Cristóbal Aljovin de Losada, Carlos Arroyo, Luis Humberto
Transcripción
Cristóbal Aljovin de Losada, Carlos Arroyo, Luis Humberto
Por: Cristóbal Aljovin de Losada, Carlos Arroyo, Luis Humberto Bustamante Otero, Marie-Madeleine Büttner, Carlos Contreras, José Deustua, César A. Guadalupe M., Gerardo Lovón, Víctor Peralta Ruíz, Henrique Urbano ADRIANZEN, Alberto ed. Pensamiento Político Peruano. DESCO. Lima, 1987 . 216 pp. En junio-julio de 1986, DESCO organizó un seminario destinado al tratamiento del pensamiento polítiéo desarrollado en el país . El volumen que comentamos contiene las . ponencias que fueron presentadas a dicho evento, las cuales abordan aspectos sustanciales del pensamiento político en el Perú a Jo largo del siglo XIX e inicios del presente. Como se señala en la presentación, los trabajos existentes sobre el tema son evidentemente escasos, a excepción de los referidos específicamente a Mariátegui y Haya de la Torre. Y es que, efectivamente, existe en el país una tendencia a desconocer y /o desdeñar los diferentes intentos de No. 1, Julio 1988 elaboración teórico-política a excepción de aquellos que con más fuerza ( dada su brillantez, así como la situación en la que surgieron y la vigencia que mantienen) marcan este siglo: el aprismo y el marxismo . Si bien es cierto que hablar de la existencia de una tradición de pensamiento político peruano puede ser algo discutible, entre otras cosas por la falta de elementos que permitan evaluar la continuidad de los planteamientos y tradiciones, no resulta menos cierto que el indagar seriamente sobre las propuestas que se han dado en el país puede contribuir a dar cuenta del proceso histórico de constitución de la sociedad peruana, del actuar de los sujetos sociales y de aspectos integrantes de una cierta tradición y cultura políticas aún presentes y cuyos orígenes pueden ser rastreados en la historia. Tanto el seminario como el texto asu- 299 men su objeto a partir de temas, en lo referido al siglo XIX, y autores para el siglo XX()). De estas ponencias, para el objeto de esta nota, sólo queremos destacar ciertas reflexiones provenientes de algunas de ellas, reflexiones que nos parecen de lo más sustantivas por señalar elementos claves para la comprensión, como hemos anotado, no sólo del pensamiento político, sino del propio proceso histórico. Centramos nuestro comentario en tres trabajos referidos al fundacional siglo XIX, trabajos en los que se tratan elementos que consideramos matrices básicas de la cultura política peruana y de los patrones de relación social y política vigentes; pensamos que las reflexiones sobre el siglo XX, en especial sobre Haya y Mariátegui, son bastante más abundantes y conocidas de modo que sólo hacemos una breve mención : se debe resaltar la importancia del trabajo de Jorge Nieto acerca de la formación del pensamiento político de Haya, en tanto contribuye a afirmar aspectos que permiten desmitificar las ideas existentes acerca del "aprismo primigenio". La ponencia de Juan Abugattás parte de una crítica a "Bonilla y muchos de nuestros historiadores nuevos, (quienes) con un alma demasiado sociológica caen a ratos muy fá. cilmente en la tentación de hacer historia sin protagonistas o, por lo menos, sin tener en cuenta lo que estos protagonistas creyeron y pensaron, ni la manera como en efecto percibieron sus intereses" (p. 50). A partir de lo anterior, Abugattás reseña los principales planteamientos formulados, entre otros, por Vizcardo y Guzmán, Vidaurre ,José de la Riva Agüero, Sánchez Boquete y Unanue. De estas referencias podemos extraer cuatro reflexiones fundamentales que explican tanto la ideología como el actuar de los criollos y, de esto, parte de los significados de la independencia: Primero, los criollos se entendían a sí mismos no como peruanos, sino, según la expresión de Vizcardo, como españoles americanos; es decir, como una casta distinta de la indígena (lo que se expresará muy 300 claramente durante las primeras décadas de la república con la existencia de la contribución de castas), lo cual no hace sino expresar la no intencionalidad de buscar la integración social de una "nación peruana". Segundo, los criollos, desde su ubicación en las esferas de la administración y el comercio, percibían muy claramente lo difícil y precario de su situación a partir de las reformas de la segunda mitad del siglo XVIII, lo que tendría cierta continuidad con la creación de repúblicas independientes sudamericanas que debilitarían aún más sus posiciones; de ahí que la presencia española en el Perú y en el Alto Perú durante el virreinato de Abascal fuera secundada por los oficiales criollos, pues esta presencia "garantizaría también el equilibrio militar y político con Buenos Aires" (p. 53). Tercero, de los puntos anteriores es que podemos entender que el interés criollo estaba centrado en la búsqueda de mayores márgenes de autonomía para su actuar en la perspectiva de mantener y fortalecer sus posiciones de privilegio y que no naciese en ellos muy fácilmente el deseo de crear una nación independiente . Por último, la presión de los acontecimientos llevó a los criollos al planteamiento independentista; sin embargo, como proyecto político esto pasaba por la creación de una "república aristocrática", aunque no sólo tal. Como señala Abugattás, "no era solamente una república aristocrática lo que desearon, según la afortunada designación de Montesquieu aplicada por Basadre a un período de nuestra historia, sino una verdadera cuadratura del círculo: una democracia dictatorial. A tal empresa los empujaba su posición de privilegio y su ilimitado temor a las clases bajas del Perú" (pp. 67-68) . Luego de desarrollar estas sugerentes reflexiones, Abugattás culmina con una conclusión de suma actualidad : "La democracia en el Perú no fue producto de ese espíritu de pioneros que hacía que los norteamericanos se sintiesen portadores de un mensaje al mundo y ejecuto~es de una Mi- Revista Andina, año 6 sión Providencial, sino que se llegó a ella a la fuerza, sinuosamente, y en base a un, a ratos , mezquino cálculo de intereses" (p. 69). Por su parte, la ponencia de Gonzalo Portocarrero resulta particularmente interesante pues está dedicada al tratamiento de tres tradiciones de pensamiento político que, en diferentes grados, siguen siendo vigentes . Portocarrero señala , y esto resulta clave, que su preocupación por el pensamiento político peruano del siglo XIX surge de la investigación que viene realizando acerca de la percepción de la realidad nacional que tiene la juventud de nuestros días ; es en dicha investigación donde el autor encuentra actuantes, incluso de un modo contradictorio en los sujetos, elementos centrales de las tres tradiciones a las que ha de re- · ferirse: la conservadora, la liberal y la democrática. Luego de tipificar los conceptos básicos que conforman cada una de esas corrientes de pensamiento, Gonzalo Portocarrero hace un recorrido a través de distintos personajes de los inicios de la república (Rodríguez de Mendoza , Vizcardo y Guzmán , Baquijano y Carrillo, Sánchez Carrión , Bartolomé Herrera , Benito Laso, etc.), señalando, desde los planteamientos de éstos, el devenir de las propuestas conservadoras y liberales a Jo largo del siglo XIX; con el mismo fin se refiere a centros de pensamiento (Convictorio de San Carlos, Colegio Guadalupe) y de decisión política (Constituyentes), de donde extrae, además, las opciones que van modelando el sistema político peruano, tal el caso de la definición del indígena como peruan·o (Constitución de 1823) al mismo tiempo que se le excluía como ciudadano "por ser pobre e ignorante y no por ser de otra raza" (p. 94), con lo que se diferenciaría de un sistema de apartheid. Por otra parte, en relación a la propia dinámica social, afirma que "la ausencia de clases y grupos políticos detrás de las ideas liberales y la fuerza del tradicionalismo conservador y autoritario explican la debilidad del liberalismo , la subordinación de los in- No. 1, Julio 1988 telectuales al cesarismo militar" (p . 97) , y esto se relaciona directamente con las hipótesis que desarrolla en su trabajo: Portocarrero sustenta acertadamente que "la tradición conservadora, pese a su derrota ideológica en la época de la independencia, no sólo sobrevive, sino que continúa siendo la fuerza que modela mucho, si no la mayoría, de los comportamientos cotidianos" (p. 88) ( de ahí que el autor pueda llegar a esta preocupación desde la visión de la juventud de hoy) . Además, a pesar del carácter del liberalismo de ideología oficial, el autor sustenta que éste tiene una influencia muy débil y plantea, por último , "que la tradición democrática , que recupera muchas ideas y actitudes liberales, no se cristaliza hasta principios de este siglo" (p . 89); es decir, con González Prada. El tercer trabajo en el que me quiero detener, el de Fernando de Trazegnies, se inicia planteando que la tarea a asumir en su recuento de lo que era el Derecho en el Perú del siglo XIX no ha de hacerse a partir de una lectura de las normas y/o de los planteamientos doctrinarios que están detrás de aquéllas , sino desde el cómo las ideas y las normas adquieren su pleno significado en el marco del devenir del contexto social en el que se insertan, de modo que el objetivo del estudio es dibujar la idea de Derecho "integrando la opinión que tuvieron los filósofos del Derecho sobre el Derecho de la época con el tipo de Derecho que efectivamente hicieron los juristas al utilizar la norma positiva y con los motivos y efectos sociales de las normas y prácticas jurídicas. A su vez, todos los elementos referidos requieren ser ubicados dentro de las grandes tendencias de la praxis social" (p . l 05). Luego de esto y de definir su concepción de la modernización como "la suma de transformaciones sociales asociadas con la intensificación del crecimiento económico y más particularmente con la industrialización" (p. 105), como un proceso "que pretende sacudir los viejos hábitos y tomar consciencia de que es posible impulsar la sociedad hacia ciertos fines sociales más o 301 menos libremente elegidos" (p. 106), de Trazegnies procede a plantear que lo acaecido en el Perú fue un proceso de "modernización tradicionalista". "La 'modernización tradicionalista' - señala de Trazegnies- es una verdadera modernización; lo que significa que introduce elementos nuevos dentro de la sociedad tradicional y la transforma. Pero, al mismo tiempo, esta sociedad no se desprende de ciertos elementos antiguos o 'tradicionales' que permanecen como aspectos nucleares, en torno a los cuales se organiza la modernización. En todo proceso de modernización es evidente que subsisten muchos elementos del pasado. Pero en la modernización tradicionalista los elementos que subsisten no son relegados a la periferia del proceso como rezagos de un pasado que desaparece gradualmente, sino que se constituyen en los elementos centrales del proceso" (p . 106). Este concepto, que va a ser retomado por varios de los ponentes, _resulta particularmente interesante como he.rramienta para la comprensión del proceso social peruano desde el siglo XIX, y su importancia destaca respecto del debate sobre las características de la cultura política y de los patrones, aún vigentes, de relación entre los sujetos a propósito de la política y el Estado. Por otro lado, en el contraste con los procesos de modernización capitalista clásicos destacan algunos otros componentes del proceso que resultan particularmente decidores de nuestra realidad social. "Básicamente, la modernización tradicionalista pretende recibir elementos capitalistas, pero sin modificar la estratificación social. En otras palabras, en vez de que se constituya una clase burguesa con una consciencia social propia y que ésta asuma el liderazgo de la modernización, es la propia clase dirigente tradicional la que se encarga de modernizarla. Mientras que la modernización capitalista es promovida desde abajo por la clase social emergente, la modernización tradicionalista es promovida desde arriba por la 302 clase social dirigente. Por eso, a diferencia de la modernización capitalista, que trae siempre un clima en mayor o menor grado popular, la modernización tradicionalista conserva un clima social aristocratizante, generándose contradicciones complicadas entre esta percepción aristocrática de la sociedad y las ideas liberales que se importan en razón de la modernización. La modernización tradicionalista se desarrolla, entonces, como una estrategia de adaptación que lleva a cabo una clase tradicional para absorber las mayores dosis de modernidad liberal-capitalista compatibles con su dominación aristocrática" (p . 108). Es justamente este conjunto de reflexiones el punto de partida del tratamiento que hace el autor de la idea del Derecho en el Perú del siglo XIX. De Trazegnies revisa los planteamientos jusnaturalistas y positivistas presentes en el país y luego los reevalúa a la luz de las características de la "modernización tradicionalista", la que, al recoger planteamientos propios de la modernidad liberal en un contexto en el que se busca no alterar las bases de la estratificación social, genera un cúmulo de tensiones (p. 120) que para ser manejadas demandaban, por parte de la aristocracia, adoptar "diferentes estrategias de adaptación a las nuevas condiciones, procurando admitir las mayores dosis de modernidad que, sin embargo, no cuestionen el orden tradicional. Esto implica utilizar todos los recursos tradicionales de legitimación de las formas culturales y sociales a fin de que se constituyan una llave que abre o cierra, según los casos, las posibilidades de importación de lo nuevo" (p . 