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R E V I S Volúmen 15, Número 1. Enero-Marzo, 2010 T A ISSN 1405-6704 Órgano de Difusión de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico Evaluación del conocimiento sobre los cuidados tanatológicos y su aplicación por el personal de enfermería de un Centro Médico Nacional Lic. Mirelle Yesenia Martínez-Torres Causas de quejas y posibles eventos adversos en adultos mayores P.S.S.E. Juan Pablo Jiménez-Chávez Motivos de quejas registradas en CONAMED en la adolescente embarazada P.S.S.E. Cuauhtémoc Martínez-Nájera Sistema de registro electrónico de incidentes, basado en la Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud Dr. Germán Fajardo-Dolci Los medios de comunicación y la atención médica Lic. Carlos Olmos-Tomasini Recomendaciones para la coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de su seguridad en el Hospital Dr. Héctor Aguirre-Gas Caso CONAMED Dra. María del Carmen Dubón-Peniche http://www.conamed.gob.mx/index.php CURSO PREVENCIÓN DEL CONFLICTO DERIVADO DEL ACTO MÉDICO 14 al 18 de junio de 2010 Horario: 9:00 a 15:00 hrs. OBJETIVO GENERAL Analizar la vinculación de los principios éticos y legales en la regulación de la práctica de la medicina y su influencia sobre la Lex Artis, como fundamento para comprender la génesis de los conflictos derivados del acto médico, los mecanismos para solucionarlos y prevenirlos. DIRIGIDO A Médicos generales, abogados institucionales, odontólogos, licenciados en enfermería y personal de salud con nivel licenciatura (titulados). ACREDITACIÓN Constancia con valor curricular. 30 horas presenciales y 10 horas de trabajo autónomo. SEDE Auditorio “Fernando Ocaranza”, Facultad de Medicina, UNAM. CUPO Máximo 80 personas. Cierre de inscripciones al completar el cupo. TEMARIO 1. 2. 3. 4. Acto médico y génesis del conflicto. Ética y Derecho Sanitario. Normatividad aplicable a la medicina. Métodos alternos de solución de controversias. 5. 6. 7. 8. Modelo CONAMED. Expediente clínico y consentimiento informado. Comunicación y la relación médico-paciente. Recomendaciones. INFORMES Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), Dirección General de Difusión e Investigación Mitla 250 esquina eje 5 sur Eugenia, 8º piso. Col. Vértiz Narvarte Teléfonos: 5420-7147, 5420-7148, 5420-7003, 5420-7103 y 5420-7093. Correo electrónico: [email protected], [email protected] C o n t e n i d o Contents Editorial ........................................................................................................3 Editorial Mtro. Severino Rubio-Domínguez Artículos Originales Evaluación del conocimiento sobre los cuidados tanatológicos y su aplicación por el personal de enfermería de un Centro Médico Nacional.........................4 Assessment of thanatological care knowledge and its application by nursing staff at a National Medical Center L.E.O. Mirelle Yesenia Martínez-Torres Causas de quejas y posibles eventos adversos en adultos mayores................15 Cause of medical complaints and possible adverse events in the elderly P.S.S.E. Juan Pablo Jiménez-Chávez Motivos de quejas registradas en CONAMED en la adolescente embarazada.................................................................................................22 Grounds for medical complaints received at CONAMED from pregnant adolescents P.S.S. Cuauhtémoc Martínez-Najera Artículos de Revisión Sistema de registro electrónico de incidentes, basado en la Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud ..................................................................................................29 Incidents’ electronic registry system based on the International Classification for the Patient Safety of the World Health Organization Dr. Germán Fajardo-Dolci Los medios de comunicación y la atención médica.......................................37 The media and health care Lic. Carlos Olmos-Tomasini Recomendaciones para la coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de su seguridad en el Hospital ..............................................43 Recommendations for patient and relatives responsibility sharing in hospital stay safety Dr. Héctor Aguirre-Gas Caso CONAMED ..........................................................................................57 CONAMED Case Dra. María del Carmen Dubón-Peniche R E V I S T A Editor Dr. Germán Fajardo Dolci Editor Adjunto Dr. Javier Rodríguez Suárez Consejo Editorial Dr. Héctor Aguirre Gas Dr. Heberto Arboleya Casanova Dra. Mahuina Campos Castolo Dr. Francisco Hernández Torres Dr. Rafael Gutiérrez Vega Dr. José Meljem Moctezuma Lic. Juan Antonio García Villa Lic. Jesús Antonio Zavala Villavicencio Lic. Bertha Hernández Valdés Comité Editorial Dr. Emilio García Procel Dr. José Antonio Carrasco Rojas Dr. Miguel Ángel Rodríguez Weber Dr. Enrique Luis Graue Wiechers Dr. Carlos A. Viesca Treviño Dr. Julio Sotelo Morales Dr. Gonzalo Moctezuma Barragán Lic. Severino Rubio Domínguez Dr. Luis Vargas Guadarrama Dr. Rafael Navarro Meneses Procedimiento Editorial Lic. Araceli Zaldivar Abad Dr. Sebastián García Saisó Diseño y Producción Lic. Gloria Flores Romero Berta Bermúdez Aguilar Fuente: www.clipart.com Atención y asesoría Conamed 5420-7000 Lada sin costo: 01 800 711 0658 Correo electrónico: [email protected] Registrada en los siguientes índices: Periódica. Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias (http://dgb.unam.mx/periodica.html) Latindex. Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caríbe, España y Portugal (www.latindex.org) Índice Méxicano de Revistas Biomédicas Latinoamericanas (www.imbiomed.com.mx) Cuiden. Centro de Gestión del Conocimiento en Cuidados de Salud http://www.index-f.com/busquedas.php (Indexada: 22 de Febrero de 2010) Artemisa. Artículos Editados en México sobre Información en Salud Registro en trámite. Revista Conamed es el órgano de difusión de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud, con domicilio en Mitla 250, Esq. Eugenia, Col. Narvarte, C.P. 03020, Delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Tels: 5420-7103 y 5420-7030. Fax: 5420-7109. Correo electrónico: [email protected]. Página web: www.conamed.gob.mx. Publicación trimestral, vol. 15, número 1, enero-marzo 2010. Distribución gratuita. Elaborada por la Dirección General de Difusión e Investigación. Editor responsable: Dr. Germán Fajardo Dolci. Impresión: Impresora y Encuadernadora Progreso S.A. de C.V. (IEPSA), Calz. de San Lorenzo 244; Col. Paraje San Juan, C.P. 09830 México, D.F. Tiraje: 5,200 ejemplares. Distribución autorizada por SEPOMEX PP-DF-025 1098. Certificado de Licitud de Título número: 9969. Certificado de Licitud de Contenido número 6970. Distribución a suscriptores: Dirección General de Administración. Reserva de derechos al uso exclusivo del título, número: 04-2004-090909324900-102. Los artículos firmados son responsabilidad del autor, las opiniones expresadas en dichos artículos son responsabilidad de sus autores y no necesariamente son endosados por la CONAMED. Se permite la reproducción parcial o total del material publicado citando la fuente. Editorial Formación de investigadores en enfermería Formation of researchers in Infirmary La Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia tiene una amplia relación de colaboración con diversas instituciones de salud públicas y privadas en diversas regiones del país, principalmente con acciones de profesionalización, aunque también es muy importante la vinculación que realiza con organismos que se interesan por la salud pública, en el desarrollo de la enfermería avanzada y en la investigación científica y humanística que guía la práctica profesional, o que contribuye a la innovación de servicios de salud, o bien la investigación orientada a mejorar la calidad y la seguridad de los pacientes, esfuerzo éste último en el que se inscribe el trabajo de nuestros integrantes de la Unidad de Investigación en Enfermería que recientemente establecimos en CONAMED. El número especial que CONAMED pone a disposición de la comunidad de Enfermería de México, se integra en buena medida gracias al compromiso de orientación, asesoría y apertura a la discusión que han tenido funcionarios e investigadores con experiencia de CONAMED, con jóvenes egresados de la carrera de Licenciatura en Enfermería, quienes han aportado lo principal, el esfuerzo para elaborar un protocolo 1 de estudio con rigurosidad científica, la capacidad para obtener, clasificar, sistematizar información, y la disposición para aceptar críticamente las observaciones de los expertos y también para integrarse a la discusión, la argumentación, la elaboración de estadísticos y bases de datos, que constituyeron el marco del análisis posterior y el referente esencial para la elaboración de los reportes que se encuentran ahora a su consideración. Es nuestro deber felicitar el trabajo interinstitucional que llevan a cabo los responsables de nuestras comunidades de ENEO y CONAMED que se han integrado como estudiosos de los temas que previenen la mala práctica y apreciamos en su justa dimensión la política del Comisionado Nacional de incorporar a Enfermería en los asuntos sobre Seguridad de los Pacientes y Garantía de Calidad de la Atención a la Salud, ya que las enfermeras y enfermeros de México mucho podemos contribuir en el desarrollo de los servicios que necesita y merece la sociedad mexicana. Mtro. Severino Rubio Domínguez Director General de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM. Correspondencia: Mtro. Severino Rubio Domínguez, ENEO. Camino viejo a Xochimilco s/n esq. Viaducto Tlalpan, Col. San Lorenzo Huipulco, Del. Tlalpan, C.P. 14370, México D.F. Correo electrónico: [email protected]. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 3 Artículo Original Evaluación del conocimiento sobre cuidados tanatológicos y su aplicación por el personal de enfermería de un Centro Médico Nacional Assessment of thanatological care knowledge and its application by nursing staff at a National Medical Center L.E.O. Mirelle Yesenia Martínez-Torres1, L.E.O. Mary Carmen Flores-Bravo1, Lic. Miguel Ángel Córdoba-Ávila2, Dra. Mahuina Campos-Castolo3, Dr. Juan Mirón-García4, Dr. Héctor Aguirre-Gas5 Resumen Introducción. La tanatología es la ciencia que nos ayuda a comprender la muerte como un proceso que conforma parte de la vida y también como un arte del cuidado que permite brindar al paciente la calidad de vida, la dignidad y la serenidad para alcanzar un buen morir. El objetivo de esta investigación fue identificar el grado de conocimientos sobre cuidados tanatológicos que posee el personal de enfermería en un Centro Médico Nacional. Material y Métodos. Estudio transversal, descriptivo y prospectivo. Se diseñó una encuesta con 30 reactivos, diseñada ex profeso al personal de enfermería en contacto con pacientes terminales. Resultados. Se aplicaron 100 encuestas a personal de enfermería, se encontró que 83% considera tener conocimientos básicos a medios; sólo 32% conoce el objetivo de la tanatología; 41% considera que proporciona a sus pacientes cuidados paliativos y apoyo emocional-espiritual, además de los cuidados propios de enfermería. Conclusiones. El personal encuestado no posee los suficientes conocimientos y la aplicación de los cuidados tanatológicos, así mismo, desconoce la importancia y los beneficios que proporciona al otorgarlos al paciente en fase terminal y a la familia que atraviesa este proceso; aun la misma institución no está capacitando al personal de enfermería para enfrentar este suceso, olvidando el objetivo principal de la misma profesión, el arte del cuidado, dentro del cual se encuentra implícito el cuidado holístico, integral, de calidad, con calidez efectivo y eficaz; pautas que permiten concretar, de manera específica, los cuidados tanatológicos a los pacientes en fase terminal. Rev. CONAMED.2010:15(1):4-14. Palabras clave. Enfermería, Tanatología, cuidados tanatológicos, pacientes en fase terminal. Abstract Introduction. Thanatology is the science that helps us to understand death as a process that forms part of life and a type of care that can provide quality of life, dignity and serenity to patients in order to achieve a “good” death. The objective of this research was to identify the degree of knowledge that thanatological care nurses hold at a National Medical Center. Material and Methods. The design represents a crosssectional and prospective study. A questionnaire comprised of 30 items was developed and applied to nursing staff in contact with terminal patients. Results. 100 surveys were applied to nursing professionals and technicians, it was found that 83% believe to have basic to medium knowledge, only 32% know the purpose of thanatology, 41% believe they provide palliative care as well as emotional and spiritual support to their patients along standard nursing care. Conclusions. Surveyed personnel did not have enough knowledge nor implemented adequate thanatological care. Likewise they were unaware of the importance and Profesor de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM; 2 Jefe del Departamento de Investigación, CONAMED; 3 Subdirectora de Investigación, CONAMED; 4 Secretario del Comité de Calidad y Seguridad del Paciente (COCASEP), Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”; 5 Director de Investigación, CONAMED. 1 Artículo recibido: 21-Enero-2010; Artículo aceptado: 17-Febrero-2010. Correspondencia: L.E.O. Mirelle Yesenia Martínez Torres. ENEO. Camino Viejo a Xochimilco s/n, Col. San Lorenzo Huipulco, Del. Tlalpan, C.P. 14370, México D.F. Correo electrónico: [email protected]. 4 Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Torres M.Y. benefits of thanatological care provided to terminally ill patients and their relatives while undergoing this process. The institution was not offering training to address this issue, forgetting the main purpose of the profession, which is considered as the art of caring, implying holistic care, in a comprehensive, high quality, efficient and effective manner. All this is mentioned as it represents the guidelines that allow the development and application of thanatological care to terminally ill patients. Key words. Nursing, thanatology, thanatological care, terminally ill patients. Introducción La tanatología se define como la ciencia o disciplina encargada de encontrar y dar sentido al proceso de la muerte, que consiste en ayudar al paciente, familia y equipo de salud de enfermería a comprender, enfrentar, asimilar el proceso y, al mismo tiempo, a aceptar la muerte, como parte del proceso de la vida.1-4 La tanatología estudia el proceso de la muerte, su objetivo principal se encamina a otorgar calidad de vida al paciente en fase terminal, para que el paciente muera con serenidad, dignidad y paz total. Se debe propiciar que la muerte del paciente suceda en las mejores condiciones, lo que amplíe la calidad de vida, ya que es un proceso inesperado, ineludible y no aceptable tanto para el paciente como para su familia.2-3 Es un proceso difícil de afrontar ya que culturalmente no se está preparado, pero es una etapa que forma parte del ciclo de vida del ser humano.4-6 El enfermo en fase terminal al enterarse de su diagnóstico y pronóstico, enfrenta un proceso muy complicado, donde ya no hay posibilidades de curación por las características de la enfermedad que posee: avanzada, progresiva e incurable, de respuesta negativa a un tratamiento específico, lo que le genera impacto emocional a él, a la familia y al equipo de enfermería a cuyo cargo se encuentra, por la cercanía de muerte y en un lapso inferior a seis meses. Cuando la situación empeora y se ve afectada aún más la salud del paciente, se hace uso básicamente de atención paliativa que se centra en la reducción del dolor; es importante mencionar que se debe evitar la prolongación innecesaria de la vida en los pacientes terminales así como propiciar una muerte digna, en la que existe la ausencia de sufrimiento por medio de los cuidados paliativos, centrándose en el alivio del dolor y otros síntomas.5-6 Por tanto, para poder comprender el estado terminal es necesario conocer las circunstancias del paciente previas a esta situación de cercanía a su muerte: deterioro progresivo generalizado del organismo y sus funciones a consecuencia de una enfermedad que no responde a los tratamientos específicos o curativos acompañados de cambios biológicos, psicológicos, sociales y espirituales.7 La enfermedad terminal determina sufrimiento, deterioro progresivo en la sensibilidad, movimientos y reflejos, se presenta dolor y cambios del estado general de la persona, dicho proceso puede variar en tiempo e impacto, modificando el estilo de vida tanto del enfermo como de los familiares más próximos, por lo tanto es difícil lograr una adaptación a la condición actual.8 Los enfermos en fase terminal experimentan síntomas acompañados de Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 los antes ya mencionados, los cuales se presentan a causa de su deterioro, modificando su estado fisiológico entre ellos la dificultad para respirar, pérdida de apetito, delirio, desajustes cognitivos, insomnio, depresión, náusea, fatiga, etc., tales síntomas se manifiestan con variaciones de severidad y prevalencia. Por todo lo anterior es que se busca ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes en fase terminal ya que presentan alteraciones y cambios fisiológicos que modifican y deterioran su estado, por tal razón los cuidados prestados tienen la finalidad de disminuir y reducir la incomodidad y el dolor que presentan, con un enfoque holístico, sin olvidar satisfacer el área psicosocial y espiritual. 1,7-8 Por lo tanto, los cuidados tanatológicos engloban diversas esferas de atención y son: los cuidados holísticos, integrales, de calidad, con calidez, efectivos y eficaces, estas intervenciones permiten otorgar confort al paciente en fase terminal, percibiéndolo como un ser bio-psicosocial y espiritual, todo esto permitirá que surja confianza del paciente hacia el personal de enfermería y así se integre una comunicación apropiada, este proceso es clave para facilitar los cuidados tanatológicos otorgados ante las necesidades alteradas o afectadas del paciente, obteniendo calidad al final de la vida.4,7 La comunicación entre el personal de enfermería-paciente y familiares determinará una mayor facilidad para informar todo lo relacionado al estado de salud proceso de la enfermedad, cuidados propios de enfermería y procedimientos a realizar, siempre y cuando exista la autorización pertinente del paciente o familiar responsable, que se efectuarán para reducir dolor y otros síntomas.2-3 La Doctora Elizabeth Kübler-Ross aporta sobre la tanatología, la importancia de brindar calidad de vida al paciente en fase terminal ya que la muerte forma parte del proceso de la vida, así mismo comparte sus experiencias en la atención a pacientes moribundos, centrándose a la atención humanística, refiriendo que los pacientes en fase terminal y la familia atraviesan por un proceso denominado proceso de duelo, estas fases son: Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación1, es importante mencionar que las etapas del duelo no necesariamente se presentan si una etapa ya se ha superado o no, se manifiestan de diversas maneras en el paciente y familia, por lo tanto el personal de enfermería debe poseer el sentido humanístico y encontrar la mejor opción para acompañar al paciente ante esta situación, respetando su dolor, con la finalidad de satisfacer sus necesidades alteradas y/o 5 R E V I S T A afectadas, brindando cuidados tanatológicos.1,9-10 Por lo tanto, el personal a cargo debe tener un espíritu humanístico y estar sensibilizado, concientizado, familiarizado y sobre todo capacitado para poder otorgar cuidados especializados. Ya que, Enfermería tiene un compromiso ético con cada uno de los pacientes, el de acompañarlos brindándoles cuidados de calidad y así mismo aliviar los síntomas adversos que presentan durante el trayecto de su enfermedad; se debe respetar la autonomía del paciente y permitirle que parta en compañía de sus seres queridos, en un ambiente agradable de amor y calidez.911 La calidad de vida se refiere al nivel de satisfacciones que experimentan las personas, es subjetiva y objetiva, es subjetiva porque depende del valor que le otorgue la persona a lo que considera como calidad de vida y objetiva, ya que la calidad de vida es susceptible a ser evaluada por otras personas. La calidad de vida es un fenómeno que se ve afectado tanto por la enfermedad como por los cambios y aparición de síntomas a través del tiempo.12-14 En 1858, Florence Nightingale describió, que el objeto fundamental como enfermeras (os) es “Situar al paciente en el mejor estado posible, para que la naturaleza actúe en él”. Nuestra profesión es: una ciencia, pero también un arte. Hay que aceptar la muerte con humildad y humanidad, para pasar del curar al aliviar.2 Son los destinados a aliviar los sufrimientos, sin tener por finalidad la curación. Esto implica mejorar la calidad de la vida que aún les queda a aquellos pacientes cuya enfermedad no puede ser eliminada, para quienes ya no es posible seguir luchando por la curación.15-21 Los cuidados paliativos buscan aliviar los sufrimientos, sin tener por finalidad la curación de los pacientes en fase terminal, esto implica mejorar la calidad de la vida que aún les queda a aquellos pacientes cuya enfermedad no puede ser eliminada, pero que le permiten estar con el mínimo de dolor y sufrimiento.22-25 La finalidad de los cuidados tanatológicos, es brindar calidad de vida a pacientes en fase terminal, para que acepten la etapa como un suceso que forma parte de la vida, brindándoles el confort necesario y así lograr que mueran con dignidad.26 Para complementar estos cuidados, se debe tomar en cuenta la existencia de la Carta de los Derechos de los Pacientes en Fase Terminal, expedida por la Organización Mundial de la Salud, estos derechos pueden ser de utilidad al personal de enfermería, para enfocarse a la situación actual del enfermo y sobre todo a su manejo para cubrir todas sus necesidades. Aunado a lo anterior se puede decir que la tanatología intenta que la persona que está muriendo, acepte el final, encontrando el verdadero sentido al proceso de la muerte.27-30 Material y Métodos Se realizó un estudio transversal, descriptivo y prospectivo en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE en la Ciudad de México, durante el periodo de junio-julio del 2009. Se diseñó y aplicó un instrumento 6 tipo encuesta, que identificó el grado de conocimientos y la aplicación de los cuidados tanatológicos, que son proporcionados por el personal de enfermería a los pacientes en fase terminal en dicha Institución. Criterios de inclusión. La muestra se determinó por conveniencia y estuvo conformada por el personal de enfermería que laboraba en Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE en la Ciudad de México, que estuvieron dispuestos a participar en el estudio, pertenecientes al turno matutino. Se excluyó al personal de enfermería que no deseó participar. Para la recolección de datos se elaboró una encuesta piloto, cerrada, de opción múltiple, que consta de 6 variables como sexo, edad, escolaridad, servicio donde labora y antigüedad profesional y en el servicio. Los siguientes 24 reactivos indagan sobre la autopercepción acerca del conocimiento de la tanatología, conceptos básicos y aplicación de los mismos en la práctica profesional. Para la construcción de los reactivos y las opciones, la encuesta fue revisada por expertos. Se aplicó a 30 enfermeras y enfermeros del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE en la Ciudad de México como prueba piloto, mediante la cual se realizaron ajustes para lograr la validez de contenido y la comprensión de los reactivos por todos los encuestados. Posteriormente, se aplicó el instrumento (Anexo 1), acompañado de una carta de consentimiento informado para participar en el estudio. Se eliminaron las encuestas llenadas de manera incompleta o inadecuada en un 70% y los recuadros marcados con más de una opción. Finalmente se procesaron, se analizaron mediante estadística descriptiva y se graficaron los datos obtenidos en el programa de Microsoft Excel. Resultados Se incorporaron al estudio 100 encuestas, de las cuales 93% corresponde al género femenino y el 7% al género masculino. La edad de los encuestados estuvo en un intervalo entre 18 y 65 años, con una media de 36 años; el grupo de edad más numeroso fue el de 36 a 45 años, con 42% del total de la muestra (Figura 1). 42% 31% 18% 7% 1% 17-25 1% 26-35 36-45 46-55 56-65 > 65 Figura 1. Edad del personal de enfermería por rangos. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Torres M.Y. Con respecto a la antigüedad en los servicios del personal de enfermería en la institución, es importante hacer mención que este dato es de relevancia, ya que, permite conocer sus años de experiencia durante su quehacer profesional; así como, la habilidad laboral adquirida a lo largo de su desempeño. La gran mayoría (74%) tenían hasta 10 años de antigüedad laboral (Figura 2). 74% 22% 3% 0-20 21-30 31-40 1% 41-50 Cuadro 1. Conocimientos acerca de la tanatología. Conocimientos que considera poseer el personal de enfermería acerca de la Conocimientos Tanatología Porcentaje* a) Calidad de vida 38 b) Cuidados paliativos 6 c) Cuidados propios de enfermería 21 d) Atención integral 5 f) Relación enfermera-paciente y familia 6 g) Cuidado humanístico 3 h) Comunicación - i) Cuidado holístico 19 j) Desconozco 2 Total Figura 2. Antigüedad de los profesionales de enfermería. La escolaridad del personal encuestado de enfermería en 51% correspondió a la Licenciatura y el 49% a la Carrera Técnica. En el primer reactivo, se preguntó al personal de enfermería, cómo se auto-perciben en relación a la temática de tanatología y se encontró que 83% consideran tener conocimientos básicos a medios y sólo 6% se consideró experto. (Figura 3). 49% 34% 100 *N=100 En la tercera pregunta se cuestionó sobre el objetivo principal de la tanatología, el cual es ayudar a morir con dignidad y otorgar calidad de vida al paciente en fase terminal; sólo 32% eligió esta respuesta, mientras 49% respondió que dicho objetivo es “ayudar a los familiares del enfermo terminal a que vivan plenamente y se preparen a la muerte del ser querido” y otras respuestas inexactas propuestas como distractores, en 19% (Cuadro 2). Cuadro 2. Conocimiento del objetivo principal de la tanatología. Conocen cuál es el objetivo principal de la Respuestas 11% 6% Experto Básico Medio Nulo Figura 3. Auto-percepción del personal de enfermería acerca del grado de conocimiento que consideran poseer sobre el tema de la tanatología. En la segunda pregunta, se indagó acerca de los temas relevantes para la tanatología y si el personal de enfermería se consideraba poseedor de dicho conocimiento. El personal encuestado considera poseer conocimientos sobre calidad de vida 38%, cuidados propios de enfermería 21% y cuidado holístico 19% (Cuadro 1). Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Tanatología Frecuencia a) Ayudar a morir con dignidad y otorgar calidad de vida al paciente en fase terminal 32 b) Plena aceptación y total paz 11 c) El ayudar a los familiares del enfermo terminal a que vivan plenamente y se preparen a la muerte del ser querido 49 d) A quienes sufren, a que enfrenten su duelo en el menor tiempo posible y con el menor dolor posible 8 Total 100 7 R E V I S T A La cuarta pregunta cuestiona al personal si saben a quién va dirigido el uso de los cuidados paliativos, el 38% respondió a Pacientes terminales cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo, el 27% a Pacientes terminales cuya enfermedad sí responde al tratamiento curativo y el 35% a Pacientes terminales con tratamientos curativos (Figura 4). ansiedad e impaciencia, el 13% Apatía, angustia, desconfianza e inseguridad y el 2% cree que no atraviesan los pacientes por ningún proceso (Figura 6). 50% 35% Sí responden al tratamiento curativo 27% 13% 2% Negación, ira, Dolor, negociación, asiedad depresión y e impaciencia aceptación Pacientes con tratamiento curativo 35% No responden al tratamiento curativo 38% Figura 4. Conocimiento del personal de enfermería de a quiénes van dirigidos los cuidados paliativos. La quinta pregunta cuestiona cuál es la finalidad que tiene el uso de los cuidados paliativos al paciente en fase terminal, el 37% respondió Alivio del dolor y otros síntomas, el 18% No alargar ni a acortar la vida, el 13% Dar apoyo psicológico, social y espiritual, el 3% el Considerar la muerte como algo normal, el 4% proporcionar sistemas de apoyo para que la vida sea lo más activa posible y el 17% Dar apoyo a la familia durante la enfermedad y el duelo (Figura 5). Apatía, angustia, desconfianza e inseguridad No atraviesan por ningún proceso Figura 6. Fases del proceso de duelo de los familiares. La séptima pregunta cuestiona al personal sobre si Cree que la comunicación entre el profesional de enfermería-el paciente y su familia es la base para un adecuado cuidado paliativo, por lo cual el profesional debe saber escuchar, tener empatía y aceptación al paciente en fase terminal, en la cual el 95% considera que sí y el 5% considera que no. La octava pregunta se cuestiona si Conocen la Carta de los Derechos de los Pacientes en Fase Terminal, el 40% respondió que sí, el 46% menciona no conocerla y el 14 % desconoce la carta así como la existencia de la misma (Figura 7). Desconoce la existencia de la Carta 14% 37% No conoce la Carta 46% 18% 17% 13% 8% 4% Alivio de dolor y otros síntomas 3% Apoyo Apoyo Desconoce Sistema Considera a la psic., la finalidad de apoyo la muerte familia social y de los para una normal durante espiritual cuidados vida más la enfermedad paliativos activa y duelo No alargar ni acortar la vida Figura 5. Finalidad del uso de los cuidados paliativos. La sexta pregunta corresponde a cuáles son las fases del proceso de duelo, por la cual atraviesan los pacientes en fase terminal, el 35% respondió que es la Negación, ira, negociación, depresión y aceptación, el 50% Dolor, 8 Sí conoce la Carta 40% Figura 7. Conocimiento de la existencia de la Carta de los Derechos de los Pacientes en Fase Terminal. La novena pregunta cuestiona si la carta de los Derechos de los Pacientes en Fase Terminal, es de utilidad a los profesionales de enfermería para poder proporcionar un cuidado holístico e integral, en la cual el 41% considera que Sí, el 56% que no y el 3% menciona que no es necesaria. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Torres M.Y. La décima pregunta trata si: consideran que el proceso enfermero debe ser aplicado por los profesionales de enfermería para poder brindar cuidados tanatológicos de calidad, el 45% considera que sí y el 51 % menciona que no y el 4% que no es necesario. En la décima primera cuestiona si Creen que es importante que el profesional de enfermería posea conocimientos sobre “las 14 necesidades de Virginia Henderson” para así poder cubrir todas las necesidades alteradas o afectadas, en el paciente en fase terminal y así brindar un cuidado integral, el 41% respondió que sí, el 55% cree que no es importante y el 4% dice que no es necesario (Figura 8). No 55% No es necesario 4% En la décima cuarta se cuestiona al personal si Brinda información al paciente y al familiar de la realización de los cuidados otorgados y tratamientos, el 40% refiere que sí, el 41% indicó que no, el 9% menciona que no se lo permiten y el 10% comenta que a veces. En la décima quinta se le pregunta al personal de enfermería, Qué cuidados otorga para dar calidad de vida al paciente en fase terminal, 20% respondió Cuidados paliativos, 19% Cuidados propios de enfermería, 19% Apoyo emocional-espiritual, 41% respondió que todos los cuidados mencionados con anterioridad y 1% mencionó no proporcionar ninguno de ellos (Figura 10). Cuidados paliativos, enfermería y emocional-espiritual 41% No proporcionar ninguno 1% Sí 41% Figura 8. Conocimiento del personal de enfermería sobre las “14 necesidades de Virginia Henderson” En la décima segunda considera que al aplicar apoyo tanatológico los profesionales de enfermería al paciente en fase terminal le permita alcanzar calidad de vida y una muerte con dignidad, el 41% menciona que sí, el 55% considera que no y el 4% dice desconocer. En la décima tercera se cuestiona al personal de Cómo se dirige al paciente en fase terminal, el 17% menciona con afecto, el 43% con respeto, el 39% con humanismo y el 1% dice no saber (Figura 9). 43% 39% 17% 1% Afecto Respeto Humanismo No sabe Figura 9. Cómo se dirige el personal de enfermería al paciente en fase terminal. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Apoyo emocional-espiritual 19% Cuidados paliativos 20% Cuidados propios de enfermería 19% Figura 10. Cuidados del personal de enfermería al paciente en fase terminal. En la décima sexta pregunta trata sobre si se Brinda apoyo emocional al paciente y a la familia para que acepte el proceso por el cual atraviesa el paciente en fase terminal, 41% menciona que sí lo realiza, siendo una respuesta negativa en 59%. En la décima séptima pregunta se cuestiona al personal si Considera que la familia participará activa y/o afectivamente durante todo el proceso terminal, por ello los profesionales de enfermería deben brindar información continua del proceso, los cambios adaptativos y control de los mismos para complementar un cuidado tanatológico y así conjuntamente puedan enfrentar esta etapa, el 93% considera que sí y el 7% restante considera que la familia no participa en este proceso (Figura 11). En la décima octava pregunta trata si se Dedica tiempo específico durante su estancia con el paciente para brindarle apoyo emocional y establecer una comunicación constante el 47% indica que sí y el 53% indica que no. En la décima novena pregunta se cuestiona sobre: si los profesionales de enfermería deben estar capacitados y concientizados sobre el tema de la tanatología, para poder brindar cuidados tanatológicos de calidad, calidez, efectivos, eficaces viendo al paciente de manera holística 9 R E V I S T A e integral, el 46% considera que sí y el 54 % que no (Figura 12). No 7% que es sumamente importante mientras el 25% restante considera medianamente importante que enfermería conozca sobre este tema. 56% 25% 12% 6% Sí 93% 1% No se ha capacitado Figura 11. Participación de la familia en el proceso terminal del paciente. Curso Taller Diplomado Especialidad Figura 13. Recibió el personal de enfermería durante su formación alguna capacitación sobre Tanatología. La vigésima cuarta pregunta, emplean apoyo tanatológico en su institución, el 30% refiere que la institución brinda apoyo tanatológico y el 65% menciona que en la institución no se brinda apoyo y el 5% ignora (Figura 14). Ignora 5% Brinda apoyo tanatológico 30% No 54% Sí 46% No brinda apoyo tanatológico 65% Figura 12. El personal de enfermería debe estar capacitado y concientizado sobre la Tanatología. La vigésima pregunta se cuestiona si la institución le imparte cursos sobre tanatología el 30% indica que sí y el 70% indica que la institución no le imparte cursos sobre el tema. La vigésima primera pregunta trata sobre si acude a cursos para capacitarse acerca del tema de tanatología, el 36% dice que sí asiste a cursos y el 64 % dice que no. La vigésima segunda pregunta si el personal Durante su formación como enfermera(o) cursó alguna capacitación sobre la tanatología, 25% tomaron curso, el 12% taller, especialidad el 1%, el 6% Diplomado y el 56% durante su formación no se ha capacitado sobre el tema de la tanatología (Figura 13). La vigésima tercera pregunta trata si cree que es importante que los profesionales de enfermería estén capacitados sobre el tema de tanatología para brindar calidad de vida al paciente en fase terminal, el 75% manifiesta 10 Figura 14. La Institución brinda apoyo tanatológico. Discusión Conforme a los objetivos planteados, los cuales se cumplieron, se obtuvieron resultados en este estudio que precisan datos relevantes que permiten conocer el grado de conocimientos y aplicación que posee el personal de enfermería sobre los cuidados tanatológicos. Con la información que se deriva del instrumento aplicado, el cual puede ser de gran utilidad para el futuro personal Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Torres M.Y. de enfermería, para que su desempeño sea de liderazgo; se concluye que el personal de enfermería del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE en la Ciudad de México, no posee aún los suficientes conocimientos acerca de los cuidados tanatológicos, así mismo, desconocen la importancia y los beneficios que proporcionan al otorgar cuidados tanatológicos al paciente y familiares que atraviesan por este proceso, aun la misma institución no está preparando a su personal para enfrentar este suceso, olvidando el objetivo principal de la misma profesión que es el arte del cuidado, dentro del cual se encuentra implícito el cuidado holístico, integral, humanístico, de calidad, con calidez, efectivo y eficaz, pautas que permiten concretar de manera específica, los cuidados tanatológicos. El personal de enfermería desconoce el objetivo principal de la tanatología, a quiénes va dirigido el uso de los cuidados paliativos y la finalidad de los mismos, las fases del proceso de duelo por las cuales atraviesan los pacientes en fase terminal (familia) y la existencia de la Carta de los Derechos del Paciente en Fase Terminal; este desconocimiento se debe a la falta de información, interés, motivación, capacitación, orientación; ya que, el personal debe estar familiarizado con este tipo de cuidados para que asista de manera adecuada al paciente terminal que está enfrentando el proceso, para que su actuar posea estrategias que respondan a la complejidad de dicho suceso. Sólo de esta forma podrá abordar adecuadamente cada condición, favoreciendo al paciente en fase terminal para que obtenga calidad de vida mediante intervenciones que brinden confort al paciente, de beneficio a él, familia y personal de enfermería. Así mismo, la institución será percibida positivamente, mejorando la imagen de la enfermería ante la sociedad para pasar del curar al aliviar, es decir, que aquel que esté muriendo acepte el final, encontrando el verdadero sentido al proceso de la muerte. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. Referencias 26. 1. 27. 2. 3. 4. 5. 6. Kübler-Ross E. La Rueda de la Vida. 2a. ed. Barcelona: Zeta; 1999. Maqueo V. El Papel de la Enfermera en la Tanatología. Rev Mex Enf Cardiol 2000; 8(1-4): 69-73. Kerouac S. Grandes corrientes del desarrollo del pensamiento. Antología Fundamentación teórica para el cuidado. México: ENEO UNAM; 2004. Bravo Mariño M. ¿Qué es la tanatología? Rev Digit Universit. 2006; 7 (8) ago 10; 7(8): SIN 1067-6079. Disponible en: (Acceso 28-10-2008) http://www.revista.unam.mx/vol.7/ num8/art62/ ago_art62.pdf. Fonnegra BR. De cara a la muerte. Bogotá: Intermedio; 1999. Fonnegra BR. Morir con dignidad. Bogotá: Fundación Omega; 1999. 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Instrumento aplicado al personal de enfermería del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” Evaluación sobre el conocimiento y la aplicación de los cuidados tanatológicos que proporciona el personal de enfermería a pacientes en fase terminal Fecha día mes año Institución: 1. Género: 4. Servicio: 2. Edad: Turno: 3. Antigüedad en la Institución 5. 6. Escolaridad: Antigüedad en el servicio: Especialidad: Instrucciones: Coloquen la letra que correspondan en el cuadro de la derecha. 1 ¿Qué grado de conocimiento considera que posee sobre el tema de la tanatología? a) Experto 2 b) Básico c) Medio ¿Conocimientos que posee usted sobre la tanatología? a) Calidad de vida b) Cuidados paliativos c) Cuidados propios de enfermería d) Atención Integral e) Relación terapéutica 3 d) Nulo f) Relación enfermera-paciente y familia g) Cuidado humanístico h) Comunicación i ) Cuidado holístico j ) Desconozco ¿Conoce cuál es el objetivo principal de la tanatología? a) Ayudar a morir con dignidad y otorgar calidad de vida al paciente en fase terminal b) Plena aceptación y total paz c) El ayudar a los familiares del enfermo terminal a que vivan plenamente y se preparen a la muerte del ser querido d) A quienes sufren, a que enfrenten su duelo en el menor tiempo posible y con el menor dolor posible 4 ¿Sabe a quién va dirigido el uso de los cuidados paliativos? a) Pacientes terminales cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo b) Pacientes terminales cuya enfermedad si responde al tratamiento curativo c) Pacientes terminales con tratamientos curativos 5 ¿Conoce cuál es la finalidad que tiene el uso de los cuidados paliativos al paciente en fase terminal? a) Alivio del dolor y otros síntomas b) No alargar ni acortar la vida c) Dar apoyo psicológico, social y espiritual d) Reafirmar la importancia de la vida 6 e) Considerar la muerte como algo normal f ) Proporcionar sistemas de apoyo para que la vida sea lo más activa posible g) Dar apoyo a la familia durante la enfermedad y el duelo ¿Sabe cuáles son las fases del proceso duelo, por la cual atraviesan los pacientes en fase terminal? a) Negación, ira, negociación, depresión y aceptación b) Dolor, ansiedad e impaciencia 7 ¿Cree usted que la comunicación entre el profesional de enfermería-el paciente y su familia es la base para un ade-cuado cuidado paliativo, por lo cual el profesional debe saber escuchar, tener empatía y aceptación al paciente en fase terminal? a) Sí 8 b) No ¿Conoce la Carta de los Derechos de los Pacientes en Fase Terminal? a) Sí 9 c) Apatía, angustia, desconfianza e inseguridad d) No atraviesan por ningún proceso b) No c) Desconozco ¿Cree usted que la carta de los Derechos de los Pacientes en Fase Terminal, es de utilidad a los profesionales de enfermería para poder proporcionar un cuidado holístico e integral? a) Sí 12 b) No c) No es necesario Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Torres M.Y. 10 Considera usted que el proceso enfermero debe ser aplicado por los profesionales de enfermería para poder brindar cuidados tanatológicos de calidad? 11 ¿Cree que es importante que el profesional de enfermería posea conocimientos sobre 14 necesidades de Virginia Henderson para así poder cubrir todas las necesidades alteradas o afectadas, presentes en el paciente en fase terminal y así brindar un cuidado integral? 12 ¿Considera que al aplicar apoyo tanatológico los profesionales de enfermería al paciente en fase terminal le permita alcanzar calidad de vida y una muerte con dignidad? a) Sí b) No a) Sí b) No a) Sí 13 b) No b) Con respeto c) Con humanismo b) No c) No se lo permiten b) No b) No b) No Especifique tiempo____________________________ ¿Cree que los profesionales de enfermería deben estar capacitados y concientizados sobre el tema de la tanatología, para poder brindar cuidados tanatológicos de calidad, calidez, efectivos, eficaces viendo al paciente de manera holística e integral? b) No d) Postgrado e) Maestría f ) Diplomado ¿Cree que es importante que los profesionales de enfermería estén capacitados sobre el tema de tanatología para brindar calidad de vida al paciente en fase terminal? a) Sumamente importante b) Medianamente importante 24 b) No ¿Durante su formación como enfermera curso alguna capacitación sobre la tanatología? a) Curso b) Taller c) Especialidad 23 b) No ¿Acude a cursos para capacitarse acerca del tema de tanatología? a) Sí 22 c) No es necesario ¿La institución le imparte cursos sobre tanatología? a) Sí 21 c) No es necesario ¿Dedica tiempo específico durante su estancia con el paciente para brindarle apoyo emocional y establecer una comunicación constante? a) Sí 20 c) No es necesario Considera que la familia participará activa y/o afectivamente durante todo el proceso terminal, por ello los profesio-nales de enfermería deben brindar información continua del proceso, los cambios adaptativos y control de los mismos para complementar un cuidado tanatológico y así conjuntamente puedan enfrentar esta etapa? a) Sí 19 d) A veces ¿Brinda apoyo emocional al paciente y a la familia para que acepte el proceso por el cual atraviesa el paciente en fase terminal? a) Sí 18 e) No sabe d) Ninguno e) Todos ¿Cuáles y porqué?______________________________ a) Sí 17 d) Indiferentemente ¿Que cuidados otorga para dar calidad de vida al paciente en fase terminal? a) Cuidados paliativos b) Cuidados propios de enfermería c) Apoyo emocional- espiritual 16 c) Desconozco ¿Brinda información al paciente y al familiar de la realización de los cuidados otorgados y tratamientos? a) Sí 15 c ) No es necesario ¿Cómo se dirige al paciente en fase terminal? a) Con afecto 14 c) No es necesario c) No tan importante d) Sin importancia ¿Emplean apoyo tanatológico en su institución? a) Sí Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 b) No c) Ignoro 13 R E V I S T A Anexo 2. Carta de los Derechos de los Pacientes en Fase Terminal Los derechos del paciente en fase terminal, aún el personal de enfermería no los conoce en su totalidad y mucho menos el resto de la sociedad. El personal de enfermería se enfrenta constantemente al proceso de la muerte en sus áreas de trabajo y el desconocimiento del mismo conlleva a un inadecuado entendimiento y comprensión del paciente que lo sufre. Existe una carta expedida por la OMS (1990), la cual menciona los derechos del paciente en fase terminal, estos derechos pueden ser de utilidad para los profesionales de enfermería, para enfocarse a la situación actual del enfermo y a su manejo adecuado, para otorgarle calidad de vida. 1. El enfermo terminal tiene derecho a vivir hasta su máximo potencial físico, emocional, espiritual, vocacional y social, compatible con el estado resultante de la progresión de la enfermedad. 2.... a vivir independiente y alerta. 3.... a tener alivio de su sufrimiento físico, emocional, espiritual y social, siendo la meta que se debe alcanzar el máximo confort posible para el paciente. 4.... a conocer o rehusar el conocimiento de todo lo concerniente a su enfermedad y a su proceso de morir. 5.... a ser atendido por profesionales sensibles a sus necesidades y temores en su proceso de aproximación a la muerte, pero competentes en su campo y seguros de lo que hacen. 14 6.... a ser el eje principal de las decisiones que se tomen en la etapa final de la vida. 7.... a que no se le prolongue el sufrimiento indefinidamente, ni se apliquen medidas extremas y heroicas para sostener sus funciones vitales. 8.... a hacer el mejor uso creativo posible de su tiempo, de sus compromisos. 9.... a que las necesidades y temores de sus seres queridos sean tenidos en cuenta antes y después de su muerte. 10.... a morir con dignidad, tan confortable y apaciblemente como sea posible. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Artículo Original Causas de quejas y posibles eventos adversos en adultos mayores Cause of medical complaints and possible adverse events in the elderly P.S.S.E. Juan Pablo Jiménez-Chávez1, Dr. Javier Rodríguez-Suárez2, Dra. Mahuina Campos-Castolo3, Lic. Miguel Ángel Córdoba-Ávila4, Dr. Héctor Aguirre-Gas5 Resumen Introducción. El término vejez suele ser abordado desde diferentes ópticas dependiendo de la disciplina que lo ana-lice. Las ciencias de la salud lo refieren como un deterioro progresivo del organismo, tanto estructural como funcional, como consecuencia de los años vividos. Hoy en día, la consideración y la estimación social hacia el anciano se ha venido deteriorando, tanto en el ámbito social, como en la atención a la salud, ocasionando la manifestación de sus inconformidades a través de quejas, derivadas de expectativas no satisfechas durante el proceso de atención médica; mostrándo las características del modelo de atención a la salud, que este segmento de la población desearía tener. Material y métodos. Se realizó un estudio cuantitativo, exploratorio, descriptivo, retrospectivo y transversal, en el que se determinó a través una muestra por conveniencia de 120 quejas, presentadas ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), durante el periodo 2004-2008, por pacientes mayores de 65 años. Se realizó el análisis de la información contenida en el Sistema de Atención de Quejas Médicas (SAQMED) y de la obtenida a través de la revisión directa de los expedientes clínicos disponibles. Resultados. El análisis de los 120 expedientes de queja mostró: edad promedio en los casos analizados de 73 años; el 66% de las quejas fueron originadas en el sector público; las especialidades con mayor número de quejas fueron: urgencias, odontología, cirugía general y ortopedia; el principal motivo de queja fue por atención inadecuada con 34%, seguido de tratamiento inadecuado con 30%; la mala práctica se presentó en una tercera parte de los casos analizados; dos terceras partes de las inconformidades (62%) tuvieron como pretensión de origen el reembolso de los gastos erogados en la atención médica; en la gran mayoría de los pacientes (86%) no se documentó mal trato por parte del personal de salud. Conclusiones. Las causas que generan las quejas en este sector de la población, se ubican en su mayoría en tres rubros: inconformidad con el proceso de atención, inconformidad con los resultados obtenidos e inconformidad con el trato recibido. Se hace evidente que existen deficiencias significativas en la calidad de la atención médica que se otorga a este grupo vulnerable, lo cual debe motivar el fortalecimiento de acciones dirigidas al personal de salud, tendentes a la prevención y solución de las causas raíz que dan lugar a eventos adversos y quejas por atención médica deficiente a los adultos mayores. Rev. CONAMED.2010; 15(1):15-21. Palabras clave. Vejez, calidad de la atención médica, queja médica, adultos mayores, opinión de los usuarios. Abstract Introduction. The term “old age” can be approached from different perspectives, depending on the discipline that leads the analysis. Health sciences’ refer to it as the Pasante de Servicio Social de la carrera de Enfermería y Obstetricia, UNAM; 2 Director General de Difusión e Investigación, CONAMED; 3 Subdirectora de Investigación, CONAMED; 4 Jefe del Departamento de Investigación, CONAMED; 5 Director de Investigación, CONAMED. 1 Artículo recibido: 8-Octubre-2009 ; Artículo aceptado: 15-Febrero-2010. Correspondencia: P.S.S.E. Juan Pablo Jiménez Chávez. Mitla 250 Esq. Eje 5 Sur Eugenia, Col. Vértiz Narvarte, Del. Benito Juárez, C.P. 03020, México D.F. Correo electrónico: [email protected]. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 15 R E V I S T A progressive deterioration of the body, both structurally and functionally, as a result of the years lived. At present, the consideration and esteem to the elderly has been deteriorating, both, in the social sphere and health care setting, conditioning the expression of their disagreement through complaints arising from unfulfilled expectations during the medical care process, showing the health care model that such population segment would expect. Material and methods. A quantitative, exploratory, des-criptive, retrospective and cross study was performed. The sample comprised of 120 complaints submitted at the National Commission for Medical Arbitration (CONAMED) during the period 2004-2008 by patients over 65 years of age. Information from the Medical Complaints Database (SAQMED) as well as that obtained from clinical records was analyzed. Results. The analysis of the 120 complaint files showed: an age average of 73 years of age; 66% of complaints originated from the public sector; the medical specialties with the highest number of complaints were: emergency services, dentistry, general surgery and orthopedics; the main complaint was inadequate care at 34%, followed by inadequate treatment with 30%, malpractice was determined in one third of the cases studied; two thirds of the disagreements (62%) presented economic reimbursement of medical expenses as claim expectation at origin; in the vast majority of cases (86%) it was not possible to determine mistreatment by heath care staff. Conclusions. Causes of complaints presented in this population segment, are located mostly in three areas: dissatisfaction with the process of medical care, dissatisfaction with the obtained results and dissatisfaction with care received. It is evident that there are significant deficiencies in the quality of health care given to this vulnerable group, which should motivate the strengthening of actions direc-ted to health care personnel, aimed at the prevention and solution of the root causes that lead to adverse events and complaints due to deficient medical care in the elderly. Key words: Aging, quality of health care, medical complaint, seniors/elderly, users’ feedback. Introducción “La vejez” ha sido enfocada en formas muy diversas por los estudiosos que se han dedicado a este tema, generalmente se ha asociado con una edad mayor. Si se enfoca la edad desde un punto de vista biológico, se puede citar que la edad está en relación a su duración potencial en años de vida y debe ser relacionada con elementos que midan la capacidad funcional de los sistemas vitales, cuya situación limita o prolonga el ciclo vital.1 Desde el enfoque psicológico, la edad se relaciona con la capacidad de adaptación que una persona manifiesta, ante los distintos eventos que la vida puede depararle, situación equiparable al término de “madurez”, como capacidad que se logra a través de los años, al acumular experiencia y desarrollo de la capacidad de la persona, para adaptarse a los distintos cambios estructurales. Desde el punto de vista social, la edad se refiere a los roles y hábitos sociales que el sujeto es capaz de asumir, con relación a los que desempeñan otros miembros del grupo social.2 Se puede asegurar que la vejez, se puede presentar en edades diferentes en una misma persona, según sea el enfoque de la edad a que se refiera. Se han establecido varias definiciones sobre lo que es la vejez según las distintas disciplinas y enfoques teóricos. La biología y las ciencias de la salud, se refieren al deterioro progresivo del organismo, como consecuencia del proceso de envejecimiento, tanto estructural como funcional,3 mediante la aplicación de la edad biológica, sin tener en cuenta el lado humano de las personas. Es necesario considerar que aunque sus funciones y estructuras orgánicas se van deteriorando; no por ello se vuelven inválidos o dejan de ser personas. 16 La definición genérica de “la vejez” según las ciencias sociales, corresponde a la edad de la jubilación, como consecuencia del declive biológico acarreado por el proceso de envejecimiento.4 Esta definición al igual que la primera se basa en el declive físico, a pesar de que su enfoque debería ser más humano y más social. La gerontología define a la vejez como: “El estado de una persona, que por razón de su crecimiento en edad, sufre una decadencia biológica de su organismo y un receso de su participación social”. En esta definición, se observa que se considera a la vejez como el aislamiento que vive o se ve obligado a vivir el anciano. La consideración y la estimación social hacia los ancianos ha sido progresivamente decreciente en el ámbito social y de la atención a la salud, situación esta última que ha dado lugar a la manifestación de sus inconformidades con relación a las expectativas no satisfechas a través del proceso de atención médica, como consecuencia de los resultados no alcanzados o como resultado de los costos elevados de la atención a la salud. Las quejas médicas deben entenderse como un fenómeno social a través del cual los pacientes expresan su inconformidad ante las expectativas no cumplidas y las características del modelo de atención que desearían tener. Antes de la creación por decreto presidencial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico en junio de 1996, no había existido en México experiencia alguna acerca de una institución conciliadora, que permitiera recibir quejas de los usuarios con alguna insatisfacción resultante de la atención médica recibida, tanto en el sector público como en el privado, con el propósito de buscar resolver las inconformidades manifestadas, Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Jiménez-Chávez J.P. a través de la conciliación y sin tener que llegar a un proceso judicial.5 La presente investigación se llevó a cabo con el propósito de analizar las inconformidades presentadas ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), por las personas de mas de 65 años de edad o sus representantes como consecuencia de una atención médica que no dejó satisfechas sus expectativas, por los resultados alcanzados o por el trato recibido. Se han registrado un número importante de quejas a pacientes mayores de 65 años relacionadas a posibles eventos adversos, a mal trato o atención deficiente por falta de recursos humanos y/o materiales. Se pretende conocer las necesidades de atención del adulto mayor, el tipo de quejas que genera y si estas quejas, después de ser analizadas, se consideraron como procedentes. Debe tenerse en cuenta que las quejas y las demandas médicas presentadas no son representativas de todos los eventos adversos ocurridos. La insatisfacción respecto a la calidad de la atención no es novedad, tampoco lo son los eventos adversos ocasionados por errores o negligencia del personal de salud. Lo nuevo es la manifestación de insatisfacción por parte de los pacientes y la demanda de compensación, por los daños que ellos atribuyen a fallas en la atención médica.6 Es un hecho social que se construye independientemente de que haya un error o evento adverso médicamente definido, ni siquiera un error o evento adverso definido a criterio del paciente; el común denominador es que siempre hay una expectativa de calidad de atención, no cumplida.6-7 Una vez identificados los motivos de queja que se presentan y se registran con mayor frecuencia en la CONAMED, se pueden desarrollar y emitir recomendaciones, con la finalidad de promover la mejora de la calidad de atención que requiere el paciente o usuario, en este caso, con edad avanzada. Uno de los aspectos relevantes de nuestro tiempo es el cambio demográfico ocurrido a nivel mundial, con tendencia al incremento progresivo de la población mayor. Sin embargo es necesario tener en cuenta que en forma paralela al incremento en número y la proporción de ancianos, ha aumentado la duración en años de vida, haciendo necesario un aumento considerable de medios asistenciales que se requiere para su atención.8 Es sencillo deducir con datos tan simples que “las personas mayores se han convertido en la actualidad en un problema social de importancia”. Resulta paradójico que nos hayamos esforzado para prolongar la vida de las personas y ahora seamos rehenes de nuestro éxito.9 La apertura de opciones para que los pacientes puedan resolver conflictos derivados de la atención médica, sin llegar a radicar demandas, es un paso fundamental pero no es suficiente.6 Es indispensable estudiar las quejas para identificar sus causas raíz y así poder estar en condiciones de gene- Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 rar acciones para que puedan ser prevenidas y resueltas cuando ya se hubieran presentado.10 En el presente trabajo se intenta mostrar un perfil, a partir de la información disponible, sobre la situación que vive el anciano, en cuanto a la forma en que las instituciones de salud les brindan los servicios que requieren. Metodología Tipo de estudio: cuantitativo, exploratorio, descriptivo, retrospectivo y transversal. Mediante el análisis de la información proporcionada por el “Sistema de atención de quejas médicas” (SAQMED) y la revisión directa de los expedientes clínicos disponibles en la CONAMED. Se determinaron como datos relevantes: la frecuencia de mala práctica, los motivos de queja y posibles eventos adversos en pacientes mayores de 65 años, registrados en la CONAMED durante el periodo 2004-2008. Se determinó como muestra por conveniencia un total de 120 expedientes clínicos. Resultados Género El 50% de los pacientes correspondieron a cada género. Edad La edad varió de 66 a 92 años, con promedio de 73.7 años. La mayor parte de los pacientes estudiados tenía entre 66 y 70 años (Figura 1). 45 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 35 23 12 2 66-70 71-75 76-80 81-85 3 86-90 más de 90 Edad Figura 1. Edad de los pacientes. Institución La mayoría de las quejas registradas provinieron del sector público, con un total de 66% (79 pacientes) y un 34% (41 pacientes) de instituciones privadas. La institución pública con mayor cantidad de quejas fue el IMSS con el 47% (56 pacientes) (Figura 2). Especialidad La especialidad de origen con la mayor frecuencia de quejas fue urgencias con un 22.5%, seguida de odontología con 15%, cirugía general al igual que ortopedia 17 R E V I S T A con 9% cada una; de la misma manera con un 8% cada una encontramos a urología y prostodoncia; en cuanto a neurocirugía en 4% y finalmente 21% otras especialidades. 56 60 50 Resultado del análisis del experto Durante la investigación hallamos que la mala práctica se presentó en 40 casos (33%) en 56 casos (47%), se concluyó que no hubo mala practica y en 24 casos (20%) no se pudo concluir por falta de elementos (Figura 5). Tratamiento inadecuado 21% Otros 18% 41 40 30 20 20 10 0 2 IMSS PRIVADO ISSSTE SSA PEMEX Figura 2. Frecuencia de queja por institución. Motivo de la queja El principal motivo de queja observado fue la atención inadecuada con un 34%, seguido del tratamiento inadecuado con un 30% y la probable atención de forma negligente con el 23%; con un 8% la insatisfacción con los resultados, así mismo con un 3% la insatisfacción con el tratamiento quirúrgico, insatisfacción con el tratamiento médico con un 1% y finalmente otros con el 1%. Motivo inicial de la queja El paciente manifestó su queja con el tratamiento médico en 38 casos (31.7%), con el tratamiento quirúrgico en 15 casos (12.5%), con el diagnóstico en 25 casos (20.8%) y finalmente una frecuencia del 10% en otros motivos (Figura 3). Tratamiento quirúrgico 12.5% Otros 10% Atención inadecuada 21% Secuela del tratamiento quirúrgico 4% Resultado no satisfactorio 28% Diagnóstico erróneo 8% Figura 4. Submotivo de queja. Sin elementos 20% Sin mala práctica 47% Con mala práctica 33% Figura 5. Resultado de análisis del experto. Área de conclusión El 76% de los casos analizados durante la investigación se concluyeron en el área de conciliación, en tanto que un 24% terminaron sin conciliación; ya sea por abandono del proceso conciliatorio o por el desacuerdo con el dictamen de la audiencia (Figura 6). Diagnóstico 20.8% Con conciliación 75.80% Tratamiento médico 31.7% Figura 3. Motivo inicial de la queja. Submotivo de la queja Los resultados no satisfactorios abarcan el porcentaje más alto del análisis con relación a resultados no satisfactorios en el 28%; por tratamiento inadecuado con un 21%; atención inadecuada con un 21%; además del diagnostico erróneo con un 8%, secuelas de tratamiento quirúrgico con 4% y otros con el 18% (Figura 4). 18 Sin conciliación 24.20% Figura 6. Área de conciliación de la queja. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Jiménez-Chávez J.P. Pretensiones del promovente de la queja En cuanto a la inconformidad del usuario ante el prestador del servicio, podemos observar que el índice más alto en las demandas del usuario fue el reembolso, mostrando un porcentaje del 62%, seguido de la indemnización con un porcentaje del 32%; otro indicador nos muestra la sanción hacia el prestador del servicio con un 3% y otros con un 3% (Figura 7). Falta de equipo o insumos 9.2% Daño temporal 8.3% Accidente 1.7% Proceso de la ateción inadecuada 34.2% 62% Daño permanente 13.3% Resultado insatisfactorio 33.3% 32% Figura 9. Motivo final de la queja. 3% 3% Reembolso Indemnización Sanción al prestador del servicio Otros Mal trato del personal hacia el paciente En 104 casos (87%) no se documentó mal trato al paciente. Se observó que el mal trato médico es la causa principal de los casos, con un porcentaje del 4% (5 casos), odontólogos 3% (4 casos) y otros con el 6% (6 casos) (Figura 10). 6% Figura 7. Pretensiones del promovente de la queja. 6% Causa raíz de la queja El proceso de atención inadecuado es el principal indicador de queja habiendo mostrado un 51% en la figura, en un 40% el resultado insatisfactorio; la falta de equipo o falta de insumos generó un porcentaje del 4%, el accidente intrahospitalario y la negación de la atención con un 3% (Figura 8). 5% 4% 4% 3% 3% 2% 1% Negociación de la atención 2.5% 0 Accidente intrahospitalario 2.5% Médico Odontólogicos Otros Figura 10. Maltrato del personal. Falta de equipo e insumo 4% Resultado insatisfactorio 40% Proceso de atención 51% Responsabilidad institucional La responsabilidad institucional, fue dictaminada con el 8% de los casos (Figura 11). Sí 8% Figura 8. Causa raíz de la queja. Motivo final de la queja En cuanto a la atención al paciente, observamos que el proceso fue inadecuado en un 34.2%, los resultados no satisfactorios de 33.3% y en cuanto a la falta de equipo o insumo se presentó con un 9.2%. En cuanto al tipo de daño ocasionado al paciente fue temporal en 8.3%, permanente con un 13.3% y accidente con un 1.7% (Figura 9). Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 No 92% Figura 11. Responsabilidad institucional. 