Symposia - UPN
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Symposia Diálogos de investigación Symposia Diálogos de investigación Inter-venir: el encuentro con el Otro Año 2, número 3 Mayo - agosto 2014 Publicación de la Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo Directorio Lic. José Francisco Olvera Ruiz Gobernador Constitucional del estado de Hidalgo Director Alfonso Torres Hernández Profr. Joel Guerrero Juárez Secretario de Educación Pública de Hidalgo Lic. Rolando Durán Rocha Editor Julio Alfonso Pérez Luna Subsecretario de Educación Superior y Media Superior Consejo Editorial Subsecretario de Planeación y Evaluación Sectorial de Políticas Educativas Wendy Liliana Andalón Guerrero Martha Guadalupe Amador Arista Sagrario Cardoza Aquino Óscar Monter Fuentes Liliana Gisel Rendón López Hilda Reyes Fernández Profra. Ma. Luisa Pérez Perusquia Subsecretaria de Educación Básica Lic. Fernando Cuatepotzo Costeira L.C.C. Pablo Pérez Martínez Subsecretario de Administración y Finanzas Mtra. Ma. Socorro Sánchez Ramírez Directora General de Formación y Superación Docente UPN-HIDALGO Dr. Alfonso Torres Hernández es una publicación cuatrimestral editada por la Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo, con domicilio en Carretera México-Pachuca Km. 84.5, col. Venta Prieta, Pachuca de Soto, Hidalgo, C.P. 42080. Tel.:(01-771)711 11 74 Correo electrónico: [email protected] Reserva de derechos en trámite. Director General de la UPN-Hidalgo Mtra. Verónica Grimaldi Papadópulos Tonatiuh II 1/10 Buril y agua tinta, 9.5 x 9 cm Rossana Cervantes Vázquez, 2007. Mtro. Pedro Román Bectto Romero Coordinadora de Licenciaturas Directora de la Sede Regional Huejutla Dra. Marisol Vite Vargas Mtro. Marcelino Lugo Vega Coordinadora de Posgrado Lic. Sagrario Cardoza Aquino Coordinadora de Educación Continua Director de la Sede Regional Ixmiquilpan Lic. Jaime Fernando Rubio Ocampo Ing. Wendy Liliana Andalón Guerrero Director de la Sede Regional Tenango C.P. Irene Mireya Alanís Islas Director de la Sede Regional Tula I.S.C. Elvira Islas Martínez Director de la Sede Regional Tulancingo Coordinadora de Difusión y Extensión Universitaria Coordinadora Administrativa Fotografía portada y portadilla: C.P. Eduardo Vega Mendoza Coordinador de Recursos Humanos Coordinadora de Planeación I.S.C. Ivonne Flores Cabrera Coord. de Servicios Escolares Prof. Osvaldo Pagola Rendón Mtro. Lauro Reyes Tavera Lic. Yurizan Chávez Casto Responsable de la Sede Regional Jacala Índice 9 Editorial 13 Interventores educatives en la diversidad: en la diversidad sexual Daniel Agustín Galindo López 31 Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. Reflexiones sobre el proyecto de intervención educativa “La promoción de la inclusión social y educativa desde organizaciones de la sociedad civil, una alternativa a la intervención educativa” Rafael Castelán Martínez 45 La música del otro: experiencia en el Centro de Atención a Estudiantes con Discapacidad (caed) Saúl Filiberto Martínez Morales 58 La Intervención Educativa desde una Pedagogía de las Diferencias José Luis Flores Flores y Minerva Nava Escamilla Editorial “Mirar al otro como igual” es una de las ideas básicas que acerca de la inclusión Carlos Skliar maneja en muchos espacios. Pero ¿qué significa eso? Un significado inicial sería intentar posicionarse en el lugar del otro y a partir de eso vivir el día a día conscientes de que el otro y yo somos la misma persona. Partiendo de esta idea inicial así como del origen humano que tenemos, sabemos que las diferencias además de inevitables son legítimamente existentes, que son el elemento que precisamente nos hace el género que somos. No parece tan legítimo que conforme ha avanzado la organización de los grupos humanos, las diferencias recrudecen la distancia entre unos y otros que muchas veces parece irreconciliable. Así surgen acciones como la discriminación que agranda esta distancia privando del goce de los derechos legítimos que cualquier ser humano al nacer obtiene, entendiendo esto como acceso a la educación, derecho a la salud, entre otros. Estas diferencias han obligado a que los gobiernos y diferentes grupos sociales, casi siempre minoritarios, realicen acciones que deriven en el establecimiento de leyes que les garanticen el uso y goce de esos derechos, hablamos de la actual necesidad de que existan leyes que protejan a estos grupos minoritarios. En esta publicación retomamos los trabajos construidos por exalumnos de la Licenciatura en Intervención Educativa, sede Pachuca, en particular de la Línea de Educación Inclusiva. El primer trabajo pone sobre la mesa la necesidad de que la línea de educación inclusiva no se enfoque solo a la atención de personas con necesidades educativas específicas, sino que la atención sea a cualquier grupo en situación de vulnerabilidad, en este artículo hablando específicamente de la comunidad LGBTTT. El segundo artículo da cuenta de la experiencia en la conformación de una asociación civil (SEIINAC) que enfoca sus actividades a la promoción de los derechos de los niños y las 9 niñas desde un trabajo directo con la infancia. El tercer escrito plantea la experiencia de un LIE frente al servicio de bachillerato para personas con discapacidad, quien reconoce el trabajo en la diversidad y no con la diversidad. Aun cuando esta línea plantea la inclusión como la atención de grupos minoritarios en situación de vulnerabilidad o de desventaja, hemos brindado más elementos para atender a personas con discapacidad, esto nos ha dejado grandes aprendizajes, uno de ellos es el darnos cuenta, en ocasiones desde la mirada y demanda de los mismos alumnos, de que estamos dejando fuera otros grupos lo cual nos lleva a continuar incitando no perder de vista la diferencia, esta diferencia que deberíamos disminuir, eliminar propiciando la reflexión, el análisis y construyendo las diferentes propuestas desde los espacios que compartimos con nuestros alumnos y a su vez ellos multipliquen al exterior, en los espacios que en la misma sociedad van abriendo y construyendo. Mirar al otro como igual también se refiere a vivir en la consciencia de que la igualdad no existe, no encontramos dos seres humanos completamente iguales, eso nos indica que nuestro quehacer institucional crece en el compromiso de vivir responsablemente, evitar el prejuicio, evitar y atacar las acciones cotidianas que recrudecen estas diferencias que distancian, que laceran el alma, la voluntad y la fuerza de los sujetos que luchan por mantenerse en una vida digna. Queda latente el compromiso: -La necesidad de transitar en nuestras concepciones acerca de las personas sordas reconociendo su lengua y su cultura, así como la existencia de otros grupos que no viven en igualdad. -Reconocer, hacer valer y respetar sus derechos de inclusión a la educación. -La importancia de generar investigación educativa como una vía de alimentación a la creación de construcción de políticas que favorezcan el desarrollo de las personas en todos sus aspectos. Por otro lado, se reconoce el papel que la Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo juega en la formación de profesionales que enfrentan la investigación con ética, responsabilidad y claridad metodológica, identificando las tres cualidades que un buen investigador debe tener: experiencia en el tema, conocimiento y pasión. Pretendiendo sembrar esta semilla cada vez más en los alumnos con que se comparte el aula y apoyando a nuestros egresados en las acciones que van marcando la diferencia. INTERVENTORES EDUCATIVES1 EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL2 Daniel Agustín Galindo López* Cuando me solicitaron que compartiera de forma escrita mi experiencia como profesional de la intervención educativa con personas de la diversidad sexual, no sabía por dónde empezar a desglosar las palabras en estas páginas, pero considero que lo importante es empezar por presentarme: yo soy Daniel: hijo, amigo, pareja, compañero, profesional de la educación; quien se encuentra en procesos de de-formación como orientador humanista, terapeuta gestalt y para los fines prácticos de este conjunto de letras, también soy homosexual o gay (no importa la palabra, soy “eso”). Mi historia personal y política me lleva a elaborar este artículo bajo la mirada de la diversidad sexual. El ejercicio de la presentación sobre mi persona es para observar el cúmulo 1 El título original era “Interventoras (es) educativas (os), pero para fines del mismo escrito, se utiliza “es” ya que el usar esta terminación desvincula la necesidad de nombrar a las personas dentro de un género masculino o femenino), y aunque no está dentro de las reglas lingüísticas, gramaticales, etc; este en un ejercicio de “rebeldía social” contra el lenguaje sexista que existe en el cotidiano. 2 Dedicado a “todes”, todas y todos mis compañeros de la diversidad sexual que luchan día a día por el reconocimiento de nuestros derechos, y en especial para todos aquellos quienes han vivido experiencias que les han producido dolor, angustia por vivir su sexualidad. * Licenciado en Intervención Educativa por la UPN-Hidalgo, sede Pachuca. INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 14 de “etiquetas” o “roles” que obtenemos o se nos otorgan a lo largo de nuestra vida, y sumados a valoraciones morales (bueno o malo) condicionan cómo experimentemos nuestro desarrollo personal y nuestras relaciones intra/interpersonales. Ejemplo de ello sería que nos asumimos o nos posicionan como personas de la “diversidad sexual”. Un poco sobre la diversidad sexual psiquiatría y la psicología legitimaron “la normalidad”, basándose en la trilogía machomasculino-heterosexual (Rubín, 1989),3 en cuya ideología no se pueden colocar o reconocer las orientaciones, identidades o expresiones sexuales como la homosexualidad, bisexualidad, lesbiandad, las personas transgénero, transexuales y travestís, conductas comportamentales específicas, y mucho menos la combinación de varias de ellas en un solo sujeto. La trilogía anterior sostiene la postura tradicional de “ver” la sexualidad como algo reducido a la existencia de dos sexos y por ende dos géneros, originando el sistema binario de sexo/género, es decir, hombre/masculino y mujer/femenino (Fischer, 2003) y características específicas y unívocas para cada uno de ellos y avalando creencias sociales que forman parte de la organización de la vida colectiva, en donde se estigmatiza lo distinto, lo que se aleja de la norma. Estas creencias sociaAl estudiar la sexua- les son reforzadas –no de forlidad humana, el paradigma ma generalizada– a través de médico en conjunto con la instituciones como la iglesia Empecemos con un breve desglose teórico del tema; el hablar de diversidad sexual, nos inclina a sacar a la luz diferencias sexuales y de género, las cuales tienen bases biológicas, sociales y culturales, con múltiples expresiones; en donde la diversidad sexual representa un mosaico de todas las formas humanas de la sexualidad (Lamas, 2008); dejándonos una herencia de palabras (etiquetas) para definir, delimitar, clasificar este tipo de expresiones de la sexualidad. 