120). De ahí que el eclecticismo de los planteamientos sea un recurso cotidiano y que las filosofías jurídicas resulten "superficiales, contradictorias, vacías", al mismo tiempo que "escuchadas y seguidas" (p. 122). La situación descrita lleva necesariamente a lo que el autor llama "Juegos de Mostración y Ocultamiento" (pp . 122-130), entre los que destaca "La transmutación de la Idea"; es decir, el proceso de transforma- Revista Andina, año 6 ción de las ideas jurídicas que son importadas desde ,la Europa liberal, transformación dada no solamente por la "comprensión defectuosa", sino también, y esto es crucial, vía la "domesticación de la idea". · "De otro lado - anota de Trazegnies- , este proceso de domesticación de la idea se produce también en forma automática y prácticame'rite inconsciente. Los sistemas ideológicos son _esquemas abastractos que completan su' significación dentro del con: texto social en el que son empleados. Las palabras, los conceptos teóricos, solo tienen sentido concreto cuando son referidos a situaciones particulares" (p. 124); por lo tanto, sin "un esfuerzo teórico intencional" se tienen resultados particulares sobre los que se ha de llamar la atención: "la libertad o la igualdad o la propiedad er¡rn entendidas de manera diferente por lo's· revolucionarios franceses a la sombra de la guillotina que por los inmigrantes norteanierÍcanos descritos por Tocqueville o por los habitantes de un país como el Perú, donde las diferencias sociales eran abismales y" los caudillos militares zamaquea'ban periódicamente las más firmes instituciones liberales'' (p. 124). · Después de esta larga reflexión, de Trazegnies culmina refir~éndose a la "Dinámica del Derecho", proponiendo un nuevo marco teórico para el estudio del Derecho, marco que parte de "una teoría dinámica de Derecho que distingue entre las reglas del juego y el juego mismo ( . . .) El Derecho se presenta como un conjunto de campos de batalla a diferentes niveles ( ...), es un campo burbujeante donde continuamente nacen y desaparecen esferas de poder" (pp. 129-130). Para terminar esta reseña, al tiempo de volvi;r a destacar el valor de este esfuerzo coordinado por DESCO, vale la pena hacer una breve mención a la presentación del texto. El editor, .al abordar el tema de la "Democracia y la Tradición Política", lo hace desde una interesante reflexión en la que No. 1, Julio 1988 destaca lo referido a ciudadanía, ciudad y política, así como las diferencias entre las tradiciones sajona e hispánica, de la que, de algún modo, somos herederos. Desgraciadamente, este trabajo introductorio (más allá de descansar sobre cuatro libros, una separata y la novela de mQ..da) no desarrolla lo que se espera de la pr¡eacmtación del editor, enlazar las distintas .idea SI expuestas en las ponencias, a pesar .de ICJUe justamente los ejes elegidos para la piesentación posibilitaban esta tarea, la que opta por dejar a "cualquier lector perspicaz" (p. 43). Una lástima por aquéllos a quienes Adrianzén no considera "lectores perspicaces". C.A.G.M. 1) Las ponencias que tratan del siglo XIX son las de Juan Abugattás (Ideología de la Emancipación), Jefrey Klaiber (Independencia y ciudadanía), Gonzalo Portocarrero (Conservadurismo, liberalismo y democracia en el Perú del siglo XIX) y Fernando de Trazegnies .(La genealogía del Derecho peruano. Les juegos de trueques y préstamos). Las referentes al siglo XX son las de Antonio Peña (José de la Riva Agüero, Francisco Garéía Calderón y Víctor Andrés Belaúnde: visión y propuesta conservadora), Sinesio López (La generación del 1905), Jorge Nieto (La transición intelectual del joven f-laya), Guillermo Nugent {Tradición y modernidad en José Carlos Mariátegui) y Alberto Flores Galindo (Para situar a Mariátegui). Además existe un trabajo introductorio (Democracia y Tradicion Política) del editor, Alberto Adrianzén. ANSION, Juan. Desde el rincón de los muertos. El pensamiento mítico en Ayacucho. GREDES. Lima, 1987. 244 pp. Los materiales estudiados por Ansión son relatos del folklore ayacuchano recogidos por alumnos del autor. El objetivo perseguido es establecer la relación que existe 303 entre los ayacuchanos, la naturaleza y la sociedad (p. 81). A guisa de introducción, las primeras páginas revisan algunas de las definiciones teóricas de mito e ideología. Algunos autores marxistas franceses sirven de telón de fondo para una elaboración teórica de estos conceptos, añadiéndole Ansión un capítulo sobre>-'ll'tegión y las características geográficas y humanas de Ayacucho. El cuerpo del libi.'O está constituido por el análisis de un conjunto de pequeños relatos folklóricos precedido por notas que ayudan al lector a comprenderlos y a evaluar la interpretación propuesta. Dos capítulos más abstractos que utilizan los relatos en función de unas cuantas generalizaciones sobre el pensamiento mítico andino cierran el libro. Este género de relatos folklóricos puede ser leído de distintas maneras y a partir de puntos de vista diferentes. Por eso, la qifi, cultad de dar al relato popular un status en el conjunto de nociones utilizadas en los estudios socioantropológicos es real. ¿Cómo distinguir, por ejemplo,. entre cuento, mito y leyenda? Déeadas atrás, Lévi-Strauss sostenía que un mito es algo que salta inmediatamente a la vista . Sin embargo, Dumézil, pese a sus largos años de estudios comparativos, defendía una posición diametralmente opuesta. Por eso, es útil que los autores indiquen al lector por qué caminos van a fin de desmenuzar mejor la lectura propuesta. Ansión lo hace y no es difícil saber cuáles son sus presupuestos metodológicos. Los cuentos folklórkos seleccionados son tratados de dos maneras: la primera ubica cada uno de ellos en su universo regional, a través de notas de lectura que explican algunas de las palabras quechuas o añaden al relato elementos locales significativos; la segunda interpreta,el cuento según los principios que el juego de los personajes folklóricos dibuja o insinúa. En términos analíticos, Ansión opta por una lectura fo). klórica que extrae del relato o de la leyenda seleccionada una ética o moral popular. La tradición eclesiástica llamaba a esta pro- 304 puesta de análisis · '\alegoría". Los autores medievales y espirituales eran maestros en ella. La practican también los ·pastores o curas de pueblo, quienes, domingo tras domingo, sacan del texto evangélico la "lección" más conveniente para la marcha del "rebaño". Bien vistas las cosas, Ansión.posee la clave de la anécdota ayacuchana antes de afrontarla o someter.la al análisis. La manera alegórica de explicarla tiene la ventaja de mantener la riqueza primigenia de la trama del relato. Pero, por otra parte, tiene el inconveniente de dejarla a la merced del libre albe.drío del analista. La gran mayoría de las notas de Ansión son prueba de ello, aun en 1os puntos. que, a primera vista., parecen más sólidos. Me referiré a un ejemplo, el de la tan conocida reciprocidad. Según Ansión, los "cuatro pecados" en las relaciones sociales andinas son el "robo, la mentira, la ociosidad y el incesto". Cualquiera de los actos mencionados peca contra la ley de reciprocidad andina. Ahora bien, leyendo con cuidado la explicación que . el a.u tor proporciona nos damos cuenta fácilmente que hay una confusión entre "reciprocidad" e "igualdad". Y si ése es el caso, la lectura propuesta es simplemente falaz y sin el más mínimo fundamento lógico. Én tiempos prehispánicos, lo que el Inca intercambiaba no correspondía en térrninos reales y simbólicos a lo que él recibía. Más bien, lo que él daba era lo que convenía a su rango de señor, mientras que lo que recibía expresaba su calidad de maestro absoluto del espacio político y religioso incaico. O sea, hay "reciprocidad" y "reciprocidad". En el caso de campesinos pobres o miserables, la norma de reciprocidad es un principio de supervivencia; no es una regla inducida de un borroso universo mental. En eSas circunstancias de vida precaria, sobre las cuales pesan continuamente el hambre y la muerte, el "robo" no existe porque ni materia hay para ello. Lo poco que se almacena tiene que ser compartido; la vida del grupo, máxime de un grupo con fuertes la- Revista Andina, año 6 zos de parentesco, depende de ello . En resumidas cuentas, lo opuesto a la reciprocidad es no corresponder con lo que se esperaba debía ser retribuido . No hacerlo con la mesura establecida por la norma colectiva no es robar, como ingenuamente supone Ansión; es pura y simplemente declarar un acto de enemistad, de rechazo, de no-alianza o hasta de agresión. El binomio "mentira-reciprocidad" es aún más peregrino. Datos recogidos por los autores de los siglos XVI y XVII insinúan la existencia de un género de "juramento solemne", ritual. en el cual los participantes declaraban fidelidad absoluta al Inca. También es conocida de los historiadores la fórmula medieval de ''jurar", de empeñar solemnemente la palabra. No viene al caso hablar de reciprocidad en este contexto, ni siquiera en forma alegórica. El incesto, sí, es la negación de la reciprocidad. Después de Durkheim y Marce! Mauss , lo había probado amplia y detenidamente Lévi-Strauss en su obra maestra sobre el parentesco. Para este último autor, la "prohibición del incesto" es un principio universal , el más universal de todos cuantos la socioantropología usó . Pero no es sino la faz negativa de otro principio que, al fin y al cabo, explica el origen de las sociedades: la existencia de una "regla'' , fundamento de todos los intercambios, alianzas y reciprocidades entre grupos y sociedades . ¿Por qué no sacó Ansión de estos conceptos y nociones que constituyen un aporte invalorable de las Ciencias Humanas al conocimiento histórico de las sociedades alguna reflexión sólida y coherente sobre lo que él creía que es el hombre ayacuchano? En vez de ello distrae y divierte al lector con consideraciones imaginarias que más se acercan a un documento pontifical sobre los "derechos inalienables de la familia'' que a un análisis de un cuento folklórico . Ejemplo: "Al ser expulsados de la familia , también lo son de la sociedad, lo que señala muy bien que no se puede vivir socialmente sin familia" (p . 162). Muchas de las páginas de Ansión se ago- No. 1, Julio 1988 tan en generalidades, resultado inevitable del alegorismo beato y clerical. No me alargaré en ellas; hay algo más importante que señalar. Primeramente, la ausencia total de perspectiva comparativa. Los cuentos folklóricos ayacuchanos aparecen aislados y son "abatidos" uno tras otro, pieza por pieza, con notas en muchos casos redundantes. Sin embargo , desde los años cincuenta, Morote Best nos había abierto el camino que nos llevaría hacia los estudios comparativos. En segundo lugar , me llama la atención la manera como el autor trata la expresión "pensamiento andino" . El indigenismo académico , nacional y extranjero, la ha maltratado y, al igual que el ñakaq, el "degollador", le sacó la grasa, la limpió hasta el tuétano. ;.Qué razonamientos abstrusos son esos que puedan merecer el siguiente comentario: "El pensamiento andino es tan complejo que sería ilusorio aprehenderlo en pocas páginas"'? (p. 192, 213). Prevenido solemnemente el lector, lógico sería que Ansión , por un lado , lo ejemplifique y, por otro , dé muestras de que es capaz de esclarecerlo . Ahora bien , de ese "pensamiento tan complejo" recoge él la oxidada herramienta hanaq, kay y ukhu pacha, con una izquierda y una derecha , desbordándose hacia Lima o hacia la yunga. Si esa cristianísima tripartición existe en Ayacucho, juntamente con otras divisiones binarias, ternarias y cuaternarias, cada una subdividida o aumentada , no son éstas ni aquélla las que convencen al lector de que "el hombre andino" posee un pensamiento de veras complejo. Mejor andaría Ansión si escribiera que el pueblo de Ayacucho piensa y habla como toda la gente normal ... En tercer lugar , se refieren con frecuencia estas páginas al "pensamiento andino" y a un ser abstracto que se llama "hombre andino" . No es, por cierto, gran novedad. En muchos casos es una forma breve de designar realidades complejas. Pero en el contexto descrito por Ansión y después de haber calentado éste los sesos del lector con unas cuantas definiciones marxistas de ideo- 305 logía y aparatos ideológicos, era de suponer que lo llevaría hacia el campo del "sujeto histórico" que produce ese discurso popular, que lo utiliza, lo transforma y le da vida. El "hombre andino" no es un "sujeto histórico"; las clases o grupos sociales sí lo son, porque tienen una "historia"; es decir, se ubican en el espacio y en el tiempo, se distinguen oponiéndose, siendo esta última característica el fundamento de toda explicación marxista en Ciencias Humanas. Echó a perder el sociólogo belga, profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú, esta ocasión que, por otra parte, se le presentaba muy favorable. Moral: entre la introducción teórica, la definición de "región" y el cuerpo analítico de este libro no hay la más "leve sombra", como diría Guamán Poma, de ligazón. Se contentará el lector, sin embargo, con la gracia y la preñez del cuento ayacuchano · y por ello quedará reconocido a Ansión, esperando que algún día le ponga entre manos sus "pensamientos" acerca de la tragedia que devastó gran parte de esa inconfundible tierra, "Rincón de los muertos". H.U. DELER, Jean. Paul y SAINT-GEOURS, Yvcs (compiladores). Estados y naciones en los Andes. Instituto de Estudios PeruanosInstituto Francés de Estudios Andinos. Lima, 1986. 