19 R E V I S T A Discusión El análisis de los datos captados, a través del SAQMED y la revisión de los expedientes clínicos, nos permitieron obte-ner la siguiente información: • No existen diferencias en cuanto a género entre los pacientes mayores de 65 años, que acudieron a presentar sus inconformidades en la CONAMED, la edad varió entre 66 y 92 años, con promedio de 73.7 años, ubicándose la mayor parte de los casos entre los 66 y 70 años de edad. • Sumando las quejas originadas en el sector público, alcanzan un 66% de ellas, quedando el restante 34% para el sector privado, aún cuando deberían relacionarse con el número de pacientes atendidos, que consideramos que es significativamente menor en éste último. • Dentro de las especialidades que mayor número de inconformidades generan, están las que requieren de atención de urgencia, las quirúrgicas y las odontológicas. • Los principales motivos de queja se relacionaron con inconformidad con el desarrollo del proceso de atención, con diagnósticos erróneos, el tratamiento inadecuado, tanto médico como quirúrgico y la insatisfacción con resultados por abajo de las expectativas de los pacientes y familiares, así como la presentación de secuelas. En este aspecto es necesario tener en cuenta, que con frecuencia las expectativas están por arriba de las posibilidades reales de su consecución, situación que se agrava, ante la falta de información del personal médico al paciente, con relación al pronóstico esperado. • Del análisis de los expedientes por personal experto de la CONAMED, integrado por médicos y abogados, con participaciones de asesores externos en las diferentes especialidades, en los casos requeridos, fue factible concluir que se presentó mala práctica en una tercera parte de los casos, no existió mala práctica en la mitad y no fue factible determinar la existencia o no de mala práctica en el resto, por falta de elementos para decidir. • El 76% de los casos analizados se resolvieron en el Área de Conciliación, en tanto que en el 24% ésta no se logró por desacuerdo con el dictamen de la audiencia o por abandono del proceso conciliatorio, por los promoventes de la queja. • Dos terceras partes de las inconformidades (62%), tuvieron como pretensión de origen el reembolso de los gastos erogados en la atención médica, situación que permite suponer que estos pacientes fueron atendidos en el sector privado. Adicionalmente el 32% de los pacientes demandaron el otorgamiento de una indemnización y un 3% sanción para el prestador de servicios. • Las principales causas raíz radicaron en incon- 20 formidad con el proceso de atención (51%) y la inconformidad con los resultados (40%), la insuficiencia de recursos en el 4%, los accidentes hospitalarios y las negativas de atención registraron un 3% cada uno. • El resultado final del análisis de la queja mostró que un 33% de los pacientes sufrió algún daño permanente, un 8% daño temporal y en un 3% sufrieron accidentes. En la gran mayoría de los pacientes (86%) no se documentó mal trato hacia el paciente por parte del personal. En los casos en que sí fue factible documentar mal trato por parte del personal correspondieron a médicos en el 4.2%, enfermeras 2.5% y odontólogos en el 3.3%. • Se concluyó en la existencia de responsabilidad profesional en el 20% de los casos y responsabilidad ins-titucional en el 8% de ellos. Las conclusiones fundamentales a las que se puede llegar, indican que las causas de las quejas de pacientes mayo-res de 65 años y sus familiares, se ubican en tres aspectos: inconformidad con el proceso de atención, inconformidad con los resultados obtenidos e inconformidad con el trato recibido, principalmente en los servicios de urgencias y en los servicios quirúrgicos. En cuanto al proceso de atención, el principal problema radica en los procedimientos diagnósticos y en el trato otorgado a los pacientes; en cuanto a los procedimientos terapéuticos, las deficiencias se tradujeron en resultados que no dejaron satisfechas las expectativas de pacientes y familiares, tanto por ser estos resultados inferiores a lo deseable, como en los casos en que esas expectativas, por ser muy altas, era muy factible que presentaran la insatisfacción. Mención especial debe hacerse en aquellos casos en los que se documentó mala práctica médica, determinada por faltas en la oportunidad o negativa de atención y falta de competencia profesional del personal de salud, particularmente en los casos en los que se ocasionó daño temporal, permanente o en el supuesto de que hubieran ocasionado la muerte del paciente, incurriendo con ello en el riesgo de que se diera lugar a responsabilidad profesional, sujeta a demandas y sanciones de tipo administrativo, civil o penal. Dentro de los casos analizados, no se observaron acciones específicas tendentes a mejorar la seguridad en la atención a los pacientes, probablemente porque en las fechas en que fueron atendidos, aún no se prestaba suficiente atención a este aspecto. Los problemas en el trato a los pacientes radicaron en dos esferas diferentes, por una parte los problemas de actitud del personal y por otra el desconocimiento y o falta de cumplimiento de los principios éticos de la práctica médica. Partiendo de la base de los elementos antes mencionados, se hace evidente que existen deficiencias significativas en la calidad de la atención, incluyendo la Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Jiménez-Chávez J.P. oportunidad, la competencia profesional, las medidas de seguridad y el respeto a los principios éticos de la práctica médica. Teniendo en cuenta la Misión de la CONAMED y en conocimiento de los estudios realizados para identificar las causas de la atención deficiente, la mala práctica y la responsabilidad profesional, se justifica la emisión de recomendaciones, para promover su prevención y la mejora continua de la calidad de la atención. Los resultados de esta investigación muestran los principales motivos de queja y hacen evidente la necesidad de vincular la formación de los profesionales de la salud con las necesidades de la población mexicana; por ello resulta conveniente fortalecer las acciones educativas del personal de salud, para la prevención y solución de las causas raíz que dan lugar a eventos adversos y quejas por atención médica deficiente, así como para facilitar la reinserción social de las personas afectadas por daño temporal o permanente como consecuencia de la atención médica.2,4-6 Con los resultados expuestos podemos concluir que el cumplimiento de las acciones para fomentar la seguridad del paciente por parte del equipo de salud, se debe fortalecer a través de difusión, capacitación y supervisión del cumplimiento de esquemas permanentes de control, tanto en los centros de formación y capacitación, como por el personal adscrito.10 La responsabilidad legal sobre la vida del paciente, así como el respeto a los códigos de ética, la capacitación y actualización continuas y la responsabilidad de la institución, exigen el cumplimiento de la normatividad vigente, sobre los cuidados que se dedican a los pacientes en forma profesional.6-7 Es importante hacer énfasis en que a los pacientes se les debe tratar como personas, sin discriminación de ningún tipo; se debe entender que los pacientes no son tan sólo una enfermedad, sino personas que requieren una visión holística, que es necesario desarrollar desde la formación del personal de salud, para que se integre al proceso de atención de manera habitual.5,7 Las principales características de las quejas que se reciben en la CONAMED, en los pacientes de mas 65 años difieren poco en su análisis de las que se han presentado en la población de todas las edades10, en cuanto a Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 lo expresado en las figuras antes referidas, vemos que tanto en el sector público como privado, los pacientes expresan su inconformidad en relación a la atención, el tratamiento médico y los resultados insatisfactorios de los mismos; en los cuales con frecuencia se le da al paciente falsas expectativas, que no son alcanzables y que a la larga generan insatisfacción e inclusive quejas, cuando no se alcanzan los resultados esperados. Llamó la atención el hecho de que en los mayores de 65 años la conciliación se alcanzó en tres cuartas partes de los casos, contra una de cada dos de todos ellos. Por otra parte, es necesario mencionar que la medicina no es una ciencia exacta y que en muchas ocasiones no se puede obtener los resultados que se espera, por factores no dependientes del médico, situación que con frecuencia el paciente no acepta. Los pacientes adultos mayores de 65 años de edad, forman parte de un grupo vulnerable que requiere una atención personalizada, segura, oportuna, con competencia profesional y respeto a los principios éticos de la práctica médica, para estar en condiciones de cubrir, la mayoría de las veces, sus necesidades de salud y sus expectativas. Referencias 1. García GJJ. Panorama de la mortalidad en el adulto mayor en México. Rev Fac Med UNAM. 1999: 1. 2. Gutiérrez RLM. Perspectivas para el desarrollo de geriatría en México. México: Trillas; 1998. Pp: 19-34. 3. García-Férez J. Universidad Pontificia Comillas. Cátedra de Bioética. Madrid: Portal Mayores; Marzo 2003. 4. Mauk KL. Enfermería Geriátrica. Competencias asistenciales. México: McGraw-Hill; 2008. 5. Ribera CJ, Gil GP. Problemas éticos en relación con el paciente anciano. México: Editores Médicos Mexicanos; 1995. 6. Infante CC. La insatisfacción de los pacientes con respecto a la calidad de la atención médica. México: Editores de Textos Mexicanos; 2006. 7. Altamirano M, Garduño J. Ética Clínica, una perspectiva transfuncional. México: Corinter; 2006. 8. Lolas F. Biomedicina y calidad de vida. Un análisis teórico. Rev Méd Chile. 1990; 118: 1271-1275. 9. Roqué M, Pérez-Guerrero J. Bioética Geriátrica. Rev Mult Gerontol. 2002; 12 (1): 26- 30. 10. Aguirre-Gas H, Campos-Castolo EM, Carrillo-Jaimes A, Zavala-Suárez E, Fajardo-Dolci G. Análisis crítico de quejas CONAMED 19962007. Rev CONAMED. 2008; 13: 5-16. 21 Artículo Original Motivos de quejas registradas en CONAMED en la adolescente embarazada Grounds for medical complaints received at CONAMED from pregnant adolescents P.S.S.E. Cuauhtémoc Martínez-Nájera1, Dra. Mahuina Campos-Castolo2, Lic. Miguel Ángel Córdoba-Ávila3, MSP Rey Arturo Salcedo-Álvarez4, Dr. Héctor Aguirre-Gas5 Resumen Introducción. El embarazo en adolescentes, es considerado como de alto riesgo por las probables consecuencias orgánicas nocivas para el binomio madre-hijo. Las madres que son adolescentes, al ser una población en formación biopsicosocial, se obligan a dar un paso forzado hacia la madurez. La maternidad no deseada en la adolescencia es un problema de salud personal, familiar y social, con consecuencias a corto, mediano y largo plazo para la adolescente, familia y sociedad. El embarazo, afecta de manera considerable a las mujeres, limitándoles su desarrollo personal, profesional y laboral. Las quejas nos permiten conocer las fallas en el proceso de atención médica de estas pacientes y es indispensable para el desarrollo de planes de mejora en la calidad de la atención. Material y métodos. Se presenta un estudio descriptivo, transversal, retrospectivo y exploratorio. Se revisaron el 100% de las quejas atendidas en CONAMED de 2003-2008, presentadas por adolescentes embarazadas. Los objetivos de esta investigación fueron: identificar los motivos y sub-motivos de queja, en los distintos grupos etarios (10-14, 15-16 y 17-19 años); entidad federativa de origen de las pacientes; tipo de atención médica y año de presentación; comparar los motivos y sub-motivos de queja entre los casos clasificados como mala práctica y sin mala práctica e identificar cuáles son los errores de los profesionales de la salud o fallas del sistema de salud más comunes, que se relacionan con las inconformidades presentadas por adolescentes embarazadas. Resultados. Se analizaron un total de 23 casos identificados en la base de datos del Sistema de Atención de Quejas Médicas (SAQMED). Se obtuvo lo siguiente respecto a motivo de queja más frecuente en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED): el 47% (n 11) de los casos registrados fue por negligencia, seguido de inconformidad en el tratamiento con 26% (n 6) y con 9% (n 2) mala comunicación, 9% (n 2) problemas en el diagnóstico y 9% (n 2) por complicación. Los resultados obtenidos en base a tipo de atención médica fue: partos quirúrgicos 52% (n 12) y parto vaginal 35% (n 8). En las complicaciones se observó que el 9% (n 2) de las adolescentes embarazadas no tuvieron complicaciones, el 13% (n 3) tuvo complicación preparto, 13% (n 3) en el transparto y el 57% (n 13) postparto; el 9% (n 2) corresponde a complicaciones neonatales. En el 79% (n 18) de los casos no se identificó mala práctica, el 17% (n 4) consideró mala práctica y en el 4% (n 1) no existieron elementos para calificar. Conclusiones. Las quejas registradas en CONAMED son reflejo de la atención médica proporcionada a las adolescentes; esto hace necesario incrementar la promoción de la salud, principalmente sobre educación sexual, para evitar embarazos no deseados; control prenatal para mejorar la calidad de la atención y prevenir eventos adversos en este grupo. Rev CONAMED. 2010; 15(1):22-28. 1 Pasante de Servicio Social de la carrera de Enfermería y Obstetricia de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM; 2 Subdirectora de Investigación, CONAMED; 3 Jefe del Departamento de Investigación, CONAMED; 4 Profesor de Carrera Asociado “B” de Tiempo Completo, Unidad de Investigación, ENEO; 5 Director de Investigación, CONAMED. Artículo recibido: 30-Octubre-2009; Artículo aceptado: 29-Enero-2010. Correspondencia: P.S.S.E. Cuauhtémoc Martínez Nájera. CONAMED. Mitla 250, Esq, Eje5 Sur Eugenia, Col. Vértiz Narvarte, Del. Benito Juárez, C.P. 03020, México D.F. Correo electrónico: [email protected]. 22 Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Najera C. Palabras clave: adolescente, embarazo, complicación, control prenatal, comunicación. Abstract Introduction. Teen pregnancy is considered to be of high risk because of the probable harmful consequences to both mother and child. Teenager mothers, being a population still undergoing biopsychosocial development, undertake a forced step towards maturity. Unwanted motherhood in adolescence is an issue of personal, family and social health, with consequences in the short, medium and long term for the adolescent, family and society. Pregnancy affects women significantly, limiting their personal and professional development. Complaints arising from medical care supplied to these patients allow us to perceive the flaws in the health care process, which is essential for the development of plans directed at improving the quality of health care. Material and methods. The design was developed as a descriptive, transversal, retrospective and exploratory study. 100% of complaints submitted by pregnant adolescents and dealt with by the CONAMED from 20032008 were analyzed. The objectives of this research were: to identify the primary and secondary reasons for complaints within different age groups (10-14, 15-16 and 17-19 years), state / province of origin of patients, related medical services and year of submission. To compare primary and secondary reasons among cases classified as malpractice or non-malpractice and to identify the most common health professionals’ errors or health system failures in relation to complaints submitted by pregnant adolescents. Results. From a total of 23 cases identified in the National Medical Complaints Database (SAQMED) the most common reason for complaints were: 47% (n 11) claimed malpractice, followed by dissatisfaction with treatment with 26% (n 6), 9% (n 2) due to poor communication, 9% (n 2) related to problems in diagnosis and 9% (n 2) due to complication. The results obtained on the basis of type of medical care received were: surgical births 52% (n 12) and vaginal delivery 35% (n 8). In terms of complications, 9% (n 2) of the pregnant teens had no complications, 13% (n 3) had complications antepartum, 13% (n 3) during delivery and 57% (n 13) postpartum, another 9% (n 2) corresponded to neonatal complications. 79% (n 18) of analyzed cases did not present elements of malpractice, 17% (n 4) showed evidence of malpractice and in 4% (n 1) there were not enough elements to qualify. Conclusions. Complaints registered at CONAMED reflect health care provided to adolescents; these results show the need to increase health promotion, particularly on sexual education to prevent unintended pregnancies, and prenatal care to improve the quality of care and prevent adverse events in this particular group. Keywords. Adolescent, pregnancy, complications, prenatal care, communication. Introducción De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera a los adolescentes como personas que están en el grupo de edad entre los 10 y los 19 años. La OMS, ha señalado “al embarazo”, como una de las prioridades en la atención de las adolescentes, ya que, repercute tanto en la salud de la madre como en la del niño. El informe anual del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cifra en más de medio millón, el número de mujeres y niñas que fallecen por complicaciones en el embarazo al año. Jovencitas que dan a luz antes de los 15 años de edad, tienen cinco veces más riesgo de morir en el parto que las mujeres veinteañeras, informó la Organización de las Naciones Unidas.1 La adolescencia, es un período de múltiples cambios tanto físicos como psicológicos, caracterizada por inestabilidad emocional,2 por lo cual es necesario agruparlos por edades para saber en qué rango de edad predomina el embarazo. De acuerdo a los informes de la literatura, las adolescentes que se embarazan tienen mayores probabilidades de presentar problemas, que las mujeres adultas.3 De acuerdo con la NOM-007-SSA- 1993 (Atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido), el embarazo en adolescentes puede ser Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 considerado como de alto riesgo, ya que, las expone a consecuencias orgánicas que afectan notablemente al binomio madre e hijo.4 Algunos factores que están propiciando el incremento de embarazos en adolescentes son: inicio de vida sexual a edades cada vez más tempranas, la pobre o mala educación sexual y baja frecuencia de utilización de algún método anticonceptivo, en su primera relación sexual;5 ya que, la mayoría recurren a su uso, aproximadamente un año después.6 Josefina Lira Plascencia, coordinadora de la Clínica para la Atención de la Paciente Adolescente del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), refirió que en la Encuesta Nacional de Salud, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en 2006, arrojó como resultados que uno de cada tres embarazos en adolescentes termina en aborto y uno de cada cuatro adquiere alguna infección de transmisión sexual (ITS). Además puntualizó que las estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), son que el embarazo sigue siendo la cuarta causa de muerte en México en las adolescentes.7 Las principales causas de egresos hospitalarios en mujeres de 10 a 14 años de edad en México, están 23 R E V I S T A ligados al parto normal con el 16.14% (n 3,184), aborto con el 3. 72% (n 733,) parto obstruido con el 0.90% (n 177), edema proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo con el 0.85% (n 168) y hemorragia obstétrica con 0.52% (n 102) en un total de 19,723 egresos (Cuadro 1). Cuadro 1. Principales causas de egresos en mujeres de 10 a 14 años de edad. Unidades Médicas de la Secretaría de Salud. México, 2001. Causa Egresos % 19,723 100 En mujeres de 15 a 19 años de edad las principales causas de egreso son: parto normal con el 54.71% (n 105,749), aborto con el 8.21% (n 15,871), edema proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo, con el 2.30% (n 4, 452), parto obstruido con el 1.86% (n 3,602) e infección puerperal con el 0.21% (n 410) en un total de 193,305 egresos (Cuadro 2). Cuadro 2. Principales causas de egresos hospitalarios en mujeres de 15 a 19 años de edad. Unidades Médicas de la Secretaría de Salud. México, 2001. Causa Egresos % 193,305 100 1 Parto normal 3,184 16.14 1 Parto normal 105,749 54.71 2 Apendicitis 2,028 10.28 2 Aborto 15.871 8.21 3 Fracturas 1,478 7.49 2.30 902 4.57 Edema proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo 4,452 4 Traumatismos internos e intracraneales 3 4 Parto obstruido 3,602 1.86 5 Aborto 733 3.72 5 Hemorragia obstétrica 2,581 1.34 6 Nefritis y Nefrosis 595 3.02 6 Apendicitis 2,314 1.20 7 Enfermedades de la piel 475 2.41 7 Fracturas 1,324 0.68 8 Enfermedades infecciosas intestinales 447 2.27 8 Traumatismos internos e intracraneales 1,078 0.56 9 Efectos tóxicos de sustancias de procedencia no medicinal 279 1.41 9 Factores que influyen en el estado de salud 893 0.46 10 Nefritis y nefrosis 756 0.39 10 Infecciones respiratorias agudas bajas 263 1.33 11 Enfermedades de la piel 738 0.38 11 Asma 235 1.19 12 Enfermedades infecciosas intestinales 418 0.22 12 Leucemia 223 1.13 0.21 211 1.07 Efectos tóxicos de sustancias de procedencia no medicinal 412 13 Factores que influyen en el estado de salud 13 14 Diabetes mellitus 178 0.98 14 Infección puerperal 410 0.21 15 Parto obstruido 177 0.90 15 Diabetes mellitus 284 0.15 16 Edema proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo 16 Complicaciones de la atención médica y quirúrgica 209 0.11 17 Infecciones respiratorias agudas altas 155 0.79 17 Envenenamiento por drogas y sustancias biológicas 181 0.09 18 Quemaduras y corrosiones 146 0.74 18 Epilepsia 149 0.08 19 Epilepsia 130 0.66 19 Anemia 147 0.08 20 Hemorragia obstétrica 102 0.52 20 Infecciones respiratorias agudas bajas 144 0.07 168 0.85 Fuente: Secretaría de Salud. Dirección General de Información y Evaluación del Desempeño. Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios. 24 Fuente: Secretaría de Salud. Dirección General de Información y Evaluación del Desempeño. Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Najera C. Dentro de las 20 principales causas de mortalidad en mujeres de 15 a 19 años, destacan edema proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo con el 2.16% (n 49) y hemorragia obstétrica con el 1.01% (n 23) de 2,267 defunciones (Cuadro 3)8. Cuadro 3. Principales causas de mortalidad en mujeres de 15 a 19 años de edad. México, 2000. Causa Defunciones Egresos % 2,267 43.42 100 1 Accidentes de vehículo de motor 164 3.14 7.23 2 Agresiones (homicidios) 140 2.68 6.18 3 Suicidios 127 2.43 5.60 4 Leucemia 112 2.15 4.94 5 Nefritis y nefrosis 92 1.76 4.06 6 Peatón lesionado en accidente 80 1.53 3.53 7 Infecciones respiratorias 51 0.98 2.25 8 Epilepsia 51 0.98 2.25 50 0.96 2.21 9 Enfermedad cerebrovascular 10 Preeclampsia 49 0.94 2.16 11 Diabetes mellitus 47 0.90 2.07 12 Ahogamiento (accidentes) 41 0.79 1.81 13 Tuberculosis 36 0.69 1.59 14 Anemia 36 0.69 1.59 30 0.57 1.32 28 0.54 1.24 24 0.46 1.06 24 0.46 1.06 15 16 17 18 Cardiopatías congénitas Desnutrición calórico proteica Infecciones intestinales Enfermedades hipertensivas 19 Envenenamiento accidental 24 0.46 1.06 20 Hemorragia obstétrica 23 0.44 1.01 Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Secretaría de Salud. Dirección General de Información y Evaluación del Desempeño. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 En forma global, se describe mayor morbilidad en la gestación de la adolescente, en tanto que, de forma reducida, se puede clasificar por periodos de gestación. En la primera mitad se destacan el aborto, la anemia, las infecciones urinarias y la bacteriuria asintomática. En la segunda mitad, los cuadros hipertensivos, las hemorragias asociadas a patologías placentarias, la escasa ganancia de peso, con malnutrición materna asociada, amenaza de parto prematuro (contractilidad interna) y ruptura prematura de membranas.9 Los problemas de salud de los hijos de madres adolescentes se relacionan con bajo peso al nacer, valoración Apgar bajo y riesgo de muerte en el primer año de vida, el cual es dos veces mayor que otras edades maternas.10 El embarazo en adolescente, está determinado básicamente por factores socioculturales y elementos psicológicos. En nuestra sociedad, podemos encontrar factores como una población rural donde el embarazo es frecuente debido a las costumbres de muchas zonas del país, la maternidad es una forma de apreciación de la mujer, ya que eleva su jerarquía ante la sociedad y ante la familia, pero podemos justificar a estas adolescentes argumentando que la falta de escolaridad es un factor que influye de manera directa en ellas. El Dr. Issler afirma que en la sociedad sucede todo lo contrario en áreas urbanas, porque sí hay donde educarse, hay medios informativos que con frecuencia tocan tópicos relacionados con la sexualidad.11 Los hechos se contrastan, porque en la ciudad también hay muchas adolescentes embarazadas. Con la finalidad de contribuir a mejorar continuamente los cuidados médicos y de enfermería y a motivar al personal de enfermería, se analizaron expedientes de adolescentes embarazadas registradas en CONAMED, con relación a motivo de queja más frecuente en la adolescente embarazada, mala práctica y desviaciones, derivadas de la atención obstétrica con objeto de formular recomendaciones, que permitan al personal médico y de enfermería, brindar atención integral y de calidad, para satisfacer las necesidades básicas de conservación de la vida. Material y Métodos Se realizó un estudio descriptivo, transversal, retrospectivo y exploratorio de 23 casos registrados de adolescentes embarazadas en el SAQMED de CONAMED. Criterios de inclusión: pacientes embarazadas en el rango de edad de 10-19 años registradas en CONAMED durante 2003-2008 por haber presentado una queja; el tamaño de la muestra fue 23 casos de adolescentes embarazadas. Los casos fueron analizados a través de un estudio descriptivo de corte, transversal, exploratorio, retrospectivo; los datos fueron obtenidos de la revisión directa de expedientes y de la base de datos de la CONAMED, llamada Sistema de Atención de Quejas Médicas (SAQMED); 25 R E V I S T A en esta base de datos se encuentran características de la queja médica como: edad, diagnóstico, institución de salud que brindó la atención médica, año de atención de la queja, entidad federativa de residencia del usuario, área de conclusión de la queja y la evaluación de la calidad de la atención a través de la identificación de la mala práctica. Se elaboró un análisis cualitativo de los datos relativos a motivo de queja médica, diagnóstico, tipo de atención médica, control prenatal, mala práctica, complicación y la evaluación de la calidad de la atención médica; además se utilizaron medidas de tendencia central y dispersión. Los resultados encontrados en cuanto a daño fueron: el 39% (n 9) correspondió a daños permanentes (muerte de la madre o del hijo, histerectomía) y el 61% (n 14) correspondió a daños temporales como infecciones y lesiones menores. Hay mayor frecuencia de embarazos: en adolescentes que fluctúan entre 17 y 19 años con 87% (n 20), seguido de adolescentes de 15 a 16 años con 13% (n 3) y de los 10 a 14 años no se obtuvo ningún registro. En las complicaciones se observó que el 9% (n 2) de embarazadas no tuvieron complicación, el 13% (n 3) tuvo complicación preparto, 13% (n 3) en el transparto, el 57% (n 13) postparto; 9% (n 2) correspondieron a complicaciones neonatales (Figura 3). Resultados De un total de 23 casos registrados, en la base de datos de adolescentes embarazadas en el periodo 20032008, se obtuvo la siguiente información respecto a motivo de queja más frecuente en CONAMED; el 47% (n 11) de los casos registrados refirieron negligencia, seguidos de inconformidad con el tratamiento con 26% (n 6) y con 9% (n 2) mala comunicación; 9% (n 2) por problemas en el diagnóstico y 9% (n 2) por presencia de complicaciones (Figura 1). 52.2% 34.8% 13% 47% Parto 26.1% 8.7% 8.7% Aborto Figura 2. Tipo de atención médica. 8.7% Negligencia Diagnóstico Tratamiento Complicación Mala comunicación Figura 1. Motivo de inconformidad. El origen de la queja dentro del Sector Salud fue: el 83% (n 19) en hospitales públicos y sólo el 17% (n 4) acudió a hospitales del Sector Privado. Los resultados obtenidos en base en el tipo de atención médica fue: cesáreas 52% (n 12) y parto vaginal 35% (n 8). En cuanto al aborto se observó 13% (n 3) (Figura 2). Los resultados encontrados con relación a falta de recursos fueron: ninguna por falta recursos humanos 0%, por falta de recursos materiales 13% (n 3) y el 87% (n 20) corresponde a registros sin queja. En cuanto a control prenatal el 61% (n 14) de las adolescentes embarazadas acudieron a consultas menos de 5 veces durante el embarazo y el 39% (n 9) acudió a más de 5 consultas. 26 Cesárea Sin complicación 8.7% Preparto 13% Transparto 13% 56% Postparto Neonatales 8.7% Figura 3. Complicaciones maternas y neonatales. Del total de las quejas registradas el 26% (n 6) fueron procedentes, el 61% (n 14) fueron improcedentes y el 13% (n 3) abandonó el proceso que se lleva a cabo en esta Institución. La responsabilidad recae en médicos con el 96% (n 22) y el 4% (n 1) corresponde al personal de enfermería. En 79% (n 18) casos, la atención se llevó a cabo Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Martínez-Najera C. sin demostración de mala práctica, en el 17% (n 4) se consideró que existió mala práctica y el 4% (n 1), no existieron elementos para dictaminar (Figura 4). 79% 17.4% 4.3% Sin mala práctica Mala práctica Sin elementos para calificar Figura 4. Resultado del análisis de la queja. tes (10-19 años) sigue siendo la cuarta causa de muerte en adolescentes en México.7 A pesar de ser un proceso natural, el embarazo ha llegado a ser un problema de salud pública. Como resultado de la revisión de los casos registrados en CONAMED y de su análisis, podemos decir que falta promoción en relación a lo que es control prenatal. En relación a motivo de queja el estudio ratificó que al usuario le falta conocimiento sobre este proceso; ya que, en la Figura 1 se obtuvo que el 47% demandara por negligencia médica, sin embargo se encontró que el profesional de salud se apegó a “lex artis” en un porcentaje de 79% y sólo en un 17% se demostró mala práctica. Este dato muestra que se obró con buena práctica en la mayoría de los casos, pero faltó mayor comunicación entre el prestador del servicio y el usuario. Estos resultados representan un área de oportunidad para enfermería profesional; ya que, a través de sus intervenciones es posible evitar complicaciones y limitar los riesgos durante el proceso de embarazo en adolescentes. Propuestas para mejorar la calidad del proceso enfermero en adolescentes embarazadas Discusión En México la población de adolescentes se ha incrementado de manera notable, representa ya una quinta parte de la población del país y se observa tendencia a incremento importante en los próximos años. Se estima que un 45% de las jóvenes entre 15 y 19 de edad, son sexualmente activas y de ellas, el 36% quedan embarazadas en un plazo menor de 2 años, después del inicio de su actividad sexual.12 13 El número de mujeres embarazadas en nuestro país durante el 2007 fue de 2, 655,083 a nivel nacional, teniendo que un 52% (1, 378,204) del total de las mujeres, se encuentra en edad fértil, las adolescentes embarazadas se encuentran representando un 16.8% (447,051) del total.14 Los altos índices de nacimientos entre las madres adolescentes, son motivo de gran preocupación dado que la salud de éstas y la de sus bebés, corren serios riesgos y las oportunidades de construir un buen futuro disminuyen. Algunos factores que están propiciando el incremento de embarazos en adolescentes son: inicio de vida sexual a edades cada vez más tempranas15, la pobre educación sexual y baja frecuencia de utilización de algún método anticonceptivo en su primera relación sexual,16 ya que, la mayoría recurren a su uso, aproximadamente un año después.17 Según los resultados arrojados por la Encuesta Nacional de Salud que hizo el Instituto Nacional de Salud Pública en 2006, uno de cada tres embarazos en adolescentes termina en aborto, uno de cada cuatro adquiere alguna infección de transmisión sexual (ITS). Las estimaciones de CONAPO, son que el embarazo en adolescen- Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Promover la educación sexual a nivel escolar de los menores de edad a partir de los 10 años. Promover la vigilancia prenatal. Capacitar al personal con cursos sobre relaciones humanas e interpersonales para mejorar la comunicación entre el personal de enfermería y el usuario. o Propiciar un entorno de confianza con el paciente y su familia. o Informar al paciente sobre cada procedimiento que se vaya a realizar y solicitarle su consentimiento. o Integrar la participación de familiares en el cuidado del paciente. o Aclarar dudas que el paciente o su familia tengan acerca de la etapa reproductiva. Incentivar al personal de enfermería en la profesionalización, para que esté en condiciones de proporcionar cuidados con calidad en su desempeño laboral. o Fundamentar cada una de las intervenciones de enfermería en conocimiento científico. o Regirse por el Código de Ética Enfermero para su aplicación y difusión. o Comprender mejor la etapa reproductiva para satisfacer las necesidades básicas de la paciente. Fomentar mayor participación del profesional de 27 R E V I S T A enfermería en la gestión del cuidado y promoción del control prenatal y métodos anticonceptivos. o Favorecer la utilización de los diferentes métodos anticonceptivos. o Difundir las ventajas de tener control prenatal durante el embarazo. Fomentar el Proceso de Atención de Enfermería en el personal (PAE). o Elaborar y aplicar el PAE para satisfacer necesidades del paciente. o Difundir las ventajas de usar el proceso enfermero entre el personal de enfermería. o Evaluar de manera constante el proceso enfermero, a fin de comparar el estado de salud del paciente con los resultados esperados. Elaborar instrumentos de valoración de enfermería con base a los conceptos básicos de la atención prenatal, con el propósito de otorgar atención holística. o Considerar los registros clínicos de enfermería como evidencia. o Aplicar y apoyarse en instrumentos de valoración de enfermería con base en los lineamientos establecidos. o Establecer indicadores de atención de enfermería y guías clínicas para la atención de la adolescente embarazada por servicio. o Elaborar y aplicar lineamientos para expedientes clínicos, notas de enfermería, reportes, proceso enfermero, entre otros. Desarrollar una visión transcultural para atender a las adolescentes embarazadas de manera integral. o Respetar y tolerar a las pacientes en cuanto a ideología, religión, raza, nivel socioeconómico, etc. Gestionar mayores espacios para el personal de enfermería profesional, con el propósito de que se haga promoción de la salud en adolescentes embarazadas. o Aclarar dudas de los pacientes que no hubieran entendido la terminología técnico-médica. o Proporcionar más información sobre la etapa reproductiva a la paciente. Fundamentarse en el sistema de Detección y Evaluación de Riesgo Perinatal (PREVIGen)* para detectar oportunamente los factores de riesgo en la vida reproductiva de la adolescente embarazada. o Aplicar y guiarse en el sistema PREVIGen para buscar sistematizadamente los factores de riesgo que pueden presentarse en cada etapa reproductiva. o Canalizar a otro nivel a la paciente que así lo amerite. * PREVIGen es un sistema desarrollado por el CIMIGEN (Centro de Investigación Materno Infantil Gen, centro hospitalario dedicado a la atención perinatal, de la Asociación Hispano Mexicana, IAP), que establece criterios para calificar el riesgo perinatal y tomar decisiones sobre la atención médica que la paciente requiere. Referencias Secretaría de Salud. Norma Oficial Mexicana, NOM-005-SSA2-1993, de los servicios de planificación familiar. Diario Oficial de la Federación, 30 de mayo de 1994. México. 2 Abreu R, Reyes O, García G, León M, Naranjo M. Adolescencia e inicio precoz de las relaciones sexuales. Algunos factores desencadenantes. Gaceta Médica Espirituana. 