un repaso a las once canciones del disco
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un repaso a las once canciones del disco
MVTMÚSICA/5 Viernes 6 de marzo de 2009 Música Con seis meses de retraso, U2 ha presentado a su nuevo vástago. El resultado, por suerte, no es nada embarazoso. Un disco lleno de momentos intensos, música brillante y material de primera para los directos. Textos: Matías Uribe/Intro: P. F. U2Elnuevodisco,canciónacanción Los U2 están listos para volver a subirse a los escenarios, con un disco que acrecienta su leyenda. En la imagen, en el recital que dieron hace unos días en la azotea de la BBC. REUTERS a está aquí, ya llegó. No es Trina Piña Colada, es lo nuevo de U2, a la venta en todas partes desde el principio de esta semana. Por supuesto, hay críticas de todos los colores. Musicalmente, el trabajo de Bono, Clayton, Edge y Mullen merece más aplausos que silbidos, aunque no esté de más algún silbido de admiración. Y 1 No Line On The Horizon. Aper- tura potente, con fondo electrónico, para impactar, cumpliendo el mismo papel que jugaron ‘Where The Streets Have No Name’ en ‘The Joshua Tree’ o ‘Vertigo’ en ‘How To Dismantle An Atomic Bomb’. Adornitos -parece- de theremin y unos ‘uoh, uoh, uoh’ que levantarán chispas en los estadios. Bono escapa de una chica ‘como el mar’ (“I’m a traffic cop, rue du Marais, the sirens are wailling but it’s me that wants to get away”). 2 Magnificent. Sobre la per- durabilidad amorosa (“only love unites our hearts”). Entrada con sintetizador a lo Depeche Mode y ruptura genuina de The Edge con la ‘guitarra infinita’. Al final, cuerdas. Lo más directamente relacionado con ‘Pride’. Los U2 más clásicos. 3 Moment Of Surrender. Luce la irresoluta rendición amorosa (“at the moment of surrender I folded to my knees”). Sublime plegaria: órgano eclesial, palmas, solo pinfloydiano de guitarra, Bono doblándose voces, Clayton creando una burbuja con el bajo que lo envuelve todo, Mullen sincopando la batería... Increíble. Pink Floyd en el siglo XXI. Siete minutos de U2 en plena gloria melódica. ¿El mejor tema del disco? Tiene casi todos lo cupones. Se hundirán los estadios. 4 Unknown Caller. ¿Su nuevo ‘Bad’? Por ahí anda. La entrada, entre trinar de pajaritos y efectos electrónicos, lanza a la citada ‘guitarra infinita’, describiendo una breve línea melódica casi sacada de ‘Bad’ para luego, tras cantar Bono la palabra ‘sunshine’ cuatro veces, explotar con subidón de guitarra y espeso colchón de bajo. Más ‘oh, oh’, de los que harán pupa en estadios. Y, en medio, otra insólita línea de órgano eclesial que reaparece en la coda final. Antes de esta coda, The Edge cambia el sonido de guitarra y se va hacia un furioso sonido de blues-rock. Y Bono predicador: “Restart and re-boot yourself, shout for joy if you get chance’. Vamos, levanta el culo del asiento. Dura seis minutos, pero en directo puede dar juego para el cuarto de hora como ‘Bad’. Fantástica percha para la gira que se avecina. 5 I’ll Go Crazy If I Don’t Go Crazy Tonight. El título ha 6 Get On Your Boots. Adiós provocado risa –por pobreen la prensa musical inglesa. Sigue la senda clásica a lomos de un medio tiempo y la ‘infinita’ llevando la manija. clasicismo, hola ‘Pop’. U2 en pleno trance electro discotequero, como ocurrió en aquel minusvalorado pero gran álbum del 97. Escapismo irónico: “I got a submarine, you got gasoline, I don’t want to talk about wars between nations”. O sea, ponte tus botas sexies y vamos a divertirnos. Cosas de casi cincuentones. Loops y cortes de drum’n’ bass, melodía arisca. Una arriesgadísima elección para primer single, pero cuando se queda, machaca los músculos, envuelve. Muy física. 7 Stand Up Comedy. Por la proclama, evoca a Bob Marley. Duras guitarras sobre sincopados ritmos funky-rock. U2 actualísimos, mirando al horizonte sonoro y encontrando verdaderas autopistas de inspiración. El sol vuelve a entrar en sus discos. 8 FEZ–Being Born. Rara es- tructura, con un inicio ambiental entre voces lejanas de los zocos marroquíes, cintas pasadas a gran velocidad (¿los Beatles de ‘Revolution 9’?), Bono a lo lejos…, y, de repente, corte brusco y dureza pseudo rockera y experimentalismo vocal, con Bono doblando la voz sobre sí mismo decenas de veces hasta dar la sensación de tener un coro masculino tras él. Un teclado con sonido de piano clásico –¿o es una guitarra tratada?- da la réplica al áspero guitarreo de The Edge. Parece un canto de alegría de la emigración africana, tras atravesar España, llegar a la bahía de Cádiz y divisar el continente negro. 9 White As Snow. Una espe- cia de nana basada en un tema tradicional irlandés. Intimismo, Bono forzando los agudos y doblándose de nuevo preciosamente, como la misma canción. Retorcimiento filosófico en la letra: “¿Quién puede olvidar el perdón donde no hay perdón, so- lo el cordero tan blanco como la nieve”. 10 Breathe. Pink Floyd también grabó otra canción de igual título. Pero aquí lo que asoma, junto a la ‘infinita’, es un guitarreo en plan The Who que tira para atrás. Otra de las piezas potentes, con cuerdas arábigas y con un punteo blues-rockero final arrasador. El NME asegura que es lo mejor desde ‘Stuck In A Moment You Can’t Get Out Of’. Con permiso de ‘Moment Of Surrender’. 11 Cedars Of Lebanon. La memoria de un fotógrafo de guerra en las calles libanesas. Todo un exquisito lamento para evocar la crueldad bélica, como ocurriera en la letra de ‘Bullet The Blue Sky’ pero musicalmente desarrollada en tono recogido e intimista, muy atmosférica, en onda con ‘Running To Stand Still’. Teclados, cuerdas, guitarras insinuantes y Bono poco menos que rezando el rosario en solitario, místico que es él. Precioso colofón a un disco más bien breve (53 minutos), que se escucha en un suspiro, por lo que quedan unas ganas enormes de darle de nuevo al ‘play’. U2 ha vuelto a casa.