Vol 17 (3): 93-136 - Revista Española de Nutrición Humana y Dietética
Transcripción
Vol 17 (3): 93-136 - Revista Española de Nutrición Humana y Dietética
C M Y CM MY CY CMY K Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics Revista Científica de la Fundación Española de Dietistas - Nutriconistas Miembro de: EFAD: Federación Europea de Asociaciones de Dietistas. ICDA: Confederación Internacional de Asociaciones de Dietistas. FESNAD: Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética. COMITÉ EDITORIAL Editora Jefe: Iva Marques-Lopes Universidad de Zaragoza, España Editores: Eduard Baladia Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la AEDN, España Julio Basulto Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la AEDN, España Editora Honoraria: Nahyr Schinca Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, España María Manera Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la AEDN, España CONSEJO EDITORIAL EJECUTIVO Nutrición básica y aplicada: Alfredo Martínez (coordinador) Universidad de Navarra, Pamplona, España Itziar Zazpe García Universidad de Navarra, Pamplona, España Marta Cuervo Zapatel Universidad de Navarra, Pamplona, España Marta Garaulet Aza Universidad de Murcia, España Ascensión Marcos Instituto del Frío, CSIC Madrid, España José Luis Santos (Chile) Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile Nutrición clínica y hospitalaria: Jordi Salas (coordinador) Universidad de Reus, Tarragona, España Violeta Moize Arcone Grupo Hospitalario Quirón, España María Garriga García Hospital Universitario Ramón y Cajal, España Emili Ros Rahola Hospital Clínico de Barcelona, España Horacio González (Argentina) Hospital de Niños Sor María Ludovica, Argentina Josefina Bressan (Brasil) Universidad Federal de Viçosa, Brasil Educación alimentaria y sanitaria: Víctor Manuel Rodríguez (coordinador) Universidad del País Vasco, España Manuel Moñino Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de les Illes Balears, España Arantza Ruiz de las Heras Hospital Virgen del Camino, Pamplona, España Edurne Simón Universidad del País Vasco, España Francisco Gómez Pérez Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, España Graciela González (Argentina) Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas, Argentina Cultura alimentaria, sociología, antropología de la alimentación y psicología: Elena Espeitx (coordinadora) Universidad de Zaragoza, España Joy Ngo Fundación para la Investigación Nutricional, Barcelona, España Gemma López-Guimerá Universidad Autónoma de Barcelona, Bellaterra, Barcelona, España Pilar Ramos Universidad de Sevilla, España Patricia Marcela Aguirre de Tarrab (Argentina) Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES), Argentina Cooperación Humanitaria y Nutrición: José Miguel Soriano del Castillo (coordinador) Universidad de Valencia, Valencia, España Alma Palau Ferré Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, España Gloria Domènech Universidad de Alicante, España Estefanía Custodio Instituto de Salud Carlos III, España Faviola Susana Jiménez Ramos (Perú) Red Peruana de Alimentación y Nutrición (RPAN), Perú Hilda Patricia Núñez Rivas (Costa Rica) Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA), Costa Rica Geraldine Maurer Fossa (Perú) Alerta Nutricional, Perú Tecnología culinaria y gastronomía: Giuseppe Russolillo (coordinador) Asociación Española de Dietistas – Nutricionistas, Barcelona, España Antonio Vercet Universidad de Zaragoza, España Alicia Bustos Universidad de Navarra, España Yolanda Sala Asociación Española de DietistasNutricionistas, España Joxe Mari Aizega Basque Culinary Center (BCC), España Andoni Luís Aduriz Mugaritz, España Bromatología, toxicología y seguridad alimentaria: Iciar Astiasarán (coordinadora) Universidad de Navarra, Pamplona, España Roncesvalles Garayoa Universidad de Navarra, España Carmen Vidal Carou Universidad de Barcelona, España Diana Ansorena Universidad de Navarra, España María Teresa Rodríguez Estrada (Italia) Universidad de Bologna, Italia Nutrición Comunitaria y Salud Pública: Mª del Rocío Ortiz (coordinadora) Universidad de Alicante, España Andreu Farran Universidad de Barcelona, España Carlos Álvarez-Dardet Universidad de Alicante, España Jesús Vioque Universidad Miguel Hernández, España Odilia I. Bermúdez (Estados Unidos) Tufts University School of Medicine, Estados Unidos Dietética Aplicada y Dietoterapia: Nancy Babio (coordinadora) Universitat Rovira i Virgili, España Julia Wärnberg Universidad de Málaga, España Isabel Mejías Rangil Hospital San Joan de Reus, España Cleofé Pérez-Portabella Maristany Hospital Vall d’Hebron, España Marina Torresani Universidad de Buenos Aires, Argentina Laura López Universidad de Buenos Aires, Argentina Consejo Editorial consultivo: Josep Boatella Universidad de Barcelona, España Pilar Cervera Asociación Española de DietistasNutricionistas, España Ángel Gil Universidad de Granada, España Margarita Jansà Hospital Clínico de Barcelona, España Ana Pérez-Heras Hospital Clínico de Barcelona, España Mercè Planas Hospital Vall d’Hebron, España Manuel Serrano Ríos Hospital Clínico de Madrid, España Ramón Tormo Grupo Hospitalario Quirón, España Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics Revista Científica de la Fundación Española de Dietistas - Nutriconistas Miembro de: EFAD: Federación Europea de Asociaciones de Dietistas. ICDA: Confederación Internacional de Asociaciones de Dietistas. FESNAD: Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética. JUNTA DIRECTIVA DE LA AED-N (2013) Presidencia: Giuseppe Russolillo Vicepresidencia: Manuel Moñino Vocales generales: Miguel Ángel Reverte Nancy Babio Iva Marques (relaciones internacionales: EFAD/ICDA) Maria Casadevall (representante FEC) Noemí Pons José Miguel Martínez Ingortze Zubieta Secretaría: Mª José Ibáñez Tesorería: Martina Miserachs Vocales autonómicos: Verónica Sánchez Fernández (ADDEPA), Asturias Laura Carreño (ADNCyL), Castilla y León María Colomer (CODNIB), Islas Baleares Alma Palau (CODINuCoVa), Valencia Marta García (CODINCAM), Castilla-La Mancha Eva Gosenje (ADICAN), Cantabria Sheila Bustillo (ADDENE), País Vasco Judith Sugeidy Cornejo (ADDECAN), Canarias Eva M. Pérez (ADDLAR), La Rioja Alba Santaliestra (CPDNA), Aragón Chayo Ezcurra (CODINA-NADNEO), Navarra José Antonio López (AGDN), Galicia Francisco Miguel Celdrán de Haro (ADINMUR), Murcia Fundación Española de Dietistas - Nutriconistas: Plaza Félix Huarte, 2, bajo trasera. 31007 Pamplona (España). Publicación trimestral (4 números al año). Disponible en internet: www.renhyd.org Tarifa suscripción anual: • Formato online: gratuito (open access) • Formato Papel: La licencia de esta obra le permite compartir, copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra bajo las condiciones de correcta atribución, debiendo reconocer los créditos de la obra de la manera especificada por el autor o el licenciante (pero no de una manera que sugiera que tiene su apoyo o que apoyan el uso que hace de su obra). La Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (FEDN) se opone de forma expresa mediante esta licencia al uso parcial o total de los contenidos de la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética para fines comerciales. La licencia no permite obras derivadas, no permitiendo alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de esta obra (excepto obteniendo permiso expreso). Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es La Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas no tendrá responsabilidad alguna por las lesiones y/o daños sobre personas o bienes que sean el resultado de presuntas declaraciones difamatorias, violaciones de derechos de propiedad intelectual, industrial o privacidad, responsabilidad por producto o negligencia. Tampoco asumirán responsabilidad alguna por la aplicación o utilización de los métodos, productos, instrucciones o ideas descritos en el presente material. En particular, se recomienda realizar una verificación independiente de los diagnósticos y de las dosis farmacológicas. Aunque el material publicitario se ajusta a los estándares éticos (médicos), su inclusión en esta publicación no constituye garantía ni refrendo alguno de la calidad o valor de dicho producto, ni de las afirmaciones realizadas por su fabricante. Personas Físicas (amigos de la Fundación): gratuito Personas Físicas (territorio español): 20 euros/año Personas Físicas (fuera de España): 50 euros/año Instituciones: 100 euros/año (IVA incluido) Suscripciones y atención al cliente: Correo electrónico: [email protected] Protección de datos: Fundación Española de Dietistas-Nutrciionistas (FEDN), declara cumplir lo dispuesto por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Papel ecológico libre de cloro. Chlorine free, enviromentally friendly paper. Esta publicación se imprime en papel no ácido. This publication is printed in acid-free paper. Correo electrónico: [email protected] Impreso en España Depósito legal: B-17288-2011 ISSN: 2173-1292 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics Volumen 17 • Número 3 • Julio-Septiembre 2013 www.renhyd.org SUMARIO EDITORIAL Vitamina D: ¿evidencia o promoción entusiasta? Eduard Baladia pág. 93 ORIGINALES Evaluación del consumo de fibra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario María Elisa Zapata, Ana María Hoet, Daniela Simonini pág. 95 Asociación entre la dieta y la presencia de sobrepeso y obesidad. Método de evaluación dietética de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 Aurora Isabel Norte-Navarro, Rocío Ortiz-Moncada, José Fernández-Sáez, Carlos Álvarez-Dardet pág. 102 REVISIONES Mecanismos moleculares implicados en los posibles efectos de los compuestos fenólicos en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares Maria Aubets-Fusté, Núria Mach pág. 110 Aspectos nutricionales y sociales del consumo de la carne de avestruz: el caso de España Alicia Aguilar, F. Xavier Medina pág. 117 ESPECIALES Productos dietéticos singulares (1900-1950) (II): cientificismo y publicidad Josep Boatella pág. 123 “Come, calla y ponte al sol”. Del refrán popular al conocimiento de la vitamina D Rafael Crovetto-Martínez, Adelina Martínez-Rodríguez, Julia Fernández-Alonso pág. 129 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics Volume 17 • Issue 3 • Julio-September 2013 www.renhyd.org CONTENTS EDITORIAL Vitamin D: ¿evidence or enthusiastic promotion? Eduard Baladia pág. 93 ORIGINAL ARTICLES Evaluation of fiber intake in diabetes 2 patients of an asistencial center of Rosario city María Elisa Zapata, Ana María Hoet, Daniela Simonini pág. 95 Association between diet and presence of overweight and obesity. Dietary assessment method of the Spanish National Health Survey 2006 Aurora Isabel Norte-Navarro, Rocío Ortiz-Moncada, José Fernández-Sáez, Carlos Álvarez-Dardet pág. 102 REVIEW ARTICLES Molecular mechanisms explaining the possible effects of phenolic compounds on reducing the risk of cardiovascular diseases Maria Aubets-Fusté, Núria Mach pág. 110 Nutritional and social aspects of consumption of ostrich meat: the case of Spain Alicia Aguilar, F. Xavier Medina pág. 117 SPECIAL ARTICLES Peculiar dietetic products (1900-1950) (II): scientism and advertising Josep Boatella pág. 123 “Eat, shut up and stand in the sun”. From the popular proverbs to the knowledge of vitamin D Rafael Crovetto-Martínez, Adelina Martínez-Rodríguez, Julia Fernández-Alonso pág. 129 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 93 - 94 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics www.renhyd.org EDITORIAL Vitamina D: ¿evidencia o promoción entusiasta? Vitamin D: ¿evidence or enthusiastic promotion? a, Eduard Baladia * a Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-FEDN), España. * Autor para correspondencia: Correo electrónico: [email protected] (E. Baladia). Recibido el 9 de septiembre de 2013; aceptado el 12 de septiembre de 2013. Vitamina D para una adecuada salud ósea, ha sido durante décadas la principal función de la 25-hidroxivitamina D (25OHD). Su fuente principal, económica, segura y suficiente (como mínimo con las condiciones geográficas y meteorológicas españolas), la exposición solar. Sin embargo, recientes casos de raquitismo carencial bien documentados en la literatura científica1-3, han puesto de manifiesto que una enfermedad que se consideraba erradicada, es en realidad una afección más frecuente de lo que se podía esperar. Asimismo, la preocupación y los mensajes de salud pública sobre la relación entre exposición solar sin protección y cáncer de piel, han aumentado notablemente en la última década. “Evite la exposición excesiva al sol”; “Es especialmente importante proteger a niños y adolescentes”; “Las personas que tienen tendencia a sufrir quemaduras deben protegerse del sol durante toda la vida”, son algunos de los principales mensajes relacionados con el sol que se derivan del Código Europeo Contra el Cáncer4. Paralelamente han proliferado investigaciones que sugieren que el déficit de vitamina D podría estar asociado a mayores riesgos de padecer ciertas enfermedades. Por ejemplo, se ha sugerido que el calcitriol podría ejercer un efecto inmunomodulador y antiproliferativo5 a través de las vías autocrinas y paracrinas, pudiendo desarrollar una acción preventiva en algunas condiciones como la diabetes tipo 16 y tipo 27, las enfermedades cardiovasculares8, hipertensión arterial9, enfermedad renal10, algunos tipos de infecciones11, algunos tipos de cáncer12, e incluso una disminución del riesgo de mortalidad total13. Finalmente, el Institute Of Medicine (IOM)14, entidad de referencia a nivel mundial en relación al establecimiento de ingestas de referencia, publicó en 2011 una actualización en la que se recomendaba aumentar la ingesta dietética de vitamina D, estableciendo un Requerimiento Medio Estimado (siglas EAR del inglés Estimated Average Requirement) de 10 μg para todos los grupos de edad. El avance científico y el conocimiento de que existen mayores recomendaciones de ingesta dietética, mayor riesgo de estados carenciales (especialmente entre niños), más consecuencias para la salud (no sólo raquitismo u osteomalacia, sino también mayor riesgo de sufrir otras enfermedades) y menor exposición solar para disminuir el riesgo de padecer cáncer de piel, conducen casi inevitablemente a pensar que solamente mediante una política de fortificación de ciertos alimentos o bien con suplementación sistemática, podríamos llegar a adquirir de forma segura los niveles adecuados de dicha vitamina. La medicalización sistemática, especialmente de Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO 94 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 93 - 94 Baladia E, et al. los más pequeños, no puede sino generar, como mínimo, controversia entre los profesionales sanitarios encargados de su cuidado. 7. Sin embargo, cuando se ahonda en el conocimiento, se descubre que, por ejemplo, el IOM estableció unas ingestas recomendadas que estadísticamente se asocian a unos niveles de 25OHD (sérica) que minimizan el riesgo de padecer estados deficitarios en cualquier grupo de edad (desde 1 año hasta los más ancianos) y sin tener en cuenta ninguna exposición solar14. Que España no reúne precisamente las condiciones menos adecuadas para una exposición solar insuficiente: latitud, nubosidad, características de las ciudades, vestimenta (religión)15. Que los casos de raquitismo detectados en España corresponden a “niños de riesgo”: piel oscura, poco expuestos a la luz solar principalmente por su religión, de familias con ingresos bajos14. Que la carga total de enfermedades o el riesgo atribuible a una exposición insuficiente puede superar, en algunas ocasiones, al riesgo de padecer cáncer de piel por exposición excesiva16. Y que la evidencia científica que relacionada el déficit de vitamina D con otras enfermedades proviene, en su mayoría de estudios observacionales17. 8. Hay dos preguntas de importante relevancia que deberían marcar las futuras recomendaciones: a nivel de salud pública ¿existe suficiente evidencia para justificar una política obligatoria de fortificación de alimentos con vitamina D en España?, y a nivel de asistencia individual ¿existe suficiente evidencia para recomendar suplementación sistemática de vitamina D o es preferible realizar un screening para identificar los “sujetos de riesgo”?. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. Fernández DY, Lezcano AC. Raquitismo carencial en la infancia: análisis de 62 casos. Med Clínica. 2003; 121(1): 23–7. Ojeda L, Ros MA, Tomás C, Alcón JJ, Ardit J. Raquitismo carencial en un lactante de 5 meses. Patología poco común en nuestro medio. An Pediatría. 2010 Mar; 72(3): 225–7. Walter C, Muñoz-Santanach D, Marín del Barrio S, Corrales Magín E, Pou Fernández J. Hipocalcemia sintomática secundaria a raquitismo carencial. Presentación de dos casos clínicos. Anales de Pediatría. 2010 May; 72(5): 343–6. Martín Moreno JM. El Código Europeo contra el Cáncer. Tercera revisión (2003): insistiendo y avanzando en la prevención del cáncer. Rev Española Salud Pública. 2003 Dec; 77(6): 673–9. Masuda S, Jones G. Promise of vitamin D analogues in the treatment of hyperproliferative conditions. Mol Cancer Ther. 2006 Apr; 5(4): 797–808. Zipitis CS, Akobeng AK. Vitamin D supplementation in early childhood and risk of type 1 diabetes: a systematic review and meta-analysis. Arch Dis Child. 2008 Jun; 93(6): 512–7. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Pittas AG, Lau J, Hu FB, Dawson-Hughes B. The role of vitamin D and calcium in type 2 diabetes. A systematic review and meta-analysis. J Clin Endocrinol Metab. 2007 Jun; 92(6): 2017– 29. Sun Q, Pan A, Hu FB, Manson JE, Rexrode KM. 25-Hydroxyvitamin D levels and the risk of stroke: a prospective study and metaanalysis. Stroke J Cereb Circ. 2012 Jun; 43(6): 1470–7. Witham MD, Nadir MA, Struthers AD. Effect of vitamin D on blood pressure: a systematic review and meta-analysis. J Hypertens. 2009 Oct; 27(10): 1948–54. Pilz S, Iodice S, Zittermann A, Grant WB, Gandini S. Vitamin D status and mortality risk in CKD: a meta-analysis of prospective studies. Am J Kidney Dis Off J Natl Kidney Found. 2011 Sep; 58(3): 374–82. Nnoaham KE, Clarke A. Low serum vitamin D levels and tuberculosis: a systematic review and meta-analysis. Int J Epidemiol. 2008 Feb; 37(1): 113–9. Gissel T, Rejnmark L, Mosekilde L, Vestergaard P. Intake of vitamin D and risk of breast cancer-a meta-analysis. J Steroid Biochem Mol Biol. 2008 Sep; 111(3-5): 195–9. Zittermann A, Iodice S, Pilz S, Grant WB, Bagnardi V, Gandini S. Vitamin D deficiency and mortality risk in the general population: a meta-analysis of prospective cohort studies. Am J Clin Nutr. 2012 Jan; 95(1): 91–100. IOM (Institute of Medicine). Dietary Reference Intakes for Calcium and Vitamin D. The National Academies Press. Washington, DC: 2011. Cranney A, Horsley T, O’Donnell S, Weiler H, Puil L, Ooi D, et al. Effectiveness and safety of vitamin D in relation to bone health. Evid Reporttechnology Assess. 2007 Aug; (158): 1–235. Lucas RM, McMichael AJ, Armstrong BK, Smith WT. Estimating the global disease burden due to ultraviolet radiation exposure. Int J Epidemiol. 2008 Jun; 37(3): 654–67. Harvey NC, Cooper C. Vitamin D: some perspective please. BMJ. 2012; 345: e4695. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics www.renhyd.org ORIGINAL Evaluación del consumo de fibra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario a, a a María Elisa Zapata *, Ana María Hoet , Daniela Simonini a Universidad del Centro Educativo Latinoamericano, Facultad de Química, Rosario, Santa Fé, (Argentina). * Autor para correspondencia: Correo electrónico: [email protected] (M. E. Zapata). Recibido el 6 de mayo de 2013; aceptado el 5 de junio de 2013. Evaluación del consumo de fibra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario RESUMEN PALABRAS CLAVE Diabetes mellitus, Tipo 2; Fibra dietética; Fibra soluble; Fibra insoluble; Evaluación nutricional; Encuestas nutricionales. Introducción: una dieta rica en fibra se ha asociado con el mejor control glicémico en pacientes con diabetes 2, siendo la fracción soluble la más eficaz en el control de la glicemia. El presente estudio tiene el propósito de determinar la cantidad de fibra dietética total, soluble e insoluble consumida por los pacientes con diabetes tipo 2 que concurrieron a un centro asistencial para diabéticos de la ciudad de Rosario. Material y métodos: se realizó un estudio de tipo descriptivo, observacional, de corte transversal. Se determinó una muestra de 60 adultos, con diagnóstico de diabetes tipo 2 (>6 meses), de 18 a 70 años, sin enfermedades o afecciones intestinales. Se empleó un cuestionario de frecuencia de consumo semicuantitativo de alimentos fuente de fibra alimentaria, y un álbum fotográfico para identificar el tamaño de la porción. Se realizó un análisis estadístico descriptivo, y para evaluar la asociación se utilizó el test X2 y ANOVA. Resultados: el consumo promedio de fibra total de los pacientes encuestados fue de 18,8±5,9 g/d, de los cuales 14,8±4,6 g/d correspondían a fibra insoluble y 4,0±1,5 g/d a fibra soluble. Las frutas y vegetales aportaron el 82% de la fibra soluble. La mayoría (62%) de los pacientes presentaron un consumo de fibra total menor a la recomendación de la ADA, y el 60% presentó una inadecuada relación entre la ingesta de fibra insoluble y soluble. Conclusiones: es necesario aumentar el aporte de fibra dietética total, especialmente la fracción soluble en los pacientes con diabetes tipo 2, porque hay evidencias que apoyan sus beneficios. