Revista - Asociación Colombiana de Endocrinología
Transcripción
Revista - Asociación Colombiana de Endocrinología
ISSN 2389-9786 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo www.endocrino.org.co Bogotá D.C., Colombia EN ESTA EDICIÓN Desarrollo de la fuerza muscular en niños como estrategia para disminuir el riesgo de enfermedad cardiometabólica Vías de señalización anabólicas en el hueso y su potencial aplicación en la terapéutica Manejo de pacientes con diagnóstico de adenoma hipofisario productor de prolactina. Experiencia del Hospital San José Dosis de levotiroxina varía según la etiología del hipotiroidismo y el peso corporal Aportes colombianos a la tiroidología Paciente con un caso poco frecuente de HTA: pseudohipoaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon Una publicación de la Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 2 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Créditos Editor General Enrique Ardila Ardila, MD. (Bogotá, Colombia) Comité Editorial Luz Ángela Casas Figueroa, MD. (Cali, Colombia) Roberto Franco Vega, MD. (Bogotá, Colombia) Alfredo Federico Jácome Roca, MD. (Bogotá, Colombia) William Rojas García, MD. (Bogotá, Colombia) Comité Científico Consultor Ernesto Bernal-Mizrachi, MD. (Ann Arbor, Estados Unidos) Jorge Eduardo Caminos Pinzón, MSC. PhD. (Bogotá, Colombia) Marco Danon, MD. (Miami, Estados Unidos) Gustavo Duque Naranjo, MD. PhD. FRACP. (Sydney, Australia) Camilo Jiménez Vásquez, MD. (Houston, Estados Unidos) Guido Lastra González, MD. (Columbia, Estados Unidos) Fernando Lizcano Losada, MD. PhD. (Bogotá, Colombia) Carlos Olimpo Mendivil Anaya, MD. PhD. (Bogotá, Colombia) Andrés Julián Muñoz Muñoz, MD. (Ann Arbor, Estados Unidos) Alexia Peña Vargas, MD. PhD. FRACP. (Adelaide, Australia) Myriam Sánchez de Gómez, MSC. (Bogotá, Colombia) Coordinación Editorial Natalia Andrea Arcila Murcia Junta Directiva 2013 – 2015 Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Presidenta: Dra. Luz Ángela Casas Figueroa, MD. (Cali, Colombia) Vicepresidente: Dr. William Rojas García, MD. (Bogotá, Colombia) Secretario: Dr. Alejandro Alberto Castellanos Pinedo, MD. (Montería, Colombia) Director Financiero: Dr. Leonardo Javier Rojas Melo, MD. (Bogotá, Colombia) Fiscal Médico: Dr. Francisco Óscar Rosero Olarte, MD. (Villavicencio, Colombia) Presidente Capítulo Bolívar Grande: Dr. Orlando Carlos Castañeda López, MD. (Cartagena, Colombia) Presidente Capítulo Caribe: Dr. Tulio Florentino Juárez Romero, MD. (Barranquilla, Colombia) Presidente Capítulo Central: Dr. Luis Fernando Dorado Palacios, MD. (Bogotá, Colombia) Presidente Capítulo Eje Cafetero: Dr. Alejandro Pinzón Tovar, MD. (Neiva, Colombia) Presidente Capítulo Noroccidente: Dr. Esdras Martín Vásquez Mejía, MD. (Medellín, Colombia) Presidente Capítulo Nororiente: Dr. Rafael Castellanos Bueno, MD. (Bucaramanga, Colombia) Presidenta Capítulo Suroccidente: Dra. Katherine Restrepo Erazo, MD. (Cali, Colombia) Producción e impresión Producciones Científicas, LTDA. Revisión médica: Dr. Carlos Eduardo Rodríguez L, MD. Diseño y diagramación: Óscar E. Agudelo, José V. Casallas Corrección de estilo: Nancy Farfán Barreto Comercialización: Marcela Martínez ([email protected]), Vannesa Flórez ([email protected]). Índice Editorial 4 Artículo de Revisión Desarrollo de la fuerza muscular en niños como estrategia para disminuir el riesgo de enfermedad cardiometabólica Vías de señalización anabólicas en el hueso y su potencial aplicación en la terapéutica 5 12 Artículo Original Manejo de pacientes con diagnóstico de adenoma hipofisario productor de prolactina. Experiencia del Hospital San José 20 Dosis de levotiroxina varía según la etiología del hipotiroidismo y el peso corporal 27 Historia de la Endocrinología Aportes colombianos a la tiroidología 33 Página del Residente Reporte de caso y revisión breve Paciente con un caso poco frecuente de HTA: pseudohipoaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon 42 Obituario Efraím Otero Ruiz (1931-2014) Académico multifacético 48 Congresos y Eventos 49 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 3 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Editorial H an pasado 64 años desde la creación de la inicialmente nominada Sociedad Colombiana de Endocrinología, y 59 años desde que se editara el primer volumen de la publicación de la Revista de la Sociedad, bajo la dirección del endocrinólogo fundador, Dr. Antonio Ucrós Cuéllar. Durante varios años se realizaron publicaciones con artículos originales, conferencias y transcripciones de encuentros científicos de la Sociedad pero, por circunstancias adversas, hace tres décadas se dejó de publicar este órgano de producción científica colombiana de tanta importancia. Transcurrieron más de 20 años de silencio y hoy, por solicitud unánime de los miembros de la Asocia- cion Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (ACE), se reinicia la publicación de un medio oficial de transmisión constante del conocimiento de las patologías endocrinas. La ACE, con un carácter fundamentalmente científico, con una misión de educación al médico en todo el territorio colombiano, y con la invaluable colaboración de los doctores ENRIQUE ARDILA y WILLIAM ROJAS, reinicia una labor de expansión del conocimiento a través de la REVISTA COLOMBIANA DE ENDOCRINOLOGÍA DIABETES Y METABOLISMO que hoy tenemos en nuestras manos. Queremos dedicar este primer número al Dr. EFRAÍM OTERO RUÍZ, expresidente y miembro honorario de la ACE, y quien estuvo activo colaborando hasta sus últimos días. El Dr. Otero fue endocrinólogo y médico nucleólogo especializado en EU y dedicó toda su vida a la docencia y a la investigación. Distinguido con múltiples reconocimientos y galardones en sus diferentes cargos como Ministro de Salud, Director de Col- ciencias, Presidente de la Academia Nacional de Medicina, Asesor de la OMS, la OPS y la OEA, Magistrado del Tribunal de Ética Médica, entre otros, y autor de varios libros y más de 200 artículos de investigación que fueron publicados en revistas nacionales e internacionales. Esta revista servirá de vía de difusión de los trabajos de investigación originales que se realicen en Colombia y en el exterior, así como de artículos de revisión, presentaciones de casos y de la historia de la endocrinología. Se editará con una frecuencia de cuatro publicaciones anuales, cumpliendo con la normatividad de una revista internacional. Este primer número contiene artículos originales relacionados con hipotiroidismo y dosis de levoti- roxina, manejo de prolactinomas en un hospital universitario, así como reporte de casos de patologías poco frecuentes como el síndrome de Gordon, artículos de revisión muy completos que nos llevan a profundizar en la osteoporosis y en la disfunción tiroidea, y un artículo de historia de la tiroidología en Colombia. La Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo es la voz de todos y los invito a que participemos de forma continua con aportes de producción científica de excelente calidad, para que logremos dar continuidad a este medio que comunicará nuestros propios avances en endocrinología. Con el dinámico aporte de todos nuestros colegas, ponemos a disposición del cuerpo médico mundial una revista de endocrinología en español que demuestra profundidad científica y da continuidad al creci- miento de la ACE. Seguiremos traspasando fronteras. Luz Ángela Casas Figueroa Presidenta Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 4 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Artículo de Revisión Desarrollo de la fuerza muscular en niños como estrategia para disminuir el riesgo de enfermedad cardiometabólica Patricio López-Jaramillo1, 2, Daniel Dylan Cohen1, 2 Paul Anthony Camacho1, Jessica Hernández-Durán1, 2, Diego Gómez-Arbeláez3 Dirección de Investigaciones, Fundación Oftalmológica de Santander (FOSCAL), Floridablanca, Santander, Colombia 2 Facultad de la Ciencias de la Salud, Universidad de Santander (UDES), Bucaramanga, Santander, Colombia 3 Universidad Santiago de Compostela, España. 1 Autor para correspondencia Patricio López-Jaramillo MD., PhD., FACP. Director de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica Fundación Oftalmológica de Santander-FOSCAL Email: [email protected] Director de Investigaciones Facultad de Medicina - Universidad de Santander Campus Universitario Lagos del Cacique, Bucaramanga-Santander, Colombia Email: [email protected] Resumen L os factores de riesgo para las enfermedades cardiometabólicas (ECM) como la obesidad, la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico tienen su inicio en la infancia. Existe evidencia de que la adiposidad infantil se relaciona con factores de riesgo para presentar enfermedad cardiovascular en la vida adulta, principalmente en la población hispana, en la cual se ha observado mayor vulnerabilidad para desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles. Las altas tasas de morbimortalidad secundaria a enfermedades cardiovasculares en países de medianos y bajos ingresos económicos como Colombia, demanda profundizar en el estudio de los mecanismos que relacionan las bases biológicas y epigenéticas de la programación fetal y el riesgo de presentar ECM. Nosotros hemos publicado evidencias de que nuestra población tiene una alta sensibilidad para presentar inflamación de bajo grado y resistencia a la insulina a menores niveles de adiposidad visceral, asociada a una menor fuerza de empuñadura, la cual es un marcador del contenido de masa muscular. Proponemos que mejorar la condición física, sobre todo la capacidad aeróbica y la fuerza muscular, es una intervención efectiva para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en niños y adolescentes colombianos, al disminuir la masa grasa, los marcadores de inflamación crónica de bajo grado y mejorar la cantidad y calidad de la masa muscular. Palabras clave: programación fetal, obesidad infantil, inflamación crónica de bajo grado, actividad física, fuerza muscular. Abstract Risk factors for cardiometabolic diseases such as obesity, insulin resistance, and metabolic syndrome arise during childhood. There is evidence that adiposity in children is associated with risk factors for cardiovascular disease later in life, particularly among the Hispanic population, where vulnerability for the development of chronic non-communicable diseases is greater. The high mortality and morbidity rates of cardiovascular disease in middle-and low-income countries such as Colombia, makes it necessary to delve deeper into the mechanisms related to the biological and epigenetic basis of fetal programming, and the risk to develop cardiometabolic diseases. Based in our published studies, we have evidence that our population is highly prone to having chronic lowgrade inflammation and insulin resistance at lower levels of visceral adiposity, associated with a weaker handgrip, a muscle mass marker. Therefore, we propose that improving physical condition, more particularly aerobic capacity and muscle strength, is an effective intervention to decrease the risk of cardiovascular disease in Colombian children and adolescents, through a decrease in the fat mass, chronic lowgrade inflammation markers, and an improvement in both the quality and amount of muscle mass. Key words: fetal programming, pediatric obesity, C-reactive protein, chronic low-grade inflammation, physical condition, muscle strength. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 5 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Introducción Los factores de riesgo para las enfermedades cardiometabólicas (ECM) tienen su inicio en la infancia(1). La obesidad, la presión arterial elevada, la resistencia a la insulina, los triglicéridos elevados y el síndrome metabólico (SM) se presentan en niños y adolescentes y tienden a persistir hasta la vida adulta(1). Este fenómeno ha sido bien descrito en los países desarrollados pero es menos conocido en los países de bajos y medianos ingresos económicos(2). Dos estudios epidemiológicos internacionales en los cuales participó Colombia, el INTERHEART(3,4) y el INTERSTROKE(5), demostraron que, en Latinoamérica, la obesidad abdominal es el factor con el mayor riesgo atribuible poblacional para la presencia de un primer infarto agudo de miocardio (IAM) y un primer accidente cerebrovascular (ACV) isquémico o hemorrágico. En verdad, la obesidad abdominal es un factor de riesgo independiente de gran importancia y un fácil predictor de desenlaces cardiovasculares(6). La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado exponencialmente en los últimos años, particularmente en población pediátrica, siendo en la actualidad un problema de salud pública reconocido internacionalmente. Se ha reportado que para el año 2010 hubo 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo(7,8). Esta problemática gana trascendencia si se tiene en cuenta que los niños con sobrepeso y obesidad tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer, a edades más tempranas, enfermedades metabólicas y cardiovasculares(7-9). Uno de los posibles mecanismos que explican la relación entre obesidad y aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) tanto en niños como en adultos, es que el exceso de adiposidad es un determinante constante de inflamación crónica de bajo grado y de resistencia a la insulina, situaciones que tienen un papel fundamental en el desarrollo de aterosclerosis y ECV(10,11). En países de medianos y bajos ingresos económicos como Colombia, se ha visto que el incremento en la incidencia de SM, diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y ECV se asocia a una posible predisposición genética de determinados grupos étnicos que al interactuar con factores medioambientales lleva a una mayor sensibilidad para desarrollar estas condiciones(8). Un ejemplo de esto es la presencia de una mayor susceptibilidad en la población latinoamericana a desarrollar resistencia a la insulina e inflamación de bajo grado a menores perímetros abdominales o de índices de masa corporal(12). Nosotros hemos propuesto que esta mayor susceptibilidad está relacionada con una respuesta adaptativa del feto a una deficiente nutrición materno-fetal(11,12). Bases biológicas y epigenéticas La plasticidad en el desarrollo durante la programación fetal en mujeres gestantes malnutridas da lugar a una respuesta 6 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo adaptativa del feto que permite el crecimiento de ciertos órganos clave como el sistema nervioso, en detrimento de otros como el tejido muscular, las nefronas, los cardiomiocitos y las células beta pancreáticas(11,12). Si las condiciones de la vida intrauterina cambian durante la vida extrauterina, y se da un aumento exagerado de peso debido al consumo de alimentos densos en carbohidratos y grasas y a hábitos sedentarios, las adaptaciones implementadas durante el desarrollo fetal pueden resultar en un desequilibrio grasa/músculo, con individuos que presentan masa muscular disminuida y adiposidad aumentada, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar SM, DM2 y ECV, independientemente de la relación peso/talla que alcance el individuo en la vida adulta (figura 1). El estudio INTERHEART, claramente demostró que individuos con un índice de masa muscular (IMC) menor de 20, pero que se encontraban en los quintiles más altos de adiposidad visceral (evaluada por la relación de los perímetros cintura/cadera) presentaron un aumentado riesgo para sufrir IAM(3,4). Las deficiencias nutricionales durante el periodo de plasticidad del desarrollo fetal pueden tener una influencia a largo plazo mediante la expresión o el silenciamiento de varios genes a través de mecanismos epigenéticos, cambios que son heredables y que resultan en aumento o disminución de la síntesis de proteínas tales como angiotensina II, leptina, y adiponectina, sustancias que se producen en el adipocito y que juegan un papel crítico en el desarrollo de resistencia a la insulina y de ECM(11-14). Actualmente ha quedado bien demostrado que existe una asociación entre el bajo peso al nacer y riesgo de desarrollar hipertensión arterial (HT), DM2 y ECV durante la vida adulta(11,12,15-17). Incluso esta relación podría ser independiente de otros factores de riesgo como tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, obesidad y nivel socioeconómico. Aunque el bajo peso al nacer por sí solo no sería la causa de ECM, la asociación con una rápida recuperación del peso durante el periodo posnatal, el cual se acompaña de una distribución aumentada del contenido de grasa corporal y de bajos niveles de adiponectina, predisponen en el futuro a un mayor riesgo de obesidad y DM2 en la edad adulta y, en consecuencia, de un aumento en el riesgo de mortalidad por ECV(15-17). Impacto de la industrialización, mecanización y urbanización Los rápidos procesos de industrialización, mecanización y urbanización que han experimentado los países latinoamericanos han ocasionado una acelerada transición hacia estilos de vida occidentales, cuyo impacto ha sido diferente en los diversos países de acuerdo con su desarrollo económico y al tiempo que ha transcurrido desde la exposición a estos cambios. En Colombia, gran parte de los habitantes de comunidades rurales han migrado hacia las ciudades como resultado del conflicto Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 armado y el desplazamiento forzado, ocasionando importantes problemas socioeconómicos, cambios en los hábitos alimentarios en respuesta a la oferta cada vez mayor de alimentos procesados más económicos(18,19). Además, el proceso de mecanización es notable en las actividades diarias de trabajo, y también en las de ocio, lo que ha conducido a estilos de vida sedentarios, principalmente en niños, quienes han remplazado los juegos tradicionales activos con alto requerimiento y consumo de energía, por juegos sedentarios frente a la televisión, los videojuegos y el internet. La población colombiana lleva poco tiempo expuesta a estos cambios, por lo que sus respuestas adaptativas a los excesos del estilo de vida moderno son todavía incipientes y esto podría explicar, al menos en parte, el aumento del riesgo de desarrollar ECM(18,19)(figura 1). Figura 1. Mecanismos biológicos y ambientales asociados con un mayor riesgo cardiovascular en la vida adulta FACTORES DE RIESGO MEDIO AMBIENTAL Mujeres gestantes malnutridas Preeclampsia Infecciones crónicas DESARROLLO FETAL In utero VIDA POSNATAL Mecanismos epigenéticos Procesos de industrialización, mecanización y urbanización Dieta rica en carbohidratos y grasas saturadas Pobre actividad física Estilo de vida sedentario Crecimiento del sistema nervioso central Menor número de nefronas Menor número de células pancreáticas β Menor número de cardiomiocitos Menor tejido muscular Bajo peso al nacer EPIDEMIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS Y ADOLESCENTES Resistencia a la insulina Dislipidemia Inflamación crónica de bajo grado Síndrome metabólico Diabetes mellitus 2 en niños y adolescentes VIDA ADULTA Hipertensión arterial Dislipidemias Aterosclerosis Infarto agudo de miocardio Accidente cerebrovascular en edades más tempranas INCREMENTO DE LA MORTALIDAD POR ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR El tejido adiposo como órgano endocrino El tejido adiposo no es sólo un depósito de energía, sino también un órgano secretor activo que libera a la circulación factores del complemento y citocinas proinflamatorias, particularmente interleucina 6 (IL-6) y factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Estas citocinas estimulan la producción hepática de proteína C-reactiva (PCR), un marcador inflamatorio de alta sensibilidad para inflamación sistémica y que se ha demostrado como un predictor de ECV(20). Estudios realizados en niños de los países desarrollados han demostrado que la asociación entre los factores de riesgo cardiovascular y las concentraciones de PCR es similar a la encontrada en adultos(21-23). El estado de inflamación crónica de bajo grado se asocia con deterioro de la función del endotelio vascular, disminuida capacidad de producir óxido nítrico, y vasoconstricción periférica(24). Un estudio transversal realizado por nuestro grupo durante los años 2003-2004, que incluyó 325 niños y niñas escolares entre 9 y 11 años, de la ciudad de Bucaramanga(13) demostró una correlación directa y progresiva entre niveles de adiposidad, concentraciones de PCR y presión arterial sistólica (PAS). Este estudio demostró que en nuestra población pediátrica existe una relación positiva entre niveles de adiposidad y marcadores de inflamación crónica de bajo grado, pero que el nivel de adiposidad a la cual se incrementa la PCR es menor en relación a lo reportado en niños de países desarrollados(20, 21). Estos resultados nos llevaron a proponer que nuestra población tiene una mayor sensibilidad para desarrollar inflamación de bajo grado a menores niveles de adiposidad visceral, situación que estaría relacionada con la contradicción entre la programación fetal y los rápidos cambios en los hábitos de vida que llevan a que los niños de países de medianos y bajos ingresos económicos, especialmente aquellos nacidos con bajo peso para la edad gestacional, presenten una composición corporal que favorece la acumulación de grasa a cambio de un menor desarrollo de masa muscular(8, 19). En perspectiva de estudiar esta propuesta, desde el año 2011 iniciamos el desarrollo del proyecto ACFIES (asociación entre la capacidad cardiorrespiratoria, la fuerza muscular y la composición corporal con factores de riesgo metabólico en niños colombianos), con financiamiento de la Alcaldía de Bucaramanga y de la Fundación MAPFRE de España y con la colaboración de la Universidad Metropolitana de Londres y el Hospital Nacional de Niños de Washington D.C. Actualmente nos encontramos estudiando las variaciones epigenómicas del tejido graso en relación al IMC, a los niveles de adipocitocinas y a las interacciones con la medición de masa y función muscular en escolares de Bucaramanga, diferenciados por peso al nacer y nivel socioeconómico, en comparación con escolares de ascendencia hispana que viven en Washington y con niños caucásicos de la misma ciudad. En la tabla 1 se muestra la esRevista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 7 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Tabla 1. Características demográficas y antropométricas de la población Edad (años) Peso (kg) Total (n=669) Niñas (n=318) Niños (n=351) Valor P 11,52 ± 1,13 11,52 ± 1,10 11,51 ± 1,16 0,838 40,08 ± 10,07 40,33 ± 9,77 39,86 ± 10,35 0,636 Talla (m) 1,45 ± 0,09 1,46 ± 0,08 1,44 ± 0,09 0,339 IMC (kg/m2) 18,87 ± 3,61 18,81 ± 3,52 18,93 ± 3,68 0,004 Circunferencia 65,95 ± 9,73 abdominal (cm) 64,86 ± 9,02 66,92 ± 10,24 0,005 Estado Tanner 1 368 (55,1) 149 (47,0) 219 (62,4) 0,004 2 208 (31,8) 110 (35,3) 98 (28,7) 0,308 3 78 (11,7) 53 (16,7) 25 (7,1) 0,249 Clasificación del peso (%) Bajo peso 29 (4,41) 9 (2,9) 20 (5,8) 0,739 Peso normal 479 (69,9) 240 (77,2) 239 (68,9) 0,041 Sobrepeso 85 (12,9) 42 (13,5) 43 (12,4) 0,879 Obesidad 65 (8,8) 20 (6,4) 45 (12,9) 0,436 tadística descriptiva de los niños y niñas participantes en el estudio(25-26). Los primeros resultados obtenidos en este estudio demuestran que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en el total de los participantes fue de 22,8% (12,92% sobrepeso y 9,88% obesidad) (tabla 1). Observamos, además, una relación inversa entre la fuerza muscular ajustada por masa corporal con algunos factores de riesgo cardiovascular específicos como: triglicéridos, PCR, índice de resistencia a la insulina (índice HOMA), presión arterial sistólica (PAS) y presión arterial de Endocrinología Diabetes&Metabolismo diastólica (PAD) y marcadores inflamatorios en los niños con sobrepeso y obesidad. Adicionalmente, encontramos que a menores cuartiles de fuerza muscular se presentaron mayores valores en el puntaje de riesgo metabólico (figura 2), confirmando resultados previos que demuestran que en la población colombiana existe una mayor predisposición para presentar una respuesta inflamatoria con niveles de adiposidad más bajos que los reportados para la población caucásica, lo que posiblemente se asocia a largo plazo a un mayor riesgo de desarrollar ECV y enfermedad metabólica. Estos resultados concuerdan con los reportados en otros estudios como el estudio AVENA (acrónimo en inglés para Diet and Assessment of the Nutritional Status in Adolescents) realizado con 2.859 adolescentes españoles en los que se encontró que bajos niveles de aptitud física están relacionados con mayor riesgo de enfermedades cardiometabólicas. Además, se ha observado que el mayor riesgo de desarrollar SM en individuos con bajo peso al nacer, desaparece en aquellos individuos que presentan un buen estado físico aeróbico o que realizan niveles significativos de actividad muscular vigorosa, lo que demuestra que, además de la cantidad de masa grasa y su distribución corporal, la cantidad y calidad de la masa muscular, así como el nivel de función muscular, podrían contribuir en la prevención de ECV en la vida adulta(27-29). Alrededor del mundo se han diseñado intervenciones de entrenamiento aeróbico y de fuerza muscular en niños y adolescentes, asociados a programas educativos sobre reducción en la ingestión de azúcar y aumento en el consumo de fibra vegetal. Estas intervenciones logran un impacto positivo en la sensibilidad a la insulina y los niveles de PCR séricos(30-32), incluso sin cambios significativos en la composición corporal(30). Figura 2. Correlación entre la fuerza de empuñadura y el puntaje de riesgo metabólico ajustado por edad, sexo e IMC 15 Índice de riesgo metabólico 10 5 0 -5 0,2 8 0,3 0,4 0,5 Fuerza de la empuñadura – Peso Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 0,6 0,7 Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Un estudio realizado en adolescentes obesos latinoamericanos demostró que la implementación de una intervención de entrenamiento muscular de moderada intensidad, durante 16 semanas, logró mejorar la sensibilidad a la insulina y el control de la glucosa, por medio de una mayor captación de glucosa por el músculo esquelético y mecanismos enzimáticos a nivel hepático y muscular. Sin embargo, este estudio fue insuficiente para lograr cambios significativos en la reducción de la adiposidad y los marcadores inflamatorios(30). Intervenciones a largo plazo (1 año de duración) en adultos, logran reducir significativamente los niveles de PCR plasmática asociados a un aumento en la masa muscular y reducción de la adiposidad, pero en la mayoría de los casos sin cambios en los niveles de IL-6 y TNF-α(32). Por tanto, el entrenamiento de tipo aeróbico y de fuerza muscular mejora el perfil metabólico en individuos con resistencia a la insulina y DM2, incluso independientemente de los cambios en el peso corporal, especialmente en niños y adolescentes en donde se ha visto una mayor susceptibilidad(31-32). Mejorar la aptitud física a través de un programa de entrenamiento supervisado podría ser una intervención efectiva para disminuir los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en niños y adolescentes colombianos. Conclusiones y perspectivas Los datos presentados indican que las influencias ambientales, que se presentan desde el desarrollo fetal, ocasionan cambios epigenéticos que permanecen durante toda la vida e incluso son heredables. Un ambiente fetal adverso genera adaptaciones en el desarrollo y en la función de los tejidos humanos. Un ambiente fetal con deficientes aportes nutricionales de la madre, especialmente de proteínas, determina que el organismo en desarrollo favorezca el crecimiento del sistema nervioso a cambio de afectar el crecimiento de otros tejidos como el pancreático, renal y músculo-esquelético. Este recién nacido de bajo peso programado para resistir las deficiencias nutricionales se ve en la vida extrauterina expuesto a los efectos ocasionados por la rápida transición nutricional y estilos de vida sedentarios, que le produce una rápida ganancia de peso, la cual se basa principalmente en un aumento del tejido graso, que conduce a resistencia a la insulina e inflamación de bajo grado, dos elementos claves en el desarrollo de aterosclerosis y DM2. Actualmente hemos implementando un programa dirigido a mejorar la condición física de los niños incluidos en el estudio ACFIES, tanto de la capacidad aeróbica como de la fuerza muscular, para evaluar su impacto a corto plazo sobre marcadores de inflamación crónica de bajo grado, los niveles del índice HOMA y en los factores de riesgo cardio-metabólico. En un seguimiento a largo plazo, determinaremos si esta intervención disminuye el riesgo de desarrollar ECV en la vida adulta, especialmente en aquellos niños con bajo peso al nacer para la edad gestacional. Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Referencias 1. Raitakari OT, Juonala M, Kähönen M, Taittonen L, Laitinen T, Mäki-Torkko N, et al. Cardiovascular risk factors in childhood and carotid artery intima-media thickness in adulthood: The cardiovascular risk in young Finns Study. JAMA. 2003; 290:2277-83. 2. Lopez-Jaramillo P, Camacho PA, Forero-Naranjo L. The role of environment and epigenetics in hypertension. Expert Rev Cardiovasc Ther 2013; 11 (11): 1455-7. 3. Yusuf S, Hawken S, Ounpuu S, Dans T, Avezum A, Lanas F, et al. Effect of potentially modifiable risk factors associated with myocardial infarction in 52 countries (the INTERHEART study): case-control study. Lancet. 2004; 364:93752. 4. Lanas F, Avezum A, Bautista LE, Diaz R, Luna M, Yusuf S, et al. Risk factors for acute myocardial infarction in Latin America: the INTERHEART Latin American study. Circulation. 2007; 115(9):1067-74 5. O’Donnell M, Xavier D, Liu L, Zhang H, Lopez-Jaramillo P, Yusuf S, et al. Risk factors for ischaemic and intracerebral haemorrhagic stroke in 22 countries (the INTERSTROKE study): a case-control study. Lancet. 2010; 376:112–23. 6. Rueda-Clausen CF, Lahera V, Calderon J, Bolívar IC, Castillo VR, López-Jaramillo P, et al. The presence of abdominal obesity is associated with changes in vascular function independently of other cardiovascular risk factors. Int J Cardiol. 2010; 139: 32-41 7. Rueda-Clausen C, Silva F, López-Jaramillo P. Epidemic of overweight and obesity in Latin America and the Caribbean. Int J Cardiol. 2008; 125:111–2. 8. Lopez-Jaramillo P, Lahera V, Lopez-Lopez J. Epidemic of cardiometabolic diseases: a Latin American point of view. Ther Adv Cardiovasc Dis. 2011; 5(2): 119-131. 9. Gómez-Arbeláez D, Camacho PA, Cohen DD, Alvarado-Jurado L, Duperly J, López-Jaramillo P, et al. Higher household income and the availability of electronic devices and transport at home are associated with higher waist circumference in Colombian children: The ACFIES study. Int J Environ Res Public Health. 2014; 11: 1834-1843. 10.García RG, Rincón MY, Arenas WD, Silva SY, Reyes LM, López-Jaramillo P, et al. Hyperinsulinemia is a predictor of new cardiovascular events in Colombian patients with a first myocardial infarction. Int J Cardiol. 2011; 148: 85-90 11.López-Jaramillo P. Cardiometabolic Disease in Latin America: The Role of Fetal Programming in Response to Maternal Malnutrition. Rev Esp Cardiol. 2009;62:670-6. 12.López-Jaramillo P, López-López J. Fetal programming and cardiometabolic diseases: the role of angiotensin II and inflammation. Clin Invest Arterioscl. 2010;22(Supl 2):21-24. 13.López-Jaramillo P, Garcia G, Camacho P.A, Herrera E, Castillo V. Interrelationship between body mass index, C-reRevista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 9 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 active protein and blood pressure in a Hispanic pediatric population. Am J Hypertens. 2008; 21: 527-32. 14.López-Jaramillo P, Gómez-Arbeláez D, López-López J, LópezLópez C, Martínez-Ortega J, Gómez-Rodríguez A, et al. The role of leptin-adiponectin ratio in metabolic syndrome and diabetes. Horm Mol Biol Clin Invest. 2013; 18 (1): 37–45 15.Skinner M, Manikkam M, Guerrero-Bosagna C. Epigenetic transgenerational actions of endocrine disruptors. Reprod Toxicol. 2011; 31: 337–343. 16.Leach L, Mann G. Consequences of Fetal Programming for Cardiovascular Disease in Adulthood. Microcirculation. 2001; 18:253–5. 17.Skogen J, Øverland S. The fetal origins of adult disease: a narrative review of the epidemiological literature. J R Soc Med Sh Rep. 2012; 3:59. 18.López-Jaramillo P, Pradilla,L, Castillo V, Laherad V. Socioeconomic Pathology As a Cause of Regional Differences in the Prevalence of Metabolic Syndrome and Pregnancy-Induced Hypertension.Rev Esp Cardiol. 2007;60(2):168-78. 19.Lopez-Jaramillo P,Silva S, Rodríguez-Salamanca N, Duran A, Mosquera W, Castillo V. Are Nutrition-Induced Epigenetic Changes the Link Between Socioeconomic Pathology and Cardiovascular Diseases?. Am J Therap. 2008; 15: 362–72. 20.Rost NS, Wolf PA, Kase CS, Kelly-Hayes M, Silbershatz H, Massaro JM, et al. Plasma concentration of C-reactive protein and risk of ischemic stroke and transient ischemic attack: the Framingham study. Stroke. 2001; 32:2575–9. 21.Ford ES. C-Reactive protein concentration and cardiovascular disease risk factors in children: findings from the National Health and Nutrition Examination Survey 1999– 2000. Circulation. 2003; 108:1053–8. 22.Gillum RF. Association of serum C-reactive protein and indices of body fat distribution and overweight in Mexican American children. J Natl Med Assoc 2003; 95:545–52. 23.Bautista LE, López-Jaramillo P, Vera LM, Casas JP, Otero AP, Guaracao AI. Is C-reactive protein an independent risk factor for essential hypertension? J Hypertens. 2001; 19:857– 861. 10 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo 24.García RG, Zarruk JG, Barrera C, Pinzón A, Trillos E, LópezJaramillo P, et al. Plasma nitrate levels and flow-mediated vasodilation in untreated major depression. Psychosom Med. 2011; 73: 344-349. . 25.Cohen DD, Gómez-Arbeláez D, Camacho PA, Pinzón S, Hormiga C, et al. Low Muscle Strength Is Associated with Metabolic Risk Factors in Colombian Children: The ACFIES Study. PLoS ONE. 2014; 9(4): e93150. 26.López-Jaramillo P, Gómez-Arbeláez D, Cohen DD, Camacho PA, Rincón-Romero K, Hormiga C, et al. Asociación entre obesidad y baja capacidad muscular y función cardiorrespiratoria, factores de riesgo cardiometabólico en niños colombianos. Trauma. 2013; 24: 17-23. 27.Steene-Johannessen J, Anderssen SA, Kolle E, Andersen LB. Low muscle fitness is associated with metabolic risk in youth. Med Sci Sports Exerc. 2009; 41: 1361–7. 28.Martínez-Gómez D, Gómez-Martínez S, Ruiz JR, Diaz LE, Ortega FB, et al. Objectively-measured and self-reported physical activity and fitness in relation to inflammatory markers in European adolescents: the HELENA Study. Atherosclerosis. 2012; 221: 260–7. 29.Benson AC, Torode ME, Singh MA. Muscular strength and cardiorespiratory fitness is associated with higher insulin sensitivity in children and adolescents. Int J Pediatr Obes. 2006; 1: 222–31. 30.Hasson R, Adam T, Davis J, Kelly L, Ventura E, Byrd-Williams C, et al. Randomized Controlled Trial to Improve Adiposity, Inflammation, and Insulin Resistance in Obese AfricanAmerican and Latino Youth. Obesity (Silver Spring). 2012; 20(4): 811–818. 31.Dâmaso AR, Campos RM, Caranti DA, de Piano A, Fisberg M, Foschini D, et al. Aerobic plus resistance training was more effective in improving the visceral adiposity, metabolic profile and inflammatory markers than aerobic training in obese adolescents. J Sports Sci. 2014; 14:1-11. 32.Calle C, Fernandez M. Effects of resistance training on the inflammatory response. Nutr Res Pract. 2010;4(4):259269. Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Artículo de Revisión Vías de señalización anabólicas en el hueso y su potencial aplicación en la terapéutica Ariana Sierra1, Adriana Medina2, William Rojas3, Henry Tovar4, Carlos Révérend5, Alfonso Suárez6 Residente de Endocrinología II año. FUCS- Hospital San José. Instructor Asistente, Servicio de Endocrinología. FUCS- Hospital San José. 3 Profesor Asociado, Servicio de Endocrinología. FUCS- Hospital San José. 4 Instructor Asociado, Servicio de Endocrinología. FUCS- Hospital San José. 5 Biólogo. Maestría en Bioquímica. Profesor de Ciencias básicas Facultad de Medicina FUCS. 6 Médico. Maestría en Genética Médica. Profesor Asistente de la Facultad de Medicina de la FUCS. 1 2 Resumen P ara el manejo actual de la osteoporosis contamos con la terapia antirresortiva, que estabiliza la arquitectura ósea sin lograr su restauración y la anabólica (teriparatida: único aprobado por la FDA) que restaura y aumenta la masa ósea. La identificación de reguladores moleculares con efecto anabólico sobre el hueso ha permitido el desarrollo de nuevas terapias para el manejo de esta patología cada vez más prevalente. La vía de señalización Wnt/β-catenina aumenta la masa ósea a través de la diferenciación de células mesenquimales hacia osteoblastos y mediante el estímulo de la replicación de preosteoblastos e inhibición de la apoptosis de osteoblastos y osteocitos, siendo las proteínas esclerostina y DKK1 (Dickkopf 1) sus principales antagonistas. Se encuentran actualmente en desarrollo anticuerpos monoclonales humanizados contra estas proteínas (Ac anti esclerostina y anti DDK1) que tienen a un efecto formador de hueso. Otra alternativa de uso local es la Proteína Morfogénica de Hueso 2, recombinante humana (rhBMP-2), con capacidad osteogénica, que ha demostrado aumentar la resistencia ósea en zonas de fracturas, acelerando la consolidación de las mismas. Estos nuevos reguladores del remodelado óseo representan una alternativa terapéutica de la osteoporosis y otros trastornos asociados al desequilibrio entre la resorción y la formación ósea. Palabras clave: osteoporosis, esclerostina, DKK1, anabólico óseo. 12 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Summary The current management of osteoporosis includes antiresorptive therapy, which stabilizes bone architecture without achieving its restoration, and anabolic therapy (Teriparatide: the only agent approved thus far by the FDA), which restores and increases bone mass. The identification of molecular regulators with anabolic effect on bone has allowed for developing new therapies for the management of this increasingly prevalent condition. The Wnt/β-catenin signaling pathway increases bone mass via differentiation of mesenchymal cells into osteoblasts, stimulation of pre-osteoblasts replication and inhibition of the apoptosis of osteoblasts and osteocytes, with the proteins Sclerostin and DKK1 (Dickkopf 1) being its main antagonists. Humanized monoclonal antibodies against these proteins (anti-sclerostin and anti-DDK1 Ab), which have bone forming effects, are currently being developed. Another alternative is the local use of human recombinant bone morphogenetic protein 2, (rhBMP-2), a protein with osteogenic capacity, which has been shown to increase bone strength at fracture areas, accelerating their consolidation. These new bone remodeling regulators represent a therapeutic alternative for osteoporosis and other disorders associated with an imbalance between bone resorption and formation. Key words: Osteoporosis, Sclerostin, DKK1, osteo-anabolic. Introducción La remodelación ósea llevada a cabo en las unidades básicas multicelulares es necesaria en el esqueleto normal para el mantenimiento de la homeostasis del calcio, la reparación de microlesiones, la adaptación a cargas mecánicas y la eliminación del tejido envejecido(1,2). Ésta juega un papel importante en el mantenimiento de la masa y estructura ósea durante la edad adulta y su equilibrio asegura una DMO (densidad mineral ósea) estable, por tanto el incremento de la resorción o la disminución de la formación del hueso conduce a pérdida ósea y osteoporosis(3). Teniendo en cuenta que la incidencia de fracturas osteoporóticas aumenta con la edad y su prevalencia cada vez es mayor, se requiere la aplicación de medidas destinadas a re- Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 ducir su riesgo y a asegurar un adecuado manejo a través de nuevas terapias(4). Actualmente contamos con dos estrategias para el tratamiento de la osteoporosis, la terapia antirresortiva y la terapia anabólica. Los antirresortivos, cuya célula diana son los osteoclastos, inhiben su efecto estabilizando la arquitectura ósea sin lograr su restauración. La otra alternativa es la terapia formadora de hueso o anabólica, cuyo blanco son los osteoblastos, permite la restauración y aumento de la masa ósea, promoviendo la diferenciación osteoblástica a partir de células mesenquimales. Hasta el momento, el único tratamiento aprobado por la FDA para este fin es la PTHr (teriparatida)(2,5). Los avances en la comprensión de los reguladores moleculares de la remodelación ósea han llevado a la identificación de nuevas dianas terapéuticas. Estas nuevas moléculas con efecto anabólico sobre el hueso promueven señales que aumentan el número de células osteoblásticas, permitiendo la replicación o diferenciación de preosteoblastos a osteoblastos o disminuyendo la apoptosis de las células maduras. Contamos con dos vías de señalización con estas características, la Wnt β-catenina (Wingless tail/β-catenin) y la BMP (bone morphogenetic protein), cuyos estímulos se constituyen como nuevas alternativas formadoras de hueso(2,6). Diferenciación de las células mesenquimales Los precursores mesenquimales expresan factores de transcripción que permiten su diferenciación hacia adipocitos, osteoblastos o condrocitos. Las vías anabólicas promueven el desequilibrio de la expresión de estos factores a favor de la diferenciación osteoblástica, permitiendo la expresión de Runx2 (runt-related transcription factor 2), Osx (osterix), ATF4 (Activating transcription factor 4), Msx2 (Msh homeobox 2), claves para adquisición del fenotipo osteoblástico (figura 1)(7,8). Señales que determinan el destino y la función de las células osteoblásticas Vía de señalización Wnt / β-catenina Wnts (Wingless tail) o ligandos Wnt constituyen una familia de glicoproteínas secretadas (factores de crecimiento), ricas en cisteína. En mamíferos existen 19 tipos. Sus funciones son: regulación del crecimiento, diferenciación, función y muerte celular, durante el desarrollo embrionario y en la vida adulta(9,10). Las vías activadas por Wnt aumentan la masa ósea a través del compromiso de la célula mesenquimal hacia su diferenciación osteoblástica, la estimulación de la replicación de preosteoblastos y la inhibición de la apoptosis de osteoblastos y osteocitos. En los osteoblastos, la señalización Wnt se lleva a cabo a través de la unión a receptores de membrana de la familia Frizzled (Fz) y correceptores LRP5/6 (low-density lipoprotein receptor–related protein 5 and 6 (LRP5/6) coreceptors), inhibiendo la actividad de GSK3 (glycogen synthase kinase 3), evitando así la degradación de su sustrato, la β-catenina. Ésta se acumula en el citosol y se transloca al núcleo, donde actúa como un coactivador transcripcional LEF/TCF (factor linfoide de unión al promotor de células T) (figura 2)(7,8,9). Si no se expresa Wnt o si su unión a los receptores se inhibe, la degradación de β-catenina es facilitada a través de un complejo de degradación formado por las proteínas APC (Adenomatous polyposis coli), Axin y GSK3. Esta última fosforila a β-catenina, para que sea degradada por la vía ubiquitina/ proteasoma β-TrCP (β-TrCP-mediated ubiquitin/proteosome pathway) (figura 3)(7,8,9). Proteínas esclerostina y DKK1: principales antagonistas de la señalización Wnt Figura 1. Diferenciación de las células mesenquimales BMP B-catenina BMP B-catenina Runx2 Célula mesenquimal Célula osteoprogenitora Runx2 Osx Osteoblastos SOX 5,6,9 Condrocitos PPAR Gamma Adipocitos Modificado de Archives of Biochemistry and Biophysics 2008; 473:98–105. Esclerostina Es una glicoproteína de 190 aminoácidos, miembro de la familia de proteínas DAN/Cerberus. Su producción es regulada por el gen SOST situado en el cromosoma 17q(11). La expresión de esclerostina está relativamente restringida al esqueleto adulto, es principalmente producida por osteocitos, condrocitos articulares y débilmente por otros órganos como el riñón(12). Esclerostina se une al correceptor LRP5/6, inhibiendo de este modo la señalización Wnt/βcatenina, reduciendo la formación Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 13 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Figura 2. Vía de señalización Wnt/β-catenina: vía activa Wnt LRP5/6 Membrana celular Axin Citoplasma Frat1 Fz Dsh de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Estudios realizados en animales y humanos con anticuerpos antiesclerostina han demostrado aumentos marcados en la masa ósea, por tanto el bloqueo de la acción de la esclerostina con anticuerpos monoclonales es un nuevo enfoque terapéutico osteoanabólico prometedor para el tratamiento de la osteoporosis(14). Anticuerpos antiesclerostina Moléculas en investigación y Gsk3 estudios existentes a la fecha: Romosozumab (AMG 785): Anticuerpo (Ac) antiesclerostina monoclonal humanizado. TCF-LEF El primer estudio fue publicado Núcleo β-catenina en el año 2011, un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, fase 1, Modificado de J. Clin. Invest 2006;116:1202–120 de tres meses de seguimiento con 72 participantes, hombres sanos Figura 3 .Vía de señalización Wnt /β-catenina: vía inactiva y mujeres posmenopáusicas. Recibieron una dosis única subcutáWnt nea o intravenosa de AMG 785 o placebo. Sus resultados fueron auDKK1 SOS mento de la DMO y marcadores de formación ósea y reducción (dosis dependiente) de marcadores de LRP5/6 LRP5/6 resorción ósea. Sus principales efectos adversos fueron eritema Membrana celular en el sitio de la aplicación, dolor Citoplasma lumbar, cefalea, estreñimiento, artralgias y mareos(15). Complejo de Gsk3 Proteasoma degradación β-catenina El estudio más reciente fue de β-catenina Axin publicado en enero de 2014, por Michael R. McClung et al. Es un esAPC tudio de fase 2 multicéntrico, aleatorizado, controlado con placebo, de grupos paralelos, cuyo objetivo fue evaluar la eficacia y seguridad TCF-LEF de romosozumab durante un peNúcleo riodo de 12 meses en 419 mujeres Modificado de J. Clin. Invest 2006;116:1202–1209. posmenopáusicas con baja masa ósea. Las pacientes fueron aleatorizadas para recibir romosozumab mensual subcutáneo (dosis de 70 mg, 140 mg o 210 mg) o cada tres meses (dosis de 140 mg o 210 mg), o placeósea (figura 3). Las mutaciones que llevan a pérdida de la bo o un comparador activo de forma abierta (alendronato 70 función del gen SOST están ligadas a enfermedades que se mg/semana o teriparatida subcutánea 20 mcg/día). Todas las caracterizan por aumento de la masa ósea. Se describen dos fenotipos clínicos de estas mutaciones, la esclerosteosis y la dosis de romosozumab se asociaron con un aumento signifienfermedad de Van Buchem, asociadas a fuerza esquelética incativo en la densidad mineral ósea en la columna lumbar. Se usual, masa ósea elevada y resistencia a fracturas(13,14). reportó aumento en la DMO de 11,3% con la dosis mensual 14 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Tabla 1. Estudios fase 1 del anticuerpo AMG 785 Clinicaltrials.gov identifier Diseño Criterios de inclusión Resultado primario Dosis NCT01101061 Inicio: 2010 Referencia: 17 Doble ciego Dosis única SC Mujeres posmenopáusicas con osteopenia -Japonesas (45 a 70 años) Seguridad, tolerabilidad AMG 785 (Dosis: 1mg/ kg, 3 mg/k, o 5mg/kg) vs. placebo NCT00950950 Inicio: 2009 Referencia: 18 Doble ciego Multidosis SC Mujeres sanas posmenopáusicas (55 y 80 años) con osteopenia Calidad de hueso del antebrazo utilizando pQCT AMG785 3mg/kg, SC, cada cuatro semanas durante tres meses vs. placebo NCT01833754 Inicio: 2013 Referencia: 19 Etiqueta abierta Dosis única Falla renal estadio 4 y 5 Seguridad Dosis única (No reportado) NCT01588509 Inicio: 2012 Referencia: 20 Etiqueta abierta Transición desde Alendronato (1 año de tratamiento) Mujeres posmenopáusicas (55-85 años) T-score entre -2 y -4 (CL o CT o CF) Porcentaje de cambio de la DMO en columna lumbar después de tres meses de tratamiento Tres dosis (No reportado) (Publicados en la página electrónica: clinical trails.gov) Tabla 2. Estudios fase 2 del anticuerpo AMG 785 Clinicaltrials.gov identifier NCT00896532 Inicio: 2009 Referencia: 21 Diseño Criterios de inclusión Diseño doble ciego: Comparado con placebo Mujeres posmenopáusicas: 55 - 85 años Etiqueta abierta: alendronato y teriparatide Densitometria T-score entre -2,0 y -3,5 Resultado primario Variación % respecto al valor basal de DMO columna lumbar a los 12 meses de tratamiento Multidosis (Publicados en la página electrónica: clinical trails.gov) Tabla 3. Estudios fase 3 del anticuerpo AMG 785 Clinicaltrials.gov identifier NCT01796301 Inicio: 2013 Referencia: 22 Diseño Etiqueta abierta controlado con teriparatide Criterios de inclusión Resultado primario Mujeres posmenopáusicas, Porcentaje de cambio dx osteoporosis (60 a 90 en DMO en cadera total: años) plazo 12 meses Tratamiento con bifosfonatos orales durante al menos tres años inmediatamente antes de la selección Dosis Tiempo de tratamiento 12 meses Dosis no reportadas Antecedente de fractura por fragilidad vertebral o no vertebral NCT01631214 Inicio: 2012 Referencia: 23 Doble ciego controlado con alendronato (Publicados en la página electrónica: clinical trails.gov) Mujeres posmenopáusicas con osteoporosis y al menos una fractura vertebral, (60 a 90 años) de 210 mg, en comparación con una disminución de 0,1% con placebo y aumentos de 4,1% y 7,1% con alendronato y teriparatida, respectivamente(16). Actualmente encontramos estudios fase 1, 2 y 3 del anticuerpo AMG 785, en diferentes etapas de desarrollo (publicados en la página electrónica: clinical trials.gov) que se resumen en las tablas 1, 2 y 3. Incidencia de nuevas fracturas vertebrales: Plazo: 24 meses Tiempo de tratamiento 24 meses Dosis no reportadas AMG 167: Anticuerpo antiesclerostina monoclonal AMG 167. Estudios en desarrollo fase 1, ver tabla 4. Blosozumab: Anticuerpo antiesclerostina LY 2541546. Estudios fase 1 y 2 en desarrollo, ver tabla 5. BSP 804: Anticuerpo antiesclerostina BSP 804. Actualmente sólo un estudio fase 1 en desarrollo, ver tabla 6. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 15 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Tabla 4: Estudios fase 1 del anticuerpo AMG 167 Clinicaltrials.gov identifier NCT00902356 Inicio: 2009 Referencia: 24 Diseño Criterios de inclusión Doble ciego Dosis única SC o IV Hombres sanos y mujeres posmenopáusicas 45 y 65 años Resultado primario Seguridad y tolerabilidad Dosis 5 cohortes: única dosis de AMG 167 vs. placebo Mujeres posmenopáusicas SC: 21 mg, 70, 210, 350 o 700 mg IV: 70 mg o 350 mg IV Hombres 70 mg o 350 mg SC o IV NCT01101048 Inicio: 2010 Referencia: 25 Doble ciego Dosis múltiples Hombres sanos y mujeres posmenopáusicas con osteopenia Seguridad y tolerabilidad 7 cohortes Cohortes 1-2 y 4: AMG 167 cada 2 semanas/total de 6 dosis Cohortes 3-5 y 6: AMG 167 cada 4 semanas/total de 3 dosis Cohortes 7: AMG 167 cada 2 semanas/total de 12 dosis (Publicados en la página electrónica: clinical trails.gov) Tabla 5. Estudios fase 1 y 2 blosozumab Clinicaltrials.gov identifier Diseño Criterios de inclusión Mujeres posmenopáusicas sanas, entre 45 a 70 años Resultado primario Seguridad, tolerabilidad Dosis NCT01742078 Inicio: 2008 Fase 1 Referencia: 26 Doble ciego Dosis única Dosis IV: 7,5 mg, 25 mg, 75 mg, 225 mg, 750 mg NCT01742091 Inicio: 2012 Fase 1 Referencia: 27 Múltiples dosis Mujeres posmenopáusicas sanas Seguridad, tolerabilidad Ocho semanas de tratamiento 180 mg SC C/4 s 270 mg C/2 s 270 mg SC C/4 s 540 mg (IV) C/4 s 750 mg (IV) C/2 s NCT01144377 Inicio: 2010 Fase 2 Referencia: 28 Doble ciego Multidosis Mujeres posmenopáusicas (45 - 85 años) T-score, columna lumbar entre -2 y -3,5 Porcentaje de cambio en la columna lumbar DMO: plazo 52 semanas 180 mg SC C/4 s 180 mg C/2 s 270 mg C/2 s 270 mg C/12 s Dosis SC: 150 mg (Publicados en la página electrónica: clinical trails.gov) Tabla 6 : Estudio fase 1 de BSP 804 Clinicaltrials.gov identifier NCT01406548 Inicio: 2011 Referencia: 29 Diseño Doble ciego Dosis múltiple Criterios de inclusión Mujeres posmenopáusicas, Porcentaje de cambio (45 - 85 años) en DMO en la columna lumbar a los nueve meses T-score en columna lumbar entre -2,0 y -3,5 Eventos adversos, Plazo nueve meses (Publicados en la página electrónica : Clinical trails.gov) 16 Resultado primario Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Dosis No reportada Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Proteína Dickkopf 1(DKK-1) Es una proteína que se expresa en osteoblastos y osteocitos, aunque también se ha demostrado su presencia por fuera del hueso en piel, placenta, próstata, plaquetas y endotelio(12). DKK-1 es un inhibidor de la vía Wnt y un regulador de la remodelación articular. En modelos animales de artritis reumatoide, el aumento de los niveles de DKK-1 está relacionado con mayor resorción ósea y disminución de su formación. Los corticoides y los procesos inflamatorios crónicos aumentan la expresión de DKK-1, inhibiendo la vía Wnt, explicando sus efectos deletéreos sobre el hueso(10). Anticuerpos anti DKK-1 Las terapias dirigidas contra DKK-1, con el objetivo de aumentar la masa ósea, ya están en desarrollo. En un modelo preclínico de artritis reumatoide el bloqueo de DKK-1 inhibió la pérdida ósea y en un modelo de mieloma múltiple la inhibición de DKK-1 impidió la formación de lesiones osteolíticas y aumentó la tasa de formación de hueso(30). Actualmente se encuentra en desarrollo un estudio fase 1 de anticuerpos anti DKK-1 en hombres sanos y mujeres osteopénicas (ver tabla 7). Posibles efectos adversos de la terapia con Ac antiesclerostina y anti DKK-1 La activación indiscriminada de Wnt podría resultar en mayor riesgo de desarrollo de tumores en tejidos no esqueléticos, como cáncer colorrectal, carcinoma hepatocelular entre otros tumores malignos. Soluciones potenciales incluyen la neutralización de los antagonistas Wnt de forma específica en las células óseas y su uso por periodos de tiempo limitados(2). Superfamilia TGF-b. La superfamilia del factor de crecimiento transformante beta (TGF-b) está constituida por un grupo grande de proteínas multifuncionales. Estas proteínas afectan diversos procesos celulares que van desde la regulación de la diferenciación y proliferación celular hasta procesos fisiológicos complejos como la inflamación, la cicatrización de tejidos y la formación de hueso. Hacen parte de esta familia la activina y la BMP que juegan un papel clave en el proceso de formación ósea(32). Señalización de BMP en la diferenciación de osteoblastos y la formación ósea Las proteínas BMP (BMP 2,4,5,6,7) son proteínas con capacidad osteogénica. El proceso de señalización se lleva a cabo por medio de la unión de BMP a su receptor de membrana tipo serina/treonina cinasa tipo I y tipo II (RI y RII), permitiendo la formación de un complejo heterodimérico que fosforila proteínas Smad (small mothers against decapentaplegic). Éstas, una vez activas, se dirigen al núcleo donde interactúan con el SBE (smad binding element), permitiendo una respuesta transcripcional que induce la expresión del gen Runx2 para controlar la diferenciación de células precursoras mesenquimales (figura 4)(33). Tabla 7. Estudio fase 1 de Ac anti DKK1: RN564 Clinicaltrials.gov identifier NCT01293487 Inicio: 2011 Referencia: 31 Diseño Doble ciego Dosis única Criterios de inclusión Resultado primario Hombre sanos y mujeres con osteopenia entre 55 años y 80 años Seguridad, tolerabilidad Dosis No reportadas (Publicados en la página electrónica: clinical trails.gov) Tabla 8. Estudio fase 1 de Rhbmp-2/CPM Clinicaltrials.gov identifier NCT00752557 Inicio: 2008 Referencia: 34 Diseño Doble ciego Comparador: Bifosfonatos orales Administración local en cadera Criterios de inclusión Resultado primario Mujeres posmenopáusicas, Porcentaje de cambios en entre 65 años y 85 años DMO, Plazo: 12 meses en cadera Osteoporosis Dosis Experimental: 1 rhBMP-2/ CPM, 6 ml: 1,0 mg/ml Bifosfonatos orales (risedronato, alendronato o ibandronato sódico) Experimental. 