Una biblioteca, en el centro de la gran reforma del distrito de Gàcia
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Una biblioteca, en el centro de la gran reforma del distrito de Gàcia
INFORME 8 La Biblioteca Jaume Fuster, inaugurada el pasado mes de noviembre en la superficie del espacio que estuvo ocupado por los talleres del Gran Metro, la actual línea L3, se convierte en la primera pieza visible de lo que será la gran reordenación de la plaza de Lesseps y su entorno. Su autor, el arquitecto Josep Llinàs, ha querido realizar un ámbito agradable para sus usuarios y que facilite la relación entre las personas. Una biblioteca, en el centro de la gran reforma del distrito de Gràcia TEXTO Jordi Casanovas FOTOS Eduard Olivella B.MM NÚMERO 67 INVIERNO 2006 ● La nueva biblioteca central del distrito de Gràcia, Biblioteca Jaume Fuster, es obra de Josep Llinàs, arquitecto nacido en Castellón en el año 1945, que cuenta con una reconocida trayectoria en la construcción de edificios públicos –entre ellos las bibliotecas de Vila-seca, la Central de Terrassa y la Vila de Gràcia, en la calle Torrent de l’Olla– que lo han hecho merecedor, entre otros galardones, de diversos premios FAD y Ciutat de Barcelona, y que recientemente ha ganado el concurso para la construcción del nuevo centro cultural de Vic. Llinàs ha tenido muy en cuenta las intervenciones urbanísticas previstas para la plaza de Lesseps en el comienzo de la avenida del Hospital Militar. Las obras de apertura del túnel y una estación de la línea 9 del metro, comenzadas el otoño pasado, se han hecho coincidir con una remodelación general de esta área, tradicionalmente conflictiva y poco amable, para ganar espacio público y reducir el volumen de tráfico en superficie. La reforma permitirá recuperar la continuidad visual y física de la plaza, que se extenderá en una suave pendiente hasta la Travessera de Dalt. La avenida del Hospital Militar –que cambiará su denominación por la de Vallcarca, de acuerdo con los resultados de la consulta realizada por el Ayuntamiento a los vecinos en la primavera pasada– se convertirá en un bulevar. En cuanto se haya acabado la remodelación de la plaza de Lesseps, en verano de 2008, según los plazos que se ha fijado el Ayuntamiento, la nueva biblioteca será un punto de referencia en la confluencia de Lesseps y la futura avenida de Vallcarca. El arquitecto confirió al edificio una forma romboidal, con un espacio vacío en el lateral de la avenida, “con el objetivo de que la panorámica se vaya abriendo a medida que se va pasando por delante”, explica. El espacio interior está determinado también por este límite lateral y evita los ángulos rectos. “Existe una diversificación de las áreas en función de estas relaciones con el exterior. Grandes espacios abiertos en la parte de Lesseps y de la avenida, y otros más pequeños y cerrados en la parte de atrás, donde se encuentra la Riera de Vallcarca flanqueada por edificios altos”. Josep Llinàs ha querido hacer “un espacio en el que la gente se encuentre a gusto y que facilite la relación entre las personas”. Las salas de consulta de libros y materiales audiovisuales, situadas en las plantas altas, tienen un carácter más reservado e íntimo para favorecer el trabajo, mientras que INFORME 9 La nueva biblioteca Jaume Fuster se convertirá en un punto de referencia en la confluencia de la plaza de Lesseps y la futura avenida de Vallcarca, que pasará a ser un bulevar con notable presencia vegetal. Las grandes superficies acristaladas facilitan la relación visual de los usuarios con el entorno y ofrecen al paseante una imagen sugestiva de la lectura. NÚMERO 67 INVIERNO 2006 B.MM 10 INFORME B.MM NÚMERO 67 INVIERNO 2006 INFORME 11 La distribución interior del espacio, caracterizada por la amplitud y el carácter diáfano, ofrece recogimiento para el trabajo individual sin perjudicar la relación entre las personas. Los usuarios disfrutan de