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO 96 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101 Zapata ME, et al. Evaluation of fiber intake in diabetes 2 patients of an asistencial center of Rosario city ABSTRACT KEYWORDS Diabetes Mellitus, Type 2; Dietary fiber; Soluble fiber; Insoluble fiber; Nutritional assessment; Nutrition surveys. Introduction: a diet high in fiber has associated with better glycaemic control in diabetes 2 patients, being the soluble fraction of the most effective in the control of blood sugar levels. The aim of the study is determine the amount of total, soluble and insoluble dietary fiber intake by patients with type 2 diabetes who attended a medical centre for diabetics in Rosario. Material and methods: descriptive, observational, cross-sectional study was conducted. It was determined a sample of 60 adults with a diagnosis of diabetes type 2 >6 months, 18 to 70 years old, with no disease or intestinal disorders. A semiquantitative food frequency questionnaire of foods source of dietary fiber, and a photo album was used to identify the portion size. Descriptive statistical analysis was performed and Chi-square and ANOVA test was used to evaluate the association. Results: the average consumption of total fiber was 18,8±5,9 g/d, 14, 8±4,6 g/d corresponded to insoluble fiber and 4,0±1,5 g/d to soluble fiber. Fruits and vegetables contributed 82% of soluble fiber. Most patients (62%) had a consumption of fiber total less than the recommendation of the ADA, and 60% presented an inadequate relationship between intake of soluble and insoluble fiber. Conclusions: it is necessary to increase the contribution of total dietary fiber, especially the soluble fraction in diabetes 2 patients, because there are evidences that supports its benefits. IntroducCIÓN La diabetes mellitus tipo 2 es la forma más frecuente de diabetes. Es una enfermedad que se caracteriza por una producción insuficiente de insulina o una resistencia a niveles altos de la misma1. El número de personas que padecen diabetes en América se estimó en 35 millones en 2000, de las cuales 19 millones (54%) vivían en América Latina y el Caribe. Las proyecciones indican que en 2025 esta cifra ascenderá a 64 millones, de las cuales 40 millones (62%) corresponderán a América Latina y el Caribe. La diabetes tipo 2 representa alrededor del 90% de todos los casos de diabetes y aparece con mayor frecuencia después de los 40 años. La vigilancia epidemiológica de diabetes tipo 2 se dificulta por la existencia de muchos casos subclínicos (entre 30% y 50% del total de casos en la mayoría de las poblaciones)2,3. El tratamiento de la diabetes incluye terapia nutricional, actividad física, monitorización, medicamentos e instrucción en autocontrol. Un objetivo importante del tratamiento es proporcionar al paciente los instrumentos necesarios para conseguir el mejor control posible de la glucemia, con el fin de prevenir, retrasar o detener las complicaciones microvasculares y macrovasculares. La dietoterapia forma parte integral del cuidado y el control de la diabetes, con el objetivo de mejorar el control glicémico, el perfil de lípidos y lipoproteínas y la presión arterial. La mejoría de la salud a través de las elecciones de alimentos y la actividad física constituye la base de todas las recomendaciones de nutrición para el tratamiento de la diabetes4-6. Dentro del tratamiento nutricional de la diabetes, se aborda el control de los carbohidratos y la importancia de la ingesta de fibra alimentaria. La cantidad de carbohidratos de la alimentación, así como los tipos de azúcares (glucosa, fructosa, sacarosa, lactosa), la naturaleza del almidón (amilosa, amilopectina, almidón resistente), la cocción y el procesamiento de los alimentos. El tamaño de las partículas y la forma de los alimentos, tienen una influencia en la respuesta glucémica de los alimentos5. Otro factor dietético a remarcar es el consumo de fibra dietética. En los últimos treinta años múltiples estudios han demostrado que la administración de fibra dietética podía reducir los niveles de glucemia en pacientes tanto tipo 1 como tipo 27-9. La educación alimentaria es una herramienta fundamental en el tratamiento del paciente diabético. Mediante la educación, se puede brindar la información necesaria al paciente sobre cómo realizar una buena selección de los alimentos, y especialmente de qué forma incluir la fibra dietética para obtener todos los beneficios que ésta aporta a un mejor control de la diabetes10-13. La fibra dietética, en el más amplio sentido, incluye aquellos componentes de los alimentos vegetales que no pueden ser degradados por las enzimas digestivas del hombre y que se encuentran fundamentalmente en la pared celular, a excepción del almidón resistente, polifenoles solubles, gomas mucílagos y polisacáridos de algas. El interés actual de la fibra dietética comienza a partir de la asociación epidemiológica entre una dieta rica en fibra y una menor incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles, entre las que se encuentra la diabetes mellitus14-15. La fracción soluble Evaluación del consumo de fibra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario contribuye en el control de la glucemia. Entre los potenciales mecanismos de acción que explicarían este fenómeno se encuentran: (a) el retraso en el vaciamiento gástrico; (b) la disminución en la absorción de glucosa que al quedar atrapada por la viscosidad de la fibra es, en consecuencia, menos accesible a la acción de la amilasa pancreática; y (c) la producción de ácidos grasos de cadena corta. El propionato podría influir en la neoglucogénesis reduciendo la producción hepática de glucosa. El butirato podría actuar reduciendo la resistencia periférica a la insulina al reducir la producción de TNF (Factor de necrosis tumoral)14. Recientemente se ha prestado gran atención a una fracción de los carbohidratos presente en los alimentos, conocida como almidón resistente, que no es digerida en el intestino delgado, pero que fermenta en el intestino grueso y provoca aumento de la producción de ácidos grasos de cadena corta, que se han asociado con una disminución de la concentración de ácidos grasos libres en la circulación sanguínea. Ello constituye un factor de interés, porque el aumento de estos ácidos grasos libres podría disminuir la sensibilidad a la insulina e interferir en la captación de la glucosa y la síntesis de glucógeno7. La Asociación Americana de Diabetes (ADA) sigue recomendando un consumo de fibra entre 20-35 g/día tanto soluble como insoluble para mantener un mejor control glucémico e insulínico; o bien aproximadamente 10-14g de fibra dietética por cada 1.000 kcal16. Algunos autores sugieren que la fibra consumida debe tener una proporción de 3/1 entre insoluble y soluble14, aunque existe controversia al respecto17,18. Por otra parte, hay datos que sugieren que consumir una dieta alta en fibra (fibra de 50 g/día) reduce la glicemia en sujetos con diabetes tipo 1 y la glicemia, hiperinsulinemia y los lípidos plasmáticos en sujetos con diabetes tipo 2, aunque la palatabilidad, las limitadas opciones de alimentos y los efectos secundarios gastrointestinales son potenciales barreras para lograr esta elevada ingesta de fibra16. El objetivo general del trabajo fue evaluar el consumo de fibra dietética total en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial para diabéticos de la ciudad de Rosario. Los objetivos específicos fueron determinar cantidad de fibra soluble e insoluble consumida por los pacientes con diabetes tipo 2; comparar el consumo de fibra dietética con las recomendaciones nutricionales establecidas por la Asociación Americana de Diabetes (ADA); y evaluar la posible relación entre género, edad, tiempo de diagnostico de la enfermedad, educación alimentaria diabetológica y consumo de fibra alimentaria. MATERIAL Y MÉTODOS Se trató de un estudio descriptivo, observacional, de corte 97 transversal. Se determinó el tamaño de la muestra en 60 individuos, basado en la cantidad de consultas mensuales al nutricionista, con una confianza del 95% y un porcentaje de error del 5%. Se realizó un muestreo de tipo no probabilístico por conveniencia para la selección de aquellos pacientes que participen de la muestra. Se incluyeron los pacientes de 18 a 70 años, de ambos sexos, con diagnóstico de diabetes tipo 2 de al menos 6 meses de antigüedad. Se excluyeron los pacientes que presentaban complicaciones asociadas (ej: insuficiencia renal) y/o afecciones intestinales (ej: diarrea crónica, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, síndrome de intestino irritable, resección intestinal). Se empleó un cuestionario general y un cuestionario de frecuencia de consumo semicuantitativo de alimentos fuentes de fibra, que fue dividido por grupos de alimentos: cereales y derivados, legumbres, frutas, frutas desecadas y secas, y vegetales. Los datos sobre cantidad de fibra total, fibra soluble e insoluble de cada alimento, se obtuvieron de la tabla de contenido y composición de fibra dietética en 117 alimentos frecuentes19; de la tabla de composición química de alimentos elaborada por Cenexa20 y de información publicada por empresas de alimentos. Para facilitar la determinación de las porciones de alimentos consumidas del paciente, el cuestionario se acompañó de un álbum fotográfico. Este álbum incluyó imágenes de los alimentos listados en el cuestionario, en porciones pequeñas, medianas y grandes21. Para realizar el porcentaje de adecuación se tomó como referencia la recomendación ADA de 20-35 g/d de fibra total16, y una proporción de 3/1 entre insoluble y soluble14. Los datos fueron tabulados y se realizó análisis estadístico descriptivo (frecuencias, medidas de posición y dispersión), para evaluar la asociación se utilizó el test Chi–Cuadrado de Pearson y ANOVA. RESULTADOS La edad media de los pacientes fue de 53,8±12,1 años. El 58% fueron mujeres. En relación con el tiempo de diagnóstico, el 30% tenía menos de 1 año, 32% entre 1 y 3 años y 38% más de 3 años. El 88% de los pacientes bajo estudio manifestaron no presentar educación alimentaria diabetológica, es decir, que nunca han concurrido a algún taller de educación alimentaria. El consumo promedio de fibra dietética fue 18,8±5,9 g/d, de los cuales el 22% (4,0±1,5 g/d) fue fibra soluble. Las frutas y vegetales aportaron en conjunto tres cuartas partes (13,8 g/d) de la fibra total, la fibra restante fue aportada 98 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101 Zapata ME, et al. por los cereales (4,2 g/d), mientras que las legumbres representaron menos del 4% de la ingesta total de fibra (Tabla 1). La fibra soluble también fue aportada principalmente por las frutas (42%) y vegetales (40%). Aproximadamente una tercera parte (36%) de la fibra insoluble fue aportada por los vegetales, otra tercera parte (35%) por frutas, el 24% por cereales y 5% por legumbres (Figura 1). El porcentaje de adecuación promedio considerando el límite inferior de la recomendación de fibra de la American Diabetes Association fue del 93,8% (IC95%: 86,2-101,4%) y considerando el valor superior de la recomendación desciende a 53,6% (IC95%: 49,2- 57,9%). El 38% de los pacientes evaluados presentaron una ingesta de fibra dentro de los valores propuestos por la American Diabetes Association. Se observó mayor adecuación a la Tabla 1. Medidas estadísticas de consumo de fibra soluble, insoluble y total, por grupos de alimentos en pacientes con diabetes tipo 2 (g/d). INTERVALO DE CONFIANZA AL 95% INFERIOR SUPERIOR PERCENTILES MEDIA DS 25 50 75 Fibra soluble (g/d) 1,6 0,8 1,4 1,8 1,1 1,5 2,0 Fibra insoluble (g/d) 5,3 2,3 4,8 5,9 3,8 5,0 6,9 Fibra total (g/d) 6,9 3,0 6,1 7,7 4,8 6,6 9,0 Fibra soluble (g/d) 1,7 0,9 1,5 1,9 1,0 1,5 2,1 Fibra insoluble (g/d) 5,2 2,6 4,6 5,9 3,4 5,3 7,0 Fibra total (g/d) 6,9 3,4 6,1 7,8 4,4 6,8 9,3 Fibra soluble (g/d) 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 Fibra insoluble (g/d) 0,7 0,9 0,4 0,9 0,1 0,2 1,1 Fibra total (g/d) 0,7 0,9 0,4 0,9 0,1 0,2 1,1 Fibra soluble (g/d) 0,7 0,5 0,6 0,8 0,3 0,7 1,0 Fibra insoluble (g/d) 3,5 1,8 3,0 4,0 2,2 3,0 4,5 Fibra total (g/d) 4,2 2,0 3,7 4,8 2,7 3,8 5,7 Vegetales Frutas Legumbres Cereales Total Fibra soluble (g/d) 4,0 1,5 3,6 4,4 2,8 3,7 4,7 Fibra insoluble (g/d) 14,8 4,6 13,6 15,9 11,4 14,5 18,1 Fibra total (g/d) 18,8 5,9 17,2 20,3 14,4 17,9 22,9 Nota: No se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05). Figura 1. Consumo de fibra soluble, insoluble y total, por grupos de alimentos en pacientes con diabetes tipo 2 (g/d). Evaluación del consumo de fibra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario 99 recomendación en los adultos mayores de 60 años, en los que tenían un diagnóstico mayor a 3 años y en los que habían asistido a los talleres de educación alimentaria (Tabla 2). fracciones, mientras que de los pacientes con ingesta inadecuada de fibra total el 38% presentó una adecuada relación entre ambos tipos de fibra. El 40% de los pacientes evaluados se adecuaron a la recomendación de consumo de fibra insoluble : soluble (3:1). De los pacientes con adecuada ingesta de fibra total, el 44% también presentó adecuada relación entre ambas A medida que aumentó el tiempo de diagnóstico, disminuyó la adecuación al consumo de fibra insoluble y soluble, y los pacientes con educación alimentaria diabetológica fueron los que presentaron menor frecuencia de adecuación a esta recomendación (Tabla 3). Tabla 2. Adecuación a la recomendación de ingesta de fibra, según género, edad, tiempo de diagnóstico y educación alimentaria diabetológica en pacientes con diabetes tipo 2 (%). Inferior a la recomendación (<20g/d) Adecuado a la recomendación (20-35g/d) Inadecuada relación FI:FS Adecuada relación FI:FS n % n % n % n % 37 62 23 38 36 60 24 40 Femenino 23 66 12 34 20 57 15 43 Masculino 14 56 11 44 16 64 9 36 < 60 años 24 71 10 29 21 62 ≥60 años 13 50 13 50 15 58 13 38 11 42 Total Género Edad Tiempo de diagnóstico Menos de 1 año 13 72 5 28 9 50 Entre 1 y 3 años 12 63 7 37 10 53 9 50 Más de 3 años 12 74 9 47 6 26 52 48 11 17 Educación alimentaria diabetológica Si 3 43 4 57 6 86 1 14 No 34 64 19 36 30 57 23 43 Nota: No se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05). Tabla 3. Consumo de fibra total por grupo de alimentos, fibra soluble, insoluble y total, según género, edad, tiempo de diagnóstico y educación alimentaria diabetológica en pacientes con diabetes tipo 2 (g/d). HORTALIZAS Media DS FRUTAS Media DS LEGUMBRES Media DS CEREALES Media DS FIBRA SOLUBLE Media DS FIBRA INSOLUBLE Media DS FIBRA TOTAL Media DS Género Femenino 6,6 2,6 7,1 3,8 0,6 0,8 4,1 1,9 3,9 1,5 14,5 4,1 18,4 5,4 Masculino 7,3 3,6 6,7 2,8 0,8 1,0 4,4 2,2 4,1 1,7 15,1 5,2 19,2 6,6 < 60 años 6,9 3,0 6,7 3,3 0,6 0,7 4,2 2,0 3,8 1,5 14,5 4,4 18,3 5,7 ≥60 años 7,0 3,1 7,3 3,5 0,8 1,0 4,2 2,2 4,2 1,6 15,2 4,9 19,4 6,3 Edad Tiempo de diagnóstico Menos de 1 año 6,5 2,7 8,0 4,4 0,3 0,3 3,9 1,3 4,2 1,7 14,4 4,4 18,7 6,0 Entre 1 y 3 años 7,5 3,7 6,6 3,2 0,6 0,8 4,5 2,5 4,1 1,7 15,1 5,5 19,2 6,9 Más de 3 años 6,8 2,7 6,4 2,5 1,1 1,1 4,3 2,2 3,7 1,3 14,8 4,1 18,5 5,1 Si 6,4 2,0 7,0 2,5 1,1 1,2 4,4 1,4 3,8 1,3 15,0 3,3 18,8 4,5 No 7,0 3,1 6,9 3,5 0,6 0,8 4,2 2,1 4,0 1,6 14,7 4,8 18,8 6,1 Educación alimentaria diabetológica Nota: No se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05). 100 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101 DISCUSIÓN En los últimos 30 años múltiples estudios han mostrado que la administración de fibra dietética podría reducir los niveles de glicemia en pacientes con diabetes tipo 217, 18. La fracción soluble parece ser la más eficaz en el control de la glicemia18, pudiendo tener un papel protector para la presencia de síndrome metabólico9. El consumo total promedio de los pacientes encuestados estuvo por debajo del valor inferior de las recomendaciones de la American Diabetes Association –20g–. La mayoría (62%) de los pacientes presentaron un consumo de fibra total menor a la recomendación, y ninguno de los pacientes encuestados presentó un consumo de fibra total mayor a valor superior de la recomendación –35g–. Se ha observado que al menos 5 g/d de fibra soluble proporcionan un efecto protector en la aparición de síndrome metabólico por el logro de un mejor control glicémico y de lípidos9. En los pacientes con diabetes tipo 2 evaluados, el consumo promedio de fibra soluble fue inferior a esta cifra, y sólo el 23% (n=14) de los pacientes consumió al menos 5 g/d de fibra soluble. Como a la población en general, se debe alentar a las personas con diabetes a elegir una variedad de alimentos ricos en fibra como legumbres, cereales ricos en fibra (5 g/porción), frutas, vegetales y granos enteros, porque además aportan vitaminas, minerales y otras sustancias importantes para la salud16. Los alimentos fuentes de fibra suelen contener mayores proporciones de fibra insoluble. Por este motivo, los pacientes diabéticos deberían saber elegir aquellos alimentos que posean mayor concentración de fibra soluble, como por ejemplo la avena, salvado de avena, ciruelas, zanahoria, cítricos, coles, legumbres y frutos secos. Según los resultados del estudio, en este grupo de pacientes el consumo de fibra soluble fue inferior al recomendado y fue aportada principalmente por las frutas (42%) y vegetales (40%), con una baja participación de los cereales y un nulo aporte de las legumbres, sub-aprovechando unas de las fuentes de fibra soluble más importantes. La recomendación de que por cada tres partes de fibra insoluble se consuma una de fibra soluble sólo se cumplió en 2 de cada 5 pacientes evaluados. Existe consenso en considerar a la educación como el pilar fundamental del tratamiento de toda enfermedad crónica. En la diabetes, este postulado adquiere máxima importancia; es así como la educación logra que el paciente diabético acepte su enfermedad y, en consecuencia, pueda llevar una vida normal10 En este sentido, y pese a que el centro asistencial se especializa en la patología y los talleres están abiertos a toda la comunidad, el 88% de los pacientes Zapata ME, et al. encuestados nunca concurrió a algún taller de educación alimentaria, por lo que sería fundamental fomentar su participación en los talleres para permitir así una mejor calidad de vida, aceptación de la enfermedad y adquisición de hábitos alimentarios saludables20. Los pacientes que manifestaron concurrir a los talleres, presentaron mayor prevalencia de adecuación a las recomendaciones de ingesta de fibra total, hecho que refuerza el papel y el sentido de la tarea educacional realizada en los talleres del centro. CONCLUSIONES Teniendo en cuenta estos resultados y los numerosos estudios que evidencian la importancia de un alto consumo de fibra, y especialmente de la fracción soluble, en la mejora del control glicémico y metabólico, es necesario que el personal de salud y los profesionales del área que están en contacto con los pacientes, los alentaran a tener mejores hábitos en relación al consumo de fibra. En este sentido, el Ministerio de Salud ha elaborado la Guía de Práctica Clínica Nacional sobre Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 222, que es el material de ayuda perfecto para profesionales y pacientes que ofrece estrategias concretas para mejorar la calidad de vida de los individuos con diabetes y estrategia para aumentar el consumo de fibra, como por ejemplo incrementar el consumo de salvado de avena, vegetales crudos, frutas con piel, arroz integral, legumbres y frutas secas. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a los pacientes de la Asociación Regional de Ayuda al Diabético (FRADI) de la ciudad de Rosario por su colaboración y disposición durante la recolección de los datos. A la Lic. Lucy Leyes y a la Dra. Paula Daneri, por los valiosos aportes y contribuciones durante la realización del trabajo. CONFLICTO DE INTERESES Los autores del trabajo declaran la ausencia de conflictos de intereses. Evaluación del consumo de fibra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario BibliograFÍA 1. Mataix Verdú JM, Gassull MA. Diabetes Mellitus. En: Mataix Verdú J.M. Nutrición y alimentación humana. Vol. 2. 2ª ed. Barcelona: Editorial Océano; 2005. 2. Organización Panamericana de Salud. La Diabetes en las Américas. Boletín epidemiológico. 2001; 22(2): 1-3. 3. World Health Organization. Diet, Nutrition and Prevention of the Chronic Disease. WHO Technical Report Series 916: Geneva; 2003. 4. Springer SC, Silverstein J, Copeland K, Moore KR, Prazar GE, Raymer T, Shiffman RN, Thaker VV, Anderson M, Spann SJ, Flinn SK; American Academy of Pediatrics. Management of type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. Pediatrics. 2013 Feb; 131(2): 648-64. 5. American Diabetes Association. Standards of medical care in diabetes-2012. Diabetes Care. 2012 Jan; 35 Suppl 1: S11-63. 6. Schwartz SS. A practice-based approach to the 2012 position statement of the American Diabetes Association and the European Association for the Study of Diabetes. Curr Med Res Opin. 2013 Jul; 29(7): 793-9. 7. Cabrera Llano JL, Cárdenas Ferrer M. Importancia de la fibra dietética para la nutrición humana. Rev Cubana Med Salud Pública 2006; 32(4). 8. Chandalia M, Garg A, Lutjohann D, von Bergmann K, Grundy SM, Brinkley LJ. Beneficial effects of high dietary fiber intake in patients with type 2 diabetes mellitus. N Engl J Med. 2000 May 11; 342(19): 1392-8. 9. Steemburgo T, Dall’Alba V, Almeida JC, Zelmanovitz T, Gross JL, de Azevedo MJ. Intake of soluble fibers has a protective role for the presence of metabolic syndrome in patients with type 2 diabetes. Eur J Clin Nutr. 2009 Jan; 63(1): 127-33. 10. Olivares S, Soto D. Dietoterapia y educación en la Diabetes Mellitus. En: Olivares S, Soto D. Nutrición prevención de riesgos y tratamiento dietético. 2ª ed. Santiago de Chile: Confederación Latinoamericana de Nutricionistas y Dietistas; 1991. 101 11. Pérez Rodríguez A, Barrios López Y, Monier Tornés A, Berenguer Gouarnalusses M, Martínez, Fernández I. Repercusión social de la educación diabetológica en personas con diabetes mellitus [artículo en línea] MEDISAN 2009; 13(1). http://scielo.sld.cu/ pdf/san/v13n4/san11109.pdf 12. Aráuz A, Sánchez G, Padilla G, Fernández M, Rosell M, Guzmán S. Intervención educativa comunitaria sobre la diabetes en el ámbito de la atención primaria. Rev Panam Salud Pública. 2001; 9(3): 145-153. 13. García G, Aguilar C, Palau A, Dalmau MR. Educación grupal frente a individual en pacientes diabéticos tipo 2. Aten Primaria. 2003; 32(1): 36-41. 14. Escudero E. González P. La fibra dietética. Nutr Hosp. 2006; 21 (Supl2): 61-72. 15. Mataix Verdú JM, Gassull M.A. Fibra alimentaria. En: Mataix Verdu J.M. Nutrición y alimentación humana. Vol. 1. 2ª ed. Barcelona: Editorial Océano; 2005. 16. American Diabetes Association, Bantle JP, Wylie-Rosett J, Albright AL, Apovian CM, Clark NG, et al. Nutrition recommendations and interventions for diabetes: a position statement of the American Diabetes Association. Diabetes Care. 2008 Jan; 31(Suppl 1): S61-78. 17. Wolfram T, Ismail-Beigi F. Efficacy of high-fiber diets in the management of type 2 diabetes mellitus. Endocr Pract. 2011 Jan-Feb; 17(1): 132-42 18. Mello VD, Laaksonen DE. Dietary fibers: current trends and health benefits in the metabolic syndrome and type 2 diabetes. Arq Bras Endocrinol Metabol. 2009 Jul; 53(5): 509-18. 19. Marlett JA. Content and composition of dietary fiber in 117 frequently consumed foods. J Am Diet Assoc. 1992; 92(2): 17586. 20. Mazzei ME. Puchulu M.R. Tabla de composición química de los alimentos. 2ª ed. Buenos Aires: Cenexa y Leiden; 1995. 21. Zapata ME. Evaluación y comparación del consumo de fibra dietética entre los estudiantes de nutrición de UCEL (Rosario – Argentina) y UNIMEP (Piracicaba – Brasil). Actu. nutr. 2008; 9(2): 127-142. 22. Ministerio de Salud de la Nación. Guía de Práctica Clínica Nacional sobre Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 2 para el Primer Nivel de Atención. 2009. Disponible en http://www.msal.gov.ar. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 102 - 109 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics www.renhyd.org ORIGINAL Asociación entre la dieta y la presencia de sobrepeso y obesidad. Método de evaluación dietética de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 a,b a,b,c,* a Aurora Isabel Norte-Navarro , Rocío Ortiz-Moncada , José Fernández-Sáez , a,c,d Carlos Álvarez-Dardet Díaz a Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia, Universidad de Alicante, España. b Centro de Alimentación y Nutrición de la Universidad de Alicante (Alinua), Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Alicante, España. c Observatorio de Políticas Públicas y Salud OPPS, Universidad de Alicante, España. d CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), España. Autor para correspondencia: * Correo electrónico: [email protected] (R. Ortiz-Moncada). Recibido el 26 de abril de 2013; aceptado el 15 de junio de 2013. Asociación entre la dieta y la presencia de sobrepeso y obesidad. Método de evaluación dietética de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 RESUMEN PALABRAS CLAVE Dieta; Encuesta nutricional; Encuesta dietética; Encuesta de salud; Cuestionario frecuencia de consumo de alimentos; Obesidad; Sobrepeso. Introducción: analizar la asociación entre la frecuencia de consumo de alimentos y la presencia de sobrepeso-obesidad a partir de datos de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 (ENS-06). Material y métodos: estudio transversal retrospectivo de fuentes secundarias de la ENS-06. Se seleccionaron 29.321 individuos que respondieron el Cuestionario de Frecuencia de Consumo de Alimentos, compuesto por una lista de 12 grupos, sobre los que se preguntaba su frecuencia de consumo en 5 opciones de respuesta y que se categorizaron en 3 para el análisis (consumo diario, semanal y ocasional). Se realizó un análisis descriptivo del consumo de grupos de alimentos categorizados por frecuencia de consumo, y calculando la diferencia (brecha) entre hombres y mujeres. La asociación entre frecuencia de consumo de alimentos y sobrepeso-obesidad se realizó mediante regresión logística. Resultados: el 40,7% de la población consume a diario verduras-hortalizas y el 65,2% consume frutas a diario. El 69,8%, y el 46,3% de las mujeres cumplen las recomendaciones de consumo de frutas (brecha -7,2), y de verduras-hortalizas (brecha -14,0) respectivamente. Consumir fruta ocasionalmente, disminuye la probabilidad de padecer obesidad (OR=0,72 IC95%: 0,63-0,82), frente a consumirla a diario. Consumir embutidos a diario, disminuye la probabilidad de padecer obesidad (OR=0,75 IC95%: 0,68-0,83), frente a un consumo ocasional. Conclusiones: Los resultados muestran contradicciones científicas por la presencia de sesgos en el instrumento utilizado en la recogida de la información, sugiriendo la necesidad de que la ENS incluya un método de recogida de información dietética-nutricional validado y adoptado, que permita mediciones de mayor calidad y exactitud. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO Asociación entre la dieta y la presencia de sobrepeso y obesidad. Método de evaluación dietética de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 103 Association between diet and presence of overweight and obesity. Dietary assessment method of the Spanish National Health Survey 2006 ABSTRACT KEYWORDS Diet; Nutrition Surveys; Diet Surveys; Health survey; Food frequency questionnaire; Obesity; Overweight. Introduction: to analyze the association between frequency of food consumption and presence of overweight / obesity using data from the Spanish National Health Survey 2006 (NHS-06). Material and Methods: retrospective cross-sectional study of secondary sources of NHS-06. To selected 29.321 subjects answered the food frequency questionnaire, consist of a list of 12 groups that asked about their frequency of consumption in 5 response options and to categorized into three for analysis (daily, weekly and occasional). Descriptive analysis of the consumption of food groups categorized by frequency of consumption, and calculating the difference (gap) between men and women. The association between food consumption frequency with overweight-obesity was performed using logistic regression. Results: 40.7% of the population consume vegetables daily and 65.2% consume fruit daily. 69.8%, and 46.3% of women complies with the recommendations for fruit consumption (gap -7.2), and vegetables (-14.0 gap) respectively. Eating fruit occasionally, decreases the probability of obesity (OR = 0.72 95% CI 0.63 to 0.82), opposite to consume daily. Eating sausages daily, reduces the probability of obesity (OR = 0.75 95% CI 0.68 to 0.83), compared to occasional use. Conclusions: the results show scientific contradictions by the presence of bias in the instrument used in the collection of information. Suggesting the need, that the NHS includes a method for collecting dietary and nutritional information validated and adopted, allowing higher quality measurements. INTRODUCCIÓN Han sido varios los estudios publicados en España sobre hábitos alimentarios que han utilizado métodos de evaluación dietética directos e indirectos1-4. Dentro de los estudios que midieron de forma directa el consumo de alimentos, han sido numerosas las encuestas nutricionales realizadas en comunidades españolas5-8, donde el Cuestionario de Frecuencia de Consumo de Alimentos (CFCA) y el recordatorio de 24 horas fueron los métodos de evaluación dietética más utilizados. Sin embargo, hasta la fecha sólo se ha realizado en España, una Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (ENIDE)9, que ha evaluado la ingesta dietética de forma directa en todo el contexto español. Aunque dicha encuesta no tiene una periodicidad establecida que facilite las comparaciones y sólo analiza una muestra de 3.000 individuos, la cual representa a toda la población española. En las tres últimas Encuestas Nacionales de Salud realizadas en España en 2001, 2003 y 200610, que sí tienen establecida una periodicidad y una muestra de casi 30.000 individuos, se incluyeron en el cuestionario de adultos varias preguntas con un formato de frecuencia de consumo para algunos grupos de alimentos, cuyos datos han sido poco explorados hasta la actualidad. El CFCA es uno de los métodos de evaluación dietética más utilizados en estudios epidemiológicos y encuestas poblacionales que permiten evaluar la ingesta dietética habitual de manera rápida y eficiente, durante un periodo de tiempo relevante en una población determinada11. Suelen constar de un listado de alimentos de uso común para los que se indica una porción determinada y una frecuencia de consumo habitual en un tiempo dado12,13. El interés principal de los CFCA es clasificar a los individuos de una población según su nivel de ingesta para facilitar comparaciones e identificar conductas de riesgo para la salud. No obstante, es necesario validar el cuestionario antes de aceptar sus resultados como fiables y aplicarlos a la población específica en la que se aplica su diseñado11-12,14. El objetivo de este estudio es analizar la asociación entre el consumo de alimentos y la presencia de sobrepeso y obesidad a partir de los datos recogidos en la Encuesta Nacional de Salud del año 2006 realizada en España. MATERIAL Y MÉTODOS La población de estudio ha sido la incluida en la ENS del año 200615, constituida por 29.478 personas mayores de 16 años, se seleccionaron 29.321 individuos (14.928 mujeres y 14.393 hombres) que respondieron a la pregunta 96: ¿Con qué frecuencia consume los siguientes alimentos?, del apartado H4 referente a los datos sobre alimentación. La información de esta pregunta se recoge mediante una estructura tipo CFCA con un listado de 12 grupos de alimentos: fruta 104 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 102 - 109 fresca, carnes, huevos, pescado, pasta, arroz y patatas, pan y cereales, verduras y hortalizas, legumbres, embutidos y fiambres, productos lácteos, dulces y refrescos con azúcar; sobre los que se pregunta su frecuencia de consumo en 5 opciones de respuesta: 1) a diario; 2) tres o más veces a la semana, pero no a diario; 3) una o dos veces a la semana; 4) menos de una vez a la semana y 5) nunca o casi nunca. Así mismo, se recogieron los datos de peso y talla autoreferidos lo que permitió calcular el Índice de Masa Corporal o IMC, y establecer varias categorías utilizando los criterios establecidos por la OMS16: peso insuficiente (IMC < 18,5 kg/ m2), normopeso (18,5 kg/m2 ≥ IMC < 25 kg/m2), sobrepeso (25 kg/m2 > IMC < 30 kg/m2) y obesidad (IMC ≥ 30 kg/ m2). Las variables dependientes fueron el sobrepeso y la obesidad, y las variables independientes, el sexo, los grupos de alimentos y su frecuencia de consumo. A partir de los datos de consumo de alimentos y el seguimiento de las recomendaciones dietéticas propuestas por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)17, se agruparon las frecuencias de consumo en 3 categorías del siguiente modo: - Consumo diario, incluye la categoría 1) a diario. - Consumo semanal, incluye las categorías 2) tres o más veces a la semana, pero no a diario y 3) una o dos veces a la semana. - Consumo ocasional, incluye las categorías 4) menos de una vez a la semana y 5) nunca o casi nunca. En un primer análisis descriptivo se estimó la distribución de la población según el consumo de cada grupo de alimentos, categorizado por frecuencia de consumo y estratificado por sexo. Además para la interpretación de los resultados se calculó la brecha entre hombres y mujeres del consumo de alimentos, restando el porcentaje de consumo de los hombres menos el de las mujeres y dividiendo esta diferencia entre la suma de ambas cantidades. Para analizar la asociación entre el consumo de alimentos y el IMC se realizó una regresión logística donde las variables independientes fueron el consumo diario, semanal y ocasional de los diferentes grupos de alimentos y las variables dependientes, el sobrepeso y la obesidad. Utilizando como categoría de referencia, el consumo recomendado por la SENC para cada uno de los grupos de alimentos estudiados. El análisis se llevó a cabo con el paquete estadístico SPSS.15.0. Norte-Navarro AI, et al. RESULTADOS La Tabla 1 presenta la distribución de la población adulta española total y por sexo según el consumo de grupos de alimentos categorizados por frecuencia de consumo, y calculando la brecha entre hombres y mujeres. El 40,7% de la población consume a diario verduras y hortalizas, y el 65,2% consume a diario frutas. Siendo mayor el porcentaje de mujeres que cumplen las recomendaciones de consumo propuesta por la SENC, de frutas (69,8% las consumen a diario, brecha -7,2), verduras y hortalizas (46,3% las consumen a diario, brecha -14,0), embutidos (36,2% los consumen de manera ocasional, brecha -18,0) y refrescos (68,8% los consumen de manera ocasional, brecha -10,2). Mientras que es mayor la frecuencia de hombres que cumple las recomendaciones de pan y cereales (87,0% los consumen a diario, brecha 1,7), legumbres (79,1% las consumen semanalmente, brecha 0,3) y dulces (33,0% los consumen de manera ocasional, brecha 1,9). La Tabla 2, representa la asociación de la frecuencia de consumo por cada grupo de alimentos, con la obesidad y el sobrepeso. Los individuos que consumen fruta ocasionalmente, presentan una menor probabilidad de padecer sobrepeso (OR=0,79 IC95%: 0,72-0,81) y obesidad (OR=0,72 IC95%: 0,63-0,82), que los que la consumen a diario. Similares resultados se han obtenido con el consumo de verduras y hortalizas, los individuos que las consumen ocasionalmente tienen menor probabilidad de presentar sobrepeso (OR=0,76 IC95%: 0,68-0,85) u obesidad (OR=0,73 IC95%: 0,62-0,85), que los que las consumen a diario. El consumo diario de pescado aumenta el riesgo de padecer sobrepeso (OR=1,13 IC95%: 0,99-1,29) y obesidad (OR=1,44 IC95%: 1,22-1,70), mientras que consumirlo de manera ocasional protege frente al sobrepeso (OR=0,81 IC95%: 0,74-0,88) y también frente a la obesidad (OR=0,78 IC95%: 0,69-0,87), comparando estos consumos con el recomendado que sería un consumo semanal. Consumir embutidos a diario, tiene un efecto protector frente al sobrepeso (OR=0,76 IC95%: 0,73-0,83) y la obesidad (OR=0,75 IC95%: 0,68-0,83). Similares resultados se han encontrado en el consumo diario de dulces y refrescos. Asociación entre la dieta y la presencia de sobrepeso y obesidad. Método de evaluación dietética de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 105 Tabla 1. Distribución de la población total y por sexo, Encuesta Nacional de Salud, España 2006, según el consumo de grupos de alimentos categorizados por frecuencia de consumo. TOTAL 14459 HOMBRES 15019 MUJER n (%) n (%) n (%) BRECHA 19.212 6.918 2.382 (65,2) (23,5) (8,1) 8.729 3.778 1.454 (60,4) (26,1) (10,1) 10.483 3.140 928 (69,8) (20,9) (6,2) -7,2 11,1 23,9 5.902 21.529 1.025 (20,0) (73,0) (3,5) 2.865 10.627 444 (19,8) (73,5) (3,1) 3.037 10.901 581 (20,2) (72,6) (3,9) -1,0 0,6 -11,5 25.229 2.196 1.066 (85,6) (7,5) (3,6) 12.585 963 401 (87,0) (6,7) (2,8) 12.644 1.233 664 (84,2) (8,2) (4,4) 1,7 -10,4 -22,9 11.996 14.820 1.684 (40,7) (50,3) (5,7) 5.046 7.826 1.087 (34,9) (54,1) (7,5) 6.950 6.994 597 (46,3) (46,6) (4,0) -14,0 7,5 30,9 25.611 1.962 917 (86,9) (6,7) (3,1) 12.263 1.174 508 (84,8) (8,1) (3,5) 13.348 787 410 (88,9) (5,2) (2,7) -2,3 21,5 12,5 634 23.971 3.887 (2,1) (81,3) (13,2) 409 11.704 1.833 (2,8) (80,9) (12,7) 225 12.267 2.054 (1,5) (81,7) (13,7) 30,7 -0,4 -3,8 4.854 22.650 1.013 (16,5) (76,8) (3,4) 2.567 11.017 381 (17,8) (76,2) (2,6) 2.288 11.633 632 (15,2) (77,5) (4,2) 7,6 -0,8 -23,0 1.005 24.326 3.169 (3,4) (82,5) (10,8) 430 11.840 1.685 (3,0) (81,9) (11,7) 575 12.486 1.483 (3,8) (83,1) (9,9) -12,6 -0,8 8,3 1.012 23.260 4.207 (3,4) (78,9) (14,3) 506 11.441 1.993 (3,5) (79,1) (13,8) 506 11.819 2.214 (3,4) (78,7) (14,7) 1,9 0,3 -3,4 5.428 13.987 9.026 (18,4) (47,5) (30,6) 3.353 6.980 3.589 (23,2) (48,3) (24,8) 2.075 7.007 5.436 (13,8) (46,7) (36,2) 25,3 1,7 -18,6 9.950 8.997 9.530 (33,8) (30,5) (32,3) 4.715 4.458 4.766 (32,6) (30,8) (33,0) 5.234 4.539 4.764 (34,9) (30,2) (31,7) -3,3 1,0 1,9 4.994 6.657 16.814 (16,9) (22,6) (57,0) 2.910 3.645 7.390 (20,1) (25,2) (51,1) 2.084 3.012 9.425 (13,9) (20,1) (62,8) 18,4 11,4 -10,2 Consumo de frutas A diario* Semanal Ocasional Consumo de pasta y arroz A diario* Semanal Ocasional Consumo de pan y cereales A diario* Semanal Ocasional Consumo de verduras y hortalizas A diario* Semanal Ocasional Consumo de lácteos A diario* Semanal Ocasional Consumo de huevos A diario Semanal* Ocasional Consumo de carne A diario Semanal* Ocasional Consumo de pescado A diario Semanal* Ocasional Consumo de legumbres A diario Semanal* Ocasional Consumo de embutidos A diario Semanal Ocasional* Consumo de dulces A diario Semanal Ocasional* Consumo de refrescos A diario Semanal Ocasional* *Consumo recomendado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). 106 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 102 - 109 Norte-Navarro AI, et al. Tabla 2. Asociación de la frecuencia de consumo por grupos de alimentos, Encuesta Nacional de Salud, España 2006, con la obesidad y el sobrepeso. La frecuencia de consumo de referencia es la recomendada por la SENC.* OBESIDAD ALIMENTOS DE CONSUMO DIARIO Consumo de frutas A diario Semanal Ocasional Consumo de pasta y arroz A diario Semanal Ocasional Consumo de pan y cereales A diario Semanal Ocasional Consumo de verduras y hortalizas A diario Semanal Ocasional Consumo de lácteos A diario Semanal Ocasional SI NO OR 2.864 813 268 14.676 5.651 1.906 1 0,74 0,72 753 3.025 163 4.630 16.777 783 3.479 300 167 SOBREPESO IC 95% P SI NO OR (0,68; 0,80) < 0,001 (0,63; 0,82) < 0,001 6.690 2.207 713 10.850 4.257 1.461 1 0,84 0,79 (0,79; 0,89) < 0,001 (0,72; 0,87) < 0,001 1 1,11 1,28 (1,02; 1,21) (1,06; 1,54) 0,019 0,009 1.904 7.280 404 3.479 12.522 542 1 1,06 1,36 (0,99; 1,13) (1,18; 1,56) 0,1 19.654 1.745 816 1 0,97 1,15 (0,85; 1,10) (0,97; 1,37) 0,6 0,1 8.526 738 335 14.607 1307 648 1 0,97 0,88 (0,88; 1,06) (0,77; 1,01) 0,5 0,1 1.819 1.940 189 9.266 11.637 1321 1 0,85 0,73 (0,79; 0,91) < 0,001 (0,62; 0,85) < 0,001 4.146 4.990 471 6.939 8.587 1.038 1 0,97 0,76 (0,92; 1,02) 0,3 (0,68; 0,85) < 0,001 3.509 307 131 19.975 1.534 700 1 1,14 1,06 (1,00; 1,30) (0,88; 1,29) 8.633 668 296 14.851 1.174 535 1 0,98 0,95 (0,89; 1,08) (0,82; 1,10) 0,7 0,5 3.202 613 132 17.572 3.926 737 1 0,85 0,98 (0,78; 0,94) < 0,001 (0,81; 1,18) 0,3 7.624 1671 315 13.150 2.868 554 1 1,00 0,98 (0,94; 1,07) (0,85; 1,13) 0,4 0,2 3.271 78 595 18.828 518 2.868 1 0,87 1,19 (0,68; 1,10) 0,2 (1,08; 1,31) < 0,001 8.026 217 1.356 14.073 380 2.108 1 1,00 1,13 (0,84; 1,18) 0.2 (1,04; 1,21) < 0,001 3.399 192 356 18.927 740 2.553 1 1,44 0,78 (1,22; 1,70) < 0,001 (0,69; 0,87) < 0,001 8.290 374 939 14.036 558 1.970 1 1,13 0,81 (0,99; 1,29) 0.1 (0,74; 0,88) < 0,001 3.274 120 551 18.064 821 3.318 1 0,81 0,92 (0,66; 0,98) (0,83; 1,01) 7.904 374 1312 13.434 567 2.556 1 1,12 0,87 (0,98; 1,28) 0.1 (0,81; 0,93) < 0,001 1.357 669 1.919 6.712 4.404 11.058 1 0,75 0.86 (0,68; 0,83) < 0,001 (0,80; 0,93) < 0,001 3.127 1.669 4.785 4.942 3.404 8.192 1 0,76 0,92 (0,72; 0,83) < 0,001 (0,87; 0,98) 0,006 1.572 1.153 1.220 7.132 7.923 7.147 1 0,66 0,77 (0,61; 0,72) < 0,001 (0,71; 0,84) < 0,001 3.479 3.203 2.913 5.225 5.873 5.454 1 0,82 0,80 (0,77; 0,87) < 0,001 (0,75; 0,85) < 0,001 2.612 541 793 12.587 4.109 5.499 1 0,63 0,69 (0,57; 0,70) < 0,001 (0,64; 0,76) < 0,001 6.021 1.544 2.026 9.179 3.105 4.266 1 0,76 0,72 (0,71; 0,81) < 0,001 (0,68; 0,77) < 0,001 0,042 0,5 IC 95% P ALIMENTOS DE CONSUMO SEMANAL Consumo de carne A diario Semanal Ocasional Consumo de huevos A diario Semanal Ocasional Consumo de pescado A diario Semanal Ocasional Consumo de legumbres A diario Semanal Ocasional 0,003 0,1 ALIMENTOS DE CONSUMO ocasional Consumo de embutidos A diario Semanal Ocasional Consumo de dulces A diario Semanal Ocasional Consumo de refrescos A diario Semanal Ocasional *SENC: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Categorías de referencia: consumo diario (frutas, pasta y arroz, pan y cereales, verduras y hortalizas, lácteos), consumo semanal (carnes, huevos, pescados y legumbres), consumo ocasional (embutidos, dulces y refrescos). Asociación entre la dieta y la presencia de sobrepeso y obesidad. Método de evaluación dietética de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 DISCUSIÓN El patrón alimentario de la población española, se encuentra alejado actualmente de las recomendaciones de consumo para una dieta equilibrada y saludable según las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Este estudio se caracteriza porque más del 50% de la población presenta un consumo excesivo de dulces y embutidos, y un consumo deficitario de pan, cereales, y de verduras y hortalizas. Además encontramos asociaciones significativas, en sentido contrario al esperado por la literatura científica, como es, que no cumplir con las recomendaciones dietéticas de frutas, verduras y hortalizas, carnes, legumbres, embutidos, dulces y refrescos, tiene un efecto protector frente al sobrepeso y la obesidad, todos ellos son resultados sorprendentes y discordantes con los observados en otros estudios. Por ejemplo, estudios recientes18,19 muestran que dietas con elevado consumo de dulces favorecen la aparición de sobrepeso o/y obesidad. De igual modo, algunos estudios20-23, en los que se han utilizado índices para evaluar la alimentación, muestran una relación directa entre una dieta saludable y un menor riesgo de padecer sobrepeso u obesidad. Resultados que difieren en parte, con los obtenidos en este estudio. Entre las posibles razones por las que se han podido obtener estos resultados contradictorios, está que, en las encuestas nutricionales poblacionales, las personas con obesidad suelen referir consumir menos energía, y por tanto una menor ingesta de hidratos de carbono o grasa, que son los principales aportadores energéticos23. Además se debe tener en cuenta que las personas con sobrepeso u obesidad, suelen hacer dieta para adelgazar18, y posiblemente esto haga que su alimentación se adecue más a lo recomendado. También es un hecho a remarcar, que la población deportista con un porcentaje elevado de masa muscular, con las clasificaciones de IMC, esté siendo clasificada como sobrepeso o incluso obesidad. Por otro lado, no se puede olvidar que una parte de la población en sobrepeso y obesidad tiende a infra notificar su ingesta dietética, y por lo tanto también energética. Razones que deberían tenerse en cuenta, antes de valorar las posibles deficiencias del CFCA utilizado en la ENS-06. Además, en un estudio transversal siempre existe la limitación de causalidad inversa, es decir que no podemos saber si la alimentación o dieta es antes o después del sobrepeso o la obesidad. En todo caso creemos conveniente que el CFCA utilizado en la ENS-06 deba evaluar de forma más exhaustiva la dieta, que se podría realizar estimando la ingesta energética total y controlando el efecto de las ingestas de alimentos y nutrientes por ingesta calórica, reduciendo así el posible efecto confusor de distintos factores como la edad, el sexo y otras características personales. 107 Los instrumentos diseñados para la recogida de información en los estudios citados hasta el momento, han sido a través de CFCA validados, cosa que no pasa en el CFCA de la ENS-06. En los estudios epidemiológicos, un CFCA debe ser capaz de clasificar a los individuos correctamente según su ingesta alimentaria. Sin embargo, Schatzkin y colaboradores argumentan que, probablemente debido a errores de clasificación, los CFCA no siempre son capaces de detectar asociaciones24,25. Por ello, es necesario estudiar en profundidad las características del CFCA a utilizar. El desarrollo de cuestionarios de frecuencia de consumo alimentario puede elaborarse o adaptarse a partir de las bases o principios de los cuestionarios ya existentes26,27. Por tanto, los CFCA difieren en la forma en que se desarrollan y muestran grandes variaciones en las características de diseño, tales como el número de elementos, o la inclusión de preguntas sobre el tamaño de las raciones. Estas variaciones podrían afectar a los resultados obtenidos. Según la literatura científica13, un CFCA debe de constar de 3 partes claramente diferenciadas (lista de alimentos, frecuencia de consumo y tamaño de las raciones), en el cuestionario de la ENS-06 sólo se contemplan dos de estas partes, que son la lista de alimentos y la frecuencia de consumo, faltando por tanto el tamaño de las raciones, lo que hace imposible la cuantificación del consumo declarado y probablemente por este motivo se esté estimando incorrectamente el consumo y haciendo una incorrecta clasificación de la población a estudio, de ahí los resultados obtenidos. Otro sesgo importante son las categorías en que se divide la frecuencia de consumo, con 5 opciones de respuesta (1 - a diario; 2 - tres o más veces a la semana, pero no a diario; 3 - una o dos veces a la semana; 4 - menos de una vez a la semana y 5 - nunca o casi nunca). Por ejemplo dejar sólo la opción de respuesta ”a diario”, es una limitación, debido a que son muchos los alimentos que se suelen consumir varias veces al día, como es el caso de los lácteos, el pan, las carnes, los embutidos o los dulces, aunque sus recomendaciones sean otras. Además, es importante tener en cuenta que, los CFCA pueden ser auto cumplimentados por los propios encuestados, o pueden ser administrados por un entrevistador adiestrado y cumplimentado mediante entrevista28-30. Este es el caso del CFCA que incluye la ENS-06, se trata de un cuestionario administrado por un entrevistador, de quien se desconoce su entrenamiento específico en aspectos nutricionales, lo que podría constituir otro sesgo en la recogida de la información. Aunque el CFCA sea el método de evaluación dietética más utilizado en los estudios epidemiológicos, como ya se ha mencionado, requiere de validación y debe ser adaptado a las poblaciones sometidas a estudio. 