Conejitos Cap 1 “Así es la naturaleza” En las orillas del bosque
Transcripción
Conejitos Cap 1 “Así es la naturaleza” En las orillas del bosque
Conejitos Cap 1 “Así es la naturaleza” En las orillas del bosque Everfree una criatura pálida, tan blanca como la nieve y unos profundos ojos negros corría lo más rápido que sus pequeñas patas le permitían avanzar, sus bigotes eran fieles testigos de la hierba alta que atravesaba sin titubear. Aunque su marcha era feroz no podía dejar alado la necesidad de conocer su entorno, sus largas orejas siempre atentas a los ruidos extraños en su estrepitosa carrera. Su corazón se estremeció más al percatarse que su persecutor estaba cada vez más cerca, podía oir su aleteo más y más cerca de él. No había escape, lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos y esperar la peor de las situaciones. Casi al instante sintió como su cuerpo fue despegado del suelo con fuerza, sintió como perdía la respiración ante el poderoso abrazo que lo saco de su carrera. “hoo Ángel aquí estas pequeño, tu bien sabes que debes de terminar todas las zanahorias antes de ir a la cama” Así replico la joven pegaso con una voz suave y maternal. Ángel no tuvo más remedio que aceptar su derrota, una vez más fue capturado y obligado a terminar su cena, esto se estaba volviendo una rutina tediosa para el conejo la cual reflejaba con facilidad en su rostro molesto ante tan frecuente situación. Aunque no podía culparla, ella lo había cuidado desde que tenía memoria. Vagos recuerdos del pasado le trajeron imágenes en su mente de cómo tan dedicada pegaso había sacrificado su tiempo, alimentos y energía con el fin de mantener su sonrisa en cada una de las mascotas que alojaba en esa pequeña cabaña a las afueras del bosque Everfree. El cálido sol de la princesa Celestia se había levantado una vez más, la joven pegaso llamada Fluttershy comenzó con su rutina daría de visitar su huerto, alimentar a sus preciadas mascotas mientras ella tarareaba una melodía simple. Pronto se percató que algo no estaba donde debería de estar, algo faltaba “Ángel” susurro con la esperanza de conseguir una respuesta. Fluttershy comenzó a sentir una pequeña preocupación que la empezó a invadir más y más. “Ángel” susurro con más fuerza, no había respuesta. El pequeño conejo siempre había estado con ella, en la limpieza del hogar, en el cuidado de la huerta e incluso atendiendo a animales enfermos aún mayores en tamaño que el. “Ángel” ya en un volumen normal, con tonos de angustia se notaban en sus palabras. El pequeño conejo a pesar de ser una de las tantas mascotas que tenía en casa, él era algo más, era especial, su amigo, su confidente casi lo podía considerar como un hijo pequeño, un pequeño hijo malcriado aunque a pesar de ello siempre se preocupó por tratar de ayudarla a superar esas barreras, que tal vez por su timidez no se animaba a rebasar. Un poco más adentrada en el bosque Everfree, noto un pequeño ruido y una figura blanca que lo acompañaba en un pequeño claro entre los arboles; era el, se emociona ante la simple idea, estuvo a punto de saltar a abrazarlo de alegría cuando ella se percató de que no estaba solo “Esta con un amigo”, pensó serenamente mientras observaba tras un arbusto cercano, a pesar de su tamaño, el conejito blanco no se percató de la presencia de su ama, él estaba ocupado atendiendo otros asuntos. Fluttershy se sorprendió un poco al percatarse de la escena, ahí estaba su pequeño ángel frente a otro conejo de color negro, tanto como la misma noche, fue su sorpresa de que no era el, si no ella y no estaba charlando la estaba coqueteando, le ofrecía un manojo de zanahoria, mientras asumía una pose heroica ante sus ojos. no pudo dejar escapar una pequeña risita al recordar a Spike frente a la misma situación con Rarity; lamentablemente la situación se asemejaba bastante, donde esta solo tomo las zanahorias e ignoro por completo al conejo blanco; su reacción no se hizo esperar, corrió tras ella pero fue en vano, el no tenía la misma condición, rápidamente se cansó y solo pudo mirar cómo se desvanecía entre la maleza, el que fuese su primer amor. Ángel aun recordaba cuando fue la primera vez que la vio, ya hace semanas, mientras ayudaba a Fluttershy con la huerta, ahí estaba intentando llevarse una de las verduras del huerto escondida entre la yerba para que nadie pudiera observarla, ángel en su rol de guardián sin dudarlo se abalanzó sobre esta pequeña criatura negra, ella había caído sobre su espalda y Ángel estaba sobre ella; fue su sorpresa al percatarse de que el intruso no era más que otra coneja, totalmente negra y con ojos que reflejaban el sol de la mañana, no pudo reaccionar y el intruso escapo sin decir más, Ángel no sabía cómo actuar era la primera vez en su vida que se había sentido así, el estar tan cerca de otro ser tan igual y diferente de él. Tras el transcurrir de los días Ángel casi había olvidado tan dichosa escena; hasta hace poco que mientras ayudaba a Fluttershy a curar a un animal herido noto que él estaba siendo observado, ahí