2008 octubre. (acceso 25/03/09).Disponible en http:bvs.sld.cu/cu/revistas/pub/vol.10(2) 01/pl.html. 3 Casanueva E, Soberanis Y, Ortiz T, Bobadilla ML. Cambios de la Composición Corporal en el Periodo Perinatal en un Grupo de Adolescentes. Perinatol Reprod Hum. 1991: 28-32. 4 Secretaría de Salud. Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA-1993, Atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y recién naci-do. Criterios y procedimientos para la prestación del servicio. Diario Oficial de la Federación, 6 de enero de 1995. México. 5 García-BaltazarJ, Figueroa-PereaJG. Práctica anticonceptiva en adolescentes y jóvenes del área metropolitana de la Cd. de México. Salud Pública Méx; 1992;34:(4).p.413-426. 6 Gutiérrez Uriza G. Embarazo en Adolescentes. Rev Colomb Obstet Ginecol. 2009; 50. [Versión online] (Acceso 14-07-09). Disponible en: http://www.encolombia.com/obstetricia50299_editorial4.htm. 7 Lira Plascencia J. Conferencia “Embarazo en adolescente: manejo multidisciplinario”. COMEGO, 2008 (Acceso 14-07-09). Disponible en: http://comego.conferencia-virtual.com/081106/index.html. 8 Celis de la Rosa A. La salud de adolescentes en cifras. Salud Pública México. 2003; 45 (Suplemento 1): S156-S163. (Acceso 21-01-10) Disponible en: http://www.adolec.org.mx/saludpublica/45s1_19.pdf. 9 Pelaez MJ. Adolescente Embarazada: Características y Riesgos. Adolescente Embarazada. Obstetricia y Ginecología Infanto juvenil. Sociedad Científica cubana para el desarrollo de la familia. Cuba 1996: 61-64. 10 Sumano EA. Embarazo en la Adolescencia. Bol Med Hosp Infant Méx. 1998: 55(8); 443-444. 11 Issler JR. Embarazo en la adolescencia. Rev. Posgrado VIª Cátedra Med. 2001;107;11-23. 12 Diaz SV. El embarazo de los adolescentes en México. Gac Med Mex. 2003;139:523-8. 13 García J, Figueroa J, Reyes H, Brindis C, Pérez PG. Características reproductivas en la Cd. de México. Salud Pública Méx. 1993;35:682-9. 14 Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Estadísticas Vitales. (Acceso 14-07-09). Disponible en: http:www.inegi.org. 15 Secretaría de Salud. Norma Oficial Mexicana, NOM-005-SSA2-1993,de los servicios de planificación familiar. Diario Oficial de la Federación, 30 de mayo de 1994. México. 16 García-Baltazar J, Figueroa-Perea JG. Práctica anticonceptiva en adolescentes y jóvenes del área metropolitana de la Cd. de México. Salud Pública Méx; 1992;34:(4).p.413-426. 17 Gutiérrez Uriza G. Embarazo en Adolescentes. Rev Colomb Obstet Ginecol. 2005; 50 (2). [Versión electrónica]. (Acceso 28-10-09). Disponible en: http://www.encolombia.com/obstetricia50299_editorial14.htm. 1 o Aplicar y difundir el sistema PREVIGen. 28 Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Artículo de Revisión Sistema de registro electrónico de incidentes, basado en la Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud Incidents’ electronic registry system based on the International Classification for the Patient Safety of the World Health Organization Dr. Germán Fajardo-Dolci1, Dr. Philippe-Lamy2,Dr. Javier Rodríguez-Suárez3, Dr. Marco Antonio Fuentes-Domínguez4,Ing. José Joel Lucero- Morales5, Dr. Francisco Hernández-Torres6, Dr. Javier Santacruz-Varela7 Resumen Debido a la necesidad de reportar de manera sistemática los incidentes que se presentan, como consecuencia de la atención médica y de establecer la cultura del reporte, mediante el uso de instrumentos reconocidos internacionalmente; la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), han tomado la iniciativa de traducir, automatizar y realizar pruebas de campo con la Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2009 (v1.1). Este instrumento tiene el propósito de “definir, armonizar y agrupar, los conceptos sobre la seguridad de los pacientes, en una clasificación internacional, de tal manera, que responda a las necesidades de aprendizaje y mejora de dicha seguridad, en los diferentes sistemas de salud”. En vista de que no es una clasificación totalmente terminada, existen definiciones que deberán modificarse con el fin de responder a las diferencias existentes, desde el punto de vista cultural y lingüístico. Las pruebas científicas tendrán que esperar todavía a que se termine la aplicación y revisión de los conceptos. El software desarrollado proporcionará a los usuarios un sistema sencillo, fácil de utilizar y que contiene un formato integrado de funciones para el reporte confidencial y anónimo de incidentes. La retroalimentación de las pruebas preliminares servirá para identificar las modificaciones que deban hacerse, tanto a la traducción como al programa de registro electrónico. Rev. CONAMED. 2010;15(1):29-36. Palabras clave. Incidentes. Eventos adversos, seguridad del paciente, software para la seguridad del paciente, sistemas de reporte, Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente. Abstract Due to the need for systematic reporting of incidents that occur as a consequence of medical care and to establish a culture of incident reporting through internationally recognized instruments, the National Commission for Medical Arbitration (CONAMED) and the Pan American Health Organization (OPS) have taken the initiative to translate, automate and field test the International Classification for Patient Safety of the World Health Organization (WHO) 2009 (v1.1). This instrument is intended to “define, harmonize and bring together the concepts of patient safety in an international classification, in such a way that it meets the learning needs and contributes towards improvement of safety within the different health systems.” Given that such classification is not completely finished, there are definitions to be modified in order to respond to cultural and linguistic differences, the scientific Comisionado Nacional de Arbitraje Médico; 2 Representante de la OPS en México; 3 Director General de Difusión e Investigación, CONAMED; 4 Jefe del Departamento de Enseñanza de la Dirección General de Difusión e Investigación, CONAMED; 5Subcoordinador de Medios Electrónicos de la Dirección General de Difusión e Investigación, CONAMED; 6 Director General de Calidad e Informática, CONAMED; 7 Director de Calidad de la Dirección General de Calidad e Informática, CONAMED; 7. 1 Artículo recibido: 07-01-10; Artículo aceptado: 15-01-10. Correspondencia: Dr. Javier Rodríguez Suárez. CONAMED. Mitla 250, Esq. Eje 5 Sur Eugenia, Col. Vértiz Narvarte, Del. Benito Juárez, C.P. 03020, México D.F. Correo electrónico: [email protected]. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 29 R E V I S T A evidence will have to wait for the implementation and revision of concepts to be finished. Developed software will provide users a simple, easy to use and integrated format that contains functions for confidential and anonymous incident reporting. Feedback from preliminary tests will identify changes to be made, both in the translation and the electronic registration program. Keywords: Incidents, adverse events, patient safety, software for patient safety, reporting systems, International Classification for Patient Safety. Introducción El tema de la seguridad ha estado presente de manera formal en la literatura, desde que Flanagan, en 1954, describió por primera vez la técnica de incidentes críticos para el análisis de los accidentes aéreos.1 En ella, se describe el incidente crítico como “aquél que contribuye de manera significativa en la aparición de una actividad o fenómeno”. Los procedimientos que incluye, se refieren a la identificación, revisión y determinación de los puntos clave relacionados con el incidente, utilizando posteriormente la información para la toma de decisiones. Uno de los aportes importantes de esa técnica, es la elección de las decisiones que resolverán la causa raíz del problema, mediante prácticas efectivas que evitarán que la situación se vuelva a presentar. Este modelo de análisis de incidentes, con modificaciones sucesivas, se continúa utilizando para atender diferentes eventos que se presentan en la práctica médica.2,3 En la práctica médica, cada día se pone mayor énfasis en la necesidad de identificar los incidentes que pueden evitarse, con el fin de implementar medidas de prevención. De esta manera, se ha reconocido su gran frecuencia y severidad (principalmente en los países más avanzados tecnológicamente) así como la importancia que tiene la educación del personal de salud y de los pacientes, para lograr su disminución.4,5,6 Por otra parte, la gran frecuencia de incidentes que producen daño a los pacientes, ha hecho que se considere como un problema de salud pública, que condiciona gastos extraordinarios y necesidad de acciones específicas para resolverlo.7,8,9 Su importancia es tal, que las compañías aseguradoras médicas han comenzado a tomar medidas para no pagar daños por infecciones nosocomiales, por ser prevenibles.10 Esto ha conducido a la implementación de prácticas seguras de medicación, tratando de crear confianza a través de la transparencia, medir los problemas, construir estándares para competencias en seguridad del paciente y otras no menos importantes. Como mencionan algunos autores, uno de los principales problemas relacionados con la seguridad del paciente, es la carencia de información o la existencia de información incompleta, lo cual debe ser solventado con mejoras en los sistemas de registro, de acuerdo con la evolución tecnológica.11 La solución se inicia con el reporte sistemático de los incidentes, que permite crear bases de datos con suficiente información, para realizar análisis adecuados y establecer estrategias efectivas de prevención. Sin embargo, esto es sólo una parte de la transformación integral que deben lograr las instituciones de salud, rediseñando sus procesos para mejorar su calidad.12 30 La adherencia a sistemas de reporte que se han venido utilizando por varios años y que han funcionado adecuadamente, para las necesidades de diferentes instituciones de salud; constituye a la vez un adelanto, pero también una barrera para el desarrollo de sistemas integrales. Idealmente, debiera disponerse de sistemas de información homogéneos y accesibles; sin embargo, son muchas las dificultades que se presentan al tratar de diseñarlos, de tal manera que sean extensivos a diferentes medios. Por ello, todavía no hay un sistema con una clasificación aceptada universalmente y los que existen, todavía varían ampliamente en sus objetivos, estructura y conceptualización.13 Algunos utilizan listas de palabras descriptivas organizadas en diferentes dominios, mientras que otros utilizan jerarquías basadas en la forma en que los autores interpretan los términos error, incidente y evento adverso, así como en la forma como los codifican. Debido a ello, las estadísticas difieren de manera importante cuando se publican, dando lugar a confusión, sobre todo cuando se refiere a la frecuencia de incidentes con daño y sin daño. Aquí es importante señalar, que la propuesta de Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente (CISP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituye un esfuerzo para responder a dicha problemática, al tiempo que establece una estructura conceptual clara y en la que el término “incidente” cobra vigencia nuevamente. Es necesario mencionar, que existe un rechazo importante al reporte voluntario de los incidentes, situación que se podrá ir solventando en forma paulatina a través de acciones educativas, que intervienen de manera significativa en su dimensión cognitiva.14 Por otro lado, la mayor parte de las taxonomías y clasificaciones, han sido plasmadas en papel y cuando se han utilizado formatos para consignar los incidentes, han presentado problemas para su aplicación por las cargas excesivas de trabajo y dificultades posteriores para su transferencia a las bases electrónicas de datos. Por otra parte y dado que en un mismo paciente puede presentarse más de un incidente, la presentación en papel, puede representar una carga importante de tiempo difícil de resolver, ya que después de utilizar las plantillas correspondientes, habría que pasar las respuestas a una base de datos electrónica, para el procesamiento de la información. Por ello, el reporte por medios electrónicos se ha diseñado como una estrategia viable y ha proporcionado algunos beneficios concretos, como es el uso de la Web para efectos de una aplicación más amplia y posibilidades de análisis comparativos. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Fajardo-Dolci G. Objetivos de los sistemas de reporte Básicamente se refieren a su utilidad para identificar y analizar los incidentes, aplicando el conocimiento para retro alimentar a los sistemas de salud para efectos de mejora de la calidad de la atención médica y la seguridad del paciente. Al igual que los formatos en papel, el diseño de los sistemas electrónicos, implica la estandarización de la terminología, lo que obliga a revisar la misma, con base en los avances internacionales que se han dado para unificar términos clave y hacerlos más claros, para su aplicación en la práctica cotidiana.15 Las lecciones aprendidas con el análisis de los incidentes reportados, pueden servir para incrementar la seguridad del paciente, a través de alertas generadas por los propios reportes; o revelar tendencias y riesgos que requieren atención, así como por las recomendaciones sobre buenas prácticas que pueden generarse a partir de los mismos.16 Los sistemas de salud, generalmente funcionan en base a indicadores y estándares que no incluyen elementos de seguridad específicos. Lo anterior ha sido condicionado en parte por el desconocimiento que existe, sobre la frecuencia, tipo y severidad de los incidentes. Debido a ello, resulta imperativo el reporte para comprender mejor el tipo, la frecuencia y las causas de los incidentes, con el fin de desarrollar métodos más efectivos para su prevención.17,18 Por otra parte, los sistemas de reporte no deben dejar afuera los cuasi-errores, que hablan de procesos inseguros, que de alguna manera no se concretan en daño de los enfermos, pero que siempre conservan la potencialidad para causarlo.19. Algunos sistemas que se han utilizado se muestran en el Cuadro 1. Cuadro 1. Taxonomías y clasificaciones utilizadas para reporte. Dove.20 Error médico Taxonomía con categorías de error médico, contexto y consecuencias. Brixey. Error de medicación Categorías: Información del paciente, evento de error de medicación, desenlace en el paciente, información del producto, personal involucrado, tipo de error de medicación, causas, factores contribuyentes. Zhang y Patel.22 1. Taxonomía cognitiva del error basada en la acción. 2. Taxonomía cognitiva de falla basada en la acción. 1. Errores basados en falta de conocimiento (errores de metas, errores de intención) o seguimiento de reglas (errores de especificación de acciones). 2. Fallas de ejecución (fallas de metas, de intención, de especificación de acción, de ejecución) y fallas de evaluación (de percepción, de interpretación y de evaluación). 14 Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Makeham.23 Errores en la práctica general. Sistema de cinco niveles con inclusión de 171 tipos de error. Orientado a descripción de problemas con los procesos de la práctica médica general. Pase.24 Taxonomía basada en las dimensiones de los desenlaces médicos. Incluye cinco dominios y 38 ejes. Codifica todos los pasos de los procesos, diagnósticos, pruebas y medicación asociada, participantes, desenlaces, prestadores de servicios que descubrieron el evento. Características de los sistemas de reporte El reporte de eventos adversos no ha sido exitoso en la mayor parte de los casos. Eso ha sido debido en parte a que pueden despertar el temor de que sean utilizados con fines punitivos o a que se ha confundido la obligatoriedad de las instituciones de salud de cumplir, con la obligación que pueden tener los médicos de hacerlo. Los errores en la atención médica pueden identificarse mediante diferentes mecanismos; uno de ellos a través de los comités hospitalarios de morbilidad y mortalidad, de infecciones, etc., a través de las quejas médicas, por reporte obligatorio o voluntario, o por análisis sistemático de los expedientes clínicos.25,26 Sin embargo, en esta última instancia, existe el problema del llenado incompleto o la falta de consignación de los mismos, aun cuando a través de su lectura pueda inferirse su existencia. Para que los sistemas de reporte sean exitosos deben cumplir algunas condiciones como: • Ser confidenciales • No identificar números de expediente, nombres de pacientes o de médicos. • No ser punitivos • Estar orientados a la identificación y registro de incidentes, con el fin de establecer estrategias para la mejora de la calidad de la atención médica y seguridad del paciente. • Ser fáciles de utilizar • Utilizar formatos electrónicos automatizados para registro y obtención de estadísticas. • Utilizar terminología actualizada y aceptada internacionalmente. Barreras para su implementación La escasa disposición que existe en los hospitales para el registro y reporte de incidentes es condicionada por varias razones. Algunas de ellas son por la presión de tiempo, debida al exceso de demanda de atención; la percepción de que no reportarán ningún beneficio a los médicos, así como el miedo al castigo. En este sentido, existe la idea de que serán culpados y no quieren pasar por experiencias que los avergonzarán delante de sus 31 R E V I S T A colegas o ante los pacientes y familiares, además de la posible pérdida de su reputación. De cualquier manera, el enfoque para vencer estas barreras, es centrarse más en las organizaciones que en los individuos. Es necesario mencionar que, a nivel de la operación, la extensión de las clasificaciones, sobre todo cuando el formato de captura se presenta en papel, hacen muy laborioso el reporte, lo que constituye una barrera importante para su aplicación. Los sistemas automatizados tienen ventajas indudables, pero dependen de equipos de cómputo y “software”, exigiendo además que los usuarios tengan habilidades mínimas para su manejo, lo cual no siempre puede asegurarse. Sistemas automatizados en la atención médica Han sido numerosos los trabajos que señalan la importancia de la aplicación de las tecnologías de comunicación e información en la atención médica. Su rápida evolución, ha facilitado los registros médicos de diferente naturaleza y ha disminuido el número de incidentes durante las diferentes etapas de la misma.27,28 Estos sistemas se han diseñado tanto para uso local en unidades médicas de diferente nivel, como para captura y reporte a través de páginas web. Su mantenimiento no es sencillo y exige mucho trabajo institucional, pero es una inversión indudablemente necesaria (Cuadro 2). Cuadro 2. Ejemplos de sistemas automatizados de reporte de eventos adversos. Autor (es) Orientado a Phansalkar S, et al.29 Análisis textual para detección de eventos adversos por medicamentos. Penz JF, et al.30 Reporte de eventos adversos en colocación de catéteres venosos centrales. Richesson RL, et al.31 Manejo de eventos adversos en redes clínicas. Kohl KS, et al.32 Reporte de eventos inmunizaciones. Kilbridge PM, et al.33 Identificación Pediatría. Taft LM, et al.34 Identificación de factores de riesgo con reconocimiento de patrones electrónicos, para mejorar la detección de eventos adversos. Bilimoria KY, et al.35 Identificación de patrones de eventos adversos en cirugía. FDA36 Reporte en Internet, de eventos adversos de fármacos y productos biológicos autorizados. CDC37 Reporte en Internet de eventos adversos por vacunación. 32 de eventos adversos adversos por en La Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente En el año de 2003, la OMS reconoció la necesidad de estandarizar, adicionar y analizar, la información sobre incidentes de los pacientes, para proporcionar un medio de comparación y aprendizaje local, regional, nacional e internacional.38 Posteriormente, en 2005, la Alianza para la Seguridad del Paciente de la OMS, reunió a un grupo de expertos para desarrollar una estructura conceptual para la “Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente (CISP)”. Como parte del proyecto, en la segunda mitad del año del 2006, la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente (OMS) realizó una encuesta en Internet con el método Delphos, para identificar la relevancia y aceptación de la misma. Esta fue realizada con la participación de 250 expertos internacionales y generó información sobre los antecedentes y la justificación de la Clasificación, los conceptos clave, definiciones y términos preferidos, así como el marco conceptual de la misma. Lo anterior, constituyó una respuesta de la OMS, ante los problemas de información heterogénea en relación a los reportes de eventos adversos, que ya se venía haciendo y que han utilizado terminología diferente, para designar los mismos problemas, situación que ha condicionado problemas de interpretación y de comparación internacional. En la segunda etapa del desarrollo de la Clasificación, el grupo de expertos recomendó tener en cuenta varios aspectos con respecto a: • Necesidad de realizar pruebas de campo y un manual de instrucciones, • Complejidad de la estructura conceptual para el uso cotidiano, • Confusión con respecto a la relación entre los factores de recuperación, factores mitigantes y acciones implementadas, • Confusión con respecto al papel de la clase de factores preventivos, • La pertenencia estructural de los “Procedimientos del Paciente” a la clase de “Características de los Eventos”, en lugar de ubicarse en la clase de “Características del Paciente”, • El término y propósitos de los “Factores de Recuperación”. • El concepto de “Conducta”. En 2007, se adiciona la necesidad de desarrollar un documento educativo con definiciones y criterios descritos en la Clasificación, que acompañara a la estructura conceptual, para proporcionar instrucciones de cómo aplicarla, lo cual todavía no se ha publicado. En el año 2008, se hicieron evaluaciones en el marco de las características culturales y lingüísticas de la Clasificación, en las Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Fajardo-Dolci G. reuniones de España, Suiza y Francia, así como en Sud Asia y Región del Pacífico Oeste. Los trabajos para el desarrollo de la CISP se basaron en algunas clasificaciones existentes, como la Patient Safety Event Taxonomy de la Joint Commission; Advanced Information Management System (Australia); el Eindhoven/PRISMA-Medical Classification Model; International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems y National Reporting and Learning System (United Kingdom) (Cuadro 3). La Clasificación se puso a disposición de los profesionales de la salud para pruebas de campo, con el fin de adecuar la terminología y las variables a los diferentes contextos. La versión 1.1 de la Clasificación, que ha continuado revisándose en diferentes reuniones como las de España, Suiza, y países de Asia, contiene la estructura conceptual de la misma, una lista de 46 términos preferidos y definiciones para los conceptos clave, así como las 10 clases principales con sus correspondientes divisiones. Cuadro 3. Clasificaciones en las que se basó la Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente. JCAHO. Patient Safety Event Taxonomy.39 Cinco nodos fundamentales o clasificaciones primarias: impacto, tipo, dominio, causa, prevención y mejora. Estos fueron subdivididos en 21 subclasificaciones, que a su vez fueron subdivididas en más de 200 categorías codificadas y un número no definido de campos de texto no codificados, para la captura de información narrativa. PSI. Advanced Information management System.40 Captura eventos adversos y cuasi errores, es una clasificación estandarizada que identifica el cómo y el porqué de los incidentes. Incluye reporte de incidentes clínicos, salud ocupacional y seguridad, reportes de patología, riesgos. OMS, CIE 10. 41 PRISMA. Prevention and Recovery Information System for Monitoring and Analysis.42 Proporciona los códigos de clasificación de enfermedades con signos, síntomas, hallazgos patológicos, causas externas de daños y/o enfermedad, etc. Cada condición de salud puede ser asignada a una categoría y darle un código de hasta seis caracteres de longitud. Sirve para correlacionar incidentes con condiciones. Base de datos cuantitativa de incidentes y desviaciones de procesos. Contiene el método del árbol de descripción causal del incidente, el Modelo de Clasificación de Eindhoven de Falla del Sistema y la Matriz de Clasificación/Acción. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 National Reporting and Learning System (United Kingdom)43 Inició en 2003. Los reportes se envían a una base de datos nacional, desde ahí se analizan para identificar riesgos y oportunidades para mejorar la seguridad del paciente. Contiene dos secciones: para reporte por cualquier persona y otra para el personal médico. Analiza en qué momento de la atención médica se presentó el incidente, con qué se relacionó (infecciones, mala comunicación, medicación, etc.) y una sección para narrativa. Para el personal médico incluye: datos sobre el incidente, sobre el paciente, sobre la organización, medicación y dispositivos, sitio sonde se presentó el incidente, etc. Traducción y automatización En el 2009, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), inició la traducción y automatización de la Clasificación. En el proceso se tomaron en cuenta las siguientes consideraciones: 1.Que en México existen diferentes regiones en las que puede variar tanto la terminología como su significado. 2.La inclusión de los cambios que se realizaron a la Clasificación en 2008, en las diferentes reuniones llevadas a cabo. 3.La revisión de la traducción por expertos de las diferentes especialidades para la mejora de la misma. 4.El desarrollo de un software de uso fácil, para cualquier persona con el mínimo de preparación en informática médica. 5.La integración en el software, de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud (CIE 10) de la OMS y documentos normativos y legales de salud vigentes en México. 6.Las pruebas de campo de la primera versión del software y versiones subsecuentes. 7.La elaboración de un manual para el uso de la Clasificación en español. 8.La evaluación del software con un instrumento específico. La traducción realizada se modificó de acuerdo a las sugerencias aportadas por expertos de diferentes áreas, por ejemplo: en la clasificación original en idioma inglés y su traducción inicial, el término “asistente médico”, no tiene un equivalente en México. Por otro lado, algunos términos como prescripción, administración, distribución, de 33 R E V I S T A medicamentos y otros requieren de acuerdos y explicación para precisarlos. Como lo señala la OMS, la Clasificación debe adecuarse en cada contexto. El proceso fue relativamente lento y requirió de abordajes sucesivos con modificaciones acordes a las sugerencias de expertos en diferentes campos, pero se logró un núcleo de conceptos importante que permite su aplicación de manera preliminar. La automatización incluyó las más de 700 variables que contiene la CISP, con formato en base de datos de Access, con varias secciones que corresponden al programa propiamente dicho y otras que vinculan a documentos de consulta útiles, como la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud (CIE 10) de la OMS, la Ley General de Salud, la Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico, etc. El Programa incluye la Clasificación en diez clases (Figura 1): 1) Tipo de Incidentes, 2) Características del Incidente, 3) Características del paciente, 4) Desenlaces en pacientes, 5) Desenlaces organizacionales, 6) Factores Contribuyentes y Riesgos, 7) Detección, 8) Acciones para reducir riesgos, 9) Factores mitigantes, y 10) Acciones de mejora. cuadros para explicaciones narrativas que pueden enriquecer la información. Por otra parte, la facilidad para obtener informes, así como estadísticas actualizadas de manera dinámica, favorecen un mejor control, así como las posibilidades de implementar medidas específicas de mejora de acuerdo con los hallazgos (Figura 2). Figura 2. Reporte de la Primera Clase: Tipo de Incidentes. Con relación a la evaluación del software, ésta se ha realizado en dos fases: 1.Pruebas por los propios desarrolladores y modificaciones de acuerdo a los hallazgos. 2.Pruebas de “caja negra”. En esta los usuarios únicamente se enfocan sobre cómo debe trabajar la aplicación y qué debe hacer, así como los resultados que se deben obtener. De esta manera, los usuarios iniciales actuarán exactamente como lo harán los usuarios finales sin que interese propiamente la estructura programática. Esto es, las pruebas se realizan desde el punto de vista de las necesidades del usuario, buscando que la interfaz y todos los componentes visuales, sean explícitos y amigables. Figura 1. Interfaz del Programa de la Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente. Se muestran las 10 clases principales. También se incluyen todas las subdivisiones de cada una de ellas. En total, la Clasificación contiene más de 700 rubros que pueden capturarse dentro de las 10 clases principales. A pesar de ello, la captura electrónica es muy sencilla y rápida y la revisión de las mismas es fácil. Uno de los aspectos que se considera fundamental, es la consecuencia del incidente, de tal manera que se ha creído pertinente adicionar a la versión automatizada, algunos 34 Discusión Existe un gran número de clasificaciones sobre incidentes que se presentan como consecuencia de la atención médica. Sin embargo, todavía es escaso el conocimiento de las mismas y su utilidad, pero sobre todo, se ha identificado poca disposición para realizar un registro sistemático de los incidentes. Esto se debe a múltiples causas, algunas relacionadas con las diferencias culturales y tecnológicas y otras, como el temor de los profesionales a ser culpados y sancionados. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Fajardo-Dolci G. Por otra parte, las diferencias conceptuales entre las clasificaciones, dificultan tanto la unificación terminológica, como de las estadísticas que se reportan con su uso. De esta forma, se ha creado confusión en lo que respecta a la frecuencia real de los distintos incidentes, así como sobre sus consecuencias y las medidas que se han tomado para su prevención. La Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente, está orientada precisamente a resolver esa problemática, creando una estructura conceptual sustentada en diferentes clasificaciones y que sirva como punto de partida, para el establecimiento de un referente homogéneo para el registro de los incidentes. La traducción de esta Clasificación, ha enfrentado dos problemas principales, uno que se refiere a los términos que se utilizan en forma común en nuestro medio y que en algunos casos no concuerda con la terminología de la misma y otra en cuanto a los perfiles de puesto diferentes que existen en otros países y no en el nuestro. Quedan todavía algunos términos que deberán sancionarse en las pruebas de campo, con el fin de que la Clasificación pueda ser aceptada y utilizada. Un elemento fundamental para que funcione este sistema de registro de incidentes, es el compromiso tanto de los sistemas de salud en lo general, como de los diferentes profesionales de la salud en lo particular. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. Conclusiones Existe una necesidad insoslayable de una herramienta confiable y uniforme, para el registro de incidentes que se presentan como consecuencia de la atención médica. El desconocimiento de su frecuencia y severidad, inhibe las posibilidades de mejora de la calidad de la atención médica proporcionada por las instituciones de salud. Los sistemas de reporte deben considerarse como un elemento fundamental de los sistemas de calidad y no como un componente optativo o voluntario de ellos. La Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente de la OMS, traducida y automatizada, constituye un esfuerzo que debe aprovecharse para establecer el Sistema Nacional de Registro de Incidentes, que permita identificar y analizar sus diferentes dimensiones y proponer medidas de mejora de la calidad de la atención médica para prevenirlos. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Referencias bibliográficas 19. 1. 2. 3. Flanagan J. The critical incident technique. Psychol Bull. 1954;51:327-358. Björklund M, Fridlund B. Cancer patients’ experiences of nurses’ behavior and health promotion activities: a critical incident analysis. Eur J Cancer Care. 1999 Dec;8(4):204-12. 