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ARTICULOS CLINICOS REVISTA ANACEM ISSN 0718 - 5308 VERSIÓN IMPRESA ISSN 0718 - 7041 VERSIÓN EN LÍNEA ARTÍCULO CLÍNICO Diagnóstico y tratamiento endoscópica de un Quiste de Thornwaldt. Reporte de un caso. Thornwaldt disease’s diagnostic and endoscopic treatment of. Case Report. Patricio Sepúlveda V.1, Carolina Epelde-Aguirre I.1, Diego Pineda D.1, Rodrigo Pineda D.1, Patricio Rojas C.2, Luis Cea A.2 (1) Interno Medicina. Universidad San Sebastián (2) Médico Otorrinolaringólogo. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Víctor Ríos Ruiz. Los Ángeles. Recibido en octubre de 2010. Aceptado el 10 de noviembre de 2010. INTRODUCCIÓN El quiste de Thornwaldt corresponde a un tumor nasofaríngeo benigno, que se produce en la línea media secundario a una alteración de la embriogénesis del extremo cefálico de la notocorda (1, 2, 3,4). Inicialmente la notocorda desciende a la nasofaringe y posteriormente asciende a la base del cráneo para adherirse al endodermo. En algunas ocasiones la notocorda en su ascenso a la base del cráneo es cubierta por mucosa nasofaríngea, lo que resulta en la formación de un quiste entre los músculos largos del cuello. El contenido del quiste normalmente es líquido, con alta concentración proteica (1). Su frecuencia es variable, puede ir desde un 0.06% (5) hasta un 1.9% (6) de la población e inclusive alcanzar el 4%, sin observarse diferencia por género (7). Sin embargo, debe ser recordado como infrecuente, pero como causa potencialmente tratable de muchos síntomas que se observan frecuentemente en la práctica otorrinolaringológica (5). Una vez realizado el estudio preoperatorio se programa paciente para extirpación endoscópica, donde se utiliza óptica de 30° con identificación del quiste y apertura en su pared anterior dejando ampliamente comunicado y enviando parte de la pieza quirúrgica a biopsia donde el anatomopatólogo encuentra mucosa de tipo respiratorio con gran proceso inflamatorio crónico inespecífico con hiperplasia folicular linfoide. En postoperatorio la paciente evoluciona sin complicaciones y en los controles se evidencia timbre de voz normal sin congestión nasal, rinorrea ni agitación y franca disminución del ronquido. FIGURA 1. Imagen de Tumor en cavum en la nasofibroscopía. PALABRAS CLAVE: Quiste nasofaríngeo, Quiste de Thornwaldt, cirugía Endoscópica. PRESENTACIÓN DEL CASO Mujer de 33 años, sin antecedentes mórbidos, consulta por cuadro de obstrucción nasal de aproximadamente 6 meses de evolución asociado a respiración bucal, rinolalia, ronquido y rinorrea escasa. Sin antecedentes de alergia ni epistaxis. Al examen físico se observan fosas nasales de aspecto normal, mucosa rosada, cornetes de tamaño y aspecto normal, tabique alineado con la columela. Boca con labios simétricos, con lengua de tamaño y aspecto normal, piso de la boca sin alteraciones. Paladar duro y blando sin fisuras, úvula simétrica. Amígdalas de color normal y tamaño pequeño. Luego de la limpieza de las fosas nasales se procede a la inspección a través de un nasofibroscopio, donde se observa una tumoración en cavum, submucoso convexo en línea media, rodeado por tejido de aspecto adenoideo, sobre pared posterior de rinofaringe (Figura 1). Ante la evidencia de un tumor nasofaríngeo, se efectúa TAC (Tomografía Axial Computarizada) de senos paranasales sin contraste que muestra en rinofaringe una imagen ovalada de aproximadamente 9mm en relación a la pared posterior, compatible con quiste de Thornwaldt (Figuras 2 y 3). Resto del examen se encontraba dentro de límites normales. REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 35 Diagnóstico y tratamiento endoscópica de un Quiste de Thornwaldt. Reporte de un caso. FIGURA 2. Tomografía axial computarizada sin contraste de Senos paranasales. DISCUSIÓN En general los quistes de Thronwaldt tienen como edad promedio de presentación los 57 años siendo su intervalo entre los 39 y 78 años (6). Los síntomas más frecuentes de presentación incluyen los anteriormente descritos por la paciente pero en base a la literatura la cefalea, el vértigo, la halitosis y el mal gusto serían síntomas que se presentaría en un porcentaje no despreciable de los pacientes (1,6,8). Radiológicamente son lesiones que no debieran ser confundidas con ningún otro tipo de patología de mayor gravedad. Son lesiones circunscritas ubicadas por delante y en el espesor de los músculos largos del cuello, inmediatamente por debajo de la mucosa, la que protruye formando una superficie convexa hacia la nasofaringe. Desde el punto de vista clínico es imprescindible plantear los diagnósticos diferenciales más importantes que se debieran ARTÍCULO CLÍNICO FIGURA 3. Tomografía axial computarizada sin contraste de Senos paranasales. descartan ante un tumor nasofaríngeo, dentro de los cuales tenemos: el quiste originario de la bolsa de Rathke, que se produce cerca de la unión del vómer con el esfenoides en las proximidades donde se origina el lóbulo anterior de la hipófisis (9). Luego el Fibroangioma nasofaríngeo juvenil que corresponde a una neoplasia vascular benigna casi exclusiva de adolescentes de sexo masculino, la hiperplasia adenoidea, tumores de las glándulas salivales menores, meningocele y el carcinoma nasofaríngeo (10). Como posibilidades más remotas tenemos que contemplar los quistes de tipo inflamatorio y los abscesos de origen micótico (9). Las lesiones asintomáticas, no requieren tratamiento. La cirugía es el tratamiento de primera elección. Normalmente las marsupialización con approach endoscópico es exitosa y por lo general no presenta complicaciones significativas (11). BIBLIOGRAFÍA 1. Castillo M, Mukherji S. “Imaging of the Pediatric Head, Neck and Spine.” Philadelphia: Lippincott-Raven, 1998. 