3 Esta trilogía es aplicable a las mujeres, sustituyendo los términos por hembra-femenina-heterosexual. Daniel Agustín Galindo López (religión), el Estado o la academia (ciencia) misma. La idiosincrasia religiosa, la ideología estatal y la visión de la ciencia como metarrelato4 establecen un sistema de valores sexuales que dictaminan lo que se considera “bueno”, “normal” y “natural”. Es decir, lo que idealmente se conoce como heterosexual, el matrimonio entre hombre y mujer, en una relación monógama con fines reproductivos y no comerciales (trabajo sexual y pornografía); y considerando “malo” a la sexualidad homosexual, promiscua, no procreadora, comercial o situada fuera del matrimonio. (Rubín, 1989) Lo expuesto anteriormente, ha perpetuado el sistema binario sexo/género para el que la heterosexualidad es la única forma de relación entre las personas; este fenómeno social situado especialmente en las diversas poblaciones y grupos modernos en occidente, busca regular y controlar el deseo sexual, relaciones interpersonales, la procrea- ción, la política pública y, por ende, la perpetuación de relaciones asimétricas de poder que se dan a través de esta normatividad; conformando a su vez un bloque donde las otras formas de expresión del deseo son vistas, estudiadas y categorizadas como “desviaciones”, “anormalidades”, “perversiones”, etc., las cuales dependen del momento histórico y del contexto social, cultural y político (Weeks, 1998); en este bloque se podrían colocar “sexualidades abyectas” (Butler,2010), “personas o grupos de la diversidad sexual”, “sexualidades diversas” o “sexo diversos”. (Núñez, 2012) 15 Siguiendo la línea de Nuñez (2012), el término “diversidad sexual” se ha usado en tres formas (problemáticas): 1) Como eufemismo o forma “decente” para referirse públicamente a individuos o grupos estigmatizados con palabras consideradas “vulgares”; de las que podemos listar palabras como: “maricón”, “puto”, “joto”, “marimacha”, “tortilla”, “lencha”, “vestida”, 4 Desde los planteamientos de Lyotard, el metarrelato refiere a la visión legitima, a los discursos totalizantes y multiabarcadores, en los que se asume la comprensión de hechos de carácter científico, histórico y social de forma absolutista, pretendiendo dar respuesta y solución a toda contingencia. INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 16 “loca”, “bicicleta”; u otros términos como “tendencia aberrante” o el famoso “pecado nefando”, entre muchos más. 2) Como término “sombrilla” para agrupar a esos individuos o colectivos estigmatizados por sus prácticas sexuales o su identidad sexo-genérica sin considerar singularidades ni necesidades de quienes por “inclusión” se les invisibiliza. 3) Para referirse a la “otredad” de la trilogía de prestigio “machomasculino-heterosexualidad”. Como se puede leer en párrafos anteriores, una serie de palabras nos “etiquetan”, clasifican, definen y delimitan según nuestro ejercicio de la sexualidad, dejándonos la siguiente reflexión: “el término ‘diversidad sexual’ (…) tiene implicaciones (…) en las diferencias sociales más o menos significativas, en donde se configuran relaciones de poder y posibilidades de resistencia”. (Núñez, 2012) A través de estas resistencias que se generan, como los movimientos feministas y el movimiento lgbttti,5 resulta que devenga una visibilización del tema en varios ámbitos, académicos, sociales, culturales, políticos, etc. Y un espacio de visibilidad es esto, este pequeño escrito que comparto con ustedes, disertando desde mi “etiqueta” de “hombre homosexual-gay” y “profesional de la educación”. Mi transitar en el camino de la diversidad sexual y mi ejercicio profesional Mi experiencia como interventor educativo y las múltiples competencias6 que adquirí, desarrollé y habilité durante mi formación, a la par de una serie de capacitaciones y actualizaciones profesionales (promoción y orientación en los derechos humanos para poblaciones lgbttti; cultura jurídica para personas que viven con vih/sida; un diplomado en “Diversidad sexual” en el pueg de la unam7, y una serie de cursos y talleres de tópicos relacionados al tema [dere- 5 Personas lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, transexuales, travestis e intersexuales. 6 Programa de la oferta educativa de la Universidad Pedagógica Nacional en sus sedes estatales a partir de 2002. 7 Programa Universitario de Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México. Daniel Agustín Galindo López chos sexuales y reproductivos, género, salud sexual, etc.), me han permitido emprender procesos socioeducativos, comunitarios, intrapersonales y de crecimiento personal (trabajo con grupos) desde, a través, con, por y para personas adscritas a alguna categoría de la diversidad sexual. El ejercicio profesional con el tema de la diversidad y sujetos implicados, me ha llevado a poner en acción lo que Delors (1996) define los cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos (aprender a vivir con los demás) y aprender a ser; durante la formación como lie obtuve competencias insertas en los aprendizajes del conocimiento y del hacer; es decir, obtuve un saber referencial para ponerlo en práctica. Pero el trabajo con personas de la diversidad sexual, no sólo implica saber y aplicar éste, sino de un saber ser y convivir;8 ya que al tratarse de una población en constante vulneración de su integridad como seres humanos (por es- tar “fuera” de la norma sexual heterosexual que rige el pensamiento y muchas prácticas de la sexualidad actual); dichas personas pueden atravesar (no de forma generalizada, pero sí la gran mayoría de casos) por procesos de exclusión, discriminación, intimidación y violencia (en sus diferentes tipos: estructural, cultural, institucional, política, socioeconómica, sexual, física, patrimonial y/o psicológica); que les impide un desarrollo humano integro así como el disfrute de sus derechos humanos, entre ellos de la educación. 17 Mis experiencias de formación en tópicos de la sexualidad y derechos humanos, así como mi ejercicio profesional, se han gestado y desarrollado en grupos con personas lgbttti, quienes me han permitido compartir intereses, temores, expectativas, soledades, excitaciones, miedos, deseos, etc. y adentrarme en la comprensión de una gama de ideas, emociones y sentimientos que me llevan a concluir no son lejanos o extraños a los de personas 8 Haciendo referencia a los aprender a vivir juntos (aprender a vivir con los demás) y aprender a ser de Jacques Delors (1996) INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 18 heterosexuales cisgenéricas (Navarro, 2010).9 Este ejercicio me dio la posibilidad de inferir que la competencia –saber ser y convivir– impedirá a muchos profesionales de la educación crear y permanecer en procesos educativos de cualquier índole si no la desarrollan; caso de ello es cuando hay personas “con una diferencia significativa” con quienes se debe que interactuar. El ejercicio profesional se tendrá que valorar desde los filtros personales, culturales e ideológicos que se tengan sobre “la diferencia sexual”, aunado a la “calidad” de la educación en sexualidad que tenga el educador frente a esta población. Entiendo al saber ser y convivir como la competencia de vida que posibilita iniciar procesos de trabajo intrapersonal para vivir nuestra identidad sin temor o amenazas; tener un concepto y estima que permita vernos con las virtudes, defectos, habilidades, capacidades personales (valoradas, “buenas” o “malas”) y validarlas. Ya que sólo de esta forma –independien- temente de los convencionalismos que impiden el desarrollo humano bajo una perspectiva de derechos humanos– tendremos la posibilidad de un con-vivir juntos a través de acuerdos intra e interpersonales. Durante mi formación en la lie aprendí que la educación inclusiva delimita personas con discapacidad, sobresalientes o con diagnósticos médicos/psicológicos que impiden su acceso al currículo formal, así como a un empleo o su integración social. Durante este periodo siempre existieron tres palabras significantes: “diversidad”, “diferencia” y “discriminación”, las cuales no se me hacen extrañas o lejanas cuando se habla de diversidad sexual. Lo anterior me lleva a pensar que estas personas también pueden presentar necesidades educativas y que la educación inclusiva no debe limitarse a la atención de un solo grupo de personas. Bajo estas ideas retomo lo que la Secretaría de Educación Pública define como educación inclusiva: aquella que buscaría atender 9 Una persona cisgénerica es aquella que se “cumple” en un sentido estricto en la norma heterosexual o a la tríada macho-masculino-heterosexual de Rubin (1989). Daniel Agustín Galindo López a personas con o sin discapacidad, a través de ambientes de aprendizaje, contemplando diversidad cultural y lingüística, estilos de aprendizaje y puntos de partida; reconociendo las barreras para el aprendizaje que enfrentan las personas de distintos grupos. (sep, 2010) Vinculado a la anterior, bajo la concepción de mi formación como interventor educativo, ésta sólo se ligó a personas con discapacidad o con diagnósticos médicos/psicológicos “impedientes” o “limitantes”; lo que muestra una visión restringida de la diversidad y de los grupos vulnerables. Es interesante hacer aquí una pausa, ya que si se habla de grupos vulnerables en la educación inclusiva, tendrían que reconocerse como mínimo nueve grupos vulnerables más: étnicos, jóvenes, minorías religiosas, mujeres, infancias, adultos mayores, migrantes, trabajadoras del hogar y diversidad sexual.10 Sin embargo, la sep sólo considera grupos vulnerables a niños y niñas con problemas en la comunicación, conducta, pobreza extrema, culturas distintas (étnicas), aptitudes sobresalientes, trastornos de espectro autista, trastorno de atención con y sin hiperactividad, y vih/sida; pero jamás hace referencia a la diversidad sexual (lgbttti). Si en la educación inclusiva se busca intervenir en la atención a las necesidades educativas específicas (nee) en los ámbitos familiar, escolar, laboral y comunitario (upn, 2002),11 asumiendo que las nee están vinculadas a las características del estudiante así como a las condiciones y oportunidades que el entorno físico, familiar y social le ofrecen y se manifiestan en el contexto escolar (González, 2008) y éstas pueden o no responder a una discapacidad y sólo estén ligadas a condiciones sociales y familiares, entonces vienen a mi mente las siguientes dos interrogantes: ¿qué pasa si una persona que se asume y vive como lgbttti (con o sin discapacidad) presenta condiciones no aptas para su desa- 19 10 Grupos vulnerables reconocidos por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en México. 11 Universidad Pedagógica Nacional. INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 20 rrollo humano como violencia o discriminación? Y ¿las personas en formación de la lie desarrollamos “suficientemente” las competencias del saber ser y convivir para atender a la “diversidad sexual”, si estos también tienen que considerarse en la llamada educación inclusiva? Las preguntas anteriores pueden ser muy discutidas y refutadas por quienes tengan acceso al plan de estudios de la lie, y podrían señalar una “incongruencia” en lo que enuncié, ya que la misma lie cuenta con líneas como educación intercultural, orientación educativa y educación para jóvenes y adultos. Además estas líneas de formación podrían atender los distintos grupos vulnerables antes enunciados. Cabe aclarar que lo arriba plasmado lo hago desde mi formación profesional en educación inclusiva, dejando claro que el ejercicio puesto es interesante, pero no me detendré en ello ya que podría caer en una evaluación sin fundamento sobre el plan curricular de la carrera universitaria, lo cual sería una posibilidad de escritura, análisis y reflexión más profunda. Desde lo anterior, me planteé que como interventor educativo mi labor no tendría que atender sólo a personas con discapacidad, sino ampliar mi horizonte a otro tipo de grupos que enfrenten problemáticas en su interacción diaria y si esto repercute en su desempeño educativo también menoscabarlo. Insertarme en el tema de la diversidad sexual y ser partícipe de una de-formación en el rubro, me generó más condiciones para asesorar a individuos, grupos, quienes así lo requieran (sin especificar condiciones particulares), a través de una constante capacitación para otorgar un servicio más integral y en el marco de los derechos sexuales, como el derecho a la educación sexual y el derecho a la información completa, científica y laica sobre sexualidad; lo cual obligatoriamente tiende a desarrollar en los educadores que se acercan a la diversidad sexual procesos de formación permanente, con una actitud de disposición al cambio e innovación que permitan consolidarlo como un profesional autónomo e inclusivo. Daniel Agustín Galindo López Lo anterior me ha llevado a participar con tres grupos poblacionales en frecuente situación de vulnerabilidad y riesgo: personas de la diversidad sexual, personas que viven con vih/sida y personas privadas de su libertad (aunque este último no siempre presenta la variable lgbttti ni vida con vih/sida) Puedo recuperar cinco experiencias significativas que pusieron en tela de juicio mi formación como profesional de la educación a través de la siguiente pregunta: ¿mi competencia del saber ser y convivir es suficientemente apta para atender la “diversidad” que deviene de estos “otros” frente a mí? Las cinco experiencias significativas que tengo como referente son mi trabajo como facilitador/consejero en un taller para jóvenes sobre educación integral en sexualidad, denominado: “La sexualidad y yo”,12 un curso-taller con población lgbttti y heterosexuales cisgénericos: “La diversidad sexual: creando comunidad vs la discriminación”,13 ambos en 2011; atención de personas privadas de su libertad en CERESOS y cárceles (hombres-mujeres) con pláticas de prevención de vih/ sida y detección oportuna de la infección.14 Se cerró la participación con dos grupos de crecimiento personal dirigido a personas LGBT y aliados heterosexuales cisgénericos nombrado: “Abrazando mi diversidad, mi libertad de ser”,15 en el 2013. 