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El trinomio comunicación-educación-promoción en salud orienta la responsabilidad profesional de los medios, de difundir información atractiva, sencilla y con veracidad científica, para la formación de una población responsable en cuestiones de salud. La comunicación eficaz sobre promoción y prevención deben formar parte de las estrategias de inversión sanitaria, que motiven a adoptar y modificar conductas para la solvencia de problemas de salud. Dentro de los factores que influyen en la relación médico-paciente destacan el crecimiento poblacional, desarrollo y empleo de nuevas tecnologías en la atención, fácil acceso a la información y cambio de valores de la población; causando distanciamiento, insatisfacción por la atención médica, así el paciente no es más un receptor pasivo, sino que cuestiona e intercambia acuerdos de particular conveniencia acerca de su atención sanitaria. “El derecho a la protección de la salud”, consagrado en la Carta Magna; es responsabilidad del Estado, quien se apoya en la CONAMED, Órgano Desconcentrado de la Secretaria de Salud, que a través de la Dirección General de Promoción y Difusión, ha editado una serie de publicaciones que proporcionan información necesaria para mejorar la práctica médica. Ante este panorama el “The Journal of Health Care Association”, ha propuesto un Código de Ética para los periodistas adscritos a la organización, que enfati1 za, que los periodistas deben realizar una búsqueda independiente de cada información y seleccionar fuentes apropiadas y con esto evitar el amarillismo. Rev. CONAMED.2010;15(1):37-42. Palabras Clave. Medios, atención médica, comunicación médico-paciente. Abstract Communication in health care is an important factor in the dissemination of knowledge, modification or reinforcement of behaviors, values, social norms that contribute to positive self-care practices, quality of life and patient-physician relationship. The trinomial communication-education-promotion orients the professional responsibility of the media, to disseminate attractive information, in an easy format and with scientific accuracy, to produce health issues awareness among the population. Effective communication on promotion and prevention should be part of health investment strategies to motivate the adoption or modification of behaviors towards the solution of health problems. Among the factors that influence physician-patient relationship are population growth, development and use of new technologies in health care, easy access to information and the population’s changing values; causing alienation, dissatisfaction with medical care, and being the patient no longer a passive recipient, but able to question and exchange agreements related to his medical care. Director General de Comunicación Social, Secretaría de Salud. Artículo recibido: 07-Diciembre-09; Artículo aceptado: 15-Enero-10. Correspondencia: Lic. Carlos Olmos Tomasini. Secretaría de Salud. Reforma 450 2° piso, Col. Juárez, Del. Cuauhtémoc, C.P. 0660 México D.F. Correo electrónico: [email protected]. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 37 R E V I S T A The right to health protection, enshrined in the Mexican Constitution, is a state responsibility. CONAMED, a deconcentrated agency of the Ministry of Health, has published a number of documents that provide information to improve medical practice. The Journal of Health Care Association has proposed a code of ethics for journalists assigned to cover health care, which em- phasizes that journalists should make an independent search and select appropriate sources to thereby avoid sensationalism. Key words. Media, health care, patient-physician communication. Este trabajo analiza la creación de las Comisiones de Arbitraje Médico en México, como Órganos Desconcentrados o Descentralizados del Estado, dotados de facultades para recibir quejas, investigar irregularidades, emitir, a través de la aplicación de los medios alternativos de resolución de controversias, acuerdos y laudos, y de cómo esto ha convertido a los medios de comunicación, en especial a la radio y la prensa escrita, en observadores privilegiados de la práctica médica en nuestro país. Desde mediados del siglo XIX, cuando comienza a gestarse el nacimiento de la Academia Nacional de Medicina de México (institución que durante 137 años ha buscado solucionar las necesidades de salud de los mexicanos) se abren posibilidades insospechadas para el desarrollo y consolidación de la medicina mexicana moderna. No es casual que en las primeras décadas del México independiente, hacia 1836, se encuentre el antecedente más remoto de su constitución. Esa década, marca también, el naciente desarrollo de la medicina científica y moderna de nuestro país. Los valores que legitiman y dan fundamento a la práctica médica en México, se caracterizan por estar por encima de cualquier interés particular, de tal suerte que las instituciones de salud, buscan conjuntar los avances científicos y tecnológicos del mundo moderno, los valores propios y universales que conlleven brindar atención médica desde el ámbito técnico y científico con la oportunidad, eficacia y eficiencia requeridos, pero a la vez con equidad, justicia social y apego a los valores éticos y humanos que la población necesita. Nuestro objetivo, es que las instituciones presten servicios de salud con la calidad que la sociedad demanda. Esa ha sido la política en salud en nuestro país en estos últimos años. La sociedad mexicana es cada vez más diversa y compleja, lo cual se ha traducido en retos, a su vez, más difíciles de vencer en la búsqueda para brindar servicios de salud de calidad a toda la población. Para poder lograr esta meta, la indagación y reflexión en torno a la calidad de la atención en salud, se ha orientado a dar solución a los problemas estructurales que las instituciones enfrentan, mediante el apoyo de los medios masivos de comunicación. Saber y hacer salud pública, implica un campo de conocimientos y un campo de práctica susceptibles de ser delimitado y estructurados como tales, sin convertirse necesariamente en disciplinas autónomas, pues los conocimientos y estrategias requeridas para su ejercicio provienen de diversas disciplinas, articuladas en función de sus objetos y objetivo. El estudio de la comunicación social, relacionada con la salud, tiene ya una historia de por los menos 20 años. 38 Existen, además, dos revistas científicas de alto nivel académico que tratan exclusivamente del tema “Health Communication” y “Journal of Health Communication”. En México, el número de universidades que han establecido en su plan de estudios la especialización de comunicación en salud es escaso. La comunicación en salud tiene un papel importante en la difusión de conocimientos, en la modificación o reforzamiento de conductas, valores y normas sociales y en el estímulo a procesos de cambio social que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida. La comunicación, desde este enfoque, es vista por los especialistas en el tema como un proceso social, de interacción y difusión, para generar, a escala masiva, la influencia social que proporcione conocimientos, forje actitudes y provoque prácticas favorables al cuidado de la salud pública. Esos objetivos para la acción son enunciados en instrumentos básicos de programación institucional; ellos son: las políticas, las estrategias y los planes que buscan normar el desempeño de los organismos públicos y privados y, por su intermedio, lograr que la población adopte conductas propicias al cuidado eficaz de su salud.1 En 1986, la Carta de Otawa para la Promoción de la Salud definió a ésta como: el proceso de facultar a las personas para que aumenten el control que tienen sobre su salud y para mejorarla. La Carta establecía, además, que los medios de comunicación son actores clave para la promoción de la salud. Para Sandra Miguez, periodista argentina especializada en salud, “el contenido de las políticas públicas en salud y comunicación implica un proceso de construcción social en el cual el Estado tiene un rol protagónico, y en donde los periodistas y los medios de comunicación, deben asumir su desempeño con responsabilidad profesional, sin quedar entrampados en la mera difusión propagandística, de manera que la información de salud sea atractiva, con un efectivo discurso, sencillo, pero científicamente cierto”. Miguez aporta datos sobre el rol de internet como difusor de la temática, brinda datos de confiabilidad de la información médica, traza un perfil del lector de información de salud y plantea los errores más comunes de Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Olmos-Tomasini C. los medios cuando abordan esta materia. No está ausente en este aporte especializado la necesidad de capacitación permanente de los periodistas y estudiantes de comunicación, situación que destaca Rina Alcalay, profesora emérita de educación y comunicación de la Universidad de California.2 Alcalay comenta que el impacto de la promoción de la salud en Estados Unidos ha sido muy positivo y con frecuencia se ven en la prensa ejemplos de esa influencia educativa. Durante la 23a Conferencia Sanitaria Panamericana, en septiembre de 1990, se hizo hincapié en la comunicación social como un elemento fundamental para la formación básica de personas, familias y comunidades. Posteriormente, en las orientaciones estratégicas y programáticas de 1995-1998 se estipulaba lo siguiente: “El uso de la información como instrumento del cambio debe ser una esfera de trabajo importante. La transmisión de información a individuos y a grupos mediante la comunicación social, creará el conocimiento que servirá de base para lograr los cambios de actitudes y prácticas. La información debe destinarse también a determinados grupos de la comunidad, con miras a ejercer influencia sobre las políticas o a fomentar la adopción de políticas públicas orientadas a la salud, lo cual es un componente clave de la promoción de la salud”. El 30 de septiembre de 1993, el 39º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud aprobó la resolución “Promoción de la salud en las Américas”, por la cual “insta a los gobiernos miembros a que incluyan, como instrumentos clave en los programas de salud de la comunidad, campañas de comunicación social y de educación, promoviendo la responsabilidad de la población”. Esto se reafirmó en la Declaración de Yakarta sobre Promoción de la Salud en el siglo XXI, adoptada en la Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud, celebrada en julio de 1997, la cual indica que el acceso a los medios de información y la tecnología de las comunicaciones es importante para adelantar la promoción de la salud. El interés por entender lo que motiva a las personas a adoptar o no adoptar comportamientos que mejorarán su calidad de vida, ha sido un tema de investigación para muchas disciplinas desde los años setenta del siglo XX. Entre las teorías usadas con frecuencia para explicar este proceso se encuentran las relacionadas con los modelos de las etapas del cambio de comportamiento y las teorías de la persuasión, que pueden aplicarse a distintas culturas y comportamientos relacionados con la salud. Las teorías o los modelos del cambio, postulan que la adopción de comportamientos sanos es un proceso en el cual los individuos avanzan, a través de diversas etapas, hasta que el nuevo comportamiento se convierta en parte de la vida diaria. Los especialistas precisan que los mensajes y programas transmitidos por los medios de comunicación son más eficaces en las etapas iniciales, aunque las comunicaciones interpersonales y las redes Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 comunitarias de apoyo social son sumamente importantes durante las etapas posteriores. La investigación sobre el público destinatario, clave para elaborar programas exitosos de comunicación para la salud, se usa para preparar mensajes, información y materiales pertinentes y para identificar los canales que tienen más probabilidades de llegar a los que se encuentran en gran riesgo y, así, tener alguna influencia sobre ellos. El público destinatario se segmenta para identificar grupos más amplios de personas que comparten valores similares, tienen las mismas creencias o tienen en común otros atributos claves que repercutirán en su atención y en su respuesta a la información sanitaria. La información y la comunicación en salud son fundamentales para la adopción de modos de vida sanos, en forma individual y colectiva. De acuerdo con el Banco Mundial, “el comportamiento humano es un factor primordial en los resultados de salud, por lo que las inversiones sanitarias deben centrarse tanto en los comportamientos en salud como en los establecimientos de salud y la prestación de servicios. La solución de los problemas de salud requiere que las personas comprendan y estén motivadas para adoptar o cambiar ciertos comportamientos. Por lo tanto, la comunicación eficaz sobre prevención debe formar parte de cualquier estrategia de inversión sanitaria”.3 En los últimos 15 años, en todo el mundo, la práctica de la Medicina en el ámbito privado e institucional ha cambiado, influida por situaciones diversas, entre las que destacan el crecimiento de la población, el desarrollo y empleo de la tecnología en el proceso diagnóstico-terapéutico, la mayor disponibilidad de información (por el médico y por el paciente) y el cambio o pérdida de valores que ha tenido la población a todos los niveles. Como resultado de todo esto se ha modificado la relación médico-paciente; hay distanciamiento, insatisfacción y reclamo, que pueden llegar a controversias y demandas por la atención recibida. Un aspecto importante de la relación del paciente y su médico es la comunicación. Un número considerable de inconformidades que se expresan en nuestro país en los medios de comunicación, en especial en la radio y en la prensa, tienen su origen en la falta de información al enfermo acerca de su padecimiento, del tratamiento y del pronóstico; el consentimiento informado evita muchas controversias. El viejo aforismo romano “publica publice” ha conservado toda su vigencia. La comunicación pública se justifica plenamente porque versa precisamente sobre las cosas públicas. Si lo público tiende de modo frontal a la construcción de la comunidad, la comunicación pública tiene también ese fin. Por eso se puede decir con razón que comunidad y comunicación son nociones inter-dependientes. El adelanto en la información médica y en el nivel educativo de los habitantes se ha incrementado porque la población urbana tiene acceso a los medios masivos de difusión: televisión, radio, periódicos y revistas que 39 R E V I S T A difunden noticias de nuevos medicamentos, de procedimientos diagnóstico-terapéuticos y de casos de demandas contra médicos por supuesta negligencia. Esta información mantiene alerta y a la expectativa a los enfermos cuando acuden a consulta y más cuando tienen que internarse o someterse a estudios e intervenciones quirúrgicas. Hoy la ciudadanía conoce cada vez mejor sus derechos, lo que en un sentido formal les otorga el poder, el privilegio o la autorización de hacer algo o de no hacerlo. Ante estas condiciones, el paciente no es más un ente disciplinado ante las decisiones del médico; ahora cuestiona y acuerda con el médico si se somete o no a las indicaciones y si toma o no los medicamentos prescritos. Ante cualquier duda, justificada o no, establece controversias con el médico. Los valores que legitiman y dan fundamento a la práctica médica se caracterizan por estar por encima de cualquier interés particular, de tal suerte que las instituciones de salud buscan conjuntar los avances científicos y tecnológicos del mundo moderno, los valores propios y universales que conlleven brindar atención médica desde el ámbito técnico y científico con la oportunidad, eficacia y eficiencia requeridos, pero a la vez con equidad, justicia social y apego a los valores éticos y humanos que la población necesita. El derecho a la protección de la salud, está consagrado en la Constitución, y a través de él se reconoce que todo mexicano cuenta con la facultad de recibir protección a la salud, como factor indispensable de una vida digna. El Estado es responsable de regular los términos en que se dará acceso a los servicios de salud; crea, por decreto del presidente de la República -publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de junio de 1996-, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud. La misión de esta institución, es propiciar relaciones sanas entre los profesionales de la salud y sus pacientes, en los ámbitos público y privado, a través de la resolución de los conflictos que se susciten, actuando con imparcialidad, objetividad, confidencialidad y respeto. La Comisión surge ante la gran cantidad de demandas contra servicios médicos en instancias jurisdiccionales como una instancia alternativa para la resolución de conflictos en la atención médica. Actualmente, cualquier irregularidad o posible negligencia que los usuarios de servicios médicos atribuyan a las instituciones de salud en el país es nuestra competencia”. En primera instancia, CONAMED cumple con la función de orientar y brindar asesoría, tanto a usuarios como a prestadores de servicios, sobre sus derechos y obligaciones en materia de salud. La Comisión, da formalidad a las quejas de hechos médicos de mala atención, susceptibles de solucionarse mediante gestión inmediata sobre hechos que ya sucedieron, que pueden comprometer la salud del paciente, 40 como la pérdida de un miembro del cuerpo o secuelas funcionales. Para demostrar la relación médico-paciente es muy importante presentar documentos que respalden el caso, como estudios radiológicos o de laboratorio, recibos de honorarios e incluso recetas. El siguiente paso en el proceso es investigar la queja médica y citar a una reunión conciliadora para que se escuchen las explicaciones de los involucrados, a fin de cotejarlas; en la audiencia estará presente un abogado y un médico imparciales asignados por la Comisión para cuidar las formalidades del procedimiento. En esta sesión el médico tiene la oportunidad de explicar su actuación, cuál fue el procedimiento que siguió y los criterios que lo llevaron a actuar de tal manera. Un número relevante de casos que atiende la institución se deben a falta de comunicación, o a su deficiente calidad, entre el facultativo y su paciente, quien generalmente no recibe la suficiente información de la enfermedad o el tratamiento solicitado y los procesos a seguir, creando así malos entendidos que son motivo de conflictos. “En otras ocasiones hay mala relación entre el prestador de servicio y el usuario de éste; pese a ello, se promueve la conciliación en las audiencias, de forma que ninguna de las dos partes trate de tomar ventaja sobre la otra”. Ahora bien, cuando ambos involucrados no llegan a un acuerdo, pueden solicitar que la misma Comisión actúe como árbitro, de manera que pueda evaluar el proceder del médico y sus posibles consecuencias; en otras palabras, en esta ocasión sí se tiene la posibilidad de emitir un juicio ante el conflicto. Cabe destacar que como parte del arbitraje, los involucrados establecen cuál será la solución o compensación ante el veredicto que favorezca a alguna de las partes, por ejemplo, reembolsos, indemnizaciones o el reinicio del servicio médico. La evaluación la realizarán profesionales de la medicina y serán ellos quienes emitan el dictamen. La CONAMED no es un tribunal o procuraduría, puesto que no tiene las características propias de los órganos jurisdiccionales encargados de impartir justicia, por tanto, no puede dictar sanciones como tampoco tiene autoridad para revocar la cédula profesional de un médico; pero de conocerse que se ha cometido un delito, debe denunciar el hecho ante las autoridades pertinentes. Una de las tareas que lleva a cabo CONAMED para la sociedad es la emisión de dictámenes, sobre todo a petición de autoridades gubernamentales, en las que se emite una opinión sobre un procedimiento específico; por ejemplo, cuando el agente del Ministerio Público investiga sobre un caso especial en que están involucradas acciones médicas, se pide a la Comisión participe por medio de alguno de sus especialistas para que proporcione su apreciación, la cual será tomada en cuenta para la resolución del caso. La CONAMED tiene el firme objeto de impulsar la calidad en los servicios de salud, la Dirección General de Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Olmos-Tomasini C. Promoción y Difusión ha puesto en marcha programas que contemplan acciones a distintos niveles. Es así que, buscando que el público en general conozca cuáles son sus derechos en su calidad de paciente, se han editado una serie de publicaciones de manejo muy sencillo que proporcionan la información necesaria y que están siendo distribuidos en consultorios privados y centros hospitalarios del sector público, donde también se colocan carteles, de manera que haya más presencia de la Comisión ante la población (Cuadro 1). La CONAMED participa con los centros de salud, públicos y particulares, a fin de que también los médicos mejoren la atención que brindan a sus pacientes, pues es claro que de ello deriva el alto porcentaje de los conflictos que se atienden. Cuadro 1. Derechos de los pacientes. 10 Derechos de los pacientes 1. Recibir atención médica autorizada. 2. Recibir trato digno y respetuoso. 3. Recibir información suficiente, clara, oportuna y verás. 4. Decidir libremente sobre su atención. 5. Otorgar o no su consentimiento para procedimientos de riesgo. 6. Ser tratado con confidencialidad. 7. Contar con facilidades para obtener una segunda opinión. 8. Recibir atención médica en caso de urgencia. 9. Contar con un expediente clínico. 10. Ser atendido cuando se inconforme por la atención recibida. Fuente: Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Podemos decir asimismo que actualmente los expedientes clínicos en que el facultativo reporta el avance del enfermo y el seguimiento al tratamiento indicado son más eficientes que cuando se creó la CONAMED. En primer lugar, porque a iniciativa de la Secretaría de Salud se llevó a efecto la Norma Oficial Mexicana número 168 que alude al expediente clínico, y donde se establece cómo debe llenarse, quién debe guardarlo, por cuánto tiempo, etcétera, pues es claro que éste es el primer recurso legal con que cuenta el médico para evitar conflictos o para tratar de resolverlos. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 La CONAMED cuenta con un Consejo, presidido por un Comisionado y 10 Consejeros, personalidades de reconocida trayectoria profesional en la sociedad civil, entre quienes se cuentan los presidentes de las academias Nacional de Medicina y Mexicana de Cirugía. Asimismo, es parte de la Comisión amplio directorio de especialistas en todas las ramas de la Medicina, quienes son asesores en cada caso que se requiera. Cabe destacar que uno de los principios que rigen la actuación de la CONAMED es la gratuidad de sus servicios, puesto que se trata de una función que lleva a cabo el Estado para dar vigencia a un derecho social, el relativo a la protección de la salud. La Clínica Mayo realizó en 2002 una conferencia nacional de Medicina y Medios de Comunicación, congregando a periodistas especializados en medicina y ciencia, editores de las principales revistas biomédicas, profesionales de la salud, representantes de la industria, encargados de las políticas públicas, junto a representantes de los pacientes.4 Las principales conclusiones del encuentro se centraron en dos aspectos: primero, en el hecho que muchas de las quejas por negligencia no han sido claramente resueltas antes de su comunicación pública. En segundo término, en que las necesidades de los consumidores de noticias son cambiantes, puesto que no es lo mismo informar a potenciales pacientes de una práctica médica que a un público general que desconoce incluso la dolencia tratada. Ante esta realidad el Journal of Health Care Association ha propuesto un código de ética para los periodistas adscritos a la organización. Este código hace hincapié en los siguientes aspectos: que los periodistas deben realizar una búsqueda independiente de cada información, para lo cual deben seleccionar fuentes apropiadas. Con esto se evita el amarillismo. En segundo término, aconsejan siempre revelar cualquier potencial conflicto de interés por parte de los entrevistados. En tercer lugar, recomiendan especificar si la información entregada refleja resultados comprobados o si son resultados preliminares de un estudio en fase clínica incipiente; y por último, promueven evitar el uso de un lenguaje sensacionalista, evitando términos como “milagro” o “dramático” al referirse a temas de salud. El respeto a estas disposiciones no se contrapone con el ejercicio de la libertad de expresión de los comunicadores; por el contrario, si se acatan estos principios se puede tener credibilidad y confianza del público receptor. El periodista Ignacio Ramonet nos enseñó el concepto de ciudadanía comunicativa sustentada en la idea de un periodismo cívico, en la que propone “crear ciudadanos que participen en la construcción de la agenda nacional.5 Hoy, la sociedad demanda transparencia en el ejercicio periodístico y médico. La pregunta que estará presente en una denuncia médica seguirá siendo: 41 R E V I S T A ¿Cuál es el camino, que el profesional de la medicina debe seguir en el caso de un conflicto con el paciente que denuncia en los medios de comunicación? La creación de las comisiones de arbitraje médico en México, como órganos desconcentrados o descentralizados del Estado, dotados de facultades para recibir quejas, investigar irregularidades, emitir, a través de la aplicación de los medios alternativos de resolución de controversias, acuerdos y laudos, ha convertido a los medios de comunicación, en especial a la radio y la prensa escrita, en observadores privilegiados de la práctica médica en nuestro país. Tenemos un modelo propio de arbitraje médico que ofrece mecanismos de reclamo, conciliación y arbitraje institucional a través de un organismo público, bajo las garantías de imparcialidad y gratuidad, en el que las controversias se resuelven aplicando la experiencia de profesionales en las áreas médico y legal. Este es el camino que tiene el profesional de la Medicina, la CONAMED. Por último, es tiempo de que recordemos las palabras de Esculapio, quien aconsejaba a los médicos: “te gusta la sencillez, habrás de adoptar la actitud de un noble. Eres activo y sabes lo que vale el tiempo, por lo que no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia; tendrás que soportar relatos que arrancan del principio de los tiempos”. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. Coe AG. Interacción social y comunicación para la salud. Rev Latinoam Comunic (Chasqui). 1998; 63. Disponible en: (Acceso 2411-2009) http://chasqui.comunica.org/coe.htm. Alcalay R. La comunicación para la salud como disciplina en las universidades estadounidenses. Rev Panam Salud Pública 1999 5(3):192-6. Disponible en: (Acceso 24-11-2009) http://www.scielosp.org/pdf/rpsp/v5n3/top192.pdf. [Sin autor]. Communicating for behavior change: a tool kit for task manager. Washington: Banco Mundial; 1996. Lantz JC, Lanier WL. Observations from the Mayo Clinic National Conference on Medicine and the Media. Mayo Clin Proc 2002; 77: 1306-11. Ramonet I. El quinto poder. La sociedad frente a los medios de comunicación de masas en la era de la globalización. Rev. Sala de Prensa. 2006; 3 (91). Disponible en: http://www.saladeprensa. org. Servicio Social en CONAMED Pasantes en: Objetivos • Investigar el origen de las quejas que se presentan en el sector salud para definir líneas estratégicas de acción. • Desarrollar recursos humanos en salud con destrezas en investigación. •Actuaría •Comunicación •Derecho •DiseñoGráfico •Enfermería •Filosofía •Trabajo Social •Ingenieríaen Computación •Ingenieríaen Sistemas •Pedagogía •Psicología Ofrecemos… •Flexibilidaddehorario. •Noserequiere uniforme. •Ambientecordial e interprofesional que favorece la aplicación de los conocimientos y el enriquecimiento multidisciplinario. •Inscripcióngratuitaalosprogramas educativos que imparte CONAMED. •Desarrollo de competencias cognitivas: pensamiento crítico, trabajo colaborativo, análisis bibliográfico. •Reconocimientodelaparticipaciónen proyectos de investigación (publicaciones). •OPCIÓNATITULACIÓN. Informes [email protected]. Tel. 5420 7030 42 Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Recomendaciones Recomendaciones para la coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de su seguridad en el hospital Recommendations for patient and relatives responsibility sharing in hospital stay safety Dr. Germán Fajardo-Dolci1, Dr. Javier Rodríguez-Suárez2, Dra. Mahuina Campos-Castolo3, Dr. Arturo Carrillo-Jaimes4, P.S.S.E. Verónica Maricruz De la Fuente-Maldonado5,P.S.S.E. Maria Luisa Ruíz-Orozco5, P.S.S.E. Vanesa Omaña-Martínez5, Dr. Héctor G. Aguirre-Gas6 Resumen Abstract Para lograr que el paciente y su familia se interesen y participen en el cuidado de su seguridad durante su estancia en el hospital, es necesario informarles sobre cuál es su responsabilidad en ello y cuáles son los aspectos que deben observar y comentar con los prestadores de los servicios. Se identificaron: los principales problemas de seguridad en los hospitales a través de las quejas presentadas en CONAMED; las recomendaciones que hace la Alianza Mundial para la Seguridad de los Pacientes de la Organización Mundial de la Salud; los riesgos y las causas raíz que generan los eventos adversos prevenibles; actores involucrados en la seguridad de los pacientes; las interacciones que ocurren entre ellos, y la forma en que el paciente y sus familiares pueden participar para mejorarlos. Derivadas de los principales problemas de seguridad identificados, se presentan Recomendaciones para el personal, pacientes y familiares y directivos, dirigidas a promover su participación comprometida en la mejora continua de la calidad de la atención y la seguridad del paciente. Rev. CONAMED. 2010; 15 (1):43-56. To ensure that patient and relatives remain interested and involved with their personal safety during their stay in hospital, it is required to inform them about their responsibility and what are the issues to observe and discuss with health care services providers. The main safety issues within hospitals were identified through the analysis of complaints submitted at CONAMED, the recommendations made by the World Alliance for Patient Safety of the World Health Organization, the risks and root causes that generate preventable adverse events, actors involved in patient safety, interactions that occur bet-ween them, and how the patient and family can participate to improve them. From the main safety issues identified, recommendations were made directed to staff, patients, relatives and managers in order to promote their committed participation towards the continuous improvement of the quality of health care and patient safety. Key words: responsibility sharing, patient safety, best practices, quality of care, adverse events. Palabras clave: coparticipación, seguridad del paciente, recomendaciones, calidad de la atención médica, eventos adversos. Comisionado Nacional de Arbitraje Médico; 2Director General de Difusión e Investigación, CONAMED; 3Subdirectora de Investigación, CONAMED; 4Director Médico de Conciliación, CONAMED; 5Pasante de Servicio Social de la carrera de Enfermería y Obstetricia, UNAM; 6Director de Investigación, CONAMED. 1 Artículo recibido: 07-Enero-2010; Artículo aceptado: 15-Enero-2010. Correspondencia: Dr. Héctor G. Aguirre Gas. CONAMED. Mitla 250 esquina Eje 5 Sur Eugenia, Piso 8, Col. Vértiz Narvarte, Del. Benito Juárez, C.P. 03020, México D.F. Correo electrónico: [email protected]. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 43 R E V I S T A I. Introducción Los esfuerzos para otorgar a los usuarios de los servicios de salud, una atención médica cada vez con mayor calidad, han conducido a poner en práctica diferentes estrategias, que van desde la Evaluación de la Calidad de la Atención en las Unidades Médicas del Sector Salud,1,2 la edición y distribución del Manual de Evaluación de la Calidad de la Atención Médica por el Sistema Nacional de Evaluación en 19923 y la publicación de la tercera edición del libro “Calidad de la Atención Médica”4 en 2002, hasta la Cruzada Nacional por la Calidad,5 la Certificación de Establecimientos de Atención Médica6 y la creación de los Comités de Ética de las Unidades de Atención Médica.5 Recientemente se ha hecho un énfasis muy importante en la seguridad del paciente, para la prevención de los eventos adversos, así como, en las estrategias para evitar el error médico.7 Por otra parte, desde muchos años atrás se ha venido trabajando en las instituciones de salud, en la prevención y control de uno de los principales eventos adversos de la práctica hospitalaria, así como en las infecciones adquiridas en el propio hospital.8-12 Los resultados en la prevención y control de infecciones nosocomiales, como ejemplo de los diversos eventos adversos que se presentan en los hospitales, en la mayoría de los casos han sido poco satisfactorios, como consecuencia de múltiples factores, desde la falta de criterios uniformes para definir al evento adverso (por ejemplo, definición de infección nosocomial o adquirida en el hospital), hasta un subregistro de magnitud variable, generalmente muy importante, de los eventos adversos ocurridos en el hospital; falta de prevención, mecanismos deficientes de control, falta de seguimiento y cumplimiento de los acuerdos de los comités hospitalarios. La falta de cumplimiento de las normas para la prevención de eventos adversos se da en diferentes niveles, ya sea por factores del personal, de la infraestructura hospitalaria y de los mismos pacientes y sus familiares. En el ejemplo mencionado, las infecciones intrahospitalarias ocurren por incumplimiento de las normas: desde la omisión de la práctica del lavado de manos, por falta de participación del propio personal, la carencia de jabón, toallas y alcohol gel, hasta la inexistencia de lavabos para hacerlo. Evidentemente el compromiso para lograr los propósitos del Comité de Infecciones, es insuficiente o inexistente, en los diferentes niveles de operación de la mayoría de los hospitales, por lo que para lograr los objetivos relativos a la prevención de los errores y eventos adversos, se requiere una “vigilancia estrecha” del personal , misma que deberíamos reforzar, si además pretendemos identificar y prevenir su ocurrencia. Nos encontramos en una coyuntura compleja, producida por una crisis tanto económica como cultural. En el pasado, los médicos eran intermediarios en las decisiones de los pacientes sobre su tratamiento a seguir, sin tener en cuenta la opinión de los mismos. En la actualidad, se hace énfasis en la importancia que tienen, dentro de 44 la relación médico-paciente, la aclaración de dudas y el fomento a los valores de los pacientes, para la toma de decisiones conjuntas con respecto a sus tratamientos. Al médico toca proporcionar la mayor información sobre las ventajas, desventajas, efectos adversos de fármacos y estadísticas de casos, con el fin de brindar al paciente todo lo disponible para su toma de decisión. Sin embargo, la labor del médico no termina al proporcionar información adecuada al momento de indicar el tratamiento, sino que se extiende a la monitorización y vigilancia del avance y progreso del tratamiento, con la consecuente actualización de información y solución a conflictos de valores que surjan en el paciente durante el tratamiento. Un elemento de gran importancia para lograr estos objetivos, es la interacción de otros profesionales de la salud, especialmente de enfermería, apoyando con la educación o capacitación del paciente en los cuidados específicos o rutinarios, que deben llevar un seguimiento en algunos tratamientos (alimentación, actividad física e higiene, entre otras). De esta manera, la participación del paciente en la toma de decisiones de su tratamiento, incrementa su autoconfianza y lo hace consciente y corresponsable del mismo.13 “Cuidado” es una palabra de origen latino, que proviene del vocablo cogitãtus, que significa “pensamiento”. Se relaciona además con “poner diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo”, en este caso, “mirar por la propia salud, darse buena vida”. Dorotea Orem, definió al Autocuidado como “una actividad que involucra los cuidados más elementales para la promoción de la salud y para la prevención de enfermedades”. Establece además, que el Autocuidado tiene tres requisitos* y permite a la persona, como ser biológico, simbólico y social, desarrollarse mediante experiencias y educación a la salud, orientados hacia la satisfacción de sus propias necesidades, la preservación de la salud y la reducción de los factores de riesgo.15, 16 Desgraciadamente, en nuestra cultura está presente de manera muy limitada en la vida cotidiana, en donde se destaca el papel que tienen las mujeres, quienes se encargan del cuidado de la familia. Otros autores, como Milla Urrutia, prestigiada docente de la Universidad Católica de Chile y doctora en * Orem define tres requisitos para el Autocuidado: a) Autocuidado universal: Son comunes a todos los individuos e incluyen la conservación del aire, agua, eliminación, actividad y descanso, soledad e interacción social, prevención de riesgos e interacción de la actividad humana. b) Autocuidado del Desarrollo: Promover las condiciones necesarias para la vida y la maduración, prevenir la aparición de condiciones adversas o mitigar los efectos de dichas situaciones, en los distintos momentos del proceso evolutivo o del desarrollo del ser humano: niñez, adolescencia, adulto y vejez. c) Autocuidado de desviación de la salud: Surgen o están vinculados a los estados de salud. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Aguirre-Gas H.G. enfermería, han conceptualizado al Autocuidado como una competencia. Esta habilidad se considera viable a partir de los 6 años, pero es frecuente que no se desarrolle adecuadamente, ya que las tareas relacionadas con el autocuidado no suelen ser motivantes por sí mismas, sino que se advierte su deficiencia ante enfermedades graves, donde dichas enfermedades suelen ser el motivante para su re-aprendizaje y desarrollo. El desarrollo de esta competencia debe ser orientado por el personal de salud. El Núcleo de Liderazgo en Salud, de la Secretaría de Salud, publicó la guía “Auto-cuidado de la Salud” y presenta tres aspectos donde el auto-cuidado interviene, mediante la adaptación de los estilos de vida: • Aspecto 1. Nuevos hábitos, que son los que se dan en cómo estructuramos nuestra vida cotidiana, algunos pueden afectar de algún modo nuestra salud, por ejemplo el hábito de fumar. Esta es una oportunidad para fomentar nuevos hábitos en favor de la salud. • Aspecto 2. Conductas de mantenimiento conscientes e intencionadas que buscan mantener la salud, como: hacer ejercicio o acudir a programas de detección temprana. La enfermera puede fortalecer y dar seguimiento a estas conductas cuando las haya identificado en los usuarios. El apoyo de todo el equipo de salud, en particular del personal de enfermería, es fundamental para que el paciente tome conciencia y control de su enfermedad. • Aspecto 3. Conductas de respuestas a síntomas de enfermedad. Por ejemplo: monitorear el nivel de glucosa en sangre (diabetes) o la presión arterial (hipertensión), acudir a los servicios de salud frente a síntomas alarmantes de la enfermedad. En este caso lo relativo al auto-cuidado se enfocará en la prevención y manejo de las enfermedades crónicas, donde el reto del auto-cuidado es tomar decisiones y seleccionar opciones con relación a temas como, dieta, descanso, actividad física, síntomas, la medicación, monitoreo, decisiones sobre dónde y cómo buscar ayuda entre otras.5 La Organización Panamericana de la Salud, ha señalado la necesidad del fortalecimiento del auto-cuidado como estrategia de la atención primaria a la salud. Se considera que en la actualidad “el auto-cuidado es la base de la pirámide de la atención primaria” y que: “Si el auto-cuidado desapareciera, tan sólo por un día ...no cabe duda de que los sistemas de atención en salud, aun los más sofisticados, se verían sobrepasados y colapsarían”.14 Ante la falta de interés y la insuficiente disponibilidad de personal para la vigilancia, se hace necesario desarrollar nuevas estrategias, para identificar al personaje que pueda asumir la defensa del paciente hospitalizado, frente a los riesgos de infecciones hospitalarias y eventos adversos. Haciendo eco a los postulados de la Organi- Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 zación Panamericana de la Salud, referentes al auto-cuidado de la salud, llegamos a la conclusión de que es el mismo paciente y en su caso, su familia, quienes pueden asumir una posición participativa en el cuidado de su seguridad, en lo que a eventos adversos e infecciones adquiridas en el hospital se refiere. Ciertamente, esta posición no es original. En los Estados Unidos de Norteamérica, Martie Hatlye, abogado que inicialmente asumió la defensa legal de médicos que habían sido demandados por mala práctica, decidió formar la Alianza para la Seguridad de los Pacientes,14 lanzada por la Organización Mundial de la Salud, para prevenir los eventos adversos y la mala práctica, dirigida y sustentada por pacientes y sus familiares, que han sufrido eventos adversos; analizan los sistemas de salud desde su visión de usuarios, con el propósito de identificar las fallas o debilidades de la atención y sumarse a las propuestas de prevención de eventos adversos. En nuestro país, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, desarrolló el Plan para el Auto-cuidado de la Seguridad del Paciente,15 cuyo propósito es involucrar a los pacientes y sus familiares, al personal de salud y a los directivos, en el proceso de mejora de la seguridad del paciente. Como parte de este Plan, se desarrolló un tríptico que indica las responsabilidades, que deben ser atendidas por los participantes en el proceso de atención médica: personal, pacientes y familiares y directivos, para ser colocado sobre la cabecera de la cama del paciente, para conocimiento del personal, pacientes y familiares. Como parte del proceso para el desarrollo de las Recomendaciones, fueron cubiertas las siguientes etapas: A) Diagnóstico. En esta etapa se definió el fenómeno de los eventos adversos, a través de la identificación de los factores involucrados en su génesis y desarrollo. Para lograr este propósito fueron desarrollados en forma progresiva los pasos involucrados en el estudio: 1.Identificación de los principales eventos adversos que ocurren en el Sistema Nacional de Salud. 2.Incorporación de las prioridades propuestas por la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente. En este proceso, se llevaron a cabo reuniones de trabajo con la Representación para México de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente, con el propósito de promover su participación. 3.Identificación de las causas raíz que generan eventos adversos, en el proceso de atención médica, en el Sistema Nacional de Salud. 4.Seleccionar los eventos adversos, en los que el paciente y sus familiares puedan participar para su prevención. 5.Información a pacientes, familiares y personal de salud, para que estén en condiciones de participar como agentes de cambio, en la prevención de los eventos adversos. 45 R E V I S T A B) Análisis de redes y de conjuntos de acción. Se caracterizó a los sectores sociales, a los que pertenecen los actores involucrados en los eventos adversos (pacientes y familiares, personal y directivos); incluyendo tres enfoques: • Identificación de la visión y la actitud, que cada uno de los actores tiene ante el problema de los eventos adversos. • Identificación de las interacciones, sinergias y antagonismos que se producen entre ellos. • Construcción de propuestas integradoras que permitan prevenir los eventos adversos a través de Recomendaciones. Como resultado de este análisis se observaron las afinidades y diferencias existentes entre cada uno de los participantes involucrados, se identificó su percepción y la explicación causal de esas diferencias, para estar en condiciones de continuar con el plan de acción, que incluyó las propuestas de participación de cada uno de ellos y el desarrollo de Recomendaciones eficaces que armonicen la participación de todos. C) Discusión. Análisis y validación de las propuestas de los actores respecto a la prevención de los eventos adversos y a las acciones por realizar. En esta fase se aplicaron técnicas cualitativas de recolección de datos, tales como la revisión documental de las estadísticas institucionales, entrevistas a personajes representativos de este fenómeno, como la representante para México del movimiento Pacientes por la Seguridad de los Pacientes. D) Recomendaciones. Representan un plan de acción concreto. A partir de la información situacional obtenida en las fases previas, se caracterizó el plan para la coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de su seguridad en el hospital, pretendiendo que refleje las acciones que se encuentran al alcance y responsabilidad de cada uno de los participantes en el fenómeno de los eventos adversos. Una vez definidas las acciones por realizar, para lograr que el paciente y los familiares que lo acompañan, se interesen y participen en el cuidado de su seguridad, con el propósito de alcanzar una disminución efectiva de los eventos adversos, se les informó acerca de los aspectos que los prestadores de servicios y los directivos del hospital están comprometidos a cuidar. Como resultado de la planeación previa, una vez que se concluyó la integración del “Plan para el Autocuidado de la Seguridad del Paciente Hospitalizado”14 y bajo la coordinación de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico se llevaron a cabo trabajos de investigación en el Hospital Central Militar17 y en el Hospital Juárez 46 de México (en curso), a través de los cuales se evaluó el conocimiento de pacientes, familiares, personal y directivos del hospital, acerca de la disponibilidad de recursos para la seguridad de los pacientes y su utilización, incluyendo instalaciones, mobiliario, material de consumo, normatividad, programas para la identificación y control de los eventos adversos, su conocimiento, su aplicación, la evaluación de su cumplimiento y sus resultados. La mejor estrategia de prevención y tratamiento para las enfermedades crónicas, es la incorporación de conductas saludables, para lo cual, es necesaria la adquisición del conocimiento teórico, sobre cuáles son las conductas saludables y las conductas de riesgo y la comprensión de su importancia, por esta razón, el auto-cuidado debe conside-rarse una estrategia explícita y permanente en los modelos de atención en salud dirigidos a la población en general, en particular a personas que manifiestan factores de riesgo de enfermedades crónicas (diabetes, obesidad, hipertensión entre otras) y a quienes la padecen. En la mencionada guía “Auto-cuidado de la Salud”, se presentan dos modelos de intervención en salud para fomentar el Auto-cuidado en los pacientes, los cuales permiten identificar el problema o riesgo de salud que la persona presenta, así como su disposición al cambio, de manera que las intervenciones sean efectivas para modificar los factores de riesgo hacia conductas saludables. Ambos modelos pueden revisarse en el Anexo 1. Finalmente, reproducimos el Decálogo para motivar comportamientos: 1.Elegir el momento adecuado, el cual deberá considerar condiciones favorables para que la comunicación sea efectiva: tiempo, estado emocional, privacidad. 2.Atender un problema a la vez, el cual se elegirá por prioridades de salud o factibilidad. 3.Preparar de antemano la intervención: qué se va a decir, cómo y los apoyos necesarios como folletos, esquemas, etc. 4.Crear un ambiente distendido y relajado, con contacto visual amigable y actitud abierta a escuchar y conversar. 5.Describir sin juzgar, la conducta del paciente que resulta negativa para su salud. 6.Señalar las consecuencias que tiene la conducta en su salud, sin juzgar ni amenazar. 7.Empatizar con el paciente, haciendo un esfuerzo para entender sus dificultades físicas, familiares, emocionales. Es muy importante que la empatía sea auténtica para lograr un acercamiento emocional, si no se logra, es mejor no fingirla. 8.Asumir la propia responsabilidad, por ejemplo, en cuanto a si la información no ha sido suficiente y clara. Es importante para establecer el compromiso compartido por el paciente y el equipo de salud. 9.Pedir al paciente que sugiera alternativas para so- Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Aguirre-Gas H.G. lucionar el problema, enfatizando la coparticipación, evitando mencionar la conducta problema (por ejemplo, olvido de la toma del medicamento, transgresiones dietéticas, etc.) y procurando destacar las consecuencias de la misma: “¿Qué se le ocurre que podemos hacer para evitar que se le suba su presión arterial?”. 10. Proponer alternativas para solucionar el problema, a modo de pregunta, aprovechando las propuestas del paciente y añadiendo las que resulten pertinentes: “¿Sería posible que pusiera una alarma para que se acuerde de tomarse las pastillas?”. En el Cuadro 2 se presentan los principales eventos adversos informados. Es necesario advertir que entre los eventos adversos no se consideró a las infecciones hospitalarias, mismas que desde el punto de vista normativo pueden alcanzar hasta el 15% en los hospitales de tercer nivel de atención y hasta 10% en los del segundo, representando un problema grave de morbimortalidad, incremento de costos por consumo de medicamentos y prolongación de la estancia hospitalaria. Cuadro 2. Principales eventos adversos reportados en el Sistema VENCER (en unidades médicas del IMSS). 1 Caída de pacientes 2 Trauma al nacimiento 3 Complicaciones de procedimientos 4 Retraso en el tratamiento 5 Prescripción incorrecta de medicamentos 2° Nivel (%) 162 (51.1) 24 (7.6) 20 (6.3) 16 (5.0) 12 (3.8) 6 Complicaciones quirúrgicas graves 8 (2.5) Reacciones adversas graves a medicamentos Lesión vaginal durante el parto 8 (2.5) 7 (2.2) 5 (1.6) II. Análisis de las inconformidades atendidas en CONAMED y en otras instancias Como resultado de la revisión de la información estadística disponible en nuestro medio, relativa a la frecuencia de los eventos adversos, se determinaron las prioridades por atender, en función de su magnitud, trascendencia, vulnerabilidad y factibilidad. 1. La Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó acerca de las cinco prioridades determinadas para promover la seguridad del paciente, a las cuales posteriormente agregó cuatro más (Cuadro 1). Eventos Adversos Cuadro 1. Prioridades en Seguridad del paciente, definidas por la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente 7 Alianza Mundial por la Seguridad del Paciente de la O.M.S. (W.H.O. World Alliance for Patient Safety) 9 8 Accidente anestésico 3° Nivel (%) 57 (76.0) 1 (1.3) 0 0 0 0 0 0 0 10 Retención de material o instrumental quirúrgico 5 (1.6) 1 (1.3) 11 Cirugía en paciente, región u órgano equivocado 2 (0.6) 1 (1.3) 1° Medicamentos de aspecto o nombre parecidos. 2° Identificación correcta de pacientes. 3° Comunicación durante la entrega de pacientes. 12 Fuga de pacientes 2 (0.6) 0 4° Realización correcta del procedimiento correcto, en el paciente y lugar del cuerpo correctos. 13 Alta de paciente con familiar equivocado 2 (0.6) 0 5° Control de las soluciones concentradas de electrólitos. 14 Robo de infante 1 (0.3) 0 6° Asegurar la precisión de la medicación durante las transiciones asistenciales. 15 Administración errónea de medicamentos 7° Evitar los errores de conexión de catéteres y tubos. 16 Accidente anestésico 8° Usar una sola vez los dispositivos de inyección. 9° Mejorar la higiene de las manos para prevenir las Infecciones asociadas a la atención a la salud. 2. Con base en los resultados informados por el Sistema VENCER18 aplicado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en los Hospitales de Segundo y Tercer Nivel de Atención. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 17 Otros Total 0 0 32 (10.1) 317 (100) 12 (16.0) 3 (4.0) 0 75 (100) 3. En 2008, se publicaron las experiencias de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, desde 1996 hasta diciembre de 2006, en que a través de las quejas, se identifica y caracteriza a las inconformidades de los pacientes, por la atención recibida, incluyendo: el origen 47 R E V I S T A de las quejas por entidad federativa y por institución, el número y tipo de pretensiones del promovente; análisis de los gastos que implicaron las quejas resueltas por conciliación y aquellas que requirieron un arbitraje y dictamen, la forma en que fueron resueltas, sus causas; su origen en el servicio público, la seguridad social o los servicios privados; la edad de los pacientes, las especialidades involucradas y el nivel de atención en que ocurrieron.19 En la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, se publicó el “Perfil epidemiológico de las quejas médicas atendidas entre 1996 a 2007”, aportando información relevante, sobre la existencia o no de mala práctica en las quejas; las resueltas por orientación y gestión, conciliación, laudos y convenios de transacción; así como las evidencias de ausencia de daño, daño temporal, permanente o muerte del paciente.20Como resultado del análisis de los principales eventos adversos identificados en el Instituto Mexicano del Seguro Social, los principales problemas de seguridad, propuestos por la Alianza Mundial para la Seguridad de los Pacientes (AMSP) y los estudios llevados a cabo en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), se identificaron las “causas raíz”, generadoras de problemas de seguridad mismas que se ponen a consideración en el Cuadro 3. Cuadro 3. Causas raíz que generaron problemas de seguridad en los estudios realizados por el IMSS, AMSP y CONAMED. Causas raíz de los problemas de seguridad 1ª Falta de seguridad en los traslados de pacientes 2ª Omisión del lavado de manos 3ª Omisión en la identificación correcta del paciente 4ª Incumplimiento de los procedimientos normados para la atención segura del paciente 5ª Integración deficiente u omisión en la integración del expediente clínico 6ª Información insuficiente al paciente y familiares 7ª Desconocimiento por el paciente y familiares de la identidad del médico tratante 8ª Desconocimiento del reglamento del hospital por pacientes y familiares 9ª Falta de información al médico de las alergias o reacciones adversas por medicamentos o transfusiones 10ª Falta de un sitio en el hospital donde recibir atención en caso de dudas o inconformidades III. Discusión Análisis y validación de las propuestas de los actores respecto a la prevención de los eventos adversos y a las acciones por realizar. 48 En los procesos de mejora continua de la calidad de la atención médica y del auto-cuidado de la seguridad del paciente, los tres actores principales: el paciente y sus familiares por una parte, personal de salud por otra y cuerpo directivo por la otra, se encuentran involucrados estrechamente: • El cuerpo directivo, como responsable de la calidad y seguridad, con que se otorgan los servicios en la unidad médica a su cargo, debe proveer los recursos necesarios para que esto sea factible, en beneficio tanto de los pacientes, como del personal. Así mismo está comprometido a emitir, difundir y evaluar el cumplimiento de las normas, los instructivos y los manuales de procedimientos, que se requieran para otorgar una atención médica, dentro de los más altos estándares de calidad. • El personal es responsable de un desempeño con competencia profesional y conforme a la normatividad vigente; requiere las guías normativas y los insumos necesarios, para cumplir el compromiso con los pacientes y con el cuerpo directivo, de otorgar una atención con alta calidad y eficiencia, dentro de los estándares vigentes; rendir las cuentas pertinentes a ambos, requerir de la participación del paciente en el cuidado de su salud y en el cumplimiento de sus indicaciones. • El paciente y sus familiares que esperan recibir una atención de calidad y con todos los recursos necesarios para lograrla, con el apoyo de un personal comprometido, con la competencia profesional necesaria para otorgarla y participante en el cuidado de su seguridad, al mismo tiempo que está comprometido a cumplir con los compromisos propios que les corresponden, en cuanto a enterarse de su padecimiento y de su tratamiento, cumplir las indicaciones así como solicitar al personal el cumplimiento de los suyos. Para que se logre la calidad y seguridad deseadas, los tres actores deben interactuar en forma armónica, pues en caso de faltar uno de ellos, el proceso no sería exitoso. Durante el estudio de las posiciones y planteamientos de los tres actores, respecto al problema de los eventos adversos, detectando los problemas y necesidades y elaborando propuestas por implementar, se analizó la perspectiva de los diferentes protagonistas del proceso de atención médica, como son médicos y personal de salud, pacientes y sus familiares y directivos de las instituciones, como parte esencial para integrar las “Recomendaciones”. Es necesario tener en cuenta que debe existir apoyo asistencial adicional para grupos vulnerables como: pacientes inmunocomprometidos, ancianos, enfermos graves o en estado terminal, niños, grupos étnicos marginados, minusválidos y cualquier persona que lo requiera. Existe riesgo de oposición del personal de salud al sentirse “vigilado” por los propios pacientes, para lo cual Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Aguirre-Gas H.G. probablemente contarán con el apoyo de sus sindicatos, problema que habrá que atender y negociar en su momento. Es muy probable, como lo mencionaba Juan Siso en el reciente Simposio 2007 CONAMED,21 “que el paciente no se atreva a solicitarle a su médico que se lave las manos antes de atenderlo, o al camillero que le coloque los barandales a la camilla antes de trasladarlo; sin embargo en la medida en que todos conocen el compromiso que cada uno de ellos tiene que cumplir, sería de esperar que esto se dé en forma espontánea y progresiva, y que cuando el paciente se decida a hacerlo, siempre sea con respeto y consideración”. En la interacción de pacientes y familiares, es importante que dentro del Hospital exista un lugar específico, conocido por ellos, donde el paciente pueda presentar sus quejas e inconformidades, que permita a los directivos y al personal tomar medidas inmediatas, antes que surja una queja o una demanda fuera del Hospital, con pocas posibilidades de resolver el problema a tiempo y sin daño para todos. En CONAMED se tiene la experiencia de que la mayor parte (90%) de las quejas, se resuelven con información y diálogo.19-20 Tanto en el Hospital Central Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional, como en el Hospital Juárez, la investigación realizada permitió a los cuerpos de gobierno identificar áreas de oportunidad, para mejorar la calidad y la seguridad en la atención a los pacientes. La mejora esperada estará sujeta a ser evaluada para confirmar la utilidad del Plan. A partir de los resultados obtenidos, se han desarrollado “Recomendaciones” para el personal, pacientes y sus familiares y directivos de los hospitales, de aplicación general, tendentes a mejorar la calidad y seguridad en la atención de los pacientes hospitalizados. Será necesario llevar a cabo actividades educativas, organizacionales y directivas, que permitan monitorear la aplicación de estas “Recomendaciones” por cada uno de los actores; reconocer y resolver las dificultades no previstas, para evaluar y mejorar continuamente los procesos de atención. El plan de acción se hace concreto mediante la integración y difusión de las recomendaciones correspondientes, seguidas de la capacitación continua a pacientes y familiares, personal y directivos para su aplicación permanente. IV. Recomendaciones para la Coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de su seguridad en el hospital En su conjunto, estas Recomendaciones, dirigidas al personal de salud, a los pacientes y familiares y a los directivos de las instituciones de salud, integran el “Plan para la coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de la seguridad del paciente”, cuya finalidad es la prevención de eventos adversos durante la atención médica, a través de fomentar y dirigir la participación comprometida de todos los actores. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 A) Recomendaciones para el Personal de Salud. En atención a las premisas establecidas como resultado de la revisión bibliográfica, presentada en los cuadros previos, estas recomendaciones se integraron con el propósito de informar al personal de salud que presta cuidados a los pacientes, sobre las acciones que son su responsabilidad primaria en la prevención de los eventos adversos, desde la identificación correcta del paciente, la prevención de eventos adversos y la información que debe otorgarle. 1ª. El personal de salud en general y el médico tratante en lo particular, deberán presentarse con el paciente y familiares, indicando su nombre, cargo y funciones que realizarán durante el proceso de atención. En cuanto se inicie el proceso de atención, tanto el médico, como la enfermera o cualquier otra persona participante en el equipo de salud, deberán presentarse con el paciente por nombre, apellido, cargo y funciones que desempeñarán durante el proceso de atención bajo su responsabilidad. Este es el mejor momento para iniciar una comunicación abierta con el paciente, como base para establecer una relación médico-paciente o enfermera-paciente de mutua confianza. 2ª. Lavarse las manos antes y después de atender al paciente y utilizar en el proceso de atención material nuevo, desechable o esterilizado. Está demostrado y documentado que son las manos del personal que atiende a los pacientes, la principal vía de transmisión de las infecciones hospitalarias; como consecuencia de ello es obligado que el médico y la enfermera en particular, y el personal de salud en general, practiquen el lavado de manos, conforme a la normatividad vigente, antes de iniciar la atención del paciente, con el propósito de prevenir la transmisión de gérmenes patógenos, que hubieran adquirido durante la atención a otros pacientes o en áreas contaminadas. También es necesario lavarse las manos después de atender al paciente, puesto que se pudieron haber contaminado al otorgar la atención y estarían en condiciones de transmitir esa contaminación al material, equipo o inclusive a la perilla de la puerta, siendo así transmisores de una infección hospitalaria. Está establecido que el material médico desechable debe utilizarse únicamente una vez y es inconveniente su reesterilización, puesto que en caso de ser ésta deficiente, propiciaría la transmisión de infecciones. Por otra parte, habrá que tener en cuenta que el material desechable no está preparado para soportar procesos de esterilización, con lo cual podría sufrir daños y dar lugar a errores y eventos adversos. 49 R E V I S T A 3ª. Verificar que se cuenta con los recursos de seguridad, antes de trasladar un paciente en cama o camilla. Dichos recursos de seguridad comprenden: barandales, piesera, cabecera y correas de sostén y su aplicación. Dentro de los registros de eventos adversos, el que sistemáticamente se presenta con mayor frecuencia es la caída de pacientes, bien sea durante su traslado en camilla o silla de ruedas, como al caerse o intentar bajar de su cama, o en los baños de pacientes. Deberá estar previsto que la cama del paciente cuente con barandales, piesera y cabecera y que no deberá trasladarse a un paciente en camilla o silla de ruedas, si las camillas no cuentan con barandales, piesera, cabecera y correa para sostener al paciente y las sillas de ruedas, con soportes para apoyar los pies y cinturón para sostenerlo. Los baños de pacientes tanto en el domicilio de los pacientes como en el hospital, representan riesgo de caídas, por lo cual invariablemente deberán contar con pisos antiderrapantes y barras para el sostén de los pacientes, al levantarse del excusado o sostenerse durante el baño personal. 4ª. Otorgar a cada paciente, una pulsera en la muñeca derecha y una tarjeta de identificación en la cabecera de su cama, que indiquen su nombre, el de su médico tratante, su grupo sanguíneo y factor Rh, alergias y reacciones graves por medicamentos. Es importante que los medios de identificación, incluyendo pulsera, tarjeta de la cabecera de la cama, así como expediente clínico cuenten con información relevante como: nombre del paciente, cédula de registro, número de cama, nombre del médico tratante, principales alergias, antecedentes de reacciones graves a medicamentos, grupo sanguíneo y factor Rh. 5ª. Confirmar la identidad del paciente antes de realizarse cualquier procedimiento: verbalmente, con la pulsera de identificación, la tarjeta de la cabecera y/o el expediente clínico. Con frecuencia se menciona que debe practicarse el procedimiento correcto en el paciente correcto, en el momento correcto, del lado corporal correcto y por el médico correcto. Un elemento fundamental para cumplir con esta premisa es la identificación correcta del paciente. Para ello, deberá disponerse de elementos de verificación con certeza absoluta, que van desde preguntarle al paciente su nombre y apellidos; cotejar la relación de programación, con la pulsera y con la tarjeta de identificación de la cabecera de la cama y con el expediente clínico. Esta identificación es particularmente importante antes de practicar una cirugía, administrar una transfusión sanguínea, administrar un medicamento o entregar un recién nacido y no es susceptible de aceptar márgenes de error. 50 6ª. Elaborar para cada paciente, un expediente clínico personal, conforme a los lineamientos de la Norma Oficial Mexicana NOM-SSA1-168, del Expediente Clínico. Cada paciente debe contar invariablemente con un expediente clínico, donde se encuentren registrados: datos precisos de identificación, historia clínica, notas de evolución, resultados de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, notas y registros de enfermería, conforme a la Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico (NOM-SSA1-168). El expediente clínico, además de constituir un componente fundamental de calidad de la atención médica, representa un elemento indispensable en la seguridad del paciente, donde quedan registrados los procedimientos realizados y su justificación, para el conocimiento del personal médico y paramédico que requiera consultarlo, para mejorar la toma de decisiones y para dar respuesta a inconformidades, quejas y demandas. 7ª. Informar al paciente y familiares sobre padecimiento, tratamiento y de los procedimientos que se le realizarán, responder a sus preguntas, aclarar sus dudas y solicitarle que autorice con su firma la práctica de cualquier procedimiento que represente riesgo para él. Es responsabilidad primaria del médico tratante y en segunda instancia del personal médico y paramédico que colabora con él, mantener permanentemente informado al paciente y en su caso a sus familiares, acerca de su estado de salud, los procedimientos diagnósticos y terapéuticos que se realizarán y su justificación, recabando en casos que impliquen riesgo, su consentimiento por escrito e informándole de sus resultados; informar del tratamiento que se esté administrando y con particular importancia del pronóstico. En caso de que el paciente manifieste dudas sobre lo informado, responderle a satisfacción; cuando el paciente o su familia decidan no otorgar su consentimiento para algún procedimiento, informarle sobre los riesgos y las opciones disponibles, haciéndole saber que al negarse deberá hacerlo por escrito y asumir la responsabilidad correspondiente. 8ª. Capacitarse en habilidades educativas y de comunicación, que le permitan promover la reflexión de los pacientes y familiares, para lograr la adherencia terapéutica y la coparticipación. B) Recomendaciones para Pacientes y Familiares. Los compromisos que pueden asumir el paciente y sus familiares, además de solicitarle al personal el cumplimiento de los que les corresponden, para mejorar su seguridad y facilitar la actuación del personal, inician desde presentarse con su médico y personal de salud, conocer y cumplir el reglamento del hospital, informarse sobre su problema de salud y la atención que está recibiendo, la Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Aguirre-Gas H.G. mejor forma de participar con el médico y el personal de salud y en forma prioritaria el cumplimiento de las indicaciones del médico. 