Cómo superar las heridas del abuso sexual
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Cómo superar las heridas del abuso sexual
2º. SEMINARIO DE RESTAURACIÓN SEXUAL Dic.-2015 Cómo superar las heridas del abuso sexual Psic. Olivia Corral El abuso sexual es un acto de injusticia, no hay razón que justifique su ejecución. Nuestro mundo está lleno de personas emocionalmente mutiladas, con un gran potencial para llegar a ser personas útiles, productivas, felices y realizadas, pero este potencial se encuentra atrapado en el dolor de la injusticia del abuso sexual, experiencia dolorosa y frustrante que en la mayoría de los casos se mantiene en forma oculta haciendo cada día esfuerzos mayores por olvidar, dejar atrás lo que ha sido imposible enterrar, pero se sigue con pasos cansados sin poder ganar la lucha entre el olvidar y el perdonar. El dolor del abuso sexual se vive como un efecto de duelo cuya resolución es lenta y complicada, y es que el abuso sexual es un conjunto de pérdidas, se pierde la posibilidad de creer en los demás, en sí mismo y hasta en Dios, se pierde la genuina sonrisa, la inocencia, el concepto de valía, belleza corporal y de autoaceptación, la posibilidad de disfrutar espontánea y placenteramente la sexualidad creada por Dios. Se pierde el dominio propio dejando a quien no pudo defenderse, gritar, correr o tan siquiera decirlo a alguien, en la más absoluta vulnerabilidad para seguir siendo dañado por otros de diferentes maneras, se pierde la posibilidad coherente de delimitar la culpa asumiéndola sin deberlo, como propia, y deja a cada niño o niña, hombre o mujer, la profunda tristeza de las preguntas que quedaron en silencio y sin respuesta: ¿Por qué a mí?, ¿Por qué nadie me defendió?, ¿Dónde estaba Dios?, ¿Por qué no lo impidió?, ¿Por qué “fulanito” me hizo esto? ¿Por qué?. El abuso sexual ocurre cuando una persona mayor o más fuerte que la víctima usa su poder, autoridad, o posición de confianza para intimidarle e involucrarle en alguna actividad sexual. Los comportamientos abusivos van desde acciones que no suponen un contacto sexual como las proposiciones verbales o la exhibición de los órganos genitales, hasta la penetración anal o vaginal. Algunos de estos comportamientos son: Exhibirse desnudo delante de la menor con el fin de excitarse sexualmente. Observar morbosamente a la niña/o, al vestirse, desvestirse, al bañarse o hacer funciones de micción o al evacuar. Tocarle, besarle, acariciarle. Forzarle o manipularle para ver imágenes o películas, escuchar conversaciones sexuales, posar para fotografías, ver o presenciar actividades sexuales. Sexo oral, anal o vaginal. El abusador utiliza diferentes estrategias para convencer, chantajear e intimidar a su víctima tales como: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Chantaje. Negociación Desensibilización. Condicionamiento. Manipulación. Finge proporcionar “Amor”. Amenazas, Intimidación. Violencia: Física, Psicológica, Verbal 1 Prohibida su reproducción. 2º. SEMINARIO DE RESTAURACIÓN SEXUAL Dic.-2015 Los efectos del daño varían, dependiendo de la edad de la víctima, de la dinámica familiar, del tipo de daño, su duración, la relación de cercanía del agresor, y de las características mismas del abuso. El daño puede ser muy evidente y fácil de recordar dependiendo de la edad que tenía la víctima, o difícil de recordar por haberse realizado en las primeras etapas del desarrollo o bien, porque el daño fue tan profundo que activó mecanismos de defensa como la represión del recuerdo del evento, generando así el olvido para proteger la vida emocional de la víctima. El abuso sexual, es uno de los daños más severos que se le puede hacer a alguien, debido a que se conjugan factores tales como: Impotencia al no poder defenderse y sentirse obligado a ceder por miedo. Traición: La mayoría de los abusadores son personas conocidas por las víctimas. Es alguien de quien se esperaba recibir protección y amor, sin embargo traiciona la confianza y las expectativas propias. Violación al pudor, intimidad y al derecho de decisión El abuso atenta contra la dignidad e integridad. En muchos casos es un acto agresivo de prepotencia y violencia El abuso sexual se da con mayor frecuencia en familias disfuncionales que se caracterizan por: Violencia intrafamiliar Secretos Familias incompletas, monoparentales. Los integrantes pasan mucho tiempo fuera de casa, o tienen turnos nocturnos de trabajo. No hay una adecuada comunicación entre los componentes de la familia. No valora las virtudes y habilidades. La relación interpersonal es a través de críticas negativas, sarcasmo, burlas