El amor en los tiempos del Colera en Tulancingo Hidalgo

El amor en los tiempos del Colera en Tulancingo Hidalgo

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El amor en los tiempos del Colera en Tulancingo Hidalgo
Tulancingo Hidalgo
Enviado por : admin
Publicado el : 11/5/2011 2:04:46
El amor en los tiempos del Colera en Tulancingo Hidalgo
Lorenia Lira
252) this.width=252" />En el siglo XIX aún no se inventaban los antibióticos, la gente morÃ-a por
enfermedades que ahora se curan de forma fácil. En Tulancingo hubo varias epidemias de cólera
en las que la población se diezmaba. Las practicas para curarla eran sobre todo buenos deseos, ya
que no incluÃ-an la asepsia, ni medicina real. Hay datos de varias peregrinaciones y
manifestaciones religiosas cuando habÃ-a epidemias de cólera y recomendaciones tales como
quemar la ropa de los enfermos, por lo que podrÃ-amos decir que en el siglo XIX fueron los tiempos
del cólera en Tulancingo.
En esa época Tulancingo contaba con unas 700 casas, dentro de los limites de la calle de
Morelos, la Calle circular ( hoy Allende), la Calzada de las Hortalizas (5 de mayo) y la Calle del
Charro. La vida se centraba en la Parroquia de San Juan Bautista, los jardines, y el mercado. Las
familias salÃ-an de dÃ-a de campo a las Hortalizas y los mas adinerados salÃ-an a cazar en lo que
ahora conocemos como Caltengo. La Marquesa Calderón de la Barca menciona que entre la
comida que le sirvieron en nuestra ciudad en 1840 estaba el mole, los nopales cocidos, los platanos
fritos, frijoles, tortillas y pulque. En su relato de Tulancingo dice que la gran diversión nocturna en
nuestra ciudad eran los juegos de prendas, aunque no explica de que se trataba, al parecer no
tenÃ-a el tinte erótico que ahora se le da a este tipo de juegos.
Las señoritas acudÃ-an a misa bien vestidas porque era una oportunidad de ver y ser vistas por los
galanes de las 25 familias mas adineradas de nuestra ciudad. Los Adalid, quienes fundaron su
fortuna en el pulque y tenÃ-an una de las casas mas bellas de Tulancingo, los Soto, los Mancera,
los Lezama, Del Villar, Cossio, etc. La moda eran los trajes claros de muselina blanca, almidonados
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y cortos. Las mujeres de cierta edad tanto en Tulancingo como en casi todo México no usaban
sombrero, dejaban que se les vieran las canas, no les interesaba ocultar el paso del tiempo, cosa
que escandalizaba a la europea Maquesa.
Las grandes fiestas, eran el Jueves Santo y el Jueves de Corpus, se hacÃ-an grandes procesiones
que las señoritas casaderas aprovechaban para ofrecer aguas frescas a los que participaban en
dichas procesiones. (Agua que muchas veces era el conducto de enfermedades, al igual que el
drenaje que corrÃ-a libre en medio de las calles principales de nuestra ciudad) En esas ocasiones
estas fiestas del pueblo podÃ-an terminar hasta las 10 de la noche, cuestión admirable si se toma
en cuenta que no existÃ-a la electricidad.( la electricidad llego hasta el año 1900, año en que se
instalan 13 lámparas incandescentes en la Floresta) Las señoritas descendientes de las familias
españolas se divertÃ-an en el Teatro Guillermo Prieto o en las fiestas organizadas en las casas del
centro de Tulancingo.
Otra estrategia que usaban las señoritas casaderas aparte de acudir a misa, ir al teatro o a la
Plaza de Toros, era dar vueltas por el jardÃ-n (que fue remodelado en la época de don Lorenzo
Cossio). Daban vueltas por la Floresta acompañadas de sus damas de compañÃ-a, quienes
recibÃ-an las cartas del caballero que querÃ-a entablar conversación epistolar con la jovencita. En
esas cartas se puede leer el ideal caballeresco del amor que invadió varios corazones
tulancinguenses. Claro que no en todas las ocasiones fue tan platónico, pues según los registros
de matrimonios y bautizos en el Archivo Histórico de la Catedral Metropolitana de Tulancingo,
muchas veces ocurrÃ-an con diferencias de pocos meses unos de otros.
Ya cercano el siglo XX, la modernidad llego a nuestra ciudad, con el telégrafo, el ferrocarril, el
teléfono, la electricidad, los automóviles, los divorcios, y la unión libre. Según algunos cálculos,
cerca del 25% por ciento de la población vivÃ-a en amancebamiento o unión libre. La mayor parte
de estos amancebamientos correspondÃ-an a la clase popular. Lo que golpeo fuertemente de la
modernidad a las familias tradicionales, españolas y detentoras del poder fue el divorcio.
* información extraÃ-da de: Archivo Histórico de Tulancingo, Archivo Histórico de la Catedral
Metropolitana de Tulancingo. Ocadiz Roberto, Tulancingo y sus alrededores. Valdespino Roberto,
MonografÃ-a de Tulancingo. Cossio y Soto, Jose Lorenzo, Apuntes para la Historia de Tulancingo,
Sanabria Patricia, Matrimonio y Familia en Tulancingo en el siglo XIX. Entrevista al señor Odón
Lira, Entrevista a la Dra. Marilupe Eguia
realizadas por Lorenia Lira.
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Fuente: tulancingo.gob.mx
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