21 En estos procesos de re-educación (ya que todos tenemos educación respecto a la sexualidad), las personas y a veces los grupos demandaban profundizar en aspectos emocionales-personales en lograr de temas teóricoreferenciales. Esto permitió darme cuenta que mi ejercicio no sólo era un trabajo de intervención primaria (como 12 Experiencia pedagógica de mi coautoría, diseñada para obtener el título de la licenciatura en intervención educativa. 13 Experiencia pedagógica adecuada para el servicio social dentro de la formación como Interventor educativo. 14 Proyecto de prevención combinada de la asociación civil Servicios de Inclusión Integral. 15 “Modelo de atención integral para reducir la homofobia interna e incrementar la salud sexual en jóvenes LGBT de la zona centro de México” de la organización civil Cuenta Conmigo Diversidad Sexual Incluyente. INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 22 entrega de insumos de protección y la explicación del uso del condón); implicaba hablar de emociones y sentimientos para las que el ejercicio de la sexualidad no es sólo entender el uso del condón (los métodos), va desde la negociación del mismo insumo con las parejas sexuales, la toma de decisiones sobre nuestro cuerpo y vida sexual, que involucran además del saber referencial, conjuntamente una inteligencia emocional. Llevar información para compartir con las personas me ponía en la “línea de salida” para comprender el aquí y el ahora de éstas, los apoyos que tenían para interactuar con esa nueva información o cambio de paradigma y así crear un ambiente de aprendizaje para que fuese significativo en los ejercicios emprendidos con ellas y ellos. Cabe mencionar que en este interactuar donde la atención, la escucha activa, la facilitación y la convivencia “cara a cara”, exigen también verme a mí como educador; ya que al abrir procesos educativos con personas de la diversidad sexual o pertenecientes a cualquier otro grupo en situación de vulnerabilidad, esta- remos abriendo “relaciones de ayuda”, definidas por Rogers (1961) como: todas aquellas, en donde al menos una de las partes intenta promover en el otro el desarrollo, la maduración y la capacidad de funcionar mejor y enfrentar la vida de manera más adecuada (considerando que todos los procesos educativos, en cualquiera de las ramas del conocimientos, buscan esto, independientemente del valor moral que se le agregue al ejercicio); y que no sólo se da en espacios psicoterapéuticos; sino en relaciones entre iguales, parentales y educativas (facilitador-participante, educador-educado, docente-alumno). El trabajo con personas me llevó a acercarme a la mirada del enfoque humanista de la psicología y la mirada del enfoque centrado en la persona (ecp); desde donde considero fielmente que si guiamos nuestros procesos educativos o estas “relaciones de ayuda” como profesionales de la educación (sin excluir nuestra relaciones diarias, con los demás roles que jugamos), podemos obtener resultados “satisfactorios” de quienes participan con nosotros y de uno mismo. Daniel Agustín Galindo López Rogers en ihpg16 (2012) menciona que sólo se puede aprender significativamente lo percibido como enriquecedor de uno mismo y que ayuda a mantener una imagen de “auto-estima” (me suena familiar, por mi deseo de saber sobre la diversidad sexual, ya que yo me encuentro dentro de este grupo poblacional); y que se aprenderá en una atmósfera aceptante y estimulante, que reduzca las amenazas a “la imagen del estudiante”. Es decir, si los educadores que atendemos a personas de la diversidad sexual generamos espacios para una “aceptación positiva incondicional”17 hacia sus personas por ser lgbttti, empatizamos con su sentir, sus valores y creencias (imagen del estudiante), puede generarse una experiencia placentera y aprendizaje flexible y abierto, dejando ver que si antepongo en mi ejercicio profesional la serie de etiquetas que catalogan a las poblaciones en el término “di- versidad sexual” como personas “perversas”, “desviadas”, “enfermas”, etc., pueden surtir tal efecto en los procesos de enseñanza-aprendizaje. 23 Los anterior podríamos concretarlo en las tres actitudes rogerianas (ihpg, 2013) para fomentar el desarrollo personal en las relaciones humanas; empezando por un aprecio positivo incondicional, posteriormente la congruencia y autenticidad, que consiste en que los profesionales de la educación frente a grupos o personas de la diversidad sexual podamos vivenciar también nuestros sentimientos y comunicarlos si es necesario, sin caer en una franqueza hiriente con el otro –y entre más congruente la otra persona nos observe– y, finalmente, la actitud de la empatía cuando se establece un vínculo para entender al otro, sus emociones y sentimientos, sin juzgar ni etiquetar las acciones del otro, las comprendo desde donde ella o él está situado. 16 Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt. 17 Se entiende por aceptación positiva incondicional como una actitud para recibir al “otro” en donde no se condicionará el aprecio por este y se le aceptará tanto “lo bueno” o “lo malo” de su persona, ya que si las personas no, son sometidas a trato de desaprobación, rechazo o crítica (como han sido muchas personas LGBTTTI) se podrá establecer con ellas un lazo de comunicación y expresión libre. INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 24 Tomando como marco de acción estas tres actitudes para el trabajo en diversidad, me permito traer al texto la obra Creer en grupo, una aproximación desde el enfoque centrado en la persona, de Tomeu Barceló (2003), en la que me he apoyado para el trabajo con grupos y de la cual he sintetizado las siguientes ideas: 1.Tener en cuenta que cuando se inicie la conformación de un grupo de la diversidad sexual para el trabajo en temas en sexualidad (o cuales fuese), es muy probable que la mayoría de las personas del grupo puedan experimenten sentimientos de expectativa respeto a quién lo facilita; y más si somos un facilitador “desconocido”. 2.Es importante generar condiciones propicias para un clima de seguridad y confianza, comenzado un proceso de comunicación, que inicie con “romper el hielo”; sin importar si ya se tuvo contacto con este grupo o no. 3.Observar si existe entre los participantes indiferencia, indisposición, asistencia contra su voluntad o falta de desconocimiento del tema (noción de no saber qué hacen allí), ya que esto permitirá poner en práctica técnicas para generar una actitud de calidez y acogida por parte del facilitador, recordando que si desde un principio generamos esta “actitud sustancial”, iniciaremos y mantendremos un clima de seguridad y confianza. 4.Siempre es interesante presentar a los grupos de la diversidad sexual información nueva, sorprendente y a la vez, incongruente con los conocimientos previos de los participantes, ya que esto ayudará a que el interés y colaboración vayan apareciendo. (Díaz-Barriga, 2003) Daniel Agustín Galindo López 5.A pesar de que el mismo Rogers y Barceló consideran que “humorizar” es un obstáculo para comunicación, escucha y compresión, en mi experiencia con grupos, la risa (bromas y chistes) puede ayudar a disminuir la tensión de los participantes (y más en grupos de la diversidad sexual, donde figuras como “el perreo” (Téllez Pon, 2013)18 y la “bufa” (burla) pueden resultarles necesarias para comunicarse). Cabe aclarar que puede resultar contraproducente si abusamos de este recurso o lo utilizamos en fases de los procesos que emprendamos en donde sea innecesario y antiético emplearlo. Cumplir con todo lo anterior y trabajar con personas de la diversidad sexual exige siempre un trabajo personal y contar con características específicas de quienes colaboramos con ellos (seamos o no parte de esos grupos, por nuestra identidad o condición sexual); como profesionales de la educación deberíamos tener las siguientes características para conseguir los objetivos planteados: empático, genuino, congruente, con una actitud de respeto y aceptación hacia el grupo y hacia cada uno de los individuos con quienes participemos, con una actitud abierta hacia la sexualidad, así como proveer información necesaria sobre el tema, flexible para no imponer valores, más bien fomentando la reflexión para que cada individuo tome sus propias decisiones, con capacidad de autocrítica, construya un ambiente de confianza y propicie el respeto en el grupo, 25 18 El poeta, ensayista, crítico literario y narrador mexicano, nos acerca a la definición del “perreo”, ubicándola como una expresión de “la jerga gay” (homosexual), en donde se esconde un lenguaje secreto formado para crear complicidad entre quienes lo hablan; esto da pie a la formación de una red, a la conformación de una “subcultura gay”; en donde se pueden encontrar modismos, expresiones, frases hechas, interjecciones, muletillas y neologismos, que se usan como burla para revertir la carga discriminatoria de algunas palabras despectivas para nombrar a las personas gays. Concretando que el perreo es la vertiente gay, de lo que los heterosexuales cisgénericos conocen como albur, solo que más refinado, con ironía y sarcasmo mordaz. INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 26 alguien dispuesto a escuchar activamente y básicamente asertivo. (Hirriart, 1999) Cabe señalar que estas características pueden cubrirse o no en su totalidad y si no se logran son una posibilidad de formación para el profesional. porcionar a las personas un espacio de nuestro tiempo, vida y saber; que el trabajo educativo no sólo proporciona atención en términos de aprender a conocer y a hacer, sino de igual forma, atender en nuestros espacios educaCerraré este escrito tivos a los saberes personales dejando que fluyan mis pala- del ser y el convivir. bras de la forma más natural, Trabajar con persocontactando con sentimientos nas lgbttti o de la diversidad y emociones que me han im- sexual puede convertirse en plicado el trabajo en diversi- un espacio donde los educadodad, en diversidad sexual: res tendamos lazos hacia la reNo me jactaré de ser flexión; lugar donde podamos “el mejor”, “el excelente”, “el filosofar y sentir sobre algunas buen” facilitador con estos cuestiones como ¿quiénes sogrupos, ya que sería hacerme mos sexualmente? ¿Cuáles son un auto juicio pretencioso, mis afectos y cómo los doy? pero sí podría mencionar que ¿Cómo transcendí, transciendo soy una persona que busca el y trascenderé en la vida? Tamcrecimiento de pares e impa- bién aprender de la experienres y su desarrollo en los ám- cia sexual de las y los demás, bitos de la educación formal y nuevas formas para disfrutar no formal, de la manera más plenamente mi sexualidad; enidónea para su crecimien- contrar un autoconocimiento to humano; que a pesar de lo en relación con nuestro erotiscansado, extenuante, dificul- mo, género, relaciones intertoso que sea una experiencia personales y reproductividad. con algún grupo; si en verdad Revisar nuestras decisiones se busca un crecimiento; al fi- respecto al tema, permitiendo nal del día como educadores expresar también la sexualinos puede invadir de inmensa dad de manera emocional, y no satisfacción, una alegría muy sólo verla como la parte genital profunda, el orgullo de pro- del ser humano. Daniel Agustín Galindo López No daré conclusión alguna de este escrito, ya que gustaré de que la lectora o lector haga la propia, dejando en esta página las siguientes interrogantes: ¿cuál sería entonces mi trabajo como educador, profesional de la educación, interventor educativo en la diversidad, en la diversidad sexual? ¿Qué diferencias encuentro entre el trabajo con personas de la “diversidad sexual” y con otros grupo de personas? ¿En qué casos servirán las etiquetas? “Si lesbianas, si gays, si bisexuales, si transgéneros, travestís, transexuales, hermafroditas, intersexos, asexuales… No se nos hizo ser heterosexuales” (Liliana Felipe, cantautora argentina) 27 INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 28 Bibliografía BARCELÓ, Bartomeu 2003 Crecer en grupo, una aproximación desde el enfoque centro en la persona, España, Desclee de Brouwer. BUTLER, J. 2010 Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”, Buenos Aires, Paidós. 