2 vols. 668 pp. Un coloquio de historia organizado en 1984 por el I FEA ha servido para poner en manos de los estudiosos una veintena de artículos que pretenden plantear una visión comparativa de las repúblicas andinas (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú). Una historia comparativa, por lo demás, preocupada desde un principio en hacer un balance sobre el estado de los respectivos archivos y uso de las fuentes. En el primer caso, Gunnar Mendoza y Augusto Gómez, para los archivos de Bolivia y Colombia respectivamente, muestran, haciendo un inventario 306 de los recursos documentales de ambos repositorios, la importancia que tiene para la historia y demás ciencias sociales su consulta. En el segundo caso, el tratamiento de la historia oral como un método encaminado a recoger como fuente la vivencia directa de los protagonistas de los hechos, tal como lo entienden y emprenden René Arze (en el caso de la guerra del Chaco) y Silvia Rivera (para las rebeliones campesinas en Bolivia entre 1900 y 1950), se constituye en un valioso recurso alternativo a los documentos escritos cuando se trata de historia contemporánea. "Producir historia en los Andes" -el título que engloba las cuatro contribuciones arriba aludidas- es factible desde una u otra perspectiva . La forma de tratar los problemas de la formación de los Estados-naciones en los Andes (es sintomático que en muchos ensayos esto abarque no sólo el siglo XIX, sino buena parte de la centuria presente) se erigirá en la cuestión clave de la discusión. "Hacia la formación de sociedades nacionales", epígrafe que abarca un número de ponencias en las cuales directa o indirectamente aparece el interrogante de por qué fracasaron desde un inicio los proyectos de nación en las repúblicas andinas, abre nuevas pistas en lo que respecta al protagonismo, sea como permanencia o emergencia, de los grupos dominantes de ámbito regional y el rol que han jugado en los límites del desarrollo económico andino. Luis Miguel Clave, para el Cusco, y Nelson Manrique, para la sierra central del Perú, plantean esta relación en torno a la redefinición de los mercados internos regionales y el papel de los terratenientes serranos. La respuesta regional a una situación de indefinición política por parte de las dirigencias nacionales en los Andes no incumbe, sin embargo, sólo a sus élites o grupos de poder agrario; eso lo constatan desde el lado de las acciones contestatarias campesinas Patrick Husson, analizando las rebeliones de los campesinos de Huanta en el siglo XIX,y Henri Favre, reflexionando sobre lo que llama los "procesos de indianización Revista Andina, año 6 cultural" (ponencia de ·la cual se publica sólo el resumen) en la región de Huancavelica durante el mismo siglo , así como Germán Colmenares desde las actividades económicas de mestizos y mukltos en la región del Cauca, en Colombia. El factor externo, el rol del mercado internacional , es otra variable imprescindible cuando se trata-de comprender la redefinición territorial estratégica de las regiones en las cuatro repúblicas andinas. Al respecto, Manuel Chiriboga, situándose en el llamado período del auge cacaotero en el Ecuador (I 880-1915), trata de describir las implicancias que éste tuvo sobre la transformación de la estructura agraria costeña y la constitución de una clase dominante regional. El ensayo de Jean Piel problematiza, para el período entre 1820 y 1950, las· formas en que ,el Estado peruano y los agentes del capital mercantil y financiero negociaron su acceso a la reserva andina·(la fuerza de trabajo campesina) con los terratenientes y otros grupos de poder regional. Hubiera · sido interesante contar con la ponencia de Heraclio Bonilla , que prometía dar una visión comparativa del funcionamiento de las economías de exportación en el Perú , Ecuador y Bolivia. El segundo volumen está igualmente subdividido en dos partes . Bajo el genérico título de "El Estado-nación en los Andes" se reúnen dos modos de percibir el problema : por un lado están los que se abocan a desmontar los mecanismos de funcionamiento político-administrativo y la acción persuasiva de los grupos partidarios y élites entre· los ciudadanos, sea en Nueva Granada entre 1810 y 1850 (Hermes Tovar) o a lo largo de todo el siglo XIX en el Ecuador, país para el cual se ensaya la descripción de un supuesto "Estado terrateniente" (Rafael Quintero) . Otros destacarán, en cambio, el rol jugado por la ideología religiosa y el proceso de secularización dentro de las representaciones políticas y el paso a la modernización de estas sociedades, muy apegadas al mito y la tradición , tal el caso del Ecuador entre 1809 y 1875 (Marie~Danielle No. 1, Julio 1988 Demélas e Yves Saint-Geours) . En esa misma perspectiva , lo ocurrido con las movilizaciones campesinas en el Perú de principios del presente siglo muestra los conflictos generados entre el programa ideológico sustentado por la Rama - una institución indigenista que solventaba legal y económicamente a los dirigentes campesinos por aquellos años y que reivindicaba la vuelta al Tahuantinsuyo por medio del triunfo del campesinado ( en singular) sobre los mistisy la compleja composición social de las rebeliones campesinas de 1919-23, las mismas que desembocaron en conflictos y rivalidades entre los propios campesinos para derivar en e.i fracaso de la movilización (Manuel Burga) . La década de los veinte fue igualmente la era del ·florecimiento del indigenismo y del surgimiento del socialismo y el aprismo en el Perú, ideologías que contribuyeron a resquebrajar el hegemonismo mantenido hasta entonces por la ideología oligárquica; sin embargo, aquel proceso de cambio no sólo se entabló en el plano de las ideas, sino también en el de las mentalidades colectivas -subordinadas y dominantes- , que en la práctica vieron en la rebelión campesina de 1919-23 una sublevación milenarista andina, en el primer caso, y una simple "gue, rra de castas" , en el segundo (Alberto Flores Galindo). Completan el libro tres estudios, uno sobre la violencia y los conflictos en Colombia a fines del siglo XIX (Carlos Jara millo) , otro sobre la Guerra del Chaco y los conflictos sociales internos en Bolivia durante tal episodio (René Arze) y el tercero acerca de las implicancias de la inestabilidad política boliviana desde la revolución llevada a cabo por el MNR en 1952 hasta la presente década (Jean-Pierre Lavaud). Los dos volúmenes abren, en consecuencia, una serie de posibilidades de enfoque y entrada a los problemas socioeconómicos de las repúblicas andinas en los siglos XIX y XX , tanto en lo que se refiere a las ponencias mismas como a las discusiones que cada una genera. Es quizás el primer inten- 307 to conocido de rescatar un imprescindible ejercicio comparativo dentro de · los estudios históricos andinos. V.i>.R. FLORES GALINDO, Alberto (comp.). Independencia y revolución (1780-1840). 2 tomos. Instituto Nacional de Cultura. Lima, 1987. 334 pp. Independencia y revolución (17801840), la antología que Alberto Flores Galindo acaba de publicar, persigue un doble objetivo: pensar la Independencia como un acontecimiento político continental y permitir que el lector se forme una imagen global del proceso de ruptura del orden colonial y de la iniciación de la República. Por ello, este libro no está exento de las influencias del proceso de revaloración de la Independencia que hace quince años, con la publicación de La Independencia en el Perú, iniciaron Karen Spalding y Heraclio Bonilla, cuando formularon la hipótesis de que este acontecimiento, más que obtenido, fue concedido o conseguido por los ejércitos aliados de San Martín y de Bolívar. Esto se refleja, por ejemplo, en uno de los principales reclamos que Flores Galindo formula en la introducción de la referida antología: pensar la Independencia más allá de las fronteras nacionales ..Se trata de una de las variables metodológicas-que Spalding y Bonilla sugirieron en 1972. Ellos estimaban que la historiografía tradicional peruana adolecía de un grave error de interpretación: ver la Independencia como un fenómeno meramente nacional. Ello, agregaban, impedía aprehender que los años de la Emancipación (de 1810 a 1824) correspondían, casi cronológicamente, a años de crisis y de revoluciones en España, y comprender, por ende, que la Independencia de Hispanoamérica y del Perú se gestó en ambos lados del Atlántico. Flores Galindo destaca, sin embargo, un 308 nuevo elemento en el análisis de nuestra Independencia: .. el entorno sudamericano. Estima que es anacrónico estudiarla sólo desde el escenario peruano y cree que es necesario pensarla en el marco mayor de la vasta región sudamericana, unificada antes por el Imperio Incaico y después por la administración colonial {los Austrias}. Loanterior, acota, no significa negar, que el problema central de esos años de ·guerras y revoluciones fue la cuestión nacional, ya que aquí se encuentra la explicación de los álgidos debates en torno a la Independencia. Independencia y revolución reabre·, además, el debate iniciado por Spalding y Bonilla en 1972. De los siete trabajos que conforman esta antología, dos tienen que ver directamente con la problemática: "Independencia y clases sociales", de Alberto Flores Galindo, incluido inicialmente en el No. 7 de Debates -en Sociología, en 1982; y "El mito de la 'independencia concedida': los prngramas políticos del siglo XVIII y del temprano XIX en el Perú y Alto Perú", de Scarlett O'Phelan Godoy, publicado originalmente en el No. 2 del Vol. IX de Histórica, en 1985(1 ). De ahí que en dicho ensayo Flores Galindo tome distancia con relación a la polémica abierta por Spalding y Bonilla. Dice que en 1982 la constatación resultaba insuficiente: no era factible seguir insistiendo en lo que no fue la Independencia y era imprescindible buscar explicaciones. Para él, el problema central consistía en saber si frente a la sociedad colonial fue posible, al terminar el siglo XVIII, una opción diferente o. si existían las bases históricas-para que se elaborara una alternativa. Esto significa indagar por las ideas y la cultura de esos años, por las críticas, los planteamientos y los programas, pero también inquirir por el sustento social que podrían tener estos proyectos; es decir, por las clases llamadas a reempl¡Jzar el viejo orden. Este ambicioso programa de investigación, en lo que se refiere al caso de la Lima de 1760 a 1830, se cristalizó en 1984 con la publicación de Aristocracia y Plebe. Revista Andina, año 6 No obstante, en el referido ensayo , Floenvuelto en actividades subversivas, la s res Galindo adelanta algunas interesantes autoridades coloniales serían benevolentes con su caso: en la rebelión de Túpac Amaru conclusiones. Dice , por ejemplo, que si el efectivame nte se le dictaminó una breve Perú fue uno de los focos de la resistencia realista, esto no se debió exclusivamente a condena; en ca mbio , en la rebelión de La Paz de 1809 el veredicto fue la pena de la personalidad del virrey Fernando de muerte . Abascal, como afirma la historiografía traO'Phelan Godoy arriba a la conclusión. dicional, sino a la presencia en Lima de la por último , de que después de los fracasos aristocracia colonial más numerosa de toda de 1809 y 1814 la Independencia le fue América Hispana . Afirma , además , que la "concedida" al sur andino. pero no por falIndependencia comienza en 1780 y que el ta de una dinámica propia de lucha social o levantamiento de Túpac Amaru 11 , contrafalta de iniciativa de los sectores criollos . riamente a lo que cree Bonilla , fue mucho sino porque sus programas se limitaron a más allá de la solicitud de la supresión de la buscar reivindicac ione s tan inmediatas comita : si alguien duda del carácter revoluciomo locales . sin visualizar el proceso por el nario de este movimiento , explica , bastaría que con cierto cuidado reconstruyese los cual atravesaba Hispanoamérica en su conacontecimientos: formación de un ejército . junto. rebelde , designación de autoridades y coEn la introducción a la antología Indebro de impuestos en los territorios libera- pendencia y revolución , Flores Galindo plantea una reflexión final a modo de predos. Por su parte , Scarlett O'Phelan Godoy gunta. ¡, Fue inevitable . se interroga. que el cuestiona explícitamente la conocida hipó· Perú pasara de la órbita española a la hegetesis de Spalding y Bonilla . Dice que la vimonía británica ? Su respuesta es no. El cree sión de que la lndepen9encia tuvo que lleque , en el pasado como en el presente , siemgar al Perú y Bolivia desde fuera, debiendo pre hay más de una alternativa y que los ser concedida , como resultado de una falta desenlaces son el resultado de combinaciode iniciativa por parte de las élites criollas nes, siempre específicas, entre determinalocales , es, en realidad , tan sugerente corno ciones estructurales y voluntades tanto incontrovertida. Esta interpretación, ex plica , dividuales como colectivas. no aclara premisas básicas, como , por ejemEn el Perú de ese entonces existían, por plo , la presencia de tempranos programas lo menos , tres circunstancias que demostrapolíticos anticoloni::1les en Cochabarnba y ban que no era inevitable que ingresáramos Oruro entre 1730-1739 o el hecho objetivo a la férula del imperio informal británico . de que el primer lugar de Hispanoamérica Estas, según Flores Galindo , eran las sique gestionó en 1809 su autonomía frente guientes: la relativa autosuficiencia econóa España (aprovechando el vacío de poder mica del espacio colonial: la gran distancia dejado por Fernando VII) fue , paradójica- geográfica entre nuestros países, especialmente , el Alto Perú. mente los que daban a! Pacífico , y los puerO'Phelan Godoy no acepta , además, la tos europeos ; y las políticas proteccionistas afirmación de que no existió conexión en- y las posibilidades que ofrecían los espacios tre la rebelión de Túpac Amaru y los movi- del interior . mientos de las dos primeras décadas del siEste, finalmente , es sólo un ejemplo de glo XIX. ¿Cómo explicar entonces, se pre- los muchos temas sin debatir a propósito gunta, la presencia de un individuo corno del tiempo de la Independencia. Esperamos Antonio Figueroa, quien participó en am- que Independencia y revolución reimpulse bos alzamientos? En su condición de penin- dichas discusiones. sular casado con criolla , recuerda , probablemente Figueroa pensó que , a pesar de verse 1) Los otros te xtos incluidos en esta anto- No . 