1ª. Conocer a su médico, plantear sus dudas, atender a sus respuestas y cumplir sus indicaciones. El paciente y su familiar, deben hacer lo necesario para conocer a su médico tratante, presentarse con él e identificarlo por su nombre; este es un momento propicio para establecer una relación médico paciente de mutuo respeto y confianza. Es responsabilidad del paciente y sus familiares plantear sus dudas al médico, atender a sus respuestas y cumplir con sus indicaciones. 2ª. Presentarse por su nombre y apellido y mostrar su pulsera de identificación. Al acudir a un servicio para la realización de una consulta, un procedimiento diagnóstico o terapéutico o la práctica de una intervención quirúrgica, el paciente consciente deberá identificarse con el personal que lo recibe o le otorgará la atención, señalando su nombre completo, número de cama y servicio que lo envía, mostrando su pulsera de identificación. 3ª. Conocer el reglamento del hospital y respetarlo. El paciente y sus familiares, tienen la responsabilidad de conocer y aplicar las disposiciones contenidas en el Reglamento del Hospital, en beneficio propio y de una operación armónica en beneficio de todos los pacientes y el personal. En caso de que no les hubiera sido proporcionado a su ingreso, deben solicitarlo a su médico o trabajadora social, enterarse de su contenido y cumplirlo. 4ª. Preguntar a su médico, sobre su padecimiento, medicamentos y posibles efectos indeseables, así como sobre cuidados y signos de alarma. Es responsabilidad del paciente y sus familiares enterarse de su padecimiento, su evolución, los estudios que se le practicarán y los resultados de los ya practicados, así como de su pronóstico; sobre los medicamentos que está recibiendo, sus posibles efectos secundarios y signos de alarma, la conducta a seguir en caso de problemas y estar en condiciones de informar en caso de reacciones adversas. 5ª. Informar a su médico tratante sobre incumplimiento de las medidas para la seguridad. El paciente y su familia, deben estar enterados tanto de sus compromisos para participar en el cuidado de su seguridad durante su estancia hospitalaria, como Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 de los compromisos correspondientes al personal de salud y directivos, todo ello a través del tríptico colocado por arriba de la cabecera de su cama. En caso de que las medidas de seguridad no se estuvieran cumpliendo, debe informarlo en primera instancia a su médico tratante solicitándole su intervención y participación y, en su defecto, presentar su inconformidad en el sitio y con la persona que el hospital hubiera determinado para ello, teniendo derecho a ser atendidos y que se les resuelva el problema. 6ª. Participar con el médico y el personal de salud en sus cuidados y recuperación, mediante el cumplimiento de sus instrucciones. El paciente y sus familiares son corresponsables de participar con el médico y el personal de salud en sus cuidados y en la recuperación de su salud, mediante una participación comprometida y el cumplimiento de las indicaciones que se les hubieran dado. 7ª. Tratar con consideración y respeto a todo el personal de salud. Durante su relación con el personal de salud y particularmente durante la relación médico paciente, tanto este último como sus familiares, deben tener en cuenta que se trata de profesionales que tienen la misión de contribuir a satisfacer sus necesidades de salud, con calidad, eficiencia y seguridad, por lo cual merecen ser tratados con la debida consideración y respeto. C) Recomendaciones para Directivos. Para que las acciones anteriores puedan llevarse a cabo, es necesario el apoyo decidido de la Dirección del Hospital, mediante la determinación y aplicación de las políticas de seguridad conducentes, de la disponibilidad de documentos normativos e instructivos dirigidos a garantizar la seguridad de los pacientes, de su difusión y aplicación por el personal, así como, la supervisión del Cuerpo Directivo que garantice su cumplimiento, a través de la provisión de los recursos y de las facilidades necesarias que permitan la aplicación de las medidas de seguridad. 1ª. Promover el cumplimiento del lavado de manos por el personal de salud antes y después de atender a los pacientes, proveer las facilidades e insumos necesarios para ello y supervisar el cumplimiento de esta norma. Como parte importante dentro de las responsabilidades del cuerpo directivo de un hospital, está el seguimiento del Programa para la Identificación, Prevención y Control de las Infecciones Hospitalarias, tanto por la relevancia que tiene en los diferentes procesos de evaluación y certificación de hospitales, como por ser uno de los más representativos de la calidad con 51 R E V I S T A que se otorgan los servicios. Por otra parte, las infecciones hospitalarias están consideradas como uno de los eventos adversos con mayor relevancia, que ocurren en los hospitales, tanto por su frecuencia, como por la gravedad que pueden llegar a desarrollar. Siendo que el lavado sistemático de las manos del personal es el elemento principal para la prevención de las infecciones adquiridas en el hospital, está bajo su responsabilidad garantizar su práctica sistemática; para ello, se deberá proveer las facilidades e insumos necesarios para ello, difundir la normatividad vigente y supervisar su cumplimiento. 2ª. Implantar un sistema de seguridad para prevenir caídas de pacientes y proveer el equipo requerido para ello, durante los traslados, en los baños y sanitarios de pacientes, incluyendo: barandales, pieseras, cabeceras, correas para sostén, pisos antiderrapantes y barras para sostén y verificar que se utilicen. Teniendo en cuenta que en las diferentes estadísticas, las caídas de paciente, son el evento adverso más frecuente y que puedes llegar a ocasionar un daño permanente o la muerte del paciente, con la consiguiente responsabilidad profesional, es necesario que los hospitales cuenten con las facilidades necesarias para su prevención. Dentro de estas facilidades deberá contarse con barandales, piesera, cabecera y correas para el sostén del paciente en camas y camillas de traslado, soporte para los pies y cinturón para prevenir caídas en las sillas de ruedas; banco de altura para que el paciente pueda descender de la cama; pisos antiderrapantes y barras para sujetarse en los sanitarios y en los baños de pacientes. 3ª. Implantar un sistema de identificación de pacientes y proveer los insumos necesarios para la elaboración de pulseras y tarjetas de identificación en la cabecera de las camas y verificar que se utilicen. Los errores en la identificación de los pacientes puede dar lugar a eventos adversos particularmente graves, situación determinante de la necesidad de contar con sistemas de identificación libres de fallas. Es indispensable la implantación de un sistema de identificación, aplicable a través de pulseras, tarjetas de identificación y expediente clínico, con lectores ópticos, código de barras o lo que se considere conveniente, proveer los recursos necesarios para su implantación y asegurarse de su cumplimiento estricto. 4ª. Garantizar que cada paciente cuente con un expediente clínico propio y que este, se utilice conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-SSA1-168, Del Expediente Clínico. Es responsabilidad del cuerpo directivo de los hos- 52 pitales, proveer los recursos necesarios y la normatividad correspondiente, para que cada paciente cuente con un expediente clínico propio, bien sea por escrito o a través de un sistema computarizado; debidamente integrado conforme a la NOM SSA1168 del Expediente Clínico. Para asegurar su calidad, el cuerpo directivo es responsable de que exista un Comité de Evaluación del Expediente Clínico que asuma esta responsabilidad. 5ª. Disponer la organización y funcionamiento de una instancia responsable de la identificación, prevención, registro y seguimiento de los eventos adversos y acceso a pacientes y sus familiares, para aclarar sus dudas o presentar sus quejas e inconformidades. Es necesario que en los hospitales exista un Comité de Calidad, con la denominación que se considere pertinente, que se ocupe de evaluar y promover la calidad y eficiencia con que se otorga la atención médica; identificación, prevención, registro y seguimiento de los eventos adversos y asegurar la existencia de una instancia con acceso para los pacientes y familiares, para aclarar las dudas que no les hubiera aclarado el médico tratante o el jefe del servicio donde recibe atención, así como presentar sus inconformidades y quejas por los servicios recibidos. 6ª. Proveer los recursos y las facilidades necesarias, para que el paciente y sus familiares puedan conocer el reglamento de operación del hospital y estén en condiciones de cumplirlo. Bajo la responsabilidad del cuerpo directivo, el hospital debe contar con ejemplares suficientes del Reglamento del Hospital, para ser entregado a cada uno de los pacientes que ingresan al hospital o a su familiar acompañante, asegurarse de su disponibilidad y de que se entreguen en forma sistemática a todo paciente que ingrese o a su familiar, con el propósito de orientar su desempeño y evitar problemas para los pacientes y trabajadores de la salud. 7ª. Garantizar que en las áreas operativas se cuente con los documentos normativos, instructivos de operación y manuales de procedimientos que se requieran para prevenir las fallas de seguridad; asegurarse de su conocimiento por el personal y supervisar su cumplimiento. Uno de los principales elementos con capacidad para generar eventos adversos, es la carencia o insuficiente disponibilidad de normas, instructivos, manuales de organización y manuales de procedimientos que regulen y den uniformidad a los procedimientos con el propósito de que se realicen conforme a los estándares previstos y prevenir riesgos, fallas y eventos adversos. Es responsabilidad del cuerpo directivo, obtener los documentos normativos correspondientes y Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Aguirre-Gas H.G. elaborar los que sean de su competencia, difundirlos, asegurarse de que el personal los conozca y supervisar su cumplimiento. Vale la pena hacer énfasis en que una vez integrado el tríptico con estas recomendaciones dirigidas a los principales participantes del acto médico (Anexo 2) y colocado en la cabecera de la cama del paciente, a través de él, cada uno de los actores responsables de la seguridad del paciente, estará enterado de las responsabilidades que le corresponden y de las que corresponden a los otros dos actores; además, cada uno de ellos está consciente de que los otros dos, también están enterados y que la mejor forma de prevenir los eventos adversos y por ende, los conflictos, es cumplir cada quien con la propia responsabilidad. V. Conclusiones Si tenemos en cuenta que la Misión de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico señala: “… promueve la prestación de servicios de calidad y contribuye con la seguridad de los pacientes”, su Política de Calidad que indica “… impulsar mecanismos de mejora continua de la calidad de la atención…” y su objetivo: “Retroalimentar al Sistema Nacional de Salud con los resultados de la investigación y el análisis de la queja, para contribuir a mejorar la calidad de la atención médica”, como punto de partida para la prevención de los eventos adversos, a través de la identificación de los problemas que afectan la calidad de la atención, la generación de acciones de mejora de la calidad de la atención y finalmente a través de contribuir a resolver las controversias entre pacientes y prestadores de servicios.Como una línea de trabajo para lograr los objetivos institucionales y concretar estas acciones en propuestas factibles que permitan resolver los problemas y necesidades mencionados, se propone este “Plan para la participación del paciente y sus familiares en el cuidado de la seguridad del paciente”, que busca prevenir la presentación de eventos adversos, mediante la participación comprometida de todos los actores: los pacientes y sus familiares, el personal de salud y la Dirección del Hospital. Es importante contar con una participación multidisciplinaria de los profesionales de la salud, en virtud de que el “Auto-cuidado” representa una capacidad que debe ser desarrollada en los pacientes, para lo cual, se requieren intervenciones médicas, psicológicas, sociales y culturales, tanto de manera transversal como acompañamiento longitudinal durante la hospitalización y la convalecencia en casa, extendiéndose a lo largo de la vida en el caso de padecimientos crónicos. El desarrollo del Plan constituye la primera fase de una línea de investigación institucional, que se encuentra orientada a la Educación para la Salud de los pacientes, a partir del modelo de investigación cualitativa denominada “investigación-acción”, el cual representa una espiral continua: diagnóstico de la necesidad percibida de Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 cambio-propuesta-aplicación-reevaluación diagnóstica. La participación de cada uno de los actores (personal, paciente y familiares y Dirección del Hospital) se llevará a cabo a través de acciones que deberán ser difundidas entre el personal, el paciente y sus familiares, colocándolas en un tríptico en la cabecera de la cama de los pacientes, con anuencia del Cuerpo Directivo y a la vista tanto del personal, como de los pacientes. Antes de su hospitalización y al hospitalizarse, deberá informarse a los pacientes y sus familiares, acerca de su compromiso para participar en el cuidado de su seguridad, aquellas que el personal de salud está comprometido a realizar y que ellos estarán en posibilidad de requerir su cumplimiento. Para ello se pretende otorgarles capacitación específica, antes y durante el proceso de ingreso, haciendo énfasis que la solicitud deberá ser respetuosa y amable. En una fase posterior, el Plan se complementará con la realización de un proyecto de investigación que permita validar su utilidad, mismo que incluirá una premedición, seguida de la intervención educativa, caracterizada por la capacitación al personal y difusión a pacientes del “Plan para la coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de su seguridad”; después de seis meses, se realizará una postmedición, con el propósito de conocer el impacto logrado en la disminución de los eventos adversos como consecuencia de las medidas tomadas. En la medida que los resultados de la aplicación del Plan permitan una mejor calidad de la atención médica, con disminución significativa de los eventos adversos, así como de las quejas y demandas, tanto en número como en gravedad, se propondrá su implantación en el Sistema Nacional de Salud, con carácter normativo, a través de la Secretaría de Salud, del Consejo de Salubridad General, que sería el responsable de su evaluación a través del proceso de Certificación de Hospitales. El “Plan para la coparticipación paciente y sus familiares en el cuidado del paciente seguridad” no ofrece una respuesta final y definitiva para evitar los eventos adversos, sino que propicia la corresponsabilidad del paciente con los profesionales de la salud, para que mediante el diálogo y la participación, se aporten soluciones a estos problemas. VI. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. Ruiz de Chávez M, Martínez-Narváez G, Calvo-Rios JM, Aguirre-Gas H et al. Bases para la evaluación de la Calidad de la Atención en las Unidades Médicas del Sector Salud. Salud Pública Méx. 1990; 32: 156-69. Secretaría de Salud. Dirección General de Planeación, Información y Evaluación. Manual para la Evaluación de la Calidad de la Atención en las Unidades Médicas del Sector Salud. México: Secretaría de Salud; 1994. Secretaría de Salud. Sistema Nacional de Evaluación. Manual de Evaluación de la Calidad de la Atención Médica. México: Secretaría de Salud; 1992. Aguirre-Gas H. Calidad de la Atención médica. Conferencia Interamericana de Seguridad Social. México: Noriega; 2002. Secretaría de Salud. Plan Nacional de Salud 2001-2006. Cruzada por la calidad de la atención. México: Secretaría de Salud; 2001. Consejo de Salubridad General. Comisión Nacional para la Certificación de Establecimientos de Atención a la Salud. Certificación de Establecimientos de Atención a la Salud. México: Consejo de Salu- 53 R E V 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. I S T A bridad General; 1999. Kohn LT,Corrigan J, Donaldson MS. To err is human: Building a safer health system. Washington D. C: National Academy Press; 2000. US Department of Health, Education and Welfare. Centers for Disease Control, Course: Surveillance, Prevention and Control of Nosocomial Infections. Atlanta, Georgia, November 1-9, 1976. Hospital de Pediatría, Centro Médico Nacional. Reglamento del Comité de Control de Antimicrobianos. México: Instituto Mexicano del Seguro Social; 1979. Aguirre-Gas H, Lifshitz-Guinsberg A, López-Bárcenas J, Haua-Kuri J, Vergara-Sedeño L, Díaz-López A. La contaminación bacteriana del paciente hospitalizado. Bol Med IMSS. 1979; 21: 65. Aguirre-Gas H, Cabrera-Hidalgo J. Elección del antimicrobiano en el tratamiento de las infecciones hospitalarias. Rev Med Int Mex. 1979; 16: 1. Instituto Mexicano del Seguro Social, Dirección de Prestaciones Médicas. Instructivo de Organización y Procedimientos del Comité de Detección, Prevención y Control de Infecciones Hospitalarias. México: Instituto Mexicano del Seguro Social; 1984. O’Connor A, Stacey D, Légaré F. Supporting Patients’ Participation in Decision Making. En: Montory VM. Evidence Based Endocrinology. Ottawa (Canada): Humana Press; 2007. Organización Panamericana de la Salud. Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de la Atención Primaria en Salud: La contribución de las instituciones de salud en América Latina. Washington D. C: OPS; 2006. 15. Heatlie M. La Queja Médica en Estados Unidos de Norte américa. En Memorias del Simposio 2007 CONAMED. “La queja, instrumento indispensable para la mejora de la calidad en la atención de los servicios de salud”. México : CONAMED, 2008. P.35-48. 16. Aguirre Gas H. Plan para el autocuidado de la seguridad del paciente. Rev CONAMED 2008; 13: 6-14. 17. Huerta-Hernández D, Flores-Torres A, Del Castillo-López LO, Valenzuela-Ponce MR, Rodríguez-Suárez FJ, Fajardo-Dolci GE. Programa para implantar el Plan para el autocuidado de la seguridad y corresponsabilidad del paciente: “Juntos por tu salud” en el Hospital Central Militar. Rev CONAMED. México 2009; 14: 5-18. 18. Instituto Mexicano del Seguro Social. Dirección de Prestaciones Médicas. Unidad de Atención Médica. Registro de Eventos Adversos en el Instituto Mexicano del Seguro Social. México: Instituto Mexicano del Seguro Social; 2006. 19. Aguirre-Gas H, Campos-Castolo M, Carrillo-Jaimes A, Zavala Suárez E, Fajardo-Dolci G. Análisis crítico de las quejas CONAMED, 1996-2007. Rev CONAMED 2008; 13: 5-16. 20. Fajardo-Dolci GE, Hernández-Torres F, Santacruz-Varela J, HernándezÁvila M, Kuri-Morales P, Gómez-Bernal E. Perfil epidemiológico general de las quejas médicas atendidas en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. 1996-2007. Salud Pública Mex 2009. 51(2): 119-125. 21. Siso-Martín J. La queja Médica en España. Memorias del Simposio 2007 CONAMED. “La queja, instrumento insdispensable parala mejora de la calidad en la atención de los servicios de salud”. México: CONAMED, 2008. p.19-28. Anexo 1. Modelos de intervención en salud para fomentar el Auto-cuidado de los Pacientes. A) Modelo “Rueda del Cambio” (Modelo transteórico) Plantea un proceso dinámico de la modificación de conductas con una serie de etapas, cada una preparatoria para la subsecuente, que predisponen a la persona al cambio, en mayor o menor grado. En este modelo, si se pasa de una etapa a otra sin lograr el cambio, puede haber recaídas. Las recaídas, empero, no se consideran un fracaso, sino una fase normal dentro del proceso de cambio. Etapa/ Motivación Características • Pre-contemplación • No pretende cambiar Contemplación • Pretende cambiar Preparación • Intentará cambiar Acción • Ha cambiado con éxito Mantenimiento • Mantienen resultados 54 • • • • • • • • • No hay interés para modificar la conducta. Sensación de falta eficiencia y habilidades para realizar el cambio. Normalmente las personas que se encuentran en esta etapa no han experimentado efectos adversos. Conciencia de utilidad de cambiar la conducta. Sensación de falta de habilidades para realizarla. Conciencia de necesidad de cambiar. Decisión de cambiar de conducta. Temor de fallar Realización del cambio de conducta. Incorporación de la conducta como hábito de vida, luego de 6 meses de la conducta adaptada Indicadores Metas • • • • Evitación (Elusión) Rebeldía Resignación Racionalización “de algo he de morir” Sensibilizar al respecto a la necesidad y beneficios del cambio de conducta • • Ambivalencia Cronificación del comportamiento Conciencia del comportamiento problemático “tendría que hacer más ejercicio pero…..” Motivar al cambio de conducta • • Informa de pequeños cambios Se siente preparado para el cambio “me voy a ir caminando todos los días” Incentivar el desarrollo y ejecución de un plan de acción • • Decisión para actuar Modificación de experiencias, comportamiento y entorno Compromiso de tiempo y energía “estoy caminando todos los días” Incentivar el desarrollo y ejecución de un plan de acción Trabaja para prevenir recaídas Consolida resultados Nuevo estilo de vida Aprende a manejar crisis “Aunque no vaya a trabajar camino 30 minutos” Monitorear logro y retomar proceso de cambio en caso de recaída • • • • • • Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Aguirre-Gas H.G. B) Modelo PRECEDE. Es una herramienta que nos permite identificar los factores en favor o en contra para lograr un cambio de conducta Factores Descripción Son los aspectos que influyen en la motivación para que el paciente adopte la conducta que se desea promover e incluye: Predisponentes • • • Información (cuánto sabe de su enfermedad o de la que se pretende prevenir). Actitudes (cómo percibe el riesgo, si se siente capaz de realizar dicha conducta). Valores y creencias sobre los que se desea influir. Facilitadores Son los recursos que facilitan la adopción de la conducta, una vez que ya existe motivación, y se expresa en el desarrollo de habilidades y destrezas del paciente (manejo de glucómetro); así como las guías o manuales, la comunicación con profesionales y familiares y los servicios especializados ofrecidos por centros y programas comunitarios. Reforzantes Son los aspectos que son consecuencia de que el paciente haya realizado la conducta, por ejemplo, premios o sanciones provenientes de otras personas significativas (reconocimiento o rechazo) y/o respuestas físicas o emocionales del propio paciente (bienestar físico, tranquilidad, dolor). Anexo 2. Recomendaciones para la coparticipación del paciente y sus familiares en el cuidado de su seguridad en el hospital A) Recomendaciones para la Seguridad del paciente que son responsabilidad del personal de salud 1ª El personal de salud en general y el médico tratante en lo particular, deberán presentarse con el paciente y familiares, indicando su nombre, cargo y funciones que realizarán durante el proceso de atención. 2ª Lavarse las manos antes y después de atender al paciente y utilizar en el proceso de atención material nuevo, desechable o esterilizado. 3ª Verificar que se cuenta con los recursos de seguridad, antes de trasladar un paciente en cama o camilla. Dichos recursos de seguridad comprenden: barandales, piesera, cabecera y correas de sostén y aplicarlos. En los baños de pacientes deberán existir pisos antiderrapantes y barras de sostén para pacientes, ancianos y discapacitados. 4ª Otorgar a cada paciente, una pulsera en la muñeca derecha y una tarjeta de identificación en la cabecera de su cama, que indiquen su nombre, el de su médico tratante, su grupo sanguíneo y Rh, alergias y reacciones graves por medicamentos. 5ª Confirmar la identidad del paciente antes de realizarse cualquier procedimiento: verbalmente, con la pulsera de identificación, la tarjeta de la cabecera y/o el expediente clínico. 6ª Elaborar para cada paciente, un expediente clínico personal, conforme a la Norma Oficial Mexicana SSA1-168, del expediente clínico. 7ª Informar al paciente y familiares acerca de su padecimiento, de su tratamiento y de los procedimientos que se le realizarán, responder a sus preguntas, aclarar sus dudas y solicitarle que autorice con su firma la práctica de cualquier procedimiento que represente riesgo para él. 8a Capacitarse en habilidades educativas y de comunicación que le permitan promover la reflexión de los pacientes y familiares, para lograr la adherencia terapéutica y la coparticipación. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 55 R E V I S T A B) Recomendaciones para la seguridad del paciente que son responsabilidad del paciente y su familia 1ª Conocer a su médico, identificarlo por su nombre, plantearle sus dudas, atender a sus respuestas y cumplir sus indicaciones. 2ª Al acudir a un servicio para la realización de una consulta, un procedimiento diagnóstico o terapéutico o una intervención quirúrgica, el paciente debe presentarse por su nombre y apellido y mostrar su pulsera de identificación. 3ª Conocer el reglamento del hospital y respetarlo, tanto los pacientes como sus familiares. 4ª Preguntar a su médico sobre su padecimiento, los medicamentos que está recibiendo, los cuidados que debe tener, posibles efectos indeseables y signos de alarma, para estar en condiciones de identificar reacciones adversas y avisar oportunamente. 5ª Informar al médico tratante sobre el incumplimiento de las medidas para la seguridad, para su atención y prevención de riesgos para sí mismo y para otros pacientes. El paciente o sus familiares, podrán presentar su inconformidad, en el sitio y con la persona, que el hospital hubiera determinado para ello, teniendo derecho a ser atendidos. 6ª Participar con el médico y el personal en sus cuidados y en la recuperación de su salud, mediante el cumplimiento de sus instrucciones. 7ª Tener presente que el médico y el personal de salud, son profesionales dedicados a satisfacer sus necesidades de salud y por ello merecen ser tratados con la debida consideración y respeto. C) Recomendaciones para la seguridad del paciente que son responsabilidad de la dirección del hospital 1ª Promover el cumplimiento del lavado de manos por el personal de salud antes y después de atender a los pacientes, proveer las facilidades e insumos necesarios para ello y supervisar el cumplimiento de esta norma. 2ª Implantar un sistema de seguridad para prevenir caídas de pacientes y proveer el equipo requerido para ello, durante los traslados, en los baños y sanitarios de pacientes, incluyendo: barandales, pieseras, cabeceras, correas para sostén, pisos antiderrapantes y barras para sostén y verificar que se utilicen. 3ª Implantar un sistema de identificación de pacientes y proveer los insumos necesarios para la elaboración de pulseras y tarjetas de identificación en la cabecera de las camas y verificar que se utilicen. 4ª Garantizar que cada paciente cuente con un expediente clínico propio y que éste se utilice conforme a la norma oficial mexicana SSA 1-168 del expediente clínico. 5ª Disponer la organización y funcionamiento de una instancia responsable de la identificación, prevención, registro y seguimiento de los eventos adversos y acceso a pacientes y sus familiares, para aclarar sus dudas o presentar sus quejas e inconformidades. 6ª Proveer los recursos y las facilidades necesarias, para que el paciente y sus familiares puedan conocer el reglamento de operación del hospital y estén en condiciones de cumplirlo. 7ª Garantizar que en las áreas operativas se cuente con los documentos normativos, instructivos de operación y manuales de procedimientos que se requieran para prevenir las fallas de seguridad; asegurarse de su conocimiento por el personal y supervisar su cumplimiento. 56 Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Caso CONAMED CONAMED Case Dra. María del Carmen Dubón-Peniche1 Síntesis de la Queja La paciente refirió que debido a problemas pulmonares asistió a consulta al hospital demandado, informándole que era necesario hospitalizarla para extraerle agua de los pulmones. Le realizaron una serie de estudios, los cuales en su mayoría fueron negativos y egresó sin diagnóstico, consultando a otro facultativo quien diagnosticó cáncer de mama. Resumen clínico Hospital demandado Expediente clínico Historia clínica. 26 de septiembre de 2008. Paciente del género femenino de 56 años de edad, con antecedente personal patológico de hipotiroidismo. Su padecimiento actual se inició un año antes con disnea progresiva, en este momento de mínimos esfuerzos; tos productiva, expectoración verde, pérdida ponderal de 33 kilogramos, fiebre y ataque al estado general. En el sistema digestivo informó la existencia de disfagia. Exploración física: tensión arterial 100/60, frecuencia cardiaca 98 1 por minuto, frecuencia respiratoria 28 por minuto, temperatura 37OC. Nota de ingreso hospitalario. 26 de septiembre de 2008, 13:00 horas. Paciente en muy malas condiciones generales, con insuficiencia respiratoria franca, aumento del trabajo respiratorio, tiros supra-claviculares, aleteo nasal, cianosis periférica, ruidos respiratorios disminuidos, matidez bilateral en región sub-escapular e ínter-escapular, movimientos respiratorios disminuidos sugestivos de derrame pleural bilateral, 40% derecho y 30% izquierdo. Se hospitaliza para colocar sello de agua y para protocolo de estudio. Impresión diagnóstica: derrame pleural bilateral, secundario probablemente a: tuberculosis, cáncer, enfermedad de la colágena o insuficiencia cardiaca. Nota médica, 26 de septiembre de 2008, 14:30 horas. Se realiza tóracocentesis, obteniendo líquido pleural ámbar, 20 centímetros cúbicos, no fétido, se tomó biopsia y se colocó tubo de pleurostomía para sello de agua, drenando 450 centímetros cúbicos de líquido color paja, que se torna serohemático; la paciente presenta mejoría inmediata. Se envían muestras a laboratorio, solicitando: tinción de Gram, citoquímico, búsqueda de hongos, BAAR (bacilos ácido alcohol resistentes), células LE, factor reumatoide; BAAR en expectoración. Indicaciones: dieta blanda, reposo en posición semi-sentada, signos vitales por turno, solución glucosada al 5%, 1000 ml., para 24 horas, ketorolaco una ampolleta intravenosa cada 8 horas; rifampicina cuatro tabletas cada 24 horas; oxígeno por puntas nasales 3 litros por minuto; ranitidina una ampolleta intravenosa cada 8 horas; exámenes de laboratorio y teleradiografía de tórax. Nota de evolución. 26 de septiembre de 2008, 20:30 horas. Mejoría, disminución de disnea, tos y expectoración. Frecuencia cardiaca 84 por minuto, frecuencia respiratoria 20 por minuto, sin esfuerzo respiratorio, mejoría de los ruidos respiratorios en hemitórax derecho, el izquierdo sin cambios. Sello de agua drenando 400 ml. Laboratorio: biometría hemática: anemia ligera (hemoglobina 11.7), leucopenia de Directora Árbitro Médico de la Primera Sala en la Dirección General de Arbitraje. CONAMED. Artículo recibido: 15-Enero-2010; Artículo aceptado: 29-Enero-2010. Correspondencia: Dra. María del Carmen Dubón Peniche. CONAMED Dirección General de Arbitraje, CONAMED. Mitla 250 esq. Eje 5 Sur Eugenia, Col. Vértiz Narvarte. Del. Benito Juárez, C.P. 03020 México, D.F. Correo electrónico: [email protected]. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 57 R E V I S T A 4,200; examen general de orina sin alteraciones; glucosa 114; citoquímico de líquido pleural proteínas 3.2 g/dL, hongos negativo, cultivo para bacterias negativo, células LE negativo, factor reumatoide negativo, tinción de Gram y BAAR negativos. Continuó con el mismo manejo. Nota de evolución. 27 de septiembre de 2008, 7:00 horas. Durante la noche presentó tos, vomitó flemas blancas, algunas teñidas con sangre; no ha evacuado. Frecuencia cardiaca 78 por minuto, frecuencia respiratoria 22 por minuto, ruidos respiratorios disminuidos en hemitórax derecho; abdomen blando, no doloroso, miembros inferiores sin edema. Sello de agua drenando 250 ml. (suma 1,100 ml.), dolor en mama derecha, la cual está aumentada de tamaño, no se palpan nódulos. Se solicita interconsulta al Servicio de Ginecología. Nota de evolución. 28 de septiembre de 2008, 7:40 horas. Tolera dieta blanda, la tos ha disminuido; urésis presente, no ha evacuado, sin fiebre, signos vitales dentro de parámetros normales. Persiste dolor en mama derecha; se solicita HIV. Nota de Ginecología. 28 de septiembre de 2008. Mama derecha ligeramente aumentada de tamaño con nódulo de 2 centímetros de diámetro en cuadrante superior externo, móvil-resistente, no se palpan ganglios axilares ni induraciones, no existen pérdidas por pezón; mama izquierda sin alteraciones. Impresión diagnóstica: derrame pleural en estudio, nódulo mamario derecho. Se solicita ultrasonido mamario de alta resolución y valorar BAAF (biopsia por aspiración con aguja fina). Nota de evolución. 28 de septiembre de 2008, 20:00 horas. No hay aumento del esfuerzo respiratorio, hemitórax derecho sin estertores, en el izquierdo estertores gruesos y ruidos respiratorios disminuidos; sello de agua drenando 50 cc. Resultado de HIV negativo. Pendientes resultados de Patología. Reporte de ultrasonido mamario. 29 de septiembre de 2008. Edema de tejidos blandos de mama dere- 58 cha, en cuadrantes internos, cambios lipoesclerosos; resto de la exploración sin evidencia de patología. Nota de Ginecología. 29 de septiembre de 2008. Ultrasonido mamario no reporta alteraciones que sugieran patología. Se realizará BAAF de tumor palpable. Reporte de patología, biopsia de mama derecha. 