578580. 5. Moody MW, Chi DH, Mason JC. “Tornwaldt’s cyst: incidence and a case report.” Ear, Nose, & Throat Journal. 2007. 86(1):45-7, 52. 9. Escolán Gelos A, Estropa Torres M, Bori Aiguabella MA, Tísner Nieto JV. “Quiste de Thornwaldt”. O.R.L. Aragon. 2005; 8(2) 22 2. Miyahara H, Matsunaga T. “Tornwaldt’s Disease.” ACTA Otolaryngol. 1994. Suppl. 517. 517: 36-9. 6. Ikushima I, Korogi Y, Makita O. “MR imaging of Tornwaldt’s cysts.” AJR. 1999. 172 (6): 1663-5. 3. Lin JH, Tai CF, Lee KW. “Huge Thornwaldt’s cyst: a case report.” Kaohsiung Journal of Medical Sciences. 2006. 22(10):524-8. 7. Som P, Curtin H. Head and neck imaging. Mosby-Year Book, 2003. Cap. 16. 230-90. 10. 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Facultad de Medicina y Odontología. Universidad de Antofagasta. Chile. (2) Médico Cardiólogo Hemodinamista. Clínica Antofagasta. Chile. Recibido el 20 de agosto de 2010. Aceptado el 6 de septiembre de 2010. INTRODUCCIÓN La hipertensión arterial es un problema de salud pública debido a ser causal de morbimortalidad cardiovascular siendo la principal enfermedad crónica en Chile (1). La prevalencia de hipertensión arterial (HTA) en nuestro país, en personas de 17 años y más es de 33,7%, de los cuales el 5% tendrían hipertensión arterial secundaria (HTS) (2). Una causa frecuente de HTS es la originada por la lesión estenótica de una o ambas arterias renales, denominada HTA vasculorrenal (HTAVR). Su prevalencia es del 1% en poblaciones no seleccionadas, pero alcanza el 25% en los casos de HTA acelerada o maligna (3). La enfermedad ateroesclerótica es la causa más común de HTAVR y fundamentalmente las alteraciones se presentan en pacientes de edades avanzadas (4). La enfermedad fibromuscular suele presentarse en mujeres jóvenes y es responsable de 1% a 30% de los casos de estenosis de la arteria renal, siendo afectado principalmente dos tercios distales de la arteria renal (5). La displasia fibromuscular de la arteria renal afecta a distintas capas de la pared arterial y según esto se denominan: fibroplasia intimal, fibrodisplasia medial, que es la más frecuente y la fibroplasia adventicial o periarterial (6). PALABRAS CLAVE: Hipertensión secundaria, Fibrodisplasia renal, Angioplastia. Aunque no todas las HTS tienen solución, debido a que en muchos casos los mecanismos que desarrollan la HTA no desaparecen al suprimir la causa que los inició, la identificación de una HTAVR supone el hallazgo de una causa reversible de HTA, ya que mejora tras la corrección de la estenosis de las arterias renales, mediante cirugía o técnicas percutáneas, tales como la angioplastia con balón o con stent (7, 8). La HTAVR es la forma más curable de hipertensión secundaria (9). En los exámenes hematológicos y bioquímicos sanguíneos resultaron normales, pruebas de función renal (creatinina en sangre: 0,70 mg/dl, aclaramiento de creatinina: 201 ml/min/1,73), electrolitos plasmáticos (Na: 145 mEq/l, K: 4,2 mEq/l, Cl: 98 mEq/l), electrolitos urinarios de 24 horas en 1360 ml de orina (Na: 67 mEq/l, K: 66 mEq/l, Cl: 74 mEq/l), electrocardiograma, ecocardiograma doppler color y radiografía de tórax sin alteraciones. Entre los exámenes en referencia para el estudio de HTA secundaria (catecolaminas en orina, renina y aldosterona plasmáticas, hormonas tiroideas, hormona paratiroidea, cortisol sérico, cortisol libre y ecotomografía doppler renal) destacaron los hallazgos de la ecografía-doppler renal: riñón derecho midió 10,5 cm, riñón izquierdo 12,7 cm. La arteria renal principal izquierda presentó una zona anatómica compatible con una estenosis con repercusión hemodinámica, con un flujo de alta velocidad (394 cm/seg), en tanto la arteria renal principal derecha no presentó alteraciones ecotomográficos (Figura 1). No debemos olvidar que el diagnóstico de HTA esencial es un diagnóstico de exclusión que debe evaluarse constantemente en cada paciente de acuerdo a su sintomatología como estudios complementarios. Por lo tanto, en determinadas condiciones se aconseja profundizar más en el estudio etiológico de la HTA, principalmente en sujetos menores de 50 años con hipertensión moderada o grave, y en los que se sospecha de HTS de acuerdo a la anamnesis, la exploración clínica o los análisis de rutina (10, 11). PRESENTACIÓN DEL CASO Paciente de sexo masculino, de 21 años diagnosticado hace cuatro meses de hipertensión arterial sin