eta zintzotasuna
maila pertsonalean, gardentasuna, ardurea, tolerantzia eta guztiekiko alkarrizketea
bilbotarren zerbitzuan.
Este pleno de investidura no es el habitual ya que no se produce tras unas elecciones
municipales, por lo que no voy a realizar una intervención programática ya que la
responsabilidad que me corresponde es recoger el testigo de Iñaki Azkuna y culminar
el mandato tal como desde su alcaldía lo teníamos programado.
Esta semana ha sido para mí de fuertes emociones. El sentimiento que en estos
momentos me invade es doble. En primer lugar el del honor y el orgullo que para
cualquier vecino de Bilbao significa ostentar la alcaldía.
Pero también el del dolor por las circunstancias que me han llevado a ello, cuando mi
verdadero deseo hubiera sido acompañar al alcalde Azkuna hasta el final del periodo
para el que fue elegido.
Quiero también tener un recuerdo cariñoso para todos los alcaldes democráticos que
me han precedido y con todos los cuales he tenido algún tipo de colaboración.
En época del Alcalde Castañares, cuanto yo ejercía de arquitecto en mi despacho
profesional, se pusieron en marcha la revisión de los distintos Planes de los barrios de
Bilbao. A mí me encargaron el de modificación y protección del Ensanche, que creo
que es el único que se tramitó y aprobó.
En la época de José Luis Robles yo era viceconsejero de ordenación del territorio
entre cuyas competencias estaba la de vivienda. Desde el gobierno vasco
urbanizamos el parque de Txurdinaga y se repusieron las viviendas inhabitables de
Otxarkoaga y remodelamos el barrio de Iturrigorri-Peñascal tras las inundaciones.
Reñí con él en algunas ocasiones, tenía mucho carácter y yo en aquella época me
disparaba con facilidad, pero terminamos teniéndonos un gran aprecio mutuo.
José Mari Gorordo me llamó para dirigir la oficina encargada de redactar el nuevo
Plan General de Bilbao.
Con Beti Duñabeitia seguí en dicha oficina y mi relación con él como Alcalde fue más
breve ya que estuvo seis meses, pero comparto con Beti dos cosas: ser el Alcalde al
que le ha tocado culminar un mandato y la presidencia de ese gran organismo que es
el Consorcio de Aguas.
De la mano de Josu Ortuondo entre a formar parte de esta corporación municipal.
Tengo que reivindicar su figura ya que es quien puso en marcha el motor de la
transformación de la ciudad. Aprobó el planeamiento que nos llevaría al nuevo Bilbao
que hoy conocemos. Creo Ría 2000 y supo contar con la complicidad de Josu Bergara
y de Rodolfo Ares para llegar a los necesarios acuerdos con el ministro Jose Borrel.
Durante su gestión, Bilbao se enriqueció con infraestructuras como el Metro, el
palacio de Congresos Euskalduna y el museo Guggenheim y comenzó el cambio de la
fisonomía de la Villa.
Y para finalizar que voy a decir de Iñaki Azkuna que no sepáis. Culminó
brillantemente el cambio de la ciudad, la dotó de alma y de cultura, llenó de
sentimiento de orgullo a las bilbaínas y bilbaínos y a este Bilbao tan querido y bonito,
pero chiquito, lo puso en el mapa internacional como una ciudad de referencia.
Mi agradecimiento y recuerdo a todos ellos y a los Concejales que les acompañaron.
A mí me toca ahora continuar su labor y culminar la estrategia de ciudad y el
programa que diseñó el alcalde Azkuna para los cuatro años del presente mandato,
para lo que no tengo que crear, sino que ya cuento, con un equipo estupendo, bien
ensamblado y en el que encajan todas sus piezas.
El Alcalde tiene que ser Alcalde y no un profesional ni un técnico. A pisar más la calle
y a escuchar las propuestas y requerimientos de los vecinos. Dedicarse a la política es
cuidar las necesidades de las personas.
En primer lugar las de aquellos que están sufriendo con mayor rigor los zarpazos de
la crisis y el desempleo. El paro es una lacra global, pero ello no es excusa para que
podamos dormir tranquilos.
Estos son momentos de solidaridad y tenemos que ayudarles buscando recursos en
una menguada situación presupuestaria, a base de austeridad y aplicando el máximo
rigor y eficacia en la gestión de los servicios que tenemos encomendados.
Pero no hay política social más justa que la creación de empleo y ésta debe de ser la
principal prioridad del ayuntamiento. Por ello, y sin ningún tipo de complejos,
nuestro apoyo a las empresas, que están constituidas por empresarios y
trabajadores. Además generan importantes recursos fiscales, que son
imprescindibles para acometer las políticas sociales. Bastantes de ellas, hijas de este
Bilbao emprendedor, nos han ayudado a proyectarnos en el mundo.
