Análisis de las medidas anunciadas por Mariano Rajoy en el - P-LIB
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Análisis de las medidas anunciadas por Mariano Rajoy en el - P-LIB
Análisis de las medidas anunciadas por Mariano Rajoy en el marco del debate sobre el estado de la nación (2013) Diego Ruiz, Secretario de Relaciones Institucionales del P-LIB Rajoy no ha mencionado ni una sola vez la palabra liberalización, lo cual revela su creencia ciega que la economía debe estar sometida a un fuerte control del Gobierno, y que el rol principal de éste es la planificación de la economía. Lo que más disgusta es que el discurso de Rajoy está planteado como una lotería, en el que Rajoy "va cantando" las medidas económicas como si fueran premios de lotería, y los ciudadanos escuchan con la oreja pegada a la radio, esperando que alguna de esas medidas les beneficien económicamente. Esto pone en evidencia, el empobrecimiento intelectual del Gobierno de Rajoy, que se reduce únicamente a segmentar a la ciudadanía en grupos y crear medidas económicas en función de las expectativas que desean crear en ese segmento de la ciudadanía. Rajoy insulta a los ciudadanos cuando se presenta como un "conseguidor", como un repartidor de prebendas, y las anuncia de manera tan grosera imitando la técnica de Hugo Chávez en su ridículo y célebre programa de televisión. En vez de "Aló Presidente", la intevención del Rajoy podría llamarse "Aló Rajoy". Respecto a la retahíla de medidas intervencionistas anunciadas por Rajoy, cabe señalar lo siguiente: • Las referidas a la creación de empleo por parte de autónomos y emprendedores, son ridículas en su cuantía. Ningún emprendedor que se haya planificado mínimamente sus necesidades de recursos, se tomará estas medidas con seriedad, y no le supondrán incentivo real alguno, sobre todo cuando estas cantidades, el Estado fácilmente se la expoliará por otro lado, en forma de aumentos del IAE, IVA, IBI, y demás tasas e impuestos a la actividad económica y al trabajo. • Las medidas que tratan de incentivar el emprendimiento y el empleo a jóvenes, deberían ser aplicadas a cualquier ciudadano en paro de cualquier edad. De hecho, una persona por ejemplo, de 40 años, por experiencia y por conocimientos profesionales adquiridos a lo largo de su vida, puede perfectamente tener más posibilidades de éxito emprendiendo un nuevo negocio, que un joven de 25 años, y por tanto, podrá contratar y dar formación real práctica a los más jóvenes. • También, y como era de esperar, Rajoy ha anunciado una Ley para la Rehabilitación, Regeneración y Renovación urbana, que incluirá un plan de ayudas, es decir, de subvenciones. Para esta nueva versión del PLAN-E de Zapatero, Rajoy no se ha atrevido a dar una cifra concreta, pero podemos imaginar que será de varios miles de millones de euros. Este apego por la subvención que caracteriza al gobierno de Rajoy de la misma manera que caracterizaba al gobierno de Zapatero, iguala al PP y al PSOE. Esto pone en evidencia que la diferencia entre los Gobiernos de Rajoy y Zapatero tan solo yace en la intensidad, amplitud y profundidad de subsidios y subvenciones que reparten: a quiénes se dan subvenciones y por qué cuantía. Rajoy renueva su fe en el corporativismo, el modelo económico instrumentado mediante subvenciones concedidas de manera arbitraria a determinados grupos de la actividad económica y empresarial por su afinidad al poder político y por su capacidad de coacción al resto de la sociedad. • El régimen especial en el Impuesto sobre el Valor Añadido (que evitará que se tenga que ingresar este impuesto hasta que se haya cobrado la factura será de aplicación en 2014), y siempre que mejore la situación de las cuentas fiscales del Estado. Y como esta situación no tienen visos de mejorar, porque el endeudamiento del Estado crece y crece, lo más probable es que se suspenda a final de este año mismo la aplicación de la medida, de la misma manera que Rajoy ha incumplido otras promesas anteriores relativas a la relajación del saqueo fiscal al que somete a los ciudadanos. • La inclusión en la Ley de Transparencia de los partidos políticos, las organizaciones empresariales y sindicales, probablemente no saldrá adelante en los términos que Rajoy ha anunciado: prevemos que no habrá acuerdo para incluir a sindicatos y partidos, porque primero los sindicatos la boicotearán, y segundo, el PSOE la boicoteará también, por lo que el PP, se agarrará a ese clavo como excusa para decir que no fue posible sacarla a adelante, a pesar de tener mayoría absoluta. La ley de transparencia acabará en una ley poco exigente con partidos y sindicatos. Además, los liberales somos escépticos sobre esta ley, porque mientras no se anulen las subvenciones a partidos y sindicatos y organizaciones empresariales, no habrá transparencia real. Podrá haberla a nivel contable, pero el sistema seguirá pervertido de raíz. Y sobre la ley de control a los partidos, cabe señalar lo mismo que en el caso anterior. • La anunciada Ley Orgánica reguladora del ejercicio de las funciones políticas, es otra tomadura de pelo. Porque los objetivos de esta ley, se pueden perfectamente conseguir sin ella: basta que el PP mañana mismo, por decreto-ley, expulse a los cargos políticos designados a dedo y desmonte el sistema de subvenciones a la actividad económica de cualquier tipo, pública o privada. El efecto inmediato sería la desaparición de las redes clientelares que envuelven a la casta política, y por tanto, un desplome de los actuales niveles de corrupción política generalizada. De todas maneras, entendemos que dada la inexistente credibilidad de la casta política, Rajoy quiera hacer un lavado de cara, que a los liberales no nos engaña. • Los liberales quedamos atónitos ante la Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para agilizar los procedimientos de forma que el tiempo de respuesta ante el delito no sea, en ningún caso, una forma de impunidad para el delincuente. Esta ley, siendo en principio deseable, contrasta con la politización de la capacidad de otorgar indultos por parte del Gobierno, y en numerosos casos, indultando delincuentes que son o fueron miembros del PP y PSOE, que han servido en sus gobiernos, o que forman parte de sus redes clientelares. No es creíble Rajoy al proponer esta ley, mientras la Justicia esté supeditada el poder ejecutivo, cosa que recoge la Constitución vigente de 1978. Y además, por ello mismo, no creemos que su aplicación sea eficaz, como no lo es la mayoría de las leyes de este país. • Sobre las medidas para reducir los costes de la intermediación financiera y apoyar la liquidez de las empresas, Rajoy no ha explicado de dónde pretende sacar el dinero para ello. Ha anunciado que sumarán 45.000 millones de euros, pero nos tememos que la mayor parte de ellos se obtendrán vía una mayor deuda pública, hipotecando los salarios futuros de los ciudadanos, es decir, a costa de nuestros impuestos. Este tipo de medidas técnicas, deben ponerse en marcha detrayéndose de las fuentes de financiación actuales, y sobre todo, de las fuentes de financiación referidas a la sostenimiento de la hipertrofiada estructura administrativa del Estado.