Limpieza, Pulido y Aplicación de Cera Protectora al Latón y el Cobre
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Limpieza, Pulido y Aplicación de Cera Protectora al Latón y el Cobre
Notas del ICC 9/3 Las versiones en inglés y francés de esta publicación, así como sus modificaciones posteriores realizadas por el Instituto Canadiense de Conservación (ICC), se consideran las versiones oficiales. El ICC no asume ninguna responsabilidad por la exactitud o confiabilidad de esta traducción al español. Limpieza, Pulido y Aplicación de Cera Protectora al Latón y el Cobre Introducción a la limpieza solamente. Los objetos de latón y cobre que se exhiben o almacenan en un museo requieren mantenimiento y limpieza periódicos. La primera consideración se refiere a si el objeto debe presentar un aspecto pulido. Muchas piezas, por ejemplo los utensilios de cocina, adquieren un deslustre protector con el uso, mientras otras han recibido una pátina artificial en la fabricación, como algunas medallas y estatuas. A algunos objetos se les aplicaban revestimientos de laca coloreada, como en el caso de los instrumentos científicos, lo que constituye un factor destacado de su apariencia original. Se debe poner especial cuidado respecto de algunos "bronces" de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, pues en realidad se han fundido en un metal blanco y blando, y luego se han "bronceado" con un barniz transparente y coloreado. El pulido, o incluso la limpieza con un solvente, puede remover este barniz de los puntos elevados, desfigurando la pieza. Nunca se deben pulir los bronces orientales patinados. La limpieza por sí sola mejora la apariencia de los objetos de cobre y, al eliminar fuentes de corrosión tales como grasa, polvo, residuos de pulimento metálico y huellas dactilares, contribuye también a reducir el deterioro ulterior. El aspecto adecuado de un objeto en particular debe ser decidido por un curador y, si hay dudas al respecto, lo más seguro es limpiar sin pulir. Es preciso destacar que en los objetos en depósito el tratamiento debe limitarse Por el contrario, el pulido representa una operación abrasiva que remueve el deslustre y algo del metal superficial. Los pulidos reiterativos pueden provocar pérdidas del detalle de la superficie. No obstante, es posible disminuir la frecuencia tanto de la limpieza como del pulido encerando los objetos para impartirles un revestimiento protector. Lugar de Trabajo Se necesita un lugar de trabajo despejado, con un banco o mesa, buena iluminación y ventilación adecuada. Poniendo algunas capas de papel sobre la mesa, ésta se protege de las manchas y los objetos quedan mejor acolchados. El papel debe cambiarse con frecuencia para mantener limpia la superficie de trabajo. Resulta útil contar con una bandeja para colocar los materiales de limpieza, ya que puede recibir algún derrame accidental. Es preciso dejar un espacio reservado para tomar notas. Centro Nacional de Conservación y Restauración Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos Recoleta 683 - Recoleta - Santiago de Chile Teléfono: +56-02-27382010 E-Mail: [email protected] Limpieza Siempre se deben anotar los números de registro antes de comenzar un trabajo, ya que la limpieza y el pulido los pueden remover. Las superficies metálicas recién limpias y pulidas son particularmente sensibles a las huellas dactilares. Dado que la humedad, las sales y los aceites corrosivos se pueden traspasar desde los dedos durante la manipulación de los objetos, es necesario usar guantes de fotógrafo limpios. En primer lugar se eliminan el polvo y la suciedad, cepillándolos en seco. Los cepillos que se recomiendan son los de pelo natural de cerdo, aunque existen diferentes tipos que resultan útiles para este trabajo. La limpieza general puede efectuarse con cepillos cuyas cerdas estén ubicadas en ángulo recto con respecto al mango, por ejemplo los cepillos de dientes de cerdas naturales (suaves o medianos) o los que utilizan los joyeros para limpiar relojes. Se puede realizar un trabajo más detallado con pinceles de cerda redondos para óleo (números 4-6) o brochas para estarcir. Los residuos grasos se eliminan con una mezcla de volúmenes iguales de hidrato de metilo y agua. Por lo general esta mezcla se aplica mejor con tórulas de algodón (cotonitos), pero cuando la grasa se muestra resistente puede servir una brocha para estarcir. Agregar algunas gotas de un detergente suave a la mezcla ayuda a cortar la grasa (véase Notas del ICC 13/9, Detergente Aniónico). En todo caso, es necesario llevar a cabo una prueba preliminar para detectar si la solución de limpieza remueve los números de registro. Los residuos de pulimento de tratamientos anteriores