diversos puntos de vista de las instalaciones, de manera que se puede apreciar a muchas personas realizando las mismas tareas, tal como explica el arquitecto Josep Llinàs. En la página anterior y junto a estas líneas, diferentes perspectivas del área de Internet y de la sala de soportes multimedia. la planta baja, donde se encuentra la sala de periódicos y revistas, el vestíbulo, el bar y una pequeña sala de exposiciones, se distingue por su amplitud y su configuración diáfana. “Hemos pretendido que los visitantes tengan muchos puntos de vista de las instalaciones, de manera que todos vean cómo mucha gente hace las mismas cosas. A la vez, los grandes ventanales de la sala de publicaciones periódicas, situada junto a la calle, permite que haya una relación visual entre sus ocupantes y los viandantes. La lectura es una actividad bonita, atractiva, y así lo podrá apreciar la gente que pasa por la calle”. UNA DE LAS MAYORES DE BARCELONA La Biblioteca Jaume Fuster es una de las mayores de la ciudad. Su superficie construida es de 5.636 metros cuadrados en cuatro plantas, distribuidos en el área central del fondo general, un auditorio de 260 plazas, una sala polivalente, una sala de exposiciones y el bar-cafetería, además del área infantil, la de periódicos y revistas y la de música y cine. En total cuenta con 298 puntos de lectura. Dispone asimismo de un espacio multimedia al que se puede acceder en régimen de autoservicio o bien para realizar los cursos y otras actividades que la biblioteca ofrece. Para acceder a Internet cuenta con 22 ordenadores, siete de los cuales están dedicados al autoaprendizaje, tanto de nuevas tecnologías como de idiomas. Su servicio de autoaprendizaje funciona mediante reserva de plazas. Asimismo, en la nueva instalación se ha integrado el Arxiu Municipal del Districte de Gràcia, creado en el año 1989. El traslado ha permitido ampliar el espacio de depósito docu- NÚMERO 67 INVIERNO 2006 B.MM 12 INFORME Con sus 5.636 metros cuadrados de superficie construida, la Jaume Fuster es una de las mayores bibliotecas de Barcelona. Sobre estas líneas, perspectiva del vestíbulo de entrada. En primer plano, vitrinas con una selección de libros de temática juvenil y de viajes, en la que está especializado el centro. B.MM NÚMERO 67 INVIERNO 2006 mental y añadirle uno de consulta de fondos, que está a disposición del público todas las mañanas de lunes a viernes y las tardes de los miércoles. “Como las demás bibliotecas de Barcelona, tenemos cuatro funciones básicas –explica Carme Galve, directora del nuevo equipamiento–: la información, la formación en el ámbito de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la tradicional de difusión de la lectura y la de constituir una ágora, un espacio de socialización”. El catálogo está formado por unos 80.000 documentos –54.600 de ellos son nuevas adquisiciones, y 24.200 proceden de las antiguas bibliotecas Antoni de Julià de Capmany y Pere Vila–, además de 200 subscripciones a periódicos y revistas. Al igual que en las demás bibliotecas, parte de estos fondos están especializados en una temática en concreto, en este caso, la cultura juvenil y los viajes: “todo lo que afecta a la gente joven, los movimientos sociales, la afectividad, el ocio, la emancipación...”, especifica Carme Galve. En lo que respecta a actividades culturales y de difusión de la lectura, la oferta de la Biblioteca Jaume Fuster incluye conferencias, charlas, encuentros con autores y clubes de lectura; actividades dirigidas a un público infantil y familiar, como talleres, espectáculos y narraciones; actividades de formación y creación en torno a las nuevas tecnologías; y propuestas culturales de carácter diverso, como exposiciones, conciertos y encuentros. El nuevo equipamiento ha costado unos 12,5 millones de euros. Con esta inauguración, Barcelona dispone ya de 29 de los 40 centros previstos en el Plan Municipal de Bibliotecas.