1, Julio 1988 309 logía son los siguientes: "La crisis colonial en la crisis del antiguo régimen ", de Josep Fontana; " El fin del comercio colonial : una compañía comercial gaditana del siglo XIX", de Carlos D. Malamud ; "Estructura eco.nómica y desarrollos regionales de la clase dominante, 18211850" , de Alfonso Quiroz; "Continuidad y cambio en la or~anización política del Estado en el Perú independiente", de Heraclio Bonilla; y " Reconsideraciones sobre el problema histórico de la Confederación Perú-Boliviana", de Jorge Basadre . C.A. HERNANDEZ; Max ; LEMLIJ , Moisés; MILLONES , Luis ; PENDOLA, Alberto y ROSTWOROWSKI, María . Entre el mito y la historia. Psicoanálisis y pasado andino. Ediciones Psicoanalíticas lmago . Lima , 1987 . 199 pp . Durante tres años, un grupo de científicos sociales peruanos metió hombro a la ardua e ingente tarea de desempolvar el inconsciente del hombre prehispánico , despabilándole el "deseo" y escudriñando lo poco que sabemos sobre la " cámara obscura" de su pensamiento . Este "círculo psicoanalítico" se presentó desde luego extremadamente favorable a los "sueños y deseos" masculinos : una mujer-historiadora , un antropólogo y tres varones analistas. Quizás por eso fueron sesiones " siempre estimulantes". con semanas de "cuajo", in terpretaciones "por o ído", en que se superaron "muchas ansiedades", pero al precio de asumir carencias e intentar repararlas (pp . XIVXV) . Y algo más : se pretendió proseguir , refinar y ampliar lo que se podría llamar " una perspectiva nacional de entender los problemas andinos" (p . XIX)! Al grano. Primer capítulo , primer misterio gozoso ... los Ayar. Perspectiva freudiana . .. Para los que la conocen, no les será difícil adivinar que las "varas" a que hacen referencia los relatos de los mitos prehispánicos, se transforman en manos de 310 María Rostworowski y Luis Millones, aguijoneados por los tres mosqueteros del inconsciente y deseo peruanos, en jubilosos instrumentos fálicos. Y si a tanto había llegado la osadía del "círculo", no saldrá de su quicio el lector al comprobar que dichos científicos analizaron casi licenciosa y obsesivamente cuantos huecos les depararon crónicas, textos, archivos nacionales y extranjeros. Conclusión psicoanalítica : hay que · tenerlos simple y llanamente por oquedades vaginales. No termina allí la cura psicoanalítica . A la lupa , el "círculo" disecó las pugnas de Cachi con sus ofendidos hermanos, considerándolas frutos ignominiosos de ' la envidia "que les (a los Ayar) producía no poseer esos atributos (fuerza excesiva) con resonancias a potencia genital" (p. 9) . Y forman parte del arsenal fálico y vaginal, puesto al desnudo por los cinque voci con alcune licenze (p . XXVIII), las orejas de los Incas, a quienes se les ocurrió poner huecos donde ni Belcebú sería capaz de imaginarlos: en los lóbulos de las mismas. ¿Qué pensar de ello? El adolescente prehispánico , "al ofrecer el lóbulo de la oreja , salva el atributo fundamental de la virilidad : el pene. Es una instancia bastante clara de un intercambio del tipo pars pro toto" (p . 11 ). Durante el repaso del segundo misterio gozoso, los ojos del "círculo" privilegiaron los temas oníricos. La guerra entre Chancas e Incas tuvo vencedores y vencidos . Del lado del vencedor , "el héroe usó el sueño para ver ampliados sus deseos , para estimular y dar fuerza a sus aliados ... sueño creativo" (p . 38) . ¿Cuál fue el sueño del vencido? Pues hay que lamentar no tener acceso a él (p . 38). De esa guerra, de los líos en que ella se desarrolla , sacaron los "clí nicos" algunas conclusiones: " ... Yupanqui bélico, activo, masculino, versus Viracocha y Urco pasivos, femeninos, castrados" (p. 45); " ... con Pachacutec la etnia cusqueña llegó más allá de las relaciones cerradas de lo puramente narcisista , aun cuando no llegó a estructurar lo edípico" (p. 75) . Con el tercer capítulo llegamos a los Revista Andina, año 6 misterios dolorosos . . . Ultimas años del Tawantinsuyu y llegada de los españoles. Son tiempos recios en que los desmadres increíbles de panacas y las guerras fraternas entre Huascar y Atahuallpa echan todo a perder . .. Detrás de ello la otra guerra, la inconsciente y eterna en búsqueda de la apropiación de un padre y el afecto de una madre . Se cometieron horrores que algunos pagaron caro : Huascar mandó violar acllas en un "extraño antirritual" : "Para asir la magnitud del acto, comparémoslo mentalmente con el rito matrimonial de Huayna Capac" (p. 100). Y llegaron los españoles ... Atahuallpa y los Incas vencidos: "No sabemos los planes del gobernante derrotado" ( p. I 02). Sin embargo , el cuerpo del Inca ejecutado por los castellanos, "enterrado y desenterrado en pocos días ( . . .) debió ser llevado a Quito o bien colocado en algunos de los nevados norteños, desde donde espera y contempla los avatares de su gente" (p . 102) . ¡Qué espanto , Dios mío' . .. Pero no nos detengamos. Taqui onqoy a la vista . Curiosa pero hasta cierto punto sanamente, el " círculo" no se atreve a grandes disquisiciones en medio de ese océano de traumatismos , frustraciones , desórdenes físicos y morales, lamentaciones de tal orden que el vetusto e hierático muro de Jerusalén quedaría corto . .. Y luego , of course, el milenarismo, el mesianismo y un buen pedazo de pachacuti para los indígenas . . . No comment. Una breve mirada crítica . .. La lectura psicoanalítica se justifica por sí misma , pues cada cual echa mano de lo que más le conviene para sus propios fines. No obstante, me parece oportuno recordar que la labor psicoanalítica a la que se entregaron los clínicos y sus acompañantes no echó la más mínima ni más tenue luz sobre nuestros conocimientos del pasado prehispánico. (Lo propio dijeron y escribieron , hace muchos años, J.P. Vernant y P. Vida) Naquet a propósito de la lectura psicoanalítica de la tragedia y ciclos míticos griegos). Huelga decir que los clínicos escucharon No. 1, Julio 1988 sin parpadear - como es regla en sesiones de cura psicoanalítica - los hechos que fabuló María Rostworowski , memoria real o imaginaria del "círculo". Los resultados son obvios. Los disparates se multiplican a un ritmo espeluznante. Sirva de ejemplo la lectura del héroe que el "círculo" tilda de supermacho , horno eroticus, Ayar Cachi , y de los pobres maricas, Viracocha y Urco. Semejantes diagnósticos sólo se explican por la ingenuidad de los clínicos delante de los sueños de sus feligreses . El héroe Cachi sirve , en el ciclo mítico de los Ayar, entre otras cosas. para abalizar un espacio semántico prehispánico al que podríamos llamar de "embustería" o " mañosería". Sus fechorías nada tienen que ver con una "potencia genital'' excesiva , sino más bien con una capacidad única para or· dcnar y desordenar la sociedad y las cosas a su talante , siempre por medio de gestos venturosos o palabras afortunadas. A este campo semántico pertenecen también las acciones o actitudes que nos transmitieron algunos relatos míticos en que aparece el héroe Urco , máxime cuando su nombre acompaña a Quilliscachi, Quillis/Cachi. Véase , por ejemplo , la función que este personaje desempeña en el tinkuy entre Incas y Chancas, y el lector comprenderá lo que quiero insinuar. No olvide tampoco que éste era el nombre de un ayllu prehispánico de Cusca .. . No sé si tendré razón en llamar la atención para una lectura de la conocida "guerra entre Incas y Chancas" en términos de tinkuy. Esta noción posee la enorme ventaja de expresar lo que se entiende por sucesión dinástica prehispánica . En pocas palabras , para que un señor inca fuese reconocido como el personaje investido de poder , tenía previamente que celebrar el tinkuy o la liturgia de acceso a un status único y privilegiado, el cual consistía en una lucha o batalla ritual en la que se enfrentan dos bandos , grupos o espacios. A eso se debe, en parte, la existencia de espacios políticos y rituales diferenciados que regulan y litúrgicamente garantizan la calidad única del Inca y su poder divino . 311 ¡,Tendrá esta explicación algún interés para una "perspectiva nacional de entender los problemas andinos"? No lo sé. Sin embargo, por lo menos puede alejar al lector de las arbitrariedades y de la falta de un elemental principio crítico de lectura que el "círculo" evidencia . Queda bien claro , repito, que lo que está en discusión no es la legitimidad de la lectura psicoanalítica del mito prehispánico, sino la presteza con que los clínicos engulleron los garabatos de historia y mitología que les sirvieron durante tres años de alegres y jocosas sesiones las voces de supuestos hechos prehispánicos o coloniales. Mejor suerte hubieran corrido si en vez de ello se abocara el "círculo", con igual "jobina" paciencia, a leer lo que significan todas esas "verticalidades" y "horizontalidades" que asedian al inconsciente y consciente de algunos investigadores nacionales y extranjeros. A ese respecto, permítaseme recomendar la lectura de Gilbert Durand , conocidísimo psicoanalista y antropólogo de lo imaginario. Y si no es mucha impertinencia, recomendaría al "círculo" dilatar sus gozosas sesiones para sacar en limpio el tema de los ayllu, que pide a gritos entrar en el más elemental análisis del pensamiento peruano y que, de .alguna manera , daría razón de la búsqueda obsesiva del signo fálico a que tan alegremente se dedicaron los autores. N.B.: Para los que se preocupan por la "reproducción de despropósitos" les recomiendo las lecturas siguientes: César Rodríguez Rabanal , "Psicoanálisis y psicoh istoria peruana" , Socialismo y participación, 40 : 103-\08 , diciembre 1987; Dr. Fernando Maestre Pagaza , "El mito de Sara Sara" , Revista del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, 1,1 :716, agosto l 987;Debates en sociología, 11: 7-5 2; 187-228. Lima , 1986 , con amplia discusión. H.U. 312 KICZA, John E. Colonial Entrepreneurs Families and Business Families in Bourbon Mexico City. Albuquerque, 1983. El trabajo del profesor Kicza refleja el comportamiento económico de la ciudad de México en el período colonial tardío. La ciudad de México fue la más grande e importante ciudad de Hispanoamérica y centro de gobierno del virreinato más poderoso de las colonias españolas (Nueva España), teniendo un fuerte movimiento económico en los campos de comercialización y producción (artesanal). El virreinato de Nueva España fue el mayor contribuyente de las colonias españolas en América, superando en esto al Perú considerablemente. El trabajo de Kicza se apoya en las excelentes investigaciones existentes sobre historia de México colonial, sobre todo en lengua inglesa, como son los trabajos de Brading, Ladd y Haring, que tocan temas convergentes. Además, realiza una fructífera investigación basada en los archivos mexicanos, consultando mayormente las secciones del consulado y de notarios. El libro consta de tres partes: la primera es el estudio de la élite en ciudad de México, de su composición , organización y comportamiento económico. La segunda parte se refiere al análisis del comercio, incluyendo desde el comercio al por mayor hasta el comercio al menudeo; es decir , cubriendo desde el comercio oceánico e interprovincial hasta el comercio interurbano. A la vez, estudia quiénes fueron los actores involucrados en estas transacciones, determinando su interrelación . Asimismo, se refiere a las actividades no comerciales de los mercaderes. La tercera parte del libro se centra en el estudio de la producción manufacturera de la propia ciudad de México, queriendo abarcar todas las actividades que producen un bien. Indaga sobre quiénes se ocuparon de la producción de bienes en la propia ciudad y cómo se organizaron. La élite es definida por su poder económico, por la concentración de riquezas, lle- Revista Andina, año 6 gando el autor a la conclusión de que para que una familia perteneciera a la élite mexicana debía poseer un mínimo de un millón de pesos en activos. Las otras variables utilizadas por la historiografía para definir la élite son imprecisas, según el autor, pues no abarcan todo el conjunto estudiado. Considerando la posesión de un título de nobleza o de una orden militar como patró n indicativo de pertenencia a la élite, queda excluido alrededor del cincuenta por ciento de la misma , que no accedió a la posesión de éstos. Kicza rompe así una serie de prejuicios sobre la composición y comportamiento de la élite colonial, siendo interesante su comparación con el caso del Perú , donde se concentró el mayor número de nobles en América durante la colonia . El sistema económico para generar ganancias por parte de la élite fue , según el autor , el de abarcar un gran número de actividades económicas, que se entrelazaban funcionando en conjunto: la agricultura, la minería y el comercio no estaban separados. Al comerciante le interesaba poseer haciendas para manejar la comercialización de la producción . Por ejemplo, los hacendados del pulque (bebida alcohólica) eran dueños de las tiendas donde se expendía este licor. Las alquilaban con la condición de que el inquilino les comprara su producción , fijando el precio de venta de la bebida . De este modo cerraban un circuito económico con el que se protegían de las fluctuaciones de precios. Cabe destacar que este sistema de interrelación de diversas actividades económicas por parte de los grupos poderosos hizo posible que muchas familias importantes se mantuvieran en los estratos más altos de la sociedad mexicana . El autor sostiene que muchas familias del siglo XVIII procedentes del XVI pudieron mantenerse gracias a haber adoptado esta estrategia , en la cual las haciendas tuvieron un papel protagónico . No hubo familia importante que no tuviera una hacienda por lo menos. Toda familia de fortuna reciente adquiría una, bajo diversas modalidades: matrimonio, compra, etc., sin que ello implicase un abandono de No . 