tema aguas muertas que no dan vida
Transcripción
tema aguas muertas que no dan vida
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN 1. 2. 3. 4. ¿Qué son las aguas de la vida en mi vida personal? ¿Dónde están las aguas muertas en mi vida? ¿Dónde están las aguas que me dejan ser mejor persona? ¿Quién a quién en mi vida puede o puedo estar ayudando a escapar de estas aguas muertas? 5. ¿Me siento feliz o estoy contento al permanecer en las aguas muertas? 6. ¿Qué cambios puedo yo hacer en mi vida para ayudar a otros o ayudarme a salir de estas aguas muertas? En nuestro moderno y rápido vivir mundo hoy en día, estamos desafiados a reflexionar sobre las cosas en la vida que nos dan poder, - que nos dan la vida – que nos llaman a ser la persona que Dios ha creado , para ser cada uno de nosotros, totalmente, completamente y sin condiciones. En Juan 10,10 Jesús nos dice que ha venido para que podamos tener vida y tenerla en abundancia. No quiere que tengamos una vida hasta la mitad, o una vida que puede estar llena de dudas e incertidumbres, sino una vida en la que cada uno de nosotros llega a nuestra capacidad máxima y total. Sin embargo, hemos de darnos cuenta que vivimos en una sociedad que a menudo nos puede llevar lejos de alcanzar nuestro máximo potencial, y esas distracciones pueden llamarse “las aguas muertas que no nos dan la vida”, y estas aguas están por todas partes. A veces podemos caminar por el borde de estas aguas, otras veces podemos encontrarnos nosotros mismos remando en ellas, pero demasiado a menudo podemos encontrar nosotros mismos nadando en sus profundidades o incluso, en nuestros puntos más bajos, podemos encontrar ahogándonos en estas aguas – aguas que llevan lejos de alcanzar nuestro máximo potencial, las aguas en las que no nos estamos siendo la persona que Dios nos ha creado para ser – aguas que a veces puede consumir nuestra existencia. ¿Cómo se manifiestan estas aguas en nuestras vidas? Una de las mayores y más destacables realidades de estas aguas muertas está alrededor del área de la adicción. Cuando las sustancias u objetos comienzan a controlar nuestra vida y dominar tanto el qué y el cómo hacemos las cosas, estamos empezando a entrar en estas aguas peligrosas. O cuando nos hemos convertido en el objeto y no en el sujeto de estos objetos o circunstancias ellas comienzan a poseernos. Nos encontramos una vez más remando más profundamente en estas aguas. A menudo la gente piensa que la adicción es sólo sobre el alcohol o las drogas, pero te has preguntado: ¿cuántas veces al día que te conectas a la página de facebook o cuenta de twitter o de WhatsApp ? ¿Cuántas veces al día te conectas al teléfono móvil o al correo electrónico para los mensajes? ¿Puede sobrevivir sin tu teléfono móvil durante todo el día? Y otra piscina de agua muerta es la cantidad de energía negativa y tiempo improductivo que doy hacia las personas. ¿Estoy siempre quejándome? ¿Son situaciones nunca lo suficientemente buenas para mí? ¿Soy el tipo de persona que nunca está contenta con nada ni con nadie? Los pensamientos negativos alimentan y multiplican los pensamientos negativos. Si nosotros constantemente estamos presentando nuestras vidas con ruido, música, distracciones tales como nuestro móvil, teléfonos etc., ¿Cómo podemos oír lo que Dios pide de nosotros en nuestras vidas? ¿Debo tomar el tiempo en mi vida para reflexionar y experimentar las aguas que me dan vida o estoy tan sumergido en estas aguas muertas que no puedo encontrar la diferencia entre los dos? Nuestra perspectiva espiritual y visión en la vida pueden ayudarnos a permanecer lejos de estas aguas muertas en nuestras vidas. Propuesta: ¿Qué pasaría si tratamos nuestras Biblias del mismo modo que tratamos a nuestros teléfonos móviles? Qué pasa si nosotros usamos la Biblia... • La llevamos a todas partes con nosotros • Volvemos a por ella si lo hemos olvidado • La usamos para mensajes durante todo el día • La utilizo en caso de una emergencia • Paso una hora o más usándola cada día Estos cinco sencillos pasos pueden ayudarnos a nadar en las aguas de la vida y no a adentrarnos en las aguas muertas en nuestras vidas. En la maravillosa y hermosa historia de la Anunciación se nos dice que cuando el ángel visitó a María, tenía miedo. Una joven de 16 años de un pequeño pueblo, había sido elegida para ser la Madre de Dios. ¿Qué supuso esto para ella? ¡Me imagino que sintió más que miedo! María, podría haber dejado que el miedo y todas estas emociones influyesen en su decisión, pero María eligió decir SÍ, su Fiat fue cambiar la historia de la humanidad. María, el tabernáculo de la humanidad, no solamente eligió nadar en las aguas de la vida, sino permitió el Agua de la Vida, la primavera eterna que viene de ella. Tomemos a María como modelo, -de cómo incluso en situaciones de miedo, duda y confusión-, nosotros también elegiremos nadar en las aguas de la vida y no en las aguas de la muerte.