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Recuperado en: http://www.slideshare.net/demysex/01-29-diversidad-sexual-y-amorosa 29 INTERVENTORES EDUCATIVES EN LA DIVERSIDAD: EN LA DIVERSIDAD SEXUAL 30 RUBIN, G. 1989 Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría radical de la sexualidad. Recuperado en: http://www. cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Rubin%20G. pdf SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA 2010 “Diplomado en educación inclusiva II”. Recuperado en: http://www.sev.gob.mx/actualizacion/files/2013/04/6.MateialParticipante.pdf TÉLLEZ PON, Sergio 2013 “De maricón, puñal y otras joterías”. Confabulario Segunda Época. Recuperado de: http://confabulario.eluniversal.com.mx/de-maricon-punal-yotras-joterias/ UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL 2002 “Programa de reordenamiento de la oferta educativa de las unidades UPN: Licenciatura en Intervención Educativa 2002”. Recuperado de: http://upnmda.edu.mx/ attachments/article/80/documento_general_lie. pdf WEEKS, J. 1998 “El desafío de la diversidad”, en: J. Weeks, Sexualidad México: Universidad Nacional Autónoma de México, Programa Universitario de Estudios de Género/Paidós, pp. 71-89. DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS, PRINCIPIO DE ÉTICA PARA LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA. REFLEXIONES SOBRE EL PROYECTO DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA “LA PROMOCIÓN DE LA INCLUSIÓN SOCIAL Y EDUCATIVA DESDE ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL, UNA ALTERNATIVA A LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA” Rafael Castelán Martínez* No se trata de llegar primero, se trata de llegar todos y a tiempo. León Felipe Encontrarse, reconocerse como una persona diversa, producto del encuentro cotidiano con las y los otros, es un proceso complejo, saberse diferente a las y los demás resulta una seria complicación cuando esa diferencia, para unos, se vuelve motivo para estigmatizar, insultar, burlar y discriminar; pero, ¿qué pasa cuando la diferencia, para otros, es la razón de vivir? ¿Qué sucede cuando esa diferencia es el motor de las acciones cotidianas? ¿Qué pasa cuando la burla, el estigma y la discriminación se vuelven las categorías de análisis en una jornada constante de sensibilización, de promoción de respeto y de configuración de una comunidad, mi comunidad? ¿Qué situaciones personales influyen en tomar una postura de tal o cual forma ante la vida? El presente escrito es una reflexión sobre los encuentros, desencuentros y otredades que me han configurado profesionalmente la intervención educativa, reflexionando en torno al proyecto de intervención educativa con el cual me titulé: “La promoción de la inclusión social y educativa desde * Licenciado en Intervención Educativa por la Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo, sede Pachuca. Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. 32 organizaciones de la sociedad civil (osc)”, sobre el trabajo de Servicios de Inclusión Integral A. C. (seiinac), una osc que tiene por objeto social la defensa, promoción y educación de los derechos humanos. Lo que somos, en realidad no somos porque así lo hayamos decidido, somos en la medida que aceptamos ser el cúmulo de ideas, saberes, experiencias, que en la acción de estar con las y los otros construimos; ser Licenciado en Intervención Educativa, sin duda se remonta hasta el momento de mi nacimiento, en los encuentros con mis amigos, los juegos, las risas, pero quisiera relatar un poco sobre algunos momentos de encuentro, ya en la juventud, que me llevaron a estudiar y dar significado actual a mi profesión de interventor educativo. Hace algún tiempo, 14 años y nueve meses para ser exactos, recibí una carta de mi profesor de orientación educativa, ésta contenía los resultados de un test vocacional llamado “Kuder”1, que había- mos realizado un mes atrás; en este periodo, me encontraba en las fases de eliminación del Concurso Nacional de Matemáticas que coordinaba en Hidalgo el Subnodo Regional de Matemática Educativa, la sep, el Centro de Investigaciones Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional (cinvestav) y la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (uaeh); había logrado avanzar en tres eliminatorias: la grupal, la intergrupal y la interprepas; por lo que mi sentido de orientación vocacional me decía, que debía estudiar alguna licenciatura de las ciencias exactas. Comencé a abrir los resultados del test, con sus categorías generales que incluían las licenciaturas de la uaeh y su escala de apreciación de acuerdo con los resultados: muy recomendable, recomendable, como última posibilidad y no recomendable. Uno a uno, leí los resultados: “ciencias físico matemáticas… no recomendable… ciencias de la salud… no recomendable… ciencias de la sociedad… no recomendable… idiomas… como última posibilidad”. 1 Es una evaluación con escala de preferencias e intereses profesionales, elaborado en 1939, pero que se ha perfeccionado y es uno de los más recurrentes para conocer ciertas inclinaciones profesionales. (Ruíz, 2005) Rafael Castelán Martínez El impacto emocional fue severo, primero entré en estado de incredulidad, luego de risa y por ultimo de preocupación y pánico; no podía creer que mis respuestas apuntaran a que no me era recomendable ningún campo del conocimiento ni siquiera las matemáticas, con las cuáles tenía mucha habilidad. Me estresé en los siguientes meses, pasé de elegir psicología, economía, comunicación, geografía hasta llegar a la elección de Geofísica en el ipn y Licenciatura en Física en la Universidad Nacional Autónoma de México; aunque comencé ambas carreras no terminé una, las razones son muy diversas, desde la cuestión económica hasta el apego a mi familia, por ese apego decidí estudiar, posteriormente, algo que se pareciera o que tuviera mucha “física” en su programa, la licenciatura más parecida fue la de Ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones en la uaeh, la cual abandoné en 6º. Semestre cuando un profesor me dijo: Siempre has hecho cosas en la Universidad y esas cosas nada tienen que ver con la carrera que estudias: organizas ciclos de cine, impulsas una revista con artículos de opinión política, que muy pocos estudiantes de este Instituto entienden, estás metido en los grupos políticos de la Universidad y todo lo haces con mucha pasión, todo… menos estudiar la ingeniería; en la vida siempre es mejor hacer lo que nos gusta, hacerlo nos hace más libres. 33 Me despedí de él, no sin antes agradecerle el consejo, caminé algunos cientos de metros en la universidad, reflexionando en todo lo que me había dicho; esa tarde airosa, fría, común de los meses de febrero, rumbo a mi salón de clases respiré profundo, di media vuelta y jamás regresé a esa universidad (ni por mis papeles). Ocupé el año siguiente como voluntario en distintas cosas, impartía pláticas a niños y niñas sobre la buena alimentación, promocionaba una cooperativa que hoy se ha convertido en un negocio muy rentable de alimentos de amaranto2, asesoraba a personas privadas de libertad para que terminaran 2 La cooperativa recibe el nombre de “Quali”, un grupo de empresas sociales impulsadas por Alternativas y Procesos de Participación Social A.C. http://www.alternativas.org.mx/ Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. 34 sus estudios y participaba de manera activa en distintos grupos político-activistas, entre ellos el Frente Zapatista de Liberación Nacional (fzln) y el Frente Popular Revolucionario (fpr), realizando lo que en esta última organización llamaban “trabajo urbano-popular”; impartía talleres sobre cómo gestionar recursos ante la presidencia municipal, asistía a reuniones donde capacitaba a las personas para elaborar oficios, participaba en marchas, organizaba eventos culturales en la plaza cívica del municipio de Tulancingo y actuaba en un grupo de teatro… tenía el tiempo y la iniciativa para hacerlo… me encontré con muchas personas, con sus acciones, con sus decisiones, cada decisión que tomaban, se convertía en una decisión que yo también tomaba, cada acción en algo que yo tenía que hacer, en ese tener que hacer nunca estuvo implicado un dolor emocional, por el contrario estaba implicado un gusto por hacer las cosas, sin ser redentor de los otros, lo hacía porque pensaba, que si los demás estaban bien o cada día mejor, también yo lo estaría. Había pasado al menos un año, durante el que me dediqué a construir la esperanza de hacernos mejores personas, pero lo hacía sin un referente técnico; las actividades, los talleres que impartía a la población, nuestros procesos de formación interna entre compañeros y compañeras carecían en muchas ocasiones de sentido, hablábamos mucho, discutíamos la teoría y la práctica; me llamaron revisionista cuando dije que mucho del discurso con el que invitábamos a participar a otras personas no era muy vigente, que no debíamos interpretar la cuestión social como en el siglo xviii; de revisionista y pragmático fue el concepto que se generó de mí en diversos grupos que se hacían llamar, revolucionarios. Un día, al salir de las asesorías con los privados de libertad del Centro de Readaptación Social de Tulancingo, encontré un tríptico de la Universidad Pedagógica Nacional-Hidalgo (upn-h). Convocaba a egresados de bachillerato y maestros en servicio a cursar la Licenciatura en Intervención Educativa Rafael Castelán Martínez (lie), con distintas líneas de especialización, prácticamente todas llamaron mi atención pero la que me apasionó sólo con el nombre fue la línea de inclusión social; por la definición del tríptico era la licenciatura perfecta para lo que yo hacía en la vida cotidiana. Por cuestiones emocionales y sentimentales no ingresé en la primera generación, pero al ciclo escolar siguiente, comencé con esta experiencia que me ha ayudado a realizarme como mejor persona y mejorar profesionalmente. Conocí la Licenciatura, a personas extraordinarias en mi formación, algunas, desde luego no tanto, me emocioné, me discipliné, me aburrí, me idolatré, perdí, gané, bailé, me emborraché, seguí enamorado, me desenamoré, pero sobre todo me reconocí diferente, me reconocí como uno más, otro diferente más y comencé a entender dimensiones éticas que no había conocido; de la universidad tengo grandes amigos, excelentes amigas y consolidé no sólo una identidad personal, sino una identidad profesional e institucional con la upn, mi alma mater, o la madre putativa como lo expresó un buen maestro de esa Universidad; ahí también fue donde comencé a gestar una pequeña comunidad, una que hoy camina junto a mí y yo junto a ellos y ellas, una comunidad de la que aprendo todos los días, donde me sigo encontrando, desencontrando, reconstruyendo y valorando. Fue ahí, en la upn-h, donde me encontré con la teoría, con posturas neomarxistas, de personas que también serían llamados revisionistas por los revolucionarios “bolcheviques”. Sin embargo, en esos encuentros siempre llevaba algo, siempre creía saber algo, siempre denotaba lo que el otro no sabía; arrogante me llamaron, con el tiempo las amistades me lo criticaron, el trabajo cotidiano con personas con discapacidad, mujeres, niños, niñas y adolescentes, personas indígenas, hombres trabajadores, privados de libertad, me hizo ver que nunca se es lo suficiente sabio ni lo suficiente culto, pues cada vez que nos encontramos con alguien, cuando nos comunicamos intenta- 35 Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. 