Nuestro apoyo también al comercio y la hostelería, que son las actividades de
servicios que más empleo generan en la Villa, además de contribuir a la vitalidad
urbana. Hay que ayudar al comercio tradicional ya implantado, dotándole de
capacidad de reinventarse, innovar y ser más competitivo, así como fomentar, atraer
y facilitar la implantación de nuevos negocios que ven a Bilbao como un espacio de
oportunidad y que quieren compartir su porvenir empresarial con nosotros.
Y nuestro apoyo también para los emprendedores. Las empresas surgen de las
buenas ideas y de las personas que luchan por ellas y las transforman con esfuerzo,
con tesón y superando muchas dificultades, día a día, en negocios con valor y futuro.
Sólo así se genera riqueza y sólo así se crean puestos de trabajo. Gente dispuesta a
innovar, emprendedora y decida a asumir riesgos, gente formada, profesional,
valiente... en definitiva gente que hace ciudad.
Junto a este apoyo, que desde lo público debemos de ofrecer a lo privado, tengo
también la convicción, corroborada por mis años de experiencia en el ayuntamiento,
de la necesidad de concitar la complicidad y el apoyo de todas las instituciones
públicas. Hoy Bilbao no sería el mismo sin ese apoyo que ha recibido de las demás
administraciones, con las que debemos seguir colaborando desde la más estricta
lealtad y reconocimiento a su ayuda.
Y junto a las instituciones, nuestro ofrecimiento de ayuda mutua a los territorios y
municipios de nuestro entorno, para que entre todos generemos sinergias y
alcancemos la masa crítica necesaria, que nos permita posicionarnos a todos en unas
mejores condiciones de competitividad en un mundo tan globalizado, ya que la
excelencia, la innovación y la internacionalización creo que es un objetivo común de
todo nuestro hinterland.
Bilbao desde tiempos históricos ha tenido una rica vida cultural, e Iñaki Azkuna no
inculcó su importancia para dotar de espíritu a esta Villa que tanto quería.
Seguiremos la línea que nos marcó, desde la convicción de la importancia que las
actividades culturales y artísticas tienen ante todo para los que aquí vivimos, pero
también de sus innegables efectos positivos en nuestra proyección internacional y en
la tracción de inversiones y visitantes.
Que la cultura esté al alcance de todos los vecinos. Comenzando por el euskera y la
cultura vasca, es decir desde nuestras raíces, como elemento vertebrador de nuestra
identidad, pero proyectada también hacia lo global. Somos Europa y queremos tener
presencia en el mundo.
También son para nosotros importantes todos nuestros centros educativos. Es
nuestro futuro. Y las universidades saben que pueden contar con el apoyo de este
Ayuntamiento, tanto las históricas EHU-UPV y Deusto, como las que más
recientemente se han implantado entre nosotros: la Universidad de Mondragón y
DigiPen Instituto de Tecnología Europa-Bilbao.
Para terminar debo de proceder a una serie de agradecimientos.
En primer lugar a mi partido EAJ-PNV por la confianza que me ha dispensado y por
pedirme que ejerza la alcaldía sin sectarismos, defendiendo los intereses generales
de la ciudad por encima del cualesquiera otros y con el lema de la casa, que es el
valor del trabajo y de las cosas bien hechas, al servicio de todas las bilbaínas y
bilbaínos.
A mis compañeros del gobierno municipal, que hace un momento me han otorgado
su confianza.
Al resto de Concejales de esta Corporación, con los que estoy abierto a alcanzar los
consensos necesarios, para que todos participemos activamente en resolver los
grandes retos que tiene Bilbao. La oposición siempre mejora la gestión del gobierno.
A las Instituciones, gracias, no por ayudarme a mí sino que a Bilbao, ya que sin la
participación conjunta de todas las administraciones los problemas tienen una difícil
solución.
A los trabajadores del ayuntamiento, que ponen todo su esfuerzo al servicio de los
vecinos y a quienes pido que su actuación trascienda la mecánica administrativa,
forzándose en buscar soluciones a los problemas que éstos nos plantean.
A las bilbaínas y bilbaínos, a todos, diversos, con la enriquecedora pluralidad y
complejidad que nos caracteriza pero con el sentimiento común de amor al botxo, mi
cariño, mi trabajo y mi dedicación. Creo que en el comienzo de esta nueva andadura
no puedo decir nada mejor que retomar y adaptar las palabras de despedida de Iñaki
Azkuna: gracias porque sé que me vais a ayudar, os pido disculpas por adelantado
por si cometo alguna equivocación. Sois estupendos.
Holantxe, Bilbo, hiri dinamiko, ekintzaile eta barritzaileenen artean kokatzen
jarraituko dogu, etorkizunerako ateak zabalzabalik daukaguzala eta oraingo
egoeraren zailtasun guztiak gaindituz. Krisitik urtengo dogu, eta denok maite dogun
Bilbo honetan bizitzeak eta bilbotarra izateak emoten deuskuen harrotasuna
sustatzen jarraituko dogu.
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