2 rhBMP-2/ CPM, 6ml: 2,0 mg/ml Bifosfonatos Comparador activo: 3 Intervención: bifosfonatos (Publicados en la página electrónica: clinical trails.gov) Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 17 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Figura 4. Vía de señalización BMP BMP RI RII Membrana celular Smad 1,5,8 P Citoplasma Smad 4 Smad 1,5,8 P Runx2 Smad 4 Núcleo Modificado de Int. J. Biol. Sci 2012; 8(2):272-288. Utilidad potencial de las BMPs como terapia anabólica en osteoporosis Se han realizado estudios con rhBMP-2 (recombinant human BMP-2) en la curación de fracturas, retardo en la curación de fracturas y pseudoartrosis, tanto en ratas como en humanos. Los estudios realizados en ratas osteoporóticas para el tratamiento local de fracturas demostraron un rápido aumento de la resistencia ósea en la zona fracturada y aceleración de la consolidación ósea. Los efectos adversos reportados en estudios ortopédicos con el uso local fueron osificación heterotópica, reacciones inmunes menores, edema e infecciones. La administración sistémica puede asociarse con anomalías graves en el desarrollo y función celular(1). Actualmente se encuentra en curso un estudio fase 1 del uso de Rhbmp-2/CPM en mujeres osteoporóticas con el objetivo de evaluar el porcentaje de cambio en la DMO en un plazo de 12 meses (ver tabla 8). Conclusión La mejor comprensión de los reguladores moleculares del metabolismo óseo y de sus vías moduladoras ha llevado a la investigación y desarrollo de nuevos agentes terapéuticos Referencias 1. Konstantinos A. Toulis, Athanasios D. Anastasilakis, Stergios A. Polyzos, Polyzois Makras. Targeting the osteoblast: approved and experimental anabolic agents for the treatment of osteoporosis. HORMONES 2011;10(3):174-195. 18 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo con efecto anabólico óseo, entre estos los anticuerpos monoclonales anti-DKK-1 y antiesclerostina (de uso sistémico) y la proteína morfogénica del hueso 2 recombinante humana (rhBMP-2) para uso local. Los tratamientos de primera línea contra la osteoporosis son antirresortivos. Éstos, aunque han demostrado evidencia en la prevención de fracturas, carecen de propiedades que mejoren la microarquitectura ósea. Si bien teriparatida es una terapia formadora de hueso y ha demostrado aumentar el número de trabéculas, conexiones intertrabeculares, el grosor cortical y la geometría del hueso, las nuevas terapias anabólicas, a diferencia de teriparatida, son netamente formadoras y no tienen ningún efecto resortivo, esto podría tener un impacto en cuanto a ganancia de masa ósea y calidad de hueso. Sin embargo, se necesitan más estudios para evaluar su seguridad a largo plazo, ya que podría haber un mayor riesgo de tumores en tejidos no esqueléticos. Contamos actualmente con estudios de nuevos medicamentos en diferentes fases de desarrollo (fase 1, 2 y 3) que demuestran beneficios adicionales a las terapias actualmente disponibles, y que se perfilan como una prometedora alternativa a mediano y largo plazo en el manejo de la osteoporosis. 2. Canalis E. Update in New Anabolic Therapies for Osteoporosis. J Clin Endocrinol Metab 2010; 95: 1496 –1504. 3. Baron R, Hesse E. Update on Bone Anabolics in Osteoporo- sis Treatment: Rationale, Current Status, and Perspectives. J Clin Endocrinol Metab 2012;97: 311–325. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo 4. Lippuner k. The future of osteoporosis treatment a research update. Swiss Med Wkly 2012;142:w13624. 5. Canalis E, Giustina A, Bilezikian J. Mechanisms of Anabolic Therapies for Osteoporosis. N Engl J Med 2007;357:905-16. 6. Lewiecki E Michael. Monoclonal antibodies for the treatment of osteoporosis. Expert Opin. Biol. Ther 2013;13(2):183-196. 7. Krishnan V, Bryant H,1 MacDougald O. Regulation of bone mass by Wnt signaling. J. Clin. Invest 2006;116:1202–1209. 8. Pierre J. Marie. Transcription factors controlling osteoblastogenesis. Archives of Biochemistry and Biophysics 2008; 473:98–105. 9. Piters E, Boudin E, Van Hul W. Wnt signaling: A win for bone. Archives of Biochemistry and Biophysics 2008;473:112–116. 10.Daoussis D, Andonopoulos A. The Emerging Role of Dickkopf-1 in Bone Biology: Is It the Main Switch Controlling Bone and Joint Remodeling?. Semin Arthritis Rheum 2011;41:170-177. 11.Veverka V, Henry A, Slocombe P, Ventom A, Mulloy B, Muskett F, et al. Characterization of the Structural Features and Interactions of Sclerostin. J. Biol. Chem 2009;284:10890-10900. 12.Hua Zhu Ke, Richards W, Li X, Ominsky M. Sclerostin and Dickkopf-1 as Therapeutic Targets in Bone Diseases. Endocrine Reviews 2012;33(5):747–783. 13.Lewiecki E Michael. Sclerostin monoclonal antibody therapy with AMG 785: a potential treatment for osteoporosis. Expert Opin. Biol. Ther 2011; 11(1):117-127. 14.Costa A, Bilezikian J. Sclerostin: Therapeutic Horizons Based Upon Its Actions. Curr Osteoporos Rep 2012;10:64–72. 15.Padhi D, Jang G, Stouch B, Fang L, Posvar E. Single-Dose, Placebo-Controlled, Randomized Study of AMG 785, a Sclerostin Monoclonal Antibody. Journal of Bone and Mineral Research 2011; 26(1):19–26. 16.McClung M, Grauer A, Boonen S, Bolognese M, Brown J, Diez-Perez A, et al. Romosozumab in Postmenopausal Women with Low Bone Mineral Density. N Engl J Med 2014;370:412-20. 17.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01101061. A Single-dose Study Evaluating AMG 785 in Healthy Postmenopausal Japanese Women. 18.Clinicaltrials.gov. Number, NCT00950950. A Study to Evaluate the Effect of AMG 785 on Bone Quality of the Forearm in Postmenopausal Women With Low Bone Mass. 19.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01833754. Study of Romo- Volumen 1, número 1, octubre de 2014 sozumab (AMG 785) Administered to Healthy Subjects and Subjects With Stage 4 Renal Impairment or Stage 5 Renal Impairment Requiring Hemodialysis. 20.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01588509. Transition From Alendronate to AMG 785. 21.Clinicaltrials.gov. Number, NCT00896532. Phase 2 Study of AMG 785 in Postmenopausal Women With Low Bone Mineral Density. 22.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01796301. An Open-label Study to Evaluate the Effect of Treatment With AMG 785 or Teriparatide in Postmenopausal Women (STRUCTURE). 23.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01631214. Study to Determine the Efficacy and Safety of Romosozumab in the Treatment of Postmenopausal Women With Osteoporosis. 24.Clinicaltrials.gov. Number, NCT00902356. A First-in-human Study Evaluating AMG 167 in Healthy Men and Postmenopausal Women. 25.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01101048. An Ascending Multiple Dose Study Evaluating AMG 167 in Healthy Men and Postmenopausal Women With Low Bone Mineral Density. 26.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01742078. A Study of LY2541546 in Healthy Postmenopausal Women. 27.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01742091. A Multiple Dose Study of LY2541546 in Healthy Postmenopausal Women. 28.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01144377. A Study of LY2541546 in Women With Low Bone Mineral Density. 29.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01406548. Safety and Efficacy of Multiple Dosing Regimens of BPS804 in Post Menopausal Women With Low Bone Mineral Density. 30.Rachner T, Khosla S, Hofbauer L. Osteoporosis: now and the future. Lancet 2011; 377: 1276–87. 31.Clinicaltrials.gov. Number, NCT01293487. Safety And Tolerability Study Of RN564 In Women With Osteopenia And Healthy Men. 32.Sosa-Garrocho M, Macías-Silva M. El factor de crecimiento transformante beta (TGF-b): funciones y vías de transducción. REB 2004;23 (1): 3-11. 33.Chen G, Deng C, Li Yi-Ping. TGF-β and BMP Signaling in Osteoblast Differentiation and Bone Formation. Int. J. Biol. Sci 2012; 8(2):272-288. 34.Clinicaltrials.gov. Number, NCT 00752557. Study Evaluating Changes In Bone Mineral Density (BMD), And Safety Of Rhbmp-2/CPM In Subjects With Decreased BMD. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 19 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Artículo Original Manejo de pacientes con diagnóstico de adenoma hipofisario productor de prolactina. Experiencia del Hospital San José Diana Cristina Henao1 William Rojas2 Médica Internista, Endocrinóloga, Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. 2 Médico Internista, Endocrinólogo, Profesor asociado Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Jefe Departamento de Endocrinología, Hospital San José, Bogotá 1 Dirección de contacto [email protected] Resumen Introducción: El prolactinoma es el tumor hipofisiario funcionante más frecuente. Objetivo: Describir la experiencia del servicio de endocrinología del Hospital San José de Bogotá en el manejo de pacientes con prolactinoma que consultaron entre enero de 2006 y diciembre de 2012. Métodos: Serie de casos. Se describieron variables demográficas, clínicas, seguimiento radiológico anual, prolactina (PRL) basal, a los 6 y 24 meses. Ingresaron pacientes con adenoma hipofisario documentado por resonancia nuclear magnética (RNM) contrastada, PRL sérica mayor de 100 ng/ml, o diagnóstico extrainstitucional de prolactinoma. Resultados: Se analizaron 95 pacientes; 71% con microprolactinomas y 28,4% con macroprolactinomas. La mediana de duración del tratamiento en pacientes con microprolactinomas fue 73,4 meses con una mediana de dosis acumulada de cabergolina (CAB) de 52 mg. En las personas con macroprolactinoma fue de 65 meses, con mediana de dosis acumulada de CAB de 156 mg. El 78,3% inició tratamiento con bromocriptina (BRC). Ocho pacientes cumplieron criterios de remisión. Conclusión: La población atendida en el Hospital San José tiene características similares a las registradas en la literatura; sin embargo, el porcentaje de remisión es bajo, lo cual, posiblemente está asociado al uso de bajas dosis de agonistas de dopamina. Se requieren estudios prospectivos para aclarar si la dosis acumulada es un factor predictor para aumentar el porcentaje de pacientes con retiro exitoso y establecer la mejor estrategia para retiro de agonistas de dopamina en pacientes con prolactinomas. Palabras clave: prolactinoma, Hiperprolactinemia, agonistas de dopamina, cabergolina, bromocriptina. 20 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Summary Objective: To describe our experience in the Endocrinology Service of Hospital San José in the treatment of patients with prolactinoma who were seen between 2006 and 2012. Methodology: Case series. Demographic and clinical variables were described, as well as radiological monitoring once yearly and basal prolactin (PRL) measurements at 6 and 24 months. The patients included suffered from pituitary adenoma documented by contrast magnetic resonance imaging (cMRI), with serum PRL 100 μg/L or above, or who had been diagnosed with prolactinoma by another institution. Results: 95 patients were analyzed. 71% presented with microprolactinomas and 28.9% with macroprolactinomas. The median treatment duration for patients with microprolactinomas was 73.4 months, with a median accumulated dosage of cabergoline (CAB) of 52 mg. For macroprolactinomas, the median treatment duration was 65 months and the median accumulated dose of cabergoline was 156 mg. 73.8% of patients received bromocriptine. Eight patients met remission criteria. Conclusion: The patient population treated at Hospital San José has similar features to that described in the literature. However, the remission rate is low, possibly explained by the use of low doses of dopamine agonists. Prospective studies are required to clarify whether the cumulative dose is a predictive factor for increasing the rate of patients with successful withdrawal and to establish the best strategy to withdraw dopamine agonists in patients with prolactinomas. Key words: Prolactinoma, Hyperprolactinemia, Dopamine agonists, Cabergoline, Bromocriptine Introducción El prolactinoma constituye el 40% de los tumores hipofisarios funcionales. La hiperprolactinemia secundaria, puede ser asintomática o resultar en hipogonadismo, infertilidad, galactorrea y pérdida de hasta el 25% de la densidad mineral ósea en mujeres(1). La prevalencia varía entre 6 y 10 por 100.000, con un pico en mujeres con edades entre 25 y 34 años(1). En Colombia, Reyes (1981) describió una serie de nueve casos de pacien- Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo tes con prolactinoma tratados de forma exitosa con BRC(2). La revisión de diferentes bases de datos no reportó información acerca de su prevalencia en Colombia. Los principales agentes farmacológicos disponibles en nuestro medio son los agonistas de dopamina derivados del ergot: BRC y CAB(3). La BRC ha sido utilizada desde 1970, es efectiva en 60 a 80% de los microprolactinomas y 50 a 70% de los macroprolactinomas(4). La CAB se encuentra disponible desde hace más de 15 años, es un agonista selectivo del receptor D2, a dosis bajas durante 6 a 24 meses, normaliza niveles de PRL y disminuye el tamaño tumoral hasta en el 90% de los pacientes, con mínimos efectos adversos(5;6). La cirugía se considera terapia de segunda línea en pacientes resistentes al tratamiento médico (tabla 1)(7). Aunque el prolactinoma es el tumor menos radiosensible comparado con otros tumores funcionales hipofisarios, con tasas de remisión del 18% a 4 años, la radioterapia se considera tercera opción en pacientes que no responden adecuadamente a las líneas de tratamiento previas(5;8). El objetivo de este estudio es describir la experiencia del servicio de endocrinología del Hospital San José de Bogotá en el manejo del adenoma hipofisario productor de PRL. Métodos Diseño: Se realizó una serie de casos. Ingresaron pacientes que consultaron al servicio de endocrinología del Hospital San José, desde enero de 2006 hasta diciembre de 2012, con lesión tumoral hipofisaria documentada por RNM contrastada, reportada en historia clínica, y PRL sérica mayor de 100 ng/ml, o remitidos de otras instituciones con diagnóstico de prolactinoma. Se excluyeron pacientes en gestación o lactancia, hipotiroidismo primario no controlado, hiperprolactinemia secundaria a medicamentos, desviación del tallo hipofisario y adenoma hipofisario productor de hormona de crecimiento. Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, síntomas al momento del diagnóstico, antecedentes patológicos, entre ellos: hipotiroidismo (de cualquier etiología), osteoporosis, hipogonadismo y medidas antropométricas. Se registró el tipo de agonista de dopamina utilizado, el tiempo de tratamiento en meses, la dosis acumulada (tabla 1) y la causa de suspensión del mismo. Dentro de las variables radiológicas documentadas en la RNM de silla turca contrastada, de ingreso y de seguimiento se definió: microprolactinoma, adenoma menor a 10 mm; macroprolactinoma, adenoma mayor o igual a 10 mm, y adenoma gigante, mayor a 40 mm; adicionalmente se registró tamaño tumoral, compresión del quiasma óptico y/o infiltración del seno cavernoso. Se recolectaron los valores registrados en la historia clínica de PRL sérica de ingreso, 6 meses y 24 meses posteriores al inicio de tratamiento. El factor de conversión fue 1 ng/ml = 21 Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Tabla 1. Definiciones Concepto Definición Dosis acumulada Fue calculada para cada paciente como la sumatoria de la dosis máxima utilizada en el mes, multiplicada por el número de meses de tratamiento.(11) Resistencia a BRC Falla en normalizar los niveles de PRL a pesar de administrar 15 mg/día de BRC durante tres meses.(4;8) Resistencia a CAB Falla en normalizar los niveles de PRL(6) y/o disminución del tamaño tumoral menor al 50% a pesar de administrar 2.0 mg/semanales de CAB.(8) mUI/l(1). Se registró el tiempo de seguimiento, la presencia de embarazo durante el tratamiento, los hallazgos en campimetría, densitometría ósea y ecocardiograma de los pacientes de quienes se disponía esta información. Se consideró resistencia a CAB en aquellos pacientes en quienes no se logró normalizar los niveles de PRL o la disminución del tamaño tumoral fue menor al 50% a pesar de administrar dosis ≥ 2,0 mg/semanales (tabla 1). Consideraciones éticas El estudio fue aprobado por el comité de investigación y ética de la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, Hospital San José de Bogotá. Análisis estadístico Se realizó una descripción de las variables cuantitativas a través de medidas de tendencia central y dispersión; las variables cualitativas se describen por medio de proporciones. El análisis de los datos se realizó con el programa STATA 10®. Resultados En el servicio de endocrinología del Hospital San José de Bogotá, se registraron 980 consultas en 215 pacientes con tumores hipofisarios en el periodo comprendido entre enero de 2006 y diciembre de 2012, de estos, 99 casos correspondían a prolactinoma. Se analizaron las características basales de 95 pacientes, se excluyeron 4; 2 por datos incompletos, 1 por gestación y porque no siguió controles en el servicio, y 1 con inmunohistoquímica compatible con craneofaringioma (figura 1). En la tabla 2 se describen las características de la población. El promedio de edad fue 36,3 ±10,6 años, el 83% fueron mujeres. Los síntomas más frecuentes de consulta fueron galactorrea, amenorrea y cefalea; el 6,4% consultó por infertilidad. Durante el seguimiento, la alteración del perfil hipofisario más frecuente fue el hipogonadismo hipogonadotrófico, seguiRevista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 21 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo do por el hipotiroidismo central (tabla 3). A pesar de que el prolactinoma constituye el principal tipo histológico de tumor hipofisario en NEM 1 (neoplasia endocrina múltiple)(9;10), no se documentó ninguno en nuestra serie de casos. La mediana de PRL al ingreso de los pacientes fue de 111 ng/ml (65,3 - 200), durante el seguimiento que se realizó en el servicio de endocrinología se observó una diferencia de medianas de 60,1 ng/ml con respecto a la medición registrada a los 6 meses y de 78,2 ng/ml con relación a la PRL observada a los 24 meses (figura 2). El 71% de los pacientes se clasificaron como microprolactinomas, de ellos el 66% son mujeres, con edad promedio de diagnóstico 28,7 ± 9,2 años. El 28,4% se clasificó como macroprolactinomas, con edad promedio de diagnóstico de 34,9 ± 13 años; de éstos, el 29,6% presentó compromiso quiasmático y/o invasión a senos cavernosos. En el seguimiento radiológico se documentó desaparición de la lesión en 42,2% de los microprolactinomas, comparado con 18,2% de los pacientes con macroprolactinomas. Figura 1. Flujograma de reclutamiento de pacientes No. total de pacientes que consultaron Enero 2006/ Diciembre 2012 215, Adenoma hipofisario 99, casos de prolactinoma 2, Información insuficiente. 1, Embarazo. 1, Inmunohistoquímica para PRL negativa 95, Total incluidos Tabla 2. Características basales de la población según clasificación por tamaño tumoral Microprolactinoma 68 (71,6) Macroprolactinoma* Total 27 (28,4) 95 (100) (10,6) Edad, años, promedio (DE) 35,1 (9,4) 39,2 (12,8) 36,3 Mínima - Máxima 16 - 61 16 - 65 16 - 65 Edad al diagnóstico, promedio (DE) 28,7 (9,2) 34,9 (13) 30,4 (10,7) 66 (97) 17 (63) 83 (87,4) Galactorrea 40 (59,7) 10 (38,5) 50 (53,8) Amenorrea 36 (53,7) 12 (46,1) 48 (51,6) Oligomenorrea 17 (25,4) 2 (7,4) 19 (20,4) Cefalea 35 (52,2) 15 (57,7) 50 (53,8) Síntomas visuales ‡ § 7 (10,4) 11 (42,3) 18 (19,3) Disfunción eréctil 1 (1,5) 2 (7,7) 3 (3,2) Disminución de libido 5 (7,5) 5 (18,5) 10 (10,7) Aumento de peso 4 (6,0) 0 2 (2,1) Paridad insatisfecha 6 (8,9) 0 6 (6,4) 9 (13,2) 4 (14,8) 14 (14,7) Sexo, n(%) Femenino Síntomas en el momento del diagnóstico † Comorbilidades, n (%) Hipotiroidismo primario controlado ¶ * En el grupo de macroprolactinoma se incluyeron 4 pacientes con adenoma hipofisario gigante. †Datos disponibles para: 67 pacientes del grupo de microprolactinoma, 26 pacientes del grupo de macroprolactinoma y 93 pacientes en el grupo total. ‡Disminución de agudeza visual en 4 pacientes; 1 paciente presentó defecto del campo visual. §7 pacientes con defecto de campo visual, 1 paciente con diplopía, 3 pacientes con disminución de la agudeza visual. ¶Se incluyó 1 paciente con hipotiroidismo secundario a tiroidectomía total, con patología benigna. 22 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Tabla 3. Seguimiento de pacientes con adenoma hipofisario productor de PRL según clasificación por tamaño tumoral Microprolactinoma Macroprolactinoma* 68 (71,6) 27 (28,4) Promedio (DS) 173 (224,4) 806,1 (1952,4) Mediana (RIQ) 109,5 (73,4 - 160) 111,6 (54,5 - 470) Promedio (DS) 124,8 (272,9) 284,2 (402,5) Mediana (RIQ) 35,6 (14,5 - 92,2) Promedio (DS) 58,3 (67,7) Mediana (RIQ) 41,7 (18,1 - 59,1) Total 95 (100) PRL al ingreso ng/ml † PRL 6 meses ng/ml 354,9 111 (1087) (65,3 - 200) ‡ 173,3 (321,9) 92,8 (25,6 - 470) 50,9 (15,9 - 100,1) 39,5 (78,0) 53,3 (70,4) (4,2 - 24,9) 32,8 (15,5 - 56,1) PRL 24 meses, ng/ml § Número de mediciones de PRL, promedio (DS) 10,22 4,3 (3,4) 4,8 (4,7) 4,4 (3,7) Promedio (DS) 5,5 (2,4) 20,8 (16,3) 10,7 (12,0) Mediana (RIQ) 5,4 (4 - 7) 14,5 (10 - 30) 7 (5 - 10) 8 (29,6) 8 (8,4) 8 (29,6) 8 (8,4) 10,1 (11,7) 5,4 (7,6) Tamaño tumoral en RNM de silla turca inicial, mm¶ Invasión seno cavernoso, n(%) 0 Invasión quiasma óptico, n(%) 0 Tamaño tumoral última RNM silla turca contrastada, mm** Promedio (DS) Mediana (RIQ) 3,3 (3,4) 3 (0 - 6) 8 (2 - 13,5) Desaparición de la lesión hipofisaria, n(%) 16 (42,2) 2 (18,2) Número de RNM de silla turca, promedio (DS) 2,2 (1,1) 1,9 6 (8,8) 0 Seguimiento en años, promedio (DS) 4,7 (4,4) 4,7 Perfil hipofisario, n (%) 20 (29,4) 13 (4,41) 10 2 (7,4) 2 (2,1) (11,8) 12 (44,4) 20 (21) 8 (8,4) Embarazo, n(%) Hipotiroidismo central 0 Hipogonadismo central 3 Insuficiencia adrenal central 0 Campimetría, n (%) 8 6 4 18 (0 - 8,2) (33,9) (1,0) 2 (1,0) 6 (6,3) (4,3) 4,7 (4,3) (48,1) 33 (34,7) (22,2) (37) Hallazgos anormales 3 (4,44) 5 (18,5) Ecocardiograma, normal/anormal 3 /0 9 /3 6 (6,3) 13 (13,7) 12 /3 * En el grupo de macroprolactinoma se incluyeron 4 pacientes con adenoma hipofisario gigante. †Datos disponibles de 87 pacientes. ‡Datos disponibles de 46 pacientes. §Datos disponibles de 56 pacientes. ¶Datos disponibles de 65 pacientes.**Datos disponibles de 53 pacientes. ††Datos disponibles de 75 pacientes.(DS): Desviación estándar, (RIQ): Rango intercuartílico. De los 27 pacientes con antecedente de macroprolactinoma se reportaron 12 campimetrías, 5 de ellas anormales; sin embargo, sólo uno de estos hallazgos se relacionó con efecto compresivo del quiasma óptico; de 9 ecocardiogramas, se reportaron 3 anormales, ninguno de éstos reportó alteración valvular. En 4 de 7 densitometrías óseas se encontró densidad mineral ósea baja para la edad (tabla 3). La principal indicación de tratamiento médico fue el control de los síntomas relacionados con hiperprolactinemia. El 78,7% de los pacientes recibió tratamiento con BRC, mediana de dosis acumulada de 2.737,5 (1.350 – 6.159,4) mg, la mediana de duración de tratamiento fue de 30,2 (12,2 – 57,2) meses. El 64,9% de los pacientes recibió tratamiento con CAB, con dosis acumulada de 123,6 ± 146,8 mg, la mediana de duración del tratamiento fue de 48,7 meses (tabla 4). El 9,5% de los pacientes fueron tratados con cirugía. Ningún paciente requirió radioterapia. La principal causa de interrupción de tratamiento estuvo relacionada con eventos adversos gastrointestinales (tabla 5), más frecuentes en el grupo tratado con BRC. Ocho pacientes cumplieron criterios de remisión. La resistencia a la BRC se registró en un paciente con macroprolactinoma, el cual respondió adecuadamente al tratamiento con CAB. Se documentó resistencia a la CAB en dos pacientes masculinos. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 23 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Figura 2. Seguimiento bioquímico con PRL basal, 6 y 24 meses. En el recuadro 1 se presentan los niveles de prolactina de los microadenomas y en el recuadro 2 el de los macroadenomas. En esta gráfica de boxplot, se excluyeron valores extremos de PRL 1 2 1.500 Prolactina ingreso Prl 6 m Prl 24 m 1.000 500 0 Tabla 4. Tratamiento de adenoma hipofisario productor de PRL, según su clasificación por tamaño tumoral Microprolactinoma* 68 (71,6) Macroprolactinoma† Total‡ 27 (28,4) 95 (100) Tipo de agonista de dopamina, n (%) BRC 57 (85) 17 (63) 74 (78,7) CAB 42 (62,7) 19 (70,4) 61 (64,9) Terapia con > 1 agonista de dopamina 32 (47,8) 9 (33,3) 41 (43,6) 5 (2,5 - 7,5) 2,5 (2,5 - 5) 0,5 (0,5 - 1,5) 0,5 (0,5 - 1,0) 7.481,6 (19342,5) 5.704,9 (10.307,5) 2.700 (912,5 - 4.562,5) 2.737,5 (1.350 - 6.159,4) 201,1 (195,6) Dosis, mediana (RIQ) BRC, mg/día 2,5 (2,5 - 5) CAB, mg/semana 0,5 (0,5 - 0,5) Dosis acumulada mediana, mg BRC, promedio (DS) BRC, mediana (RIQ) CAB, promedio (DS) CAB, mediana (RIQ) Duración de tratamiento, Mediana (RIQ) 5.174,9 (5509,7) 3.650 (1.350 - 7.200) 88,5 (94,7) 52 (26 - 104) 73,4 (24,3 - 122,5) BRC, meses 36,5 (12,2 - 60) CAB, meses 48,7 (17,5 - 79,8) 156 65 123,6 (146,8) (40 - 286) 78 (26 - 156) (26,8 - 100,7) 73 (24,3 - 121,7) 12,2 (12,2 - 36,5) 30,2 (12,2 - 57,2) 49 (15,1 - 86,3) 48,7 (17 - 85,4) Tratamiento quirúrgico, n(%) Resección transesfenoidal 1 Resección transcraneal 0 (1,5) 5 (18,5) 6 (6,3) 3 (11,1) 3 (3,2) *Datos disponibles de 67 pacientes. †En el grupo de macroprolactinoma se incluyeron 4 pacientes con adenoma hipofisario gigante. ‡Datos disponibles de 94 pacientes 24 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Tabla 5. Causa de suspensión de agonista de dopamina BRC Total tratados, n (%) 74 Efectos adversos gastrointestinales* CAB 61 26 (35) 0 Cefalea 1 (1,3) 0 Exantema 0 1 (1,6) Embarazo 3 (4) 3 (4,9) Pobre adherencia al tratamiento† 2 (2,7) 1 (1,6) Retiro 3 (4) 5 (6,7) Sin registro 4 (5,4) 1 (1,6) Resistencia ‡ 1 (1,3) 2 (3,2) *Eventos adversos gastrointestinales: síntomas como náuseas, vómito, diarrea o dolor abdominal, por los cuales se suspendió el tratamiento. †Pobre adherencia: suspensión de medicamento por voluntad propia. ‡Resistencia: según definición descrita en la tabla 1. Discusión El prolactinoma es el tumor hipofisario funcionante más frecuente. Representa entre 50 y 66% de todos los tumores secretores hipofisarios, aunque no hay datos en Colombia, en el servicio de endocrinología del Hospital San José de Bogotá, 37% de los tumores hipofisarios pertenecen al grupo de adenomas hipofisarios productores de PRL. De los pacientes con microprolactinomas, encontramos que las características de nuestra población, la edad de presentación, síntomas y relación masculino:femenino fueron similares al comparar con otras series(5;11-15). Sin embargo, el 63% de los pacientes con macroprolactinomas fueron mujeres, en quienes los síntomas predominantes fueron secundarios a efecto de masa, e hipopituitarismo a diferencia de otras series donde tal presentación es más frecuentemente en hombres con una relación 5:1(16). El control de síntomas fue la principal indicación de tratamiento con agonistas de dopamina. La duración del tratamiento fue similar a la reportada por la literatura (tabla 6); sin embargo, las dosis requeridas de CAB en el manejo de pacientes con macroprolactinomas fueron menores en esta serie (0,5 a 1,5 mg/semana) al comparar con estudios prospectivos donde el promedio de dosis fue de 0,25 a 2,0 mg/semana, logrando normalización de niveles de PRL en el 81% y disminución de tamaño tumoral en el 91% a los 6 meses de seguimiento; en pacientes masculinos la dosis promedio fue de 2,5 a 3,5 mg/ semanal, logrando normalización de PRL en el 76% luego de 24 meses de seguimiento(16). Ningún estudio ha encontrado relación entre factores como el tamaño tumoral, niveles de PRL antes del retiro de los agonistas de dopamina y la tasa de recurrencia(5;17). Existen reportes de tasas de remisión hasta de 70% en microprolactinomas y de 45% en macroprolactinomas, y los estudios que han descrito las tasas más bajas reportan el 21%(12). En la serie, 26 pacientes normalizaron sus niveles de PRL, en 18 pacientes la lesión desapareció y 66 pacientes completaron tratamiento con agonistas de dopamina por un periodo mayor o igual a dos años y sólo se logró retiro exitoso en el 8,4% de pacientes, hallazgos que se pueden atribuir a: • Las tasas altas de remisión se observan en series con uso exclusivo de CAB(12), mientras que en esta serie el inicio de tratamiento fue para la mayoría de pacientes con BRC. • Los estudios que reportan tasas de remisión informan un porcentaje de cambio de BRC a CAB mayor a 57%(13;14). En esta serie fue de 43,2%. • En esta investigación la principal limitación para el ajuste de dosis fue la intolerancia gastrointestinal a la BRC, la cual fue mayor comparada con otros estudios (35% vs 12%)(4). • La duración promedio de tratamiento con BRC fue similar a la de otras series, sin embargo, la dosis acumulada fue menor y se observó el mismo fenómeno con la CAB (tabla 6). Por lo cual, el uso de dosis acumuladas más bajas podría ser otro factor asociado a la baja tasa de remisión. Según Oh, 2011, el 10% de los pacientes con prolactinomas son resistentes a los agonistas de dopamina(8). En este estudio, el reporte de resistencia a BRC y CAB fue menor al informado en la literatura mundial. En estudios retrospectivos, Tabla 6. Comparación de seguimiento Primer autor, año [Ref.] Bogazzi, 2008(15) Kars, 2008 (13) Vallette, 2009(14) Colao, 2007(12) HSJ, 2012 No. de pacientes con BRC/No. total de pacientes 21 /100 Sexo (M/F) Edad (años) (Prom±SD) BRC, Dosis Ac (mg), Prom ± SD 21 /79 41 (13) 13670 ± 17105 4216 ± 899 20 /78 13 /34 47 (1) 40 /70 33 /37 44 0 /50 6 /44 36 74 /95 12 /83 (ND) DT con BRC (meses), prom ± SD (rango) 61 ± 43 (6 - 169) 279 ± 301 (15 - 1327) 363 ± 55 (24 - 1758) (6 - 120) 282 ± 271 34,8 ± 7,2 12 (10) 36,3 (10,6) CAB, Dosis Ac (mg), Prom ± SD (rango) 414 ± 390 5704,9 ± 10307,5 42 ± 49 (1 - 255,5) 123,6 ± 146,8 DT con CAB (meses), prom± SD (rango) 67 ± 39 62 ± 5 (3-199) (12 - 124) 55 ± 22 (32 - 1938) (3-624) 74 59,7 ± 53,5 (16 - 260) (6,5 - 294,5) M, masculino; F, Femenino; Prom, promedio; SD, desviación estándar; BRC, bromocriptina, CAB, cabergolina; Dosis Ac, dosis acumulada; DT, duración de tratamiento Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 25 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 la resistencia a agonistas de dopamina se ha relacionado con características histológicas como el índice de proliferación y atipia celular, así como la invasión al seno cavernoso y el sexo masculino(17). Estos últimos fueron hallazgos poco frecuentes en la población de estudio, sin embargo, los pacientes con resistencia a BRC y CAB en esta serie eran hombres con adenomas gigantes. Los resultados del estudio son relevantes porque en Colombia existen pocas investigaciones para la caracterización demográfica de la población con diagnóstico de adenoma hipofisario productor de PRL. A pesar de que existen reportes de casos de tratamiento médico, en ellos no se llevó a cabo seguimiento bioquímico ni radiológico. Los resultados obtenidos permiten la identificación de potenciales variables que podrían influir en la duración del tratamiento y el retiro exitoso del mismo. Por ser un estudio retrospectivo, la recolección de los datos dependió de la calidad del registro en la historia clínica. Se deben realizar estudios prospectivos para aclarar si la dosis acumulada es un factor predictor para diseñar estrategias que permitan aumentar el porcentaje de pacientes con retiro exitoso de agonistas de dopamina en pacientes con prolactinomas. Conclusión El prolactinoma es el tumor hipofisario funcional más frecuente. En la población del Hospital San José se identificaron características similares a las reportadas en la literatura, incluyendo esquema de tratamiento. A pesar de esto, durante el seguimiento el porcentaje de remisión en la población estudiada es bajo. Se requieren estudios prospectivos para aclarar si la dosis acumulada es un factor predictor para aumentar el porcentaje de pacientes con retiro exitoso y establecer la mejor estrategia para retiro de agonistas de dopamina en pacientes con prolactinomas. Referencias 1. Melmed S, Casanueva FF, Hoffman AR, Kleinberg DL, Montori VM, Schlechte JA, et al. Diagnosis and treatment of hyperprolactinemia: an Endocrine Society clinical practice guideline. J Clin Endocrinol Metab 2011;96(2):273-88. 2. Reyes Leal B. Prolactinoma: tratamiento médico. Acta Medica Colombiana [6], 217-223. 1981. 3. Klibanski A. Clinical practice. Prolactinomas. N Engl J Med 2010; ;362(13):1219-26. 4. Hamilton DK, Vance ML, Boulos PT, Laws ER. Surgical outcomes in hyporesponsive prolactinomas: analysis of patients with resistance or intolerance to dopamine agonists. Pituitary 2005;8(1):53-60. 26 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo 5. Antagnostis P, Adamidou F, Polyzos SA, Efstathiadou Z, Karathanassi E, Kita M. Long term follow-up of patients with prolactinomas and outcome of dopamine agonist withdrawal: a single center experience. Pituitary 2012 Mar;15(1):25-9. 6. Vroonen L, Jaffrain-Rea ML, Petrossians P, Tamagno G, Chanson P, Vilar L, et al. Prolactinomas resistant to standard doses of cabergoline: a multicenter study of 92 patients. Eur J Endocrinol 2012;167(5):651-62. 7. Hamilton DK, Vance ML, Boulos PT, Laws ER. Surgical outcomes in hyporesponsive prolactinomas: analysis of patients with resistance or intolerance to dopamine agonists. Pituitary 2005;8(1):53-60. 8. Oh MC, Aghi MK. Dopamine agonist-resistant prolactinomas. J Neurosurg 2011 May;114(5):1369-79. 9. Colao A. Pituitary tumours: the prolactinoma. Best Pract Res Clin Endocrinol Metab 2009;23(5):575-96. 10.Fajardo-Montanana C, Daly AF, Riesgo-Suarez P, GomezVela J, Tichomirowa MA, Camara-Gomez R, et al. [AIP mutations in familial and sporadic pituitary adenomas: local experience and review of the literature]. Endocrinol Nutr 2009;56(7):369-77. 11.Lancellotti P, Livadariu E, Markov M, Daly AF, Burlacu MC, Betea D, et al. Cabergoline and the risk of valvular lesions in endocrine disease. Eur J Endocrinol 2008;159(1):1-5. 12.Colao A, Di SA, Guerra E, Pivonello R, Cappabianca P, Caranci F, et al. Predictors of remission of hyperprolactinaemia after long-term withdrawal of cabergoline therapy. Clin Endocrinol (Oxf) 2007;67(3):426-33. 13.Kars M, Delgado V, Holman ER, Feelders RA, Smit JW, Romijn JA, et al. Aortic valve calcification and mild tricuspid regurgitation but no clinical heart disease after 8 years of dopamine agonist therapy for prolactinoma. J Clin Endocrinol Metab 2008;93(9):3348-56. 14.Vallette S, Serri K, Rivera J, Santagata P, Delorme S, Garfield N, et al. Long-term cabergoline therapy is not associated with valvular heart disease in patients with prolactinomas. Pituitary 2009;12(3):153-7. 15.Bogazzi F, Buralli S, Manetti L, Raffaelli V, Cigni T, Lombardi M, et al. Treatment with low doses of cabergoline is not associated with increased prevalence of cardiac valve regurgitation in patients with hyperprolactinaemia. Int J Clin Pract 2008 Dec;62(12):1864-9. 16.Iglesias P, Diez JJ. Macroprolactinoma: a diagnostic and therapeutic update. QJM 2013 Jun;106(6):495-504. 17.Delgrange E, Sassolas G, Perrin G, Jan M, Trouillas J. Clinical and histological correlations in prolactinomas, with special reference to bromocriptine resistance. Acta Neurochir (Wien ) 2005;147(7):751-7. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Artículo Original Dosis de levotiroxina varía según la etiología del hipotiroidismo y el peso corporal Carlos Alfonso Builes Barrera1, Karen Lorena Palacios Bayona2, Fabián Alberto Jaimes Barragán3 Médico Internista. Endocrinólogo. Hospital Universitario San Vicente Fundación. Profesor de la Facultad de Medicina Universidad de Antioquia 2 Médica Internista. Endocrinóloga. Universidad de Antioquia 3 Médico Internista. Doctor en Epidemiologia de las enfermedades infecciosas. Magister en epidemiología clínica. Profesor asociado de la Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia. 1 Grupo de Investigación Grupo de endocrinología clínica y metabolismo, Sección de Endocrinología, Departamento de Medicina Interna. Universidad de Antioquia. Contacto: [email protected] Resumen Objetivo: Determinar las dosis de levotiroxina necesarias para alcanzar control bioquímico del hipotiroidismo según su etiología, peso corporal, TSH inicial y tiempo desde su diagnóstico. Población y métodos: Estudio de cohorte retrospectivo en pacientes hipotiroideos mayores de 14 años con control bioquímico de la enfermedad. Resultados: Se incluyeron 518 pacientes, 90% mujeres. El hipotiroidismo primario fue la forma más común (66,3%), seguido por el hipotiroidismo postiroidectomía total (13,1%), poshemitiroidectomía (6,1%), central (5,9%), posyodo radioactivo (5,7%) y postiroiditis subaguda (2,5%). Los requerimientos respectivos de levotiroxina (µg/kg/día) en ese mismo orden fueron: 1,07± 0,48, 1,65± 0,46, 1,11± 0,52, 1,33± 0,6, 1,51± 0,58 y 1,11± 0,72 (p<0,001). La dosis necesaria en pacientes con hipotiroidismo primario se incrementó con el paso del tiempo desde el diagnóstico: menos de 2 años: 0,77 ± 0,38, entre 2 y 5: 0,90 ± 0,40, mayor de 5: 1,07 ± 0,48 (p<0,001). En pacientes con TSH inicial menor de 10 mUI/L y con menos de dos años de evolución se normalizó la TSH con dosis de 0,65 µg ± 0,33, mientras aquellos con TSH inicial mayor de 20 necesitaron 1,34 µg ± 0,68. (p<0,001). Se observó una diferencia significativa en las dosis requeridas para lograr control de la enfermedad de acuerdo con el índice de masa corporal, siendo menores por kilo de peso a mayor grado de sobrepeso/ obesidad (p = 0,0067). Conclusión: La dosis requerida de levotiroxina para alcanzar el control bioquímico depende de la etiología de la enfermedad, de los valores de TSH al momento del diagnóstico, del peso y el tiempo de evolución del hipotiroidismo. La dosis necesaria para el control de formas leves/tempranas es menor que la recomendada en ausencia de función residual. Palabras clave: hipotiroidismo, dosis, levotiroxina, tratamiento. Abstract Objective: To determine the dose of levothyroxine needed to achieve biochemical control of hypothyroidism based on etiology, body weight, baseline TSH and time since diagnosis. Population and methods: Retrospective cohort study with hypothyroid patients 14 years of age and older with biochemical control of the disease. Results: 518 patients were recruited, 90% of them women. Primary hypothyroidism was the most common form (66.3%), followed by hypothyroidism post-total thyroidectomy (13.1%), post hemi-thyroidectomy (6.1%), central (5.9%), post-radioactive iodine treatment (5.7%), and post thyroiditis (2.5%). The respective levothyroxine requirements (µg/kg/d) in the same order were: 1.07 ± 0.48, 1.65 ± 0.46, 1.11 ± 0.52, 1.33 ± 0.6, 1.51 ± 0.58 and 1.11 ± 0.72 (p <0.001). The required dose in patients with primary hypothyroidism increased as a function of time since initial diagnosis: Less than 2 years: 0.77 ± 0.38, 2 to 5 years: 0.90 ± 0.40, more than 5 years: 1.07 ± 0.48 (p <0.001). In patients with baseline TSH levels lower than 10 mIU/L and less than 2 years of evolution, TSH was normalized with doses of 0.65 µg ± 0.33, whereas those with baseline TSH levels higher than 20 needed 1.34 µg ± 0.68 (p <0.001). A significant difference was observed in the dose required to achieve disease control. This difference was related to body mass index, as follows: The greater the degree of overweight/obesity, the lower the doses needed per kg of body weight (p = 0.0067). Conclusion: The dose of levothyroxine required to achieve biochemical control depends on the etiology of the disease, TSH levels at the time of diagnosis, weight, and time since onset of hypothyroidism. The dose required to control mild and early forms is lower than the dose recommended in the absence of residual function. Key words: hypothyroidism, dose levothyroxine, treatment. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 27 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Introducción Una aproximación frecuente en el tratamiento del hipotiroidismo primario es calcular la dosis de levotiroxina según el peso corporal, haciendo ajustes progresivos hasta lograr una TSH dentro de rangos poblacionales esperados normales: 0,4 a 3,0 mUI/L en la mayoría de los pacientes adultos y hasta 4,2 mUI/L en adultos mayores(1,2). Varios estudios previos han estimado las necesidades de levotiroxina con base en el peso corporal entre 1,6 y 2,1 µg/kg/día en ausencia de función tiroidea residual(3-7). En los pacientes con antecedente de cáncer de tiroides que requieren supresión de la TSH, las dosis descritas son de 2,0 a 2,5 µg/kg/día. Aunque se ha propuesto que el peso ideal es un mejor predictor de la dosis de levotiroxina entre mujeres pre y posmenopáusicas que el cálculo por el peso actual, no se ha podido demostrar esto para todos los pacientes y la dosis calculada por el peso del paciente es la más aceptada(3,4). En un estudio realizado en Colombia, la dosis necesaria para el control del hipotiroidismo fue de 1,1 µg/kg/día de levotiroxina en pacientes con TSH elevada pero menor de 20 mUI/L, mientras que fue de 1,6 µg/kg/día en aquellos con TSH mayor de 20 mUI/L(5). El objetivo de este estudio es determinar las necesidades de levotiroxina para lograr niveles de TSH en metas según la etiología del hipotiroidismo, especialmente en la población con falla tiroidea leve o compensada. También se quiere evaluar si hay diferencias en las necesidades de levotiroxina en pacientes con hipotiroidismo basados en el tiempo de evolución de la enfermedad, el índice de masa corporal y los valores de TSH en el momento del diagnóstico. Materiales y métodos Diseño y población de estudio Se diseñó un estudio de cohorte de tipo retrospectivo en el cual se analizaron los pacientes evaluados en la consulta de endocrinología (tiroides) desde el año 2011 hasta el 2013 en dos centros de atención (Hospital Universitario de San Vicente Fundación y consulta privada del médico endocrinólogo Carlos Alfonso Builes Barrera). Se incluyeron pacientes mayores de 14 años, con diagnóstico confirmado de hipotiroidismo de cualquier etiología, con al menos 6 meses de tratamiento médico con levotiroxina y que en el momento de la consulta tuvieran criterios bioquímicos de hipotiroidismo controlado. Se excluyeron las mujeres hipotiroideas en embarazo y aquellos pacientes con tiroidectomía total por cáncer de tiroides que presentaran enfermedad activa con menos de cinco años de la cirugía. Mediciones Para definir hipotiroidismo controlado se estableció un límite inferior de TSH de 0,4 mIU/L y un límite superior de 3,0 28 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo mUI/L(1). En el caso de pacientes mayores de 60 años se aceptó un límite superior de TSH hasta 4,2 mUI/L(2). En pacientes con hipotiroidismo central se definió control bioquímico cuando el valor de la última T4 libre estaba en rangos de normalidad de 0,73 a 1,95 ng/dL. Los pacientes se clasificaron de acuerdo con el tipo de hipotiroidismo en siete categorías: 1. Hipotiroidismo primario autoinmune con anticuerpos antitiroideos antimicrosomales (antiperoxidasa o antiTPO) y/o antitiroglobulina positivos. 2. Hipotiroidismo primario sin dato de anticuerpos 3. Hipotiroidismo primario postiroiditis subaguda 4. Hipotiroidismo primario posterior a la administración de yodo radioactivo 5. Hipotiroidismo primario posterior a la realización de hemitiroidectomía 6. Hipotiroidismo primario posterior a la realización de tiroidectomía total 7. Hipotiroidismo central. Se registró la edad, el sexo, el tiempo de diagnóstico del hipotiroidismo, el valor de TSH y/o T4 libre al momento del diagnóstico y de obtener dos controles consecutivos de TSH y/o T4 libre en rango normal, el peso y la talla de los pacientes en la consulta y la dosis de levotiroxina con la que se alcanzó el control bioquímico del hipotiroidismo. Plan de análisis Las variables continuas se describen como promedios con desviación estándar y las variables nominales como proporciones. Las comparaciones entre grupos se hicieron por medio de un análisis de varianza (ANOVA) de una vía o de dos vías, de acuerdo con el número de factores independientes; o de Kruskal-Wallis, según la distribución de los datos. Se consideraron significativos valores de p < 0,05. Resultados Se recolectaron los datos de 615 pacientes y 97 se excluyeron del análisis por presentar TSH fuera de las metas establecidas de acuerdo con la edad. El promedio de edad de los 518 pacientes analizados fue de 52,3±14,9 años (rango entre 15 y 88 años), siendo menores de 60 años 337 pacientes (65,05%). Con una relación 9 a 1 mujer a hombre, 469 mujeres (90,5%) y un promedio de tiempo de diagnóstico del hipotiroidismo de 7,23 ± 7,4 años. El valor promedio de TSH en el último control médico fue de 1,69 ± 0,78mIU/L, mientras que el de T4 libre fue 1,20± 0,31ng/dL. Los mayores requerimientos de levotiroxina se produjeron en pacientes postiroidectomía total e hipotiroidismo posyodo radioactivo con 1,6 y 1,5 µg/kg/día, respectivamente, mientras que los menores requerimientos fueron en pacientes con hipotiroidismo primario sin reporte de anticuerpos con 1,03± Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 0,46 µg/kg/ día (p < 0,001 para la diferencia entre medias), seguidos de hipotiroidismo poshemitiroidectomía y postiroiditis subaguda como se muestra en la tabla 1. El valor de la TSH al momento del diagnóstico se obtuvo en 224 de los 518 pacientes estudiados (43,4%), siendo en promedio de 22,48 ± 38,79 mIU/L. Los valores fueron mayores en pacientes con hipotiroidismo posyodo y postiroidectomía (tabla 1). En el subgrupo de los 344 pacientes con hipotiroidismo primario se encontró asociación directa entre el tiempo de evolución de la enfermedad y una mayor dosis de levotiroxina para alcanzar el control bioquímico (tabla 2). En el subgrupo de pacientes con hipotiroidismo primario sin registro de anticuerpos antitiroideos se logró el control de TSH con 0,65 ± 0,33 µg/kg/día de levotiroxina cuando la TSH inicial fue menor de 10 y con 0,77± 0,002 µg/kg/día de levotiroxina cuando la TSH estuvo entre 10 y 20 mIU/L. En el subgrupo de pacientes con hipotiroidismo primario y anticuerpos antitiroideos positivos documentados se apreció una relación significativa entre el tiempo de diagnóstico de la enfermedad, los valores iniciales de TSH y los requerimientos de levotiroxina necesarios para lograr TSH en metas terapéuticas (tabla 3). Se observó una diferencia significativa en las dosis requeridas para lograr control de la enfermedad de acuerdo con el índice de masa corporal, siendo menores por kilo de peso a mayor grado de sobrepeso/obesidad (p = 0,0067) y mayores necesidades de levotiroxina a mayor tiempo del diagnóstico de hipotiroidismo (p <0,001), como se muestra en la tabla 4. Tabla 1. Requerimiento de levotiroxina según la etiología del hipotiroidismo y el valor inicial de TSH Subtipo de hipotiroidismo (N = 518) N (%) Edad (años) TSH inicial (n = 224) Dosis de LT4* ( µg/kg/ día) Primario sin dato de anticuerpos 264 (50,96%) 53,9±14,7 27,56± 48,96 (n:119) 1,03± 0,46 Primario autoinmune (TPO positivos) 80 (15,41%) 47,9±14,1 12,60±15,76 (n:53) 1,21± 0,54 Posterior a tiroidectomía total 68 (13,12%) 56,5±12,1 44± 43,85 (n:27) 1,65± 0,46 Posterior a hemitiroidectomía 32 (6,17%) 55,3±14,3 31,91± 36,95 (n:5) 1,11± 0,52 Central 31 (5,98%) 51,2±16,5 ----- 1,33± 0,60 Posyodo radioactivo 30 (5,79%) 41,0±14,1 63,05± 96,14 (n:10) 1,51± 0,58 Primario postiroiditis subaguda 13 (2,50%) 41,3±12,3 11,10± 8,04 (n:10) 1,11± 0,72 Los valores se presentan como promedios ± desviación estándar. *p < 0.001 por prueba de ANOVA Tabla 2. Relación del tiempo del diagnóstico del hipotiroidismo primario con la dosis requerida para lograr control bioquímico de la enfermedad Número de pacientes Tiempo del diagnóstico (años) Dosis de levotiroxina (µg/kg/día)* 59 <2 0,77 ± 0,38 100 2-5 0,90 ± 0,40 185 >5 1,07 ± 0,48 *p < 0,001 por prueba de ANOVA Tabla 3. Dosis de levotiroxina de acuerdo con valores iniciales de TSH y tiempo desde el diagnóstico en pacientes con hipotiroidismo primario y anticuerpos positivos Tiempo de diagnóstico Valor de TSH (mIU/L) <10 (N=26) 10-20 (N=13) >20 (N=14) < 2 años (N=23) 0,67 ± 0,15 0,71 ± 0,31 0,81 ± 0,38 2-5 años (N=20) 1,14± 0,61 1,37± 0,60 1,77± 0,24 > 5 años (N=10) 1,75± 0,58 2,01± 0,49 Prueba ANOVA de dos vías: 1. Relación tiempo de evolución de la enfermedad con el requerimiento de levotiroxina p < 0,001. 2. Relación valor de TSH al momento del diagnóstico con requerimiento de levotiroxina p < 0,001. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 29 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Tabla 4. Relación del índice de masa corporal con los requerimientos de levotiroxina y tiempo de evolución del hipotiroidismo en todo el grupo de estudio Años del diagnóstico Dosis de levotiroxina de acuerdo con el IMC (Kg/m2) (Número de pacientes) <18,5 <2 18,5-24,9 25-29,9 30-34,9 35-39,9 0,92 ± 0,54 (n=46) 1,09 ± 0,49 (n=33) 1,04 ± 0,58 (n=9) 0,41 (n=1) >40 2-5 1,79 ± 0,54 (n=5) 1,07 ± 0,56 (n=68) 1,15 ± 0,48 (n=70) 1,06 ± 0,48 (n=25) 1,08 ± 0,38 (n=7) 0,79 ± 0,17 (n=5) >5 2,79 (n=1) 1,24 ± 0,57 (n=125) 1,20 ± 0,42 (n=60) 1,17 ± 0,52 (n=43) 1,21 ± 0,39 (n=13) 1,18 ± 0,74 (n=7) Prueba ANOVA de dos vías: 1. Relación tiempo de evolución de la enfermedad con requerimiento de levotiroxina p < 0,001. 