tratamiento. Consulta por un cuadro clínico de 6 meses de evolución caracterizado por dolor de localización precordial sin irradiación, de carácter opresivo, inicio insidioso de rápida evolución, EVA 6/10, desencadenado a grandes esfuerzos físicos, que cede con reposo acompañado de palpitaciones. No presentó antecedentes familiares, no refirió consumo de tabaco ni drogas, bebedor de alcohol ocasional. La exploración física sin alteraciones, exámenes cardiopulmonar, abdominal y neurológico normales, pulsos periféricos conservados y simétricos, sin soplos carotideos ni abdominales. Talla: 1,87 m, peso: 85,3 Kg, índice de masa corporal: 24,4. Presión arterial decúbito: 160/110 mmHg, frecuencia cardíaca: 78 latidos por minuto. A continuación describimos un caso clínico de hipertensión vasculorrenal por fibrodisplasia muscular renal bilateral en un paciente de sexo masculino, la cual es una presentación atípica en el sexo masculino. Con el objetivo de ilustrar la complejidad del proceso diagnóstico y la importancia de la sospecha clínica precoz para solucionar un tipo de HTA reversible. REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 37 Fibrodisplasia Bilateral de las Arterias Renales. Reporte de un caso clínico. FIGURA 1. ARTÍCULO CLÍNICO realiza por medio de ecografía doppler renal que se encuentra dentro de la normalidad. FIGURA 3. Ante los resultados de la pesquisa de la HTA, se procede a completar el estudio de una posible HTA vasculorrenal. Se realizó aortografía y arteriografía renal bilateral mediante cateterismo selectivo, evidenciándose en la arteria renal izquierda estenosis significativa en su porción media con imagen en reloj de arena secuencial. En la arteria principal derecha presentó lesiones arrosariadas en el tercio medio con imagen en reloj de arena. Resultando en la arteriografía renal el diagnóstico compatible con fibrodisplasia muscular severa de la capa media de ambas arterias renales en el tercio medio (Figura 2). FIGURA 2. DISCUSIÓN Los primeros reportes de fibrodisplasia muscular de la arteria renal se remontan hacia 1958 cuando Cormack y col. describieron 4 casos (12). Actualmente es la causa más común de hipertensión renovascular en pacientes bajo 50 años de edad y se describe que afecta predominantemente a mujeres jóvenes en una razón 4:1 en relación a los hombres y afecta principalmente los 2/3 distales de la arteria renal (13) en este caso se aleja de lo común al presentarse en un paciente de sexo masculino y afectando el tercio medio de ambas arterias renales. Para llegar al diagnóstico final de HTA secundaria por fibrodisplasia de arteria renal, es necesario realizar inicialmente una serie de estudios con el fin de descartar otras causas de HTA, los dos métodos de screening considerados hoy día más útiles para el estudio de la HTAVR son la gammagrafía renal y el ecodoppler. El eco-doppler es un método no invasivo que combina la imagen ecográfica con la velocidad de flujo arterial, en las arterias estenóticas aumenta el valor de esta. Es el más prometedor de los métodos de screening ya que se puede realizar en cualquier circunstancia clínica y con cualquier nivel de función renal (14). Presenta respecto a la arteriografía una sensibilidad cercana al 90 % y una especificidad alrededor del 95 % (14). En virtud de los hallazgos, fue confirmado el diagnóstico de HTAVR por fibrodisplasia de ambas arterias renales, se sometió inmediatamente al paciente a una dilatación con angioplastia transluminal percutánea con balón Galleze 5.0 x 20, en el cual se realizaron tres insuflaciones a presión máxima quedando con un diámetro final de 5,5 (diámetro referenciales, vaso renal izquierdo: 6,0 y vaso derecho: 6,4), el resultado angiográfico fue satisfactorio con lesiones residuales mínimas (Figura 3) volviendo a valores de presión arterial normales luego de la intervención realizada a las 24 horas tras la dilatación, sin tratamiento médico antihipertensivo posterior. Actualmente, a un año del procedimiento, el paciente se encuentra asintomático, con función renal normal y mantiene un buen control de cifras de presión arterial únicamente con tratamiento no farmacológico. El seguimiento de la vascularización renal se Sin embargo, la arteriografía renal es la única prueba, considerada, imprescindible para el diagnóstico de esta enfermedad (15), pero al tratarse de una prueba invasiva se recurre a otros estudios de screening antes de realizar este procedimiento. En nuestro paciente se le realizó en primer lugar una ecografía-doppler renal y luego la arteriografía e inmediatamente se procedió a realizar la angioplastia con balón, ya que la arteriografia permite actuación terapéutica mediante la dilatación intraluminal percutánea. Los objetivos del tratamiento de la HTAVR se centran en la reducción de la morbimortalidad asociada, mediante la normalización de las cifras de presión arterial y la conservación de la función renal. Para lograr esto, la angioplastia transluminal percutánea renal está definida como el principal tratamiento para la fibrodisplasia uni o bilateral (15). Existen