36 mos, como su raíz lo indica, poner en común algo de lo que pensamos, pero cuando escuchamos resignificamos eso que sabíamos o pretendíamos saber inicialmente. Aquí comencé a darme cuenta que ir al encuentro con el otro, no es ir con la gran sapiencia, es ir al encuentro y en el encuentro aprender, en el encuentro saber, conocer, estar; ir como sujeto con la posibilidad de completarse, con la idea de pensar en el otro, en palabras de Carlos Skliar (2012) en el “cuidado del otro, como una doble necesidad, esto es, la de pensar el otro por sí mismo, en sí mismo y desde sí mismo, y la de establecer relaciones de ética”. (Skliar, 2012) Me encontré un día fuera de la universidad con algunos planes profesionales, uno de ellos era continuar el camino de la construcción de esperanza; no la que espera paciente, sino la que se construye en la praxis, la esperanza como “elemento decisivo para cualquier intento de efectuar cambios sociales que lleven a una vivacidad, consciencia y razón mayores.” (Fromm, 1970, pág. 15) Ésa que en un momento no estaba sistematizada y de algún modo la consideraba amorfa; comenzó a gestarse con la iniciativa de algunos jóvenes, un grupo de personas que en su diversidad, en su diferencia, querían cosas y situaciones diferentes para las demás personas y para ellas mismas; fundamos en ese momento seiinac. Donde mi encuentro con las otras, los otros, se comenzó a repensar, aún más, a replantear; sólo que en esta ocasión ya no estaba solo, era con un colectivo que tenía una técnica e intereses distintos, sin embargo, poco a poco se han integrado personas que con su compromiso, su responsabilidad para con los otros y las otras, han dejado parte de sí, alimentando el lema que tiene la organización “un mundo donde quepan muchos mundos”. seiinac inició con ideas de una consultoría pero se ha convertido en una organización que promueve, educa y defiende los derechos humanos; el encuentro como colectivo con personas con situaciones particulares de desventaja, vulnerabilidad o Rafael Castelán Martínez pobreza, con situaciones de injusticia ha llevado en conjunto y de manera personal a cada integrante a reflejarse en el “rostro”3 de los y las demás, esa sensación de reflejo en el otro que nos lleva a una responsabilidad por los otros, que ha quedado planteado en la firma que se usa en los oficios de la organización y que surgió de un video documental de la misma: Quienes trabajan en seiinac han comenzado a mirar esta parte filantrópica de una humanidad que se mira derrotada, pero que tiene firme la esperanza de que existen momentos y tiempos mejores para todos, se han contagiado de la esperanza de un mundo mejor. La intervención educativa que se realiza por quien escribe estas líneas es producto del encuentro con cientos, si no es que miles de personas, en el conocimiento de la aca- demia, en la herencia cultural de teóricos y filósofos; de docentes y de personas que me han escuchado y a quiénes por fortuna estuve para escuchar; han configurado mi trabajo cotidiano, incluso me han vuelto necio, pero sólo con la necedad de no claudicar. 37 Durante cinco años, de mirarnos, escucharnos, pensarnos y repensarnos con la crítica de quienes la integramos e incluso miradas externas, se ha logrado aterrizar el trabajo cotidiano en lo que conocemos como “Matriz de Trabajo”.4 Ésta consiste en la delimitación de nuestra población beneficiaria, así como las funciones sustantivas que se realizan en seiinac: trabajo de base, investigación, incidencia;5 dichas funciones se articulan en tres ejes temáticos: Género y educación integral de la sexualidad; Derechos de la infancia y participación in- 3 Para abordar al “rostro”, Emmanuel Lévinas diferencia dos tipos de sensibilidad: la sensibilidad cognitiva y la sensibilidad del gozo… teniendo en cuenta la sensibilidad cognitiva, que la relación para con un «rostro» no puede reducirse a la dinámica de la visión, léase, objetivación, y por otro, y a partir de la sensibilidad del gozo, hay un espacio anterior al de la representación en el que la experiencia no es reductible a un contenido de conciencia. Pero ni la sensibilidad cognitiva ni la del gozo pueden explicar la intriga ética que inaugura el «rostro» (Navarro, 2007). 4 A esto le hemos llamado, matriz de trabajo de SEIINAC, de doble entrada con estrategias y metas específicas. 5 Hay una cuarta línea que se está definiendo: la defensoría jurídica, porque se han unido al trabajo algunos abogados y abogadas y se tiene proyectada la evolución en un Centro de Derechos Humanos. Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. 38 fantil; y Justiciabilidad de de- e instrumentos de tipo cuanrechos de grupos específicos. titativo y cualitativo, los cua(Ver Anexo. 1) les se sistematizan y analizan El trabajo de base tie- para integrar informes de ne que ver con el encuentro investigación, que en su gran con las personas, con el en- mayoría se editan, publican y cuentro cara a cara, porque difunden en libros y/o revisconsideramos que para hablar tas. Entre ellos destacan: “Disdel otro, de los otros y de las capacidad en Hidalgo entre la otras, no es necesario hablarlo Inclusión y el Asistencialisdesde nosotros, sino desde y mo”, “Hidalgo y sus infancias, con ellos y ellas, en procesos aproximación a la situación de de escucha activa, de diálogo, los derechos de niños, niñas de propuesta; con este trabajo y adolescentes”, “Derecho a la se han producido manuales y educación de las personas con metodologías específicas, entre discapacidad, expectativas y las que destaca la implementa- realidades en Hidalgo”, “Dereción de la Ludotéca Cívica y de chos humanos y discapacidad, Derechos Humanos (lucidh)6, encuentros y perspectivas con una metodología desde el para la participación ciudaenfoque de la participación dana”, “personas privadas de infantil y los derechos de la in- libertad; una mirada a la prefancia, así como la adaptación vención del vih/sida y la no de la Metodología de “Escuelita discriminación”. Cabe mencionar que en ellas han partide Tareas Calasanz”. cipado distintos compañeros y La tarea sustantiva compañeras lie.7 de investigación parte de la Además de las publidocumentación de todas las caciones antes descritas, cada actividades, las cuales se planean con procesos de inves- año se organiza un informe tigación social participativa anual que presenta un análi- 6 La metodología de la Ludoteca Cívica y de Derechos Humanos, se ha sistematizado y editado en el documento electrónico titulado “Guía para la promoción de los derechos de la infancia y la participación infantil”, en coautoría con diversos compañeros y compañeras egresados y estudiantes de la LIE. 7 No se mencionan los nombres, por la preocupación de cometer la torpeza de omitir a alguno (a), pero algunos de los materiales pueden ser descargados de nuestra página de internet www.seiinac. org.mx en la sección de publicaciones. Rafael Castelán Martínez sis de la situación de los derechos humanos en Hidalgo, los temas de agenda prioritarios, las principales necesidades que manifiestan las personas con quienes trabajamos; se elaboran folletos, carteles y otros materiales de difusión para dialogar con personas que no podemos hacerlo cotidianamente, pero con el poder para tomar decisiones, para convertirlas en políticas públicas y mejorar las condiciones de vida de la población, garantizando así sus derechos humanos. Esta función la denominamos de incidencia, nuestra tercera tarea sustantiva; ésta se realiza con vinculación, posicionamiento público de temáticas y propuestas y con la denuncia pública de las autoridades conforme a los mecanismos legales que presentan nuestras leyes, como fue la solicitud de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género para Hidalgo por los Femini- cidios ocurridos en 2013, con algunos resultados exitosos, aunque esto nos trajo severas consecuencias negativas.8 39 Con el objetivo de la incidencia en política pública, influyó en la generación de un programa de becas para estudiantes con discapacidad en educación básica, éste comenzó a operar en el ciclo escolar 2013-2014; hasta el momento se desconoce cuál es el impacto de estas becas, pero se está realizando una fuerte campaña de difusión por parte de seiinac para que las personas con discapacidad y sus familias soliciten la beca. En seiinac, consideramos que la incidencia en política pública9 es un paso necesario para defender y exigir derechos humanos y en estos momentos con la reforma constitucional en materia de derechos humanos, realizada en junio de 2011, contamos con mejores herramientas 8 Durante mayo de 2013, las oficinas de nuestra organización fueron allanadas y se sustrajo del interior casi la totalidad de nuestros equipos de cómputo, cámaras de video y fotografía, así como el disco duro con la información de cinco años de trabajo de la organización; el caso se ha documentado por diversas organizaciones defensoras de defensores de derechos humanos; las líneas de investigación sólo son de robo común, no se inició una línea de investigación por la tarea de ser defensores y defensoras. 9 Entendemos por política pública toda decisión de los gobernantes para atender las problemáticas, todo programa público destinado a mejorar las condiciones de la población, así como los ordenamientos jurídicos nacionales, locales y municipales existentes. Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. 40 para requerir al Estado garanPara concluir, sólo tía, protección y promoción de quisiera hacer mención que los mismos. las categorías de ética, de esEstas tres líneas de cucha, de diálogo, de estar con trabajo han trascendido la vida el otro, sólo tienen sentido en de más de 20 personas que han la acción cotidiana y conjundedicado más que prácticas ta de mejorar las condiciones profesionales o servicio social, de vida en comunidad, en coque hemos comenzado a mirar lectivo, la experiencia de esdistinto, que nos hemos deteni- tos años en la intervención do a escuchar a las y los demás, educativa con proyectos de para reafirmar y construir la intervención socioeducativa, esperanza, para hacer de este he aprendido que solos no haríamos ni una décima parte mundo un mundo mejor. de lo que logramos construir Toda esta filosofía, en colectivo. Por lo que es imtoda esta historia de vida que portante rescatar la comunise configura en un trabajo dad, la colectividad; en estos de intervención educativa y procesos se rescata una gran forma parte de un entrama- riqueza no sólo de saberes do con las historias de vida sino de propuestas, de ideas y de muchas otras personas, se costumbres; compartir en coresume en el lema de nuestra munidad los éxitos, los fracaorganización ya menciona- sos, las ideas, los corajes, nos do “un mundo donde quepan permite crecer como personas muchos mundos” y en este y disfrutar mejor la vida, pormundo todos cabemos porque que al final, la vida tiene sentitenemos los derechos huma- do si y sólo si hacemos algo por nos como prerrogativas inhe- los otros, por nosotros. rentes a nuestra vida. Rafael Castelán Martínez Bibliografía FROMM, E. 1970 La Revolución de la Esperanza. México: Fondo de Cultura Económica. NAVARRO, O. 2007 “El «rostro» del otro: Una lectura de la ética de la alteridad de Emmanuel Lévinas”, en: Contrastes, México, pp. 177-194. RUÍZ, P. M. 2005 “Actualización del Inventario de Intereses Vocacionales, GF KUDER” . Recuperado el 03 de Febrero de 2014, de http://www.tesis.uchile.cl: http://www. tesis.uchile.cl/tesis/uchile/2005/montero_p/sources/montero_p.pdf SKLIAR, C. 2012 “El Cuidado del Otro”. Recuperado el 1 de Febrero de 2014, de Escuelayfamilia.educar.ar: http:// escuelayfamilia.educ.ar/pdfs/nivel_secundario/ el_cuidado_del_otro_apoyo_formacion_inicial. pdf 41 Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. 