2. Relación índice de masa corporal con requerimiento de levotiroxina p = 0,0067. Discusión En el presente análisis encontramos que la causa del hipotiroidismo, el tiempo de evolución de la enfermedad, el índice de masa corporal y la TSH inicial determinan la dosis de levotiroxina necesaria para alcanzar el control bioquímico del paciente. Al hacer la estratificación por subgrupos de acuerdo con la etiología del hipotiroidismo, se encuentran los mayores requerimientos en las formas ablativas (cirugía total o terapia con yodo radioactivo), seguidas por la tiroiditis crónica (autoinmune). Lo anterior se relaciona también con un valor de TSH más alto pretratamiento, como reflejo del daño inicial más pronunciado sobre la glándula tiroides, además del deterioro progresivo sobre la función residual en las formas autoinmunes, que se correlaciona con el aumento de la dosis de levotiroxina requerida para el control con el paso de los años a partir del diagnóstico. Debe destacarse que la gran mayoría de los pacientes con hipotiroidismo primario cursan con títulos positivos de autoanticuerpos, esto se reporta en cerca del 85% de los casos. En la cohorte evaluada, esta proporción es muy baja y consideramos que la principal explicación es la falta de una medición rutinaria en todos los pacientes en nuestro medio, especialmente cuando tienen valores muy altos de TSH desde el comienzo, además del costo que representa para el paciente. Por otro lado, la inclusión de pacientes con diagnóstico de muchos años de evolución hizo difícil la búsqueda y hallazgo de la información registrada de manera completa como sucede en los trabajos retrospectivos. La medición de los antiTPO es útil en la práctica clínica para confirmar la etiología autoinmune de la enfermedad, además de la búsqueda activa de otras patologías que pueden hacer parte de un síndrome poliglandular autoinmune. En la literatura se ha descrito clásicamente que la dosis de suplencia para hipotiroidismo es de 1,6 µg/kg/día, recomendación extrapolada de estudios en donde hay ausencia completa de la función tiroidea, como en los casos de hipotiroidismo posterior a tiroidectomía total o a la administración de yodo radioactivo(6-8). Sin embargo, en la práctica clínica se 30 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo observa que la dosis de suplencia requerida depende de la etiología del hipotiroidismo, puesto que en algunos casos aún hay función residual de la glándula tiroides(6). Kabadi evaluó la etiología del hipotiroidismo como determinante de la dosis de LT4 requerida para alcanzar el control bioquímico(10), encontrando un requerimiento de dosis menores en hipotiroidismo primario debido a tiroiditis de Hashimoto, idiopático o posterior a tiroiditis por irradiación del cuello y dosis más altas luego de tratamiento con yodo radioactivo o tiroidectomía total o subtotal, lo que está de acuerdo con los hallazgos obtenidos en el presente estudio. Los datos en la literatura son contradictorios en cuanto al valor de la TSH al momento del diagnóstico y su relación con las dosis de suplencia para alcanzar el control bioquímico de la enfermedad. En otro estudio de Kabadi y colaboradores(11), se encontró que hay correlación entre estas variables al realizar un análisis por regresión logarítmica (r=0,86; p<0,00001) o regresión lineal (r=0,83; p<0,00001), afirmando que la TSH pretratamiento predice la dosis requerida de levotiroxina para alcanzar el control del perfil tiroideo, datos similares a los obtenidos en nuestro análisis. Estos resultados contrastan con los obtenidos por Devdhar y colaboradores(3) quienes concluyeron que los factores que influían en determinar la dosis óptima de levotiroxina eran el sexo y el índice de masa corporal, pero no la TSH inicial registrada al momento del diagnóstico. Actualmente, el peso real del paciente es el utilizado para calcular la dosis necesaria de suplencia hormonal en el hipotiroidismo(1,6). Sin embargo, estudios previos han demostrado que el peso seco del paciente puede ser una aproximación más exacta para determinar los requerimientos de levotiroxina, especialmente en pacientes con índice de masa corporal aumentado por obesidad o por mayor masa muscular(4). Jouklaas, 2010, encontró que al usar la fórmula del peso ideal para calcular las dosis de levotiroxina, los requerimientos fueron más altos en las mujeres de todas las edades que en hombres(12). Santini y colaboradores(4) demostraron que las diferencias de las dosis entre ambos sexos son un reflejo del peso seco como resultado de las diferencias en la composición corporal entre Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo hombres y mujeres. Esta consideración constituye una limitación de nuestro estudio, en donde la dosis de los pacientes fue calculada por el peso real mas no por el peso seco. El índice de masa corporal tiene buena correlación con la dosis necesaria de levotiroxina en pacientes hipotiroideos postiroidectomía. El cálculo de la dosis convencional por el peso mostró que de 122 pacientes tratados sólo el 32% estaban eutiroideos, el 53% de los pacientes con IMC mayor de 30 estaban sobretratados y 46% de los pacientes con IMC menor de 25 estaban subdosificados(29). Los hallazgos de este trabajo tienen correlación con los datos encontrados de las menores dosis usadas por kilogramo de peso en pacientes con obesidad. Se propone que la dosis inicial de levotiroxina (µg/kg/ día) según el IMC sea de −0,018*IMC +2,13. La gran mayoría de los pacientes evaluados se encontraron dentro del peso normal o en sobrepeso y sólo el 2,3% tuvo IMC mayor de 40 (obesidad mórbida). Guardando una relación similar a la reportada para la población general(9). Existen variables individuales que afectan la biodisponibilidad de la levotiroxina como son los polimorfismos genéticos en las deyodasas y las diferencias particulares en las proteínas de transporte de hormonas tiroideas(5). Adicionalmente, la presentación de la levotiroxina consumida, el tiempo entre la ingestión del medicamento y el consumo de alimentos, y el uso de medicamentos con potencial interferencia en la efectividad de la levotiroxina son variables que no pudieron ser controladas en el presente estudio retrospectivo. Aunque la levotiroxina genérica se considera bioequivalente con las presentaciones comerciales, no es intercambiable, por lo que se recomienda tener en cuenta que las preparaciones no sean variadas en la farmacia y que si esto sucede se reevalúe la TSH en 6 a 8 semanas luego del cambio de presentación de la levotiroxina(13). Este factor determinante de variabilidad en el control adecuado de los pacientes no es posible conocerlo por la naturaleza retrospectiva del estudio y la escasez de registros particulares frente a la marca de levotiroxina recibida, especialmente en pacientes institucionales. Otros factores que afectan la biodisponibilidad de la levotiroxina son la adherencia al tratamiento, las interacciones medicamentosas y las comorbilidades(14). Dentro de las enfermedades concomitantes que modifican los requerimientos de LT4 se encuentran la infección por Helicobacter pylori(15), la gastritis crónica(15), la enfermedad celiaca(5), la cirugía bariátrica(16,17) y la giardiasis(18). Respecto a las interacciones medicamentosas se han descrito en la literatura que interfieren con la absorción de LT4 el tratamiento con inhibidores de bomba de protones(19), colestiramina(20), colesevelam(20), poliestireno sulfonato cálcico(19), sulfato ferroso(21), sucralfato(22), antiácidos(23), laxantes(23), suplementos de calcio(24), sevelamer(25,26), raloxifeno(27), orlistat(28), entre otros. Por ser un estudio de naturaleza retrospectiva es difícil conocer todas las variables para el análisis de causas que conllevan a incrementos en la Volumen 1, número 1, octubre de 2014 dosis necesaria de levotiroxina, constituyendo otra limitante de los resultados. Conclusiones Múltiples elementos intervienen en el control bioquímico del hipotiroidismo. En la población evaluada se encontró una relación entre la dosis necesaria de levotiroxina para lograr el eutiroidismo y la etiología del hipotiroidismo, el tiempo de evolución de la enfermedad, el índice de masa corporal y la TSH inicial, factores que se deben tener en cuenta para determinar la dosis óptima de levotiroxina. La invitación es a individualizar la dosis necesaria para el tratamiento de los pacientes con diagnóstico reciente de hipotiroidismo, especialmente para aquellos con valores iniciales de TSH menores de 10 mIU/L. Debido a las limitaciones por ser un estudio observacional, se requieren estudios prospectivos para generalizar los hallazgos obtenidos en nuestro análisis. Referencias 1. Garber JR, Cobin RH, Gharib H, Hennessey JV, Klein I, Mechanick JI, et al. Clinical Practice Guidelines for Hypothyroidism in Adults: Co-sponsoredby American Association of Clinical Endocrinologists and the American Thyroid Association. Thyroid. 2012; 22(12):1200-35. 2. Hollowell JG, Staehling NW, Flanders WD, Hannon WH, Gunter EW, Spencer CA, et al. Serum TSH, T(4), and thyroid antibodies in the United States population (1988 to 1994): National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES III). J Clin Endocrinol Metab. 2002; 87(2): 489-99. 3. Devdhar M, Drooger R, Pehlivanova M, Singh G, Jonklas J. Levothyroxine replacement doses are affected by gender and weight but not age. Thyroid. 2011; 21 (8): 821-827. 4. Santini F, Pinchera A, Marsili A, Ceccarini G, Castagna MG, Valeriano R, Giannetti M, Taddei D, Centoni R, Scartabelli G, Rago T, Mammoli C, Elisei R, Vitti P. Lean body mass is a major determinant of levothyroxine dosage in the treatment of thyroid diseases. J Clin Endocrinol Metab. 2005; 90:124–127. 5. Escobar I. Dosis de levotiroxina (T4) para el tratamiento del hipotiroidismoprimario. En Sociedad Latinoamericana de tiroides. Libro de resúmenes VII Congreso SLAT, 1997. Página 25, resumen 17. 6. Okosieme O. Thyroid hormone replacement current status and challenges. Expert Opin Pharmacother. 2011; 12 (15): 2315-2328. 7. Olubowale O,Chadwick D, Optimization of thyroxine replacement therapy after total or near total thyroidectomy for bening thyroid disease. Br J Surg. 2006. 93: 57-60. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 31 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 8. Jin J, Allemang M, McHenry Ch. Levothyroxine replacement dosage determination after thyroidectomy. Am J Surg. 2013; 205: 360-364. 9. Mapas de la situación nutricional en Colombia. http:// home.wfp.org/stellent/groups/public/documents/liaison_offices/wfp186725.pdf 10.Kabadi UM. Influence of age on optimal daily levothyroxine dosage in patients with primary hypothyroidism grouped according to etiology. South Med J. 1997; 90(9):920-4. 11.Kabadi UM, Kabadi MM. Serum thyrotropin in primary hypothyroidism: a reliable and accurate predictor of optimal daily levothyroxine dose. Endocr Pract. 2001; 7(1): 16-18. 12.Jouklaas J. Sex and age differences in levothyroxine dosage requirement. Endocr Pract. 2010; 16:71-79. 13.Hennesey J. Generics vs name brand L- thyroxine products: ¿interchangeable or still not? J Clin Endocrinol Metab. 2013; 98(2):511-14. 14.Centanni M. Thyroxine treatment: absorption, malabsorption, and novel therapeutic approaches. Endocrine. 2013; 43 (1):8-9. 15.Centanni M, Gargano L, Canettieri G, Viceconti N, Franchi A, Delle Fave G, et al. Thyroxine in goiter, Helicobacter pylori infection, and chronic gastritis. N Engl J Med. 2006; 354(17):1787-95. 16.Fazylov R, Soto E, Cohen S, Merola S. Laparoscopic Rouxen-Y gastric bypass surgery on morbidly obese patients with hypothyroidism. Obes Surg. 2008; 18(6):644-7. 17.Rubio IG, Galrão AL, Santo MA, Zanini AC, Medeiros-Neto G. Levothyroxine absorption in morbidly obese patients before and after Roux-En-Y gastric bypass (RYGB) surgery. Obes Surg. 2012; 22(2):253-8. 18.Radaeli R, Diehl L. Increased levothyroxine requirement in a woman with previously well-controlled hypothyroidism and intestinal giardiasis. Arq Bras Endocrinol Metab;55(1):81-84, Feb. 2011. 19.Sachmechi I, Reich DM, Aninyei M, Wibowo F, Gupta G, Kim PJ. Effect of proton pump inhibitors on serum thyroid- 32 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo stimulating hormone level in euthyroid patients treated with levothyroxine for hypothyroidism. Endocr Pract 2007; 13 (4): 345-350. 20.Liwanpo L, Hershman JM. Conditions and drugs interfering with thyroxine absorption. Best Pract Res Clin Endocrinol Metab 2009; 23 (6): 781-92. 21.Campbell NR, Hasinoff BB, Stalts H, Rao B, Wong NC. Ferrous sulfate reduces thyroxine efficacy in patients with hypothyroidism. Ann Intern Med.1992; 117(12):1010-3. 22.Sherman SI, Tielens ET, Ladenson PW. Sucralfate causes malabsorption of L-thyroxine. Am J Med. 1994; 96(6):531-5. 23.Mersebach H, Rasmussen AK, Kirkegaard L, Feldt-Rasmussen U. Intestinal adsorption of levothyroxine by antacids and laxatives: case stories and in vitro experiments. Pharmacol Toxicol. 1999; 84(3):107-9. 24.Zamfirescu I, Carlson HE. Absorption of levothyroxine when coadministered with various calcium formulations. Thyroid. 2011; 21(5):483-6. 25.John-Kalarickal J, Pearlman G, Carlson HE. New medications which decrease levothyroxine absorption. Thyroid. 2007; 17(8):763-5. 26.Diskin CJ, Stokes TJ, Dansby LM, Radcliff L, Carter TB. Effect of phosphate binders upon TSH and L-thyroxine dose in patients on thyroid replacement. Int Urol Nephrol. 2007; 39(2):599-602. 27.Garwood CL, Van Schepen KA, McDonough RP, Sullivan AL. Increased thyroid-stimulating hormone levels associated with concomitant administration of levothyroxine and raloxifene. Pharmacotherapy. 2006; 26 (6):881-5. 28.Filippatos TD, Derdemezis CS, Gazi IF, Nakou ES, Mikhailidis DP, Elisaf MS. Orlistat-associated adverse effects and drug interactions: a critical review. Drug Saf. 2008; 31(1):53-65. 29.Ojomo KA, Schneider DF, Reiher AE, Lai N, Schaefer S, Chen H, Sippel RS. Using body mass index to predict optimal thyroid dosing after thyroidectomy. J Am Coll Surg. 2013: 216(3), 454-60. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Historia de la Endocrinología Aportes colombianos a la tiroidología Alfredo Jácome Roca* *MD, FACP. Internista-Endocrinólogo. Miembro de Número, Academia Nacional de Medicina de Colombia, Bogotá. Miembro Honorario, Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Resumen L as patologías tiroideas estudiadas inicialmente desde la época de Mutis fueron el bocio y el cretinismo endémicos. Una segunda etapa le correspondió a los endocrinólogos de la segunda mitad del siglo XX, que ampliaron los conocimientos etiológicos, patológicos, diagnósticos y terapéuticos, destacándose la investigación de agentes bociogénicos en el Valle del Cauca y la implementación de los estudios y terapéuticas con yodo radioactivo. El mejor conocimiento de estos pacientes hizo reducir las tiroidectomías a unas proporciones más racionales, mientras que programas de salud pública como la yodación de la sal y la detección rutinaria de hipotiroidismo congénito por medio de la TSH neonatal lograron un gran avance en la prevención y pronóstico de estas patologías. Actualmente se adelantan investigaciones genéticas, de técnicas quirúrgicas y de autoinmunidad, al tiempo que el país participa en estudios multicéntricos regionales sobre patologías tiroideas. Palabras clave: hipertiroidismo, hipotiroidismo, cáncer de tiroides, bocio endémico, yodación de la sal, autoinmunidad tiroidea, tiroides Colombia. Abstract Thyroid pathologies such as endemic goiter and cretinism were studied by Spanish scientist Jose Celestino Mutis during the Colonial era in Colombia. Twentieth century endocrinologists conducted research that contributed to expand our knowledge on the etiology, histopathology, diagnosis and therapy of thyroid diseases. Two advances to highlight is the discovery of goitrogens in the Valley of the Cauca River and the use of radioactive iodine for diagnostic and therapeutic purposes. A better knowledge of patients with thyroid diseases resulted in a decrease in the number of thyroidectomies to reasonable proportions, whereas public health programs such as salt-iodination and routine screening of congenital hypothyroidism via neonatal TSH, achieved significant advances in the prevention and prognosis of these pathologies. Current research is aimed at genetics, better surgical techniques and thyroid autoimmunity, while Colombian scientists are increasingly taking part in regional multi-center studies. Key words: Hyperthyroidism, hypothyroidism, thyroid cancer, radioactive iodine, endemic goiter, salt iodination, thyroid autoimmunity, thyroid Colombia. Introducción El bocio y el cretinismo endémicos fueron la primera y más evidente preocupación sanitaria de la región andina en relación con la glándula tiroides. “Una enfermedad horrorosa”, dijo Jean-Baptiste Boussingault, quien sugirió el tratamiento apropiado(1). Habría de pasar más de un siglo antes de que se implementara la yodación de la sal, como programa lógico de salud pública. La detección neonatal del hipotiroidismo congénito en Colombia se realiza con fines preventivos y la enfermedad tiroidea autoinmune tiene consecuencias más allá de la misma glándula, pues es además un importante marcador de otras patologías autoinmunes. La disfunción tiroidea tiende a comprometer la viabilidad de los embarazos o a producir graves complicaciones cardiovasculares. El estudio del cáncer tiroideo es importante desde el punto de vista epidemiológico, del diagnóstico precoz y de la detección del carcinoma medular en familias, ya que además puede asociarse con tumores en diversos tejidos endocrinos; también en nuestro país se están haciendo importantes aportes sobre nuevas técnicas quirúrgicas. Estas patologías que hemos nombrado constituyen un problema mundial en general y colombiano en particular; por esto resulta necesario evitar que los programas de vigilancia existentes sean echados al olvido, por las repercusiones que esto tendría sobre la salud de los connacionales y por la importancia de la investigación en la información epidemiológica. En este orden de ideas, realizamos una valoración de la literatura colombiana sobre tiroidología, recordando la que hicimos en 1978(2), con el objeto de determinar el nivel de producción en esta materia. Material y métodos Con el objeto de localizar los estudios sobre tiroides realizados en nuestro país, se hizo una búsqueda de la literatura indizada en las bases de datos de PubMed (1961-2013) para publicaciones en inglés, y de LILACS (1959-2012), SciELO Colombia (2004-2013) e IMBIOMED (2005-2012) para los trabajos en español. Es de anotar que en esta última base de datos, no todas sus revistas aparecen también en SciELO. Se incluyeron todos los tipos de estudios caracterizándolos por años, Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 33 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 tipo de publicación y autores con mayor calidad y número de aportes, usando como palabras clave las de hipertiroidismo, hipotiroidismo, cáncer de tiroides, bocio endémico, yodación de la sal y autoinmunidad tiroidea. Estos términos interactuaron (AND) con la palabra Colombia. Se consultaron también varios libros y documentos, así como material impreso de algunas revistas no incluidas en dichas bases de datos. Al final se incluyeron para análisis los artículos de investigación original y algunos informes clínicos, considerados por el autor como los más importantes. Resultados En MedLine/PubMed se encontraron 58 artículos (entre 156.711 artículos totales sobre tiroidología, a partir de 1961), de los cuales 31 fueron entre 2007 y 2013. Investigaciones originales fueron 35, 27 de ellas publicadas en inglés. Un total de 10 fueron informes de casos y 7, revisiones. De los artículos listados en PubMed, 48 se escribieron en inglés (de los cuales 34 fueron observaciones en seres humanos, pero sólo 7 de ellos fueron publicados en las revistas de más alto impacto) y 8 en español (7 en humanos, en revistas de un cuartil más bajo). De 39 artículos en los últimos 11 años, 12 fueron sobre autoinmunidad y 13 sobre cáncer). En los últimos 6 años, de 28 trabajos sobre autoinmunidad o cáncer, las 3/5 partes fueron sobre este último tema. Buscando “bocio endémico” y “Colombia” como palabras claves relacionadas, aparecieron 15 artículos internacionales, pero sólo dos cuando se utilizó la palabra “cretinismo”, indicando la disminución del problema, merced a los programas de la yodación de la sal de cocina y la detección de casos de hipotiroidismo neonatal. La productividad en los últimos 10 años se duplicó (para llegar a 9 artículos en el último año). Hubo superposición en los títulos de algunos trabajos que aparecieron también en otras bases de datos. A partir del año 2000, se encontró una sola referencia en revistas médicas de alto impacto(4). Ya en la totalidad del universo estudiado, 5 de los 7 estudios publicados en las revistas consideradas de alto impacto por Medline/PubMed correspondieron al grupo de Cali (siglos XX y XXI). Una vez emigraron los principales miembros del grupo investigadores de estos temas en la Universidad del Valle, se nota una mayor dispersión de los centros universitarios donde se realizaron trabajos que aparecieron en revistas acogidas en la lista de PubMed, o que aparecen en las restantes bases de datos enunciadas. La gran mayoría de artículos indexados se originaron en Bogotá, Medellín y Cali, siendo la revista más utilizada el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, aunque sólo en cuatro ocasiones. Los demás artículos se encuentran publicados en diversas revistas extranjeras de inmunología, reumatología, de cáncer y de tiroides, siendo Biomédica la única publicación colombiana incluida. En PubMed, el autor que más contribuyó fue Juan Manuel Anaya (Universidad del Rosario), 34 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo con 9 artículos, seguido de Eduardo Gaitán Marulanda (Universidad del Valle, Cali) con 8, Álvaro Sanabria con 7 (Universidad de la Sabana) y Adriana Rojas-Villarraga (Universidad del Rosario) con 6, Pelayo Correa (Universidad del Valle) con 5, y Ángela Londoño (Universidad del Quindío), 3. En la lista de Lilacs (desde que se empezó a elaborar esta base de datos), aparecen 40 citaciones, pero 5 de ellas son de tipo veterinario. Es de anotar que en la Revista de la Sociedad Colombiana de Endocrinología —que fue publicada durante varios lustros antes de desaparecer y no quedó incluida en la base de datos de LILACS— aparecieron varios artículos de grupos interesados en la tiroidología, como los del Instituto Nacional de Cancerología, Hospital San José, Universidad de Antioquia y, por supuesto, de la Universidad del Valle. La base de datos de SciELO muestra 10 artículos, en las revistas Biomédica, Colombia Médica, Salud Pública, revistas de España, Chile y OPS, incluidas en PubMed. De las no incluidas se prefirió a la Revista de la Sociedad Colombiana de Cirugía con 3 artículos, y uno de cada uno en Acta Médica Colombiana, Salud Uninorte y la Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. La base de datos de Imbiomed, que tiene 219 registros de la palabra tiroides, contiene alrededor de un 10% de artículos generados en nuestro país. Es de anotar que todos los estudios colombianos sobre tiroides se buscaron en las bases de datos, pero muchos no fueron incluidos entre las referencias, para no hacer demasiado larga la lista. La tiroidología en Colombia A finales del siglo XIX y comienzos del XX, se fueron conociendo las enfermedades tiroideas. Entonces el interés de los médicos se expandió: se hicieron cirugías, se prescribía un preparado de tiroides desecado y se empezó a usar el metabolismo basal como prueba de función tiroidea(1-5). En la segunda mitad del siglo XX, se mejoraron las pruebas diagnósticas, la terapia de suplencia se dirigió hacia preparados confiables de levotiroxina y —para la valoración del nódulo tiroideo— se pasó de la biopsia tru-cut al aspirado citológico con aguja fina que, en manos de un citólogo experimentado, resulta de gran ayuda para el tratamiento del cáncer de tiroides, implementándose además la terapéutica con yodo radioactivo. Pero la mejor prueba de función tiroidea ha resultado indudablemente la TSH ultrasensible, con base en la cual han mejorado los criterios de tratamiento. Bocio y cretinismo endémicos Boussingault era un ingeniero de minas y científico pionero de la química agrícola en el siglo XIX, quien por serendipia descubrió la relación del bocio con la deficiencia de yodo en las cordilleras andinas. El francés había sido traído por Bolívar y Santander a través de Francisco Antonio Zea para estudios Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo sobre la minería, lo que le permitió la observación de numerosos campesinos cotudos y cretinos en las áreas montañosas que visitó. Según Rueda-Williamson (quien estuvo a cargo de la ejecución inicial del plan para erradicar el bocio endémico) “el eminente sabio francés publicó sus observaciones en las Memorias sobre las salinas yodíferas de los Andes y las causas del coto en las cordilleras de la Nueva Granada(1). Con increíble visión de medicina preventiva para su tiempo, afirmaba entonces que “el bocio desaparecería de la Nueva Granada (hoy Colombia) si las autoridades tomaran medidas para establecer en cada cabecera de cantón donde el coto es endémico, depósitos de sales yodíferas y en las que los habitantes pudieran surtirse de la sal necesaria para su consumo”. En Antioquia no había coto, pues la sal la tomaban de fuentes saladas de rocas cristalinas ricas en yodo como en Heliconia. La yodación de la sal de consumo cotidiano redujo de manera significativa la problemática sanitaria del cretinismo endémico, estudiado por endocrinólogos colombianos en 1959 que ganaron el Premio de la Fundación Alejandro Ángel Escobar en 1959(6). Este mismo premio lo obtendría luego Eduardo Gaitán, quien en 1976 presentó su trabajo “Distribución, naturaleza y fuentes de origen de los agentes bociogénicos en el occidente colombiano”(7). El profesor Gaitán, actualmente retirado en su casa del Valle del Cauca, es el autor de una de las bibliografías mundiales más importantes sobre este tema(7-9). En un reciente artículo “se encontró que en Colombia el diagnóstico de deficiencia de yodo (DDY) es subvalorado, desconociéndose la problemática actual y el estado del yodo poblacional, por lo que es necesario realizar estudios, ya que es evidente el abandono político de este problema prevenible, predecible y tratable. La mejor forma de evaluar los DDY es por medio de la yoduria y la mejor estrategia para reducir la prevalencia de estos desórdenes en la población es a través de la yodación universal de la sal”(10). Existen regiones en el país en donde la vigilancia de la ingesta de yodo no es adecuada, corriéndose el riesgo de reaparición de casos de bocio/cretinismo endémicos. Hace más de tres décadas los endocrinólogos editamos un libro sobre la Tiroidología en Colombia(2) que recogía investigaciones y revisiones nuestras de aquellas épocas. Además de los elegantes estudios de Eduardo Gaitán, están las publicaciones del grupo del Instituto de Cancerología en relación con los estudios con yodo radioactivo de la función tiroidea, de la glándula cancerosa o nodular benigna(11). Se incluyó también información continuada del estudio llevado a cabo por un grupo de endocrinólogos colombianos sobre factores etiológicos del cretinismo endémico, que fue premiado en 1959 por la Fundación Alejandro Ángel Escobar(6). Llevado a cabo principalmente en Mariquita y en la Sierra Nevada, demostró el efecto benéfico de la yodación en la mayoría de los casos pero no en todos, por lo que se concluyó que debían existir otros bociógenos importantes en el agua o en los alimentos. De aquellas épocas son también la obra del profesor Patiño, sobre bocio y Volumen 1, número 1, octubre de 2014 cáncer de tiroides(12) y algunos libros que narran episodios que dieron