diversos procedimientos para la revascularización, a nivel nacional es de preferencia la angioplastia con balón, en el cual se dilata la arteria estenótica REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 38 Fibrodisplasia Bilateral de las Arterias Renales. Reporte de un caso clínico. mediante un catéter provisto de un balón hinchable que se introduce a través de la punción de una arteria femoral. Los resultados son satisfactorios en alrededor de 71 % de las HTAVR secundarias a fibrodisplasia (16). Al paciente se le realizó esta intervención, debido a que posee menor riesgo de complicaciones posteriores en caso de recidiva, en comparación con la angioplastía con stent. El seguimiento tras la angioplastia es necesario debido a que la reestenosis en la fibrodisplasia de la arteria renal es de un 10 % de los casos (14), e incluso se puede producir deterioro de la ARTÍCULO CLÍNICO función renal manteniendo cifras tensionales normales (17). En nuestro paciente su seguimiento a un año del procedimiento se encuentra normal, sin embargo debe realizarse estudios periódicamente para analizar la posibilidad de reestenosis en el futuro. Por lo tanto, es necesaria la realización de un estudio más riguroso, tanto en atención primaria y secundaria para el diagnóstico de HTS en Chile, ya que generalmente esto no es realizado, con el fin de evitar daños a órganos blancos y otras consecuencias futuras. La fibrodisplasia es una causa de hipertensión secundaria potencialmente corregible y reversible (18), que es necesario ir a buscarla para evitar su progresión. BIBLIOGRAFÍA 1. Gobierno de Chile. Ministerio de Salud. II Encuesta Calidad de Vida y Salud, Chile 2006 2. Gobierno de Chile. Ministerio de Salud. Encuesta Nacional de Salud, Chile 2003 3. Borja H. Hipertensión arterial secundaria Introducción. Rev. Hipertensión 2007; 15:3-4. 4. Olin JW. Atherosclerotic renal artery disease. Cardiol Clin 2002; 20(4):547-62. 5. 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INTRODUCCIÓN La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad de evolución crónica, progresiva y letal. Se caracteriza por un espesamiento de las secreciones, debido a un trastorno del transporte de cloro y sodio por las células epiteliales (1), secundario al mal funcionamiento de la proteína CFTR, que actúa como canal de cloruro y que se expresa casi exclusivamente en las células de epitelios secretores (2,3). Las manifestaciones clínicas principales son la enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia pancreática exocrina y concentración elevada de electrolitos en el sudor (2). La FQ constituye la enfermedad autosómica recesiva letal más frecuente en la raza blanca, se produce por una mutación en el gen que codifica la proteína CFTR, siendo la más común la mutación heterocigota ∆F 508 (4). La incidencia en Norteamérica y Europa Occidental es de 1/2000 a 1/2500 recién nacidos (RN) vivos (5), alcanzando una sobrevida en países desarrollados que supera los 30 años (1). En Chile, se ha estimado una incidencia de 1/4000 RN (5), con una sobrevida promedio de 12 años (2), debiendo existir aproximadamente 400 niños con FQ, por lo que el subdiagnóstico es superior al 50% (2). La enfermedad respiratoria como forma de presentación primaria ocurre en aproximadamente un 40% de los casos (1) y se encuentra en un 95% de los pacientes con FQ (2). Son las complicaciones de ésta, las que le dan el mal pronóstico a la enfermedad (6). Sin embargo, es importante tener siempre presente las demás formas de presentación, las cuales varían según edad, para evitar así el subdiagnóstico. Es importante destacar, que frente a la mínima sospecha de FQ, debe solicitarse Test del sudor, que hoy en día constituye el examen para la comprobación del diagnóstico (1). Presentamos el caso de un niño de 6 años de edad, con antecedente de reiteradas hospitalizaciones por causa respiratoria, desde el mes de vida, el cual recibió un diagnóstico tardío de FQ, a pesar de que la sospecha de que padecía la enfermedad se mantuvo por más de cuatro años. El objetivo de este reporte, es destacar la importancia del diagnóstico oportuno en FQ, pues en nuestro país resulta imperioso disminuir los niveles de subdiagnóstico y diagnóstico tardíos, dada la relación existente entre diagnóstico oportuno y mejoría del pronóstico (2). Así también, poner de manifiesto que es deber del médico el estudio atingente a las manifestaciones clínicas y continuar su seguimiento en la patología crónica. PALABRAS CLAVE: Fibrosis quística; diagnóstico tardío; enfermedad pulmonar. PRESENTACIÓN DEL CASO Presentamos el caso de un niño de 6 años de edad, con antecedente de vólvulo de intestino delgado a los dos días de vida y suboclusión intestinal a los 10 meses. Presenta reiteradas hospitalizaciones por causa respiratoria, comenzando al mes de vida por una bronquiolitis sobreinfectada, incluyendo bronconeumonia bacteriana con atelectasia al año de edad y neumonía adquirida en la comunidad atípica a los cinco años y medio de vida. Presenta además diagnóstico de síndrome bronquial obstructivo