y humillación. Hay carencias afectivas, los padres no expresan amor y comprensión hacia sus hijos. Los miembros de la familia son individualistas, envidiosos, egoístas o celosos. No se permite una expresión sana del afecto o dolor, sino que debe reprimirse, los errores se ocultan, las tragedias se reprimen. La disciplina es abusiva, el enojo y humillación externa, se expresa en el interior de la familia, desquitándose con el más vulnerable. Los efectos más comunes como consecuencia de los abusos sexuales son: Odio al propio cuerpo, sentirse sucio. Desvalorización personal, pobre autoestima. Depresión, fobias, ansiedad y problemas psicosomáticos. Problemas de relación con otras personas, social y sexualmente. Miedo a la intimidad e incapacidad para poner límites y autoafirmarse. Comportamientos auto agresivos, mutilándose con cortaduras, quemaduras o golpes y realizando intentos de suicidio. Establecer muchas relaciones de abuso, incluso de maltrato, los varones victimizados tienden a ser abusadores y maltratadores, mientras que las mujeres victimizadas tienden a ser maltratadas y nuevamente abusadas. Desamor, Rechazo Culpa Pecado Confusión 2 Prohibida su reproducción. 2º. SEMINARIO DE RESTAURACIÓN SEXUAL Dic.-2015 Baja autoestima, autodesprecio, incapacidad para recibir reconocimiento, complejo de inferioridad Depresión, dolor, tristeza, angustia, miedo Inseguridad, desconfianza Ira, impaciencia Indiferencia, apatía, negativismo Negación, esconder el pasado, “todo está bien” Desobediencia, rebeldía, agresión Autojustificación Vergüenza, sentirse repugnante e indeseable Actitud Crítica y condenatoria Ingratitud, deslealtad Autocompasión, autoconmiseración, actitud de desamparo y desproteción Autoafirmación de la identidad sexual (promiscuidad y fornicación) Confusión de identidad sexual (homosexualismo y lesbianismo) Dificultad en el contacto e interacción sexual (impotencia y frigidez sexual) Resentimiento, dificultad para perdonar La persona que perdona es la primera que se beneficia con ello. El perdón es una oportunidad para sanar las heridas. PLAN PARA PERDONAR CON EFICACIA Primer paso: COMPRENDER LO QUE SIGNIFICA PERDONAR: Perdonar no es olvidar, no es reprimir, no es esconder y tampoco es huir. Perdonar no es suprimir el daño. Perdonar no es tolerancia. Perdonar es un proceso. El perdón es justicia. Es remitir el daño y el dolor a la cruz de Cristo. El perdón es hacer brillar el PODER DEL AMOR. El perdón es VICTORIA. Cuando tú decides perdonar, Es restregarle a satanás su fracaso, al intentar dominar nuestra vida con la cizaña, odio, ira, deseos de venganza y depresión. El perdón es comprometernos en la BÚSQUEDA DE DIOS. Entre más cerca estás de Dios, más posible y fácil resulta perdonar, porque Dios es la fuente de amor que nutre tu vida, sanando las heridas, el amor de Dios impide que el dolor te ciegue, te inunda de tal manera que estás dispuesta a perdonar: Aunque no entiendas la razón por la cuál fuiste ofendido, herido y traicionado. Aunque el ofensor no te pida perdón o no le interese ser perdonado. Aunque el ofensor no esté arrepentido, te esté culpando o esté autojustificándose. Aunque el ofensor no merezca desde tu punto de vista el perdón. Aunque el ofensor sea inaccesible, porque no lo ves, no es posible entrar en contacto con él, o porque ya murió. Segundo paso: RECONOCE TU NECESIDAD DE SANIDAD Frecuentemente, si estamos heridos no reconocemos nuestra necesidad. Comienza por ser sincero con Dios. Él nunca te rechazará: 3 Prohibida su reproducción. 2º. SEMINARIO DE RESTAURACIÓN SEXUAL Dic.-2015 Admite tu necesidad y que sólo Dios puede ayudarte, RECIBE la gracia de Dios. Empieza a crear una relación sincera con Dios y con los demás. Sé sincero con alguien más, un consejero, pastor, alguien que pueda comprenderte y compartir contigo el proceso de sanidad. La Biblia habla específicamente de la necesidad de sanidad como parte del proceso de santificación. En el AT le profeta Isaías, refiere que Dios enviaría a un Salvador para rescatar a la humanidad de sus pecados y su egoísmo. Describe al Salvador como “un varón de dolores, EXPERIMENTADO EN QUEBRANTO” (Is. 53:3). Y continúa diciendo que “Él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, y que “por su llaga fuimos nosotros curados”. Is. 61 dice que este Salvador iba a “predicar buenas nuevas a los ABATIDOS, A VENDAR A LOS QUEBRANTADOS DE CORAZÓN, a publicar LIBERTAD a los CAUTIVOS, y a los presos apertura de la cárcel” (v.1), que aquellos que estuvieran afligidos recibirían el “ÓLEO DE GOZO” (v.3.). En el Salmo 34:18 David expresa que el Señor “CERCANO ESTÁ A LOS