lugar al nacimiento de la endocrinología en Colombia, y a su madurez en la segunda mitad del siglo XX(2,4,5). Hay que hacer un reconocimiento especial al papel que jugaron los isótopos de yodo —en particular el I-131— en el estudio y tratamiento de las enfermedades tiroideas. Grupos de Bogotá, Cali y Medellín lograron estudiar numerosos pacientes, y adquirir experiencia en cifras normales, imaginología y terapéutica en cáncer y en hipertiroidismo(13,14). Pruebas diagnósticas clásicas, como el metabolismo basal, la yodoproteinemia y la captación de yodo radioactivo en 24 horas fueron remplazadas por la TSH ultrasensible, la T4 total y libre, la T3 total y la captación de T3, con métodos de radioinmunoanálisis y ELISA; el isótopo I-131 fue cambiado por el más ventajoso Tc99 para procedimientos gammagráficos tiroideos, emergiendo la ecografía de alta resolución y otros procedimientos imaginológicos en el moderno estudio de la glándula. Para algunos casos de hipotiroidismo, la prueba de TSH pos-TRH y la medición de tiroglobulina sérica como marcador de cáncer de tiroides. La biopsia por aspiración con aguja fina es definitiva en la potencial decisión quirúrgica en el estudio de los nódulos tiroideos, mientras que la biopsia por congelación continúa siendo confiable para muchos cirujanos de cabeza y cuello, para tomar decisiones intraoperatorias sobre la extensión de la tiroidectomía. Hipotiroidismo congénito Los recién nacidos en áreas bociosas con adecuada suplementación de yodo tienen un funcionamiento de glándula tiroides similar al de los niños nacidos en áreas no bociosas con la misma suplementación de yodo y no tienen, por lo tanto, riesgo más alto de desarrollar hipotiroidismo congénito(15). En 1998 Colombia fue declarada país libre de desórdenes por deficiencia de yodo. Sumado a esta estrategia, la resolución 412 del 2000 adoptó como norma el tamizaje neonatal para hipotiroidismo congénito en la atención al recién nacido(16). A partir de 1979, un grupo de trabajo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional comenzó el desarrollo de la primera experiencia de detección neonatal a través del programa de hipotiroidismo congénito, el cual se inició en el Instituto Materno Infantil de Bogotá y permitió en una primera fase la constitución de un grupo colaborativo con otras entidades del país, y en una segunda fase, comprendida entre 1983 y 1985, permitió tamizar 10.202 neonatos, confirmándose en cuatro de ellos el diagnóstico de hipotiroidismo congénito, lo que correspondió a una incidencia de 1:2.500(17,18). De acuerdo con estudios de la Universidad Javeriana de Bogotá, se tamizaron desde 1983 hasta 1998 diecisiete mil (17.000) recién nacidos, en los cuales se detectaron doce casos de hipotiroidismo congénito, cuatro de los cuales fueron transitorios, lo que equivale a una frecuencia de 1:2.100(19). Diferentes programas colombianos de tamizaje han indicado una incidencia entre 1:536 y 1:3600 recién nacidos en las series individuales de casos por laboratorio o por institución de Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 35 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 salud(20,21). El protocolo de la Red Nacional de Laboratorios(22) para el tamizaje neonatal de hipotiroidismo congénito y la vigilancia por laboratorio ha permitido estandarizar la técnica y las metodologías. En la actualidad, 152 laboratorios públicos y privados participan de forma rutinaria en el “programa de evaluación externa del desempeño para la prueba de TSH en muestras de sangre seca de cordón umbilical”. Para el 2005 se informaron resultados de laboratorio de 589.490 muestras, lo que indicaría una cobertura cercana al 70% de todos los nacimientos para ese año. Sobre esa muestra se identificaron 157 casos que representan una incidencia de uno por cada 3.755 niños. Para el 2007, solamente el Distrito Capital logró coberturas superiores al 95%, incluida la población pobre no asegurada, la cual constituye el principal problema de cobertura, aun en los departamentos con mejores coberturas por parte de las aseguradoras tanto del régimen contributivo como del subsidiado(23). Tiroides y receptores La detección temprana y masiva del hipotiroidismo congénito mediante la TSH neonatal ha favorecido las pesquisas en el campo de su etiología, permitiendo a los científicos estudiar su origen. Así se han visto casos de resistencia a la TRH en los receptores de TSH, u otros de relativa mayor frecuencia debidos a mutaciones en el gen del receptor b de la hormona tiroidea. El receptor mutado, mediante un mecanismo de inhibición dominante, impide la unión de la triyodotironina a su receptor y da lugar a una menor respuesta tisular a la acción de las hormonas tiroideas. Recientemente se publicó un estudio de casos pertenecientes a dos familias colombianas, los primeros en ser informados en nuestro país. Los investigadores de la Universidad de los Andes nos muestran cómo la patología que afectaba a estos compatriotas recién nacidos fue encontrada gracias a los programas existentes sobre detección neonatal de enfermedades metabólicas congénitas como el hipotiroidismo neonatal(24). Enfermedad tiroidea autoinmune El desarrollo de la inmunogenética ha permitido conocer también los mecanismos fisiopatológicos de una patología común, la enfermedad de Graves-Basedow(25). Esta condición es diagnosticada y tratada frecuentemente por los endocrinólogos de adultos, ya que, aunque se presenta en edades tempranas, su incidencia es baja en este grupo etario. El bocio difuso tóxico es una interesante enfermedad psicosomática, donde el estrés juega un papel desencadenante en la activación de un trastorno genéticamente determinado. Es mucho más común en mujeres que en hombres, y más frecuente en regiones con alto consumo de yodo. Como parte de las tiroidopatías autoinmunes (como la tiroiditis de Hashimoto), el bocio difuso tóxico es causado por estimulación del receptor de TSH localizado en la glándula tiroides, realizado por un anticuerpo contra ese receptor de TSH, lo que lleva a hiperplasia glandular y a hiperfunción(25). 36 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Por el contrario, la tiroiditis crónica autoinmune es causada por un anticuerpo que bloquea la estimulación por TSH y produce infiltración linfocitaria, bocio, bloqueos de ciertos pasos de la tiroxinogénesis (como la organificación del yodo) y finalmente hipotiroidismo. Cerca de una quinta parte de los pacientes con Graves-Basedow puede terminar espontáneamente con hipotiroidismo por una tiroiditis crónica subsiguiente, particularmente en pacientes que han logrado el eutiroidismo con tratamientos largos de propiltiouracilo, pero es casi la norma después del tratamiento con yodo radioactivo(26,27). La oftalmopatía está relacionada con una mediación inmunológica activada de los fibroblastos en músculos extraoculares, donde también hay receptores de TSH, y donde actúan los anticuerpos correspondientes(25). La autoinmunidad tiroidea la investigan los reumatólogos/ inmunólogos, como parte de las alteraciones en el sistema inmune que afectan el colágeno y los tejidos glandulares. Desde los primeros estudios de autoinmunidad hace más de medio siglo, se ha encontrado que una patología frecuente como la tiroiditis crónica de Hashimoto se asocia a otras enfermedades autoinmunes endocrinas menos frecuentes, y a diversas enfermedades del colágeno(28-33). La determinación de anticuerpos contra las peroxidasas tiroideas se ha vuelto parte rutinaria del diagnóstico del hipotiroidismo subclínico(34,35). Hace 50 años, la tiroiditis de Hashimoto era considerada poco relevante en nuestro medio(36). Sin embargo, en 1991 fue publicado un trabajo sobre cien casos de tiroiditis de Hashimoto(37), que despertó la conciencia entre los médicos de que en realidad esta era una patología frecuente en el país, que estaba presente en las dos terceras partes de los pacientes con bocio e hipotiroidismo, y que hizo necesaria la inclusión de la enfermedad en el diagnóstico diferencial de bocio hipercaptante en la gamagrafía realizada con m99Tc. El trabajo mereció el premio “Amigos de la Medicina”. Al finalizar el siglo XX, la Asociación Colombiana de Endocrinología produjo un Consenso Colombiano para el Diagnóstico y Manejo de las Enfermedades Tiroideas, que tuvo mucha aceptación entre las especialidades relacionadas, facultades de medicina, centros asistenciales, profesores y estudiantes de pre y posgrado(38). Estos conceptos nos muestran cómo se diferencia claramente la endocrinología clínica de la molecular. Los clínicos podemos participar con casos, con estudios epidemiológicos, o con un buen conocimiento de la literatura, pero son otros los investigadores que van desarrollando el increíble conocimiento sobre las enfermedades hormonales, en particular las tiroideas. Cáncer de tiroides Actualmente, los investigadores colombianos se concentran en temas como cáncer de tiroides, epidemiología, cirugía y patología(39-50). El cáncer de tiroides en Colombia tiene una Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo incidencia calculada para mujeres en 2008 de 7,9 por 100.000 y para hombres fue de 0,8 por 100.000(39). Entre 2003 y 2007 se presentaron 1.145 casos nuevos en el Instituto Nacional de Cancerología, que fueron clasificados por su tipo histopatológico en relación con la frecuencia, en: papilar (88%), folicular (3%), medular (3%), de células de Hürtle (1%), anaplásico (1%) y otros, o no clasificados (4%). Se calcula que anualmente aparecen 1.600 casos nuevos en todo el país. Nuevas técnicas quirúrgicas para cáncer se han diseñado en la Universidad de la Sabana, en Chía, Cundinamarca, donde también se han realizado metaanálisis sobre el tema(42-46). De este grupo, un reciente estudio de costo-beneficio favorece la realización de tiroidectomías sobre hemitiroidectomías en neoplasias foliculares, excepto en casos de alto riesgo de hipoparatirodismo residual o de lesión del nervio recurrente laríngeo(49). Esto está además en concordancia con la tendencia observada en las últimas décadas de hacer tiroidectomías oncológicas (o citorredución quirúrgica agresiva) en casos de carcinoma papilar, porque, a pesar de su buen pronóstico, se trata de cánceres de origen multicéntrico, con un número no despreciable de recidivas en casos de hemitiroidectomía, y en una cuarta parte de los casos, con variantes histológicas agresivas. La experiencia del grupo multidisciplinario de la Fundación Cardioinfantil de Bogotá, con cerca de medio millar de casos, justificó estas tiroidectomías oncológicas (que incluían en muchos casos vaciamientos centrales y laterales), por la presencia de los factores antes mencionados y en un número de casos, la falta de un adecuado seguimiento de los pacientes(50). Estudios en grupos especiales Se han realizado estudios tiroideos en diversos grupos especiales. Por ejemplo, se ha confirmado la mayor incidencia de hipotiroidismo subclínico en pacientes con VIH/SIDA, aunque al parecer no hay una relación inmunológica(51). Buscando valores autóctonos (verdaderos valores de referencia locales), se determinaron los valores de los marcadores tiroideos T3, T4 y TSH en comunidades indígenas y negras de Colombia. Se evaluaron 180 muestras de plasma, correspondientes a cinco grupos indígenas, tres grupos negros y un grupo control de mestizos de Santafé de Bogotá, utilizando las técnicas de inmunoensayo por polarización de la fluorescencia para T4 y de inmunoensayo en micropartículas enzimáticas para T3 Y TSH(52). En un estudio hecho en Bogotá sobre 447 mujeres posmenopáusicas se encontró una prevalencia de TSH elevada en 26.6%(53). Un estudio similar se hizo en población general(54). Investigadores de la Universidad de la Sabana están valorando los diferentes ejes hipotálamo-hipófisis-órgano periférico, y se ha investigado el efecto de la hormona tiroidea en el eje correspondiente a las suprarrenales(55,56) y la relación de las diferentes hormonas en el estrés. Los pacientes hipertiroideos mostraron hiperactividad de ese eje, con origen central y respuestas de cortisol reducidas, que revirtieron con el trata- Volumen 1, número 1, octubre de 2014 miento con carbimazol, mostrando que las hormonas tiroideas juegan un papel modulador en el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenales. En las enfermedades psiquiátricas se han observado alteraciones endocrinas de los ejes hipotálamo-hipofisiarios, como el de las suprarrenales y el tiroideo(57,58). También se está estudiando el papel que juega el hipotiroidismo subclínico en las depresiones mayores, y en la práctica no es infrecuente que se utilice la suplencia tiroidea para amplificar la respuesta de los antidepresivos. El síndrome del enfermo eutiroideo ha sido motivo de dos publicaciones. Sin embargo, teniendo en cuenta la complejidad de la situación que genera demasiadas variables y la falta de estudios comparativos (tratados versus no tratados) entre otras falencias, las conclusiones sobre la bondad del tratamiento de suplencia generan más preguntas que respuestas(59). La administración de suplementos tiroides en niños con talla baja —rutinaria en la segunda mitad del siglo XX— ha caído en desuso, excepto en los casos con hipotiroidismo comprobado(60). El efecto de las hormonas tiroideas sobre el corazón ha sido ocasionalmente estudiado(61). También se continúan realizando las mediciones periódicas de la disponibilidad de sal yodada en diferentes regiones del país(62). Un grupo multidisciplinario de especialistas estudió una serie de casos con encefalitis autoinmune de Hashimoto(63). Jubiz, en Cali, demostró el efecto benéfico de la coadministración de vitamina C con levotiroxina en pacientes hipotiroideos con gastritis asociada y cambios en el pH gástrico, casos en los cuales el control del hipotiroidismo puede ser difícil(64). También se han venido informando casos clínicos de rara ocurrencia que dan luz sobre ciertos mecanismos fisiopatológicos, acompañados de revisiones del tema(65-71). Físicos, bioquímicos y patólogos también intervienen en los aportes colombianos(72-74). Es de anotar que el papel de los endocrinólogos clínicos en la investigación de las tiroidopatías se ha venido diluyendo —como ocurre también en otras especialidades— en cuanto a que ahora son personas con doctorados, expertos en biología molecular, las que realizan investigaciones hormonales. Nuevas sub-especialidades endocrinas que se dedican a grupos y patologías especiales (pediatras, ginecólogos, oncólogos, cirujanos, genetistas y especialistas en medicina nuclear) se han unido a la clásica endocrinología clínica como rama de la medicina interna. A partir de la primera Sociedad (Asociación) Colombiana de Endocrinología, se han generado otras sociedades científicas afines que desempeñan un papel importante en la educación médica, en la investigación y en la coordinación de los diferentes grupos afiliados a las universidades. Conclusiones La producción científica en el tema de la tiroides en Colombia es baja, no sólo al compararla con países desarrollados (EsRevista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 37 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 tados Unidos, 2.675, Países de Europa 4.980), sino con otros países de América Latina como Brasil (1.265), México (409), Argentina (448) y Chile (222). Sin embargo, Colombia tiene más publicaciones indexadas en PubMed que Venezuela, los demás países andinos, los dos países pequeños del Cono Sur y los de Centro América, Cuba, Puerto Rico y del Caribe. Hay que anotar que los endocrinólogos hemos sido desplazados en parte como autores de trabajos investigativos, y en su lugar aparecen cirujanos oncólogos, reumatólogos inmunólogos, salubristas, genetistas, patólogos y biólogos moleculares. La participación del endocrino (pediatra, internista o ginecólogo) se continuará presentando como parte de grupos multidisciplinarios de investigación. Es necesario fomentar la investigación, lograr una mejor interacción entre organismos públicos y privados, mayor cooperación académica, esto con el fin de disminuir las brechas existentes, incrementar la publicación científica y aplicar los conocimientos generados en el propio país para mejorar las acciones epidemiológicas en los diferentes aspectos de la enfermedad tiroidea. Referencias 1. Boussingault JB. Viajes científicos a los Andes ecuatoriales o colección de memorias sobre física, química e historia natural de la Nueva Granada, Ecuador y Venezuela. Traducción de J. Acosta. París, Lasserre, 1849. Citado por Rueda-Williamson R., Pardo-Téllez F. en La Prevención del bocio endémico en Colombia. Bol Ofic Sanit Panam 1966; Dic., 495-503. 2. Sociedad Colombiana de Endocrinología. La Tiroidología en Colombia. (A. Jácome, Editor). Ediciones Avanzada, Bogotá.1978.131 páginas. 3. Zúñiga S, Sanabria A. Prophylactic central neck dissection in stage N0 papillary thyroid carcinoma. Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 2009;135 (11):1087-91. 4. Ucrós A, Hernández E, Acosta S. Historia de la Endocrinología en Colombia. 1999. 5. Jácome A. Historia de las Hormonas. Academia Nacional de Medicina, 2008. 6. Callejas L, Cortázar-García J, Gómez Afanador J, Gutiérrez A, Mendoza Hoyos H, Mendoza C, Reyes-Leal B., Sánchez Medina M, Tobar L, Ucrós-Cuéllar A, Arteaga M. Contribución al estudio de las endemias colombianas. Análisis de posibles factores etiológicos de cretinismo endémico. Premio de Ciencias 1959, Fundación Alejandro Ángel Escobar. 7. Gaitán-Marulanda E. Distribución, naturaleza y fuentes de origen de los agentes bociogénicos en el occidente colombiano. Premio de Ciencias 1976, Fundación Ángel Escobar. 8. Gaitán E, Cooksey RC, Matthews D, Presson R. In vitro mea38 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo surement of antithyroid compounds and environmental goitrogens. J Clin Endocrinol Metab. 1983; 56(4):767-73. 9. Gait-an E, Cooksey RC, Legan J, Cruse JM, Lindsay RH, Hill J. Antithyroid and goitrogenic effects of coal-water extracts from iodine-sufficient goiter areas. Thyroid. 1993 spring; 3(1):49-53. 10.Vargas Uricoechea H, Sierra- Torres CH, Holguín-Betancourt CM, Cristancho-Torres L. Trastornos asociados a la deficiencia de yodo. Vigilancia permanente es deficitaria en zonas vulnerables. Medicina (Bogotá). 2012; 34(2): 119-145. 11.Otero Ruiz E. La medicina nuclear en Colombia, temprana historia y reminiscencia personales. 2002. 12.Patiño JF. Revisión histórica sobre el bocio en Suramérica y la Nueva Granada. Medicina (Bogotá).2001; 23(56):135150. 13.Cortázar J, Ahumada JJ, Otero E. Yodo radioactivo en fisiología y patología. Rev Soc Colomb Endocrinol 1996; 4:9-54. 14.Wahner HW, Gaitán JE, Escallón H. El tratamiento del hipertiroidismo en bocio nodular y Enfermedad de Graves con yodo radioactivo. Rev Soc Colomb Endocrinol. 1968; 6: 25-30. 15.Gaitán E, Cooksey RC, Meydrech EF, Legan J, Gaitan GS, Astudillo J, Guzman R, Guzman N, Medina P. Thyroid function in neonates from goitrous and nongoitrous iodine-sufficient areas. J Clin Endocrinol Metab. 1989; 69(2):359-63. 16.Ministerio de la Protección Social. Resolución número 00412 de 2000. Diario Oficial. 2000; 43956:1-216. 17.Carrillo, J.C. Detección de Hipotiroidismo Congénito en Colombia. Acta pediátrica colombiana. 1986. 4(1):31-37. 18.Castro Rojas, D. L. (2010). Evaluación del neurodesarrollo de pacientes con diagnóstico de hipotiroidismo congénito entre 0 a 15 años, encontrados en programas de tamización neonatal en Bogotá. Iatreia, 2010; 23(4-S),S-39. 19. Bernal J, Tamayo ML. La importancia del tamizaje neonatal. Pediatría. 1997; 32(2):137-139. 20.De Bernal MM, Bonilla RD, Caldas M, Chamorro GA, Matallana A. Tamización para hipotiroidismo congénito en Cali y constitución de un centro piloto de referencia para la identificación temprana de la enfermedad. Colomb Med 2003; 34:40-46. 21.Borrajo GJ. Newborn screening in Latin America at the beginning of the 21st century. J Inherit Metab Dis. 2007; 30(4):466-81 22.Hernández de Calderón LS, Bermúdez A. Tamizaje neonatal de hipotiroidismo congénito en Colombia: Estudio para establecer el punto de corte para el valor de TSH. Grupo de Genética Salud Pública, Laboratorio Nacional de Referencia. Epidemiología INS. IQEN. 2001; 6(15)229-230. 23.Salinas S, Ching B, Bermúdez A. Aplicación de Tamizaje para hipotiroidismo congénito en los recién nacidos de las IPS del Distrito de Bogotá entre Enero y Diciembre de 2001. Biomédica. 2004; 22(supl 1):81. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo 24.Durán P, Mejía L, Lozano MC, Salguero F, Laverde G, Lattig MC. Resistencia a la hormona tiroidea en dos familias colombianas. Identificación y caracterización de mutaciones en el receptor beta de la hormona tiroidea. Medicina (Bogotá). 2013; 35(1):7-16. 25.Vargas-Uricoechea H, Sierra-Torres CH, Meza-Cabrera IA. Enfermedad de Graves-Basedow. Fisiopatología y Diagnóstico. Medicina (Bogotá). 2013;35(1):41-66. 26.Cadavid L, Vivas J, Medina R. Conversión a hipotiroidismo en tratamiento con I-131 por hipertiroidismo secundario a enfermedad de Graves, Hospital de San José, enero 2005 diciembre 2008. Repert med cir 2009; 18(4):231-236. 27.Builes CA. Enfoque del paciente con enfermedad de graves revisión. Rev Med 2005; 13(1):93-98. 28.Anaya JM, Castiblanco J, Rojas-Villarraga A, Pineda-Tamayo R, Levy RA et al. The multiple autoimmune syndromes. A clue for the autoimmune tautology. Clin Rev Allergy Immunol. 2012; 43(3):256-264. 29.Anaya JM, Tobon GJ, Vega P, Castiblanco J. Autoimmune disease aggregation in families with primary Sjögren’s syndrome. J Rheumatol. 2006; 33(11):2227-2234. 30.Anaya JM, Castiblanco J, Tobón GJ, García J, Abad V et al. Familial clustering of autoimmune diseases in patients with type 1 diabetes mellitus. J Autoimmun. 2006; 26(3):208214. 31.Hudson M, Rojas A, Coral P, López S, Mantilla RD, Chalem P, Canadian Scleroderma Research Group, Colombian Scleroderma Research Group, Baron M, Anaya JM. Polyautoimmunity and familial autoimmunity in systemic sclerosis. J Autoimmun. 2008; 31(2):156-159. 32.Roman-Gonzalez A, Moreno ME, Alfaro JM, Uribe F, LatorreSierra G, Rugeles MT, Montoya CJ. Frequency and function of circulating invariant NKT cells in autoimmune diabetes mellitus and thyroid diseases in Colombian patients. Hum Immunol. 2009; 70(4):262-8 33.Cárdenas Roldán J1, Amaya-Amaya J, Castellanos-de la Hoz J, Giraldo-Villamil J, Montoya-Ortiz G, Cruz-Tapias P, RojasVillarraga A, Mantilla RD, Anaya JM. Autoimmune thyroid disease in rheumatoid arthritis: a global perspective. Arthritis. 2012 (2012), Article ID 864907. http://dx.doi. org/10.1155/2012/864907. 34.Londoño AL, Gallego ML, Bayona A, Landázuri P. Hypothyroidism prevalence and its relationship to high levels of thyroid peroxidase antibodies and urinary iodine in a population aged 35 and over from Armenia, 2009-2010. Rev Salud Publ (Bogota). 2011; 13(6):998-1009. 35.Escobar M, Villamil M, Ruiz O. Prevalencia de anticuerpos antiperoxidasa y antitiroglobulina en jóvenes con hipotiroidismo subclínico y clínico. Medicina & Laboratorio, 2011; 17, 351-57. 36.Jácome-Roca A, Mesa Arévalo A. Autoanticuerpos a la tiroglobulina en tiroidopatías. Univ Med 1964; 6:43-50. Volumen 1, número 1, octubre de 2014 37.Escobar I, Kattah W, Niño A, Acosta E, Saavedra C, Ucrós A. Tiroiditis de Hashimoto, estudio de 100 casos. Acta Med Colomb 1991; 16:18-29. 38.Asociación Colombiana de Endocrinología. Consenso Colombiano para el Diagnóstico y Manejo de las Enfermedades Tiroideas. Acta Med Colomb 1999; 24:159-174. 39.Colombia. Instituto Nacional de Cancerología, Anuario Estadístico, Bogotá, Noviembre de 2009. 40.Chala AI, Franco HI, Aguilar CD, Cardona JP. Estudio descriptivo de doce años de cáncer de tiroides, Manizales, Colombia. Rev Colomb Cir. 2010; 25:276-89. 41.Bravo LE, Collazos T, Collazos P, García LS, Correa P. Trends of cancer incidence and mortality in Cali, Colombia. 50 years experience. Colomb Med 2012; 43(4):246-255. 42.Sanabria A, Zúñiga S. Carcinoma papilar de tiroides en niños y adolescentes: relación de las características patológicas con la recurrencia. Rev Colomb Cir 2007; 22(4):202208. 43.Alfonso E, Sanabria A, Castillo M. Surgeons overestimate the risk of malignancy in thyroid nodules, evaluation of subjective estimates using a bayesian analysis. Biomedica. 2011; 31(4):590-598. 44.Sanabria A, Domínguez LC, Vega V, Osorio C. Prognosis of patients with thyroid cancer who do not undergo surgical treatment: a SEER database analysis. Clin Transl Oncol. 2011; 13(9):692-696. 45.Sanabria A, Carvalho AL, Piana de Andrade V, Pablo Rodrigo J, Vartanian JG, et al. Is galectin-3 a good method for the detection of malignancy in patients with thyroid nodules and a cytologic diagnosis of “follicular neoplasm”? A critical appraisal of the evidence. Head Neck. 2007; 29(11):1046-54. 46.Sanabria A, Carvalho AL, Silver CE, Rinaldo A, Shaha AR et al. Routine drainage after thyroid surgery--a meta-analysis. J Surg Oncol. 2007; 96(3):273-80. 47.Chala AI, Pava R, Franco HI, Alvarez A, Franco A. Criterios ecográficos diagnósticos de neoplasia maligna en el nódulo tiroideo: Correlación con la punción por aspiración con aguja fina y la anatomía patológica. Rev Colomb Cir 2013; 28(1):15-23. 48.Cadena E, Bastidas F, Angarita E, Garzón JG. Resección de recaídas de cáncer diferenciado de tiroides mediante cirugía radioguiada. Rev Col Cancerol 2012; 16(2):130-134. 49.Corso C, Gomez X, Sanabria A, Vega V, Dominguez LC, Osorio C. Total thyroidectomy versus hemithyroidectomy for patients with follicular neoplasm. A cost-utility analysis. Int J Surg. 2014; 12(8):837-42. doi: 10.1016/j. ijsu.2014.07.005. Epub 2014 Jul 11. 50.Sánchez G, Gutiérrez C, Valenzuela A, Tovar JR. Carcinoma diferenciado de la glándula tiroidea: hallazgos en 16 años de manejo multidisciplinario. Rev Colomb Cir. 2014; 29:102-109 51.Gómez CH, Vesga JF, Lowenstein E, Suárez JO, Gil FA et al. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 39 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Detección de hipotiroidismo en un programa de atención de VIH/SIDA en un hospital de Bogotá, Colombia. Rev Chil Infectol. 2011; 28(1):59-63. 52.Bernal-Villegas JE, Martínez JC, Gómez-Gutiérrez A, Pineda S, Vargas. Marcadores Tiroideos en comunidades indígenas y negras de Colombia. Univ Med 1995; (4):124-129. 53.Barón Castañeda G. Prevalencia de hipotiroidismo subclínico en la población post-menopáusica. Rev Col Menopaus 2001;7(2). 54.Builes CA, Rosero O, García J. Evaluación de disfunción tiroidea según TSH en una población de Bogotá. Acta Med Colomb 2006; 31: 66-70. 55.Lizcano F, Rodríguez JS. Thyroid hormone therapy modulates hypothalamic-pituitary-adrenal axis. Endocr J. 2011; 58(2):137-42. 