recurrente. Durante los cuatro últimos años en los cuales transcurren estos eventos, se solicita test del sudor en tres oportunidades, cuyos resultados no se obtienen. El paciente se encuentra constantemente con tos con expectoración, principalmente matutina. En el 2009 comienza con controles en pediatría, donde está en tratamiento con budesonida y levocetirizina. En abril de 2010 presenta un cuadro de 2 semanas de evolución, caracterizado por aumento de la tos y expectoración mucosa, compromiso del estado general y palidez, por lo que acude al servicio de urgencia del hospital Padre Hurtado, pesquisándose al examen físico, taquicardia, polipnea, fiebre de hasta 39°C y saturación de 91% con oxigeno ambiental. Presenta signos de hipoxia crónica, como hipocratismo digital. Al examen físico pulmonar, se encuentran crepitaciones en el lóbulo superior derecho. Por sospecha de FQ, el paciente es hospitalizado y comienza tratamiento con desoxirribonucleasa humana y salbutamol, agregándose tratamiento antibiótico empírico con ceftazidima, amikacina y cloxacilina. Se realiza una tomografía axial computada (TAC) (Figura 1) y exámenes para diagnóstico de FQ, entre los cuales se realizan dos test de sudor, los cuales resultan positivos, con valores de 124 mEq Na mmol/L y 123 mEq Cl mmol/L (valor normal < 60 mEq mmol/L). Para evaluar el compromiso sistémico de la enfermedad, se realizan exámenes de hematología general, diagnosticándose anemia normocítica normocrómica con hemoglobina de 12,3 g/dL (Tabla 1). El laboratorio hepático se encuentra sin alteraciones. También, se aprecia una creatinina de 0,3 mg/dl (Tabla 1). Mediante el examen físico y las alteraciones en la TAC (Figura 1), se evidencia daño pulmonar crónico. Se realiza una espirometría, que muestra una disminución de la CVF sin un patrón claro obstructivo ni restrictivo. A través de una ecografía abdominal, se aprecia un cálculo de 12mm de diámetro en la vesícula, la cual se encuentra distendida (Figura 2), por lo que se diagnostica colelitiasis. La vía biliar se encuentra sin alteraciones. Además, se pesquisa insuficiencia pancreática exocrina, evidenciada por la disminución de REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 40 Diagnóstico tardío en Fibrosis Quística. enzimas pancreáticas y un test de esteatocrito ácido de 41%. El peso al ingreso es de 18 Kg midiendo 111 cm con un IMC de 14,6 correspondiendo a eutrófico, de acuerdo a las tablas del Ministerio de Salud según IMC (percentil 25) y Talla/Edad (percentil 10). FIGURA 1. Tomografía axial computada de tórax. ARTÍCULO CLÍNICO TABLA 1. Exámenes generales de laboratorio. EXAMEN RESULTADO VALOR REFERENCIA 122 mg/dL [60-100] 12 mg/dL [5-18] Química Glucosa Nitrógeno ureico Urea 25 Transaminasa GOT/ASAT 37 U/I [0-37] Transaminasa GPT/ALT 31 U/I [0-41] Fosfatasa alcalina 275 U/I [40-269] 0,30 mg/dL [0,7- 1,2] Calcio 9,5 mg/dL [8,8-10,8] Fosforo 4,1 mg/dL [2,7-4,5] 3,7 g/dL [3,8-5,4] 7 mg/L [0-5] 141 mEq/L [135-145] Creatinemia Albumina Proteína C reactiva Electrolitos Sodio TAC de tórax en que se evidencian signos de neumopatía crónica bilateral, múltiples bronquiectasias, algunas con contenido en su interior compatibles con tapones mucosos, se observan además, imágenes en patrón de mosaico. Potasio 3,9 mEq/L [3,5-5,0] Cloro 106 mEq/L [98-110] FIGURA 2. Ecotomografía abdominal. pH 7,379 mm Hg [7,35-7,45] Gases PCO2 37,4 mm Hg [35-46] PO2 39,3 mm Hg [71-104] HCO3 21,6 mmol/L [21-26] CO2 T BE 22,7 -3 mmol/L % SAT 72,2 % Tipo de muestra Venoso [-2 - -3] Hematología general Recuento leucocitos 23,1x103/uL [5-14,5] Segmentados 70,4% [30-50] Linfocitos 20,3% [20-40] Recuento de eritrocitos 4,5x10 /uL [4,5-6,0] Hemoglobina 12,3 gr/dL [14-17,5] Hematocrito 36% [40-52] VCM- Volumen corpuscular medio 80 fl [72-88] HCM-Hb Corpuscular media 27,3 pg [22-34] CHCM Conc.Hb Corpuscular media 34,2% [32-36] 631x103/uL [217-497] Recuento de plaquetas Ecotomografía abdominal que muestra vasícula de paredes finas, parcialmente distendida, con cálculo móvil de 12 mm de diámetro. 6 El tratamiento al alta es ácido ursodeoxicólico 500 mg /día vía oral para el tratamiento de la colelitiasis, régimen con 2 comidas, 2 postres y Pediasure 20% 250ml por 4 veces al día, ya que aunque se mantiene eutrófico, se evidencia una desaceleración en su curva de crecimiento. ADEK 1 cápsula/día vía oral como suplemento vitamínico. También, se trata con enzimas pancreáticas REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 41 Diagnóstico tardío en Fibrosis Quística. suplementarias y desoxirribonucleasa humana recombinante para el manejo de la fibrosis quística. Actualmente se encuentra en control en Policlínico de pediatría, broncopulmonar y nutrición además de kinesioterapia respiratoria. DISCUSIÓN Con respecto al proceso diagnóstico, si bien fue tardío, este se realizó según las normas internacionales para el diagnóstico de FQ, incluyendo el test del sudor, estudio genético, gastrointestinal, respiratorio y la adecuada evaluación nutricional. En este último punto, cabe destacar que el paciente presenta un IMC acorde a su edad