42 Anexo 1. Matriz de trabajo específica de seiinac.10 Género y Educación Integral de la Sexualidad • Trabajo de base. Consiste en el trabajo directo de organización, acompañamiento y capacitación a mujeres, mujeres líderes comunitarias, juventudes e infancias sobre la erradicación de la violencia de género. La deconstrucción de masculinidades, prevención del vih/sida y la no discriminación; promoción de los derechos sexuales y reproductivos. Con personas privadas de libertad se busca fortalecer las estrategias de prevención y atención del vih/sida. • Investigación. Consiste en elaborar informes sobre el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, sobre las órdenes de protección solicitadas y otorgadas a las mujeres, sobre los panoramas de violencia a las mujeres; sobre la situación de los derechos, sexuales y reproductivos de las juventudes, sobre situación del acceso a la información sobre los derechos sexuales y reproductivos, sobre la situación de prevención y no discriminación de personas privadas de libertad. • Incidencia. Se trata de que las políticas públicas y ordenamientos jurídicos se cumplan cabalmente, monitoreando la aplicación de políticas públicas, iniciativas como el Programa para la Prevención Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, la implementación de la Ley Estatal para la Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. Del mismo modo, busca generar acuerdos con distintas instancias públicas para la capacitación, asequibilidad de una educación integral de la sexualidad en el caso de las juventudes y niñas, así como acuerdos con autoridades de reinserción social para la atención y prevención del vih/sida. Rafael Castelán Martínez Derechos de las Infancias y Participación Infantil • Trabajo de base. Consiste en el apoyo y acompañamiento cotidiano de niños, niñas y adolescentes, mediante la Ludoteca Cívica y de Derechos Humanos (lucidh). La capacitación directa a las infancias sobre sus derechos, así como la identificación de problemáticas y la construcción de ciudadanía desde la infancia. • Investigación. Consiste en elaborar procesos de investigación desde y con la infancia, sobre la situación de sus derechos humanos. Recoger las propuestas que cada niño y niña tiene para la mejora de la situación de su comunidad, así como la situación de violencia a la que se enfrentan cotidianamente. • Incidencia. En este rubro se busca que la voz y propuestas de niños, niñas y adolescentes impacten de manera directa en la definición de un sistema estatal integral de protección y garantía de los derechos de la infancia. Comenzando con municipios como Pachuca, Tulancingo y Tula por ser de los más poblados y con mayor acceso en la historia de nuestra organización. Derechos de grupos específicos • Trabajo de base. Consiste en la capacitación y acompañamiento en la defensa de sus derechos de poblaciones específicas que por sus condiciones y situaciones sociales se les vulneran y violan derechos humanos; se trabaja en particular con personas con discapacidad, personas de la diversidad sexual, poblaciones callejeras y acompañamiento a algunas comunidades indígenas en ciertas circunstancias. • Investigación. Consiste en elaborar informes sobre la situación de sus derechos, aportar información a las perso- 43 Defender los derechos humanos, principio de ética para la intervención educativa. 44 nas que elaboran políticas públicas, así como tomadores de decisiones para la generación de estrategias apropiadas y acordes a las necesidades específicas de la población. • Incidencia. Con los informes elaborados se trata de generar programas públicos y sociales que conlleven a la garantía de los derechos humanos, pero bajo las ideas y propuestas de las mismas población, siguiendo la idea de que “nada sobre nosotros sin nosotros” En esta dimensión también se busca que tanto la población como funcionarios públicos de todos los niveles se capaciten conjuntamente con el Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación, ya que somos institución enlace para la formación virtual de promotores para la no discriminación. LA MÚSICA DEL OTRO: EXPERIENCIA EN EL CENTRO DE ATENCIÓN A ESTUDIANTES CON DISCAPACIDAD (CAED) Saúl Filiberto Martínez Morales* … Quizá todo lo que tengo que decir no sea otra cosa que un camino hacia el quizá, es decir, hacia un final abierto, hacia un final que sea como un comienzo o que al menos, quizá, anuncie un comienzo. Jorge Larrosa La formación del Licenciado en Intervención Educativa, en el caso de la línea de educación inclusiva que aquí se plantea, se centra en el trabajo con los grupos denominados “vulnerables” o “diversos”, generando intervenciones de tipo psicopedagógico o socio educativo que coadyuven a la mejora de sus condiciones de vida. El presente escrito muestra una experiencia de trabajo en diversidad realizada en el Centro de Atención a Estudiantes con Discapacidad de la ciudad de Pachuca Hidalgo. 10 En el documento original el Anexo 1 está representado en forma de tabla, pero por motivos de formación y diseño de esta publicación la forma de presentarlo fue modificada en su diseño más no en su contenido. En el discurso y la práctica sobre la diversidad suceden realidades totalmente diferentes, por un lado se usa como * Pasante de la Licenciatura en Intervención Educativa. LA MÚSICA DEL OTRO: EXPERIENCIA EN EL CAED 46 eufemismo que trata de ocultar la diferencia, sin embargo, la marca al hacer referencia a los “diversos” y no nos vemos como tal, es decir un “somos diversos” o mejor dicho, “somos diferentes”. En la práctica, las políticas públicas encaminadas a la inclusión de “los grupos vulnerables”, por no decir grupos diferentes, suelen ser un mecanismo que protege, ayuda, solidariza e incluye a “los diferentes”. En estos términos, la inclusión o el trabajo en la diversidad se ve como un trabajo con la diversidad, es decir, una cosa fuera de nosotros con la que se trabaja, se le ayuda, se le protege pero de la cual no nos sentimos partícipes. La intención de este artículo es mostrar cómo poder “experienciar” la diversidad, es decir vivirla, sentirla, gozarla, padecerla, escucharla, verla, estar en ella. Primero se analiza la idea de la experiencia desde la óptica de Jorge Larrosa y cómo se integra en la idea de la experiencia en diversidad. Posteriormente se aborda mi encuentro con en diversidad de manera profesional, pues en la diversidad hemos vivido siempre. La cosa de la experiencia En palabras de Jorge Larrosa, la experiencia es “Eso que nos pasa” (2009). Eso, debido a que la diversidad está fuera de nosotros, fuera de yo; sin embargo, al hablar de que nos pasa, nos estamos refiriendo al hecho fundamental de que vive en nosotros, pasa dentro de nuestro ser, somos el lugar de la experiencia, eso pasa a estar dentro del yo. Ahora bien, pudo estar fuera, interiorizarse, pero el sujeto no vuelve a soltarlo (a menos claro que no nos haya pasado en realidad), en este sentido nos acompaña, sigue con nosotros en el pasar de la vida. Un aspecto importante en la idea de experiencia es la irrepetibilidad de la misma, lo cual quiere decir que cada experiencia siempre es la primera, pues nos pasa en circunstancias y momentos distintos, lo cual afecta la manera con la que nos pasa. A grandes rasgos esta idea de eso que nos pasa, y nos ha pasado toda la vida, es la experiencia, no como un simple cúmulo de información, sino de factores externos in- Saúl Filiberto Martínez Morales teriorizados que cambiaron nuestro modo de “ser siendo” y relacionarnos en el mundo. La diversidad, en tanto que experiencia como aquí planteo, vive fuera de nosotros, y mejor dicho, vivimos en ella, es un vaivén, pues no somos sujetos aislados. Sin embargo, lograr que nos pase es el aspecto más significativo y difícil de alcanzar. Implica un reconocimiento por lo otro que vive fuera de mí pero que me da algo de sí mismo, que me alimenta y me hace crecer. Es una experiencia que nos pasa, o que por lo menos debemos dejar que nos pase, y en tanto que experiencia, vivirla, gozarla, sufrirla, padecerla, mirarnos y escucharnos en ella. El encuentro con la idea y la vivencia diversa La formación profesional nos abre caminos y bifurcaciones dentro de la vida y el pasar de la misma, uno de ellos fue toparse con el campo conceptual de la diversidad, ese fenómeno social y a la vez natural intrínseco en la condición humana, ese campo tan estudiado, investigado, teorizado y practicado. Este campo del cual no se tenía el conocimiento, sólo la experiencia, experiencia que se convierte en términos, términos que nos brindan otros lenguajes, otras imágenes, otras formas al interactuar con el otro, con lo otro. Como parte de la formación profesional, se cuenta con un campo práctico que se realiza a través del servicio social y las prácticas profesionales. El primero de ellos realizado en el Centro de Atención a Estudiantes con Discapacidad (caed) ubicado en las instalaciones del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (cbtis) núm. 8. Cabe señalar que el interés primario de trabajar en ese espacio era realizar un proyecto de desarrollo educativo, estableciendo un programa de orientación educativa para las personas con discapacidad que estudian en ese espacio. A este interés se sumaba el trabajo con personas de diferentes discapacidades para potenciar las competencias adquiridas en la línea de formación de mi carrera: la educación inclusiva. En particular, deseaba trabajar con 47 LA MÚSICA DEL OTRO: EXPERIENCIA EN EL CAED 48 Sordos1 debido a que concibo que no sólo la formación dentro de la universidad me ayuda a aprender la Lengua de Señas Mexicana, sino que el trabajo conjunto con personas Sordas serviría de mucho. de personas con discapacidad intelectual y el tercero, más heterogéneo, donde se cuenta a una persona con ceguera, a cuatro con baja visión, dos madres acompañantes, dos personas con discapacidad inEl caed Pachuca brin- telectual y una con discapacida asesoría, en forma de cla- dad motora. ses, sobre el currículum de preparatoria abierta, convir- Experiencia in-cultura tiéndose en una modalidad La concepción de discapacisemi-escolarizada, a pesar dad es motivo para diferende que en esencia es no esco- ciar y, por consiguiente, para larizada. Lo anterior funda- oprimir. La cultura Sorda no menta mi interés primario de queda exenta pues al ser una dar orientación educativa de discapacidad sensorial los Sormanera integral, pero este in- dos no tienen el acceso a un terés, a partir de las pláticas cúmulo importante de inforcon la coordinadora se con- mación con los oyentes, razón virtió en sólo una posibilidad por la cual se dice que debe pues ella vio en las personas ser protegido y oralizado, para que haríamos servicio una que desde la posición de la maoportunidad de ofrecer un yoría se asemeje a ellos. En vismayor número de materias ta de que padecen la presión para dar asesoría. de parte de la cultura oralista, Dichas pláticas desembocaron en el trabajo con la materia “Apreciación estética: Música” a personas con discapacidad. La materia se impartió a todos los alumnos del caed divididos en tres grandes grupos: el de Sordos, el se le niega el acceso a la lengua de señas pues, al no ser como la oral, es oprimida. Al negarle el acceso a la lengua de señas, se le niega el acceso a la cultura sorda y, por consiguiente, a su desarrollo cognitivo, lingüístico, social y cultural. 1 Se emplea Sordo con mayúscula, debido a que se habla de una entidad lingüística y cultural que se reconoce como tal, si fuese con ´s´ minúscula se hablaría de la condición audiológica. Saúl Filiberto Martínez Morales Los sordos que no están en contacto con la cultura sorda y pretenden (por sus padres) oralizarse no poseen una identidad definida, está perdida y el sordo no puede construirla pues no está en contacto con el lenguaje. La mayoría de los sordos nacen oyentes o pierden la audición antes de haber construido una identidad social, por ello es importante que entren en contacto con otros miembros de la comunidad sorda que les permitan desarrollarse lingüísticamente y por consiguiente puedan formar una idea propia de su realidad y de sí mismos. Pareciera entonces que se debe dotar de espacios a los sordos, lo cual no es segregación, pues si un Sordo a temprana edad entra en contacto con la cultura Sorda podrá más fácilmente reducir la brecha que existe con los oyentes, tendrá herramientas para eliminar las barreras comunicativas entre ambos, sin tratar que uno se parezca al otro, aceptando y acrecentando el valor de la diversidad. Se debe aceptar que los sordos adquieren la lengua de señas como su lengua natural, pues constituye un canal donde puede entrar información al dispositivo de adquisición de lenguaje y que, al desarrollarlo, también desarrolla su identidad, para lo cual es importante que entre en contacto con otros sordos y con la lengua de señas. En mi experiencia en el caed, me he topado con una forma diferente de compartir espacios con los Sordos, posibilidades de desarrollo para los alumnos que ingresan tanto a nivel lenguaje como a nivel personal, y va más allá, pues se comparten dos culturas (Sorda y Oyente), sin diferencia, formando una comunidad particular. La ceguera como una llave Si bien la ceguera y la baja visión no son un aspecto en el cual haya enfocado mi atención durante mi formación, no fue un impedimento para poder compartir espacio y asesoría con personas con estas características. La condición perceptiva no limita la generación