56.Lizcano F, Salvador J. Effects of different treatments for hyperthyroidism on the hypothalamic-pituitary-adrenal axis. Clin Exp Pharmacol Physiol. 2008 ;35(9):1085-90 57.Castilla-Puentes R, Secin R, Grau A, Galeno R, De Mello MF, Castilla-Puentes S, Castilla-Puentes W, Sanchez-Russi CA. A multicenter study of bipolar disorder among emergency department patients in Latin-American countries. Int J Psychiatry Med. 2011; 42(1):49-67. 58.Machado-Alba JE, Plaza CD, Solarte Gómez MJ. [Antidepressant prescription patterns in patients affiliated with the General Social Security Health System of Colombia]. Rev Panam Salud Pública. 2011 Nov; 30(5):461-8. 59.Trigos-Pallares PL. Suplementación de hormona tiroidea en pacientes pediátricos críticos con síndrome eutiroideo enfermo. 2010. http://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/1657/88282214.pdf?sequence=1 60.Hernández-Cassis C, Cure-Cure C, López-Jaramillo P. Effect of thyroid replacement therapy on the stature of Colombian children with minimal thyroid dysfunction. Eur J Clin Invest. 1995; 25(6):454-6. 61.Vargas EA, González JD, Pérez MT, Granados CE, Gómez EA. Comportamiento de la TSH y la T4 en una cohorte de pacientes con arritmia cardiaca tratados con amiodarona u otros antiarrítmicos. Rev Colomb Cardiol. 2008; 15(4) 161-164. 62.Ruiz, Hugo; Jiménez, Guillermo. Prevalencia de los desórdenes por deficiencia de yodo e ingestión promedio de sal Colombia, 1994-1998 / Bogotá; INS; nov. 2001. 117 p. 40 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo 63.Sánchez Contreras A, Rojas SA, Manosalva A, Méndez Patarroyo PA, Lorenzana P, Restrepo JF, Iglesias-Gamarra A, Rondon F. Hashimoto encephalopathy (autoimmune encephalitis). J Clin Rheumatol. 2004; 10(6):339-43. 64.Jubiz W, Ramirez M. Effect of vitamin C on the absorption of levothyroxine in patients with hypothyroidism and gastritis. J Clin Endocrinol Metab. 2014 Jun; 99(6):E1031-4. doi: 10.1210/jc.2013-4360. Epub 2014 Mar 6. 65.Romero-Rojas A, Bella-Cueto MR, Meza-Cabrera IA, Cabezuelo-Hernández A, García-Rojo D, Vargas-Uricoechea H, Cameselle-Teijeiro J. Ectopic Thyroid Tissue in the Adrenal Gland: Report of 2 cases with pathogenetic implications. Thyroid. 2013 Mar 19. [Epub ahead of print] Clin Exp Pharmacol Physiol. 2008 Sep; 35(9):1085-90. 66.Céspedes C, Duran P, Uribe C, Chahín S, Lema A, Coll M. Thyroid abscess. A case series and literature review. Endocrinol Nutr. 2013; 60(4):190-196. 67.Aschner P, Jácome A. Tiroides ectópico: informe de cuatro casos. Acta Med Colomb. 1984; 9(6):310-155. 68.Rozo DF, Yurgaky J, Polanía D y cols. Cáncer de tiroides en nódulo hipercaptante por gammagrafía, serie de casos. Rev Fac Med U Nal, 2010; 18(2). 69.Baena J, Gutiérrez J, Redondo K, Redondo C. Estrumosis peritoneal: reporte de caso y revisión de la literatura. Rev Colomb Obstet Ginecol, 2011 Dic; 62(4). 70.De la Calle, Y. (1997). Tumores de células de Hürthle de la glándula tiroides: 28 casos. Hospital Universitario del Valle, Cali. Colombia Médica, 28(1), 16-21. 71.Bonnet Palencia, I. I., Benedetti Padrón, I., & Sáenz Pupo, J. C. (2010). Gammagrafía con receptores de somatostatina en un caso de carcinoma medular de tiroides. AJ48-6. Alasbimn Journal, 12, 48 72.Puerta A, Morales J, Díaz G. Simulador de tiroides de adulto. Rev Soc Col Física. 2006; 38(2):938-941. 73.Echeverri NP, Ortiz BL, Caminos JE. (2010). Proteomic analysis of primary cultures from thyroid. Rev Col Quim; 2010; 39(3):343-358. 74.Romero-Rojas AE, Diaz-Perez JA, Mastrodimos M, Chinchilla SI. Follicular thyroid carcinoma with signet ring cell morphology: fine-needle aspiration cytology, histopathology, and immunohistochemistry. Endocr Pathol. 2013; 24 (4): 239-45. doi: 10.1007/s12022-013-9271-x Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Página del Residente Reporte de caso y revisión breve Paciente con un caso poco frecuente de hta: pseudohipoaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon Angélica María González Clavijo1, Luis Felipe Fierro Maya2, Roberto Franco Vega3, Jorge Eduardo Caminos Pinzón4 Residente de Endocrinología Universidad Nacional de Colombia, Médica Internista Clínica Fundadores, Bogotá, Colombia. 2 Médico Endocrinólogo, Coordinador Grupo de endocrinología oncológica Instituto Nacional de Cancerología y Endocrinólogo Clínica Fundadores, Bogotá, Colombia. 3 Médico Endocrinólogo, Docente titular, Jefe del posgrado en endocrinología, Universidad Nacional de Colombia 4 Químico, Doctorado en Neuroendocrinología, Docente Coordinador del departamento de Bioquímica, Universidad Nacional de Colombia. 1 Correspondencia: [email protected] Resumen D escribimos el caso de una paciente con diagnóstico de hipertensión arterial (HTA) desde los 14 años de edad con frecuentes hospitalizaciones por crisis hipertensivas que no se lograban controlar con dosis crecientes de antihipertensivos. Se le realizaron múltiples estudios para HTA secundaria pero lo único anormal fue la presencia de hipercaliemia y acidosis metabólica. Con estos hallazgos se hizo la impresión diagnóstica de pseudohipoaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon y se instauró tratamiento con hidroclorotiazida en dosis crecientes con lo cual se lograron estabilizar las cifras tensionales y mejorar la hipercaliemia. Palabras clave: hipertensión arterial secundaria, pseudohipoaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon. Abstract We describe the case of a patient diagnosed with hypertension at age 14 with multiple hospitalizations for hypertensive crisis. Despite increasing doses of antihypertensive drugs, her blood pressure was not controlled. Attempts were made to rule out secondary hypertension, but to no avail, except for the presence of hyperkalemia and metabolic acidosis. With these results, the diagnostic impression was of Type 2 pseudohypoaldoste42 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo ronism or Gordon’s syndrome. The patient was treated with thiazides at increasing doses, which succeeded in stabilizing her blood pressure and improving hyperkalemia. Keywords: Secondary hypertension, pseudohypoaldosteronism type 2 or Gordon syndrome. Caso clínico Paciente de sexo femenino de 20 años de edad con hipertensión arterial (HTA) desde los 14 años. En su primera hospitalización en el 2010 se hicieron múltiples estudios para HTA secundaria, incluyendo ecocardiograma Doppler bidimensional transtorácico y Doppler de arterias renales que fueron normales, y estudios para causas endocrinas mientras tomaba verapamilo y prazosina como antihipertensivos, con medición de aldosterona, concentración de renina plasmática, catecolaminas en orina de 24 horas, ácido vanilmandélico en orina 24H, cortisol urinario y función tiroidea, que también se reportaron como normales: En los laboratorios se documentó hipercaliemia e hipercloremia pero este hallazgo al parecer pasó inadvertido. La paciente es hospitalizada nuevamente a finales de 2013 por un cuadro de hemorragia de vías digestivas altas acompañado de cifras tensionales elevadas, palpitaciones y cefalea. Se realizó una endoscopia de vías digestivas altas que mostró una úlcera duodenal sin sangrado activo; se administró omeprazol oral en dosis altas, se transfundieron 2 unidades de glóbulos rojos y se suministró verapamilo 120 mg tres veces al día y doxazosina 2 mg dos veces al día, logrando reducir sus cifras de tensión arterial sin normalizarlas por completo. Se documentó acidosis metabólica con pH de 7,2 y bicarbonato en 11 mEq/L, hipercaliemia (5,8 mEq/L) e hipercloremia (114 mEq/L) con pruebas de creatinina y nitrógeno ureico en sangre normales. Los niveles de aldosterona fueron normales (4,8 ng/dl) a pesar de la hipercaliemia y la renina plasmática fue menor de 5 pg/mL. Las metanefrinas en orina de 24 horas y Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 el ácido vanilmandélico estuvieron dentro de los rangos normales. Como parte del estudio de la enfermedad ulcerosa se realizó una tomografía axial computada de abdomen contrastada con fase arterial sin encontrar alteraciones y se postergó la medición de niveles séricos de gastrina para cuando pudiera suspenderse el inhibidor de bomba de protones, lo cual se logró a los dos meses del egreso hospitalario con un resultado de gastrina sérica dentro del rango normal. Al interrogar a la paciente por su historia familiar encontramos que su madre falleció a la edad de 32 años durante una crisis de hipertensión arterial. En esta paciente se hizo la impresión diagnóstica de pseudohipoaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon debido a la presencia de hipertensión arterial familiar acompañada de acidosis metabólica e hipercaliemia. Basados en los reportes de la literatura acerca de la eficacia de la hidroclorotiazida (HCTZ), se adicionó este diurético en dosis crecientes evidenciando mejoría en las cifras de tensión arterial, en la corrección de la hipercaliemia y de la acidosis metabólica. La paciente fue dada de alta con indicación de controles mensuales durante los cuales fue posible reducir las dosis de los otros antihipertensivos y a los seis meses de seguimiento se encontraba con adecuado control clínico recibiendo HCTZ 75 mg día, verapamilo 80 mg cada 12 horas y doxazosina 2 mg. En la paciente se habían utilizado múltiples esquemas antihipertensivos pero en ninguno se había incluido la HCTZ y sólo se consiguieron cifras de tensión arterial aceptables con su adición. Discusión En esta paciente con HTA de presentación a una edad muy temprana se descartaron las causas secundarias más comunes, incluyendo las renovasculares y cardiovasculares, y dentro de las endocrinológicas se descartó hiperaldosteronismo, síndrome de Cushing y feocromocitoma. El hallazgo de hipercaliemia presente desde los primeros análisis pasó desapercibido durante muchos años y solamente en la última hospitalización se realizó determinación de gases arteriales como estudio complementario. La hipercaliemia y la acidosis metabólica hiperclorémica no están presentes en ninguno de los diagnósticos diferenciales mencionados y por ello se llegó al diagnóstico del síndrome de Gordon o pseudohipoaldosteronismo tipo 2 (PHA2), es decir que si se hubiese puesto más atención a estos hallazgos, en una paciente con función renal preservada, se habrían podido evitar otras pruebas más costosas. La primera descripción como síndrome se dio en 1988 cuando Gordon(1,2) publicó el árbol genealógico de una familia en Australia, cuyo fenotipo incluía HTA e hipercaliemia, signos distintivos de otros síndromes de HTA familiar. Pero sólo fue en el 2000 cuando Disse-Nicodeme(3) encontró que mutaciones en los genes WNK1 explicaban el mismo fenotipo en una familia francesa. Las WNK son miembros de la familia de las MAP cinasas(5) pero de manera distintiva, en su dominio catalítico carecen del residuo de lisina (k) comúnmente presente en las otras cinasas y de ahí su denominación (With No K). Cuatro genes codifican las WNK kinasas en los humanos, el gen WNK1, WNK2, WNK3 Tabla 1. Resultados de los estudios de laboratorio realizados Paraclínico 2010 2013 Aldosterona 4,81 ng/dL (VR: 2,0 – 18) 43 ng/dL (VR: 2.0 – 18) Renina <5,0 ng/dl (IRMA, VR 5,0 – 27) < 5,0 ng/dl (IRMA VR 5,0 – 27) Adrenalina en plasma 53,3 pg/ml (VR menor de 125) NA Noradrenalina en plasma 343 pg/mL (VR menor de 600) NA Ácido vanilmandélico 6,5 mg/24h (VR menor de 13,6) 4,8mg/24h (VR menor de 13,6) Metanefrinas en orina de 24h NA 0,92 mg/24h (cromatografía líquida de columna, VR menor de 1,0) Cortisol plasmático 10,68 ug/dL NA Potasio sérico 6,8 mEq/L 5,8 mEq/l Cloro sérico 112 mEq/L 114 mEq/L Calcio sérico Creatinina 9,2 mg/dl (colorimetria) 0,7 mg/dL 0,54 mg/dl TSH 1,5 uUI/ml Gases arteriales Acidosis metabólica, pH: de 7,2, HCO3: 13 Delta hidrogeniones:11 Gastrina 29,5 pg/ml (VR 20 -110) Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 43 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Figura 1. Normal PHA2 TCD TCD Na+ Cl– Na+ Cl– Na + WNK4 K+ TC Na+ K+ K+ Na+ WNK4 K+ WNK4 TC Na+ Na+ K+ Na+ K+ WNK4 Las mutaciones WNK4 aumentan la reabsorción de NaCl y reducen la excreción de K. Adaptado de Kahle K, y colaboradores. Trends Endocrinol Metab. 2005;16(3):98-103. Figura 2. Normal PHA2 Plasma Lumen Na+ Plasma Lumen Neutral Na+ K+ K+ Na+ K+ Na+ WNK4 Cl– Cl WNK4 H+ H+ Incremento en la absorción de Cl y Na asociado a mutación WNK4 en PHA2. Adaptado de Kahle K, y colaboradores. Trends Endocrinol Metab. 2005;16(3):98-103. 44 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo K+ de Endocrinología Diabetes&Metabolismo y WNK4, pero sólo los genes WNK1 y WNK4 se han implicado en la génesis de este síndrome de HTA familiar(6). Ambos genes están implicados en la homeostasis de la sal y en el control de la presión arterial al permitir la adecuada expresión de las WNK 1 en el citoplasma de la células del túbulo contorneado distal (TCD) y en el túbulo colector (TC) y las WNK 4 en el citoplasma y en las uniones intercelulares de estos mismos segmentos de la nefrona(7). La mayoría de la reabsorción del sodio se da en el túbulo proximal donde se absorbe el 60% y en el asa gruesa ascendente de Henle donde se reabsorbe el 30%. El restante 10% se reabsorbe en el TCD (7%) y en el TC (3%), pero pese a su pequeña contribución, éstos son determinantes del equilibrio electrolítico y de la tensión arterial al estar regulados por el sistema renina-angiotensinaaldosterona(8) y de hecho son los únicos segmentos de la nefrona que expresan receptores para mineralocorticoides (MR). En el TCD se encuentran los Cotransportadores NaCl (NCCT) y en el túbulo colector los canales de Na epiteliales (ENaC) y los canales ROMK que regulan el eflujo de potasio y es en estos canales donde cumplen su acción las WNK. La WNK4 en condiciones de normalidad está inhibiendo la expresión del NCCT en la membrana basolateral del TCD y los canales ROMK en el TC. Si se presentan mutaciones sin sentido en esta cinasa, la inhibición sobre la expresión de los NCCT se pierde, generando su sobreexpresión y secundariamente hipertensión; por el contrario, la mutación en el gen WNK4 aumenta la inhibición sobre los canales ROMK, expresándose con hipercaliemia (figura 1)(7). Las mutaciones en las WNK4 también explican la acidosis metabólica descrita en los pacientes con síndrome de Gordon ya que al expresarse en las uniones intercelulares del TC soportan el papel regulatorio en el reflujo paracelular del cloro. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Dentro de las uniones intercelulares las más conocidas son las claudinas, una familia de proteínas de unión fuerte transmembrana que establecen puntos de contacto entre células epiteliales adyacentes en los extremos apicales de sus membranas laterales, regulando el eflujo paracelular de electrolitos, principalmente del cloro, al actuar como “poros” de carga selectiva(9). Cuando las WNK4 están mutadas se incrementa la fosforilación de las claudinas(10), aumentando la reabsorción de Cl-. Esta absorción disipa el gradiente electronegativo que normalmente se opone a la reabsorción de NaCL en el TC, traduciéndose también en una mayor expansión del volumen e hipertensión (figura 2) (5,6). Los mecanismos inhibitorios distintos de las WNK4 mutadas sobre los NCCT y los canales ROMK podrían explicar el aparente desacoplamiento fisiológico de la aldosterona observado en los pacientes con PHA2(7). La HTA provocada por la pérdida de la inhibición sobre los NCCT en el TC inhibiría la secreción de aldosterona, pero la hipercaliemia producto de la inhibición aumentada sobre los canales ROMK aumentaría la secreción de aldosterona. Hasta ahora sólo se ha señalado a la WNK4 como responsable del cuadro clínico clásico de los pacientes con síndrome de Gordon: HTA familiar, hipercaliemia, acidosis metabólica y desacople aparente de los efectos de la aldosterona. Pero también se han encontrado mutaciones en la WNK1 que lo provocan y la explicación la da la teoría propuesta por Yank et al11, de la inte- racción entre WNK1 y WNK4 por un dominio autoinhibitorio. En condiciones normales la WNK1 permitiría las acciones típicas de la WNK4 pero cuando está mutada inhibiría su acción (figura 3). Se han descrito tres subtipos de pseudohipoaldosteronismo tipo 2; sin embargo, sólo los subtipos 2B y 2C han sido bien caracterizados. En el pseudahipoaldosteronismo tipo 2C (PHA2C) el defecto es causado por grandes deleciones dentro del primer intrón del gen WNK1 que están característicamente flanqueados por repeticiones AluI4 y en el pesudohipoaldosteronimso tipo 2B (PHA2B) por mutaciones sin sentido en el gen WNK4, corriente abajo del dominio cinasa, ya sea en un motivo altamente conservado de aminoácidos cargados (EPEEPEADQH) o un dominio de coli-coil.(4) Pese a la etiología complicada de este síndrome el tratamiento es relativamente sencillo y, según la literatura, altamente efectivo. Dado que la hipertensión arterial es el producto de la sobreexpresión de los NCCT en la membrana apical de la nefrona distal, la administración de un diurético tiazídico como la HCTZ, inhibidor de los NCCT en el túbulo contorneado distal, permite a los pacientes que padecen el síndrome obtener un aceptable control de las cifras tensionales y secundariamente de los niveles de potasio en sangre(1,12). Si bien las dosis usadas en otros reportes de casos de síndrome de Gordon tipo II han sido menores (6,25 mg cada 12 horas)(13), en la paciente del presente caso se requirieron dosis altas, posiblemente debido a la larga evolución previa al inicio de la terapia. Conclusión Figura 3. Funcionamiento normal y en PHA2 de WNK4 Normal WNK1 RENAL PHA2B WNK1 RENAL PHA2C WNK1 RENAL WNK4 WNK4 Mutada WNK4 – Na + NCCT Cl– Baja expresión NCCT Na+ Na+ NCCT NCCT Cl– Alta expresión NCCT Cl– Alta expresión NCCT Adaptado de G. Cope et al. / Pharmacology & Therapeutics 106 (2005) 221–231 El pseudohipoaldosteronismo tipo 2 o síndrome de Gordon es un síndrome familiar de HTA poco frecuente pero con signos clínicos distintivos asociados de acidosis metabólica e hipercaliemia, todos explicados por mutaciones en las WNK cinasas, las cuales hacen parte de una nueva vía de señalización implicada en el control de la TA y la homeostasis de los electrolitos al modular el equilibrio de la reabsorción de NaCl y la secreción de K en la nefrona distal por acciones tanto en el flujo iónico transcelular como paracelular. Reconocer el síndrome en los pacientes con HTA de inicio temprano y de difícil manejo sin otras etiologías que lo expliquen permite el manejo oportuno con dosis crecientes de hidroclorotiazida, tratamiento sencillo y altamente efectivo en el control de la HTA y la hipercaliemia. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 45 Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Referencias 1. Gordon, R. D., & Hodsman, G. P. The syndrome of hypertension and hyperkalaemia without renal failure: long term correction by thiazide diuretic. Scott Med J. 1986; 31: 43– 44. 2. Gordon RD. Syndrome of hypertension and hyperkalemia with normal glomerular filtration rate. Hypertension 1986; 8: 93–102. 3. Disse-Nicodeme S, Achard JM, Desitter I, Houot AM, Fournier A, Corvol P, Jeunemaitre X. A new locus on chromosome 12p13.3 for pseudohypoaldosteronism type II, an autosomal dominant form of hypertension. Am J Hum Genet. 2000; 67: 302–310. 4. Cope G, Golbang A, O’Shaughnessy KM. WNK kinases and the control of blood pressure. Pharmacol Ther. 2005 May;106(2):221-31 5. Xu B, English JM, Wilsbacher JL, Stippec S, Goldsmith EJ, Cobb MH. WNK1, a novel mammalian serine/threonine protein kinase lacking the catalytic lysine in subdomain II. J Biol Chem. 2000; 275(22): 16795– 16801. 6. Gamba G. Role of WNK kinases in regulating tubular salt and potassium transport and in the development of hypertension. Am J Physiol Renal Physiol.2005; 288: F245–F252 7. Kristopher T. Kahle, Frederick H. Wilson and Richard P. 46 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Lifton. Regulation of diverse ion transport pathways by WNK4 kinase: a novel molecular switch. Trends Endocrinol Metab. 2005; 16(3):98-103. 8. González-Núñez D, Poch E. Aldosterone: basic physiopathology and new mechanisms of action in the distal nephron. Nefrología. 2006; 26(3):291- 303. 9. Tsukita S, Furuse M. Claudin-based barrier in simple and stratified cellular sheets. Curr Opin Cell Biol. 2002 Oct;14(5):531-6. 10.Yamauchi K, Rai T, Kobayashi K, Sohara E, Suzuki T, Itoh T, Suda S, Hayama A, Sasaki S, Uchida S. Disease-causing mutant WNK4 increases paracellular chloride permeability and phosphorylates claudins. Proc Natl Acad Sci U S A. 2004; 101(13):4690-4. 11.Yang CL, Angell J, Mitchell R, Ellison DH. WNK kinases regulate thiazide-sensitive Na-Cl cotransport. J Clin Invest. 2003; 111: 1039– 1045. 12.Thorn CF1, Ellison DH, Turner ST, Altman RB, Klein TE. PharmGKB summary: Diuretics pathway, pharmacodynamics. Pharmacogenet Genomics. 2013; 23(8):449-53. 13.Kostakis ID, Tsoukalas NG, Aravantinos DC, Gkizis IG, Cholidou KG, Papadopoulos DP. Case Report: A Case Report of Gordon’s Syndrome in a 20-Year-Old Male with Free Medical Family History. Hellenic J Cardiol. 2013; 54(1):64-8. NUEVO Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo le da la bienvenida a Volumen 1, número 1, octubre de 2014 INFORMACIÓN PRESCRIPTIVA ABREVIADA ESCANEANDO EL CÓDIGO QR El GLP-1 Prandial de una vez al día 1 1 Efecto importante sobre Glucosa Postprandial Reducción de peso 1 Bajo riesgo de hipoglucemia 1 Mejor perfil de tolerabilidad vs. Exenatida 2 ¿Cómo prescribir 1 NUEVO a sus pacientes? La dosis inicial es de 10 mcg de Lyxumia® una vez al día durante 14 días. Luego, la dosis de Lyxumia® debe aumentarse a 20 mcg una vez al día, la cual es la dosis de mantenimiento. Lyxumia® 10 mcg Lixisenatida 50 mcg/ml (10 mcg/0,2 ml) Lapicero prellenado Aplicar 10 mcg cada día antes de la comida principal durante 14 días Registro Sanitario No. INVIMA 2013M-0014608 Lyxumia® 20 mcg Lixisenatida 100 mcg/ml (20 mcg/0,2 ml) Lapicero prellenado Aplicar 20 mcg cada día antes de la comida principal Registro Sanitario No. INVIMA 2013M-0014627 COLYX141006 Deseche cada dispositivo después de 14 días, aún cuando todavía tenga dosis disponibles. Referencias: 1. Información para prescribir Lyxumia®. 2. Rosenstock J et al. Efficacy and Safety of Lixisenatide Once Daily Versus Exenatide Twice Daily in Type 2 Diabetes Inadequately Controlled on Metformin: A 24-Week, Randomized, Open-Label, Active-Controlled Study (GetGoal-X). Diabetes Care 2013 May 22. [Epub ahead of print]. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 47 Material dirigido al cuerpo médico. Información prescriptiva completa a disposición del cuerpo médico en la Dirección Médica de sanofi-aventis de Colombia S.A. Transversal 23 Nº 97-73 - Edificio City Business-Piso 8. Bogotá D.C. Teléfono: 621 4400 - Fax: 744 4237. Revista colombiana Volumen 1, número 1, octubre de 2014 de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Obituario Efraím Otero Ruiz (1931-2014) Académico multifacético N ació en Bucaramanga el 11 de noviembre de 1931 y estudió con los padres jesuitas en los colegios San Pedro Claver de Bucaramanga y San Bartolomé La Merced de Bogotá. Sus estudios médicos los realizó en la Universidad Javeriana, egresando en 1953 y graduándose con una tesis laureada titulada “Uso clínico de los isótopos radiactivos. Primeras aplicaciones en Colombia”. La trayectoria del académico Otero fue muy conocida. Después de hacer pinitos en anestesiología, su interés se orientó hacia los isótopos radiactivos a raíz de su vinculación al Instituto Nacional de Cancerología. Posteriormente viajó a los Estados Unidos, donde completó su entrenamiento en endocrinología y medicina nuclear en Columbia University, en el Donner Laboratory de la Universidad de California (Berkeley) y en el Oak Ridge Institute of Nuclear Studies, entre 1957 y 1970. Como consultor de la Comisión Americana de Energía Atómica basada en Oak Ridge, dirigió entre 1965 y 1971, los cursos de medicina nuclear que se dictaron en 8 países de Centro y Suramérica, esfuerzo que le mereció la ciudadanía honoraria del estado de Tennessee. Después en el Instituto, a su regreso a Bogotá, fue Jefe de la Sección de Radioisótopos y dirigió el Departamento de Investigaciones. Otero fue uno de aquellos primeros endocrinólogos colombianos, que desde la medicina nuclear hicieron significativos aportes al estudio de la glándula tiroides. En 1960 vio la luz su citada publicación en Nature sobre TSH, donde figuraron como coautores profesores de la talla de Sidney Werner y de Seegal. Con su grupo del Cancerológico, en compañía de Jaime Cortázar, Jaime Ahumada y otros colegas, hizo estudios pioneros sobre tratamiento del cáncer de tiroides con yodo radiactivo, sobre gamagrafías de dicha glándula y acerca del uso de isótopos radiactivos en otras patologías. Su experiencia de aquellos años pioneros la recogió en su obra “Medicina Nuclear, Temprana Historia y Reminiscencias Personales”. Publicó varios de sus artículos en la “Revista de la Sociedad Colombiana de Endocrinología”, en cuya colección podemos todavía leerlos. En tiempos posteriores, su interés clínico lo dedicó con preferencia al estudio y tratamiento de la obesidad. Su nombramiento como Director de Colciencias (cargo que ocupó entre 1972 y 1983) generó un cambio en sus publicaciones que se encaminaron más hacia las políticas públicas en ciencia y tecnología. En 1963 –cuando editaba yo la revista Universitas Medica de la Javeriana- tuve el gusto de publicar su primer artículo sobre historia de la medicina, una biografía del famoso tiroidólogo de Harvard James Howard Means; por aquella época me asesoró también en nuestra tesis de grado sobre autoinmunidad tiroidea. Fue notoria su influencia en la especialidad, destacándose por sus actividades en la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo, donde fue varias veces su presidente y miembro honorario. Su presencia en congresos nacionales e internacionales como conferencista, en mesas redondas o como directivo, será siempre recordada. Como autor de 300 publicaciones entre investigaciones, revisiones, editoriales, prólogos, comentarios, discursos, artículos de 48 Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo reflexión, además de sus ocho libros —dos de ellos en gran formato— su producción refleja lo amplio de sus intereses intelectuales y lo profundo a lo que pudo llegar con ellos. Al retirarse de Colciencias, coronó su vida pública como Ministro de Salud de la administración Betancur. Su entusiasmo por las letras se observa en la lectura de sus libros poéticos, en sus innumerables prólogos y comentarios académicos. Estudioso lector, acumuló un buen número de obras selectas en su biblioteca personal. Además de Editor de la revista Medicina de la Academia (y recientemente su Editor Emérito), lo fue también a dos manos con el académico José Félix Patiño, de la inolvidable Tribuna Médica. De versátil pluma, tuvo éxito en los versos y en la prosa, ganando un premio internacional de Tanatocuentos. “Cuasi una Fantasía” recoge momentos especiales con médicos destacados en la vida nacional. Fue traductor de versos de poetas ingleses y norteamericanos y escribió un libro biográfico sobre el historiador, traductor y crítico literario Enrique Uribe-White, titulado “Santa Eulalia, memorias de una casa abierta”. Su libro “Versos Melánicos” tuvo buena acogida. Esto le llevó a la Academia Colombiana de la Lengua, donde llegó a ser Miembro de Número. El interés por la historia lo llevó a escribir cierto número de libros con notas autobiográficas, que recogen su experiencia y conocimientos sobre medicamentos, medicina nuclear y “Setenta años de cáncer en Colombia” (sobre la primera etapa del Instituto Nacional de Cancerología), concretando además estas actividades en la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina (fundador y presidente), la Academia Colombiana de Historia (Miembro de Número) y la Real Academia de Historia (Miembro Correspondiente). Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina por más de cuatro décadas, presidente de la institución (1990-1992), coordinador de la Comisión de Publicaciones y miembro honorario. Perteneció a varias sociedades científicas nacionales e internacionales y fue presidente y magistrado del Tribunal de Ética Médica. Su febril actividad le mereció recientemente otro lauro académico, el de miembro honorario de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. En él se conjugaron entonces los ideales de humanismo, ciencia y medicina. Efraím Otero Ruiz perteneció a una élite de intelectuales colombianos. Su matrimonio con Gloria Leongómez de Otero deja cinco hijos sobresalientes en sus diferentes actividades (dos de ellos médicos especialistas) además de varios nietos. Tuvo numerosos amigos, contertulios y conocidos, entre los que me conté desde aquellas recordadas épocas de estudios universitarios. La sociedad colombiana, el cuerpo médico y nuestra sexagenaria Asociación, pierden un valioso elemento. Alfredo Jácome Roca* *Internista-Endocrinólogo. Miembro de Número, Academia Nacional de Medicina y Colegio Americano de Médicos. Miembro Honorario y Ex Presidente, Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Revista colombiana de Endocrinología Diabetes&Metabolismo Volumen 1, número 1, octubre de 2014 Congresos y Eventos EVENTOS INTERNACIONALES EN ENDOCRINOLOGÍA • 12th Annual Word Congress on Insulin Resistance, Diabetes & Cardiovascular Disease (WCIRDC). 30 de Octubre a 01 de Noviembre de 2014. Los Ángeles, California, Estados Unidos. • ENDO 2015 - The Endocrine Society´s 97th Annual Meeting & Expo. 05 al 08 de Marzo de 2015. San Diego, California, Estados Unidos. • AACE 2015 - 24th Annual Scientific & Clinical Congress. 13 al 17 de Mayo de 2015. Nashville, Tennessee, Estados Unidos. • 17th European Congress of Endocrinology. 16 al 20 de Mayo de 2015. Dublín, Irlanda. • ADA 2015 - 75th Scientific Sessions American Diabetes Association. 05 al 09 de Junio de 2015. Boston, Massachusetts, Estados Unidos. • American Association of Clinical Endocrinologists Advances in the Medical and surgical Management of Thyroid Cancer. 23 y 24 de Junio de 2015. Tampa, Florida, Estados Unidos. • 51st EASD Annual Meeting, European Association for the Study of Diabetes. 14 al 18 de Septiembre de 2015. Estocolmo, Suecia. • 15th International Thyroid Congress (ITC hosted by the American Thyroid Association). 18 al 23 de Octubre de 2015. Orlando, Florida, Estado Unidos. Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo 49 Nueva evidencia clínica del estudio FullSTEP ® Siempre estoy ocupada. Necesito una insulina a la hora de la comida, que pueda acompañarme. Traído a usted por Novo Nordisk— comprometido con el cuidado de la diabetes durante 90 años Para una amplia variedad de tipos de pacientes… Adultos con diabetes tipo 11 Adultos con diabetes tipo 21 Niños y adolescentes con diabetes tipo 1 (edad ≥ 2 años)1 Mujeres Embarazadas– puede ser usado durante la lactancia1 NVRP23145CO0914 …incluyendo los pacientes que necesitan consideraciones especiales… Pacientes geriátricos (edad ≥ 65 años)1 Pacientes que usan bomba de insulina1 Para uso en poblaciones con insuficiencia renal o hepática1 Para uso en hospitales1-2 Información abreviada para prescribir: NovoRapid® FlexPen® Insulina Asparta. 100 U/ml. Solución inyectable en dispositivo prellenado. NovoRapid® se presenta como una solución acuosa, clara e incolora en presentaciones de 1, 5 y 10 dispositivos prellenados de 3 ml. DESCRIPCION: NovoRapid® es una insulina moderna (análogo de insulina) de acción rápida. Las insulinas modernas son versiones mejoradas de la insulina humana. Cada ml contiene 100 U de insulina asparta y excipientes. Cada dispositivo prellenado contiene 300 U de insulina asparta en 3 ml de solución inyectable. INDICACIONES: NovoRapid® está indicada para el tratamiento de diabetes mellitus en adultos, niños y adolescentes de 2 años en adelante. NovoRapid® comienza a disminuir los niveles de azúcar en sangre después de 10 a 20 minutos de la administración y alcanza un efecto máximo entre 1 y 3 horas con una duración de 3 a 5 horas. Debido a esta acción corta, NovoRapid® normalmente debe administrarse en combinación con preparaciones de insulina de acción intermedia o de acción prolongada. PRECAUCIONES: No use NovoRapid®: • Si es alérgico (hipersensible) a la insulina asparta o a cualquiera de los otros excipientes de NovoRapid®. • Si sospecha que va a sufrir hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre). • Si FlexPen® está goteando, dañado o aplastado. • Si no se ha conservado correctamente o si se ha congelado. • Si la insulina no tiene un aspecto claro e incoloro. Antes de usar NovoRapid® verifique el rótulo y asegúrese de que la insulina es tipo correcto. Siempre utilice aguja nueva con cada inyección para evitar contaminación. Las agujas y NovoRapid® FlexPen® no deben compartirse. Uso de NovoRapid® con alimentos y bebidas: si bebe alcohol, su necesidad de insulina puede cambiar ya que su nivel de azúcar en sangre puede verse aumentado o disminuido. Se recomienda realizar un control cuidadoso. Embarazo y lactancia: NovoRapid® puede utilizarse durante el embarazo o la lactancia. Si está embarazada, planea quedar en embarazo o está en período de lactancia, consulte con su médico. Puede que sea necesario modificar su dosis de insulina durante el embarazo o después del parto. Es importante para la salud de su bebé realizar un control cuidadoso de su diabetes y especialmente la prevención de hipoglucemias. NovoRapid® posee un efecto rápido y por consiguiente, en el caso de producirse una hipoglucemia, ésta puede ocurrir más rápidamente después de la inyección en comparación con la insulina humana soluble. DOSIS: consulte con su médico y enfermero sobre su dosis de insulina. Asegúrese de recibir NovoRapid® FlexPen® codificado por colores tal y como le ha específicado el médico y siga cuidadosamente sus indicaciones. No cambie de insulina a no ser que su médico se lo indique. Ingiera alimentos que contengan carbohidratos dentro de los 10 minutos de la inyección para evitar hipoglucemias. NovoRapid® suele administrarse antes de una comida. Cuando sea necesario, NovoRapid® puede administrarse inmediatamente después de una comida. ADMINISTRACIÓN: NovoRapid® se debe inyectar vía subcutánea o mediante infusión continua en un sistema de bomba. NovoRapid® también se puede administrar vía intravenosa por un profesional de la salud, bajo la estricta supervisión de un médico. Nunca inyecte su insulina directamente en el músculo (vía intramuscular). Siempre se debe rotar el sitio de inyección dentro de una misma zona para evitar bultos o depresiones en la piel. NovoRapid® nunca debe mezclarse con otras insulinas cuando se utiliza en una bomba. Antes de usar NovoRapid® en un sistema de bomba, usted debe haber sido instruido sobre el uso de la misma, así como haber recibido información sobre las medidas que debe tomar en el caso de sentirse mal, si su nivel de azúcar en sangre es demasiado bajo o demasiado alto o si falla la bomba. • Antes de insertar la aguja, lávese las manos y la zona de la piel donde va a insertar la aguja con agua y jabón, para evitar cualquier infección en el sitio de infusión. • Cuando llene un nuevo depósito, asegúrese de que no haya burbujas de aire ni en la jeringa, ni en el catéter. • El equipo de infusión (catéter y aguja) debe cambiarse de acuerdo con las indicaciones suministradas en la información del producto que acompaña al equipo de infusión. NOTA: Si deja de administrarse su insulina podría producir una hiperglucemia grave y cetoacidosis. No deje de administrarse su insulina sin hablar con su medico. EFECTOS ADVERSOS: Efectos adversos muy frecuentes (afecta más de 1 paciente de cada 10): Nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia). Efectos adversos poco frecuentes (afecta entre 1 y 10 de cada 1.000 pacientes): Pueden aparecer reacciones (dolor, enrojecimiento, urticaria, inflamación, hinchazón y prurito) en el sitio de la inyección (reacciones alérgicas locales). Consulte inmediatamente al médico si los signos de alergia se extienden a otras partes de su cuerpo, o si de repente se siente enfermo y tiene sudores, vómito, dificultad para respirar, palpitaciones, se siente mareado. Al empezar el tratamiento con inuslina puede tener problemas con su visión, pero este transtorno suele ser temporal. Si nota que su piel forma depresiones o está más gruesa en el sitio de inyección, consulte con su médico o enfermero. Hinchazón de las articulaciones, retinopatía diabetica. Efectos adversos infrecuentes Neuropatía dolorosa. Efectos adversos muy infrecuentes: Reacción alérgica grave a NovoRapid® o a uno de sus excipientes (llamada una reacción alérgica sistémica). ALMACENAMIENTO: Mantener fuera del alcance y de la vista de los niños. No utilice NovoRapid® después de la fecha de vencimiento que aparece en el rótulo de FlexPen® y el cartón. La fecha de vencimiento es el último día del mes que se indica. NovoRapid® FlexPen® que no se esté utilizando o se lleve como repuesto no debe conservarse en el refrigerador. Puede llevarlo con usted y conservarlo a temperatura ambiente (por debajo de 30°C) por hasta 4 semanas. Siempre mantenga FlexPen® tapado cuando no lo éste usando para protegerlo de la luz. NovoRapid® debe protegerse del calor y la luz excesivos. Antes de prescribir NovoRapid® FlexPen® consulte la información para prescripción completa. Para mayor información sobre el uso debe remitirse al inserto del producto. Para uso exclusivo del profesional de la salud. Registro Sanitario INVIMA No. 2003M-0002808. NovoRapid®, FlexPen®, NovoFine® y NovoTwist® son marcas comerciales propiedad de Novo Nordisk A/S, Dinamarca. ©2012.Información resumida para prescribir basado en versión STF Q2 2012. Material revisado y aprobado por el área médica y de asuntos regulatorios de Novo Nordisk Colombia S.A.S , Av. Calle 82 No. 10-33 Oficina 1101. Barrio El Retiro-Bogotá, Colombia. Teléfono +57-1314990- Fax +57-1-3149997. REFERENCIAS: 1. NovoRapid® [Summary of Product Characteristics]. Bagsværd, Denmark: Novo Nordisk A/S; 2011. 2. Udwadia F et al. Intravenous insulin aspart in a hospital setting: results from an observational study examining patient outcomes and physician preferences. Diabetes Manage. 2012;2(2):103-110. En Novo Nordisk estamos cambiando la diabetes. En nuestro enfoque para el desarrollo de tratamientos, en nuestro compromiso de operar de manera rentable y ética en nuestra búsqueda de una cura. (insulina asparta) En diabetes Una dosis diaria Con Levemir®, Bajo riesgo de hipoglucemia 4, 8 Control óptimo de HbA1c 1,2 Una vez al día 3, 5, 9 Menor ganancia de peso 1,3,4,5 FlexPen® Preferido por millones 6,7 Información abreviada para prescribir: Levemir® FlexPen® insulina detemir producida por tecnología de ADN recombinante en Saccharomyces cerevisiae. 1 ml de solución contiene 100 U de insulina detemir* (equivalente a 14.2 mg). 1 pluma pre-llenada contiene 3 ml equivalentes a 300 U. DESCRIPCIÓN: Solución transparente, incolora, neutra para inyección en pluma pre-llenada. FlexPen®. INDICACIONES: Tratamiento de la diabetes mellitus en adultos, adolescentes y niños con edad mayor a 2 años. PRECAUCIONES: Levemir® puede ser usado solo como insulina basal o en combinación con bolo de insulina. También puede ser usado en combinación con medicamentos antidiabéticos orales o como adición a la terapia de liraglutida. DOSIFICACIÓN: Se recomienda usar Levemir® una vez al día, en combinación con medicamentos antidiabéticos orales o como adición a liraglutida, inicialmente a una dosis de 10 U o 0.1-0.2 U/kg. La dosis de Levemir® debe ser titulada basada en las necesidades individuales del paciente. Poblaciones especiales: en los pacientes ancianos y pacientes con insuficiencia renal o hepática, el monitoreo de la glucosa debe intensificarse y la dosis de Levemir® ajustarse de manera individual. ADMINISTRACIÓN: Levemir® solamente es para administración subcutánea mediante una inyección en la pared abdominal, el muslo, la parte superior del brazo, la región deltoidea o región glútea. Levemir® no debe ser administrado por vía intravenosa, ya que esto puede producir hipoglicemia severa. La administración intramuscular también debe evitarse. Levemir® no es para ser usado en bombas de infusión de insulina. MODO DE USO: Levemir® FlexPen® es una pluma pre-llenada diseñada para ser usada con las agujas desechables NovoFine® o NovoTwist® con calibre hasta de 8 mm y dispensa 1-60 unidades en incrementos de 1 unidad. CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a la sustancia activa o a cualquiera de los excipientes. PRECAUCIONES: La dosificación inadecuada o la descontinuación del tratamiento, especialmente en la diabetes tipo 1, puede producir hiperglicemia y cetoacidosis diabética. Transferencia de otros productos de insulina: la transferencia de un paciente a otro tipo o marca de insulina debe hacerse bajo supervisión médica estricta. Los cambios en la concentración, marca (fabricante), tipo, origen (insulina humana, análogo de insulina) y/o método de fabricación pueden dar como resultado la necesidad de un cambio en la dosis. Reacciones en el sitio de inyección: como con cualquier terapia de insulina, las reacciones en el sitio de inyección pueden presentarse e incluir dolor, enrojecimiento, urticaria, inflamación, moretones, hinchazón y rasquiña. Combinación de tiazolidinedionas y productos medicinales de insulina: se han reportado casos de falla cardiaca congestiva cuando las tiazolidinedionas han sido usadas en combinación con la insulina, especialmente en pacientes con factores de riesgo para el desarrollo de falla cardiaca congestiva. Si se usa la combinación, los pacientes deben ser observados para signos y síntomas de falla cardiaca congestiva, aumento de peso y edema. Las tiazolidinedionas deben ser descontinuadas si se presenta cualquier síntoma de deterioro cardiaco. Embarazo y lactancia: el tratamiento con Levemir® puede considerarse durante el embarazo, si los beneficios justifican los posibles riesgos. Lactancia: no se sabe si la insulina detemir es excretada en la leche materna. No se anticipan efectos metabólicos de la ingesta de insulina detemir sobre el recién nacido/bebé lactante ya que la insulina detemir, como péptido, es digerida dentro de aminoácidos en el tracto gastrointestinal humano. Las mujeres lactantes pueden requerir ajustes en la dosis de insulina. REACCIONES ADVERSAS: La reacción adversa más frecuentemente reportada durante el tratamiento es la hipoglicemia. Esta se puede presentar si la dosis de insulina es muy alta en relación al requerimiento de insulina. La hipoglicemia severa puede llevar a la inconsciencia y/o convulsiones y puede producir un daño temporal o permanente en la función cerebral o inclusive la muerte. Lipodistrofia: puede presentarse en el sitio de inyección. La rotación continua del sitio de inyección dentro de un área de inyección particular puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar estas reacciones. ALMACENAMIENTO: Almacenar en refrigerador (2ºC- 8ºC). Mantener retirado del elemento enfriador. No congelar. Mantener la tapa de FlexPen® puesta para protegerlo de la luz. Levemir® debe ser protegido del calor y luz excesivos. Después de abrirlo por primera vez o llevado como repuesto, No refrigerar. Almacenar por debajo de 30ºC. La vida en uso es de 6 semanas. Precauciones especiales de manejo y desecho: Las agujas y Levemir® FlexPen® no deben compartirse. El cartucho no debe ser rellenado. Levemir® no debe ser usado si no es transparente e incoloro. Levemir® que haya sido congelado no debe ser usado. Se debe desechar la aguja después de cada inyección. Antes de prescribir Levemir® consulte la información para prescripción completa. Para mayor información sobre el uso debe remitirse al inserto del producto. Para uso exclusivo del profesional de la salud. Registro Sanitario INVIMA No. 2007M-0006790. Novo Nordisk® A/S, Novo Allé, DK-2880 Bagsvaerd, Dinamarca. Levemir®, FlexPen®, NovoFine® y NovoTwist® son marcas comerciales propiedad de Novo Nordisk® A/S, Dinamarca. ©2012. Información resumida para prescribir basado en versión STF Q2 2012. Material revisado y aprobado por el área médica y de asuntos regulatorios de Novo Nordisk Colombia S.A.S. , Av. Calle 82 No. 10-33 Oficina 1101. Barrio El Retiro - Bogotá, Colombia. Teléfono: +57- 1 314990- Fax:+57-1-3149997. REFERENCIAS: 1. Blonde L. et al. Patient directed titration for achieving glycaemic goals using a once-daily basal insulin analogue: an assessment of two different fasting plasma glucose targets – the TITRATE™ Study. Diabetes, Obesity and Metabolism 2009;11:623–631. 2. Hermansen K. et al. A 26-week, randomized, parallel, treat-to-target trial comparing insulin detemir with NPH insulin as add-on therapy to oral glucose-lowering drugs in insulin naive people with type 2 diabetes. Diabetes Care 2006;29(6):1269–1274. 3. Monografía de producto Levemir®. 4. Philis-Tsimikas A. et al. Comparison of once-daily insulin detemir with NPH insulin added to a regimen of oral antidiabetic drugs in poorly controlled type 2 diabetes. Clinical Therapeutics 2006;28(10):1569–1581. 5. Rosenstock J et al. A randomised, 52-week, treat-totarget trial comparing insulin detemir with insulin glargine when added to glucose-lowering drugs in insulin naive people with type 2 diabetes. Diabetologia 2008;51:408–416. 6. IMS Worldwide Data Q1 2011 and Daily Defined Dosage (DDD) for insulin as issued by WHO. 7. Reimer T. et al. Intuitiveness, instruction time, and patient acceptance of a prefilled insulin delivery device and a reusable insulin delivery device in a randomized, open-label, crossover handling study in patients with type 2 diabetes. Clinical Therapeutics 2008;30(12):2252–2262. 8. Riddle MC. et al. The treat-to-target trial: randomized addition of glargine or human NPH insulin to oral therapy of type 2 diabetic patients. Diabetes Care 2003;26(11):3080–3086. 9. Klein O. et al. Albumin-bound basal insulin analogues (insulin detemir and NN344): comparable time action profile but less variability than insulin glargine in type 2 diabetes. Diabetes, Obesity and Metabolism 2007;9:290–299. En Novo Nordisk, estamos cambiando la diabetes. En nuestro enfoque para el desarrollo de tratamientos, en nuestro compromiso de operar de manera rentable y con ética y en nuestra búsqueda de una cura. LVMR23144CO0914 Inicia el momento del control Victoza® – la fuerza para el cambio en la diabetes tipo 2. En pacientes con inadecuado control glucémico, Victoza® brinda un control rápido y duradero: • Se han observado reducciones en HbA1c y pérdida de peso en 12 semanas, resultados que se han mantenido a lo largo de 52 semanas1. HbA1c INICIAL 7.6% IMC INICIAL 27 kg/m2 HbA1c INICIAL 7.8% IMC INICIAL 32 kg/m2 GPA AL INICIO 165.6 mg/dL Información para prescribir abreviada Victoza® Solución para inyección en pluma pre-llenada que contiene 18 mg de liraglutida en 3 ml. Un mililitro de solución contiene 6mg de liraglutida, análogo del péptido-1 tipo glucagón (GLP-1) producido por tecnología de ADN recombinante en Saccharomyces cerevisiae. Para la lista completa de excipientes, ver Datos Farmacéuticos. DESCRIPCIÓN: Solución para inyección en pluma pre-llenada. Solución, clara, incolora, isotónica; pH = 8.15. INDICACIONES: Victoza® está indicado para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 para lograr el control glicémico: - como monoterapia junto con dieta y ejercicio o en combinación con: metformina o una sulfonilúrea, metformina y una sulfonilúrea o metformina y una tiazolidinediona en pacientes con un control glicémico insuficiente a pesar del tratamiento dual. DOSIFICACIÓN: La dosis inicial es de 0.6mg de liraglutida diaria. Después de al menos una semana, la dosis debe ser aumentada a 1.2 mg. Las dosis diarias superiores a 1.8 mg no se recomiendan. No se necesita el auto-monitoreo de la glucosa sanguínea para ajustar la dosis de Victoza®. Sin embargo, cuando se inicia el tratamiento con Victoza® en combinación con una sulfonilurea, el auto-monitoreo de la glucosa sanguínea puede hacerse necesario para ajustar la dosis de la sulfonilúrea. Poblaciones especiales: Ancianos (>65 años): No se requieren ajustes de la dosis basados en la edad. Insuficiencia renal: no se requiere un ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia renal leve. Actualmente no puede recomendarse para su uso en pacientes con insuficiencia renal severa. Insuficiencia hepática: la experiencia terapéutica actualmente es muy limitada para recomendar el uso en pacientes con insuficiencia hepática leve, moderada o severa (ver propiedades farmacocinéticas). Población pediátrica: Victoza® no se recomienda para uso en niños menores de 18 años de edad debido a falta de datos. ADMINISTRACIÓN: Victoza® se administra una vez al día en cualquier momento, independiente de las comidas, y puede ser inyectada por vía subcutánea en el abdomen, en el muslo o en la parte superior del brazo. El sitio de inyección y la duración puede cambiar sin ajustes en la dosis. Sin embargo, es preferible que Victoza® sea inyectado alrededor de la misma hora del día, tan pronto se haya escogido el momento del día más conveniente. Victoza® no debe ser administrado por vía intravenosa o intramuscular. CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a la sustancia activa o a cualquiera de los excipientes. ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES: Victoza® no debe ser usado en pacientes con diabetes mellitus tipo 1 o para el tratamiento de la cetoacidosis diabética. Victoza® no es un sustituto de la insulina. Los pacientes tratados con Victoza® deben ser advertidos del riesgo potencial de deshidratación con relación a los efectos gastrointestinales y tomar las precauciones para evitar la pérdida de líquidos. Los pacientes que reciben Victoza® en combinación una sulfonilúrea pueden tener un riesgo aumentado de hipoglicemia (ver efectos indeseables). El riesgo de hipoglicemia puede disminuir con una reducción en la dosis de la sulfonilúrea. Se han reportado eventos adversos tiroideos, incluyendo incremento de la calcitonina sanguínea, bocio y neoplasias tiroideas en los estudios clínicos en particular en pacientes con enfermedad tiroidea pre-existente (ver efectos indeseables). Embarazo: No debe utilizarse Victoza® durante el embarazo, y por el contrario se recomienda el uso de insulina. Si una paciente desea embarazarse o se embaraza, el tratamiento con Victoza® deberá suspenderse. Lactancia: desechable multidosis pre-llenada hecha de poliolefina y poliacetal. Debido a la falta de experiencia, Victoza® no debe ser usado durante la lactancia. REACCIONES ADVERSAS: Las reacciones adversas más frecuentemente reportadas durante los estudios clínicos fueron desórdenes gastrointestinales: náusea, diarrea, vómito, estreñimiento, dolor abdominal y dispepsia. Estas reacciones usualmente disminuyen en pocos días o semanas durante el tratamiento continuo. Pancreatitis: Se han reportado pocos casos (<0.2%) de pancreatitis aguda durante estudios clínicos a largo plazo con Victoza® . Tampoco puede establecerse ni excluirse una relación causal entre Victoza® y la pancreatitis. Reacciones alérgicas: Las reacciones alérgicas tipo urticaria, rash y prurito fueron reportadas con el uso en el mercado de Victoza®. Se reportaron pocos casos de reacciones anafilácticas con síntomas adicionales tales como hipotensión, palpitaciones, disnea, edema con el uso en el mercado de Victoza®. ALMACENAMIENTO: Guarde en el refrigerador (2°C - 8°C). Manténgase lejos del elemento de enfriamiento. No congelar. Después del primer uso: Guarde a menos de 30 °C o en el refrigerador (2°C - 8°C). No congelar. Mantenga la pluma tapada para protegerla de la luz. PRESENTACION Y CONTENIDO: Cartucho (vidrio tipo 1) con émbolo (bromobutilo) y tapón (bromobutilo/ poliisopreno) contenidos en una pluma Cada pluma contiene 3 ml de solución, que suministra 30 dosis de 0.6 mg, 15 dosis de 1.2 mg o 10 dosis de 1.8 mg. Tamaño del empaque de 1, 2 o 3 plumas pre-llenadas. Puede que no se comercialicen todos los tamaños de empaque. PRECAUCIÓN: Debe aconsejarse al paciente que deseche la aguja de inyección de acuerdo con los requisitos locales después de cada inyección y que guarde la pluma Victoza® sin la aguja puesta. Esto evita la contaminación, infección y fugas. También garantiza que la dosificación sea exacta. Antes de prescribir Victoza® consulte la información para prescripción completa. Para mayor información sobre el uso debe remitirse al inserto del producto. Para uso exclusivo del profesional de la salud. Registro Sanitario INVIMA No. 2013M-0014110. Novo Nordisk A/S, Novo Allé, DK-2880 Bagsvaerd, Dinamarca. Victoza®, NovoFine® y NovoTwist® son marcas comerciales propiedad de Novo Nordisk A/S, Dinamarca. ©2012. Información resumida para prescribir basado en versión STF Q2 (1) 2012. Material revisado y aprobado por el área médica y de asuntos regulatorios de Novo Nordisk Colombia S.A.S., Av. Calle 82 No. 10-33 Oficina 1101. Barrio El Retiro- Bogotá, Colombia. Teléfono: +57- 1 3149990- Fax:+57-1-3149997 Referencia: 1. Pratley R, Nauck M, Bailey T, et al; for the 1860-LIRA-DPP-4 Study Group. One year of liraglutide treatment offers sustained and more effective glycaemic control and weight reduction compared with sitagliptin, both in combination with metformin, in patients with type 2 diabetes: a randomised, parallel-group, open-label trial. Int J Clin Pract. 2011;65(4):397-407. VTZA28093CO0514 GPA AL INICIO 169.2 mg/dL