1,Julio 1988 las otras actividades. Las razones fueron varias: las haciendas se podían repartir entre los herederos, además de ser un negocio seguro. Por el contrario, el comercio y la minería eran actividades riesgosas. Esta es una visión diferente a la presentada por muchos historiadores sobre el Perú , pero hay que tener en cuenta que Kicza sólo menciona a los estratos más altos de la sociedad y no se ocupa de los grupos de provincia, por considerarlos de mucho menor importancia que los de ciudad de México , con la excepción de unas cuantas familias de Guanajuato. Una de las ideas principales del libro es que las diversas actividades realizadas por una misma familia forman un conjunto, el mismo que no puede ser disgregado sin perder la comprensión histórica de la economía mexicana . La élite copaba un sistema en el que se unían la producción y la comercialización. Kicza sigue en este punto los avances de la historiografía me x icana , como es el planteamiento de Brading sobre las cuantiosas inversiones de los grandes almaceneros de ciudad de México en la minería. Lo in _teresante del planteamiento propuesto por el autor es que no sólo verifica las afirmaciones anteriormente vertidas, sino que las amplía y muestra un universo mayor: las diversas áreas controladas por la élite no son una diversificación de inversiones, sino que forman un conjunto. Así, la agricultura abastece a la minería o el mercado controlado por los comerciantes, la minería abastece a los comerciantes del tráfico con Europa del metálico para pagar por los productos importados y el comerciante , a su vez , abastece a la minería. Por eso, cuando una misma familia controla muchas actividades, no está diversificando inversiones , sino fortaleciendo un mecanismo de ganancia, al ser todo un mismo negocio. La élite fun cionaba como un sistema de clanes familiares en el que todos respondían al bienestar del conjunto. El sistema de clan fue el que hizo posible que una familia controlase diversas actividades y en lugares dís- 313 tantes, pues muchas de las haciendas y minas quedaban a varias centenas. de kilómetros de ciudad de México. Los miembros de la familia eran piezas de un mismo engranaje que giraban alrededor del cabeza de familia. El matrimonio jugó un· papel preponderante dentro de este esquema de alianzas, formándose familias extendidas. En el consulado de México fue notoria la unión de familias. Las relaciones económicas y sociales estaban inmersas en estas relaciones familiares. Pero el matrimonio también sirvió para incorporar nuevos miembros a la élite, sobre todo a comerciantes españoles, en un proceso de movilización social. También fue importante para que las familias criollas estrecharan lazos con la metrópoli, tan importante para los importadores de mercancías europeas. La idea de ver a la élite funcionando en clanes familiares ha sido poco utilizada en la historiografía nacional, aunque nos podría ayudar a explicar muchos de los casos de comerciantes limeños, como el del conde del Premio Real, Juan B. de Lavalle, que comercializó azúcar a Chile teniendo a un hermano en Santiago con poderes para cualquier transacción económica, o el comportamiento de familias como las Ligarte o Gutiérrez en el Cusco, a fines de la colonia: los miembros de estas familias cusqueñas estuvieron diseminados por todo el Alto Perú, además de otras regiones, con el propósito de ejercer control sobre sus actividades comerciales y de producción (haciendas y obrajes). La actividad principal de ciudad de México fue el comercio, sobresaliendo el comercio con Europa . Este fue indudablemente el de mayor monto, mayores ganancias y donde el capital estuvo más concentrado, particularmente en el grupo de los almaceneros (los importadores de las mercancías europeas), que contó con un porcentaje importante de criollos. Existieron, asimismo, otros comercios marinos: el comercio con China, a través de Manila, que estuvo concentrado en pocas manos, muchas de ellas de comerciantes de ciudad de México, así como un comercio de menor volumen, que 314 fue el del cacao, en conexión con otras regiones americanas. El control del comercio con Europa llevó a los almaceneros a un control del comercio en otras provincias de Nueva España por medio de alianzas con los grupos de poder de las provincias o con los funcionarios de turno, para que éstos colocasen los productos utilizando mecanismos como el reparto . También se recurrió a abrir sucursales en centros importantes ( centros urbanos o mineros). El comercio inter-provincial fue otro rubro importante para los grandes comerciante~ d~ ciudad de México. Los productos pnnc1pales de este tipo de transacciones fueron los textiles, el azúcar, el. pulque, la cochinilla y el cacao. Como ya se dijo, la mayoría de los comerciantes fueron dueños de haciendas y comercializaron la producción de éstas y, en muchos casos, la producción de las haciendas vecinas. El trabajo también analiza el mediano y pequeño comercio, relacionándolos con el comercio realizado dentro de la ciudad y en forma directa al público. Kicza clasifica el comercio al menudeo según los productos en venta: abarrotes, manufacturas, bebidas alcohólicas (pulque), etc. El mayor interés radica en el análisis del funcionamiento interno del negocio y la oportunidad de otras inversiones para los dueños de tiendas. La primera distinción en el negocio de las tiendas es aquella entre el dueño y el administrador. Cuando el administrador no es el dueño, su salario nunca será elevado, aunque el trabajo desempeñado sea difícil. En cuanto a las inversiones de los dueños, éstas serán escasas, dirigiéndose a la ampliación del negocio con nuevas tiendas o en una casa. El caso del vendedor de pulque sobresale porque invertirá en destilerías. El mediano y pequeño comerciante fueron concientes del volumen del capital propio y en ningún momento Jo diversificaron, como la élite. La última parte del libro trata sobre la producción de manufacturas dentro de ciudad de México. Kicza distingue, entre las actividades manufactureras más valoradas, Revista Andina, año 6 la labor de los plateros. Además, hace una distinción según el tipo de acabado del trabajo , burdo o fino, dependiendo éste del mercado o del producto . Las diferencias más saltantes están dentro de la esfera de la producción . La diferencia entre maestro, aprendiz y jornalero se hace mayor cuanto más grande sea el taller . El aprendiz se relaciona con el taller y el maestro a través de un contrato , por el cual ambos se comprometen a cumplir determinadas cláusulas: el aprendiz a trabajar en el taller del maestro por una cantidad determinada de años y el maestro a enseñarle el oficio. El jornalero es mal pagado . El universo étnico de los aprendices y jornaleros comprende a indios, mestizos, blancos y un mínimo de negros sin que el autor mencione porcentajes ni totales . Menciona eso sí la importancia que tuvo la producción de bienes dentro del total de la población de ciudad de México. El análisis de la producción manufacturera choca con la poca cantidad de datos registrados en las fuentes , sobre todo en los archivos notariales, ya que muchas de lastransacciones eran pactadas por vía oral. Esta dificultad no se dio en las otras partes del libro , para las cuales el material de archivos y bibliográfico es mucho más rico . La importancia de libros como el de Kicza radica en su posible utilidad como un modelo para el estudio de la historia del virreinato del Perú; fundamentalmente nos puede ser útil su concepción del comportamiento socio-económico de la élite mexicana o de las formas de comercio a fines de la colonia. C.A. de L. Lengua, cultura y región. Diálogo y conflictos en el sur andino peruano. Centro de Estudios Rurales Andinos '~Bartolomé de Las Casas". Serie Deba tes Andinos No. 13. Cusco, 1987 . 103 pp . El libro reseñado es un documento elaborado a partir de trabajos ejecutados al No. 1, Julio 1988 respecto en el Cusco , del 20 al 24 de julio de 1987, en un taller que reunió a numerosos especialistas, entre otros a lingüistas. antropólogos, políticos, representantes campesinos, comunicadores sociales, profesores y funcionarios . Se trata de un documento importante pues no sólo presenta clara y sucintamente los aspectos históricos y actuales de la situación lingüística y cultural del sur andino peruano , sino que propone una estrategia global para avanzar hacia una sociedad alternativa " multilingüe, pluricultural, democrática y dialógica" (p. 87) . El , libro no puede dejar indiferente a quien esté involucrado en la problemática de lenguas y culturas en todo el continente ; al contrario , al leer el documento, uno se siente constantemente solicitado y pasa de la admiración a cierta irritación para , después de relecturas y reflexiones , reconocer la fuerza y la cohesión de las propuestas. Veamos brevemente esos diversos aspectos del libro . A pesar de sus obvias cualidades, el libro no deja de irritar inicialmente al lector en dos aspectos: de hecho , molesta , por un lado, la severidad extrema con la cual se describe la situación actual , en especial la de la educación bilingüe, y, por el otro, la ambición del programa propuesto para darle solución. Tal como se presentan , los trabajos ejecutados én el campo de la educación bilingüe no parecen significantes. Nosotros pensamos que , sin caer en un optimismo ciego , se hubiera debido valorizar lo realizado al respecto como conviene . ¿Por qué acallar que la puesta en marcha de esa nueva modalidad educativa que es la educación bilingüe se vuelve cada vez más firme y que viene realizándose a través de un sinnúmero de trabajos notables , investigaciones sociolingüísticas , reformas curriculares , elaboración de materiales educativos para cada grado de Primaria , formación magisterial , campañas de información, etc .? ¿Por qué no mencionar que , dada la indiferencia del Estado , fueron los miembros de los diferentes proyectos de educación bilingüe quienes lo- 315 graron definir un panalfabeto quechua y establecer normas de escritura, un logro inestimable para el quechua? Quien conoció la situación lingüística y cultural del Perú hace unos diez años queda admirado de los trabajos realizados ya; ignorar esos logros o subestimar el largo camino transcurrido ya no es sólo injusto; es también inquietante porque sugiere una inercia total para la cual sólo convienen soluciones extremas . Y, de hecho, en la segunda parte del libro, el lector está confrontado con propuestas aplastantes. Son cuarenta las líneas de acción relativas a las lenguas vernáculas, la educación bilingüe y la diversidad cultural. Unas conciernen el corpus ("dotar las lenguas amazónicas de alfabetos oficiales"), otras están destinadas a realzar el estatuto de las lenguas vernáculas a través de un sinnúmero de funciones nuevas que se les asigna en los campos de la justicia , la administración, la educación, la ciencia, en los medios de información, etc . Lo irritante viene de que no se hace ninguna ·distinción entre aquellas acciones " realizables" sin mayor dificultad , como , por ejemplo, "un diagnóstico realista sobre la necesidad de profesores en el área rural'' , y las que, si bien son muy "deseables" , resultan, sin embargo, impracticables en la actualidad, como una "educación bilingüe de doble vía; es decir, tanto para hablantes de lenguas indígenas como para monolingües hispano-hablantes". Además, es al Estado, cuya inercia se ha inicialmente fustigado con razón, al que se le confían numerosas tareas . Así, al presentar conjunta y uniformemente acciones tan diversas, se confiere al programa un carácter eminentemente utópico que, más que alentar al lector, lo aplasta . . Sin embargo , esta irritación inicial va apaciguándose a medida que el lector reflexiona sobre el libro . Poco a poco se impone la fuerza y la cohesión de los argumentos . Uno va recordando que ninguna acción aislada del pasado ha logrado modificar el estatuto de las lenguas y de las culturas del sur peruano hasta la fecha. Si bien en los afios pasados se han registrado gran- 316 des esfuerzos en el sector educativo , la inercia estatal y la desconfianza de los padres de familia han contribuido, sin embargo, a aislar la educación bilingüe del proceso integral de desarrollo de los pueblos indígenas, poniendo en peligro su sobrevivencia después de la fase de implementación . El mayor mérito del libro está , pues, en que opone a los esfuerzos aislados y desarticulados del pasado un plan concertado, global y detallado, donde cada uno se siente interpelado y puede responder según su formación y su trabajo . Así , lo utópico aparece poco a poco como lo sensato, pues no hay otra alternativa . Sin que desaparezcan totalmente sus dudas en cuanto a la realización del programa, el lector admira cuán valiente y completa es la visión propuesta . El documento tiene , además, otras cualidades; dentro de ellas quisiéramos mencionar el estilo: sorprende por su transparencia y la falta de tono polémico, una rareza en este tipo de publicación . Raras veces se encuentra un análisis tan justo que esté libre de precauciones estilísticas y de complacencia académica. Sorprende, también, la armonía lograda entre la información de base y los datos más específicos, destinados a círculos especializados, una calidad que hace asequible el libro a un público amplio . Para terminar, quisiéramos añadir que el documento elaborado por J.C . Godenzzi cumple de manera magistral con su cometido de "suscitar interrogantes en sus lectores" (p . 