108 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 102 - 109 Es posible que ninguno de los instrumentos de medición de consumo alimentario de las poblaciones, refleje con exactitud la ingesta de energía, pero es más probable que estos instrumentos no sean sensibles para captar cambios en el patrón alimentario de las sociedades actuales. Por ejemplo, conocer cómo y cuánto influye la crisis económica sobre la salud de las poblaciones, y especialmente sobre ciertos grupos específicos, resulta un instrumento muy importante. La elaboración de una Canasta Básica de Alimentos permitiría asegurar que las poblaciones cubran un mínimo del aporte energético y de nutrientes según las recomendaciones nutricionales. Canasta que podría elaborarse, a partir de los datos recogidos en el CFCA de las ENS, siempre y cuando el instrumento de recogida de información fuera el adecuado. Norte-Navarro AI, et al. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. CONCLUSIONES 6. Se puede decir que los resultados obtenidos son contra intuitivos y colisionan con lo ya establecido en la literatura científica. La construcción de un CFCA estrictamente cualitativo, en macro grupos de alimentos está generando sesgos de información. Se sugiere la necesidad de que la propia ENS incluya un método de recogida de información dietética y nutricional validado y adaptado a la población española, que permita mediciones de mayor calidad que las actuales. 7. 8. 9. AGRADECIMIENTOS Este manuscrito es producto del proceso de formación de Aurora Isabel Norte Navarro en el programa de Doctorado de Ciencias de la Salud, y será empleado como parte del material presentado para la disertación de la tesis doctoral. Agradecemos al Prof. Dr. Jesús Vioque, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad Miguel Hernández de Elche sus aportes y reflexiones en el manuscrito. 10. 11. 12. 13. 14. CONFLICTO DE INTERESES 15. Los autores expresan que no hay conflicto de intereses al redactar el manuscrito. 16. Varela-Moreiras G, Avila JM, Cuadrado C, del Pozo S, Ruiz E, Moreiras O. Evaluation of food consumption and dietary patterns in Spain by the Food Consumption Survey: updated information. Eur J Clin Nutr. 2010; 64(Suppl 3): S37-43. Bach-Faig A, Fuentes-Bol C, Ramos D, Carrasco JL, Roman B, Bertomeu IF, et al. The Mediterranean diet in Spain: adherence trends during the past two decades using the Mediterranean Adequacy Index. Public Health Nutr. 2011; 14(4): 622-8. Mariscal-Arcas M, Rivas A, Velasco J, Ortega M, Caballero AM, Olea-Serrano F. Evaluation of the Mediterranean Diet Quality Index (KIDMED) in children and adolescents in Southern Spain. Public Health Nutr. 2009; 12(9): 1408-12. Martín AR, Martínez JM, Novalbos-Ruiz JP, Jiménez LE. Overweight and obesity: The role of education, employment and income in Spanish adults. Appetite. 2008; 51(2): 266-72. Serra Majem L, Ribas Barba L, Salvador Castell G, Roman Viñas B, Castell Abat C, Cabezas Peña C, et al. Trends in the nutritional status of the Spanish population: results from the Catalan nutrition monitoring system (1992-2003). Rev Esp Salud Publica. 2007; 81(5): 559-70. Encuesta de Nutrición de la Comunidad Valenciana, 2010. Dirección General de Salud Pública. Conselleria de Sanitat [consultado 19/07/12] Disponible en: http://www.aesan. mspsi.gob.es/AESAN/docs/docs/evaluacion_riesgos/ Valencia_1_2_3.pdf Díez-Gañán L, Galán Labaca I, León Domínguez CM, Gandarillas Grande A, Torras Belén Z, Alcaraz Cebrián F. Ingesta de alimentos, energía y nutrientes en la población de 5 a 12 años de la Comunidad de Madrid: resultados de la encuesta de nutrición infantil 2001-2002. Rev Esp Salud Pública 2007; 81(5): 543-58. Baldini M, Pasqui F, Bordoni A, Maranesi M. Is the Mediterranean lifestyle still a reality? Evaluation of food consumption and energy expenditure in Italian and Spanish university students. Public Health Nutr. 2009; 12(2): 148-55. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Agencia española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Encuesta Nacional de Ingesta Dietética [consultado 03/12/12] Disponible en: http:www.aesan.msc.es/AESAN/web/ evaluacion_riesgos/subseccion/enide.shtml Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Salud [consultado 09/11/2010] Disponible en: http://www.ine.es/ inebmenu/mnu_salud.htm Cade J, Thompson R, Burley V, Warm D. Development, validation and utilisation of food-frequency questionnaires – a review. Public Health Nutr. 2002; 5(4): 567–87. Cade JE, Burley VJ, Warm DL, Thompson RL, Margetts BM. Food-frequency questionnaires: a review of their design, validation and utilisation. Nutr Res Rev. 2004 Jun; 17(1): 5-22. Gorgojo-Jimenez L y Martín-Moreno JM: Cuestionario de frecuencia de consumo alimentario. En: Nutrición y Salud Pública: Métodos, bases científicas y aplicaciones. SerraMajem L, Aranceta J. Ed. Masson, pp. 178-83, 2006. Rodríguez T, Fernández-Ballart J, Cucó-Pastor G, et al. Validación de un cuestionario de frecuencia de consumo alimentario corto: reproducibilidad y validez. Nutr Hosp. 2008; 23(3): 242-52. Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Salud [consultado 02/06/2011] Disponible en: http://www.ine.es/ metodologia/t15/t1530419cues06.htm World Health Organization (WHO). Physical status: The use and interpretation of anthropometry. Report of a WHO Expert Committee. Geneva: WHO Technical Report Series 854, 1995, p. 328-36. Asociación entre la dieta y la presencia de sobrepeso y obesidad. Método de evaluación dietética de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 17. Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). Guía de Alimentación Saludable, 2004. [http://www. nutricioncomunitaria.org/generica.jsp?tipo=docu&id=3] 18. Zazpe I, Bes-Rastrollo M, Ruiz-Canela M, Sánchez-Villegas A, Serrano-Martínez M, Martínez-González MA. A brief assessment of eating habits and weight gain in a Mediterranean cohort. Br J Nutr 2011 Mar; 105(5): 765-75. 19. Assunção MC, Gigante DP, Cardoso MA, Sartorelli DS, Santos IS. Randomized, controlled trial promotes physical activity and reduces consumption of sweets and sodium among overweight and obese adults. Nutr Res. 2010; 30(8): 541-9. 20. Guo X, Warden BA, Paeratakul S, Bray GA. Healthy Eating Index and obesity. Eur J Clin Nutr 2004; 58(12): 1580-6. 21. Norte-Navarro AI, Ortíz-Moncada R. Calidad de la dieta española según el índice de alimentación saludable. Nutr Hosp 2011; 26(2): 330-6 22. Kendel Jovanovie G, Pavicic Zezelj S, Malatestinie D, Sutic IM, Stefanac VN, Dorcic F. Diet Quality of Middle Age and Older Women from Primorsko-Goranska County Evaluated by Healthy Eating Index and Association with Body Mass Index. Coll. Antropol 2010; 34(Suppl2): 155–60. 23. Tardivo AP, Nahas-Neto J, Nahas E, Maesta N, Rodrigues MA, Orsatti FL. Associations between healthy eating patterns and indicators of metabolic risk in postmenopausal women. Nutr J 2010; 9:64. 24. Schatzkin A, Kipnis V, Carroll RJ, Midthune D, Subar AF, Bingham S, et al. A comparison of a food frequency questionnaire with 25. 26. 27. 28. 29. 30. 109 a 24-hour recall for use in an epidemiological cohort study: results from the biomarkerbased Observing Protein and Energy Nutrition (OPEN) study. Int J Epidemiol 2003; 32(6): 1054–62. Molag ML, de Vries JH, Ocké MC, Dagnelie PC, van den Brandt PA, Jansen MC, et al. Design Characteristics of Food Frequency Questionnaires in Relation to Their Validity. Am J Epidemiol. 2007; 166(12): 1468–78. Ross AB, Pineau N, Kochhar S, Bourgeois A, Beaumont M, Decarli B. Validation of a FFQ for estimating whole-grain cereal food intake. Br J Nutr. 2009; 102(11): 1547-51. Boucher B, Cotterchio M, Kreiger N, Nadalin V, Block T, Block G. Validity and reliability of the Block98 food-frequency questionnaire in a sample of Canadian women. Public Health Nutr 2006; 9(1): 84–93. Bartali B, Turrini A, Salvini S, Lauretani F, Russo CR, Corsi AM, et al. Dietary intake estimated using different methods in two Italian older populations. Arch Gerontol Geriatr 2004; 38(1): 51–60. Gulliford M, Mahabir D, Nunes C, Rocke B. Self-administration of a food security scale by adolescents: item functioning, socioeconomic position and food intakes. Public Health Nutr 2005; 8(7): 853-60. Vähätalo L, Bärlund S, Hannila ML, Uusitalo U, Pigg HM, Salonen M, et al. Relative validity of a dietary interview for assessing infant diet and compliance in a dietary intervention trial. Matern Child Nutr 2006; 2(3): 181-7. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 110 - 116 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics www.renhyd.org REVISIÓN Mecanismos moleculares implicados en los posibles efectos de los compuestos fenólicos en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares a a,b,* María Aubets-Fusté , Núria Mach a Estudis de Ciències de la Salut, Institut Internacional de Postgrau de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Barcelona, España. b INRA, Département de Génétique Animale et Biologie Intégrative, Jouy-en-Josas, Francia. * Autor para correspondencia: Correo electrónico: [email protected] (N. Mach). Recibido el 16 de agosto de 2012; aceptado el 16 de julio de 2013. Mecanismos moleculares implicados en los posibles efectos de los compuestos fenólicos en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares RESUMEN PALABRAS CLAVE Enfermedades cardiovasculares; Polifenoles; Antioxidantes; Prevención primaria. El objetivo de la presente revisión es evaluar los mecanismos implicados en la posible asociación entre los polifenoles y la disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, postulando que su consumo habitual en la dieta occidental podría resultar beneficioso para la protección de los pacientes frente las enfermedades cardiovasculares. Se realizó una extensa búsqueda de publicaciones científicas recientes en las siguientes bases de datos electrónicas especializadas: PubMed central (PMC)-NBCI, Elsevier Journal, Scielo España, Scirus, Science Direct, Web of Science, incluyendo estudios en células, animales y humanos, sobre el efecto de los polifenoles en la prevención y desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Los estudios in vitro, en modelos animales y en humanos, muestran la capacidad potencial de los compuestos fenólicos para actuar frente a enfermedades cardiovasculares debido a su acción antioxidante, vasodilatadora y de mejora de los perfiles lipídicos con atenuación de las lipoproteínas de baja densidad. Su consumo habitual en la dieta occidental podría resultar beneficioso para la protección de los pacientes frente las enfermedades cardiovasculares. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO Mecanismos moleculares implicados en los posibles efectos de los compuestos fenólicos en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares 111 Molecular mechanisms explaining the possible effects of phenolic compounds on reducing the risk of cardiovascular diseases ABSTRACT KEYWORDS Cardiovascular diseases; Polyphenols; Antioxidants; Primary prevention. The objective of the present review is to evaluate the possible association between phenolic compounds and cardiovascular disease, proposing that their regular consumption in Western diets could be beneficial for protecting patients against cardiovascular disease. An extensive research of scientific literature was performed in the following electronic specialized databases (PubMed central (PMC)-NBCI, Elsevier Journal, Scielo Spain, Scirus, Science Direct, Web of Science), including studies in animals, cells, and humans, to establish the effect of polyphenols in the prevention and development of cardiovascular disease was conducted. The in vitro, animal and human studies show the potential ability of polyphenols to act against cardiovascular disease as a result of their antioxidant effect and vasodilatation and their capacity to improve lipid profile while reducing the concentration of low-density lipoproteins. Polyphenols consumption in Western diets could be beneficial for protecting patients against cardiovascular disease. INTRODUCCIÓN Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España, originando casi el 40% de todas las defunciones1. La enfermedad isquémica del corazón y la enfermedad cerebrovascular representan cerca del 60% de la mortalidad cardiovascular total1. La tercera enfermedad cardiovascular importante como causa de muerte es la insuficiencia cardiaca, que ocasiona el 15% de la mortalidad cardiovascular total2. Su impacto demográfico, sanitario y social está aumentando, y lo seguirá haciendo en las próximas décadas debido fundamentalmente al envejecimiento de la población. Dentro de los principales factores de riesgo asociados, destacan el tabaquismo, la hipertensión arterial (HTA), las dislipidemias, y en especial, los niveles plasmáticos elevados de colesterol transportado en las lipoproteínas de baja densidad (LDL)2-4. A estos factores hay que añadir aquellos otros factores de riesgo predisponentes, como la obesidad y el sedentarismo, que ejercen su acción a través de factores de riesgo intermedios, causales o condicionales3,4. La enfermedad isquémica del corazón y la enfermedad cerebrovascular o ictus son la manifestación de la aterosclerosis5. Su lesión característica es la placa de ateroma compuesta por lípidos, tejido fibroso y células del sistema inmune. La aterosclerosis generalmente se complica mediante la fisura, la erosión o la rotura de la placa y la formación de un trombo en su superficial, facilitando su crecimiento y la aparición de isquemia o necrosis5. Existen dos mecanismos fundamentales para el desarrollo de la aterosclerosis: la disfunción endotelial y la modificación oxidativa de las LDL. Los beneficios de las estatinas en la prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular están establecidos6-9, aunque no son 100% efectivas. Consecuentemente, la dieta desarrolla, junto a otras modificaciones en el estilo de vida, un importante rol en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Las frutas y los vegetales10-12, el consumo moderado de vino tinto13-15 y algunos jugos (e.g. de tomate 16) han mostrado ejercer un posible efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares, debido a su alto contenido en antioxidantes naturales como los compuestos fenólicos17. Los compuestos fenólicos constituyen una de las principales clases de metabolitos secundarios de las plantas de las familias Leguminosae, Rosaceae, Polygonaceaem, Fagaceae, Rhyzophoraceae, Myrtaceae y Melastomataceae. Los ácidos benzoicos, los flavonoides y en la Tabla 1 se exponen las principales frutas, vegetales y bebidas ricas en compuestos fenólicos y sus contenido por 100 g de materia fresca18. Estudios recientes19-23 han sugerido que la ingestión de compuestos fenólicos podría disminuir el riesgo de padecer las enfermedades cardiovasculares, y la mortalidad por infarto de miocardio. Esta revisión define los posibles mecanismos moleculares de acción de los compuestos fenólicos frente a las enfermedades cardiovasculares, postulando que su consumo habitual en la dieta occidental podría resultar beneficioso para la protección de los pacientes frente a las enfermedades cardiovasculares. 112 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 110 - 116 Aubets-Fusté M, et al. Tabla 1. Contenido total de fenoles en frutas, vegetales y bebidas18 Fruta Contenido total de fenol1 Manzana Banana Ciruelo negro Mora Mora (Rubus especie) Arándano (rabbiteye) Arándano (Vaccinium especie) Cereza Cranberry Guayaba (rosa) Guayaba (blanca) Mango Melocotón Papaya Piña Ciruelas Ciruelas pasas Rambutan Frambuesa Uva roja Fresa 296,3 ± 6,4 90,4 ± 3,2 143,5 ± 40,6 417 – 555 26,7 – 452,7 270 – 930 171 – 961 105,4 ± 27,0 527,2 ± 21,5 126,4 ± 6,0 247,3 ± 4,5 56,0 ± 2,1 84,6 ± 0,7 57,6 ± 4,1 94,3 ± 1,5 174 – 375 184,0 ± 85,5 1,64 ± 0,04 114 – 178 220,6 ± 61,2 161 – 290 Vegetables Broccoli Coles Bruselas Col Zanahoria Pepino Espinacas Tomate Cebolla amarilla 101,6 ± 1,24 68,8 ± 1,3 54,6 ± 7,0 56,4 ± 5,1 19,5 ± 1,6 91,0 ± 8,5 25,9 – 50,0 76,3 ± 1,9 Bebidas Té Negro Té Verde Café instantáneo Café molido 80,5 – 134,9 65,8 – 106,2 146 – 151 52,5 – 57,0 Total Compuestos Fenólicos (equivalentes de ácido gálico, catequina o ácido clorogénico/100 g materia fresca). 1 Posibles mecanismos moleculares mediante los cuales los compuestos fenólicos podrían ejercer efectos beneficiosos a nivel cardiovascular Los compuestos fenólicos podrían interferir en el desarrollo y prevención de las enfermedades cardiovasculares participando en la neutralización de radicales libres24, la modulación de la expresión de genes (e.g. genes codificantes para la sintetasa endotelial de ON (eNOS) y la endotelin 1 (ET-1) en las células endoteliales25) o modulación de la señalización entre células26. En humanos, estos mecanismos moleculares se podrían traducir en efectos de vasodilatación y vasoprotección, así como capacidad antitrombótica, antilipémica, antiteroclerótica, y antiinflamatoria27-31. Los principales compuestos fenólicos asociados con una disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares son el resveratrol, quercetina, ácido ferúlico, epicatequina y galato de epigalocatequina32. Posibles efectos antioxidanes y antiinflamatorios de los compuestos fenólicos La aterosclerosis implica un proceso de lesión vascular asociado con una respuesta de diferentes células del sistema inmune y estrés oxidativo. Los radicales libres o especies reactivas de oxígeno (ERO) son generados por el proceso de oxidación celular. Las ERO se forman por la reducción secuencial del oxígeno a superóxido, hidroxilo y peróxido de hidrógeno, o del óxido nítrico a peroxinitrilo33. Algunas Mecanismos moleculares implicados en los posibles efectos de los compuestos fenólicos en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares de estas reacciones dependen también de la presencia de metales de transición como el hierro y el cobre34. Los radicales libres poseen, en su estructura atómica, un electrón no apareado o impar en el orbital externo o tienen la capacidad de generar moléculas con electrones despareados. Una producción controlada de ERO resulta beneficiosa en procesos como la actividad bactericida de los fagocitos, la transducción de señales, o el mantenimiento del potencial redox dentro de la células, entre otros35. No obstante, la producción de ERO en concentraciones mayores que las que los sistemas antioxidantes son capaces de neutralizar, provoca daños oxidativos a las células e inducción de enfermedades. El organismo cuenta con sistemas enzimáticos (e.g., superóxido dismutasa, catalasa, glutatión peróxidasa o la glutatión reductasa) o no enzimáticos (CFs como catequina o la quercetina, glutatión, el ácido alfa lipoico, las vitaminas C, E, A36) para proteger a las células del daño que pueden causar los agentes oxidantes. En la fisiopatología de la aterosclerosis, el daño provocado por los radicales libres y el estrés oxidativo induce un aumento de enzimas como la ciclooxigenasa (COX) y la lipooxigenasa (LPO), implicadas en la síntesis de interleuquinas pro-inflamatorias y quimosinas. Estudios recientes, sugieren que los polifenoles podrían interactuar con los radicales libres y estabilizarlos, pudiendo evitar parte del daño celular y el desarrollo de la aterosclerosis. Los polifenoles del té, y especialmente la quercitina, inhiben las enzimas COX, catalizadoras de la producción de eicosanoides a partir del ácido araquidónico, y la LPO37. El resveratrol se podría considerar una molécula con acción antiinflamatoria por su capacidad de inhibir la biosíntesis de prostaglandinas. Así, en humanos se ha descrito que una ingestión de vino durante 15 días podría reducir el estrés oxidativo38. En otro estudio se ha sugerido que los niveles de polifenoles en sangre de individuos que habían consumido vino tinto eran inversamente proporcionales a la concentración de prostaglandina F2 en orina39. Vázquez-Agell y col.40 observaron que el consumo moderado de cava en humanos sanos podría reducir un número importante de biomarcadores inflamatorios asociados con la aterosclerosis y moléculas de adhesión en los leucocitos. Finalmente, Imhof y col.41 propusieron que el vino tinto puede reducir la MCP-1 de los monocitos en un 58%. En la misma línea, Wang-Polagruto y col.42 propusieron que los polifenoles del cacao podrán modular los mediadores inflamatorios en pacientes hipercolesterolémicas y postmenopáusicas con riesgo de enfermedad cardiovascular y aterosclerosis. Posibles efectos vasodilatadores, antitrombóticos y de reducción de la hipertensión de los compuestos fenólicos El endotelio vascular participa en el intercambio de macromoléculas, fluidos y electrolitos entre los espacios intracelulares y extracelulares, y sintetiza moléculas vasoactivas como el óxido nítrico endotelial (ON), cuyo papel podría ser fundamental en la regulación del tono vascular y manteni- 113 miento de la homeostasis a través de sus afectos antitrombóticos y antiproliferativos prostaciclin, endotelin-1, que regula la presión sanguínea, y el factor hyperpolarizador derivado del endotelio (EDHF)32, 43. Los compuestos fenólicos podrían disminuir los riesgos de la enfermedad cardiovascular incrementado la formación del ON mediante la inducción de la actividad de la ON sintetasa. En cultivos de células endoteliales de la vena umbilical de humanos, Nicholson y col.32, y Aldini y col.44 han demostrado que concentraciones fisiológicas de diferentes polifenoles, especialmente las procianidinas, aumentan la expresión de los genes codificantes para la ON sintetasa y decrecen la expresión de los genes de la endotelin-1 (proteína vasoconstrictora). Consecuentemente, estos autores sugieren que el consumo de polifenoles podría mantener la coagulación sanguínea y la respuesta inflamatoria, y regular la angiogénesis. En ratas hipertensas, Mukai y Sato45 han sugerido que el consumo de polifenoles podría atenuar el estrés oxidativo y la inflamación durante la progresión de la hipertensión, mediante la reducción de la expresión de genes como la ciclooxigenasa-2 (COX-2). En animales de experimentación, recientemente se ha descrito que la mejora en la función vascular podría estar relacionada con mecanismos dependientes del aumento de la EDHF y la proaciclin, o la reducción de la endotelin-1. Grosso modo, los polifenoles de las plantas podrían producir relajación arterial mediante el efecto del EDHF debido a la formación de aniones superóxido que activan la ruta metabólica dela PI3-Kinase/Akt. Todos estos mecanismos podrían contribuir a explicar la vasodilatación, vasoprotección y los efectos antihipertensivos de los polifenoles in vivo46. En humanos, la posible relación causal entre la ingesta de compuestos fenólicos y la mejora en la función vascular ha sido probada en algunos estudios con flavonoles monoméricos puros como la epicatequina y el galato de eqigalocatequina, administrados por vía oral19, 47, 48. Más concretamente, por ejemplo, Fisher y col.48 han sugerido que la ingestión regular de cacao enriquecido en flavanol durante 4 días (821 mg flavanol/ día) en pacientes sanos podría inducir una vasodilatación periférica debido a la activación de la ruta metabólica del ON48. Adicionalmente, la ingestión de 100 ml de bebida de cacao con un contenido alto de 3-flavanols podría incrementar la vasodilatación dependiente del endotelio, con un pico a las 2 h post-ingestión en pacientes con riesgo cardiovascular comparando con el grupo control debido al incremento de la concentración plasmática de ON49. En pacientes sanos con una dieta grasa, la consumición de 240 ml de vino tinto diarios, durante 30 días, podría invertir efectivamente la disfunción endotelial inducida por la dieta50. La suplementación oral con zumo de uva durante 2 ó 4 semanas, rico en flavonoides, podría disminuir la agregación plaquetaria, incrementar la liberación de ON y disminuir la producción de superóxido en pacientes sanos51. Mayoritariamente, la modulación de la producción de ON se podría ver afectada por los polifenoles a través de un mecanismo dependiente de calcio extracelular52. 