Descargar - Fundación Cultura Inclusiva
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¿Cultura para todos/as? Repensando la discapacidad y el acceso universal a la cultura. Disability is the attribution of corporeal deviance – not so much a property of bodies as a product of cultural rules about what bodies should be or do1 Disacapacidad es atribuir una desviación corporal, no tanto en términos de las propiedades del cuerpo sino de las reglas culturales sobre lo que los cuerpos deben ser o hacer. Durante los últimos días, y a la luz de la Teletón, hemos escuchado reiteradamente los términos “inclusión” y “accesibilidad universal” como parte del lenguaje cotidiano. Por supuesto, que es algo positivo y alentador, sin embargo, genera cierto ruido toda vez que parece un discurso coyuntural y sin un conocimiento profundo del del tema. En particular como Fundación Cultura Inclusiva nos interesa indagar y propiciar el acceso democrático y universal a la cultura como parte de lo que garantizan dos Convenciones Internacionales; por una parte, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y por otro lado la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad. Sin embargo, hoy en Chile, como muchas otras cosas, el acceso a la cultura es un privilegio del que no gozan todos sus ciudadanos. Rosemarie Garland-Thomson, “Disability, Identity, and Representation: An Introduction,” in Extraordinary Bodies: Figuring Physical Disability in American Culture and Literature (New York: Columbia University Press, 1997) 1 La pregunta que surge es, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de inclusión o inclusión universal? Y ¿qué pasa con los sujetos que se encuentran desplazados, marginados en los espacios intermedios de la sociedad? , ¿cuál y en qué términos acceden a la cultura en Chile? Estas, son preguntas que nos motivan a discutir acerca del acceso universal, el derecho a la cultura como un Derecho Humano, pero también a los estereotipos que rondan a las minorías (discapacitados, diversidad sexual, migrantes, mujeres, etc). Es por ello que dentro del debate, la accesibilidad se erige como un derecho fundamental y a la vez que una herramienta primordial en el apoyo a la inclusión social, la no discriminación y la igualdad de oportunidades y de trato; en gran medida porque la discriminación más frecuente nace de la ausencia de accesibilidad a los entornos físicos, a la información y a la comunicación, a los procesos, a los productos y a los servicios para alcanzar la accesibilidad universal, donde las personas con discapacidad puedan vivir en forma independiente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida. La idea es alejarse de la visión paternalista e instalar una visión desde el valor de la diferencia y la garantía de todos los Derechos Humanos, incluido el acceso a la cultura (no sólo el términos de accesibilidad arquitectónica) sino que también, y por sobre todo, a los contenidos. En última instancia, se trata de visibilizar a los invisibles, ya que el reconocimiento es central para constituirse en un sujeto social y desafiar las normas sociales que constituyen lo que debe ser y cómo debe constituirse un cuerpo en la sociedad, en este caso, en el espacio público y los espacios culturales.