entre la maleza una sombra obscura lo miraba con esos ojos que brillaban con la luz del sol, al tratar de ver a su observador este desapareció tan pronto y había aparecido, Ángel estaba confuso no sabía de qué se trataba su juego. Fluttershy no se contuvo más voló hacia el abatido conejo y trato de consolarlo “ohh pobre de mi pequeño, vamos a casa, así te sentirás mejor”. La pegaso estaba con sentimientos encontrados, por un lado su mejor amigo había sido lastimado, por otro estaba contenta de que su ángel había dado ya su primer paso en lo que todos llamarían algo natural. Durante la noche los pensamientos de Fluttershy giraban en torno a tan peculiar situación que había atrapado a su pequeño Ángel, le invadió una pequeña emoción que la verdad ella no se podía explicar. Todo acabo cuando su mente rápidamente fue invadida por otro pensamiento “Familia” tan dichosa palabra le hizo perder el sueño el resto de la noche. Ala mañana siguiente Fluttershy se sentía más cansada de lo habitual, no pudo dejar escapar un pequeño bostezo, signo de su falta de sueño. Ella pronto recordó a su pequeño ángel, el pobre estaba deprimido, ni su zanahoria por las mañanas lo pudo animar. Fluttershy no dudo 2 veces, dejo las actividades diarias para llevar a su ángel a un paseo por la cuidad, esto sin duda animaría a tan triste conejo y bueno tal vez le pudiera levantar el ánimo de volver a intentarlo. “Así es la naturaleza” le susurro en una de sus orejas. Mientras Fluttershy trotaba con un ritmo lento a la cuidad Ángel estaba más y más hundido en la depresión, el se preguntaba que pasaba con esa conejita, acaso no era de su agrado, no era lo suficientemente valiente o carismático para esa pequeña dama. Diferentes ideas volcaban una y otra vez sobre la mente de Ángel, no había cruzado palabras con la damisela, era la primera vez que ella aceptaba uno de sus regalos, ella le correspondió con una pequeña sonrisa y huyo. Que hizo mal, se preguntaba una y otra vez el pequeño conejo. El pequeño ajetreo de la cuidad distrajo de sus pensamientos al deprimido conejo que a su vez se comenzó a animar tras ver a tanto pony feliz comprando en el mercado, platicando con sus amigos, pero una escena peculiar dejo escapar un pequeño suspiro inconscientemente al conejo, era una pegaso rubia con su pelaje gris acompañada de una pequeña unicornio que por su corta edad era un símbolo de la alegría de la infancia; Ángel no se había percatado de que Fluttershy estaba en una situación muy parecida a la de él. Fluttershy tenía días que no acudía al mercado, odiaba admitirlo pero la asustaba el bullicio. Hoy en particular el mercado tuvo poca afluencia, algunos ponys platicaban entre ellos, algunos surtían las despensas otros simplemente pasaban el rato con su familia, por un momento la distrajo una peculiar escena, La cartera local Derpy estaba compartiendo con su pequeña hija un cono de helado, sin percatarse inconscientemente dejo escapar un pequeño suspíro. Pasado el rato miro como Ángel se veía cada vez mas y mas animado, parecía un pequeño pony cuando lo sacan por primera vez a pasear; la emoción de verlo reanimado provoco que accidentalmente chocara con uno de los puestos del mercado, solo pudo oír como grandes cantidades de manzanas rodaban a todas direcciones, mientras un pequeño chirrido escapo de sus labios muy apenada rápidamente se levanto a recoger el gran desastre que su descuido había provocado; ella estaba realmente asustada de los daños que provoco, no se animaba a levantar la vista, talvez por vergüenza o miedo de recibir una reprimenda por parte de los dueños del negocio, solo se dedico a levantar las manzanas lo rápido que pudo. Ella esperaba lo peor, un pony enojado y molesto por su falta, esta imagen rápidamente se desvaneció al oír una serena voz “¿se encuentra usted bien señorita?” intento mirarlo, pero el sol del mediodía se lo impedía. “si, estoy bien, lo siento no quise” ella afirmaba, mientras el tono de su voz se desvanecía al punto de la no comprensión. El Bigmac había aprendido por su familia que siempre debería de extender se pata a cualquier pony que la llegara a necesitar, esta en particular estaba sumida en sentimientos de culpa, sin dudar un poco le extendió el brazo para ayudarla a levantarse “no pasa nada señorita, nada que no se pueda solucionar” inmediatamente la reconoció, ella era Fluttershy una de las amigas de su hermana, ella le había platicado a su hermano las grandes aventuras que habían vivido juntos, lo que mas le sorprendió fue el hecho que ella logro intimidar aun dragón que fácilmente la pudo haber devorado de un solo bocado. Ella era formidable, ni en sus mas locas fantasías habría pensado en enfrentar si quiera a un dragón; ahora estaba ahí frente a ella tratando de ser caballeroso, el sabia de antemano que si su hermana se enteraba de que siquiera había asustado a su amiga, aunque sea por accidente él tendría que pagar las consecuencias, a pesar de ser mas grande que su hermana, no sabe de donde saca tanta fuerza y habilidad para la lucha.