QUEBRANTADOS DE CORAZÓN Y SALVA A LOS CONTRITOS DE ESPÍRITU”. El Salmo 147:3 dice que el Señor “SANA A LOS QUEBRANTADOS DE CORAZÓN Y VENDA SUS HERIDAS”. Tercer paso: CONFIESA TUS ACTITUDES Y ACCIONES NEGATIVAS A. Analiza tus propias emociones, con las que te relaciones con los demás. B. Cuando somos heridos, estamos muy propensos a desarrollar una personalidad caracterizada por emociones negativas: Desamor, Rechazo Culpa Pecado Confusión Inferioridad Depresión, dolor, tristeza, angustia, miedo Inseguridad, desconfianza Baja autoestima, auto desprecio, incapacidad para recibir reconocimiento Ira, impaciencia Indiferencia Negación, esconder el pasado, “todo está bien” Desobediencia, rebeldía, agresión Auto justificación Vergüenza, sentirse repugnante e indeseable Actitud Crítica y condenatoria Ingratitud, deslealtad Autocompasión, auto conmiseración, actitud de desamparo y desprotección Autoafirmación de la identidad sexual (promiscuidad y fornicación) Confusión de identidad sexual (homosexualismo y lesbianismo) Dificultad en el contacto e interacción sexual (impotencia y frigidez sexual) Resentimiento, dificultad para perdonar Autosuficiencia Dios hace responsable al agresor de su pecado, pero también escudriña tu corazón y te hace a ti responsable por tu respuesta. La sanidad no se puede recibir hasta que se acepte la total responsabilidad 4 Prohibida su reproducción. 2º. SEMINARIO DE RESTAURACIÓN SEXUAL Dic.-2015 por las acciones y actitudes propias. Si tienes una actitud de resentimiento, amargura, venganza o falta de perdón, la sanidad y el perdón de Dios están bloqueados. Cuarto paso: RECIBE EL PERDÓN Y EL AMOR DE DIOS Búsca a Dios: Con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser. En todo momento, mantente en comunión con él, ORA, AYUNA, MEDITA EN SU PALABRA. Dios usa sus recursos para COMUNICARSE CONTIGO, y transformar tu mente, tus emociones, tus heridas, en VICTORIA, deja que Dios sane todo el daño profundo de tu ser. Sólo Dios puede llegar hasta ahí, y sólo ÉL puede hacerlo en forma tan poderosa y sobrenatural. Pide perdón y recibe el amor de Dios: ¿De qué arrepentirse?, de la ira no controlada, de las ofensas pensadas o dichas, de todo el odio guardado, del perdón retenido, de la indiferencia, de la hostilidad e incluso de los intentos o acciones destinados a proclamar venganza. Ahora recibe el perdón de Dios, prepárate para vencer con el bien el mal y para sobre toda cosa guardada, aprender a guardar tu corazón. Quinto paso: PERDONA A LOS QUE TE HAN HERIDO Cómo Dios ha hecho contigo, eso has: Decide perdonar. En oración menciona el nombre de quien te daño, lo que te hizo y las consecuencias, otorga el perdón, ya no le culpes más, decide guardar tu corazón para dejar de odiarle, y todo el daño hecho a tu persona remítelo a la Cruz. Pásale la cuenta de tu deudor a Dios. Recuerda que el perdón que Dios te ha dado, es la base para que perdones a los demás (Mt. 18:21-35; Ef. 4:32; Col. 3:13). El amor por los demás demuestra el amor que le tienes a Dios (1 Jn. 2:9-11: 3:14-16: 4:7-11. 20, 21). Y Dios se goza en tu obediencia, porque tu la expresión más hermosa de amor a Dios, es la obediencia. Centra tus pensamientos en glorificar y agradar a Dios, y en ser de bendición para los demás en todas las situaciones (basado en Mt. 22:37-39; Lc. 9:23-24: 2 Co. 5:9, 10:5; Gal. 5:16-17: Fil. 2:3-4, 4:8; Col. 3:2). No pienses en cosas que contribuyan a fomentar más dolor. En cambio, disciplina tu mente para pensar en las cosas que agradan al Señor. (Fil. 4:8; Col. 3:2). Recuerda orar y bendecir a los que te han dañado (Mt. 5:44). Si descubres que aún no puedes bendecirle, recuerda que el perdón es un proceso, regresa a hablar con Dios y a reafirmar tu deseo de perdonar, ¿cuándo sabrás que has perdonado por completo?, cuando ya no te duela bendecir a quien de dañó. Fortalece tu relación con Dios, ora, medita en la Palabra de Dios, repasa salmos himnos y cánticos espirituales, congrégate con los creyentes y crece en unidad (Ef. 5:19-20; Col. 3:16). Piensa en las formas en que puedes animar a otros creyentes, estimulándolos al amor, al perdón y a las buenas obras (Heb. 10:23-25). Sé testimonio para otros que como tú están luchando aún por perdonar, da aliento, palabras de esperanza y refleja el carácter de Cristo en tu vida. Las experiencias que Dios nos permite vivir, no son para estancarnos en la amargura, sino para aprovecharlas como oportunidades de aprendizaje y madurez. Y lo que hemos aprendido, puede edificar la vida de otros. Dale la gloria a Dios en todo, y deja que él te use para bendecir a otros. 5 Prohibida su reproducción.