Néstor Kirchner, al igual que su esposa, cuando era gobernador de
Transcripción
Néstor Kirchner, al igual que su esposa, cuando era gobernador de
Néstor Kirchner, al igual que su esposa, cuando era gobernador de Santa Cruz, era menemista, o sea partidario firme del libre mercado y de las llamadas relaciones “carnales” con Estados Unidos. Menem, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, no fue a la cárcel como debería haber ido. Por el contrario, como senador contribuyó a darles mayoría a sus sucesores. Néstor Kirchner, una vez presidente, rompió con sus mentores (Menem y Duhalde) e hizo su propia política. Su esposa siguió el mismo camino. El presidente Kirchner, sin embargo, concilió con la burocracia sindical y con la derecha peronista y eligió como vicepresidente al ex menemista Daniel Scioli, hoy gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato presidencial oficial, y como vicepresidente de Cristina, al radical Julio Cobo, de centroderecha. La presidenta Cristina Fernández, a su vez, escogió como vice a Amado Boudou, proveniente de la derecha neoliberal que había apoyado a la dictadura militar, al cual ella definió como “un cheto de Puerto Madero” (un pirruri del barrio más caro de Buenos Aires) y lo protegió en sus procesos por diversos delitos financieros. Ella se apoyó también en varios gobernadores del Opus Dei, que en sus respectivas provincias se niegan a aplicar las leyes sobre el aborto y mantienen la enseñanza religiosa –por más que ambas cosas sean anticonstitucionales– y cambió a su ministro de Relaciones Exteriores nacionalista (Jorge Taiana) por el embajador en Washington que tiene viejos lazos familiares con el Departamento de Estado y con Israel. A diferencia de Néstor, Cristina Kirchner ninguneó a la burocracia sindical y la dejó de lado y prescindió del Partido Justicialista creando su propio aparato de jóvenes funcionarios dependientes de ella para instaurar una presidencia a la Bonaparte, por encima de todos. * La Jornada, 21 de junio de 2015 59