según las tablas del Ministerio de Salud, pero el paciente presenta un descenso en la velocidad de crecimiento de acuerdo a su curva, por lo que se da tratamiento con suplementos dietarios. Además en el laboratorio, se pesquisó una anemia normocítica normocrómica sugerente de enfermedad crónica y que en la FQ se relaciona con un retraso pondoestatural. Junto con lo anterior, se demostró una creatinina plasmática de 0,3 mg/dl, para un valor mínimo de 0,7 mg/dl, lo que hace pensar en una emaciación muscular producto de la FQ. En Chile, la sobrevida de la fibrosis quística es de aproximadamente 12 años, en contraste con países desarrollados, en los cuales la sobrevida es superior a los 30 años. Esto se explica, en parte, en que el proceso diagnóstico y la edad a la cual este se realiza, son esenciales para el pronóstico y la sobrevida de estos pacientes (1). ARTÍCULO CLÍNICO dros respiratorios a repetición y signos claros de hipoxia crónica, los cuales permiten la sospecha de la enfermedad, además, son las complicaciones de estos cuadros respiratorios, las que le dan el pronóstico al paciente, debiéndose poner especial atención en ellas. A pesar de que en reiteradas ocasiones se pidieron los test del sudor, los resultados de estos no se obtuvieron por causas que desconocemos. El retraso en el diagnóstico de este paciente, al parecer, no se debió a una mala interpretación clínica o sindromática del cuadro, ni tampoco al hecho de que fuera un cuadro atípico o de que no haya estado la sospecha clínica, si no a una falta de seguimiento por parte del personal de salud. De haberse tomado las medidas necesarias de seguimiento del paciente y de la certeza de la realización de exámenes, el diagnóstico hubiese sido con mucha anterioridad, teniendo posiblemente una mayor sobrevida y una función pulmonar y pancreática en mejor estado. Es responsabilidad del personal de salud, el seguir acuciosamente a los pacientes, aun más si se sospecha una enfermedad con un pronóstico tal como la FQ. En el contexto de que el nivel de subdiagnóstico en nuestro país es superior al 50%, el seguimiento durante el proceso diagnóstico es fundamental para disminuir este porcentaje, sin dejar de lado los gastos económicos y emocionales para la familia de los pacientes. Además, muchas veces, los pacientes son diagnosticados con otras patologías, lo que deriva en gastos innecesarios para el sistema de salud. Sería interesante, entonces, preguntarse cual es el valor real que tendría en la disminución del subdiagnóstico, la pesquisa temprana de la patología y el seguimiento de los pacientes en los cuales se sospecha esta enfermedad. En el paciente que presentamos, el diagnóstico de FQ se hizo a la edad de 6 años, pese a que el paciente tiene antecedentes de cua- BIBLIOGRAFÍA 1. Ministerio de Salud. Guía Clínica Fibrosis Quística Santiago: Minsal, 2007. 2. Sánchez D. Ignacio, Pérez H. M. Angélica, Boza C. M. Lina, Lezana S. Viviana, Vila I. M Alejandra, Repetto L. Gabriela et al. 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Pneumococcal Endocarditis in an adult patient: Case report and review of the literature. Fabián Elgueta P.1, Rodrigo Cruz N.1, Gonzalo Labarca T.1, Juan Cristóbal C.2, Luis Thompson M.3 (1) Alumno Facultad de Medicina, Clínica Alemana de Santiago y Universidad del Desarrollo de Santiago, Chile. (2) Medicina Interna, Clínica Alemana de Santiago - Hospital Padre Hurtado, Chile. (3) Docente Facultad de Medicina, Clínica Alemana - Universidad del Desarrollo, Chile. Recibido el 4 de noviembre de 2010. Aceptado el 10 de noviembre de 2010. INTRODUCCIÓN La Endocarditis Infecciosa es una seria infección del endocardio, particularmente válvulas cardiacas. Se asocia a pacientes con una anormal anatomía del corazón, en combinación con exposición a microorganismos proveniente de diversas fuentes y actividades de alto riesgo. En las últimas tres décadas se ha mantenido la incidencia de esta enfermedad, estimándose en 2-4 casos por 100.000 personas- año (1). El diagnóstico se realiza en base a la historia clínica, examen físico y apoyo a través de exámenes de imágenes y laboratorio. La Endocarditis Infecciosa puede ser causada por una amplia variedad de hongos y bacterias. Dentro de estas últimas se reconoce frecuentemente gérmenes cocos Gram-Positivo como Streptococcus viridans, Staphylococcus aureus, Enterococcus y también bacilos Gram-Negativos pertenecientes al Grupo HACEK (20). Streptococcus pneumoniae (SP) es una causa poco frecuente de endocarditis bacteriana en adultos. Se estima que antes de la introducción de la Penicilina en la década de los 40, la incidencia de Endocarditis por Streptococcus pneumoniae (ES), pasó de un 15% (2) a menos de un 3% (3). Sin embargo, la real incidencia y los factores predisponentes aún no están bien establecidos. En la era preantibiótica la mayoría de los casos eran diagnosticados en autopsias (2), Actualmente, la mortalidad por ES es alta (2060%) con una rápida destrucción valvular, siendo ésta la causa más frecuente de muerte (2, 3, 4,10). A continuación presentamos el caso de