de representacio- 49 LA MÚSICA DEL OTRO: EXPERIENCIA EN EL CAED 50 nes e imágenes mentales, pues caminos que les permitan acse recurre a la plantilla de di- ceder al currículum de una bujo positivo (dibujo en relieve). manera ajustada a sus necesiLa información acús- dades, no a su condición solatica es importante, pues mente, sino a la individualidad aprenden a identificar los que poseen. géneros e incluso a los autores de las piezas musicales, no para memorizar sino para abstraer la complejidad y los conceptos que rodean a la expresión musical. Algunos encontraron en ella una forma de autorregulación, de sentir de manera distinta. En este uso de información acústica no sólo se emplearon canciones o piezas musicales, sino que fue importante el uso de software en el celular que pudiese efectuar sonidos de distintos instrumentos para asociar sus características no sólo con la imagen o representación, sino también con su timbre característico. Podría decirse que los conceptos que tenía sobre la ceguera y la baja visión se deconstruyen día a día debido a que sigo en contacto con las personas que lo viven, lo comparten y lo expresan. Este interés que me despierta, porque compete a mi actual labor, hace que quiera buscar otros Si algo debiese concluir sobre este rubro, es que si bien muchas personas no estamos formadas para el trabajo con personas con discapacidad visual, un factor indispensable es tener clara la filosofía de la alteridad, la cual nos lleva a escuchar al otro, sentirnos parte de su yo y sentirlos parte del nuestro, ser un “nosotros” en la relación pedagógica que nos permita juntos buscar, encontrar y experienciar caminos para garantizar aprendizajes, utilizar la condición, la diferencia, como una llave que abra posibilidades distintas. La educación de nosotros La educación, en el sentido más amplio (formal, no formal, informal) se basa en tres consideraciones o argumentos (pruebas, defensas), que sustentan el quehacer de la misma, desde una perspectiva legitimada por la clase en el poder: Saúl Filiberto Martínez Morales “Un argumento de completud en la educación: la escuela está allí pues algo debe, puede y merece ser completado… Un argumento de futuro en la educación: todo lo que el otro está siendo en este momento no es sino un pretexto, un pretexto muchas veces insoportable, para alguna otra cosa que el otro deberá ser en el futuro… Un argumento de una lógica de explicación (de los maestros y maestras) y de comprensión (de los alumnos y alumnas). Se explica pues se ha creado antes a un incapaz que necesita de la explicación”. (Skliar, 2005) En el primer argumento, vemos a todos incompletos, a excepción de mi persona, lo cual me lleva a querer completar, solucionarle esa falta, falta que surge desde mi perspectiva, desde mí. En este sentido, el argumento debería ser la incompletud, esa falta que tenemos en cuanto diferentes. El segundo argumento de la preparación para el futuro, el diseño de ese futuro, un futuro que no es de quien educa, sino del que está siendo educado, esto como si el que educa o mejor dicho, quienes educan (clase en el poder, instituciones, docentes, etc.) tuvieran el poder de decidir sobre el futu- ro del educado. Este segundo argumento debería cambiarse por el de la experiencia, la experiencia educativa del ser, más que un proyecto (proyección a futuro) del sujeto. El tercer argumento trasciende y nos muestra una perspectiva de enseñanzaaprendizaje, lo que es la explicación y la comprensión, en donde se ve al otro, como un incapaz de entender por sí mismo, y por ello la necesidad de que alguien le explique. Este último argumento se puede ver en transición con las teorías constructivistas, donde el sujeto es el lugar del aprendizaje. Esto hace que la educación cambie su estatus. “Educación debería ser, está claro, sinónimo de relación, sinónimo de conversación”. (Skliar, 2005) A pesar de los cambios que experimenta la educación (tecnológicos, estructurales, funcionales), sigue siendo vista como un sistema que permite preparar al otro para la vida, vida que no es de quien prepara, vida que le pertenece a él, al que se está siendo preparado. Es aquí donde aparece la clara necesidad de ver a la 51 LA MÚSICA DEL OTRO: EXPERIENCIA EN EL CAED 52 educación como una posibilidad de relación, no a partir de los argumentos anteriormente descritos, sino con una clara conceptualización de lo que es “el otro”, y más importante, de lo que soy “yo”, en la educación del otro. No se quiere caer en lo que hasta ahora la educación especial ha llegado a ser: “una preocupación por el otro”, que tiene la idea de seguir los argumentos con el único objetivo de “normalizar” al otro, (completarlo, diseñarle un futuro normal, explicarle). Ahora bien, “Si aquello que llamamos educación especial no sirve para poner en tela de juicio “la norma”; “lo normal”, “la normalidad”, pues entonces no tiene razón de ser ni mayor sentido su sobrevivencia”. En este caso, si no nos aceptamos como sujetos diferentes, y en la diferencia, estaríamos recayendo en la argucia de la normalidad. Para ocultar, desde lo político, la idea de normalizar, se recubre con diferentes eufemismos, que sean “políticamente correctos” y no denoten la intencionalidad. Siguen siendo eufemismos porque a Saúl Filiberto Martínez Morales pesar de ser menos peyorativos siempre marcan la existencia de un “eso” que es diferente, que es menos, que no somos nosotros. Por eso la existencia de cuestiones como los diferentes, la diversidad, los discapacitados, los minusválidos, las personas con capacidades diferentes, lo cual se convierte en un proceso de diferenciación, entendido como una obsesión por los diferentes. minos de discapacidad, sino de diversidad, intervenir en la diversidad si bien hasta ahora he hablado del trabajo en cada grupo y en cada sujeto, es deber (ético) de mi parte también contemplar el contexto, este contexto que se ve a sí mismo como una comunidad, que está reunida y comprometida por un objetivo, la educación con equidad, en el que se vive en diversidad. “En cambio, al hablar de las diferencias en educación, no estamos haciendo ninguna referencia a la distinción entre “nosotros” y “ellos”’ ni estamos infiriendo ninguna relación o condición de aceptabilidad acerca de lo otro y de los otros” (Skliar, 2005). Quizá los alumnos no lo piensan así, lo demuestran en sus acciones diarias, donde la falta de elementos perceptivos no anula la posibilidad de interacción, donde se ven a sí mismos con compromisos educativos que los llevaron a ese lugar y en donde la discriminación no se presenta como tal. Cierto, hay aspectos culturales que nos provocan mofa de cosas, hay muchos otros prejuicios que se han eliminado –y se siguen trabajando–, consolidando una comunidad que trabaja conjuntamente. Lo que se plantea aquí es un rompimiento con los argumentos, estamos viendo la diferencia como una posibilidad de relación, de comunicación, de educación. No desde lo antagónico “yo” y lo “otro”, maestro-alumno, normal-anormal sino desde una relación de “nosotros”, incompletos, en el presente que está siendo, aprendiendo, experienciando. Esta posibilidad es la médula espinal de la intervención, no sólo en tér- Esta labor no ha sido fácil, le ha costado cinco años al caed llegar hasta donde se encuentra el día de hoy, desde las primeras capacitaciones a orientadoras, a la coordina- ción, así como a su múltiple vaivén de personal. Participar actualmente en este proyecto me hace estar bien con quienes además de compartir un espacio laboral, compartimos una ideología de trabajo, de, para y, principalmente, con la población a la que está destinado y que, desde esta perspectiva, es la que trabaja. Lo que me pasa en diversidad Primero quiero abordar sobre los proyectos que tenía como mi servicio social y cómo mi vida (personal y profesional) dió un giro completo. Esto debido a que la intención primera con la que visualicé el espacio para realizar mi servicio cambió a petición del espacio. En este sentido y siguiendo la ética de la alteridad empiezo a realizar mi trabajo a partir de lo que el espacio me exige y, posteriormente, nos exigimos. Lo cual quiere decir que no sólo fue demanda de la coordinación sino de la comunidad caed y, posteriormente, mía al pertenecer a ella. Lo anterior partió del hecho de que diera asesoría 53 LA MÚSICA DEL OTRO: EXPERIENCIA EN EL CAED 54 en una materia en la cual tenía un conocimiento teórico pero no práctico, la apreciación estética: música. Esto se empezó a ver como un reto y una posibilidad de intervención. Reto en la medida de ser responsable de una materia y del aprendizaje y enseñanza de la misma (lo que implicaba aprendizaje de mi parte). Y se convierte en una posibilidad de intervención cuando se tratan los temas con un corte crítico, además de teórico y apegado al currículum, que permitiese a los alumnos pensar las cosas más allá de lo que la modalidad exige. cer o intentar siquiera tener experiencias estéticas con la música denominada clásicasinónimo de arte. Al poner melodías de este corte y ocasionar en algunos alumnos aburrimiento y en otros paz, habla de la diversidad de experiencias que puede causar un mismo fenómeno, pero que tiene que ver con su construcción cultural y personal. Ahora bien, no se intentó imprimir un rasgo de autoritarismo al querer que considerarán bello sólo las composiciones clásicas, sino que se dieran cuenta de lo complejo que es la elaboraSi bien el punto fo- ción de las mismas y que si son cal es la música, también la bellas o no eso es decisión de música tiene intenciones y es cada quien. ahí donde lo crítico empieza, La música además de desde conocer la forma y el ser un lenguaje es experiencia, idioma de la música, lejos e tanto para quien la interpreta inalcanzable de la clase cam- como para quien la escucha. pesina o en su evolución (cam- En este último sentido qué bio) proletaria, que nos hace pasa con las personas Sordas, pensar para qué y para quién si bien ellas han construido un estaba hecha la música y así mundo sin música, tienen exreconocer que algunas de esas presión y experiencias, por lo características hacen que la cual tienen derecho a que una música popular (pagana, del composición musical o canpueblo) cobre una mayor im- ción popular les brindé una portancia y riqueza. Y es por experiencia, si no acústica por ello que nos cuesta recono- su condición, si de tipo inter- Saúl Filiberto Martínez Morales pretativo. Esto no con un afán normalizante, de que conozcan música como los oyentes, sino de que conozcan formas de expresión diferentes a las corporales. Se plantea aquí la interpretación en Lengua de Señas Mexicana (lsm), cuestión que es compleja cuando se habla de música debido a las dificultades de mostrar cómo se transmite la paz, la alegría, la tensión, la armonía, el ritmo, el miedo, que están presentes en algunas composiciones musicales. Esto me llevó a ver, pensar, sentir y vivir la vida de una manera diferente. Comprender que en el silencio hay expresión fue una construcción que antes no había realizado, ahora sé que en la música como en la vida son tan importantes los silencios como los momentos ruidosos, no por su rasgo diferenciado (ausencia-presencia), sino por su rasgo posibilitador (experiencia). A nivel personal mi crecimiento ha sido un tanto acelerado debido a que al tener múltiples necesidades que atender, también siento que son mis necesidades, no desde la empatía, sino desde la hospitalidad. Me ha llevado a un punto donde, a pesar de que el panorama sea más difícil o lleno de barreras, quiero seguir caminando hacia esa utopía de educación, de convivencia, de hospitalidad, de responsabilidad, de habitar con el otro, desde el otro, y no sólo para el otro, sino para nosotros. Una utopía de la denominada amorosidad encontrada en el acto mismo. Esto no sólo a nivel profesional sino que ha cambiado mi manera de relacionarme con mi familia, amigos, compañeros, maestros, personas, de una forma en la cual no sabía, no conocía, no quería, relacionarme. 55 LA MÚSICA DEL OTRO: EXPERIENCIA EN EL CAED 56 Bibliografía SKLIAR, Carlos 2005 “Poner en tela de juicio la normalidad , no la anormalidad” en: Revista Educación y Pedagogía, vol. XVII No. 41 (enero-abril), Colombia, Universidad de Antioquía: Facultad de Educación, pp. 11-22. LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA DESDE UNA PEDAGOGÍA DE LAS DIFERENCIAS -------------- y Jorge Larrosa. 