corresponden habitualmente a un polvo gris, blanco o verde en zonas inaccesibles del objeto. Es importante quitar tales residuos y, allí donde demuestren ser resistentes al procedimiento recién descrito, se puede emplear un mondadientes de madera humedecido con una mezcla 2 de volúmenes iguales de hidrato de metilo y agua. Es posible encontrar ceras, pinturas y lacas durante la limpieza. En cada caso se debe determinar si provienen de la fabricación o el uso del objeto y, por consiguiente, si forman parte de su historia. La preservación de estas capas puede presentar dificultades técnicas y su remoción generalmente exige productos químicos que son tanto tóxicos como inflamables. En casos conflictivos debe solicitarse asesoría a un conservador o remitirse a él el tratamiento. Pulido El pulido siempre es abrasivo. Al analizar si se pule o no, siempre empiece con el método más suave y menos abrasivo, que consiste en usar un paño de joyería con una capa exterior de franela fina para pulir, y una franela interior impregnada en "jeweller's rouge", que es un abrasivo fino. Se puede lograr un pulido muy ligero, controlado y parejo frotando la superficie del metal con la franela interior, lo cual deja algunos residuos negros que se eliminan mediante un pulido final con el paño exterior. Si no basta con el paño de joyería, se puede recurrir a un paño con pulimento incorporado. Sin embargo tales productos deben usarse con gran precaución, ya que son más abrasivos y, al frotar en exceso, pueden producir rayas visibles en la superficie del metal. Por último se saca brillo a mano con un paño limpio, suave y sin pelusas. Encerado Después de limpiar o pulir, la aplicación de una capa de cera otorga cierta protección tanto contra el ambiente como contra la manipulación. Es posible preparar una cera adecuada mezclando volúmenes iguales de Shellsol o Varsol con una cera en pasta blanqueada, tal como Renaissance o cera para muebles. El producto resultante debe guardarse en un frasco hermético. La cera se esparce sobre el metal con un paño o cepillo, luego de lo cual se espera que el solvente se evapore. Con este método es preciso asegurarse de aplicar la cera parejamente. Si el metal no está adosado a madera, marfil u otros materiales sensibles al calor, simplemente derrita la cera en forma pareja sobre la superficie y hágala penetrar en las cavidades, calentando el metal con un secador de pelo; luego absorba el exceso de cera con pañuelos de papel mientras el objeto aún está caliente. Después de que la cera se ha endurecido, se puede sacar brillo a la superficie con un paño limpio y sin pelusas. Una delgada capa de cera permanece sobre el metal. Con el fin de disminuir la necesidad de efectuar limpiezas frecuentes, los objetos encerados deben protegerse del polvo. Cuando sea preciso realizar una limpieza y pulido más profundos, la cera se puede quitar fácilmente con Shellsol o Varsol. Este procedimiento no debería afectar las pinturas, lacas y números de registro, pero nuevamente se recomienda llevar a cabo una prueba preliminar como confirmación. Observaciones Relativas a la Seguridad Los solventes como el hidrato de metilo, Shellsol y Varsol sólo deben emplearse en un recinto bien ventilado, evitando el contacto con la piel. La ingestión de tales solventes puede provocar la muerte. Para eliminar pequeños restos de solvente en los paños de limpieza u otros elementos, pueden dejarse evaporar hasta que queden secos en una zona bien ventilada, como por ejemplo al aire libre o bajo una campana. En cuanto a los residuos sólidos, cuando están completamente secos se pueden botar a la basura en bolsas plásticas. Proveedores Shellsol, Varsol o hidrato de metilo: ferreterías Tórulas de algodón o cotonitos: supermercados Notas del ICC 9/3 Ceras: proveedores de cera Renaissance Paños con pulimento incorporado: ferreterías Cepillos de relojería y paños de joyería: reparadoras de relojes y joyas Guantes de fotógrafo: Tiendas de artículos fotográficos Bibliografía Instituto Canadiense de Conservación. Detergentes Aniónicos. Notas ICC 13/9. Ottawa: Instituto Canadiense de Conservación, Enero 1984. Notas del ICC 9/3 3 por Bob Barclay y Charles Hett, un antiguo empleado de ICC. Versión disponible en inglés y francés en Government of Canada, Canadian Conservation Institute www.cci-icc.gc.ca Versión en español disponible en www.cncr.cl Versión en español traducida e impresa por CNCR- DIBAM. Traducción financiada por FUNDACIÓN ANDES. © Government of Canada, Canadian Conservation Institute (CCI), edición en inglés y francés. © Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), 2ª ed. en español, 2014. ISSN 0717-3601 Permitida su reproducción citando la fuente 4 Notas del ICC 9/3