114 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 110 - 116 Adicionalmente a estos efectos, el ON se ha asociado con propiedades anti-trombóticas53. La agregación plaquetaria tiene un rol importante en el desarrollo de la aterosclerosis, y el efecto antiagregante puede asociarse con una menor incidencia y prevalencia de la enfermedad cardiovascular. En humanos, se han visto efectos beneficiosos después de la ingestión de cacao o chocolate54, 55, zumo de uva56, 57 y cebolla58, 59 en la activación y agregación plaquetaria. Adicionalmente, recientemente se ha comprobado que el consumo moderado de bayas (ricas en ácidos fenólicos, procianidinas y antocianinas) en pacientes con riesgo vascular durante 8 semanas podría producir un cambio favorable en la función de las plaquetas60. Posibles efectos en la mejora del perfil lipídico de los compuestos fenólicos La enfermedad isquémica del corazón y la enfermedad cerebrovascular son manifestaciones de la aterosclerosis, caracterizadas por la producción de la placa de ateroma. La placa de ateroma está compuesta por LDL oxidadas, tejido fibroso y células del sistema inmune5. Existen estudios que sugieren que los compuestos fenólicos podrían ser capaces de inhibir el inicio y la progresión de la aterosclerosis debido a su habilidad para atenuar la oxidación de las LDL y las lipoproteínas en alta densidad (HLD)61-66. Así, en humanos sanos, se ha propuesto que el resveratrol, uno de los principales compuestos fenólicos en el vino, podría prevenir la oxidación de las LDL y disminuir la concentración de hidroperóxido lipídico (LPO)67. Recientemente, Castaner y col.61 han sugerido que los compuestos fenólicos del aceite de oliva podrían reducir la oxidación de las LDL, y la expresión del gen CD40L, así como aquellos genes relacionados con procesos de inflamación en humanos. En los procesos de aterosclerosis, además de la oxidación de las lipoproteínas, se produce la migración de las células del músculo liso desde la capa media a la íntima, aumentando la deposición extracelular y la adhesión al endotelio de células del sistema inmunitario que quieren eliminar las LDL oxidadas. Los compuestos fenólicos naturales parecen inhibir la migración y la proliferación de células vasculares68,69. El resveratrol podría prevenir la progresión de las células endoteliales incrementando la expresión de la proteína supresora del gen tumoral p53 y de la kinasa ciclin dependiente inhibitoria de la p2170. Los polifenoles del té verde podrían retener las células en la fase G1 del ciclo celular71 y el galato de eqigalocatequina podría inhibir la migración de células endoteliales y la proliferación induciendo apoptosis72. Los polifenoles del vino tinto también podrían disminuir la migración celular, la proliferación mediante la inhibición de la regulación de la ciclin A, la inhibición de la P38 MAPK y la ruta metabólica de la kinasa P1368. Aubets-Fusté M, et al. CONCLUSIONES Los resultados publicados hasta la fecha referentes a los posibles efectos de los compuestos polifenólicos en pacientes con enfermedad cardiovascular, contribuyen al mejor conocimiento y entendimiento de las modificaciones en la fisiopatología de dichos pacientes. Los polifenoles, presentes en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y hortalizas, así como el té y cacao, parecen presentar un gran potencial reductor y antioxidante en el organismo al interactuar con los radicales libres y estabilizarlos, pudiendo conferir un efecto benéfico a mediano y largo plazo en la prevención de enfermedades cardiovasculares. De hecho, los primeros estudios respaldan la hipótesis de que los compuestos fenólicos presentan efectos vasodilatadores, antihipertensivos, mejoran el perfil lipídico, atenúan la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad, y reducen el proceso de la inflamación endotelial. Sin embargo, con los resultados publicados hasta la fecha, no es posible definir los mecanismos moleculares exactos de los compuestos fenólicos y asociar la ingesta de polifenoles con la disminución de riesgo cardiovascular. Aún y así, dichos resultados representan interesantes descubrimientos que deben ser estudiados extensamente; pues el conocimiento de la funcionalidad de los compuestos fenólicos en pacientes con enfermedad cardiovascular puede ser útil para conseguir una manipulación terapéutica de la enfermedad mediante estrategias con suplementos dietarios enriquecidos con compuestos fenólicos. De hecho, actualmente esta falta clara de evidencia hace que el uso de compuestos fenólicos en pacientes con enfermedad cardiovascular no se pueda recomendar. Así pues, futuros estudios a gran escala, controlados en dosis, viabilidad y otras variables críticas, serán cruciales para aportar la evidencia científica necesaria, requerida para determinar la eficacia terapéutica de los compuestos fenólicos. CONFLICTO DE INTERESES Los autores declaran la no existencia de conflictos de intereses. BIBLIOGRAFÍA 1. Plaza I, Villar F, Mata P, Pérez F, Maiquez A, Casanovas JA, et al. Control de la colesterolemia en España, 2000. Un instrumento para la prevención cardiovascular. Rev Esp Card. 2000; 53(6): 815-37. Mecanismos moleculares implicados en los posibles efectos de los compuestos fenólicos en la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. Banegas J, Villar F, Graciani A, Rogríguez-Artalejo F. Epidemiología de las enfermedades cardiovasculares en España. Rev Esp Card. 2006; 6:3-12. Jánosi A. Epidemiology and prevention of cardiovascular diseases. Orv Hetil. 2005; 146(15): 683-8. Jørgensen T, Willaing I, Thomsen TF. Cardiovascular diseases. From epidemiology to prevention. Ugeskr Laeger. 2005; 167(10): 1170-3. Lahoz C, Mostaza JM. La aterosclerosis como enfermedad sistémica. Rev Esp Card. 2007; 60(2): 184-95. Dorresteijn JA, Boekholdt SM, van der Graaf Y, Kastelein JJ, Larosa JC, Pedersen TR, et al. High-Dose Statin Therapy in Patients with Stable Coronary Artery Disease: Treating the Right Patients Based on Individualized Prediction of Treatment Effect. Circulation. 2013; 127(25): 2485-93. Fu R, Sun YM, Su Y, Wu Y, Luan Y. Effect of statin therapy on plasma high-density lipoprotein-cholesterol levels is modified by paraoxonase 1 in Chinese patients with coronary heart disease. Clin Exp Pharmacol Physiol. 2008; 35(8): 982-3. Tirnaksiz E, Pamukcu B, Oflaz H, Nisanci Y. Effect of high dose statin therapy on platelet function; statins reduce aspirinresistant platelet aggregation in patients with coronary heart disease. J Thromb Thrombolysis. 2009; 27(1): 24-8. Nissen SE, Nicholls SJ, Sipahi I, Libby P, Raichlen JS, Ballantyne CM, et al. Effect of very high-intensity statin therapy on regression of coronary atherosclerosis: the ASTEROID trial. JAMA. 2006 Apr 5; 295(13): 1556-65. Radhika G, Sudha V, Mohan Sathya R, Ganesan A, Mohan V. Association of fruit and vegetable intake with cardiovascular risk factors in urban south Indians. Br J Nutr. 2008 Feb; 99(2): 398-405. Adebawo O, Salau B, Ezima E, Oyefuga O, Ajani E, Idowu G, et al. Fruits and vegetables moderate lipid cardiovascular risk factor in hypertensive patients. Lipids Health Dis. 2006; 5:14. Bazzano LA, Serdula MK, Liu S. Dietary intake of fruits and vegetables and risk of cardiovascular disease. Curr Atheroscler Rep. 2003; 5(6): 492-9. Agouni A, Lagrue-Lak-Hal AH, Mostefai HA, Tesse A, Mulder P, Rouet P, et al. Red wine polyphenols prevent metabolic and cardiovascular alterations associated with obesity in Zucker fatty rats (Fa/Fa). PLoS One. 2009; 4(5): e5557. Lagrue-Lak-Hal AH, Andriantsitohaina R. Red wine and cardiovascular risks. Arch Mal Coeur Vaiss. 2006; 99(12): 1230-5. Saremi A, Arora R. The cardiovascular implications of alcohol and red wine. Am J Ther. 2008; 15(3): 265-77. García-Alonso FJ, Jorge-Vidal V, Ros G, Periago MJ. Effect of consumption of tomato juice enriched with n-3 polyunsaturated fatty acids on the lipid profile, antioxidant biomarker status, and cardiovascular disease risk in healthy women. Eur J Nutr. 2012; 51(4): 415-24. Padilla FC, Rincón AM, Bou-Rached L. Contenido de polifenoles y actividad antioxidante de varias semillas y nueces. Arch Latinoamer Nutri. 2008; 58(3): 303-8. Balasundram N, Sundram K, Samman S. Phenolic compounds in plants and agri-industrial by-products: Antioxidant activity, occurrence, and potential uses. Food Chemistry. 2006; 99(1): 191-203. Schroeter H, Heiss C, Balzer J, Kleinbongard P, Keen CL, Hollenberg NK, et al. (-)-Epicatechin mediates beneficial effects of flavanol-rich cocoa on vascular function in humans. Proc Natl Acad Sci USA. 2006; 103(4): 1024-9. Perez-Vizcaino F, Duarte J, Jimenez R, Santos-Buelga C, Osuna A. Antihypertensive effects of the flavonoid quercetin. Pharmacol Rep. 2009; 61(1): 67-75. Kar P, Laight D, Shaw KM, Cummings MH. Flavonoid-rich grapeseed extracts: a new approach in high cardiovascular risk patients? Int J Clin Pract. 2006; 60(11): 1484-92. Engler MB, Engler MM. The emerging role of flavonoid-rich cocoa and chocolate in cardiovascular health and disease. Nutr Rev. 2006; 64(3): 109-18. 115 23. Visioli F, Davalos A. Polyphenols and cardiovascular disease: a critical summary of the evidence. Mini Rev Med Chem. 2011; 11(14): 1186-90. 24. Scalbert A, Johnson IT, Saltmarsh M. Polyphenols: antioxidants and beyond. Am J Clin Nutr. 2005; 81(1 Suppl): 215S-7S. 25. Nicholson SK, Tucker GA, Brameld JM. Physiological concentrations of dietary polyphenols regulate vascular endothelial cell expression of genes important in cardiovascular health. Br J Nutr. 2010; 103(10): 1398-403. 26. Dell’Agli M, Buscialà A, Bosisio E. Vascular effects of wine polyphenols. Cardiovasc Res. 2004; 63(4): 593-602. 27. Vita JA. Polyphenols and cardiovascular disease: effects on endothelial and platelet function. Am J Clin Nutr. 2005; 81(1 Suppl): 292S-7S. 28. Jiang F, Dusting GJ. Natural phenolic compounds as cardiovascular therapeutics: potential role of their antiinflammatory effects. Curr Vasc Pharmacol. 2003; 1(2): 135-56. 29. Bornhoeft J, Castaneda D, Nemoseck T, Wang P, Henning SM, Hong MY. The protective effects of green tea polyphenols: lipid profile, inflammation, and antioxidant capacity in rats fed an atherogenic diet and dextran sodium sulfate. J Med Food. 2012; 15(8): 726-32. 30. Arranz S, Chiva-Blanch G, Valderas-Martínez P, Medina-Remon A, Lamuela-Raventos RM, Estruch R. Wine, beer, alcohol and polyphenols on cardiovascular disease and cancer. Nutrients. 2012; 4(7): 759-81. 31. Barona J, Aristizabal JC, Blesso CN, Volek JS, Fernandez ML. Grape polyphenols reduce blood pressure and increase flowmediated vasodilation in men with metabolic syndrome. J Nutr. 2012; 142(9): 1626-32. 32. Nicholson SK, Tucker GA, Brameld JM. Effects of dietary polyphenols on gene expression in human vascular endothelial cells. Proc Nutr Soc. 2008; 67(1): 42-7. 33. Retèl J, Hoebee B, Braun JE, Lutgerink JT, van den Akker E, Wanamarta AH, Jet al. Mutational specificity of oxidative DNA damage. Mutat Res. 1993; 299(3-4): 165-82. 34. Vilar-Rojas C, Guzman-Grenfell AM, Hicks JJ. Participation of oxygen-free radicals in the oxido-reduction of proteins. Arch Med Res. 1996; 27(1): 1-6. 35. Thannickal VJ, Fanburg BL. Reactive oxygen species in cell signaling. Am J Physiol Lung Cell Mol Physiol. 2000; 279(6): 1005-28. 36. Clarkson PM, Thompson HS. Antioxidants: what role do they play in physical activity and health? Am J Clin Nutr. 2000; 72(2 Suppl): 637S-46S. 37. Vanisree M, Alexander-Lindo RL, DeWitt DL, Nair MG. Functional food components of Antigonon leptopus tea. Food Chemistry. 2008; 106(2): 487-92. 38. Pignatelli P, Ghiselli A, Buchetti B, Carnevale R, Natella F, Germanò G, et al. Polyphenols synergistically inhibit oxidative stress in subjects given red and white wine. Atherosclerosis. 2006; 188(1): 77-83. 39. Burns J, Gardner PT, O’Neil J, Crawford S, Morecroft I, McPhail DB, et al. Relationship among antioxidant activity, vasodilation capacity, and phenolic content of red wines. J Agr Food Chem. 2000; 48(2): 220-30. 40. Vazquez-Agell M, Sacanella E, Tobias E, Monagas M, Antunez E, Zamora-Ros R, et al. Inflammatory markers of atherosclerosis are decreased after moderate consumption of cava (Sparkling wine) in men with low cardiovascular risk. J Nutr. 2007; 137(10): 2279-84. 41. Imhof A, Blagieva R, Marx N, Koenig W. Drinking modulates monocyte migration in healthy subjects: a randomised intervention study of water, ethanol, red wine and beer with or without alcohol. Diabetes Vasc Dis Re. 2008; 5(1): 48-53. 42. Wang-Polagruto JF, Villablanca AC, Polagruto JA, Lee L, Holt RR, Schrader HR, et al. Chronic consumption of flavanol-rich cocoa improves endothelial function and decreases vascular cell adhesion molecule in hype cholesterolemic postmenopausal women. J Cardiovasc Pharm. 2006; 47(Suppl 2): S177-S86. 116 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 110 - 116 43. Félétou M, Vanhoutte PM. EDHF: new therapeutic targets? Pharmacol Res. 2004; 49(6): 565-80. 44. Aldini G, Carini M, Piccoli A, Rossoni G, Facino RM. Procyanidins from grape seeds protect endothelial cells from peroxynitrite damage and enhance endothelium-dependent relaxation in human artery: new evidences for cardio-protection. Life Sci. 2003; 73(22): 2883-98. 45. Mukai Y, Sato S. Polyphenol-containing azuki bean (Vigna angularis) seed coats attenuate vascular oxidative stress and inflammation in spontaneously hypertensive rats. J Nutr Biochem. 2011; 22(1): 16-21. 46. Galleano M, Pechanova O, Fraga CG. Hypertension, nitric oxide, oxidants, and dietary plant polyphenols. Curr Pharm Biotechnol. 2010; 11(8): 837-48. 47. Widlansky ME, Hamburg NM, Anter E, Holbrook M, Kahn DF, Elliott JG, et al. Acute EGCG supplementation reverses endothelial dysfunction in patients with coronary artery disease. J Am Coll Nutr. 2007; 26(2): 95-102. 48. Fisher ND, Hughes M, Gerhard-Herman M, Hollenberg NK. Flavanol-rich cocoa induces nitric-oxide-dependent vasodilation in healthy humans. J Hypertens. 2003; 21(12): 2281-6. 49. Heiss C, Dejam A, Kleinbongard P, Schewe T, Sies H, Kelm M. Vascular effects of cocoa rich in flavan-3-ols. JAMA. 2003, 290(8): 1030-1. 50. Cuevas AM, Guasch V, Castillo O, Irribarra V, Mizon C, San Martin A, et al. A high-fat diet induces and red wine counteracts endothelial dysfunction in human volunteers. Lipids. 2000; 35(2): 143-8. 51. Stein JH, Keevil JG, Wiebe DA, Aeschlimann S, Folts JD. Purple grape juice improves endothelial function and reduces the susceptibility of LDL cholesterol to oxidation in patients with coronary artery disease. Circulation. 1999; 100(10): 1050-5. 52. Li HF, Chen SA, Wu SN. Evidence for the stimulatory effect of resveratrol on Ca(2+)-activated K+ current in vascular endothelial cells. Cardiovasc Res. 2000; 45(4): 1035-45. 53. Stoclet JC, Chataigneau T, Ndiaye M, Oak MH, El Bedoui J, Chataigneau M, et al. Vascular protection by dietary polyphenols. Eur J Pharmacol. 2004; 500(1-3): 299-313. 54. Holt RR, Schramm DD, Keen CL, Lazarus SA, Schmitz HH. Chocolate consumption and platelet function. JAMA. 2002; 287(17): 2212-13. 55. Bordeaux B, Yanek LR, Moy TF, White LW, Becker LC, Faraday N, et al. Casual chocolate consumption and inhibition of platelet function. Prev Cardiol. 2007; 10(4): 175-80. 56. Freedman JE, Parker C 3rd, Li L, Perlman JA, Frei B, Ivanov V, et al. Select flavonoids and whole juice from purple grapes inhibit platelet function and enhance nitric oxide release. Circulation. 2001; 103(23): 2792-8. 57. Albers AR, Varghese S, Vitseva O, Vita JA, Freedman JE. The antiinflammatory effects of purple grape juice consumption in subjects with stable coronary artery disease. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2004; 24(11): 179-80. 58. Hubbard GP, Wolffram S, de Vos R, Bovy A, Gibbins JM, Lovegrove JA. Ingestion of onion soup high in quercetin inhibits platelet aggregation and essential components of the collagen-stimulated platelet activation pathway in man: a pilot study. Br J Nutr. 2006; 96(3):482-8. Aubets-Fusté M, et al. 59. Hubbard GP, Wolffram S, Lovegrove JA, Gibbins JM. Ingestion of quercetin inhibits platelet aggregation and essential components of the collagen-stimulated platelet activation pathway in humans. J Thromb Haemost. 2004; 2(12): 2138-45. 60. Erlund I, Koli R, Alfthan G, Marniemi J, Puukka P, Mustonen P, et al. Favorable effects of berry consumption on platelet function, blood pressure, and HDL cholesterol. Am J Clin Nutr. 2008; 87(2): 323-31. 61. Castaner O, Covas MI, Khymenets O, Nyyssonen K, Konstantinidou V, Zunft HF, et al. Protection of LDL from oxidation by olive oil polyphenols is associated with a downregulation of CD40-ligand expression and its downstream products in vivo in humans. Am J Clin Nutr. 2012; 95(5): 123844. 62. Castaner O, Fito M, Lopez-Sabater MC, Poulsen HE, Nyyssonen K, Schroder H, et al. The effect of olive oil polyphenols on antibodies against oxidized LDL. A randomized clinical trial. Clin Nutr. 2011; 30(4): 490-3. 63. Yang MY, Huang CN, Chan KC, Yang YS, Peng CH, Wang CJ. Mulberry leaf polyphenols possess antiatherogenesis effect via inhibiting LDL oxidation and foam cell formation. J Agric Food Chem. 2011; 59(5): 1985-95. 64. Ruiz-Roso B, Quintela JC, de la Fuente E, Haya J, Perez-Olleros L. Insoluble carob fiber rich in polyphenols lowers total and LDL cholesterol in hypercholesterolemic sujects. Plant Foods Hum Nutr. 2010; 65(1): 50-6. 65. Syam AF. The role of tea polyphenols in LDL oxidation. Acta Med Indones. 2007; 39(2): 65. 66. Wahyudi S, Sargowo D. Green tea polyphenols inhibit oxidized LDL-induced NF-KB activation in human umbilical vein endothelial cells. Acta Med Indones. 2007; 39(2): 66-70. 67. Brito P, Almeida LM, Dinis TC. The interaction of resveratrol with ferrylmyoglobin and peroxynitrite; protection against LDL oxidation. Free Radic Res. 2002; 36(6): 621-31. 68. Iijima K, Yoshizumi M, Hashimoto M, Akishita M, Kozaki K, Ako J, et al. Red wine polyphenols inhibit vascular smooth muscle cell migration through two distinct signaling pathways. Circulation. 2002; 105(20): 2404-10. 69. Iijima K, Yoshizumi M, Hashimoto M, Kim S, Eto M, Ako J, Liang YQ, Sudoh N, Hosoda K, Nakahara K et al. Red wine polyphenols inhibit proliferation of vascular smooth muscle cells and downregulate expression of cyclin A gene. Circulation. 2000; 101(7): 805-11. 70. Hsieh TC, Juan G, Darzynkiewicz Z, Wu JM. Resveratrol increases nitric oxide synthase, induces accumulation of p53 and p21(WAF1/CIP1), and suppresses cultured bovine pulmonary artery endothelial cell proliferation by perturbing progression through S and G2. Cancer Res. 1999; 59(11): 2596-601. 71. Kojima-Yuasa A, Hua JJ, Kennedy DO, Matsui-Yuasa I. Green tea extract inhibits angiogenesis of human umbilical vein endothelial cells through reduction of expression of VEGF receptors. Life Sci. 2003; 73(10): 1299-313. 72. Yoo HG, Shin BA, Park JC, Kim HS, Kim WJ, Chay KO, et al. Induction of apoptosis by the green tea flavonol (-)-epigallocatechin-3-gallate in human endothelial ECV 304 cells. Anticancer Res. 2002; 22(6A): 3373-8. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 117 - 122 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics www.renhyd.org REVISIÓN Aspectos nutricionales y sociales del consumo de la carne de avestruz: el caso de España a, a Alicia Aguilar *, F. Xavier Medina a Departamento de Ciencias de la Salud. Universitat Oberta de Catalunya (UOC), España. * Autor para correspondencia: Correo electrónico: [email protected] (A. Aguilar). Recibido el 13 de diciembre de 2012; aceptado el 20 de junio de 2013. Aspectos nutricionales y sociales del consumo de la carne de avestruz: el caso de España RESUMEN PALABRAS CLAVE Preferencias alimentarias; Carne; Valor nutritivo; Composición de alimentos; Struthioniformes; Avestruz. El consumo de carne de avestruz se introdujo en Europa hace relativamente poco tiempo y aun hoy es considerada como una carne exótica. No obstante, se ha valorado repetidamente su inclusión entre las fuentes habituales de proteínas de origen animal en nuestro contexto, pues en ella convergen algunas de las características nutricionales más interesantes de las carnes de aves y de las carnes rojas. Actualmente, más de diez años después del inicio del auge de su consumo, la carne de avestruz continúa recorriendo un camino que la sitúa cada vez más lejos de lo exótico para convertirse, muy lentamente, en habitual. Aunque la información sobre su composición nutricional es todavía limitada, disponemos de más datos que muestran valores de proteína bastante similares a los de otras carnes pero con una menor proporción de histidina y serina; valores de grasa próximos a los de carnes de aves bajas en grasa; valores de colesterol variables en función del corte pero similares a los de la ternera o el pollo; y un mejor perfil lipídico en comparación con los de las carnes de pavo, cordero o ternera. La información sobre su contenido en vitaminas y minerales arroja valores elevados de hierro y vitamina B12, mayores cantidades de vitamina E y Zn que otros tipos de carnes y una baja concentración de sodio. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO 118 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 117 - 122 Aguilar A, et al. Nutritional and social aspects of consumption of ostrich meat: the case of Spain ABSTRACT KEYWORDS Food preferences; Meat; Nutritive value; Food composition; Struthioniformes; Ostrich. The consumption of ostrich meat was introduced into Europe in a relatively short time. Considered even today as an exotic meat, its inclusion in the usual sources of animal protein in our context has been repeatedly assessed, because it converge some of the most interesting nutritional characteristics of poultry and red meat. Over ten years later, the consumption of ostrich meat continues crossing a road that lies increasingly away from the exotic to become very slow, in usual. Although information on their nutritional value is still limited, we have more data showing protein values quite similar to other meats but with a smaller proportion of histidine and serine; fat values close to poultry meat low in fat; cholesterol values, vary according to the court, but similar to beef or chicken, and an improved lipid profile compared to the meat of turkey meat, lamb or beef. The information on its vitamins and minerals throws elevated iron and vitamin B12, higher amounts of vitamin E and Zn than other types of meat and a low concentration of sodium. INTRODUCCIÓN En el momento actual, el incremento de enfermedades crónicas relacionadas con hábitos alimentarios considerados como inadecuados desde la perspectiva de la salud pública y entre los que se encuentra el consumo excesivo de productos animales, grasas y alimentos procesados, ha llevado a diferentes organismos e instituciones internacionales a abogar por una alimentación más vegetal y priorizar el consumo de fuentes de proteínas bajas en grasas saturadas como las legumbres, el pescado, las aves o los huevos1,2,3 ya que el consumo excesivo de carne, sobretodo roja, ha sido asociado con determinados problemas de salud como enfermedades cardiovasculares4,5,6 y cáncer 7,8. No obstante, no se puede olvidar que la carne roja supone una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, de hierro de fácil absorción y de vitamina B12 y que, durante un tiempo, en especial después de la Segunda Guerra Mundial, con el fin de evitar déficits proteicos y anemia, las políticas alimentarias de diferentes países de Europa llevaron a incrementar enormemente su producción9. Así, el consumo de productos cárnicos en los países de la UE se ha mantenido por encima de los 60 kilos por persona en los últimos 20 años y se prevé que pueda incrementarse hasta los 69 kg en 2018 10. La carne es además un producto que goza de muy buena aceptación entre los consumidores, que históricamente ha tenido una importancia muy destacable en épocas de abundancia y que ha resultado de gran eficacia simbólica en tiempos de escasez, convertido, debido a su alta valoración social, en un alimento deseado11. “la sociedad mediterránea ha sido eminentemente carní- vora, aun cuando su afición se tradujera, con demasiada frecuencia, en platos que utilizan la carne picada en un esfuerzo por multiplicar lo poco que hay y poder aprovechar los trozos menos apetitosos”. (González Turmo, 1993: 33)12. No es de extrañar, por lo tanto, que a pesar de no encontrarse entre los alimentos más baratos ni tampoco entre los más “saludables”, la carne mantenga su presencia y su nivel en la cesta de la compra. Tanto los datos de consumo como las estadísticas de gasto en alimentos y bebidas otorgan a la carne las cifras más elevadas en las demandas de los individuos13. En la Unión Europea el consumo medio de carne, productos lácteos y pescados ha aumentado de manera notable en los últimos 50 años, doblando el consumo promedio mundial14. En España, por ejemplo, más de la tercera parte del gasto de los hogares en alimentación se destina a productos de carne y pesca15. A nivel nutricional, la carne y los productos cárnicos son la primera fuente de calorías de nuestra dieta (aportan el 17% de la energía total) y son también nuestro principal contribuyente al aporte de proteínas (28%) y el segundo al aporte de grasas (23% de la grasa diaria ingerida)16 . Ante esta compleja situación, durante la última década, se ha intentado conciliar las necesidades de adaptación a las nuevas recomendaciones nutricionales y los hábitos alimentarios de la población europea, acostumbrada a un elevado consumo de carne, buscando fuentes de proteínas animales más saludables. Es aquí donde el avestruz, que ya puso un primer pie en nuestro mercado (y en Europa a nivel general) a principios del 2000, coincidiendo con la crisis de las vacas locas, podría tener la posibilidad de hacerse un hueco y pasar a formar parte de la dieta habitual de una parte de los ciudadanos17,18. Hasta el momento, los estudios sobre la composición nutricional de su carne la consideran como un producto de alto Aspectos nutricionales y sociales del consumo de la carne de avestruz: el caso de España valor nutritivo y dietético19,20 pero ¿será capaz de encontrar su hueco en nuestra cultura culinaria? ¿Su mercado está consolidado? Estas y otras preguntas van quedando abiertas paulatinamente ante una situación en proceso de evidente transformación. El objetivo de este artículo es por tanto aportar información actualizada sobre el valor nutricional de este tipo de carne y reflexionar sobre su consumo desde una perspectiva histórica reciente. El consumo de carne de avestruz en Europa: el caso de España En la actualidad, la producción mundial de carne de avestruz se sitúa alrededor de unas 12.000 a 15.000 toneladas. Alrededor del 60% de esta producción se encuentra en Sudáfrica, que cuenta asimismo con un 75% del mercado mundial de este producto18. Hasta hace un par de décadas, Sudáfrica era el único país en el mundo que criaba avestruces con fines comerciales, pero desde entonces la producción y la exportación de carne de avestruz ha crecido moderadamente y otros países como Zimbabwe, Namibia o Israel se han establecido también como productores e incluso exportadores de este tipo de carne21. En el caso de Europa, el mercado de carne de avestruz sigue siendo aún incipiente, y en buena parte ha estado basado en la importación desde terceros países (principalmente Sudáfrica). Hoy en día, la producción se sitúa principalmente en Bélgica, Francia, Italia, Portugal y España, –que ha conseguido situarse en relativamente pocos años como uno de los países más pujantes en la producción de carne de avestruz en el contexto europeo e internacional– y se está desarrollando a buen ritmo en otros como Polonia, Croacia y, en menor medida, otros países del este continental22. Aunque la instalación de la primera granja de avestruces tuvo lugar en Madrid en 199323, la mayoría de las explotaciones 119 españolas se localizan hoy en día en el Levante y el sur peninsular –desde Cataluña hasta Andalucía, e incluso Canarias– dónde se dan las mejores condiciones climáticas para su cría. En los primeros años los negocios se mantuvieron con más o menos altibajos y no fue hasta el año 2000 cuando el mercado de la carne de avestruz pudo aprovechar el vaivén socioeconómico producido por la crisis alimentaria de las “vacas locas” (EEB)17, para situar un producto nuevo en un mercado necesitado de alternativas a las muy mayoritarias carnes de vacuno, cerdo y pollo, que son las que ocupan los primeros lugares entre las preferencias de los consumidores españoles13. La gripe aviar de 2003-2004 que afectó al consumo de carne de ave a nivel internacional, provocó un retroceso significativo de lo que se había avanzado17,18. Sin embargo, desde entonces, a pesar de algunos altibajos, la carne de avestruz ha conseguido el importante logro de no ser una completa desconocida en Europa, y se ha introducido, aunque de manera todavía precaria, en el mercado alimentario de determinados países como España24, donde goza ya de una clientela reducida pero consolidada que ha ido creciendo progresivamente como puede observarse en la Figura 1. Características físicas, organolépticas y de composición nutricional de la carne de avestruz La carne de avestruz, a pesar de ser de ave, tiene una coloración rojiza similar a la de la ternera debido a la alta concentración de pigmento (22-30 µg Fe/g) y a una concentración en mioglobina más cercana a la propia de los músculos de mamíferos que al de las aves25,26. Su sabor es similar al de la ternera pero con un ligero aroma a pescado y presenta una mayor ternura y digestibilidad debido a que contiene menores niveles de grasa intramuscular y de colágeno20. Figura 1. Evolución del consumo de carne de avestruz en España entre 2004 y 2011 Fuente: elaboración propia a partir de datos Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (2004-2011). 120 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 117 - 122 Aguilar A, et al. El conocimiento sobre la composición nutricional de la carne de avestruz es todavía limitado pero los recientes estudios de Majewska et al.27 realizados en 10 tipos de músculos diferentes muestran valores de proteína bastante similares a los de otras carnes como la ternera o el pollo pero con una menor proporción de histidina y serina28. Los valores de grasa (0,9-1,34%), en cambio, se sitúan muy por debajo de los de otras carnes como las de cordero (8,79%), la de ternera (4,6%) o la de pollo (4,3%) y próximos a los de otras carnes de aves bajas en grasa como el pavo (1,19%)29. En lo que respecta al contenido en colesterol, aunque los estudios preliminares apuntaban a valores muy bajos, las nuevas investigaciones lo sitúan en valores similares a la ternera o al pollo y varían en función del corte. Así, la grasa de la espalda contiene valores más elevados (74,33 mg/100 g) y menores (49,50 mg/100 g) para la grasa del pecho30. No obstante, es interesante destacar que el perfil de ácidos grasos de la carne de avestruz resulta más beneficioso que el de las carnes de pavo, cordero o ternera. El porcentaje total de ácidos grasos saturados (SFA) respecto al total se sitúa entre el 33,31-29,88%, el de ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) entre el 39,05 -35,52% y el de ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) entre 27,64-34,60%, de entre los cuales más de un 8% corresponden a ácidos grasos de la serie omega-3 ( 3). Al margen del importante aporte de proteínas que las carnes suponen en la alimentación humana, suponen también una buena fuente de minerales, en especial de hierro y de zinc. En el caso de la carne de avestruz, el análisis general del contenido de minerales muestra un perfil más similar al de la carne de ternera que a la de pollo y destacan especialmente el contenido en hierro y zinc. En el caso del hierro los valores se sitúan alrededor de los 2,75 mg/100 g, superior a los 2,2 mg/100 g y a los 0,9 mg/100 g de la carne de ternera o de pollo respectivamente. Para el zinc, su concentración alrededor de 3 mg/100 g la sitúan por encima de cualquier otra carne de ave, aunque algo por debajo de las concentraciones encontradas en el solomillo de ternera (4,09 mg/100 g) o la carne de cordero19,29. Por el contrario, los niveles de sodio encontrados en la carne de avestruz están muy por debajo de los niveles de otras carnes como las de ternera o de pollo. Así los músculos con mayor concentración de sodio no superan los 38,7 mg/100 g frente a los 63 mg/100 g y 77 mg/100 g de las carnes de ternera o pollo respectivamente. La información sobre su contenido en vitaminas es aún limitada, pero los estudios que se han realizado hasta el momento arrojan valores de vitaminas del grupo B similares a los de la carne de ternera pero con valores más elevados en vitamina B6 (0,225 mg/100 g respecto a 0,125 mg/100 g de la carne de ternera), vitamina B12 (1,25 µg/100 g respecto a 1 µg/100 g) y vitamina E31. (Tabla 1) Posible superioridad del perfil nutricional de la carne de avestruz respecto a otras carnes Considerando las características y la composición nutricional de la carne de avestruz señaladas anteriormente podría valorarse su inclusión en las fuentes habituales de proteínas de origen animal de nuestra alimentación, pues en ella convergen algunas de las características nutricionales más interesantes de las carnes de aves y las carnes rojas. Cuenta, además, con una serie de valores añadidos. Su bajo contenido en grasa junto con el perfil de ácidos grasos de la misma, podrían hacer de dicha carne una buena opción en casos de obesidad o enfermedad cardiovascular. Dicha recomendación viene determinada especialmente por el bajo contenido en grasa, pero también por el relativo alto porcentaje de ácidos grasos 3 junto con una relación superior a 2 entre ácidos grasos insaturados frente a saturados Tabla 1. Composición química media (mg/100 g parte comestible) de diferentes tipos de carnes. Componente Avestruza Corderob Ternerab Pollob Pavob 1,12 8,79 4,6 4,3 1,19 49,5-74,33 78 59-65 69-110 45-61 MUFA+PUFA/SFAc 2,16 0,86 1,25 2,3 1,33 Fe 2,75 1,8 2,2 0,9 0,65 Grasas (g/100g) Colesterol Zn 3 2,89 3,9 0,85 1,45 Na 38,7 59,5 63 77 48,5 Vit B6 0,225 0,22 0,125 0,35 0,5 Vit B12 (µg/100g) 1,25 1 1,5 - 1,5 Vit E >0,1 0,075 0,1 0,1 - a Polawska et al (2011); b Moreiras et al (2008); c MUFA: Ácidos grasos monoinsaturados; PUFA: Ácidos grasos poliinsaturados; SFA: Ácidos grasos saturados. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Moreiras et al (2008)32 y Polawska et al (2011)19. Aspectos nutricionales y sociales del consumo de la carne de avestruz: el caso de España (MUFA+ PUFA /SFA). Ambos índices, pese a ser controvertidos33, se han relacionado frecuentemente con efectos favorables sobre la enfermedad y mortalidad cardiovascular derivados del sumatorio de posibles mecanismos protectores como la reducción de la concentración de triglicéridos sérico, efecto antitrombótico, antiinflamatorio, antiarrítmico y antiaterogénico, entre otros34. Sin menoscabo de lo dicho anteriormente, el bajo aporte de grasa la hace, sin lugar a dudas, más recomendable que muchas de las carnes más consumidas. A estos aspectos favorables para el sistema cardiovascular habría que añadirle su baja concentración de sodio. Sumaría su efecto protector en casos de hipertensión puesto que la ingesta elevada de sal se asocia con una alta prevalencia de la hipertensión y aumento de la morbilidad y mortalidad por enfermedades cerebrovasculares9. Contiene además mayores cantidades de vitamina E y Zn que otros tipos de carnes, tanto rojas como de aves. La probada relación con funciones y efecto antioxidante de estos micronutientes abren también una puerta a valorar sus posibles beneficios con la prevención del envejecimiento, el cáncer o el sistema cardiovascular35,36,37. Finalmente, los elevados contenidos de hierro y vitamina B12 que presentan la harían también especialmente recomendable en situaciones fisiológicas en las que se requiera un mayor aporte de hierro, como en el embarazo o la adolescencia, o en situaciones de anemia38. No obstante, hace falta todavía mucha investigación sobre los efectos del consumo de este tipo de carne de manera habitual y sus efectos generales sobre el organismo. De momento, estudios en el metabolismo lipídico de las ratas no han mostrado diferencias significativas en los niveles séricos de lipoproteínas ni transaminasas hepáticas en animales alimentados con carne de avestruz o de ternera39. Habría que valorar también qué impacto podría tener el incremento de su demanda en la producción (impacto medioambiental, por ejemplo), en la forma de cría (legislaciones locales sobre su estabulación o su cría en semilibertad por ejemplo), en el tipo de alimentación y en los sistemas de producción y conservación de la carne y cómo todo ello podría afectar sus características organolépticas y nutricionales26,40. en sodio, su perfil lipídico cardiosaludable, su elevada concentración de hierro y vitamina B12 y sus valores superiores de zinc y vitamina E. Muchos de estos factores, junto a la demanda de los consumidores sobre el menor contenido en materia grasa de los productos cárnicos y su consolidación en el mercado, se combinan para proporcionar oportunidades significativas para el futuro de la carne de avestruz, pudiendo pasar a ocupar una parte de la cuota de mercado de la carne roja y ofrecer al consumidor una mayor variedad. No obstante, no se puede olvidar que un nuevo alimento no llega a incorporarse a la cotidianidad alimentaria de la población, si no encuentra su lugar dentro del sistema culinario, por muy recomendado que esté por especialistas dietéticos ni por mucho que se invierta en publicidad12. En este sentido, la carne de avestruz cuenta aún con un importante hándicap a nivel social ya que pertenece a una de las familias de productos que encuentra mayor resistencia a la innovación41, con un precio menos asequible y con poca tradición culinaria, sobre todo en los hogares. CONFLICTO DE INTERESES Los dos autores expresan que no hay conflictos de intereses al redactar el manuscrito. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. CONCLUSIONES La carne de avestruz podría presentarse hoy en día y a falta de datos sobre su consumo habitual a largo plazo, en términos nutricionales, como una alternativa más saludable a la carne de ternera, por su menor contenido en grasa y 121 7. 8. Bender A. Meat and meat products in human nutrition in developing countries. Food and nutrition paper 53 FAO.1992. Kushi LH, Doyle C, McCullough M, Rock CL, Demark-Wahnefried W, Bandera EV, et al. American Cancer Society Guidelines on Nutrition and Physical Activity for Cancer Prevention: reducing the Risk of Cancer With Healthy Food Choices and Physical Activity. CA Cancer J Clin. 2012; 62(1): 30–67. Bach-Faig A, Berry EM, Lairon D, Reguant J, Trichopoulou A, Dernini S, et al. Mediterranean diet pyramid today. Science and cultural updates. Public Health Nutrition. 2011; 14(12A): 2274–84. Alexander DD, Mink PJ, Cushing CA, Sceurman B. A review and meta-analysis of prospective studies of red and processed meat intake and prostate cancer. Nutr J. 2010; 9:50. Norat T, Lukanova A, Ferrari P, Riboli E. Meat consumption and colorectal cancer risk: Dose-response meta-analysis of epidemiological studies. Int J Cancer. 2002; 98(2): 241–56. Butler LM, Sinha R, Millikan RC, Martin CF, Newman B, Gammon MD, et al. Heterocyclic amines, meat intake, and association with colon cancer in a population-based study. Am J Epidemiol. 2003; 157(5): 434-45. Babio N, Sorlí M, Bulló M, Basora J, Ibarrola-Jurado N, Fernández-Ballart J, et al. Association between red meat consumption and metabolic syndrome in a Mediterranean population at high cardiovascular risk: cross-sectional and 1-year follow-up assessment. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2012; 22(3): 200-7. Micha R, Wallace SK, Mozaffarian D. Red and processed meat consumption and risk of incident coronary heart disease, stroke, and diabetes: A systematic review and meta-analysis. Circulation. 2010; 121(21): 2271-83. 122 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 117 - 122 World Health Organization (WHO). CINDI dietary guide. Denmark: WHO Regional Office for Europe; 2000. [Consultado en línea: 4/07/2011]. Disponible en: http://www.euro.who. int/__data/assets/pdf_file/0010/119926/E70041.pdf Organization for de Economic Co-operation and Developement (OCDE), Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO). OECD-FAO agricultural Outlook 2009-2018. París: OECD-FAO; 2009. [Consultado 15/01/2013]. Disponible en: http://www.oecd.org/site/oecdfaoagriculturaloutlook/43040036.pdf Medina, FX. Cows, Pigs, and... Witches! On meat, diet and food in the mediterranean area. In: Hubert A and Avila R, editors. Estudios del Hombre, 19. México: Universidad de Guadalajara; 2005. p. 155-64. González-Turmo I. El Mediterráneo, dieta y estilos de vida. En González-Turmo I, Romero de Solís P, editores. Antropología de la alimentación: ensayos sobre Dieta Mediterránea. Sevilla: Consejería de Cultura. Fundación Machado; 1993. p. 33. Martin Cerdeño VJ. Consumo de carne y productos cárnicos: Evolución y tendencias más recientes. Distribución y Consumo 9. Mercasa; 2010 [consultado el 15 noviembre de 2012]. Disponible en: http://www.mercasa.es/files/multimedios/ pag_005-023_martin_cerdeno.pdf Netherlands Environmental Assessment Agency PBL. The Protein Puzzle, the consumption and production of meat, dairy and fish in the European Union. Netherlands: Bilthoven/ the Hague; 2011. [consultado el 15 noviembre de 2012]. Disponible en: http://www.pbl.nl/en/publications/2011/ Alimentación en España 2011. Informe sobre Producción, Industria, Distribución y Consumo de Alimentación en España. Madrid: Mercasa; 2011. [consultado el 15 noviembre de 2012]. Disponible en: http://www.munimerca.es/mercasa/ alimentacion_2011/pdfs/pag_247-282_Carne.pdf Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Evaluación nutricional de la población adulta española 2009-2010. Sobre datos de la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (ENIDE). Madrid: AESAN; 2011. Medina, F.X. Consumo de carne y crisis alimentarias en España. In Medina FX (ed.). Reflexions sobre les alimentacions contemporànies. Barcelona: EdiUOC; 2011. Department of Agriculture, Forestry and Fisheries of the Republic of South Africa. A Profile of the South African Ostrich Market Value Chain. Arcadia, Pretoria: Department of Agriculture, Forestry and Fisheries of the Republic of South Africa; 2011. Polawska J,Marchewka J, Cooper RG, Sartowksa K, Pomianowski J, Józwik A, et al. The ostrich meat-an updated review. II. Nutritive value. Anim Sci Pap Rep. 2011; 29(2): 89-97. Polawska J, Marchewka J, Cooper RG, Sartowksa K, Pomianowski J, Józwik A, et al. The ostrich meat-an updated review. I. Physical characteristics of ostrich meat. Anim Sci Pap Rep. 2011; 29(2): 5-18. Benson F, Holle D. The World Ostrich Industry Today. Blue Mountain Ostrich Nutrition E-Bulletin, 93; 2003. [consultado el 15 noviembre de 2012]. Disponible en: http://www.bluemountain.net/bulletin/bullet93.pdf Carbajo E. Producción de avestruces, en 3er Symposium Internacional Aves Corredoras, Madrid 14-16 de octubre de 2005 (informe no publicado). Carbajo E. El avestruz en España. En Buxadé C. (Coord.) Producción del avestruz. Aspectos clave. Madrid: Mundiprensa; 2002. Aguilar A, et al. 24. Martin Cerdeño, VJ. Consumo de productos avícolas en los hogares españoles. Distribución y Consumo 123 [Internet] Mayo-Junio 2012 [consultado el 15 noviembre de 2012] Disponible en: http://www.mercasa.es/files/multimedios/ pag_005-023_martin_cerdeno.pdf 25. Naude RT, Van Ragensburg AJJ, Smit MC, Stiemie S, Dreyer JH, Rossouw EJ. Muscle and Meat Characteristics of Ostrich Carcass. South Africa: Monograph, Animal And Dairy Research Institute Irene; 1979. 26. Sales J. Histological, biophysical and chemical characteristics of different ostrich muscles. J Sci Food Agric. 1996; 70(1): 10914. 27. Majewska D, Jakubowska M, Ligocki M,Tarasewicz Z, Szczerbinska D, Karamucki T, Sales J. Physicochemical characteristics, proximate analysis and mineral composition of ostrich meat as influenced by muscle. Food Chemistry. 2009; 117(2): 207-11. 28. Sales J. Ostrich meat research: an update. Proceedings of World Ostrich Congress, Warsaw, Poland, September 26-29 2002 pp: 148-160. 29. Karakök SG, Ozogul Y, Saler M, Ozogul F. Proximate analysis. Fatty cid profiles and mineral contents of meats: A comparative study. J Muscle Foods. 2010; 21(2): 210-23. 30. Horbanczuk JO, Malecki I, Cooper RG, Józwik A, Klewiec J, Krzyzewski J, et al. Cholesterol content and fatty acid composition of two fat depots from slaughter ostriches (Struthio cameleus) aged 14 months. Anim Sci Pap Rep 2004; 22(2): 247-51. 31. Karlina D, Kivite J. The nutritional value of ostrich meat produced in Lavia. Proceedings of the XIV World Ostrich Congress. Riga, Lavita 19-20 October 2007, 83-85. 32. Moreiras O, Carbajal A, Cabrera L, Cuadrado A. Tablas de Composición de alimentos. 4ªed. Madrid: Pirámide; 2008. 33. Harris WS. The omega-6/omega-3 ratio and cardiovascular disease risk: uses and abuses. Curr Atheroscler Rep. 2006 Nov; 8(6): 453-9. 34. Gómez Candela CV. Loria Kohen LM, Bermejo López S, Palma M. Evidencia científica en el consumo de omega- 3 en la salud cardiovascular. Importancia de la relación omega 6/omega 3. Alim Nutri Salud. 2010; 17(2): 33-40. 35. Anderson RA, Roussel AM, Zouari N, Mahjoub S, Matheau JM, Kerkeni A. Potential antioxidant effects of zinc and chromium supplementation in people with type 2 diabetes mellitus. J Am Coll Nutr. 2001; 20(3): 212–8. 36. Ye Z, Song H. Antioxidant vitamins intake and the risk of coronary heart disease: meta-analysis of cohort studies. Eur J Cardiovasc Prev Rehabil. 