un hombre de 77 años con diagnóstico ES. En relación a este caso, se discute sobre los factores de riesgo, diagnóstico y tratamiento. PALABRAS CLAVE: endocarditis infecciosa, Streptococco Pneumoniae, endocarditis atípica. PRESENTACIÓN DEL CASO Paciente de sexo masculino de 77 años de edad, con antecedentes de Hipertensión Arterial en tratamiento; esplenectomía sin vacunación en relación al procedimiento; operado de Cáncer de Próstata y hemicolectomía izquierda con colostomía terminal por enfermedad diverticular. Consulta al servicio de urgencia de Clínica Alemana de Santiago el 14 de agosto de 2007, por un cuadro febril de 5 días de evolución acompañado de compromiso del estado general. Al ingreso el paciente se encuentra vigil, lúcido y orientado en su esfera temporal, espacial y autosíquica; presenta una presión arterial de 110/56 mmHg, frecuencia cardiaca de 102 lpm, frecuencia respiratoria de 20/min, temperatura 38, 3 ºC, saturando 93% ambiental. Al examen físico general, no se observan lesiones petequiales, los pulsos periféricos están presentes y simétricos en todas sus extremidades, sin presencia de edema. Al examen segmentario, el murmullo pulmonar y las vibraciones vocales estaban conservados sin ruidos patológicos agregados; el examen cardíaco reveló un soplo sistólico II/VI en foco aórtico sin irradiación a carótidas, con un ritmo regular en dos tiempos; en el examen abdominal se evidenció una hernia no complicada en línea media; examen otológico y rinosinusal sin alteraciones. Los resultados de laboratorio al ingreso, mostraban una leucocitosis con desviación izquierda (Tabla 1). El paciente es ingresado a la unidad de tratamiento intermedio con diagnostico de cuadro séptico en evolución. Se inicia terapia antibiótica empírica con Ceftriaxona y Moxifloxacino y se solicitan hemocultivos, encontrando desarrollo de Streptococcus pneumoniae sensible a Penicilina. Radiografía de Tórax y TAC de tórax-abdominal normal. Se realiza Ecocardiograma transesofágico que arrojó como resultado una Endocarditis Infecciosa de Válvula Aórtica en un paciente portador de válvula bicúspide, asociado a estenosis severa (AVA 0,7 cm2) e insuficiencia moderada; con una FE de 55% (Figura 3.) Se decide continuar la terapia antibiótica con Ceftriaxona, suspendiendo moxifloxacino. El paciente evoluciona con caída de la curva febril, sin elementos embólicos ni de insuficiencia cardíaca. A los 14 días de tratamiento con antibióticos, presenta nueva alza febril de 38ºC, razón por la cual, se realiza un nuevo ecocardiograma transesofágico, dando como resultado, un engrosamiento sospechoso de un absceso en formación situado en el anillo aórtico en relación al seno coronario izquierdo y una leve hipertrofia concéntrica del VI. Con este antecedente se decide traslado a la Unidad Coronaria para monitorización y evaluación por el equipo de cirugía, la cual culminó en un reemplazo valvular aórtico CE Paramounth #23, el día 30 de Agosto, sin incidentes (Figuras 1 y 2). El paciente evoluciona favorablemente, y luego de 28 días de hospitalización es dado de alta en buenas condiciones generales y con resolución de su patología de base. REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 43 Endocarditis por Streptococcus Pneumoniae en adultos: Reporte de un caso y revisión de la literatura. ARTÍCULO CLÍNICO TABLA 1. Exámenes de laboratorio de ingreso. Hemoglobina 11,9 g/dL Hematocrito 34,80% VCM 97,2 fL Glucosa 99 mg/dL BUN 12,3 mg/dL Albumina 3,0 g/dL Gases y Electrolitos pH 7,4 mmHg pCO2 31.9 mmHg HCM 33.1 pg Transaminasa GOT 33 U/L pO2 111,3 mmHg Leucocitos 13800 /mm3 Transaminasa GPT 30 U/L HCO3 22,7 mmol/L Baciliformes 14% RAN 10253 /mm3 Plaquetas 162000 VHS 77 mm/h GGT 70 U/L LDH 306 U/L Calcio 7,9 mg/dL Creatinina 1,09 mg/dL BE - 0,9 mmol/L Sodio 122,7 mEq/L Potasio 3,3 mEq/L Cloro 97.0 mEq/L PCR 14,30 (VN 0-1) FIGURA 1. Imagen que muestra vegetaciones en válvula aórtica. FIGURA 2. Múltiples vegetaciones en válvula aórtica. DISCUSIÓN La endocarditis por Streptococcus pneumoniae es una infección de curso agresivo que conlleva a una rápida destrucción valvular y altas tasas de mortalidad (8, 21). Suele presentarse como promedio de edad a los 50 años, la relación hombre:mujer es de 2,5:1 (2). Con el desarrollo de la era antibiótica, la endocarditis por Streptococcus pneumoniae ha pasado a ser una patología poco frecuente (2,3,5,6). No conocemos la incidencia exacta de esta enfermedad, sin embargo, algunos estudios plantean rangos que van de un 1 a 3% de todos los casos de endocarditis en válvulas nativas (3,4). En estudios más recientes se estima una incidencia de 0,6 a 3 casos por millón de habitantes (4). A nivel nacional, no se conoce con exactitud la epidemiología de esta enfermedad, sin embargo se han reportado casos en adultos y niños de forma esporádica. Toro et al, en 1984, publican una serie de 12 niños con Endocarditis Infecciosa (EI), en un análisis retrospectivo de 11 años, describiendo en un caso de ESP, en un Preescolar de dos años, de sexo masculino, con defecto del Septum Ventricular (18). En el año 