Brasil: Cerca de 20 mil campesinas y campesinos están siendo
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Brasil: Cerca de 20 mil campesinas y campesinos están siendo
Vía Campesina Secretaría Operativa Internacional Jl. SMA 14 No. 15 A Dewi Sartika - Jakarta Timur 13640 Jakarta - Indonesia Tel/fax: 62-61 80882492 [email protected] FIAN Secretariado Internacional P.O. Box 10 22 43 Tel + 49 6221 65300 30 Fax +49 6221 830545 [email protected] Campaña Global por la Reforma Agraria RED DE EMERGENCIA 0514BRA (CRA0507) 11.07.05 Brasil: Cerca de 20 mil campesinas y campesinos están siendo desalojados en Pará Más de 4.732 familias de las regiones sur y sureste del estado de Pará están siendo amenazas de desalojo. Hasta el momento 140 familias ya fueron expulsadas de sus casas. Se calcula que un total de 20 mil personas pueden ser expulsadas de sus tierras en los municipios de Marabá, Rondon do Pará, São João Araguaia, Itupiranga, Paraupebas, Curionópolis, Abel Figueiredo, Eldorado de Carajás, Canaã de Carajás, Tucuruí y Breu Branco. Frente a esta situación de violencia, impunidad y consecuente violación de los derechos humanos, las entidades del Forum Nacional de Reforma Agraria decidieron hacer una campaña nacional e internacional. Es muy importante presionar las autoridades brasileñas para que tomen medidas urgentes para respetar, proteger y garantizar los derechos de los trabajadores y trabajadoras rurales y de sus líderes y realizar la reforma agraria en Brasil. Por favor, envíe lo más pronto posible esta carta al Juez Titular de la Vara Agraria de Marabá Líbio Araújo Moura con copias para el Gobernador del Estado de Pará Simão Jatene. Informe también a la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) de Marabá. Antecedentes Las regiones sur y sureste del estado de Pará tienen un historial de violencia contra campesinos y de impunidad hacia los hacendados y terratenientes, que violan los derechos humanos de trabajadores rurales. Según los datos del cuaderno de conflictos en el campo en Brasil de 2004 de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), en 2004 fueron asesinados 15 trabajadores rurales en el estado de Pará, otros 16 sufrieron tentativas de asesinato, 98 fueron amenazados de muerte. La impunidad de los crímenes es algo alarmante, pues según la CPT hoy son 27 mandantes y pistoleros con prisiones preventivas decretadas y no capturados por la policía. En 2005, la situación de inseguridad y terror continúa: ya fueron registrados nueve asesinatos en el estado de Pará, incluyendo el de la Hermana Dorothy Stang. En septiembre del año pasado, la Judicatura del Pará realizó muchas medidas de reintegración de posesión. Los desalojos no se concretizaron después de denuncia de las entidades e intermediación de la Defensoría Agraria Nacional. Según las organizaciones, las decisiones judiciales son fruto de varias reuniones de bastidores realizadas entre la cúpula del gobierno del Estado Simão Jatene y forman parte de una operación "limpieza" para una fiesta de terratenientes que será realizada en Marabá el mes de julio de 2005. En el inicio de junio tuvo inicio la operación de desalojo y 40 áreas deben ser alvo de la acción de la Policía Militar. Según informaciones del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin-Tierra (MST), cerca de 20 mil trabajadores rurales sin tierra, entre adultos, ancianos y niños están siendo expulsos de áreas ocupadas en el sureste de Pará. Entre las tierras ocupadas están haciendas consideradas improductivas o con un proceso de desapropiación en marcha, conforme denunciaron la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), la Federación de Trabajadores agrícolas de Pará (FETAGRI) y el MST. La realización de una operación de desalojo, además de colocar en riesgo la integridad física de las familias, incluyendo a mujeres y niños, también significa una amenaza al derecho a la alimentación de estas personas, pues ellas viven estas tierras y serán expulsas sin ofrecérseles alguna alternativa de donde irán a vivir y adquirir alimento para su sustento. El día lunes 6 de junio de 2005, la policía expulsó violentamente a 140 familias que hace 7 años ocupan las haciendas Boa Sorte y Boa Vista, en el municipio de Marabá. Estas haciendas son tierras de Estado, que comprenden aproximadamente 6 mil hectáreas, apropiadas ilegalmente por el hacendado Valdemar Camilo. Durante el desalojo forzado en la hacienda Buena Suerte, ocupada por las familias hace 7 años, la policía conjuntamente con sicarios de la hacienda, practicó varias formas de violencia contra los trabajadores. En el episodio los campesinos Sávio Sousa Silva, José Adriano Silva, Robson de la Cruz y Edmilson José de Oliveira, fueron agredidos a patadas por los policías y amenazados de muerte. La policía ni siquiera permitió que las familias tuvieran tiempo de sacar sus pertenencias