11 ). Es un libro que uno lee y relee, un documento que no sólo informa , sino que además inquieta y que debería volverse imprescindible en los debates sobre lenguas y culturas indígenas en el Perú y en todo el continente. M.-M.B. RAMOS ZAMBRANO, Augusto. Rumi Maqui. Instituto de Investigaciones para el Desarrollo Social del Altiplano (IIDSAUNA). Puno, 1985. 100 pp . +apéndice. A principios de siglo , el departamento Revista Andina, año 6 de Puno y en general todo el sur andino veían extenderse vorazmente los latifundios a costa de las tierras comunales o la pequeña propiedad. Muchos de los dueños , aprovechando su condición de autoridades locales y, en general, sus imbricados lazos con la política regional, cuando no nacional , poseían extensas haciendas donde se perennizaban, día a día , un conjunto de relaciones sociales de naturaleza " feudal ". El problema de la tierra y la explotación que en distintas formas sufrían los indígenas, ocasionaron eventualmente un conjunto de respuestas violentas por parte del cam pesinado . En Puno, particularmente, el problema parecía mucho más grave, sucediéndose alrededor de una veintena de sublevaciones indígenas, especialmente en las provincias de Lampa, Chucuito y Azángaro . A estos importantes asuntos y, en concreto , a la rebelión de San José de Azángaro (1915-1916), acaba de dedicar una monografía el historiador Augusto Ramos Zambrano . Más conocida como rebelión de Rumí Maqui, el estudio de la misma nos pone en contacto con un personaje que , identificado como Teodomiro Gutiérrez Cuevas, un Mayor retirado del ejército, aparecía como un ser mítico capaz de transformar el orden existente, un "Mesías" que, de acuerdo a los bandos políticos que circularon por la zona , pretendía terminar con el gamonalismo, autonombrándose "General y Supremo Director de los pueblos y ejércitos, Restaurador de indígenas del Estado de Tahuantinsuyo" . Distinguido abogado puneño y profesor universitario , Ramos Zambrano es también un profundo investigador de los movimientos campesinos altiplánicos . En 1971 publicó su primer libro, La Gesta de Pedro Vilca Apaza, y en 1980, con motivo del bicentenario de la insurrección tupacamarista, Puno en la Rebelión de Túpac Amaru . En 1984 salía a la luz su estudio sobre la poco y mal conocida rebelión de Huancané de 1923 , y un año después, gracias al Consejo Directivo del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo Social del Altiplano, dirigido por No. 1, Julio 1988 Ricardo Claverías, su Rumi Maqui. El texto en cuestión analiza en sus primeras páginas lo que Ramos ha denominado proceso de "feudalización" de la provincia de Azángaro , explicando cómo se gestó la formación y expansión de las haciendas. Circulan en estas líneas anotaciones sobre las principales familias de gamonales de la zona y los mecanismos que utilizaron para crear o extender sus propiedades. Siguiendo los argumentos de Nils Jacobsen , concluye que la coyuntura internacional de alza de precios de las lanas y fibras de alpaca y ovinos desde fines del siglo pasado hasta la segunda década del presente siglo inclusive , influyó de modo determinante en la expansión y formación de las haciendas puneñas. Más adelante describe y analiza los sucesos producidos en el distrito de Samán , Azángaro , en 1913 . Los comuneros del distrito en cuestión , apoyados por los de Achaya , Caminaca y Taraco , atacan la capital distrital y luego la finca del gamonal Mariano Abarca , acusado de extender sus tierras mediante métodos fraudulentos , cuando no vier lentos . Desde mayo hasta setiembre, la zona conoce varios enfrentamientos entre los campesinos y las autoridades político-militares, los que culminan con una feroz represión y decenas de muertos y heridos . El problema fue tan serio que una comisión gubernamental presidida por el Mayor Teodomiro Gutiérrez Cuevas tuvo que llegar desde Lima a investigar los sucesos. El comisionado , semanas después de su arribo a Puno en el mes de setiembre , elabora un voluminoso informe en el que acusa gravemente al gamonalismo del deplorable estado en que se debatía el campesinado puneño, mencionando a los principales gamonales de la zona. El libro detalla la reacción de las autoridades puneñas contra la actuación de Gutiérrez , quien, a pesar de todo, había entregado su informe al Presidente Billinghurst. Al respecto , no se sabe si este informe fue examinado o no por la presidencia y se ignora igualmente el contenido exacto del mismo , pues al parecer se "perdió" con los avatares 317 que siguieron al golpe militar de 1914. En las páginas siguientes está el cuerpo central del trabajo de Ramos Zambrano . En ellas son analizados con minuciosidad los acontecimientos relativos a la rebelión de Rumí Maqui, así como los sucesos relacionados con la violenta masacre que siguió a la sublevación ; se presenta, asimismo,un estudio profundo y exhaustivo sobre el Mayor Gutiérrez Cuevas, a quien el autor identifica como el General Rumí Maqui , líder de la rebelión . El importanté hallazgo de dos cartas que Gutiérrez escribiera al indigenista puneño Francisco Chukiwanca Ayulo en 1914 y de otra misiva que un personaje de la ciudad de Potosí enviara, bajo el seudónimo de General Huayna Cápac, al mismo Chukiwanca Ayulo en julio de 1937, informándole sobre el deceso de Rumi Maqui y adjuntando un plan que éste elaborara para la creación de la "Gran Confederación Sudamericana del Pacífico" , entre otras cosas , " desvanecen toda duda en cuanto a la proclamación de Rumí Maqui como Supremo Restaurador del Imperio del Tahuantinsuyo" . Concluye el autor que Rumi Maqui "no fue una leyenda inventada y alimentada por los gamonales para vengarse del mayor de caballería don Teodomiro Gutiérrez Cuevas" por la labor que éste desplegó, tanto en 1913 como en el primer lustro del siglo , cuando estando como subprefecto en Chucuito realizó una intensa labor pro-indígena. El libro de Ramos finaliza con una semblanza biográfica del ya mencionado Chuk iwanca Ayulo. Mediante ella, el autor considera que se define y simboliza al indige nismo puneño , sin dejar de lado , claro está, a otros como Gamaliel Churata, Ezequiel Urviola, etc . La presente obra es de suma importancia por una serie de razones. En primer lugar , por su revisión de periódicos y archivos tanto prefecturales como judiciales, revisión que permitió acceder a documentos y papeles poco o nada conocidos. Luego, porque al introducirnos en los sucesos de 1913 en Samán produce el primer estudio 318 serio y profundo sobre dicha rebelión. Al adentrarnos en ella, inferimos y comprendemos, como ya el autor lo manifestara , que cualquier ensayo que pretenda abordar la complejidad de lo acaecido en Azángaro a finales de 1915 guarda una necesaria relación con lo de Samán. En lo que concierne a la sublevación de San José y al problema de Rumi Maqui , el texto de Ramos nos permite ingresar al enmarañado mundo social de Azángaro. Descubrimos así a la hacendada Aderaida Gallegos, defensora de los campesinos, subrepticia protectora de Rumj Maqui y enemiga acérrima del congresista y terrateniente Arias Echenique. Tomamos contacto con José María Turpo, el líder campesino de la parcialidad azangarina de Soratira y cabecilla principal de la sublevación. Notamos la presencia de algunos indigenistas que, informando sobre lo que acontecía, acusaban al gamonalismo alegando en favor de los indígenas. Confirmamos, en suma, que la lucha por la tierra y el profundo encono entre gamonales y comuneros generaron esa vorágine de pasión y violencia que encontró su punto más alto en diciembre de 1915 y los primeros meses de 1916. Estos sucesos y otros más , prácticamente nunca abordados en anteriores estudios sobre la rebelión de San José, corroboran la importancia del Rumi Maqui de Ramos Zambrano. Quedan, sin embargo, algunas observaciones que pueden hacerse. Permanece, por ejemplo , inexplorado el juego político local, sobre el que ya Tamayo Herrera llamara la atención en 1982. Señalaba Tamayo que el ataque a los fundos de Arias Echenique (San José lo era) pudo haber sido alentado por el hacendado Lizares Quiñones. La duda viene del hecho de que Rumi Maqui no a tacara nunca las propiedades de este gamonal, tanto o más importante que el primero . Queda aún la posibilidad de que fuera el encono entre Gutiérrez Cuevas y Arias Echenique lo que decidiera el ataque contra éste, pero esta posibilidad nos remite igualmente a la política local. En esté sentido, no parece correcto afirmar , como Revista Andina, año-6 lo hace Ramos Zambrano , que el enfrentamiento surgido entre el diputado Arias Echenique y el mayor Gutiérrez constituye "sólo un elemento secundario dentro de esta trama de acontecimientos , incluyendo sus diferencias políticas". Si bien es cierto que desde 191 O hasta diciembre de 1915 el conflicto entre aquel propietario y los comuneros de la región se intensificaba día a día - y éste es un factor esencial para comprender la insurrección-, no es menos cierto lo anterior. Estamos , pues, como ante otras rebeliones andinas , ante una confluencia de motivos y elementos causales. Un aspecto que no ha sido suficientemente explorado es el relativo a las contradicciones de clase entre los terratenientes durante la sublevación de San José . Si bien se esbozan ideas, mencionándose que la amenaza de la rebelión no unió a los gamonales, quienes, por el contrario, acentuaron sus enfrentamientos, azuzando a los indígenas con el fin de vengarse de sus rivales y enemigos políticos, no creemos que durante el desarrollo de la rebelión éstos se unieran "simbólicamente", aunque luego "las recriminaciones de unos y otros llegaran al escándalo y al crimen". No parece correcto, pues, afirmar esto cuando notamos que el periódico "El Indio" , propiedad de Lizares, enaltecía la figura de José María Turpo a su muerte, o cuando evidenciamos en la compulsa de los hechos que Lizares Quiñones y su gente estuvieron al margen de la represión del movimiento. No quisiéramos terminar esta reseña sin precisar algunos otros elementos que sugiere la lectura del texto, entre ellos el de la adopción formal del apelativo Rumí Maqui por parte del Mayor Gutiérrez. Ramos señala que "es incuestionable que entre agosto y setiembre de 1915, en una de las parcialidades de Samán( ... ) Gutiérrez Cuevas se proclama restaurador del imperio del Tahuantinsuyo", adoptando el nombre de Rumi Maqui. Al respecto, Alberto Flores Galindo, en Buscando un inca: identidad y utopía en los Andes (Instituto de Apoyo Agrario. Lima, 1987), sostiene lo discutible No . 1,Julio 1988 de esta afirmación, acotando que no existe prueba alguna que no sea la información oral proporcionada por dos supuestos lugartenientes de Rumí Maqui , cuando evidentemente ya existía la fama de éste. El mismo Flores Galindo sostiene igualmente la hipótesis de uno o varios Rumi Maquis ( el mito) circulando por varias provincias puneñas e incluso en Nazca , entre 1915 y 1917 . Hipótesis sugestiva si consideramos que durante la Gran Rebelión iniciada en 1780, varios Túpac Amarus aparecieron en distintos lugares, muchos de ellos distantes , y a veces al mismo tiempo. Estas apreciaciones, sin embargo, no desvirtúan en nada la importancia del sugestivo texto de Ramos Zambrano . Por el contrario, invitan a la reflexión y a mayores sugerencias. Consideramos, con Alberto Flores Galindo, que se trata del más cuidadoso e importante trabajo sobre esta rebelión indígena, la misma que, con toda seguridad , fue la más relevante de la época y, tal vez, de la presente centuria. L.H.B.O. RODRlGUEZ, Linda Alexander. The Search for Public Policy, Regional Politics & Government Finances in Ecuador, 18301940. University of California Press. Berkeley. Los Angeles and London, 1985. Cuadros, mapas, apéndices, 281 pp. ¿Cuán andino es el Ecuador? ¿Cuán semejante puede ser su historia económica y social a la de otros países del área como Bolivia o el Perú? Aunque estas preguntas no son necesariamente las que el libro de Linda Alexander Rodríguez se plantea , sino que, más bien , ellas aparecen ausentes en todo el trabajo , la realidad pasada y presente del Ecuador sí las demanda. El enfoque de Rodríguez, entonces, escapa a estas determinantes y, por el contrario , se ubica en el estudio de las finanzas públicas en el Ecuador desde los comienzos de su historia 319 republicana hasta mediados del siglo XX ; es decir , entre 1830 y 1940. El libro nació, además, como una tesis doctoral basada en viajes hechos al Ecuador en 1970 y 1972 y sustentada en 1981 en la Universidad de California en Los Angeles, cuyo interés central pretendía ser el examen de la revolución militar de 1925 ( ¿similar al "tenentismo" brasilero o a los coroneles del "socialismo militar" en Bolivia?). Esto se muestra en el mayor desarrollo que tienen los capítulos 4 ( " Government Finan ces, 18951925 ") y 5 ("The Politics of Reform") respectivamente . Por lo pronto, el libro comienza con un encuadre geográfico y económico que resulta ser bastante simple . Los dos fundamentales obstáculos. históricos que han afectado · el desarrollo del Ecuador son, según la autora , su fragmentación geográfica y los limitados recursos naturales con que ha contado. Se trata entonces de explicar la historia por la