2008; 15(1): 26–34. 37. Llacuna L, Mach N. Papel de los antioxidantes en la prevención del cáncer. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2012; 16(1): 16-24. 38. Hernández Ruiz de Eguílaz M, Panizo C, Navas-Carretero S, Martínez JA. Anemia ferropénica: estrategias dietéticas para su prevención. Act Diet. 2010; 14(2): 67-71. 39. Carvalho-Filho EV, Costa MJ, Bion FM, Silva JA. Effect of the daily consumption of ostrich and bovine meat on the lipid metabolism in rats. Ciênc Tecnol Aliment. 2011; 31(1): 72-7. 40. Bingol EB,Ergun O. Effects of modified atmosphere packaging (MAP) on the microbiological quality and shelf life of ostrich meat. Meat Sci. 2011; 88(4): 774-85. 41. Observatorio del Consumo y la Distribución Alimentaria. Monográfico sobre Productos Novedosos [Internet]. 2006 [consultado el 15 noviembre de 2012] Disponible en: http:// www.magrama.gob.es/es/alimentacion/temas/consumo-ycomercializacion-y-distribucion-alimentaria/prod_novedosos_ tcm7-8074.pdf Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 123 - 128 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics www.renhyd.org ESPECIAL Productos dietéticos singulares (1900-1950) (II): cientificismo y publicidad a, Josep Boatella * a Departamento de Nutrición y Bromatología, Facultad de Farmacia, Universitat de Barcelona (UB), España. * Autor para correspondencia: Correo electrónico: [email protected] (J. Boatella). Recibido el 21 de febrero de 2012; aceptado el 7 de junio de 2013. Productos dietéticos singulares (1900-1950) (II): cientificismo y publicidad RESUMEN PALABRAS CLAVE Productos dietéticos; Fórmulas infantiles; Como continuación del artículo “Productos dietéticos singulares (1850-1950)” (Act Diet. 2009; 13: 27-30), en este trabajo se comentan distintos productos dietéticos elaborados durante el período 1900-1950, en España. En esta ocasión, la singularidad de los mismos se centra en aspectos relacionados con su formulación (no declarada, eficacia dudosa, errónea en base a los conocimientos actuales, etc.) o bien, con las estrategias publicitarias utilizadas. Publicidad; Historia. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO 124 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 123 - 128 Boatella J, et al. Peculiar dietetic products (1900-1950) (II): scientism and advertising ABSTRACT KEYWORDS Dietetic foods; Infant formulas; As a continuation of the article “Peculiar dietetic products (1850-1950)” (Act Diet. 2009; 13: 27-30), this paper discusses various dietetic foods developed in Spain during the period 19001950. This time, the uniqueness of them focuses on aspects of their formulation (unreported, doubtful effectiveness, erroneous based on current knowledge, etc..) or with the advertising strategies used. Advertising; History. IntroducCIÓN Una revisión crítica de los preparados relacionados con la terapéutica bromatológica comercializados durante diferentes épocas y realizada en base a los conocimientos y visión actuales, revela numerosos ejemplos de interés, a la vez que invita a la reflexión sobre aspectos asociados a su formulación y uso. Desde la etapa de la industrialización del medicamento, puede observarse la existencia de un proceso evolutivo y paralelo de los productos dietéticos que se inicia con algunas fórmulas magistrales de la segunda mitad del siglo XIX, seguida de los remedios secretos y los específicos de importación, las especialidades farmacéuticas y los alimentos-medicamentos1 e incluso, hasta los actuales complementos alimenticios. Este proceso va asociado, lógicamente, al avance de los conocimientos sobre la nutrición y de la utilización y efectos de los nutrientes y otros compuestos activos presentes en los alimentos. Pero también pone de manifiesto la importancia de las campañas publicitarias, en ocasiones intensivas, la transformación de algunos de estos productos en artículos de consumo y los problemas que, en ocasiones, planteaba la no comprobación de la efectividad de los mismos. En un artículo anterior2, se comentaron algunos ejemplos de este tipo de preparados elaborados durante la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX que, por sus características, podían calificarse como singulares. Como continuación, en este trabajo se analizan otros productos pertenecientes al mismo período, que son ejemplos evidentes de los aspectos indicados, ya sea por su formulación (no declarada, inadecuada, sin justificación ni evidencia científica de sus efectos, innovadora, etc.) o por las características de la publicidad utilizada (formato, tipos de mensajes, conceptos utilizados, etc.). La formulación Durante la primera mitad del siglo XX, se produjeron importantísimos avances relacionados con la nutrición y las ciencias de los alimentos que comportaron la aparición de numerosos alimentos y preparados dietéticos. Sin embargo, algunos de ellos, si bien podían considerarse como verdaderas innovaciones, su diseño no siempre estaba justificado e incluso, en ocasiones, fundamentado en aspectos que hoy podrían considerarse erróneos. Por una parte, quedaban todavía algunas reminiscencias de antiguos formularios como son por ejemplo la denominada “Leche hipotensora”, elaborada durante los años 30 (Granja Marinette) mediante adición de extractos de Allium sativum a la leche condensada, la “Algarrosina” (harina de Ceratonia siliqua) recomendada como astringente (Lab. Cidan) o “Belloto” (harina de especies de Quercus) como hipoquinético (Lab. Aristegui), etc. En otro extremo, podrían situarse los denominados “alimentos compuestos”, reconstituyentes, con un elevado valor nutritivo y en los que se buscaba el máximo aporte de nutrientes. Destacaron en este sentido “Ruamba” (Lab. P. Viñas), Alimento Eles (Cardona & Raso), Rizcoa, Banania (Louit Frères & Cie.), Vitamin fruit-puré (Santiveri S.A.) o “Baca Malt” (Dietéticos Max), en cuya composición figuraban los siguientes ingredientes: “yema de huevos frescos, leche, extracto de malta, cacao, extracto de aceite hígado de bacalao e hipofosfitos”. Como ejemplo destacado de formulaciones que en base a los conocimientos actuales podrían considerarse como polémicas, merece destacarse el de los fitatos. Efectivamente, durante las décadas de los años 30-40, aparecieron numerosos preparados cuyo ingrediente fundamental era el inositol hexafosfato (ácido fítico) o sus sales (fitato y fitina). La eficacia de esta medicación se apoyaba en el hecho de constituir un aporte de fósforo “orgánico” (vegetal) en 125 Productos dietéticos singulares (1900-1950) (II): cientificismo y publicidad contraposición a la terapia con fósforo inorgánico, tan profusamente utilizada hasta entonces en el tratamiento del raquitismo, la tuberculosis, anemia, etc., bajo la forma de hipofosfitos. Si bien estos compuestos, habían sido descubiertos en 1872 por Pfeffer en las semillas de algunos vegetales, no fue hasta 1914 cuando Anderson estableció su estructura. A partir de entonces, se les atribuyeron efectos beneficiosos hasta que estudios posteriores, pusieron de manifiesto la capacidad del ácido fítico para formar sales insolubles con cationes divalentes (calcio, magnesio, zinc, magnesio, etc.) disminuyendo de esta forma la biodisponibilidad de los mismos (y en consecuencia también del fósforo) y por ello, pasaron a ser considerados como antinutrientes. Actualmente se otorga de nuevo un gran interés a estos compuestos, dados sus posibles efectos beneficiosos en la prevención del cáncer de colon, como antioxidantes, protección contra la degeneración grasa del hígado, la diabetes, etc.3, 4. Algunos ejemplos de preparados con este tipo de ingredientes, fueron: “Forgana” (“Inositofosfato de calcio y magnesio completamente asimilable, extraído con un método patentado… el fósforo orgánico contenido es… forma mas asimilable) (Instituto Farmacológico Latino), “Vitophos”, “… un preparado a base de ácido inositahexa-fosfórico, sales de calcio y magnesio, vitaminas A,B,D y E…”4, “Fitina” (“…22% de fósforo orgánico asimilable y 11% de calcio y magnesio…”) (Ciba S.A.) (Imagen nº 1), “Fósforo Ferrero” (“…complemento alimenticio… la naturaleza proporciona los alimentos indispensables para recuperar las energías… una gran tasa de fósforo orgánico totalmente asimilable…”), etc. Otro ejemplo es el de la relación entre el uso de antibióticos y el crecimiento infantil. Los trabajos de Folkers y de Smith y Parker (1948) sobre el aislamiento y purificación de la vitamina B12, representaron un avance muy importante en la terapia antianémica. Relacionado con ello y en el ámbito de la farmacología veterinaria, apareció el concepto de “Animal protein factor”, como consecuencia de la observación del efecto de los extractos de hígado sobre el crecimiento de determinados microorganismos. Mas tarde, Ott y después Lillie, comprobaron que la vitamina B12 se comportaba como un factor de crecimiento, al igual que algunos aminoácidos (lisina) y antibióticos (penicilina, aureomicina, terramicina y estreptomicina). En consecuencia y a partir de entonces, la utilización de antibióticos, se convirtió en una práctica generalizada en la alimentación animal, justificada entonces, por la modificación de la flora intestinal que provoca su administración5-8. Pero los antibióticos, también se utilizaron como promotores de crecimiento en terapéutica humana y así, como ejemplo, a principios de los años 50 apareció un preparado denominado “Trofolón” (Lab. Almirall S.A.), cuya fórmula era la siguiente: 200.000 U.I. de penicilina G. potásica y 200 gammas de vitamina B12, por comprimido. Este preparado se justificaba de la forma siguiente: “La gran actividad eutrófica observada desde 1948 con los antibióticos en vegetales y animales, ha dado pie a experimentación en clínica humana de diversos autores franceses y anglosajones que han demostrado que los antibióticos y en especial la penicilina por vía oral (sola y asociada a la vitamina B12) incrementan el tropismo, apetito y desarrollo de los niños y adultos”. En el caso de los lactantes, las indicaciones de este medicamento eran la hipotrofia, atrepsia y anorexia, retrasos de crecimiento, síndromes post-infecciosos para niños y delgadez, convalecencias y “desmetabolismo” en el caso de adultos (Imagen nº 2). También durante estos años, apareció en el mercado español un preparado de uso veterinario elaborado por Laboratorios Ulta S.A. en la composición del cual, figuraba un ingrediente denominado “anfivirasa”, para el que el año 1953, se presentó una solicitud de patente de invención (nº 208486) para un “Procedimiento químico de fabricación de polipéptidos”. Este ingrediente, se anunciaba como un “factor de crecimiento” (“…y llamó poderosamente la atención… que los animales… además de despertárseles un apetito casi voraz, presentaban una gran vivacidad y un proceso Imagen 1. Publicidad (papel secante) de Fitina (década de los años 50). 126 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 123 - 128 Boatella J, et al. de crecimiento casi exagerado”), pero sobre el que no se ofrecía información sobre sus características, si bien en la publicidad se destacaba “…con su potencialidad rectora y reguladora de los fenómenos de reconstrucción orgánica… íntimamente ligada a su función enzimática… interviniendo en los fenómenos denominados metabolismo intermediario de las grasas e hidratos de carbono… realza extraordinariamente la actividad de las vitaminas…”9. La anfivirasa era también uno de los ingredientes (“asociación sinérgica de penicilinas, sulfamidas y anfivirasa”) de un preparado denominado Sinergiamin, elaborado por el mismo laboratorio. A mediados de la década de los años 50, este compuesto también entró a formar parte de preparados destinados a la alimentación infantil (“Hallazgo científico, superación técnica, innovación alimenticia”) en Anfimón primero y Lacto-Anfimón y Plasfimón, después. En la relación de ingredientes de este último, aparecía, finalmente, una descripción de la anfivirasa (“factor de crecimiento, proporciona en cantidades óptimas 20 aminoácidos entre los que destacan los 9 esenciales, imprescindibles para el normal desarrollo, además de ácido siálico y catalasa de beneficioso efecto enzimático, antiinfeccioso y antitóxico”). Después de intensos debates sobre la eficacia del producto (años 1975 y 1984), los informes del Codex Alimentarius, de la ESPGAN y las reglamentaciones nacionales sobre productos destinados a la alimentación infantil, comportaron la eliminación de la anfivirasa como ingrediente de este tipo de preparados 10. Imagen 2. Publicidad (hoja inserción) de Trofolón (década de los años 50). Imagen 3. Publicidad (anuncio) de la Harina Plástica11. La publicidad Desde los primeros años del XX, aparecieron en la prensa española distintas campañas publicitarias relacionadas con preparados de uso dietético. Las principales estrategias empleadas eran la utilización del secreto de la fórmula con el fin de despertar el interés y curiosidad del público, de opiniones de profesionales de la medicina o bien de conceptos científicos novedosos, de aplicación, en ocasiones dudosa, al producto. La publicidad de la “Harina plástica”, constituye un ejemplo emblemático del primer grupo. Efectivamente, durante el corto período comprendido entre los años 1899 y 1901, aparecieron en diversos periódicos de la época (Heraldo de 127 Productos dietéticos singulares (1900-1950) (II): cientificismo y publicidad Madrid, El Español, El Imparcial, El Liberal, La Vanguardia, etc.), anuncios de un preparado denominado “Harina plástica” (Imagen nº 3) para el que Teodoro Llopis, había solicitado un registro de marca (nº 7714) durante el año 1900. En uno de estos anuncios podía leerse: “Gebken, con su notabilísima composición…, consiguió el gran desiderátum: curar sin damnificar en lo mas mínimo el organismo del paciente. Se recomienda… para curar la tos y todas las molestias de garganta y vías respiratorias… siendo su base un producto alimenticio a más de pectoral, constituye un poderoso reconstituyente y puede por tanto, recomendarse a las personas débiles, raquíticas y convalecientes”11. Poco se sabe de su composición, no especificada en ninguno de los numerosos mensajes publicitarios utilizados en los que, en ocasiones, se anunciaba como un alimento y en otras, como un remedio para la garganta. Pero la curiosidad de este preparado radica, no tanto en los componentes de la fórmula, sino en la publicidad que acompañó a su efímera vida comercial. Efectivamente, el lanzamiento de este remedio se apoyaba con unas rimas, algunas de las cuales, y esta es una cuestión objeto de polémica, se atribuyen, ni mas ni menos que a Ramón de Valle Inclán. Sirvan para ilustrar este aspecto, los siguientes ejemplos: ocasiones con confusión de magnitudes), proteínas (“…en la leche condensada hasta 18 proteínas”) (La Lechera, 1959), aminoácidos, levaduras (…¡La levadura es la vida!...) (Tabletas levadura de Irving, Agentes Uriach y Cª, 1926), etc., o incluso, en ocasiones, se utilizaron conceptos incomprensibles y sin significado alguno, como es el caso del caldo Sumoi (“proteína 20,5%, grasa 8,6% , yodosificado 1,5%”) (Productos Sumol, 1938). Un ejemplo interesante es el de la utilización del concepto de “unidades alimenticias”, frecuente durante las primeras décadas del siglo XX, como forma de expresar (y comparar) el valor nutritivo de los alimentos (p. ej. Harina lacteada Nestlé, Ruamba, Soyolk, etc.). Inicialmente, tuvo mucha aplicación en alimentación animal y se generó a partir del “equivalente en heno”, establecido por A. Thaer en 1810 y de las “unidades hidratos de carbono” utilizadas por Wolff y Lehamn en 1876. En base a ello, Kellner (1900), Armsby (1902) y Hanson (1913) propusieron la utilización de las “unidades almidón”, “rendimiento energético” y de “unidades alimenticias”, respectivamente 14, 15. Sin embargo, su aplicación a productos dietéticos presentaba una notable complejidad a la vez que introducía una gran confusión en los mensajes publicitarios (Imagen nº 4)16. “Retorciendo la filástica un cordelero enfermó; pero al punto se curó. ¿Cómo? Con la Harina Plástica.” “En toda onomástica yo os digo: ¡Comed, bebed! ¡Atracaos! Absorbed la dosis de Harina Plástica” R. Baroja atribuía la autoria de estos versos a Valle Inclán, encargado por el inventor de la Harina, para competir en la prensa con el famoso “Jabón de los príncipes del Congo”. Rodrigo12, reproduce la explicación que, durante su visita a Barcelona, D. Ramón realizó sobre este asunto: “… un día se me acercó el inventor de un producto digestivo y me ofreció diez pesetas por una composición poética que había de aparecer en el Nuevo Mundo…”. No obstante, un nieto suyo, Joaquín del Valle Inclán Alsina, refuta esta posibilidad que califica de un verdadero bulo13. En relación con la utilización de conceptos científicos, podrían encontrarse numerosos ejemplos, siempre asociados a avances producidos durante este período. Así, en el ámbito de la nutrición, abundaron los anuncios que utilizaban conceptos relacionados tales como “factores de crecimiento”, equivalencias nutricionales (“…tan rico como la carne en principios nutritivos”) (Phoscao, 1932), vitaminas (“…16 vitaminas esenciales para la salud”) (La Lechera, 1959), calorías (en Imagen 4. Publicidad (anuncio) de Harina Lacteada Nestlé 16. 128 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 123 - 128 Por lo que a los avances tecnológicos se refiere, no eran infrecuentes mensajes que utilizaban términos de este ámbito tales como esterilización, como en el caso del denominado “Vino de la Monja” (Vino añejo “esterilizado”) (Bodegas Batallé, 1914), recomendado como “indispensable para corregir las enfermedades del estómago” , la “pastorización”, refinado (“… es una sustancia margárica refinadísima”) (Tulipán, Agra S.A., 1952), concentración (“… concentración al vacío de legumbres”) (Caldo Gallina Blanca, 1937), etc. Pero sin duda, uno de los conceptos más destacados fue el de la irradiación de alimentos. A pesar de las connotaciones actuales del término, el concepto de irradiación de los alimentos tuvo una gran importancia a partir de la segunda década del siglo XX, al comprobarse el efecto de las radiaciones ultravioleta sobre la molécula del ergosterol, transformándola en vitamina D. A finales del siglo XIX y principios del XX, diferentes autores Kassowitz (1884), Palm (1890), Raczynski (1912) y Huldschinsky (1919), pusieron de manifiesto la importancia de las radiaciones solares primero y de la luz ultravioleta después, en el tratamiento del raquitismo, hecho que fue confirmado definitivamente por Chick y colaboradores en 1922. Huildschinsky pudo comprobar que el raquitismo podía curarse gracias a la aplicación de las radiaciones ultravioleta directamente sobre la piel de los enfermos, o bien sobre determinados alimentos. Entonces, diferentes equipos investigaron la naturaleza de los compuestos activados mediante este procedimiento, hasta que pudo comprobarse que se trataba de una “impureza” de carácter liposoluble, presente en la fracción insaponificable y denominada ergosterina17. En consecuencia, este tratamiento se aplicó a diversos productos con objeto de mejorar su valor nutritivo. En nuestro país, destacan en este sentido las harinas irradiadas Artiach, pero con anterioridad, durante los años 1930, se comercializó un preparado denominado “Calcigenol irradiado” (Lab. Dr. Pinard) que “por su composición en fosfato cálcico (extraido de los huesos)... un coloide perfecto… totalmente asimilable por vía bucal…”, citada por Raynal18 dentro del conjunto de medicamentos (irradiados), antirraquíticos, que durante aquellos años se exponían a las radiaciones ultravioletas. CONFLICTO DE INTERESES El autor declara que no existen conflictos de intereses en el momento de redactar el presente artículo. Boatella J, et al. BibliograFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Rodríguez R, González A. Entre el arte y la técnica. Los orígenes de la fabricación industrial del medicamento. Estudios sobre la ciencia nº 38. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); 2005. Boatella J. Productos dietéticos singulares (1850-1950). Act. Diet. 2009; 13(1): 27-30. Maga JA. Phytate: its chemistry, occurrence, food interactions, nutritional significance, and methods of analysis. J. Agric. Food Chem 1982; 30(1): 1-9. Prieto RM, Fiol M, Perello J, Estruch R, Ros E, Sanchis P, et al. Effects of Mediterranean diets with low and high proportions of phytate-rich foods on the urinary phytate excretion. Eur J Nutr 2010; 49(6): 321-6. PubMed PMID: 20108098. Martínez A. Vitophos: Un agente fósforo-vitamínico. Barcelona: Tip. Santiago Vives; 1929. Stokstad EL, Jukes TH, et al. The multiple nature of the animal protein factor. J Biol Chem 1949; 180(2): 647-54. PubMed PMID: 18135798. Slinger SJ, Gartley KM, Pepper WF, Dc HILL. The influence of animal protein factor supplements and antibiotics on the incidence and severity of white feathers in turkeys. J Nutr 1951; 43(3): 345-55. PubMed PMID: 14851049. Katz E, Demain AL. The peptide antibiotics of Bacillus: chemistry, biogenesis, and possible functions. Bacteriol Rev 1977; 41(2): 449-74. PubMed PMID: 70202. Gallego A. Los antibióticos como factor de crecimiento animal. Madrid: Instituto de Farmacología; 1957. Boatella J, Hernández A. Història d’un “factor de creixement”: l’ “Anfivirasa”. El valor i la utilitat de las hemeroteques digitals. Rev. Soc. Catalana Hist. Farm 2010; 5(14): 7-20. Harina Plástica. La Vanguardia. 16 de noviembre de 1900; 3. Rodrigo A. Las tertulias mas influyentes que las universidades. La Vanguardia Española. 28 de febrero de 1976, 45. Valle-Inclán J. Valle-Inclán, la harina plástica y el tópico. Cuadrante: Revista cultural da “Asociación Amigos de ValleInclán” 2008; 17: 12-16. Revuelta L. Bromatologia zootécnica y alimentación animal. Barcelona: Salvat; 1953. Renom JJ. Estudio analítico-bromatológico de los subproductos de la fábrica de cerveza. Anales de Bromatologia 1954; 4(VI): 455-472. Comparando el valor nutritivo de. La Vanguardia. 12 de diciembre de 1926, 8. Boatella J. Oleum jecoris aselli: la búsqueda del principio activo de un “alimento” funcional. Rev. Soc. Catalana Hist. Farm 2010; 5(13): 9-20. Raynal C. Medicaments irradiés, sources de santé. Rev. Histoire de la Pharmacie 2011; 59(369): 53-70. Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 129 - 136 Revista Española de Nutrición Humana y Dietética Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics www.renhyd.org ESPECIAL “Come, calla y ponte al sol”. Del refrán popular al conocimiento de la vitamina D a b, c Rafael Crovetto-Martínez , Adelina Martínez-Rodríguez *, Julia Fernández-Alonso a Profesor del Departamento de Estomatología de la UPV/EHU), País Vasco, España . b Profesora Titular del Departamento de Enfermería de la EPV/EHU, País Vasco, España c Diplomada en Nutrición y Dietética, profesional libre, España. * Autor para correspondencia: Correo electrónico: macdlt@telefónica.net (A. Martínez-Rodríguez). Recibido el 17 de julio de 2012; aceptado el 26 de abril de 2013. “Come, calla y ponte al sol”. Del refrán popular al conocimiento de la vitamina D RESUMEN PALABRAS CLAVE Hipovitaminosis D. Dieta; Radiación ultravioleta B; Paremiología. La lengua española es rica en refranes, muchos de los cuales hacen referencia a la alimentación y a la salud. La intención de este artículo es evaluar la certeza de algunos de esos refranes populares que relacionan la salud y la enfermedad con el sol. Se exponen los conocimientos actuales acerca de la vitamina D, su síntesis y sus mecanismos de acción. El profesional de enfermería debe identificar qué sujetos tienen riesgo de hipovitaminosis D, y prevenirla con soluciones nutritivas, ya que la sobreexposición solar no es una medida adecuada debido a los efectos secundarios de la radiación ultravioleta B, lo que contradice el conocimiento derivado de determinados refranes y proverbios españoles clásicos. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO 130 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 129 - 136 Crovetto-Martínez R, et al. “Eat, shut up and stand in the sun”. From the popular proverbs to the knowledge of vitamin D ABSTRACT KEYWORDS Vitamin D deficiency; Diet. Ultraviolet B; Paremiology. The Spanish language is rich in proverbs, many of which are related with food and health. The purpose in this paper is to evaluate the accuracy of some of those popular proverbs linking health and disease with the sun exposure. We describe the current knowledge about vitamin D, synthesis and mechanisms of action. The nurse should identify subjects at risk of hypovitaminosis D, and prevent nutrient solutions, since sun exposure is not an appropriate measure because of the side effects of ultraviolet radiation, which contradicts the knowledge derived from some classic Spanish proverbs and sayings. O cuando dice: IntroducCIÓN El método científico es una secuencia de investigación que lleva a contestar a una hipótesis formulada con la intención de obtener un conocimiento nuevo. Así, la investigación basada en el método científico establece una hipótesis previa antes de proceder a seleccionar el material y métodos con los que se trabajará para lograr unos resultados que permitan validar, o no, la hipótesis imaginada. No obstante, el conocimiento humano se adquiere de múltiples formas, entre las que se incluyen formas menos precisas que las científicamente validadas, que incluyen la intuición y la experiencia personal muchas veces basadas en experiencias acumuladas de ensayo y el error, y el razonamiento lógico inherente al ser humano. Los dichos y refranes basan su aseveración en grandes dosis de empirismo, sin negar cierto racionalismo propio del pensamiento humano. Para el Diccionario de la lengua un refrán es un “dicho agudo y sentencioso de uso común”; un proverbio es una “sentencia, adagio o refrán” y un dicho es una “palabra o conjunto de palabras con que se expresa oralmente un concepto cabal”. La lengua española es rica en refranes y dichos, muchos de los cuales hacen referencia a la alimentación y a la salud. Muchos de ellos encierran intuiciones lúcidas, que se adelantan en años, siglos incluso, a los descubrimientos científicos que demuestran la certeza de aquellos aforismos populares. De la antigüedad de los refranes populares es prueba la obra de Cervantes, “El Ingenioso Hidalgo D. Quijote de Mancha”, cuando dice el Hidalgo: - “Parece, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas.” (Primera parte, Capítulo XXI). - “Los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos sabios.” (Segunda parte, capítulo LXVII). Personas de dispar cultura y condición recuerdan y citan por igual el refrán, aunque de distinto modo, como se deduce de estos diálogos sacados de los consejos que Quijote da a Sancho para el buen gobierno de la ínsula de Barataria: -“También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; que, puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias.” (Segunda parte, capítulo LXIII)1. El interés por la veracidad científica de los refranes españoles fue abordada hace casi 400 años por el médico extremeño Juan de Sorapán de Rieros, médico de la Inquisición, en su obra “La medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua”2 y en ella analizaba la certeza de esos aforismo populares a la luz de los conocimientos científicos que entonces había. El propósito de este artículo es evaluar la certeza de algunos de esos dichos y refranes populares que relacionan la salud con el sol. De entre ellos destaca el que titula el presente artículo, recogido ya por Hernando Núñez Pinciano en 1621 en “Refranes y Proverbios en Romance” que dice “Come, calla y ponte al sol”3 que se dirigía posiblemente a los niños desde tiempos centenarios, seguramente con la intención de que ya alimentados no dejaran de beneficiarse de las ventajas del sol mientras se lograba un cierto sosiego entre los adultos, con los niños callados. Come, calla y ponte al sol”. Del refrán popular al conocimiento de la vitamina D La Vitamina D La vitamina D es un esteroide fundamental para la vida. En su síntesis es imprescindible la acción de la radiación ultravioleta tipo B (UVB), que emana de forma natural del sol. Las poblaciones que viven en latitudes donde el sol es generoso y emite UVB con una longitud de onda entre 290 y 320 nm sintetiza mayores cantidades de vitamina D4. Las poblaciones que partiendo de África emigraron, hace miles de años, a latitudes de menos sol, perdieron melanina en su piel, aclarándola para permitir una mayor eficacia de la escasa UVB que recibían. De otro lado, el frío propio de esos climas obliga a esos sujetos blancos a cubrir su cuerpo, lo que reduce la dosis de sol recibida. Sorprendentemente el déficit de vitamina D no siempre se relaciona con la latitud y las horas solares, posiblemente porque la dieta, la otra gran fuente de vitamina D, suple ese déficit. Además, la vitamina D producida durante el verano, donde el sol es más generoso, puede ser acumulada en hígado y grasa para suplir las necesidades invernales de la misma4. No obstante, 131 en los países con menos sol y más frío es frecuente que las autoridades sanitarias promuevan la administración suplementaria de vitamina D, fortificando alimentos de consumo habitual como la leche. Muchos autores modernos, la consideran una hormona ya que actúa como tal sobre receptores celulares específicos localizados en células multisistémicas5-7. La vitamina D activa, que químicamente es 1-25-dihidroxicolecaliferol, procede de previtaminas D. Hay varias formas de previtamina D, precursoras de vitamina D activa. En el proceso de síntesis de las previtaminas D es imprescindible la acción fotoquímica de la radiación UVB. Existen dos fuentes de previtamina D (Figura 1). • La producida en la piel, fabricada a partir de un derivado del colesterol (7-dehidrocolesterol), sometido a los rayos UVB y transformado en previtamina D3 (colecalciferol). Industrialmente esta sustancia se obtiene mediante la irradiación de grasa lanar. Figura 1. Secuencia de la formación de la vitamina D a partir de sus precursores químicos (7 dehidrocolesterol y ergosterol), con la colaboración de los rayos solares ultravioletas B. En la parte inferior de la figura se indica cómo las previtaminas D2 y D3 (colecalciferol y ergocalciferol), necesitan ser hidroxilados en dos ocasiones, la primera en el hígado y la segunda en el riñón para formar vitamina D activada, que circula por la sangre asociada a un transportador específico llamado transcalciferina (Trcf). 132 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 129 - 136 • La producida a partir del ergosterol de origen vegetal, abundante en hongos y en el fitoplancton marino, el cual una vez sometido a los rayos UVB solares se transforman en previtamina D2 (ergocalciferol). Los peces que ingieren directa o indirectamente el fitoplancton (porque comen a peces que lo ingirieron) acumulan la previtamina D2 en sus grasas e hígado. Industrialmente se obtiene mediante la irradiación de levaduras. En el organismo, estas previtaminas D2 y D3 (ergocaliferol y colecalciferol respectivamente), sufren dos transformaciones sucesivas en su molécula consistentes en sendas hidroxilaciones (grupo OH añadido). La primera hidroxilación del colecalciferol se produce en el hígado y determina la formación de calcidiol. La segunda hidroxilación se produce en los túbulos renales sobre el propio calcidiol, transformándolo en calcitriol que es la vitamina D3 activada. Similares procesos de hidroxilación sufre la previtamina D2 hasta vitamina D2 activada. La última hidroxilación, la renal, Crovetto-Martínez R, et al. está controlada por los niveles de calcio y parathormona en sangre. Una vez activada la vitamina D, se libera en sangre donde se une con una proteína transportadora llamada transcalciferina (Figura 1). La vitamina D activada circula en sangre unido a su proteína transportadora hasta que llega a la célula diana. Se separa entonces de su transportador y gracias a su liposolubilidad atraviesa la membrana celular y alcanza el núcleo celular, donde se une a un receptor específico para ella, desencadenando una transducción de señal que induce la transcripción de determinados genes que sintetizan proteínas funcionales7 (Figura 2). La falta de vitamina D induce a raquitismo en el niño, mientras que en el adulto y anciano produce osteomalacia y osteoporosis. La vitamina D actúa sobre la salud oral, a través del metabolismo del calcio y de la inmunidad, disminuyendo la incidencia de caries, la pérdida de piezas dentales y la salud periodontal8,9. Figura 2. Secuencia del modo de actuación de la hormona (vitamina D). 1: La vitamina D circula por la sangre asociada a la transcalciferina (Trcf) y se acerca a la célula diana. 2: La vitamina D se separa de la Trcf. 3: La vitamina D atraviesa la membrana celular y accede al interior de la célula diana. 4: La vitamina D se une con un receptor específico nuclear. 5: La unión vitamina D-receptor genera una transducción de señal que induce la transcripción de determinados genes que generan proteínas funcionales. 133 Come, calla y ponte al sol”. Del refrán popular al conocimiento de la vitamina D De otro lado, la vitamina D controla la actividad de múltiples genes que están implicados en la modulación de la proliferación celular, la diferenciación y la apoptosis celular4,10. La vitamina D también está implicada en el control de la función neuromuscular y la salud cardiovascular. Estudios epidemiológicos, han relacionado la insuficiencia de vitamina D con alteraciones autoinmunes como la esclerosis múltiple, enfermedades cardiovasculares, infecciosas y diabetes tipo I y II 5,7,11,12. Estudios ecológicos han mostrado una correlación inversa entre índice de radiación ultravioleta B recibida e incidencia y mortalidad de varios tipos de cáncer, aunque la cuestión siga sometida a discusión13,14. Recientemente se ha especulado sobre las posibles ventajas que podría tener la vitamina D sobre la enfermedad de Alzheimer 15. Déficit, exceso e ingestas recomendadas de vitamina D Se estima que hay 1.000 millones de personas en el mundo que tiene deficiencia o insuficiencia de vitamina D5., lo que es especialmente notorio en la población infantil12 ,16 y en los adultos mayores4. También las personas que no se exponen al sol, por razones religiosas, sociolaborales o de latitud geográfica de su hábitat, son susceptibles a insuficiencia de vitamina D4,17. Igualmente son susceptibles los individuos que padecen malabsorción de grasas, ya que no absorben suficiente vitamina D que es liposoluble18,19. Debido a que la cantidad de vitamina D producida por la piel está bien controlada por mecanismos biológicos, no es posible padecer hipervitaminosis D por los efectos solares sobre la piel. La dieta tampoco tiene capacidad para causar hipervitaminosis D, por lo que puede considerarse que la toxicidad viene derivada siempre de la toma de complementos vitamínicos20-22. La primera consecuencia de la intoxicación por vitamina D es la hipercalcemia, que causa calcificaciones sistémicas (corazón, riñones) cálculos renales, además de exceso de calcificación ósea y articular. Como el calcio participa activamente en la contracción muscular y excitabilidad nerviosa, su exceso determina alteraciones como cansancio, hipotonía muscular, apatía y alucinaciones, así como alteraciones cardíacas e hipertensión. En el sistema digestivo hay tendencia al estreñimiento. Hay poliuria y polidipsia, pudiendo llegarse al fallo renal20,22. No se conocen con certeza las concentraciones séricas óptimas de vitamina D, porque además varían a lo largo del periodo de vida considerado21. Algunos autores consideran deficiencia de vitamina D cuando las cifras en sangre son inferiores a 20 ng/ml12 y de insuficiencia cuando las cifras se sitúan entre 21 y 29 ng/ml12, sin embargo, otros autores encuentran que cifras superiores a 20 ng/ml son adecuadas y saludables22, lo que certifica la falta de consenso en los niveles sanguíneos idóneos. Se considera que las cifras de vitamina D superiores a 50 ng/ml empiezan a ser tóxicas22. En la Tabla 1 se indica la cantidad diaria de vitamina D que debiera tomarse, según edad y periodo vital5. Tabla 1. Cantidad diaria de vitamina D necesaria en distintos periodos de la vida. EDAD HOMBRES MUJERES 0-1 año 10µg 10µg EMBARAZO LACTANCIA 1-13 años 15µg 15µg 14-18 años 15µg 19-50 años 15µg 15µg 15µg 15µg 15µg 15µg 51-70 años 15µg 15µg 15µg > 70 años 20µg 20µg 1 microgramo es 10-6 g. Fuente: modificada de Institute of Medicine (IOM) (4). 134 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 129 - 136 Crovetto-Martínez R, et al. Tabla 2. Aporte dietético de vitamina D a partir de distintos alimentos. Denominación del nutriente Porción comestible % µg de Vitamina D en 100 g Ración diaria normal Vitamina D real en el plato (µg) Aceite de hígado de bacalao 100 210 20 g 42 Angulas 100 110 100 g 110 Arenque salado 59 40 100 g 40 Atún 94 25 200 g 50 Atún al natural 100 25 56 g 14 Caballa en aceite 100 25 62 g 15,50 Atún en aceite 100 24,7 52 g 12,84 Bonito en aceite 100 23,8 52 g 12,37 Arenque ahumado 61 23,5 55 g 12,925 Congrio 75 22 200 g 44 Atún y bonito en escabeche 100 20 52 g 10,40 Salmón ahumado 90 20 70 g 14 Langostinos 47 18 100 g 18 Caballa 60 16 200 g 32 71 16 200 g 32 Palometa 60 16 200 g 32 Anchoas enlatadas 100 11,8 50 g 5,9 Mostaza 100 10 10 g 1 Sardinas en salsa de tomate 100 9,8 62 g 6,076 Huevo 88 1,75 65 g 1,14 Jurel Mantequilla Leche de vaca 100 g 0,76 10 g 0,076 100 Trazas 250 ml Trazas Fuente: modificada de Mataix-Verdú J23 En la Tabla 2, variada de la tabla de Mataix23, se exponen las fuentes alimenticias principales de vitamina D. del hacinamiento que favorece el contagio de enfermedades infecciosas. Estos refranes, sin duda, se relacionan con las virtudes saludables del sol, aunque cuando fueron acuñados y popularizados no fuera aún conocida la acción del mismo sobre la síntesis de vitamina D. Ciencia versus tradición en torno a la vitamina D Sin embargo, a la luz de los actuales conocimientos es prudente limitar la exposición al mismo, ya que las radiaciones solares (y las recibidas en las tumbonas bronceadoras artificiales) son responsables de millones de cánceres de piel en todo el mundo y de melanomas muchas veces mortales24,25. De otro lado, otra secuela fototóxica a la exposición al sol es el envejecimiento de la piel y otros daños cosméticos, además de cataratas, por lo que la recomendación es la fotoprotección cuando va a producirse exposición solar. Además del refrán popular ya referido “Come, calla y ponte al sol” hay otros refranes populares que enfatizan los inconvenientes de la falta de sol, como aquel refrán popular cántabro que dice “Sol de marzo, médico en casa”, dando a entender que se trata de un sol pobre y que no proporciona la salud necesaria, pero que por extensión podría referirse a que la falta de sol es causa de enfermedad, o que se trata de un sol engañoso que facilita el enfriamiento. Otro refrán asevera esta impresión popular, “La casa que no la visita el sol, la visita el doctor”, que bien podría hacer referencia tanto a las virtudes del sol sobre el organismo, como a la ventaja de la ventilación y la entrada de luz solar, como solución Lamentablemente no existen cálculos precisos que permitan controlar el tiempo de exposición suficiente para sintetizar vitamina D y para evitar los perjuicios conocidos de las radiaciones solares sobre la piel, lo que impide fijar con seguridad el tiempo de exposición al sol conveniente, sin llegar a ser perjudicial. Come, calla y ponte al sol”. Del refrán popular al conocimiento de la vitamina D Estas consideraciones demostradas mediante el método científico, cuestionan los consejos clásicos emanados de los refranes populares que enfatizan las ventajas de la exposición solar que deben entenderse en el contexto histórico en que fueron introducidos, ya que quizás en aquellos tiempos la ingesta de vitamina D, entonces aún desconocida, pudiera justificar el consejo de forma puramente empírica. Sin embargo, actualmente la protección frente a los efectos perjudiciales de la exposición solar debe primar sobre la síntesis vitamínica D, que puede ser adquirida por una alimentación selectiva. Existe una legislación española al respecto26 que permite su adición en productos alimenticios de consumo habitual, como por ejemplo la leche. No obstante, en España muy pocos alimentos están fortificados con vitamina D, y si los hay, suele ser en mínimas cantidades. Esta es la razón por la que la falta de vitamina D es una pandemia mundial y española5,27,28. Esta pandemia sólo puede controlarse mediante la adecuación de una dieta rica en alimentos que sean fuente de vitamina D29, sin desdeñar el posible uso o necesidad de alimentos con vitamina D añadida. Estas medidas, entre otras, debieran hacerse especialmente extensivas a los sujetos ancianos y en riesgo de padecer osteoporosis. CONCLUSIONES Los refranes populares que hacen referencia a las ventajas del sol como factor de salud son razonablemente acordes con los actuales conocimientos acerca del metabolismo de la vitamina D. Sin embargo, no analizan suficientemente los inconvenientes del abuso de la exposición solar, por lo que no es posible darles categoría de consejo adecuado de salud. En los grupos de riesgo de hipovimaninosis D, es recomendable aplicar una dieta rica en alimentos que sean fuente de vitamina D (de forma natural o añadida) y, en casos demostrados de hipovitamosis D, y bajo supervisión médica, deben prescribirse preparados vitamínicos por vía oral. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. CONFLICTO DE INTERESES Los autores expresan que no hay conflictos de intereses al redactar el manuscrito. 20. 21. 22. BibliograFÍA 1. Cervantes de Saavedra, Miguel. El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. 32 ed. Madrid: Espasa Calpe; 1984. 23. 24. 135 Teixidó F. Iván de Sorapán de Rieros, médico, humanista y divulgador. LLULL: Revista de la Sociedad Española de La Historia de las Ciencias y de las Técnicas 2000; 23(46): 173-96. Núñen H. Refranes y Proverbios en Romance. Madrid: Blázquez G; 2001. Institute of Medicine (IOM). Dietary Reference Intakes for Calcium and Vitamin D. Washington, DC: National Academy Press; 2011. Holick MF. Vitamin D: evolutionary, physiological and health perspectives. Curr Drug Targets. 2011; 12(1): 4-18. Hollick MF. Vitamin D: a d-lightful solution for health. J Investig Med. 2011; 59(6): 872-80. Laaksi I. Vitamin D and respiratory infection in adults. Proc Nutr Soc. 2012; 71(1): 90-7. Grant WB. A review of the role of solar ultraviolet-B irradiance and vitamin D in reducing risk of dental caries. Dermatoendocrinol. 2011 Jul; 3(3): 193-8. Wick JY. Oral health in the long-term care facility. Consult Pharm. 2010; 25(4): 214-21. Norman AW, Henry HH. Vitamin D. En: Bowman BA, Russell RM, eds. Present Knowledge in Nutrition, (9th ed). Washington DC: ILSI Press; 2006. P. 250-287. Munger KL, Levin LI, Hollis BW, Howard NS, Ascherio A. Serum 25-hydroxyvitamin D levels and risk of multiple sclerosis. JAMA 2006; 296(23): 2832-8. Holick MF. The D-Lightful Vitamin D for Child Health. JPEN J Parenter Enteral Nutr. 2012; 36(1 Suppl): 9S-19S. Grandt WB. Effect of interval between serum draw and followup period on relative risk of cancer incidence with respect to 25-hydroxyvitamin D level: Implications for meta-analyses and setting vitamin D guidelines. Dermatoendocrinol. 2011; 3(3): 199-204. Yin L, Grandi N, Raum E, Haug U, Arndt V, Brenner H. Metaanalysis: serum vitamin D and breast cancer risk. Eur J Cancer. 2010; 46(12): 2196-205. Annweiler C, Fantino B, Parot-Schinkel E, Thiery S, Gautier J, Beauchet O. Alzheimer’s disease-input of vitamin D with mEmantine assay (AD-IDEA trial): study protocol for a randomized controlled trial. Trials. 2011; 12:230. Wagner CL, Greer FR; American Academy of Pediatrics Section on Breastfeeding; American Academy of Pediatrics Committee on Nutrition. Prevention of tickets and vitamina D deficiency in infants and adolescent. Pediatrics. 2008; 122(5): 1142-52. Webb AR, Kline L, Holick MF. Influence of season and latitude on the cutaneous synthesis of vitamin D3: Exposure to winter sunlight in Boston and Edmonton will not promote vitamin D3 synthesis in human skin. J Clin Endocrinol Metab. 1988; 67(2): 373-8. Lo CW, Paris PW, Clemens TL, Nolan J, Holick MF. Vitamin D absorption in healthy subjects and in patients with intestinal malabsorption syndromes. Am J Clin Nutr. 1985;4 2(4): 644-9. Compher CW, Badellino KO, Boullata JI. Vitamin D and the bariatric surgical patient: a review. Obes Surg. 2008; 18(2): 220-4. Vieth R. Vitamin D supplementation, 25-hydroxyvitamin D concentrations, and safety. Am J Clin Nutr. 1999; 69 (5): 84256. Cranney C, Horsely T, O’Donnell S, Weiler H, Ooi D, Atkinson S, et al. Effectiveness and safety of vitamin D in relation to bone health. Evid Rep Technol Asses (Full Rep). 2007; 158: 1-235. National Institutes of Health. Office of dietary supplements. (Portal de Internet). Vitamin D. Actualizado el 24 junio del 2011; Citado el 1 de junio del 2012. Disponible en: http://ods. od.nih.gov/factsheets/vitamind Mataix-Verdú J. Tabla de composición de alimentos. (5ª ed). Granada: Ed. Universidad de Granada; 2009. Wolpowitz D, Gilchrest BA. The vitamin D questions: how much do you need and how should you get it? J Am Acad Dermatol. 2006; 54(2): 301-17. 136 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 129 - 136 25. International Agency for Research on Cancer Working Group on ultraviolet (UV) light and skin cancer. The association of use of sunbeds with cutaneous malignant melanoma and other skin cancers: a systematic review. Int J Cancer. 2007; 120(5): 1116-22. 26. Real Decreto 1487/2009, de 26 de septiembre, relativo a los complementos alimenticios. (BOE, 244,9 octubre 2009). 27. González-Padilla E, Soria López A, González-Rodríguez E, García-Santana S, Mirallave-Pescador A, Groba Marco M, et al. Elevada prevalencia de hipovitaminosis D en los estudiantes de Crovetto-Martínez R, et al. medicina de Gran Canaria, Islas Canarias (España). Endocrinol Nutr. 2011; 58(6): 267-73. 28. Vaqueiro M, Baré M, Anton A, Andreu E, Moya A, Sampere R, et al. Hipovita¬minosis D asociada a exposición solar insuficiente en la población mayor de 64 años. Med Clin (Barc). 2007; 129(8): 287-91. 29. Quesada Gómez JM, Sosa Henríquez M. Nutrición y Osteoporosis. Calcio y Vitamina D. Rev Osteoporos Metab Miner. 2011; 3(4): 165-82. C M Y CM MY CY CMY K