de las casas, así como los alimentos de la última cosecha. Denuncias hechas por representantes de los movimientos sociales de Parauapebas, muestran que están siendo cometidas diversas violaciones de los derechos de los trabajadores. La casa del agricultor Raimundo Castro fue quemada por la policía con 10 sacas de arroz. La trabajadora rural Maria de los Reyes estaba sola en casa cuando los policías llegaron, dieron pocas horas de plazo para que ella sacara las cosas de casa y las llevara para la carretera. Al no conseguirlo, los policías prendieron fuego a la casa que tenía 12 sacos de arroz y otras pertenencias más. Nuevos desalojos ocurrieron en el Municipio de Marabá, con el desalojo de las 100 familias que ocupan la hacienda Globo (ya con informe de improductividad), 48 familias que ocupan la hacienda Remanso (tierras del Estado ocupadas hace 7 años), 90 familias que ocupan la hacienda Estrela da Manhã y 80 familias que ocupan la hacienda Tibiriçá (ya con informe de improductividad). El pedido de la Red de Emergencia Frente a los hechos presentados, queda explícita la violación de los Derechos Humanos en el Estado de Pará y se hace necesario y urgente que el Estado Brasileño adopte medidas urgentes y permanentes para cesar los desalojos que están ocurriendo en ese estado. Brasil es Estado Parte del Pacto Internacional de los Derechos Humanos, y por lo tanto, está obligado a respetar y proteger la población de su acceso a la tierra. Según la ONU, los desalojos forzosos son prima facie incompatibles con los requisitos del PIDESC (OG 7, §1) y en ningún caso deberían dar lugar a que haya personas que se queden sin vivienda o expuestas a violaciones de otros derechos humanos. Además, el Comité de DESC de la ONU dispone que cuando los afectados por el desalojo no dispongan de recursos, el Estado Parte deberá adoptar todas las medidas necesarias, en la mayor medida que permitan sus recursos, para que se proporcione otra vivienda, reasentamiento o acceso a tierras productivas, según proceda (OG 7, §16). Fin de la línea de emergencia: Direcciones: LÍBIO ARAÚJO MOURA Juez Titular da Vara Agraria de Marabá Forum Juiz José Elias Monteiro López, Rua Transamazônica, s/n CEP 68502-290 Bairro Amapá - Marabá - PA FAX: +55-94- 3324-3224 22.08.2005 Copias para: SIMÃO JATENE Gabinete do Gobernador do Estado do Pará Palacio do Despacho Rodovia Augusto Montenegro, Km 09 - Cep 66823-010 - Belém - Pará Fax.: +55-91 3248-0133 E-Mail: redaçã[email protected] Comissão Pastoral da Terra (CPT) Sub-secretaria de Marabá Trav. 13 de maio, 208 Marabá- Brasil Fax:+55-913211324 Traducción: Estimado Juez, Estoy muy preocupado con las violaciones de derechos humanos cometidos contra las familias campesinas en el sur y sureste del estado de Pará. Estoy recibiendo informaciones de que más de 20.000 campesinos y campesinas serán desalojados de las tierras en que viven y trabajan. El día lunes 6 de junio de 2005, la policía inició la expulsión violenta de 140 familias que hace 7 años ocupan las haciendas Boa Sorte y Boa Vista, en el municipio de Marabá. Estas haciendas son tierras del Estado, que comprenden aproximadamente 6 mil hectáreas, apropiadas ilegalmente por el hacendado Valdemar Camilo. Durante el desalojo forzado en la hacienda Boa Sorte, ocupada por las familias hace 7 años, la policía conjuntamente con sicarios de la hacienda, cometió actos de violencia contra los trabajadores. En el episodio los campesinos Sávio Sousa Silva, José Adriano Silva, Robson de la Cruz y Edmilson José de Oliveira, fueron agredidos a patadas por los policías y amenazados de muerte. La policía ni siquiera permitió que las familias tuvieran tiempo para retirar sus pertenencias de las casas, así como los alimentos de la última cosecha. Nuevos desalojos ocurrieron en el Municipio de Marabá, con el desalojo de las 100 familias que ocupan la hacienda Globo (ya con informe de improductividad), 48 familias que ocupan la hacienda Remanso (tierras del Estado ocupadas hace 7 años), 90 familias que ocupan la hacienda Estrela da Manhã y 80 familias que ocupan la hacienda Tibiriçá (ya con informe improductividad). Me tomo la libertad de escribirle a Usted ya que el Brasil es Estado Parte de diversos Pactos Internacionales de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, de esta forma, asumió compromisos en el ámbito del derecho internacional de proteger y respetar los derechos a la tierra y a la alimentación de los pueblos, en especial de las familias campesinas. Según la ONU, los desalojos forzosos son prima facie incompatibles con los requisitos del PIDESC (OG 7, §1) y en ningún caso deberían dar lugar a que haya personas que se queden sin vivienda o expuestas a violaciones de otros derechos humanos. El Comité de DESC de la ONU además dispone que cuando los afectados por el desalojo no dispongan de recursos, el Estado Parte deberá adoptar