geografía . Pero Rodríguez ni siquiera desarrolla este punto , limitándose a reseñar en unas cuantas páginas la geografía física del país y a repetir la misma afirmación en las conclusiones. ¿Por qué no se crearon los suficientes recursos económicos para superar el escollo de la geografía , para aprovechar los múltiples recursos naturales existentes en ella o para crear otros nuevos? La industria y el desarrollo industrial ciertamente no dependen de la existencia de recursos naturales en sí, sino de la inversión de capital y de la transformación de materias primas que pueden venir de lugares distantes. ¿Es que no hubo industrialización en el Ecuador por un problema de fragmentación geográfica? Tierras había en abundancia , los productos tropicales tenían demanda desde épocas anteriores al boom del cacao , el petróleo recién comenzó a explotarse en las últimas décadas y ·no desde finales del siglo XIX , como ocurría en otros países vecinos (Perú y Colombia). Las razones no son , entonces, geográficas, sino económico-sociales, históricas. No es éste tampoco , sin embargo, el terreno de discusión del libro; su área se reduce aún más a un en- 320 foque cuasi técnico de política y de finanzas públicas. En cuanto al análisis político , éste es bastante elemental. La estructura de la política ecuatoriana se basa en cuatro variables (nótese variables): el regionalismo, el autoritarismo, el militarismo y el personalismo . Si detrás del análisis de los problemas del desarrollo se escondía la imagen de W.W . Rostow (y sus etapas del desarrollo económico) y de Albert Hirschman , en el análisis político hay un cierto halo weberiano. , Es en el análisis de las finanzas públicas donde el libro de Rodríguez adquiere densidad y rigurosidad académica. Según la autora, existen "continuidades fundamentales en las prácticas fiscales y en las políticas públicas" que no se interrumpen con la instauración de la República Liberal en 1895 ; en este sentido, "el cambio evolucionista y no revolucionario caracteriza la historia de la nación" (pp. 1 y 173). Desde los gobiernos de Flores y Rocafuerte en los 1830 y 1840 hasta Eloy Alfaro o Tamayo en los 1900, hay patrones que se mantienen. El crecimiento de la economía costeña conlleva el crecimiento del Partido Liberal y la emergencia de un "Estado activo" que invierte en educación , trabajos públicos y programas de bienestar. Si en 1841 existían 166 escuelas de educación primaria en el Ecuador , en 1894 éstas iban a ser 1,209 y 1,716 en 1921 . De igual manera, el número de estudiantes pasa de 4 ,769 a 76,152 y 128,746 en los mismos años (véase pp. 85 y 91 , cuadros 11 y 18). Lo que ciertamente conlleva un cambio en los ingresos fiscales. Si el tributo indígena componía el 45 .80/0 de los ingresos fiscales en 1807 y el 28.4o/o en 1830 , en 1857 es abolido dejando el absoluto predominio de los impuestos de aduanas sobre los ingresos fiscales. Si en 1891 éstos eran el 650/0 de los ingresos ordinarios, en 1900 llegan a alcanzar hasta el 910/0, la cifra más alta en toda su historia republicana. La economía costeña entonces, a través de la explotación del cacao y de su comercio exterior, constituye la fuente principal Revista Andina, año 6 de ingresos fiscales. Empero, a nivel del gasto las otras regiones disfrutan más de los beneficios públicos, pese a su escasa contribución económica. Así , detrás de la inestabilidad política del país se esconde el deseo regional de controlar el gobierno central y, lo que es más importante , su partida de gastos. Hasta aquí una continuidad fundamental es mantenida en la historia de la economía pública del Ecuador: el sistema fiscal no e_stá ba~ad~ en impuestos directos (salvo el tributo md1gena) y menos en impuestos a la renta , que deberían afectar a los grupos propietarios del país. El sistema se basa en impuestos indirectos al comercio exterior, tanto a las exportaciones como a las importaciones. El crecimiento de las economías de exportación , en consecuencia, crea un nuevo sistema fiscal basado en los impuestos indirectos al comercio exterior, lo mismo que en el caso peruano, donde con la abolición del tributo indígena las rentas públicas iban a estar sostenidas en la explotación del guano. · El Estado, sin embargo, muestra permanentes déficits fiscales, en parte explicados por esta desigual situación de ser la costa el exclusivo proveedor de ingresos mientras que el gasto es aprovechado por diferentes regiones, sobre todo de la sierra. Los déficits fiscales se cubren con el creciente endeudamiento del Estado, pero, a diferencia del Perú, éste está basado no tanto en la deuda externa como en la deuda interna. No se liga entonces el Ecuador, a diferencia de otros países de América Latina, directamente a la evolución del sistema financiero internacional. El Estado ecuatoriano va a depender más de los bancos internos que de los créditos externos. Y cuando hablamos de bancos internos ciertamente nos referimos a los bancos que desde 1860 básicamente aparecieron en Guayaquil. Dos fueron los bancos que iban a estar en permanentes tratos con el Estado: el Banco del Ecuador y el Banco Comercial y Agrícola . Mientras las exportaciones de cacao se mantuvieron altas, el sistema podía funcio- No.1,Julio 1988 nar perfectamente . Los plantadores de cacao podían seguir alimentando los depósitos bancarios; los bancos, seguir proveyendo con créditos al Estado; éste , seguir pagando con los impuestos de aduanas. El ciclo, empero, se quiebra con los desórdenes generados por la Primera Guerra Mundial, sobre todo en el marco del sistema financiero internacional. Ante el deseo incesante de proteger activos financieros convirtiendo papel moneda en oro y ante la amenaza de la quiebra de los sistemas monetario y financiero, el patrón oro es suspendido temporalmente o abandonado en algunos casos. En el Ecuador se decreta la. Ley Moratoria , que prohíbe las exportaciones de oro y suspende la convertibilidad de la moneda. El camino a la devaluación y a la inflación está abierto . Los responsables de esta debacle financiera son vistos en los gobiernos liberales y en el poder que los bancos tienen sobre ellos. En 1925 se producirá el golpe militar que terminó con la República Liberal instaurada por Eloy Alfaro 30 años atrás . Los nuevos gobiernos, ahora sostenidos por la oligarquía serrana, sobre todo de Quito, permitirán la llegada de Edwin W. Kemmerer, el "mago de los Andes", como lo ha llamado Paul Drake, y dentro de ese espíritu de reforma financiera establecerán un Banco Central, que confisca las reservas de oro de los bancos costeños, además de crear una Superintendencia de Bancos, una Contraloría General y una Dirección General de Aduanas. El ciclo se cierra entonces con una mayor centralización y control del sistema financiero ecuatoriano. En conclusión, un trabajo meticuloso que sigue un cierto estilo norteamericano, bastante positivista, de hacer ciencia, algunas lamentables ausencias (los trabajos de Andrés Guerrero y Manuel Chiriboga sobre el cacao, por ejemplo), una fuerte base empírica y algunas ideas que pueden ayudarnos a seguir pensando en una historia comparativa andina entre el Perú, Bolivia y el Ecuador. J.D. 321 STECHER SHAUER, Alfredo; BERNEX, Nicole y GONZALES VIGIL, José. Descentralización, regionalización, microrregionalización. CER. Lima, 1985. 135 pp. Integran este libro, editado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Regional (CER), tres ensayos dedicados al análisis de dos aspectos centrales del debate asociado al renovado proceso de regionalización y descentralización que experimenta el Perú desde 1979: criterios de regionalización y organización del espacio regional. En el primer ensayo, Alfredo Stecher introduce a la comprensión del origen y evolución de la demarcación territorial de corte "departamentalista" hoy prevaleciente y desde allí esboza luego una primera aproximación al análisis de las posibilidades y limitaciones que subyacen en cada una de las diversas propuestas de delimitación regional provenientes tanto de círculos académicos como políticos. El autor dedica las primeras líneas de su ensayo a precisar con justeza el carácter "no principal" pero sí "indispensable" de la discusión de la demarcación territorial para el éxito de la regionalización como componente central de una nueva política nacional democrática, orientada a modificar drásticamente la estructura del poder económico y político y que estimule y se sustente en la voluntad de las mayorías. Seguidamente, Stecher ensaya un rápido y somero recuento histórico de las raíces de la demarcación territorial peruana, destacando dos aspectos: 1) la constitución de las unidades "departamentales" responde a una doble combinación de factores: las necesidades de la administración y el surgimiento y consolidación de fuerzas sociales y económicas interesadas en prescindir de niveles de intermediación; y 2) las delimitaciones que hoy aparecen como irracionales en su momento respondieron a vinculaciones sociales reales que han ido transformándose al ritmo del proceso económico impuesto por el desarrollo capitalista desigual predominante. 322 El estudio de las características de la demarcación territorial actual ( departamentos) que el autor nos ofrece más adelante, aparece, a nuestro juicio, desproporcionado frente a la disyuntiva que él mismo plantea antes acerca de si la regionalización debe priorizar la adaptación de la delimitación territorial a la realidad económica, social y cultural o constituir una acción correctiva que desbroce nuevos horizontes para el desarrollo nacional regional. Los argumentos que al respecto ofrece el autor no van más allá del énfasis explicativo de la heterogeneidad de la regionalización administrativa analizada por Gonzales de Olarte en su libro Economías Regionales del Perú. Así, pues, la dinámica del proceso social, económico y político de la sociedad civil regional insinuada central, deviene ausente en tanto factor determinante en la superación de la disyuntiva subrayada. Hacia el final, Stecher emprende la revisión de los criterios que subyacen en algunas de las principales propuestas de demarcación regional, distinguiendo: 1) regiones basadas en la sumatoria de departamentos (CONAR); 2) "unidades regionales" conformadas desde "departamentos" ( Carlos Amat y Le6n, Ernesto Gonzales); y 3) regiones sustentadas en criterios como los de la "transversalidad" y otros más complejos (Javier Pulgar V., Andrés Tinoco, Ernesto Mercado J. y Claude Collin Delavaud). El ensayo concluye con una breve reseña de los criterios de delimitación regional enarbolados por el movimiento popular organizado desde sus propias propuestas (Tumbes, Piura, Puno, Tacna, Moquegua y Cusco ), siendo la riqueza y el límite. de las mismas la generalidad de su formulación. No cabe duda que varios de los elementos propuestos están estrechamente vinculados a la dinámica social regional concreta y merecen un tratamiento más profundo y extenso. En el que consideramos el ensayo central del volumen reseñado, la profesora Nicole Bernex, con un envidiable estilo pedagógico, expone la matriz teórico-conceptual e instrumental para identificar espacios regio- Revista Andina, año 6 nales de reproducción social con sus corisiguientes implicancias de política de desarrollo regional, matriz integrada por : 1) la validez de los modelos de análisis regional y el enfoque sistemático, 2) el rol de las ciudades, y 3) las estrategias de desarrollo integral. Abren el ensayo dos interrogantes que apuntan al meollo de las políticas de regionalización : ¿por qué en lugar de "hacer" o "crear" regiones no reconocer las que existen y averiguar su dinámica de formación y estructura? y ¿por qué no desarrollar esas regiones recurriendo a instrumentos más adecuados? Tres años antes, Gonzales de Olarte, en su estudio ya mencionado , avanza reflexiones en este mismo sentido. Y es que un vicio constante de los numerosos intentos y propuestas de regionalizar y descentralizar el país, con contadas excepciones, es la hegemonía del "cómo deberían ser las regiones sobre el cómo son". No estamos en contra de imaginar cómo deberían ser las regiones, sino que este ejercicio prospectivo debería tener por punto de partida el estudio y comprensión de la realidad concreta antes que sólo la intuición. A modo de introducción, Nicole Bernex agrupa el vasto número de modelos de regionalización y estudios desarrollados desde la promulgación, en 1979, de la Constitución Política vigente , que define los lineamientos políticos del proceso de regionalización , en : 1) análisis de los marcos teóricos conceptuales, 2) estudio de las especificidades del territorio nacional, 3) propuestas de mecanismos que viabilicen técnicamente este proceso, y 4) modelos proyectivos de regionalización . Desde aquí, la autora enjuicia el Plan de Regionalización sancionado en 1984, señalando con firmeza su sesgo teórico y limitación operativa por no definir la delimitación, estructura, funcionamiento y financiamiento de los gobiernos regionales; sesgo reproducido en la Ley de Bases de Regionalización (I 987), que teóricamente lo superaría . • En el núcleo central del estudio, Nicole Bernex propone, en oposición a las tendencias de comprensión sectorial del problema No.1,Julio 1988 del desarrollo, la aproximac10n sistémica como posibilidad metodológica para dominar una visión de unidad e interacción de sus diferentes componentes o sub-sistemas. Para ello , postula reconocer que existen en nuestro país algunas regiones polarizadas, o sea subsistemas articulados por un centro urbano dinámico (Piura , Trujillo y Chiclayo ) ; pero también subsistemas no polarizados no integrados plenamente al desarrollo nacional y sin