2003, Oyonarte et al, publican los resultados del estudio colaborativo nacional de endocarditis infecciosa, donde se estudiaron 321 pacientes en 35 centros de todo Chile entre los años 1998 y 2002; encontrando 39 casos REVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 44 Endocarditis por Streptococcus Pneumoniae en adultos: Reporte de un caso y revisión de la literatura. por Streptococcus no Viridans, correspondiendo al 19,2% de los hemocultivos positivos, donde se menciona al SP como agente etiológico; sin embargo sin detalle del número de casos afectados (20). Finalmente Bahamondes et al, en una publicación de 2008, en que se analizaron 32 casos de EI que requirieron intervención quirúrgica, describen un caso por neumococo, correspondiendo al 3,1% de la serie (21). Dentro de los factores de riesgo para desarrollar endocarditis neumocócica se encuentran defectos en la agregación de anticuerpos, defectos cuantitativos o cualitativos de neutrófilos y/o una anormal función del sistema reticuloendotelial (2, 8), como se observa en los pacientes esplenectomizados (9). En estos pacientes, el desarrollo de endocarditis puede tener un intervalo de tiempo prolongado, y no es bien conocido el riesgo/beneficio que aporta la profilaxis con penicilina (10). Dado que la vacuna antineumocócica es eficaz para prevenir la bacteremia por neumococos en un 60% a 80% de estos pacientes, también podría prevenir el desarrollo de una endocarditis bacteriana (10). El tabaco, la infección respiratoria reciente y EPOC, al alterar los mecanismos de depuración local, son también considerados factores de riesgo para la enfermedad invasiva neumocócica, como también lo son las edades extrema de la vida, cirrosis, malnutrición, uso de corticoides crónico, diabetes mellitus, VIH, inmunodeficiencia congénita (2,10) y sobretodo el alcoholismo, que ha demostrado estrecha relación con la endocarditis neumocócica (2, 5, 11). En último término se ha visto una asociación entre endocarditis por neumococo y dificultades para recibir la vacuna antineumocócica (2,10,13,14). ARTÍCULO CLÍNICO tico temprano de la enfermedad, se suma el tratamiento médico y quirúrgico. Se ha observado que la endocarditis neumocócica sobre la válvula tricúspide tiene un mejor pronóstico que cuando ocurre sobre el corazón izquierdo. La endocarditis sobre esta válvula es bien tolerada, especialmente cuando el paciente es joven y no presenta hipertensión pulmonar previa ni disfunción miocárdica. Sin embargo, hay que recordar que el compromiso aislado de la válvula tricúspide representa menos del 1% de los casos de endocarditis (13). La presentación clásica de la endocarditis neumocócica es la triada de Osler que consiste en neumonía, meningitis y endocarditis, que se da preferentemente en pacientes de edad avanzada (2,10). No suele haber estigmas periféricos de endocarditis (petequias, nódulos de Osler, púrpura) y tampoco se asocia a esplenomegalia (6) por lo que el diagnóstico suele retardarse, debido a la baja sospecha clínica. La puerta de entrada clásica es el pulmón (82,2%) pero menos frecuentemente puede ocurrir en otros sitios extrapulmonares (13,7%) como la vía nasal, faríngea u oídos (2,15). Se ha visto que el curso que sigue la enfermedad es de una aparente recuperación de la infección primaria, seguida de fiebre, sepsis y falla cardíaca (2). Esto se relaciona con una destrucción agresiva de las válvulas cardíacas, preferentemente del lado izquierdo del corazón, con predilección por la válvula aórtica (4,13). Según el estudio de Aronin y cols., el 13,2% de los casos tenían afectación de como mínimo 2 válvulas. Al afectar con más frecuencia la válvula aórtica, la ES se asocia a mayor compromiso hemodinámico, falla cardíaca congestiva, edema pulmonar y shock (4). Las secuelas cardíacas y extracardíacas son comunes, en particular la inestabilidad hemodinámica secundaria a perforación de válvula, embolias (primero inespecíficas, luego cerebro y grandes vasos), shock y otras como artritis séptica y abscesos paraespinales (2). En la revisión de Aronin y cols., donde se estudiaron 197 casos de endocarditis por neumococo en adultos, la mortalidad en los pacientes que recibieron tratamiento médico y quirúrgico fue del 32%, mientras que en aquellos que recibieron sólo tratamiento antibiótico la mortalidad fue del 62%, lo que permite concluir que el pronóstico mejora en aquellos casos en que a un diagnósREVISTA ANACEM. VOL.4 (2010) 45 Endocarditis por Streptococcus Pneumoniae en adultos: Reporte de un caso y revisión de la literatura. ARTÍCULO CLÍNICO BIBLIOGRAFÍA 1. Tleyjeh IM, Steckelberg JM, Murad HS, Anavekar NS, Ghomrawi HM, Mirzoyev Z, et al. Temporal trends in infective endocarditis: a population-based study in Olmsted County, Minnesota. JAMA. Jun 22 2005;293(24):3022-8. 2. Aronin S, Mukherjee S, West J, Cooney E. Review of Pneumococcal Endocarditis in Adults in the Penicillin Era. Clin. Infect. Dis. 1998; 26:165-71. 3. Uemura L, Grassi N, Cazarin L. Pneumococcal Endocarditis of subacute evolution. 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