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La importancia de la revisión por la dirección
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Empresas KIMEN
Por Alex Canto Jara
¿Cómo mejorar la calidad de mi producto o
servicio?, ¿Cómo asegurar la satisfacción de mis
clientes?, ¿Cómo materializar el mejoramiento
continuo de mis procesos?, o más aún, ¿Cómo
mejorar
el
desempeño
integral
de
mi
organización?
Sin dudas son interrogantes complejas desde el
punto de vista de su materialización.
Gran ayuda en esta problemática lo constituye el proceso de “revisión por la dirección”, también
denominado muchas veces como “revisión gerencial” lo cual forma parte de los requisitos de normas
internacionales de gestión, tales como ISO 9001; Gestión de la Calidad; ISO 14001 Gestión
Medioambiental; ISO 22000 Gestión de la Inocuidad Alimentaria y OHSAS 18001 Gestión de la
Seguridad y Salud ocupacional.
Este requisito normativo plantea la necesidad de revisar información relacionada con el desempeño
de la organización en materias de la gestión de alta dirección y no perderse en un mar de
problemáticas triviales desde el punto de vista de resultado corporativo.
No es de causalidad, a modo de ejemplo, que ISO 9001, señale: “revise el indicador de satisfacción
de sus clientes, ¿cómo le fue con las auditorías internas?, ¿están resueltas sus no conformidades?,
¿cómo está resultando su producto o servicio? y ¿cómo se están comportando sus procesos
productivos?”, entre otros lineamientos.
Son estos precisamente, indicadores globales de desempeño en materias de gestión de la calidad.
Así, en materias medioambientales puede ser la cantidad de CO2 emitido o cantidad de agua
consumida. En materias de seguridad industrial puede ser la cantidad de accidentes en un
determinado período o el nivel de preparación para actuar en caso de emergencias,
respectivamente.
Avenida San Martín 44. Curicó – Teléfono 75-221860 – EMAIL: [email protected]
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Cobra gran relevancia entonces, una adecuada definición de indicadores de proceso o desempeño,
que permitan generar un análisis representativo y certero en relación a si los resultados obtenidos
están de acuerdo con las políticas corporativas, objetivos y/o metas establecidas.
Si existe una buena definición y control de indicadores, es posible lograr decisiones bien dirigidas y
establecer la necesidad de implementar acciones de mejora, las que se debieran traducir en
recursos inyectados al proceso productivo, obteniendo finalmente, el deseado mejoramiento
continuo. Dicha mejora continua en el tiempo se alcanza si la revisión por la dirección es un proceso
recurrente y sistemático y no una acción puntual.
El modelo anterior puede ser aplicado a la gestión de cualquier variable, sólo basta con establecer
cuál es el “foco”, según las intenciones de la dirección y definir a partir de ello, qué información
interesa revisar.
Alex Canto Jara
Subgerente de Proyectos
KIMEN Empresas
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