capacidad ni dinamicidad para integrar sus regiones ( departamentos del sur andino) . En este marco , se aborda la discusión del rol de las ciudades en el desarrollo y articulación regional , así como el papel de los medios de transporte y de la información como factores que pueden acelerar o desacelerar procesos de integración y desarrollo regional. La autora sugiere ver en las ciudades no una mera concentración de habitantes , sino un complejo sistema que produce y consume, que teje un estrecho estado de dependencia con el campo y construye articulaciones espaciales. Según la profesora Nicole Bernex , el sistema urbano peruano revela que la fuerza de las ciudades es muy heterogénea y se expresa en una capacidad de articulación espacial diferenciada en la costa, la sierra y la selva. La autora completa su propuesta teórico-conceptual e instrumental para la delimitación de regiones con la discusión del papel de la educación y de la planificación en el marco de las estrategias de desarrollo integral. En su opinión , la educación es una de las estrategias más importantes para ac• ceder al desarrollo y , sin embargo, siempre ha sido menospreciada conforme queda retratado en el lugar que ocupa en la asigna·ción del presupuesto nacional. Aboga por una educación integral y basada en la solidaridad entre campo y ciudad . En lo que concierne a la planificación, sentencia categóricamente que será como hasta ahora un salto a lo desconocido mientras no esté acompañada de instrumentos técnicos, financieros y legales apropiados y no forme parte de una política nacional de desarrollo. ,, Este segundo ensayo termina con una 323 rápida explicación de los instrumentos para la acción que permiten la comprensión y explicación de los procesos microrregionales y regionales: la investigación científica, los instrumentos cartográficos y los instrumentos matemáticos. José Gonzales Vigil , en el último ensayo, ágil y corto , enmarcado más bien dentro de una perspectiva propositiva, plantea algunas hipótesis de trabajo vinculadas a la importancia de la planificación microrregional con el doble objetivo de mejorar los niveles de nutrición de los sectores sociales vulnerables de la sierra y elevar los niveles del ingreso campesino a partir del incremento del valor agregado de la producción agropecuaria. Dentro de una filosofía gradualista propone que a través de la planificación microrregional , que supondría la concertación entre las diversas expresiones del Estado, se tienda a la promoción y fomento de una canasta de cultivos definidos por microrregiones y en función del autoabastecimiento alimentario. La estrategia sugerida apuesta el desarrollo rural casi exclusivamente a políticas de oferta . Es destacable el rol central que el autor asigna a los gobiernos locales en la conducción de estos proyectos de desarrollo microrregional . El papel de los mercados y de los centros de demanda de productos campesinos es una ausencia notable que, además, evidencia una visión poco clara de la función y articulación de los espacios microrregionales al interior de espacios mayores como los que se quiere conformar con la política de regionalización. G.L. STERN , Steve. Los pueblos indígenas del Perú y el desafío de la conquista española. Alianza Editorial. Madrid, 1986. 358 pp. El libro de Steve Stern sobre los poblados andinos de Huamanga trae a la memoria otro libro que, pese a los años transcurridos, conserva su vitalidad propositiva, tal el caso 324 de la obra de Nathan Wachtel Los vencidos (Alianza Universidad . Madrid , 1976 ), escrita en 197 l. Este último sostenía por entonces una tesis sobre el comportamiento andino dentro del contexto de la conquista bastante innovadora: que a pesar de la desestructuración de la sociedad andina tal como la modelaron los incas, los hombres andinos del Perú resisten a la aculturación impuesta por los españoles por lo menos en el plano de las religiones. Este rechazo se materializó a través de las rebeliones indígenas del siglo XVI . Lo que el estudio de Stern trae como in·· novación es, en un análisis histórico regional, mostrarnos no sólo fa capacidad de los pueblos andinos para resistir , sino también para condicionar la evolución de la sociedad colonial , limitando y haciendo variar el accionar coercitivo de los grupos de poder político y económico españoles. Los campesinos aparecen en su obra , efectivamente, como sujetos en una permanente pugna con la sociedad dominante, buscando establecer mejores reglas de juego en los mecanismos de explotación implementados. Tales ejemplos abundan en buena parte del período post-incaico conocido como el de las alianzas hispano-andinas, aproximadamente hasta 1570, cuando fue grande la dependencia de los colonizadores e inevitables las negociaciones con los curacas locales para tener acceso al uso de la fuerza laboral campesina y otros bienes (la forma indígena de acceso a la mano de obra). La adaptación casi inmediata de estas sociedades andinas a las oportunidades comerciales y mercantiles promovidas por la economía hispana fue otra de las acciones que los hombres de la conquista no vieron con agrado . En 1560, al descubrirse grandes minas en Huamanga, la avidez empresarial española provocó una gran concentración humana en ellas , la despoblación de los pueblos andinos y el deterioro de las alianzas post-incaicas. El resultado final de ello fue el surgimiento de un sentimiento colectivo neoinca, resultado de una crisis moral, que se Revista Andina, año 6 materializó en un movimiento milenarista, el Ta qui Onqoy, en el cual tomó forma la idea de la destrucción masiva del poder colonial. Intentona que, como sabemos, fracasó. Para Steve Stern, el legado más impresionante del primer siglo de la colonización de los pueblos andinos - la pobreza campesina- fue posible por las medidas reorganizativas de.I virreinato implementada s por Toledo en 1570. Un aparato político de control más eficaz , como fue el de las reducciones de los ayllus a " pueblos de indios" , y el trabajo obligatorio reglamentado (la mita) cerraban en la práctica a las autoridades étnicas andinas cualquier mecanismo de negociación (la forma estatal de acceso a la mano de obra). Pero entonces surgieron otras estrategias entre los caciques para limitar esta dependencia y hacer más sutil la explotación : se apropiaron y utilizaron astutamente los mecanismos jurídicos hispanos para lograr limitar la mita . Fue este mecanismo la causa fundamental de la erosión de la "forma estatal" de uso del trabajo campesino . Es entonces que el yanaconaje , el trabajo asalariado y formas extralegales de exacción económica se constituyen en los nuevos criterios de la participación campesina en el mercado (la forma privada de uso de la mano de obra) . En ella, los poderes locales y los propios campesinos andinos entablaron una relación , condicionada por la pobreza de estos últimos , al margen del Estado. En suma , la economía colonial en Huamanga y la evolución de su sistema laboral dependieron en mucho de las formas de resistencia o adaptación ideadas por las autoridades cacicales y los pueblos andinos en conflicto social y moral. Un libro , en consecuencia , el escrito por Stern que deja de ver a los campesinos como simples productores, eficientes o ineficientes en función a su adaptación o no , respectivamente, al mercado , como algunos historiadores se han empecinado en mostrarlos . Una obra que recupera para el campesinado el rol de actores históricos y destaca el papel de la mentalidad andina como No. 1, Julio 1988 proceso . V.P.R. TRUJILLO, Jorge . La Hacienda Serrana 1900-1930. Instituto de Estudios Ecuatorianos - Ediciones Abya-yala. Quito , 1986. 244 pp ., bibliografía , cuadros. Diversos avatares inherentes a la vida académica y editorial ecuatoriana postergaron hasta hoy la publicación de los resultados de una investigación emprendida por Jorge Trujillo hace una década en torno al proceso agrario serrano del Ecuador entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX . Felizmente , la larga espera ha terminado con la publicación del libro que reseñamos. Con él debuta también editorialmente el recién creado Instituto de Estudios Ecuatorianos, del que debemos esperar en el futuro nuevas publicaciones. . A pesar del tiempo transcurrido desde la culminación del manuscrito , el trabajo conserva su frescura , dados los escasos avances realizados en los últimos años sobre la historia agraria serrana del país después de fa· Independencia (aunque ciertamente, hay al respecto un ambicioso programa de investigación en marcha dirigido por Carlos Marchán, en el Banco Central del Ecuador), así como por la renovada vigencia del tema de la modernización agraria en el debate académico y político latinoamericano. El trabajo de Jorge Trujillo es importante porque , más allá del lacónico título, el autor se plantea el estudio de la integración del sector agrario serrano al mercado interno en el contexto del segundo auge cacaotero (1880-1925) . La producción de cacao en el Ecuador, como es bien conocido , se verificó únicamente en el litoral, a través de extensas plantaciones controladas por una selecta oligarquía costeña. A partir de este hecho y de la consabida fragmentación regional del país, la actividad de la producción y exportación de cacao fue pensada durante mucho tiempo como una "econo- 325 mía de enclave" que virtualmente ignoró el espacio serrano de la vieja Audiencia de Quito . Esta imagen comenzó a ser cuestionada eficazmente por Jean Paul Deler hace pocos años, quien destacó, por el contrario, el precoz grado de integración, dentro del contexto latinoamericano, logrado por Ecuador en el período republicano (Genése de l'espace équatorien. Essai surle terr.itoire et la formation de l'Etat national. IFEAEditions A.D.P.F. Lima-París, 1981). El libro de Trujillo se suma ahora a esta tarea mostrando con detenimiento una suerte de "otra historia", vigente al lado de los años dorados del cacao: la de la aparentemente inmóvil región serrana. En ella verifica un lento pero eficaz proceso de modernización de la hacienda serrana, realizado al compás, y otras veces por oposición, al auge cacaotero . En efecto, luego de un prolongado ciclo de estancamiento , iniciado hacia la segunda mitad del siglo XVIII , la región se recompone a partir de su sector agrario latifundista. En un primer momento, este sector orientará su producción hacia los estrechos mercados de la propia región, pero posteriormente la construcción del ferrocarril a la costa (terminado en 1909) permitió la conquista de un segmento significativo del mercado costeño e incluso del mercado exterior , de algunos paíseslimítrofes . El agro serrano comenzaría a señalarse en el naciente mercado interno no solamente como proveedor de bienes de consumo alimenticio, sino también de insumos para la agroindustria urbana o rural. Dicho proceso, como es natural , alentó la formación de un mercado de tierras muy dinámico , así como la modernización tecnológica en las microrregiones serranas más aptas para ello . No obstante, aunque ésta es una de las conclusiones más confusas del trabajo de Trujillo , la modernización del latifundio serrano no alcanzó a desterrar las formas tradicionales de uso de la mano de obra indígena . La abolición del régimen del "concertaje ' ' ( 1918) y la puesta en marcha de un creciente proceso de · migración campesina 326 de la sierra a la costa , no resultan hechos importantes en el pensamiento del autor. quien parecería haber esperado una violenta transformación de la mano de obra servil en un moderno proletariado agrícola. ,,. Recordemos, sin embargo, que la migración, a la par que sirvió para dotar de fuerza de trabajo a las plantaciones del litoral , debió estimular en los terratenientes serranos el uso más óptimo de su mano de obra. Un análisis demográfico más fino y una comprensión más certera del funcionamiento de la economía campesina, dentro y fuera de la hacienda, hubieran permitido a Trujillo llegar a conclusiones más acabadas y precisas acerca de la cuestión laboral, sea como condicionante o en tanto resultado de la modernización agraria serrana. Por otro lado, el autor destaca, sobre la base de la documentación de carga del ferrocarril, el creciente comercio de productos serranos hacia la costa, desprendiendo de ahí la conclusión referente a la atención que prestaron los hacendados a dicho mercado; pero aquí deberíamos anotar que la fuente no permite discriminar qué porcentaje de dicho comercio provino no de las grandes unidades agrarias, sino de la producción campesina minifundista, que también pudo ser sensible a las señales del mercado del litoral. En lugar de actualizar el trabajo terminado de redactar en 1980 , el autor optó por preparar una "Introducción", " . . . que fuera, a la vez, explicativa, justificativa y reflexión conclusiva del trabajo" . El trabajo no requería una justificación puesto que se defiende por sí solo; en cuanto a lo de "expli· cativa" y "reflexión conclusiva", desgraciadamente el nuevo texto poco aporta . Se trata de un discurso fragmentado en apartados, donde se discuten, de manera muy general y con poco asidero en la realidad, los Viejos temas que ocuparon el debate sobre la modernización agraria latinoamericana quince años atrás. Es por eso que se hace más notoria la ausencia en el libro de unas "Conclusiones" que redondeen un trabajo cierta- Revista Andina, año 6 mente importante para la historia del Ecuador . Aparte de esta carencia, creo necesario añadir que el texto - el viejo y el nuevorequerían de una atenta corrección de esti- No. 1, Julio 1988 lo. Al final del volumen se incluyen 38 cuadros con información de gran valor para los especialistas. e.e. 327