30 de septiembre de 2008. No hay signos de malignidad; sin embargo la muestra presenta muy escasas células; se sugiere nueva muestra representativa para valoración. Diagnóstico: citología por aspiración de nódulo de mama derecha negativa para células malignas (muestra hipocelular). Reporte de citología de líquido pleural: Diagnóstico: citología de líquido pleural derecho (dos muestras) negativas para células malignas, signos de proceso inflamatorio agudo y crónico acentuado que afecta pleura y cavidad pleural derechas (de etiología inespecífica), líquido pleural derecho negativo para BAAR. Nota de evolución. 30 de septiembre. Angustiada, refiere dificultad para deglutir. Se solicita interconsulta a Gastroenterología. Reporte de endoscopía. 1º de octubre de 2008. En esófago hacia el tercio distal, 30 a 34 centímetros a partir de la arcada dentaria, se observó estenosis de 4 milímetros de diámetro que impidió el paso del gastroscopio a estómago, por lo que sólo se tomaron biopsias representativas. La paciente amerita dilatación esofágica bajo anestesia. Impresión diagnóstica: estenosis del tercio distal de esófago en donde se tendrá que descartar adenocarcinoma por histopatología y/o trastorno motor de esófago. Candidiasis esofágica. Reporte de tomografía axial computarizada de tórax. 1º de octubre de 2008. Espacios cardiofrénicos y costodiafragmáticos ocupados. Colección pleural en hemitórax izquierdo y colección con nivel hidroaéreo pleural en hemitórax derecho; presencia de sonda pleural. Campos pulmonares congestivos al igual que los hilios, en donde se aprecian pequeños crecimientos ganglionares para-hiliares. Mediastino con tráquea central, no desplazada. Estructuras vasculares en parámetros normales. Nota de evolución. 2 de octubre de 2008, 7:30 horas. Citología en líquido pleural, biopsias pleurales y demás exámenes se reportaron negativos. Hoy se realizará pleurodesis derecha. Nota de evolución. 2 de octubre de 2008, 20:40 horas. Toleró pleurodesis, sello de agua drenó 50 cc de líquido oscuro; se retiró sonda endopleural. Biopsias esofágicas negativas para malignidad, levaduras de Cándida, esofagitis crónica moderada. Se inicia fluconazol una cápsula cada 24 horas. Reporte de Patología. 2 de octubre de 2008. Se reciben varios fragmentos de mucosa esofágica. No se observan signos de metaplasia gástrica ni intestinal, no se identifican levaduras de Cándida, no datos de malignidad. Diagnóstico: esofagitis crónica moderada. Reporte de panendoscopía. 3 de octubre de 2008. En esófago tercio proximal y medio se observaron cordones blanquecinos adheridos a la mucosa, sugestivos de Moniliasis. Hacia tercio distal, de 30 a 34 centímetros de la arcada dentaria se encontró estenosis segmentaria de 4 milímetros de diámetro, úlceras superficiales múltiples; se inició dilatación esofágica, posteriormente se revisó esófago, estómago y duodeno, encontrando hernia hiatal e incompetencia total de la barrera gastro-esofágica. En la porción del antro de estómago tres erosiones hemorrágico-erosivas con sangre en su superficie. Diagnóstico: estenosis severa del tercio distal de esófago, periulcerada, se tendrá que descartar adenocarcinoma y/o trastorno motor de esófago. Candidiasis esofágica. Gastritis aguda hemorrágicaerosiva. Reporte de Patología. 4 de octubre de 2008. Se reciben varios fragmentos de tejido de mucosa esofágica y gástrica. No datos de malignidad. Diagnóstico: esofagitis crónica acentuada con áreas de infiltración aguda ulcerada (positiva Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Dubón-Peniche M. C. para Cándida albicans), Gastritis crónica moderada (positiva para Helicobacter pylori y Cándida albicans). Nota de evolución. 4 de octubre de 2008, 15:00 horas. Los resultados de Patología no explican los derrames pleurales ni la pérdida ponderal. Se considera posibilidad de malignidad, enfermedad de la colágena o tuberculosis; sin embargo, no se puede documentar ninguna. La paciente solicita su egreso. Nota de egreso. 4 de octubre de 2008, 16:00 horas. Ingresó por derrame pleural bilateral. Los exámenes realizados fueron negativos. Después de nueve días de hospitalización no se tiene diagnóstico confirmado. Se realizará ensayo con antifímicos y se esperará respuesta en ocho días. Continúa tratamiento con Gastroenterología. Se solicita radiografía de tórax. Cita en una semana. Diagnósticos de egreso: estenosis esofágica probablemente secundaria a esclerodermia, esofagitis crónica, gastritis crónica, probables metástasis pleurales de primario extra-torácico, probable tuberculosis pleural. Indicaciones: fluconazol una cápsula cada 24 horas, ketorolaco una tableta cada 8 horas, rifampicina cuatro tabletas cada 24 horas, pantoprazol una tableta cada 12 horas, diacepam una tableta al acostarse. Reporte de manometría esofágica. 30 de octubre de 2008. Impresión diagnóstica: Coordinación faringoesofágica normal, aperistalsis de cuerpo del esófago, esfínter esofágico inferior incompetente con relajación completa. La paciente presenta criterios manométricos para esclerodermia; se sugiere realizar nueva manometría en 6 a 12 meses. Atención por otros facultativos Resumen clínico. Fue atendida por primera vez el 5 de noviembre de 2008, presentaba edema de miembro superior derecho y mama del mismo lado. Radiografía de tórax: derrame pleural. Resonancia magnética de tórax y mama: imagen ganglionar en base de cuello y región esterno-clavicular izquierda, lesión estelar en cuadrante superior externo de mama derecha con cambios sugestivos de dilatación ductal. Derrame pleural bilateral, imágenes nodulares hepáticas en lóbulo derecho; cambios de intensidad en partes blandas lumbosacras, metástasis de primario. Rastreo óseo gammagráfico a cuerpo total positivo para infiltración metastásica. Impresión diagnóstica: cáncer de mama derecha metastásico. Análisis del Caso Para el estudio del caso se estiman necesarias las siguientes precisiones: atendiendo a la literatura especializada, la tuberculosis es una enfermedad infecciosa, generalmente crónica, causada por el complejo Mycobacterium tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis, Mycobacterium Boris, Mycobacterium aficanum) que se transmite del enfermo a la persona sana por inhalación de material infectante, ingestión de leche de vaca infectada por dicho complejo, contacto con personas enfermas bacilíferas o animales bovinos enfermos. Los síntomas clínicos típicos incluyen tos productiva, fiebre y pérdida de peso. En la presentación pulmonar, puede existir hemoptisis o dolor torácico, otros síntomas son: anorexia, fatiga y diaforesis nocturna. El derrame pleural por tuberculosis es la segunda forma más común de tuberculosis extrapulmonar. Los derrames pleurales por tuberculosis pueden manifestarse como enfermedad primaria o reactivación. La ruptura de focos caseosos subpleurales pulmonares hacia el espacio pleural, puede ser el evento inicial en la patogenia de derrames pleurales primarios por tuberculosis. El acúmulo de líquido en la cavidad pleural resulta predominantemente por aumento en la permeabilidad capilar y secundariamente por alteración en el drenaje linfático de proteínas y líquido del espacio pleural por oclusión del estoma pleural. Por el contrario, la enfermedad por reactivación frecuentemente se asocia con alteraciones parenquimatosas. Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 La mayoría de los derrames pleurales por tuberculosis se manifiestan como enfermedad aguda; los síntomas más comunes son dolor pleurítico y tos no productiva. Este tipo de derrames típicamente son unilaterales, pequeños a moderados en tamaño y ocupan menos de dos tercios del hemitórax. El diagnóstico definitivo de derrame pleural por tuberculosis, depende de la identificación de Mycobacterium tuberculosis en esputo, líquido pleural o biopsia pleural. Apoya el diagnóstico la presencia de granulomas en pleura, así como niveles elevados de adenosine deaminasa (ADA) y de interferón gamma. En términos de la literatura especializada, el estudio de líquido pleural por tuberculosis, habitualmente muestra color claro citrino, pero puede ser turbio o serohemático; el pH se encuentra entre 7.30 y 7.40, la glucosa menor a 60 mg/dL con predominio de linfocitos. El frotis para búsqueda de BAAR (bacilos ácido alcohol resistentes) requiere densidades bacilares de 10,000/mL y es positivo en menos del 10% de los casos. El cultivo requiere 10 a 100 bacilos y por lo tanto su sensibilidad es 12% a 70%. Por su parte, el adenosine deaminasa (ADA) igual o mayor de 70 IU/L es altamente sugestivo de tuberculosis y el nivel igual o menor de 40 IU/L prácticamente excluye el diagnóstico; la especificidad de este estudio es de 90% y puede evitar la biopsia pleural. La determinación de interferón gamma en líquido pleural tiene especificidad de 95%-100%. La reacción de polimerasa en cadena (PCR), es 100% positiva en derrames pleurales con cultivo positivo. En derrames pleurales con cultivo negativo, la reacción sólo es positiva en 30% a 60%. La biopsia pleural en derrames por tuberculosis muestra granulomas en 50% a 97% de los pacientes y el cultivo es positivo en 39% a 80%. Conforme a lo establecido por la Modificación a la Norma Oficial Mexicana 006-SSA2-1993 para la Prevención y Control de la Tuberculosis en la Atención Primaria a la Salud, el trata- 59 R E V I S T A miento primario acortado comprende la administración de cuatro medicamentos en sesenta dosis, durante la fase intensiva y dos medicamentos en cuarenta y cinco dosis, durante la fase de sostén. Los medicamentos que deben emplearse en el citado tratamiento de tuberculosis son: isoniacida, rifampicina, pirazinamida, estreptomicina y etambutol. Cabe mencionar, que dicho tratamiento, debe ser supervisado estrictamente, manteniendo el esquema primario con la combinación fija de medicamentos, más etambutol. Por cuanto hace al cáncer de mama, los factores de riesgo son: mujer mayor de 35 años con historia familiar o personal de cáncer mamario; nuliparidad, primer embarazo después de los 30 años; antecedentes de patología mamaria (displasias), menarca temprana (antes de los 12 años), menopausia tardía (después de los 50 años); obesidad, tabaquismo y diabetes, entre otros. Las mujeres que realizan autoexploración mamaria, pueden detectar tumoraciones; también puede existir dolor mamario, aunque este síntoma con mayor frecuencia indica trastorno benigno, proliferativo. Otros datos clínicos de cáncer de mama son: crecimiento mamario, exudado por pezón y alteraciones del mismo, retracciones o cambios de la simetría, ulceración, eritema, tumoración axilar y molestia ósea. El dato clínico más frecuente, es la presencia de tumor, cuya identificación obliga a su estudio. Se debe analizar el tamaño, consistencia, contornos, movilidad y asociación con cambios en la piel. Atendiendo a lo establecido por la Norma Oficial Mexicana NOM041-SSA2-2002, para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama, a toda mujer con sospecha de patología mamaria, se le debe realizar: historia clínica completa enfocada a la búsqueda de factores de riesgo de cáncer de mama, examen clínico completo con énfasis en las glándulas mamarias y zonas linfoportadoras (ganglios axilares y supraclaviculares); mastografía y/o 60 ultrasonido, según la edad, hallazgos y detección de factores de riesgo. Entre los estudios de gabinete referidos por la literatura especializada, se encuentran: mastografía, xeromastografía y resonancia magnética nuclear. Cabe mencionar, que el auxiliar diagnóstico de mayor utilidad en el cáncer de mama es la mastografía. El ultrasonido es un método no invasivo, el cual puede ser empleado para distinguir tumoraciones quísticas y sólidas; sin embargo, mediante dicho estudio, no es posible distinguir malignidad o benignidad en tumores sólidos. Para determinar si un tumor es maligno o no, el diagnóstico debe establecerse mediante estudio histopatológico. La literatura especializada refiere varias técnicas: biopsia por aspiración con aguja fina, biopsia con aguja Tru-Cut, biopsias incisionales o excisionales, estas últimas superan la precisión diagnóstica de la primera. En el presente caso, debido a problemas pulmonares, la paciente asistió a consulta, al hospital demandado, el 26 de septiembre de 2008. En esa misma fecha, ingresó para su atención, refiriendo la historia clínica padecimiento de un año de evolución con disnea progresiva, tos productiva, expectoración verde, pérdida de peso de 33 kilogramos, fiebre y ataque al estado general. La nota de ingreso de las 13:00 horas, reporta que presentaba insuficiencia respiratoria franca, aumento del trabajo respiratorio, tiros supraclaviculares, aleteo nasal, cianosis periférica, ruidos respiratorios disminuidos, matidez bilateral en subescapular e ínter-escapular, movimientos respiratorios disminuidos sugestivos de derrame pleural bilateral, siendo la impresión diagnóstica derrame pleural bilateral secundario a: tuberculosis, cáncer, enfermedad de la colágena, insuficiencia cardiaca. No se observaron irregularidades por cuanto a este rubro se refiere, pues ante el cuadro clínico que presentaba la paciente estaba indicada su hospitalización para estudio y tratamiento. En la nota de las 14:30 horas del 26 de septiembre de 2008, se reportó realización de tóracocentesis, obteniéndose líquido pleural ámbar, no fétido, con toma de biopsia y colocación de tubo de pleurostomía para sello de agua, enviándose las muestras a laboratorio para efectuar: tinción de Gram, citoquímico, búsqueda de hongos, BAAR, células LE, factor reumatoide; BAAR en expectoración. Dicha nota, también señala que se indicó: dieta blanda, reposo en posición semisentada, signos vitales por turno, solución glucosada, ketorolaco, rifampicina cada 24 horas; oxígeno por puntas nasales, ranitidina; estudios de laboratorio y radiografía de tórax. Por su parte, la nota de las 20:30 horas establece que la paciente presentaba mejoría, disminución de la disnea, así como de la tos y expectoración. También se reportaron resultados de laboratorio: biometría hemática que mostró anemia (hemoglobina de 11.7), leucopenia (4,200 leucocitos); examen general de orina sin alteraciones; glucosa 114, citoquímico de líquido pleural con proteínas 3.2 g/ dL, cultivos negativos, células LE negativo, factor reumatoide negativo, tinción de Gram y BAAR negativos, indicándose continuar mismo manejo. Lo anterior, demuestra que el personal médico del hospital demandado, incumplió sus obligaciones de medios de diagnóstico y tratamiento, pues la paciente fue estudiada de manera insuficiente para sustentar el diagnóstico de tuberculosis, sin embargo se indicó continuar el manejo establecido. Al respecto, la literatura médica generalmente aceptada, establece que el diagnóstico definitivo depende de la identificación de Mycobacterium tuberculosis en esputo, líquido pleural o biopsia pleural, los cuales en el presente caso fueron negativos, y pese a ello, no se solicitaron otros estudios para establecer el diagnóstico. A mayor abundamiento, se inició tratamiento para tuberculosis, actuando en franco desapego a lo establecido por la Modificación a la Norma Oficial Mexicana 006-SSA2- Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 Dubón-Peniche M. C. 1993 Para la Prevención y Control de la Tuberculosis en la Atención Primaria a la Salud, la cual establece que el tratamiento primario acortado para tuberculosis comprende cuatro medicamentos en sesenta dosis, durante la fase intensiva y dos medicamentos en cuarenta y cinco dosis, durante la fase de sostén, situación que no ocurrió en este caso, ya que sólo se indicó rifampicina. En esos términos, el personal médico incurrió en mal praxis, pues sin sustentar debidamente el diagnóstico de tuberculosis, indicó tratamiento, el cual además fue insuficiente. En la especie, la citada Modificación a la Norma Oficial Mexicana, establece que los medicamentos que deben emplearse en el tratamiento de tuberculosis son: isoniacida, rifampicina, pirazinamida, estreptomicina y etambutol. Así mismo, que dicho tratamiento, debe ser estrictamente supervisado, manteniendo el esquema primario con la combinación fija de medicamentos más etambutol, lo cual no se cumplió. En la nota del 27 de septiembre de 2008, se reportó que la paciente presentaba dolor en mama derecha, la cual estaba aumentada de tamaño, por ello se solicitó interconsulta a Ginecología. Dicho Servicio, reportó nódulo de 2 centímetros de diámetro en cuadrante superior externo de mama derecha, solicitó ultrasonido y realizó BAAF (biopsia por aspiración con aguja fina), como lo demuestran las notas médicas de los días 28 y 29 de septiembre de 2008. Así mismo, Ginecología en su nota del 29 de septiembre de 2008, refiere ultrasonido mamario que reportó ausencia de alteraciones sugestivas de patología. Por su parte, el reporte de biopsia de mama derecha, fechado el 30 de septiembre de 2008, estableció que la muestra presentaba muy escasas células, sugiriéndose nueva muestra representativa para valoración. Pese a lo anterior, no se tomó otra biopsia, ni se continuó el estudio de la paciente por cuanto hace al tumor mamario (de 2 centímetros) que presentaba. En la especie, se optó por interconsultar a Gastroenterología efectuándose endoscopía el 1° de octubre de 2008, en la cual se encontró estenosis esofágica en tercio distal de esófago y candidiasis, por ello se indicó manejo con fluconazol. El 3 de octubre de 2008, se reportó panendoscopía que mostró: estenosis severa de esófago, candidiasis esofágica y gastritis aguda hemorrágica erosiva, efectuándose durante este procedimiento dilataciones esofágicas. De igual forma, el 4 de octubre del mismo año, el estudio histopatológico de mucosa esofágica y gástrica reportó: esofagitis crónica acentuada con áreas de infiltración aguda ulcerada (Cándida albicans) y gastritis crónica moderada. Ahora bien, el personal médico del hospital demandado en nota de las 15:00 horas del 4 de octubre de 2008, estableció que los resultados no explicaban los derrames pleurales ni la pérdida ponderal, considerándose la posibilidad de malignidad, enfermedad de la colágena o tuberculosis; sin embargo no podían documentar ninguna y la paciente solicitó su egreso. En la fecha citada, la paciente egresó con diagnósticos de: estenosis esofágica probablemente secundaria a esclerodermia, esofagitis crónica, gastritis crónica, probables metástasis pleurales y probable tuberculosis pleural, como lo acredita la nota de alta, misma que es concluyente para tener por cierta la negligencia del personal médico del demandado, quien reconoció que después de nueve días de internamiento no se tenía diagnóstico confirmado y que se realizaría ensayo con antifímicos esperando respuesta en ocho días. Esto confirma la mala práctica, en que incurrió el personal médico durante la atención de la paciente, quien debido a la negligencia observada, asistió con otros facultativos estableciéndose diagnóstico de cáncer de mama derecha metastásico. Apreciaciones Finales El hospital demandado no demostró que su atención se ajustara a lo establecido por la lex artis médica. Durante la atención de la paciente, el personal médico incumplió las Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 obligaciones de medios de diagnóstico y tratamiento que el caso ameritaba, incurriendo en mala práctica, por negligencia. La atención ulterior que recibió la enferma por facultativos distintos al demandado, fue necesaria debido a la mala práctica observada. Comentarios En la valoración del acto médico, si bien existe interés teórico y el abordaje metodológico es esencial para el esclarecimiento de los casos, debemos reconocer que su fin principal debe ser identificar el apego a los principios científicos y éticos que orientan la práctica profesional del prestador del servicio y servir de guía para adoptar decisiones correctas. Avedis Donabedian conceptúa la calidad de la atención médica como la aplicación de la ciencia y la tecnología de manera que rinda el máximo de beneficios para la salud sin aumentar los riesgos. Bibliografía Consultada 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-006-SSA2-1993, Para la Prevención y Control de la Tuberculosis en la Atención Primaria de la Salud. Norma Oficial Mexicana NOM-041-SSA22002, Para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama. Mitnik C, Shin SS, Seung KJ, et al. et al. Comprehensive treatment of extensively drug-resistant tuberculosis. N Engl J Med. 2008;359:563-74. Herchline T. Staphylcoccal Infections. eMedicine. Disponible en: (Acceso 2302-2010) http://www.emedicine.com/ med/topic2166.htm. Gullate MM, Phillips JM, Gibson LM. Factors associated with delays in screening of self detected breast changes in African American Women. J Natl Black Nurses Asoc. 2006;17(1):45-50. Hermant S et al. Breast Cancer evaluation. eMedicine 2009. Dis-ponible en: (Acceso 23-03-2010) http://emedicine. medscape.com/article/263733-overview. Coates AS. Breast Cancer: delays, dilemmas and delusions. Lancet. 1999; 353:112-3. Donabedian A. Perspectivas en Salud Pública. Garantía y monitoreo de la calidad de la atención médica. México: INSP; 1990. pp.10-11. Donabedian A. Continuidad y cambio en la búsqueda de la calidad. Salud Pub Mex. 1993;35(3):238-47. 61 R E V I S T A Instrucciones para los autores de la revista Conamed Invitamos a la comunidad de profesionales de la salud, el derecho y áreas afines, a enviar sus artículos para ser publicados en la Revista CONAMED. La Revista CONAMED es la publicación oficial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Se publica con una periodicidad trimestral. Publica artículos que permitan un avance en la descripción, comprensión e intervención de temas relacionados con el acto médico y de enfermería en sus dimensiones ético deontológicas, técnico-científicas, jurídico-legales, calidad de atención y sociales. Por lo anterior, toma en cuenta aquellos temas que favorezcan un mejor entendimiento de la medicina y enfermería para la prevención y atención del conflicto médico. La Revista está interesada en recibir artículos que versen sobre seguridad del paciente, calidad de la atención médica, ética profesional, error médico y su prevención, así como temas a los medios alternos de solución de conflictos, derechos humanos y otros afines al acto médico. Es necesario que se designe un autor de contacto, quien deberá incluir su nombre completo, teléfono, correo electrónico y dirección postal. Los textos propuestos a la Revista serán sometidos al proceso de revisión por pares y a la aprobación del Comité Editorial, que evaluará el contenido de cada material. El Comité dictaminará en un período no mayor a 45 días y notificará al autor de contacto sobre el resultado de dicho dictamen. Todos los artículos deberán incluir una página inicial, la cual consta de: • Título en español e inglés con una extensión máxima de 15 palabras • Nombre del autor(es) y cargos institucionales • Nombre, adscripción, teléfono, dirección postal y correo electrónico del autor responsable de la correspondencia. • Cuando aplique, las fuentes de financiamiento de la investigación. • Cuando aplique, los posibles conflictos de interés de los autores. • Palabras clave en español e inglés. Para ello se recomienda emplear los términos de Medical Subject Headings del Index Medicus (http://www.ncbi.nlm. nih.gov/entrez/ query.fcgi?db=mesh). El autor podrá sugerir la sección de la Revista en la que considere puede ser incluido su original, pero será facultad del Editor decidir la sección definitiva para publicación. 62 Secciones de la Revista CONAMED 1. Editorial. Será escrito por el Comisionado o por el Editor Invitado, aunque ocasionalmente podrá ser escrito por un autor invitado. Tendrá una extensión máxima de 3 cuartillas. Incluirá un título en español e inglés, así como los datos de contacto del autor. 2. Artículos Originales. Los artículos de investigación original reportarán hallazgos relevantes para el profesional de la medicina, relacionados con el acto médico y que contribuyan al aumento y refinamiento del conocimiento sobre el tema. En los artículos de investigación original se tiene como norma internacional que la contribución no sea mayor de 2,500 palabras, porque una extensión mayor dificulta la revisión y lectura de los documentos por los revisores, editores y lectores. Sin embargo, se tendrá flexibilidad con los autores y se discutirá con ellos la presentación de su documento. El resumen, los cuadros, las figuras y las referencias bibliográficas no se incluyen en el conteo de palabras. El contenido de un artículo de investigación original debe incluir: A)Título en español e inglés. No mayor de 15 palabras. B)Resumen estructurado en español e inglés. Los resúmenes deben construirse con los siguientes contenidos, en un máximo de 250 palabras: Introducción (la razón del estudio), Material y métodos (que reflejen cómo se efectuó el estudio), Resultados (los hallazgos principales) y Conclusiones (la interpretación contrastada de los resultados). C)Palabras clave en español y en inglés. Al final de los resúmenes se anotarán 3 a 10 palabras o frases clave (Key words en el resumen en inglés) para facilitar su inclusión en los índices; se recomienda emplear los términos de Medical Subject Headings del Index Medicus más reciente (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query. fcgi?db=mesh). D)Introducción. Incluir los antecedentes, el planteamiento del problema y el objetivo del estudio. E)Material y métodos. Señalar el enfoque epistémico de la investigación, el tipo de estudio, la Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 población en estudio, las características de la muestra (en su caso, los métodos y las pruebas estadísticas utilizadas). F)Resultados. Incluir los hallazgos del estudio, señalando los cuadros y figuras necesarios para ampliar la información contenida en el texto. No repetir en el texto los datos contenidos en los cuadros o figuras. G)Discusión. Contrastar los resultados con lo informado en la literatura y con los objetivos del estudio. H)Referencias. Los números de las referencias bibliográficas se indicarán con números arábigos dentro del texto en superíndice; el número de las referencias se ordenará de acuerdo a la secuencia de su aparición en el texto. La bibliografía pertinente a cada artículo deberá ser referenciada de acuerdo a los Requisitos Uniformes para Manuscritos enviados a las Revistas Biomédicas (Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas), que se encuentra disponible en línea (http://www.wame.org/urmspan.htm), requisitos conocidos como estilo Vancouver 2008. Ejemplos de formatos de referencias en estilo Vancouver 2008 (disponible en línea en http://www.icmje.org/ urm_full.pdf): • Revistas Rodríguez-Suárez J, Mata-Miranda R. Calidad de la práctica médica y medicina basada en evidencia. Rev. CONAMED. 2007; 12: 8-12. • Revistas, más de 6 autores Rivera-Hernández ME, Rosales-Delgado F, AguirreGas HG, Campos Castolo EM, Tena-Tamayo C et al. Recomendaciones específicas para el manejo del síndrome doloroso abdominal en los servicios de urgencias. Rev. CONAMED. 2007; 12: 4-23. • Revistas, volumen con suplemento Rivas-Espinosa JG, Álvarez Sanvicente ME, Cruz-Santiago C, Martínez-Salamanca FJ, Aguilera-Rivera M, Ibáñez-Chávez D. Etiquetas diagnósticas en pacientes hospitalizadas con diagnóstico de cáncer cérvicouterino. Rev. CONAMED. 2008; 13 Supl 2: 23-29. • Libros Luna-Ballina M, Rodríguez-Suárez J. Los Diez Principios Básicos de las Relaciones Interpersonales en la Atención Médica. México: CONAMED; 2008. p:1187. ISBN 978-607-460-082-7. • Capítulos de libros Aguirre-Gas HG. El Consentimiento Bajo Información. En: Tena Tamayo C, Hernández Orozco F, editores. La Comunicación Humana en la Relación Médico-Paciente. México: Prado; 2005. p. 257-272. • Documentos con formato electrónico CONAMED. Consentimiento Válidamente Informado. Conclusiones. Disponible en (Acceso 11-12- Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010 2009): http://www.conamed.gob.mx/publicaciones/pdf/cvi_conclusiones.zip. • Revisiones Sistemáticas Brown J, Farquhar C, Beck J, Boothroyd C, Hughes E. Clomiphene and anti-oestrogens for ovulation induction in PCOS. Cochrane Database Syst Rev. 2009 Oct 7; (4). CD002249. • Normas y leyes (Se presentan dos ejemplos) • Norma Oficial del Expediente Clínico. NOM 168 SSA2. México: Secretaría de Salud; 1998. Disponible en (Acceso 11-12-2009): http://www.conamed.gob.mx/publicaciones/pdf/norma_oficial. pdf. • Secretaría del Medio Ambiente. Ley de Protección Ambiental. Diario Oficial de la Federación, 15 de mayo de 1999. México. I)Anexos, cuadros y figuras. Cuadros. Los cuadros se adjuntarán en páginas por separado, indicando claramente el número del cuadro y el título. Se identificarán con números arábigos y un título o enunciado explicativo. En el cuerpo del artículo, se indicará la ubicación del cuadro dentro de un párrafo. No deben remitirse cuadros fotografiados. Preferentemente, serán elaborados en word o excel y se enviará el archivo original donde fueron elaborados. Figuras. Este apartado incluye gráficas, esquemas, fluxogramas, dibujos, fotografías y demás apoyos visuales. Se entregarán por separado, en versión digitalizada e impresa, una figura por página, indicando claramente su número y con flecha superior la orientación de cada una, así como la fuente, en su caso. Las figuras se identificarán con números arábigos y un título o enunciado que los explique. En el texto solamente se indicará la ubicación de cada figura dentro del mismo texto. Deberán ser enviados los archivos electrónicos originales en los que se elaboró la figura o imagen, en formato JPG o TIFF, de alta resolución, a 300 dpi o mayor. Leyendas o pies de figuras. Deberán anotarse en una página por separado, en forma secuencial, indicando, con números arábigos, el número de la figura correspondiente. 3. Artículos de Revisión. Esta sección comprende artículos de revisión de temas relacionados con los contenidos de la Revista. Los documentos sometidos a publicación, contendrán resúmenes de formato libre, en español e inglés, de extensión no mayor de 250 palabras. Se anotarán al final de los resúmenes, 3 a 10 palabras clave en español e inglés. Se deberán incluir al menos 10 referencias, en formato Vancouver 2008, el cual se describe en el apartado 2H. 63 R E V I S T A 4. Artículos de Opinión. Los artículos de opinión presentan posturas representativas con respecto a temas de relevancia para la calidad de la atención a la salud, la seguridad del paciente y temas afines, pero no reflejan necesariamente, la postura institucional de CONAMED. El texto no deberá exceder de 2500 palabras y podrá incluir hasta 10 referencias en formato Vancouver 2008 (apartado 2H). 5. Noticias CONAMED. Esta sección se escribirá preferentemente por el personal de la CONAMED, sobre acontecimientos relevantes en la función de la Comisión Nacional y las Comisiones Estatales de Arbitraje Médico. También se considerarán informes de agrupaciones académicas o profesionales que sean de interés para el desarrollo de la Revista y serán sometidos para su aprobación al Consejo Editorial. Esta sección se consagra a las noticias de carácter informativo y no a comentarios u opiniones. Estos informes deben ser breves (no mayores de 400 palabras). 6. Cartas al Editor. Los Cartas al Editor abordan comentarios sobre los artículos publicados y será posible la publicación de comentarios por invitación. Las cartas deberán enviarse preferentemente en un lapso no mayor de ocho semanas posteriores a la publicación de un artículo. Otras cartas al editor con contenidos de interés general también serán bienvenidas. Las cartas no se revisan normalmente bajo un procedimiento de revisión por pares, pero si se toma en cuenta la trascendencia de su contenido, su longitud y estilo. Su extensión no debe ser superior a 250 palabras y apropiadamente referenciada cuando sea pertinente hacerlo. Se dará oportunidad a los autores para responder. 7. El caso CONAMED. a) Casos Institucionales. Esta sección considera la presentación paso a paso, de casos que analizan el proceso de decisión clínica y que condujo a un error o mala práctica, así como las consideraciones éticas y legales que ayudan a su comprensión, resolución y prevención futura. La presentación de los casos deberá ser realizada por especialistas de la CONAMED. 64 b) Casos Externos. Se aceptarán aquellos casos que en forma voluntaria, un profesional de la salud o una organización pública o privada de salud, desee(n) presentar con el objeto de estimular la cultura de la prevención del conflicto y mejorar la calidad en la práctica de la medicina. En todos los casos se garantizará la absoluta confidencialidad de parte de los editores. El texto no excederá las 2500 palabras y se acompañará hasta por 20 referencias. La estructura de la presentación seguirá el siguiente orden: 1) Resumen del caso; 2) Análisis Médico; 3) Análisis Jurídico; 4) Conclusión. Se recomienda todo material clínico (vgr. imágenes radiológicas) que ilustre o auxilie la presentación y comprensión del caso. 8. Presentación y entrega del manuscrito, cuadros y figuras. Los trabajos remitidos deberán ser mecanografiados con el procesador de textos Word, a uno y medio espacios (uno y medio renglón) en todo su contenido (incluyendo página inicial, resúmenes, texto, referencias, cuadros y pies de figuras), en tamaño carta, con márgenes de 3 cm. Las páginas deberán numerarse consecutivamente. Los trabajos deberán enviarse en documento impreso y en formato digital, por vía correo electrónico, en disquete de 3 1/2 o CD. Los cuadros y las figuras deberán enviarse en archivos separados del texto, en los formatos originales en que se crearon (word™, excel™, powerpoint™, photoshop™, illustrator™, etc.) y cumplir las especificaciones que se anotaron en el apartado 2I. Los trabajos se deberán enviar a: Revista CONAMED Mitla 250, Esq. Eje 5 Sur (Eugenia) Piso 8, Col. Vértiz Narvarte, Delegación Benito Juárez, C.P. 03020, México, D.F. Tels: (55)5420-7143, (55)5420-7106, (55)5420-7030 ó (55)5420-7103. Fax: (55)5420-7109. [email protected] Revista CONAMED, Vol.15, número 1, enero-marzo, 2010