Tiempos de ignorancia, Chahiliyya, tiempos de ignorancia eran los
Transcripción
Tiempos de ignorancia, Chahiliyya, tiempos de ignorancia eran los
MUALLAQA PARA ANA Tiempos de ignorancia, Chahiliyya, tiempos de ignorancia eran los míos antes que yo, certero sagitario, te conociera. Qasida del desierto, antílope del jardín, roja naranja por los tormentos del amar, coloreada, ruiseñor del canto, miel de los ríos, luz de la aurora, blanca, rostro sumergido en luz, en claridad, aurora que no se apaga, iluminado rostro levantado por sus velos, rostro cubierto, cubierto por la piel de sus sábanas, sábanas blancas, nocturna tiniebla, a ti, lleno ya de rojo néctar, entre tus añorados dedos blancos, el vaso que amanecerá encima de la aurora, la de rosáceos dedos, puesto ya el pie en el estribo y en el ocaso el néctar de tus labios, crepúsculo en tus mejillas, los blancos dientes de la aurora al fin se pronunciaron: Quisiera rajar mi corazón… Meterte dentro para que en él estuvieras y en otro no habitaras. No habitaras en nadie, no habitaras en nada. Para que sólo vivieras la vida que yo vivo; para que vivieras sólo mientras yo exista. Y morar, al fin, en el corazón de mi sepulcro, Morar, a mi muerte, en el corazón de las tinieblas, tú, y yo, insepulto. …A ti, que fuiste, que fuimos secretos en el corazón de las tinieblas hasta que nos denunció la osada lengua de la aurora… A ti, valle de Almería, a ti, a tus ojos que miran sin mirar en mí, a ti, túnica del río desbordada, a ti, límpida, como el cielo, como el rocío de las mañanas, de rojos labios como el vino, a ti, en la noria de la noche, a ti, Ana, para ti, esta muallaqa. José María Camacho Rojo Granada Noviembre de 2012