Resumen Comer saludable y exportar seguridad
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Resumen Comer saludable y exportar seguridad
Comer saludable y exportar seguridad alimentaria al mundo Trabajo ganador del Premio a la Excelencia Agropecuaria La Nación - Banco Galicia 2014 en el rubro “trabajo de investigación” Sergio Britos (1,2,3); Agustina Saraví (2,3); Nuria Chichizola (2) (1) (2) (3) Programa de Agronegocios y Alimentos, Facultad de Agronomía, UBA Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA) Escuela de Nutrición, Facultad de Medicina, UBA Resumen Argentina enfrenta una situación alimentario-nutricional caracterizada por un lado por la existencia de lo que se conoce como “doble carga de enfermedad” (desnutrición crónica y deficiencias de nutrientes conviven con un escenario de sobrepeso/obesidad creciente) y a la vez, con mayor recurrencia en momentos de crisis inflacionaria, afectación del derecho a la seguridad alimentaria. En 2013 y según estimaciones de la Universidad Católica Argentina (UCA), 19,6% de los niños y adolescentes vivían en hogares con inseguridad alimentaria. Promover una alimentación saludable para el conjunto de la población y en especial en los hogares más pobres es el mayor desafío de nuestra política alimentaria. Comer de manera saludable y no solo comer lo suficiente o lo básico. Sin embargo, en ocasiones, ese objetivo suele presentarse como contrapuesto al pleno desarrollo de la competitividad exportadora del sector agropecuario. Las políticas aplicadas en los últimos años han limitado, restringido, desalentado o no aprovechado la potencialidad y el deber ético de exportar alimentos a un mundo que demanda más alimentos. Este trabajo ha pretendido determinar las brechas alimentarias y nutricionales del consumo global de alimentos de Argentina en 2011 y contrastarlo con la producción y exportación de los principales sistemas de agronegocios de Argentina. El análisis permite cuantificar los consumos incrementales y decrementales por categoría de productos y en el caso de los últimos, analizar si los consumos que sería saludable disminuir pueden destinarse a la exportación. Metodológicamente, el trabajo elaboró una Hoja de Consumo Aparente de Alimentos para el conjunto de la población argentina en 2011, comparó los consumos con las metas y lineamientos de la Organización Mundial de la Salud y determinó las brechas por exceso o por déficit, así como también las brechas de exceso en la ingesta de tres nutrientes críticos: azúcares agregados, sodio y grasas saturadas. El consumo de hortalizas, frutas, leche y arroz-pastas secas-legumbres es deficitario mientras que el de carne vacuna, harinas refinadas-papa y pan es excedentario. Si las políticas alimentaria, agropecuaria, de salud y económica condujesen progresivamente a la población a un patrón alimentario más saludable, se podría exportar 4 veces más carne vacuna y 13% más trigo. Promover políticas de seguridad alimentaria con base en una alimentación enteramente saludable (preventiva no solo de la desnutrición y carencias sino también de las enfermedades crónicas hoy en día mucho más prevalentes) es un derecho consagrado. Con buenas estrategias, garantizar ese derecho no solo no se contrapone sino que va de la mano de una Argentina competitiva en el desarrollo de su potencial productivo y exportador de alimentos.