2009 Experiencia y alteridad en educación, Homo Sapiens Ediciones, Rosario, Argentina. José Luis Flores Flores Minerva Nava Escamilla* A partir de 2002 se ofrece la Licenciatura en Intervención Educativa (lie) como uno de los programas educativos de la Universidad Pedagógica Nacional. La lie plantea la necesidad de formar un profesional de la educación capaz de intervenir en diferentes ámbitos de la educación formal, informal y no formal, lo cual exige una formación amplia y compleja considerando que dichos ámbitos requieren de competencias profesionales específicas para su intervención. Una de las líneas de formación de esta licenciatura es la Educación Inclusiva; su propósito general es: La línea de inclusión social tiene como propósito intervenir en la atención a las necesidades educativas específicas en los ámbitos familiar, escolar, laboral y comunitario, mediante la adaptación, diseño e implementación de programas y proyectos fundamentados en el conocimiento de la realidad social, así como de enfoques y presupuestos teórico-metodológicos, con una actitud comprometida, innovadora y de reconocimiento y aceptación de la diversidad, para la transformación social y el desarrollo * Asesores académicos de UPN-Hidalgo, sede Pachuca. LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA DESDE UNA PEDAGOGÍA DE LAS DIFERENCIAS 58 de una educación inclusiva. trasciendan la preeminencia (Rangel, 2002: 34) psicológica, como puede ser la antropología, la lingüística, la sociología, la filosofía y otras, podrán profundizar en los procesos de comprensión de los sujetos con su contexto particular y la posible intervención desde una óptica de acompañamiento, asesoría, mediación, etc. Esta mirada social puede estar orientada por planteamientos de una ética de la fraternidad y la Pedagogía de las Diferencias. Es importante precisar que las necesidades educativas específicas son entendidas como aquellas que se presentan cuando la relación del sujeto con su contexto se ve desfavorecida por la carencia de recursos o medios para el aprendizaje y la participación, y se requieren recursos adicionales de diversa índole (materiales, profesionales, técnicos, etc.) para lograr una inclusión en los ámbitos de la Al respecto de la ética educación formal, informal de la fraternidad planteamos y no formal. (Gardea, 2002) A algunos aspectos básicos para diferencia de las necesidades su reflexión: educativas especiales, que es-No existe reciprocidad tán restringidas al ámbito esen la relación intersubcolar y vinculadas al acceso jetiva. “En este sentido, al currículum, las necesidasoy responsable por el des educativas específicas son Otro sin esperar recimás amplias y más complejas por su concepto de educación procidad, aun cuando y los ámbitos que comprende. ello significara arriesgar Observamos que la mi vida. La reciprocidad perspectiva teórica general de es un problema… yo soy la Línea de Educación Incluresponsable por una ressiva está articulada específiponsabilidad total, que camente con el enfoque de la responde por todos los integración educativa y la edudemás y por todo en los cación inclusiva, pero pensaotros, aun por su responmos que una perspectiva más amplia desde disciplinas que sabilidad. El Yo siempre José Luis Flores Flores y Minerva Nava Escamilla tiene una responsabilidad más que los otros”. (Lévinas, en Bauman, 2005: 100-101) En este sentido, la ética, las relaciones que se establezcan desde la ética de la fraternidad, no implican reciprocidad. -La proximidad como el ámbito en el que se establece la responsabilidad por el otro. “La cercanía de la proximidad no se refiere a acortar la distancia, a que los dos seres estén hombro con hombro o mejilla con mejilla –literal o metafóricamente-, a la contigüidad o a la fusión de identidades… la proximidad no es una distancia muy corta ni siquiera superar, olvidar o negar la distancia; es puramente –aunque para nada sencillo- ‘una supresión de la distancia´”. (Bauman, op. cit., 2005: 101) -Acerca del concernimiento. Hemos ins- tituido el término concernimiento como el motor y posibilidad de afectar el curso de las prácticas. El concernimiento es sustancial al proceso, no de “integrar” al Otro, sino de entrar en relación con el Otro, en un intercambio de miradas, de sentidos, de acciones que posibiliten un encuentro. Un concernimiento que implica retomar la dimensión de la subjetividad, como el ocuparse con y del Otro, una relación entre los actores que permite enfrentar el rostro de la diferencia inherente a la condición humana. (Jacobo, s.f.: 5) -La idea del ser singular plural, para Jean LucNancy (2006), nos remite a una condición básica acerca de la existencia: la coexistencia, nuestra existencia es esencialmente coexistencia. Nuestro ser (sustantivo) 59 LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA DESDE UNA PEDAGOGÍA DE LAS DIFERENCIAS 60 es singular, pero es también plural. Y también podría entenderse como una aspiración: ser (verbo) singular y a la vez ser plural. “De este modo si en mi esencia soy singular-plural, no puedo sustraerme de lo que nos pasa estando juntos en este mundo: lo que les pasa a los demás afecta mi existencia y lo que me pasa a mí afecta a los demás”. (Flores, 2012: 223) Algunos puntos nodales para entender la perspectiva de la Pedagogía de las diferencias son: -Entender las diferencias como una relación, como una posibilidad de ser con los otros y alejarse de los planteamientos diferencialistas que se obsesionan por los diferentes. -No se trata de proponer una didáctica de la enseñanza de la relación con el otro o de tematizar la alteridad y el encuentro con el otro. -Tampoco se trata de convertir el asunto de las diferencias como un tema que deba desarrollarse con los alumnos y hablar de la tolerancia, el respeto o la diversidad y valorar, por ejemplo, si han logrado la “competencia” de tolerar (aguantar) al otro, -Es una idea que nos invita a pensar y repensar nuestra forma de relacionarnos con los otros y de lo que nos pasa en el “estar juntos”. -Es una propuesta general para la educación, no específicamente para la atención a aquellos que consideramos “diferentes”, para la educación especial o la educación inclusiva. -Una Pedagogía de las diferencias no pretende incluir para negar las diferencias, no pretende incluir para que todos seamos iguales (normalizar), sino para que todos sigamos siendo José Luis Flores Flores y Minerva Nava Escamilla diferentes, cada uno con su propio espectáculo de humanidad. La educación inclusiva y la integración educativa se han convertido en proyectos educativos donde a veces lo que menos importa es la existencia de los alumnos, lo importante suele ser los informes psicopedagógicos, las adecuaciones curriculares, el proyecto escolar, los procesos de capacitación y actualización, pero se olvida con frecuencia que existen niños, niñas, jóvenes y adultos que ponen en juego su perspectiva de vida en las instituciones, que las familias depositan su confianza en los maestros y en los especialistas o interventores educativos para construir una expectativa educativa, ocupacional, social y de vida. Tal vez deberíamos pensar en un tipo de educación no necesariamente especial o inclusiva, sino simplemente en una educación que atienda las diferencias. Cuando hablamos de diferencias, es reconocer en el sentido más amplio que de ellas estamos constituidos, en ellas es que nos definimos, a partir de ellas es que nos encontramos y establecemos relaciones de proximidad o de lejanía, que a partir de ellas nos acercamos o confinamos. Entendemos las diferencias como una posibilidad de relación, que significa ir al encuentro con el Otro sin una posición de poder, sin prejuicios, sin la pretensión de salvar o liberar, se trata de un encuentro del “no saber” y saber que de todas maneras no importa, estamos interesados en el encuentro con nuestras diferencias. Desde la presencia del Otro, de cualquiera y al mismo tiempo de cada uno, es que pensamos y proponemos procesos educativos, es la idea de ofrecer-nos al desconocido, a ese desconocido que es cualquiera, que se le ofrece algo, “…y eso que le ofrezco… debería estar en el corazón mismo de la idea de educar”. (Skliar, 2013) Los trabajos que presentan Daniel Agustín Galindo López, Rafael Castelán Martínez y Saúl Filiberto Martínez Morales en este número de Symposia, están construidos precisamente desde la 61 LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA DESDE UNA PEDAGOGÍA DE LAS DIFERENCIAS 62 ética del concernimiento, la responsabilidad por el Otro, en un vínculo profesional de correspondencia, reconociendo las individualidades y al mismo tiempo la cualquieridad de quienes conforman los grupos con quienes cada autor trabaja y desde donde nos presentan sus reflexiones. Quizá pudieran inscribirse, entonces, de acuerdo con lo que arriba hemos expuesto en la Pedagogía de las diferencias. Ellos son egresados de la Licenciatura de Intervención Educativa y de algún modo están dando cuenta de su postura en torno a la educación inclusiva y las necesidades educativas específicas y nos hacen repensarlas de un modo menos restrictivo y a la vez más complejo. Menos restrictivo, porque es indispensable formar a los interventores educativos no sólo en la atención a personas con discapacidad; y más complejo, porque dependiendo de la condición particular de otros grupos y contextos, se hace imprescindible ampliar los márgenes de la intervención educativa con nuevos enfoques, fines, metodologías, recursos, etc. Daniel Agustín Galindo presenta reflexiones sobre su experiencia de intervención con grupos de la diversidad sexual, haciendo un recorrido a través de preguntas que articulan su recorrido desde su formación como interventor educativo en la lie, específicamente en la perspectiva de la educación inclusiva, hasta su conformación como facilitador/consejero en espacios educativos sobre sexualidad. Y hace señalamientos sobre su formación en la educación inclusiva, acerca de abrir la perspectiva a diferentes grupos en condiciones de vulnerabilidad. Rafael Castelán ofrece una mirada de la intervención educativa y una reflexión sobre su configuración como profesional en esta rama, desde la promoción, educación y defensa de los derechos humanos a través del proyecto de intervención educativa: La promoción de la inclusión social y educativa desde organizaciones de la sociedad civil (osc), en el trabajo que realiza en Servicios de Inclusión Integral a. c. (seiinac), una Organización de la Sociedad Civil. José Luis Flores Flores y Minerva Nava Escamilla Saúl Filiberto Martínez, escribe sobre la educación como experiencia y como un acto de convivencia y de reconocimiento de cada uno, incluyéndose él en este proceso deconstructivo, a partir de una intervención con estudiantes de bachillerato del Centro de Atención a Estudiantes con Discapacidad (caed). Es en este sentido que planteamos repensar la idea de la educación inclusiva para pensar simplemente en educación, ya que educar implica la relación con cualquiera, con cada uno, implica la experiencia de estar con ese alguien, de dejarse afectar, de recibirlo, de acogerlo, de responsabilizarme por él; educar implica algo más de todo lo que se ha pretendido poner en un lugar de especialidad a través de la educación inclusiva y de la integración educativa. 63 LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA DESDE UNA PEDAGOGÍA DE LAS DIFERENCIAS 64 Bibliografía BAUMAN, Z. 2005 Ética posmoderna. México, Siglo XXI. JACOBO, Z. S.f. “Hacia una ética de la fraternidad: Responsabilidad del y por el Otro”. Recuperado de: http:// es.scribd.com/doc/39358344/Ponencia-de-ZardelJacobo-Cupich LARROSA J. y Carlos Skliar (Eds.) 2001 Habitantes de Babel. Políticas y poéticas de la diferencia. Barcelona, Laertes. NANCY, J. 2006 Ser singular plural, Madrid, Arena Libros. RANGEL, A. 2002 Programa de reordenamiento de la oferta educativa de las unidades UPN. Licenciatura en Intervención Educativa. Recuperado de http://www.lie.upn.mx/ SKLIAR, Carlos. 2013 Acerca de la alteridad, la normalidad, la diferencia, la diversidad, la discapacidad y la pronunciación de lo educativo. Gestos mínimos para una pedagogía de las diferencias. Argentina, FLACSO virtual. ______ s.f. “La educación (que es) del otro. Notas acerca del desierto argumentativo en educación”, Argentina. Memorias seminario, 61-79.