todas las medidas necesarias, en la mayor medida que permitan sus recursos, para que se proporcione otra vivienda, reasentamiento o acceso a tierras productivas, según proceda (OG 7, §16). Además, “la obligación de proteger requiere que medidas sean tomadas por el Estado para asegurar que empresas o individuos no priven a otros individuos de su acceso a la alimentación adecuada”. O sea, los desalojos y la expulsión de las familias violan el derecho la alimentación de éstas, pues están siendo expulsas sin ofrecérseles alguna alternativa de dónde irán a vivir y adquirir alimento para su sustento. Frente a estos hechos, le solicitamos que sean tomadas medidas urgentes, que son necesarias para evitar el aumento de los conflictos y la violación de los derechos humanos: 1) Su intervención urgente para que sean suspendidas las operaciones de desalojos forzosos; 2) La revisión de las decisiones judiciales, en función de la improductividad y robo de las tierras; 3) La solicitud formal de este juicio para que el Estado de Pará proporcione refugio a las familias ya desalojadas; 4) La inmediata instalación de procedimiento de investigación para evaluar los abusos cometidos por la Policía Militar en las operaciones de desalojo forzosos ya realizadas. Por favor, manténgame informado de las medidas que fueran tomadas. Atentamente C/c: Gobernador del Estado de Pará Simão Jatene LÍBIO ARAÚJO MOURA Juiz Titular da Vara Agrária de Marabá Fórum Juiz José Elias Monteiro Lopes, Rua Transamazônica, s/n CEP 68502-290 Bairro Amapá - Marabá – PA FAX: +55-94- 3324-3224 Excelentíssimo Juiz, Estou muito preocupado com as violações de direitos humanos praticados contra as famílias camponesas no sul e sudeste do estado do Pará. Estou recebendo informações de que mais de 20.000 camponeses e camponesas serão despejadas das terras em que vivem e trabalham. No dia 06 de junho de 2005, segunda-feira, a polícia iniciou a expulsão violenta de 140 famílias que há 07 anos ocupam as fazendas Boa Sorte e Boa Vista, no município de Marabá. Estas fazendas são terras da União, que compreendem aproximadamente 6 mil hectares, apropriadas ilegalmente pelo fazendeiro Valdemar Camilo. Durante o despejo forçado na fazenda Boa Sorte, ocupada pelas famílias há 07 anos, a polícia, agindo com capangas da fazenda, praticou várias formas de violência contra os trabalhadores. No episódio, os lavradores Sávio Sousa Silva, José Adriano Silva, Robson da Cruz e Edmilson José de Oliveira, foram agredidos a chutes e pontapés pelos policiais e ameaçados de morte. A polícia sequer permitiu que as famílias tivessem tempo de retirarem seus pertences das casas, bem como os alimentos colhidos na última safra. Nos últimos dias, novos despejos ocorreram no Município de Marabá, com o despejo das 100 famílias que ocupam a fazenda Balão (já com laudo de improdutividade), 48 famílias que ocupam a fazenda Remanso (terras da União ocupadas há 07 anos), 90 famílias que ocupam a fazenda Estrela da Manhã e 80 famílias que ocupam a fazenda Tibiriçá (já com laudo improdutividade). Tomo a liberdade de escrever a Vossa Excelência, pois o Brasil é Estado Parte de diversos Pactos Internacionais de Direitos Humanos (PIDESC) da Organização das Nações Unidas (ONU) e, desta forma, assumiu compromissos no âmbito do direito internacional de proteger e respeitar os direitos à terra e à alimentação da população, em especial das famílias camponesas. Segundo a ONU, os despejos forçados são incompatíveis com os requisitos do PIDESC (CG 7, §1) e em circunstância alguma deveriam ser efetuados quando pessoas ficarem sem moradia ou expostos à outras violações de direitos humanos. Além disso, a ONU dispõe, que se os afetados por despejos não possuírem recursos, o Estado deverá adotar todas as medidas possíveis para que se proporcione aos mesmos outra moradia, reassentamento ou acesso à terras produtivas (cf. CG 7, §16). Ou seja, os despejos e a expulsão das famílias viola o direito a alimentação destas, pois estão sendo expulsas sem que as autoridades apresentem qualquer alternativa de onde irão morar e adquirir alimento para seu sustento. Diante destes fatos, vimos requerer a Vossa Excelência que sejam tomadas as providências urgentes e necessárias para evitar o acirramento dos conflitos e a continuação da violação dos direitos humanos: 1) A intervenção urgente de Vossa Excelência para que sejam suspensas as operações de despejo; 2) A revisão das liminares, em função da improdutividade e grilagem das terras; 3) A solicitação formal deste juízo para que o Estado do Pará providencie abrigo para as famílias já desalojadas; 4) A imediata instalação de procedimento investigatório para apurar os abusos cometidos pela Policia Militar nas operações de despejo já realizadas. Por favor, mantenha-me informado das medidas que forem tomadas. Respeitosamente C/c: Governador do Estado do Pará Simão Jatene